Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Es por un lado notorio que Lacan usa muchas referencias extra analíticas: lingüísticas,
filosóficas, lógico-matemáticas, por nombrar solo algunas. Pero es igualmente notorio
el hecho de que esas referencias tal cual están, ya ahí en sus campos respectivos, no
pueden ser utilizadas para el discurso analítico sino que estas requieren de un
procesamiento, de una manipulación, que no pocas veces produce una distorsión.
Esto provoca las protestas de los especialistas universitarios en esas disciplinas, por
el uso que hace de las mismas. Protestas de los lingüistas, y es un índice de lo que
quiero plantear: que Lacan mismo las acepte como válidas. Protestas de los filósofos,
basta recordar la forma en que calificaron algunos de ellos la presentación de
“Subversión del Sujeto”: una suerte de pesadilla, y hasta de elucubración producto de
cierto diabolismo. Protestas de los matemáticos (por si fueran pocas las ya conocidas,
este año apareció la que faltaba: un libro de autores argentinos con el título Gödel
para todos (1) en el que podemos leer las críticas a Lacan, por el “uso” que hace del
famoso teorema, siguiendo la línea de lo que se conoció como affaire Sokal, ¿Lacan
para el cachetazo? Uno de los autores, Guillermo Martínez escribió el libro en el que
se basa película Crímenes de Oxford. Por último, aunque no menos intensas, se unen
a estas las que se escuchan en el campo psi porque Lacan es muy complicado. En
este sentido la afirmación que rescata J. C. Milner sobre la posición de Lacan con
respecto a la ciencia, es esclarecedora: ya no se trata como en Freud, de cómo se
inscribe el psicoanálisis en la ciencia sino: ¿que es una ciencia que incluya al
psicoanálisis? (2)
En el seminario del acto analítico, luego de introducir sus bases como hecho
significante ligado a un decir, y separarlo de la acción, vemos aparecer temas lógicos
que van ganando espacio, hasta tomar completamente las clases sobre el final del
seminario, incluso se generan reuniones cerradas fuera del mismo para tratar estos
temas. Aparecen De Morgan, Pierce, Frege (hablando de distorsiones, a la forma de
escritura del concepto, Begriffschrift en Frege, Lacan le agrega el objeto a en el hueco
reservado al argumento en la función, es realmente para protestar) pero sobre todo
Aristóteles. ¿Porqué los desarrollos sobre el acto terminan con esta preeminencia de
la lógica, que no es un “en todo hay lógica”? lo que indicaría solo una alusión
metafórica, sino que por el contrario se despliega parte del arsenal de la lógica.
El acto y el todo
Por un lado tenemos una oposición masiva entre el acto y la universal, “El acto
consiente en zafarse de la universal”(3), pero en la misma línea del acto e
íntimamente ligados a este, lo mismo para la interpretación, y para la existencia del
analista ya que no puede haber un predicado universal que de cuenta de dicha
existencia.
Ya en la clase 6 aparece la pregunta sobre si hay “el” analista, y la afirmación de que
ese planteo es semejante a lo que es en lógica la cuestión de la existencia. Parte de
la fórmula indeterminada “hay psicoanalista” al modo en que unos años mas
adelantará como “hay de lo uno”, pero hay que ver de que modo hay “un”
psicoanalista. La universal no puede establecer ningún tipo de existencia, estaría
cercana a una escencia, ligada al concepto, al uno unificante del concepto, ”puro
símbolo cuya denotación espera ser efectuada” (4). La particular, llamada existencial
que hace lo que afirma, “existe”, pero como se podrá ver siguiendo el desarrollo de
esta problemática, el existe solo tampoco soluciona el problema ¿para que tanta
lógica si fuera solo eso?, veremos como cree Lacan poder dar cuenta de lo poco de lo
que puede pretender a la existencia. Es muy ilustrativo el ejemplo de Lacan respecto
a este problema de la universal “todo francés merece morir por su ella” referido a la
patria, hasta ahí ningún problema, estamos a nivel del concepto, pero “algún francés
debe morir por ella” ahí las cosas se complican.
Que identifique la cuestión con el problema de la existencia en lógica, de alguna
manera orienta los desarrollos posteriores en relación al universal y a la operación
que empieza a realizar sobre la misma. En palabras de J. C. Milner “el no-todo no
puede escribirse mas que distorsionando las fórmulas de la lógica”.
Gustavo Gonzalez
Comentario del Seminario de Enrique Acuña “Las escrituras del goce femenino –Psicoanálisis y
Literatura” – Clase del 17/06/17
Continuando con la lectura detallada de los Seminarios XIX (… O peor) y XX (Aún), en la clase
anterior Acuña había introducido la referencia a Aristóteles para señalar que, en su búsqueda de la
verdad, distingue dos modos de acceso: por un lado la ciencia o episteme, con procedimientos de
demostración; y por otro la retórica, ligada a técnicas de persuasión y convicción. De este modo,
explicaba el uso que daba Lacan, para arribar a sus desarrollos sobre la sexualidad femenina en
Freud hasta su propia lógica en la escritura de las “fórmulas de la sexuación”.
Lacan lee en Aristóteles tanto la lógica formal, donde se ponen en juego las categorías: universal,
particular, positivo, negativo; como la lógica modal donde la combinación de las anteriores tiene
por resultado las categorías de lo posible, lo imposible, lo necesario, lo contingente. Para el texto
de Aristóteles, Ezequiel Rueda fue invitado a comentar algunos pasajes del Tratado de lógica. La
primera parte de su intervención consistió en ubicar el Tratado… en la obra de Aristóteles. Así,
siguiendo a un comentador académico aisló tres periodos, de acuerdo a lugares de las clases:
Academia, Atenas, Liceo (el Tratado… corresponde a este periodo). También retomó la distinción
entre ciencia y retórica, ubicando al filósofo entre los positivistas, ya que su pretensión científica
se sostiene en la correspondencia con los hechos fácticos. Sin embargo, advierte que la distinción
entre ciencia y retórica queda desdibujada en la medida en que la transmisión de los
conocimientos científicos requiere de cierta dosis de persuasión y convicción. Acuña vincula la
retórica con la potencia del lenguaje como aparato de goce que determina y capta la realidad. Es
por el lenguaje que se puede acceder a un saber aunque parcial del goce que suspira. El
significante aspira en su ideal de transmisión a una solidez análoga a una ley científica.
En la segunda parte, tomó como indicación un párrafo de Lacan del Seminario XIX: “(…) apenas les
diré que consigan los Primeros Analíticos, más exactamente llamados Analíticos anteriores. Aun a
aquellos –por supuesto, los más numerosos- que nunca tendrán el coraje de leerlos aunque sean
fascinantes, les recomiendo de todos modos leer dentro de lo que se llama el libro I, en el capítulo
46, lo que Aristóteles produce sobre lo tocante a la negación, a saber, sobre la diferencia que hay
entre decir que lo contrario de el hombre es blanco es el hombre no es blanco o, como mucha
gente lo creía ya en su época –eso empero no lo detuvo-, lo contrario es el hombre es no blanco.”
Sobre las cuatro formas que surgen de combinar las categorías lógicas, se puede reparar en el
“particular negativo” –no es todo hombre blanco- ya que es sobre esa negación que Lacan va a
construir el no-todo que designa la sexualidad femenina sostenida por el falo simbólico como
presencia de una ausencia, es decir una “excepción” a lo Universal del Todo. Al mismo tiempo,
destaca que la negación tiene que estar precedida por una afirmación primera, algo que se verifica
en el hecho de que Aristóteles comienza la lógica del silogismo por el universal “todo”, para luego
arribar a lo existencial negativo.
El paso siguiente es la lógica modal, donde la modalización hace jugar lo que está en potencia y lo
que pasa en acto teniendo en cuenta el tiempo. Acuña se detiene en lo “contingente” –definido
por Aristóteles como la reunión de lo “no imposible” y lo “no necesario”- para afirmar que el
“encuentro” con un objeto amoroso es ya “no necesario”, y como segundo tiempo se puede
decidir sobre lo posible o lo imposible. En los decires amorosos de la experiencia analítica (que
aspira hacer un Uno supletorio sobre el No-Hay relación sexual) se llega a un hueso donde se capta
algo de ese imposible de decir, una definición de lo real.-
Bibliografia:
-Aristóteles: Tratado de Lógica -Organon II, Analíticos Primeros y Segundos. Ed. Gredos, Madrid,
1990.