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‘Vea el bien por su duro trabajoʼ
“¡Mira! La mejor cosa que yo mismo he visto, la cual es bella, es que
uno coma y beba y vea el bien por todo su duro trabajo.”—Ecl. 5A18.
1. Como se muestra en 1 Timoteo 1A11, ¿qué clase de Dios es Jehová, y por eso a qué conclusión
podemos llegar, correctamente, en cuanto a lo que él desea para sus criaturas inteligentes? (Deu.
12A18; 26A11; Sal. 32A11)
2. ¿Cómo revela lo que percibimos con nuestros sentidos que Jehová ‘nos ha proporcionado todas
las cosas ricamente para que disfrutemos de ellasʼ?
2 Sí, nuestros mismísimos sentidos están diseñados para percibir una tremenda
variedad de vistas, sonidos, olores, sabores y texturas. ¡Qué placer puede haber
en ver brillantes puestas de sol, cielos tachonados de estrellas, ríos en senda
serpenteante, lagos serenos, cascadas en precipitación, playas bordeadas de
palmeras, praderas exuberantes y montañas cubiertas de nieve! ¡Qué deleitable
puede ser el sabor de las frutas frescas o de las comidas nutritivas, bien
preparadas, y de los exquisitos postres! Hay disfrute cuando sentimos las brisas
apacibles en un día caluroso y, hasta más, cuando sentimos que nos tocan o
abrazan las personas a quienes amamos. Además, ¿no es agradable escuchar el
murmullo de los riachuelos, el azote de las olas contra la costa, el susurro de las
hojas en el viento, el gorjeo y el canto de las aves y la risa de niños felices? ¡Y qué
deleite se puede tener al dar un paseo por un bosque o parque hermoso y
percibir la dulce fragancia de las flores! En realidad, tenemos que concordar con
el inspirado apóstol Pablo: Dios “nos proporciona todas las cosas ricamente para
que disfrutemos de ellas.”—1 Tim. 6A17.
3. ¿Qué dice la Biblia en cuanto al punto de vista de Dios de que disfrutemos del alimento y la
bebida?
4. ¿Cómo demuestra el ejemplo de Jesucristo que es correcto que los cristianos disfruten de las
cosas materiales?
4 Esto sin duda debe aplicar a los siervos cristianos de Jehová. El cabeza de la
congregación cristiana, Jesucristo, dio el ejemplo perfecto en disfrutar de las
cosas materiales. De ninguna manera fue asceta. Aceptaba invitaciones a
comidas y banquetes. (Luc. 5A29; 7A36; 14A1; 19A5, 6) Su primer milagro —
convertir agua en el mejor vino— contribuyó a que se disfrutara de un banquete
de bodas. (Juan 2A1-11) Porque no apreciaron el equilibrio de Jesús en estos
asuntos, ciertos individuos lanzaron la falsa acusación: “¡Miren! Un hombre
glotón y dado a beber vino.” (Mat. 11A19) No reconocieron que Jesucristo estaba
utilizando apropiadamente las copiosas provisiones de su Padre, mientras que al
mismo tiempo siempre daba el primer lugar a los asuntos espirituales.—Mat.
6A24-34.
6, 7. (a) ¿A qué conclusión sana llegó el rey Salomón tocante al júbilo y la risa? (b) ¿Precisamente
cómo hemos de entender las palabras de Salomón?
6 El punto de vista realista de los placeres que presentó el rey Salomón puede
ser sumamente útil. Él dice de su investigación y hallazgos: “Dije yo, yo mismo,
en mi corazón: ‘De veras ven ahora, déjame probarte con regocijo. También, ve lo
bueno.ʼ Y, ¡mira! eso también era vanidad. Le dije a la risa: ‘¡Demencia!ʼ y al
regocijo: ‘Esto ¿qué logra?ʼ”—Ecl. 2A1, 2.
7 ¿Qué es, exactamente, lo que está llamando a nuestra atención aquí Salomón?
Sus palabras aclaran que la ávida búsqueda de diversiones no puede producir
felicidad genuina y duradera. Él halló que el experimentar regocijo o júbilo solo
por sentirlo en sí mismo era “vanidad,” vacuidad. Esto se debe a que en sí ese
“regocijo” no puede producir nada que verdaderamente valga la pena. Se admite
que las diversiones y la risa pueden ayudar a uno a olvidar temporalmente sus
problemas. Pero los problemas no van a desaparecer, sino que todavía estarán
allí para que uno se enfrente a ellos después de terminar el período de diversión.
Además, cuando uno sencillamente despide con risa irreflexiva asuntos muy
serios, no está usando buen juicio y bien puede ser que irrite a otros. Por eso se
puede llamar “demencia” a la risa de uno. En cuanto al “regocijo” o júbilo que
pudiera asociarse con un bromista consuetudinario, en realidad no asciende a
nada de valor. Como lo expresó Salomón: “Esto ¿qué logra?” Sí, ¿qué resultados
tangibles y significativos produce tal júbilo?
8. ¿Cómo nos puede ayudar el que apliquemos la lección que se puede sacar de la investigación
de Salomón?
9. ¿De qué quizás tengan que cuidarse los cristianos que sean fundamentalmente serios?
9 Por otra parte, puesto que el regocijo y la risa sí tienen un lugar apropiado entre
los siervos de Dios, los cristianos que sean fundamentalmente serios y que
tengan poco interés en ciertas formas de recreación no deben despreciar
ni criticar a compañeros de creencia que disfruten sanamente de deportes, baile
u otras diversiones. (Rom. 14A10-12) Aconseja la Biblia: “No te hagas justo en
demasía.” (Ecl. 7A16) De modo que uno debe cuidarse para no llegar a estar
preocupado en demasía en cuanto a asuntos estrictamente personales y producir
discusiones acerca de ellos. El ser así justo en demasía podría conducir a uno a
desplegar celo precipitado e imprudente y, lo que es peor, una actitud
despiadada, desamorosa, que pudiera resultar en que uno perdiera el favor y la
bendición de Dios.
10 Queda patente que hay que mantener en su lugar los placeres para que
no surjan problemas serios. Esto fue algo a lo cual tuvieron que hacer frente los
cristianos del primer siglo con relación a sus “fiestas de amor,” que parece que
eran banquetes en los cuales hasta cristianos pobres podían disfrutar de buen
alimento y asociación edificante. Lamentablemente, personas que carecían de un
punto de vista espiritual aprovecharon estas ocasiones para satisfacer pasiones
egoístas. Debido a esto el discípulo cristiano Judas aludió a ciertos individuos
como “rocas escondidas bajo agua en sus fiestas de amor.” (Jud. 12) El que
alguien se envolviera con estos individuos que tenían motivos incorrectos
pudiera haber conducido a que sufriera el naufragio de su fe. De modo similar, el
apóstol Pedro escribió: “Ellos consideran un placer el vivir lujosamente durante el
día. Son manchas y tachas, que se entregan con desenfrenado deleite a sus
enseñanzas engañosas mientras banquetean junto con ustedes.” (2 Ped. 2A13)
Estas personas tenían como única mira satisfacer el placer sensual tanto de día
como de noche. Bajo capa de ser cristianos, llevaban a cabo las prácticas
desvergonzadas del mundo alejado de Dios. Como manchas y tachas,
deslustraban el excelente registro de los cristianos fieles y causaban gran
oprobio al santo nombre de Dios. Al expresar sus “enseñanzas engañosas,” sus
puntos de vista corrompidos, evidentemente lograban convertir reuniones sanas
de cristianos en asuntos ruidosos y estrepitosos de desenfreno.
11. ¿Qué no se debe permitir en las reuniones sociales que celebra el pueblo de Dios?
11 En esto hay una lección vital para los siervos de Dios hoy día. Es bueno que los
cristianos se reúnan y disfruten de compañerismo así como de alimento y bebida
en moderación. Pero no se debe permitir mundanalidad en estas reuniones si se
quiere que sean espiritualmente edificantes. ¿Qué es una reunión donde las
bebidas alcohólicas fluyen muy libremente, donde la música continúa con su
fragor hasta las primeras horas de la mañana y donde la gente participa en baile
desenfrenado? Es una fiesta mundana, una parranda, prescindiendo del nombre
respetable que ciertas personas traten de darle.
12. ¿Cuál debe ser el sentir de los cristianos en cuanto al holgorio desenfrenado?
13, 14. Como claramente lo muestran Gálatas 5A21 e Isaías 5A11, 12, ¿por qué se hallan en grave
peligro los buscadores de placeres?
15. ¿Cómo advirtió Jesús del peligro de envolverse en vivir para el placer?
15 Es digno de notarse que Jesucristo puso sobre aviso a sus discípulos del grave
peligro de hacerse buscadores de placeres, al mandar: “Presten atención a
ustedes mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido
a comer con exceso y beber con exceso.” (Luc. 21A34) El abusar del alimento y la
bebida puede sobrecargar el corazón con sentimientos de culpa y no dejar lugar
para ningún deseo de cosas espirituales. Como resultado, el individuo puede
caer en somnolencia espiritual, quedar ciego a las responsabilidades que vienen
con el ser discípulo de Jesucristo. Si fuese a continuar en esa condición, la
venida del Hijo de Dios en capacidad de ejecutor de la venganza divina lo
sorprendería como un “lazo.” Advirtió Jesús: “Vendrá sobre todos los que moran
sobre la haz de toda la tierra. Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo
haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están
destinadas a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre.” (Luc.
21A35, 36) Ciertamente los “últimos días” no son tiempo para que alguien pase
por alto estas palabras y se deslice a prácticas mundanas en las reuniones
sociales.
16 ¿Cómo puede uno impedir que los asuntos sociales se hagan mundanos y, por
lo tanto, perjudiciales en sentido espiritual y desaprobados desde el punto de
vista divino? Se tiene que dar consideración a que los invitados no introduzcan
una influencia malsana. El apóstol Pablo, en su carta a Timoteo, señaló que
no todos los miembros de la congregación cristiana son necesariamente
compañeros deseables. Escribió: “Ahora bien, en una casa grande no hay
solamente vasos de oro y de plata, sino también de madera y barro, y algunos
para un propósito honroso mas otros para un propósito falto de honra. Si pues
alguien se mantiene apartado de éstos, será vaso para propósito honroso,
santificado, útil a su dueño, preparado para toda buena obra. De modo que, huye
de los deseos incidentales a la juventud, mas sigue tras la justicia, la fe, el amor,
la paz, junto con los que de corazón limpio invocan al Señor.”—2 Tim. 2A20-22.
17. ¿Con quiénes en la congregación no deben asociarse los cristianos de manera social, y por
qué? (2 Tes. 3A6-15)
18. (a) ¿Qué debe guiar a los siervos de Dios en toda su actividad? (b) ¿Qué factores contribuyen
por lo general a una reunión edificante de cristianos?
19. Con relación a las reuniones sociales, ¿qué principios podemos sacar de Lucas 14A13, 14 y
Mateo 6A3?
20. ¿En qué bien puede resultar el aplicar los principios bíblicos en las reuniones sociales? (2 Ped.
3A11-14)