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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas

Centro de Estudios de Postgrado

Especialización en Derecho y Política Internacionales

LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI:

AMÉRICA LATINA EN EL TABLERO INTERNACIONAL

PRINCIPALES RETOS Y PERSPECTIVAS

Trabajo Especial de Grado que se presenta para optar al Título de


Especialista en Derecho y Políticas Internacionales

Autor: Lic., y Abg. JONNATHAN EDUARDO PÉREZ PIÑA

Tutora: Dra. ROSA MARÍA PÉREZ LÁREZ

Caracas, noviembre 2016


II
DEDICATORIA

A Dios por sobre todas las cosas. Gracias por darme una segunda oportunidad
al poder estudiar Ciencias Políticas.

A ti abuelo Rufino. Hace tiempo tuviste que partir a otro destino. Pero siempre
estas presente en cada ámbito de mi vida. Espero estés orgulloso de mi.

A mis padres. Sin ustedes esto hubiera sido imposible. Ninguna palabra podrá
expresar todo lo que han hecho.

A mis tías Gladys y Delia. Mis dos segundas madres. Gracias por amarme
como un hijo.

A mis hermanos y hermanas: Ibrahim, Johnny, Castor José, Rubén,


Endelismar.

A los pequeños de la familia que apenas dan sus primeros pasos y merecen
un mundo mejor: Sergio, Sebastián, Aranza, Andrés, Sofía, Valentina y la
Chiqui. Para mi sus ojos brillan como las estrellas del firmamento, iluminando,
guiando y alegrando mi vida a cada momento.

A todos los gigantes que me han permitido subir sobre sus hombros para ver
un poco más lejos. En especial a la Doctora Rosa María Pérez, al Especialista
Carlos Luna y al Doctor Fernando Falcón por ser mis principales guías
intelectuales y académicos, en la Escuela de Estudios Políticos y
Administrativos y en la Especialización. A los demás profesores.

A todos aquellos que me han apoyado en este largo camino que inició en
octubre de 2008 con mí ingresó en la Escuela de Estudios Políticos y
Administrativos y que continuó en la Especialización.

III
RECONOCIMIENTOS

Agradezco a la Universidad Central de Venezuela por haberme recibido en la


Escuela de Estudios Políticos y Administrativos de la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Políticas en octubre de 2008 y en el Centro de Estudios de
Postgrado de la misma Facultad, para cursar la Especialización en Derecho y
Política Internacionales. Este trayecto de vida y académico nunca hubiera sido
igual sin la guía de tres profesores que desde el pregrado han sido mis
principales influencias intelectuales y académicas: la Doctora Rosa María
Pérez, quien sin dudarlo aceptó ser mi tutora. Madrina mi más profundo, infinito
y total agradecimiento. Al Especialista Carlos Luna y al Doctor Fernando
Falcón. Bajo esta invaluable guía pude entender y aclarar muchas de mis
inquietudes, dudas y deudas intelectuales que permitieron pudiera corregir mis
errores y mis fallas. En otras palabras, a la difícil tarea de tener que vencer mis
propias sombras. Para vencerlas hay que enfrentar los propios miedos y a
comprender que cuando hay un largo camino, sólo las personas que se
mantienen a tu lado apoyándote sin condiciones, sin prejuicios y sin reclamos
son quienes realmente te aman. Porque, aquellas que, advertidas de los
objetivos, tarde o temprano lo hacen, nunca lo hicieron. A esas personas, por
difícil que pueda ser, lo mejor es alejarlas y olvidarlas. Isaiah Berlin en su
ensayo Libertad y necesidad en la historia: dos conceptos de libertad, citando
a Epicuro lo dijo de esta manera “el conocimiento libera eliminando
automáticamente los miedos y deseos irracionales”. Gracias totales!!!

Ex praeterito/ Praesens prudenter agit/ Ni futura actione detvrpet.


Por la experiencia del pasado, el presente actúa para no malograr la acción futura.
Tiziano Vecellio

IV
CONTENIDO GENERAL

Resumen……………………………...………………………………..……………….vii
Summary…………………………………………………………………..…………….ix
Introducción…………………………………………………………………..……..…...x

CAPÍTULO I

PRINCIPALES ASPECTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS……………..…..11


1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA OBJETO DE INVESTIGACIÓN…..........11

1.1 Propósito general u objeto de la investigación………………………………….11


1.2 Objetivo de la investigación………………………………………………………11
1.3 Motivaciones para la selección del tema………………………………………..11
1.4 Antecedentes del problema………………………………………………………11
1.5 Ubicación contextual en el ámbito teórico y empírico…………………………15
1.6 Razones teórico prácticas que justifican la vigencia del problema…………..21
1.7 Descripción del diseño de investigación……………………………………..….31
1.7.1 Diseño de investigación………………………………………………........…31
1.7.2 Tipo de investigación……………………………………………………........31
1.7.3 Técnicas operacionales……………………………………………………….31
1.7.4 Técnicas de procesamiento y análisis de datos…………………………….31
1.8 Propuesta capitular del marco teórico…………………………………………..32
1.9 Interrogantes de la investigación…………………………………………..........32
1.10 Objetivos………………………………………………………………...……..33
1.10.1 Objetivo General………………………………………………………..……..33
1.10.2 Objetivos Específicos………………………………………………………....33

CAPÍTULO II
RELACIONES INTERNACIONALES: ELEMENTOS INTEGRADORES Y
CONCEPTOS BÁSICOS…………………………………………………….............34
2.1 Definición general de política………………………………………...…..……....34
2.2 Dos criterios para analizar los cambios políticos…………………………….…37

V
2.3 Definición de relaciones internacionales……………………………….………..40
2.4 Definición de sistema internacional, orden/estructura internacional, política
internacional, política exterior y
Estado……………………………………………………………………………....46
2.5 Definición de poder, estrategia y voluntad………………………......................51
2.5.1 Definición de poder………………………………………………...……….…51
2.5.2 Definición de estrategia……………………………………………….……....53
2.5.3 Definición de voluntad………………………………………………..…….…58

CAPÍTULO III
PRINCIPALES ENFOQUES QUE EXPLICAN LAS RELACIONES
INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI………………………………..…………..59
3.1 Periodo 1991-2001…………………………………………………………..........59
3.1.1 La democracia…………………………………………………………………...59
3.1.1.1 Henry Kissinger………………………………………………………………..60
3.1.1.2 Seymour Martin Lipset………………………………………………..……....61
3.1.1.3 Michael W. Doyle………………………………………………………..........61
3.1.1.4 Francis Fukuyama…………………………………………………..………...64
3.1.1.5 David Held……………………………………………………………….........66
3.1.2 Globalización…………………………………………………………………….71
3.1.2.1 Ulrich Beck …………………………………………………………………….71
3.1.2.2 David Held y Anthony McGrew ……………………………………………...72
3.1.2.3 Robert Gilpin………………………………………………………….…….…75
3.1.2.4 Joseph E. Stiglitz ……………………………………………………………..78
3.1.2.5 Paul Kennedy ………………………………………………………………....79
3.2 Periodo 2001-2016……………………………………………………….…….…81
3.2.1 Cultura (Multiculturalismo/Choque de civilizaciones)………………….........81
3.2.1.1 Multiculturalismo………………………………………………….…………...81
3.2.1.1.1 Wiil Kymlicka……………………………………………………………...…82
3.2.1.1.2 Charles Taylor……………………………………………………..……..…84

VI
3.2.1.2 Samuel Huntington: choque de
civilizaciones…………………………………………………………………………...85
3.2.2 Caos-Anarquía………………………………………………………………..…88
3.2.2.1 Robert D. Kaplan……………………………………………………..……….88
3.2.2.2 Moisés Naím………………………………………………………………..…89
3.2.3 Seguridad………………………………………………………………………...92
3.2.3.1 Barry Buzan…………………………………………………………..………..93

CAPÍTULO IV
EL TABLERO TRIDIMENSIONAL INTERNACIONAL Y AMÉRICA LATINA:
RETOS Y PERSPECTIVAS…………………….……………………..………….….98
4.1 Definición del tablero tridimensional internacional……………………………99
4.2 Dimensiones del tablero tridimensional internacional
unimultipolar…………………………………………………………………..………103
4.2.1 Dimensión Militar…………………………………………………………..…..103
4.2.2 Dimensión Economía……………………………………………………........107
4.2.3 Dimensión Cultural……………………………………………………...……..108
4.3 El tablero tridimensional internacional y América Latina: retos y
perspectivas………………………………………………………………………..…109

4.3.1 América Latina cambios……………………………………………………….112


4.3.2 El tablero tridimensional internacional y América Latina……………….…116
4.3.2.1 Dimensión militar…………………………………………………………….116
4.3.2.2 Dimensión económica ……………………………………………………...118
4.3.2.3 Dimensión cultural……………………………………………………..........119
4.3.3 Perspectivas de América Latina en las relaciones internacionales del siglo
XX…………………………………………………………………………...…………121

CONCLUSIONES………………………………………………..…………………..124
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………..…………………134

VII
Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Centro de Estudios de Postgrado
Especialización en Derecho y Política Internacionales

LAS RELACIONES INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI: AMÉRICA LATINA


EN EL TABLERO INTERNACIONAL PRINCIPALES RETOS Y PERSPECTIVAS
Autor: Lic., y Abg. Jonnathan Eduardo Pérez Piña
Tutora: Dra. Rosa maría Pérez Lárez
Fecha: noviembre 2016
RESUMEN
La caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas puso fin al sistema bipolar
y al enfrentamiento ideológico. Junto a otras características del actual contexto
internacional generaron una serie de transformaciones, reajustes, turbulencias,
inseguridades e incertidumbres en las relaciones internacionales, en el sistema
internacional, en el orden/estructura internacional y en la política internacional. Esa
dinámica global ha impactado en América Latina. Ante esta situación, el objetivo
principal del presente Trabajo Especial de Grado, es realizar un análisis sobre las
relaciones internacionales en el siglo XXI a través de los principales enfoques teóricos
y del tablero tridimensional internacional de Joseph Nye. Para luego estudiar el
impacto que esas transformaciones y reajustes de poder han generado sobre América
Latina, para deducir sus retos y sus perspectivas. Este objetivo se logrará, primero
desarrollando un capítulo donde se explicará el planteamiento del problema objeto de
investigación y los aspectos metodológicos. Posteriormente, se fijaron los siguientes
objetivos específicos: 1. Entender que son las relaciones internacionales, sus
elementos integradores y otros conceptos básicos; 2. Estudiar los principales
enfoques que explican las relaciones internacionales en el siglo XXI; y 3. Analizar la
configuración del tablero tridimensional internacional y su interacción con América
Latina, para deducir sus principales retos y perspectivas. Se aspira a demostrar
cuáles son los principales enfoques que explican las transformaciones y los cambios
de las relaciones internacionales contemporáneas, en el sistema internacional, en el
orden/estructura internacional y en la política internacional y su relación con las
transformaciones y cambios ocurridos en América Latina.
Descriptores: Relaciones internacionales, sistema internacional, tablero
internacional, política internacional, enfoques, América Latina.

VIII
Universidad Central de Venezuela
Faculty of Legal and Political Sciences
Center for Postgraduate Studies
Specialization in International Law and Politics

THE INTERNATIONAL RELATIONS IN THE 21ST CENTURY: LATIN AMERICA


IN THE NTERNATIONAL CHESS GAME, CHALLENGES AND PERSPECTIVES

Author: Jonnathan Eduardo Pérez Piña.


Tutor: Rosa María Pérez Lárez.
Date: November, 2016.

SUMMARY

The collapse of the Union of Soviet Socialist Republics, along with other
characteristics of the current international context, ended the bipolar system and the
ideological dispute. This all resulted in transformation, readjustment, turmoil,
uncertainty in the international relations, in the international system, in the international
order/mechanism and in the international politics. That global scenario impacted Latin
America. Thus, the main objective of this Special Project is to analyze the international
relations in the 21st Century through the main approaches and theories, including
Joseph Nye’s three-dimensional chess game. Then, the impact on those
transformations and readjustments of power on Latin America are studied in to deduce
its challenges and perspectives. This objective will be achieved by developing a
chapter where the approach to the problem and the methodological aspects are
detailed. The specific objectives are: 1) understand the concept of international
relations, their integrating elements and other basic definitions; 2) study the main
approaches that explain the international relations in the 21st century; and, 3) analyze
the three-dimensional international game and its impact on Latin America, to deduce
their mains challenges and perspectives. We hope to demonstrate the main theories
that explain the contemporary international relations’ transformations and changes in
the international system, in the international order/mechanism and in the international
politics and their relation with changes and transitions in Latin America.

Descriptors: International Relations, International System, International Chess


Game, International Politics, Approaches, Latin America.

IX
INTRODUCCIÓN
Actualmente se están produciendo un conjunto de transformaciones
globales bajo diversas formas debido a los complejos reajustes de poder que
se están produciendo en el sistema internacional. Ese proceso hace que
muchos de los esquemas teóricos-conceptuales conocidos para estudiar y
analizar las relaciones internacionales resulten incompletos e insuficientes por
no abarcar los nuevos actores y los nuevos problemas de la agenda
internacional.

Profundizar en esa nueva realidad internacional hace necesario entender


la complejidad, la heterogeneidad y la interdependencia del sistema
internacional, del orden/estructura internacional y de la política internacional
en la nueva centuria. Para realizar esa labor, se partirá del acontecimiento que
a finales del siglo pasado marcó la historia de la humanidad y dio lugar a una
nueva dinámica internacional, la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas en 1991. Ese acontecimiento generó la tarea, altamente compleja
de construir nuevos enfoques teóricos-conceptuales que permitieran hacer
inteligible la nueva realidad internacional.

En consecuencia, se busca, analizar las transformaciones globales que


están afectando las relaciones internacionales en el siglo XXI bajo los
principales enfoques teóricos que explican la nueva realidad internacional y los
reajustes de poder bajo el tablero tridimensional internacional de Joseph Nye.
Para luego, analizar como esas transformaciones globales y reajustes de
poder, están relacionados con los cambios ocurridos en América Latina.

Finalmente, se aspira que el presente Trabajo Especial de Grado, sea un


pequeño aporte que, permita investigar el conjunto de transformaciones y
reajustes de poder que actualmente están suscitándose en el sistema
internacional y en el orden/estructura internacional. Para de ese modo,
analizar el papel de la región en el constante devenir del mundo internacional.

X
CAPÍTULO I

PRINCIPALES ASPECTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS

1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA OBJETO DE INVESTIGACIÓN

1.1 Propósito general u objeto de la investigación

La presente investigación tiene como objetivo fundamental estudiar las


relaciones internacionales en el siglo XXI, con especial énfasis en la región de
América Latina.

1.2 Objetivo de la investigación

Profundizar en el conocimiento de las relaciones internacionales en el siglo


XXI permitirá entender su actual complejidad, heterogeneidad e
interdependencia, tras la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas en 1991. Ese fenómeno representó para algunos un triunfo sin igual
en la historia de la humanidad. No obstante, ese optimismo inicial duraría poco.
La realidad internacional tomaría una nueva dinámica que transformaría las
relaciones internacionales y la sociedad internacional, al punto de, dar lugar a
un nuevo orden/estructura internacional, con nuevos temas de agenda
internacional y con diversos espacios de interacción altamente complejos
como consecuencia de lo difuso que es el poder hoy en día. En este contexto,
es importante analizar las respuestas de América Latina ante esa nueva
realidad internacional.

1.3 Motivaciones para la selección del tema

Los motivos para realizar la presente investigación consistirán en


analizar la nueva dinámica de las relaciones internacionales en el siglo
XXI, para luego estudiar, cómo esa nueva realidad ha generado cambios,
retos y perspectivas en América Latina.

1.4 Antecedentes del problema

11
Un ejercicio de retrospectiva lleva a precisar que la transformación de las
relaciones internacionales estudiada en el marco del Tercer Debate de las
Relaciones Internacionales entre Realistas y Transnacionalistas, introdujo un
conjunto de cambios en las Relaciones Internacionales. Como bien lo precisa
Celestino del Arenal en su libro Introducción a las relaciones internacionales,
este cambio se desarrolló “en los años setenta, reflejo de una nueva realidad”
(2003: 30) que se produjo como consecuencia del periodo conocido como la
Distención1 durante la Guerra Fría. En ese periodo Robert Keohene y Josep
Nye comenzaron hablando de transnacionalismo para finalmente hablar del
paradigma de la interdependencia compleja. Para esos autores los cambios
producidos “en el campo social, económico y de las comunicaciones [impedían
hablar] exclusivamente de una sociedad de Estados con relaciones limitadas
prácticamente al campo diplomático y militar” (Ídem: 31). (Corchetes nuestros).

Sin descuidar los temas duros o suma cero, producto de la naturaleza


anárquica y por ende, conflictiva de la sociedad internacional como reflejo de
la tradición hobbbesiana (Barbé siguiendo a Hedley Bull. 2003: 40) que
desarrollan los denominados teóricos realistas (enfocados en política exterior)
y neorrealistas (enfocados en política internacional), por el contrario,
complementándola, harán énfasis en un análisis, donde además del Estado,
van a incorporar al sistema internacional otros actores, tales como:
“organizaciones internacionales, empresas multinacionales, organizaciones
no gubernamentales, unidades políticas sub-estatales e individuos” (Barbé.
2003: 59). La incorporación de otros actores al sistema internacional diferentes
a los Estados, se debe a que, como señala Esther Barbé, siguiendo a Keohane

1
Ver: Capítulos XXVIII; XXIX y XXX de Kissinger H. (2004). La diplomacia. México. Fondo de la Cultura Económica.
Segunda Edición, Primera Reimpresión.

La Distensión marca el punto de ruptura o quiebre entre la hegemonía, liderazgo y/o la posición privilegiada que en
las relaciones internacionales había alcanzado EE.UU., luego del fin de la Segunda Guerra Mu ndial y la perdida
relativa de poder por parte de este Estado, debido al surgimiento de Europa y Japón como centros económicos.
Posteriormente, está situación se agravará con al surgimiento de la Cuenca del Pacífico como rival económico. Ese
acontecimiento es tratado por Henry Kissinger, por Robert Keohane en su obra Después de la hegemonía.
Cooperación y discordia en la política económica mundial y por Robert Gilpin en su obra La economía política de las
relaciones internacionales entre otros.

12
y Nye, la transnacionalidad aparece cuando se relativiza “la premisa de que
los estados son los únicos actores del sistema y centramos nuestra atención
en los canales múltiples que conectan las sociedades a través o por encima
de las fronteras estatales” (ídem: 185). Paralelamente, van a introducir “una
nueva agenda de investigación [donde figuraran temas como]: relaciones
comerciales y financieras, desarrollo tecnológico, mundo de las
comunicaciones, grandes negociaciones de baja política (derecho del mar),
cuestiones energéticas, temas culturales, problemas ecológico, etc” (ídem:
60). Estos nuevos temas de agenda, en donde el juego entre los diferentes
actores del sistema internacional no es suma cero, permitió introducir en la
anárquica sociedad internacional, elementos que reflejan la tradición grociana
(Barbé siguiendo a Hedley Bull. 2003: 40). Esa tradición grociana, reconoce y
hace posible la negociación y la cooperación entre los otros actores del
sistema internacional, en temas donde en un primer momento no está envuelta
la seguridad del Estado. Como precisa Lincoln Bizzozero en su libro
Aproximación a las Relaciones Internacionales: una mirada desde el siglo XXI,
para los transnacionalistas “´el interés nacional´ debía necesariamente
expresar un fenómeno más complejo. Por otra parte, el poder no se sintetizaba
únicamente en el factor militar, aunque este factor seguía siendo clave en las
relaciones internacionales” (2011: 61). (Corchetes nuestros).

La interdependencia compleja es concebida entonces “como el incremento


de los intercambios entre los Estados y otros actores a distintos niveles, cuyos
efectos generan costos y beneficios diferentes de acuerdo al manejo del poder
en la cuestión específica (régimen)” (Bizzozero. 2011: 147), es decir, en un
tema de la agenda internacional concreto. El concepto en principio refiere “una
situación de mutua dependencia, que puede ofrecer situaciones muy distintas”
(Del Arenal. 2003: 313) entre los Estados y los demás actores del sistema
internacional generando relaciones, contactos, coaliciones e interacciones
transnacionales simétricas y/o asimétricas, a través de las fronteras estatales

13
que no están controladas por los órganos centrales de los gobiernos
encargados de la política exterior. En resumen, la teoría de la
interdependencia compleja, en su momento, permitió dar una respuesta a la
nueva realidad internacional que había emergido como consecuencia de
ciertos cambios en el sistema internacional. Esos cambios reconocieron el
surgimiento de nuevos actores y nuevos temas de agenda en las relaciones
internacionales.

Por otra parte, es conocido que los paradigmas dominantes en la Teoría de


las Relaciones Internacionales se han elaborado principalmente en Estados
Unidos y en países europeos. Por esa razón, para Arlene B. Tickner en
Relaciones de conocimiento centro periferia: hegemonía, contribuciones
locales e hibridización, “Históricamente, los estudios de relaciones
internacionales, así como los demás campos de las ciencias sociales en los
países de la periferia, han sido descritos en términos de su apego a modelos
estadounidenses y europeos (s/f: 1). En este sentido, es posible afirmar que,
América Latina, ha absorbido estos paradigmas y a través de ellos ha mirado
las relaciones internacionales y la política internacional. No obstante, como
expresa Bizzozero habría que hacer mención a que, en la región, se generó el
debate sobre el tema del desarrollo como prioridad por parte de los Estados y
“la inclusión de los países periféricos como integrantes del sistema […], [bajo]
dos momentos históricos: el primero atañe al planteamiento de la teoría de la
dependencia y el segundo el diseño de aportes novedosos frente a la
globalización” (Ídem: 65). En el primer caso como expresa Arlene B. Tickner:

Durante los años cincuenta y sesenta tendieron a coexistir dos escuelas


distintas para dar cuenta de este fenómeno: la teoría de la modernización
o la teoría desarrollista, creada en los Estados Unidos; y la escuela
cepalina, liderada originalmente por Raúl Prébisch, el primer director de
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (Ídem:
2)

14
En el segundo caso, como expresa Bizzozero, existen diferentes teóricos
de la región que han abordado el tema de la globalización realizando un aporte
desde otra perspectiva (ídem: 66).

1.5 Ubicación contextual en el ámbito teórico y empírico

Desde la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviética (URSS) en


1991 hasta el presente, solo han transcurrido veinticinco años. Sin embargo,
en este breve lapso de tiempo, las relaciones internacionales han cambiado
vertiginosamente. No hay duda, ese acontecimiento modificó profunda y
sustancialmente la manera de observar, entender, explicar y evaluar política y
teóricamente al mundo. Eso ha generado, la compleja tarea de tener que
construir nuevos enfoques teóricos-conceptuales que permitan aprehender y
aprender la nueva realidad internacional, los cuales serán brevemente
descritos en el presente Trabajo Especial de Grado, sin privilegiar ninguno en
particular, pero al propio tiempo dando cuenta de que existe un solo mundo,
pero muchas explicaciones.

Un primer periodo se puede caracterizar en términos generales de un gran


optimismo. Ese optimismo se va a reflejar bajo el desarrollo teórico-conceptual
de dos conceptos fundamentales: 1. El triunfo y la expansión de la democracia 2

2
Ver: Ver: Giovanni S. (2007). ¿Qué es la democracia?. Madrid España. Ediciones Taurus; Held D. (2007). Modelos
de democracia. Madrid España. Alianza Editorial; Tercera Edición; Bobbio N. (2006). Liberalismo y democracia.
México. Fondo de la Cultura Económica. Undécima reimpresión; Del Águila C. (2004). El centauro transmoderno:
liberalismo y democracia en el la democracia liberal. En Historia de la Teoría Política Vol. 6. Madrid España. Alianza
Editorial. Primera Edición; Giddens A. (2005). La tercera vía: la renovación de la socialdemocracia. Colombia. Editorial
Taurus. Sexta reimpresión; Henry K. (2004). La diplomacia. México. Fondo de la Cultura Económica. Primera
reimpresión; Held D. (1997). La democracia y el orden global: del Estado moderno al gobierno cosmopolita. Barcelona.
Ediciones Paidós Ibérica, S.A. Primera edición; Dahl R. (1987). Un prefacio a la teoría democrática. México. Ediciones
Gernika S.A. Primera Edición; Dahl R. (1974). La poliarquía: participación y oposición. Madrid-España. Guardiana de
Publicaciones – Biblioteca Universitaria Guardiana; Dahl R. (1991). La democracia y sus críticos. España. Editorial
Paidós Ibérica. Primera Edición; Bobbio N. (1993). Las promesas incumplidas de la democracia. Disponible en línea
en:
https://docs.google.com/file/d/0ByxKm0S1hLKTYTYyNDEzOTktMmQ2MS00MjE1LWIyODctMWQzYmU5MGFmMG
Yy/edit?hl=en_US&pref=2&pli=1 [Consultado en línea el 21/05/2016]; Doyle M. (1983). Kant, Liberal Legacies, and
Foreign Affairs: part 1. Disponible en línea en:
http://www.politics.ubc.ca/fileadmin/user_upload/poli_sci/Faculty/price/Debating_the_Democratic_Peace__Doyle.pdf .
[Consultado el 20/05/2016]
Doyle M. (1983). Kant, Liberal Legacies, and Foreign Affairs: part 2. Disponible en línea en:
http://www.ibrarian.net/navon/paper/Kant__Liberal_Legacies__and_Foreign_Affairs__Part.pdf?paperid=11083519.
[Consultado en línea el 20/05/2016].
Para un análisis de la democracia desde un ángulo distinto o diferente ver: Rosanvallon P. (2007). La
contrademocracia: la política en la era de la desconfianza. Buenos Aires. Ediciones Manantial; y, Wolin S. (2008).

15
como la mejor forma de gobierno; y, 2. El triunfo y la expansión de la libertad
económica como el mejor modelo económico para el desarrollo y la
prosperidad bajo la globalización3.

En este contexto, es posible mencionar a una diversidad de autores. Los


más representativos pueden ser: Michael Doyle con su Tesis de la Paz
Democrática y Francis Fukuyama, con su Fin de la Historia. Por razones de
espacio se hará referencia a la obra de Francis Fukuyama, quien, primero en
su Conferencia en la Universidad de Chicago. Luego, en su artículo en la
revista The National Interest en 1989, argumentaba sobre el gran consenso
que había surgido en el mundo en los últimos años, en torno a la legitimidad
de la democracia liberal como forma de gobierno tras vencer las otras
ideologías opositoras, entiéndase “la monarquía hereditaria, el fascismo y, […]
el comunismo. […] argüía que la democracia liberal podía constituir <<el punto
final de la evolución ideológica de la humanidad>>, la <<forma final de
gobierno>>, y que como tal marcaría <<el fin de la historia>>” (1992: 11).
Posteriormente, en su libro El fin de la historia y el último hombre, desarrollaría
su propuesta. El autor argumenta que “el crecimiento de la democracia liberal,
con su compañero el liberalismo económico, ha constituido el fenómeno
macropolítico más notable en los últimos cuatrocientos años” (ídem: 86). Por
ende, “Al llegar al final de la historia no quedan ya competidores ideológicos
serios para la democracia liberal” (ídem: 289). (Corchetes nuestros).

En ese contexto de finales de 1980 al 2001 y en el ámbito de la Teoría de


las Relaciones internacionales se produjo el inicio del denominado Cuarto
Debate, el cual, como sostiene Lincoln Bizzozero en su libro Aproximación a
las relaciones internacionales: una mirada desde el siglo XXI “planteó una

Democracia S.A.: la democracia dirigida y el fantasma del totalitarismo invertido. España. Katz Editores. Primera
Edición.
3
Ver: Beck U. (1998). ¿Qué es la globalización? falacias del globalismo, respuestas a la globalización. España.
Ediciones Paidós; Stiglitz J. (2004). El malestar en la globalización. España. Ediciones Taurus. Décima Edición; Ianni
O. (1998). Teorías de la globalización. España. Siglo Veintiuno Editores; Held D. y McGrew A. (2003).
Globalización/antiglobalización: sobre la reconstrucción del orden mundial. Barcelona. Ediciones Paidós Ibérica, S.A.

16
disyuntiva distinta en términos de los agrupamientos y aproximaciones
teóricas. Por un lado, se posicionaron los positivistas y racionalistas y por el
otro los post-positivistas agrupados en los análisis cuyos enfoques provienen
del constructivismo” (ídem: 63). Como señala Kepa Sodupe en La teoría de las
Relaciones Internacionales a comienzos del siglo XXI:

Estos enfoques han impulsado un proceso de renovación teórica y


filosófica, abriendo las Relaciones Internacionales a los debates que
están teniendo lugar en el campo de la teoría social. Dada la revisión de
las bases ontológicas y epistemológicas de las corrientes dominantes, los
enfoques reflectivistas han provocado una autentica convulsión en la
disciplina. De la mano de los nuevos enfoques, las Relaciones
Internacionales han experimentado dos giros: uno sociológico y otro
interpretativo. El giro sociológico se manifiesta en tendencias ontológicas
que priman la importancia de las estructuras y de las ideas sobre los
individuos y las fuerzas materiales, respectivamente. El giro interpretativo
se pone de relieve en un pospositivismo caracterizado por la defensa de
epistemologías y metodologías más próximas a las Ciencias Sociales
(2003:151).

Bajo el denominado Cuarto Debate en la Teoría de las Relaciones


Internacionales, hay un gran número de autores, los cuales, siguiendo a
Mónica Salomón en su artículo La teoría de la Relaciones Internacionales en
los albores del siglo XXI: dialogo, disidencia, aproximaciones, pueden
agruparse en cuatro grandes tendencias: la teoría critica, los
postmodernismos, los feminismos y el constructivismo social (2002: 23).

Posteriormente, emergería un segundo periodo, con una nueva dinámica


que se pensaba había desaparecido (o había permanecido en la oscuridad
bajo la división binaria y simplista Este-Oeste/ Socialismo-Capitalismo) y se va
a reflejar bajo el desarrollo teórico-conceptual de los siguientes conceptos
fundamentales: 1. El fenómeno cultural (multiculturalismo/choque de
civilizaciones). 2 Caos o Anarquía; y 3. Seguridad.

Uno de los primeros en advertir los cambios de este segundo periodo fue
Samuel Huntington con su ensayo ¿Choque de civilizaciones? Publicado en
Foreing Affairs en 1993. Luego, con su libro El choque de civilizaciones y la

17
reconfiguración del orden mundial. Su obra permite entender, en parte, los
cambios ocurridos en la postguerra fría. En concreto precisó que “la cultura y
las identidades culturales, que en su nivel más amplio son identidades
civilizacionales, están configurando las pautas de cohesión, desintegración y
conflicto en el mundo de la posguerra fría” (2011: 20). En este sentido, sus
observaciones, sirven como una aproximación para precisar la configuración
de los nuevos actores y espacios de poder que emergieron tras la caída del
bloque soviético y que estarían luchando por imponer su voluntad en la arena
internacional. Esos actores son: China, Japón, India, Rusia, EE.UU., Europa,
Latinoamérica y África, cada una con sus respectivas identidades culturales y
religiosas.

Otro autor, Robert D. Kaplan en su libro La anarquía que viene: la


destrucción de los sueños de la postguerra fría, sistematizó la nueva realidad
internacional emergente, como caos o anarquía, al afirmar que, muchos
habían creído que el triunfo en la Guerra Fría “iba a traer simplemente libertad
y prosperidad bajo los estándares de <<democracia>> y <<libre mercado>>.
Pero, al igual que después de la Primera y Segunda Guerra Mundial, nuestra
victoria ha dado paso a la siguiente lucha por la supervivencia” (2000: 11-12).
La obra de Robert Kaplan sirve entonces como una aproximación sobre los
nuevos temas que absorberá la agenda y la seguridad internacional.

Con base en lo expuesto por Robert Kaplan es posible analizar y


contextualizar a Moisés Naím, quien, en su Conferencia, ante la Sociedad
Estadounidense de Derecho Internacional, habló de Las cinco guerras de la
globalización. En ella, logró identificar las cinco principales actividades ilícitas
más lucrativas del mundo (armas, drogas, tráfico de seres humanos, la
piratería de la propiedad intelectual y legitimación de capitales). A esta lista,
sin duda, es posible agregar otros ilícitos altamente lucrativos4. Tesis que

4
Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160316_economia_crimen_organizado_mj

18
posteriormente, ampliaría en su obra Ilícito: cómo traficantes, contrabandistas
y piratas están cambiando el mundo.

En el ámbito de la Teoría de las Relaciones internacionales, tras los


atentados terroristas del 11 septiembre de 2001, como sostiene la Doctora
Rosa María Pérez5 en Una aproximación crítica al estado actual de la Teoría
de las Relaciones Internacionales, aunque no se debe dar por terminado el
Cuarto Debate de la Teoría de las Relaciones Internacionales:

…existen ideas que se están gestando más allá de sus fronteras, y a


pesar de haber sido tildadas como “complejas”, constituyen un punto
válido para la reflexión, y forman parte de lo que se ha tendido a llamar
un posible “Quinto Debate” (2012: 3)

En ese posible Quinto Debate, la citada autora, señala que, existen distintos
enfoques que tratan de explicar la actual realidad internacional como: el
terrorismo, el poder inteligente, los temas de seguridad, la tesis de la paz
democrática, la tesis de aquellos autores que se oponen a la instauración de
la democracia a nivel mundial y el enfoque civilizacional. En el plano de la
Teoría de las Relaciones Internacionales hay un conjunto de propuestas
ontológicas.

A nivel empírico, diversos acontecimientos pusieron en evidencia que las


cosas habían cambiado: la Primera y Segunda Guerra del Golfo Pérsico en
1990 y 2003. Las Guerras de la extinta Yugoslavia entre 1991 y 1999, con
conflictos menores hasta 2001. Inmediatamente, se produjo el acontecimiento
que terminaría de marcar un antes y un después en las relaciones
internacionales y en la Teoría de las Relaciones Internacionales. Los

Mientras quien suscribe realiza la presente introducción salió al conocimiento público el caso de los denominados
Panamá Papers. Ver:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/04/160404_economia_offshore_panama_panamapapers_lf
5
Ver:
http://www.iaeal.usb.ve/mundonuevo/revistas/MN07/MN_07(09).pdf

https://www.academia.edu/19351066/UNA_APROXIMACI%C3%93N_CR%C3%8DTICA_AL_ESTADO_ACTUAL_D
E_LA_TEOR%C3%8DA_DE_LAS_RELACIONES_INTERNACIONALES?auto=download
https://issuu.com/melydec/docs/archivos_viii

19
atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y
Washington. Como afirmó Joseph Nye en La paradoja del poder
norteamericano “Todo cambio el 11 de septiembre” (2003: 10). Para este
autor, los atentados del 11 de septiembre serían el terrible “síntoma de los
cambios profundos que [se estaban] sucediendo en el mundo” (Ibíd.)
(Corchetes nuestros). Moisés Naím en la obra citada, también afirmó que “La
primera señal inequívoca en todo el mundo de esta transformación se produjo
el 11 de septiembre de 2001” (ídem: 22). Samuel Huntington también se
expresó en igual sentido en su libro ¿Quiénes somos?: los desafíos a la
identidad estadounidense, señalando que “El 11 de septiembre simbolizó de
manera dramática el final del siglo XX de la ideología y del conflicto ideológico
y el inicio de una nueva era” (2004: 387). David Held en Modelos de
democracia, diría que:

El 11 de septiembre y su impacto constituyen una prueba suficiente de


todo lo anterior: el mundo después del 11 de septiembre es
completamente diferente del que predijo Fukuyama. […] El liberalismo y
la democracia se enfrentan a un nuevo desafío. Lejos del <<fin de la
historia>>, podríamos encontrarnos al principio de un nuevo comienzo.
(Ídem: 321) (Corchetes nuestros)

Seguidamente, se produjeron otros atentados terroristas, como por


ejemplo: los del 11 de marzo de 2004 en Madrid; los del 7 de julio de 2005 en
Londres; los del 7 y 9 de enero junto a los del 13 de noviembre de 2015 en
Paris, los del 22 de marzo de 2016 en Bruselas y los del 28 de junio en el
aeropuerto Ataturk de Estambul 6. Estos atentados han puesto sobre la agenda
internacional el problema del terrorismo vinculado al Yihadismo islámico y el
peligro del grupo terrorista autodenominado Estado Islámico en Oriente Medio.
Ahora denominado Daesh7. Aunado a lo anterior, se presentó la “crisis
financiera que estalló en el Este asiático en 1997 y [que] llegó a envolver al

6
Estos últimos ocurridos mientras quien suscribe realiza la presente introducción.
7
Ver: http://www.nbcnews.com/storyline/isis-terror/paris-attacks-what-does-daesh-mean-why-does-isis-hate-
n463551

20
mundo entero” (Stiglitz. 2004: 11). Adicionalmente, entre el 2008 y el 2015, se
produjo la crisis económica que afectó el mundo, conocida como la burbuja
inmobiliaria. Tampoco, se puede dejar de mencionar otro conjunto de temas
que están presentes en la realidad internacional cambiándola y
transformándola constantemente, tales como: la crisis migratoria, la crisis
sanitaria ante casos como el ébola, H1N1 y la gripe aviar por nombrar sólo
tres; la crisis medioambiental reconocida y evidenciada con el Protocolo de
Kioto sobre el cambio climático en 1997 y en el acuerdo realizado en la Cumbre
de Paris de diciembre de 2015; unos recursos naturales cada vez más
escasos; el aumento demográfico a escala mundial; el aumento de las índices
de criminalidad a nivel transnacional y estatal; la violación de derechos
humanos y la crisis de gobernabilidad en muchas partes del mundo. Esos
problemas son los que ha tenido que enfrentar y explicar las Ciencias Políticas,
las Ciencias Sociales, las relaciones internacionales y la Teoría de las
Relaciones Internacionales en este siglo XXI. Por supuesto, la realidad de
América Latina no es ajena a ninguno. Por el contrario, muchos representan
el día a día que deben afrontar los Estados, los gobiernos, las sociedades y
los individuos de la región.

1.6 Razones teórico prácticas que justifican la vigencia del problema

Lo antes expuesto, necesariamente, debe insertase en un contexto o marco


superior que encierra el doble problema que actualmente enfrentan las
Ciencias Políticas, las Relaciones Internacionales y en general todas las
Ciencias Sociales.

El primer problema, es el discutido declive del Estado Nación Moderno.


Entendiendo por Estado la ya clásica definición de Max Weber como “aquella
comunidad humana que en el interior de un determinado territorio –el concepto
del ´territorio´ es esencial a la definición- reclama para sí (con éxito) el
monopolio de la coacción física legitima” (2008: 1056). En otras palabras,
actualmente, el concepto de soberanía en su sentido westfaliano es

21
cuestionado debido a la existencia de un conjunto de actores supraestatales e
infraestatales (legales/ilegales - internos/externos) que hacen que el Estado
este perdiendo el monopolio de la violencia legítima. Eso está afectando la
forma de entender y explicar dos conceptos fundamentales en las relaciones
internacionales, en la Teoría de las Relaciones Internacionales y en las
Ciencias Políticas como son la guerra (trinitaria – Clausewitz / no trinitaria –
Van Creveld)8 y la seguridad (Seguritización – Seguridad Humana – Nuevo
Concepto Estratégico de la OTAN)9.

Lo precedente obligatoriamente hay que articularlo con el segundo


problema, sobre el cual sólo es posible esbozar una idea muy general 10. Hablar
del Estado Nación Moderno, es hablar del Paradigma de la Modernidad y
hablar del Paradigma de la Modernidad, es hablar de la Civilización
Occidental11 (porque pareciera que lo que se está diluyendo y discutiendo no
sólo es el Estado Nación Moderno, sino, el Paradigma de la Modernidad en
general) y con ello el poder (que una potencia de Occidente conjunta o
separadamente) ha ejercicio sobre las relaciones internacionales (es decir, en
la guerra, en la economía, en la negociación y en la cultura) en los últimos 500
a 600 años aproximadamente.

8
Ver: Van Creveld M. (2007). La transformación de la guerra. Buenos Aires. José Luis Uceda Editor; Kaldor M. (2001).
Las nuevas guerras: la violencia organizada en la era global. Barcelona España. Tusquets Editores S.A. leído
conjuntamente con Kaldor M. (2005). La sociedad civil global: Una respuesta a la guerra. Barcelona España. Tusquets
Editores S.A; Liang Q. y Xiangsui W. (1999). Unrestricted warfare. Disponible en línea en:
http://www.c4i.org/unrestricted.pdf. y E, Muños y A, Ortiz. 2010.
9
Ver: Waltz K. (1959). El hombre, el Estado y la guerra. Buenos Aires. Editorial Nova; Buzan B. People, States &
Fear: An Agenda for International Security Studies in the post-Cold War Era. Disponible en línea:
http://www.relacionesinternacionales.info/ojs/article/viewFile/124/115.html. Sisco C. y Chacón O. (2004). Barry Buzan
y la teoría de los complejos de seguridad. Disponible en línea en:
http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/24849/2/articulo7.pdf; El nuevo concepto Estratégico de la OTAN: una
aportación española. Disponible en línea en: http://www.falternativas.org/opex/documentos/documentos-de-
trabajo/el-nuevo-concepto-estrategico-de-la-otan-una-aportacion-espanola; El concepto de seguridad humana de la
ONU http://www.un.org/humansecurity/sites/www.un.org.humansecurity/files/untfhs_booklet_-_spanish.pdf.
http://www.un.org/humansecurity/es/content/el-concepto-de-seguridad-humana. Entre otros.
10
La presente idea general es producto de un trabajo de investigación realizado por quien suscribe. El referido trabajo
se encuentra en borrador y tentativamente tiene por título: Entre imágenes y libros: aproximación al paradigma de la
Modernidad en Occidente.
11
A los efectos del presente Trabajo Especial de Grado se entenderá por Civilización Occidental aquella comunidad
humana donde predominan las ideas, valores y principios grecorromanos y judeocristianos (en su vertiente católica-
protestante).

22
Hoy, pareciera estar sobreviniendo un cambio en el sistema internacional y
en el orden/estructura internacional. Cambio que está afectando las relaciones
diplomáticas, económicas, culturales, la forma de hacer la guerra, de entender
la seguridad, la geopolítica y la geoestrategia internacional. Siendo Occidente
el principal afectado en caso de no “saber en qué medida nuestras tradiciones
greco-latinas y cristianas [deban ser] salvaguardadas y plenamente
explotadas” (Beaufre. 1966: 215). Samuel Huntington lo advertía en su
momento, cuando logró precisar que “El poder se está desplazando, de
Occidente, predominante durante largo tiempo, a las civilizaciones no
occidentales, la política global se ha vuelto multipolar y multicivilizacional”
(ídem: 25).

Ese cambio está representado, por lo que, un análisis sistémico, estructural


y estratégico, pudiera ser el desplazamiento del poder político, militar,
económico, diplomático y cultural de lo que puede designarse como un primer
eje compuesto por: Europa Occidental - Mediterráneo - Océano Atlántico –
América, es decir, Occidente, a un segundo eje compuesto por: El Medio
Oriente - África (debido a la expansión del islam del norte al centro y sur del
continente. Así como, a la penetración de China) - Asía Central - Océano Índico
- extremo Oriente (India - China). Ese desplazamiento implica altas dosis en el
ejercicio del poder, la estrategia, el liderazgo, la voluntad, el despliegue
económico, diplomático, militar y cultural, los cuales, pueden ser observados
actualmente en la arena internacional a través la gran cantidad de conflictos e
incertidumbres que se reflejan en la inseguridad actual que existe en las
relaciones internacionales, en el sistema internacional y en la política
internacional. Por eso, no es casual que el segundo de los ejes identificados
haya experimentado un crecimiento y un desarrollo económico en diferentes
fases desde 199012. Primero bajo Japón. Segundo, bajo los Tigres Asiáticos

12
Ver: Gilpin R. (1990). La economía política de las relaciones internacionales. Buenos Aires Argentina. Grupo Editor
Latinoamericano S.R.L. Primera Edición. Como el autor señala en el prefacio de su obra “se presta especial atención
al notorio cambio en el emplazamiento geográfico del centro de la economía mundial que, en las décadas finales del
siglo veinte, ha pasado del Atlántico al Pacífico” (1990: 10). La obra de Gilpin sirve para analizar el declive del poder

23
de Primera y Segunda generación. Actualmente, bajo la República Popular
China y la República de la India, a pesar del leve decrecimiento en 2015-2016.

Ante ese acontecimiento, resulta oportuno referirse al historiador británico


Paul Kennedy, quien, en su obra Auge y caída de las grandes potencias, logró
precisar la estrecha relación que existe entre el poder económico y el poder
militar o entre la economía y la estrategia, con las respectivas repercusiones
que eso tiene en el ámbito diplomático y cultural, al señalar que:

…los cambios económicos anunciaban el ascenso de nuevas grandes


potencias que algún día tendrían una influencia decisiva en el orden
militar-territorial- Ésta es la razón por la que el movimiento en los
balances productivos globales hacia la <<costa del Pacífico>>, que se ha
producido en las últimas décadas, no puede interesar exclusivamente a
los economistas.

De la misma manera, el registro histórico sugiere que a largo plazo hay


una conexión muy evidente entre el ascenso y caída económicos de una
gran potencia y su crecimiento militar y declive como poder militar
importante, o imperio mundial. Tampoco esto es sorprendente porque
emana de dos hechos relacionados. El primero es que los recursos
económicos son necesarios para soportar un estamento militar a gran
escala. El segundo consiste en que, en lo concerniente al sistema
internacional, tanto la riqueza como el poder son siempre relativos y como
tales habría que considerarlos. (1998: 20)

Un análisis retrospectivo o para decirlo junto al historiador francés de


Segunda Generación de la Escuela de los Annales Fernand Braudel (1974:
60) de larga duración, permite afirmar (con las limitaciones correspondientes)
que, en siglos anteriores13 a nivel sistémico, estructural y estratégico hubo
cambios similares.

económico con su cuota parte política de EE.UU., desde la década del 70 del siglo XX, lo cual, a su vez hay que
analizar conjuntamente con la interdependencia compleja y el posterior crecimiento y desarrollo económico de Japón
y en menor medida de los llamado Tigres Asiáticos, los cuales, generaron desde el punto de vista económico un auge
de los denominados nuevos proteccionismos (mercantilismo contemporáneo) que permitieron impulsar las nuevas
economías en detrimento del libre comercio. Este fenómeno ha repercutido en las relaciones internacionales debido
al papel asumido por el Estado.
13
Sobre el auge de la historia en la Teoría relaciones internacionales ver Barbé E. (2003). Relaciones Internacionales.
Madrid España. Editorial Tecnos. Segunda Edición. En particular el capítulo II, subtitulo 4 (evolución reciente de la
teoría) apartado C denominado Nuevo tiempo mundial (84-94)

24
Siguiendo a Jacques Pirenne en su obra Historia Universal: las grandes
corrientes de la historia (Tomo I y II: 1973), a Henry Kissinger en su libro China
y al historiador Británico Paul Kennedy (capítulo I: El ascenso del mundo
Occidental de su obra arriba citada), se tiene que, en la Antigüedad el Imperio
Persa (bajo la dinastía de los Aqueménidas) controlaba política, militar, cultural
y económicamente parte del eje Sureste de África del Norte - Medio Oriente -
Asía Central. Los persas tenían contactos en el Asia Central con Extremo
Oriente (India y China bajo la Dinastía Han 206 a.C. al 220 d.C.) a través de la
conocida Ruta de la Seda14.

Más tarde, fortuna, providencia, casualidad, destino o azar, casi


paralelamente a la caída del Imperio Romano de Occidente en el 476 d.C. en
los preludios de la Alta Edad Media (siglos VIII al XIII), se produce la expansión
del Islam, tras la muerte del Profeta Mahoma en el 632 d.C. Eso implicó un
control similar al ejercido por el Imperio Persa, aunque habría que incluir parte
de Europa, por el Oeste, al conquistar lugares de lo que hoy es España. Por
el Este, cuando en 1453 los turcos toman Bizancio (la Segunda Roma que no
por casualidad fue fundada en ese lugar. Su fundación vislumbra ese cambio
sistémico, estructural y estratégico) y llegan a Viena, donde serían finalmente
detenidos en la conocida Batalla de Kahlenberg en Viena en 1683, marcando
la derrota y expulsión musulmana de Europa del Este. Los musulmanes en
Asia Central tenían contactos con Extremo Oriente (India y China bajo las
Dinastías Song 960-1279 d.C. y Ming 1368-1644 d.C.). Los musulmanes y las
dinastías del Reino Medio, lograron desarrollar para la época un poderío

14
Hasta que fue derrotado por la alianza de las polis griegas en las denominadas Guerras Médicas. Posteriormente,
sería barrido de manera definitiva por Alejandro Magno, quien, los expulsaría hasta el Asia Central. Para las Guerras
Médicas ver: Heródoto (1977). Los nueve libros de la historia. México. Editorial cumbre. Décima Edición.

Posteriormente, seguiría el control de buena parte de lo que hoy es Europa, el norte de África y toda la Costa Este
del Mediterráneo, incluyendo el Mar Mediterráneo, llamado Mare Nostrum por Roma, hasta su caída en el 476 d.C.
La caída de la Roma del Tiber va a coincidir con el nacimiento y muerte del Profeta Mahoma y la expansión del mundo
Islámico.

Los Libros: Segundo Libro de Crónicas, Esdras y Nehemías del Antiguo Testamento, hacen una clara referencia
histórica al dominio que los Persas bajo la dinastía de los Aqueménidas ejerció en el Medio Oriente y por ende sobre
el pueblo de Israel.

25
marítimo considerable que les permitió dominar y controlar a los primeros
buena parte del Océano Índico, Mar arábigo, Mar Rojo y el Mar Mediterráneo.
A los segundos la antigua Ruta de Las Especies en el Océano Índico y el Mar
Meridional de China (Ruta del Cinturón). Pero por razones internas (invasión
de los mongoles y otras medidas internas) el Reino Medio detuvo su expansión
marítima, dando lugar a un proceso de recogimiento continental. Ese proceso
coincidiría con la progresiva expulsión por parte de Occidente de los
musulmanes de Europa, del Mediterráneo, del Mar arábigo, del Mar Rojo y del
Océano Índico. Inicialmente bajo las Cruzadas. Luego, tras el auge y
expansión del poder marítimo de Occidente (con el desarrollo de una marina
mercante y de guerra) durante la Baja Edad Media (siglos XIII y XVI) y la
Modernidad (primero bajo la Serenissima República de Venecia. Luego, bajo
la casa real Habsburgo –España y Austria- y Portugal. Posteriormente, bajo
las Provincias Unidas –Holanda-. Seguidas por Francia y Reino Unido; y,
finalmente, por Estados Unidos respectivamente). Eso ha implicado que
Occidente ejerza un domino sobre el Continente Euroasiático en los ámbitos
militar, económico, diplomático, cultural, geopolítico y geoestratégico. Así
como, sobre los Océanos, Mares, estrechos y rutas marítimas por donde
circula la mayor cantidad de tráfico comercial y de materias primas del mundo,
necesarias para el aparato industrial y tecnológico y en general para mantener
el desarrollo, crecimiento y bienestar económico y social que permite satisfacer
las necesidades individuales y colectivas de Occidente15.

La pertinencia de las anteriores consideraciones históricas radica en que,


si bien, los pueblos de Occidente parecieran haber olvidado ese desarrollo

15
Ver: Mackinder H. (2010). El pivote geográfico de la historia. Geopolítica(s). Revista de estudios sobre espacio y
poder, vol. 1, núm. 2, 301-319; Spykman N. (1944). Estados Unidos frente al mundo. México. Fondo de la Cultura
Económica; Brzezinski Z. (1998). El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus imperativos
geoestratégicos. España. Editorial Paidos; Agnew J. (2005). Geopolítica: una re-visión de la política mundial. Madrid.
Trama Editorial. Primera edición en español; Célélier P. (1965). Geopolítica y geoestrategia. Buenos Aires. Ediciones
Pleamar; Ortega R. (2010). Escenario y estrategia. Disponible en línea en:
https://issuu.com/rodolfoortegaprado/docs/libro_escenario_y_estrategia_ortega; Mahan, Alfred T. (2013). Análisis de
los elementos del poder naval. Geopolítica(s). Revista de estudios sobre espacio y poder, vol. 4, núm. 2, 305-334.
Disponible en línea en: https://revistas.ucm.es/index.php/GEOP/article/download/46354/43574. Entre otros.

26
histórico, las civilizaciones no Occidentales, no lo han hecho. Tanto es así que,
actualmente, primero, la República Popular China a nivel estratégico, ha
retomado y rediseñado su política exterior con base en lo que han denominado
la Ruta de la Seda y el Cinturón del siglo XXI 16, la cual, trata de envolver el
continente Euroasiático a nivel continental por medio de la primera y a nivel
marítimo bajo la segunda. Segundo, el terrorismo Islámico, es el intento de
expansión y supervivencia del mundo musulmán, ya que, por un lado, está en
medio de los dos centros económicos del mundo (Costa del Atlántico - Costa
del Pacífico), y por el otro, debido a la presión que desde el norte ejerce la
Federación de Rusia en la búsqueda de una salida a los mares calientes y al
océano Índico e Pacifico, atentan principalmente contra Occidente, mediante
la instrumentalización de las diferencias religiosas que históricamente ha
tenido contra la civilización judeocristiana17. Finalmente, no se puede dejar de
mencionar a la Republica de India y su expansión hacia el Océano Indico. En
síntesis, estos Estados están desafiando el poder que las potencias
Occidentales han ejercido en los ámbitos políticos, militar, económico,
diplomático, cultural y en el dominio sobre los mares y Océanos18.

De triunfar y expandirse estos centros (el sínico, el islámico, el ortodoxo y


el hindú, entre los cuales existe cierto grado de cooperación contra Occidente),
pudiéramos estar a las puertas de algo similar a lo que sucedió en los dos
periodos históricos antes identificados. En donde el dominio de las relaciones
internacionales, es decir, el desarrollo y control de la guerra, de la economía,
de la negociación, de la cultura, de los mares y de los océanos estuvieron en
el segundo de los ejes. Si ese proceso se terminará de llevar a cabo,
estaríamos a las puertas de una profunda transformación de las relaciones

16
Ver: Kissinger H. (2012). China. Colombia. Editorial Debate; León R. y Gachúz J. (2015). Política exterior China:
relaciones regionales y cooperación. Disponible en línea en:
http://www.observatorioasiapacifico.com/data/OBSERVATORIO.Images/FContent/temp/20150225110834Polu00EDt
icaExteriorChina-RelacionesRegionalesyCooperaciu00F3n-electru00F3nico.pdf.
17
Ver: http://elpais.com/diario/2011/01/15/babelia/1295053933_850215.html
18
Ver: http://www.politicaexterior.com/articulos/politica-exterior/el-mar-tablero-geopolitico-del-siglo-xxi/

27
internacionales, del sistema internacional, del orden/estructura internacional y
de la política internacional.

No obstante, para que ese proceso ocurra, Occidente tendría que entrar o
estar en un proceso de decadencia interna que, como bien, señala Jacob
Burckhardt en Reflexiones sobre la historia universal “En la historia la
desaparición de los pueblos va precedida siempre por un proceso de
decadencia interna, de ocaso interno. Sólo entonces puede un empuje de
fuera poner fin a todo” (ídem: 69). Ahora, si Occidente se encontrará en un
proceso de decadencia o de ocaso interno ¿hará falta entonces un proceso
similar al Renacimiento y a la Reforma Protestante? los cuales, en su
momento, sacudieron las bases de la Civilización Occidental para dar lugar a
la Modernidad y al auge de su poder.

Por eso, ese fenómeno, evidentemente choca, rivaliza y desafía los


intereses de Occidente, generando en buena medida los altos niveles de
conflictividad actual. Por eso, no es casual que la gran mayoría de los
conflictos internacionales que actualmente amenazan y ponen en riesgo la paz
y la seguridad internacionales, se encuentren en lo que Zbigniew Brzezinski
en El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus imperativos
geoestratégicos, denomina la zona global de infiltración de la violencia (ídem:
61). Eso no significa que se reduzcan a esa zona. Pero es esa área, donde se
encuentra como sostiene el autor en el capítulo 5 del libro, lo que él denomina
los Balcanes Euroasiáticos

En síntesis, actualmente, existe una guerra (no-trinitaria) declarada entre


Occidente y las potencias no Occidentales, siendo este el principal problema
en las relaciones internacionales del siglo XXI. Por eso, no es casual que,
Moisés Naím en El fin del poder. Empresas que se hunden, militares
derrotados, papas que renuncian y gobiernos impotentes: cómo el poder ya no
es lo que era, exprese que, cuando algunos procuran un cambio en el sistema

28
internacional, se asoman los fantasmas de la guerra (¿Qué tipo de guerra?
Respuesta: no-trinitaria) y la anarquía, “De hecho, cuando se altera el orden
de importancia, la jerarquía, entre potencias, lo que está en juego no solo es
el prestigio de esos países y su influencia relativa, sino la estabilidad misma
de todo el sistema internacional” (2014: 202).

Dado el contexto previamente descrito, para uno de los padres de la


interdependencia compleja, Joseph Nye el siglo XXI ha forjado nuevos
cambios en la realidad internacional. En su libro La paradoja del poder
norteamericano, expresa que, la teoría de la interdependencia compleja bajo
la globalización ha tomado nuevos matices debido a lo que él cataloga como
“La revolución de la información” (2003: 71). Esa nueva realidad, exige
nuevamente ampliar el número de actores en el sistema internacional y los
temas de la agenda internacional. Para Joseph Nye en este “mundo tan
abigarrado, (…) [existen] tres resortes de poder –militar, económico y blando-
[que] siguen siendo relevantes, aunque en grados diferentes según los
distintos tipos de relaciones” (ídem: 34). Esos tres resortes permitirán que él
autor califique el actual orden/estructura internacional como un tablero
tridimensional internacional unimultipolar, donde los principales actores son:
China, Japón, Rusia, India, Europa y por supuesto Estados Unidos. Lo
desarrollado por Nye (junto con lo anterior), permite, en parte entender y
analizar el estado actual de las relaciones internacionales.

Así, el tablero tridimensional internacional de las relaciones internacionales,


con sus respectivos procesos de interacción, es decir, de cooperación,
competición, conflictos, alianzas y coaliciones simétricas y/o asimétricas, con
sus costos y beneficios para unos y otros, está en una dinámica compleja,
heterogénea e interdependiente, interviniendo diversos actores que convergen
en diversos espacios, cada uno tratando de imponer su agenda y su voluntad
en un sistema internacional y en un orden/estructura internacional que pudiera
estar transformándose. Además, como puede observarse, los temas

29
involucrados se deben a que son muchas las variables que intervienen. Por si
no fuera suficiente, esa misma realidad que se trata de aprehender y de
aprender se encuentra en constante y continua metamorfosis debido a la
dinámica propia de las relaciones humanas. Eso trae como consecuencia el
surgimiento de nuevos problemas cuyo conocimiento, solo es posible, luego
de un tiempo y por ende es cuando pueden ser insertados en la agenda
internacional, donde cada actor va a privilegiar unos temas sobre otros, según
su poder estructural, necesidades, percepciones, identidades e intereses, los
cuales, como expone Alexander Wendt autor del constructivismo social en
política internacional en su artículo La anarquía es lo que los estados hacen
de ella: la construcción social de la política de poder, “se forman mediante
significados colectivos que están continuamente en movimiento. [Y] Como
Sheldon Stryker subraya, ´el proceso social consiste en construir y reconstruir
el yo y las relaciones sociales´” (2005: 15). (Corchetes nuestros).

No obstante, a pesar de las diferencias que puedan existir ante estos


problemas, su tratamiento es obligatorio, pues lo que siempre estará en juego
será la existencia, la supervivencia y la satisfacción de las necesidades de los
diferentes grupos sociales, es decir, de los individuos, de la comunidad, de la
sociedad, del Estado, de una región, de una civilización (Occidente) y sin
dudas de la humanidad.

Ante tal estado del arte, muchas son las variables a considerar al analizar
la política exterior de un Estado, la política internacional, el orden/estructura
internacional, el sistema internacional, las relaciones internacionales y las
Relaciones Internacionales. Por ende, muchas las razones para no despreciar
ninguna, en el presente trabajo que pretende analizar como un espacio
específico, América Latina, ha logrado enfrentar la realidad de siglo XXI, por
intermedio de un sistema internacional anárquico que se tenga conocimiento
o no, guste o no, se quiera o no, se alimenta: primero de los Estados más
débiles y menos preparados del sistema internacional debido a la desigual

30
distribución del poder y capacidades y segundo de aquellos pueblos mediocres
e ignorantes que eligen vivir en la oscuridad y en la penumbra de los tiempos.
En resumen, como afirma Alexander Wendt, esa:

Distribución de poder puede que afecte siempre a los cálculos de los


estados, pero la manera en la que lo hacen depende de las
interpretaciones y de las expectativas intersubjetivas, y depende también
de la “distribución del conocimiento” que da forma a sus concepciones de
sí mismo y del otro. (2005: 7)

1.7 Descripción del diseño de investigación

1.7.1 Diseño de investigación

El presente trabajo, se hará, seleccionando un diseño de investigación


cualitativo que permitirá responder adecuadamente a las interrogantes
planteadas en la investigación y con ello lograr los objetivos formulados. Así,
para lograr el resultado deseado, la metodología a utilizar será la investigación
documental de base bibliográfica.

1.7.2 Tipo de investigación

El tipo de investigación será analítico descriptivo. Debido a la intención de


analizar los principales enfoques teóricos-conceptuales que interpretan la
realidad internacional del siglo XXI, para luego estudiar como esas
transformaciones y cambios a nivel global han generado retos y perspectivas
en América Latina.

1.7.3 Técnicas operacionales

Las técnicas operacionales a utilizar para el manejo de las fuentes


documentales responderán a la forma de cómo recabar la información por
parte del investigador, considerando el diseño, el nivel y el tipo de la
investigación. En este sentido, se utilizaran los métodos correspondientes al
uso de fuentes bibliográficas, tales como: notas, citas y subrayado entre otras.

1.7.4 Técnicas de procesamiento y análisis de datos

31
El procesamiento y análisis de los datos de las fuentes documentales
recolectadas, serán sometidos a diferentes técnicas como la observación
documental, al análisis crítico, resúmenes analíticos y síntesis, de manera que,
sea posible apreciar, comprender y determinar las ideas y los elementos
claves de las fuentes sometidas a análisis. Esta forma permitirá lograr de
manera lógica y coherente los objetivos propuestos, en aras de responder las
interrogantes formuladas en la investigación, con la finalidad última de
construir conocimientos en la disciplina.

1.8 Propuesta capitular del marco teórico

La propuesta capitular del marco teórico será organizada de la siguiente


manera: un primer capítulo, donde se definirá qué se entenderá por relaciones
internacionales, los elementos que la integran y cómo abarca otros conceptos
básicos. El segundo capítulo, tiene como finalidad, precisar los principales
enfoques que explican las relaciones internacionales en el siglo XXI. Un tercer
capítulo que busca analizar la configuración del actual orden/estructura
internacional como un tablero tridimensional internacional y su interacción con
América Latina, para deducir sus principales retos y perspectivas. Luego, se
procederá a dar las conclusiones de la investigación; y, finalmente se hará
referencia a la bibliografía consultada.

1.9 Interrogantes de la investigación

La presente investigación dará respuesta a las siguientes interrogantes:

 ¿Qué se entiende por relaciones internacionales, elementos integradores


y otros conceptos básicos para el análisis?
 ¿Cuáles son los principales enfoques que explican las relaciones
internacionales en el siglo XXI?
 ¿Cuál es la configuración del tablero tridimensional internacional y su
interacción con América Latina, para deducir sus principales retos y
perspectivas?

32
1.10 Objetivos

1.10.1 Objetivo General

 Analizar las relaciones internacionales en el siglo xxi: el tablero


internacional y América Latina principales retos y perspectivas

1.10.2 Objetivos Específicos

 Entender que son las relaciones internacionales: elementos integradores y


otros conceptos básicos

 Estudiar los principales enfoques que explican las relaciones


internacionales en el siglo XXI.

 Analizar la configuración del tablero tridimensional internacional y su


interacción con América Latina, para deducir sus principales retos y
perspectivas.

33
CAPÍTULO II

RELACIONES INTERNACIONALES:

ELEMENTOS INTEGRADORES Y CONCEPTOS BÁSICOS

El presente capítulo tiene como finalidad desarrollar brevemente un


concepto de política, sus dos dimensiones y binomios, para luego describir
cuales son los dos criterios para analizar los cambios políticos. Esas
definiciones básicas, son el punto de partida para definir y precisar que se
entiende por relaciones internacionales, sus elementos integradores y otros
conceptos básicos sobre la materia.

Eso permitirá conocer los instrumentos (medios) teóricos-conceptuales


elementales que todo analista debe manejar al momento de realizar un análisis
de la realidad internacional. Así mismo, hay que entender y explicar cómo se
relacionan entre sí al momento de un estudio. El conocimiento, manejo y la
relación de esos conceptos básicos, son debidamente aplicados en el presente
Trabajo Especial de Grado, por eso la importancia y relevancia del presente
capítulo. Finalmente, esos instrumentos teóricos-conceptuales a definir son: la
política; los dos criterios para analizar los cambios políticos; las relaciones
internacionales y sus cuatro tipos de procesos; el sistema internacional; el
orden/estructura internacional; la política internacional; la política exterior;
Estado; el poder; la estrategia y la voluntad.

2.1 Definición general de política

Para el pensamiento político occidental la política en esencia (implícita o


explícitamente) gira en torno al poder y al conflicto (bien a lo interno o bien a
lo externo de una unidad político-territorial independiente, de un Estado o de
una civilización). Max Weber en El político y el científico definió la política
como “El esfuerzo por compartir el poder o por influir en su distribución, ya sea
entre los Estados, o en el interior del Estado. Entre los grupos humanos que
comprende” (1987: 58). Por eso “Quien actúa en política se esfuerza por

34
obtener el poder, bien como medio para servir a otros fines, ideales o egoístas,
o como ´poder por el poder mismo´, es decir, para gozar del sentimiento de
prestigio que confiere” (Ídem: 59). Para Bhikhu Parekh en Pensadores
políticos contemporáneos “La política es una actividad práctica que trata de la
forma en que vivimos colectivamente, de cómo manejamos nuestros asuntos,
de cómo hacemos nuestras elecciones, de cómo resolvemos nuestras
diferencias y así sucesivamente, y suscita necesariamente temas morales”
(2005: 9)

Manuel García-Pelayo en su Idea de la Política, señala que, la política se


desenvuelve en dos dimensiones. Una estática que surge con fundamento en
un sistema de valores que justifica y legitima un orden que permite el mayor
grado de convivencia política pacífica a nivel nacional o internacional. Se
destacan los conceptos de paz, orden y justicia. La otra dimensión es dinámica
y está presidida por la tensión y el conflicto que se desarrolla entre “conjuntos
o constelaciones de Estados, sea entre Estados particulares, sea, dentro de
éstos, entre partidos, camarillas, intereses e ideologías; la política se nos
muestra desde esta perspectiva como una pugna entre fuerzas o grupos”
(1999: 5). Se destacan los conceptos de lucha, poder y voluntad. Esta
dimensión “es propia de las épocas críticas en las que se pretende poner al
desnudo o desenmascarar las apariencias de las cosas” (Ídem: 10), porque,
no es posible desenmascarar las cosas ni “actualizar un sistema de valores
configurado en un ideal de justicia sin un poder capaz de quebrantar las
resistencias que se le opongan” (Ídem: 21). En todo caso, ambas conviven en
una constante interrelación de tiempo y espacio, porque entre ambas existe
“una especie de correlación dialéctica” (Ídem: 20), de donde surgen los
siguientes binomios:

1. Justicia-Poder: La historia de la política en buena parte se puede


resumir como “el intento de vincular un sistema axiológico al poder

35
político, la búsqueda por parte del espíritu, de la fuerza histórica capaz
de materializarlo” (Ídem: 21).
2. Lucha-paz: La lucha (el conflicto) se encuentra presente en las
relaciones humanas. Se desarrolla en los más diversos planos donde
este se desenvuelve, porque en el fondo consiste en ser o no ser, en
existir o no existir, en ser reconocido o no ser reconocido, en ser visible
o en ser invisible. Por tal razón, es difícil eliminarla. Sólo que,
dependiendo del momento histórico y de las fuerzas profundas e
intereses en juego, ese conflicto para decirlo en términos de la Teoría
de los Juegos podrá ser existencial o agonal. En las relaciones
internacionales, este binomio se refleja mediante los procesos o
interacciones de tipo conflictivo (la guerra) y de tipo pacifico (la
cooperación y la competencia).
3. Voluntad-Razón: Toda “acción política ha de saber darse a sí misma
cuenta y razón de la naturaleza, de la necesidad, de la posibilidad, pues
sin ello se aniquila a sí misma transformándose en agitación estéril o
en frustración” (Ídem: 35). Por eso, toda voluntad (acción política) debe
estar precedida de un análisis racional (medios y fines) que le permita
saber y precisar: a) ¿Qué se quiere? b) ¿Qué se puede? c) ¿Cómo hay
que saberlo? d) ¿Cuándo hay que hacerlo? e) ¿Dónde hay que
hacerlo? y f) ¿Cuál es la intención que se busca realizar?. En síntesis,
toda acción política para que sea exitosa debe apoyarse en un cálculo
racional, es decir, en un cálculo de los medios con que se cuenta para
poder alcanzar los fines propuestos.
4. Orden-Justicia: Para mantener, defender, expandir o modificar el orden
establecido, es necesario la articulación de un sistema axiológico que
maneje una idea de justicia (concepción normativa) aceptada por la
mayoría (legitimidad). Un cambio en los valores y principios que rigen
una sociedad (nacional o internacional), no es otra cosa que, un cambio
en lo que se considera justo o no dentro de esa sociedad y eso altera

36
el orden de esa sociedad (nacional e internacional). Esa constante,
continua y periódica actualización, es lo da origen a la lucha y nos
repone al binomio inicial de justicia-poder. Para decirlo con Henry
Kissinger en Un mundo restaurado: la política del conservadurismo en
una época revolucionaria, lo cual aplica, para lo interno de un Estado y
para lo externo de un Estado “sin orden no puede existir la vida social
[interna o internacional], y sin autoridad no hay orden [interno o
internacional]” (1973: 255). Quizás este es el motivo, por el cual, para
García-Pelayo “la esencia del poder es siempre idéntico [el conflicto, el
dominio, imponer la voluntad sea a lo interno o a lo externo de una
unidad político territorial independiente, de un Estado o de una
Civilización], la estructura del poder puede ser más o menos la misma
[burocracia, ejército, finanzas, relaciones exteriores], pero la estructura
política formada en torno a ese poder es distinta si son distintos los
valores a los que sirve [monarquía, tiranía; aristocracia, oligarquía;
democracia, demagogia; república]” (García-Pelayo. 1999: 22).
(Corchetes nuestros).

2.2 Dos criterios para analizar los cambios políticos


Para analizar los cambios políticos es posible hablar de dos grandes
criterios. Unos dando mayor importancia a los elementos externos, sostienen
que, su importancia, es de tal magnitud que, influyen de una manera decisiva
sobre la realidad interna. Eso se logra mediante la configuración de una
presencia o sujeto externo que, como expresa Reinhart koselleck en Futuro
pasado: para una semántica de los tiempos históricos, permite a toda “Una
unidad social o política de acción [constituirse] mediante conceptos en virtud
de los cuales delimita y excluye a otras, es decir, en virtud de los cuales se
determina a sí misma” (1993: 206). Esa “distinción ayuda a fundamentar tanto
la organización interna como la política exterior” (Ídem: 214). Otto Hintze en
Historia de las formas políticas con base en la evolución histórica Europea,

37
expresa “si la forma exterior de los Estados, que las más de las veces está
condicionada por momentos de política exterior, influye sobre la estructura
interna, es decir, sobre su constitución” (1968:16). Esa forma exterior
condiciona la configuración de los Estados:

…en oposición al desarrollo social interno, todo lo que atañe a la


delimitación exterior, la magnitud y la figura, la trabazón apretada o laxa,
incluso la composición ética del Estado. (…). La configuración de los
Estados crea el terreno firmemente delimitado sobre el cual puede
desplegarse el desarrollo social. Pone los cimientos para la vida estatal
y para la forma del gobierno. (Ibíd)

Esa configuración de los Estados se da a través de “la guerra y la


colonización, de la conquista y del asentamiento pacífico, de la fusión y de la
segregación de fragmentos, todo ello bajo el cruzamiento y asilamiento
alternativos de razas y culturas, de tribus y lenguas entre sí” (Ídem: 17). Esta
forma de análisis tiene gran arraigo en el pensamiento político europeo. Sirve
para definir lo que se es a lo interno, contraponiéndolo a la presencia de un
sujeto externo desconocido que, como bien señala Sheldon Wolin en Política
y perspectiva: continuidad y cambio en el pensamiento político occidental
genera “el temor a una fuerza intrusa que disolvería la trama de las relaciones
políticas y sociales, [es] un elemento constitutivo del pensamiento occidental
[desde] la época en que los griegos tomaron conciencia del Imperio Persa”
(1973: 115). Posteriormente, esa idea se verá reforzada con otros hechos
similares como el temor que causó la presencia musulmana en Europa
durante parte de la Edad Media y con la presencia de Gengis-Khan cuando
en 1241 conquistara Polonia y Hungría amenazando la existencia del orbe
romano-cristiano, generando como dice Manuel García-Pelayo en Formas
políticas de la alta edad media, el temor mogol que quedó grabado “en el
inconsciente colectivo de los pueblos europeos para surgir de tiempo en
tiempo bajo el mito del <<peligro amarillo>>, nueva versión del Gog y

38
Magog19” (2003: 21). Hoy el peligro islámico y el peligro amarillo, han revivido.
La actual expansión islámica, bajo la presencia del Estado Islámico y el
traslado del poder económico y financiero a la Costa del Pacifico
especialmente a la República Popular de China lo comprueban.

Otros siguiendo el método critico-negativo heredado de Heráclito de Éfeso


y de Platón, que en Hegel se transformó en el método dialéctico o negación
de la negación y que Marx adoptó a su modo, sostienen como señala Irving
Zeitlin en Ideología y teoría sociológica que, una cosa llega a ser verdadera
“<<solamente en el proceso de superar esta negatividad, de modo que el
nacimiento de la verdad exige la muerte del estado dado del ser (…) Todas
las formas son atrapadas por el movimiento disolvente de la razón, que las
anula y las altera hasta que llegan a adecuarse a su noción>>” (1982: 104).
Los partidarios de este método ven en las ideas y en la realidad interna y sus
vínculos constitutivos entre sí y con el exterior la esencia de toda crisis del ser,
es decir, ven en las ideas y en la realidad interna las condiciones que generan
y propugnan el constante devenir, el constante cambio, ya que el:

… desarrollo de las cosas es un automovimiento, interno y necesario, y


que, en su movimiento, cada cosa se encuentra en interconexión e
interacción con las cosas que la rodean. La causa fundamental del
desarrollo de las cosas no es externa sino interna; reside en su carácter
contradictorio interno. (…). El carácter contradictorio interno de una
cosa es la causa fundamental de su desarrollo, en tanto que su
interconexión y su interacción con otras cosas son causas secundarias.
(Mao. 2001: 3)

Desde el punto de vista epistemológico, el método crítico-negativo de Hegel


se opone al modelo empírico inglés. Al método de Hegel los epistemólogos

19
Mención especial, por su significación en las concepciones históricas y escatológicas de la época, merecen los
pueblos de Gog y Mogog, simbolización del mito de un lejano enemigo, casi infrahumano pero dotado, no obstante,
de una misión histórica (…) de invadir con sus hordas el pueblo de Dios antes del fin de los tiempos. Para la visión
medieval expresaron, además, los pueblos que en cada momento histórico constituyeron una amenaza a la
cristiandad, como los godos, los hunos, los árabes, los normanos, los turcos, los magiares y los mogoles, es decir,
pueblos que vienen del norte y, en especial, de Oriente pues como resultado de la vinculación de los textos y
tradiciones judeo-cristianas con la leyenda de Alejandro, predominaba la idea de que tales pueblos míticos se
encontraban en el Caspio, de donde saldrían al fin de los tiempos, bien como tropa que precede, bien como tropa que
sigue al anticristo. (García-Pelayo. 1991: 790)

39
franceses e ingleses le opondrán el modelo empírico-positivista. A este modelo
empírico-positivista se opondrá Marx retomando el método dialectico.
Posteriormente, al método de Marx y a los contextualistas, se le opondrá el
método neopositivista del Círculo de Viena y de la filosofía analítica. Para Irving
Zeitlin los métodos epistemológicos empírico, positivista y neopositivista,
tienen en su esencia el problema de que sólo estudian y entienden aquellos
fenómenos como verdaderos “en la forma en que se dan inmediatamente. Al
rechazar los conceptos universales y reducir la verdad a lo observable y
verificable en forma inmediata, los positivistas [y los neopositivistas] excluyen
<<del dominio del conocimiento todo lo que todavía no puede ser un hecho>>”
(Ibíd).

No obstante, para quien suscribe, la razón de fondo del rechazo del método
critico-negativo es más compleja. Se encuentra conectada a la esencia de la
Modernidad. La Modernidad para desmantelar el aparato teórico-conceptual
del Orden Político Feudal y su Constitución Estamental, tuvo que separarse de
las conexiones que ese orden político tenía con el pensamiento de Platón,
quien, usa el método dialectico y la retórica a través de sus diálogos.

En resumen, ambos criterios deben ser debidamente observados al


momento de realizar un análisis de la realidad interna y externa de una unidad
político-territorial independiente, de un Estado o de una Civilización.

2.3 Definición de relaciones internacionales


Como se puede observar, la política gira en torno al poder y al conflicto que
sobre el poder puede darse a lo interno de una unidad político-territorial
independiente o de un Estado y a lo externo de una unidad político-territorial
independiente, de un Estado y de una civilización. Por eso, sus dimensiones,
sus binomios y sus criterios sirven de marco general para el análisis.
Cuando se hace referencia a la segunda hipótesis, se está en el ámbito de
las relaciones internacionales, es decir, del conjunto de “relaciones

40
transfronterizas [que se producen o se generan] entre distintos actores”
(Bizzozero. 2011: 25-26) del sistema internacional. Para Esther Barbé citando
a Holsti las relaciones internacionales se refieren “a cualquier interacción, sea
o no iniciada por un gobierno, entre los miembros de sociedades separadas”
(ídem: 125). Esas relaciones transfronterizas o interacciones como señala
Esther Barbé generan que “las relaciones internacionales [sean] relaciones
sociales que inciden en la distribución del poder a nivel mundial” (Ibíd.). Esas
relaciones transfronterizas, interacciones o relaciones sociales que inciden en
la distribución del poder mundial, pueden ser ordenadas en las siguientes
áreas (o como las denomina Esther Barbé procesos que están profundamente
interconectados, por eso la estrategia es y debe ser global):

1. La negociación (Diplomacia – cooperación): siguiendo la definición de


Henry A. Kissinger en Un mundo restaurado: la política del
conservadurismo en una época revolucionaria, consiste en:
…el arte de relacionar a los Estados entre sí por el consentimiento
antes que por el ejercicio de la fuerza, por la presentación de un
campo de acción que concilie las aspiraciones particulares con un
consenso general. Porque la diplomacia depende de la persuasión
y no de la imposición, presupone un marco determinado, ya sea
mediante un acuerdo sobre un principio legitimador, o teóricamente
a través de una interpretación idéntica de las relaciones de poder,
aunque esto último resulta sumamente difícil de lograr en la práctica
(1973: 414)
Adicionalmente, agrega el académico y diplomático estadounidense
que:
En toda negociación se entiende que la fuerza es el último recurso.
Pero el arte de la diplomacia consiste en mantener esta amenaza
en potencia, conservar su magnitud indeterminada y utilizarla sólo
en última instancia. Porque en cuanto el poder se convierte en
realidad, las negociaciones propiamente dichas cesan. Una
amenaza del empleo de la fuerza que no se cumple no regresa la
negociación al punto en que se encontraba antes de que la misma
se formulase. Destruye por completo la posición de negociación
porque no es una confesión del poder finito sino de impotencia
(ídem: 221)

41
Como señala el mismo autor en La Diplomacia, mantener la “posición
negociadora de un país depende de las opciones que se vea que tiene.
Reducirlas favorece los cálculos del adversario y reduce la de los
practicantes de la Realpolitik” (2004: 121).

2. La economía (competencia) genera los medios (actuales y/o


potenciales) con que cuenta un Estado para negociar o ejercer la fuerza
como último recurso y abarca las siguientes áreas: i. Finanzas. ii.
Producción: (manufactura industrial y agrícola). iii. Tecnología
(educación). iv. Infraestructura (energía - materias primas - transporte
– comunicaciones). v. Distribución. vi. Intercambio. vii. Consumo.
Siguiendo a Fernando Frade Merino en La Guerra Psicológica, por
económica se entiende el estudio del “conjunto de procedimientos de
que se vale una sociedad para aprovechar los recursos de todas clases
de sus medios, necesarios o útiles para su vida, así como el modo en
que los escoge, transforma, usa, distribuye y hasta el modo en que
aprovecha los restos que van quedando en estas fases” (1994: 34) con
el fin último de satisfacer las demandas y necesidades materiales de
esa sociedad. De esa definición se destacan dos características: 1. Los
recursos son escasos y 2. La escases genera la eficiencia en su
búsqueda, manejo, transformación, distribución y consumo, puesto
que, como precisa Domingo Maza Zabala en Metodología
macroeconómica:
…la escasez de los recursos y medios para la creación de riqueza
y, por tanto, de la riqueza misma, impone restricciones y
limitaciones a la conducta humana –individual y social-, de tal
manera que se hace indispensable tomar decisiones para ajustar
objetivos y medios entre sí, estableciéndose condiciones de
compatibilidad, viabilidad y necesidad.

Tan importante como la maximización de la riqueza social –objetivo


de la productividad- es la distribución óptima del producto creado,
no sólo entre los titulares de los factores productivos sino también
entre los miembros de la sociedad como tales, de modo que la
economía, como disciplina científica del conocimiento, tiene como

42
objeto descubrir y establecer las leyes de la creación y la
distribución de la riqueza, inherentes a cada sistema social, a las
cuales están vinculadas las leyes de acumulación y de la
productividad, como leyes históricas objetivas. (2000: XXIV)

Por otra parte, con base en lo anterior, a grosso modo la economía


puede ser divida en las siguientes áreas: i) Financiera (nacional e
internacional): es la existencia de un sistema monetario estable y
confiable necesario para establecer el valor de los productos
permitiendo su intercambio, así como, para otorgar los prestamos
necesarios para ser invertidos en el aparato industrial, agrícola y
tecnológico. ii) Manufactura (industrial-agrícola-tecnología): producir los
bienes que una sociedad necesita para su subsistencia y satisfacción
de necesidades. Además, generar un excedente para ser comerciado
(intercambiado) con otras sociedades. Para ello, es indispensable el
uso de la tecnología que permita transformar la materia prima en bienes
necesarios y óptimos para satisfacer las necesidades de los individuos.
iii) Comercial: esos bienes manufacturados, es decir, producidos, deben
ser vendidos y distribuidos en el mercado interno para satisfacer las
necesidades materiales de una sociedad y en el mercado externo para
generar un excedente financiero que permita adquirir materias primas
necesarias al proceso manufacturero y seguir produciendo. Ninguna
sociedad posee todos los bienes (recursos o materias primas)
existentes. iv. Contar con una infraestructura: que haga posible y facilite
el libre tránsito y distribución de los bienes y servicios producidos; y
finalmente, v. Tener un control (seguridad): que permita ejercer un
dominio, poder, vigilancia, supervisión y control sobre las rutas
marítimas y terrestres por donde fluya el comercio con el fin de asegurar
el flujo normal de las mismas sea a nivel interno y/o externo, para tener
acceso a las fuentes o materias primas necesarias para abastecer el
aparato industrial interno que permita la producción, la distribución, el
comercio y el consumo.

43
Ahora, dependiendo de la capacidad de un actor internacional (unidad
político-territorial independiente, de un Estado o de una Civilización) de
controlar, influir o dominar estos elementos dependerá su posibilidad de
contar con mayores o menores recursos (medios) de manera actual y/o
potencial para ejercer su voluntad política a escala nacional, continental
(regional) o global (mundial). Oswald Spengler en su libro Años
decisivos: Alemania y la evolución histórica universal, lo sistematizó de
la siguiente manera “la economía no es un reino independiente; está
indisolublemente ligada a la gran política [relaciones internacionales:
negociación-economía-guerra]; [por eso] no es concebible sin una
vigorosa política exterior y con ello dependiente en último término del
poderío militar del país en el cual vive o muere” (1962: 165). (Corchetes
y negrillas nuestras).

3. La Guerra (conflicto): Siguiendo a Barthelémy Courmont en su obra La


guerra, puede ser definida como “la oposición frontal o no, de al menos
dos beligerantes, de fuerza igual o asimétrica, que desemboca en
enfrentamientos que pueden revestir distintas formas” (2010: 12).
Martin Van Creveld en su libro La transformación de la guerra, la define
como:
…una competencia violenta entre dos oponentes cada uno
gobernado por una voluntad independiente y hasta cierto punto libre
de hacer lo que le convenga. La necesidad de concentrar la mayor
fuerza posible y asestar un golpe demoledor en el punto decisivo
continuará chocando con la necesidad de la astucia, engaño,
decepción y la de sorprender al enemigo. La victoria, siempre
estará del lado de quien mejor entienda como balancear estos dos
requerimientos contradictorios, no en forma abstracta sino en una
oportunidad específica, en un lugar específico y contra un enemigo
específico (2007: 304)

La guerra en esencia puede tomar dos formas: bajo la concepción


trinitaria o limitada expuesta por Karl Von Clausewitz en su obra ya
clásica De la guerra y bajo la concepción no trinitaria o total expuesta
por Martin Van Creveld su libro La transformación de la guerra. En

44
ambos casos el fin último es hacer uso de un “acto de fuerza… [para]
imponer la voluntad al adversario.” (Clausewitz. 2003: 18). Por medio
de ese acto de fuerza (violencia política) las unidades político
territoriales independientes, los Estados o las civilizaciones pretende
imponer su voluntad a otras unidades político territoriales
independientes, a otros Estados o a otras civilizaciones. No obstante,
siguiendo a Clausewitz, hay que dejar claro que la guerra es “un arma
[medio] de negociación política… que no es… independiente en sí
misma” (Ídem: 239). Es un instrumento (medio) de disuasión,
proyección y/o imposición de la voluntad de los actores políticos, bien
hacia el interior o bien hacia el exterior de las unidades políticas
territoriales independientes, de los Estados o de las civilizaciones.
(Corchetes nuestros)
Pierre Célélier en Geopolítica y geoestrategia sostiene que “Durante
siglos las guerras entre países diferentes no tuvieron otra causa, más
o menos evidente, que la conquista: de territorios, de recursos, de
poblaciones” (Ídem: 122). De eso resulta que “la guerra no pertenece
ni a la esfera de las artes ni a la de las ciencias, sino al de la existencia
social. Es una disputa de intereses superiores que sólo se distingue de
otras disputas porque se resuelve con el derramamiento de sangre”
(Ídem: 149). Esos intereses superiores en esencia son reducibles al ser
y estar o al no ser y al no estar, en fin a existir o no existir. Por eso la
guerra puede transformase en términos de Clausewitz de limitada a
absoluta. En términos de Carl Schmitt el adversario se transforma en
enemigo. En términos de la teoría de los juegos el conflicto agonal se
transforma en conflicto existencial. En síntesis, como dice Sun Tzu en
El arte de la guerra, “La guerra es un asunto de importancia vital para
el Estado, es la provincia de la vida y de la muerte, el camino que lleva
a la supervivencia o a la destrucción” (2000: 33). (Corchetes y negrillas
nuestras).

45
4. Finalmente, esas interacciones pueden ser de naturaleza cultural y está
referida a los principios y valores esenciales que definen, delimitan,
diferencian y excluyen a una comunidad, a una sociedad, a un Estado
y/o a una civilización de otras. Esto se logra como expresa Reinhart
koselleck en Futuro pasado: para una semántica de los tiempos
históricos, “mediante conceptos en virtud de los cuales [una
comunidad, una sociedad, un Estado y/o una civilización se] delimita y
excluye a otras, es decir, en virtud de los cuales se determina a sí
misma” (1993: 206).
Al relacionar los conceptos anteriores, se observa que, con los medios
disponibles se está en el campo de la economía. Pero, al adecuar esos medios
escasos a la obtención de fines políticos (sean de expansión, mantenimiento
o defensa) y a la satisfacción de las necesidades se entra en contacto (se
tenga conocimiento o no, se quiera o no, guste o no) con el sistema
internacional, con el orden/estructura internacional y con la política
internacional. Eso implica diseñar obligatoriamente una política exterior con
base en el interés nacional definido en términos de poder. Una política exterior
definida en esos términos, tiene que, coordinar y articular de manera racional
(medio-fines) ese poder mediante: 1. Una diplomacia que maneje las
negociaciones para obtener la mejor y mayor cantidad de recursos
económicos, materiales, políticos, culturales y morales que permitan
satisfacer las distintas necesidades al menor costo posible; y 2. Un aparato de
guerra para mantener, expandir o defender la voluntad propia ante los
diversos actores (internos-externos y/o legales-ilegales).

2.4 Definición de sistema internacional, orden/estructura internacional,


política internacional, política exterior y Estado

Como se señaló precedentemente, cuando un actor internacional


(entiéndase una unidad político-territorial independiente, un Estado o una
Civilización), adecua sus medios escasos a la obtención de fines políticos y a

46
la satisfacción de las necesidades del colectivo, entra en contacto con las
relaciones internacionales. Esas relaciones internaciones se desarrollaran
dentro de un sistema internacional, un orden/estructura internacional y una
política internacional, ante lo cual, hay que elaborar una política exterior. Por
eso, resulta importante definir brevemente estos conceptos:

1. El sistema20 internacional siguiendo a Bizzozero es aquel que:


posibilita identificar las interacciones entre los distintos actores, los
cuales obedecen a determinadas lógicas y son regulares y
predecibles en el tiempo, por lo que un cambio afecta
necesariamente a los demás actores, en la medida que se ajustan
a determinadas previsiones, en un marco de racionalidad limitada”
(Ídem: 173).
Esther Barbé define el sistema internacional con base en tres elementos
o variables que permiten y facilitan el análisis: 1. Los actores; 2. La
estructura; y 3. El proceso. Así, el Sistema internacional “está
constituido por un conjunto de actores, cuyas relaciones generan una
configuración de poder (estructura) dentro de la cual se produce una
red compleja de interacciones (proceso) de acuerdo a determinadas
reglas [orden]” (Ídem. 133). La principal característica del sistema
internacional es su naturaleza anárquica, consecuencia directa de la
ausencia de una autoridad central superior, legítima, legal y común a
todos los actores del sistema internacional. En ese ambiente anárquico,
los actores deben y tienen que, en un primer momento, de manera
inexorablemente garantizar su propia supervivencia mediante la
autoayuda, el poder y sus capacidades.

2. No obstante, a pesar de esa anarquía, todo sistema internacional por


intermedio de sus actores, tiende a buscar y a encontrar una estabilidad
relativa. Esa estabilidad relativa que buscan los actores, principalmente

20
Se entiende por sistema “un conjunto de componentes dotados de ciertas propiedades y atributos, los cuales están
unidos entre sí por conexiones indirectas o directas de interdependencia. De tal manera que, un cambio en uno de
ellos pronto produce efectos inmediatos sobre los demás y están unidos también por conexiones de feed-back o
retroacción, de modo que, quiere decirse con esto, que el efecto de un acontecimiento vuelve a operar a su vez; o
sea, opera sobre su causa” (García-Pelayo. 2008: 16-17).

47
los Estados, para decirlo con Kenneth Waltz en su libro Teoría de la
política internacional (1988: 150), se basa en la desigual distribución de
capacidades para el logro de los objetivos entre las unidades. Por lo
tanto, esa estabilidad relativa tiene como fin, instituir un
orden/estructura internacional que va a estar representado por la
“configuración de fuerzas entre las principales unidades de la época”
(Bizzozero. 2011: 176). Esther Barbé lo define como “la configuración
de poder generada por las potencias del sistema” (ídem: 211).
La idea de orden/estructura internacional siguiendo a Barbé sirve “para
establecer los límites dentro de los que se mueven los actores en su
conjunto” (Ibíd.). Luego, como precisa Alexander Wendt, Kenneth Waltz
define el orden/estructura internacional “según tres dimensiones: los
principios constitutivos (en este caso, la anarquía), los principios de
diferenciación (que aquí se abandonan), y la distribución de
capacidades” (Ídem: 7). Pero hace falta determinar que “Para pasar de
la estructura a la acción, necesitamos añadir una cuarta dimensión: la
estructura de identidades e intereses construida de forma intersubjetiva
dentro del sistema” (Ídem: 11). Así, de acuerdo al momento histórico en
estudio, a los principios constitutivos, a los principios de diferenciación,
a la desigual distribución de capacidades y a la estructura de
identidades e intereses, ese orden/estructura internacional podrá ser: 1.
Imperial; 2. Hegemónico; 3. Equilibrio de poder (concierto Europeo o
Guerra Fría); 4. Unimultipolar, y 5. Multipolar. Esos modelos o tipos de
orden/estructura se deben a la “Creación, cambio y desaparición de un
sistema internacional” (Ídem: 217).

3. En el marco de ese sistema internacional, jerarquizado mediante un


orden/estructura internacional concreto en un momento histórico
determinado, un Estado podrá interactuar [procesos: 1. Cooperar
(diplomacia); 2. Competir (economía) o 3. Entrar en conflicto (guerra)],
con diferentes políticas exteriores del resto de los Estados (y con la

48
actuación más limitada del resto de los actores del sistema
internacional). Esas interacciones o procesos van a tomar esas tres
características fundamentalmente debido a dos cosas: 1. Por la
escasez de recursos o bienes existentes (sean reales o potenciales); y
2. Por la incompatibilidad de valores y principios axiológicos que
configuran una noción o idea de justicia en un cuerpo social (Barbé.
2003: 220). Este proceso dinámico de interacción podrá afectar de
diferentes formas al sistema internacional y al orden/estructura
internacional (sea para mantenerlo, desgastarlo, transformarlo). Esa
dinámica, generará que las diversas políticas exteriores de cada uno de
los Estados concurran en la arena internacional, dando lugar a lo que
se conoce como política internacional, es decir, el “comportamiento del
Estado y las interacciones con otros Estados” (Bizzozero. 2011: 25). En
síntesis, la política internacional será la sumatoria de las diferentes
políticas exteriores que convergen en la arena internacional. Por eso,
para Jean-Baptiste Duroselle en Todo imperio perecerá: teorías sobre
las relaciones internacionales, señala que, en la política internacional
se busca “doblegar la voluntad del extranjero. Los métodos se reducen
a cuatro grandes tipos: 1) la persuasión; 2) el regateo; 3) la amenaza, y
4) el uso de la violencia” (2000: 135)

4. Ante el ambiente descrito, todo Estado, se ve en la inexorable y obligada


necesidad de diseñar una política exterior delineada con base en el
interés nacional21 definido en términos de poder. Eso como expresa
Henry Kissinger en La Diplomacia, es lo que, algunos autores
denominan Realpolitik22, es decir, “una política exterior basada en

21
Siguiendo a Kenneth Waltz en su obra Teoría de la política internacional, el interés nacional significa que: tras haber
examinado sus requerimientos de seguridad, ese país intenta satisfacerlos. Esto es un hecho simple, y también
importante. Implícita en el concepto de interés nacional está la noción de que los movimientos diplomáticos y militares
deben ser cuidadosamente planeados si no se quiere arriesgar la supervivencia del Estado. (1999: 199).
22
Ver: Viroli M. (2009). De la política a la razón de estado: la adquisición y transformación del lenguaje político (1250-
1600). Madrid España. Ediciones AKAL; Botero G. (1962). La razón de estado y otros escritos. Caracas. Instituto de
Estudios Políticos, Facultad de Derecho UCV; Naudé G. (1964). Consideraciones políticas sobre los golpes de estado.
Caracas. Instituto de Estudios Políticos, Facultad de Derecho UCV; Foucault M. (2009). Seguridad, territorio,

49
cálculos de poder y en el interés nacional (ídem: 133). Así, la política
exterior son los lineamientos racionales que se encargan de la
proyección de los intereses del Estado, en el sistema internacional. Esta
proyección se expresa de manera: 1. Pacífica (uso de la diplomacia-
cooperación- y el intercambio económico-competencia-). Desde una
perspectiva de la Teoría de los Juegos representan un juego no suma
cero; y 2. Violenta (la guerra) que desde una perspectiva de la Teoría
de los Juegos representa un juego suma cero.

5. Finalmente, la política exterior sólo la hacen los Estados. Entendiendo


por Estado la definición de Max Weber como “aquella comunidad
humana que en el interior de un determinado territorio –el concepto del
´territorio´ es esencial a la definición- reclama para sí (con éxito) el
monopolio de la coacción física legitima” (2008: 1056). Así, a lo interno
de sus fronteras se centralizará el poder y la autoridad, evitando con
ello la anarquía.
Hablar del Estado, implica hablar brevemente de la forma en que
Occidente se ha organizado políticamente. El punto de partida es la idea
de un individuo libre que crea un Estado, con una forma de gobierno y
una sociedad civil. Por eso, en Occidente la organización política a lo
interno del Estado, se complementa con: 1. Un individuo libre. 2. Una
forma de gobierno (republicana-hoy democrática) y 3. Una sociedad
civil (hoy globalización). Esas cuatro ideas (individuo-Estado-
Republica-Sociedad Civil) representan la teoría política de occidente
bajo el Paradigma de la Modernidad y constituye su modo de
organización política.
Ahora, no es casual (como veremos) que el autor que sirva como
fundamento para el periodo optimista sea Immanuel Kant. En Sobre la

población: curso en el Collègede france (1977-1978). México. Fondo de la Cultura Económica. Tercera reimpresión.
Foucault M. (2008). El nacimiento de la biopolítica: curso en el Collègede france (1978-1979). México. Fondo de la
Cultura Económica. Primera reimpresión.

50
Paz Perpetua sistematiza dicho Paradigma. Hegel hará lo propio, para
sentar las bases de la organización política del Estado (Imperio)
Alemán, luego de las Guerras Napoleónicas. Agregando, como señala
Jacob Burckhardt que en su Filosofía de la Historia, la historia universal
es una evolución hacia la libertad, porque en “Oriente sólo era libre uno,
en los pueblos clásicos lo eran unos pocos y los tiempos modernos
hacen libres a todos. Y asimismo encontramos en él la teoría,
cuidadosamente introducida, de la perfectibilidad, es decir, de lo que
suele llamarse progreso” (1971: 45). En resumen, las ideas de
democracia, globalización y el multiculturalismo, no serán más que, una
aplicación y una extensión del Paradigma de la Modernidad a las
relaciones internacionales y la Teoría de las Relaciones
Internacionales.

2.5 Definición de poder, estrategia y voluntad

2.5.1 Definición de poder

Si las relaciones internacionales, el sistema internacional, el


orden/estructura internacional, la política internacional y la política exterior
giran en torno al poder, se tiene que, siguiendo a Manuel García-Pelayo en su
ensayo Auctoritas el poder es “la posibilidad de sustituir la voluntad ajena por
la propia en la determinación de la conducta de otro o de otros, mediante la
aplicación potencial o actual de cualquier medio coactivo, o recurso psíquico
inhibitorio de la resistencia” (1998: 5). Para David Held en La democracia y el
orden global: del Estado moderno al gobierno cosmopolita, es “la capacidad
de los agentes, las agencias y las instituciones sociales para mantener o
transformar su ambiente, social o físico; y se refiere a los recursos que
constituyen esta capacidad y las fuerzas que moldean e influyen sobre su
ejercicio “(1997: 208-209). Esos medios pueden ser: 1. Directo mediante el uso

51
de la violencia (guerra) o 2. Indirectos mediante el uso de la auctoritas23, la
influencia (disuasión)24, el poder blando25 y el poder estructural26.

Finalmente, todo poder es aplicado: 1. Sobre un espacio y los recursos que


contiene. Las áreas del conocimiento humano que se ocupan de su estudio
son la geopolítica y la geoestratégica, esta última como expresa Zbigniew
Brzezinski en El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus
imperativos geoestratégicos es “la gestión estratégica de los intereses
geopolíticos” (1998: 11-12); y 2. Sobre los seres humanos que ocupan o se
encuentran sobre ese espacio y el conjunto de relaciones y cosas que se
producen y reproducen entre ellos. Las áreas del conocimiento humano que
se ocupan de su estudio, es decir, de cómo se influye o no sobre las personas
son las operaciones psicológicas (bajo la propaganda-contrapropaganda
como concepto base de donde se desprenden las acciones psicológicas y la

23
Manuel García-Pelayo en su ensayo Auctoritas lo define como “la posesión de cualidades valiosas de orden
espiritual, intelectual o moral, lleva siempre adheridas unas cualidades axiológicas que hacen sentir el seguimiento
como un deber. No significa jamás una anulación de la personalidad, sino, por el contrario, una inclinación hacia lo
axiológicamente superior, lo que significa un engrandecimiento de la personalidad y, por eso, no cabe contar entre
sus fenómenos el sentimiento masoquista de la entrega o sumisión pasiva hacia el poder, ni el deslumbramiento por
el poderoso” (1998: 7).
24
Manuel García-Pelayo en su ensayo Auctoritas, la define como “la posibilidad de orientar la conducta ajena en una
dirección determinada, sea utilizando un ascendiente de origen afectivo, social o de otra especie, del influyente sobre
el influenciado, sea mostrándole explícita o implícitamente los obstáculos, inconvenientes, dificultades o
incomodidades, en un palabra, las consecuencias penosas que derivarían por acción o por omisión de una acción
contraria. No utiliza la coacción, sino la presión y, por tanto, no sustituye la voluntad ajena, pero la induce o disuade
de seguir una conducta o de realizar un acto” (1998: 6).

Para André Beaufre en su obra Disuasión y estrategia, “La disuasión tiende a impedir que una Potencia adversa tome
la decisión de emplear sus armas o, más generalmente, que actúe o reaccione frente a una situación dada, mediante
la existencia de un conjunto de disposiciones que constituyan una amenaza suficiente. Por tanto, es un resultado
psicológico el que se busca mediante una amenaza.

Semejante resultado psicológico procede de la combinación de un cálculo que lleva a comparar el riesgo a correr con
el envite y el temor producido por los riesgos con las incógnitas del conflicto. El cálculo se deriva del estudio de los
datos materiales. El temor nace de factores psicológicos complejos de orden político, social, moral, etc. Tales factores
se encuentran con frecuencia vinculados al cálculo material, aunque a veces resulten independientes de él” (Ídem:
35-36)

25
Para Josep Nye en su libro La paradoja del poder norteamericano, el poder Blando es aquel que “procede en gran
parte de nuestros valores. Esos valores se expresan en nuestra cultura, en la política interna de nuestro país y en la
forma en que actuamos en el contexto internacional “(2003: 31).
26
Para Esther Barbé el poder estructural es “la habilidad para determinar las reglas del juego en la política
internacional” (2003: 161). Sigue agregando la autora española que “el poder estructural comporta el control sobre la
seguridad, sobre la producción, sobre las finanzas y sobre los conocimientos (ciencia, técnica y cultura” (Ídem: 212).

52
guerra psicológica), las ideas, los lenguajes, los conceptos, los enunciados y
las ideologías (según el autor que se tome como referencia).

2.5.2 Definición de estrategia

Para ser efectivo (adecuación para la obtención de un fin), eficiente


(compatibilizar la motivación individual con el fin colectivo) y eficaz (obtener un
fin con el menor tiempo y costo posible) el poder debe contar con un conjunto
de medios para el logro de unos fines. Para eso los medios deben ser
articulados en torno a una estrategia. Martin Van Crevel en La transformación
de la guerra, la define como el enfrenamiento “a un oponente inteligente que
no acepta pasivamente nuestro proyecto y quien activamente lo obstruye
mientras trata de realizar el suyo” (2007: 166). Beaufre en Introducción a la
estrategia, la define como “el arte de la dialéctica de las fuerzas, o aún más
exactamente, el arte de la dialéctica de las voluntades que emplean la fuerza
para resolver su conflicto” (2002: 13). Finalmente, para Carlos Romero en
Estrategia y política en la era nuclear, “se refiere al mantenimiento y empleo
de la fuerza en sus diversas manifestaciones para la consecución de objetivos
políticos. La tarea de una doctrina estratégica consiste en trasladar el poder
potencial a una concepción política” (1979: 23).

Para Beaufre la estrategia tiene como fin “alcanzar los objetivos fijados por
la política utilizando lo mejor posible los medios de que se dispone” (Ídem: 14).
Esos objetivos pueden ser “ofensivos (conquista, imponer la aceptación de
tales o cuales condiciones onerosas), defensivos (protección del territorio o de
tales o cuales intereses) o incluso pretender sencillamente el status quo
político” (Ibíd). Para lograr esos objetivo, como precisa Martin Van Crevel, los
grandes estrategas como Moltke, Schlieffen y Lidell Hart sostienen que “el
objetivo máximo de la estrategia ha sido justamente lo opuesto: mayormente,
flanquear al enemigo, cercarlo, cortarlo, privarlo de sus suministros y obligarlo
a rendirse sin realmente haber tenido que pelear por el terreno sobre el cual
éste está parado” (ídem: 131). Ese objetivo se logrará cuando el adversario

53
y/o enemigo tome la decisión de aceptar “las condiciones que se quieren
imponer… [esta] decisión es un acontecimiento de orden psicológico [y moral]
que se quiere producir en el adversario: convencerle de que emprender o
proseguir la lucha es inútil” (Ibíd). Por ese motivo, agrega Beaufre que:

Para alcanzar la decisión, la estrategia dispondrá de una gama de medios


materiales y morales que van desde el bombardeo nuclear hasta la
propaganda o el tratado de comercio. El arte consistirá en elegir entre los
medios disponibles y en combinar su acción para que concurran a un
mismo resultado psicológico que sea lo bastante eficaz como para producir
el efecto moral decisivo. (Ídem: 15)

Con base en lo expuesto, Raymon Aron en Paz y guerra entre las naciones,
nos recuerda que “la política no puede determinar los objetivos haciendo
abstracción de los medios de que se dispone” (1995: 54). Por tanto, toda
“elección de los medios ha de estar perfectamente adaptada a las
posibilidades amigas y a las vulnerabilidades adversas” (Beaufre. 2002: 15),
para así poder lograr imponer en el otro las condiciones y las decisiones que
se pretenden.

Pierre Célélier en Geopolítica y geoestrategia, siguiendo a Foch, precisa


que la estrategia tiene tres principios: 1. Economía de fuerzas, 2. Seguridad y
3. Libertad de maniobras que permitan lograr la destrucción de las fuerzas
enemigas. Para Pierre Célélier esa destrucción de las fuerzas enemigas puede
en esencia adoptar dos modelos estratégicos:

…unos [los fuertes] preconizan una acción decisiva sobre el grueso de la


fuerza adversaria, otros [los débiles], el desgaste consecutivo con
destrucciones parciales repetidas, y evidentemente, la elección depende
también de los medios de que se dispone. Todos, lo mismo, se fundan en
una ley que no sufre más que raras excepciones: el más fuerte gana, es
preciso, por consiguiente, golpear del fuerte al débil, y el objeto de la
maniobra estratégica es ser el más fuerte en el momento y en el punto
deseados, aun cuando se disponga en conjunto de fuerzas inferiores. La
aplicación de los principios demanda previsión, preparación y ejecución.
(1965: 73) (Corchetes nuestros)

54
André Beaufre logra precisar cinco modelos estratégicos27: 1. La amenaza
directa (disuasión nuclear), 2. La presión indirecta, 3. Las acciones sucesivas
(Liddell Hart), 4. Conflicto de larga duración (Mao Tse-Tung) y 5. El conflicto
violento (Clausewitz). Así, la estrategia como dialéctica de voluntades que
emplean la fuerza para resolver un determinado conflicto, sirve a todo actor
político (que pretenda implantar, mantener o expandir su voluntad, bien a lo

27
Resulta oportuna la observación de Pierre Rosanvallon, quien, en su obra La contrademocracia: la política en la era
de la desconfianza, siguiendo a François Jullien, señala que: “En un ensayo estimulante, traité de l´efficacité, el filósofo
y sinólogo François Jullien ha analizado en estos términos lo que considera la diferencia esencial de la acción entre
la visión occidental y la china. Por el lado occidental se impuso, desde Maquiavelo hasta Shopenhauer, la tarea de
edificar un imperio del sujeto, con un hombre dueño de las situaciones, que impone a las cosas la impronta de su
voluntad, erigiendo al mundo en campo de experimentación de su facultad de realizarse en la creación radical o en el
enfrentamiento de las resistencias. La acción es comprendida en ese caso como un choque entre dos universos, una
empresa de conquista y domesticación. No hay nada de ello en la visión china: lo esencial reside allí en una atención
al mundo que permite explotar en forma permanente sus tensiones, utilizar mejor sus características. El ejercicio del
poder no consiste entonces en desplegar fuerzas sino en dejarse guiar por al terreno por una atención minuciosa, en
optimizar el potencial de las situaciones. Antes que una “psicología de la voluntad”, los chinos prefirieron una
“fenomenología del efecto”, escribe Jullien. Vemos claramente las diferencias que pueden derivarse de ello en materia
de estrategia. Cara-a-cara clausewitziano, por un lado, con el horizonte de grandes confrontaciones decisivas; arte
de la no batalla enseñado por Sun Tzu, por otro lado, con un aprovechamiento incesante y discreto del potencial de
las situaciones. De ello se derivan visiones diferentes de la eficacia y del éxito y, in fine sin duda, dos visiones de lo
político. Al arte occidental de gobernar desde arriba, imponiéndose por la fuerza, se le opone la perspectiva de un
gobierno desde abajo, casi invisible, que consiste acercar a los demás insensiblemente a la propia posición,
modelando el marco de su acción” (2007: 50-51).

Henry Kissinger en su libro China, señala que: “Los chinos han sido siempre hábiles practicantes de la realpolitik y
estudiosos de una doctrina estratégica claramente distinta de la estrategia y diplomacia predominante en Occidente.
Una historia turbulenta enseñó a los dirigentes chinos que no todos los problemas tenían solución y que un énfasis
excesivo en el dominio total de los acontecimientos específicos podría alterar la armonía del universo. China siempre
tuvo demasiados enemigos del imperio para vivir en una seguridad absoluta; su destino era el de una seguridad
relativa, lo que implicaba también una relativa inseguridad: la necesidad de aprender las n ormas básicas de más de
una docena de estados limítrofes con historias y aspiraciones significativamente distintas. En muy pocas ocasiones
los dirigentes chinos se arriesgaron a resolver un conflicto en una confrontación de todo o nada; su estilo era más el
de elaboradas maniobras que duraban años. Mientras la tradición occidental valoraba el choque de fuerzas decisivo
que ponía de relieve las gestas heroicas, el ideal chino hacía hincapié en la sutileza, la acción indirecta y la paciente
acumulación de ventajas relativas.

Este contraste se ve reflejado en los respectivos juegos intelectuales por los que se ha inclinado cada civilización. El
juego que más ha durado en China es el del wei qui, conocido también en Occidente por una variación de su nombre
japonés, go. Wei qui significa <<juego de piezas circundantes>> y lleva implícita la idea de cerco estratégico. […].

En el ajedrez, en cambio, se juega para la victoria total; su objetivo es el jaque mate, colocar al rey adversario en una
posición que no pueda moverse sin ser destruido. […].

En el ajedrez se busca la batalla decisiva y en el wei qi (sic), la batalla prolongada. El ajedrecista tiene como meta la
victoria total. El que juega al wei qi pretende conseguir una ventaja relativa.[…]” (2012: 42-43)

La estrategia adoptada por China tiene como fundamento varios principios expuestos por Tzu Sun en El arte de la
guerra. En el Libro I afirmaba que “17. Todo el arte de la guerra está basado en el engaño (2000: 37)” y en el Libro II
señalaba que “10. …los que son expertos en el arte de la guerra someten al ejército enemigo sin combatir. Toman
ciudades sin efectuar el asalto y derrocan un Estado con operaciones prolongadas” (ídem: 55). Por eso para el objetivo
principal de toda guerra es conocer la estrategia del adversario y/o enemigo, esto lo expresaba al afirmar que “31.
Por este motivo digo: “Conoce al enemigo y conócete a ti mismo y, en cien batallas, no estarás jamás en peligro”.
(Ídem: 61).

Finalmente, lo anterior, sirve de fundamento para entender parte de la estrategia adoptada por La República Popular
China, desarrollada por los dos Coroneles del Ejército: Qiao Liang y Wang Xiangsui para oponerse a EE.UU y en
general a Occidente en el libro La Guerra sin Restricciones.

55
interno o bien a lo externo de una unidad político-territorial independiente, de
un Estado o de una civilización) “como método de pensamiento, que permite
clasificar y jerarquizar los acontecimientos, para luego escoger los
procedimientos más eficaces” (Beaufre. 2012: 8). Luego, en un mundo como
el de hoy donde la guerra es total como agrega Beaufre la estrategia también
debe ser total. Por eso, toda estrategia, debe abarcar los ámbitos: diplomático,
económico, militar, cultural (el de las ideas) y social. Esa Estrategia total busca
establecer el método de pensamiento y los procedimientos para realizar un
análisis racional (medios-fines) que permita precisar y definir con claridad:

1. ¿Qué se quiere? y ¿Qué se puede?: Identificar el problema político.


2. ¿Cómo hay que hacerlo?: Identificación de los distintos medios con los
que se disponen.
3. ¿Cuándo hay que hacerlo?: Evaluación del tiempo para logra objetivos
a corto, mediano y largo plazo. Mediante un análisis situacional,
coyuntural y estructural.
4. ¿Dónde hay que hacerlo?: Identificación y evaluación del espacio y
temas donde se pueden realizar o no determinadas acciones.
5. ¿La intención?: Identificación de los fines políticos que se persiguen
(defensivos, ofensivos o mantenimiento).

Adicionalmente, hay que realizar un análisis constante entre otros de:

1. Las categorías de análisis: el contexto interno (local y nacional), el


contexto externo (continental o regional y global). Si se quiere ser más
acucioso se puede hacer un análisis individual donde se realice el perfil
de uno o varios actores o personajes políticos relevantes.
2. El potencial de poder propio y del otro. Por el otro se entienden, los
Estados amigos, aliados, enemigos y/o neutrales circunstanciales.
3. Los grupos subnacionales y transnacionales sean estos:
3.1 Legales en cuanto aducen perseguir fines políticos y luchar por el
bien común. En este grupo es posible mencionar: organizaciones

56
internacionales, empresas transnacionales, organizaciones no
gubernamentales (ong´s), empresas de seguridad, la opinión pública
internacional y los individuos con capacidad de influir, cambiar y
modificar la opinión de otros, grupos beligerantes o separatistas.
3.2 Ilegales que no persiguen ni fines políticos ni el bien común. Al
contrario, son claros enemigos de la humanidad. Sólo procuran el
enriquecimiento y beneficio privado por medio de actividades ilícitas,
entiéndase criminales. En este grupo es posible mencionar: el crimen
común, el crimen organizado y sus vínculos con las distintas redes
de crimen organizado transnacional. Ejemplo: mafias (rusa, yakuza,
china), carteles del narcotráfico, grupos terroristas.
4. El análisis costo-riesgo: El primero hace referencia a aquello que una
comunidad política está dispuesta a sacrificar para obtener un
determinado objetivo o fin. El segundo es la capacidad de respuesta del
otro, para determinar la capacidad de movilización en caso de
cooperación, competición, conflicto o amenaza directa e indirecta. Esa
capacidad de respuesta implica las reacciones que él otro puede
realizar en ámbitos “internacionales, o nacionales, morales, políticos,
económicos, o militares” (Beaufre. 2012: 16).
5. Lo anterior lleva al uso de la técnica de los escenarios y la prospectiva.

Todo esto sirve para que un actor político pueda determinar, fijar, precisar,
diferenciar y seleccionar racionalmente, los objetivos deseables (en cualquier
lugar y momento) y los objetivos posibles (en circunstancias concretas de
tiempo y espacio), según las capacidades y medios reales y efectivos. En eso
consiste el ejercicio de la prudencia, ya que, lo que siempre estará en juego
será la existencia, la supervivencia y la satisfacción de las necesidades del
grupo social, es decir, de la comunidad, de la sociedad, del Estado, incluso
hoy de una civilización y no la de un individuo aislado. Asunto que se
complejiza en un mundo actual cuya dinámica se encuentra en un constate y

57
vertiginoso cambio producto de la globalización, de la rapidez de las
comunicaciones, de la porosidad de las fronteras y de la soberanía estatal, a
un crecimiento y una expansión demográfica cada vez mayor, unos recursos
cada vez más escasos que hacen que los niveles de conflictividad (local,
nacional, internacional y civilizacional) vayan en aumento, generando nuevas
amenazas y riesgos a la seguridad. Así, este cálculo racional (vínculos entre
medios y fines) condiciona el poder, la estrategia, el discurso, la voluntad y las
acciones de los actores involucrados.

2.5.3 Definición de voluntad

Finalmente, los conceptos antes identificados hacen referencia a la


voluntad. Pero ¿Qué es la voluntad? El diccionario de la Real Academia de
Lengua Española, lo define como “La faculta de decidir y ordenar la propia
conducta. Acto con que la potencia volitiva admite o rehúye una cosa,
queriéndola, o aborreciéndola y repugnándola. Libre albedrio o libre
determinación. Elección de algo sin precepto o impulso externo que obligue a
ello” (DRAE. 2006: 1535). En el plano político, la voluntad debe ser entendida
como el ejercicio de la Libertad (Libre de dominación), Independencia y
Soberanía. A lo interno de las fronteras, esa voluntad se expresa, mediante la
creación y organización de un Estado, que contenga un gobierno que mediante
la centralización del poder legítimo sea capaz de generar leyes que regulen la
vida y las relaciones sociales internas, es decir, de la sociedad civil.

Finalmente, las precisiones anteriores, permiten, por un lado, fijar su


contenido; y por el otro, entender los vínculos existentes entre sí, con la
finalidad de realizar el análisis de las relaciones internacionales, del sistema
internacional del orden/estructura y de la política internacional que se hará
posteriormente. Esos aspectos teóricos-conceptuales (implícita o
explícitamente) se encuentran presentes en el conjunto de autores que
intentan explicar la realidad internacional de la nueva centuria y que a
continuación se estudiara

58
CAPÍTULO III

PRINCIPALES ENFOQUES QUE EXPLICAN LAS RELACIONES


INTERNACIONALES EN EL SIGLO XXI

Para entender las transformaciones globales y los reajustes de poder en el


siglo XXI hay que partir de la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviética en 1991. Ese acontecimiento modificó la manera de observar,
explicar y evaluar política y teóricamente al mundo. En consecuencia, existe
la compleja tarea de tener que construir nuevos enfoques que permitan
aprehender y aprender esa nueva realidad.

Así, bajo el presente capítulo, se abordaran los principales enfoques que


intentan explicar las causas de esas transformaciones globales y de esos
reajustes de poder identificados en el capítulo I. Eso se realizará mediante la
siguiente división temporal: 1. 1991-2001 y 2. 2001-2016. En cada periodo se
han precisado los conceptos claves fundamentales con base en los cuales se
busca explicar la realidad internacional, seleccionando, clasificando y
analizando la propuesta de los autores más representativos. Así, el primer
periodo se analizará bajo los conceptos de democracia y globalización. El
segundo bajo: 1. El tema cultural; 2. El caos-anarquía y 3. La seguridad.

3.1 Periodo 1991-2001


La característica principal de este periodo es el optimismo 28 que produjo la
caída de una de las dos superpotencias de la Guerra Fría. Eso implicó la
supervivencia y el triunfo de un modelo político, económico, social y cultural
que se reflejará con el desarrollo y articulación de dos conceptos
fundamentales la democracia y la globalización.

3.1.1 La democracia

28
Este optimismo generará el auge de las teorías normativas. Esther Barbé siguiendo a Chris Brown precisa que “En
esencia se centra en la naturaleza ética de las relaciones entre comunidades y estados. Lo que significa, en el
contexto de la agenda clásica, dedicarse a la violencia y a la guerra, mientras que en la nueva agenda hay que unir a
dichos temas tradicionales las demandas actuales de justicia distributiva internacional” (Ídem: 91)

59
3.1.1.1 Henry Kissinger

En La Diplomacia precisa que en la política exterior de Estados Unidos,


como proyección de su política interna, existen dos escuelas que dan origen a
dos actitudes:

La primera es que la mejor forma en que los Estados Unidos sirven a sus
valores es perfeccionando la democracia en el interior, actuando, así como
faro para el resto de la humanidad; la segunda, que los valores de la nación
le imponen la obligación de hacer cruzada por ellos en todo el mundo. […]

Ambas escuelas de pensamiento –de los Estados Unidos como faro y de


los Estados Unidos como cruzado- consideran normal un orden global
internacional fundamentado en la democracia, el libre comercio y el
derecho internacional (ídem: 12).

Con base en esta apreciación, la caída de la URSS representó que “Por


tercera vez [la segunda en 1945 y la primera en 1918] en este siglo, los
Estados Unidos proclamaron así su intención de edificar un nuevo orden
mundial aplicando sus valores propios al mundo en general” (ídem: 802). Esto
daría lugar a dos cosas: 1. La vuelta a las teorías normativas (semejante al
Idealismo del primer debate de la Teoría de las Relaciones Internacionales) y
2. La construcción de lo que el autor denominó un Nuevo Orden Mundial 29.
(Corchetes nuestros). Para Kissinger esto se refiere a que:

La idea de que la paz depende, ante todo, de promover las instituciones


democráticas ha seguido siendo característica del pensamiento
norteamericano hasta el día de hoy. La tradicional sabiduría
norteamericana ha asegurado continuamente que las democracias no se
hacen la guerra entre sí. (Ídem: 27).

Lo expuesto por Henry Kinssinger permite entender las dos escuelas de


pensamiento sobre la política exterior estadounidense. No obstante, con ese
trasfondo a los efectos del presente Trabajo Especial de Grado, se va a
privilegiar la aproximación teórica que los autores realizan sobre ese concepto.

29
Ver: Barbé E. (2004). Orden internacional: ¿uno o varios? Neoimperialismo, caos y posmodernidad. Disponible en
línea en: http://www.ehu.eus/cursosderechointernacionalvitoria/ponencias/pdf/2004/2004_1.pdfhttp://www.ehu.e

60
3.1.1.2 Seymour Martin Lipset

En una Conferencia sobre El Futuro de la Libertad celebrada en Milán en


1955, expresaba que “la democracia no constituye solamente, ni siquiera
principalmente, un medio por el cual diferentes grupos pueden conseguir sus
fines, o aspirar a una sociedad justa; es precisamente la sociedad justa en
acción” (1963: 7). En esa Conferencia para David Held en Modelos de
democracia (2007: 271) se “desarrolló la tesis del <<fin de las ideologías>>,
argumentando dentro del marco del pluralismo clásico” (ibíd.), el cual, era un
proceso que, hacía evidente el “descenso en el apoyo de los intelectuales, los
sindicatos y los partidos políticos de izquierda” (ídem: 271-272); y al:

…consenso fundamental sobre los valores políticos generales –a favor


de la igualdad, el logro y los procedimientos de las democracias- otorgaba
legitimidad a las disposiciones políticas y sociales presentes. Por
consiguiente, las democracias occidentales disfrutarían de un futuro
caracterizado por una progresiva estabilidad, una convergencia entre las
posturas políticas de las clases económicas, los partidos y los estados y
una constante reducción del conflicto. (Ídem: 272)

3.1.1.3 Michael W. Doyle

En 1983 escribiría el artículo Kant, Liberal Legacies, and Foreign Affairs


part 1 y 2. Comienza, criticando las posturas realistas, para seguidamente
afirmar que, busca describir:

…las diferencias entre la práctica liberal hacia otras sociedades liberales


y la práctica liberal hacia sociedades no liberales. […]. Valorando estos
legados liberales se pide otra mirada a uno de los más grandes filósofos
liberales, Immanuel Kant, porque él es una fuente de conocimiento,
política y esperanza. (Ídem: 206)30

Así, primero describe a grandes rasgos los principios e instituciones


internas dentro de los regímenes liberales y la fecha en que diversos Estados
(no exentos de problemas internos) adoptaron la democracia y la libertad

30
Original: …the differences between liberal practice toward other liberal societies and liberal practice toward
nonliberal societies. It argues that liberalism has achieved extraordinar success in the first and has contributed to
exceptional confusión in the second. Appreciating these liberal legacies calls for another look at one of the greatest of
liberal philosophers, Immanuel Kant, for he is a source of insight, policy, and hope. (ídem 206)

61
económica. Después, analiza las deficiencias y las implicaciones del
liberalismo en los asuntos exteriores (ídem: 213). Su tesis es que:

El postulado básico de la teoría del liberalismo internacional sostiene que


los Estados tienen el derecho de ser libres de intervención extranjera.
Desde que los ciudadanos moralmente autónomos tienen el derecho a la
libertad, los Estados que democráticamente los representan tienen el
derecho de ejercer la independencia política. El mutuo respeto de estos
derechos se convierte entonces en la piedra de toque de la teoría del
liberalismo internacional. Cuando los Estados respetan sus derechos
entre sí, los individuos son libres de establecer lazos privados
internacionales sin la interferencia del Estado. El intercambio lucrativo
entre comerciantes y los intercambios educativos entre estudiosos crean
entonces una red de ventajas mutuas y compromisos que refuerzan el
sentimiento de respeto público.

Estas convenciones de respeto mutuo han formado una base cooperativa


para las relaciones entre democracias liberales de un tipo muy eficaz. A
pesar de que los Estados liberales se han involucrado en numerosas
guerras con Estados no liberales, Estados liberales constitucionalmente
seguros todavía tienen que comprometerse en guerra el uno con el otro.
Nadie debería discutir que tales guerras son imposibles; pero la evidencia
preliminar parece indicar que existe una predisposición significativa en
contra de la guerra entre Estados liberales. En efecto, amenazas de
guerra también han sido consideradas como ilegítimas. Una zona liberal
de paz, una unión pacífica, se ha mantenido y se ha expandido a pesar
de numerosos conflictos particulares de economía e intereses
estratégicos. (Ídem: 213-215)31

Posteriormente, pasa a relatar una serie de guerras, donde, a su criterio, se


demuestra, como a pesar de tener conflictos entre sí, las democracias liberales
no se han hecho la guerra, porque esos conflictos se resuelven de manera
pacífica. Al contrario, los Estados no liberales si se han visto involucrados en

31
Original: The basic postulate of liberal international theory holds that states have the right to be free from foreign
intervention. Since morally autonomous citizens hold rights to liberty, the states that democratically represent them
have the right to exercise political independence. Mutual respect for these rights then becomes the touchstone of
international liberal theory. When states respect each other's rights, individuals are free to establish private
international ties without state interference. Profitable Exchange between merchants and educational exchanges
among scholars then create a web of mutual advantages and commitments that bolsters sentiments of public respect.

These conventions of mutual respect have formed a cooperative foundation for relations among liberal democracies
of a remarkably effective kind. Even though liberal states have become involved in numerous wars with nonliberal
states, constitutionally secure liberal states have yet to engage in war with one another. No one should argue that such
war are impossible; but preliminary evidence does appear to indicate that there exists a significant predisposition
against warfare between liberal states. Indeed, threats of war also have been regarded as illegitimate. A liberal zone
of peace, a pacific union, has been maintained and has expanded despite numerous particular conflicts of economic
and strategic interest (Idem: 213-215)

62
guerras. Después, realiza una crítica a la teoría realista de la Teoría de las
Relaciones Internacionales, por ver la anarquía de la sociedad internacional a
partir del Estado de naturaleza Hobbesiano, siendo imposible la cooperación
entre los Estados. Para eso, refuta a Raymond Aron, quien, en Paz y Guerra
entre las Naciones, expresaba que la paz era posible por la existencia de un
imperio, de una hegemonía o un equilibrio de poder. Así, con base en La Paz
Perpetua de Kant y su crítica a los realistas plantea su Tesis de la Paz
Democrática, argumentando que:

…la Paz Perpetua será garantizada por la cada vez mayor aceptación de
tres “artículos definitivos” de paz. Cuando todas las naciones hayan
aceptado los artículos definitivos en un “tratado” metafórico de paz
perpetua que él pide que firmen, se habrá establecido la paz perpetua.
(Ídem: 225)32

El primero de esos tres artículos es el establecimiento de una forma de


gobierno republicana (hoy democracia), con división de poderes,
representación de los individuos en el gobierno (elecciones) y una economía
de mercado (Ídem: 226). El segundo, corresponde a la expansión de esas
republicas liberales para una Unión Pacifica. El tercero es la creación y respeto
a una ley cosmopolita que permita la relación dentro de esa Unión Pacifica. El
conocimiento del derecho cosmopolita genera:

…incentivos materiales a los compromisos morales. El derecho


cosmopolita a la hospitalidad permite que al “espíritu del comercio”
[intercambio] tarde o temprano afianzare en todas las naciones,
impulsando así a los Estados a promover la paz y a tratar de evitar la
guerra. (Ídem 231)33. (Corchetes nuestros)

En la segunda parte, nuevamente rechaza los argumentos realistas por el


criterio normativo que rige su obra. Analiza las intervenciones de los Estados

32
Original: … Perpetual Peace will be guaranteed by the ever-widening acceptance of three "definitive articles" of
peace. When all nations have accepted the definitive articles in a metaphorical "treaty" of perpetual peace he asks
them to sign, perpetual peace will have been established. (Ídem 225)
33
Original: Lastly, cosmopolitan law, adds material incentives to moral commitments. The cosmopolitan right to
hospitality permits the "spirit of commerce" sooner or later to take hold of every nation, thus impelling states to promote
peace and to try to avert war. (Ídem: 231)

63
democráticos liberales desde la Inglaterra del siglo XIX a los Estados Unidos
en la Guerra Fría, señalando que, cuando han intervenido en algún conflicto
ha sido para preservar la libertad del mundo (1983: 335). Finalmente, reafirma
su hipótesis de que la reducción de los conflictos bélicos, como expresaba
Kant, se debe a que estos pasan a ser de naturaleza económica. Esa idea,
Kant la toma de la Ilustración Escocesa, donde Adam Smith y Adam
Ferguson34 “sostenían que la sociedad comercial creó el tipo de individuos
que constituía la condición necesaria para la sociedad civil” (Ibíd). Sociedad
civil que era un “´sistema de necesidades´, es decir, un sistema de mercado
que implica trabajo social e intercambio de mercancías” (ídem: 38).

3.1.1.4 Francis Fukuyama

David Held precisa que Fukuyama se remite al “debate sobre <<el fin de la
ideología>>” (2007: 316) (ver Seymour Lipset). Así, primero en su Conferencia
en la Universidad de Chicago en el John M. Olin Center for Inquiry into the
Theory and Practice of Democracy. Luego, con su artículo en la revista The
National Interest en 1988, donde argumentaba sobre la legitimidad de la
democracia liberal tras vencer a las ideologías opositoras de la monarquía, el
fascismo y el comunismo, ya que, la democracia constituiría “<<el punto final
de la evolución ideológica de la humanidad>>, la <<forma final de gobierno>>,
y que como tal marcaría <<el fin de la historia>>” (1992: 11).

Después, en El fin de la historia y el último hombre, desarrollaría su


propuesta. Fundamentada en Kant (Ideas para una Historia Universal en Clave
Cosmopolita y Por la Paz Perpetua), en Hegel35 (Fenomenología del Espíritu
y Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal) (ídem: 14) y en Kojéve
(ídem: 107), el autor expresa que “el crecimiento de la democracia liberal, con
su compañero el liberalismo económico, ha constituido el fenómeno

34
Ver: Ferguson A. (2010). Ensayo sobre la historia de la sociedad civil. Madrid España. Ediciones AKAL.
35
Ver: D´Hondt J. (1974). De Hegel a Marx. Buenos Aires. Amorrortu Editores.

64
macropolítico más notable en los últimos cuatrocientos años” (ídem: 86). Así,
“Al llegar al final de la historia no quedan ya competidores ideológicos serios
para la democracia liberal” (ídem: 289).

Su obra es posible dividirla en dos partes. En la primera sostiene que “la


libertad humana se materializa en el moderno Estado constitucional o, de
nuevo, en lo que llamamos democracia liberal” (ídem: 100). Ahora, dentro del
Paradigma de la Modernidad Occidental, la idea del Estado-Nación es
complementada con: 1. La forma de gobierno (republicana, hoy democrática)
y 2. Una sociedad civil. Mary Kaldor en La sociedad civil global: una respuesta
a la guerra, expresa que para Hegel “la sociedad civil se situaba en el centro
de la vida pública, entre el Estado y la familia” (2005: 21). Esa idea Hegel la
toma de la Ilustración Escocesa donde Adam Smith y Adam Ferguson
“sostenían que la sociedad comercial creó el tipo de individuos que constituía
la condición necesaria para la sociedad civil” (Ibíd). Sociedad civil que era un
“´sistema de necesidades´, es decir, un sistema de mercado que implica
trabajo social e intercambio de mercancías” (ídem: 38).

La segunda parte, es una proyección de esas ideas a la Teoría de las


Relaciones Internacionales y a las relaciones internacionales. En cuanto a la
primera es una propuesta normativa, porque, como sostiene Mary Kaldor “la
sociedad civil continua siendo el telos del desarrollo humano, pero ese telos
ya existe en Occidente: es la tesis del <<fin de la historia>> de Fukuyama
(ídem: 45). Para eso, refuta las ideas del realismo político argumentando que
“Con el fin de comprender la influencia en la política internacional de la
extensión de la democracia, debemos analizar las debilidades de esta escuela
realista de interpretación, hoy dominante (ídem: 334). Luego, tomando los
postulados de la Ilustración Escocesa, pasa a hablar de lo que puede
denominarse una sociedad civil global36 o sociedad civil internacional. Sostiene

36
Este concepto de Sociedad Civil Global no guarda relación con la obra de Mary Kaldor La sociedad civil global: una
respuesta a la guerra, donde la autora expone la evolución semántica del concepto. No obstante, al leer ese libro en
conjunto con Las nuevas guerras: violencia organizada en la era global y El poder y la fuerza: la seguridad de la

65
que “Dado que el acceso a [los] recursos puede obtenerse pacíficamente
mediante un sistema global de libre comercio, la guerra [no tendrá] mucho
menos sentido, económicamente, del que tenía hace doscientos años” (ídem:
354). Así, para Fukuyama “El fin de la historia significará el fin de las guerras
y las sangrientas revoluciones. […] [Los hombres] Satisfarían sus necesidades
mediante la actividad económica […]” (ídem: 415). (Corchetes nuestros)

Con base en las ideas expuestas en la segunda parte, divide el mundo en


una parte poshistórica y otra histórica. En el primero “el eje principal de
interacción entre los Estados será económico y en él perderán cada vez más
importancia las viejas reglas de la política de poder” (ídem: 374). En ese
mundo los conflictos internacionales serán por la “competencia económica
pero apenas ninguna militar” (ibíd.). Con base en Michael Doyle afirma que “El
carácter fundamentalmente no guerrero de las sociedades liberales se hace
evidente en las extraordinariamente pacíficas relaciones que se mantienen
unas con otras” (ídem: 355). En el segundo existirán “una diversidad de
conflictos religiosos, nacionales e ideológicos […], [en ese] mundo […]
seguirán aplicándose las viejas reglas de la política de poder (ibíd.). Ante tal
estado de cosas, “La conducta pacífica de las democracias sugiere, además,
que Estados Unidos y otras democracias [tengan] un interés a largo plazo en
proteger la esfera de la democracia en el mundo y en extenderla cuando sea
posible y prudente (ídem: 379). (Corchetes nuestros)

3.1.1.5 David Held

En Modelos de democracia habla de la democracia en la era de la


globalización, como un proceso de “ampliación de la autonomía democrática
sobre una base cosmopolita: la <<democracia cosmopolita>> (ídem: 427-428).
Para Held la democracia cosmopolita:

población civil en un mundo global un lector atento puede percatarse que la propuesta de Mary Kaldor no es nada
original. En esencia son las ideas en las que se fundamenta la Modernidad en Occidente y que Kant, Hegel, Doyle y
Fukuyama sistematizan.

66
…no debería demandar una disminución per se de la capacidad estatal
en todo el mundo, sino que debería perseguir la ampliación y desarrollo
de las instituciones democráticas en los niveles regional y mundial como
complemento necesario de dichos desarrollos en el nivel de la nación-
estado. Esta concepción de la democracia se basa en el reconocimiento
de la persistente importancia de las naciones-estados, aunque abogue
por un estrato de gobierno que imponga una limitación a la soberanía
nacional (ídem: 428)

Su democracia cosmopolita la desarrollada en La democracia y el orden


global: del Estado moderno al gobierno cosmopolita. Igual que los autores
precedentes, afirma que, con la caída de la URSS “La democracia liberal fue
consagrada como el agente del progreso, y el capitalismo como el único
sistema económico viable: el conflicto ideológico, se llegó a afirmar, está
siendo efectivamente desplazado por la razón democrática universal y los
cálculos del mercado” (1997:23). Luego de criticar las posiciones realistas y
neorrealistas argumentando su poca probabilidad para “ofrecer un cuadro
convincente del entrelazamiento de los Estados con el orden global, de los
efectos del orden global sobre los Estados, y de las implicaciones políticas de
estos procesos para el Estado democrático moderno” (ídem: 47-48), plantea
una visión normativa sobre la democracia cosmopolita.

En la primera y segunda parte de su libro realiza una síntesis del proceso


evolutivo que dio origen al Estado-Nación en los albores del siglo XIV-XV,
hasta su conformación definitiva con las paces de Westfalia en 1648,
finalizando en siglo XX. Luego, el siglo XX marca el fin del orden político
internacional westfaliano y del Estado-Nación y los atributos que la soberanía
le otorgaba. Ese sistema se ha visto relativa y progresivamente debilitado por
un conjunto de variables (disyuntivas) tales como: 1. El auge de
organizaciones internacionales regionales y globales que socavan y reclaman
una mayor cantidad de áreas reservadas a la soberanía estatal. 2. La Jerarquía
y el dominio que ocupa cada Estado dentro del sistema internacional y del
orden/estructura internacional. El Estado visto desde su individualidad como
un actor militar y estratégico autónomo, está inmerso en un conjunto de

67
relaciones, “La inserción de un Estado individual dentro de la jerarquía de
poder global impone restricciones sobre el tipo de políticas exteriores y de
defensa que su gobierno, en particular si fue electo democráticamente, puede
llevar a cabo” (ídem: 145). 3. Los avances científico-tecnológicos en diversas
áreas. Especialmente en las comunicaciones, donde los “nuevos sistemas de
comunicación crean un mundo en el cual las particularidades de lugar e
individualidad están constantemente mediadas por redes de comunicación
regionales y globales” (ídem: 155), reduciendo el vector tiempo-espacio
afectando diversos ámbitos estatales e individuales como: el militar, el
económico, el científico, el social y el cultural (en el último ha generado:
asimilación/ hibridación; adaptación y choque o rechazo. 4. La globalización
de las relaciones económicas. Ha afectado y alterado las relaciones en los
sistemas productivos y financieros. Las compañías transnacionales “organizan
su producción y sus estrategias de venta y distribución sobre un escenario
regional o global” (ídem: 160-161). Los mercados financieros internacionales
también actúan a escala global. En consecuencia, “La globalización de las
relaciones económicas alteró la posibilidad de implementar varios conjuntos
de estrategias económicas” (ídem: 164) por parte de los Estados.

En resumen, la articulación de las variables identificadas: derecho,


comunidad política, seguridad, identidad y espacio cultural y economía están
“redefiniendo la arquitectura del poder político asociado con el Estado-nación.
[…]. Los procesos globales llevaron a la política muy lejos de la actividad que
simplemente se cristaliza alrededor del Estado y los asuntos interestatales”
(ídem: 168). Ese proceso permite que el autor siguiendo a Hedley Bull hablé
de una forma neomedieval, al expresar que, se está redefiniendo el concepto
de soberanía porque los Estados están compartiendo su:

…autoridad sobre los ciudadanos, y la capacidad para disponer de su


lealtad, con las autoridades regionales y mundiales por un lado, y con las
autoridades subestatales y subnacionales por otro, […], se podría hablar
de la emergencia de una forma neomedieval de orden político universal
(1977, págs. 254-255) (Corchetes nuestros).

68
Lo anterior le lleva preguntarse ¿Cómo articular la democracia bajo el
proceso de reestructuración regional y global descrito?. El autor responde:

…es posible hacer frente a los peligros de un <<nuevo medievalismo>>


si sus componentes fundamentales promulgan y acatan las reglas que
requiere <<una estructura común de acción política>>. Para labrar un
futuro político democrático, los Estados y las organizaciones y las
corporaciones internacionales pueden optar por formar parte de esta
estructura. Denomino a esta posibilidad <<modelo cosmopolita de
democracia>> o <<modelo cosmopolita de autonomía democrática>>;
con estas expresiones me refiero, ante todo, a un sistema de gobierno
democrático que se organiza a partir de las diversas condiciones e
interconexiones de las diferentes naciones y poblaciones y que se adapta
a ellas. (Ídem: 174)

La tercera y cuarta parte los dedica a la “reflexión sobre las circunstancias


y los conceptos básicos de la política moderna con el propósito de elucidar las
condiciones y posibilidades de una comunidad política democrática en el
mundo contemporáneo” (Ídem: 179). Con base en tres ideas fundamentales:
1. La autonomía expresando “esencialmente dos ideas básicas: […] que las
personas deben autodeterminarse y […] el gobierno democrático deber ser un
gobierno limitado”37 (Ídem: 183). Ese principio es acompañado de siete esferas
de poder que (Ídem: 216-229) derivan de siete derechos: salud, sociales,
culturales, cívicos, económicos, relaciones pacíficas; y a las relaciones
políticas. Eso permite, 2. La idea de un Estado legal democrático que garantiza
y hace posible esos derechos; y, 3. La democracia cosmopolita que es
desarrollada en la cuarta parte, donde igual que los autores previos, critica las
teorías realistas y neorrealistas, se fundamenta Immanuel Kant, y construye
su tesis normativa. Señala el autor que:

…Según la concepción de Kant, el imperio de la justicia requiere la


instauración de la <<paz perpetua>> y la abolición de la guerra como
medio de la política. Los <<espíritus>> del comercio y el republicanismo
proporcionan un importante impulso a esta posibilidad; pues el comercio

37
Para David Held el concepto de autonomía: …connota la capacidad de los seres humanos de razonar de forma
consciente, de ser autoreflexivos y de autodeterminarse. Implica la capacidad de deliberar, juzgar, elegir y actuar (o
no actuar según el caso) siguiendo alguno de los diferentes cursos de acción posibles tanto en la esfera privada como
en la esfera pública, y teniendo en cuenta el bien democrático o, en palabras de Rousseau, el <<bien común>>. (ídem:
182)

69
genera redes de mutuo autointerés hostiles a los trastornos propio de la
guerra y las empresas bélicas; y el republicanismo labra una asociación
política que depende del consenso y lleva a sus ciudadanos a ser
extremadamente cautos ante la guerra (dado que deben soportar
directamente todas sus <<calamidades>>) y a respetar a todos los
pueblos cuyas organizaciones también estén basadas en el consenso y
las leyes (Kant, 170, págs.. 100 y 114).

[…]. Más aún, para regir de forma efectiva, el derecho democrático debe
ser consagrado no sólo dentro de los dominios de poder que integran las
comunidades políticas particulares sino también entre las redes de
interacción que atraviesan las fronteras territoriales. Las redes de poder
pueden ser nacionales, transnacionales e internacionales. Por
consiguiente, el derecho público democrático dentro de una comunidad
política requiere del derecho democrático en la esfera internacional. El
derecho público deber ser sostenido y respaldado por una estructura legal
internacional a la que llamaré <<derecho democrático cosmopolita>>.
[Ese derecho democrático cosmopolita hace referencia a la hospitalidad
que señala Kant en la Paz Perpetua] (Ídem: 271) (Corchetes nuestros)

Esa “condición de hospitalidad universal o, como preferiría expresarlo, de


la orientación cosmopolita, es el derecho público democrático cosmopolita”
(Ídem: 273). Eso depende de una Unión Pacífica de los Estados que debe ser
creada de manera pacífica y voluntaria. Tomada esta decisión y en:

El contexto de la interconexión regional y global, sin embargo, sólo se


puede proteger de forma adecuada el interés de las personas en la
autonomía por medio del compromiso de todas las comunidades cuyas
acciones, políticas y las leyes estén interrelacionadas y entremezcladas.
Por lo tanto, la implementación del derecho democrático cosmopolita y el
establecimiento de una comunidad cosmopolita –una comunidad de
todas las comunidades democráticas- debe convertirse en una obligación
para los demócratas, la obligación de construir una estructura común,
transnacional, de acción política que pueda, finalmente, organizar la
política de la autodeterminación. (Ídem: 276-277)

La comunidad cosmopolita tiene como punto previo la pérdida de parte de


la soberanía del Estado, porque estos ya no serán los únicos centros de poder
legítimo (Ídem: 278). Este proceso de pérdida de la soberanía debido a la
existencia de diversas fuentes de legitimidad democrática, es lo que el autor,
siguiendo a Hedley Bull denomina neomedievalismo. Luego, desde un punto
de vista socialdemócrata (sin negar libertad económica), describe el modo en
que deben ser esas relaciones económicas (Ídem: 300). Finalmente, Anthony

70
Giddens en La tercera vía: la renovación de la socialdemocracia y Robert A.
Dahl38 en La democracia y sus críticos, asimilan las ideas de David Held.

3.1.2 Globalización

La globalización es un tema altamente discutido. Existen diferentes


enfoques que tratan de explicarlo privilegiando una o varias dimensiones.
Entre otras posiciones y autores se encuentran:

3.1.2.1 Ulrich Beck

En ¿Qué es la globalización? Falacias del globalismo respuestas a la


globalización distingue entre globalismo, globalidad y globalización. El
globalismo es “la concepción según la cual el mercado mundial desaloja o
sustituye el quehacer político; es decir, la ideología del dominio del mercado
mundial o la ideología del liberalismo” (1998: 27). Para Beck “Ésta procede de
manera monocausal y economicista y reduce la pluridimensionalidad de la
globalización a una sola dimensión, la económica” (Ibíd.). Por globalidad
entiende que, desde “hace ya bastante tiempo que vivimos en una sociedad
mundial, de manera que la tesis de los espacios cerrados es ficticia” (Ídem:
28). Eso genera lo que el autor llama una segunda modernidad o sociedad
mundial, es decir, “la totalidad de las relaciones sociales que no están
integradas en la política del Estado nacional ni están determinadas (ni son
determinables) a través de ésta” (Ibíd.). Finalmente, la globalidad le permite
hablar de globalización como “los procesos en virtud de los cuales los Estados
nacionales soberanos se entremezclan e imbrican mediante actores
transnacionales y sus respectivas probabilidades de poder, orientaciones,
identidades y entramados varios” (Ídem: 29).

38
En el presente Trabajo Especial de Grado se privilegió esa. Ver: Dahl R. (1987). Un prefacio a la teoría democrática.
México. Ediciones Gernika S.A. Primera Edición; Dahl R. (1974). La poliarquía: participación y oposición. Madrid-
España. Guardiana de Publicaciones – Biblioteca Universitaria Guardiana.

71
Para Ulrich Beck la globalización abarca, diversas dimensiones
(informática; ecológica; económica; organización de la producción; cultural y
la sociedad civil) (Ídem: 40) que le permiten dividir los estudios en: 1. Los que
privilegian una dimensión y 2. Las “teorías que hacen reconocibles las
complejas y multicausales lógicas de la globalización” (Ídem: 55).

En el primer grupo están autores como: 1. Wallerstein (con su sistema


mundial “el capitalismo es el motor de la globalización” (Ídem: 56). Énfasis en
la dimensión económica). 2. James Rosenau (Turbulence in world politics),
Robert Gilpin (La economía política de la relaciones internacionales) y David
Held (La democracia y el orden global: del Estado moderno al gobierno
cosmopolita) hacen énfasis en: i) la política internacional; ii) el papel del Estado
ante otros actores que le disputan su soberanía; iii) la tecnológica; iv) los tema
políticos-militares, y v) La economía. 3. La sociedad de riesgo mundial resalta
“las crisis ecológicas en una visión monocausal y unidimensional de la
sociedad global. 4. Diversos autores que privilegian la dimensión cultural como
proceso de homogenización o choque; y 5. Autores como Zygmunt Bauman
que hacen énfasis en la sociedad mundial y sus nuevas desigualdades
sociales producto de la globalización.

En el segundo grupo está el propio autor quien hace una síntesis propia de
las vertientes anteriores bajo los tres conceptos arriba mencionados de
globalización, globalidad y globalismo.

3.1.2.2 David Held y Anthony McGrew

En Globalización/Antiglobalización: sobre la reconstrucción del orden


mundial sistematizan las ideas principales de algunas teorías e incluyen la
propia. Para estos autores la globalización:

…designa la escala ampliada, la magnitud creciente, la aceleración y la


profundización del impacto de los flujos y patrones transcontinentales de
interacción social. La globalización remite a un cambio o transformación
en la escala de la organización humana que enlaza comunidades

72
distantes y expande el alcance de las relaciones de poder a través de
regiones y continentes de todo el mundo. Pero no debemos pensar que
la globalización prefigura el surgimiento de una sociedad mundial
armoniosa o que es un proceso universal de integración global en el que
se da una creciente convergencia de culturas y civilizaciones (2003: 13).

Su análisis reproduce la idea sobre la pérdida de soberanía del Estado-


Nación (idéntico al realizado en La democracia y el orden global: del Estado
moderno al gobierno cosmopolita). Seguidamente, dividen los estudios sobre
la globalización en dos áreas: 1 globalistas y escépticos (estudiados en los
capítulos 2-7); y, 2 posiciones con respecto a la política de la globalización
(Ídem: 137). Los primeros sostienen lo siguiente sobre:

1. El Estado en la vida social contemporánea: los escépticos (realistas y


neorrealistas) cuestionan “la idea de que la construcción o el
mantenimiento del orden internacional pueda trascender la lógica de la
política de poder. El orden internacional es el orden producido por los
Estados más poderosos” (Ídem: 28). Para los globalistas
(interdependencia compleja) el Estado se encuentra sumergido “en redes
de interconexión regional y global penetradas por fuerzas
supranacionales, intergubernamentales y transnacionales, y que es
incapaz de determinar su propio futuro” (Ibíd.).
2. La dimensión cultural: los escépticos lo asocian a la creación y formación
del Estado-Nación, ven difícil que pueda erosionarse “por las fuerzas
transnacionales y, en particular, por el desarrollo de una supuesta cultura
de masas global” (Ídem: 40). Para los globalistas la comunicación global y
“Los flujos culturales están transformado la política de la identidad nacional
y, más general, la política de la identidad. […], estos fenómenos están
creando un nuevo sentido de pertenencia y vulnerabilidad global que
trasciende las lealtades del Estado-nación” (Ídem: 48).
3. Económica: Para los escépticos los gobierno nacionales todavía “siguen
siendo fundamentales para la gobernanza de la economía mundial, pues
ellos tienen autoridad política formal para regular la actividad económica”

73
(Ídem: 59). Para los globalistas con las nuevas comunicaciones “el capital
–tanto productivo como financiero- se ha liberado de las constricciones
nacionales y territoriales, al tiempo que los mercados se han globalizado
hasta el punto de que la economía nacional tiene que adaptarse
constantemente a las condiciones de la competencia global” (Ídem: 66).
4. Los neomarxistas y radicales: ven la globalización como el “dominio global
de Estados Unidos” (ídem: 75)39.
5. En torno al desarrollo y la pobreza: Los globalistas ven la globalización
como “el único camino efectivo para reducir la pobreza global, mientras
que las causas de la desigualdad deben buscarse en el fracaso de los
países en integrarse […] en la economía mundial” (ídem: 96). Para otros
es la causa principal de la pobreza y la desigualdad (ídem: 98).

Por otra parte, están las posiciones a favor o en contra de las políticas de
la globalización: 1. Para los neoliberales “la creación de un orden mundial
radicalmente nuevo que. […], fomentará la libertad y la prosperidad humana
sin que le estorben los dictados de una burocracia pública opresiva y la política
de poder de los Estados” (ídem: 118). 2. Para los internacionalistas liberales
la necesidad “política exige, y ayudará a conseguir, un orden mundial más
cooperativo. En esta posición hay tres factores esenciales: la creciente
interdependencia, la democracia y las instituciones globales” (Ídem: 118). 3.
Los reformadores institucionales sostienen una reforma institucional con base
en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Los segundos se
agrupan en: 1. Transformadores globales: para reestructurar la globalización
se debe democratizar a fondo el Estado y la sociedad civil y crear mayores
niveles de transparencia, control y democracia a través de las fronteras
territoriales. (Ídem: 123-127). 2. Estatalistas/Proteccionistas: promueven y
refuerzan “las capacidades de los Estados para gobernar, en otras palabras,
para ayudar a organizar la seguridad, el bienestar económico, y las

39
Para una ampliación de estas posturas ver: Ianni O. (1998). Teorías de la globalización. España. Siglo Veintiuno
Editores

74
prestaciones asistenciales de sus ciudadanos” (ídem: 128). 3. Radicales:
promueven otorgar el poder a las personas para que tomen un mayor control
sobre sus condiciones de poder.

3.1.2.3 Robert Gilpin


En La economía política de las relaciones internacionales, estudia la
globalización con base en la evolución de la economía política internacional
de finales del siglo XX. Con Gilpin la globalización comienza a acercarse a las
posiciones que los Teóricos de las Relaciones Internacionales denominan
neorrealismo debido a los cambios estructurales en la economía internacional
y las consecuencias en: 1. La relativa decadencia del liderazgo económico de
EE.UU., en la economía internacional de la posguerra; 2. El surgimiento de la
Costa del Pacífico como polo económico y 3. La progresiva integración de las
economías de EE.UU., y Japón. (1987: 15-16). Eso le permite: estudiar como
la interacción entre el “´Estado´ y el ´mercado´ en el mundo moderno, crean la
´economía política`” (ídem: 19) y coincidir con los neorralista debido a que, el
proceso de desarrollo desigual:
…estimula el conflicto político porque socava el statu quo de la política
internacional. Los cambios en la ubicación geográfica de las actividades
económicas modifican la distribución de la riqueza y el poder entre los
Estados pertenecientes al sistema. Dicha redistribución del poder y sus
efectos acentúan el conflicto entre los Estados en ascenso y aquellos en
declinación (Ídem: 67)

Con base en las observaciones previas analiza las tres teorías que explican
la interacción Estado-Mercado (la liberal, la mercantilista y la marxista) en sus
aspectos monetario y comercial a nivel internacional, en la producción por
parte de las empresas multinacionales (transnacionales), en las finanzas
internacionales y el desarrollo económico desigual. Eso le permite realizar un
análisis sobre el declive relativo del poder económico y político de EE.UU., que
inició en 1970, fecha que denota el fin del sistema económico de la segunda
postguerra40 y de la teoría liberal de la estabilidad hegemónica (liderazgo-

40
Ver en la introducción los antecedentes: la interdependencia compleja

75
responsabilidad) de Charles Kindleberger bajo la cual “una economía mundial
abierta y liberal exige la existencia de una potencia hegemónica o dominante”
(Ídem: 86), que tenga la capacidad “de establecer y mantener las normas y
reglas de un orden económico liberal y, con su decadencia, se debilita en gran
medida el orden económico liberal” (Ibíd.). Para el autor, la “escalada de la
Guerra de Vietnam y siguiendo con la administración Reagan, con su mayor
déficit presupuestario, Estados Unidos explotó su posición hegemónica de
manera tal que desencadenó las fuerzas inflacionarias y contribuyó a la
inestabilidad económica global” (Ídem: 104), dando inicio a la práctica de
nuevos proteccionismos por parte de EE.UU., y de las economías emergentes
(Japón y los Estados del Asia Oriental), generando “diferentes concepciones
de la legitimidad” (ídem: 242) en materia económica, al practicar tres medidas
“Un Estado fuerte, inversiones en recursos humanos y un mercado eficiente
[…] (Hofheinz y Calder, 1982)” (Ídem: 317).

Esos sucesos generaron los siguientes cambios estructurales en la


economía política internacional (Ídem: 359): 1. La auge y decadencia del
liderazgo de EE.UU., fue producto de las condiciones en las quedó EE.UU.,
en la Segunda Guerra Mundial, ejerciendo su liderazgo al defender a “las
democracias industriales, permitiéndoles así a los europeos occidentales y en
especial a los japoneses, concentrar sus energías en el desarrollo económico”
(Ídem: 362), posición que cambia en 1970. 2. La transformación en las
condiciones de la oferta (cambio tecnológico, las empresas trasnacionales,
aumento del precio de la energía –petróleo- nuevos proteccionismos). 3. Las
limitaciones en el manejo de la demanda (fin de las políticas keynesianas). 4.
El problema de la transición entre “un nuevo entorno dentro del cual la política
económica debe funcionar y al cual se debe ajustar la economía mundial”
(Ídem: 378). En síntesis, la economía mundial en 1980 “está en […] transición
entre las normas y relaciones propias del sistema de Bretton Woods y un modo

76
diferente de organización y funcionamiento de las relaciones económicas
globales” (Ibíd.).

Estos cambios estructurales han producido tres problemas en la economía


política internacional: 1. El del liderazgo político y económico. 2. “el ajuste
económico requerido por la redistribución global de las actividades
económicas y el paso a nuevos sectores industriales lideres” (Ídem: 381). 3. El
choque “entre autonomía interna y normas internacionales” (Ibíd.).

Las soluciones: 1. Sobre el liderazgo ha generado “como resultado la


necesidad de un liderazgo pluralista y una coordinación de políticas” (Ídem:
385). Hay una referencia a la obra de Robert Keohane (Después de la
hegemonía) y al paradigma de la interdependencia compleja que desarrolla
junto a Joseph Nye, bajo “la idea de que la cooperación o el manejo pluralista
puede funcionar en ausencia de hegemonía” (Ídem: 384). Ese liderazgo
relativamente debilitado “ha permanecido intacto en lo esencial. […].Sus
principales socios comerciales son aliados o dependen de Estados Unidos
para su seguridad militar (Ídem: 398). Con referencia al segundo y tercer
problema, el asunto es más complejo por la aplicación de políticas económicas
proteccionistas con el fin de controlar sectores económicos considerados
estratégicos para evitar conflictos sociales.

En el contexto de finales de 1980, Robert Gilpin señala que “la economía


internacional liberal establecida a fines de la Segunda Guerra Mundial, se ha
transformado de manera significativa” (Ídem: 413). Esa transformación ha
provocado tres consecuencias en el sistema internacional: 1. El incremento de
los nuevos mercantilismos, con el aumento de la intervención “del Estado y del
poder económico en las relaciones económicas internacionales. Los Estados
(especialmente los grandes) han comenzado a usar la influencia económica
de manera extensiva, con el fin de incrementar sus ganancias relativas
provenientes de las actividades económicas internacionales” (Ídem: 414) en la

77
“lucha por ganar acceso a los mercados mundiales” (Ibíd.). 2. La creación de
bloques económicos regionales “la economía mundial está concentrándose
alrededor de tres ejes” (Ídem: 416). De las tres, la Costa del Pacífico ha crecido
más. Preocupado porque los “grandes cambios [de] lugar de las actividades
económicas globales, [generan] consecuencias políticas” (ídem: 418), plantea
un escenario de conflicto.

3.1.2.4 Joseph E. Stiglitz

En El malestar de la globalización termina de vislumbrar el rechazo a la


globalización económica, principalmente, a las medidas del Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) por considerarlas perjudiciales a
la estabilidad política, económica y social. En la introducción, expresa que,
después de trabajar en el BM comprobó “el efecto devastador que la
globalización puede tener sobre los países en desarrollo, y especialmente
sobre los pobres en esos países” (2004: 11). Por eso, sostiene que debe
replantearse la forma en que “la globalización ha sido gestionada, incluyendo
los acuerdos comerciales internacionales que tan importante papel han
desempeñado en la eliminación de dichas barreras y las políticas impuestas a
los países en desarrollo en el transcurso de la globalización” (Ibíd.).

Haciendo énfasis en la dimensión económica de la globalización, señala


que, las principales medidas promovidas entre los años ochenta y noventa por
el FMI y el BM bajo el llamado Consenso de Washington eran: la austeridad
fiscal, la privatización y la liberalización de los mercados (Ídem: 81). No
obstante, a pesar de impulsar esas medias y de que “Occidente animó la
liberalización comercial de los productos que exportaba, […] siguió
protegiendo sectores en los que la competencia de los países en desarrollo
podía amenazar su economía” (ídem: 89). En contrapartida, los Estados del
Este Asiático “habían tenido éxito no sólo a pesar del hecho de no haber

78
seguido los dictámenes del Consenso de Washington, sino porque no lo
habían hecho” (ídem: 123). Por eso:

No es ninguna casualidad que los dos grandes países en desarrollo que


escaparon de los azotes de la crisis económica global [de 1997] –la India
y China- tuvieran controles de capitales. Mientras que los países del
mundo subdesarrollado que liberalizaron sus mercados de capitales
vieron caer sus rentas, la India creció a un ritmo superior al 5 por ciento,
y China casi al 8 por ciento (ídem: 164) (Corchetes nuestros)

Para Joseph Stiglitz la crisis del Este Asiático de 1997 generó dudas “sobre
esta nueva visión del mundo, salvo que pudiera probarse que el problema no
radicaba en el capitalismo sino en los países asiáticos y sus malas políticas”
(Ibíd.: 268). Eso originó una opinión más equilibrada sobre los roles del Estado
y el libre mercado en una “asociación algo diferente según los países,
dependiendo de los estadios de su desarrollo tanto político como económico.
(Ídem: 275). Con base en lo anterior, concluye que:

Hoy la globalización es desafiada en todo el mundo. Hay malestar con la


globalización, y con sobrados motivos. La globalización puede ser una
fuerza benigna: la globalización de las ideas sobre la democracia y la
sociedad civil han cambiado la manera de pensar de la gente […]. Pero
los países que más se han beneficiado han sido los que se hicieron cargo
de su propio destino y reconocieron el papel que puede cumplir el Estado
en el desarrollo, sin confiar en la noción de un mercado autorregulado
que resuelve sus propios problemas.

Ahora bien, para millones de personas la globalización no ha funcionado.


La situación de muchas de ellas de hecho empeoró, y vieron cómo sus
empleos eran destruidos y sus vidas de volvían más inseguras. Se han
sentido cada vez más impotentes frente a fuerzas más allá de su control.
Han visto debilitadas sus democracias y erosionadas sus culturas. (Ídem:
309)

3.1.2.5 Paul Kennedy

79
En Auge y caída de las grandes potencias 41 explica los problemas en las
relaciones económicas internacionales de los últimos años analizando la
interacción entre economía y estrategia. La hipótesis de su obra es que:

[…] Por lo general, el triunfo de cualquier gran potencia de este período,


o el colapso de cualquier otra ha sido consecuencia de prolongadas
luchas de sus fuerzas armadas, pero también de la utilización más o
menos eficiente de los recursos económicos productivos del Estado en
tiempos de guerra y, más en segundo término, la consecuencia de la
forma en que la economía de ese Estado había estado mejorando o
empeorando en relación con la de otras naciones líderes durante las
décadas que precedieron al conflicto armado. […]

Dicho así parece brutalmente mercantilista, pero por lo general se


necesita de la riqueza para sostener el poder militar y del poder militar
para adquirir y proteger la riqueza. Sin embargo, si una proporción
excesiva de los recursos del Estado se desvía de la creación de riqueza
para colocarla en objetivos militares, esto pudo conducir a un
debilitamiento del poder nacional a largo plazo. De la misma manera, si
un Estado se excede estratégicamente –digamos por la conquista de
territorios extensos o el mantenimiento de guerras costosas-, corre el
riesgo de que los beneficios potenciales de la expansión externa sean
superados por el enorme gasto del proceso, problema que se agudiza si
la nación involucrada ha entrado en un período de declive económico
relativo. (Ídem: 9-11).

Con base en esa idea, analiza el auge y caída de las potencias de turno en
el sistema internacional entre 1519-1980. Posteriormente, estudia el estado
del sistema internacional actual, precisando que, efectivamente, los cambios
económicos advertían el auge de nuevas potencias:

…que algún día tendrían una influencia decisiva en el orden militar-


territorial- Ésta es la razón por la que el movimiento en los balances
productivos globales hacia la <<costa del Pacífico>>, que se ha producido
en las últimas décadas, no puede interesar exclusivamente a los
economistas. (1998: 20).

Finalmente, en el último capítulo (ídem: 683-831), señala que ese


desplazamiento económico es acompañado por un crecimiento de fuerzas

41
Esther Barbé señala que “Los análisis históricos sobre el auge y la desaparición de las potencias nos muestran que
en, mayor o menor medida, las cuatro dimensiones del poder aquí enunciadas están presentes” (ídem: 212). [Con las
cuatro dimensiones del poder hace referencias al poder estructural ver 2.5.1 Definición de poder]

80
armadas de la región, incrementado los problemas de seguridad
internacionales.

3.2 Periodo 2001-2016

Este periodo reflejará una dinámica distinta. El acontecimiento clave los


atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, para David Held en
Modelos de democracia, fue la prueba de que:

…el mundo después del 11 de septiembre es completamente diferente


del que predijo Fukuyama. El fundamentalismo sigue extendiéndose, […]
alterando las condiciones del debate político. Los sistemas establecidos
de creencias religiosas e ideas políticas están evolucionando, en algunos
casos radicalmente. Además, el modelo de globalización occidental no
sólo se cuestiona en el movimiento antiglobalización, sino también en un
contraproyecto global articulado por algunos grupos islámicos radicales.
[…]. El liberalismo y la democracia se enfrentan a un nuevo desafío. Lejos
del <<fin de la historia>>, podríamos encontrarnos al principio de un
nuevo comienzo. (Ídem: 321)

Estos nuevos desafíos han generado enfoques que tratan de explicarlos


bajo los siguientes conceptos: 1. Cultura (Multiculturalismo/Choque de
civilizaciones). 2. El caos-anarquía y 3. La seguridad.

3.2.1 Cultura (Multiculturalismo/Choque de civilizaciones)

3.2.1.1 Multiculturalismo

El multiculturalismo plantea el respeto, reconocimiento y tolerancia hacia


las diferencias culturales. Como sostiene Daniel Gutiérrez Martínez en
Multiculturalismo: desafíos y perspectivas, esto, está asociado a dos ideas. La
primera: ante la oposición de crear una “identidad única y unitaria, de aglutinar
semejanzas e igualdades culturales, de homogenizar lo social –que
predominó, por lo menos en los últimos cuatro siglos, como la única estrategia
política posible-, pasamos a una búsqueda de conciliación y cohabitación de
diferencias” (2007: 10). Idea asociada al declive del poder de Occidente y al
Paradigma de la Modernidad como modelo de organización política. La
segunda: es reflejo de “las sociedades democráticas cuya legitimidad en la

81
actualidad se sustenta en la capacidad de ligar justicia social, pluralidad
(hablar de un nosotros) y respeto-difusión a las diferencias” (Ibíd.). Idea
vinculada a la expansión de la democracia y de la globalización. En resumen,
el multiculturalismo comprende:

…la tríada democracia/globalización/pluralidad que marca el eje


investigativo de nuestros tiempos con el fin de atender y entender los
asuntos ligados a este reconocimiento político de la diversidad. A esta
tríada conceptual habría que asociarle la tríada empírica: territorialismo
local/ movilidad/expansión. En efecto, por un lado el multiculturalismo
actual se ha visto enarbolado con el crecimiento de los estados-nación
[…], y por la expansión de las minorías territoriales que visten las nuevas
dinámicas políticas locales y globales. Por el otro, la creciente
movilización de grupos, particularmente ligados al fenómeno de la
migración (intra-inter-trans) sigue legitimando los antiguos flujos de
poblaciones, enmarcando una vez más la tendencia a las reivindicaciones
culturales, pero esta vez bajo el rubro de la reivindicación de derechos de
toda índole. (Ídem: 13) (Corchetes nuestros)

3.2.1.1.1 Wiil Kymlicka

En Ciudadanía multicultural: una teoría liberal de los derechos de las


minorías, formula tres premisas: 1. Reconoce que “Desde el final de la guerra
fría, los conflictos etnoculturales se han convertido en la fuente más común de
violencia política en el mundo, sin que se vislumbren síntomas de que la
situación vaya a cambiar” (1996: 13). 2. Su objetivo es exponer como la “teoría
liberal de los derechos de las minorías debe explicar cómo coexisten los
derechos de las minorías con los derechos humanos, y también cómo los
derechos de las minorías están limitados por los principios de libertad
individual, democracia y justicia social” (ídem: 19); y 3. “La globalización ha
hecho que el mito de un Estado culturalmente homogéneo sea todavía más
irreal y ha forzado a que la mayoría, dentro de cada Estado, sea más abierta
al pluralismo y a la diversidad” (ídem: 23).

Para Will Kymlicka “Las sociedades modernas tienen que hacer frente cada
vez más a grupos minoritarios que exigen el reconocimiento de su identidad y
la acomodación de sus diferencias culturales” (Ídem: 259). Eso es el

82
multiculturalismo. Un Estado es multicultural “bien si sus miembros pertenecen
a naciones diferentes (un Estado multinacional), bien si éstos han emigrado
de diversas naciones (un Estado politécnico), siempre y cuando ello suponga
un aspecto importante de la identidad personal y la vida política” (Ídem: 36). El
autor aclara que excluye de estas minorías a los movimientos sociales,
discapacitados entre otros (Ídem: 36-37). La propuesta del académico
canadiense es que los “derechos diferenciados en función del grupo para las
minorías son coherentes con los principios básicos de libertad individual y
justicia social” (Ídem: 238). La razón de su propuesta es que:

El final del siglo XX se ha descrito como <<la era de la migración>>


porque cantidades ingentes de personas atraviesan fronteras, haciendo
que prácticamente todos los países sean más y más poliétnicos.
También se ha descrito como <<la era del nacionalismo>>, ya que en
todo el mundo es cada vez mayor el número de grupos que se movilizan
y afirman su identidad. A consecuencia de todo ello, en muchos países
las normas establecidas de la vida política se ven cuestionadas por una
nueva <<política de la diferencia cultural>> (Ídem: 265)

Si se estudia bien, la propuesta del autor, en el fondo es un rechazo al


Paradigma de la Modernidad. Primero se pone en tela de juicio el papel crucial
que juega el individuo, debido a que, a diferencia de otras civilizaciones en
Occidente es donde el todo se construye a partir del individuo. Así, se tiene
que, “los derechos diferenciados en función del grupo parecen reflejar una
perspectiva colectivista o comunitarista más que la creencia liberal en la
libertad y la igualdad de los individuos” (Ídem: 57), hecho que, según el autor
es erróneo. Segundo, ese individuo juega un papel crucial en la conformación
y creación del Estado y de la Nación, ya que, cada Estado está conformado
por distintos individuos que profesan una cultura más o menos homogénea
creando una nación, es decir, un Estado está conformado por un pueblo que
abraza una identidad cultural y religiosa determinada que lo diferencia de
otros. Ahora, en la actualidad, el tema cultural pasa por precisar que en
Occidente los pueblos que lo conforman han adoptado y asimilado el
Paradigma de la Modernidad como modelo de organización política, cultural e

83
identitario común a todos. El problema realmente surge cuando otros grupos
culturales, religiosos e identitarios provenientes de otras civilizaciones llegan
se instalan en Occidente y quieren mantener un estatus diferenciado conforme
a sus prácticas culturales, sin adoptar o incluso rechazando las Occidentales.

3.2.1.1.2 Charles Taylor

En su ensayo El multiculturalismo y la “política del reconocimiento” expone


“la necesidad, y a veces la exigencia, de reconocimiento” (2001: 43). Ese
reconocimiento tiene nexos con la identidad, porque:

…designa algo equivalente a la interpretación que hace una persona de


quién es y de sus características definitorias fundamentales como ser
humano. La tesis es que nuestra identidad se moldea en parte por el
reconocimiento o por la falta de éste; a menudo, también, por el falso
reconocimiento de otros, y así, un individuo o un grupo de personas
puede sufrir un verdadero daño, una auténtica deformación si la gente o
la sociedad que lo rodea le muestran, como reflejo, un cuadro limitativo,
o degradante o despreciable de sí mismo. El falso reconocimiento o la
falta de reconocimiento puede causar daño, puede ser una forma de
opresión que aprisione a alguien en un modo de ser falso, deformado y
reducido (ídem: 43-44).

En consecuencia, el reconocimiento es “una necesidad humana vital”


(ídem: 45). Para el autor ese reconocimiento se basa en el desplome de las
jerarquías sociales que estaban basadas en el concepto de honor y su relación
con la desigualdad (Ibíd). A ese concepto de honor Taylor le opone el moderno
concepto universal de dignidad e igualdad que es “compatible con una
sociedad democrática” (ídem: 46). Eso se debe a que “La democracia
desembocó en una política de reconocimiento igualitario, que adoptó varias
formas con el paso de los años, y que ahora retorna en la forma de exigencia
de igualdad de status para las culturas y para los sexos” (Ibíd).

Adicionalmente, el reconocimiento tiene dos niveles: uno individual y otro


público. Concentrándose en el segundo, hace que todas las culturas sean
respetadas y se respeten por igual. Por ese motivo, para el autor es
indispensable que “todos reconozcamos el igual valor de las diferentes

84
culturas, que no sólo las dejemos sobrevivir, sino que reconozcamos su valor”
(ídem: 94). Ese reconocimiento y esa valoración que argumenta Charles
Taylor se debe a que:

…todas las sociedades se tornan cada vez más multiculturales y a la vez


se vuelven más porosas. En realidad, estos dos hechos van unidos: su
porosidad significa que están más abiertas a la migración multinacional y
que un número cada vez mayor de sus miembros lleva la vida de la
diáspora, cuyo centro está en otra parte” (ídem: 93)

Por otra parte, afirma Taylor que, ese reconocimiento está vinculado a la
coacción que algunas culturas ejercen sobre otras, con fundamento en una
“supuesta superioridad que posibilita esta imposición. Se cree que las
sociedades liberales de Occidente son sumamente culpables a este respecto,
debido en parte a su pasado colonial y en parte a la marginación de los
sectores de su población que proceden de otras culturas” (Ídem: ídem 94).
Para Taylor esa idea es reforzada mediante la educación y los programas
educativos. Siguiendo a Frantz Fanon argumenta que “los grupos dominantes
tienden a afirmar su hegemonía inculcando una imagen de inferioridad a los
subyugados. Por lo tanto, la lucha por la libertad y la igualdad debe someterse
a la revisión de estas imágenes” (ídem: 97). Revisión que debe realizarse con
base en el respeto y la valoración a todas las culturas. Esta última idea debe
ser entendida con lo expuesto por Huntington sobre el multiculturalismo sobre
el rechazo a la dominación de Occidente sobre las relaciones internacionales.
Finalmente, Taylor no hace la misma valoración sobre la dominación que otras
culturas o civilizaciones hicieron y harán sobre lo que hoy se conoce como
Occidente (ver capítulo I). Eso no quiere decir que no sea inviable conocer
otras culturas y civilizaciones, para saber los peligros y amenazas que hay que
enfrentar.

3.2.1.2 Samuel Huntington: choque de civilizaciones

Una civilización es una “construcción histórica y territorial que incluye la


cultura, valores, ideales, conceptos sobre organización social, factores

85
materiales y tecnológicos y económicos. Una civilización es una entidad
cultural que como tal persiste, se transforma, se divide o se integra en nuevos
conjuntos” (Sanoja. 2007: 45). Finalmente, para Fernand Braudel una
civilización es un:

…espacio, un <<área cultural>>, como dicen los antropólogos, un


alojamiento. Imagínese en el interior de una localización, más o menos
amplia pero nunca reducida, una masa muy diversa de <<bienes>>, de
rasgos culturales (…). El agrupamiento regular, la frecuencia de ciertos
rasgos y la ubicuidad de éstos en un área precisa constituyen los primeros
síntomas de una coherencia cultural. Si a esa coherencia en el espacio se
añade una permanencia en el tiempo, llamo civilización o cultura al
conjunto, al <<total>> del repertorio. Este total constituye la forma de la
civilización así reconocida (1974: 174)

Samuel Huntington en su ensayo ¿Choque de civilizaciones? publicado en


Foreing Affairs en 1993 expresaba que, con el fin de la Guerra Fría las
divisiones de la humanidad y la fuente de los conflictos serán de naturaleza
cultural (1993: 1). Los puntos de mayor intensidad serán las líneas de ruptura.
Esos conflictos se deben a “los esfuerzos que Occidente hace por mantener
su predominio militar, favorecer sus intereses económicos y promover la
democracia y el liberalismo como valores universales [produciendo]
reacciones adversas en otras civilizaciones” (ídem: 4).

Esa hipótesis la desarrolla en El choque de civilizaciones y la


reconfiguración del orden mundial. Su obra permite entender, en parte, los
cambios ocurridos en la postguerra fría. En concreto precisó que “la cultura y
las identidades culturales, que en su nivel más amplio son identidades
civilizacionales, están configurando las pautas de cohesión, desintegración y
conflicto en el mundo de la posguerra fría” (2011: 20). En este sentido, sus
observaciones, son una aproximación para estudiar parte de los nuevos
actores (China, Japón, India, Rusia, EE.UU., Europa, Latinoamérica y África)
que emergieron tras la caída del bloque soviético y que estarían luchando por
imponer su voluntad en la arena internacional. Por el otro, para precisar las
principales amenazas que se ciernen sobre Occidente.

86
En la primera parte de su libro logra conceptualizar el origen y que se
entiende por civilización. En la segunda parte, hace una aproximación al poder
que Occidente ha ejercido en las relaciones internacionales en los últimos
siglos, para luego señalar que, ese poder y dominio en las últimas décadas ha
estado en declive debido al auge económico y expansión demográfica de las
civilizaciones no occidentales, con especial referencia a la región de Asía
(China e India) y al mundo Islámico. Ese declive ha provocado una reacción
por parte de las civilizaciones no occidentales, mediante la instrumentalización
y afirmación de sus religiones y valores culturales como principales medios
para canalizar ese rechazo, diferenciación y superioridad ante los valores
culturales occidentales, más no, a sus elementos de desarrollo económico e
industrial. Ante esa situación, “las décadas venideras verán el continuo
resurgimiento de un poder y una cultura no occidentales y el choque de
pueblos de civilizaciones no occidentales con Occidente y entre sí” (Ídem:
162).

En la tercera parte, analiza como la identidad cultural será el “factor


fundamental que [determinará] las asociaciones y antagonismos de un país”
(Ídem: 156) mediante el surgimiento de diversas organizaciones
internacionales regionales con distintos propósitos y fines. Para el autor, cada
civilización cuenta con un Estado central que guía y lidera esas relaciones. En
la cuarta parte, precisa las principales amenazas que enfrenta Occidente,
especial referencia a la cooperación entre “la intolerancia islámica y la
autoafirmación sínica” (Ídem: 243). Eso ha provocado un incremento de la
carrera armamentística en el segundo eje identificado en el capítulo I. En la
última parte realiza: 1. Un llamado para que Occidente renueve sus bases y
evite su posible decadencia; y 2. Un rechazo al multiculturalismo que, en cierta
medida desarrollada en ¿Quiénes somos?: los desafíos a la identidad
estadounidense, donde expresa que:

87
El multiculturalismo [que] es, en su esencia, civilización antieuropea.
Es, como dijo un académico, un <<movimiento opuesto a la hegemonía
monocultural de valores eurocéntricos que se ha traducido
generalmente en la marginación de los valores culturales de otras
etnias. […] [Se opone a] la concepción eurocéntrica restringida de los
principios democráticos, la cultura y la identidad estadounidense>>.
Básicamente, se trata de una ideología antioccidental. (Ídem: 204)
(Corchetes nuestros)

3.2.2 Caos-Anarquía

Las transformaciones y reajustes de poder internacional brevemente


descritas permiten que otros autores analicen las relaciones internaciones del
siglo XXI, expresando que la sociedad internacional está envuelta en un caos,
anarquía y desorden, debido al conjunto de variables que están afectando las
relaciones internacionales. Para ello vamos a examinar dos autores.

3.2.2.1 Robert D. Kaplan

En La anarquía que viene: la destrucción de los sueños de la postguerra


fría sistematizó la nueva realidad internacional que venía emergiendo, al
precisar que, el fin de la Guerra Fría “iba a traer simplemente libertad y
prosperidad bajo los estándares de <<democracia>> y <<libre mercado>>.
Pero, al igual que después de la Primera y Segunda Guerra Mundial, nuestra
victoria ha dado paso a la siguiente lucha por la supervivencia” (2000: 11-12).
Como advierte el autor:

…Quienes creen que Estados Unidos puede establecer la democracia en


todo el mundo deberían tener en cuenta las palabras del difunto teólogo y
filósofo político americano Reinhold Niebuhr:

La misma fuerza que ha extendido nuestro poder más allá del continente
también […] nos ha arrastrado a una vasta red de la historia en la que
otras voluntades, que van en direcciones oblicuas o contrarias a la
nuestra, inevitablemente obstaculizan o contradicen aquello que
deseamos con más fervor. No podemos salirnos siempre con la nuestra,
ni siquiera cuando creemos que nuestro camino promete la <<felicidad>>
(ídem: 81-82)

88
La obra de Robert Kaplan sirve como una aproximación para abordar los
nuevos temas de la agenda internacional, tales como: las pandemias, el
aumento de la criminalidad, el aumento demográfico, la crisis medio ambiental,
la escases de recursos naturales42, las rivalidades y conflictos con base en
diferencias étnicas, culturales e identitarias, terrorismo y en última instancia la
pobreza y la desigualdad. Esos temas interconectados serán los principales
riesgos, amenazas y problemas de seguridad de la humanidad (además de los
temas tradicionales) debido a que, como señala el autor, para entender los
sucesos de los próximos años hay que pensar sobre:

...la escasez medioambiental, el choque cultural y racial, el destino geográfico y


la transformación de la guerra. El orden en que acabo de mencionar estos
factores no es casual. Cada concepto salvo el primero depende en parte del o
de los que lo preceden, lo que significa que los dos últimos –los nuevos
enfoques de la cartografía y de la guerra- son los más importantes. También
son los menos comprendidos. (2000: 33)

Por otra parte, algunos de esos problemas están vinculados a la estrategia


adoptada por esas otras voluntades. En consecuencia, la guerra adoptará
nuevas formas. Por eso:

La hipótesis que rige en Fort Bragg es que, a pesar de los tribunales de


crímenes de guerra y las Convenciones de Ginebra, los adversarios del
futuro actuarán con aún menos respeto por las reglas que los del
presente. Terrorismo, tráfico de drogas, blanqueo de dinero, espionaje
industrial, etc. Se convertirán en nuevas formas de lucha
<<convencional>> que dotarán a los líderes autoritarios de medios para
librar la guerra sin tan siquiera admitirlo (ídem: 129).

3.2.2.2 Moisés Naím

La obra de Robert Kaplan permite contextualizar y analizar a Moisés Naím,


quien, en su Conferencia, ante la Sociedad Estadounidense de Derecho
Internacional, habló de Las cinco guerras de la globalización. En ella, identificó
las cinco principales actividades ilícitas más lucrativas del mundo: armas,
drogas, tráfico de seres humanos, propiedad intelectual y legitimación de

42
Ver: Klare M. (2003). Guerra por los recursos: el futuro escenario del conflicto global. España. Ediciones Urano.

89
capitales. A esa lista, es posible agregar otros ilícitos altamente lucrativos 43,
pues existen redes que operan con “otros productos más oscuros –como
órganos humanos, animales y plantas en peligro de extinción, basura y otros
residuos tóxicos, objetos artísticos robados, etcétera- que operan con los
mismos métodos que las responsables de los tipos de tráfico ilícitos más
conocidos” (2006: 200). Posteriormente, publicaría Ilícito: cómo traficantes,
contrabandistas y piratas están cambiando el mundo, donde señala que:

Es cierto que en la década de 1990 las actividades delictivas aumentaron


y se globalizaron. Pero pensar en el comercio ilícito internacional como
una manifestación más de un comportamiento delictivo equivale a ignorar
un hecho mayor y más importante: las actividades delictivas globales
están transformando el sistema internacional, invirtiendo las reglas,
creando nuevos agentes y reconfigurando el poder en la política y la
economía internacionales. (Ídem: 20).

Actualmente, la creciente expansión de distintos grupos de crimen


organizado en el ámbito nacional ha generado que muchas de ellas o la gran
mayoría tengan claros y evidentes vínculos e interconexiones con otras a nivel
internacional, generando redes de crimen organizado transnacionales
“interrelacionadas con las actividades licitas del sector privado, [y] también
profundamente implicadas en el sector público y el sistema político” (ídem: 23).
Ese fenómeno, por un lado, está desbordando las bases del Estado-Nación,
cuya función es velar por la seguridad de los ciudadanos, promover el bien
común, el desarrollo y el bienestar social; y, por el otro, ha permeando y está
corroyendo a las propias instituciones del Estado y de gobierno con la
complicidad de funcionarios corruptos. Adicionalmente, algunos Estados, han
adoptado una estrategia y una política exterior mediante la cual promueven y
apoyan estas redes del crimen organizado transnacional con el objeto de
desestabilizar a otros Estados. Por ese motivo, hoy, nadie puede poner en

43
Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160316_economia_crimen_organizado_mj

Mientras quien suscribe realiza la presente introducción salió al conocimiento público el caso de los denominados
Panamá Papers. Ver:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/04/160404_economia_offshore_panama_panamapapers_lf

90
duda que estos actores ilegales (nacionales y/o transnacionales), son
enemigos de la humanidad:

Es obvio que los traficantes violan continuamente la soberanía de los


estados, y no solo por hacer contrabando. En muchos países –a menudo
con el respaldo de sus socios extranjeros- se apoderan del propio Estado
o de las administraciones locales utilizando su propio dinero para influir
en la política y situar a sus cómplices en el poder. A través de la fuerza y
la violencia han obtenido el control de grandes franjas de territorios o de
barrios enteros de grandes ciudades. En muchas áreas metropolitanas de
ciudades como Río de Janeiro, Manila, Ciudad de México, Bangkok o El
Cairo, existen grandes y poblados sectores que en la práctica se hallan
bajo el control de las redes de traficantes y delincuentes, antes que de la
administración local (Ídem: 343)

La gran pregunta ante la proliferación de estos grupos es ¿Hasta qué punto


se dejará que sigan creciendo? ¿Hasta qué punto se permitirá que dañen el
tejido social, las instituciones del Estado y de gobierno? ¿Se permitirá que
destruyan la comunidad, la sociedad, el gobierno y el Estado?. Por ese
pequeño motivo “Tratar el comercio ilícito como mero <<contrabando>> y a
quienes participan en él como a simples <<criminales>>, reduciendo la
solución a su aspecto <<policial>>, constituye un error” (ídem: 55).
Adicionalmente, no es un secreto que “Todas las fronteras tienen filtraciones;
siempre. Ni siquiera el Estado policial más feroz es capaz de sellar por
completo sus fronteras nacionales” (Ídem: 341). Esa pérdida del poder estatal
fomenta “la aparición de infinidad de grupos criminales, terroristas y otros que
atentan contra la seguridad ciudadana y en algunos casos hasta erosionan la
estabilidad internacional. Para ellos, las fronteras son irrelevantes y los
gobiernos, un obstáculo cada vez más ineficaz que atacan, socavan o ignoran”
(Ídem: 323). El aumento de las redes ilícitas a nivel nacional y transnacional
hace evidente que:

…las conexiones entre el comercio ilícito y la seguridad (e inseguridad)


global resultan tan poderosas como peligrosas. (…). El comercio ilícito
desbocado está haciendo el mundo menos seguro. Da impulso a quienes
rechazan el buen gobierno y las normas sociales. Proporciona un abrigo
económico a rebeldes, ladrones y terroristas. Estimula la corrupción,
perjudica al desarrollo económico, y nos hace más vulnerables a quienes

91
obedecen las leyes y dependen de ellas para su protección (…). Ya no
se trata del aumento de los índices de delincuencia, sino de la expansión
de la inestabilidad mundial (ídem: 332)

3.2.3 Seguridad

Lo anterior, permite entender que en la actualidad haya un repunte sobre


los temas de seguridad en la agenda internacional y en la Teoría de las
Relaciones Internacionales. Desde el origen del Estado la seguridad era vista
como defensa contra otros ejércitos convencionales pertenecientes a los
Estados (concepción trinitaria de Clausewitz). En la Guerra Fría la seguridad
de los bloques era, además, la defensa de los bloques frente al exterior. Así,
hasta mediados de 1980 del siglo pasado el tema era estudiado en términos
del poder y capacidad militar de los Estados. Hoy esa concepción es
inadecuada y debe adaptarse a las necesidades del nuevo sistema
internacional, porque como señala Martín Van Creveld en La transformación
de la Guerra “No estamos ingresando a una era de competencia económica
pacífica entre bloques comerciales; sí a una de guerras entre grupos étnicos y
religiosos. Aun las formas más conocidas de conflicto armado están siendo
relegadas al arcón de los recuerdos, mientras formas radicalmente nuevas
están elevando sus cabezas listas para tomar su lugar” (2007: 6). Entramos
en la era de la guerra no-trinitaria de Martin Van Creveld donde evidentemente
no hay reglas que observar.

Esos acontecimientos dan pie para que haya un consenso sobre la


transformación o reconceptualización del concepto de seguridad. Para Ximena
Cujabante “el concepto de seguridad imperante durante la Guerra Fría fue
reevaluado durante el período post Guerra Fría, introduciéndose nuevos
sujetos de seguridad y, asimismo, ampliándose la agenda de amenazas a la
misma” (2009: 95). Agrega Cujubante:

…las llamadas amenazas no tradicionales a la seguridad, propias de la


post Guerra Fría, se pueden analizar desde la óptica de la
interdependencia, en la medida en que éstas se caracterizan porque la

92
mayoría de ellas no se centran en el Estado como sujeto de seguridad,
sino que emanan en su mayoría de actores de carácter sub-estatal o
trans-estatal. De acuerdo con esto, no se identifican fácilmente con los
análisis y teorías centradas en el Estado, como la teoría realista; además,
estas amenazas no tienen un lugar geográfico con el cual se puedan
identificar. En la visión realista, el foco de peligro se ubica en el poder
militar que otros Estados poseen y en la utilización de estos recursos para
contener la amenaza. En el mundo del realismo, el sine qua non de la
seguridad es la construcción y el mantenimiento de los balances militares
en las regiones estratégicas. Las amenazas no tradicionales, por su
parte, representan un peligro difuso, en la medida en que la fuente de
donde provienen es indeterminada, multidimensional, en la medida en
que las amenazas pueden provenir de diferentes temas y
multidireccional, pues estas amenazas pueden atentar contra la
seguridad de actores tanto estatales como no estatales. Además, estas
amenazas no pueden ser manejadas solamente por las políticas de
defensa tradicionales, es decir, a través de la utilización de los recursos
militares, sino que se deben buscar nuevas formas de contrarrestarlas,
pues en la mayoría de los casos la utilización de la fuerza no ha sido la
herramienta más útil, si tiene en cuenta que estas «nuevas» amenazas
presentan características disímiles a las tradicionales. Finalmente, los
análisis que se han elaborado sobre este tema sugieren que se deben
ampliar los sujetos objeto de seguridad y dejar de considerar al Estado
como el único actor cuando de seguridad se trate (Ídem: 101)

En general, como señala la autora la “reconceptualización del concepto de


seguridad, […] ha girado en torno a dos ejes: por un lado, aquellos
denominados «expansionistas», y por otro lado, la división más importante que
se da entre los enfoques críticos y los enfoques constructivistas” (ídem: 102).
En resumen, frente a una realidad en metamorfosis, el concepto de seguridad
debe igualmente reevaluarse para adaptarse al siglo XXI. No obstante, ante la
gran variedad de autores y propuestas, en el presente Trabajo Especial de
Grado sólo se hará una breve referencia a Barry Buzan.

3.2.3.1 Barry Buzan

Es uno de los primeros autores que plantea una reconceptualización del


concepto de seguridad. Junto a otros autores, forma parte de la llamada
Escuela de Copenhague. El principal aporte de Buzan y en general de la
Escuela se debe evaluar en dos momentos. El primero es la Teoría de los

93
Complejos de Seguridad Regional44 la cual como señalan Claudia Sisco
Marcano y Oláguer Chacón Maldonado:

En un intento por revalorizar la importancia de los niveles regionales de


análisis, Barry Buzan en 1983 formuló la teoría de los complejos de
seguridad en el libro People, states and fear (Huysmans, 1998: 482). Las
dinámicas subregionales han sido “ensombrecidas por las rivalidad global
de los superpoderes” (Buzan, 1992: 168). Si no comprendemos esto, no
será posible entender las relaciones entre los Estados, ni entre las
superpotencias. Es por esta razón que Buzan, en la teoría de los
complejos de seguridad hace énfasis en el estudio de los subsistemas,
que se soslayaron por mucho tiempo bajo el sistema bipolaridad.

Para la organización de la investigación en el enfoque de seguridad


propone 5 niveles de análisis: (1) El sistema internacional, relaciones en
el ámbito global; (2) Subsistemas, relaciones de interdependencia entre
algunas unidades, pueden ser regionales, como la Unión Europea, o no,
como en el caso de la OPEP; (3) Unidades, actores que poseen la
suficiente coherencia e independencia para ser diferenciados de los
otros, como Estados o naciones; (4) Subunidades, grupos dentro de la
unidad, que tienen influencia en el rumbo de las decisiones de la unidad,
y; (5) Los individuos, que actúan en el sistema por sí mismo, no en
representación de un nivel más alto. Los complejos de seguridad están
representados en el nivel de los subsistemas, que es donde la
metodología de Buzan hace mayor hincapié (2004:134).

El segundo momento es cuando el concepto de seguridad es extendido


más allá de los límites tradicionales (militares) por uno “más acorde con el
mundo interdependiente de hoy. Buzan sugiere que la seguridad de las
colectividades humanas es afectada en cinco sentidos: militar, político,
económico, social y del medio ambiente” (Cujubante. 2009: 103). Como
expresa el propio Barry Buzan en la introducción de su libro People, States &
Fear: An Agenda for International Security Studies in the post-Cold War Era45:

…la seguridad militar se refiere a la interacción bidimensional de las


capacidades armadas ofensivas y defensivas de los estados, y las
percepciones que los estados tienen sobre las intenciones de los demás.
La seguridad política se refiere a la estabilidad organizacional de los

44
La Teoría de los Complejos de Seguridad Regional es una actualización de los niveles de análisis propuestos y
desarrollados por Kenneth Waltz (1959) en El hombre, el Estado y la Guerra. Buenos Aires. Editorial Nova
45
También ver: Buzan. B. (1991). New patterns of global security in the twenty-frst century. Disponible en:
http://home.sogang.ac.kr/sites/jaechun/courses/Lists/b7/Attachments/10/New%20Patterns%20of%20Global%20Sec
urity%20in%20the%20TwentyFirst%20Century_Buzan.pdf. Consultado en línea el 30/09/16.

94
estados, de los sistemas de gobierno y de las ideologías que les
proporcionan legitimidad. La seguridad económica se refiere al acceso a
los recursos, financiación y mercados necesarios para sostener niveles
aceptables de bienestar y poder estatal. La seguridad de la sociedad se
refiere a la sostenibilidad, dentro de condiciones aceptables de la
evolución, de los patrones tradicionales de lengua, cultura y religión e
identidad nacional y costumbres. La seguridad medioambiental se refiere
al mantenimiento de la biosfera local y global como sistema esencial de
sustento del cual dependen todas las actividades humanas. Estos cinco
factores no funcionan de manera independiente. Cada uno de ellos define
un foco central dentro del problema de la seguridad y también una
manera distinta de ordenar las prioridades, pero todos están
interrelacionados entre sí por una fuerte red de conexiones (2008:20)

Así, Gabriel Antonio Orozco Restrepo, siguiendo a Buzan sostiene que, la


seguridad “consiste en librarse de las amenazas y ser capaz –sean los Estados
y las sociedades- de mantener su independencia en lo que se refiere a su
identidad y a su integración funcional frente a fuerzas de cambio consideradas
hostiles” (2006:148). En este sentido, como bien lo explica el autor “La
seguridad se aplica a un campo de múltiples dimensiones para preservar a un
individuo, sociedad o Estado. Esta forma de asumir la seguridad desde
distintas dimensiones se relaciona directamente con las amenazas a las que
está sometida una región o una persona concreta” (ídem: 148-149). Surge
como sostiene Claudia Sisco Marcano y Oláguer Chacón Maldonado el tema
de la Securitización, el cual, siguiendo a Buzan es cuando:

“el tema es presentado como una amenaza existencial, que requiere


medidas de emergencia y justifica acciones fuera de los límites normales
de procedimiento político” (Buzan et al., 1998:23-24). Esto quiere decir,
que ya el tema ha sobrepasado el punto de no retorno, que está en peligro
la supervivencia de la población y ya no puede resolverse sino con
acciones extremas: control cambiario, racionamiento, estado de
excepción, restricción de la emigración, golpes de Estado y en el caso
más extremo la guerra. (Ídem 138)

En una clara referencia al constructivismo social, un tema se securitiza


mediante un proceso de construcción social, es decir, termina siendo un
asunto cultural y de percepciones que se dan mediante un análisis del
discurso. Consecuencia de lo anterior, se tiene que, los temas de seguridad

95
“no son los mismos en todas partes, pues lo que es una amenaza para algunas
unidades, no lo es para otras” (ídem: 144-145).

Finalmente, este análisis de las relaciones internacionales en torno a los


conceptos más relevantes en los periodos analizados han dejo en evidencia el
conjunto de transformaciones globales que han estado ocurriendo en los
últimos veinticinco años a nivel estratégico, sistémico y estructural. Esas
transformaciones son consecuencia directa de los reajustes de poder que a
nivel internacional se han estado gestando desde 1970 y que se agudizaron
en 1990. Eso debe insertase en el doble problema que actualmente afrontan
las Ciencias Políticas, las Relaciones Internacionales y en general a todas las
Ciencias Sociales expuesto en el capítulo I. El primero, es el discutido declive
del Estado-Nación. Como lo expresa Martin Van Creveld en The Rise and
Decline of the State:

El Estado, el cual desde mediados del siglo diecisiete XVII ha sido la más
importante y característica de todas las instituciones modernas, está en
decadencia. (…) Independientemente de si se desmoronan por separado
o unidos, ya muchas de sus funciones están siendo asumidas por una
variedad de organizaciones las cuales, cualquiera que sea su naturaleza
precisa, no son Estados.46 (1999: viii)

En otras palabras, el concepto de soberanía en su sentido westfaliano está


siendo cuestionado por la existencia de un conjunto de actores supraestatales
e infraestatales (legales/ilegales - internos/externos) que limitan cada vez más
las acciones del Estado en materia política, militar, diplomática, económica,
social y cultural. Eso afecta la forma de entender y explicar la guerra (trinitaria
- no trinitaria) y la seguridad. El segundo problema es que hablar del Estado-
Nación, es hablar del Paradigma de la Modernidad y hablar del Paradigma de
la Modernidad, es hablar de la Civilización Occidental (porque pareciera que

46
Original: The state, which since the middle of the seventeenth century has been the most important and most
characteristic of all modern institutions, is in decline. (...) Regardless of whether they fall apart or combine, already
now many of their functions are being taken over by a variety of organizations which, whatever their precise nature,
are not states. Traducción propia de la obra de Van Creveld M. (1999). The Rise and Decline of the State. United
Kingdom. University Press, Cambridge.

96
lo que se está eclipsando no sólo es el Estado-Nación, sino el Paradigma de
la Modernidad) y el poder que ha ejercicio en las relaciones internacionales en
la últimas centurias. Hoy pudiera estar entonces sobreviniendo un cambio en
el sistema internacional que se refleja en la configuración de un nuevo
orden/estructura internacional conforme puede observase en la política
internacional. Esté cambio, está afectando las relaciones diplomáticas, las
relaciones económicas internacionales, la forma de hacer la guerra, las ideas,
valores y principios identitarios y culturales occidentales, la geopolítica y la
geoestrategia.

97
CAPÍTULO IV
EL TABLERO TRIDIMENSIONAL INTERNACIONAL Y AMÉRICA LATINA:
RETOS Y PERSPECTIVAS
Los capítulos precedentes han servido para entender parte de las
transformaciones (sistémicas, estructurales y estratégicas) que se está
produciendo a nivel global, así como, el funcionamiento dinámico,
heterogéneo, complejo e interdependiente de las relaciones internacionales y
del sistema internacional debido a la intervención de diversos actores
(legales/ilegales–nacionales/transnacionales) que convergen en multiplicidad
de espacios, cada uno tratando de imponer su agenda y su voluntad en la
arena internacional. Eso genera una política internacional con diversos
procesos de cooperación, competición y conflicto bajo alianzas y coaliciones
simétricas y/o asimétricas, con mayores y/o menores costos y beneficios para
unos y otros. Esos procesos globales con sus respectivos reajustes de poder
están impactando y alterando la configuración del orden/estructura
internacional.

En ese sentido, el presente capítulo busca identificar y explicar ¿Cuál es la


configuración del orden/estructura internacional del siglo XXI?. Así, con base
en el tablero tridimensional internacional propuesto y descrito por Joseph Nye
se analizará y determinará, como está configurado el orden/estructura
internacional de la nueva centuria con base en el poder: militar, económico y
cultural. Eso permitirá entender que, en el mundo de hoy, la presencia de
diversos actores y nuevos medios (producto de los diferentes avances
científicos-tecnológicos) han hecho del poder algo cada vez más difuso y
complejo.

Finalmente, precisado el orden/estructura internacional se procederá a


estudiar la interacción de América Latina con ese tablero tridimensional
internacional. Eso permitirá conocer cómo las relaciones, transformaciones y
reajustes de poder del sistema internacional y del orden/estructura

98
internacional, han impactado en la región, generando nuevos retos a nivel
militar, económico y cultural, para finalmente deducir algunas perspectivas.

4.1 Definición del tablero tridimensional internacional

En el capítulo I se señaló que las sociedades organizadas políticamente


mediante Estados, van a entrar en contacto con un sistema internacional (cuya
principal característica es su naturaleza anárquica). Esa característica hace
que la autoayuda sea el rasgo principal que guie la actuación de los Estados,
obligándolos a adecuar de manera racional sus medios escasos, para poder
cumplir y garantizar diversos fines, tales como: la supervivencia, la satisfacción
de diversas necesidades y la persecución de otros fines políticos que se hayan
propuesto.

No obstante, a pesar de esa naturaleza anárquica de la sociedad


internacional, todo sistema internacional buscará una estabilidad relativa para
su funcionamiento. Esa estabilidad relativa para decirlo con Kenneth Waltz
(1988: 150) se configurará conforme a la desigual distribución de capacidades
para el logro de objetivos entre las unidades (Estados), instituyendo (implícita
o explícitamente), un orden/estructura internacional que representará la
“configuración de fuerzas entre las principales unidades de la época”
(Bizzozero. 2011: 176). Luego, como precisa Alexander Wendt, Kenneth Waltz
define el orden/estructura internacional “según tres dimensiones: los principios
constitutivos (en este caso, la anarquía), los principios de diferenciación (que
aquí se abandonan), y la distribución de capacidades” (Ídem: 7). Pero hace
falta determinar que “Para pasar de la estructura a la acción, necesitamos
añadir una cuarta dimensión: la estructura de identidades e intereses
construida de forma intersubjetiva dentro del sistema” (Ídem: 11). Así, de
acuerdo al momento histórico en estudio, a los principios constitutivos, a los
principios de diferenciación, a la desigual distribución de capacidades y a la
estructura de identidades e intereses, ese orden/estructura internacional podrá

99
ser: 1. Imperial; 2. Hegemónico; 3. Equilibrio de poder (concierto Europeo o
Guerra Fría); 4. Unimultipolar, y 5. Multipolar.

Así se tiene que, el fin de la Guerra Fría implicó también el fin del llamado
sistema bipolar. En consecuencia, diversos analistas, académicos e
intelectuales han realizado varias propuestas sobre la configuración del
orden/estructura internacional posterior a ese acontecimiento. Por ejemplo,
para Henry Kissinger en La diplomacia, la caída da la URSS “ha creado lo que
algunos observadores llaman un mundo ´unipolar´ o de ´una superpotencia´.
Pero en realidad, los Estados Unidos no están en mejor posición para imponer
unilateralmente la agenda mundial […], el poder también se ha vuelto más
difuso” (ídem: 806). Continua precisando el diplomático y académico
estadounidense que “Los Estados Unidos serán la nación más grande y
poderosa, pero una nación que tendrá sus iguales; los Estados Unidos serán
primus inter pares” (ídem: 807). En síntesis, para este autor, el
orden/estructura internacional del siglo XXI, será lo más parecido a una
hegemonía. El principal argumento es que, el sistema internacional del siglo
XXI “Contendrá al menos seis grandes potencias –los Estados Unidos,
Europa, China, Japón, Rusia y probablemente India- […]. Al mismo tiempo, las
relaciones internacionales se han vuelto por vez primera auténticamente
globales” (2004: 18).

Samuel Huntington en ¿Quiénes somos?: los desafíos a la identidad


estadounidense, expresa una idea similar, al argumentar que:

Ni el supuesto de la supremacía ni el supuesto universalista reflejan


correctamente el estado del mundo de comienzos del siglo XXI- Estados
Unidos es la única superpotencia, pero hay otras grandes potencias: Gran
Bretaña, Alemania, Francia, Rusia, China y Japón a nivel global; y Brasil,
India, Nigeria, Irán, Sudáfrica e Indonesia en sus respectivas regiones.
Estados Unidos no puede alcanzar ningún objetivo significativo en el
mundo sin la cooperación de, al menos alguno de estos países. (Ídem:
414)

100
Joseph Nye en La paradoja del poder norteamericano, afirma que, la caída
de la URSS ha generado lo que unos han llamado un mundo unipolar y otros
un mundo multipolar. Sin embargo, como precisa el autor, ambos bandos
tienen razón y están equivocados al mismo tiempo. Argumenta que cada
bando privilegia una dimensión del poder en detrimento de otras dimensiones.
Los partidarios del mundo unipolar se equivocan al privilegiar la dimensión
militar y “el grado en el que Estado Unidos es capaz de obtener los resultados
que pretende en algunas dimensiones de la política mundial, pero la
multipolaridad es engañosa porque implica a varios países aproximadamente
iguales” (ídem: 66). En fin, la nueva centuria ha forjado consigo nuevos
cambios en la realidad internacional que hacen difícil definir el actual
orden/estructura internacional.

No obstante, Joseph Nye uno de los padres de la interdependencia


compleja, en el libro precedentemente citado, es la guía a seguir. Este autor
expresa que la teoría de la interdependencia compleja bajo la globalización ha
tomado nuevos matices debido a “La revolución de la información” (2003: 71).
Esa revolución de la información fue y es producto de los avances científicos-
tecnológicos que lograron reducir los vectores de tiempo, espacio, capacidad
y eficiencia en las comunicaciones, haciendo posible la comunicación en
tiempo real. Para Joseph Nye la principal cualidad de esta revolución de la
información “no es la <<velocidad>> de las comunicaciones (…). El cambio
crucial es la enorme reducción del <<precio>> de transmitir información. (…)
por tanto, la cantidad de información que se puede transmitir al mundo entero
es de hecho infinita” (Ídem: 73). En concreto:

Este cambio espectacular en las tecnologías hermanas de la informática


y las comunicaciones, a veces denominado la <<tercera revolución
industrial>>, está cambiando la naturaleza de los gobiernos y la
soberanía, incrementando el poder de los agentes no estatales y
ampliando la importancia del poder blando en la política exterior (Ibíd.)

101
Por ese motivo, “La revolución de la información está haciendo más
compleja la política mundial [entiéndase internacional] al incorporar a agentes
transnacionales y reducir el control de los gobiernos centrales, pero también
está afectando al reparto del poder” (ídem: 96). Así, en este mundo
heterogéneo, interdependiente, complejo, globalizado, de comunicaciones
instantáneas e infinitas, los factores que generan un cambio en un espacio,
tiempo y/o tema de la agenda internacional, generaran efectos que impactan,
perturban o desestabilizan de manera casi instantánea (positiva o
negativamente) al resto de los elementos que integran esa red debido a su
conocimiento. En consecuencia, la nueva realidad que emergió tras los
diversos cambios ocurridos en el sistema internacional, están afectando a las
relaciones internacionales en lo que va de siglo XXI. Específicamente señala
que:

La globalización –el crecimiento de las redes de interdependencia global-


está añadiendo nuevos temas a nuestra agenda nacional e internacional,
nos guste o no. Muchos de los asuntos no podemos resolverlos solos.
[…]. Y en un mundo donde las fronteras son más porosas que nunca, en
todo, desde las drogas hasta las enfermedades infecciosas pasando por
el terrorismo, estamos obligados a trabajar con otros países más allá de
sus fronteras y dentro de las nuestras (…) (Ídem: 13-14) (Corchetes
nuestros)

Con base en lo expuesto, es posible, afirmar que, en la década de los


setenta del siglo pasado, las relaciones transnacionales estaban creciendo
“pero afectaban a números relativamente pequeños de elites involucradas en
empresas multinacionales, grupos científicos, instituciones académicas. Hoy
en día, Internet, debido a su bajo coste, está abriendo las comunicaciones
transnacionales a millones de personas” (ídem: 86-87). Así, a los cambios
introducidos inicialmente por la interdependencia compleja (nuevos actores y
nuevos temas de agenda) se le superpone la realidad del siglo XXI, la cual,
exige nuevamente ampliar el número de actores y temas del sistema
internacional.

102
En consecuencia, para Joseph Nye, el mundo previamente descrito genera
un tablero (orden/estructura internacional) tridimensional internacional
unimultipolar, parecido a una partida de ajedrez tridimensional, con sus
correspondientes actores, temas y espacios de poder como son China, Japón,
Rusia, India, Europa y Estados Unidos. Ese tablero tridimensional
internacional contiene “tres resortes de poder –militar, económico y blando-
[que] siguen siendo relevantes, aunque en grados diferentes según los
distintos tipos de relaciones” (ídem: 34), pues como afirma Esther Barbé “los
esquemas de poder y de influencia a nivel global cambian en razón del ámbito
(militar, económico, social) y de la fuente de autoridad (estados,
organizaciones internacionales, empresas, individuos organizados” (Ídem:
276).

4.2 Dimensiones del tablero tridimensional internacional unimultipolar47.

Para Joseph Nye el poder en el tiempo de la información global se


distribuye como un juego de ajedrez tridimensional que configura un tablero
tridimensional internacional unimultipolar que contiene las siguientes
dimensiones de poder:

4.2.1 Dimensión Militar

En la parte superior del tablero tridimensional internacional está el poder


militar, el cual, es unipolar, debido a que “Estados Unidos es el único país con
armas nucleares intercontinentales, gigantescas fuerzas terrestres y navales
de tecnología de punta, y un potencial global” (Ídem: 67). En esta parte del
tablero Joseph Nye hace referencia a la teoría realista y neorrealista que hacen
énfasis en la seguridad y la guerra como los temas cruciales de la política
exterior y de la política internacional respectivamente.

47
Ver el siguiente artículo de Joseph Nye:
Entender el juego del poder: http://edant.clarin.com/diario/2007/03/20/opinion/o-02502.htm

103
Esa superioridad militar como lo expone el autor estadounidense citando a
Sebastian Mallaby genera la paradoja en el poder de EE.UU., ya que, es “<<
(…) demasiado grande como para que se le pueda enfrentar ningún país, pero
no suficientemente grande para resolver problemas como el terrorismo global
y la proliferación nuclear. Estado Unidos necesita la ayuda y el respeto de los
demás países>>” (ídem: 69).
La afirmación anterior debe ser conectada a los temas identificados en los
capítulos previos sobre: 1. La transformación de la guerra. 2. La seguridad. 3.
El caos y la anarquía. 4. El multiculturalismo. 5. Las civilizaciones. 6. La
globalización. 7. La revolución de la información. 8. Las potencias emergentes.
8. La estrategia adoptada por esos Estados emergentes, especialmente:
China, Rusia, India y el mundo Islámico. Esas potencias emergentes como
expresa el autor, citando a John Ikenberry “<<…están haciendo pequeños
ajustes, creando alternativas a la alianza con Estados Unidos>>” (ídem. 218).
En términos de Henry Kissinger en Un mundo restaurado: la política del
conservadurismo en una época revolucionaria, China, Rusia, India y el mundo
Islámico, consideran el actual sistema internacional y el orden/estructura
internacional como ilegítimo y opresivo. En consecuencia, como afirma el
académico y diplomático estadounidense en La diplomacia “Un orden
internacional que no parezca justo será desafiado tarde o temprano” (ídem:
74). Por eso, las relaciones que esas potencias emergentes tienen con otras
potencias (las Occidentales) y otros Estados deben describirse como de
carácter revolucionario. En este caso, como señala Kissinger es “el sistema
mismo, el que [está] en tela de juicio. Los ajustes son posibles, pero los
mismos se concebirán como maniobras tácticas para consolidar posiciones
con miras al enfrentamiento inevitable, o como instrumentos para minar la
moral del antagonista” (1973: 12).
Con base en lo anterior, no es casual que el propio Joseph Nye advierta
que “La seguridad nacional –la ausencia de amenazas para nuestros valores
primordiales- está cambiando. (…) las medidas militares no son una solución

104
suficiente para nuestras vulnerabilidades” (ídem: 90). Vulnerabilidades que se
deben a que “Hoy los atacantes pueden ser gobiernos, grupos, individuos, o
una combinación de varios. Pueden ser anónimos y ni siquiera acercarse al
país” (ídem: 91). Basta con recordar que Martin Van Creveld en La
trasformación de la guerra precisa que:
La guerra convencional a gran escala –la guerra como es hoy entendida
por los principales poderes militares- puede en efecto encontrase en sus
últimos suspiros; sin embargo, la guerra misma, la guerra como tal, está
viva y coleando y próxima a entrar a una nueva era (ídem: 17).
En consecuencia, en “el futuro, la guerra no será librada por los ejércitos,
sí por grupos a quienes hoy llamamos terroristas, guerrillas, bandidos y
ladrones, pero seguramente encontraran un título más formal para designarse
a sí mismos (ídem: 268).
Con fundamento en lo expuesto por Martin Van Creveld, no es casual que,
el autor haga referencia, por un lado, a “las redes terroristas [como] una nueva
forma de globalización militar” (ídem: 122), y por otro lado, a la estrategia
adoptada por La República Popular China (propuesta y desarrolla por los dos
Coroneles del Ejército chino: Qiao Liang y Wang Xiangsui en La Guerra sin
Restricciones para oponerse a EE.UU., y en general a Occidente) usando el
“terrorismo, el narcotráfico, la degradación medioambiental y la propagación
de virus informáticos. Argumentan que, cuanto más complicada fuera la
combinación (…), mejores serían los resultados” (ídem: 127).
Lo anterior, evidentemente rivaliza, choca y desafía los valores, los
principios, la identidad, la cultura y los intereses grecorromanos y
judeocristianos de Occidente, generando en buena medida los altos niveles de
conflictividad, incertidumbre e inseguridad en la actual arena internacional 48.
Por eso, desde el punto de vista estratégico, geopolítico y geoestratégico,
como expresa Zbigniew Brzezinski en El gran tablero mundial: la supremacía
estadounidense y sus imperativos geoestratégicos, es en el continente

48
Este fenómeno puede ser observado en la película: DragonBlade: The Legend of Lang.
Ver: http://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-37769879

105
Euroasiático donde “el tablero en el que la lucha por la supremacía global sigue
jugándose” (Ídem: 11-12), siendo “esencial que no se produzca el surgimiento
de ningún aspirante al poder euroasiático capaz de dominar Eurasia” (Ibíd.).
Esos aspirantes han sido identificados: China, Rusia, India y el mundo
islámico. Por eso, no es casual que, la mayoría de los conflictos
internacionales se encuentran ubicados principalmente en lo que este autor,
denomina la zona global de infiltración de la violencia (ídem: 61), lo cual, no
significa que se reduzcan a esa zona. Pero es en esa área, donde se
encuentra, como sostiene el autor en el capítulo 5 del libro, lo que él denomina
los Balcanes Euroasiáticos. Al respecto, señala que:
También Eurasia tiene sus <<Balcanes>>, pero los Balcanes
euroasiáticos son mucho mayores, más poblados e incluso religiosa y
étnicamente más heterogéneos que los otros. Están situados dentro de
esa gran extensión territorial ovalada que delimita la zona central de
inestabilidad global identificada en el capítulo 2 y que abarca zonas de
Europa Sudoriental; Asia Central y partes de Asia del Sur, [el Océano
Índico], el área del golfo Pérsico y el Oriente Próximo [y agregaríamos
África debido a la expansión del Islam desde el norte al centro y sur del
continente. Así como, a la presencia de China]. (Ídem: 128) (Corchetes
nuestros)

Sigue explicando el autor que:

…Los Balcanes euroasiáticos, situados a horcajadas de las redes de


transporte cuyo surgimiento es inevitable y que vincularán más
directamente a las ricas e industriosas extremidades occidental y oriental
de Eurasia, son también geopolíticamente significativos. Además, son
importantes desde el punto de vista de la seguridad y de las ambiciones
históricas de al menos tres de sus vecinos inmediatos y más poderosos:
Rusia, Turquía e Irán; China además, muestra un creciente interés
político por la región [con la ya mencionada Ruta de la Seda y el Cinturón].
Pero los Balcanes euroasiáticos son infinitamente más importantes como
recompensa económica potencial: en la región hay una enorme
concentración de reservas de gas y petróleo, además de importantes
minerales, incluso oro. (Ídem: 129-130) (Corchetes nuestros)

En síntesis, en esta región de Eurasia confluyen las políticas exteriores de


las principales potencias y polos de poder militar y económico del actual
sistema internacional: 1. EE.UU., y Europa presionan desde el Oeste, hacia el
Este; 2. La Federación de Rusia presiona desde el Norte, hacia Europa del

106
Norte (el Mar Báltico), Europa del Este y Asia Central; y, 3. China e India
presionan desde el Este, hacia Asía Central, el Sudeste asiático y el Océano
Índico y el Océano Pacífico. Adicionalmente, para complicar y complejizar más
el asunto, habría que agregar: 1. Las distintas políticas exteriores de los
Estados de la región. 2. Las rivalidades y conflictos étnicos, identitarios,
religiosos, nacionales y tribales tan diversas en la zona; y, 3. La lucha por el
acceso, control y dominio de los cinco mares existentes en la región: el Mar
Negro, el Mar Mediterráneo, el Mar Rojo, Mar Caspio y el Mar Arábigo y el
Océano Índico. Este tema apasionante, pero limitado por los objetivos del
presente Trabajo, debemos finalizarlo remitiendo al lector al punto 2.5.2
definición de estrategia.

4.2.2 Dimensión Economía

En la parte central del tablero tridimensional internacional se encuentra la


dimensión económica. Para entenderla y no repetir argumentos (remitimos al
punto 3.1.2 sobre la Globalización). En consecuencia, sólo se precisará que,
para el autor está parte del tablero es:
…multipolar, con Estados Unidos, Europa y Japón representando dos
tercios de la producción mundial, y con China [e India] como [jugadores
importantes], debido a su espectacular crecimiento. Como hemos visto,
en este tablero económico Estados Unidos no es el país hegemónico y a
menudo debe negociar como homólogo de Europa. Esto ha llevado a
algunos observadores a denominarlo un mundo híbrido Unimultipolar.
Pero la situación es incluso más complicada y difícil de captar en la
terminología tradicional del equilibrio de poderes. (Ídem: 67) (Corchetes
nuestros)

Finalmente, está parte del tablero, es posible vincularla al tercer debate de


la Teoría de las Relaciones Internacionales, específicamente, con la teoría de
la interdependencia compleja que introdujo en la agenda internacional
principalmente temas relacionados a los acuerdos tecnológicos, comerciales,
financieros, es decir, en general a temas económicos.
Finalmente, en el capítulo II se identificó la estrecha relación que existe
entre economía y guerra. Joseph Nye la reconoce al expresar que “Si nuestra

107
economía falla, perderemos la base de nuestro poder duro además de nuestro
poder blando” (ídem: 157). En este sentido, habría que advertir sobre esta
dimensión el mencionado traslado del desarrollo y crecimiento económico de
la Costa de Atlántico a la Costa del Pacifico y que además “China es el mayor
tenedor de bonos del gobierno norteamericano, con 1,26 billones de dólares,
junto a Japón, que posee 1,22 billones”49

4.2.3 Dimensión Cultural50


En la parte inferior del tablero tridimensional internacional está la dimensión
cultural, es decir:

…el reino de las relaciones transnacionales, que rebasan las fronteras,


quedando fuera del control gubernamental. Este reino incluye en un
extremo a agentes no estatales tan diversos como los banqueros que
transfieren electrónicamente sumas de dinero mayores que la mayoría de
los presupuestos nacionales, y en el otro, a los terroristas que organizan
atentados y a los piratas informáticos que interfieren las operaciones
realizadas por internet. En este tablero inferior el poder está muy
disperso, y en él no tiene sentido hablar de unipolaridad, multipolaridad o
hegemonía. Quienes recomiendan una política exterior estadounidense
hegemónica basada en descripciones tradicionales del poder de Estados
Unidos hacen un análisis penosamente inadecuado. Si se participa en
una partida tridimensional, uno perderá si se centra sólo en el tablero
militar interestatal y no repara en los otros tableros y en las conexiones
verticales entre ellos (ídem: 67)
Esta dimensión del tablero hace que el autor estadounidense haga
referencia al llamado poder blando, es decir, a “la capacidad de organizar la
agenda política de forma que configure las preferencias de otros” (ídem: 30).
Este poder blando se encuentra ampliamente vinculado al tema de la
globalización, a la revolución de la información y al aumento de los actores y
a los temas de agenda internacional, ya que, por medio de la información, es
posible transmitir la “universalidad de la cultura de un país y su capacidad para
establecer una serie de normas e instituciones favorables que gobiernen

49
Ver: http://www.lainformacion.com/economia-negocios-y-finanzas/economia-general/por-que-nadie-puede-dejar-
caer-a-china-y-menos-eeuu_GSiJCe930lCorIbNriCRS5/ [Consultado en línea el 21/10/16].

50
Ver el siguiente artículo de Joseph Nye: La cultura vence a los misiles:
http://edant.clarin.com/diario/2005/11/10/opinion/o-02901.htm

108
áreas de actividad internacional son importantes resortes de poder. Los
valores de democracia, libertad personal, movilidad ascendente y apertura”
(ídem: 32). Valores y principios desarrollados cuando se habló de democracia,
globalización y multiculturalismo.

Por otra parte, para el autor estadounidense el “poder duro y el poder


blando están relacionados y pueden reforzarse entre sí” (ídem: 31). Esa
combinación da origen al llamado Smart Power o Poder Inteligente. Ambos
son necesarios para entender el interés nacional de un Estado en un mundo
globalizado, en el cual, actúan diferentes fuerzas transnacionales (actores).
Esa variedad de actores generan una gran variedad de temas en la agenda
internacional que son necesarios manejarlos y controlarlos. Por eso, como
afirma Esther Barbé “la relevancia de un tema, su inclusión en la agenda
(agenda setting) global, está directamente relacionada con el poder
estructural” (Ídem: 288).

Finalmente, esta parte del tablero, es posible vincularla a las ideas


expuestas por el constructivismo social en el marco del cuarto debate de la
Teoría de las Relaciones Internacionales. Para decirlo junto a Esther Barbé
“en lugar de enfatizar exclusivamente los incentivos materiales (económicos,
militares) [parte intermedia y superior del tablero respectivamente], el
constructivismo presta gran atención a la construcción de identidades
(principios y valores compartidos, percepciones del mundo, marcos históricos-
culturales generadores de identidades, mecanismos de interiorización” (Ídem:
81), que permiten a los actores pasar de la estructura a la acción.

4.3 El tablero tridimensional internacional y América Latina: retos y


perspectivas

En un primer momento hay que precisar que la realidad de los Estados de


América Latina es compleja. No obstante, por las limitaciones del presente
Trabajo Especial de Grado, se hará abstracción de esa complejidad, para sólo

109
enfocarnos en la dinámica del siglo XXI. Esto no quiere decir que se
desconozca que parte de los problemas actuales tengan mayor o menor grado
de vinculación (según el caso) con el pasado.

Resumiendo, dado que el tema cultural tiene gran acogida en el ámbito


académico e intelectual contemporáneo, es posible afirmar que, los Estados
de América Latina desde su independencia han buscado, por un lado, formase
una identidad propia. Por la otra, de organizarse políticamente con base en el
Paradigma de la Modernidad. Eso genera un problema de fondo. El Paradigma
de la Modernidad, para decirlo junto al historiador británico de la denominada
Escuela de Cambridge Quentin Skinner51 tiene sus fundamentos en el
Renacimiento y en la Reforma Protestante. Eso se debe a que, la Civilización
Occidental heredó todo un aparato teórico-conceptual en el cual juzgar y
analizar sus acciones, es decir, de conocerse a sí misma y saber qué es, bajo
dos tradiciones culturales, la grecorromana y la judeocristiana. Por eso, es
posible afirmar que, la Civilización Occidental ha evolucionado sobre la base
de estos dos pilares fundamentales que le dan vida a su ser y estar, logrando
de esta manera cierto grado de unidad espacial, política, económica, social,
cultural e identitaria. En su momento, esos dos movimientos (el Renacimiento
y la Reforma Protestante), fueron capaces de renovar y actualizar esas dos
bases teórico-conceptuales para crear una nueva subjetividad y una nueva
cosmovisión capaz de desplazar y barrer las bases o fundamentos de la
Respublica Christiana (entiéndase el Orden Político Feudal y su Constitución
Estamental de la Edad Media), insertando al individuo en una nueva
metanarrativa. En consecuencia, por distintas razones, al no haber existido en
América Latina movimientos similares, esos fundamentos y su posterior

51
Ver: Skinner Q. (1993). Los fundamentos del pensamiento político moderno I el renacimiento. México. FCE. Primera
reimpresión y Skinner Q. (1993). Los fundamentos del pensamiento político moderno II la reforma. México. FCE.
Primera reimpresión.

También ver: Foucault m. (2009). Seguridad, territorio, población: curso en el Collègede france (1977-1978). México.
Fondo de la Cultura Económica. Tercera reimpresión.

110
evolución, posiblemente, no se hayan propagado adecuadamente, haciendo
que el Paradigma de la Modernidad sea poco, nada o mal entendido. Eso
debería ser considerado el origen del realismo mágico y el principal argumento
para que el reconocido académico Juan Carlos Rey en Problemas
sociopolíticos de América Latina52, exprese que, buena parte de la historia de
los Estados de la región represente:

…el fracaso del intento de imponer un orden político liberal mediante el


trasplante de constituciones escritas, pues el modelo importado no
funciona en la práctica al faltar los supuestos históricos-sociales de que
depende su validez. Se produce así un dualismo insalvable, por un lado,
el orden formal, proclamado en la constitución escrita, pero que solo es
tenido en cuenta en la retórica oficial, por otro lado la conducta política
efectiva que no es confesada públicamente y que obedece a un modelo
propio distinto al formal (1998: 22)

No obstante, como expresa Jairo Niño en Relaciones internacionales de


América Latina: lectura para la configuración de un sentido comunitario
eficiente, para algunos, la búsqueda de una identidad propia “continúa sin
resolverse (2008: 62). Pero a pesar de los fracasos y/o errores, nadie puede
dudar que América Latina tiene sus bases culturales e identitarias en las
tradiciones grecolatina y judeocristiana que probablemente sean necesarias
regenerar, renovar y actualizar.

Ahora, situándonos en el siglo XXI se han identificado un conjunto de


autores que han tratado de realizar la ardua y complicada tarea de entender y
explicar la nueva realidad y la nueva dinámica internacional. Así, desde
distintos ángulos, esos serán los principales problemas y temas de la agenda
internacional que surgirán como consecuencia de los cambios ocurridos en las

52
Ver también: Uslar P.; Malavé M.; Escovas R., Maza Z. (1992). Perfiles de América Latina: ocho visiones
venezolanas. Caracas. Monte Avila Editores Latinoamérica. Primera edición; Kaplan M. (2001). Formación del Estado
nacional en América Latina. Buenos Aires. Amorrortu Editores; Soriano G. (2004). Hispanoamérica: historia, desarrollo
discrónico e historia política. Caracas. Fundación Manuel García-Pelayo; Boersner D. (2007). Relaciones
internacionales de América Latina. Caracas. Grupo editorial Random House Mondadori S.A. Sexta Edición y Carrera
Damas G y otros. (2008). Formación histórico-social de América Latina. Caracas. Ediciones de la biblioteca UCV-
CENDES; Tomassini L. (1991). Política internacional en un mundo postmoderno. Buenos Aires Argentina. Grupo
Editor Latinoamericano.

111
relaciones internacionales, en el sistema internacional y en la política
internacional. De esta manera, serán esas las variables para analizar cómo
América Latina: 1. Ha logrado afrontar los retos que las relaciones
internacionales, del sistema internacional, del orden/estructura internacional y
de la política internacional actual demandan, para luego, 2. Evaluar las
perspectivas de la región.

Esas transformaciones globales con sus reajustes de poder permiten


analizar las relaciones internacionales con sus respectivos impactos a nivel
regional, nacional y local. Así, ante la dinámica expuesta, como expresa
Francisco Rojas Aravena “En este periodo de incertidumbres globales,
América Latina también ha sufrido transformaciones significativas. Los
reajustes de poder y los cambios en el sistema global [entiéndase
internacional] tienen consecuencias directas en la región (2013: 7) (corchetes
nuestros). No obstante, como precisa Jairo Niño:

Latinoamérica más que por la búsqueda de hegemonía, pugna por la


maximización de sus posibilidades de inserción autodeterminada en el
Sistema en una dinámica que privilegia la cooperación, entendiendo que
la dinámica de Alianzas estratégicas, por su carácter supone la alineación
con una potencia global que necesariamente condiciona la acción
autónoma.

De esto se entiende, que la actualidad del Sistema Internacional supone


unas particularidades claras en la lógica de ejecución de la política
exterior y las relaciones internacionales para Latinoamérica, dadas en
función de unas condiciones materiales y unos objetivos comunes. (2008:
79).

4.3.1 América Latina cambios

Con base en lo anterior, es posible afirmar que, esas transformaciones y


reajustes de poder han repercutido en la región (previa explotación y
aprovechamiento de circunstancias internas que escapan de los objetivos del
presente Trabajo Especial de Grado). Ese impacto, se puede observar
mediante los cambios ocurridos en las siguientes áreas:

112
1. A nivel político: con la llegada al poder aproximadamente desde el año
2000 de los denominados gobiernos progresistas o de izquierda
(moderados o radicales). La razón de esos ascensos, además de
causas internas (proceso de desgaste y no-renovación de las elites
políticas y a las dudas que generaron las políticas económicas del
Consenso de Washington aplicadas durante la década del 90 del siglo
pasado. Ver lo expuesto sobre la globalización), se deben a que, como
precisa Andrés Serbín en Tres liderazgos y un vacío: América Latina y
la nueva encrucijada regional a:
La disminución del interés estratégico de los Estados Unidos en
América Latina y el Caribe en función de sus prioridades en otras
regiones del planeta, a partir del 11 de septiembre de 2001, ha
dado lugar al incremento de la autonomía de los países de la
región. Esta autonomía se evidencia tanto en sus políticas
exteriores, como en la reconfiguración del mapa político regional
con el ascenso electoral al poder de gobiernos de izquierda y
centro-izquierda; el cuestionamiento al llamado “consenso de
Washington” y a las reformas neoliberales de la década de los
noventa (y, en particular, a sus secuelas negativas en el plano
social); el impulso a políticas neodesarrollistas, el cuestionamiento
al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y la merma de
la influencia de los Estados Unidos en la OEA.

[…]. En este sentido, mientras que algunos gobiernos apuntan a


ampliar sus márgenes de autonomía, tanto a nivel regional como
global, sin poner en cuestión las relaciones con los Estados
Unidos, otros, como en el caso de Colombia, establecen alianzas
estratégicas estrechas, o asumen una confrontación abierta con
Washington, como en el caso de Venezuela.

No obstante, es evidente que, en primer lugar, la menor presencia


estratégica de los Estados Unidos en la región ha creado un vacío
que diferentes países buscan ocupar proyectando un liderazgo
regional y que, en segundo lugar, esta búsqueda estimula la
competencia y la rivalidad entre los aspirantes a este liderazgo,
con posicionamientos variados frente a los Estados Unidos.
(2008: 137). (Corchetes nuestros)

Esa disminución del interés estratégico y geoestratégico, por parte de


Estados Unidos, se debe a la prioridad sobre el continente Euroasiático,
donde realmente se encuentra situada la lucha por la supremacía

113
global, debido a las aspiraciones de: China, Rusia, India y el mundo
islámico, tal y como se mencionó previamente.

2. A nivel económico: como consecuencia de lo anterior, algunos Estados


de América del Sur han decidido vincularse al desarrollo y crecimiento
económico de la Costa del Pacífico (especialmente a China y Rusia).
Básicamente para satisfacer las demandas de materias primas
necesarias y requeridas por ese polo económico industrial. Para
Bernardo Sorj y Sergio Fausto en América Latina: transformaciones
geopolíticas y democracia, “El actual cuadro internacional se
caracteriza por la disminución del poderío estadounidense, la ascensión
de nuevas potencias, en particular China, y el papel estratégico que
asumieron los recursos naturales en la inserción de América Latina en
los mercados internacionales” (2010: 5). En este sentido, el crecimiento
económico de China genera un conjunto de intereses sobre la región 53.
Así, su estrategia fundamental consiste en “asegurar líneas de
abastecimiento de recursos naturales y mercados, sin relación con la
promoción de un discurso sobre valores o ideología deseable para los
países con los cuales comercializa” (Ídem: 11). Para estos autores la
inserción de China en el continente ha generado dos posiciones: 1. Una
catalogada como benévola, porque se ve “como favorable a los
intereses latinoamericanos, pues promueve el crecimiento económico
por la valorización de sus commodities y la reducción de su
dependencia en relación a los mercados norteamericanos” (Ídem: 12);
y 2. Otra crítica que señala que:
…si bien los países latinoamericanos se favorecieron del
incremento de los altos precios de los commodities, el acelerado
aumento de la importación de productos manufacturados chinos,
impulsada por una amplia oferta de bienes a precios bajos, ha
generado impactos negativos crecientes sobre un número cada
vez mayor de sectores industriales. Según esta visión, procesos

53
Ver: http://www.hispantv.com/noticias/opinion/325470/comercio-chino-conquista-america-latina-occidente-peru-
chile-ecuador

114
de desindustrialización amenazan recolocar las economías latino-
americanas como simples proveedores de materia prima en la
división internacional del trabajo. (Ibid).

En el caso de Rusia, su interés pasa por buscar recuperar espacios de


inserción en el continente, como en otrora lo hiciera la URSS. Esto con
base en una política exterior más dinámica pero “Sus posibilidades de
inversión y comercio con América Latina son limitadas, siendo su
principal potencial el de proveedor de armas para los países de la
región” (ídem: 16).

3. La disminución del interés estratégico y del liderazgo de UU.EE.,


sumado a la presencia China y Rusa en la región han incrementado un
discurso que privilegia el proceso de Integración Regional y la
multiplicación del número de organizaciones internacionales regionales
(con distintas funciones generales o específicas) paralelas a las ya
existentes o tradicionales, las cuales, reflejan el choque de intereses de
los Estados de la región y la lucha por asumir el liderazgo. Esa
propagación de organizaciones internacionales regionales (ALBA,
ALADI, UNASUR, CELAC, PETROCARIBE, ALIANZA DEL PACÍFICO,
SICA, CAN, CARICOM, OEA, ALCA tienen poco y/o ningún impacto
real en la transformación de la región). Para Andrés Serbín en
Soberanía e integración en América Latina esa
…proliferación de nuevas formas y expresiones de regionalismo
–que no necesariamente son formas de integración regional–
apunta fundamentalmente a formas de concertación política
importante entre los países de la región, con nuevos temas de
agenda, también muy importantes, y, en cuyo marco, se ha
generado además un debate conceptual en la región, también
extremadamente importante, acerca de si son formas que
responden a un regionalismo de carácter posliberal,
posneoliberal, poscomercial o poshegemónico por las
características que detenta y que lo diferencian de experiencias
anteriores en América Latina y el Caribe. (2013: 66)

Este cambio, siguiendo al mismo autor (ídem: 70), se debe a un


supuesto cambio conceptual en las nuevas formas de regionalismo que,

115
siguiendo a algunos analistas denomina los tres retornos: el primero es
el privilegio a una agenda sobre temas políticos que desplaza a la
agenda de liberalización económica y comercial. La segunda gira sobre
el Estado como actor fundamental de ese proceso con sus atributos de
soberanía (en un mundo donde la soberanía westfaliana va en
retroceso). En tercer lugar “al desarrollismo, muchas veces asociado
con el extractivismo y la sobreexplotación de los recursos naturales de
la región” (ídem: 71).

En resumen, los diversos cambios identificados y analizados han generado


nuevos retos en América Latina a nivel militar, económico y cultural, forjando
con ello un conjunto de nuevas perspectivas que deben ser manejas con gran
atino para no incurrir en errores ni desaciertos. Estos cambios con sus
respectivos retos son posibles identificarlos en el tablero tridimensional
internacional.

4.3.2 El tablero tridimensional internacional y América Latina

Se ha observado como las relaciones internacionales, el sistema


internacional, el orden/estructura internacional y la política internacional están
transformándose en el nuevo siglo. Adicionalmente, se analizó, los efectos que
esos cambios han producido en la configuración del orden/estructura
internacional bajo el mundo unimultipolar descrito por Joseph Nye, en el
tablero tridimensional internacional y sus respectivas conexiones. En este
apartado se estudiará brevemente la relación de América Latina con ese
tablero tridimensional internacional.

4.3.2.1 Dimensión militar

Al analizar cómo América Latina enfrenta los cambios del actual sistema
internacional en la dimensión militar hay que precisar que, es posible observar,
como existen dos polos o grandes centros de poder mundial que están en una
abierta y aunque no declarada guerra por el dominio y control de las relaciones
internacionales. Así, por un lado, están las potencias occidentales (con

116
Estados Unidos, Europa y algunos aliados en el resto del continente
euroasiático como Israel, Japón, Corea del Sur, Filipinas y Australia por
nombrar algunos como actores principales). Por el otro lado, están las
potencias no occidentales (China, Rusia, India y gran parte del mundo
musulmán).

Al estudiar esta dimensión, no se puede dudar que, la identidad de América


Latina está inexorablemente vinculada a la herencia cultural grecolatina y
judeocristiana, es decir, a la civilización Occidental. Por eso, ante el
surgimiento de un nuevo bloque de poder conformado por potencias no
occidentales, con valores culturales e identitarios distintos e incompatibles a
los valores culturales e identitarios occidentales y que además atentan y
rechazan abiertamente los mismos, los Estados de la región, se han alineado
con las potencias occidentales con mayores capacidades de poder, es decir,
con Estados Unidos de Norteamérica y Europa Occidental, para conformar una
alianza en defensa de esa identidad y de esos valores. Por otra parte, las
fuerzas armadas de la región conjunta o separadamente, difícilmente podrían
enfrentar o contrarrestar el poder militar de las potencias emergentes por sí
solas, sin la cooperación de Estados con mayores capacidades.

No obstante, bajo la actual dinámica internacional, existen Estados


(entiéndase gobiernos) de la región que, bajo una determinada retórica
argumenten diferentes motivos (históricos, políticos, económicos, culturales y
sociales), para alinearse (en contra natura) con la alianza rival, es decir, con
las potencias no occidentales emergentes.

En ambos casos, lo anterior, es posible definirlo bajo la lógica del


comportamiento internacional de los Estados conocido como bandwagoning.
Práctica que, como expresa Kepa Sodupe en Teoría de las Relaciones
Internacionales a comienzos del siglo XXI, “consiste en alinearse con el Estado
más fuerte” (Ídem: 90). De la misma opinión es Joseph Nye, quien, en La
paradoja del poder norteamericano, precisa que, a veces los Estados

117
“reaccionan ante el auge de una sola potencia <<subiéndose al tren>> -es
decir, uniéndose al bando aparentemente más fuerte en vez de al más débil-
“(Ídem: 37). Este comportamiento se debe a que, como Expresa Jairo Niño,
mientras EE.UU., y Europa “conciben sus interrelaciones en el sistema como
mecanismos de ascenso en una dinámica de poder; Latinoamérica concibe las
suyas como instrumentos de inserción en una dinámica de cooperación para
alcanzar el Desarrollo. (Ídem: 79)

4.3.2.2 Dimensión económica

La dimensión económica como lo expresó Joseph Nye es multipolar, debido


a la existencia de varios centros de poder económico como consecuencia del
ya mencionado “desplazamiento de los ejes de gravitación comerciales,
financieros, de inversiones, así como los estratégicos-militares a la Cuenca del
Asia-Pacífico. En consecuencia, el peso del Atlántico ha disminuido
considerablemente” (Rojas. 2014: 207). Esto ha generado varias
consecuencias:

1. La pérdida relativa de poder de EE.UU., sobre región.


2. La parte norte de la región está conectada económicamente con
Estados Unidos, mientras que, la parte sur ha tendido vínculos con la
Costa del Pacífico. Este acontecimiento, como señala Francisco Rojas
Aravena, ha hecho que el supuesto “crecimiento económico de muchas
naciones de la región éste ligado al crecimiento de China y a su
demanda de bienes primarios. Este cambio es clave porque genera una
tendencia a la reprimarización de las exportaciones latinoamericanas”
(2013: 11).
No obstante, en los últimos dos años, se puede observar que, esa
tendencia pudiera cambiar progresivamente debido al retroceso de los
llamados gobiernos progresistas en la región.
3. El surgimiento de Brasil como líder político y potencia económica
regional, con pretensiones de alcance global. Esto se refleja en un

118
principio con su inserción y cooperación en materia económica, en torno
al bloque de potencias emergentes denominadas por el analista de
Goldman Sachs Jim O´Neill “en 2001 [bajo] el acrónimo BRIC´s (en
inglés, ladrillos), para describir gráficamente la rápida e impetuosa
aparición en la escena internacional de cuatro gigantes políticos y
económicos –Brasil, Rusia, India y China- como algo ineluctable y
necesario” (Westendorp y Cabeza. 2011: 28). No obstante, sus
problemas internos obstaculizan y dificultan esta actuación y su
liderazgo. Adicionalmente, habría que analizar la política exterior del
nuevo gobierno de la República de Brasil bajo la administración de
Michel Temer, quien, pareciera estar realineándose hacia el bloque de
potencias occidentales.

4.3.2.3 Dimensión Cultural


En la parte inferior del tablero tridimensional está la dimensión cultural se
refiere al “reino de las relaciones transnacionales, que rebasan las fronteras,
quedando fuera del control gubernamental” (Ídem: 67). En esta dimensión hay
una gran diversidad de actores (legales/ilegales y nacionales/transnacionales)
y de temas de agenda que dan origen al poder blando, entiéndase a “la
capacidad de organizar la agenda política de forma que configure las
preferencias de otros” (ídem: 30).

La ampliación de las relaciones transnacionales como consecuencia de la


globalización y de la revolución de la información está emparentada, por un
lado, con la interacción que se genera entre los diferentes actores sobre el
rechazo, la asimilación o la hibridación cultural. Por el otro lado, están los
diferentes problemas de agenda que ha tenido que enfrentar la región. Ante
esos problemas la realidad de América Latina no es ajena a ninguno de ellos.
Por el contrario, muchos representan el día a día que deben afrontar los
Estados, los gobiernos, las sociedades y los individuos. En este sentido, la
región posee índices de desigualdad social bastante elevados. Esto

119
necesariamente hay que vincularlo a la pobreza, a la violencia, a los altos
índices de criminalidad común y organizada (ejemplo: los maras en Centro
América; los carteles de narcotráfico, las narcoguerrillas, la minería ilegal y sus
vínculos con la tala de bosques como en el caso amazonia, los paraísos
fiscales, los graves índices de corrupción, entre otros ilícitos), el aumento
demográfico, el tema de la degradación medioambiental y el problema del
acceso a los recursos básicos para satisfacer las necesidades más
elementales de los seres humanos, la violación de derechos humanos, las
diferentes epidemias sanitarias (ejemplo: chikungunya y zika). Estos
acontecimientos, hay que articularlos, con lo expuesto sobre el declive del
Estado Nación Moderno, el surgimiento de nuevas amenazas sobre la
seguridad, los problemas de gobernabilidad y la pérdida o deterioro de los
valores y principios democráticos54. Ante estos problemas, que representan la
agenda común en la región, se ha buscado cooperar para buscar una solución
conjunta, porque como afirma Francisco Rojas Aravena “Muchos de estos
fenómenos son ´intermésticos´, es decir globales y domésticos a la vez” (2013:
3).

Finalmente, en el contexto internacional actual, donde se privilegian los


valores culturales e identitarios, la región coopera y colabora para la solución
de los mismos, vinculándose, en primer lugar, con los Estados de la región
(por percibir que son problemas similares y comunes a todos) y en segundo
lugar con las potencias occidentales con mayores capacidades, es decir, con
Estados Unidos de Norteamérica y Europa Occidental por compartir visiones

54
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http://www.eluniversal.com/noticias/internacional/eeuu-presenta-informe-sobre-derechos-humanos-america-
latina_69153

120
de mundo similares, es decir, valores culturales e identitarios y problemas
semejantes.

4.4 Perspectivas de América Latina en las relaciones internacionales del


siglo XXI.

Se sabe que salvo casos excepcionales el futuro es difícil y casi imposible


de conocer de predecir. No obstante, las tendencias y las transformaciones
globales, descritas y analizadas en el presente Trabajo Especial de Grado,
pueden servir como guía para realizar un conjunto de proyecciones e
interrogantes entre los diferentes actores políticos: Estados, gobiernos, elites,
sector privado: empresas nacionales y transnacionales, organizaciones no
gubernamentales, sociedades y en general los habitantes e individuos de la
región sobre ¿cuál puede ser el futuro que a corto, mediano y largo plazo
aguarda? y ¿cuál futuro es el deseable? Las respuestas a estas interrogantes
y otras similares dependerán de como los distintos actores observen, estudien,
analicen, perciban (si es que lo hacen) esas transformaciones globales con
sus reajustes de poder y los distintos problemas de la agenda internacional
aquí identificados. Porque, dependiendo de esas percepciones será posible
construir, emprender y ejecutar soluciones y medidas concretas. En resumen,
como expresa Francisco Rojas Aravena, cualquier perspectiva o proyección
sobre el futuro pasa “al menos por poder prevenir las situaciones y los
procesos que generan ingobernabilidad, fragmentación, tensiones y pérdida
de democratización” (2013: 22).

En este sentido, las perspectivas para la región tanto a nivel individual como
colectivo, dependerán de como los diversos actores, es decir, los Estados, los
gobiernos, las elites, el sector privado, las sociedades y en general los
habitantes perciban, aborden y articulen un conjunto de respuestas para la
solución a los distintos problemas (políticos, económicos, sociales, culturales)
que los Estados deben afrontar a nivel interno y a nivel internacional.

121
En el ámbito interno esto amerita la creación, articulación y ejecución de un
conjunto de políticas públicas que permitan un desarrollo humano sustentable,
que genere un crecimiento económico e impacto social, dirigido a reducir el
principal problema de la región como lo es la pobreza y la desigualdad. “Por
este motivo, la productividad exige invertir en capital humano, educación,
ciencia y tecnología” (Ídem: 17). Esas políticas implican una mejor distribución
de la riqueza, acceso a los recursos naturales de forma sustentable, en
armonía y protección del medio ambiente, acceso a los servicios públicos
básicos necesarios para la vida humana, la inclusión social de los diversos
sectores de la sociedad, puesto que, “La exclusión incide en la precariedad de
la gobernabilidad y de la estabilidad democrática así como el debilitamiento de
la convivencia democrática y de la autoridad cívica” (Ídem: 18). Mientras esos
problemas no sean solucionados y al contrario vayan en aumento, esos
procesos de ingobernabilidad, fragmentación, tensiones sociopolíticas,
violación a los derechos humanos, la pérdida de los valores y principios
democráticos y cívicos se agravaran cada vez más. ¿Quizás? Al punto disolver
y descomponer todo tejido político, institucional, económico, social y cultural
conocido.

Para formular, ejecutar y supervisar ese conjunto de políticas públicas es


necesario el fortalecimiento y el reimpulso, por un lado, del Estado para que
asuma un papel principal en la promoción del desarrollo (Ídem: 20). Para
asumir ese papel el Estado debe ser el promotor del acceso a las
oportunidades que generen el desarrollo mediante “El acceso equitativo de
todos los ciudadanos a educación, vivienda, salud y empleo de excelencia”
(Ibíd.). Adicionalmente, debe garantizar y facilitar el ejercicio de los derechos
(políticos, civiles, económicos, sociales, culturales y medioambientales) por
parte de los ciudadanos, para asegurar una participación democrática y la
transparencia en todos los ámbitos de ese proceso. Por el otro, se necesita
una población cada vez más consciente y activa que participe en el desarrollo
y bienestar social común.

122
En el ámbito internacional, es posible mencionar que, por un lado, frente a
la emergencia de nuevas potencias no occidentales, que atentan contra los
valores y principios culturales e identitarios (grecorromanos y judeocristianos)
occidentales, es necesario cooperar y colaborar con los grupos identitarios
similares en su defensa y salvaguarda. Por el otro, frente a las nuevas
amenazas y fenómenos transnacionales, dado el carácter ´intermésticos`
(internacionales y domésticos al mismo tiempo) es necesaria la colaboración
y cooperación Estados para la búsqueda de una solución.

Finalmente, a lo largo del presente Trabajo Especial de Grado, ha sido


posible identificar un conjunto de transformaciones globales que se están
produciendo a nivel internacional en los ámbitos políticos, militar, económico,
cultural, tecnológico, comunicacional e informático ampliamente relacionados.
Esas transformaciones globales están produciendo procesos de reajustes de
poder en las relaciones internacionales. El estudio e impacto de esas
transformaciones, fue posible mediante el análisis de un conjunto de autores
que han aprendido y aprehendido la nueva realidad que refleja el sistema
internacional actual, a través de unos conceptos claves desde el punto de vista
teórico. Su profundización pone en evidencia que los diferentes procesos que
se suceden en la nueva realidad internacional son altamente complejos,
interdependientes y heterogéneos, al punto, de evidenciar que, América
Latina, a pesar de no estar en el centro de esos procesos, no es una región
ajena a esas transformaciones y reajustes. Por contrario, los cambios que ha
sufrido la región en los últimos veinticinco años son el reflejo de esas
transformaciones y sus respectivos reajustes de poder que están concurriendo
en el sistema internacional, en el orden/estructura internacional y en la política
internacional y no como consecuencia del realismo mágico.

123
CONCLUSIONES

El presente Trabajo Especial de Grado, tenía por objeto principal, analizar


las relaciones internacionales en el siglo XXI bajo los principales enfoques
teórico-conceptuales que explican las profundas transformaciones globales
con sus respetivos reajustes de poder que están aconteciendo en el mundo,
de manera que, fuera posible determinar la configuración del actual
orden/estructura internacional con base en el tablero tridimensional
internacional de Joseph Nye, para estudiar como esos acontecimientos están
vinculados a los cambios ocurridos en América Latina haciendo posible
deducir algunos retos y perspectivas.

Profundizar en su estudio y conocimiento ha permitido entender la


complejidad, la interdependencia y la heterogeneidad del sistema
internacional, del orden/estructura internacional y de la política internacional
en el siglo XXI. Para realizar el análisis, hubo que partir del acontecimiento que
a finales de la centuria anterior representó un hito en la historia de la
humanidad y que dio lugar a una nueva dinámica en la realidad internacional,
la caída de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en 1991. Hoy nadie
duda que este acontecimiento modificó profunda y sustancialmente la manera
de observar, entender, explicar y evaluar política y teóricamente al mundo. Eso
generó la tarea altamente compleja de construir nuevos enfoques teóricos-
conceptuales que permitieran hacer inteligible la nueva realidad internacional.

Adicionalmente, casi de manera paralela, acaecieron un conjunto de


fenómenos muy diversos que hicieron que la realidad internacional se
complejizará y complicará aún más. Entre esos fenómenos, es posible
identificar: la globalización económica y de las ideas, como consecuencia de
la revolución de la información que produjeron los distintos desarrollos
científicos-tecnológicos en el área de las comunicaciones, en la informática,
en la electrónica y áreas conexas que lograron reducir y mejorar
progresivamente el tiempo, el espacio, la capacidad, la cantidad, la eficiencia

124
y el precio en las comunicaciones y en la información que se puede transmitir
a diversas partes del mundo alcanzando a millones de personas por igual.

Los acontecimientos previamente descritos han impactado de diversas


formas las relaciones humanas sea a nivel individual, social, estatal, regional
y global. Ese impacto, es posible medirlo a catalogarlo de dos maneras: 1.
Positivamente, siempre que ayude a solucionar los diversos problemas que
enfrentamos los seres humanos y 2. Negativamente, cuando son usados para
producir o generar cualquier tipo de daño. En todo caso, a los efectos que
interesan al presente trabajo, esos acontecimientos han generado como
consecuencia que, en el mundo de hoy, el poder sea mucho más difuso y
complejo al momento de calcular su potencial y de percibirlo en la dinámica
estatal interna, como en la dinámica de las relaciones internacionales.

Así se tiene que, el objetivo principal propuesto en el presente Trabajo


Especial de Grado, se cumplió fijando tres objetivos específicos que
permitieron analizar cómo las transformaciones globales y los reajustes de
poder que han ocurrido durante el siglo XXI, han configurado un sistema
internacional, un orden/estructura internacional y una política internacional
muy diferente al que muchos presagiaban con la caída de la URSS.

En ese sentido, el desarrollo del capítulo I buscaba dar a conocer el


planteamiento del problema y los principales aspectos teóricos y
metodológicos de la investigación que servirían de respaldo para realizar el
análisis. Sus elementos integradores fueron el objeto de la investigación, las
motivaciones de la selección del tema, los antecedentes del problema, la
ubicación contextual en el ámbito teórico y empírico, las razones teórico
prácticas que justifican la vigencia del problema, la descripción del diseño de
investigación y las interrogantes de la investigación. Los dos fines concretos
perseguidos y alcanzados eran: 1. Precisar y delimitar el problema objeto de
investigación y los aspectos metodológicos para realizar la investigación y 2.

125
Que el lector tuviera el conocimiento de los mismos para un mejor
conocimiento del trabajo.

El primer objetivo específico se desarrolló en el capítulo II. El desarrollo de


ese capítulo buscaba definir y precisar que son las relaciones internacionales
sus elementos integradores y otros conceptos básicos. Eso permitió conocer
los instrumentos (medios) teóricos-conceptuales elementales que todo
analista tiene que manejar al momento de realizar un análisis o estudio de la
realidad internacional y entender cómo se relacionan cada uno entre sí. La
importancia y relevancia de definir y precisar estos conceptos previamente se
debe a que los mismos fueron aplicados en el presente Trabajo Especial de
Grado. Los instrumentos teóricos-conceptuales básicos definidos fueron: la
política, sus dos dimensiones y sus binomios; los dos criterios para analizar
los cambios políticos; las relaciones internacionales y sus cuatro tipos de
transacciones; el sistema internacional; el orden/estructura internacional; la
política internacional; la política exterior; el Estado; el poder; la estrategia y la
voluntad. Los dos fines concretos perseguidos eran: 1. Utilizarlos en el análisis
realizado en el presente Trabajo Especial de Grado y 2. Que el lector tuviera
el conocimiento básico para un mejor entendimiento del trabajo.

El segundo objetivo específico se desarrolló en el capítulo III. El desarrollo


de este capítulo buscaba estudiar los principales enfoques que explican las
relaciones internacionales en el siglo XXI. Eso permitió conocer los principales
enfoques teóricos que explican o pretenden explicar el origen y las causas de
las transformaciones globales y los respectivos reajustes de poder que han
ocurrido en la realidad internacional tras la caída de la URSS. Para esta labor
se procedió a realizar una división temporal en dos periodos. En cada periodo
se precisaron los conceptos fundamentales que lo caracterizaron,
seleccionando, clasificando y analizando la propuesta de los autores más
representativos. En el primer periodo se analizó la expansión de la democracia
y la globalización como forma de gobierno y modelo económico. Al realizar el

126
análisis de los autores estudiados, se pudo observar que, por un lado, esas
propuestas se fundamentaban en el Paradigma de la Modernidad Occidental.
En otras palabras, la democracia y la globalización, no son más que, el traslado
al ámbito de las relaciones internacionales y de las Relaciones Internacionales
que, el modo en que Occidente se ha organizado políticamente en la
Modernidad. No obstante, paralelo a ese proceso, se pudo detectar que, desde
1970 se venía gestando un traslado de los balances productivos desde la
Costa del Atlántico a la Costa del Pacífico, con su cuota parte a nivel
estructural en materia política, militar, diplomática, cultural, estratégica,
geopolítica y geoestratégica que desembocó en el malestar de la globalización
a finales del siglo anterior. Eso genero un segundo periodo, que se analizó en
tres fases:

1. El tema cultural bajo el multiculturalismo y el choque de civilizaciones.


El primero es el reconocimiento de otras culturas ante la evidente
pérdida de poder de Occidente en comparación con años precedentes
y con ello del Paradigma de la Modernidad como modelo de
organización política viable. Ese reconocimiento hay que analizarlo
paralelamente con los evidentes intentos por parte del resto de las
civilizaciones de reivindicar sus valores culturales e identitarios. El
segundo implica el surgimiento e intento de explicar las diversas
reacciones que se produjeron en otras partes del mundo, al ver
trasgredidos o afectados sus valores culturales e identitarios propios,
ante lo que catalogaron como pretensiones o intentos de desplazarlos
o sustituirlos por los valores Occidentales bajo la democracia y la
globalización. Los acontecimientos demostrativos de esta situación han
sido los diversos atentados terroristas. En especial los del 11 de
septiembre de 2001.

2. El caos y la anarquía. Esos atentados terroristas juntos a otros


similares, fueron la prueba definitiva de que todo había cambiado, al

127
poner en evidencia el problema del terrorismo vinculado al Yihadismo
islámico y el peligro del grupo terrorista autodenominado Estado
Islámico en Oriente Medio, ahora denominado Daesh. Así, sumado a
otro conjunto muy diverso de problemas como: las diversas crisis
económico-financieras que han estallado desde 1997 hasta la burbuja
inmobiliaria; la actual crisis migratoria; la crisis sanitaria ante casos
como el ébola, H1N1 y la gripe aviar entre otros; la crisis
medioambiental (Protocolo de Kioto sobre el cambio climático en 1997
y el acuerdo realizado en la Cumbre de Paris de diciembre de 2015);
unos recursos naturales que cada día se hacen más escasos; el
aumento demográfico a escala mundial; el aumento de las índices de
criminalidad a nivel transnacional y estatal; la violación de derechos
humanos; el aumento de la desigualdad y la pobreza a escala mundial
y la crisis de gobernabilidad en muchas partes del mundo. Ese conjunto
de temas generan la percepción de que efectivamente el mundo actual
se encuentra en completo caos y anarquía. Adicionalmente, habría que
agregar que, una parte del aumento de estos problemas, se debe a la
estrategia que Estados no occidentales emergentes o en ascenso
actualmente están implementando con la deliberada finalidad de
debilitar, deslazar y conquistar los espacios de poder controlados por
los Estados Occidentales. Finalmente, esas variables en su conjunto
han generados que surjan y se perciban nuevos riesgos y nuevas
amenazas, al punto de generar un cambio en el modo de ver, hacer y
conducir la guerra. De manera tal que, hoy se hable de una
reconceptualización de la seguridad. Adicionalmente, habría que
agregar que, una parte del aumento de estos problemas, se debe a la
estrategia que Estados no occidentales emergentes o en ascenso
actualmente están implementando con la deliberada finalidad de
debilitar, deslazar y conquistar los espacios de poder controlados por
los Estados Occidentales. Finalmente, esas variables en su conjunto

128
han generados que surjan y se perciban nuevos riesgos y nuevas
amenazas, al punto de generar un cambio en el modo de ver, hacer y
conducir la guerra. De manera tal que, hoy se hable de una
reconceptualización de la seguridad.
3. En este contexto, la seguridad se presenta ahora como elemento
principal al analizar las relaciones internacionales ante los cambios
sistémicos, estructurales, estratégicos que están suscitándose en el
sistema internacional y debido al surgimiento de nuevos problemas,
riesgos y amenazas en la realidad internacional. Así se tiene que, el
incremento y la relevancia del tema de la seguridad, puede ser
interpretada como la respuesta que han dado los Estados de Occidente
ante los nuevos riesgos y las nuevas amenazas internacionales antes
precisadas.
Con base en lo precedente, los dos fines concretos perseguidos con
este objetivo eran: 1. Analizar los conceptos fundamentales con base
en los cuales se explican esas transformaciones y cambios descritos a
nivel internacional tomando como referencia a los principales autores
que estudian la actual realidad y dinámica internacional, haciendo un
resumen de sus ideas principales y secundarias que la respaldan y 2.
Que el lector las conozca.

El tercer y último objetivo específico se desarrolló en el capítulo IV. El


desarrollo de ese capítulo buscaba analizar la configuración del tablero
tridimensional internacional y su interacción con América Latina, para deducir
los principales retos y perspectivas de la región. Eso permitió conocer como
esos cambios y reajustes de poder han generado la configuración del
orden/estructura internacional actual, con base en el tablero tridimensional
internacional propuesto y descrito por Joseph Nye. Este autor es quien mejor
analiza y determina cómo está configurado el orden/estructura internacional
de la nueva centuria bajo tres resortes de poder (militar, económico y cultural).

129
Así, siguiendo a Joseph Nye el orden/estructura internacional del siglo XXI
puede ser calificado como unimultipolar, debido a que, en el mundo de hoy,
los distintos avances científicos-tecnológicos en el campo de las
comunicaciones y la informática, ha vuelto el poder cada vez más difuso por
la presencia de un conjunto muy diverso de actores que interactúan en una
compleja, heterogénea e interdependiente red a nivel nacional y/o
transnacional en diversos ámbitos y espacios que pueden ser legales y/o
ilegales.

Ese análisis permitió conocer e identificar, cómo las relaciones,


transformaciones y reajustes de poder del sistema internacional, de la política
internacional y del orden/estructura internacional descrito como un tablero
tridimensional unimultipolar, ha repercutido e impactado en la región (previa
explotación y aprovechamiento de algunas circunstancias internas que
escapan de los objetivos del presente Trabajo Especial de Grado). Ese
impacto, se puede observar mediante los cambios ocurridos en la región en
materia: 1. Política con el ascenso o llegada al poder, desde aproximadamente
el año 2000 de los denominados gobiernos progresistas (moderados o
radicales). 2. Económica cuando algunos Estados de América del Sur
decidieron vincularse e insertarse al desarrollo y crecimiento económico de la
Costa del Pacífico (especialmente a China y Rusia), básicamente para
satisfacer las demandas de materias primas necesarias a este polo económico
industrial y abrir los mercados internos a sus productos, en contrapartida
obtienen cierto apoyo internacional ante ciertas organizaciones
internacionales y acceso crediticio desde los centros financieros que las
potencias emergentes han creado como “alternativa” al Banco Mundial y al
Fondo Monetario Internacional; y 3. Con la constitución de un conjunto de
organizaciones internacionales regionales con distintas funciones (generales
o específicas) paralelas a las ya existentes que reflejan la disminución del
liderazgo geoestratégico de EE.UU., en la región y al intento de algunos
Estados de llenar ese vacío.

130
En consecuencia, los diversos cambios identificados, descritos y
analizados han generado nuevos retos en América Latina a nivel militar,
económico, social y cultural, forjando con ello un conjunto de nuevas
percepciones y perspectivas que deben ser manejas con gran atino para no
incurrir en errores ni desaciertos. De este modo, los dos fines concretos
perseguidos eran estudiar: 1. Cómo las transformaciones y reajustes que se
están produciendo en el sistema internacional han impactado en el
orden/estructura internacional, para describir su configuración actual. 2. Cómo
esas transformaciones y reajustes de poder a nivel global están vinculados a
los cambios ocurridos en la región; y 3. Que el lector las conozca e identifique.

Así, conforme a lo estudiado a lo largo del presente Trabajo Especial de


Grado, se pudo comprobar que las relaciones internacionales constituyen un
conjunto de relaciones transfronterizas, de interacciones y de relaciones
sociales que distribuyen el poder a nivel mundial en los ámbitos: militar,
económico, diplomático, cultural y geoestratégico. En ese sentido, fue posible
identificar que, efectivamente esos procesos se encuentran presentes en las
relaciones internacionales del siglo XXI, generando un conjunto de
transformaciones globales que se están produciendo a nivel internacional en
distintos ámbitos ampliamente relacionados como lo son: el político, el militar,
el económico, el cultural, el tecnológico, el comunicacional y el informático.
Estas transformaciones han producido reajustes en el poder internacional,
configurando un nuevo orden/estructura internacional bajo el tablero
tridimensional internacional. El estudio e impacto de esas transformaciones,
fue posible mediante el análisis de un conjunto de autores que han aprendido
y aprehendido la nueva realidad que refleja el sistema internacional. Su
profundización pone en evidencia que los diferentes procesos que se suceden
en la nueva realidad internacional son altamente complejos, interdependientes
y heterogéneos, al punto, de evidenciar que, América Latina, a pesar de no
estar en el centro de esos procesos, no es una región ajena a esos reajustes
de poder global. Por el contrario, los cambios suscitados en la región en el

131
nuevo siglo están ampliamente interconectados a los acontecimientos
ocurridos en el sistema internacional y en la política internacional.

Finalmente, en la medida de lo posible y según los objetivos lo permitieron,


al elaborar el presente Trabajo Especial de Grado, se pretendió realizar un
análisis de las relaciones internacionales bajo una retrospectiva histórica de
larga duración que permitió comprobar que en periodos previos a la
Modernidad el poder de las relaciones internacionales no estuvo en lo que hoy
conocemos como Occidente. Eso hizo posible percibir y entender que
actualmente pudiera estar suscitándose un cambio de poder en las relaciones
internacionales a nivel estratégico, sistémico y estructural que consiste en el
traslado del mismo del primer eje al segundo eje identificado en el capítulo I,
es decir, de Occidente a potencias no Occidentales (con especial referencia a
China debido a sus capacidades e intenciones de ejercer un dominio universal
fundamentado en su identidad cultural y tradición imperial heredera del Reino
Medio). Con base en esa conjetura fue posible entender el tema civilizacional
y la manera de cómo Occidente se ha organizado políticamente bajo el
Paradigma de la Modernidad, cuando el poder de las relaciones
internacionales se trasladó al primer eje, es decir, a Occidente.
Posteriormente, se puedo precisar que, ese modo de organización política se
ha intentado trasladar a las relaciones internacionales y a la Teoría de las
Relaciones Internacionales. Su traslado a otras latitudes ha generado diversas
reacciones, principalmente adversas al realzar y reivindicar sus valores
culturales e identitarios y porque esas otras voluntades (agrupadas en las
potencias no occidentales) perciben cierto grado de decadencia y junto con
ello la pérdida del poder por parte de las potencias de Occidente. Ese proceso
fue estudiado bajo la identificación y clasificación de los conceptos claves
individualizados en el capítulo III, lo cual, fue posible sistematizarlos con base
en las ideas expuestas en el posible Quinto Debate de la Teoría de las
Relaciones Internacionales. Bajo esas directrices fue posible comprender y
entender ¿Qué era? y ¿Qué es Occidente? ¿Cuál es su organización política?

132
¿Cuáles son sus riesgos, sus amenazas y sus peligros? Así como, sus
repuestas. En síntesis, a conocer y a entender su situación actual de donde
resulta que, sólo queda defender, luchar, renovar y actualizar nuestros valores
y principios culturales e identitarios grecorromanos y judeocristianos.

133
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