Vous êtes sur la page 1sur 14

1Ó0-81<,661SS

5203,(1'2(/6,/(1&,2
/$6 +(5,'$6 2&8/7$6 '( /$ 81,9(56,'$' 1(2/,%(5$/

526$/,1' *,//
6&+22/ 2) $576 $1' 62&,$/ 6&,(1&(6
&,7< 81,9(56,7< /21'21
5HFHSFLy MXQ\  DFFHSWDFLy MXOLRO 

5 ( 6 8 0 ( 1

(/1(2/,%(5$/,602(1&2175Ï817(55(12)e57,/(1/26$&$'e0,&26&8<$35(',632
6,&,Ï1 $©75$%$-$5 '852ª <©+$&(5/2 %,(1ª (1&$-$1 3(5)(&7$0(17( &21 /$6 (;,
*(1&,$6 1(2/,%(5$/(6 '( &217$5 &21 68-(726 $87Ï12026 $872027,9$'26 < 5(6
3216$%/(6(1(/35(6(17(7(;7298(/92/$9,67$+$&,$$/*8126'(/266(&5(726<
6,/(1&,26 '( /$ 9,'$ $&$'e0,&$$5*80(172 $48Ë 48( /$ $&$'(0,$ 5(35(6(17$ 81
(;&(/(17( (-(03/2 '(©1(2/,%(5$/,=$&,Ï1ª '(/ 38(672 '( 75$%$-2 < 48( /26 $&$
'e0,&26 < $&$'e0,&$6 621 '( 0Ó/7,3/(6 )250$6 68-(726 1(2/,%(5$/(6 02'e/,&26
&2168,1$&$%$%/($872683(59,6,Ï1)/(;,%,/,'$'&5($7,9,'$'(,17(51$/,=$&,Ï1'(
18(9$6 )250$6 '( $8',725Ë$ < &È/&8/2

3$/$%5$6 &/$9(
1(2/,%(5$/,602 *2%(51$1=$ 81,9(56,7$5,$ &21',&,21(6 75$%$-2 $&$'e0,&2
()(&726 36,&262&,$/(6

INTRODUCCIÓN –Lo sé, sé exactamente a lo que te refieres.


–Me refiero a que ayer recibí 115 correos electrónicos
–¿Cómo estás? y todos ellos necesitan algún tipo de respuesta. Estoy
–Para serte sincera, ahora mismo estoy totalmente haciendo jornadas de dieciséis horas simplemente
estresada. El trabajo se acumula y yo me estoy asfi- para mantenerme a flote. Me siento como si llega-
xiando. No sé cuándo voy a poder tener tiempo para ra tarde a todo y mi lista de tareas pendientes crece
empezar el capítulo para el libro «El secreto y el si- más rápido de la velocidad a la que puedo ir tachan-
lencio». Voy muy, pero que muy retrasada y me sien- do las cosas en ella: es como uno de esos hongos de
to fatal, como si estuviese dejando de lado a Róisín, las películas de terror, que duplica su tamaño cada
pero literalmente no tengo ni un segundo. pocas horas (risas). Y nunca tengo la oportunidad

*
El presente texto es la traducción del capítulo escrito por Rosalind Gill (2010), «Breaking the silence: the hidden injuries of the neoli-
beral university», publicado en Gill, Rosalind y Ryan-Flood, Róisín, Secrecy and silence in the research process: feminist reflections, Lon-
don: Routledge, pp. 228-244. Arxius de Ciències Socials agradece la predisposición de la autora y la gentileza de Gerhard Boomgaarden, de
Taylor and Francis, para hacer posible la presente publicación. Traducción: David Muñoz-Rodríguez.


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

de poder hacer mi propio trabajo. Estoy durmiendo dolor, culpa y sentimientos de estar fuera de lugar,
realmente mal y siento como si todo estuviese fue- de fraudulencia y miedo a la exposición dentro de
ra de control… la academia contemporánea. Estos sentimientos,
–A mí me ocurre lo mismo. ¿Leer? ¿Qué es eso? ¿Pen- estas experiencias afectivas incorporadas (embo-
sar? ¡Ninguna posibilidad! Y te sientes fatal, ¿no te died), ocupan una posición extraña en relación
parece? En mi caso, además, siento como si constan-
temente le robara tiempo a los niños. Si hasta tengo
con las cuestiones del secreto y el silencio. Son co-
que levantarme a comprobar el correo a mitad de munes y cotidianas y, no obstante, al mismo tiem-
partida del Monopoly o de lo que sea. En ocasiones po permanecen en gran parte secretas y silenciadas
siento como si les estuviera abandonando. en los espacios públicos académicos. Se formulan
–Sí, lo entiendo. Y esto sólo hace que empeorar. Man- en un registro diferente, menos privilegiado: son
tendremos la esperanza de que nos toque la lotería materia de charlas en el pasillo, conversaciones
(risas). Pero, bueno, ¿cómo estás tú? en los descansos, a la hora del coffee break, y en
–¿De verdad lo quieres saber? (risas) (Sí) …bueno, los intercambios íntimos entre amigos y amigas,
actualmente fatal. ¡Estoy harta! Ayer me comunica- pero no son, según parece, objeto de un discurso
ron que mi artículo para la revista X ha sido recha- de apertura, de una publicación en una revista o ni
zado (Oh, no). Ya sabes, era ese en el que he estado siquiera de una reunión departamental. Para todo
trabajando durante tanto tiempo. Vertí tanto de mí
misma en ese trabajo (Lo sé). Uno de los comenta-
el interés en la reflexividad que ha habido en las
rios de los evaluadores era muy vil, venía a decir algo últimas décadas, las experiencias de los académicos
como que «mis estudiantes de primero de grado tie- y académicas de alguna manera han escapado en
nen un mejor conocimiento del campo del que tiene gran medida a la atención crítica. Es como si los
este autor… ¿por qué nos hace perder el tiempo?». parámetros para la reflexividad estuviesen delimi-
Cuando leí eso fue como si me hubieran dado una tados por el estudio individual, dejando el contexto
bofetada en toda la cara, Ros. De hecho, anoche no institucional en el que el conocimiento académico
dormí (Pobre), estuve toda la noche con esos comen- se produce simplemente como un telón de fondo
tarios sonando en mi cabeza. ¿Y sabes lo peor? Que que se da por sentado.
tienen razón: soy una inútil (No, tú no lo eres), soy ¿Qué significaría girar nuestras lentes sobre los
un completo fraude y debería haberme dado cuenta procesos de trabajo, la gobernanza institucional y
que iban a descubrirlo si enviaba mi trabajo a una
revista así, de las primeras.
las condiciones de producción? ¿Qué podríamos en-
contrar si, en vez de estudiar a otros, centráramos
Esto es la transcripción de una conversación nuestra mirada en nuestra propia comunidad, y
que tuve con una amiga unos pocos días antes tomáramos como datos no la pulcra publicación o
de (finalmente) empezar a trabajar en este texto. la charla de bella factura, sino el flujo intermina-
Ambas somos blancas, ambas trabajamos en una ble de comunicaciones y prácticas en las que todas
«antigua» (anterior a 1992) universidad británica y todos estamos inmersos y enredados, a menudo
y ambas estamos empleadas con contratos «indefi- de mala gana: los mensajes de correo electrónico
nidos», por lo tanto estamos marcadas como «pri- que aumentan, los minutos de las reuniones, las
vilegiadas» de muchas maneras en la academia solicitudes de empleo, las revisiones por pares, las
contemporánea. Mi voz es fácilmente reconocible evaluaciones para las promociones, la narrativa de
como la que está preocupada por lo retrasada que los rankings académicos, los documentos de los co-
voy precisamente en este texto. Algunos lectores y mités, los formularios de contacto y las evaluacio-
lectoras quizá encuentren extraña esta conversa- nes de los estudiantes, incluso las charlas después
ción, pero sospecho que a otros muchos y muchas de los seminarios? ¿Cómo podemos establecer los
les parecerá una conversación familiar y quizá les vínculos entre, por un lado, la macro organización
sacuda las cuerdas profundas del reconocimiento. y las prácticas institucionales y, por otro lado, las
Se habla de muchas cosas: cansancio, estrés, sobre- experiencias y los estados afectivos, a la vez que
carga, insomnio, ansiedad, vergüenza, agresión, abrir una exploración sobre las vías mediante las


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

que estos pueden estar atravesados por el género, la Negri, 2000). Los temas clave de esta literatura po-
etnia y la clase? ¿Cómo podemos comprometernos nen el énfasis sobre el riesgo, la individualización,
críticamente en los múltiples momentos en que los la inseguridad y el rápido cambio tecnológico de-
individuos muestran estar en el punto de ruptura, rivado de la necesidad constante de actualización
cuando dicen «mi trabajo es una mierda» o «voy a y «reciclaje» de las competencias (requerimientos
ser descubierto», así como en los momentos de ata- que han devenido lo que Manuel Castells (1996)
que gratuito y crueldad (vistos tan a menudo, por llamó «trabajo reprogramable»). El reciente au-
ejemplo, en los procesos de revisión anónima y sin mento del interés por el trabajo cultural representa
embargo raramente cuestionados) y conectar estos un subconjunto particularmente relevante de esta
sentimientos con las prácticas neoliberales de poder literatura, que sin duda cuenta con una mayor base
en la universidad occidental? En definitiva, ¿cómo empírica que las líneas generales y que examina
podríamos empezar a entender los secretos y silen- las experiencias laborales en industrias culturales
cios dentro de nuestros propios lugares de trabajo y tales como el diseño web, la televisión, el cine o
las diferentes maneras en las que estos importan? la moda. Estos estudios han señalado un núme-
No puedo esperar abordar todas estas cuestiones ro relativamente estable de características de este
en este breve texto, pero siento que es importante tipo de trabajo: una preponderancia de la tempo-
(más bien urgente) ponerlas en la agenda. Este no ralidad, empleos intermitentes y precarios, largas
es un ejercicio de autoindulgencia o narcisismo, ni jornadas y pautas de trabajo bulímicas, la caída o
siquiera una oportunidad para el lamento, precisa- desdibujado de las fronteras entre trabajo y juego,
mente la parte que me interesa es cómo determi- salarios pobres, altos niveles de movilidad, fuerte
nados estratos de la comunicación, de los cuales apego al trabajo y a la identidad como trabajadoras
la anterior conversación es un ejemplo, se siguen o trabajadores creativos (por ejemplo en el mun-
escuchando como un «lamento», como una ex- do del diseño web, el campo artístico y el diseño de
presión de queja o infelicidad, en lugar de ser for- moda), una disposición mental que es una mezcla
mulados como un análisis o una demanda (polí- de bohemia y emprendimiento, entornos de trabajo
tica) para el cambio. Más bien este capítulo es el informales, formas específicas de sociabilidad y ex-
comienzo de un intento de corregir nuestro propio periencias profundas de inseguridad y ansiedad en
silencio colectivo, nuestra incapacidad para mirar relación a la búsqueda de empleo, ganar suficiente
críticamente «nuestro propio patio trasero», con el dinero y mantenerse a flote en campos rápidamen-
amplio objetivo de entender las relaciones entre los te cambiantes (Banks, 2007; McRobbie, 2003; Gill,
cambios políticos y económicos, las transformacio- 2002; Ursell, 2000; Ross, 2003; Gill y Pratt, 2008).
nes en el trabajo y las experiencias psicosociales, a Estos hallazgos resuenan de forma potente y recuer-
la vez que un intento de iniciar una conversación dan muchas de las características de la vida en la
sobre cómo podríamos resistir. universidad occidental contemporánea.
Un segundo, pero mucho más pequeño, corpus
SITUANDO LAS EXPERIENCIAS de trabajos es la literatura sobre las transforma-
ciones estructurales en la educación superior, que
Me parece que cuatro perspectivas diferentes son pone de relieve la creciente empresarización y la
pertinentes para este proyecto. En primer lugar, es- privatización de la universidad y el impacto que
cribiendo sobre los matices dentro de la teoría social esto tiene (Graham, 2002; Evans, 2005; Washburn,
más general, hay una extensa literatura sobre la 2003). Entre los efectos se incluye la importación a
transformación del trabajo que da cuenta de aspec- la vida universitaria de modelos de gestión empre-
tos como el capitalismo tardío, la sociedad-red, la sarial; la reformulación de la naturaleza misma de
modernidad líquida, la sociedad del conocimiento la educación, conectada instrumentalmente con la
o el post-fordismo (Beck, 2000; Boltanski y Chia- economía y los negocios; la transformación de las
pello, 2005; Bauman, 2000; Sennett, 2006; Hardt y y los estudiantes en consumidores y la degradación


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

de las condiciones laborales y los salarios del perso- 1994; Strathern, 2000). Extendiendo las discu-
nal académico, así como la creciente precarización siones sobre la racionalidad económica, las y los
del empleo, que no obstante cuenta con una escasa académicos críticos con el neoliberalismo dirigen
resistencia organizada por parte de los sindicatos nuestra atención hacia nuevas y emergentes for-
y otros agentes. Los trabajos críticos (y no todos se mas de disciplina, las cuales operan como tecno-
pueden considerar de este modo, algunos son sola- logías del yo (selfhood) que introducen la posi-
mente nostálgicos de la era de los valores elitistas y bilidad del autocontrol y la planificación sin fin,
el «gentleman scholar») hablan de «universidad dando prioridad al sujeto «responsabilizado» que
corporativa» y de «capitalismo académico» y con- demanda la universidad contemporánea. Esta re-
sideran el control de la educación superior ha sido quiere una menor gestión, pero puede conceder la
tomado por la lógica del mercado. «autonomía» para gestionarse una o uno mismo,
En tercer lugar, están los trabajos concernientes de forma que es un ejercicio del poder mucho más
la micro-política del poder en la academia, que son efectivo que cualquier otro impuesto desde arriba
muy pertinentes en el presente texto (Gillies y Lucey, por los empleadores.
2007). A menudo con una orientación feminista y Combinadas entre sí, estas perspectivas distintas
también en ocasiones conformada por el pensa- tienen mucho que enseñarnos sobre la naturaleza
miento psicoanalítico, esta línea de trabajo desafía cambiante del trabajo académico, pero lo que se ne-
la imagen popular de la «Torre de Marfil» como «a cesita, y me gustaría sugerirlo, es un enfoque que
rarefied haven of detached reasoning and refined pueda pensarlas juntas, de forma que se puedan ex-
culture» (Gillies y Lucey, 2007: 1), para buscar en plorar las relaciones entre las transformaciones en
su lugar el funcionamiento del poder en diferentes el capitalismo, las nuevas formas de gubernamen-
niveles y de formas contradictorias en la universi- talidad y las experiencias psicosociales del trabajo
dad contemporánea. El poder es entendido de forma en la Universidad. Para intentar esto, parto de las
relacional y también se dirige la atención hacia las experiencias en la academia, experiencias que a
fuerzas inconscientes que operan tanto en el nivel menudo se mantienen en secreto o son silenciadas
institucional como en el interpersonal. Lo que es y que no encuentran canales adecuados de comu-
especialmente valioso de este enfoque es el énfasis nicación. Mis «datos» son enteramente «acientífi-
sobre la pequeña escala, las micro-negociaciones cos», pero sostengo, sin embargo, que nos dicen algo
del poder en la academia (desde las dinámicas en real y significativo sobre nuestros propios lugares de
la supervisión de tesis doctorales hasta las discu- trabajo. Consisten en conversaciones y correos elec-
siones sobre la carga de trabajo o la promoción). trónicos de amigos o compañeros de trabajo, notas
Por último, el trabajo de inspiración foucaul- sobre el trabajo en la universidad, cartas de edito-
tiana sobre el neoliberalismo representa otra im- res de revistas y otros fragmentos de la vida cotidia-
portante fuente de pensamiento sobre la vida y na (todos anonimizados excepto aquellos que son
las condiciones de trabajo contemporáneo en la míos) recogidos durante un período de un año. En
academia. Los conceptos clave incluyen la noción lugar de partir desde teorías o explicaciones sobre
de «compulsory individuality» (Cronin, 2000), la los cambios en el capitalismo, el empleo o la edu-
idea de que los individuos son exhortados de for- cación superior, pretendo tomar como punto de
ma creciente para que expliquen la historia de partida las experiencias, porque a pesar de toda la
sus vidas como si fueran el resultado de eleccio- contestación que ha recibido esta cuestión, particu-
nes y planes deliberados (Rose, 1990; Walkerdine larmente desde del feminismo, me parece que este
et al., 2001), así como la interrogación crítica de nivel permanece silenciado en la mayoría de los fo-
la «cultura de la auditoría», que conlleva la obli- ros (y esto aunque se manifiesta insistentemente en
gación de hacer que todo sea «auditable», esto es, dolores de espalda, ojos cansados, dificultades para
que todo pueda ser rendido de forma reconocible dormir y nuestras múltiples experiencias de estrés,
en términos de «outputs» cuantificables (Power, ansiedad y sobrecarga).


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

VIDAS PRECARIAS de trabajo. Los contratos de duración continuada


(conocidos en los Estados Unidos como «tenure-
No me malinterpreten, estoy muy contento de tener track») representan actualmente solamente algo
este trabajo, pero debido a que el contrato es tan cor- más de la mitad de los puestos académicos, con
to (de nuevo) voy a tener que empezar a buscar otro un 38% de todos los profesores y profesoras en la
más o menos de manera inmediata. educación superior en contratos de duración de-
(Académica en los inicios de su carrera académica,
terminada en 2006-2007 (Court y Kinman, 2008).
30 años, con un contrato de un año por tercera vez)
Mientras en el pasado los contratos de corta du-
Actualmente tengo cuatro contratos a tiempo par- ración estaban ampliamente limitados para los
cial. Iban a ser solamente tres (lo que casi era ma- puestos de investigación y ligados a proyectos por
nejable), pero entonces alguien se puso enfermo en tiempo específico, actualmente este tipo de contra-
X (universidad) y me pidieron colaboración. Sé que tos caracteriza los puestos docentes, los cuales son
es una locura, pero simplemente no lo podía rechazar frecuentemente ofertados sobre una base temporal
porque quizá sea mi única oportunidad de conseguir de un año y en el extremo inferior de la escala sala-
el próximo año un contrato a tiempo completo. Así rial. Sin embargo, incluso estos puestos constituyen
que debo mostrar voluntad para poder poner un pie la «aristocracia laboral» si los comparamos con la
en la puerta. Pero te aseguro que esto me está matan- proliferación de puestos de corta duración, puestos
do, sólo tienes que ver mis horarios, los jueves estoy
docentes a tiempo parcial o los contratos realizados
haciendo como 400 millas para ir de un trabajo a
otro, y cuando estoy sentada en el coche estoy muy sobre una base horaria para el cálculo del salario,
estresada, mis nudillos palidecen en el volante y no en los cuales las y los estudiantes de doctorado y
dejo de pensar que si pillo un atasco o hay un acci- los nuevos y nuevas postdocs se encargan de los
dente o cualquier otra cosa, todo se desmoronará y masivos programas de grado, con una formación
se echará a perder. escasa, un apoyo inadecuado y salarios que, si se
(Nueva postdoc, 30 años) tienen en cuenta las tareas de preparación de las
clases y corrección, frecuentemente caen (de fac-
Me he estado matando a mí misma intentando aca- to) por debajo del salario mínimo, lo que incluso
bar este texto, porque si no consigo colocarlo en una convierte los empleos de limpieza o restauración
buena revista no me van a meter en el RAE [índice de en atractivas opciones remunerativas. Junto a es-
evaluación de la investigación] y si sucediera esto ya
tos puestos de trabajo, se sitúa el recientemente
me puedo olvidar completamente de mi promoción
y mis días estarán contados. Contrato para sólo ha- creado estrato de «becas de docencia» (teaching
cer docencia, ¡ahí voy yo! Siento como si estuviera fellowships) en las cuales, como una medida de
agarrada sólo por las uñas. reducción de costes para la gestión de la universi-
(Profesora, 40 años) dad, el trabajo que una vez fue recompensado con
un puesto de profesor o profesora es reestructurado
La precariedad es una de las experiencias de- con un salario bajo, despojado de la protección so-
finitorias de la vida académica contemporánea, cial (por ejemplo la pensión) y de cualquier sentido
particularmente (aunque no de forma exclusiva) de obligación o responsabilidad hacia la persona
entre las y los más jóvenes de las plantillas o las y empleada y ofrecido simple y llanamente sobre una
los que están en los «inicios de su carrera» (una base de cálculo horaria, dejando frecuentemente a
denominación que se puede extender al conjun- las y los becarios-docentes sin ninguna fuente de
to de la carrera, dadas las escasas oportunidades ingresos durante el verano.
para el desarrollo profesional o el empleo seguro). Es mucho lo que se puede (y debe) decirse (con
Los datos estadísticos sobre las pautas en el empleo enojo) sobre esto, sobre las políticas para la edu-
académico muestran la completa transformación cación superior de los sucesivos gobiernos, sobre
de la educación superior durante las últimas déca- la complicidad de la parte de las plantillas relati-
das, con una sistemática causalización de la fuerza vamente seguras en esta erosión de las condicio-


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

nes salariales de sus colegas, sobre la ausencia de Es tal vez el mismo ethos del «sacrificio» el
una respuesta colectiva a la destrucción de una que silencia las cuentas de los costes personales
profesión, de hecho de una visión de la universi- del trabajo inseguro y precario en las universi-
dad y del trabajo intelectual en sí mismos. Pero lo dades. Tener que desplazarse largas distancias o
que también necesita ser discutido son nuestras vivir separados o separadas de las parejas y amis-
experiencias en este tipo de precariedad. ¿Cómo tades son parte de estos costes, sobre todo, en la
es el «brave new world of work» elaborado por los medida en que nos convertimos en una fuerza
científicos sociales (Beck, 2000) y que sufren las de trabajo crecientemente móvil y fragmentada.
personas que habitan la academia? ¿Cuáles son los Esto impacta de forma desproporcionada sobre
costes del desplazamiento desde un empleo rela- las mujeres académicas, quienes, al parecer, son
tivamente seguro hacia otro pobremente pagado, menos propensas a tener hijos que sus colegas
informal y discontinuo? Estos incluyen la ansiedad masculinos y que las mujeres que tienen otro
crónica y el estrés provocados por las largas jorna- tipo de empleos (Nakhaie, 2007; Probert, 2005).
das, los elevados costes de los desplazamientos y Una parte de esta diferencia podría ser explicada
la incapacidad para planificar el futuro debido a debido a la menor proporción de mujeres acadé-
la inseguridad endémica de la propia posición de micas que desean tener hijos, pero reconocer esto
cada cual. El Health and Safety Executive calcu- no debería ocultarnos el hecho de que una pro-
la que 13,8 millones de días de trabajo se pierden porción creciente de mujeres también se siente
anualmente por causas relacionadas con el estrés incapaz de desarrollar y mantener una carrera
laboral, la ansiedad y la depresión y la «Univer- académica, ya sea porque la cantidad de tiempo
sity and College Union’s 2008 Survey» descubrió que cuesta conseguir un empleo estable (grado,
que hay personal académico que sufre «niveles de master, doctorado, contratos temporales) hace
estrés muy altos, considerablemente mayores que que este llegue demasiado tarde, o porque las
la media», el cual además se había incrementado intensas demandas del día a día del empleo aca-
desde la primeras encuestas realizadas en 1998 y démico contemporáneo hacen extremadamen-
2004 (Court y Kinman, 2008). A pesar del profun- te difícil gestionar esta cuestión. Un estudio en
do impacto sobre nuestras vidas, estas cuestiones la Universidad de California encontró que, si se
raramente son comentadas dentro de la academia añadían las tareas domésticas y de crianza, las
y, si lo son, tienden a ser tratadas como, experien- mujeres académicas con hijos e hijas estaban
cias individuales y personales, en lugar de como trabajando cien horas a la semana (Mason et
características estructurales de la universidad con- al., 2006). Se podría argumentar que la rápida
temporánea. Por otra parte, las y los académicos afluencia de mujeres hacia los puestos académi-
gustan poco de hablar sobre los (escasos) salarios, cos en las universidades en los últimos 30 años
tal vez porque piensen que si mencionan el aspecto ha sido a costa (para algunas de ellas) de tener
monetario podría ser cuestionado su compromiso familias. Esto tiene resonancias con experiencias
o integridad. Como sostuvo Andrew Ross (2000), en otros campos profesionales (periodismo por
el rechazo del personal académico a ensuciar sus ejemplo), en los que se observan tendencias ha-
manos hablando de dinero está relacionado con la cia la igualdad de género, pero en los que están
idea de la condición académica como una «noble» surgiendo formas más complejas de discrimina-
llamada o vocación (un hecho que probablemente ción y desigualdad.
no está relacionado con nuestro fracaso durante
muchas décadas para garantizar acuerdos sala- «FAST ACADEMIA»: LA INTENSIFICACIÓN Y EXTENSIÓN
riales que mantengan el ritmo de la inflación). El DEL TRABAJO
capital educativo y cultural del personal académi-
co puede enmascarar las dificultades financieras y Cuando complete el formulario online, por favor no
puede impedir que se hable de ellas. introduzca un número total de horas mayor que 37


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

horas por semana, ya que esto anularía el formulario. Un informe del Trade Union Congress (citado en
Si usted ha trabajado más de 37 horas en la semana de Court y Kinman, 2008) encontró que las y los aca-
referencia, por favor introduzca las respuestas como démico tienen más probabilidades de hacer horas
porcentajes de tiempo trabajado, no como horas. extras no remuneradas que cualquier otro grupo
(Guía dirigida al personal para completar el for- profesional. Se trabajó una proporción de horas
mulario TRAC –Transparent Approach to Cos-
ting–, Universidad X, 2007)
superior a lo que indica la Directiva Europea del
Tiempo de Trabajo y un 42% afirmaron trabajar
Creo que soy un poco demasiado adicto o compulsivo regularmente por las noches y los fines de semana
con esto, o más bien obsesivo respecto a ello… Me para poder hacer frente a las exigencias de su tra-
preocupa fallar en algo que debería estar atendiendo, bajo. La justificación ofrecida fue bien sencilla: el
me preocupa que si lo desatiendo por un día, voy a volumen de trabajo que se les exige. Se trata de un
tener que volver atrás y entonces sencillamente ten- «secreto a voces». De hecho, aquellos que gestio-
dré 60 o 70 correos electrónicos al final del día… y nan las universidades tienen consciencia de esto,
a ese nivel mis correos son completamente ‘sisifea- lo que significó un cambio en los procesos de au-
nos’. Es un nunca acabar. Es como mi lista de tareas ditoría que, literalmente, consistió en modificar la
pendientes. Rebajo de 70 a 30 las tareas, pero esas 30 forma en que el personal académico debe intro-
siempre están ahí, son unas 30 perpetuas.
(Profesor, 61 años, citado en Gregg, 2009)
ducir su tiempo trabajado en el software del TRAC
(ver la cita más arriba). Este cambió imposibilitó
Una punitiva intensificación del trabajo ha de- que el personal pudiera registrar el número total
venido un rasgo endémico de la vida académica. de horas trabajadas en el caso de que excedieran
Una vez más, es difícil encontrar un debate serio aquellas por las que estaban nominalmente con-
sobre esto, ya sea dentro o fuera de las universida- tratados. De este modo, las horas de trabajo del
des, sin embargo, es imposible pasar algo de tiem- personal académico fueron sistemática y delibe-
po con personal académico sin tener rápidamente radamente invisibilizadas, operando así como un
la impresión de que es una profesión sobrecargada mecanismo de silenciamiento.
hasta un nivel extremo como consecuencia de la Existe, por supuesto, toda una gama de técnicas
insuficiente financiación de las universidades, que mucho más sutiles y perniciosas para silenciar las
se ha expandido durante las dos últimas décadas, quejas y cortar la resistencia, técnicas que operan
en combinación con una hiperinflación de lo que en el nivel micro de las relaciones «universitarias»,
se exige al personal académico y de una cultura de así como dentro de los propios académicos y aca-
la auditoría. Y si esto fue tratado alguna vez con démicas. Una profesora me explicó que: «Yo estaba
escepticismo, ahora está perfectamente interioriza- a punto de romperme. Fui a ver a mi director para
do (de hecho, mientras escribo esto, me informan quejarme sobre mi carga de trabajo. Quiero decir
por correo electrónico de que debo estar «REF-re- que soy muy, muy trabajadora, tú lo sabes, y mi di-
ady»,1 incluso antes de que sean anunciados los rector simplemente dijo: ‘bienvenida a la moderna
términos de la nueva auditoría para la evaluación academia. Todos estamos trabajando esta locura de
de la investigación, la llamada Research Excellen- horas. Lo siento si soy demasiado franco, pero ya
ce Framework). sabes lo que tienes que hacer: si hace demasiado
La intensificación del trabajo académico se pue- calor, vete de la cocina’».
de confirmar no sólo por la evidencia anecdótica La cocina de la academia es, eso parece, dema-
(de la cual la mayoría del personal académico po- siado caliente para casi todo el mundo, pero esto
dría aportar una buena cantidad), sino por toda la no desemboca en una acción colectiva para reducir
investigación disponible sobre el tiempo de trabajo. este calor, sino que en su lugar se acaba generan-

1
Se refiere a la calificación, en este caso positiva, que se otorga a la evaluación de la investigación en el marco del Research Excellence
Framework (Nota del Traductor).


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

do una sobrecalentada atmósfera competitiva en berales de gubernamentalidad se han demostrado


la cual los actos de amabilidad, generosidad y so- más eficaces para extraer la «plusvalía», o al menos
lidaridad a menudo parecen continuar a pesar de, mucho más tiempo de trabajo, que cualquier otra
y no debido a, la gobernanza de las universidades. modalidad anterior de poder (aunque, por supuesto,
Cada vez más, las solicitudes para realizar activida- las feudales y otras formas coexisten con ellas en el
des, que alguna vez fueron consideradas parte de la funcionamiento de las universidades).
responsabilidad «cívica» de las y los docentes (ta- Mientras tanto, crítica aunque atrapada dentro de
les como participar en tribunales de tesis y evaluar la misma lógica de las soluciones individuales y las
artículos o proyectos presentados a convocatorias tecnologías del yo, pregunto a mis amigas y amigos
de financiación), adquieren un tono de suplicante cómo hacen frente a cosas tales como las solicitudes
desesperación, así como las y los editores de revis- diarias para revisar artículos (estoy buscando ideas
tas y responsables de curso no encuentran a nadie para bregar con esto): «Yo sólo reviso artículos para
dispuesto a hacer el trabajo necesario. Este es un revistas en las que estoy en el consejo editorial»; «yo
problema colectivo y estructural, resultado directo reviso veinte artículos al año y cuando llego a veinte
de cargas de trabajo que dejan a muchas personas rechazo todos los demás»; etc., etc. Me llama la aten-
sin «holgura» para asumir nada más allá de lo que ción la cantidad de pensamiento y trabajo emocional
directamente se les demanda. No obstante, una vez que se ha ido en esto: tantas respuestas diferentes, tan-
más, no hay discusión alguna acerca de esto como tas estrategias personales cuidadosamente pensadas,
una cuestión organizacional o institucional. En su tanta energía invertida en gestionar la trayectoria en-
lugar, las universidades «ayudan» a las plantillas tre ser un buen y ético «ciudadano» de la academia
a afrontar estas nuevas e intensificadas condicio- y sobrevivir (es decir, no hundirse, enfermarse o no
nes con un bombardeo de cursos de «formación» darse por vencida o vencido). Pero todo esto es casi
(para los cuales no tenemos tiempo disponible para enteramente secreto, un repertorio de respuestas pri-
asistir) que abarcan temas como «gestión del tiem- vatizadas para manejar lo inmanejable.
po», «lectura rápida» y «priorización de metas», y Y se omiten también todos los costes emociona-
que exigen de cada individuo que trabaje sobre sí les que provienen no sólo del trabajo hecho, sino
mismo para gestionar mejor las crecientes cargas también del trabajo no hecho. Un colega me pide
de trabajo como si hubiera una solución técnica que esté en el tribunal de un estudiante suyo de
(¡oh, esto marchará perfectamente si sólo reviso doctorado. Me atormento durante dos días: quie-
el correo una vez al día! ¿Por qué no lo habré ro echar una mano, parece una tesis interesante,
pensado antes? ¡Sólo debo revisar todos los 115 siento que es importante ética y políticamente hacer
correos diarios después de las cinco de la tarde estas cosas y sé que el estudiante realmente quiere
y entonces ya puedo estar despierta toda la no- que esté en su tribunal… pero ya examino otros dos
che respondiéndolos!), mientras de forma activa estudiantes de doctorado este mes, siento que estoy
rechazan cualquier «control realista» de la sosteni- retrasada en todo, mi madre está enferma y puedo
bilidad de las cargas actuales de trabajo académico. sentir que estoy acercándome a ese punto en el que
¡Esto es particularmente irónico, dado que las colapsaré… Respiro hondo y digo: «No, lo siento,
académicas y académicos apenas necesitan más for- no puedo hacerlo». Inmediatamente me inunda la
mación para perfeccionar sus pulcras autodisciplina culpa, me siento mal, me siento algo menos que el
y autogobierno! Aparecemos, por el contrario, como ser humano que me gustaría ser; intento no pensar
el modelo de sujetos neoliberales cuyas prácticas la- en la decepción del estudiante.
borales y «habitus psíquico» (por llevar a Bourdieu
un poco hacia mis preocupaciones psicosociales) «ALWAYS ON»: LA ACADEMIA SIN PAREDES
nos constituyen como auto-regulados, calculado-
res, conscientes y responsabilizados. La «libertad», Junto a la intensificación del trabajo en la aca-
«flexibilidad» y «autonomía» de las formas neoli- demia, estamos experimentando una considerable


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

extensión del mismo (Jarvis y Pratt, 2006) a lo largo trategias bastante razonables para hacer frente a
del tiempo y el espacio. Paradójicamente, a medi- una carga de trabajo absolutamente irrazonable.
da que el profesorado universitario ha reconocido Las metáforas de la adicción impregnan el discur-
que de forma creciente que el ruido, los despachos so de las y los académicos cuando se refieren a su
abiertos, las interrupciones y solicitudes de los y las relación con el correo electrónico, incluso llegan
estudiantes significan que «ya no puedes trabajar a tales niveles de ansiedad que sienten que revisar
en el trabajo», ¡cualquier otro lugar se ha revelado el correo debe ser la primera cosa que hagan por la
como un potencial lugar para el trabajo académico! mañana y la última por la noche y, en los periodos
Qué práctico. Los autores de la corriente del mar- que no pueden hacerlo regularmente (durante las
xismo autónomo llaman a esto la era del «obrero vacacionales o en los periodos en que enferman),
socializado» y de la «fábrica sin paredes», una fase sienten temor por lo que puede estar al acecho en
del capitalismo en la que el trabajo se desterritoria- la bandeja de entrada cuando regresen. De nuevo,
liza, de modo que «toda la sociedad acaba puesta abundan las «estrategias» imaginativas para man-
a disposición del beneficio» (Negri, 1989: 79). El tener a raya tal ansiedad, como por ejemplo poner
trabajo en las universidades de hoy es, eso parece, la respuesta «estoy fuera del despacho» cuando en
el de una academia sin paredes. Ello es el resultado realidad estás en él.
de múltiples determinantes, pero se ve facilitado por Sin embargo, la cultura del «always on» de los
las tecnologías de la información y la comunicación, correos electrónicos no es lo único que ha llevado
que hacen posible estar «always on» (Gregg, 2009). a una marcada intensificación de nuestras cargas
En aceleración constante, las tecnologías mó- de trabajo y a la casi constante experiencia de te-
viles encajan perfectamente con las disposiciones ner altos niveles de estrés. De hecho, es paradójico,
y el habitus psíquico del sujeto académico neolibe- dada la cantidad de tiempo que pasamos con él,
ral: comprobar, supervisar, descargar, ya sea desde que el correo electrónico sea visto principalmen-
la British Library, desde la playa o desde la cama, te como algo que nos impide seguir adelante con
para llegar y mantenerse en lo alto. Dos cosas lla- nuestro trabajo «real», el cual se intensifica cons-
man la atención de los datos de Gregg (entrevistas tantemente como consecuencia de lo que Gregg
con obreros de cuello azul en Australia), así como (2009) llama «function creep», esto es, la obliga-
también de mis propias conversaciones informales ción de hacer cada vez más con menos. En la do-
con colegas y amistades. En primer lugar, existe una cencia, por ejemplo, ya no basta con impartir una
ansiedad palpable que se puede pulsar a través de clase y llevar a cabo algunos seminarios, también
estas cuestiones: ansiedad por quedarse atrás, per- se espera que produzcamos una serie de recursos
derse algo importante, venirse abajo. Y en segun- para su uso en las nuevas plataformas de comu-
do lugar, está la manera en que esto se encuadra nicación on line, tales como WebTC, Blackboard
casi completamente en un discurso individual. Una y Moodle. «No es aceptable simplemente subir tus
vez más, parece que estas ansiedades privatizadas apuntes de clase» viene escrito en la guía de una
son entendidas como el reflejo del mérito y la va- universidad. «Te animamos a usar WebTC de for-
lía de los individuos, en lugar de como los valores ma creativa, con cuestionarios, enlaces, materiales
de instituciones que generan exigencias intolera- visuales, etc. Para saber más sobre el potencial que
bles. De hecho, es notable cuánto auto-desprecio tiene WebTC para una docencia innovadora, ven a
recorre unos y otros datos, así como la forma en uno de nuestros cursos formativos». ¡Oh, genial
que se dibujan a través del lenguaje relativo a la (pensaría jocosamente al recibir un recordatorio
patología. En uno de los extractos que encabezan como este) otro cursillo de formación! Es innegable
este apartado, el profesor citado se caracteriza a sí la presión que producen estas constantes exhorta-
mismo de diversas formas como «adicto», «obse- ciones a ser más creativos, a ejercer una docencia
sivo» y «compulsivo», cuando podría ser visto de más innovadora, a estar a la vanguardia, etc., sobre
forma más precisa como alguien que despliega es- todo porque responde a un conjunto ya existente de


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

aspiraciones y principios éticos alrededor de lo que No soy capaz de decírselo a nadie en el trabajo. Me
es ser profesional y querer hacer un buen trabajo. siento tan humillada. Esto confirmará todo lo que
No obstante, es en relación a la investigación piensan sobre mí.
donde, mayormente, la gente se siente bajo presión, (Profesora, de 40 años, cuando se enteró de que no
ya que aquí es donde nuestra «valía» es más dura- había conseguido obtener una beca)
mente vigilada y evaluada y donde estamos sujetos Ya me he enfrentado a esto una vez, Ros, ¿pero cómo
a un escrutinio cada vez mayor. Ya no es solo una voy a hacerlo de nuevo? Después de dos malos tragos
cuestión de si publicas, sino de qué publicas, dónde por la promoción, simplemente no sé si puedo seguir
lo publicas, cuántas veces te citan, qué factor de im- adelante. Me he dejado las pelotas por esa plaza y sin
pacto tiene la revista y si eres REF-Ready. Leyendo a embargo ellos simplemente hacen que me sienta
Nigel Thrift (2000) sobre el «fast management» (el como si yo no fuera nada.
cual deriva en sí de la noción de «fast capitalism»), (Profesor titular, de 50 años, comentando que se
me llamó la atención el paralelismo con el mundo ha enterado que su candidatura para la promoción
académico: nuestra necesidad de ser cada vez más ha sido rechazada por segunda vez)
rápidos, más ágiles y lo que Thrift llama «con la
capacidad de respuesta de un gatillo muy sensible» La cita que encabeza este apartado es un infor-
para que seamos capaces de adaptarnos a cada nue- me de revisión de un artículo que recibí la primera
vo «call for papers», a cada nueva convocatoria de vez que envié un artículo a una revista, en 1990. Me
financiación y podamos encajar en las cambiantes reí (amargamente) ante la acusación de provincia-
modas respecto a cómo involucrar a los «usuarios nismo de esta revista norteamericana, más incluso
de la investigación» y a los sectores interesados. En ante la sugerencia de que ello se podía arreglar si
términos de Thrift, somos sujetos obligados a en- me centraba en los Estados Unidos (!). Pero sirvió
frentar de forma permanente «la emergencia como de poco este consuelo porque, sobre todo, me sentía
norma». Esta es una forma de gubernamentalidad menospreciada, dolida y molesta por este desdeñoso
que es incluso más perniciosa que aquella noción rechazo de un trabajo que había pensado, desarro-
que decía que «eres tan bueno como lo sea tu últi- llado y elaborado cuidadosamente durante meses
mo trabajo» (Blair, 2001). En lugar de esto, ahora en el marco de una beca. Quizá yo no era «sufi-
eres tan buena o tan bueno como lo sea tu último cientemente buena» para la academia. Me había
«paper», que ahora tiene una vida media más corta sentido optimista y orgullosa por haber escrito mi
que nunca antes. Bienvenidos a la «fast academia». primer artículo «propiamente» académico. Ocho
meses más tarde, cuando llegó la notificación del
VERGÜENZA TÓXICA rechazo, descorazonada, no podía soportar la idea
de mirarlo de nuevo. Permaneció sin publicar y
Evaluador 2: pasaron varios años antes de que enviara otro ar-
Este texto no será del interés de los lectores de X tículo a una revista.
(nombre de la revista). El análisis del discurso es Ahora soy más mayor, más experimentada y (un
poco menos que periodismo y no alcanzo a ver cuál poco) más dura. Pero he presenciado muchas veces
puede ser su contribución para entender el proceso cómo les ocurría esto mismo a amigos, amigas y es-
político. Es en sí mismo evidente para todo el mundo, tudiantes de doctorado; les he visto llorar después de
excepto para este autor, que la política es mucho más recibir este tipo de notificaciones (tal como le sucede
que ‘discurso’. Y aún más, al analizar los discursos
a mi amiga en la cita que hay al inicio de este apar-
de Margaret Thatcher, el autor muestra su completo
provincianismo. Si usted va a hacer este tipo de su- tado), mirando desconcertadamente, devastados. A
puesto ‘análisis’ al menos debería estudiar los dis- menudo deseo poderles proteger, pero todo lo que
cursos de George Bush. puedo hacer es intentar prepararles para lo que un
(Comentarios que acompañaban el rechazo de estudiante que tuve describió elocuentemente como
una publicación) parte del (en ocasiones brutal y deshumanizador)


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

proceso de «convertirse en Throsby» (su apellido), las particulares biografías de muchos de nosotros
esto es, conseguir la ciudadanía académica plena. y nosotras, que en ocasiones incluyen las luchas,
Pienso que esto hace emerger, al menos, dos pero que siempre se han caracterizado por el «hacer
tipos de cuestiones. Por un lado, ¿qué es lo que bien las cosas» (superar exámenes, cosechar elo-
está sucediendo cuando estos comentarios hosti- gios, ganar premios). Devenir sujetos trabajadores,
les y desdeñosos están hechos por nuestros propios automotivados y emprendedores es algo emblemá-
compañeros? Los comentarios que provocó mi ar- tico de la actual etapa neoliberal, pero también es
tículo hace casi veinte años fueron bastante sua- parte de un paisaje mental en el cual no ser exitoso
ves e inofensivos comparados con muchos que he (¡o afortunado!) (por ejemplo, no ser una de las
visto recientemente, a medida que las revistas han cinco personas que consiguen financiación para
«abierto» sus procesos de revisión y envían todas su proyecto de investigación o una de las quince
las evaluaciones a cada revisor o revisora. ¿Cuándo cuyo artículo es aceptado para su publicación en
llegó a ser aceptable escribir de la obra de un colega la revista) tiene poco reconocimiento o, por decir-
«esto es una mierda autoindulgente» o «mete este lo de forma más neutral, se reconoce en términos
manuscrito en un cajón y no te molestes nunca en de fracaso (moral) individual.
volver a él»? (Ambos comentarios sobre trabajos de Esta individualización discursiva nos devora
colegas los he leído en el último año). ¿Cuáles son igual que una bacteria carnívora, produciendo sus
los procesos psicosociales que producen este tipo de propios residuos tóxicos (vergüenza: soy un fraude,
prácticas? Yo diría que esto no tiene nada que ver soy inútil, no soy nada). Esto está (por supuesto)
con una noción de «libertad académica», ni tam- atravesado profundamente por el género, la clase
poco es simplemente algo relacionado con discre- y la etnia, conectado a las biografías que producen
pancias intelectuales o con el toma y daca normal muy diferentes tipos de «derechos» (o no). Esta res-
del debate académico (cosas todas ellas que deben puesta afectiva nos está silenciando y aislando (y
ser preservadas), sino que es algo producido por no podría ser de otra manera, pues no queremos
las peculiares condiciones tóxicas de la academia «mostrar» nuestro horrible fracaso, por lo que tene-
neoliberal. Para entender esto tenemos que pensar mos mucho cuidado de a quién contamos nuestros
en términos psicosociales, de manera que podamos rechazos). A tu pareja, sí; a las amistades más cerca-
conectar la presión, la competitividad y las frustra- nas, quizá, pero (como ilustra la cita de más arriba)
ciones de la academia contemporánea con las pro- no necesariamente a los propios colegas si se sien-
pias experiencias de las y los revisores, que pueden te que su respuesta puede ser hostil o competitiva
haber sido tratados con desprecio y escarnio. ¿Po- en lugar de solidaria. Cuando algunos estudiantes
dría ser quizá una muestra de rabia reprimida que me explican que han recibido un rechazo de una
estalla en forma de ataque contra alguien que no revista, a menudo llevan tiempo manteniéndolo en
es el causante de ella? ¿O se podría entender mejor, secreto, mientras intentan encajar los sentimientos
por el contrario, como uno de los pocos espacios en que ello les ha provocado. Cuando les cuento que
los que los académicos sienten que pueden ejercer eso también me ha pasado a mí, y a todas y todos
algún tipo de poder, de manera que lo manifiestan los académicos que conozco, se sorprenden, habien-
en ocasiones de forma cruel bajo el manto del ano- do internalizado ya la experiencia, de forma auto-
nimato garantizado? mática e inmediata, como un vergonzante fracaso
El segundo tipo de cuestiones que esto genera propio. Algunos habrán llegado a la conclusión de
se centra en el receptor final de estos comentarios que realmente no son suficientemente buenos, de
negativos, para así preguntarnos qué es lo que su- que son incapaces de hacer ese trabajo. Pero otros ya
cede cuando el rechazo (que es en sí mismo algo habrán ideado «soluciones»: debo esforzarme más,
absolutamente normal, un rasgo rutinario de la leer más, comprender mejor la teoría, etc., etc. Así,
vida académica) se traduce rápida y fácilmente en la solución para «nosotros», buenos sujetos neo-
una vergüenza tóxica. Esto es en parte resultado de liberales, simplemente es trabajar aún más duro.


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

PLACER intentado argumentar que la academia representa un


excelente ejemplo de «neoliberalización» del puesto
Todo esto sucede en un contexto en el que no de trabajo y que los académicos y académicas son, de
solo las fronteras entre trabajo y juego (o no tra- múltiples formas, sujetos neoliberales modélicos, con su
bajo) llegan a estar completamente corroídas, sino inacabable autosupervisión, flexibilidad, creatividad e
que es un contexto en el que estamos volcados pro- internalización de nuevas formas de auditoría y cálculo.
fundamente y apasionadamente apegados al traba- El neoliberalismo encontró un terreno fértil
jo; de hecho, a menudo no somos capaces de trazar en los académicos, cuya predisposición a «traba-
una separación entre nuestro trabajo y nosotros y jar duro» y «hacerlo bien» encajan perfectamente
nosotras mismas (y de nuevo aquí hay un potente con las exigencias neoliberales de contar con suje-
paralelismo con los trabajadores creativos). Como tos autónomos, automotivados y responsables. Esto
Angela McRobbie (2003) ha señalado en relación también está atravesado por el género, la etnia y la
a la industria de la moda y otros trabajos creativos, clase, estoy segura, y ello merece una atención ur-
«el placer demostrado en el trabajo y el apego apa- gente que no he sido capaz de ofrecer en este breve
sionado a algo llamado ‘mi propio trabajo’, en el texto. La ausencia de resistencia a la penetración
que existe la posibilidad de maximizar la expresión del neoliberalismo en las universidades es en par-
de uno mismo, ofrecen una convincente justifica- te el resultado de estas prácticas individualizadoras
ción del propio estatus, además de un mecanismo y atomizadoras, de los silencios alrededor de ellas,
disciplinario para tolerar no sólo la incertidumbre también del hecho de que la gente está demasiado
y la autoexplotación, sino también para mantener- agotada para resistir y además no sabe a qué resistir
se en una situación poco rentable dentro del sector o cómo hacerlo. Pero también se puede compren-
creativo y aún así no abandonarlo por completo». der, sugiero, en términos del placer inherente y la
Creo que en este potente análisis podríamos susti- autorrealización que muchas personas encuentran
tuir «creativos» por «académicos» y sus argumen- en su trabajo (cuando tienen tiempo para hacerlo),
tos no perderían fuerza alguna. Por tanto, necesi- o al menos la promesa o la idea de ello, así como
tamos con urgencia pensar sobre cómo algunos de también la seducción de un trabajo relativamente
los placeres del trabajo académico (o al menos el autónomo, aunque esta autonomía se está erosio-
profundo amor hacia el «mito» de lo que pensamos nando rápidamente, a medida que las universidades
que debería parecerse a ser un intelectual, aunque a importan modelos propios de los negocios, los cuales
menudo parece estar tan alejado) nos atan cada vez requieren que los correos se contesten dentro de las
más fuertemente a un régimen neoliberal con cos- veinticuatro horas o que el personal académico esté
tes cada vez mayores, especialmente para nosotras y presente en los despachos cinco días a la semana.
nosotros mismos. El trabajo de Lauren Berlant sobre En realidad, la tan cacareada autonomía a menudo
el «optimismo cruel» puede servirnos para ilustrar simplemente significa que las universidades acaban
cómo tal inversión apasionada (por ejemplo en el extrayendo aún más trabajo nuestro de forma gra-
mito de la buena vida académica) nos permite so- tuita, ya que estamos involucrados en vidas labo-
brevivir, al tiempo que empeora las cosas.2 rales en las que a menudo no hay fronteras entre el
trabajo y todo lo demás (si es que hay algo más).
CONCLUSIÓN En este texto, centrándome en la experiencia, he
intentado mostrar algunos de los costes de todo esto,
En el presente texto, he vuelto la vista hacia algu- destacando la inseguridad, el estrés, la ansiedad y la
nos de los secretos y silencios de la vida académica. He vergüenza como ejemplos más significativos.3 En el

2
Agradezco a Clare Hemmings haber llamado mi atención sobre esto.
3
Sin embargo, podría asimismo haber hablado sobre la enfermedad, ya que las tasas de morbilidad y mortalidad parecen cada vez más
sombrías para nuestra profesión y nuestros colegas cada vez más afirman estar enfermos y enfermas «todo el tiempo».


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

mundo de «la emergencia como norma» (Thrift, entonces, decidí escribirlo y espero que las ideas
2000), estos son algunos de los secretos, silencios y sobre los aspectos psicosociales del neoliberalismo
heridas ocultas de los espacios neoliberales de tra- que se intentan desarrollar sean vistos, en última
bajo que habitamos. El desafío es cómo podemos instancia, como parte de un proyecto más amplio
empezar a resistir. dirigido a hacer inteligibles las modalidades con-
temporáneas de poder y, por lo tanto, conectado de
POST-SCRIPT forma ineluctable a la lucha por un mundo me-
jor y más justo.
Estuve a punto de no llegar a escribir este texto.
Uno de los motivos fue precisamente las condiciones AGRADECIMIENTOS
de trabajo señaladas más arriba. No obstante, hubo
otro bloqueo «interno» que casi me impidió volcar Gracias a Stephen Court, de University and Co-
estas ideas en el papel: la ansiedad por el aparen- llege Union, por su incalculable ayuda para obte-
te narcisismo o autoindulgencia de este texto. Una ner datos estadísticos sobre el empleo académico y
parte de mí sentía que el hecho de señalar algunas el estrés en el lugar de trabajo. Me gustaría igual-
de las «heridas» de la vida académica (británica) mente agradecer a varios amigos, amigas y colegas
tenía la calidad de obsceno, dados los enormes pri- las sugerencias y los comentarios que han sido de
vilegios que tenemos en relación a la mayoría de gran ayuda e inspiración. Estoy agradecida a Mark
la gente en la mayor parte del mundo. Como Kate Banks, Sara Bragg, Kathy Davis, Natalie Fenton,
Soper (1991) puso en otro contexto: «nadie te está Breda Gray, Melissa Gregg, Clare Hemmings, Gail
matando de hambre, torturándote o negándote el Lewis, Angela McRobbie, Andy Pratt, Roisin Ryan
precio de un billete de metro para ir a una confe- Flood, Christina Scharff, Stephanie Taylor e Imo-
rencia sobre la postmodernidad». ¡¿Con qué dere- gen Tyler. Mi agradecimiento especial a Bruna Seu
cho, pues, me voy a pasar todo un texto hablando de por compartir su ingenio y sabiduría sobre la vida
mí misma / de nosotras y nosotros mismos como si académica durante muchos años de estimulantes
tuviéramos algún problema real?! Este sentimiento conversaciones que han sido un gran apoyo.
se intensificó por el hecho de escribir esto en enero
de 2009, cuando Israel bombardeó sin descanso la BIBLIOGRAFÍA
población de la franja de Gaza. Los momentos en
los que no estaba intentando acabar este texto los BANKS, M. (2007) The Politics of Cultural Work,
pasaba manifestándome frente a la embajada is- Basingstoke/ New York, Palgrave Macmillan.
raelí en Londres o derramando lágrimas de rabia BAUMAN, Z. (2000) Liquid Modernity, Cambrid-
y de impotencia a medida que fui testigo diaria- ge, Polity press.
mente del sufrimiento atroz de cientos de miles de BECK, U. (2000) The Brave New World of Work,
palestinos en mi pantalla. Ante este panorama, los Cambridge, Polity press.
costes de la penetración del neoliberalismo en la BLAIR, H. (2001) «You’re only as good as your last
academia difícilmente parecen un tema «digno» job»: the labour process and labour market in
de un sujeto políticamente implicado, de un inte- the British film industry. Work, Employment
lectual crítico… and Society, 15, 149-169.
No obstante, por supuesto, esto también puede BOLTANSKI, L. y CHIAPELLO, E. (2005) The new
convertirse en una dinámica que nos silencie, per- spirit of capitalism, Lon/New York, Verso.
mitiéndonos tan solo hablar de los extremos de la CASTELLS, M. (1996) The Rise of the Network So-
injusticia y el sufrimiento, como si el solo hecho de ciety, Cambridge,MA, Blackwell.
que otros «están peor» nos inhabilitara para ejer- COURT, S. y KINMAN, G. (2008) Tackling Stress
cer cualquier tipo de crítica, para decir algo acerca in Higher Education. London, University and
de nuestras propias experiencias. A fin de cuentas, College Union.


1 Ó 0      - 8 1 <    5203,(1'2(/6,/(1&,2/$6+(5,'$62&8/7$6'(/$81,9(56,'$'1(2/,%(5$/

CRONIN, A. (2000) Consumerism and compul- MCROBBIE, A. (2003) Club to Company. Cultural
sory individuality: women, will and potential. Studies, 16, 516-531.
IN AHMED, S., KILBY, J., LURY, C., MCNEIL, M. NAKHAIE, M. R. (2007) Universalism, ascription
y SKEGGS, B. (Eds.) Transformations: Thin- and academic rank: Canadian professors 1987-
king through feminism. London, Routledge. 2000. Canadian Review of Sociology and
EVANS, M. (2005) Killing Thinking: The Death of Anthropology, 44, 361-386.
the University, London, Continuum. NEGRI, T. (1989) The Politics of Subversion: A
GILL, R. (2002) Cool, creative and egalitarian? Ex- Manifesto for the 21st Century, Cambridge,
ploring gender in project-based new media work Polity press.
in Europe. Information, Communication & POWER, M. (1994) The Audit Explosion. London,
Society, 5, 70-89. DEMOS.
GILL, R. y PRATT, A. (2008) In the social factory? PROBERT, B. (2005) «I just couldn’t fit in»: Gen-
Immaterial labour, precariousness and cultu- der and unequal outcomes in academic careers.
ral work. Theory, Culture & Society, 25, 1-30. Gender, Work and Organization, 12, 50-72.
GILLIES, V. y LUCEY, H. (Eds.) (2007) Power, ROSE, N. (1990) Governing the soul: the shaping
Knowledge and the Academy: The Institutio- of the private self, London; New York, Routledge.
nal is Political, Basingstoke/New York, Palgra- ROSS, A. (2000) The Mental Labour Problem. So-
ve Macmillan. cial Text, 63, 1-32.
GRAHAM, G. (2002) Universities: The Recovery of ROSS, A. (2003) No Collar: The Humane Workpla-
an Idea, Exeter, Imprint Academic. ce and its Hidden Costs, New York, Basic Books.
GREGG, M. (2009) Function creep: communication SENNETT, R. (2006) The Culture of the New Capi-
technologies and anticipatory labour in the in- talism, New Haven, Yale University Press.
formation workplace. New Media and Society. SOPER, K. (1991) Postmodernism, subjectivity
HARDT, M. y NEGRI, T. (2000) Empire, Cambrid- and the question of value. New Left Review,
ge, MA, Harvard University Press. 186, 120-8.
JARVIS, H. y PRATT, A. (2006) Bringing it all back STRATHERN, M. (2000) The tyranny of transpa-
home: the extensification and «overflowing» rency. British Educational Research Journal,
of work: the case of San Francisco’s new media 26, 309-321.
households. Geoforum, 37, 331-9. THRIFT, N. (2000) Performing cultures in the new
MASON, M. A., GOULDEN, M. y WOLFINGER, N. H. economy. Annals of the asssociation of Ameri-
(2006) Babies matter: Pushing the gender equity can Geographers, 90, 674-692.
revolution forward. IN BRACKEN, S., ALLEN, J. K. URSELL, G. (2000) Television production: issues of
y DEAN, D. R. (Eds.) The Balancing Act: Gen- exploitation, commodification and subjectivity
dered Perspectives in Faculty Roles and Work in UK television markets. Media, Culture & So-
Lives. Sterling, Virginia, Stylus Publishing. ciety, 22, 805-825.



Vous aimerez peut-être aussi