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La endoscopia es una acto medico sencillo y rápido, prácticamente indoloro que no requiere

preparación previa ni ayuno. Es una prueba con adecuada tolerancia tanto en adultos como niños.

Endoscopia laríngea

La endoscopia laríngea es el método por excelencia para la exploración de la vía aérea y digestiva
superior. Mediante la fibroscopia se puede examinar la vía aérea superior comenzando por las fosas
nasales y examinando las siguientes áreas:

Fosas Nasales.Cavum o Rinofaringe, orificio de la trompa de Eustaquio

Velo de paladar en su cara posterosuperior. Orofaringe

Tercio posterior de la lengua. Hipofaringe, senos piriformes

Vestíbulo laringe. Cuerdas vocales verdaderas y falsas (bandas ventriculares)

Glotis. Subglotis. Tráquea (3 primeros anillos)

Con la exploración anterior se puede valorar exhaustivamente la anatomía y alteraciones de las


diferentes áreas exploradas. De esta manera permite el diagnóstico de diferentes patologías como
hipertrofia adenoides y amigdalinas, lesiones de las cuerdas vocales, valoración de del ronquido y las
apneas, laringitis, faringitis crónicas, etc.

Dependiendo del tipo de endoscopio que se utilice, distinguimos dos métodos diferentes: la endoscopia
flexible o fibroscopia y la endoscopia rígida o telelaringoscopia.

Los fibroscopios son endoscopios constituidos por dos haces de fibras ópticas flexibles (uno destinado a
la transmisión de la imagen y otro que vehiculiza la luz) que mediante una envolvente común
constituyen una especie de cable, el cual por un sistema de control manual hace posible la incurvación
del extremo distal, lo que permite una gran amplitud y orientación del objetivo y, por tanto, de
maniobra, lo que facilita su introducción y la observación de distintas regiones.

Se le introduce el fibroscopio por vía nasal. En un determinado momento se le pedirá que respire por la
nariz para proceder a la incurvación de la punta del fibroscopio y progresar hacia la mesofaringe. A
partir de ese momento, la observación de las distintas zonas viene condicionada por el grado de
introducción del fibroscopio.

Se puede optar por una visión de conjunto o proseguir el descenso hasta observar las cuerdas vocales
desde una distancia muy próxima que nos ofrezca una visión magnificada de las mismas.Durante la
exploración fibroendoscópica, se pide al paciente que emita las distintas vocales así como que inicie
durante unos momentos una conversación normal, inspiración nasal brusca, voz cuchicheada, silbido,
etc. con el fin de observar los mecanismos fisiológicos que tienen lugar durante los distintos tipos de
fonación.

La exploración fibroendoscópica permite una exploración de la laringe fisiológica sin que ésta se vea
alterada por recurrir a maniobras extrañas, como podían suponer la tracción de la lengua en el caso de
la laringoscopia convencional.

En la mayoría de los pacientes es posible la introducción del fibroscopio sin necesidad de


vasoconstricción ni anestesia tópica.

Los diámetros externos de los telelaringoscopios para laringología oscilan entre 7 y 10 mm. y se pueden
construir con diferentes ángulos de visión con campos también variables, siendo los más utilizados los
de 70º y 90º.

Las prestaciones ópticas de los telelaringoscopios superan en gran medida las de los fibroscopios, sobre
todo en lo que se refiere a magnificación, iluminación en ocular y definición, permitiendo obtener
buenas fotografías e imágenes de vídeo de gran expresividad.

La exploración de la laringe mediante telelaringoscopia rígida se realiza utilizando como vía de


introducción la cavidad oral y el uso de anestesia tópica es relativamente frecuente debido al reflejo
nauseoso que se presenta al insertar el endoscopio rígido.

La posición del paciente depende del tipo de endoscopio que se va a usar. Cuando utilizamos el de 90º
debe procurarse que el ángulo que forma el piso de la cavidad oral y la faringe sea aproximadamente de
90º. Si empleamos el de 70º el ángulo deseable es también de 70º.

Tanto la fibroendoscopia, como la telefaringoscopia, pueden realizarse con luz halógena (lo habitual) o
con luz estroboscópica. Esta última permite la visualización de los fenómenos de ondulación de la
mucosa a cámara lenta, lo que posibilita, en muchos casos, un diagnóstico

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