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1.

INTRODUCCIÓN

De todas las lesiones que puede sufrir una estructura, tanto de obra civil como de edificación, las
estadísticas demuestran que son los fallos relacionados con la cimentación son los que mayores
daños y, consecuentemente, costes globales ocasionan.

A lo anterior conviene añadir la gran repercusión social que los daños ocasionados por un defecto en
la cimentación tienen, pues eso incrementa aún si cabe su trascendencia.

Son muchos los casos de estructuras, tanto de obra civil como de edificación, que han sufrido
aparatosos colapsos a lo largo de la historia, siendo en buena parte de ellos este derrumbe
achacable a la cimentación, de forma directa o indirecta. Un notable número de los daños
registrados en estructuras de obra civil, especialmente en las que actualmente tienen más de
sesenta años, tienen su origen en un deficiente comportamiento de la cimentación.

Si a lo hasta ahora enunciado se añade la complejidad inherente a la reparación de un defecto de la


cimentación que es debidamente detectado antes del colapso, ya no solo a nivel técnico y
económico, sino porque puede suponer una fuerte alteración e inclusión la interrupción del uso y
servicio de la estructura, y porque además puede afectar de lleno al entorno (piénsese, por ejemplo,
en los edificios colindantes si fuera el caso de una estructura de edificación) e incluso a los poderes
públicos, es lógico pensar en la urgencia que tiene la determinación de las causas que originan una
lesión de este tipo para, en base a ella, dar cuanto antes una solución al problema. Por ello, es
importante que, dentro de nuestro gremio, haya especialistas en patología de la cimentación.

Sin embargo la diagnosis de este tipo de patologías no es ni mucho menos inmediata. Deben
analizarse los síntomas, esencialmente grietas y movimientos sufridos por el edificio (giros, asientos,
desplazamientos, etc) para de ellos deducir qué mecanismo los ha originado. A la vista de la
cimentación existente y del conocimiento geotécnico del terreno de apoyo, se podrán deducir las
causas del comportamiento conjunto estructura-terreno-cimiento que son el verdadero origen de la
patología producida.

Es muy importante seguir esta metodología, porque sino la reparación se quedará en algo estético o
superficial. La patología se reproducirá superficialmente y lo que es más grave continuará su proceso
de deterioro más oculto, con lo que unas simples grietas en paramentos mal diagnosticadas pueden
llevar, en último extremo, al colapso del inmueble.

Finalmente, conocida la causa se diseñarán las medidas reparadoras a adoptar. Éstas pueden ir
desde la actuación sobre la estructura propiamente dicha, a las modificaciones de las propiedades
geotécnicas del terreno (tratamientos de mejora y refuerzo), pasando por los conocidos recalces de
la cimentación existente.
2.CAUSAS INTRÍNSICAS DE FALLOS DE CIMENTACIÓN
Se agrupan aquí los fallos de cimentación consecuencia de la interacción entre el terreno y la propia
cimentación de la construcción afectada.

2.1 Defectos del proyecto

Son errores de concepción, de diseño o cálculo del proyecto. Son errores previsibles por lo que si se
tienen en cuenta en el diseño y cálculo de la edificación, el riesgo de que provoquen daños se
minimiza.
Enumeramos aquí algunas de las posibles causas de problemas derivadas del proyecto:

 Falta de capacidad de carga: cimentación insuficiente o capacidad de carga del suelo


insuficiente.
 Esfuerzos no contemplados, por ej. por olvido de algunas sobrecargas de explotación.
 Conocimiento insuficiente del suelo. Lo que deriva en la ignorancia de riesgos especiales
geotécnicos. Las causas pueden ser: escasez de reconocimientos previos del terreno, mala
interpretación de los mismos, no consideración de los fenómenos de agresividad, etc.

Cobra importancia en terrenos con especiales características:

 Arcillas expansivas
 Suelos colapsables
 Rellenos antrópicos
 Suelos blandos naturales
 Infravaloración del riesgo geotécnico, conocido éste. Casos así pueden ser: desprecio de los
efectos que produce la falta de homogeneidad de un suelo o las distintas profundidades de
aparición de la roca en planta, desprecio de los efectos de la potencial expansividad o de
posible subpresión o fenómenos de subsidencias, procesos de disolución, etc.
 Defectos en la evaluación del terreno: asientos calculados no tolerables por la estructura,
esfuerzos parásitos en pilotes (olvido del efecto de asiento de terrenos flojos o rellenos
recientes), etc.
 Efecto grupo en pilotes: defectuosa estimación del efecto grupo en pilotes flotantes, no
consideración de los esfuerzos laterales o del rozamiento negativo, etc.
 Ausencia de consideración del bulbo de tensiones de la cimentación propia, y su alcance.
Pero también de cimentaciones colindantes, que podrían suponer una carga oblicua sobre
nuestra cimentación: habrá que considerarla en cálculo y prever un proceso constructivo
adecuado (no vayamos a provocar daños a otras edificaciones).
 Ignorancia de las condiciones de contorno, es decir no consideración de las condiciones del
entorno de la estructura proyectada: posibles socavaciones, arrastres, descalces,
agotamientos, rebajamientos de nivel freático, etc.
 Heterogeneidades: distribución irregular de las cargas, o excesiva excentricidad de las
mismas a nivel de cimentación.
2.2 Defectos de ejecución

 No deben confundirse con los errores de proyecto por ser ejecución de éstos. Los defectos
de ejecución normalmente responden a un deficiente Control de Calidad. Por tanto, en
principio son evitables.
Algunos errores de ejecución podrían ser:
 Apreciación errónea de los estratos resistentes, confundidos con capas de poco espesor,
bolos erráticos, etc.
 Errores de replanteo
 Mala calidad de los materiales, en especial hormigones. Deterioro de zapatas, losas o
muros por escasa calidad de los materiales: grietas de retracción por mala dosificación del
hormigón, materiales con resistencia inferior a la requerida en proyecto, etc.
 Degradación del material, suele ir unido al anterior: hormigón no resistente a la agresividad
del terreno, recubrimientos insuficientes, madera, metal, etc...
 Lavado del hormigón en cimentaciones superficiales o profundas, colocado en presencia de
aguas en movimiento.
 Errores en la colocación de armaduras, confusión de diámetros de armado, ausencia de
separadores, etc...
 Problemas de fraguado, unidos a errores de vertido, de dosificación, de curado...
 Cimentaciones profundas mal ejecutadas (fondo no bien limpio, cortadas, lavadas,...) o de
baja calidad y excesiva carga portante de cálculo.
 Rotura o corte de pilotes, rotos durante la hinca o pilotes hincados en arcilla blanda que no
han sido rehincados debidamente, fallo de los empalmes en pilotes de acero o de madera,
defectuosa extracción de la entubación en el caso de pilotes hormigonados in situ, etc
 Rellenos estructurales. Defectos de compactaciones en cimentaciones sobre rellenos
estructurales (sustituciones de terreno o mejoras de terreno).

Defectos de ejecución de pilotes hormigonados in situ:


Intrusión de terreno por defectuosa extracción de la entubación
3.CAUSAS EXTRÍNSICAS DE FALLOS DE CIMENTACIÓN
Son las derivadas de la actividad humana a lo largo del tiempo, así que son variables por definición y
difícilmente previsibles.

Se engloban tanto los cambios en el propio edificio como en el entorno, y en cualquier caso,
modifican sustancialmente las condiciones para las que se diseñó la cimentación.

3.1 Variaciones en las hipótesis de proyecto

Se trata de las modificaciones al proyecto del propio edificio que pueden afectar a la cimentación. Y
esto puede ocurrir de varias formas, entre ellas:

 Aumento del número de plantas sobre rasante.


 Necesidad de profundizar la cimentación en toda o parte de la estructura, para ganar
sótanos o bien fosos industriales, cámaras acorazadas, etc.
 Incrementos de sobrecargas de uso. Aumento de la actividad que precise la aparición de
elementos no previstos (fichero, etc) o bien un cambio de actividad y consecuentemente
de las cargas. Incluso solicitaciones dinámicas de maquinaria, no previstas inicialmente.
 Cese de la actuación de fuerzas que disminuían o contrarrestaban las cargas.
 Rehabilitación o adecuación al uso sobre todo en plantas bajas. Cambio de función de la
estructura y normalmente conlleva una redistribución de cargas, con una nueva
distribución de pilares, apertura de huecos no previstos en muros de fachada, etc.

3.2 Variaciones en condiciones del entorno

 Se trata aquí de las afecciones del entorno a la cimentación que tienen su origen en la
actividad del hombre y por tanto no previsibles en proyecto.
Es imposible prever en el proyecto inicial modificaciones futuras y menos aún del entorno.
Sin embargo muchos de estos problemas se evitarían de considerarse adecuadamente
cuando se proyectan esas actuaciones posteriores. Es el caso de excavaciones, túneles o
edificios de nueva construcción en las proximidades de edificios existentes.
Es decir, muchas veces estaríamos ante defectos del proyecto de la actuación posterior,
cuyas consecuencias se ven en preexistentes próximos (en cuyo proyecto no podían
preverse, evidentemente).

 Para ilustrarlo con ejemplos, vamos a enumerar aquí algunas posibles variaciones del
entorno:

1. Cargas adyacentes: alteración general producida por construcción en las


inmediaciones.
2. Inducción de movimientos complementarios: asientos, desplazamientos y
giros.
3. En cimentaciones por pilotes: empujes horizontales y rozamiento negativo.
4. Fenómenos de inestabilidad y deslizamiento: por socavaciones, arrastres,
erosiones , etc.

Empujes horizontales producidos por cargas superficiales

 Inestabilidades y deslizamientos inducidos:

1. Excavación y desmonte al pie de laderas


2. Excavaciones en la base de muros
3. Socavación
4. Supresión de la vegetación
5. Modificación de la escorrentía superficial

 Excavaciones próximas al aire libre o subterráneas. Produciendo una disminución de la


capacidad de carga de la cimentación, excesiva deformación del suelo, asientos
superficiales junto a zanjas y taludes, descalce de cimentación, afección al bulbo de
presiones, etc.
 La afección de las excavaciones a cielo abierto depende de varios factores a considerar si
queremos disminuir el riesgo para las construcciones próximas. Fundamentalmente:

1. Características del terreno


2. Profundidad de la excavación
3. Distancia horizontal de la excavación a la edificación preexistente.
4. Velocidad de excavación
5. Tiempo que permanece abierta
6. Rigidez de la contención y elementos de soporte lateral (anclajes,
entibación...)
4 PREVENCIÓN Y PROTECCIÓN

Las medidas preventivas para evitar o postergar la corrosión se basan en eliminar alguno de los
cuatro elementos que conforman la celda de corrosión (ánodo, cátodo, conductor iónico, conductor
electrónico):

• Calidad del concreto y de los constituyentes del mismo.


• Pinturas sobre la superficie del concreto.
• Pinturas directamente sobre el acero.
• Recubrimientos especiales en el concreto armado.
• Protección catódica.
• Agregando inhibidores de corrosión.

El conocimiento de los mecanismos de ataque al concreto es indispensable para poder definir las
medidas de prevención mas convenientes para cada caso. Debe tenerse en cuenta que la
generalidad de las veces la destrucción del concreto se da por una combinación de factores que se
superponen y se suceden unos a consecuencia de los primeros. los mecanismos de ataque mas
frecuentes que deben tenerse en cuenta son :

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

La prevención contra deterioro involucra a todas las actividades de un proyecto, desde el diseño y
detallado, selección de materiales, procesos constructivos, protección y mantenimiento.

Las medidas de prevención deben ser mas severas en estructuras en las que será difícil o imposible
su inspección periódica, tal es el caso de las cimentaciones, estructurales enterradas o de las
estructuras sumergidas.

Hay una serie de medidas de prevención contra la corrosión del concreto y corrosión del acero que
son comunes, hay otras que tiene un carácter más específico al tipo de agresión que se desea
combatir. Las medidas de prevención comunes están relacionadas con la calidad del concreto y en
especial con su permeabilidad.

En cimentaciones y otras estructuras en contacto con el suelo y el agua son más las medidas de
prevención comunes que las específicas. Porque en medios agresivos la corrosión del concreto, al
no poder ser controladas pro falta de inspección, llevará necesariamente a la corrosión del refuerzo.

Debe tenerse presente que solamente las estructuras bien diseñadas por durabilidad, construidas
con materiales de la mas alta calidad, asociada con una ejecución rígidamente controlada, pasarán la
prueba del tiempo en medio agresivo.

La prevención comprende medidas relativas al diseño y medidas relativas a la calidad del concreto,
medidas de protección complementarias.
PROTECCIÓN DEL REFUERZO

El acero de refuerzo está protegido de la corrosión por el recubrimiento de concreto que le provee
una barrera protectora y por el ambiente alcalino producto de una combinación de reacciones
químicas en la superficie del acero. Al fraguar, el cemento suelta álcalis, hidróxidos de sodio, potasio
y calcio, convirtiendo al medio alrededor de las barras en pasivo, con un pH alto en el rango de 12.6
a 13.5. En este medio alcalino alto se produce una reacción química en la superficie del concreto,
formándose una película protectora que inhibe las reacciones electroquímicas del proceso de
corrosión.

Factores que destruyen la protección

Esta situación no es estática, la pasividad del acero se pierde cuando se reduce la alcalinidad del
concreto, esto ocurre bajo las siguientes condiciones: a) Por carbonatación del concreto, b) Por
presencia de concentraciones de cloruros en el concreto que rodea las barras, y c) Por corrientes
eléctricas que recorren la masa del concreto.

a. Carbonatación del concreto

Se produce por la reacción química de los álcalis del concreto, particularmente el hidróxido de calcio,
con el anhídrido carbónico del aire, que da como resultado el carbonato de calcio. En esta reacción,
el pH del concreto cae a valores por debajo del nivel de protección, dejando a las barras en unos
ambientes neutros y expuestos a la oxidación directa en presencia de humedad y oxígeno. La
corrosión de las barras en estos casos es generalizada. El ritmo de avance de la carbonatación
depende, en gran medida, en la calidad del concreto, en particular en su permeabilidad, y en el
estado de fisuración de las superficies.

b. Cloruros en la cercanía de las barras de acero

Cuando están en presencia de humedad y oxígeno, convierten al concreto en un electrolito,


destruyen la película pasivamente que las rodea y protege, y reaccionan con el fierro, generando un
proceso electro-químico que produce corrosión del refuerzo de acero aun en concreto no
carbonatados. La corrosión debida a cloruros es generalmente localizada. Los cloruros pueden
ingresar al concreto, traídos por la brisa marina, por el agua de mar en las zonas de salpicadura, por
la atmósfera de ambientes industriales contaminados con cloruros, por la aplicación de cloruros de
sodio como agente contaminante en la superficie de los puentes – como ocurre en países nórdicos –
o por su presencia en el suelo ya sea por su origen marino o por contaminación.

Los cloruros pueden también estar presentes en la masa del concreto, introducidos en el proceso de
preparación de la mezcla, con los agregados con el agua de mezcla o con los aditivos del concreto.

La composición química del cemento es un factor importante en la neutralización de los sulfatos del
cemento y de los cloruros en el concreto. El aluminato tricálcico, C3A, reacciona con dichas sales y
forma compuestos insolubles. Será por tanto ventajoso el empleo de los cementos con mayor
contenido de C3A.

c. Las corrientes eléctricas directas

Pueden ingresar al concreto inducidas por equipos tales como motores eléctricos no aislados,
sistemas de puesta a tierra defectuosos, trenes eléctricos etc. Cuando dichas corrientes, al recorrer
el concreto, encuentran discontinuidad eléctrica en la armadura y esta no tiene una descarga a
directa a tierra, se produce corrosión localizada en los puntos de salida de la corriente de cada barra.

El efecto de las corrientes vagabundas será mas grave en concretos de baja resistividad, tales como
concretos con contenidos altos de humedad o concretos contaminados con cloruros. La corrosión
por corrientes vagabundas es una ocurrencia muy frecuente en edificaciones industriales con
procesos húmedos y en los que los equipos no están aislados del concreto. Ocurre también en
estructuras enterradas en suelos de baja resistividad eléctrica – por lo general suelos húmedos con
alto contenido de sales – cuando hay sistemas de puesta a tierra de equipos industriales o de
sistemas eléctricos como son las centrales de trasformación eléctrica.

Efectos de la corrosión

La corrosión del refuerzo genera óxidos de fierro en la superficie de las barras que producen fuerzas
expansivas muy altas, que eventualmente destruyen al concreto que forma el recubrimiento y dejan
a las barras expuestas directamente al medio y a la corrosión atmosférica.

Las características de la destrucción dependerán del tipo de corrosión, de si éstas es localizada o


generalizada, de la disposición de la armadura y su ubicación en la sección del elemento, etc.

La corrosión lleva generalmente, la pérdida de la competencia estructural; por la destrucción del


concreto; por la corrosión del acero que, cuando es generalizada produce reducción de la sección de
la barra y pérdida de adherencia y cuando es localizada produce picaduras que originan
concentraciones de esfuerzos que puede llevar a la rotura de las barras con resultados generalmente
graves.
5 CONCLUCIONES

La cimentación es la parte de la estructura que tiene como misión la transmisión de las cargas
actuantes sobre la totalidad de la construcción al terreno. El terreno, en su más estricto sentido, ha
de ser considerado un material de construcción que, a diferencia del resto, no es elegido por el
técnico, aspecto al que hay que añadir que las posibilidades de modificación del mismo suelen ser
muy escasas y anti económicas. Aunque el técnico especialista en patología se encuentra la
estructura ya ejecutada, tiene que saber de la importancia que tiene proyectar la cimentación de
acuerdo con el suelo y, en consecuencia, la totalidad de la estructura.

La interacción suelo – cimiento es clave, pues de ella dependen la deformabilidad relativa de ambos.

El principal problema que se tiene para valorar el estado de la cimentación de una estructura es que,
por norma general, ésta está oculta y, además, formada por elementos de gran rigidez si se los
compara con el resto de la estructura. La dificultad que plantea su inspección visual es el principal
problema de los daños en cimentaciones. En el caso, por ejemplo, de los puentes que salvan
corrientes fluviales, hay una diferencia importante entre realizar la inspección en una época del año
u otra: en verano será más fácil detectar posibles problemas de degradación del elemento
estructural e incluso algunos problemas generados por el deterioro del conjunto suelo – cimiento.
Como los cimientos de tales puentes suelen arrancar a cierta profundidad y están situados debajo
del agua, ocultos o enterrados por sedimentos, su inspección, incluso empleando equipos
subacuáticos, es una tarea ardua e incluso, en muchos casos, ineficaz.

No conviene olvidar otro aspecto, y es la edad que pueda tener el elemento estructural al que el
técnico se enfrenta: hasta hace nada, se ha tenido una total carencia de medios técnicos para
investigar el comportamiento del terreno. Esto justifica la imposibilidad de ejecutar antaño
cimentaciones profundas y estables, lo que trajo consigo la producción de socavaciones o
movimientos por descalce o incluso colapsos del suelo, que indujeron serios daños en los restantes
elementos estructurales, que ya sí eran visibles, con mayor o menor alcance según la situación.

Como conclusión, hay que tener claro que los fallos en una cimentación tienen su justificación en un
incorrecto diseño de la cimentación o en una defectuosa construcción de la misma. Son, por
desgracia, fallos demasiado frecuentes que causan notables daños estructurales, que pueden llegar
incluso al colapso parcial o total de la estructura; y fallos también cuya reparación es muy difícil y
aún si cabe más costosa. Piensen que un daño de este tipo provoca unos trastornos considerables a
los usuarios, además de poner en riesgo sus vidas, siendo, por desgracia, la demolición la mejor
solución a todos los niveles, incluso económico.
6.ILUSTRACIONES

Estado posterior al colapso de un puente ferroviario de bóvedas de hormigón como consecuencia de


la socavación y giro de eje transversal de una de las zapatas.

Hundimiento de la Torre de las Meditaciones en Viterbo (Lacio, Italia)


Palacio de Bellas Artes de México,

hundido 1,80 m con respecto a su construcción original


7 BILBIOGRAFIA

https://www.eadic.com/patologias-de-una-cimentacion/

https://es.scribd.com/document/284450125/Patologia-de-Las-Cimentaciones

https://www.asefa.es/comunicacion/patologias/49-patologias-en-cimentaciones-posibles-causas

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