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Prevalencia y factores psicológicos en el consumo de Nicotina en pacientes de

consulta externa del Hospital Universitario.


(Prevalence of nicotine consumption in the patients in outpatient clinics of the Universitary Hospital.)

FUENTE: PSICOLOGIA.COM. 2009; 13(2)

Roberto Valderrama Hernández; Alejandro Campos Azuara; Luz del Carmen Martínez Martín.
Recibido el 20/07/2009

Resumen

En la presente investigación el objetivo, es describir en qué nivel se encuentra la drogodependencia al consumo de


la Nicotina en los pacientes de la Consulta Externa del Hospital Universitario. Se utilizaron un total de 100 Ss; se
uso la Encuesta Nacional de Adicciones. En los resultados se obtuvo una media de 17 años de comienzo de
consumo de Nicotina, la edad de la persona entrevistada es de 38 años 9 meses. En el nivel de estudios su media
es el bachillerato. Como se podrá ver es un problema significativo el que presentan las personas que van a
consulta externa del Hospital Universitario, pues, su adicción a la Nicotina es del 48%; lo cual, implica que los
recursos asignados al Hospital se vean absorbidos para paliar las enfermedades asociadas al consumo de la
Nicotina. En lo referente a los factores que provocaron el primer consumo de nicotina: aceptación social 50%;
búsqueda de placer 40%; y disminuir ansiedad 35%. En lo que respeta al síndrome de abstinencia se encontró:
irritabilidad 40%; ansiedad 40%; aumento de apetito o peso 35% y disforico 35%. Los cuales, en aparte ayudan a
mantener la adicción a la nicotina.

Abstract

In this investigation the aim is to describe at what level is the drug of nicotine consumption in patients in the
outpatients department of the University Hospital. We used a total of 100 Ss were using the National Survey on
Addictions. The results obtained from half 17 years of commencement of nicotine consumption, the age of the
person being interviewed is 38 years 9 months. In the average level of education is high school. As you can see a
significant problem is the people who are outpatients at the University Hospital because their addiction to nicotine
is 48%, which implies that the resources allocated to the Hospital will be absorbed to overcome the illnesses
associated with consumption of nicotine. Regarding the factors that led to the first use of nicotine: 50%
acceptance; search for pleasure 40% and 35% decrease anxiety. With regard to symptoms were: irritability 40%,
40% anxiety, increased appetite or weight 35% and 35% dysphoric. Which in addition helps to maintain the
nicotine addiction.

Introducción

Aproximadamente desde el año 2000 A.C años, los nativos americanos usaban el tabaco como medicina, como
alucinógeno en las ceremonias religiosas y como ofrenda a los espíritus que adoraban. Cuando Cristóbal Colón
llegó al Continente Americano en 1492 observó que los indígenas del Caribe fumaban hojas de Tabaco enrolladas o
valiéndose de una caña o tubo llamado tobogo, de donde deriva el nombre común de la planta. La tripulación de
Colón introdujo el cultivo y el consumo de tabaco en España. A mediados del siglo XVI, el diplomático Jean Nicot al
que la planta debe su nombre genérico (nicotina), introdujo el tabaco a Francia. En 1585 lo llevó a Inglaterra el
navegante Sir Francis Drake; el explorador inglés Walter Raleigh inicio en la corte isabelina la costumbre de fumar
el tabaco en pipa. El nuevo producto se comenzó a difundir de forma rápida por toda Europa y Rusia, y en el siglo
XVII llego a China, Japón y la costa occidental del continente africano (Encarta, 2007).
Desde el inicio del siglo XX, el hábito de fumar cigarrillos, ha constituido la forma más popular de consumir
nicotina. Por lo tanto; como resultado de ello, se ha dado el fenómeno de la adicción a la nicotina, constituye hoy
en día, la enfermedad adictiva y crónica prevenible que se relaciona con más problemas de discapacidad, salud y
causas de muerte en el mundo. (Ponciano, R, G, y Morales, R. M., 2007 y OMS, 2006). De ahí, que la nicotina se le
considere como una droga con mayor poder adictivo que otras drogas (Benowitz, N, 1988). Por ende, el hábito de
fumar nicotina sigue siendo uno de los problemas de salud pública más importante en el mundo;
fundamentalmente debido a dos razones: 1) alto nivel de consumo y 2) consecuencias médicas. Por ello, es una
verdadera pandemia (Ponciano, R, G, y Morales, R. A., 2007). Por lo tanto, el costo que este problema de salud
pública tiene en nuestra sociedad es significativamente alto.
Como se ha podido constatar, por lo anteriormente leído, la nicotina es una de las drogas con mayor poder
adictivo que se conoce (Benowitz, 1988) y su consumo repetido produce alteraciones en el Sistema Nervioso
Central (Foulds, 2006); tales modificaciones brindan propiedades placenteras a la conducta fumadora, que se
relacionan con la activación del Sistema Mesolímbico dopaminérgico, (Clarke, 1985), en cambio en su síndrome de
abstinencia interviene el locus Ceruleus y el Sistema de la Noradrenalina, la que a continuación actúa por sí misma
como un potente reforzador (Ponciano, 2001, Clarke, 1985). La tolerancia y el síndrome de abstinencia, son
características distintivas de la adicción y se presentan en la enfermedad llamada tabaquismo (APA, 1994). Como
consecuencia, de todo lo anterior, se deduce que es una droga psicoactiva que produce estados de ánimo similares
a los producidos por estimulantes psicomotores, tales como: las anfetaminas y la cocaína.
Actualmente el fenómeno de la drogodependencia de fumar nicotina es extremadamente alarmante, se estima
según la OMS, 1998 existen actualmente más de 650 millones de drogodependientes en el mundo a la nicotina en
el mundo y es la segunda causa principal de decesos en el orbe, pues se estiman que casi cinco millones de
defunciones anuales; lo cual, implica que cada día mueren en el mundo cerca de 14,000 de personas (OMS, 2003).
La OMS, calculan existen 1,100 millones de adictos a la nicotina, de los cuales más de 800 millones se encuentran
en los Países en sub – desarrollo (Betacourt, y Navarro, 2001) Y si sigue, la tendencia actual de consumo, se
calcula según OMS, que para el año 2020 este padecimiento podría causar el doble de las perdidas actuales; es
decir, habrá cerca de 10 millones de desenlaces fatales por dolencias relacionadas con el consumo del cigarro a
nivel mundial (UNODC, 2005, y Shafey y col., 2003). En la sociedad mexicana no se salva de esta lacra, siendo la
población activa de fumadores de más de 16 millones, y con respecto a las defunciones, hacia el año 2000
murieron de enfermedades relacionadas con el tabaco más de 40,000 personas (SSA/CONADIC, 2000 y Villalba, y
col, 2001). Y según datos del año 2008 diariamente 165 personas mueren a consecuencia de alguna de las
enfermedades asociadas al tabaquismo; lo cual, nos da al año más de 60,000 personas (Ponciano, R, G y Morales,
R, M, 2007)
Una de las clasificaciones del fumador más utilizadas en la actualidad es la de Russell, M, 1979 y col., de la
Universidad de Londres, quien considera siete tipos de consumidores de nicotina. A través del tiempo un sujeto
puede compartir características de varios tipos o pasar de uno a otro. Los cuales son los siguientes: el tipo
psicosocial, que disfruta de fumar por los valores psicológicos y sociales asociados; tales como: seguridad, éxito, o
glamur; el tipo sensoriomotor, que se deleita con las sensaciones y movimientos referidos; tales como: romper el
celofán, oler, y, encender un cerillo y ver el humo; el tipo placentero que tiene que ver con situaciones especificas
gustosas; tales como: tomar café después de comer, escuchar música, o hacer el amor; el tipo tranquilizante, el
sujeto, al experimentar el sentirse nervioso o angustiado, fuma y va a obtener la relajación correspondiente; el
tipo depresivo o con fatiga, aprenden a levantarse el animo a través de fumar; el tipo adictivo busca evitar el
sufrimiento del síndrome de abstinencia; y el tipo automático, cuando se tiene cajetillas por todas partes y todas
las actividades se realizan fumando. A si mismo, según Russell, M, y col., 1979 el ser humano al ser expuesto en
forma constante al humo de tabaco, afrontan el riesgo de desarrollar adicción, independientemente de su
personalidad. No obstante, acotó, quienes por razones diversas no controlan sus estados depresivos o de
ansiedad, van a estar más expuestos a la adicción a la nicotina. Existe otra clasificación más reciente; la cual, la
realizo Solana, 2001, establece que existen fundamentalmente existen dos tipos de fumadores: el fumador
consonante, es aquel que está conforme con su conducta de fumador y no se plantea de momento abandonar el
hábito. Esta también el fumador disonante, que es aquel que está descontento con su conducta y le gustaría hacer
un intento para dejar de fumar.

Como ya se sabe, al consumir nicotina, o alcohol se va a incrementar el riesgo de caer en otras drogas; tales
como: marihuana y cocaína. Para explicar este fenómeno, se cuenta, con los modelos de la piedra angular y de la
puerta de entrada o portal; las cuales, ofrecen las observaciones epidemiológicas acerca del vínculo entre el inicio
de la droga tales como el alcohol, la nicotina, marihuana, etc., y evolucionar hacia drogas duras; tales como:
heroína, y la cocaína (Robins, L, N, 1977; Kandel, D, B y col., 1975, 1984, y 1992; Neumark, Y, D y col, 1998;
Willner, P, A, 2001; Beenstock, 2002; Chen, X y col., september 2002; y Sánchez, Z, L, y col, 2007). En el caso
específico de que la droga de inicio fue la nicotina se encuentran las siguientes investigaciones: Chen, X y col.,
september, 2002; Medina, 2002; Sánchez, Z, L, y col, 2007; y Valderrama 2008.
Dentro de los Factores que inciden en el primer consumo de nicotina se encuentran: curiosidad; imitación (la cual,
es excesivamente alimentada entre por los medios masivos de comunicación); búsqueda de placer; deseo de
evasión; y disminuir la ansiedad (Florenzano, 1986). En el estudio de Ponciano, R, G y Morales, R, A, 2007
descubrieron que la imitación; curiosidad; aceptación social; para sentirse mayor; presión de amigos; rebeldía;
soledad. Para Mondragón, citado por Ponciano y Morales, R. A., 2007 encontró que la influencia de la moda; la
publicidad y las costumbres sociales. Por ende, los grupos de alto riesgo son principalmente las clases bajas; los
sugestionables o quienes carecen de información. Con lo que respecta a los motivos de mantenimiento actual de la
adicción a la nicotina se encuentran: por placer; por adicción, por tensión; por ansiedad y nerviosismo; por
necesidad; por costumbre; por relajamiento; automáticamente; por locura; por soledad; y desconoce la razón
(Ponciano y Morales, R. A., 2007).
La primera investigación en la cual asociaron el consumo de nicotina y otras sustancias con un aumento de la
mortalidad es el de Pearl, 1938. El estudio realizado por CDC, 1999 informó una asociación entre cáncer de tipo
pulmonar, y laríngeo, y además, enfermedades bronquiales crónicas. En el presente, se conoce su asociación
causal es con aumentar la probabilidad diferentes tipos de enfermedades. Entre ellas están el cáncer en diferentes
partes del cuerpo; enfermedades cardiovasculares; vasculares; periféricos; periodental; y respiratorias (Lee y
Sanders, december 2004; Strandberg y col., 2004; Twigg. L y col, 204; Espinoza, I y col, november 2003;
Zeegers y col, 2002; Moreno, G; y Cantú, M. C, abril – junio 2002; Kuri, M, P; y col, 2002; Salazar, 2002; Smith y
col., october, 2001; y BM/OPS, 2000, y Muñoz, E, J; y col, 1999). Además, afecta al desarrollo del feto,
provocando entre otras cosas que su peso y talla sean menores que en las mujeres que no fuman (Delpisheh,
2006; y Sánchez y col., 2004) La incidencia de mortalidad enfermedades relacionadas con el tabaquismo en
México con la drogodependencia a la nicotina: enfermedades del corazón (ocupa a nivel nacional primer lugar);
diferentes tipos de cáncer (ocupa a nivel nacional segundo lugar) y enfermedades cerebro vascular (ocupa a nivel
nacional sexto lugar) (SSA/CONADIC, 2000). Incluso, se ha podido determinar en el estudio de Medina y Pascal,
1985 que las mujeres fumadoras y que además usan algún método anticonceptivo oral se va a triplicar el riesgo de
que sufran accidente vascular encefálico y se eleva 18 veces en las mujeres hipertensas y cuyas edades oscilen
entre 20 a 44 años. Los fumadores de ambos sexos tienen una probabilidad entre dos o tres veces mayor de morir
prematuramente que los no fumadores (OPS, 1989) cerca del 20% de las muertes en los países desarrollados y
una decima parte de los ocurridos en países en desarrollo son atribuibles a la nicotina y otros productos (OMS,
2006). En Chile, alrededor del 10% de las muertes se deben directamente a la adicción a la nicotina (Daszennies y
Covacevich, 1999 y Medina y Kaempffer, 1995).
Con respeto a los trastornos mentales asociados a la dependencia a la nicotina, la más fuerte, fue el desorden de
depresión mayor (Agrawal, A y col, 2007 y Santander, y col, 1999). Los estudios de Agrawal, A y col, 2007;
Santander, y col, 1999; Glassman y col, 1990; y Anda, 1990 y encontraron que no hay una clara asociación entre
ambas. En cambio, el estudio de Breslau, y col, 1991, descubrió que dicha asociación solo es significativa para
aquellos fumadores con dependencia a la nicotina, y que la intensidad de esta asociación variaba con el nivel de
severidad de la dependencia. Posteriormente, Breslau, y col, 1993 describieron que personas con un historia de
cualquier trastorno de ansiedad reportaban síntomas de privación de nicotina más severos que las personas sin
dicho antecedente. Es interesante indicar que Pomerleau, 1997 que hay una mayor frecuencia de adicción a la
nicotina en pacientes con trastornos de ansiedad; sin embargo, aparece como excepción el trastorno obsesivo –
compulsivo con una prevalencia de drogodependencia a la nicotina de solamente el 9%, claramente menor que la
población en general. Entre los pacientes esquizofrénicos, presentan una mayor frecuencia de adicción a la nicotina
que entre otro tipo de pacientes psiquiátricos (Santander, y col, 1999; De León y col, 1995; y Goff, y col 1992).
De lo anteriormente expuesto, que la población que sufre de los algunos trastornos mentales; que anteriormente
fueron expuestos, presentan una diferencia significativa con la población en general (Rojas, C, G, 2003)
Las investigaciones que se han hecho sobre el consumo de la nicotina, se encuentran las siguientes:
Los datos son reveladores y preocupantes y el impacto se manifiesta, en todas las esferas del País; tal como se
puede observar en los resultados: Dentro del ámbito de la BUAP en el área de humanidades se encontró que: la
prevalencia del consumo de nicotina en alumnos del área de humanidades de la BUAP, de alguna vez en su vida es
78.1% y la adicción a la nicotina es del 45% (Valderrama, 2008). En el estudio de Muñoz, E, J, y col., 2007 en la
Universidad Autónoma de Zacatecas en su Facultad de Odontología, se descubrió que el consumo de nicotina en el
personal docente es de 34%, entre los alumnos es de 42% y un 33% en los trabajadores administrativos. La
mayoría de los tres sectores de la población conviven con fumadores activos; por lo anterior, se deduce que la
prevalencia de la adicción a la nicotina en la presente Facultad de esa Universidad está por encima de la Población
Médica Nacional y como se puede observar es en los alumnos donde se da el mayor porcentaje de fumadores. En
la investigación de Kapusta y col., 2006 en Austria el consumo de nicotina en hombres de 18 años es del 51.5%,
en relación a la dependencia a la nicotina enseña un nivel medio de 43.7% y un nivel alto de 7.8%. En el estudio
de Pino y col., 2006, descubrieron que alumnos de la “Facultad de Medicina Calixto García” de Cuba consumen la
presente droga en un 33%.

En la investigación de González, M. 2005 se descubrió que en estudiantes de medicina en su quinto año de


medicina de la Facultad “General Calixto García” de Cuba, se encontraron que en relación a la Nicotina el consumo
actual fue de 24.7%, su edad de inicio fue de 16 años 3 meses. En el estudio realizado por Herrera, V, M, 2004;
en la Universidad Autónoma de Morelos, se encontró un consumo de nicotina de 57%. El estudio de Sánchez y col,
2004, encontraron que con base de datos de dos estudios de cohorte, realizados en la Ciudad de México de 1993 –
2000, que la proporción de mujeres que dijeron fumar durante el embarazo fue de 4.7%. Se observó que los hijos
de madres que fumaron durante la gestación pesaron en promedio 154 gramos menos y midieron 0.79
centímetros menos, en comparación con los hijos de mujeres que refirieron no haber fumado durante la gestación.
En la investigación de Vázquez, y col., 2002 los datos provienen de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de
los hogares (1984 – 2000). El análisis se realizó en dos periodos 1984 – 1992 y 1994 – 2000. Las posibilidades de
consumo de nicotina en hogares (PCTH) fueron estimadas mediante un modelo de regresión logística. En lo
referente a los resultados, la PCTH durante el primer periodo fue superior a dos veces a partir del decil 6 (RM =
2.03, IC 95%, 2.03 – 2.04) y durante el segundo periodo a partir del decil 8 (RM = 2.06, IC 95% 2.05 – 2.07). Los
hogares del decil 1gastaron en promedio de 9 a 22% de sus ingresos en nicotina; la mayor parte de los hogares
del decil 10, solamente el 1%. Además se encontró que el consumo de bebidas alcohólicas en general tuvo una de
las contribuciones más importantes. Efectivamente, mientras en el periodo comprendido entre 1984 – 1992, la
posibilidad de consumir nicotina fue dos veces con respeto a los hogares en los cuales, no se consumía bebidas
alcohólicas; en cambio, en el periodo que comprende entre 1994 – 2000 dicha posibilidad ascendió a casi cuatro
veces. En conclusión, los hogares con mayores ingresos consumieron más nicotina que los hogares de menos
ingresos; empero, los hogares de más bajos ingresos destinaron un porcentaje significativo de éstos al consumo
de la nicotina. Gálvez y col, 2002, descubrieron que el consumo de drogas en estudiantes del sexto año de
estudio, en cinco de las Facultades Ciencias Medicas de la ciudad de la Habana, Cuba. La muestra fue 183 Ss., de
los cuales, 108 Ss., presentaban consumo de alguna droga. En el estudio de Young, S, E. y col, 2002, reporto que
en tres comunidades del estado de Colorado en Estados Unidos personas que tuvieran alrededor de 18 años uno
de cada tres reportaba diariamente fumar y el 8.6% presentaban criterios de dependencia al tabaco. En el estudio
realizado por Salmerón, C, J, y col, 2002, dentro del Instituto Mexicano del Seguro Social en el estado de Morelos,
la prevalencia de fumadores arrojo un 20.9% en el personal médico; un 12.5% entre las enfermeras y un 33% en
el personal de tipo administrativo. La nicotina tenía una prevalencia de 13.88% La Comisión Nacional de
Investigación de Drogas, 2001, encontró que el consumo de nicotina en la Sociedad en general Colombiana fue en
el 2001 del 30.3% y en el informe del 2006 organizado, por el Programa contra la adicción a las drogas del
Ministerio de la Protección Social en el 2005 (UNODC, 2006); la prevalencia del consumo de todas las drogas
aumentó, incluyendo aquéllas como la heroína y el éxtasis que hace unos años eran poco conocidas en este medio.
Para más detalles se enlistan las drogas y su consumo. De forma deslazada quedaría: alcohol 80%; nicotina 46%;
marihuana 8%; cocaína 7% y éxtasis 2% (UNODC, 2006). Verona, P, P y col, 2000, encontró que la prevalencia de
adicción a la nicotina arrojó un 32% en el personal médico y un 46% en enfermeras. La prevalencia a e las ENA,
1998, y 2002 en la Nicotina; de 12 a 65 años es de 27.7% en 1998 a 30.2% en 2002 a nivel nacional. Y en
población urbana adulta en el ENA, 2002 tuvo una prevalencia de alguna vez en la vida es de 45.3% en el género
masculino y 18.4% en las mujeres (RP 4.5 hombres: 1 mujer). Haciendo hincapié que el grupo de edad con mayor
prevalencia de tabaquismo fue el de 18 a 29 años. Destacando al mismo tiempo que alrededor de un 10% de los
adolescentes de la población general es fumador. Por otra parte, se descubrió que el 61.4% de los fumadores
adolescentes reportó haberse iniciado en el consumo de nicotina antes de los 18 años de edad; con una
distribución por rango 15 a 17 años; el 39.7%; de 11 a 14 años con el 19.6% y menor de los 10 años con el 2.1%.
Santander; J, 1999 refiere que fuma nicotina alrededor del 40% de la población adulta de Chile; lo cual, va a
constituir en una verdadera epidemia que da cuenta directa o indirectamente de alrededor de un 15% de la
mortalidad en Chile. En este estudio se comprobó evidencias claras entre la dependencia a la nicotina y
enfermedades mentales, tales como: depresión mayor; trastornos de ansiedad, esquizofrenia, trastornos del déficit
de atención con o sin hiperactividad. González, O., 1996, encontró que la prevalencia de consumo para el último
año fue de cada 200 personas encuestadas, 140 consumen alcohol, 22 consumen nicotina, 23 ansiolíticos, 1
persona consumo algún tipo de alucinógeno, 1 consume marihuana y 2 consumen anfetaminas.
El objetivo de la presente investigación, es describir la drogodependencia al consumo de la nicotina en los
pacientes de Consulta Externa del Hospital Universitario de Puebla.

Método

Sujetos

Se utilizaron un total de 100 Ss., trabajadores activos de la Universidad Autónoma de Puebla; de los cuales, quedo
conformado de acuerdo a su género de la siguiente forma: 44% pertenecían al género femenino y 56% al género
masculino. En lo que respeta a la distribución por nivel de estudios, se presento de la siguiente forma: primaria
2%; secundaria 10%; bachillerato 10%; licenciatura 24%; maestría 40% y doctorado 14%. Con respecto al área
de adscripción quedo conformado por: administrativo 35%; académico 45% e intendencia y mantenimiento 20%.

Aparatos

Se utilizo, la Encuesta Nacional de Adicciones que fue creada por el Consejo Nacional contra las Adicciones.
Solamente, se utilizo la parte referente a la Nicotina. El presente instrumento está basado en los cuestionarios
propuestos por la OMS, lo que permite comparar los resultados obtenidos tanto en el contexto nacional como el
internacional. Se le agregaron a dicho cuestionario reactivos para ver que factores contribuyeron con que se
iniciara en el consumo de la nicotina y cuales síntomas predominan en el síndrome de abstinencia.

Procedimiento

Se aplicó la Encuesta Nacional de Adicciones, solamente, se utilizó la parte referente a la Nicotina en las áreas de
consulta externa del Hospital Universitario de Puebla: las diferentes especialidades y medicina general. Con un
horario matutino y vespertino, durante un periodo de un mes. La muestra se seleccionó por la gente que estaba
esperando consulta, y que estaban dispuestas a contestar el cuestionario.

Resultados

La media de edad de comienzo del consumo de nicotina es de 17 años 3 meses. Con una moda de 16 años.
A continuación se describen los resultados a través de las siguientes tablas:
Discusión

Como se podrá ver, la drogodependencia a la nicotina es grave en la consulta externa del Hospital Universitario de
Puebla; (ver tabla IV) con un porcentaje de 58; lo cual, implica, que los recursos asignados al hospital se vean
absorbidos para paliar las enfermedades asociadas al consumo de nicotina. Otro dato, relevante es que el 44%
fuma diario (ver tabla V). Al igual es el hecho de que es cigarro que más disfruta es el de la mañana con el 38%
(ver tabla IX); lo cual, se debe al hecho de que la persona no ha fumado nicotina durante un promedio de 8 horas;
provocando el síndrome de abstinencia por la nicotina. Hay que hacer notar que existen en la presente muestra
algunos hábitos; los cuales predicen mayores dificultades para interrumpir su uso: fumar al levantarse (20%),
fumar cuando está enfermo (14%), dificultad para dejar de fumar (42%), cuando el primer cigarrillo del día es el
más difícil de dejar de consumir38%), y fumar más por la mañana que por la tarde (50% vs 16%) (Ver tablas VII,
VIII, IX, XI, XII). Sin embargo, existen tres hechos positivos, dentro de esta muestra el que el 24% se abstiene de
fumar en lugares prohibidos (ver tabla X); lo cual habla de que ya comenzó a permear a la población las leyes
contra el tabaco y hasta cierto punto un cierto nivel de conciencia de que el fumar nicotina acarrea problemas de
salud. Que el 14% al enfermarse y caer en cama dejan de fuma (ver tabla XII). Y el 42% han intentado dejar de
fumar al menos una vez (ver tabla XII); aunque, se desconoce cuántos han logrado dejar de fumar; empero, si se
revisa la literatura científica tiene un nivel bajo de efectividad (Hughes y col, 1997). Estos datos están acordes con
la información de otras investigaciones (Ponciano, y Morales, R. A., 2007; Ponciano y Morales, R. M., 2007; OMS,
2006 y 2003; y UNODC, 2005). Lo que es aún peor, aparte de los fumadores activos, se encuentran los llamados
fumadores pasivos, sobre los cuales, no tenemos información en la presente investigación. Quizás sea motivo de
estudio en una investigación subsiguiente.
Con respeto a la media de edad de inicio del consumo de nicotina es de 17 años; lo cual, no va acorde con la
literatura científica reciente. Quizás, el que la media de inicio del consumo de nicotina sea tan alta, se deba al
hecho, de que la muestra, corresponde a adultos; los cuales cursan su tercera década de vida, lo cual, era
temprano para su grupo de edad; empero, como se podrá ver en el estudio de Valderrama, 2008, la media edad
de comienzo para fumar nicotina en la presente generación fue de 14 años 6 meses. Lo cual, habla de que el inicio
en el consumo de nicotina, cada vez se da en edades menores, lo que, va acorde con la literatura científica.
Como se podrá ver en la tabla XIII, que se refiere a los factores psicológicos y sociológicos por los cuales un ser
humano se inicia en el consumo de la nicotina. De los datos ahí arrojados, se puede inferir que el ser humano, se
maneja en la psicodinamia de por todos los medios evitar sentirse en un estado de displacer; lo cual se puede ver
en los reactivos búsqueda de placer 40%; disminuir la ansiedad 35%; y disminuir la depresión 30% (asociado a la
psicopatología). Por otro lado, esta presente la necesidad de conformarse al grupo; lo cual, se puede ver en los
reactivos imitación 30%; sentirse mayor 10%; y y aceptación social 50%. Estos resultados, son acordes con la
investigación de Lara, R, G y col, 2007. La importancia del presente síndrome es que se da un deterioro
importante desde el punto de vista clínico, el cual puede producir algún grado de discapacidad en los fumadores
que dejan de fumar. Como se podrá apreciar los factores psicológicos y aspectos de su entorno social tienen un
importante papel en el inicio y mantenimiento de la adicción a la nicotina.
En la tabla XIV, se refiere a los síntomas que presentan los sujetos en el síndrome de abstinencia; siendo los más
importantes: irritabilidad 40%; ansiedad 40%; dificultad para concentrarse 40%; y disforico 35%. Los cuales, van
a producir un malestar clínicamente significativo o deterioro laboral, social o de otras áreas importantes de la
actividad del individuo, provocando algún grado de incapacidad (APA, 1994, DSM – IV). El presente estudio
confirma el estudio de Lara, R, G, 2007.
Como se podrá ver, es necesario a apostar a la prevención; la cual, por desgracia, no existe una cultura de
prevención en nuestro País, y por ende, en nuestra Universidad. Esto cobra importancia, si se toma el hecho del
fuerte bombardeo de publicidad que existe por parte de los medios masivos de comunicación y la presión social a
la cual se enfrentan los adolescente, la mujer, y el adulto joven.

Es menester que los Programas de Prevención y Tratamiento contra la Adicción a la Nicotina, constituya una guía y
un compromiso de trabajo por parte de la Universidad, para poder crear una respuesta integral, e iniciativas
propuestas por parte de las Facultades de: Medicina, Estomatología, Enfermería, Psicología y Antropología. Y
obviamente el Hospital Universitario de Puebla. Lo anterior con el fin de ofrecer a la población universitaria
Programa de Prevención Interuniversitario; así como, tratamientos accesibles de atención a los fumadores y
finalmente, de una forma holística de contribuir a conservar y mejorar el estado de salud de los universitarios; lo
cual, queda abalado por los estudios de Ponciano, y Morales, R. M., 2007; Torrecillas y col, 2001. Un elemento
importante, que se debe especificar que si el personal de la Salud no fuman, influye para lograr cambios positivos
de los niveles de adicción a la nicotina en los pacientes (Verona, y col, 2000). Quizás en un futuro cercano se
pueda tomar por nuestra Institución la modalidad a nivel nacional e internacional más utilizada para ayudar a los
fumadores a liberarse de la adicción al tabaco: las clínicas Contra el Tabaquismo (Ponciano, R, G; Morales, R, A,
2007; Guiza, C, V, y col, 2005). Quizás resulte necesario que se plantee el desarrollo de acciones y estrategias en
el ámbito legislativo universitario.
En el programa de prevención, se debe hacer énfasis se maneje en tres aspectos: 1) establecer una cultura anti
tabaco en la curricula de todas las carreras y preparatorias de la Universidad tal y como ocurre en todas las
Facultades Médicas de la República Checa y de otros Países Europeos (Bánóczy, J y Squier, C, 2007). La
realización de campañas sistematizadas para crear conciencia mediante los posters, trípticos, y conferencias.
Finalmente crear políticas dentro de la institución para crear un ambiente libre de nicotina y otros derivados del
consumo de cigarrillos; él cual, debe estar acorde con el Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco
(OMS, abril, 2003).
No se puede discutir que la adicción a la nicotina, el cual tiene un porcentaje de 58%; lo cual, nos da una
evidencia claramente objetiva que la presente adicción se encuentra muy desarrollada en el interior de nuestra
Institución, ya que se encuentra muy por encima de la media Nacional; la cual es de 30.2% (ENA, 2002). Y
facultades de Ciencias Sociales de nuestra Institución 45% (Valderrama, 2008)

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