Nutrición en el embarazo

Una nutrición adecuada antes de la concepción es vital para tener una excelente
alimentación durante el embarazo, dicha alimentación debe incluir vitaminas, minerales
y macronutrientes vitales para el buen desarrollo del bebé así como para la salud de la
madre.

Es necesario que una mujer embarazada empiece su gestación con una ingesta nutricional
subóptima, en donde sea necesario ingerir no solo los suplementos del folato sino también
otros nutrientes que pueden reducir también el riesgo defectos congénitos, tales como la
vitamina B12, B4 y niacina, el hierro y el magnesio; es por esto que los suplementos de
multinutrientes antes de la concepción tienen un mayor beneficio.

Para que exista la concepción tradicionalmente deben estar implicados la mujer y el

hombre, sin embargo cuando alguno de ellos no puede procrear se habla de infertilidad y
existen muchas causas para aquello; a la cabeza se encuentra la de origen masculino con
un 40%, seguido de defectos de ovulación y de las trompas de Falopio para ultimo
terminar en causas inexplicadas y endometriosis. En ciertas ocasiones la infertilidad suele
estar relacionado a altos valores del índice de masa corporal de cualquiera de los
implicados; existan otras causas que provocan infertilidad en la mujer, como el realizar
ejercicio intenso y poseer un bajo valor del índice de masa corporal.

Durante el embarazo ocurren muchos cambios fisiológicos como el aumento del volumen
sanguíneo con la consiguiente reducción de las concentraciones de la hemoglobina,
albúmina sérica y otras proteínas y vitaminas hidrosolubles séricas; sin embargo ocurre
lo contrario con las vitaminas liposolubles que aumentan en su concentración.

Otro cambio que ocurre, es el aumento del gasto cardiaco y del tamaño del corazón en un
12%, mientras que la presión diastólica durante los 2 primeros trimestres a consecuencia
de la vasodilatación periférica. La presencia de edema leve en las extremidades inferiores
se debe a la presión que ejerce el útero en expansión sobre la vena cava inferior, además
la mujer embarazada se sienten disneicas ya que aumenta el requerimiento de oxígeno y
el umbral de dióxido de carbono disminuye, también porque el útero impulsa el diafragma
hacia arriba.
Durante este periodo la motilidad gastrointestinal disminuye y aumenta la reabsorción de
agua debido a las altas concentraciones de progesterona para que relajen la musculatura
uterina y así permitir el crecimiento fetal, esto da lugar a estreñimiento. Por otro lado, el
esfínter esofágico relajado y la presión del estómago por el crecimiento del útero
producen regurgitación y reflujo gástrico.

La filtración glomerular aumentan en un 50%, sin embargo el volumen de orina excretado

no es mayor, también puede existir glucosuria debido a la menor eficacia de la reabsorción
tubular y no porque la mujer embarazada sea diabética.

Durante el embarazo ocurren una gran cantidad de cambios fisiológicos, es por esto que
se requiere de una nutrición adecuada, evitar cualquier tipo de situaciones que provoquen
estrés y algo muy importante que es el control perinatal.