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Mejoremos como maestros


“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Tim.
4:16.) Este consejo inspirado que el apóstol Pablo dio a Timoteo
muestra que, seamos nuevos o experimentados, debemos
esforzarnos por mejorar.

Mejore sus habilidades en el ministerio…


Lleve un registro de las personas interesadas (Km 2/14) Pág. 5
Sepa cómo contestar a posibles objeciones (Km 3/14) Pág. 6
Ayude a su compañero (Km 4/14) Pág. 7
Prepare una buena introducción (Km 5/14) Pág. 8
Empiece conversaciones para dar testimonio informal (Km 7/14) Pág. 9
Hable del Reino con valor y convicción (Km 8/14) Pág. 10
Prepare el terreno para volver (Km 9/14) Pág. 11
Muestre interés por las personas (Km 11/14) Pág. 12
Demuestre cómo estudiar la Biblia con el libro Enseña (Km 12/14) Pág.
13
Aprenda a responder a una persona furiosa (Km 1/15) Pág. 14
Predique eficazmente a través del interfono (Km 2/15) Pág. 15
Fomente el interés de quienes leen nuestras revistas (Km 3/15) Pág. 16
Cómo predicar a alguien que habla otro idioma (Km 5/15) Pág. 17
Empiece un curso bíblico en la puerta con el folleto Buenas noticias de
parte de Dios (Km 6/15) Pág. 18
Prepare a los estudiantes para la predicación (Km 8/15) Pág. 19
En territorios de negocios (Km 9/15) Pág. 20
Enseñe a los estudiantes a tener buenos hábitos de estudio (Km 10/15)
Pág. 21
Ofrezca el libro Enseña (Km 11/15) Pág. 22
Prepare el terreno para volver (mwb16 enero) Pág. 23
Prepare su propia presentación de las revistas (mwb16 marzo) Pág. 24
Usemos los videos para enseñar la verdad (mwb16 junio) Pág. 25
Ayude a sus estudiantes a dedicarse y bautizarse (mwb16 agosto) Pág. 26
Mejore sus habilidades en el ministerio: invite a las reuniones a quienes
muestren interés Pág. 27
Use el libro “Manténganse en el amor de Dios” para llegar al corazón
(mwb16 diciembre) Pág. 28
Usemos bien las herramientas que Jehová nos da…
Aprovechemos los videos para ayudar a nuestros estudiantes. (km 5/13)
Pág. 29

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros


Demos buen uso a las publicaciones bíblicas (mwb17 febrero) Pág. 30
Cómo utilizar el folleto Escuche a Dios (mwb17 marzo) Pág. 31
Cómo usar el folleto ¿Quiénes hacen la voluntad de Jehová en nuestros
días? (mwb17 marzo) Pág. 32
Una nueva ayuda para empezar conversaciones (mwb16 marzo) Pág. 33
Cómo utilizar las grabaciones de audio (km 11/15) Pág. 34
Cómo usar la versión en lenguaje sencillo del libro Enseña (mwb16
noviembre) Pág. 35
Usemos jw.org para predicar: “Hazte amigo de Jehová” (km 1/15) Pág. 36
Usemos el folleto Introducción a la Palabra de Dios para empezar
conversaciones (km 3/15) Pág. 37
Ayudemos a los ciegos a aprender de Jehová (km 5/15) Pág. 38
La caja de herramientas necesarias para enseñar (km 7/15) Pág. 39
No olvidemos a quienes viven en residencias de ancianos (km 6/14) Pág.
40
¿Qué publicaciones pueden ayudar a quienes no creen en Dios o en la
Biblia? (km 12/13) Pág. 43
Cómo ayudar a quienes no creen en Dios (km 12/13) Pág. 45
Tres claves para mejorar nuestra enseñanza (km 4/12) Pág. 47
Revistas para todo tipo de público (km 7/11) Pág. 48
Cómo predicar con los exhibidores de publicaciones (km 4/15) Pág. 49

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejore sus habilidades en el ministerio: lleve un registro de las personas interesadas

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Tim. 4:16.) Este consejo


inspirado que el apóstol Pablo dio a Timoteo muestra que, seamos nuevos o experimentados,
debemos esforzarnos por mejorar. Con este fin, Nuestro Ministerio del Reino contendrá una
nueva serie titulada “Mejore sus habilidades en el ministerio”. Cada artículo analizará una
habilidad importante y ofrecerá sugerencias para desarrollarla. Se nos anima a todos a prestar
especial atención a dicha habilidad durante el mes. Al cabo del mes, tendremos la oportunidad
de explicar en una sección de la Reunión de Servicio los beneficios que hemos obtenido.
En esta ocasión, se nos invita a concentrarnos en llevar un registro de las personas
interesadas.
Por qué es importante. Nuestra comisión implica más que solo predicar: supone visitar de
nuevo a quienes muestren interés y enseñarles la verdad, regando así las semillas que hemos
plantado (Mat. 28:19, 20; 1 Cor. 3:6-9). Para ello, tenemos que volver a encontrar a las
personas, hablarles de lo que les importa y agregar algo nuevo apoyándonos en la
conversación anterior. De ahí la necesidad de hacer un registro cuando encontremos a
alguien interesado.
Cómo hacerlo:
• Lleve en el bolso o maletín los útiles necesarios. Mantenga los registros impecables,
ordenados y al día. Anote los datos justo al terminar la visita.
• Apunte información sobre la persona, como su nombre y datos de contacto (dirección,
número de teléfono, correo electrónico). ¿Qué cosas observó acerca de ella o su familia
que sean relevantes?
• Escriba los detalles de la conversación. ¿Qué textos leyó? ¿Qué dijo la persona sobre sus
creencias? ¿Le dejó alguna publicación? Anote la hora, el día y la fecha de la visita.
• Escriba lo que piensa hacer la próxima vez. ¿De qué tema prometió hablar? ¿Cuándo se
comprometió a volver?
• Actualice el registro cada vez que vuelva. No pasa nada si toma notas de más.
Intente esto durante el mes:
• Cuando esté haciendo un registro, dígale a su compañero qué cosas está apuntando.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejore sus habilidades en el ministerio: sepa cómo contestar a posibles objeciones

Por qué es importante. Imagínese que usted sabe que está a punto de suceder una
catástrofe natural y que morirán muchas personas si no se ponen a salvo. Va a casa de un
vecino para avisarle, pero este lo interrumpe y le dice que está ocupado. ¿Se iría sin intentar
nada más? ¡Por supuesto que no! Pues bien, muchas personas nos rechazan porque ignoran
que el mensaje que llevamos es uno de salvación. Tal vez tengan una preocupación al
momento de nuestra visita (Mat. 24:37-39). O quizás estén prejuiciadas por rumores falsos
(Mat. 11:18, 19). A lo mejor piensan que somos una religión más de las que han dado malos
frutos (2 Ped. 2:1, 2). Si la persona no muestra interés al principio, no nos demos enseguida
por vencidos.
Cómo hacerlo:
• Antes de ir a predicar de casa en casa, deténgase unos momentos a pensar en las posibles
objeciones que pudiera encontrar y en cómo respondería.
• Si la persona presenta una objeción, trate amablemente de seguir conversando. Quizás
pueda hacerlo elogiándola por algo. Por ejemplo, si afirma que ya tiene su religión, podría
responderle: “Me alegra encontrar a alguien como usted, que se interesa por las cosas
espirituales”. En ocasiones, tomar en consideración los sentimientos o las circunstancias
de la persona también le permitirá proseguir la conversación. Si dice que está ocupada,
podría contestar: “Entiendo. Pero antes de irme, me gustaría dejarle esto”. O si dice que
no está interesada, podría preguntarle: “¿Es la Biblia lo que no le interesa, o es la religión
en general?”.
• Actúe con buen juicio. Recuerde que Jehová no obliga a nadie a escuchar (Deut. 30:19).
Cada cual cargará con su propia responsabilidad en sentido espiritual (Gál. 6:5). Si la
persona responde de forma tajante, lo mejor es marcharse. Al respetar sus sentimientos,
dejaremos la puerta abierta para que otro publicador le predique más adelante (1 Ped.
3:15).
Intente esto durante el mes:
• Luego de despedirse de una persona que haya planteado una objeción, analice con su
compañero si podría haber contestado de una mejor manera.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejore sus habilidades en el ministerio: ayude a su compañero

Por qué es importante. Jesús sabía lo valioso que es predicar con un compañero. Así
que cuando mandó a 70 de sus discípulos delante de él a predicar, los envió de dos en dos
(Luc. 10:1). Usted puede dar el apoyo necesario si el otro publicador se encuentra en una
situación difícil o no está seguro de qué responder a la persona a quien predica (Ecl. 4:9, 10).
También puede hablar de su experiencia o dar alguna sugerencia que ayude al otro a ser un
evangelizador más hábil (Prov. 27:17). Además, puede animar con su conversación positiva
entre puerta y puerta (Filip. 4:8).
Cómo hacerlo:
• No se distraiga mientras su compañero esté dando testimonio (Sant. 1:19). Si él lee un
versículo, siga la lectura en su propia Biblia. Así le será más fácil prestar ayuda cuando
haga falta.
• Use buen juicio al decidir si debe participar en la conversación y cuándo hacerlo
(Prov. 25:11). Si acompaña a un publicador a dirigir un estudio de la Biblia, sin duda le
alegrará que usted aporte alguna idea. Por otro lado, su compañero quizá prefiera que lo
deje hablar cuando le toque a él predicar en una casa. Claro, si él es un publicador nuevo
o no está seguro de cómo responder a una pregunta u objeción, agradecerá que lo ayude.
Sea que acompañe a un hermano en la predicación de casa en casa, al hacer revisitas o
dirigir estudios bíblicos, no es bueno interrumpir, dominar la conversación ni cambiar de
tema.
• Háblele de su propia experiencia. Si en alguna ocasión puede darle a su compañero de
predicación una sugerencia que lo ayude a ser más hábil en el ministerio, no se retraiga
(Prov. 3:27). En algún momento oportuno podría decirle: “¿Qué te pareció esa
conversación?”, “¿Me permites una sugerencia?” o “Cuando ocurre eso, yo trato de...”.
Tenga presente que el hermano estará agradecido de que le dé alguna sugerencia, pero
podría desanimarse si le señala cada pequeño error.
Intente esto durante el mes:
• Después de salir con un compañero al ministerio, menciónele qué dijo o hizo que a usted le
sirvió de ayuda.


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“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejore sus habilidades en el ministerio: prepare una buena introducción

Por qué es importante. Si nuestra introducción no despierta el interés de quien nos


escucha, quizás la persona termine la conversación antes de que podamos darle testimonio.
Por eso, muchos publicadores opinan que lo primero que dicen es lo más importante. Aunque
Nuestro Ministerio del Reino y el libro Razonamiento sugieren algunas presentaciones, estas
no siempre tienen una introducción completa, para dejar un margen de flexibilidad. Y aun si la
tuvieran, los publicadores pueden cambiarlas o usar las suyas. Seremos más eficientes si
preparamos bien las frases iniciales en vez de decir lo primero que se nos venga a la mente
cuando nos abran la puerta (Prov. 15:28).
Cómo hacerlo:
• Elija un tema que esté basado en la publicación que vaya a ofrecer y que sea interesante
para las personas del territorio.
• Piense bien las primeras frases que dirá tras saludar a la persona. Puede empezar diciendo
algo así: “He venido porque...”, “A mucha gente le preocupa...”, “Me gustaría saber qué
opina sobre...”. Por lo general, suelen ser mejor las frases cortas y sencillas. Algunos
publicadores deciden memorizar su introducción.
• Haga una pregunta de opinión para que la persona participe en la conversación (Mat. 17:25).
Recuerde que cuando usted llegue, quizás la persona esté pensando en otras cosas, así
que la pregunta no debería ser demasiado difícil ni hacer que se sienta presionada.
Intente esto durante el mes:
• Dedique tiempo durante la adoración en familia a preparar algunas frases iniciales para el
ministerio y practicarlas.
• Cuando predique con otros publicadores dígales la introducción que tiene pensada
(Prov. 27:17). Si ve que no da resultados, cámbiela.


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“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: empiece conversaciones para dar testimonio


informal

Por qué es importante. Cuando participamos en el ministerio de casa en casa, hay


personas con las que no podemos hablar porque no están en sus hogares. Sin embargo,
quizás las encontremos al utilizar el transporte público, en los consultorios médicos, en la hora
de descanso en el trabajo o del recreo en la escuela, y así por el estilo. La voluntad de Jehová
es que todo el mundo tenga la oportunidad de escuchar el mensaje del Reino (1 Tim. 2:3, 4).
Muchas veces debemos tomar la iniciativa y comenzar una conversación para poder dar
testimonio.
Cómo hacerlo:
• Sea selectivo. ¿Da la persona la impresión de ser amigable y tener ganas de hablar?
¿Permite la situación conversar con tranquilidad? Algunos publicadores primero hacen
contacto visual con la persona y le sonríen. Si la persona sonríe también, entonces tratan
de empezar una conversación.
• Haga una oración breve en silencio si siente que le falta valor para hablar (Neh. 2:4; Hech.
4:29).
• Empiece diciendo algo sencillo, quizás un saludo. Jesús no comenzó la conversación con la
samaritana hablándole directamente del Reino (Juan 4:7). A veces se puede empezar
felicitando a la persona, diciendo algo como: “Qué bien se comportan sus hijos”. También
se pueden usar preguntas: “¿Vio las noticias anoche?”.
• Una vez que ha empezado la conversación, busque la oportunidad de hablarle de las buenas
nuevas, pero no se apresure. Deje que la conversación fluya de manera natural. A lo mejor
puede decir algo que despierte la curiosidad de la persona y la mueva a hacer una
pregunta. Por ejemplo, si están conversando sobre la familia, podría decir: “Leí un consejo
sobre la crianza de los hijos que siempre funciona”. Si están hablando de alguna noticia,
podría decir: “Hace poco me alegré de leer por fin buenas noticias”. No se desanime si la
conversación termina antes de que pueda dar testimonio.
• Lleve consigo tratados u otras publicaciones que pueda entregar a quien se interese en el
mensaje.
Intente esto durante el mes:
• Cada semana trate de comenzar por lo menos una conversación con la meta de dar
testimonio informal.


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“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejore sus habilidades en el ministerio: hable del Reino con valor y convicción

Por qué es importante. Para obedecer el claro mandato de 2 Timoteo 1:7, 8, es


importante que hablemos del Reino con convicción. ¿De dónde podemos sacar el valor para
hacerlo?
Cómo hacerlo:
• Póngase en el lugar de la gente (Filip. 2:4). A muchas personas les angustia la situación
mundial o tienen numerosos problemas. La empatía nos motiva a hablarles del Reino.
• Asegúrese de que lleva algunos tratados antes de salir de casa.
Intente esto durante el mes:
• Piense en una persona a la que le gustaría darle testimonio. Pídale a Jehová que le dé valor
para hablarle del Reino y la oportunidad para hacerlo.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: prepare el terreno para volver

Por qué es importante. Si encontramos a alguien que se interesa en el mensaje,


queremos volver cuando esté en casa para regar la semilla de la verdad que hayamos
plantado (1 Cor. 3:6). Muchas veces, eso requiere que, antes de marcharnos, preparemos el
terreno para la revisita preguntándole cuándo podemos regresar. También es bueno dejar
pendiente una pregunta que podamos responder en la siguiente visita, así creamos
expectativa en la mente de la persona. Si la pregunta se analiza en la publicación que le
dejamos, es más probable que la lea. Preparar el terreno para la próxima conversación hace
más fácil volver porque ya hemos elegido el tema y la persona sabrá de lo que vamos a
hablar. Al regresar podemos decirle que venimos a responder la pregunta que dejamos
pendiente en la visita anterior y continuar con la conversación.
Cómo hacerlo:
• Cuando prepare la presentación que vaya a usar de casa en casa, piense en qué pregunta
dejará pendiente para la próxima vez. Elija una pregunta que aparezca en la publicación
que ofrezca ese día. También puede tomarla de una de las publicaciones que usamos para
dirigir cursos bíblicos y mostrarle esa publicación en la siguiente visita.
• Cuando termine de hablar con una persona que se interesó en el mensaje, dígale que le
gustaría seguir conversando en otra ocasión y hágale la pregunta que quiere dejar
pendiente. En algunas zonas, la gente vive muy ocupada y por lo general no quieren
comprometerse para que los visitemos de nuevo. En ese caso, podría decir: “¿Suele estar
en casa a esta hora? [Permita que responda.] La próxima semana, quisiera pasar por aquí
y hablar brevemente de [mencione la pregunta]. Si está muy ocupado en ese momento,
no se preocupe”.
• Si queda en volver a una hora fija, cumpla con su palabra (Mat. 5:37). Antes de concluir la
segunda visita, prepare el terreno para la siguiente.
Intente esto durante el mes:
• Cuando prepare una presentación, piense en una pregunta que vaya a responder en una
siguiente visita. Coméntesela a los hermanos con los que predique.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejore sus habilidades en el ministerio: muestre interés por las personas

Por qué es importante. Jesús se interesaba personalmente por los demás. En una
ocasión fue a curar a un hombre sordo y, como tal vez notó que estaba nervioso, se lo llevó
aparte, lejos de las miradas curiosas de la gente (Mar. 7:31-35). Era considerado con sus
discípulos y no los abrumaba con demasiada información, porque conocía sus limitaciones
(Juan 16:12). Jesús sigue demostrando interés por los demás desde el cielo (2 Tim. 4:17). Los
cristianos nos esforzamos por ser como él (1 Ped. 2:21; 1 Juan 3:16, 18). Para obtener
buenos resultados en el ministerio, debemos ser considerados con las personas y tener en
cuenta sus circunstancias, intereses y preocupaciones. Estarán más dispuestas a
escucharnos si perciben que no estamos ahí simplemente para llevarles un mensaje o
dejarles publicaciones, sino porque nos interesamos por ellas.
Cómo hacerlo:
• Prepárese bien. No se ponga nervioso, sea amable y sonría.
• Sea observador. ¿Ve algo que le indica que la persona tiene hijos, que le gusta la jardinería,
que tiene mascotas? ¿Nota que pertenece a alguna religión? Tal vez pueda tener eso en
cuenta a la hora de iniciar la conversación.
• Pregúntele qué opina y escuche con atención, sin interrumpir. Mantenga contacto visual para
demostrarle que la está escuchando. Agradézcale sus comentarios y si hay algo por lo que
pueda encomiarla, hágalo. No discuta.
• Sea adaptable. Ajuste su presentación para hablar de algo que le interese a la persona.
No es tan difícil, pues nuestros tratados, folletos y revistas presentan una gran variedad de
temas. Si llega en un momento inoportuno, quizás cuando la persona está ocupada, sea
breve.
Intente esto durante el mes:
• Practique durante la adoración en familia, o en la predicación, cómo adaptar su presentación
para hablar de algo que le interese a la persona.
• El hermano que dirija las reuniones para el servicio del campo también puede analizar
maneras de interesarnos por la gente, o presentar alguna demostración.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: demuestre cómo estudiar la Biblia con el libro
Enseña

Por qué es importante. Muchas personas no saben a qué nos referimos cuando les
ofrecemos un curso bíblico gratuito. Tal vez piensen que tendrán que asistir a una clase o
estudiar por correspondencia. Por eso, en vez de simplemente ofrecerles un curso, ¿por
qué no les demostramos en qué consiste? Mostrémosles que estudiar la Biblia es algo
sencillo, pero muy provechoso. Solo nos tomará unos minutos y lo podemos hacer en la
misma puerta.
Cómo hacerlo:
• Después de presentarse, pregunte a la persona si le preocupa el futuro.
• Dígale que esto es algo que preocupa a mucha gente. Entonces, muéstrele el índice del libro
Enseña. Mencione que esta publicación contiene explicaciones sencillas que nos ayudan a
entender lo que la Biblia enseña sobre el futuro y sobre otros asuntos. Luego, pregúntele
qué capítulo le interesa más.
• Entréguele un ejemplar y diríjala al capítulo que haya escogido. Indíquele que en dicho
capítulo hallará las respuestas a las preguntas que aparecen antes del primer párrafo.
• Pregúntele a la persona si le gustaría leer el primer párrafo. Entonces haga la pregunta para
el párrafo y comenten juntos la respuesta. Lea y explique los textos citados que respalden
dicha idea. Muéstrele cómo subrayó usted la respuesta en su propio libro.
• Pase al siguiente párrafo. Pero esta vez pida a la persona que intente responder a la
pregunta con sus propias palabras.
• Felicite a la persona y haga planes para terminar el capítulo en otra ocasión.
• Si es un momento adecuado, dirija la atención de la persona al video ¿Cómo son nuestros
cursos bíblicos?, del sitio jw.org.
Intente esto durante el mes:
• Pida a Jehová en oración que bendiga sus esfuerzos por empezar un curso bíblico (Filip.
2:13).
• Al participar en el ministerio, intente por lo menos una vez demostrar cómo estudiamos la
Biblia con el libro Enseña o mostrar el video ¿Cómo son nuestros cursos bíblicos?

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: aprenda a responder a una persona furiosa

Por qué es importante. En el ministerio encontramos a muchas personas que nos


responden con educación. No obstante, Jesús predijo que habría quienes nos odiarían (Juan
17:14). Por eso, no debemos sorprendernos si alguna vez nos encontramos con personas que
se enfurecen con nosotros. Si eso nos ocurriera, tenemos que reaccionar de una manera que
agrade a Jehová, el Dios a quien representamos (Rom. 12:17-21; 1 Ped. 3:15). Responder
bien impedirá que la situación empeore. Además, dará un buen testimonio tanto a la persona
como a quienes puedan estar observando, y eso hará que estén más dispuestos a escuchar a
los Testigos en otra ocasión (2 Cor. 6:3).
Cómo hacerlo:
• Mantenga la calma y sea amigable. Esto contribuirá a relajar el ambiente. No se tome la
reacción de la persona como un ataque personal (Ecl. 7:9). Puede que ella tenga
problemas graves o que usted haya llamado a su puerta en un momento inoportuno. Y si lo
que le irrita es nuestro mensaje, es probable que sea porque no esté bien informada
(2 Cor. 4:4).
• Hable con amabilidad (Prov. 15:1). ¿Ha despertado a la persona? ¿La ha interrumpido en
sus quehaceres? Es verdad que los Testigos no tenemos que pedir perdón por cumplir con
nuestra comisión. Sin embargo, usted podría disculparse sinceramente por haber llamado
en un momento inoportuno. ¿Y si la persona está enojada por algún rumor falso que ha
escuchado sobre nosotros? Si este es el caso, podría decir: “Entiendo por qué esta
molesto. Pero parece que lo que le han dicho sobre nosotros no es del todo cierto. ¿Me
permite que se lo aclare?”. Si la persona está en contra de alguna de nuestras prácticas,
como nuestra postura respecto a los expulsados o la sangre, entonces podría decir:
“Entiendo. Otras personas nos han dicho lo mismo. Pero, ¿puedo mostrarle en la Biblia la
razón por la que adoptamos esa postura?”.
• En caso de que la persona esté muy alterada, puede que sea mejor marcharse sin
ni siquiera intentar decir nada. Y si pidiera que no lo visiten más los testigos de Jehová,
entonces asegúrele que se respetará su deseo.
Intente esto durante el mes:
• Incluya sesiones de práctica en la adoración en familia.
• Después de despedirse de una persona que se haya mostrado furiosa, pregúntele a su
compañero si podría haber reaccionado de una mejor manera.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


15 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: predique eficazmente a través del interfono

Por qué es importante. Predicar a través de un interfono, o intercomunicador, puede


intimidar un poco. ¿Qué podemos hacer para que este obstáculo no nos haga perder el celo o
entusiasmo al efectuar nuestro servicio? Recuerde que algunas personas solo tendrán la
oportunidad de escuchar el mensaje de las buenas nuevas a través de un interfono (Rom.
10:14). Y la realidad es que en ocasiones se ha podido dar un buen testimonio de esta
manera (vea el Anuario 2011, páginas 65 y 66, y el Anuario 2000, página 54, párrafo 3).
He aquí algunas sugerencias.
Cómo hacerlo:
• Prepare una presentación breve y póngala por escrito para que pueda leerla directamente
frente al interfono. Esto puede darle seguridad. Comience por explicar el propósito de su
visita. Utilice el nombre de la persona si se muestra en el interfono. Antes de marchar,
ofrézcale una revista o una hoja con más información. Dígale que se la puede entregar o
dejar frente a la puerta.
• Sea positivo. Sonría y haga ademanes como si tuviera a la persona de frente.
• Mantenga un tono conversacional y relajado. Hable alto y claro. No haga pausas
innecesarias, pero tampoco hable demasiado rápido.
• Sea prudente. En edificios grandes en los que haya un interfono con muchos timbres, tal vez
convenga tocar solo dos o tres, tomar nota e irnos. Quizás los residentes se alarmen si nos
quedamos mucho tiempo a fin de tocar en todos los apartamentos.
Intente esto durante el mes:
• En la adoración en familia incluya sesiones de práctica en las que los participantes se hablen
sin mirarse a la cara.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: fomente el interés de quienes leen nuestras


revistas

Por qué es importante. A muchas personas les gustan nuestras revistas pero no quieren
estudiar la Biblia con nosotros, tal vez porque están satisfechas con su religión o porque
no tienen tiempo para estudiar. Aun así, como leen las revistas con frecuencia, su aprecio por
la Palabra de Dios puede aumentar (1 Ped. 2:2). Quizás un artículo en concreto les toque el
corazón, o sus circunstancias cambien. Al visitarlas de manera breve y regular iremos
averiguando qué les interesa y qué les preocupa, y ellas irán teniendo más confianza con
nosotros. Con el tiempo, quizás podamos iniciar un curso de la Biblia.
Cómo hacerlo:
• Llévele a la persona La Atalaya y ¡Despertad! cada vez que haya números nuevos. En otras
ocasiones durante el mes podría visitarla para animarla a leer algún artículo de las revistas
que le entregó, o para dejarle la publicación que se esté ofreciendo ese mes. Tome buenas
notas. (Vea Nuestro Ministerio del Reino de enero de 2014, página 3.)
• Prepárese antes de cada visita. En vez de limitarse a darle las revistas, trate de conversar
con ella y de entablar una amistad. Así será más fácil cultivar su interés por la verdad.
• Aproveche las oportunidades de comenzar cursos bíblicos. Si alguna persona a la que le
deja las revistas le pregunta qué dice la Biblia sobre cierto tema, llévele una publicación de
estudio que conteste su pregunta y analícenla juntos. Antes de marcharse, haga otra
pregunta relacionada con ese mismo tema y quede en responderla la próxima vez. Si tiene
conversaciones bíblicas de manera regular y sistemática con la persona y usa la Biblia o
cualquier publicación de estudio, ya ha comenzado un curso bíblico. ¿Le ha dejado el
folleto Buenas noticias y le ha explicado cómo estudiar la Biblia en unos minutos? Otra
sugerencia es mostrarle los videos ¿Por qué estudiar la Biblia? y ¿Cómo son nuestros
cursos bíblicos? Aunque la persona no haya querido estudiar con usted anteriormente, sus
circunstancias pueden cambiar. ¿Por qué no prueba a ofrecérselo de nuevo?
Intente esto durante el mes:
• Haga una lista de personas a las que podría llevarles las revistas mensualmente. Ofrézcales
las últimas revistas y dígales que regresará para entregarles los siguientes números.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros
Mejore sus habilidades en el ministerio: cómo predicar a alguien que habla otro idioma

Por qué es importante. Jehová desea que personas de todas partes del mundo reciban
ayuda espiritual (Hech. 10:34, 35). Jesús dijo que las buenas nuevas se predicarían “en toda
la tierra habitada” y “a todas las naciones” (Mat. 24:14). Zacarías profetizó que personas de
“todos los lenguajes de las naciones” aceptarían el mensaje (Zac. 8:23). Y según una visión
del apóstol Juan, quienes sobrevivan a la gran tribulación serán personas de “todas las
naciones y tribus y pueblos y lenguas” (Rev. 7:9, 13, 14). En vista de todo lo anterior, si nos
encontramos en el territorio con alguien que habla otro idioma, deberíamos esforzarnos por
darle el mensaje de la Biblia.
Cómo hacerlo:
• Preparémonos. Al ir a predicar, llevemos el folleto Buenas nuevas para gente de todas las
naciones. Leamos las instrucciones que se hallan en el prólogo titulado “Cómo ayudar a
quienes hablan un idioma extranjero”. Descarguemos en nuestra tableta o teléfono un
video o una publicación de jw.org en los idiomas que hablan las personas que es posible
que encontremos en el territorio. Intentemos aprender algunas frases en estos idiomas con
la aplicación JW Language. Si en el territorio predican congregaciones de lenguas
extranjeras, no llevemos publicaciones en esos idiomas cuando vayamos de casa en casa.
Sin embargo, en la predicación pública en zonas donde se hablan varios idiomas, sí
podemos ofrecer publicaciones en otros idiomas.
• Cuando encontremos a alguien que habla otro idioma, hagamos todo lo posible por
presentarle “las cosas magníficas de Dios” en dicha lengua (Hech. 2:11). Podemos
indicarle que puede hallar más información en su idioma en el sitio jw.org. Si muestra
interés, debemos rellenar enseguida el formulario Persona que mostró interés (S-43) y
entregarlo al secretario de la congregación. Sigamos cultivando el interés de la persona
hasta que la visite un publicador que hable su idioma.
Intente esto durante el mes:
• En la próxima noche de adoración en familia ensaye cómo predicar a alguien que habla otro
idioma.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


18 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: empiece un curso bíblico en la puerta con el


folleto Buenas noticias de parte de Dios

Por qué es importante. Tenemos que saber enseñar para ayudar a las personas a
hacerse discípulos (Mat. 28:19, 20). Todos podemos ser buenos maestros de la verdad si
utilizamos bien las herramientas que tenemos a nuestro alcance. Una publicación
especialmente pensada para ello es el folleto Buenas noticias de parte de Dios. De hecho,
podemos usarlo para empezar un curso bíblico la primera vez que hablemos con una persona
en la misma puerta de su casa.
Cómo hacerlo:
• Repase la presentación del recuadro. (Vea también Nuestro Ministerio del Reino de marzo
de 2013.)
• Asegúrese de llevar suficientes folletos cuando vaya a predicar. Tenga a mano su copia
personal.
• Analice solo uno o dos párrafos, y hágalo en diez minutos o menos.
Intente esto durante el mes:
• Ore para tener el deseo de empezar un curso bíblico. Pídale a Jehová su ayuda para
empezar un curso de la Biblia, y para ser un buen maestro de la verdad (Filip. 2:13).
• Practique lo que va decir en la adoración en familia o durante su estudio personal. Así, podrá
hablar con más seguridad y se le hará más fácil empezar un curso bíblico con una persona
en la puerta de su casa.
[Recuadro de la página 1]
Cuando vaya de casa en casa, puede decir:
“Le visito porque sabemos que a la gente le preocupa el futuro. ¿Cree usted que las cosas
van a mejorar? [Permita que la persona responda.] ¿Sabía que la Biblia contiene buenas
noticias que nos devuelven la esperanza? Mire aquí algunas de las cosas que enseña la
Biblia.” Entréguele el folleto y pídale que elija una de las preguntas que aparecen en la parte
de atrás. Entonces, vaya a la lección correspondiente y demuestre cómo se estudia el folleto.
Quede en volver para analizar la próxima pregunta de la lección.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


19 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: prepare a los estudiantes para la predicación

Por qué es importante. Los nuevos discípulos de Jesús tienen que aprender a obedecer
“todas las cosas” que él mandó, entre ellas, enseñar la verdad (Mat. 28:19, 20). Muchos
estudiantes están inscritos en la Escuela del Ministerio Teocrático y puede que prediquen
informalmente a familiares y amigos. Poco a poco, su aprecio por lo que aprenden seguirá
creciendo. Y cuando comprendan que Jehová quiere que toda la gente escuche las buenas
nuevas, quizás digan que quieren salir a predicar, un paso más en su progreso espiritual
(Rom. 10:13, 14). Después de que sean aprobados para predicar con la congregación,
necesitarán una buena preparación, que los ayudará a sentirse más seguros (Luc. 6:40).
Cómo hacerlo:
• Ayude al nuevo publicador a conseguir las publicaciones que necesita para predicar y
enseñar la Biblia. Muéstrele cómo tiene organizado su propio bolso o maletín y explíquele
para qué sirven las publicaciones que lleva.
• Escojan juntos una presentación de Nuestro Ministerio del Reino y ensáyenla. Usen
situaciones tomadas de la página 82 del libro Benefíciese que sean comunes en su
territorio. Ayude al estudiante a expresarse con sus palabras. Recuérdele que es muy
importante arreglarse bien y con modestia (2 Cor. 6:3, 4).
• La preparación abarca más. Muéstrele una tarjeta de territorio y enséñele a llevar un registro
de casa en casa. Enséñele también a tomar notas cuando una persona muestre interés en
el mensaje. Anímelo a cultivar el interés (1 Cor. 3:6). Demuéstrele cómo usar la página
jw.org y el folleto Buenas nuevas para gente de todas las naciones.
• Sea paciente y felicítelo por su progreso (Prov. 25:11). Enséñele con el ejemplo. El nuevo
publicador no olvidará fácilmente su ayuda cariñosa y su entusiasmo por la predicación.
Intente esto durante el mes:
• Predique de casa en casa con el estudiante y llévelo a hacer revisitas o a estudiar con otra
persona. Si no tiene ningún estudiante en la actualidad, invite a un publicador con poca
experiencia a que lo acompañe.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


20 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: en territorios de negocios

Por qué es importante. Como la mayoría de las personas trabajan durante muchas horas
cada día, lo mejor es llevarles el mensaje del Reino a su lugar de empleo. Predicar en
territorios de negocios suele ser ameno y productivo, pues siempre encontramos a las
personas y, además, quienes trabajan allí reciben bien a los que ven como posibles clientes.
Para que la predicación en este tipo de territorios sea eficaz, los publicadores deben ser
prudentes y ejemplares en su forma de vestir y arreglarse (2 Cor. 6:3). El superintendente de
servicio tiene que supervisar con atención con cuánta frecuencia se predica en los territorios
de negocios y quién lo hace.
Cómo hacerlo:
• Prepare una presentación breve. Si habla demasiado tiempo con un trabajador, quizás esté
cerrando la puerta a futuras conversaciones con él.
• Visite los negocios durante las horas de menos trabajo, por ejemplo, al comienzo de la
jornada laboral.
• Trate de hablar primero con el encargado y sea amable. Podría decirle algo así: “Estamos
visitando brevemente a las personas en sus lugares de trabajo porque es más fácil
contactar con ellos así”. En unos pocos minutos, presente un tratado, las revistas u otra
publicación. Es mejor no mencionar el sistema de donaciones a menos que nos pregunten
cómo se financia nuestra obra, pues no queremos que nos confundan con vendedores.
• Si el encargado es amable, pídale permiso para hablar de manera breve con los demás
trabajadores. En algunos lugares de empleo, quizás sea buena idea preguntar si podemos
dejar algunas publicaciones en la sala de descanso.
• Sea prudente y flexible. Por ejemplo, si alguien está hablando con un cliente o está ocupado,
es mejor que esperemos a que esté libre antes de presentarnos.
Intente esto durante el mes:
• En la Noche de Adoración en Familia, ensaye una presentación que pudiera utilizar si
predica en territorio de negocios.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


21 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: enseñe a los estudiantes a tener buenos


hábitos de estudio

Por qué es importante. Para llegar a ser maduro en sentido espiritual, el estudiante
necesita llenar su mente y corazón con algo más que las enseñanzas básicas de la Biblia
(Heb. 5:12–6:1). Por supuesto, para estudiar hay que esforzarse, pues abarca ver la conexión
entre lo que ya sabemos y lo que acabamos de aprender, y ver cómo ponerlo en práctica
(Prov. 2:1-6). Para encontrar las respuestas a sus preguntas, los estudiantes de la Biblia
tienen que aprender a investigar por su cuenta. Su esfuerzo sincero por actuar según lo que
están aprendiendo los ayudará a superar los obstáculos en su carrera cristiana (Luc.
6:47, 48).
Cómo hacerlo:
• Destaque lo importante que es orarle a Jehová para que nos guíe en cada sesión de estudio
(Juan 14:26; 1 Cor. 2:10).
• Desde el principio, anime al estudiante a prepararse de antemano para su clase de la Biblia.
Puede enseñarle a marcar las palabras o ideas importantes y mostrarle en su libro cómo lo
hace usted.
• Pida al estudiante que conteste en sus propias palabras. No se limite a hacerle preguntas
para que las responda leyendo del libro.
• Anime al estudiante a leer la Biblia cada día. En jw.org encontrará un programa que le
ayudará a planificar su lectura. Hay que tener fuerza de voluntad para que leer la Biblia se
convierta en una costumbre, pero vale la pena el esfuerzo (Sal. 1:2, 3).
• Enseñe al estudiante a usar la BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower para encontrar
respuestas a sus preguntas sobre la Biblia. Le podemos enseñar a identificar los símbolos
de las publicaciones que más se utilizan en las reuniones.
Intente esto durante el mes:
• Cuando termine un subtítulo o un capítulo, pídale al estudiante que resuma en unas pocas
frases lo que ha aprendido. Si en la actualidad usted no está estudiando con nadie, pruebe
a resumir en algunas frases un pasaje de la Biblia o un párrafo de La Atalaya. Esto le
ayudará a comprender mejor lo que lee.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


22 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: ofrezca el libro Enseña

Por qué es importante. El libro Enseña es una de las herramientas que más usamos en
nuestro ministerio. Pero si queremos utilizarlo para dar clases de la Biblia, primero tenemos
que ofrecérselo a las personas. Por eso, es bueno que nos esforcemos por ser hábiles al
presentarlo cuando predicamos (Prov. 22:29). Hay muchas maneras de hacerlo, así que
podemos elegir la más apropiada para nuestro territorio.
Cómo hacerlo:
• Haga una pregunta para despertar el interés de la persona por un capítulo en concreto del
libro. Quizás pueda elegir una de las preguntas que aparecen al comienzo de cada
capítulo. Después de escuchar la respuesta de la persona, lea un texto bíblico y, en unos
pocos minutos, analicen juntos un párrafo del libro que hable sobre ese tema.
• Otra opción es usar las páginas de la introducción para captar la atención de la persona y
mostrarle en el libro lo que la Biblia dice sobre esos temas. Por ejemplo, después de
mencionar algún suceso trágico del que se haya hablado en las noticias, podría comentar
que muchas personas se han hecho preguntas como las que se muestran en la página 3.
O quizás pueda decir que está visitando a los vecinos para conversar sobre la esperanza
de un futuro mejor. Muéstrele los dibujos de las páginas 4 y 5, y pregúntele: “¿Cuál de
estas promesas le gustaría ver cumplida?”. También podría decir que está haciendo visitas
breves para hablar sobre algunas preguntas importantes que todos nos hacemos.
Muéstrele las que aparecen al final de la página 6 y pídale que le diga cuál le interesa más.
• Trate de usar el método directo para comenzar cursos bíblicos. Podría decir algo así:
“Estamos ofreciendo a los vecinos este manual para estudiar la Biblia. ¿Lo conoce?
[Permita que la persona responda.] Si tiene unos minutos, me gustaría mostrarle cómo lo
puede utilizar para estudiar su propia Biblia”.
Intente esto durante el mes:
• Incluya sesiones de práctica en la adoración en familia.
• Cuando predique con otros publicadores, dígales la introducción que tiene pensada
(Prov. 27:17). Si ve que no da resultados, cámbiela.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


23 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: prepare el terreno para volver

POR QUÉ ES IMPORTANTE:


Queremos regar las semillas de la verdad que plantamos (1Co 3:6). Si encontramos a
alguien que se interesa en el mensaje, es bueno dejar pendiente una pregunta que podamos
responder en la siguiente visita. Eso creará expectación en la persona y nos será más fácil
prepararnos para la revisita. Al regresar podemos decirle que venimos a responder la
pregunta que dejamos pendiente la última vez.

CÓMO HACERLO:
• Cuando prepare la presentación que vaya a usar de casa en casa, piense en qué pregunta
dejará pendiente para la próxima vez. Puede elegir una que se responda en la publicación
que vaya a ofrecer. También puede tomarla de una de las publicaciones que usamos para
dirigir cursos bíblicos y mostrarle esa publicación en la siguiente visita.
• Cuando termine de hablar con una persona que se interesó en el mensaje, dígale que le
gustaría seguir conversando en otra ocasión y hágale la pregunta que quiere dejar
pendiente. Pídale sus datos de contacto si es posible.
• Si queda en volver a una hora fija, cumpla con su palabra (Mt 5:37).

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


24 | Página
Mejoremos como maestros

SEAMOS MEJORES MAESTROS


Mejore sus habilidades en el ministerio: prepare su propia presentación de las revistas

POR QUÉ ES IMPORTANTE: Aunque las ideas para presentar las publicaciones que
aparecen en la Guía de actividades son muy prácticas, son solo eso, ideas. Puede decirlas
con sus propias palabras. Quizás prefiera abordar el tema de manera diferente, o hasta
presentar otro que interese más a la gente de su territorio. En ese caso, primero lea la revista,
analice las presentaciones modelo y vea los videos de las demostraciones; entonces prepare
su propia presentación siguiendo estas sugerencias.
CÓMO HACERLO:
¿Usará alguna de las presentaciones modelo?

• Prepare lo primero que dirá cuando salude a la
persona y le explique brevemente el motivo de su visita.
(Ejemplo: “He venido porque...”).
• Piense qué dirá para pasar de la pregunta al texto
bíblico, y del texto a la publicación. (Por ejemplo, para
pasar a leer un versículo, puede decir: “Mire la explicación que da la Biblia”).
NO
• Elija un tema de las revistas que le guste y que le interese a la gente de su territorio.
• Piense en una pregunta de opinión para que la persona participe en la conversación,
pero no haga que se sienta incómoda. (Ejemplo: utilice la pregunta que aparece en la
página 2 de las revistas).
• Escoja un versículo y léalo. (En el caso de ¡Despertad!, esto es opcional ya que la
revista está pensada para personas que saben poco de la Biblia o desconfían de la
religión).
• Prepare una o dos frases para explicarle a la persona en qué le puede ayudar leer el
artículo.
EN CUALQUIER CASO
• Prepare una pregunta para responderla en la siguiente visita.
• Tome notas que le ayuden a saber qué decir en la siguiente visita.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


25 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: usemos los videos para enseñar la verdad

POR QUÉ ES IMPORTANTE.


Los videos llegan al corazón de la gente al apelar a los sentidos de la vista y el oído. Esto
hace que la persona esté más atenta y que recuerde la información por más tiempo. Jehová
nos ha puesto el mejor ejemplo al usar ayudas visuales para enseñar (Hch 10:9-16; Rev 1:1).
Los videos ¿Tiene Dios un nombre?, ¿Quién es el autor de la Biblia? y ¿Por qué podemos
confiar en que la Biblia dice la verdad? complementan las lecciones 2 y 3 del folleto Buenas
noticias. Los videos ¿Por qué estudiar la Biblia?, ¿Cómo son nuestros cursos bíblicos?
y ¿Cómo son nuestras reuniones? animarán a las personas a estudiar con nosotros y asistir a
las reuniones. Además, algunos de
nuestros documentales y películas se
pueden mostrar durante las clases de la
Biblia (km 5/13 pág. 3).
CÓMO HACERLO:
• Descargue por adelantado el video que
quiere mostrarle al amo de casa.
• Prepare una o dos preguntas para
hacerle y que se responden en el
video.
• Vean el video juntos.
• Comenten las ideas principales.
INTENTE ESTO:
• Vaya a la parte de atrás de cualquier tratado y muestre el código que dirige al video ¿Por
qué estudiar la Biblia?
• Muestre el video ¿Por qué podemos confiar en que la Biblia dice la verdad? y ofrezca el
folleto Buenas noticias. Destaque la lección 3.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


26 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: Ayude a sus estudiantes a dedicarse y


bautizarse
POR QUÉ ES IMPORTANTE.
Para contar con el favor de Jehová, los estudiantes de la Biblia tienen que dedicarse y
bautizarse (1Pe 3:21). Quienes viven de acuerdo con su dedicación reciben protección
espiritual (Sl 91:1, 2). Los cristianos nos dedicamos a Jehová, no a una persona, un trabajo
o una organización. Por tanto, los estudiantes tienen que llegar a amar y a respetar a
Jehová (Ro 14:7, 8).
CÓMO HACERLO:
• Durante la sesión de estudio, analicen lo
que la información enseña sobre Dios.
Destaque la importancia de leer la Biblia
todos los días y orar a Jehová
“incesantemente” (1Te 5:17; Snt 4:8).
• Anime a su estudiante a ponerse el objetivo
de dedicarse y bautizarse. También
ayúdelo a alcanzar otras metas, como
comentar en las reuniones o dar
testimonio a sus vecinos y compañeros de
trabajo. Recuerde que Jehová no obliga a
nadie a servirlo y que la dedicación es una decisión personal (Dt 30:19, 20).
• Estimule a su estudiante a hacer los cambios necesarios para agradar a Jehová y reunir los
requisitos para el bautismo (Pr 27:11). Puesto que algunas actitudes y costumbres pueden
estar muy arraigadas, tal vez necesite que le siga ayudando a quitarse la vieja
personalidad y vestirse de la nueva (Ef 4:22-24). Muéstrele algunos artículos de la serie
“La Biblia les cambió la vida”, de la revista La Atalaya.
• Cuéntele a su estudiante lo feliz que ha sido usted sirviendo a Jehová (Isa 48:17, 18).

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


27 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: invite a las reuniones a quienes muestren


interés
POR QUÉ ES IMPORTANTE: Las reuniones nos dan la oportunidad de cantar a Jehová y
alabarlo todas las semanas (Sl 149:1). También aprendemos a hacer su voluntad (Sl
143:10). Las personas interesadas y los
estudiantes de la Biblia suelen progresar más
rápido cuando empiezan a asistir a las
reuniones.
CÓMO HACERLO:
• Invite a la persona cuanto antes. No es
necesario que esté estudiando ya la Biblia
con usted (Rev 22:17).
• Explíquele a quien muestre interés cómo son
nuestras reuniones y dígale de qué se
hablará en la siguiente. Como ayuda, dispone
de la invitación a las reuniones, el video
¿Cómo son nuestras reuniones? y las lecciones 5 y 7 del folleto La voluntad de Jehová.
• Ofrézcale su ayuda. Por ejemplo, ¿necesita transporte o ayuda para escoger la ropa? En las
reuniones, siéntese a su lado y
comparta con él las
publicaciones. Preséntele a
otros miembros de la
congregación.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


28 | Página
Mejoremos como maestros

Mejore sus habilidades en el ministerio: Use el libro “Manténganse en el amor de Dios”


para llegar al corazón
POR QUÉ ES IMPORTANTE. Las personas deben conocer las normas de Jehová
y cumplirlas para que él acepte su adoración (Isa 2:3, 4). El libro “Amor de Dios”, nuestro
segundo libro de estudio, las ayuda a ver cómo los principios divinos se relacionan con su
vida diaria (Heb 5:14). Debemos esforzarnos por llegar al corazón de los estudiantes para
que, cuando hagan cambios, los hagan con la motivación correcta (Ro 6:17).

CÓMO HACERLO:
• Prepárese bien. Tome en cuenta lo que el estudiante necesita. Pregúntele su opinión sobre
lo que están estudiando para saber lo que piensa y siente (Pr 20:5; be pág. 259).
• Utilice los recuadros para ayudar al estudiante a darse cuenta de lo bueno que es poner en
práctica los principios bíblicos.
• Ayude al estudiante a razonar sobre asuntos de conciencia, pero no decida por él (Gál 6:5).
• Observe con tacto si el estudiante necesita ayuda para aplicar algunos principios bíblicos.
Con amabilidad, anímelo a hacer cambios por el amor que siente hacia Jehová (Pr 27:11;
Jn 14:31).

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


29 | Página
Mejoremos como maestros

Aprovechemos los videos para ayudar a nuestros estudiantes


A fin de que Abrahán y Jeremías comprendieran ciertas lecciones valiosas, Jehová usó
palabras e imágenes (Gén. 15:5; Jer. 18:1-6). Nosotros también podemos valernos de
ayudas visuales, como los videos, para lograr que nuestros estudiantes capten el sentido
de las verdades bíblicas y las valoren. En el programa que se muestra a continuación
veremos en qué momentos podríamos utilizar algunos de estos videos. Ahora bien,
no olvidemos que solo se trata de una sugerencia, pues las necesidades de los
estudiantes varían.
Libro Enseña
□ Capítulo 1: Después del párrafo 17, vean Las maravillas de la creación revelan la gloria de
Dios.
□ Capítulo 2: Al finalizar, vean La Biblia: el libro más antiguo y actual.
□ Capítulo 9: Después del párrafo 14, vean Los testigos de Jehová: organizados para
predicar las buenas nuevas.
□ Capítulo 14: Al finalizar, vean La Biblia: el poder que ejerce en su vida.
□ Capítulo 15: Después del párrafo 10, vean Toda nuestra asociación de hermanos.
Libro “Amor de Dios”
□ Capítulo 3: Después del párrafo 15, vean Los jóvenes preguntan... ¿Cómo conseguir
amigos verdaderos?
□ Capítulo 4: Al finalizar, vean Respetemos la autoridad de Jehová.
□ Capítulo 7: Después del párrafo 12, vean La negativa a la sangre. La medicina acepta el
reto.
□ Capítulo 9: Después del párrafo 6, vean Ejemplos amonestadores para nuestros días.
□ Capítulo 17: Al finalizar, vean “Andamos por fe, no por vista”.
Puede ser que haya estudiantes a los que les beneficiaría ver otros videos. Por ejemplo, a
quienes sufren debido a la oposición les podrían animar los videos Fieles ante las pruebas.
Los testigos de Jehová de la Unión Soviética y Los testigos de Jehová se mantienen firmes
ante el ataque nazi. Y a los más jóvenes les podrían ayudar los videos Vayamos tras
metas que honran a Dios y Los jóvenes preguntan... ¿Qué haré con mi vida? Apuntemos
en nuestros ejemplares de los libros Enseña y “Amor de Dios” cuándo sería conveniente
ver un video con el estudiante o prestárselo. Y según vayan saliendo nuevas grabaciones,
pensemos en cómo podríamos utilizarlas para llegar al corazón de nuestros estudiantes
(Luc. 24:32).

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


30 | Página
Mejoremos como maestros

Demos buen uso a las publicaciones bíblicas


“Recibieron gratis; den gratis”, enseñó Jesús (Mt 10:8). Obedecemos esa clara instrucción
al no cobrarle a la gente ni por la Biblia ni por nuestras publicaciones bíblicas (2Co 2:17).
Pero estas publicaciones contienen verdades de la Palabra de Dios que son muy valiosas.
Además, imprimirlas y enviarlas a todas las congregaciones del mundo implica mucho
gasto y esfuerzo. De ahí que deberíamos llevarnos solo las que vayamos a necesitar.
Tenga buen criterio a la
hora de darles
publicaciones a las
personas, incluso en los
puestos de predicación
pública (Mt 7:6). En vez
de entregarle algo a todo
el que pase, trate de
conversar con la gente
para ver su grado de
interés. Piense si puede
responder
afirmativamente al menos
una de las preguntas del
recuadro. Si no está
seguro del interés de alguien, es mejor que le dé un tratado. Por supuesto, con gusto le
daremos una revista o cualquier otra publicación a quien nos pida una (Pr 3:27, 28).

PREGÚNTESE:
˙ ¿Presta la persona atención a lo que le digo?
˙ ¿Participa en la conversación?
˙ ¿Quiere leer la publicación?
˙ ¿Ofrece una contribución?
˙ ¿Muestra aprecio por lo que dice la Palabra de Dios?

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


31 | Página
Mejoremos como maestros

Cómo utilizar el folleto Escuche a Dios


El folleto Escuche a Dios se ha preparado para enseñar, con la ayuda de imágenes,
verdades bíblicas elementales a personas con poca comprensión lectora. Cada lección
ocupa dos páginas y tiene dibujos bien pensados, con un diseño que señala el orden a
seguir de un dibujo a otro.

El folleto Escuche a Dios y vivirá para siempre tiene las mismas ilustraciones que el folleto
Escuche a Dios, pero con más texto. Las personas que leen mejor pueden estudiar con
este otro folleto. También es el que suelen usar los publicadores aunque el estudiante
utilice el folleto Escuche a Dios. Algunas páginas incluyen un recuadro con información
adicional para analizarla con la persona según sea conveniente.
Puede ofrecer cualquiera de estos dos folletos siempre, aunque no sean la oferta del mes.
Al dar clases bíblicas, aproveche los dibujos para explicar lo que dice la Biblia. Haga
preguntas para que el estudiante participe y para asegurarse de que entiende lo que le
está diciendo. Lea y explique los pasajes bíblicos al final de cada página. Cuando terminen
el folleto, estudien el libro ¿Qué enseña realmente la Biblia? o el libro ¿Qué nos enseña la
Biblia? para ayudar a su estudiante a progresar hasta el bautismo.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


32 | Página
Mejoremos como maestros

Cómo usar el folleto ¿Quiénes hacen la voluntad de Jehová en nuestros días?


El folleto ¿Quiénes hacen la voluntad de Jehová en nuestros días? está diseñado para
analizarlo con los estudiantes de la Biblia al principio o al final de cada sesión de estudio.
Las lecciones 1 a 4 explican
quiénes somos los testigos de
Jehová; las lecciones 5 a 14
hablan de nuestras actividades, y
las lecciones 15 a 28 muestran
nuestra organización en acción.
Por lo general, es mejor analizar
las lecciones en orden, a menos
que al estudiante le interese un
tema en particular. Las lecciones
son de una sola página y pueden
analizarse con la mayoría de los
estudiantes en cinco o diez
minutos.
• Destaque la pregunta que sirve
de título para la lección.
• Lean juntos la lección de principio
a fin o por secciones.
• Hablen de lo que acaban de leer. Utilice las
preguntas que aparecen al final de cada lección y las
fotografías. Lean y analicen los versículos citados
según sea necesario. Muestre que los subtítulos en
negrita contestan la pregunta del título.
• Si la lección tiene un recuadro “Para saber más”,
léanlo y anime al estudiante a poner en práctica la
sugerencia.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


33 | Página
Mejoremos como maestros

Una nueva ayuda para empezar conversaciones


Desde enero de 2016, la contraportada
de la edición para el público de
La Atalaya presenta la sección titulada
“¿Qué dice la Biblia?”. Esta sección
está pensada para ayudarnos a
empezar conversaciones. Tiene un
formato parecido al de nuestros
tratados: consiste en una pregunta de
opinión, una respuesta basada en un
texto bíblico y algunas ideas
adicionales.
Con frecuencia, alguien comienza a
estudiar la Biblia tras una buena
conversación sobre un tema bíblico.
Use esta sección para ayudar a
quienes tienen hambre espiritual (Mt
5:6).
CÓMO USAR ESTA SECCIÓN:
1 Pida al amo de casa su opinión sobre
una de las preguntas.
2 Escúchelo y agradézcale su respuesta.
3 Lea el texto bíblico bajo el
encabezamiento “Lo que dice la
Biblia” y pregúntele qué piensa. Si la persona tiene tiempo, use una de las ideas que
aparecen bajo el epígrafe: “¿Qué más dice la Biblia?”.
4 Ofrézcale la revista.
5 Quede en volver un día concreto para analizar la siguiente pregunta.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


34 | Página
Mejoremos como maestros

Cómo utilizar las grabaciones de audio


Para el ministerio. Muchas de las personas que encontramos en nuestro ministerio suelen
pensar que están demasiado ocupadas para leer, pero quizás sí quieran escuchar una
grabación. Otras hablan un idioma distinto al nuestro y tal vez sean más receptivas al
mensaje del Reino si lo escuchan en su propia lengua (Hech. 2:6-8). En algunas culturas
es muy importante escuchar. Por ejemplo, el pueblo hmong tiene una larga tradición de
pasar las historias de padres a hijos de manera oral, y pueden recordar con facilidad lo que
escuchan. En muchos lugares de África, a la gente le encanta aprender escuchando
historias.
Pensando en su territorio, ¿sería bueno poner una muestra de una grabación para que la
persona la escuche en su idioma? ¿Sabe de alguien que se beneficiaría de una
publicación en audio que le enviemos por correo electrónico? ¿Sería práctico descargar
una publicación a un disco compacto y entregárselo, junto con la publicación impresa, a
alguna persona que mostró interés? Cada libro completo, folleto, revista o tratado que
entregamos en formato electrónico puede contarse en el informe de predicación. Las
grabaciones de audio no solo están pensadas para que las usemos en nuestro estudio
personal, sino también para plantar semillas de la verdad (1 Cor. 3:6).

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


35 | Página
Mejoremos como maestros

Cómo usar la versión en lenguaje sencillo del libro Enseña


El libro What Can the Bible Teach Us? se parece al libro Enseña. Ambas publicaciones
explican las mismas verdades y en el mismo orden. Pero en el caso de este nuevo libro,
los razonamientos y la forma de expresarlos son más sencillos. Se ha hecho pensando en
quienes tienen dificultades para entender el libro Enseña. Al final del libro, en vez de un
apéndice, hay notas que contienen sencillas explicaciones de algunos términos y
conceptos que aparecen en el texto principal. Los
capítulos no tienen ni preguntas de introducción
ni recuadro de repaso. En vez de eso, cuentan con
un resumen de las verdades bíblicas que se
analizan en los párrafos. Como sucede con el
Enseña, este libro puede presentarse en cualquier
ocasión, aunque se esté ofreciendo otra publicación
durante el mes. ¿Cómo podemos aprovechar las
características particulares de esta edición en
lenguaje sencillo para dar clases de la Biblia?
RESÚMENES. Con la mayoría de la gente
podremos seguir nuestro método habitual de
estudio, es decir, leer los párrafos del libro Enseña
y hacer las preguntas que los acompañan. Pero ¿y
si la persona no conoce bien el idioma en el que se
está impartiendo el curso o no lee bien? En ese
caso, el publicador podrá utilizar la versión en
lenguaje sencillo del libro Enseña. Podría valerse
de los resúmenes de cada capítulo para las clases
y quizás animar al estudiante a que lea por su
cuenta el texto principal. Por lo general, una verdad
bíblica puede explicarse en una sesión de estudio de unos quince minutos. Los resúmenes
tienen menos detalles que los capítulos. Esto implica que el publicador debe prepararse
bien la lección y tener en cuenta las circunstancias del estudiante. Y si estudian los
párrafos del capítulo, el publicador puede usar el resumen para hacer un repaso.
NOTAS EXPLICATIVAS. Las palabras y las ideas de estas notas están en el orden en el que
aparecen en el texto principal. El publicador puede decidir si analizarán las notas mientras
estudian este libro.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


36 | Página
Mejoremos como maestros

Usemos jw.org para predicar: “Hazte amigo de Jehová”


En jw.org, bajo “Enseñanzas bíblicas”, hay una sección para los niños titulada “Hazte amigo
de Jehová” que incluye videos, canciones y actividades. ¿Hemos usado ya esta sección en
la predicación? Si alguno de nuestros estudiantes de la Biblia tiene hijos pequeños, ¿por
qué no se la mostramos? Quién sabe si eso lo motivará a explorar otras secciones de
nuestro sitio de Internet.
Cuando un hermano entregó un ejemplar de Noticias del
Reino número 38 a una mujer que tenía hijos
pequeños, esta se puso a leerlo de inmediato. Los
niños también quisieron saber qué era esa hoja.
Entonces, el hermano les explicó brevemente de qué
hablaba y les enseñó la dirección de nuestro sitio de
Internet, la cual aparece al final. Como eso llamó la
atención de la señora, el hermano aprovechó para
mostrarles a todos uno de los videos de Caleb en su
teléfono.
Una hermana le habló de jw.org a una compañera de
trabajo que tiene hijos pequeños. Le mencionó que en
ese sitio de Internet hallaría información útil para las
familias. La señora lo visitó junto con sus hijos. Después, le comentó a la hermana que sus
hijos iban por la casa cantando la canción “Predica la palabra”, de la sección “Hazte amigo
de Jehová”.
¿Verdad que vale la pena estar al día con lo que se publica en esta sección de jw.org y
descargarse algunos de sus videos, canciones o actividades? Si lo hacemos, estaremos
preparados para usar esta útil sección al predicar y así seguir sirviendo como esclavos al
Señor (Hech. 20:19).

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


37 | Página
Mejoremos como maestros

Usemos el folleto Introducción a la Palabra de Dios para empezar conversaciones


1 Hace poco recibimos el nuevo folleto Introducción a la Palabra de Dios. Habremos notado
que agrupa textos sobre varios temas bíblicos, de forma parecida al libro Razonamiento, y
por eso puede ser muy útil para empezar conversaciones. ¿Cómo podemos usarlo al
preparar presentaciones para el ministerio?
2 Por ejemplo, podría usar la pregunta 8 y decir: “Hemos tenido breves conversaciones con
sus vecinos y notamos que muchos se preguntan si Dios tiene la culpa de nuestro
sufrimiento. [En algunos territorios surte más efecto mostrar la pregunta directamente del
folleto.] ¿Usted qué piensa? [Permita que
responda.] La Biblia ofrece una respuesta
clara”. Luego puede leer y comentar uno o
varios versículos de los que aparecen
citados. Si la persona se interesa en lo que
le dice, muéstrele las 20 preguntas de la
primera página del folleto y propóngale
hablar sobre alguna de ellas en otra ocasión.
También puede ofrecerle una de las
publicaciones que usamos en los cursos
bíblicos e indicarle que contiene más
información sobre el tema que acaban de
tratar.
3
Las preguntas 4 y 13 a 17 pueden ser muy
útiles al predicar en zonas donde la gente
pertenece a religiones que no son cristianas.
Por ejemplo, puede usar la pregunta 17 para
decir algo como: “Estamos haciendo visitas
breves para ayudar a las familias. Hemos
notado que se enfrentan cada vez a más
problemas. ¿Qué opina usted? [Permita que
responda.] Muchos matrimonios tratan de
tomar en cuenta estas sabias palabras: ‘La
esposa debe tenerle profundo respeto a su
esposo’. [No hace falta que le diga que está
citando de Efesios 5:33. Si está hablando con una mujer, puede, más bien, citar de Efesios
5:28.] ¿Cree usted que seguir estos consejos es práctico para las parejas?”.
4 Al concluir la conversación, quede en volver en otra ocasión para seguir hablando del tema.
Cuando regrese, podría analizar otro versículo de los que se citan en la pregunta que
analizaron. En el momento que lo vea conveniente, explíquele a la persona que los sabios
consejos de los que han conversado están tomados de la Biblia. Tomando en cuenta lo
que hayan hablado y lo que ella piense de la Biblia, ofrézcale una publicación que le pueda
interesar. (Vea Nuestro Ministerio del Reino de diciembre de 2013, páginas 3 a 6.)

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


38 | Página
Mejoremos como maestros

Ayudemos a los ciegos a aprender de Jehová


Jesús estaba a punto de salir de Jericó. Entonces, dos mendigos ciegos empezaron a
gritarle: “¡Señor, ten misericordia de nosotros[!]”. Jesús debía estar muy preocupado, pues
sabía que faltaban pocos días para su muerte. Con todo, él se detuvo, los llamó y los curó
(Mat. 20:29-34). ¿Cómo podemos imitar el ejemplo de compasión que nos dio Jesús?
Ayudémosles. Si nos encontramos con una persona ciega, por ejemplo en la calle,
presentémonos y ofrezcámosle ayuda. Tal vez al principio la persona desconfíe de
nosotros, pues a menudo hay quienes se aprovechan de los ciegos y les hacen daño. Pero
si somos amigables y le mostramos interés sincero, quizás se sienta más tranquila.
Además, tengamos en cuenta que hay diferentes grados de ceguera, y eso puede
determinar qué tipo de ayuda debemos ofrecerle a la persona. Una vez la hayamos
ayudado, podemos mencionarle que participamos en una obra de enseñanza bíblica.
Leámosle un texto de la Biblia, como Salmo 146:8 o Isaías 35:5, 6. Si la persona puede
leer en braille, preguntémosle si desearía alguna publicación bíblica en dicho sistema de
escritura. También podemos mostrarle cómo descargar archivos de audio del sitio de
Internet jw.org. Si la persona tiene una computadora con un programa que lee el texto que
aparece en pantalla, tal vez pueda beneficiarse también de los artículos disponibles en
jw.org y las publicaciones que pueden descargarse en formato de texto enriquecido (RTF).
(Vea el recuadro “Al ayudar a una persona ciega...”.)
Hallemos a las personas ciegas. Seguramente, casi nunca nos encontramos con personas
ciegas cuando vamos de casa en casa, pues a menudo prefieren no hablar con los
desconocidos que llaman a su puerta. Por eso, tendremos que esforzarnos por hallarlas y
predicarles (Mat. 10:11). ¿Tenemos algún compañero de trabajo o de escuela que sea
ciego? Entonces, hablémosle de la verdad. Si en nuestro territorio hay alguna escuela para
ciegos, preguntemos al director si desea que le llevemos algunas publicaciones en braille
para su biblioteca. ¿Conocemos a alguien que tenga algún familiar ciego? ¿Hay en el
territorio organizaciones que ayuden a los ciegos o residencias para personas con
discapacidades en las que vivan ciegos? Expliquemos al familiar de la persona ciega, al
recepcionista de la residencia o al director de la escuela que los testigos de Jehová
deseamos ayudar a los ciegos, y que tenemos publicaciones en braille y grabaciones en
audio para ellos. Mostrémosle con la Biblia que Dios promete curar la ceguera de forma
definitiva. También podemos enseñarle el video titulado “No sé qué haría sin ella”, que está
en jw.org. Este video relata la experiencia de un hermano ciego que se ha beneficiado de
tener la Biblia en braille. Si dejamos claro el objetivo de nuestra visita, puede que se nos
haga más fácil contactar con los ciegos.
Por supuesto, nosotros no podemos curar a los ciegos, como hizo Jesús. Pero sí podemos
hacer algo. El dios de este sistema de cosas ha cegado la mente de muchas personas,
entre ellas, algunas que son ciegas literalmente. Podemos ayudarlas a todas a entender la
verdad de la Palabra de Dios (2 Cor. 4:4). Jesús curó a los dos ciegos cerca de Jericó
porque sintió compasión por ellos (Mat. 20:34). Si nosotros también nos interesamos por
los ciegos, podremos ayudarlos a conocer a Jehová, quien les devolverá la vista y les dará
vida eterna.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros

La caja de herramientas necesarias para enseñar


1 Los artesanos tienen una gran variedad de herramientas. Algunas solo las utilizan para
tareas especiales, y otras las usan constantemente. Los que tienen más experiencia
siempre llevan en una caja de herramientas los instrumentos básicos, que son los que
mejor manejan. Las Escrituras nos animan a esforzarnos en la predicación. De hecho, se
espera que cada Testigo sea un “trabajador, que no tiene de qué avergonzarse” (2 Tim.
2:15). ¿Cuál es nuestra herramienta más importante? Sin duda, es la Biblia, la cual
utilizamos para hacer discípulos (Mat. 28:19, 20). Por eso, debemos poner todo nuestro
empeño en manejar “la palabra de la verdad correctamente”. Sin embargo, todos los
cristianos debemos aprender a usar hábilmente otras herramientas básicas con las que
contamos para enseñar la verdad a otros (Prov. 22:29).
2 Nuestras herramientas básicas de enseñanza. ¿Qué otras herramientas tenemos aparte
de la Biblia? El libro ¿Qué enseña realmente la Biblia? es el que más utilizamos al dirigir
cursos bíblicos. Cuando terminamos de analizar este manual con el estudiante, usamos el
libro “Manténganse en el amor de Dios” para que aprenda a poner en práctica los
principios bíblicos en su vida. Por ese motivo, debemos conocer y saber usar muy bien
estas dos publicaciones. En nuestra caja de herramientas también tendría que haber
ciertos folletos. Por ejemplo, Buenas noticias de parte de Dios sirve para comenzar cursos
bíblicos. Si en nuestro territorio encontramos personas a las que se les hace difícil leer o
hablan un idioma en el que no hay publicaciones o hay muy pocas, podemos valernos de
los folletos Escuche a Dios o Escuche a Dios y vivirá para siempre. Otra de las
herramientas básicas es ¿Quiénes hacen la voluntad de Jehová en nuestros días?, que
ayuda al estudiante a familiarizarse con la organización. Los videos también son útiles para
hacer discípulos y deberíamos aprender a aprovecharnos de ellos. Algunos son ¿Por qué
estudiar la Biblia?, ¿Cómo son nuestras reuniones? y ¿Tiene nombre Dios?
3
En próximos números de Nuestro Ministerio del Reino aprenderemos a usar hábilmente las
publicaciones que tenemos en la caja de herramientas de enseñanza. Si nos esforzamos
por utilizarlas bien, estaremos siguiendo este consejo de la Biblia: “Presta constante
atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te
salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan” (1 Tim. 4:16)

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


40 | Página
Mejoremos como maestros


No olvidemos a quienes viven en residencias de ancianos
1Muchas personas sufren los efectos de la vejez (Ecl. 12:1-7). Algunas viven en
residencias de ancianos, por lo que no siempre podemos hablar con ellas al predicar de casa
en casa. Esto ocurre incluso en países donde lo normal es que los padres se muden con sus
hijos u otros familiares al llegar a la vejez. Las personas mayores que viven en residencias, y
otros que necesitan cuidados especiales, quizás tengan limitaciones de movilidad o memoria,
pero aún pueden aprender acerca de Jehová y llegar a apreciarlo y amarlo. ¿Qué podemos
hacer para llevarles las buenas nuevas de “la feliz esperanza”? (Tito 2:13.)
2
Cómo empezar. Por lo general, se puede conseguir una lista de residencias u hogares de
ancianos buscando en Internet o en el directorio telefónico bajo categorías como “residencias
de ancianos”, “clínicas geriátricas” o “asilos”. El superintendente de servicio puede ser quien
asigne a publicadores capacitados para que visiten estos lugares. Con buena organización y
confiando en Jehová, no será muy difícil establecer un estudio bíblico en grupo (Prov. 21:5;
1 Juan 5:14, 15).
3
La manera de presentar el estudio dependerá del tipo de residencia. Si hay muchos
residentes y cuenta con un personal numeroso, lo mejor será preguntarle al recepcionista si
podemos hablar con el encargado de actividades. Pero si es un lugar pequeño (un hogar de
ancianos con pocos residentes y dos o tres cuidadores), lo mejor será concertar una cita para
hablar directamente con el dueño.
4En cualquier caso, diga que es un voluntario que se ofrece para animar a las personas
que les gusta leer y hablar de relatos bíblicos. Pregunte si hay residentes a los que le gustaría
participar en charlas bíblicas en grupo de unos treinta minutos a la semana. Puede utilizar una
amplia gama de publicaciones. A muchos les ha dado buenos resultados usar Mi libro de
historias bíblicas y El hombre más grande de todos los tiempos. Quizás convenga mostrarle
primero al director las publicaciones. Puede concretar con él la hora, el día y la sala donde se
reunirán, información que por lo general se colocará en el calendario de actividades de la
residencia. No se retraiga de identificarse como testigo de Jehová. Explique al director que
no viene para realizar ningún servicio religioso, sino para fomentar el estudio de la Biblia.
5
Cómo dirigir las sesiones de estudio. Todo dependerá de las circunstancias y del
ambiente de la residencia, así que hay que ser flexibles y considerados. Quien dirija el estudio
debería llevar varios ejemplares de la publicación que se va a analizar y traérselos consigo
una vez concluida la sesión. Tal vez tenga que llevar ejemplares en letra grande para quienes
los necesiten. Se podría pedir a los que quieran y puedan que lean los párrafos o relatos
bíblicos y luego hacer las preguntas como de costumbre. Sea simpático, positivo y amigable
durante el estudio. Con el permiso del director, también podría mostrar algún video de la
organización que fortalezca la fe en la Biblia o destaque lecciones de algún relato bíblico.
Puede empezar y terminar las sesiones con una oración breve. Algunos publicadores también
han usado cánticos.
6
¿Qué hacer si un residente no está de acuerdo con algo que usted ha leído o dicho
durante la sesión de estudio? Use buen juicio al responderle (Col. 4:6). Tal vez podría
mostrarle algún texto bíblico que conteste directamente su pregunta. Si no es un buen

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros
momento para hacer eso, será mejor agradecerle su observación y ofrecerse a analizar el
asunto con él en privado después del estudio.
7 A veces, puede ser que alguien haga una pregunta o exprese su deseo de saber más
sobre cierto tema. Cuando eso ocurre, una hermana suele decir: “Esa es una buena
observación. Pero como se trata de una pregunta suya, ¿le parece bien si esperamos a
terminar lo que estamos leyendo y luego usted y yo la analizamos juntos?”. Normalmente se
puede apartar otro momento para dirigir un curso bíblico individual en otro lugar con quienes
lo deseen.
8 Lo mejor es que sean siempre los mismos publicadores quienes lleven a cabo el curso
bíblico en grupo en la residencia. Todos ellos pueden apuntarse el tiempo. Una vez que se
establezca el estudio, el publicador que dirija las sesiones puede contarse una revisita cada
vez que vaya y un estudio bíblico al final del mes. Los estudios individuales que se empiecen
con quienes sean capaces de entender y aprender se contarán de la manera acostumbrada.
9
Sea constante. Fije un día y una hora para las sesiones de estudio en grupo. Tanto los
estudiantes como el personal del lugar esperan que el curso se realice de manera regular y
que empiece y acabe puntualmente (Mat. 5:37). Por tanto, sea diligente, organizado y
cumplidor. La experiencia ha demostrado que es mejor que dos publicadores se encarguen de
las sesiones de estudio con el grupo (Ecl. 4:9, 10). En las residencias grandes, quizás hagan
falta más publicadores.
10 También es muy importante que sea amigable y muestre interés por las personas (Filip.
2:4). El primer día dedique tiempo a conocer a cada uno de los que asistan. Apunte los
nombres y trate de memorizarlos antes del siguiente estudio. Recuerde que algunos mayores
se ofenden si los llaman por su nombre y no por el apellido. Si muestra paciencia y
compasión, todos se sentirán a gusto y apreciados.
11 No olvide ser amable y respetuoso con el personal de la residencia y los familiares de los
ancianos. Una vez que el estudio esté establecido, es mejor no cambiar el horario ni la
manera de efectuarlo sin consultar antes con el director. De vez en cuando pregúntele cómo
cree que va el estudio. Si vienen familiares de visita mientras están reunidos, tome la iniciativa
en presentarse. Explíqueles el objetivo de las clases. Confírmeles el interés sincero que siente
por su familiar e invítelos a quedarse y escuchar.
12 Resultados. Las congregaciones que han participado en este rasgo del ministerio y los
superintendentes viajantes han informado muy buenos resultados. En un hogar de ancianos,
unos veinte residentes asistieron a la primera clase, lo que llevó a que seis quisieran tener su
propio curso bíblico. Una señora progresó hasta el bautismo. En otra residencia, el estudio
bíblico motivó a una señora de 85 años a ir a las reuniones de la congregación y a expresar el
deseo de bautizarse. Cuando una residencia decidió reducir el número de actividades y
eliminar el curso bíblico en grupo que dirigían los testigos de Jehová, los residentes se
quejaron al director. Al final, se volvió a programar el curso y llegaron a asistir entre veinticinco
y treinta personas.
13Los residentes no son los únicos que se quedan impresionados por el amor que
manifestamos. A veces algunos miembros del personal están presentes y hasta participan.
Nuestro esfuerzo y el interés que mostramos por quienes viven en residencias también dan un
buen testimonio en la comunidad (1 Ped. 2:12). Luego de que se le explicara el objetivo del

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros
estudio bíblico a un director, él se expresó así: “¿Por qué han tardado tanto? ¿Cuándo
podrían empezar?”. La directora de otra residencia escribió: “Recomendaría este estudio en
grupo a todas las residencias de la zona. Los testigos de Jehová llevan a cabo este servicio
gratuito como parte de su obra ministerial en la comunidad”. Una residencia de Hawái otorgó a
los Testigos un premio por su servicio voluntario en el que describía a los hermanos como un
“inmenso tesoro” para quienes residen y trabajan allí.
14 Jehová invita a las personas mayores a alabarlo (Sal. 148:12, 13). Esa invitación se
extiende a quienes viven en residencias. ¿Hay en su territorio este tipo de lugares con
personas mayores que se puedan beneficiar del mensaje de las buenas nuevas? Con la
ayuda de los ancianos de la congregación y de los directores de las residencias, quizás
podamos darles un buen testimonio. Al no olvidarnos de los mayores, estaremos imitando a
Jehová (Sal. 71:9, 18).

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros

¿Qué publicaciones pueden ayudar a quienes no creen en Dios o en la Biblia?


1 Para que alguien llegue a convertirse en un siervo de Dios, tiene que aprender lo que
enseña la Biblia. Sin embargo, algunos que no son cristianos rechazan la idea de que la
Biblia es la Palabra de Dios. Otros no creen ni en la Biblia ni en Dios. Estas personas tal
vez no se sientan inclinadas a estudiar el libro Enseña. Pues bien, ¿qué publicaciones han
resultado útiles en tales casos? Las sugerencias que ofrecemos a continuación se basan
en lo que han comentado publicadores de 20 países.
2 Quienes no creen en Dios. Si alguien nos dice que no cree en Dios, conviene que
averigüemos por qué. ¿Defiende la evolución? ¿Ha perdido la fe debido a las injusticias
que ve a su alrededor o a la hipocresía de las iglesias? ¿Viene de un país que promueve el
ateísmo? ¿Se trata de alguien que sencillamente nunca ha tenido la necesidad de creer en
Dios? Muchos publicadores han observado que al preguntarle a la persona “¿Ha pensado
siempre así?”, esta suele ofrecer una explicación. Claro, es importante escuchar sin
interrumpir, pues para saber cómo podemos ayudar a la persona, primero tenemos que
entender por qué no cree en Dios. Solo así sabremos qué decir y qué publicación ofrecerle
(Prov. 18:13).
3
Cuando hable con la persona, muestre respeto por su punto de vista. De Estados Unidos
nos llegó la siguiente idea: “Es importante respetar el derecho que cada uno tiene de elegir
sus propias creencias. En vez de tratar de demostrarle a nuestro interlocutor que está
equivocado, es mejor hacerle preguntas que lo ayuden a razonar y a llegar a sus propias
conclusiones”. Eso es lo que hace cierto superintendente viajante. Después de escuchar la
opinión de la persona, le plantea esta pregunta: “¿Ha pensado alguna vez en esta otra
posibilidad?”. Y entonces prosigue con su presentación.
4 La idea de un Dios es un concepto que a muchos budistas les resulta ajeno. Al hablar con
este tipo de público, a algunos publicadores de Gran Bretaña les ha dado buenos
resultados emplear el folleto Cómo hallar paz y felicidad duraderas. Tras repasar alguna
información de las primeras páginas, pasan a la sección titulada “¿Existe un Creador
todopoderoso?”. En otro momento, analizan la sección titulada “Una guía para toda la
humanidad”. Y entonces, si es oportuno, presentan el libro Enseña diciéndole a la persona:
“Aun si usted no cree en Dios, estudiar la Biblia le servirá de mucho, pues contiene muy
buenos consejos”. Un precursor que predica en el campo chino en Estados Unidos
comentó: “A las personas de nuestro territorio les gusta leer, de modo que cuando
volvemos a visitar a quienes se quedaron con alguna publicación, por lo general ya han
terminado de leerla. Pero a muchas les cuesta entender cuál es el propósito de un estudio
bíblico. Así que en la visita inicial me gusta ofrecerles el folleto Buenas noticias, que está
hecho para conversar con la gente”. Un superintendente de circuito del campo chino en
Estados Unidos opina que también es posible presentar el libro Enseña en la primera
visita. Eso sí, tal vez sea mejor comenzar por el capítulo 2, que explica la clase de libro
que es la Biblia, en lugar de comenzar por el 1, que trata sobre Dios.
5 La fe en Dios no es algo que se adquiera de la noche a la mañana, así que hay que tener
paciencia. Quizá no baste con una sola conversación para que alguien se convenza de
que hay un Creador. Pero tras varias visitas, tal vez llegue a aceptar al menos la

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros
posibilidad de que Dios exista o logre entender por qué otros creen en él.
6 Quienes no están interesados en la Biblia o no creen en ella. A menudo encontramos
personas que sí creen en Dios pero no creen que la Biblia sea de origen divino, y por eso
no les interesa su mensaje. Eso sucede en los países donde la mayoría de la población
no es cristiana y asocia la Biblia con las iglesias de la cristiandad. Lo mismo ocurre en
países cristianos donde la gente ya no ve el valor práctico de las Escrituras. ¿Qué
podemos hacer para despertar el interés de tales personas en la Biblia y lograr que
acepten estudiar el libro Enseña?
7 Una carta de la sucursal de Grecia decía: “La mejor manera de ayudar a los que no les
interesa la Biblia es abrirla y mostrarles lo que dice. Muchos publicadores han notado que
el mensaje de las Escrituras influye más en el corazón de la gente que cualquier cosa que
ellos puedan decir (Heb. 4:12). El mero hecho de ver el nombre de Dios en la Biblia
despierta el interés de muchos”. Y la sucursal de la India escribió: “A los hindúes les llama
mucho la atención lo que la Biblia dice sobre la vida y la muerte. También les agrada saber
que Dios promete acabar con el sistema de castas y la discriminación”. Hablar de los
problemas que preocupan a la gente a menudo les brinda a los publicadores la
oportunidad de abrir la Biblia y mostrar lo que el Reino de Dios hará para erradicarlos.
8
Si alguien tiene un mal concepto de la Biblia por culpa de las iglesias de la cristiandad, hay
que aclararle que lo que estas enseñan y practican no está en conformidad con las
Escrituras. La sucursal de la India explicó: “A veces necesitamos desligar la Biblia de las
iglesias de la cristiandad”. De hecho, informó que a los hindúes les suele impactar la
sección 4 del folleto ¿Qué propósito tiene la vida? ¿Cómo descubrirlo?, la cual muestra
cómo las iglesias han tratado de adulterar o destruir la Palabra de Dios. Un precursor de
Brasil le dice a la gente: “Muchas personas han decidido examinar la Biblia con una mente
abierta, sin necesidad de pertenecer a una religión. ¿Por qué no lo intenta? Tal vez se
lleve una grata sorpresa”.
9
Jehová ve el corazón de las personas (1 Sam. 16:7; Prov. 21:2). Y atrae a las de buen
corazón a la religión verdadera (Juan 6:44). Muchas de ellas no habían tenido la
oportunidad de conocer a Dios ni de estudiar la Biblia. Nuestro ministerio les ha abierto las
puertas para que “se salven” tras adquirir “un conocimiento exacto de la verdad” (1 Tim.
2:4). Por lo tanto, si alguien nos dice que no le interesa estudiar la Biblia, no nos demos
por vencidos. Entre todas las publicaciones disponibles, busquemos una que despierte su
interés. Con el tiempo, tal vez podamos comenzar a utilizar nuestro principal manual de
estudio bíblico: el libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros
Cómo ayudar a quienes no creen en Dios
• A fin de averiguar por qué la persona no cree en Dios, preguntémosle: “¿Ha pensado
siempre así?”.
• Si es budista, vayamos a las páginas 9 a 12 del folleto Cómo hallar paz y felicidad
duraderas.
• Si defiende la evolución, utilicemos alguna de las siguientes herramientas:
La serie “¿Casualidad o diseño?”, de ¡Despertad!
El video Las maravillas de la creación revelan la gloria de Dios
La parte 4 del folleto Cómo lograr una vida llena de satisfacción, y los folletos ¿Es la vida obra
de un Creador? y El origen de la vida. Cinco cuestiones dignas de análisis
• Si las injusticias y el sufrimiento han hecho que pierda la fe en Dios, utilicemos alguna de las
siguientes herramientas:
El capítulo 10 del libro ¿Existe un Creador que se interese por nosotros?
La parte 6 del folleto ¿De veras se interesa Dios por nosotros? y la sección 6 del folleto ¿Qué
propósito tiene la vida? ¿Cómo descubrirlo?
• Tan pronto como la persona empiece a aceptar la posibilidad de que Dios exista, podemos
presentarle el libro Enseña. Quizá convenga comenzar por el capítulo 2 u otro que le llame
la atención.
[Recuadro de la página 5]
Cómo ayudar a quienes no creen en la Biblia
• Vayamos a los capítulos 17 y 18 del libro La vida... ¿cómo se presentó aquí? ¿Por evolución,
o por creación? (descontinuado en español).
• Si la persona es hindú, usemos el folleto ¿Por qué debemos adorar a Dios con amor
y verdad?
• Si es judía, podríamos usar las páginas 3 a 11 del folleto ¿Habrá algún día un mundo sin
guerra? (descontinuado en español).
• Resaltemos las ventajas de seguir los principios bíblicos. Para ello podemos usar alguna de
las siguientes publicaciones:
La serie “Ayuda para las familias”, de ¡Despertad!
El video La Biblia: el poder que ejerce en su vida
Las lecciones 9 y 11 del folleto Buenas noticias de parte de Dios, las páginas 22 a 26 del
folleto Un libro para todo el mundo (descontinuado en español) y la parte 2 del folleto
Cómo lograr una vida llena de satisfacción
Si la persona es budista, las páginas 3 a 7 del folleto El camino de la paz y la felicidad
Si es musulmana, la sección 3 del folleto La fe verdadera, la puerta a una vida feliz

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros
Si se trata de un territorio donde la gente rechaza la Biblia, tal vez sea mejor que en las
primeras visitas no revelemos la fuente de los sabios consejos que estemos presentando
• Expliquemos cómo se han cumplido las profecías bíblicas. Para ello, podemos usar alguna
de las siguientes publicaciones:
El video La Biblia: historia exacta, profecía confiable
Las páginas 27 a 29 del folleto Un libro para todo el mundo (descontinuado en español)
• Tan pronto como veamos que la persona empieza a sentir curiosidad por lo que dice la Biblia
sobre distintos temas, podemos presentarle el libro Enseña.
[Recuadro de la página 6]
Si alguien dice: “No creo en Dios”
• Podríamos preguntar: “¿Sabe lo que a mí me convenció de que hay un Creador?”. Entonces
destacar algunos puntos de las páginas 87 a 89 del libro Razonamiento. También
podríamos quedar en traerle a la persona una publicación que a nosotros nos haya
ayudado.
• Podríamos preguntar: “Y suponiendo que existiera un Creador, ¿qué cualidades cree usted
que debería tener?”. A esta pregunta, la mayoría responde que Dios debería ser alguien
justo e imparcial, bueno y compasivo. Tras escuchar a la persona, mostrémosle con la
Biblia que Dios sí tiene esas cualidades. (Tal vez sea posible ir al capítulo 1 del libro
Enseña y analizarlo a partir del párrafo 6.)
Si alguien dice: “No creo en la Biblia”
• Podríamos contestar: “Muchos piensan como usted. A algunos les parece que la Biblia se
contradice con los descubrimientos científicos o que no es práctica para nuestros días.
Pero ¿ha tenido la oportunidad de leerla? [Permitamos que la persona responda. Entonces
analicemos con ella los párrafos 1 y 2 de la parte 3 del folleto Cómo lograr una vida llena
de satisfacción.] En otra ocasión me gustaría mostrarle con la ayuda de este folleto
algunos consejos prácticos que contiene la Biblia”.
• O decir: “Muchos nos han dicho lo mismo. Pero me gustaría mostrarle un versículo que a mí
me impresionó [leamos Job 26:7 o Isaías 40:22, que muestran que la Biblia es
científicamente exacta]. La Biblia también contiene muchos consejos prácticos para la
familia. Me encantaría volver para mostrarle un ejemplo”.
• Otra opción: “Le agradezco su sinceridad. Pero en caso de que Dios sí nos hubiera dejado
un libro, ¿qué tipo de información cree usted que debería incluir?”. Entonces mostrémosle
en la Biblia algo que concuerde con lo que haya dicho la persona.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros
Tres claves para mejorar nuestra enseñanza
1 Todo publicador de las buenas nuevas es un maestro. Cuando predicamos, hacemos
revisitas o dirigimos estudios bíblicos, transmitimos información de vital importancia a las
personas. Al explicarles “los santos escritos”, les ayudamos a hacerse “sabi[as] para la
salvación” (2 Tim. 3:15). ¡Qué gran honor! ¿Verdad que vale la pena seguir mejorando
nuestra enseñanza? Veamos tres maneras en que podemos hacerlo.
2 Enseñemos con sencillez. Es posible que al tratar algún tema con el que estemos muy
familiarizados, se nos olvide que para nuestros oyentes es algo nuevo y difícil de entender.
Así que al dirigir un estudio bíblico, no debemos abrumar a la persona con más
información de la cuenta. En vez de eso, destaquemos las ideas principales. La mejor
enseñanza no es aquella en la que abundan las palabras (Pro. 10:19). Tampoco hay que
buscar todas las referencias bíblicas; normalmente bastará con leer los textos clave.
Y después de haberlos leído, centrémonos en la parte que se relaciona con el tema.
Recordemos que Jesús enseñó verdades muy profundas en su Sermón del Monte (Mat.,
caps. 5-7). Con todo, lo hizo con sencillez y sin hablar demasiado.
3
Utilicemos ilustraciones. Las ilustraciones invitan a la reflexión, despiertan emociones y
ayudan a recordar. No es necesario tener dotes de narrador para usar comparaciones
eficaces. Las que Jesús empleaba solían ser breves y sencillas (Mat. 7:3-5; 18:2-4). Otro
tipo de ilustraciones que resultan muy útiles son los dibujos hechos a base de trazos
simples. Con un poco de preparación, de seguro se nos ocurrirán buenas ideas.
4 Usemos bien las preguntas. Las preguntas sirven para que el estudiante se ponga a
pensar. Así que al hacérselas, debemos esperar con paciencia a que responda. Si nos
adelantamos a contestar, no sabremos lo que ha entendido la persona. Y si esta nos da
una respuesta incorrecta, tampoco nos precipitemos a corregirla; tal vez sea mejor ir
encarrilándola mediante otras preguntas (Mat. 17:24-27). Por supuesto, hemos de
reconocer que no hay maestro perfecto. De ahí que la Biblia nos inste a prestar constante
atención a nuestra enseñanza, lo cual nos beneficiará a nosotros y también a quienes nos
escuchen (1 Tim. 4:16).

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros
Revistas para todo tipo de público
1 Tal como el apóstol Pablo adaptaba su manera de presentar las buenas nuevas a fin de
ganar a “gente de toda clase”, el esclavo fiel y discreto emplea nuestras revistas para
llegar a personas que tienen distintos antecedentes y formas de pensar (1 Cor. 9:22, 23).
A fin de que podamos usar adecuadamente las revistas La Atalaya y ¡Despertad!, conviene
tomar en cuenta el público para el que fueron diseñadas.
2 ¡Despertad! Tiene el propósito de llegar a personas que son como los “varones de Atenas”
a los que el apóstol Pablo se dirigió (Hech. 17:22). Aquellos hombres no tenían una
formación cristiana y prácticamente desconocían el mensaje de las Escrituras. Así mismo,
el tipo de lectores al que se dirige ¡Despertad! carece de conocimientos bíblicos. Se trata
de personas que quizá no saben nada del cristianismo, son escépticas en el tema de la
religión o no tienen idea del valor práctico de la Biblia. Uno de los objetivos principales de
esta revista es convencer a los lectores de la existencia del Dios verdadero. Además,
pretende fortalecer la fe en las Escrituras y probar que los testigos de Jehová son
diferentes de las demás religiones.
3 La Atalaya. La edición para el público de esta revista se dirige a aquellos que creen en Dios
y su Palabra, como las personas de quienes Pablo dijo: “Ustedes [...] que temen a Dios”
(Hech. 13:14-16). Son lectores que conocen algunas enseñanzas bíblicas, pero que no las
entienden con exactitud. La edición de estudio de La Atalaya está destinada principalmente
a los testigos de Jehová. Pablo daba por sentado que quienes leían sus cartas estaban
familiarizados con las Escrituras y tenían un conocimiento exacto de la verdad (1 Cor.
1:1, 2). De igual manera, los artículos de la edición de estudio se han redactado pensando
en quienes asisten a nuestras reuniones y están familiarizados con los conceptos y
términos teocráticos.
4 Aunque solemos ofrecer las dos revistas juntas en la predicación, por lo regular resaltamos
solo una. De ahí que debamos ponernos la meta de familiarizarnos con cada número. Solo
así podremos destacar aspectos que capten la atención de nuestros oyentes.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


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Mejoremos como maestros
Cómo predicar con los exhibidores de publicaciones
La predicación con mesas o exhibidores portátiles de publicaciones está acercando a muchas
personas sinceras a la verdad (Juan 6:44). De ahí que se haya animado a los ancianos a
organizar la predicación pública en áreas por donde pasa mucha gente dentro del territorio
de su congregación. Como los exhibidores son portátiles, por lo general no hace falta
solicitar un permiso especial a las autoridades. ¿Quiénes pueden participar? Publicadores
que sean prudentes y que tengan una presencia digna y facilidad para conversar.
A continuación, veremos algunas cosas que se pueden hacer y otras que no se deben
hacer. Seguir estas instrucciones ayudará a los publicadores a tener más éxito en esta
faceta del ministerio.
Qué hacer:
• Sea amable y atento con las personas que pasen. Trate de sonreír y saludar de manera
amigable. Cuando alguien se quede mirando el exhibidor, podría decirle: “Si lo desea,
puede llevarse alguna publicación”.
• Quédese a una distancia apropiada del exhibidor. En algunos lugares, los publicadores han
visto que es mejor quedarse a unos cuantos pasos, pero puede que esto no funcione
siempre. En tal caso, tal vez sea mejor estar un poco más lejos del exhibidor hasta que
alguien se acerque a echar un vistazo a las publicaciones. En ese momento, trate de iniciar
una conversación preguntándole, por ejemplo: “¿Se ha hecho alguna vez esa pregunta?”.
• Use la Biblia siempre que pueda.
• En caso de que alguien se lleve alguna publicación de las que usamos para estudiar la
Biblia, como el libro Enseña, explíquele en qué consisten nuestros cursos y ofrézcale ver
con usted en un dispositivo electrónico el video ¿Por qué estudiar la Biblia?
• Cuando alguien muestre más interés, pídale sus datos de contacto si es posible. Si no vive
dentro del territorio de la congregación, llene el formulario Persona que mostró interés (S-
43) y déselo al secretario cuanto antes.
Qué no hacer:
• Ser agresivo y demasiado insistente o quedarse vigilando el exhibidor como un guardia.
• Pensar que esta forma de predicar es solo para distribuir publicaciones. Nuestra meta en el
ministerio es empezar cursos bíblicos, de ahí que debamos esforzarnos por iniciar
conversaciones con las personas.
• Impedir que se vea claramente el exhibidor o hablar demasiado con su compañero. Si tiene
que usar su teléfono debido a algún asunto personal, es mejor que se aleje un poco del
exhibidor.
• Discutir con personas a las que no les gusta nuestro mensaje. Si se ponen agresivas, quizás
sea buena idea llevar el exhibidor a otro lugar.

“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).


“Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza.” (1 Timoteo 4:16.).

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