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BÍBLICAS.

BIBLIOLOGÍA.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón.

Definición: División de la teología sistemática que versa sobre el origen, formación,


inspiración, autoridad y confiabilidad de las Sagradas Escrituras, como la infalible Palabra
de Dios.
Introducción.
Para los cristianos la Biblia es el libro que nos ayuda a conocer la voluntad de Dios, en
ella se encuentra la Palabra de Dios. No es solo una obra literaria que contiene su
palabra, el libro mismo es su Palabra. Dios utilizó e inspiró a personas comunes y
corrientes para que hoy toda persona pueda tener acceso a este sagrado libro.

Entendemos que la Biblia es la Palabra de Dios, ya que Dios mismo reveló su voluntad y
su propósito a los escritores que escogió, quienes documentaron con fidelidad y precisión
lo que les fue revelado.

La Biblia es una recopilación de libros escritos por hombres bajo la inspiración divina y
contiene las doctrinas que orientan el comportamiento del cristiano, la Biblia expone cómo
el Dios creador se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano, así
también expone el carácter y atributos del SEÑOR.

EL CANON DE LAS ESCRITURAS.

La palabra hebrea qaneh, “caña”, es la base tanto de su derivado griego κανων (kanón)
como de su derivado castellano “canon”. En griego llegó a significar una vara para medir,
pero también adquirió el sentido secundario de “lista” o “índice”, probablemente por las
marcas que llevaba para tomar las medidas. En ambos sentidos se relacionaba fácilmente
a las Sagradas Escrituras; primero, refiriéndose a la lista de libros que componen la
Escritura, y luego, en el sentido de constituir la regla para medir la creencia.
El canon del antiguo testamento.

Biblia hebrea

En la Biblia hebrea hay tres divisiones, la Ley (torah), los Profetas (enviéis), y los Escritos
(kethuvim),

División Hebrea

a. La Ley: Génesis, Exodo, Levítico, Números, Deuteronomio.

b. Los Profetas.

(1) Los Profetas Anteriores: Josué, Jueces, Samuel, Reyes.

(2) Los Profetas Posteriores: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Oseas, Joel, Amós, Abdías,
Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías, Malaquías.

c. Los Escritos: Salmos, Proverbios, Job, Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés,


Ester, Daniel, Esdras, Nehemías, Crónicas.

La Septuaginta.

Los judíos que vivían esparcidos entre el pueblo griego llegaron a ser conocidos como
“helenistas” debido a que perdieron el uso de la lengua hebrea. Al perder el uso del idioma
original de las escrituras antiguas también empezaron a perder las costumbres religiosas
de sus antepasados. Eso era motivo de gran preocupación para los líderes religiosos de
los judíos, que deseaban poder hacer algo para remediar la situación.

Según la tradición judía, el año 250 a. de J.C., en Alejandría, Egipto, setenta y dos
eruditos judíos (seis de cada una de las tribus), a instancias de Ptolomeo Filadelfo,
hicieron una traducción al griego del AT, en un período de setenta días. La tradición añade
que cada traductor trabajó en un cuarto separado en todo el AT, y que al terminar todos al
cabo de los setenta días compararon sus traducciones y encontraron que eran
exactamente iguales. La realidad práctica, fuera del romanticismo y fantasía de la
tradición, es que esa traducción es conocida como la “Septuaginta”, porque la palabra
Septuaginta significa “de los setenta”. En muchos de nuestros comentarios bíblicos y en
las notas de la RVA, esta versión se identifica por los números romanos LXX, que también
significan “setenta”.
EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO.

La Iglesia Primitiva tuvo un canon desde el principio: Las Escrituras del AT y la tradición
de las obras y enseñanza de Jesús. Para comenzar, esta última existía solo en forma oral;
la historia del canon del NT es la historia de la reducción de esa tradición, su
interpretación apostólica en forma escrita y su aceptación por la iglesia universal.

1. Constituido por los escritos de los apóstoles.


2. Constituido por los libros valorados por un nivel de autoridad no compartido por
otros.
3. Constituidos por libros que llevan evidencia de su propio origen.
4. Constituidos por libros garantizados y aprobados por la conciencia cristiana
universal.

CONFIABILIDAD DE LA BIBLIA

- Confiabilidad topográfica.

- Confiabilidad cronológica.

- Confiabilidad Histórica.

- Confiabilidad cronológica.

- Confiabilidad canónica.

5.
LA AUTORIDAD DE LA BIBLIA.

Infabilidad e inerrancia.

La Biblia no contiene la Palabra de Dios, sino que es la Palabra de Dios; por lo tanto la
Biblia es infalible porque, Dios es la verdad y Él habla sólo la verdad. No está sujeta a
error eso significa que es inerrante. Como Palabra de Dios es incapaz de estar
equivocada o inexacta, incorrecta o engañosa. Es definitivamente confiable y
perpetuamente segura; porque la gente se puede equivocar, pero la Biblia no se equivoca,
Mt, 22:29.

La inspiración

La doctrina de la inspiración bíblica afirma la participación única del Espíritu Santo para
controlar la producción de la Biblia. La participación del Espíritu es tal que puede decirse
correctamente que la Biblia es la palabra de Dios. Esta inspiración es única en el sentido
que, como se usa el término teológicamente, se aplica a la Biblia en una forma y en un
grado que no se usa para ninguna otra colección de escritos

La revelación.

El conocimiento de la persona, naturaleza y obras de Dios, en las Escrituras, en la historia


y principalmente en la persona de Jesucristo. También se puede conocer a Dios, en forma
limitada pero suficiente, a través de su creación.

Revelación general.
La creación da testimonio de la sabiduría y el poder de su Creador. Este conocimiento
natural de Dios es limitado en su alcance, pero es suficiente para convencer a los seres
humanos de la existencia de Dios y la necesidad de responder a él.

Revelación especial.

la manifestación que Dios hace de sí mismo a personas particulares y en momentos y


lugares concretos, permitiendo a las personas entrar en una relación redentora con él.

Cuanto más conocemos la palabra de Dios, más conocemos al Dios de la palabra.


Cuanto más nos rendimos a la palabra de Dios, más transformados somos por el Dios de
la palabra.
—June Hunt
Bibliografía.

- Taylor, R. S. (2009). INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA. En J. K. Grider, W. H. Taylor,


& E. R. González (Eds.), E. Aparicio, J. Pacheco, & C. Sarmiento (Trads.),
Diccionario Teológico Beacon (p. 365). Lenexa, KS: Casa Nazarena de
Publicaciones.

- Manser, M. H. (2012). Diccionario de temas bíblicos. (G. Powell, Ed.).


Bellingham, WA: Software Bíblico Logos.

- Erickson, M. J. (2008). Teología sistemática. (J. Haley, Ed., B. Fernández,


Trad.) (Segunda Edición, p. 201). Viladecavalls, Barcelona: Editorial Clie.

- Sangoquiza, J. (2013). Técnicas de Estudios Bíblicos y Reglas de


Interpretación (p. 14). Johnny Sangoquiza.

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