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Pero estos sectores son los más vulnerables en caso de un desastre. Las comunidades
rurales y semi rurales más desfavorecidas carecen de seguro para resguardarse ante una
inundación o una sequía, y un castigo de la naturaleza implica, en muchos casos, la ruina de
la economía familiar o de la cooperativa. Entre el 2003 y el 2013, solamente el 4,5% de la
ayuda humanitaria se ha destinado a la agricultura después de un desastre natural, calcula
la FAO.
¿Qué representa estos porcentajes en dinero? Las cifras chocan entre sí, pero los cálculos
más conservadores de la FAO estiman que los países subdesarrollados perdieron unos
80.000 millones de euros en esa década. La región que más déficit registra es Asia, con
26.500 millones de euros, seguida de África con 24.600 millones.
Y estos cálculos son conservadores, porque cuantifican los daños registrados por diversas
evaluaciones de riesgo una vez que el desastre remitió su castigo, por lo que la FAO estima
que el impacto real debería ser mayor.
Introducción
Y estos son impredecibles a pesar del avance tecnológico que el humano a generado ya
que estos fenómenos impredecibles se han generado con mas frecuencia a causa del
cambio climático causado por la contaminación del hombre y desarrollo de tecnología.
El nuevo informe de Oxfam, límite, evidencia, por primera vez, cómo los fenómenos
meteorológicos extremos, como las sequías y las inundaciones, podrían provocar un
aumento de los futuros precios de los alimentos. Los estudios de investigación hasta ahora
realizados tienden tener en cuenta únicamente los efectos graduales del cambio climático
como, por ejemplo, el aumento de las temperaturas o los cambios en los patrones de
lluvia.
El objetivo del estudio de Oxfam es ir más allá y analizar el impacto de posibles fenómenos
meteorológicos extremos en los precios de los alimentos en el año 2030. El estudio de
investigación advierte de que, en 2030, el mundo podría ser incluso más vulnerable a una
sequía como la que actualmente afecta a Estados Unidos, ya que se prevé que la
dependencia de las exportaciones de trigo y maíz estadounidenses sea aún mayor y que,
debido al cambio climático, aumente el riesgo de graves sequías en América del Norte.
Predicciones según estudio por Oxfam
Incluso manteniendo una hipótesis conservadora, en el año 2030 otra sequía que
afectara a Estados Unidos podría provocar un aumento del precio del maíz de
hasta un 140%, por encima del precio medio de los alimentos que, se estima, que
para el año 2030 dupliquen su precio actual.
Una sequía que afectara a toda la India, unida a graves inundaciones en todo el
sudeste asiático, podría suponer un aumento del precio del arroz en los mercados
mundiales de un 25%, lo que podría provocar, a su vez, aumentos drásticos de hasta
un 43% (sumado al incremento previsto a largo plazo de los precios) en los mercados
de países importadores de arroz como Nigeria, el país más poblado de África.
Influenza de las precipitaciones sobre la actividad agrícola en Paraguay
Cada especie vegetal, según la variedad, tiene requerimientos propios de cantidad de
agua o lluvias para su desarrollo normal y, por supuesto, rendir lo esperado por el
agricultor. Por ejemplo, el algodón, de siembra a cosecha necesita aproximadamente 800
milímetros de precipitaciones, pero hay etapas en las que precisa más como la de
floración. No importa si llovió antes, pero si le faltó agua en el momento de la floración se
presentan pérdidas. En esta etapa, el algodón necesita alrededor de 120 mm. de lluvias,
que se da, normalmente, entre enero y febrero, explicó el Ing. Edgar Mayeregger,
coordinador del Programa Nacional de Agrometeorología, dependiente del Ministerio de
Agricultura y Ganadería (MAG), con sede en el Instituto Agronómico Nacional (IAN).
El profesional indicó que algunos rubros agrícolas necesitan más humedad que otros. Al
respecto, señaló que el trigo de invierno en todo su ciclo precisa un promedio 600 mm., la
caña de azúcar aproximadamente 1.000 a 1.800 mm., condiciones que por lo general se
generan en Paraguay.
La lluvia que produce beneficios al agro es aquella que cae en forma paulatina porque la
distribución es muy importante, es decir, no produce el mismo efecto una precipitación de
100 mm, de lluvias que se registra en un solo día o en solo horas, que aquella del mismo
volumen que cae en una semana o un mes. Las aguas caídas en abril y en mayo son
interesantes porque prácticamente cada semana está aportando algo, poco, pero está
aportando. Las lluvias con días de intervalos permanentemente va acumulando humedad
en el suelo.
Cada especie de planta precisa una cantidad determinada de agua para su desarrollo. La
abundante precipitación registrada en abril y en lo que va de este mes produjo efectos
positivos en los sembradíos establecidos como trigo, caña de azúcar, arveja, mandioca.
Pero los agricultores deben supervisar constantemente sus cultivos, ya que la alta
humedad puede estimular la aparición de plagas
Sector Ganadero
“A LA LARGA ES POSIT IVO PARA LA GANADERÍA”
Germán Ruiz, titular de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), coincidió con Pettengil en
que se produjo una merma en la faena de animales, principalmente por las malas
condiciones viales y la falta de infraestructura en dicha materia.
“Paró un poco la comercialización. En el Alto Chaco hay muchísimo ganado terminado que
no puede salir por problemas de rutas, por las inundaciones en el Alto Paraguay”,
puntualizó.
Respecto a posibles pérdidas, dijo que aún no se puede dar número exactos y que, aunque
las hubiere, serían mínimas.
“En algunas partes puede haber alguna pequeña pérdida, pero en otros lugares hay
ganancias porque hay mucha más pastura, las lluvias son abundantes y hay buen sol”,
indicó.
De esta manera, el plan del Ejecutivo y del sector ganadero, que apunta a ubicar a
Paraguay en los próximos años entre los primeros cinco mayores productores de carne en
el mundo actualmente 8vo no se vería mayormente opacado; al contrario, la gran
cantidad de agua caída contribuiría a que el éxito del sector siga en ascenso.
Esto, a pesar de que nuestro país perdió el estatus de país libre de aftosa en el año 2011,
cuando se registró un brote de la enfermedad en la zona de San Pedro, lo cual,
aparentemente, va superándose, teniendo en cuenta que los resultados preliminares de la
evaluación hecha por fiscalizadores de la Unión Europea dan cuenta de que el país
recuperaría muy pronto el mercado del Viejo Continente.
No obstante y pese a los augurios positivos, pareciera que una nueva amenaza acecha: las
lluvias e inundaciones en departamentos donde se desarrolla una importante actividad
ganadera.
Por este motivo, el Ministerio de Agricultura dispuso a inicios de este mes un
relevamiento de datos sobre la situación de la producción cárnica en las zonas más
afectadas por la inestabilidad climática, específicamente Ñeembucú, donde desde hace
más de un mes las precipitaciones son incesantes.
Dicho departamento es el mayor productor de terneros del país, por lo que se resolvió, en
coordinación con el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), el traslado del
ganado a zonas altas
En ese sentido, el titular del Senacsa, Hugo Idoyaga, aseguró en conversación con ABC
Color que no se registrarían mayor perdidas porque los animales a ser faenados no se
encuentran en dichos lugares.
INTEGRANTES:
Eladio Vera
Jhony Siebert
Epifanio Miltos
CARRERA: AGRONOMIA
CURSO: 1°
AÑO: 2019
Actividad Forestal
Temperaturas altas durante más horas del día, sequía y lluvias mucho más fuertes son
algunos de los efectos del cambio climático global que ya se sienten en Paraguay, de
acuerdo a lo narrado por el ambientalista Miguel Lovera a Paraguay.com.
Lovera es ingeniero agrónomo y es doctor en Conservación in situ de Recursos
Fitogenéticos, además fue presidente del Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y
de Semillas (Senave).