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Expediente : Nº 2008-212-0-1409-JR-LA-01

Secretaria : Dra. Mariela Jauregui Sosa.


Escrito : Nº 15
Cuaderno : Principal
Sumilla : Apelación de auto N° 48, de fecha
22/05/2013.

SEÑOR JUEZ DEL JUZGADO DE TRABAJO TRANSITORIO DE NASCA,


Dra. Luisa Rosalinda Antonio Mendoza.-

Jorge Enrique Garro Peche, por don José Gabriel Granda Gordillo,
interviniendo de conformidad con el artículo 290 del Texto Único Ordenado de la Ley
Orgánica del Poder Judicial, en los seguidos con la Empresa Minera Shougang
Hierro Perú S.A.A, sobre Indemnización por daños y perjuicios, a Usted, digo:

Que, en ejercicio del derecho constitucional a la pluralidad de instancia,


en modo, forma y dentro del plazo prescrito en el artículo 53º de la Ley Procesal de
Trabajo, formulo RECURSO DE APELACIÓN contra las Resolución 48, en el extremo
que declara IMPROCEDENTE la solicitud de PRESCINDIR de la participación de la
Comisión Médica al cual deberá ser sometido el demandante José Gabriel Granda
Gordillo.

Medio impugnatorio que se interpone con la finalidad que el superior en


grado con mejor estudio de autos revoque la resolución cuestionada y reformando la
misma ordene prescindir del Examen Médico antedicho y se continúe con la etapa
procesal correspondiente, en atención a los fundamentos de hecho y derecho que
sigue.

I. Fundamentos fácticos del recurso de apelación.

Primero: Es del caso indicar que la empresa demandada también a través del
numeral 12 del rubro medios probatorios de la contestación de demanda, solicita que el
demandante sea sometido a evaluación médica, petición que habría sido atendido por
Audiencia Única que tuvo lugar el día 17 de junio de 2008 (fs. 98 a 100), mediante
Resolución N° 05 se dispone “practíquese en caso de ser necesario”. Criterio que no habría
sido impugnado por la empresa, generándose de esa manera un consentimiento tácito.
Debe mencionarse también que al momento de emitir la sentencia de primera instancia
(Resolución N° 24) que obra a fs. 234 a 243 en su parte resolutiva nuevamente se dispone
“Innecesario practicar nuevo examen al demandante”. Asimismo, la Sala Mixta Superior de
Nasca de ese entonces, con ocasión de atender los autos materia de alzada sobre este
extremo falla confirmando lo innecesario que resulta un nuevo examen médico en el
accionante.

Segundo: Lo anterior queda corroborado cuando la Sala de Derecho


Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la República
mediante CAS. N° 4734-2009-ICA, dictado en los de la materia en el considerando sétimo
parte in fine, menciona: “… iii) Si bien es cierto que se encuentra acreditado que el
demandante se encuentra afectado en su salud, por causa que tiene que tiene que ver con
la clase de ocupación laboral que desempeñó y con la aparente falta de implementación de
medidas de seguridad por parte de su empleador, (…)”. Demostrándose a todas luces que la
enfermedad que padece el demandante está debidamente acreditada y por ende como se
repite a través de las instancias de mérito claro está que es INNECESARIO NUEVO
EXAMEN MÉDICO.

Tercero: Si lo anterior es así, ahora lo que viene ofreciendo la denunciada civil a


través del literal I de sus medios probatorios resulta siendo lo mismo que en su oportunidad
ofreció la demandada (nuevo examen médico). Y estando a los nuevos pronunciamientos de
la Corte Suprema como es la sentencia de fecha 31 de marzo del 2010 recaída en la Cas.
Lab. Nº 2599-2009-LIMA (Fausto Andrés Espinoza López c/ Volcan Compañía Minera
S.A.A. sobre Indemnización de Daños y Perjuicios), la Sala Suprema ha señalado, lo
siguiente:

“Noveno: En cuanto a las alegaciones del impugnante, efectivamente la Sala de


mérito, a efectos de revocar la sentencia apelada y declarar infundada la demanda, ha
señalado que el Tribunal Constitucional por sentencias recaídas en los Expedientes
06612-2005-AA/TC y 10087-2005-AA/TC, ha establecido un precedente vinculante que
ha adquirido la autoridad de cosa juzgada, al señalar que la enfermedad profesional
únicamente podrá ser acreditada por un examen o dictamen médico emitido por una
Comisión Médica Evaluadora, lo que no resulta valedero, toda vez que la Corte
Suprema, haciendo suyos los criterios establecidos en la jurisprudencia emitida por el
Tribunal Constitucional, como la recaída en el Expediente 4104-2005-PA/TC, de fecha
21 de setiembre del 2006, en su fundamento siete, ha señalado: “(…) no es exigible la
certificación por la Comisión Médica Evaluadora de Incapacidades de EsSalud”, por
lo que solo basta acreditar la enfermedad con el certificado expedido por el
Ministerio de Salud, por cuanto se trata de una enfermedad evolutiva, cuyo
menoscabo de salud se evidencia con el transcurso del tiempo, tornándose en
irreversible, y que va a concluir con la muerte del que la padece; tal y como ha
ocurrido en el presente caso, debidamente acreditado con las instrumentales de fojas
4 y 5 en las que se señala que el demandante adolece de neumoconiosis”.

Cuarto: Por último y con mayor contundencia en la sentencia de fecha 20 de


enero del 2012, expedida en la Cas. Lab. Nº 824-2011-LIMA (Nisito Genaro Espinal
Suarez c/ Empresa Minera del Centro del Perú S.A. y otros sobre Indemnización de
Daños y Perjuicios), la misma Sala Suprema ha señalado, que:

“Décimo: (…) en cuanto a la probanza del daño, cuestión central por la que el Ad
Quem revocó la apelada y declaró infundada la demanda, conviene anotar que el
Examen Médico Ocupacional número 13807, emitido por el Instituto de Salud
Ocupacional “Alberto Hurtado Abadía, de fecha seis de julio del dos mil, el mismo que
diagnostica la enfermedad profesional de neumoconiosis en segundo estadío de
evolución, obrante a fojas tres, constituye prueba idónea y suficiente respecto de la
existencia misma del daño invocado por el demandante; puesto que, la acreditación
del detrimento físico sufrido por los trabajadores en los casos de enfermedad
profesional de neumoconiosis, no exige necesariamente éstos tengan que someterse
a la evaluación (y entiéndase, a los trámites administrativos que ello conlleva) de la
Comisión Médica Evaluadora de Incapacidades de EsSalud y/o de entidad similar, en
tanto, la pretensión exigida en los procesos laborales, como el del presente caso, no
está relacionada con la obtención de pensión de invalidez o renta vitalicia, es decir,
temas pensionarios, sino que gira en torno a obtener del órgano jurisdiccional una
respuesta favorable que ordene a la empresa demandada el abono de suma dineraria
que resarza, de algún modo, el daño irrogado a su persona; por lo que, en este
contexto, la sola presentación de documento público emitido por representante de la
Salud de alguna entidad estatal es útil para los efectos de la probanza del daño;
criterio que ha sido ratificado en la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional,
recaída en el proceso número 04104-2005-PA/TC”.

Quinto: Entonces, sujetarse de modo expreso a las decisiones de la Sala de


Derecho Constitucional y Social antes comentadas es un imperativo que, de no adoptarse,
allanará el camino del demandante para hacer valer responsabilidades de tipo funcional, en
tanto se seguirá afectando sin razón valedera alguna, los principios procesales previstos en
el art. I del T.P. de la Ley 26636 y art. V del T.P. del Código Procesal Civil. El plazo de 6
años transcurrido desde que la demanda fue admitida a trámite, sin resolver en
definitiva este proceso, puede ser fácilmente calificado de irrazonable y
desproporcionado, máxime si el estado del proceso está direccionado en practicar una
nueva evaluación médica en la persona del demandante a los efectos de satisfacer carga
probatoria de CENTROMIN PERÚ S.A, quien resulta siendo una invitada en el proceso.
Ergo, persistir en el empecinamiento de nueva evaluación en el accionante, es mantener el
proceso en una especie de callejón sin salida.

II. Fundamentos de derecho de la apelación:


Fundamos nuestro recurso de apelación en lo prescrito en los arts. 52º, 53º,
numeral 3, de la Ley Procesal de Trabajo, Ley Nº 26636.

III. Agravios:

El interés jurídico que justifica la interposición del presente recurso surge del
agravio o gravamen que ocasiona la resolución impugnada, al ordenar que se declare
infundada la oposición formulada por mi parte contra el medio probatorio literal I de los
medios probatorios de CENTROMIN PERÚ S.A, consistente en nueva evaluación médica,
apartándose de sentencias en Casación expedidas por la misma Corte Suprema que han
dispuesto lo innecesario de nueva evaluación médica para procesos como el de los materia.

La existencia de dicho agravio y la posibilidad de su reparación, a través del recurso


de apelación, es lo que determina nuestro interés en el medio impugnatorio que se realiza a
través del recurso impugnatorio de apelación.

IV. Medios probatorios:

Presento como medios probatorios para probar la justeza de mi recurso de


apelación, las siguientes ejecutorias.

16-A. En mérito de la Casación Laboral Nº 2599-2009-LIMA, en los seguidos por


(Fausto Andrés Espinoza López c/ Volcán Compañía Minera S.A.A. sobre Indemnización de
Daños y Perjuicios.

16-B. En mérito de la Casación Laboral Nº 824-2011-LIMA en los seguidos por


Nisito Genaro Espinal Suarez c/ Empresa Minera del Centro del Perú S.A. y otros sobre
Indemnización de Daños y Perjuicios.

Por tanto:
A Usted, Señor Juzgador, se sirva conceder la presente apelación con el efecto
respectivo.

Otrosí digo: Que, no adjunto arancel judicial por derecho de apelación, toda vez que
por cuerda separada a la presente vengo en solicitar el concesorio de auxilio o beneficio
judicial.

Nasca, 18 de marzo de 2013.

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