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Ley de la demanda: La cantidad demandada aumenta conforme baja el precio del producto:
pendiente negativa. Razones: productos sustitutivos y restricción del precio (no se puede comprar
más del producto).
También uno puede verlo al revés: Si no he consumido ninguna langosta y me apetece mucho
comerme una, entonces estaré dispuesto a pagar un buen precio para ella. Después de comer una,
para la segunda ya no pagaría tanto. Luego de haber comido 5 probablemente ya estoy satisfecho
y no estoy dispuesto a pagar mucho por una langosta más: Ley de la utilidad marginal
decreciente.
Ley de la oferta: La cantidad ofrecida aumenta conforme sube el precio: pendiente positiva.
Razones: si sube el precio de un producto se atraen más productores, además de que hay cada vez
más productores que puedan ofrecer el bien con ganancia.
• Si el precio es más alto que el precio de equilibrio, los vendedores compiten por bajar
precios para vender lo que no pudieron vender, ya que es mejor vender a un precio más
bajo que no vender. Esto pasa porque los productos son perecibles, que es la gran
diferencia con el dinero. El dinero, como no es perecible, lo preferimos atesorar
(preferencia de la liquidez según Keynes) o prestarlo contra un incentivo que se llama
interés (prima de liquidez según Keynes).
• Bajar los precios funciona solamente hasta el precio de equilibrio, porque hasta este punto
quedan compradores insatisfechos. La presión a la baja persistiría mientras existan
vendedores insatisfechos.
1
Según Vilfredo Pareto.
3
Una función de producción es la relación en la cual se combinan los factores de producción para
obtener el producto, similar a una receta de cocina: Se requieren ingredientes (tierra), sartenes y
ollas (capital), y mano de obra (trabajo). Todos los otros factores como, por ejemplo, la capacidad
empresarial, se pueden subordinar bajo uno de estos tres factores de producción.
Ojo: Capital físico no es dinero, pese a que en la teoría económica ambos conceptos a menudo no
se suelen distinguir. La equiparación de dinero con el capital físico es probablemente la razón por
la que la problemática inherente en nuestro sistema financiero no está siendo bien entendida.
Nuestro sistema financiero no solamente genera crisis financiera cada cierto tiempo, sino que
aumenta la desigualdad por lógica matemática y obliga a la economía real a crecer. Esta
obligación de crecer económicamente es la razón principal de la destrucción del medio
ambiente y la insostenibilidad de nuestras sociedades. En este capítulo entenderemos cómo
funcionan los mercados y en el próximo conoceremos algunas fallas del mercado. En los
capítulos subsiguientes examinaremos cómo evitar estas fallas. Pero la falla más importante no
es una falla del mercado sino una falla de nuestro sistema financiero que pervierte a los
mercados, obligando a la economía real a generar crecimiento económico. Lo dicho es muy poco
entendido, principalmente por el hecho que no se distingue entre dinero y capital físico. Al
contrario, siempre se suele hablar del “capital”.2 El dinero no genera producción: estamos
completamente convencidos de que en la historia del ser humano nadie jamás ha visto un billete
trabajando, sino que es el trabajo productivo de las personas o de las máquinas que generan el
trabajo. Es realmente increíble lo poco que se entiende la naturaleza del dinero, considerando que
todo modelo económico funciona con precios que se miden en unidades monetarias. Debido a la
importancia de este tema se dedicará un capítulo entero al sistema financiero.
Ecuación matemática:
Q = f(K,L)
2
Incluso obras enteras de economía se llaman “El Capital”, como la obra principal de Karl Marx. No será de
casualidad que esta obra es un buen ejemplo de la confusión que se genera al no diferenciar entre capital físico
(maquinaria) y dinero.
4
En el ejemplo arriba habíamos dejado afuera un factor de producción: la tierra, es decir, los
ingredientes o productos crudos que se necesita para hacer las galletas. En un proceso de
producción más complejo, como la producción industrial, los ingredientes no necesariamente son
productos crudos, sino más bien se puede tratar de productos intermedios. Para facilitar el
análisis, prescindamos de aquí en adelante de los bienes intermedios.
La función de producción nos indica cómo varía la producción, si se alteran algunos o todos los
factores de producción. Muchos factores de producción no pueden variar, al menos en el corto
plazo. Estos se denominan factores fijos. Los demás factores se llaman factores variables.
Q = f(K,L) = 2KL
A corto plazo el capital es fijo, ya que no se puede cambiar el equipo de la cocina a corto plazo:
K0 = 1. Esto nos permite describir la función en un gráfico bidimensional porque la producción
ya no depende de dos sino de un factor:
Interpretación
Aumentar el empleo del capital significa: o comprar una maquina más eficiente o simplemente
comprar más maquinas de las que ya se están usando. En nuestro ejemplo de producción de
galletas, esto puede significar comprar una maquinaria moderna que produce las galleas casi sola,
o más bien adquirir un segundo horno. En los dos casos, con cada hora-persona se puede lograr
producir una cantidad mayor de galletas. Esta función de producción (línea recta) implícitamente
supone que las personas saben usar las nuevas maquinas.
• A partir de un determinado punto (4 unidades) las unidades adicionales del factor variable
no aumentan la producción con un ritmo creciente sino decreciente (ley de los
rendimientos decrecientes).
• La propiedad que señala que al principio crece la producción a una tasa creciente se debe
a la posible especialización y división de tareas.
3. Competencia Perfecta
3.1 Cuatro condiciones de la competencia perfecta
2. Empresas son precios-aceptantes: Este supuesto solamente se cumple cuando hay una
gran cantidad de empresas y cada una produce una parte casi imperceptible de la
producción total de la industria.
Aunque todos los supuestos en realidad no se cumplen al 100%, sí sirven para llegar a
conclusiones que también valen en un mundo donde la competencia no es perfecta. En la física,
por ejemplo, se usan métodos para medir a pesar de saber que siempre hay un error de
medición. No obstante, tales mediciones nos admiten descubrir y entender leyes naturales.
Una empresa elegirá el nivel de producción donde la diferencia entre el ingreso total (IT) y el
costo total (CT) sea la mayor posible.
El concepto del CT incluye costos de oportunidad. Los costos de oportunidad son las ganancias
perdidas que se podrían haber obtenido invirtiendo los factores de producción en una mejor
alternativa.
Por ejemplo una empresa constructora que tiene una flota de excavadoras, donde el uso de cada
excavadora cuesta $100.000 diarios en combustibles y produce un IT de $500.000 diarios.
¿Cuánto beneficio generaría diariamente? La respuesta que dice $400.000 es falsa, ya que hay
que restar los costos de oportunidad de arrendar la excavadora.
• Supongamos que el precio del producto es $20. En un mercado perfecto donde la empresa
puede vender la cantidad que quiere al precio constante, IT es exactamente proporcional
a la producción: rayo cuya pendiente es igual al precio del producto ($20).
• IM = CM. El precio del producto = pendiente de la curva del Ingreso Total (IT). Se
denomina también ingreso marginal (IM): Es la variación del ingreso de la empresa con
cada unidad más que vende. Análisis coste-beneficio nos indica: La empresa maximiza
su beneficio mientras el IM sopesa el coste marginal (CM) = pendiente de la curva CT, es
decir el coste que genera la producción de una unidad más.
• Sabemos que si el precio es debajo del valor mínimo de la curva del coste variable medio
(CVMe), la empresa (maximizadora de beneficio económico) no ofrece nada.
10
• Cuando P > CVMe (aquí 12), la empresa ofrece le nivel de producción en que P = CM
(aquí trazo grueso): Por ejemplo a P = 14 ofrece 6 unidades.
Interesante: La empresa ofrecerá una cantidad positiva siempre cuando P > CVMemin, aunque el
precio se encontrara en el intervalo de las curvas coste total medio (CTMe) y CVMe. El intervalo
es el coste fijo. Si el precio se encuentra en este intervalo la empresa pierde dinero pero
igualmente produce porque con cada unidad se reduce la pérdida que también se percibe por los
costes fijos si la producción está parada. Mientras en el caso que el precio ni siquiera alcanza el
CVMemin con cada unidad se incrementaría la pérdida.
En términos generales:
P = c + dQi. despejar Qi
Qi = P/d – c/d
La oferta de la industria Q es la suma horizontal de las cantidades Qi ofrecidas por cada una de
las n empresas:
Qd/n + c = P
P = c + (d/n)Q
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• Curva de oferta es la suma de las curvas CMi. A corto plazo el stock de capital no es
variable, por lo cual las empresas no influyen en la curva de oferta del mercado. Tampoco
entran o salen empresas del mercado.
• Ingreso total (IT): P* · Qi* = 20 · 80 = 1600; costos totales (CT): CTMeQi* · Qi* = 12 · 80 =
960
13
• Si el precio se encuentra encima del valor mínimo de la curva del CVMe pero por debajo
del valor mínimo de la curva CTMe (por ejemplo P = 10; Qi = 60 unidades) la empresa
experimenta una pérdida económica de P’ · Qi’ - CTMeQi’ · Qi = 600 – 720 = -54 (pérdida
es menor que el CF).
• Supuesto: las curvas de costos son iguales para todas empresas del mercado.
• Naturalmente, a los consumidores les encantaría pagar menos que $20 por unidad pero
ninguna empresa puede vender a un precio menor que $20. ¿Por qué? Porque 20$ = CM
= costo para la última unidad. A un precio menor se produciría una cantidad menor lo que
haría (a largo plazo) incluso subir el precio de equilibrio (curva de oferta se desplazaría a
la izquierda).
• Obviamente, a las empresas les encantaría vender una unidad más si el precio subiera.
Pero no se puede. ¿Por qué? Porque al haber ya 100.000 unidades en el mercado ningún
consumidor está dispuesto a pagar más que $20. Si se produce más el precio (a largo
plazo) incluso bajaría (curva de oferta se desplazaría a la derecha).
Conclusión
En el equilibrio competitivo (corto plazo) el costo para producir la última unidad (CM) es
exactamente igual al valor que tiene esa unidad para los consumidores (precio). Aunque las
empresas desean precios más altos y los consumidores precios más bajos, ninguna de las dos
partes tiene incentivo para realizar intercambios a un precio distinto al precio de equilibrio.
14
A corto plazo las empresas no influyen al precio de equilibrio porque la oferta del mercado es la
suma de las curvas CM de las empresas y éstas no cambian a corto plazo. A largo plazo se puede
desplazar la curva de CM si se cambia el stock de capital, y además pueden entrar o salir
empresas del mercado.
• Con un precio P = $10 la empresa ofrece 200 unidades y recibe un beneficio económico
de 200 · 10 – 200 · 6 = $800 en cada periodo de tiempo.
• Esta ganancia crea un incentivo para que entren otras empresas al mercado. Cuando
entran más empresas al mercado, sus curvas de CM a corto plazo (CMC) se suman (curva
de oferta de una empresa = curva CM de esa empresa), lo que desplaza la curva de oferta
del mercado hacia la derecha y el precio de equilibrio baja, lo que disminuye el
beneficio económico.
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• Si el precio baja, entonces, baja la cantidad producida y a largo plazo las empresas
ajustan sus stocks de capital (la empresa disminuye su producción y en el largo plazo no
tiene sentido quedarse con un gran stock). La curva CM y la curva CTMe se desplazan
hacia la izquierda.
1. el precio alcanza el punto mínimo de la curva costo medio a largo plazo (CMeL =
CTMeL)
16
• Una vez alcanzada esa posición, el beneficio económico de cada empresa es nulo. Las
curvas de CM (corto plazo) de todas empresas en el mercado son iguales y su suma es la
curva de oferta de la industria. El precio es el precio de equilibrio competitivo a largo
plazo.
• Una vez alcanzado el equilibrio, no existe incentivo para que entren nuevas empresas al
mercado, ya que el beneficio económico de cada una es nulo. El beneficio económico es
definido como beneficio que sobrepasa la ganancia que justo cubre los costos de
oportunidad (CT incluyen costos de oportunidad). Un beneficio económico nulo no
significa que no haya ganancia ninguna, sino que no hay rendimiento encima de lo que el
empresario podría ganar en otras oportunidades, como trabajando de profesor en la
universidad y arrendando el capital físico.
• Si por alguna razón el precio fuese menor que el precio de equilibrio, y por lo tanto menor
que el valor mínimo de la curva CMeL, las empresas obtendrían un beneficio económico
negativo que llevaría algunas empresas a salir del mercado.
• Las empresas todavía existentes aumentarían su stock de capital. Este proceso continuaría
hasta que todas empresas alcancen de nuevo el equilibrio a largo plazo.
Conclusiones
Aunque ninguna empresa y ningún consumidor tengan como objetivo la promoción del bienestar
social, el equilibrio competitivo produce automáticamente - por medio de una mano
coordinadora invisible (Adam Smith) - el mayor bienestar general posible por dos razones:
1. Ya que el precio es igual al punto mínimo de la curva CMeL, no existe ninguna manera
menos costosa (o más eficiente) de producir. La última unidad de producción vale
exactamente lo mismo para el comprador que los recursos para producirla.
2. De esta forma el equilibrio competitivo contribuye a la justicia social en tal manera que
genera un ingreso equilibrado entre productores y trabajadores, ya que todos los
productores obtienen un beneficio económico cero, es decir, los productores reciben un
ingreso que es igual a los costos de oportunidad de los recursos y el tiempo invertido en
sus empresas. En otras palabras: el empresario no gana más que sus empleados. Si gana
17
Uno podría preguntarse: ¿entonces, por qué hay tanta injusticia? Es un hecho indiscutible que
la brecha entre ricos y pobres crece cada vez más en la mayoría de los países. La respuesta
radica en que los mercados libres están pervertidos por el sistema financiero que obliga a
crecer y que divide el pueblo en dos grupos: aquellos que trabajan y aquellos que reciben
interés3. Nuestro sistema financiero es la falla del mercado más grave y a la vez menos
reconocida4. Se añadan otras fallas estructurales (monopolios) y no estructurales. Las fallas
del mercado nos preocupan especialmente en Economía Ecológica.
3
Vea referencias en nota de pies 9.
4
Felix Fuders, “Smarter Money for Smarter Cities: How Regional Currencies Can Help to Promote a
Decentralised and Sustainable Regional Development”, en: Dick et al. (eds.), Decentralisation and Regional
Development - Experiences and Lessons from Four Continents over Three Decades, Springer, Cham (Suiza) 2016.
5
Al presupuesto de que el Estado debe vigilar que la libre competencia se efectúe de una manera moralmente
apropiada hace incapié: K.A. Schachtschneider, Grenzen der Kapitalverkehrsfreiheit, en: id. (ed.), Rechtsfragen der
Weltwirtschaft, Berlín 2002, p. 303; id., Demokratische und soziale Defizite der Globalisierung, en: D.I. Siebold/A.
Emmerich-Fritsche (ed.), Karl Albrecht Schachtschneider: Freiheit - Recht - Staat. Eine Aufsatzsammlung zum 65.
Geburtstag, 2005, p. 685; id., Freiheit in der Republik, Berlín 2007, 3. Kap. IX. 4. b), 5. Kap. III. 1., 8. Kap. VI. 3. a),
10. Kap. III. 2 u. V. 1.
6
Vea por ejemplo R. Frank, Microeconomía y Conducta, 2005, p. 341 ss.
18
7
Al respecto de la función de equilibrar poderes entre empresas y el resto de la sociedad cf.: F. Böhm, Demokratie
und ökonomische Macht, in: Institut für ausländisches und internationales Wirtschaftsrecht, der J.-W.-Goethe-
Universität, Frankfurt (ed.), Kartelle und Monopole im modernen Recht, 1961, p. 3 ff. Él llamó a la libre
competencia el instrumento más genial de la historia del ser humano (p. 22). Vea. también: K. Herdzina,
Wettbewerbspolitik, 5a ed. 1999, p. 28 - 31.
8
A. Smith, Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations, Book IV, deutsche Übersetzung in: Erich.
W. Streissler (Hrsg.), Adam Smith: Untersuchung über Wesen und Ursachen des Reichtums der Völker, Bd. II, 1999,
S. 443 ff. insb. S. 467 ff. Zum sog. klassischen Wettbewerbsparadigma auch: M. Tolksdorf, Dynamischer
Wettbewerb, S. 35 ff.
9
F. Fuders, Warum der Zins auch moralisch nicht zu rechtfertigen ist, en: Humane Wirtschaft, No 2/2010, p. 26-
29; F. Fuders, M. Max-Neef, “Regionalwährungen gegen eine globale Krise und für eine nachhaltige regionale
Entwicklung”, en: Holger Rogall et al (ed.), Jahrbuch Nachhaltige Ökonomie, Marburg 2012, pp. 345 – 362; J.
Azkarraga, M. Max-Neef, F. Fuders, L. Altuna, La Evolución Sostenible II – Apuntes para una salida razonable,
Mondragón Unibertsitatea, Eskoriatza 2011, pp. 46 ss.; F. Fuders, Die natürliche Wirtschaftsordnung als Option
nach dem Zusammenbruch, en: Aufklärung & Kritik, año 16, No 2/2009, p. 128 – 145; F. Fuders, Alternative
concepts for a world financial system – an answer to the present world financial crisis, en: Revista de Estudios
Internacionales, Universidad de Chile, No 166, año XLII (2010), p. 45 – 56; H. Creutz, Das Geldsyndrom - Wege zu
einer krisenfreien Marktwirtschaft, Wirtschaftsverlag Langen Müller/Herbig, Munich 1993, pp. 57, 77 s., 92, 107 s.,
119, 215 s.; M. Kennedy, Geld ohne Zinsen und Inflation – Ein Tauschmittel, das jedem dient, Permakultur-Verlag,
Steyerberg 1990, pp. 28 ss.; M. Kennedy, Occupy Money – Damit wir zukünftig alle die Gewinner sind, J.
Kamphausen, Bielefeld, pp. 25 ss.; J. Kremer, Eine andere unsichtbare Hand des Marktes: Von den blinden Flecken
der Volkswirtschaftslehre, en: Humane Wirtschaft No 1/2009, p. 10.
10
K. Herdzina, Wettbewerbspolitik, 1999, S. 28 – 31; M. Tolksdorf, Dynamischer Wettbewerb, 1994, S. 29 ff.; R.
Frank, Microeconomía y Conducta, S. 361 f. Es wird auf den weltweiten Konsens hingewiesen, wonach eine freie
Marktwirtschaft als das effizienteste Mittel für eine angemessene Verteilung von Ressourcen gesehen wird, vgl. B.
Saravia Frías, Concentración empresarial, Anuario de Derecho 1999 Nr. 5, S. 135.
19
11
V. Emmerich, Kartellrecht, p. 2. Ähnlich bereits E. Kantzenbach, Die Funktionsfähigkeit des Wettbewerbs, 2.
Aufl. 1967, S. 16 f.
12
K. Herdzina, Wettbewerbspolitik, p. 24 – 28; M. Tolksdorf, Dynamischer Wettbewerb, p. 22 ss. Lo llama
„función de innovación“.
13
Cf. M. Max-Neef, Human Scale Development – Conception, Application and Further Reflections, New York –
London 1991, p. 6, 16 ss., 43, 53 s., 58 s., 91, 100 s.; id., La economía descalza – señales desde el mundo invisible,
Stockholm 1986, s. 40, 46 ss., 58 ss., 153 s.; id., La dimensión perdida – La deshumanización del gigantismo,
Montevideo 2007, s. 48 ss. Con más referencias vea, por ejemplo, también H. E. Daly / J. Farley, Ecological
Economics – Principals and Applications, Washington 2004, s. 233 ss.
14
H. Köhler, Einleitung UWG, in: A. Baumbach/W. Hefermehl, Wettbewerbsrecht, S. 25 Rn. 1.25; P.C. Müller-
Graf, Art. 28 EG, in: Groeben/Schwarze, 2003, Rn. 4. Ähnlich bereits E. Kantzenbach, Die Funktionsfähigkeit des
Wettbewerbs, S. 17.
15
Nach der Preistheorie dehnt der Monopolist seine Produktion nur so lange aus, wie die Kosten jeder
zusätzlichen Einheit (Grenzkosten) unter den Erlösen für jede zusätzliche Einheit (Grenzerlösen) liegen; also bis zum
20
so genannten Cournot’schen Punkt, vgl. S. Wied-Nebbeling, Preistheorie und Industrieökonomik, 4. Aufl. 2004, S. 26
ff.; M. Tolksdorf, Dynamischer Wettbewerb, S. 31 f.; R. Frank, Microeconomía y Conducta, S. 393 ff.
21
En realidad, la expresión “mercado libre” no significa que no exista regulación ninguna, sino que
todo lo contrario17. Para que funcione la competencia y para que realmente se trate de un
mercado que se pueda llamar “libre”, se requiere una regulación por parte del Estado que evite:
La idea de que un mercado libre requiere de regulación y que la existencia de un mercado libre
“no elimina la necesidad de tener un gobierno” para determinar “las reglas de juego”, incluso fue
reconocida por el propio Milton Friedman18. La necesidad de un “árbitro” que vela por el
cumplimiento de las reglas del juego19 no solamente se refiere a evitar monopolios o carteles,
sino también a evitar fraude o competencia desleal, o a lo que Friedman llamó los “efectos de
vecindad”20. El hecho de que un monopolio o carteles entre agentes económicos disminuyan la
libertad empresarial, es decir, la libre competencia, es intuitivamente entendible. Pero también el
fraude y la publicidad engañosa restringen la libertad. Un mercado en el que cada agente
económico trata de aprovecharse del otro usando métodos engañosos no puede considerarse
como libre.
16
Cea por ejemplo: STIGLITZ, J.E., Macroeconomía, op cit, p. 154 s.; FRANK, R., Microeconomía y conducta,
op.cit, p. 341 - 374.
17
Al respecto con más referencias: FUDERS, F., “Zum so genannten freien Wettbewerb und dem vermeintlichen
Verbot vertikaler Kartelle im EU-Wettbewerbsrecht”, en: Zeitschrift für Wirtschaftspolitik (Universidad de Colonia),
año 60, No 3, 2011, p. 271 – 284; id., “Zum so genannten freien Wettbewerb – Versuch einer Begriffsdefinition”, en:
Aufklärung & Kritik, año 16, No 2/2009, p. 146 – 150.
18
FRIEDMAN, M., Capitalismo y Libertad, Ediciones RIALP, Madrid, 1966, p. 29 s., 43, 46 ss., 73 ss.;
STIGLITZ, J.E., Macroeconomía, op cit, p. 155.
19
FRIEDMAN, M., Capitalismo y Libertad, op cit, p. 43, 46, 54.
20
FRIEDMAN, M., Capitalismo y Libertad, op cit., p. 46 ss., 54.
21
VON GOETHE, J.W. “Das Gesetz nur kann uns Freiheit geben”, en: Das Sonnet.
22
Los ciudadanos, entonces, somos libres por la ley. Una ley que prohíbe el homicidio, por
ejemplo, aunque restrinja la autonomía de acción nos da la libertad, ya que si cada uno tuviera
que cuidarse de ser asesinado por su vecino, no podríamos considerarnos libres. En palabras de
Milton Friedman: “Mi libertad de mover el puño tiene que estar limitada por la proximidad de tu
barbilla”24. La anarquía es un estado no deseable en un mundo de humanos imperfectos25. Lo que
vale para leyes que prohíben el homicidio también es válido para leyes que prohíben el fraude o
cualquier otro acto que se relacione con el buen funcionamiento del intercambio de bienes, es
decir, con un mercado. Además de disminuir la libertad, la competencia desleal produce efectos
no deseados, similares al monopolio o cartel.
Lo dicho se entiende con un simple ejemplo. Una forma de competencia desleal es la publicidad
engañosa. Si el Estado no prohíbe actos engañosos, tendrá como resultado que las demás
empresas, que hasta ahora no engañaron al consumidor, tienen que copiar esta mala conducta si
no quieren ser expulsadas del mercado. La competencia entre las empresas no hace que la calidad
del producto mejore, como se supone, sino que se empeora.
Prohibir el fraude, el engaño y la competencia desleal es, por lo tanto, necesario para el buen
funcionamiento de un mercado verdaderamente libre, al igual que la prohibición de los carteles o
el abuso de poder monopólico. La prohibición de estas malas conductas no es una restricción a la
libertad, sino más bien un requisito para que exista libertad.
22
ROUSSEAU J.-J., Vom Gesellschaftsvertrag oder Grundsätze des Staatsrechts, re-editado de Brockard, H.,
Stuttgart (Reclam) 2003, I, 6. Kap., II, 1, 3. Kap.
23
KANT I., Metaphysik der Sitten, re-editado en: Hartenstein, G. (ed.), Immanuel Kant’s sämmtliche Werke - In
chronologischer Reihenfolge, Bd. VII, Leipzig 1868, p. 34. Al respecto de esa dogmática vea:
SCHACHTSCHNEIDER K.A., “Die existentielle Staatlichkeit der Völker Europas und die staatliche Integration der
Europäischen Union. Ein Beitrag zur Lehre vom Staat nach dem Urteil des Bundesverfassungsgerichts zum Vertrag
über die Europäische Union von Maastricht”, en: Blomeyer, Wolfgang / id. (ed.), Die Europäische Union als
Rechtsgemeinschaft, Berlin (Duncker & Humblot) 1995, p. 79, 88; id., Res publica res populi, Berlin (Duncker &
Humblot) 1994, p. 275 ss., p. 294, p. 305, 325 ss., p. 520 ss., p. 534, p. 560 ss., p. 617 ss., p. 637 ss., p. 707 ss.; id.,
“Deutschland nach dem Konventsentwurf einer Verfassung für Europa“, en: Hankel, Wilhelm/ id. / Starbatty,
Joachim, Der Ökonom als Politiker – Europa, Geld und die soziale Frage, Festschrift für Wilhelm Nölling, Stuttgart
(Lucius & Lucius) 2003, p. 283. La premisa es que las leyes mismas no infrinjan la buena costumbre y la moral, cf.
id., Freiheit in der Republik, Berlin (Duncker & Humblot) 2007, 2. Kap. IV., 3. Kap. I., VIII. 1. u. IX. 2. u. 4., 5.
Kap. II. 3., 6. Kap. I. 2. b), 8. Kap. IV. 5.
24
FRIEDMAN, M., Capitalismo y Libertad, op cit, p. 43.
25
FRIEDMAN, M., Capitalismo y Libertad, op cit, p. 43, 54.
23