LA'VANGUARDIA ESPAÑOLA Página S.

— Miércoles 15 de febrero de 19S§

Colaboradores
LA FALSA R
La emoción de la llegada a Barcelona, al
día siguiente de su liberación por el Ejército
Nacional, y las intensas impresiones de los
quince primeros días de nueva estancia en
ella son algo inenarrable. Tantos y tan va-
riados sentimientos se agolpan en el ánimo
del que acaba de reintegrarse a su ciudad.
natal después del largo y doloroso martirio
por ella sufrido, que no son para descritos
fácilmente. Ni entra ello en mi propósito.
Al.ponerme hoy otra vez en contacto con
el: gran público de Cataluña, merced a la
amable invitación de LA VANGUARDIA ES-
PAÑOLA, en calidad de colaborador de la
misma, considero un deber hablarle, más que
de emociones sentimentales, de razonamien-
tos'y criterios fruto de reiteradas meditacio-
nes acerca del problema palpitante de la tra-
yectoria espiritual de nuestra región catala-
na. :Quienes, en otro tiempo, tuvimos en la
vida pública de la misma, en/cualquiera de
sus:aspectos: social, político, cultural, etc., o
en varios de ellos a la vez, una representa-
ción más o menos calificada y notoria, tene-
mos,- a- mi juicio, en este momento augusto y
decisivo la obligación de hablar clara y fran-
camente a nuestros paisanos, de proclamar
ante ellos la-verdad a través de tantas expe-
riencias dolorosas vislumbradas, de decir sin-
ceramente nuestro pensamiento sin rebozo ni
disimulo, sin subterfugios ni eufemismos, que
eóio representarían propiamente deslealtad
o cobardía.
Durante dos. afios y medio de ausencia y
de peregrinaciones, mí evolución ideológica,
que- resaltaba ya en artículos y folletos por
mí publicados en los años 1930-1935, se ha
acentuado progresivamente, como resultado
de la continuada observación de los aconte-
cimientos y de la reflexión y el estudio fre-
cuentes. Al reanudar ahora mi vida barcelo-
nesa, he tenido ocasión multiplicada de cons-
tatar que las conclusiones a que principal-
mente por. raciocinio había llegado desde ra!
lejanía de la región nativa, presente, empero,
siempre en mí espíritu, coinciden esencial-
mente con las que, derivando más que. nada
de una elaboración sentimental* me comuni-
can aquellos amigos que han sufrido aquí la
tortura inmensa de la tiranía roja y con los
cuales he tenido el placer de conversar. Estas
conclusiones, por lo que se refiere específi-
camente a la trayectoria política de Cataluña
en los últimos decenios del siglo XIX y en lo
qiie llevamos del siglo presente, pueden re-
sumirse en esta opinión: Cataluña ha segui-
do una falsa ruta y ha llegado en gran parte
a ser víctima de su propio extravío. Esta
falsa ruta ha sido el nacionalismo catala-
nista.
Múltiples factores han contribuido, en el
decurso de un período bisecular, a la prepa-
ración de la magna tragedia española; y en
el examen general de las responsabilidades,
escasos son, en la historia moderna de Es-
paña, los hombres y las colectividades que
puedan aparecer exentos de errores graves
o de culpas. En la propagación de un subver-
sivismo, cada vez más acentuado y.más ex-
tendido por el cuerpo social de España, y que
llegó por fin a producir la gran catástrofe, en
la que hemos estado a punto de sucumbir
para siempre, casi todos tuvimos parte. No
me incumbe ahora entrar a analizar otras
causas, algunas más profundas y decisivas,
de la tremenda convulsión española. Lo que
Por FERNANDO VALLS TABERNER
El catalanismo no logró casi nunca dejar
de presentar una significación partidista; ni
alcanzó a abandonar a tiempo unos derrote-
ros que a la postre han conducido al país a
la- ruina. Nadie puede hoy honradamente de-
jar de confesar que, en fin de cuentas, el
catalanismo, al término de su trayectoria., se
ha vuelto contra Cataluña; y que incluso lo
que un tiempo pudo tener de generosa aspi-
ración renovadora, en medio de la general
decadencia, lo que tuvo también de ideali-
dad, desviada sin duda, pero llena, de inge-
nuas ilusiones,. lo'que haya representado eu
cuanto a anhelos de reforma y de perfección,
bien que exaltados y turbulentos, todo ello
h;» sido ignominiosamente prostituido y sa-
crificado en estos últimos años. Lo que, en
medio de la equivocación general, hubiera cu
él de nobles ansias renovadoras y de esencias
tradicionales, ha sido muerto últimamente
por los corifeos separatistas, y a consecuen-
cia de ello el catalanismo es hoy un cadáver.
Para el bien de Cataluña y de España entera
no lo podemos de ningún modo dejar inse-
pulto.
Hay que liquidar, pues, un pasado equi-
vocado, y en sus resultados desastroso; hay
que reemprender el camino, volviendo al buen
sendero. Cataluña es una realidad viva y no
un prejuicio tendencioso; y para restaurar su
vida y redimirla y dignificarla de verdad
sólo hay un camino: despojarla de sectaris-
mos, de mezquindades y de encogimientos,
devolverle el buen sentido, librarla de mega-
lomanías y de emperezamientos, de disipacio-
nes y de frivolidades, de chavacanerias y da
ridiculeces, y hacerla andar con fe, con amor
y con el mejor espíritu por la ancha vía
triunfal de la Nueva España, hacia un desti-
no común lleno de promesas y de esplendo-
res, de gloria auténtica y de progreso posi-
tivo. Y puesto que la Providencia, en el mo-
mento más angustioso y de máximo peligro,
nos ha salvado de una ruina irreparable, por
medio de nuestro excelso Generalísimo y del
glorioso Ejército Nacional, es necesario que
la rectificación, la contrición y la enmienda
marquen una nueva orientación de la vida
de Cataluña, reincorporada a España defini-
tivamente. A la obra grandiosa de la recons-
trucción de la Patria española emprendida
por el Movimiento Nacional deben, pues, co-
operar todos los catalanes efusivamente y
con la máxima lealtad, sin reservas, sin re-
celos y sin regateos de ningún género; sin
más jefe que el Caudillo, forjador de la Na-
ción renaciente, y salvador de nuestra civi-
lización tradicional, al cual debemos gratitud
perenne, adhesión inquebrantable y confian-
za plena y amplísima, cual la merece por su
genio extraordinario, por su patriotismo in-
superable y por su abnegación y esfuerzo
admirables.
CIUDAD DEL VATICANO
Cómo se anunciará la elección de
nuevo Papa:
a hora del balance y ele la verdad
El paso de la revolución por !a Catedral
Hace unos cuatro meses, hojeando en una
librería de esta ciudad un libro publicado
por los elementos rojos que se llevaron a
Francia nuestro patrimonio artístico, al con-
templar una fotografía dedicada a la-iglesia de
Nuestra, Señora del Pino, al leer el título del
grabado, en el que se decía que desde esta igle-
sia los fascistas habían disparado contra el-pue-
blo, no pudieudo disimular nuestra indignación,
manifestamos que eran, una infamia aquellas
palabras,, y habiendo protestado alguien contra
nuestra afirmación, terminamos la discusión di-
ciendo: que esto quedaría aclarado dentro de
poco, cuando pudiéramos decir la verdad y ru-
bricarlo con nuestra- firma. Ha llegado esta ho-
ra, la hora de la verdad, la hora de deshacer
©i tejido de falsedades con que lia sido engaña-
do el pueblo. Hay que abrir los ojos de los cie-
gos-y de no pocos ilusos, que no hacían ningún
esfuerzo, para encontrar la verdad. Nosotros
qua, con Ja pluma en.la mano, hemos sido tes-
tigos, desde el 19 de julio de 1936 hasta el día
de la entrada de los Ejércitos salvadores, de to-
da la hecatombe, nos proponemos aportar nues-
tro insignificante concurso, sobre todo en cuan-
to se refiere a la persecución de que han sido
víctima ¡nuestros hermanos en el sacerdocio y a
la destrucción. de los edificios dedicados al
culto. Por coincidir con la fiesta de Santa Eula-
lia, vamos a iniciar nuestra aportación con este
artículo dedicado al paso de la revolución por
la Catedral Basílica.
Uno de los muchos subterfugios con que los
elementos rojos de Cataluña habían intentado
descargar la responsabilidad de la obra devas-
tadora de los templos, había sido el de poner en
circulación, tanto dentro del país como por ©I
extranjero, que la Catedral de Barcelona estaba
intacta. El bulo había tenido, éxito,, de manera
que eran numerosas las personas que, de buei-
na fe, habían creí-do que el primer templo de
nuestra ciudad, se había librado de la oleada
de salvajismo. La mayoría de los ciudadanos
barceloneses, no habiendo visto salir columnas
de humo de su Catedral, confiaban encontrarla
en la forma que la habían dejado antes de es-
tallar la furia Infernal; nosotros hemos leído
en sus semblantes el desencanto al entrar a vi-
sitar estos últimos días la Catedral y darse
cuenta de la realidad que aparecía ante sus
ojos.
Un gran sector de la ciudad, que ha seguido
la obra de los rojos, de manera muy superficial,
creía que las bandas de bárbaros se nutrían so-
lamente de las masas de la F. A. I. La revolu-
ción es una campaña de unos cuantos equipos
de ladrones, y algunos de estos grupos de ban-
didos se organizaban en la Generalidad de Ca-
taluña, y a aquella institución era llevado el bo-
tín del pillaje. Esta es la verdad que ahora, que
podemos hablar, hemos de proclamar los que
hemos sido testigos de tal latrocinio.
La Catedral-no fue incendiada por las turbas,
pero ha sido robada de la manera más desver-
gonzonte y devastada con todo ©1 furor antirre-
ligioso, en su ©arte mobiliaria, por los agentes
de la Generalidad de Cataluña.
El 19 de julio de 1936, nuestro primer templo
1
Española
por JOSÉ SANABRE, Pbro.
fue objeto de las iras de los cuerpos de orden,
público de la Generalidad, que entraron allí en
busca de la gente armada, poniendo en grave
peligro la vida de sus ipacificos guardianes. En
horas anteriores la aviación roja ametralló in-
tensamente la Catedral. El día, siguiente, gru-
pos armados da elementos sindicales, acompa-
ñados de guardias, asaltaron la Basílica por ¡a
Capilla de San Miguel, abriendo después con
violencia la ¡puerta de San Ivo. El mismo día
los mismos elementos encargados de la. custodia
del templo, empezaron el saqueo del mismo, no
librándose de tal pillaje ni los mismos sepul-
cros.
Así empezaba la defensa directa del patrimo-
nio artístico, del cual se habían ¡proclamada
custodios. En días posteriores continuó el sa-
queo, no quedando cepillo ni caja por abrir, que
fueron violados, arrancándose de los cuerpos
santos las joyas de sus manos y de-sus pechos.
Pero la labor tan triste no terminó aquí. Unas
semanas después algunos de los elementos nom-
brados ¡por la Generalidad, para la custodia de
la Catedral, empezaron un más ordenado sa-
queo y la definitiva devastación. Hasta aquél
entonces el tesoro de la Santa Iglesia se había
salvado de las manos sacrilegas, pero en esta
segunda etapa los, ladrones oficiales no cejaron
en su obra hasta descubrir y despojar nuestra
Basílica del tesoro qu© en el decurso de los. si-
glos había acumulado la piedad y generosidad
de los Prelados, canónigos y fíeles.,
EL TESORO
La Catedral de Barcelona no era muy rica en
joyas, cuando menos consideramos que su te-
soro no estaba en proporción con la categoría
de la capital y la riqueza de la ciudad. En otros
tiempos había sido de más valor que en loa
tiempos presentes, pero las guerras, tanto del
siglo XVII como del XVIII, lo habían mermado
considerablemente, y particularmente nuestros
vecinos los franceses, siempre muy codiciosos
de los tesoros de España, expoliaron la Cate-
dral, así como otras muchas iglesias de nuestra
Patria. Esto no obstante, la Catedral de Barce-
lona conservaba una serie de joyas, testimonio
de la devoción de los reyes y otros personajes
a los Patronos de la ciudad. Estos últimos a«os,
el muy ilustre Capítulo, siempre celoso d¿ la
conservación de aquel tesoro, habla reunido to-
das las joyas en una caja fuerte colocada en
la sacristía, que resultaba una verdadera y per-
manente exposición, que era enseñada ai devoto
y turista que visitaba la Catedral. Todo aquel
tesoro, que vamos a detallar era, sus principales
piezas, a últimos de agosto los delegados de la
Generalidad se lo llevaron, y poco se sabe de
él, a excepción de los objetos expuestos en Pa-
rís. Allí era guardada la riquísima silla de pla-
ta en donde. era colocada la gran Custodia da
oro y plata que desde el siglo XV todos los años
era contemplada por los católicos barceloneses
el día de la festividad del Corpus Christi, du-
rante el brillante desfile de la procesión ©uca-
Tística. Junto a la Custodia se encontraba una
cantidad de joyas de valor incalculable y que
hacían de la misma un verdadero mostrador
de alhajas. Los, más ricos pectorales de nues-
tros Prelados y las más ricas joyas que había
lucido la aristocracia.do ©sta ciudad, habían si-
do ofrecidos a Jesús Sacramentado.. Con esta
gran joya han desaparecido entre otras: la her-
mosísima cruz procesional del siglo XIV; el
Liginum Crucis, clonado por el rey Martín, a la
vuelta de su viaje a Aviñón; el relicario de la
Santa Espina, de píate, con esmaltes; la, ima-
gen de Santa Eulalia, de plata, regalo de la ciu-
dad, del siglo XVII; la urna de plata del Mo-
numento; otra urna de plata, en donde se guar-
daban unas reliquias de San Severo; un relica-
rio de la Virgen; un Porta-paz de Limoges;

creo de mi deber señalar, en este momento
de salvación, a mis paisanos, como oportuna
y saludable advertencia dirigida a ellos por
un conocedor del asunto, es que uno de los
factores de subversión, cuya reaparición se
debe evitar decididamente, ha sido el catala-
nismo político, y aun, para simplificar la
denominación, diremos el catalanismo, a se-
cas. Este ha constituido la falsa ruta de la
Cataluña contemporánea.
Catalanismo no ha resultado lo mismo que
femor a Cataluña, aunque de buena fe apare-
cieran a muchos, en otro tiempo, uno y otro
como cosas idénticas. Escrutando hoy el pa-
sado próximo, podernos darnos cuenta, si la
pasión o la terquedad no enturbian nuestra
mentó, de que el catalanismo, en su actua-
ción política, contribuyó poderosamente al
desarrollo del s-ubversivismo en Cataluña, lle-
vándolo hasta las capas sociales superiores.
Huelga hoy, por suficientemente notorio, en-
trar en detaUes acerca de este extremo. Pero,
además, hay que reconocer que el catalanis-
mo resultó en definitiva un lamentable factor
de disgregación, así con respecto a la unidad
nacional española, como también dentro de
la misma entidad regional catalana, produ-
ciendo en ella una funesta separación, mejor
'diremos contraposición, que a veces, enco-
nada por el odio político, llegó a parecer
irreductible, entre los mismos catalanes, di-
vididos MI catalanista» y anticatalanistas,
con lo que se inició ya, dentro de la misma
Cataluña, una discordia profunda, que en
el orden moral era un preludio de guerra
civil,, vehemente y - furibunda
la "humareda11 tradicional
otro hermoso relicario de San Severo; una an-
tigua caja-sagrario, de plata; la mitra de San
Olegario, y numerosos cálices y candela-
bros de plata. Todo este tesoro ha sido
Ciudad del Vaticano, li. — Es probable que La multitud ha continuado desfilando piado- robado por este equipo, que salió a ac-
áa noticia de la elección y ©1 nombre del nue- samente ante el 'cadáver del Papa, rindiéndole tuar después del debut de la plebe de la
vo Papa sean radiados por la emisora del Va- su último tributo. A mediodía han sido cerra- F. A. I. Barcelona, del siglo XV a 1936, había
ticano y retransmitido» a todo el mundo ea das las rejas de 3a Basílica, para preparar 3a vivido horas dramáticas, guerras implacables;
sitios terribles; revoluciones, durante las cuales
él momento en que se eleve por encima de los inhumación, que tendrá efecto a Jas í de esta grupos de desalmados se habían apoderado de
edificios del Vaticano la famosa «sfumata», por tarde.
En el momento en que han sido cerradas las las calles y ocupado el gobierno de la ciudad,
la que de conformidad con la tradición se co- pero a pesar de las necesidades de la guerra y
munica al exterior del Vaticano la elección del puertas de la basüica de San Pedro, a medio-
nuevo Pontífice. Sin embargo, las autoridades día, esperaba aun una imponente multitud del íuror diabólico que habían inspirado muchas
del Vaticano no han tomado ninguna decisión gue quería desfilar ante el cadáver del Papa, de aquellas situaciones y a sus directivos, se
en firme aun sobre la radiación de dicha no- en ja capilla ai-diente donde se haila expuesto. habían detenido ante aquel templo, el más pre-
cioso monumento de nuestro arte y del tesoro
ticia. No lia sido posible acceder a este piadoso de-
ofrecido por los Reyes, Prelados y otros perso-
Se tiene en cuenta que esta innovación po- seo, ante el gentío que esperaba. najes. El deshonor del saqueo de nuestra Cate-
dría implicar la eventual radiación de noticias A partir de aquel momento nadie —- excepto
dral, que constituirá ante el juicio implacable
inexactas durante el tiempo relativamente lar- los altos dignatarios de la Corte pontificia, de la Historia una vergüenza para nuestra ge-
go que media entre el momento en que apa- miembros del Cuerpo Diplomático y unos po- neración, corresponde a este grupo de hombres
rece la «sfumata» y el en -que el pri- cos invitados — pudo ver el cadáver del Papa que desde la sede del gobierno de Cataluña, des-
mer cardenal diácono anuncia la elección des- difunto. pués de (presidir toda clase de crímenes, con
de la «-loggia» exterior de San Pedro. i Se calcula en más de medio millón, el núme-
qoie han horrorizado el mundo entero, se han
La- -«-sf-umata» es producida por un humo es- ro de personas que estos días desfilaron ante juntado con los exfoliadores más vulgares, en-
peso de paja húmeda, quemad,- al mismo tiem- 'el cadáver del Papa. cargando a comisarios oficiales el saqueo de
po'que los boletines de la votación, mientras los monumentos de nuestra ciudad, llevándose
no hay nuevo Papa. Cuando la elección lia Reunión de la Congregación de Cardenales los tesoros que las, generación es pasadas habían
terminado, se reemplaza la paja húmeda por ofrecido a los Patronos de nuestra ciudad, en
paja seca, a fin de obtener un humo blanque- La Congregación General de Cardenales, que
s© ha reunido esta mañana, ha nombrado una acción de gracias por los beneficios concedidos
cino. ísn horas difíciles de la Historia. Que los men-
Comisión, integrada por los cardenales Tedes- cionados Patronos velen para que la ciudad que
ctúni, Pizzardo y lorio,-para el examen de los
Enorme multitud privada d® rendir títulos o credenciales de los conclavistas y de- tienen encomendada,,-no tenga.que presenciar,
ni durante la presente generación, ni cu veni-
el último homenaje a los restos de S. S. más, personal que deberá intervenir en él Cor- deras, que los encargados de la defensa de la
Esta mañana ha tenido efecto -en la basílica . clave. ciudad y de su patrimonio moral, sean los con-
de San Pedro la. tercera misa de «Réquiem» •Xa fecha en que se celebrará él Conclave no culcadores de los más elementales derechos de,
en sufragio del alma del Papa Pío XI, con el ha .sido fijada definitiva mente todavía, pero
cualquier pueblo civilizado. F'ero todo es ¡o es
mismo ceremonial usado en los dos días pre- .s<e admite que ©1 Colegio de Cardenales se pro- -.solamente.'un. aspecto del paso de la revolución
cedentes. - 11 unciará por el primero de marzo fecha en
"' MÉSC BaMtti,~canónigo- del' Vatlearao.-fei.aficia- ,-qiue ya habrán podido llegar a Roma los
úo» juásti&o-' ¿cr-otros mfemteos del espítalo.