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ENCUENTROS DE RECONCILIACIÓN

Como “una imagen vale más que mil palabras”, sería bueno que antes de leer la propuesta (o si se prefiere después) se visione
este vídeo potente, bello y profundo:
Tambores de la reconciliación (Ingoma Nshya, tambores que curan mujeres en Ruanda):
https://www.youtube.com/watch?time_continue=2&v=rMe8BPnvGpo

Uno de los temas esenciales del Siloísmo en sus distintas expresiones es el de la Reconciliación en el
marco de la superación del sufrimiento.
Sabemos que reconciliarnos es fundamental, tanto a nivel personal como social, para destrabar el nudo
del pasado y despejar el camino a fin de que la energía circule libremente.
Por lo tanto proponemos desde Amalgama/El Mensaje de Silo para este 2019 (50 aniversario)
Encuentros de Reconciliación con un@ mism@; entre personas, pueblos y países; con la Naturaleza y
con nuestro querido planeta Tierra.
Podría llevarse a cabo en las comunidades del MdS, Organismos, Asociaciones y Frentes Humanistas
que quisieran trabajarlo, organizando actividades y pequeños encuentros (conferencias, charlas-
coloquio, documentales, películas, talleres, seminarios, retiros, encuentros…), culminando, hacia final
de año, con grandes Encuentros, si se puede simultáneos, por comarcas, provincias o regiones donde
se puedan juntar varias asociaciones, comunidades... También podría hacerse en el marco de la II
Marcha Mundial por la Paz y la No-violencia.
Serían Encuentros de catarsis, comunicación directa, transmisión de experiencias y transferencias de
contenidos.
Sabemos, por propia experiencia, que cuando aunamos voluntades somos capaces de integrar a
grandes conjuntos humanos.
Sabemos, por propia experiencia, que cuando una idea-sentimiento prende como “fuego sagrado” entre
nosotr@s y en nuestro interior, no hay impedimento ni barrera que pueda frenarla.
Sabemos, por propia experiencia, que cuando vamos con lo mejor de nosotr@s mism@s a lo mejor de
l@s otr@s, nos sentimos bien; con Paz, con Fuerza y con cálida Alegría.
Dado que la propuesta es gigantesca, bien se podría acometer por capítulos y el año que viene
empezar con el primero, para ir ampliando -cada dos años, cinco…- hasta llegar a toda la humanidad
por círculos concéntricos.
Será difícil, en un principio, implicar a Gobiernos pero con seguridad podemos llegar a asociaciones,
centros educativos, Ayuntamientos, Gobiernos regionales… y, en todo caso, al corazón de la buena
gente.

Encuentros de Reconciliación donde, por ejemplo, en el caso de España y América:


España se disculpe por la violencia y sufrimiento que ocasionó a personas y pueblos de Centroamérica y
Sudamérica.
L@s descendientes de los grandes imperios Mesoamericanos y Andinos se disculpen por la violencia y
sufrimiento que provocaron a personas y pueblos.
Los gobiernos Centroamericanos y Sudamericanos se disculpen por la violencia y sufrimiento que
ejercieron, y aún hoy algunos ejercen, sobre personas y pueblos originarios.
Nos disculpemos por la violencia y sufrimiento que causamos a otras personas.
Cada cual se disculpe por la violencia y sufrimiento que se origina a sí mism@.

O, por ejemplo, en el caso del machismo y la violencia de género: Se contacte con asociaciones feministas y
se les ofrezcan talleres, documentales… culminando, hacia finales de año, con un Encuentro de Reconciliación
donde:
Quien quiera pueda hablar de su propia experiencia o de su propia herida.
Hablen los hombres, disculpándose de la violencia ejercida hacia las mujeres.
Nos disculpemos por la violencia y sufrimiento que causamos a otras personas.
Cada cual se disculpe por la violencia y sufrimiento que se origina a sí mism@.

Y sirva como ejemplo para promover en todo el planeta grandes o pequeños Encuentros de
Reconciliación donde tod@s nos reconciliemos con tod@s, empezando por un@ mism@, con otr@s,
con la Naturaleza y con nuestro querido hogar: la Tierra (entrañable Planeta azul). Y podamos
finalizarlos con Experiencias de Reconciliación y abrazos colectivos.
RECONCILIACIÓN
La palabra reconciliación viene del latín reconciliare que se forma con el prefijo -re y el verbo
conciliare, vinculado al sustantivo concilium (asamblea, reunión, unión). Reconciliarse es,
entonces, volver a unirse, por un lado; y hacer volver a alguien a la asamblea, a la unión y al
acuerdo con otros, por otro lado.

Así, cuando hablamos de reconciliación, hablamos de volver a conciliarnos; es decir, volver a


unirnos. Y, evidentemente, si hablamos de unirnos es porque estamos desunidos.

Aprovechemos, entonces, esta oportunidad para unirnos un poco más: cada un@ consigo
mism@, cada un@ con l@s demás, tod@s con todo, con la naturaleza, con nuestra querida
Tierra.

Que la reconciliación de la que hablamos no quede en meras palabras, sino que la podamos
experimentar, aquí y ahora, sintiéndola como una energía que brota del corazón y se expande
más allá de los límites del cuerpo.

EXPERIENCIA DE RECONCILIACIÓN
Relajación, peticiones y pregunta

Trato de relajarme internamente respirando profunda y suavemente varias veces, dejando de


lado durante unos minutos mis preocupaciones cotidianas.

Trato de ponerme en una situación afectiva positiva, de calidez, de suavidad, de reconciliación


conmigo mism@.

Ahora hago un recorrido por las diferentes partes de mi cuerpo, observando aquellas que están
en tensión. Y allí donde observo tensión, tenso repentinamente por breves segundos y relajo.
Quizás el cuello, los hombros, los brazos, el pecho... Allí donde localizo tensión, tenso durante
breves segundos y suelto. Así hasta recorrer las diferentes partes de mi cuerpo.

A continuación me sitúo mentalmente en la cabeza. Siento el cuero cabelludo, el cráneo por


dentro, el cerebro... siento como se va haciendo cada vez más suave, más suave... y me deslizo
mentalmente hacia dentro, hacia dentro... bajando poco a poco, muy despacio... como si una
ligera pluma fuera acariciando las paredes internas de los ojos, de la nariz, de la boca... pasando
por el cuello, y bajando muy suavemente por el pecho hasta llegar al corazón.

Siento cómo su palpitar se hace más calmado.

En esta calma interna, voy hacia dentro de él... cada vez más adentro... mucho más adentro.

He llegado al lugar donde respira la esencia de todo lo existente. En este espacio siento un gran
acuerdo y un profundo afecto hacia mí mism@, hacia las otras personas y comienzo a escuchar
el eco de lo Profundo.*
Desde lo más íntimo pido alejarme de todo aquello que me perturba y me produce
contradicción.*

Si no hice mejor las cosas fue porque no supe o no pude. Si no hicieron mejor las cosas fue
porque no pudieron o no supieron.*

Desde lo más hondo pido porque mi vida avance hacia la unidad interna.*

Desde esta acogedora morada medito sobre la Regla de Oro: “Trata a l@s demás como quieres
que te traten”.*

Por último, me pregunto: ¿Qué es lo que nos impide avanzar junt@s hacia un futuro más justo y
humano?

Y hago silencio mental, tratando de escuchar las respuestas que van surgiendo y atiendo a esta o
estas respuestas que no proceden de una forma habitual de mi propio yo, de mi propia razón,
sino que parecen surgir de otro espacio, de un espacio más profundo... *

Medito unos instantes sobre estos impedimentos... *

En contacto con el más profundo de mí, pido en mi interior la Fuerza necesaria, la Paz mental y
la Alegría para reconciliarme conmigo mism@ y con l@s demás. Y para avanzar junto a otr@s,
desde mi medio inmediato, hacia la Nación Humana Universal. *

DESPEDIDA
Damos las gracias a tod@s, de todo corazón, por participar en este Encuentro y contribuir a
poner conjuntamente "nuestro pequeño grano de arena" en una dirección que nos hermana,
que nos une y nos reconcilia.

Ojalá que estos Encuentros sean la semilla de un gran árbol que anuncie una nueva
humanidad.

Ojalá que hayamos podido conectar desde nuestras más cálidas miradas con nuestros mejores
sentimientos y nuestras mejores acciones.

Ojalá salgamos de este Encuentro mejor de lo que entramos y, así, cuando volvamos con
nuestros seres queridos podamos decir con renovado sentimiento: Shalom; Amén; Salam
Malecum; Buen camino; Námaste; Paz, Fuerza y Alegría...

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