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PASCUA J VEN — 1
indice
A TANTO AMOR………………………………………………..................…..67 NADA TE TURBE…………………………………………............…………….10
A VECES…………………………………………………………..........................1 NADIE TE AMA COMO YO...........................................................39
ABRAZADA A TI EN TU CRUZ…………………………….............……….…2 NECESITO DE TU AMOR…………………………………...............………15
ABRE EL CORAZÓN…………………………………………............…………91 NOCHE HACIA LA PASCUA………………………………….............……….4
ABRE LOS OJOS DE MI ALMA…………………………...........………….76 NO MUERAS HERMANO…………………………………...........…..…….99
ALÁBENLO……………………………………………………..............…………..21 NO SOY DIGNO………………………………………………..........…………86
ALGO DE PAZ………………………………………………….............…………83 NO TE PUEDO PERDER…………………………………..........……………48
ALIANZA…………………………………………………………............………..17 NUEVA MAÑANA…………………………………………………..............……89
ALIMENTO QUE DA VIDA…………………………………............……….97 ORACION DEL REMANSO……………………………………..….........….92
ALMA DE CRISTO……………………………………………...........………...87 OSCURA JERUSALEN....................................................................41
ALMA MISIONERA………………………………………............………………3 PARA DARLO AS DEMAS………………………………...................………26
ANGELES DE DIOS………………………………………............…………….23 QUIEN PIERDE SU VIDA LA ENCUENTRA……............………………43
CANCION DEL ESPIRITU SANTO……………............…………………..74 QUIEN SOY YO………….………………………………...........………………44
CANCION DEL PERDÓN………………………….............………………….…8 QUIERO SER SANTO…………………………………...........……………….45
CARA A CARA………………………………………….............…………………73 RENACE LA VIDA Y EL CORAZON……………………............………….40
CARTAS DE SAN PABLO…………………………................……………….62 RENDID A YAVHE…………………………………….............…………………47
CINCO PANES Y DOS PECES.……………………………...........…………..7 SALMO 17……………………………………………..........……………………46
COPLAS DE YARAVI.……………………………….............………………….72 SALMO 22…………………………………………………............……………103
CON ALMA DE NIÑO……………………………............……………………84 SALMO 103………………………………………………............…………….105
CON VOS…………………………………………………...........……………….97 SALMO 115…………………………………………………...........…..……….98
CRISTO CALLA…………………………………............………………………..11 SALMO 117…………………………………………………………...........….102
DAME TUS OJOS……………………………………...........…….……………78 SALMO 139……………………………………………………...........……….101
DE SIRENE…………………………………………………...........….…………..49 SALMO EXODO 15…………………………………………...........………..100
DE TAL MANERA……………………………………….............….……………79 SE ENTREGO POR MI…………………………………………...........……..29
DIOS ES TERNURA………………………………….............………………….90 SIEMPRE ME AMASTE………………………………………….............……19
DIOS TE SALVE MARÍA…………………………………...............……………94 SIGNOS DE AMOR……………………………………………..............…….51
DISCIPULOS…………………………………………………….…............……..69 SOLO EL AMOR…………………………………………………...........………82
EL CAZADOR……………………………………………….............…….……….30 TAN POBRE Y TAN RICO…………………………………………............…56
EL DIOS DE LA VIDA…………………………………..............……………….16 TE ALABO……………………………………………………...........…………….57
EL MAGNIFICAT………………………….……………............……………….20 TE TRANSFORMARE…………………………………………….............…….61
EL NIÑO DE BELEN………………………………………………..............……66 TENGO SED DE TI……………………………………………...........…………13
EL PASTOR……………………………………………….............….…………….14 TENGO UN IDEAL…………………………………………………...........……54
EL QUE MUERE POR MÍ………………………….............………………….96 TRANSPARENCIA……………………………………………….............………68
EL SEDIENTO……………………………………………..............…….…………33 TOMA………………………………………………………………............……….55
EL SEÑOR ES MI FORTALEZA………………….............……….…………85 TRIUNFO DE LA VIDA……………………………………………..............108
EN MI GETSEMANÍ………………………….……..............……………….….22 TU ESTAS AQUÍ……………………………………………………............……77
EN TODO MOMENTO………..............…………………….…………………88 TU MIRADA…………………………………………………………...........……59
ES EL SEÑOR…………………………………………….……...............…………5 TU REINO ENTRE LOS VIVOS……….………………………...........…….42
ESCUCHAME DIOS…………………………………….…............……………52 UN NUEVO SOL……………………………………………………...........……70
ESPERANDO CONTRA TODA ESPERANZA………….............……….24 UNCION…………………………………….………………………............……..63
ESTA ES EL AGUA PURA…………………………….….............……………25 VEN ESPIRITU SANTO CREADOR………………………….............…….35
ESTAS AQUÍ……………………………………………............….……………..53 VEN Y SIGUEME………………………………………………….............……..60
FRUTO NUEVO DE TU CIELO…………………….………..............……….28 VUELVE A CASA………………………………………………….............……..64
GLORIA……..………………………………………………………..............……104 YO ME ENTREGO……..………………………………….............…………….58
HACIENDOTE PAN……………………………………............…………….…38 YO TE BUSCO……………………………………………...........………………80
HASTA DAR LA VIDA……………………………………...............…….………12
HAZME POBRE ………………………………………...........…………………81 DESIERTOS
HIJOS MIOS…………………………………………………............……………18 JUEVES A LA MAÑANA..................................................................32
ILUMINADO POR EL FUEGO………………………………............……..71 JUEVES A LA TARDE........................................................................37
JESÚS, ESTOY AQUÍ………………………………….………..............……….32
VIERNES A LA MAÑANA................................................................40
JESÚS……………………………………………………...............….……………….31
VIERNES A LA TARDE.....................................................................44
JOVEN LEVANTATE…………………………….............………………………93
LAS 7 PALABRAS…………………………………..............………………………9 SÁBADO A LA MAÑANA...............................................................
LO QUE AGRADA A DIOS……………………………................…………….50 SÁBADO A LA TARDE.......................................................................47
LOS YUYOS DE MI TIERRA…………………………............………………27 LUNES DESPUÉS DE PASCUA........................................................50
MADRE……………………………………………………………............………….6 ORACIONES EN GRUPO ............................................................. 44
MAR ADENTRO…………………………………………….............……………36 ORACIÓN ECOS DE TU NOMBRE.................................................45
MARÍA DE LA ALIANZA…………………..……………..............……………37 ROSARIO......................................................................................53
MARÍA DE NAZARETH………………………………………..............……….75 UBICACIÓN....................................................................................54
MI CAMINO……………………………………………………...........…………34
2 — PASCUA J VEN
cancionero

«A VECES» l 1 Y todo el amor que pude tener


no se le compara a tu querer.
A veces, en algunos días grises, Eterna Alianza de amor entre Tú y yo
cuando pierdo la esperanza, un solo vivir, una sola pasión.
cuando no encuentro la paz,
me pregunto si es verdad que existes,
si realmente eres mi amigo
«ALMA MISIONERA» l 3
y si lo eres dónde estás. Señor, toma mi vida nueva,
antes de que la espera,
Es ese el momento cuando dudo, desgaste años en mí.
un momento de vacío Estoy dispuesto a lo que quieras,
y de fría oscuridad. no importa lo que sea,
Cuando pienso, si en verdad no existes, Tú llámame a servir.
mi vida sería vana
como un libro sin final. Llévame donde los hombres
necesiten tus palabras,
Pero una voz siento surgir dentro de mí, necesiten mis ganas de vivir.
que me devuelve toda mi fe, Donde falte la esperanza,
es la voz de Dios mi amigo donde todo sea triste
y es esa voz que con dulzura simplemente,
me habla de paz, por no saber de Tí.
la que me dice que Dios será
siempre nuestro amigo. Te doy mi corazón sincero,
para gritar sin miedo,
Entonces me contás que estás perdido, lo hermoso que es tu amor.
que no encuentras el camino Señor, tengo alma misionera,
que te devuelva la fe, condúceme a la tierra
y me dices que Dios está muy lejos, que tenga sed de Vos.
que no puedes acercarte.
quieres que se acerque Él. Y así, en marcha iré cantando,
por pueblos predicando,
Ahora, que ya encontré de nuevo tu grandeza Señor.
al Señor que me guía Tendré mis brazos sin cansancio,
y que me enseña a amar, tu historia entre mis labios,
yo te invito a que intentes encontrarlo; Y fuerza en la oración.
verás que no está tan lejos
y que Él te espera ya.

Y tú también has de escuchar


«NOCHE HACIA LA PASCUA» l 4
la dulce voz que te hablará llena de amor, Noche tan deseada en camino hacia la Pascua
es la voz de Dios mi amigo con amigos y un ritual y la angustia en la mirada.
y es esa voz que con dulzura El preanuncio de traición,
me habla de paz, se hace amargo en el alma del Señor
la que me dice que Dios será que anticipaba su pasión.
siempre nuestro amigo. Quiso ardientemente, celebrar su sacrificio
y dejar ya preparado el misterio de su muerte.
«ABRAZADA A TÍ EN TU CRUZ» l 2 Es su sangre derramada, es su cuerpo entregado
en el vino y en el pan que allí nos dio.
Me arrodillo a tus pies mi adorado Rey
y con mi perfume los ungiré. Haznos descubrir tu presencia
Con el ardor de mi a mor yo los lavaré en este pan,
y con mis cabellos los secaré. haznos celebrar la fe
que nos une en comunión.
Abrazada a Tí en tu cruz, Que en la Eucaristía encontremos la razón,
quiero por amor permanecer, para entregarnos por amor.
eres el amor de mi vida
Esta es la comida en la que nos enseñaste
hacia Tí tiende mi ser. (2)
cómo hacer la cruz presente,

PASCUA J VEN — 3
cancionero

con su Pascua asegurada es la luz anticipada,


vida nueva celebrada hecha don,
«CINCO PANES Y DOS PECES» l 7
hecha regalo, hecha oración. Yo soy un mendigo de tu gracia,
soy sólo un ladrón de tu amor.
Danos hoy, Señor, recibir el alimento Perderte sería mi desgracia,
que nos diste por fermento para construir el reino, no te vayas nunca mi Señor.
con amor y en unidad emprendamos la misión
Señor tengo cinco panes y dos peces,
contemplando tu persona en este don.
y veo tanto hambre a mi alrededor,
lo pongo en tus manos,
«ES EL SEÑOR» l 5 dale de comer a mis hermanos
aquí está tu siervo mi Señor.
Es el Señor, el que quiere que le abra mi puerta.
Es El que quiere entrar en mí. Y cuando te pierdo, pierdo la calma,
Es el Señor, el que me pide permiso soy un débil que se protege en Dios,
para poder hacerme feliz. en tu amor se limpia toda mi alma,
soy un ambicioso lléname Vos.
¿Cómo negarme, si mi corazón solo arde
con tu voz? Y nunca dejes que el pecado ‘
en mi vida me aleja de tu amor.
«CANCIÓN DEL PERDÓN» l 8
Una vez más rezaré,
Solo te dijo que sí.
de rodillas me pondré,
puede ser que una vez más
A veces cuando tengo mi mirada en Ti, Él me perdone.
y alguna cosa me distrae, Le diré que lucho en vano,
entonces tengo miedo que pequé, que soy humano,
y me empiezo a hundir, puede ser que una vez más
pero está tu mano para salvarme. Él me perdone.

«MADRE» l 6 Para un Dios que conoció


la tentación,
Madre hoy quiero hablarte una vez más de un amigo la traición,
Y estar cerca de tu corazón Junto a vos. yo no dudo me perdone,
Dios mi amigo.
Y quiero contarte que ya estoy
En la lucha diaria por lograr la santidad.
Hoy vi sufrir a mi hermano,
y no le tendí la mano,
Quiero que tu me vayas guiando puede ser que una vez más
Por ese camino que escogí Él me perdone.
Ser como el padre
Pero tengo miedo de caer Lo vi pobre y desahuciado,
Y en la oscuridad no ver yo con los brazos cruzados,
Pero madre tu estarás allí. puede ser que una vez más
Él me perdone.
El mal va dejando huellas tras de sí
Pero el joven quiere construir
Un mundo nuevo
«LAS 7 PALABRAS» l 9
Jesús Nazareno, Rey de los Judíos...
Donde el hombre tenga que luchar
Jesús de las Siete Palabras... ¡y un grito!
Para que Cristo pueda reinar junto a su Padre
Corazón amigo... Corazón herido.
Ser respuesta para el mundo es la misión Corazón de Cristo Jesús,
Y yo madre me consagro a vos por entero. ¡yo confío en Vos!
Sé la reina de mi corazón
Madre humilde esclava del señor «Ahí está tu Madre, ahí está tu hijo».
Hazme fuerte en la alianza de amor. «Conmigo estarás hoy en el paraíso».

4 — PASCUA J VEN
cancionero
«Perdónalos, Padre, no saben lo que hacen».
«Dios mío ¿por qué me abandonaste?». «HASTA DAR LA VIDA» l 12
Dijo: «Tengo sed». Lanzó un fuerte grito. Háblame ya amigo al corazón,
«¡En tus manos, Padre, yo pongo mi espíritu!». descansa en Vos mi frente, mi vida en vos
porque me rescataste del fatal secuestro,
porque me liberaste de mi eterna tumba.
«Todo está cumplido»... y entrega su aliento.
Emana agua y sangre del costado abierto.
Porque me amaste
hasta dar la vida. (bis)
«NADA TE TURBE»

Nada te turbe que nada te espante


l 10 Tan asombrado miro, todo acabó,
manso te has dormido hermano y Dios,
Que todo se pasa que el odio no queda muriendo descuajaste mi árbol más sombrío,
Y la paciencia, que todo lo alcanza muriendo conquistaste el centro de mi mismo.
Y quien a Dios tiene ya nada le falta
Partir en una mesa y no guardar,
Solo Dios alcanza, si, solo Dios soltar y echar a vuelo ya no aferrar,
Estamos hechos para Dios, Yo recibí al nacer mi moneda dorada,
Solo Dios llena el vacío interior no la atesoraré, quiero verla entregada.
Estamos hechos para Dios, para Dios
Cruzaré este mar hasta dar la vida,
me levantaré y saldré de mi,
Vos amigo fiel, precio del amor,
«CRISTO CALLA» l 11 Cristo mi Señor.

Si pudiera preguntarte tantas cosas,


aquellas que por hombre no comprendo.
«TENGO SED DE TI» l 13
Cómo pudiste abrigar un sentimiento Tengo sed de Tí
de tan inmenso amor y estar muriendo. oh fuente del amor,
tengo sed de ti
Y cómo soportar que no entendieran tu amor es libertad.
todo el dolor del mundo en tus espaldas.
Si hasta sudaste sangre en aquel huerto,
sintiendo la traición de aquel que amabas.
«EL PASTOR» l 14
En busca de hierbas más frescas y dulces
Te dolió, te dolió, te dolió tanto, Corrí del rebaño deje atrás al pastor
que golpearan tu cuerpo Ya se hizo de noche, que oscura mi alma
hasta cansarse; pero quizá, Me acechan las fieras y sombra del terror.
te doliera mucho más el alma,
al ver que no entendieron tu mensaje. El pastor me vio partir
Y por una sola oveja se decidió a venir
Por qué callas, Tú, Cristo, tantas veces. El me alzo cuando caí
Por qué dejas al hombre no escucharte. Y a pesar de mis heridas
Acaso fue tu amor tan infinito, Supe que estando en sus hombros soy feliz.
que pudo con la angustia confortarte.
Recorres mis sendas, difícil, confusas
Si aún llevas la cruz, es por mi culpa, Que suaves tus manos y claro tu clamor
no supe levantarla en su momento, Señor poderoso riqueza infinita
por culpa día a día de mi ofensa, Me muestras tu gloria llenándome de amor.
hoy debes soportar el sufrimiento.

PASCUA J VEN — 5
cancionero

Cancionero «EL DIOS DE LA VIDA» l 16


«NECESITO DE TU AMOR»
l 15 Somos un nuevo pueblo
gestando un mundo distinto,
Necesito tanto, Necesito tanto, tanto de vos… los que en el amor creemos,
Necesito de tu amor. los que en el amor vivimos.

Necesito al fin tocarte, aunque sea solamente, Llevamos este tesoro


en vasijas de barro.
en el borde de tu manto y en el medio de la
Es un mensaje del cielo
gente;
y nadie podrá callarnos.
y sentir que de vos viene esa fuerza que me
cura Y proclamamos un día
tantos años de esperar y de amargura. porque la muerte ha sido vencida.
Y anunciamos esta Buena Noticia:
Necesito estar con vos, bastará tocar tu manto, hemos sido salvados
porque en Vos está el poder de enjugar por fin mi por el Dios de la Vida.
llanto.
En el medio de la noche,
Sueño con volver a casa y que vuelva la alegría,
encendemos una luz
y mi vida pueda al fin llamarse vida.
en el nombre de Jesús.

¡Necesito de tu amor! Sembradores del desierto


Buenas Nuevas anunciamos,
Necesito estar más cerca, cerca de tu mensajeros en un mundo
compasión que no entiende nuestro canto.
¡tengo que jugarme todo, sé que eres el Señor!
Todo, todo lo he perdido y mi pena sigue abierta, Y aunque a veces nos cansamos
pero espero un signo y mi fe está alerta. nunca nos desalentamos,
porque somos peregrinos,
y es el amor nuestro camino.
Sentirás al lado tuyo que hay un pobre que se
acerca, Y renunciamos a la mentira
muy pequeño y que te toca con los ojos en la vamos trabajando por la justicia,
tierra; y rechazamos toda idolatría:
pero lleno de esperanza, de esperanza y decisión porque solo creemos en el Dios de la Vida.
de alcanzarte y alcanzar tu corazón.
En el medio de la noche,
¡Necesito de tu amor! encendemos una luz
en el nombre de Jesús.
Toda mi fragilidad y mis años lastimados, Que nuestro mensaje llegue
esta historia que no cesa de sangrar de más allá de las fronteras.
macharnos; que resuene en todo el mundo
esta herida que no cierra y es herida en cuerpo y será una nueva tierra
y alma.
Es un canto de victoria
Tocará tu cuerpo santo y tendrá calma.
a pesar de las heridas,
alzaremos nuestras voces
Porque creo que sos Vos, nuestra fuente por el triunfo de la Vida.
escondida,
y alcanzarte es alcanzar como el centro de la Y cantaremos con alegría
vida. corazones abiertos,
Toco el borde de tu alma y es un nuevo nuestras manos unidas.
Celebraremos con alegría
nacimiento.
porque está entre nosotros
¡Y se está curando el centro de mi centro!
El Dios de la Vida

6 — PASCUA J VEN
cancionero
«ALIANZA»

Te amé con todo mi amor,


l 17 Soy yo quien los ha elegido. (bis)

te rescaté del horror «SIEMPRE ME AMASTE»


y te curé en el desierto;
calmé tu hambre y tu sed,
l
Puedo construir un muro imponente alrededor
19
con juramento sellé o ignorar la voz que pronuncia mi Señor.
un pacto de Amor eterno...
Oh ¿por qué, entonces, te rebelaste? Pero aunque me olvide de Tí
Fueron sordos a mi voz tus oídos. tu no te olvidas de mí
Y ahora estás tan sin luz... y vendrás y me gritarás
estás perdido. que siempre me amarás
que siempre me has amado,
¿Por qué no vuelves, hijo mío, que siempre has estado a mi lado
si está en mis brazos tu lugar? y que jamás, quedaré separado
Si tú conoces el camino porque mi pecado
¿por qué, por qué esperar? con tu sangre y tu cruz has lavado.
¿Por qué no vuelves, pueblo mío?
¡Te abro la fuente del perdón! Puede hacerme creer el orgullo
Que resplandezca nuestra Alianza: que me pertenezco y no soy tuyo.
será un lazo de amor.
«EL MAGNIFICAT»
Mi rayo resplandeció,
tu corazón aprendió
l 20
Mi alma cantará la grandeza de nuestro Señor.
qué son mi amor y justicia. Porque Él me escuchó cuando dije
Probaste mi intimidad, que su esclava soy.
mi Ley, que es miel de bondad Y se enamoró de mi humilde condición.
para curar tu malicia.
0h ¿por qué, entonces, te separaste? Y por eso en adelante
Te apoyaste en lo que es nada y vacío. me dirán que soy feliz,
Y ahora estás desolado... porque el todopoderoso
estás herido. ha hecho gran cosa de mí. (Bis)

«HIJOS MIOS» Su misericordia alcanza a todos los hombres.

Hijos míos,
l 18 Su amor permanece por siempre,
santo es su nombre.
voy a estar poco tiempo entre ustedes. Derribó a los poderosos, soberbios de corazón.
Me buscarán más donde voy no podrán venir;
les doy un mandamiento nuevo, Ensalzó a los humildes y amó su realidad
ámense unos a otros así como los amé. y a los que tenían hambre
En eso todos verán, que ustedes son mis los sació con su bondad.
amigos. (bis) Y por eso en adelante
me dirán que soy feliz,
Si alguien me ama porque el todopoderoso
cumplirá todas mis palabras. ha hecho gran cosa de mí.
Y así mi Padre lo amará
y vendremos a Él. «ALÁBENLO»
Les dejo la paz, les doy mi Paz,
no cómo le da el mundo. Esta es la luz que brilla eternamente
l 21
No teman ni se acobarden, Este es Jesús quien ha resucitado
oyeron lo que les dije. Es el poder del que venció a la muerte
Me voy pero volveré. (bis) Y nos salvo

Ya no soncomo el siervo que ignora su dueño, Alábenlo cielos y tierra


conocen ya lo que mi Padre me ha dicho a mí. Adórenlo luz y tinieblas
Ustedes son mis amigos si hacen lo que les mando, Un canto nuevo entonen al señor
recuerden que los amé, no me eligieron a mí. Dios es amor

PASCUA J VEN — 7
cancionero

«EN MI GETSEMANÍ» l 22 enfrenta el infierno disipa el mal.


Siente la brisa del vuelo de tu ángel ahora,
Para que mi amor no sea un sentimiento, Confía hermano pues esta es tu hora,
tan solo de deslumbramiento pasajero; la bendición llegó y te la vas a llevar.
para no gastar mis palabras más mías,
ni vaciar de contenido mi «te quiero».
«ESPERANDO CONTRA TODA
Quiero hundir más hondo mi raíz en Tí,
y cimentar en solidez, este mi afecto.
ESPERANZA» l 24
Pues mi corazón, que es inquieto y es frágil Hoy, al fin, tenemos que seguir
solo acierta si se abraza a tu proyecto. caminando en paz,
esperando contra toda esperanza.
Más allá, de mis miedos, Y es así que todo va a cambiar,
más allá, de mi inseguridad, resucitarás,
quiero darte una respuesta, esperamos contra toda esperanza.
aquí estoy, para hacer tu voluntad,
para que mi amor sea decirte sí hasta el final. Vos sos la vida, sos la paz,
vos sos nuestra esperanza,
Duermen su sopor y temen en el huerto,
sos el camino para andar,
ni sus amigos acompañan al Maestro.
Si es hora de cruz, es de fidelidades, sos fuerza y sos confianza.
pero el mundo nunca quiere aceptar esto.
No aflojar, seguirte hasta el final,
Dame a comprender, Señor, tu amor tan puro, tu cruz abrazar,
amor que persevera en cruz, amor perfecto. esperamos contra toda esperanza.
Dame serte fiel cuando todo es oscuro, Esperar, también es transformar,
para que mi amor sea más que un sentimiento. un sueño en realidad,
esperamos contra toda esperanza.
No es en las palabras ni es en las promesas,
donde la historia tiene su motor secreto, Al saber que Vos vas a volver, a resucitar,
sólo es el amor, en la cruz madurado,
esperamos contra toda esperanza.
el amor que mueve a todo el universo.
Al sentir, Jesús, que estás aquí,
Pongo mi pequeña vida, hoy en tus manos, esperándonos,
por sobre mis seguridades y mis miedos; esperamos contra toda esperanza.
y para elegir tu querer y no el mío,
hazme en mi Getsemaní, fiel y despierto. «ESTA ES EL AGUA PURA» l 25
«ANGELES DE DIOS» l 23 Esta es el agua pura,
que el Creador nos dio,
Sí sentís un murmullo muy cerca de ti esta es el agua nueva,
un ángel llegando para recibir que de la cruz brotó.
todas tus oraciones y llevarlas al cielo.
Del agua y del Espíritu
Así, abre el corazón y comienza alabar la vida comenzó
el gozo del pueblo todo sobre el altar por el agua del bautismo
hay un ángel llegando hay bendición en sus
la nueva creación.
manos.

Hay ángeles volando en este lugar, El agua de nuestros ríos


en medio del pueblo y junto al altar vida y salud nos da,
subiendo y bajando en todas direcciones y las aguas del bautismo
no sé si la iglesia subió o si el cielo bajo vida eterna dan.
sé que está lleno de ángeles de dios
porque el mismo Dios está aquí. Por el paso del mar Rojo
Dios a Israel libró
Cuando los Ángeles pasan la iglesia se alegra, en el agua del bautismo
ella canta ella llora ella ríe y congrega, nace el pueblo de Dios.

8 — PASCUA J VEN
cancionero
Jesús recibió el Espíritu
en el río Jordán; que en la misma senda andamos tal vez.
nuestro pueblo
en el bautismo Cuando el sol se vaya y la tarde caiga,
nace a la libertad. se abrirán los ojos al partir el pan
y por fin sabremos que por el camino
Del pecho abierto de Cristo nos venía arreando el Dios de la paz.
sangre y agua brotó;
es el agua del bautismo
que da la salvación. «FRUTO NUEVO DE TU CIELO»
«PARA DARLO A LOS DEMÁS» Sopla Señor, te lo pido,
l 28
A veces me siento alejado
l 26 quédate esta noche en mi alma,
pues solo tu amor y abrigo
y la vergüenza no me deja ni hablar me darán consuelo y calma.
solo se que me duele verte clavado sopla Señor, sopla fuerte,
porque me olvido de lo mucho que me amas. envolvéme con tu brisa
y en tu Espíritu renováme,
Quiero volver a serte fiel. hazme libre en tu sonrisa.
Quiero volver a serte fiel. A pesar de mis caídas,
hazme fiel a tus promesas,
Toma de mi lo que te sirva sopla Señor en mi vida
para darlo a los demás y arrancáme esta tristeza.
toma de mi lo que te sirva
no me guardo nada mas Sopla, sopla Señor tu grandeza,
hoy quiero ser tu instrumento sopla, hazme fiel en mi pobreza, sopla.
y predicar tu gran verdad
la de tu palabra la de tu cuerpo Sopla Señor en mi oído,
la de tu amor eterno sopla fuerte arranca el miedo
la de amar al más pequeño pues sin Ti me hallo perdido,
sin tu luz me encuentro ciego.
Trato de encontrarte en mis hermanos Sopla Señor hazte viento
Pero se me hace imposible sin tu amor y bautízame en tu nombre,
Soy débil y te pido que tus manos llámame a servir, Maestro,
Abran de par en par mi corazón hazme fiel entre los hombres.
Toma mi vida en tus manos,
«LOS YUYOS DE MI TIERRA» mis sueños, mi amor, mi todo,

Achícate, hermano, no busques la loma,


l 27 mis cansancios, mis pecados
y moldéame a tu modo.
Anda por los bajos, pisa el trebolar.
No temas el charco que el agua es playita, Sopla y bautízame en tu brisa,
y el barro del campo no sabe ensuciar. sopla, renováme en tu sonrisa, sopla.

Si querés altura mirá las estrellas, Sopla Señor tu caricia,


donde anida el rumbo que conduce a Dios. por sobre mis sentimientos,
No negués tu rostro al ala del viento, que sea el ángel de tu misa
ni cubrás tu frente por no ver el sol. quien obre en todo momento.
Sopla Señor y hazte canto,
No vendas distancia por comprar sosiego, pon tu Palabra en mis manos
no dejes taperas después de acampar. en ella hazte providencia
Tene fe en la huella, busca el horizonte, y bendice a mis hermanos.
de seguro un día lo habrás de alcanzar. Quiero ser de tu árbol rama,
fruto nuevo de tu cielo,
Florece a los vientos como lo hace el cardo, que madure en tu Palabra
que llegado a seco libera el pompón. como un ave en pleno vuelo.
No apurés la historia, no arríes tus banderas,
confiá en tus hermanos, como ellos en vos. Sopla, sopla Señor tu grandeza,
sopla, hazme fiel en mi pobreza, sopla.
Vení y matearemos despacito juntos,
sopla y bautízame en tu brisa,
me hablarás de lucha, te hablaré de fe.
sopla, renováme en tu sonrisa, sopla.
Y al final del día nos daremos cuenta

PASCUA J VEN — 9
cancionero

«SE ENTREGÓ POR MÍ» l 29 "JESÚS» l 31


Tantas veces me he sentido mal, Te miró a los ojos, entre tanto llanto,
es que no veía la verdad
parece mentira, que te hayan clavado,
Que en la Cruz está Jesús crucificado
que seas el pequeño al que yo acunaba
y murió cargando todos mis pecados.
el que se dormía tan pronto en mis brazos
Y si yo tuviera que elegir, el que se reía al mirar el cielo
vivir ciego o mirarte a Tí y cuando rezaba, se ponía serio.
Elegiría vivir lo que aprendí
Que Jesús me amó y se entregó por mí. Sobre ese madero, veo al pequeño
que entre los doctores hablaba en el templo
Esta Pascua descubrí una entrega por amor, que cuando pregunté, respondió con calma
que revive como el fuego que que los asuntos de Dios se encargaba,
me enciende el corazón. es el mismo hombre, el que está en la cruz,
Ilumina mi camino, me doy cuenta fuiste vos. el Dios de los pobres, se llama Jesús.

Quien me amó y se entregó por mí Ese mismo hombre, ya no era el niño


por amor Él se entregó por mí. que en aquella boda le pedí mas vino,
Él me amó y se entregó por mí que dio de comer a un millar de gente
y ahora yo me entrego a Tí. y a pobres y enfermos los miró de frente,
rió con aquellos quienes más quiso
Cada vez que vuelva a dudar, y lloró en silencio al morir su amigo.
se que ahora voy a recordar
que Jesús vive y esta resucitado Ya cae la tarde, se nublan los cielos
Él me salvó y tengo ganas de gritarlo!!! pronto volverás a tu Padre eterno,
duérmete pequeño, duérmete mi niño
«EL CAZADOR» l 30 que yo te he entregado todo mi cariño,
como en Nazaret, aquella mañana,
Me has forjado caminante, he aquí tu sierva, he aquí tu esclava.
buscador de horizontes
más lejanos y claros. «JESÚS ESTOY AQUÍ» l 32
Ser un rastreador paciente Jesús, estoy aquí,
de tus huellas amadas Jesús, qué esperas de mí.
es la cruz que yo abrazo.
Mis manos están vacías,
qué puedo ofrecerte.
Señor, que esté mi corazón velando
ardiente,
cuida que no me olvide de mi destino. Solo sé que quiero ser diferente.
Que nunca la soberbia esté en mi frente:
manténme como humilde peregrino, Jesús, estoy aquí,
cazador paciente... viajero en camino. Jesús, qué esperas de mí.
Mis ojos temen al mirarte,
Como el cazador que anhela quisiera poder enfrentarte.
y no alcanza su presa,
desfallezco y me canso. Amar como Tú amas,
sentir como Tú sientes,
Me detengo y eso es vano:
mirar a través de tus ojos, Jesús.
sólo vivo si pongo
mi esperanza en lo arduo. Contigo, mi camino es difícil,
Si mi marcha te conmueve, me exiges abrir un nuevo horizonte
y alivianas mi carga, en la soledad de mi noche, Jesús.
y agilizas mis pasos...
No, no puedo abandonarte, Jesús,
en mí penetraste,
Nos veremos una aurora.
Y sabré al alcanzarte me habitaste, triunfaste
que soy yo el alcanzado. y hoy vives en mí.

10 — PASCUA J VEN «EL SEDIENTO»


cancionero

Así cómo el sediento busca


l 33 Y te apareces anunciando la aurora,
Y nos sorprendes una vez más con tu aroma,
la vertiente de agua fresca Y nos regalas tu melodía de esperanza,
Así mi corazón, te busca a ti Señor Que renueva el alma…
Y cómo un hijo busca el abrazo de su padre
Así estoy yo, buscándote a ti Señor (bis) Eres mi luz, eres mi paz,
Eres mi sol,
Y te busco, y te llamo, Mi camino, mi verdad,
te deseo dónde estás Señor (bis) Mi vida y mi amor. (bis)

Y tú te haces presente, «VEN ESPIRITU SANTO


en el silencio te haces fuerte
No estoy solo, ahora contigo estoy
CREADOR» l 35
Me inundas de tu vida,
en mí eres fuente de agua viva Ven, Espíritu Santo Creador,
Tu torrente desborda mi corazón A visitar nuestro corazón,
repleta con tu gracia viva y celestial,
Y te busco, y te llamo, nuestras almas que Tú creaste por amor.
te deseo dónde estás Señor
Tú que eres llamado Consolador,
Si me buscas (en tu hermano voy)
don del Dios altísimo y Señor,
Si me llamas (palabra viva soy) vertiente viva, fuego, que es la caridad,
Me deseas y también espiritual y divina unción.
(cuerpo y sangre derramado me doy)
En cada sacramento te nos das,
Ahora puedo verte, en tantos rostros tanta gente dedo de la diestra paternal.
Te descubro en cada situación Eres Tú la promesa que el Padre nos dio,
Tu palabra me guía y a la vez me desafía con tu palabra enriqueces nuestro cantar.
A seguirte con toda mi pasión
Nuestros sentidos has de iluminar,
Y te busco, y te llamo, te deseo Los corazones enamorar,
y nuestro cuerpo, presa de la tentación,
dónde estás Señor
con tu fuerza continua has de afirmar.
Si me buscas (en tu hermano voy)
Si me llamas (palabra viva soy) Lejos al enemigo rechazar,
Me deseas Tu paz danos pronto, sin tardar,
(cuerpo y sangre derramado me doy) Y siendo Tú nuestro buen guía y conductor,
Evitemos así toda forma del mal.

«MI CAMINO» l 34 Concédenos al Padre conocer,


A Jesús, su Hijo comprender,
Y a Ti, Espíritu de ambos por amor,
Quisiera escuchar tus pasos te creamos con ardiente y sólida fe.
en esta noche que aún no termina,
Quisiera descubrirte Al Padre demos gloria, pues es Dios,
en medio de este invierno, a su Hijo que resucitó,
Quisiera sentir tu calor, y también al Espíritu Consolador
yo sin ti muero por todos los siglos de los siglos, honor. Amén.

Y te apareces anunciando la aurora,


Y nos sorprendes una vez más con tu aroma,
«MAR ADENTRO» l 36
Y nos regalas tu melodía de esperanza Es hora de partir mar adentro
Que renueva el alma… y no voy a esperar
Él vendrá para ir mar adentro
Quisiera encontrarte oasis y yo voy a esperar.
en medio de este desierto, Él ya está junto a mí
Quisiera recordar que eres y sus ojos derraman ternura,
palabra en mi silencio, Él espera mi sí,
Quisiera oír tu voz, aunque no puedo. y yo no quiero hacerlo esperar.

PASCUA J VEN — 11
cancionero

Quiero sentir tu amor para poderse ofrecer


y volver a nacer
como Pan a nuestro hambre.
quiero decirte ven
mi barca es tuya.
Es tan inmenso el mar Mi Cuerpo es esto, mi Sangre es ésta,
pero yo voy con Vos que por ustedes doy.
no temo navegar Coman y beban, crean y vivan,
si estás mi Dios. que para siempre soy, soy Yo... ¡soy Yo.!

Quiero ser como Vos


Se multiplicó tu amor, se partió:
y ser Pan que se deja comer
quiero que los demás todos saciados, aún sobraba.
vean en mí tu sonrisa, Señor. se mostró tu intimidad: eres Pan,
Quiero ser manantial que da vida donde que sólo vive por donarse.
quiera que vaya Noche de Jerusalén,
quiero llevar tu luz a ese mundo «Cristo-Pan, entrégate,
que no habla de Dios. eres Tú nuestro Cordero».
Cena, huerto, beso y cruz...
«MARÍA DE LA ALIANZA» l 37 y tu entrega, Pan-Jesús,
fue más fuerte que el madero.
Que silencio más delicado,
amor del amor más escondido.
Eres, mujer, puerta del cielo;
«NADIE TE AMA COMO YO» l 39
tres colores adornan tu manto. Cuánto he esperado este momento,
cuánto he esperado que estuvieras así,
Bajan las cascadas de los árboles
cuánto he esperado que me hablaras,
que caen hasta el suelo
cuánto he esperado que vinieras a mí.
y llegan al Santuario.

Me quieres dar la mano Yo se bien lo que has sufrido,


y yo pedir la tuya, yo se bien lo que has llorado,
no puedo estar sin ti, María, yo se bien lo que has vivido
sin tu mirada pura, pues de tu lado nunca me he ido.
tu voz me llena el alma,
María de la Alianza,
Pues nadie te ama como Yo,
palabra hecha flor.
pues nadie te ama como Yo,
He cambiado todo mi canto mira la Cruz,
tan sólo para soñar tu risa, esa es mi más grande prueba,
y no soy más que polvo en el camino nadie te ama como Yo.
aunque no es polvo de tu olvido.
Yo se bien lo que me dices,
Quiero ser un puente hacia el cielo, aunque a veces no me hablas,
hecho de barro y fuego,
yo se bien lo que tu sientes,
que nace en el Santuario.
aunque nunca lo compartas.

«HACIÉNDOTE PAN» l 38 Yo a tu lado he caminado,


Comenzaste a hacerte pan en Belén, junto a ti Yo siempre he ido,
sol pequeñito en nuestra noche. aún a veces te he cargado,
Aprendiste en Nazaret de ellos dos, yo he sido tu mejor amigo.
el gesto manso de la entrega.
Pues nadie te ama como Yo,
Pibe que en Jerusalén
pues nadie te ama como Yo,
te abrazaste de una vez
mira la Cruz, fue por tí,
a las cosas de tu Padre.
fue porque te amo,
Debe tu cuerpo crecer nadie te ama como Yo.

12 — PASCUA J VEN
cancionero

«RENACE LA VIDA Y Dónde dejaste tu corona,


EL CORAZÓN» l 40 aquel brillo y esa gloria.
Todo el Reino se te hundió en el corazón.
Todo el Reino se te hundió en el corazón.
Ninguno de nosotros vive para sí Es difícil imaginar qué pudiste sentir…
y ninguno muere para sí.
Si vivimos, vivimos para el Señor,
si morimos, morimos para El,
«TU REINO ENTRE LOS VIVOS» l 42
si morimos, morimos para El. No permitas Jesús, que muera
Sin antes ver tu reino entre los vivos
Aleluya, todo es posible Que no me vaya si alguien no te conociera
para nosotros Que me quede hasta que el mundo te haya oído
resucitó, Cristo nuestro Señor
Maestro que bien estamos acá
Él vive hoy, nuestro amor ¡Ay! si todos pudieran sentir tu paz
Renace la vida y el corazón Déjame quedarme y ser yo
Renace la vida y el corazón. Por favor quedate y se vos
Déjame quedarme y llevar tu amor
Nos apremia el amor del redentor,
porque por nosotros el murió, Que al final de mis días pueda decir
Que he peleado el buen combate hasta el fin
para que todos los que vivan,
Completé mi carrera conservé mi fe
vivan para Él, en la pascua de su amor La corona de justicia está preparada para mi.
vivan para Él, en la pascua de su amor

«OSCURA JERUSALEN» l 41 «QUIEN PIERDE SU VIDA


LA ENCUENTRA» l 43
Es difícil imaginar qué pudiste sentir,
es difícil tener la piel que solo lleva el Rey. Quien pierde su vida por mí, la encontrará,
En secreto yo te seguí por temor a la multitud, La encontrará, la encontrará.
cuando entraste a Jerusalén te diste a conocer. Quien deja a su padre por mí, su madre por mí,
Me encontrará, me encontrará.
Y allá tu tormento empezó,
desconcertado en tiempo y en Dios, No tengas miedo, no tengas miedo,
tu lamento no llegó a los oídos del pueblo Yo estoy aquí, yo estoy aquí,
que te cantó una mañana,
Quien deja su tierra por mí, sus bienes por mí,
te celebró con tantas ganas
Sus hijos por mí, la encontrará.
proclamándote sin dudas Salvador.
Que te creyó con esperanza No tengas miedo, yo conozco a quienes elegí,
y te abrazó en una Alianza, A quienes elegí.
encontrando en tu mirada la de Dios.
Quien pierde su vida por mí, la encontrará,
Pronto cruje este corazón de ansiedad, La encontrará, la encontrará.
por saber donde irás después,
a comer el pan que yo espere.
Queda oscura Jerusalén, tus milagros
«QUIEN SOY YO» l 44
y tanta fe, por el pueblo que te elevó
y hoy se vuelve traidor. No sé cómo, pero tengo esperanza.
No sé cómo, pero sé que soy feliz.
He tratado tantas veces
Por qué no te escapas al dolor
De encontrar una razón
recuperando el Reino para vos,
Que justifique el porqué de tanto amor.
desoyendo ese clamor que pide salvación.
Dónde quedó mi Rey perfecto,
No sé cómo, pero sé que soy distinto.
que presintió el fracaso incierto.
No sé cómo, pero Él me transformó.
Casi oculto entre las sombras se quedó. Y no fue mi propio esfuerzo

PASCUA J VEN — 13
cancionero
En el tempo se escuchó mi voz
El que me hizo ver la luz, Clamé por ti en mi angustia
Fue su sangre derramada en la cruz. extendiste tu mano y no caí
tu poder del enemigo me libró.
Otra vez ante Ti
en mi humilde oración, Las olas de la muerte me envolvían
ni siquiera me contestes, Me aguardaba la ruina pero el Señor venció.
solo mírame Señor. Tú eres la luz que me ilumina
Ya no sé qué pensar, Quien abre mis caminos, eres mi Dios.
no sé cómo expresar el temor
y el asombro que hay en mí. Cuando yo invoqué tu nombre
Todavía no lo sé, Con mano poderosa, me salvó tu amor.
no me has dicho aún Son perfectos tus caminos
qué fue lo que viste en mí Tus manos me sostienen, Tú eres mi Rey.
para quererme;
es que no entiendo la razón
de tanto amor derrochado,
«RENDID A YAVHE» l 47
quién soy yo para que Tú
me hayas amado. Rendid a Yahvé santos del señor.
Gloria y poder al que hace la creación.
No se cómo pero hay gozo en mi alma. Rendid honor al glorioso nombre del señor
No se cómo pero Tú me has derrotado. Y adoradle en su Santo esplendor.
Y soy libre como el sol, como la luna y el mar,
nada puede detener tu libertad. Sobre los mares resuena la voz de Dios.
Glorioso es Él, su voz hace temblar.
Ya no intento comprender esta locura, ¡Que poderosa es la voz del altísimo!
palpitando al son del sol y luna. Aleluya, su voz descuaja los cerros del
Sólo puedo darte gracias, Líbano
repetírtelo otra vez,
Aleluya, la voz del señor lanza llamas de
toma el alma del pimiento de mi ser.
fuegos
Aleluya, sacude los montes la voz del
«QUIERO SER SANTO» l 45 altísimo
Aleluya, en su santuario grita: «¡Gloria!»
Quiero ser santo, Señor,
Me cuesta tanto seguirte. Sentado está Dios sobre la tempestad,
Quiero ser santo, Señor, Sentado esta Yahvé cual rey eterno.
Porque Vos me lo pediste. La fuerza da al que pone su confianza en Él
Yahvé bendice a su pueblo con paz.
Aunque me cueste, aunque me duela
Aunque no entienda, aunque me muera.

Sólo lanzado a la aventura de tu amor,


«NO TE PUEDO PERDER» l 48
mi vida tiene sentido. (Bis) Un clavo de hierro te atravesó,
una espina clavada en tu corazón,
Con los pies en la tierra, de pensarlo me duele la flagelación.
Pero los ojos en el cielo. Solo por amor, fue tanto dolor.
Necesito tu mano
Porque sólo no puedo. Un madero inmenso que te abrazo,
con tantos pecados ¡cuánto pesó!
Aunque me cueste, aunque me duela pero pesó menos que tu Amor,
Aunque no entienda, aunque me muera. la fuerza del Señor todo lo aguantó.

«SALMO 17» l 46 No te puedo perder (no te puedo perder)


Cargaste con mi cruz y vas a volver
Yo te amo, Señor mi fortaleza,
No te quiero perder,
Mi roca, mi baluarte, mi liberador
La sangre de tu cruz me hace renacer
Eres la peña en que me amparo
Mi escudo y mi fuerza, mi Salvador. Y no te voy a perder

14 — PASCUA J VEN
cancionero

A tus pies rezo y medito en paz, No te quites la libertad,


sé que lo hiciste por la Verdad, ni borres tu sonrisa.
yo sé que quiero volverte a ver,
Rey de mi Vida te encontraré, Tienes que atreverte a vivir
y no te puedo perder... de una forma distinta,
llenarte los ojos de amor
«DE SIRENE» l 49 y sembrar cada día,
y verás cómo cambia este mundo;
cuando sin temor abras al fin la puerta
Venías por aquel camino hacia mí. y mantengas prendida tu luz
En realidad nunca pensé cruzarte así. por pequeña que sea.
Bajo esa cruz, la majestad del Hijo de David.
Y cuando la oscuridad
Todo el pecado y la soberbia original te lastime muy dentro,
sobre tus hombros a mi lado pasarán. deja brillar tu candil
Y de repente el Salvador cayó y no sé que puede ser eterno.
si es que te puedo ayudar. Sólo podrás ser feliz
si te atreves a amar
Ayúdame a cargar tanto dolor, sin medida y sin tiempo,
ayúdame, necesitan de tu corazón. manteniendo la llama encendida
Pero, Señor, no puedo, mira mi debilidad. a pesar de los vientos.
Ayúdame y verás como la hago mía Si quieres te ayudo
y mía es tu capacidad de amar. a cuidar tu pequeña chispa
hasta que sea llamarada
Los brazos se entrelazan para caminar. que de fuerza y vida;
Tu aliento lastimado me va haciendo callar hasta que tu corazón,
y, aunque nos griten, voy entrando más sea un signo de amor para el que camina.
en nuestra intimidad. Y seamos muchos los que tengamos
la luz encendida
¿Qué culpa hay en el hombre que merezca tu don?
¿acaso dar la vida transforma un corazón?
Cuando llegamos a la cima entendí:
«ESCUCHAME DIOS» l 52
que es por amor.
Señor son tus ojos dolor y ternura
«LO QUE AGRADA A DIOS» l 50 Tus manos llagadas sembrando amor.
Y es tu Palabra la fuente de Vida,
Que alumbra las almas que van a Vos.
Lo que agrada Dios de mi pequeña alma
Es que ame mi pequeñez y mi pobreza (bis) Escúchame Dios, escúchame Dios.
Es la esperanza ciega que tengo Quiero llegar, quiero llegar.
en su misericordia (bis) Al horizonte donde haya paz.
Yo quiero servir, quiero servir,
«SIGNOS DE AMOR» l 51 hasta morir, hasta morir,
a los hermanos que veo en Ti.

Tienes que encender una luz aunque sea Tu corazón llora el pecado del hombre,
pequeña, Que evoca tu Nombre, mi Redención.
Si ella se apaga este mundo será una tiniebla. Y con el sol las tinieblas se alejan,
Tienes que arriesgarte a creer y arrepentido, yo vuelvo a Vos.
Y no cerrar más la puerta,
Vale la pena su brillo aunque sea pequeña. «ESTAS AQUÍ» l 53
No permitas que la noche Si el gris de mi historia se enciende
invada tu vida, en colores que nunca he soñado,
hay mucha belleza en vos si amanezco distinto y despierto
para que esté escondida. a la vida en nueva plenitud,
No le niegues a los otros tus ojos, si mi gozo florece haciéndose gratitud,
tu amor, tu voz, tu alegría. si vislumbro que Dios es fuente de mi virtud.

PASCUA J VEN — 15
cancionero
Estás aquí, resucitando.
Soy libre en Ti: me rescataste, me hiciste vivir. No te alejas si yo estoy lejos,
Señor Jesús ya no hay cadenas ni cruces ni Me amas aunque no te amé, no impones precio.
clavos.
Si estás en mí y haces Pascua en mi existir. Quisiera darte todo, Pero es tan poco lo que
tengo:
Si el dolor es semilla que fue madurando y
un pobre y tibio amor que busca dueño.
entrega sus frutos,
Pero a pesar de todo,
si aun en el sufrimiento, de paz y consuelo se
estremece mi ser, Tú lo aceptas con gran afecto,
si descubro sentido o me entrego aun sin ver, y haces del tibio amor, un amor nuevo.
y si intuyo que hay alguien en quien siempre creer.
Soy tan pobre y tan rico,
Si mi miedo a lo incierto y temor a entregarme se pues tu amor me hace valioso,
hacen confianza, pongo ante Ti mi nada,
si al sentir que me llamas no escondo mi rostro y y reluce como el oro.
digo aquí estoy, Y al ver cuánto me amas,
si la duda no existe o es más puro mi amor, quiero regalarme todo.
si una fuerza divina siento en mi interior. ¡Señor, hazme generoso como Tú!

«TENGO UN IDEAL» l 54 Al repetir tu nombre, se me llena de gozo el


alma,
y me brota este canto y un mar de calma.
No, ya no puedo ser como fui hasta ayer.
Hoy debo cambiar. Quiero gritarle al mundo
Ya debo comenzar, pues para vivir que el amor ha vencido al odio,
tengo un ideal. y quiero amar al hombre como Tú lo amas.

Amar, amar, amar, morir por los demás. Si acaso Tú quisieras ser el dueño
Y así, así, vivir y no volver atrás. (bis) de esta alma inquieta,
no dudes en tomarla que ella es tu sierva.
Hoy ya comprendo al fin que debo morir Pero como es tan débil se resiste a confiar su
si quiero nacer. senda,
Pues muriendo sé que al fin hazla pues mansa y dócil como una oveja.
Entraré en la eternidad.

«TOMA» l 55 «TE ALABO» l 57


Aún en la tormenta,
Toma, que tu Cuerpo sea mi cuerpo, Aún cuando arrecie el mar
que tu Sangre sea mi sangre Te alabo, te alabo en verdad.
que tu Luz sea mi ciudad.
Aún lejos de los míos,
Deja que penetre en tu Misterio, Aún en mi soledad,
que me hunda en tu Palabra, Te alabo, te alabo en verdad.
tómame señor.
Pues solo a Ti te tengo,
Más tómame y fúndeme en Tí,
olvida mi ayer, que vuelva a creer. pues Tú eres mi heredad,
Y así poder volver a gritar te alabo, te alabo en verdad.
que vivo tu amor, que voy hacia Tí.
Aún sin muchas palabras,
aún cuando no sé alabar,
«TAN POBRE Y TAN RICO» l 56 te alabo, te alabo en verdad.

Oye Señor, mi amigo, cuando veo tu amor eterno, Aún cuando estoy vació,
siento encogerse mi alma, soy tan pequeño. aún cuando en mi oscuridad,
No te importan mis obras, Te alabo, te alabo en verdad.

16 — PASCUA J VEN
cancionero

«YO ME ENTREGO» l 58 «TE TRANSFORMARÉ» l 61


En esta ofrenda te doy, todo mi corazón
Mi cruz y mis tormentas, y mis faltas de amor Miras, no entiendes nada,
Te doy mi vida entera para hacerla mejor Sientes que te traspasa,
Haz de mi lo que quieras, soy tu siervo Señor. ven amigo y entrégamelo a mí
que te transformaré.
Y ahora yo me entrego
Junto al vino y junto al pan Sientes que es muy lejano,
Entrego mi vida entera tratas de encontrarlo,
Ser pan para los demás ven amigo y ofrécemelo a mí
que te transformaré.
Te olvidaste de vos, una tarde de amor
Te acordaste de mí, que por tu muerte viví Confía en mí, recibe de mí.
Te humillaste vos Dios, esa era tu misión tienes que vivir la vida
Entregarte en la cruz como ofrenda de amor transformando al mundo entero,
«TU MIRADA» l 59 pero deja que te transforme Yo a ti.

No tengo palabras que puedan formar una Cuentas que estás perdido,
oración, que me salga entera. oyes tan solo gritos,
Bebo tu silencio de a sorbos pequeños ven amigo y pelea por mí
para llenar mi aljibe solitario. que te transformaré.

Pedirte dones no me ocupa la intención, Guardas todo escondido,


sino sentirme estando bien amado. vamos a compartirlo,
Sólo Vos y yo, y tu mirada que traspasa, ven amigo y dámelo a mí
Y que me acaba sacudiendo el corazón. que te transformaré.

¡Cómo te despiertas flor de primavera, mi Jesús,


cuando a Vos me dispongo!
«CARTAS DE SAN PABLO» l 62
Qué suave es tu aliento, Si yo hablara todas las lenguas de la tierra.
mi respiración del corazón,
Pero no tengo Amor,
rezando de tu mano.
soy como un bronce que retiñe,
Y siento que en esto de la contemplación un címbalo que resuena.
no miro yo tan hondo como me miras Vos.
En mi soledad yo y tu mirada que traspasa, Si yo tuviera el don de profecía
Y que me acaba sacudiendo el corazón. y conociera todas las ciencias,
si tuviera la fe de transportar,
«VEN Y SÍGUEME» l 60 las montañas, pero no tengo Amor.

Ven y sígueme y mar adentro hecha ya tus redes. Yo soy nada, porque el hombre
Ven y yo te haré pescador de hombres. No es hombre si no ama.

En tus palabras echaré mis redes, Si yo diera a los pobres todos mis bienes.
dejo mi barca y donde quieras iré. y mi cuerpo entregara a las llamas.
Tú me llamaste Señor por mi nombre pero no tengo amor, de nada me sirve.
y solo a ti Señor, Señor te seguiré.
Pasaran las profecías
Te vi trabajar, esa noche en que fracasaste.
Sé de tu dolor, de tu vergüenza, de tus Cesaran todas las leguas,
fragilidades. Y la tierra algún día acabara.

Hoy yo te pido que confíes de nuevo, Pero el amor nunca morirá


volve a tirar con la esperanza de ayer. Porque todo cree, todo espera,
Estoy contigo y te prometo abundancia, todo cubre, todo sufre,
deja todo por mi amor, ven y sígueme. más goza de la Verdad.

PASCUA J VEN — 17
cancionero

«UNCIÓN» l 63 Yo no quiero ser como Judas que te entregó,


A esas treinta monedas, a tu flagelación.
Hay una unción aquí cayendo sobre mí No me dejes ser como Judas que te entregó,
Mudándome cambiando mí ser Ni por treinta monedas, ni por nada.
Mi espíritu y mi alma se están llenando
Con el amor del Espíritu Santo
Mi vida nunca más será igual
«EL NIÑO DE BELEN» l 66
«VUELVE A CASA» l 64 Nació como un bebé pequeño nada más,
como uno entre tantos que a la vida nacen ya
Señor quiero contarte no ocurrió nada más, era un niño.
algo que me está pasando.
Nació y ninguno preguntó si de mayor
En medio de este silencio,
una voz me está llamando. Él tendría gran poder para sanar,
Es una voz que me dice si andaría por el mar, era un niño
que le diga a mis hermanos, Nació y ninguno preguntó si iba a morir,
con gozo y con alegría si la gente algún día lo iba odiar
poniendo mi canto en alto. si sería el Redentor,
si traería libertad
Vuelve a casa hermano mío,
vuelve a casa
que el Señor con amor ¿Quién pensó que aquel niñito moriría en la cruz
se alegrará y te abrazará. trayendo a nuestro mundo nueva aurora de luz
Ya no pienses en aquello y una nueva vida y una oportunidad
que una vez te hizo alejar, de llegar al Padre una vez más?
pues saber arrepentirse ¿Quién pensó que al tercer día iba a resucitar
es querer hacer la paz. batiendo al infierno y a la muerte fatal,
abriendo nuevos tiempos de felicidad
Si yo sé que vos hermano
no estás cerca de Jesús, Por amor, por amor a tí...
te invito a tomar mi mano
y marchemos tras su luz. Escucha en esta hora la eterna verdad
Canta conmigo esta letra, que el Niño de Belén un día va a regresar
carga en tu espalda la cruz, y en Gloria en poder Él juzgará tanta maldad
que el dolor de tus heridas
marcando frontera final
es el camino a Jesús.
y todo el universo le podrá contemplar
«TREINTA MONEDAS» l 65 y toda obra oculta a la luz nacerá
su Iglesia marchará con Él a un nuevo lugar,
Fueron treinta monedas, un hogar, un dulce hogar que Él prepara ya..
Que cobró quien te entregó,
El equivalente a tu crucifixión.

Sólo treinta monedas,


«A TANTO AMOR» l 67
Del que se sirvió después que vos, Hecha un mar de lágrimas al verlo allí en la cruz
La corona de espinas, todo tu dolor. se acordó del niño que ella misma diera a luz.
Entre el firmamento y su mirada de dolor
Yo no quiero ser como Judas que te entregó, bien supo serle fiel a tanto amor.
A esas treinta monedas, a tu flagelación.
No me dejes ser como Judas que te entregó, No rompió el silencio cuando el cielo se quebró.
Ni por treinta monedas, ni por nada. No volteo sus ojos al final cuando expiro,
se sintió caer pero así mismo no cayo
Treinta trozos de plata, y amó a pesar de que todo se oscureció.
¿Cuánto valen en Tu Reino?
¿Cuánto suman para el Tiempo eterno? Sólo besó sus pies y a Dios se lo ofreció
sin preguntar por qué a todos perdonó,
Treinta pobres monedas, pues entendió el amor que Jesús predicó.
Pueden llegar a tentarte, que su Hijo predicó
Pero nunca van a resucitarte ella entendió el amor que le enseñó.

18 — PASCUA J VEN
cancionero
Entre la llovizna, la tristeza y el temor
lo tomó en sus brazos cuando ya no respiró. Sé que hay doce cestas más de provisión
Junto con su alma le traspasó el corazón Y tus ojos aún me miran con amor
la espada que esa cruz, todo lo consumó. Yo no quiero regresar
Como aquella multitud
No rompió el silencio cuando el cielo se quebró, Déjame ser un discípulo, SEÑOR.
no volteó sus ojos y el sepulcro se cerró.
Se sintió caer pero su fe permaneció Ya no sólo quiero recibir tu pan
Mi alma quiere conocerte de verdad
y amó a pesar de que el mundo lo entregó.
Habitar en tu presencia
«TRANSPARENCIA» l 68 Despertarme junto a ti
Para que sea formada en mí tu imagen.
Dame tu transparencia,
oh fuente del ser, fuente de la vida.
Dame tu transparencia,
«UN NUEVO SOL» l 70
el deseo claro, tu estable armonía. Una tierra que no tiene fronteras
No dejes que preocupen mi alma en exceso, sino manos que juntas formarán
las nubes que tienen que cruzar mi cielo. una cadena más fuerte
Dame ojos limpios, que la guerra y que la muerte,
corazón más creyente y más bueno. lo sabemos, el camino es el amor.

Dame tu transparencia, Una patria más justa y más fraterna,


oh fuente de todo, fuente de hermosura. donde todos construyamos la unidad,
Dame tu transparencia, donde nadie es desplazado,
creativas mis manos, mansas y seguras. porque todos son llamados,
Lava mi corazón del mal que lo enturbia, lo sabemos, el camino es el amor.
mi amor sea un arroyo de aguas profundas.
Dame alma de niño: Un nuevo sol se levanta
sobre la nueva civilización que nace hoy.
transparente a la mirada tuya.
Una cadena más fuerte
que el odio y que la muerte,
Dame tu transparencia,
lo sabemos, el camino es el amor.
oh fuente de amor, fuente de la Gracia.
Dame tu transparencia, La justicia es la fuerza de la paz,
sana la intención y fiel a la palabra. el amor quien hace perdonar,
Devuelve la inocencia la verdad es la fuerza
que robó el pecado, que nos da la liberación,
la estable certeza de saberme amado, lo sabemos, el camino es el amor.
dame tu presencia,
agua viva que limpia mi barro. El que tiene comparte su riqueza
y el que sabe no impone su verdad,
el que manda entiende
«DISCIPULOS» l 69 que el poder es un servicio,
lo sabemos, el camino es el amor.
Diez mil ojos hoy han visto tu poder
El milagro de una multiplicación El que cree contagia con su vida
Hoy tus manos han saciado y el dolor se cubre con amor,
Toda mi necesidad porque el hombre se siente
Pero mi alma anhela más de tu presencia. solidario con el mundo,
lo sabemos el camino es el amor.
No quiero ser de los cinco mil
Que disfrutan del milagro
Prefiero ser de los doce
Que recogen los pedazos
«ILUMINADO POR EL FUEGO» l 71
Señor aquí estoy, sintiendo una duda otra vez,
Y pasar la noche en vela no sé qué hacer, mi vida no tiene fe.
Juntos sobre en un mar de seda Por eso mírame, dime lo que quieres para mí,
Conversar con el maestro hasta el alba. enséñame a amar, a acercarme a Ti.

PASCUA J VEN — 19
cancionero
Ya no estoy solo, hoy tengo tu amor
porque Tú eres mi refugio, Tú eres salvación. Que se ahogue mi recuerdo en tu mirada,
quiero hablarte en silencio y sin palabras,
Te veo y me siento y que pase mucho tiempo, y que nadie diga nada,
iluminado por el fuego, Sólo déjame mirarte, cara a cara.
enciende mi alma Señor. (bis)
Sólo déjame mirarte cara a cara,
Mi vida cambió desde aquel encuentro, aunque caiga derretido en tu mirada.
confirmó tu Espíritu Santo en mi corazón. Derrotado y desde el suelo, tembloroso y sin aliento,
En Ti encontré un Dios bondadoso aún te seguiré mirando, mi Maestro.
que vio en mí su fiel servidor, su humilde pastor.
Cuando caiga ante tus plantas de rodillas,
Ya no estoy solo, hoy tengo tu amor déjame llorar pegado a tus heridas,
porque Tú eres mi refugio, Tú eres salvación.
y que pase mucho tiempo, y que nadie me lo
impida,
«COPLAS DE YARAVÍ» l 72 que he esperado este momento toda mi vida.
Señor, que nuestra vida sea
cual una quena simple y recta,
«CANCIÓN DEL ESPÍRITU SANTO» l 74
para que Tú puedas llenarla,
Espíritu de Dios, toma mi vida,
llenarla con tu música.
toma mi alma, toma mi ser.
Señor, que nuestra vida sea, Lléname con tu presencia,
semilla suelta por el aire, con tu poder, lléname de Ti. (x2)
para que Tú puedas sembrarla,
sembrarla donde quieras. Enciéndeme Señor, préndeme fuego,
quiero anunciarte, morir por Vos.
Señor, que nuestra vida sea
arcilla blanda entre tus manos, Lléname con tu presencia,
para que Tú puedas formarla, con tu poder, lléname de Ti. (x2)
formarla a tu manera.
Espíritu Santo, Espíritu Santo,
Señor, que nuestra vida sea, muevete en este lugar. (x3)
leñita humilde y siempre seca
para que Tú puedas Que haya paz, que haya paz,
quemarla para el pobre. que haya paz en este lugar.

«CARA A CARA» l 73 Que haya amor, que haya amor,


que haya amor en este lugar.
Solamente una palabra, Solamente una oración, Espíritu Santo, Espíritu Santo,
cuando llegue a tu presencia, ¡Oh Señor! quédate en este lugar.
No me importa en qué lugar
de la mesa me hagas sentar, Ven Espíritu de Dios,
o el color de mi corona, si la llego a ganar. ven a mi ser, ven a mi vida.
Ven Espíritu de amor,
Solamente una palabra, ven a morar, ven hacia mí. (x2)
si es que aún me queda voz
y si logro articularla en tu presencia,
no te quiero hacer preguntas, solo una petición,
«MARIA DE NAZARET» l 75
y si puede ser a solas, mucho mejor. Dulce muchacha humilde de Palestina
a vos para ser Madre Dios te eligió,
Sólo déjame mirarte cara a cara,
y cuando desde el cielo te mandó un ángel
y perderme como un niño en tu mirada,
para pedir tu consentimiento
Y que pase mucho tiempo, y que nadie diga nada,
porque estoy viendo al maestro cara a cara. vos le dijiste: «su esclava soy» [bis]

20 — PASCUA J VEN
cancionero

Por eso voy a darte mi corazón, Dame Tu voz dame Tu aliento


y cantando repetiré tu nombre Toma mi tiempo es para Ti
María de Nazaret [bis]. Dame el camino que debo seguir
Dame tus sueños tus anhelos
Fue tu materna espera luz de esperanza Tus pensamientos tu sentir
hasta que el gurisito nació en Belén Dame tu vida para vivir
y vinieron los pobres y peregrinos
para adorarlo y Él sonreía, Déjame ver lo que tu vez
Dios con nosotros, el Emanuel [bis]. Dame de tu gracia, tu poder
Dame tu corazón...
Ahora que en cuerpo y alma estás en el cielo,
sentimos tu plegaria junto al Señor,
Déjame ver en tu interior
y que vas caminando con el que sufre,
Para ser cambiado
con el que llora, con el que sueña
con la justicia, con el amor [bis]. Por tu amor
Dame tu corazón
«ABRE LOS OJOS DE MI ALMA» l 76 Dame lo que necesito
Abre los ojos de mi alma, Para ser como vos...
abre mis ojos Oh Dios,
yo quiero verte, yo quiero verte (bis) Dame Tu voz dame Tu aliento
Verte en alta majestad, Toma mi tiempo es para Ti
brillas en la luz de Tu gloria Dame el camino que debo seguir
nos brindas tu Gracia Oh Dios, Dame tus sueños tus anhelos
y canto Santo, Santo, Santo.
Tus pensamientos tu sentir

«TU ESTÁS AQUÍ» l 77 Dame tu vida para vivir

Aunque mis ojos, no te puedan ver Dame tus ojos quiero ver...
te puedo sentir, sé que estás aquí Dame tu parecer...
Aunque mis manos, no puedan tocar
tu rostro Señor, sé que estás aquí «DE TAL MANERA» l 79
Mi corazón puede sentir tu presencia
De tal manera me amó
Tú estás aquí, Tú estás aquí
Que su vida no escatimó
Puedo sentir Tu majestad
Tú estás aquí. Tú estás aquí Hasta el final Él se entregó
Y a la muerte fue porqué me amó
Mi corazón, puede mirar tu hermosura
Tú estás aquí. Tú estás aquí De tal manera me amó
Puedo sentir Tu gran amor Que no hay forma en que podré pagar
Tú estás aquí, Tú estás aquí El precio de su gran amor
pero toda mi alma quiero dar
«DAME TUS OJOS» l 78 Por Su amor yo viviré
Dame tus ojos quiero ver De Su amor yo cantaré
Dame tus palabras quiero hablar Con mi Jesús caminaré
Dame tu parecer... Porque Él me amó a mí

Dame tus pies yo quiero ir Por Su amor yo viviré


Dame tus deseos para sentir De Su amor yo cantaré
Dame tu parecer... Con mi Jesús caminaré
Porque Él me amó a mí
Dame lo que necesito Le seguiré
Para ser como vos

PASCUA J VEN — 21
cancionero

Debes amar el tiempo de los intentos.


«YO TE BUSCO» l 80 Debes amar la hora que nunca brilla.
Y si no, no pretendas tocar lo cierto:
Yo te busco yo te busco sólo el amor engendra la maravilla,
Con fuego en mi corazón sólo el amor consigue encender lo muerto
sólo el amor alumbra lo que perdura,
Yo te busco yo te busco sólo el amor convierte en milagro el barro.
Recibe mi adoración

Te anhelo te necesito
Te amo más que a mi ser
«ALGO DE PAZ» l 83
Te pide luz mi mente, te pide luz mi vida,
«HAZME POBRE» l 81 te pido por favor en estos malos días.
Dios acompáñanos, brindanos fe y amor,
para poder crecer con esperanza alguna.
Hazme pobre, siempre pobre
por favor jamás permitas, Algo de paz, algo de paz
que me sienta tan seguro de mí mismo Algo de paz, algo de paz, hoy día.
Y mantenme como lo que soy,
una pobre y frágil vasija de barro, Te pide luz mi mente, iluminá mi vida,
y hazme dócil, en Tus manos tu espíritu Señor, espero cada día.
Señor, en Tus manos Dios acompáñanos, brindanos fe y amor,
para poder crecer con esperanza alguna.
Hazme vulnerable frente a Ti y a mis hermanos
Y mantén, mantén mis manos
siempre abiertas para pedir,
«CON ALMA DE NIÑO» l 84
y nunca tan seguras para sólo dar Un niño en brazos de su Madre,
Se duerme ya, acaba de mamar,
Hazme Tu pequeño cántaro de barro, Se siente muy feliz, y antes de dormirse,
Sonríe al amor que le sonríe.
muy contento de llevar
un gran tesoro dentro de mí
No piensa en porque recibe tanto amor,
mi gran tesoro, Tú, Jesús
Confía en él, y se abandona en paz,
Se sabe protegido, seguro en esos brazos,
Porque es Tu grandeza Responde con amor al amor.
Que habita en mi pobreza
Y en mi pequeñez, Señor Como un niño en brazos de su Madre,
Brilla aún más Tu fuerza Quiero vivir confiando en mi Dios,
Cuando soy débil, Eres mi firmeza Y no pretender más que lo que pretende un niño,
Y esperar en el amor del Señor.
Mándame hermanos
Que me recuerden mi flaqueza Como un niño pequeño en brazos de su Madre,
Cantaré así Tu gloria y Tu poder Así quiero vivir en Dios, en Dios
Por siempre
En mi debilidad, Se fuerte Como un niño pequeño en brazos de su Madre,
Así quiero vivir en Dios, en Dios

«SOLO EL AMOR» l 82 «EL SEÑOR ES MI FORTALEZA» l 85


Debes amar la arcilla que va en tus manos. El Señor es mi fortaleza
Debes amar su arena hasta la locura. Y en El me alegraré,
Y si no, no la emprendas que será en vano: Solo sus ojos miraré
sólo el amor alumbra lo que perdura, En El confío no es de temer,
sólo el amor convierte en milagro el barro. En El confío, no es de temer. (bis)

22 — PASCUA J VEN
cancionero

«NO SOY DIGNO» l 86 Y ahora rezando frente a frente,


me doy cuenta que Tu amor
No soy digno de que entres tú en mi casa, no se compara con nada,
no soy digno Dios no lo soy Señor. y que es puro y transparente.
Pero dime una palabra tuya y quedaré sanado,
tendré sanidad, eso alcanzará

Tu eres tan digno de gloria y de honra


«NUEVA MAÑANA» l 89
Yo que te canto soy tan pecador
Mi cielo se nubla de miedo,
Me basta tu gracia que me hace valioso
Mis manos tiemblan porque no estás
Pues tu poder, triunfa en mi
¿Por qué me abandonaste?
¿Por qué, Señor, no te puedo encontrar?
Con tan solo yo tocar tu manto quedaré curado,
solo con tocar, eso alcanzará
Y me dijo hijo te has salvado gracias a tu fe, Dijiste que ibas a estar,
basta con creer, solo con creer Y que n me ibas a dejar,
Yo te creí, yo me confié,
Tú eres tan digno de gloria y de honra Y, ¿Qué paso? No lo puedo entender.
Yo que te canto soy tan pecador
Me basta tu gracia que me hace valioso Que injusto soy, perdóname.
Pues tu poder, triunfa en mí Te buscó, a veces, no te quiero encontrar.
A veces huyo de tu vista,
«ALMA DE CRISTO» l 87 A veces quiero poderme escapar

Alma de Cristo, santifícame A veces miento que no te encuentro,


Cuerpo de Cristo, sálvame A veces porque sé que está mal.
Sangre de Cristo, embriágame Que injusto soy, perdóname,
Agua de su costado, lávame Ahora sé que te encontraré.
Pasión de Cristo, confórtame
¡Oh, buen Jesús!, óyeme Sale de nuevo mi sol,
En tu luz se funde mi corazón,
Dentro de tus llagas, escóndeme Voy a irradiar con mi vida,
No permitas que me aparte de Ti Ser testimonio de tu amor.
Del maligno enemigo, defiéndeme
Y en la hora de mi muerte, llámame Comienza una nueva mañana,
Empiezo a comprender tu verdad,
Y mándame ir Ti, La sinrazón de tu entrega,
Para que con tus santos te alabe O la simple razón de la caridad.
Por los siglos de los siglos, Amén
Perdón Señor, por despreciarte,
«EN TODO MOMENTO» l 88 Porque no quise buscarte más.
Quiero llevarte por todas partes,
Siempre estas Jesús, Mostrarle al mundo que no te vas.
En todo momento sé que estás. (bis)

Cuando todo está al revés,


«DIOS ES TERNURA» l 90
cuando la Fe no está. Dios es ternura
Cuando por dentro hay vacío, Atrévete a vivir por amor
y me siento perdido. Dios es ternura
No hay que temer
Siempre estas Jesús,
En todo momento sé que estás «ABRE EL CORAZON» l 91
Lo que nos diste es un regalo,
Abre el corazón,
sufriste mucho por nosotros.
Recibe lo que se te regala,
Y sin siquiera pensarlo,
Y goza, sólo el Amor transforma
Perdonas nuestros pecados.

PASCUA J VEN — 23
cancionero

no hay tiempo de tener miedo


«ORACIÓN DEL REMANSO» l 92 ese no es tu destino.
Acompaña al pobre, al que busca un amigo
y estarás caminando conmigo.
Soy de la orilla brava
del agua turbia y la correntada
Joven levántate,
que baja hermosa por su barrosa profundidad;
aprende a amar lo que no ves.
soy un paisano serio,
Despierta y anímate
soy gente del remanso Valerio
hay muchas esperando tu sencillez
que es donde el cielo
remonta el vuelo en el Paraná.

Tengo el color del río


«DIOS TE SALVE MARIA» l 94
y su misma voz en mi canto sigo, Dios te salve, María, sagrada María,
el agua mansa y su suave danza en el corazón; señora de nuestro camino,
pero a veces oscura llena eres de gracia, llamada entre todas
va turbulenta en la ciega hondura a ser la Madre de Dios.
y se hace brillo en este cuchillo de pescador. El Señor es contigo y Tú eres la sierva
dispuesta a cumplir Su misión
Cristo de las redes, no nos abandones y bendita Tú eres, dichosa te llaman
y en los espineles déjanos tus dones. a Ti, la elegida de Dios,
y bendito es el fruto que crece en tu vientre,
No pienses que nos perdiste, el Mesías del pueblo de Dios,
es que la pobreza nos pone tristes, al que tanto esperamos que nazca
la sangre tensa y uno no piensa más que en y que sea nuestro Rey.
morir;
agua del río viejo llévate pronto este canto lejos María, he mirado hacia el cielo,
que está aclarando y vamos pescando para vivir. pensando entre nubes tu rostro encontrar,
al fin te encontré en un establo,
Llevo mi sombra alerta entregando la vida a Jesús salvador.
sobre la escama del agua abierta María, he querido sentirte
y en el reposo vertiginoso del espinel entre tantos milagros que cuentan de ti,
sueño que alzo la proa y subo a la luna en la al fin te encontré en mi camino,
canoa en la misma vereda que yo,
y allí descanso hecha un remanso mi propia piel. tenías tu cuerpo cansado,
un niño en los brazos
Calma de mis dolores, durmiendo en tu paz,
ay, Cristo de los pescadores, María, mujer que regalas
dile a mi amada que está apenada esperándome la vida sin fin.
que ando pensando en ella
mientras voy vadeando las estrellas, Tú eres Santa María, eres Nuestra Señora
que el río está bravo y estoy cansado para por qué haces tan nuestro al Señor,
volver. eres Madre de Dios, eres mi tierna Madre
y Madre de la humanidad,
Cristo de las redes, no nos abandones te pedimos que ruegues por todos nosotros
y en los espineles déjanos tus dones. heridos por tanto pecar,
desde hoy, hasta el día final
«JOVEN LEVANTATE» l 93 de este peregrinar.

María, he buscado tu imagen serena


Joven levántate,
vestida entre mantos de luz,
abraza tu cruz, sígueme.
y al fin te encontré dolorosa
Despierta y anímate,
llorando de pena a los pies de una cruz.
a entrar en el misterio de la fe

Que tu vida sea luz,


que tus pasos esperanza,
«ALIMENTO QUE DA VIDA» l 95
el amor si se comparte para todos alcanza. El señor está aquí para iluminar
y si sin fe te pierdes del camino, Con el pan y el vino me transformará

24 — PASCUA J VEN
cancionero

El Señor está aquí


Para abrazar
«CON VOS» l 97
Con el pan y el vino, te transformará Te alejaste de mí, estás perdido
No encuentras el sentido.
Jesús, alimento que da vida Te avergüenza quien sos, estás dolido,
Jesús, y abundante será te sentís vacío.
Jesús como agua viva quiera llevar el mismo
amor Elegí buscarte y llorar con vos, con tu corazón.
Un corazón sediento, herido por el tiempo.
El Señor está aquí
Vuelve a casa hoy, vuelve por favor.
Para vida dar Aquí yo te espero, no tengas miedo.
Con el pan y el vino, nos transformará Vuelve a casa hoy, vuelve por favor.
Necesito verte, elijo todo lo que sos, quiero
«EL QUE MUERE POR MI» l 96 estar con vos.

Todo empezó en una cruz, ¿Cómo hacerte entender lo mucho que te quiero,
Donde un hombre murió y un Dios se entregó. lo mucho que te espero?
Silenciosa la muerte llegó, Espero para abrazar tu mundo entero,
Extinguiendo la luz que en un grito se ahogó con mi amor sincero.
Viendo su faz de dolor,
Una madre lloró y su amigo calló. No importa lo que hayas hecho, mi amor no
Pero siendo una entrega de amor, cambió, escuchá mi voz,
Su camino siguió y en algún otro lado Una voz compasiva: «vuelve a la vida».
Una luz se encendió
«SALMO 115» l 98
Siendo hombre, amigo, esclavo y maestro, ¿Cómo te pagaremos
Siendo carga pesada, profesor y aprendiz, todo el bien que nos hiciste?
Entregó hasta su cuerpo en el pan y la vid
Nuestro Dios es compasivo,
Desde entonces lo he visto caminar a mi lado Está lleno de ternura.
A ese Dios que se humilla y muere por mi Él cuida de los pequeños
Es la barca en mi playa, el ruido del silencio Libró mi vida de la muerte.
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz Qué le daré a mi Señor
Por todo el bien que me hizo.
Viendo un humilde calvario, Voy a cumplir mi promesa
Con rostro cansado soporta la cruz. En la presencia de su pueblo.
Y al verme rezando a sus pies,
Alzaré el cáliz que da vida
Se olvida de Él, me toma en sus brazos
e invocaré su nombre.
Y me acoge otra vez
Voy a cumplir mi promesa
En la presencia de su pueblo.
Siendo fuego, paloma, el agua y el viento
Siendo niño inocente, un Padre y pastor
Hoy acepta mi ofrenda, es mi vida Señor
«NO MUERAS HERMANO» l 99
Te siento respirar y te veo ahí en la cruz
Desde entonces lo he visto caminar a mi lado Y busco en tus ojos, no hay nada de odio
A ese Dios que se humilla y muere por mi A pesar de la sangre, que cubre tu rostro.
Es la barca en mi playa, el ruido del silencio
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz Me mirás una vez más, como hiciste junto al mar
Que se acerca a su hijo y me abraza feliz No puedo ocultarte mis miedos humanos
Quisiera que bajes y seques mi llanto.
Y si ahora yo acepto esa cruz
Es por esa persona ese Dios Ya sabías de mi andar, y también de tu final
Sabias que el gallo que canta tres veces
Es por Cristo Jesús
Sería mi lanza que te abre el costado.

PASCUA J VEN — 25
cancionero

Perdóname Señor Jesús, Me rodeas por detrás y por delante,


hoy quiero conservar tu luz Tienes puesta sobre mí tu mano,
Perdóname Señor Jesús,
hoy quiero cargar con tu cruz. Si habitara en lo profundo del mar,
Allí me estarías cuidando.
Y estoy lejos de tus pies, en la tarde de mi Rey
Me escondo entre gente que insulta y te odia Me pensaste desde el seno de mi Madre,
Comieron tus panes, y olvidan tu gloria. Te doy gracias porque sos mi creador.
Y no puedo levantar, ya mi espada sin pensar Llévame por el camino eterno
Que quieres que todo se cumpla en su nombre Sondéame y conoce mi interior
Mostraste su rostro arriba del monte.

Y María no se va, será siempre tu Mama


Te pierde en secreto y te ama en lo eterno
«SALMO 117» l 102
Un hombre que muere por el mundo entero. ¡Este es el día que hizo el Señor, aleluya,
alegrémonos todos en él, aleluya!
Tanto me amas, y nunca sabré por qué
Si soy débil y no te alcanzo a comprender Que lo diga la familia de Israel: es eterno Su
Si me duermo en el Huerto de tu Fe
amor.
En la noche que te voy a perder.
Que lo diga la familia de Aarón: es eterno Su
amor.
¿Quién te envía y por qué solo confiás?
¿Quién te pide tu fracaso y soledad? Que lo repitan los fieles del Señor: es eterno Su
Si ya curaste y nos diste de comer amor.
Rey de mi vida, ¿cuánto más vas a entregar?
En el peligro invoqué al Señor, Él me escuchó y
Ya te cuesta respirar y miras a tu Papa me salvó.
Y entregas de nuevo, tu vida en sus manos El Señor está conmigo, nada temo, quien podrá
Perdona mis faltas, no mueras Hermano. contra mí.
El Señor está conmigo y me socorre. Triunfaré
«SALMO EXODO 15» l 100 del enemigo.

Cantemos al Señor, sublime es Su victoria. La piedra que rechazaron los arquitectos, ahora
es la principal.
Cantaré al Señor que se ha cubierto de Gloria. Esta es la obra del Señor, admirable a nuestros
Hundió en el mar a los jinetes y sus caballos, ojos.
El Señor es mi fuerza y protección,
Este es el día que hizo el Señor, alegrémonos en Él.
Él fue mi salvación.

El Señor es mi Dios y yo lo glorifico.


Es el Dios de mi Padre y yo proclamo
«SALMO 22» l 103
Su grandeza. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has
El Señor es un guerrero, su nombre es el Señor. abandonado?

Tu mano Señor se mostró admirable por su fuerza, Los que me ven, se burlan de mí,
Tú llevaste a tu pueblo y la plantaste en la Hacen una mueca y mueven la cabeza,
montaña de tu herencia,
«Confió en el Señor, que él lo libre;
En el lugar donde pusiste tu morada.
que lo salve, si lo quiere tanto».

«SALMO 139» l 101 Me rodea una jauría de perros,


Me asalta una banda de malhechores;
Conoces Señor mi corazón Taladran mis manos y mis pies.
Y llévame por el camino eterno. Yo puedo contar todos mis huesos.

Señor tú me sondeas y me conoces, Se reparten entre sí mi ropa


Tú sabes si me siento o me levanto. y sortean entre sí mi túnica.
De lejos percibes lo que siento, Pero tú, Señor, no te quedes lejos;
tú que eres mi fuerza, ven pronto a socorrerme.
Te son familiares todos mis pasos.

26 — PASCUA J VEN
cancionero

Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos,


Te alabaré en medio de la asamblea: Este es el triunfo lindo, muerte vencida,
«Alábenlo, los que temen al Señor; Triunfo de Dios y el hombre, triunfó la vida.
glorifíquenlo, descendientes de Jacob».
Que se alegre la iglesia, que es nuestra madre.
«GLORIA» l 104 Hoy que esta revestida, de luz brillante.
Y que se escuche fuerte, en este templo,
Cantos y aclamaciones, de nuestro pueblo.
Gloria a Dios en el cielo y en la Tierra
Paz a los hombres
Es justo y necesario, hoy aclamamos,
Con nuestros corazones, con nuestro canto.
Gloria a vos Padre Nuestro poder y amor,
Al padre poderoso, Dios que no vemos,
Que hiciste de la nada la creación,
Y a Su hijo Jesucristo, el Señor nuestro.
Y por salvar al mundo de sus pecados,
Enviaste desde el cielo a tu Hijo amado.
El pago por nosotros, al Padre eterno.
Todo lo que los hombres, a Dios debemos.
Gloria a vos Jesucristo Dios hecho hombre,
Y al derramar Su sangre, ha cancelado,
Que llevas en tu carga nuestros dolores,
La deuda provocada por el pecado.
Que venciste a la muerte crucificado,
Y reinas junto al Padre resucitado.
Esta noche libraste, a nuestros padres,
De la opresión de Egipto, cruzando mares.
Gloria a vos Santo Espíritu viento y fuego,
Esta noche alumbraste, con luz de fuego,
Que hiciste de los pueblos un solo pueblo,
Toda la oscuridad del pecado nuestro.
Que animas a la Iglesia con tu aliento,
Para que anuncie al mundo el Evangelio.
Hoy Tu gracia nos quita nuestros pecados,
Hoy nos une Tu amor a todos los santos.
«SALMO 103» l 105 Cuanto que nos queres, cuantos beneficios,
Qué grande es Tu ternura, y Tu cariño.
Señor, envía Tu Espíritu,
Y renueva, toda la tierra. Esta noche el pecado, lo redimiste,
Se lava nuestra culpa, se alegra el triste.
Bendice alma mía al Señor, Ay qué noche más linda, hoy todo el cielo,
Dios mío que grande eres, Se junta con la tierra, y se hace nuestro.
Te vistes de esplendor y majestad,
Y te envuelves con el manto de la luz.

Afirmaste la tierra a sus cimientos,


La cubriste con el manto del océano
Aparecieron las montañas y los valles,
Cada cual en el lugar que le asignaste.

Señor tu Gloria es eterna,


Yo quiero cantarte mientras viva,
Ojalá que Tu escuches mi canto,
Bendice, alma mía, al Señor.

«TRIUNFO DE LA VIDA» l 106


Que los ángeles canten con alegría,
Que se escuche en el cielo, su melodía.
Porque hoy ha triunfado, Rey poderoso,
Que suenen las trompetas llenas de gozo

Que se alegre la tierra, por tanta luz,


Con que la ilumina, el Rey Jesús.
Y que se sienta libre, de las tinieblas,
Que cubrirán el mundo, sembrando penas.

PASCUA J VEN — 27
Oraciones y reflexiones en Grupo
Miércoles Santo
Reflexión

La idea de esta presentación es que puedas despojarte de esas cosas que no te definen
(lo que escribiste en el globo). Acá importa lo de adentro, de dónde venis. Todo lo que
escribiste en el globo hace a tu identidad, pero si las cambias no pasa nada. El aire que
está adentro del globo es TU aire. Es lo que venís llevando adentro toda tu vida. Es
todo lo que tenés para aportar. Lo de afuera es la carcaza. Cuando pinchas tu globo,
estas saliendo al verdadero encuentro del otro, te vinculás con lo esencial. Pero que
este se rompa, no significa que desaparezca. Cuando nos relacionamos con alguien
nos relacionamos a partir de la experiencia que cada uno tiene por lo que hay que estar
atento a saber de donde viene mi hermano. Hay que pinchar el globo para dejar de
lado lo más superficial para dar paso a lo profundo. Pinchar el globo significa dejar
atrás lo simple, estar dispuesto a abrirse, de- rrumbar miedos para vincularme con el
otro, animarme y querer ir más adentro, reconocer quién verdaderamente soy yo y con
quién me relaciono; es profundizar, abrirme, depositar confianza en lo que soy, ser
vulnerable. Tenemos que animarnos a ser más que el globo.

Oración

Jesús, te queremos pedir que nos ayudes a «pinchar ese globo» y así
animarnos a vincular- nos desde lo profundo,
desde nuestras experiencias dejando atrás nuestras inseguridades.
Danos el don de la escucha para oirnos entre nosotros,
danos confianza para que nos ayude- mos y acompañarnos.
Queremos poner este grupo en tus manos
para que nos acompañes en todo momento
a lo largo de este retiro.
Amén.

28 — PASCUA J VEN
ECOS DE TU NOMBRE
Señor, quiero cantar para alabarte.
Te regalo mi música sincera,
Reflejo de lo que soy.
Guía mi voz hacia un canto humilde
Y mis manos hacia una armonía fiel,
Para que en mis silencios
Solo haga eco tu nombre.
Gracias por mis dones, mis virtudes
Y la bendición de ser instrumento de la obra de Dios
Que busca la Santidad.
Nunca dejes que me olvide de Jesús,
De llevarte como la melodía mas alegre
A los corazones que me escuchan.
Que tus ojos me encuentren coherente
Entre lo que vivo y lo que canto,
Entre lo que digo y lo que pienso,
Entre quien soy y quien me invitas a ser.
Amén.

PASCUA J VEN — 29
Jueves Santo a la mañana
Cuento Estrellas
«En una cierta ocasión, en un pueblo de la costa de Tierra del Fuego, se llamó a una
asamblea para resolver uno de los problemas más importantes de la población. Era la
primera vez que se llamaba a semejante reunión, y nadie pero nadie, quería perdérsela.
A la hora del atardecer, debían estar todos presentes en el fuego mayor. Asistieron allí
todos los ancianos, prolijamente sentados en la primera fila. Más tarde, llegaron las
madres, quejosas de dejar para la noche la preparación de los alimentos. Atrás de
ellas, los cazadores y los soldados, agobiados de un día largo de trabajo. Ya casi no
cabía una mosca en el lugar cuando los niños ocuparon incómodamente sus lugares
entre las piernas de sus padres y sus madres. Con ellos las mascotas, los bebes y
algunos de los animales domésticos. Nadie quiso perderse esta oportunidad.
Una vez acomodados todos, y un buen tiempo ya después del atardecer, el anciano
mayor, como era costumbre en esos pueblos, tomo la palabra y enfurecido comenzó a
hablar.
-»¡¿Que es este problema que hace tanto nos preocupa?! ¡Ya todos sabemos que
acá está pasando algo, el problema es que cuando cae la noche, no podemos ver
nada! – Y continuo diciendo- Dios nos ha dado los animales del campo y las aves del
cielo, nos dio agua y nos dio el fuego, pero no nos dio una forma de guiarnos por la
noche... Cae el sol y no sabemos hacia dónde ir, no sabemos por dónde queda el
bosque y por donde el mar. No solo eso, hay veces que por confusión acabamos
durmiendo en casa ajena, y quien sabe que otros problemas más»
Nadie sabía muy bien porque a este viejo inofensivo le resultaba tan problemático no
poder salir de noche, pero aun así, las cabezas de las personas comenzaron a
encenderse.
«¡Es cierto! Exclamo una madre. Si mis hijos se pierden, pues no tengo como buscarlos
por la noche» «¡Tienen razón! -Grito un cazador- Hemos perdido mucha de nuestra
comida por los ladrones que vienen a atacar el pueblo cuando nadie los ve» «¡Es
muy claro! –increpó uno hacia el fondo sin reconocer la paradoja de su afirmación- si
tuviésemos como guiarnos en el camino ya seguramente seriamos el mejor pueblo
de la región»
Uno tras otro se fueron sumando y empezó cada vez más fuerte el griterío. Es culpa
del Fuego decían algunos. Llamemos al sol, decían otros. Y como era de esperarse,
la gente se encabronó mucho con Dios y el problema que les había dado. Los niños
lloraban y los animales se corrían entre si aprovechando el desorden para jugar entre
la maraña de pies.
Cuando la asamblea parecía no haber funcionado, un joven cazador tomo su lanza y
saltando sobre unos troncos se puso a jugar con el fuego para llamar la atención. De
a poco, uno por uno fueron virando su mirada hacia él hasta que se encontraron una
vez más todos en silencio.
«Acompáñenme todos los presentes –arengo el muchacho- tomemos nuestras lanzas
y enviémosle este mensaje a Dios, quizás él pueda ayudarnos.»

30 — PASCUA J VEN
Tímidamente algunos fueron acercándose al fuego y con el prendieron la punta de sus
lanzas. Las madres alejaron a los niños y unos minutos más tarde, una legión de unos
100 hombres ya se encontraba firme en su misión.
Se alejaron unos cuantos metros de la asamblea y cuando el joven dio la orden, lanzaron
sus lanzas lo más alto que pudieron hacia el cielo. Algunas cayeron a mitad de camino,
y no causaron mucho revuelo. Otras volaron alto, pero finalmente cayeron a apagarse
en el mar. Pero hubo algunas que esa noche le cambiaron la vida al pueblo. Tan enojados
estaban todos que tiraron sus lanzas con tal fuerza que mientras volaban y se alejaban
de la tierra ocurrió algo que dejo a todos con los ojos bien abiertos. Al principio fue una,
luego la segunda, la tercera y finalmente todas las que habían quedado. Una por una
fueron atravesando el manto del cielo dejando tras de sí incontables agujeros.
De cada uno de esos agujeros salía una potente luz que solo un niño pudo explicar. «Es
Dios» –le dijo a su madre mientras tiraba de la manga de su pantalón-. Todos quedaron
pasmados ante esas nuevas luces que había ahora detrás del cielo y sin mucho debate
decidieron llamarlas estrellas, que traducido significa guía de noche. Y así fue que una
noche, en un pueblo de Tierra del Fuego, un grupo de hombres agujereo el cielo para
ver a Dios. Y desde entonces, cuando la noche se hace difícil, ellos miran a las estrellas
y recuerdan que no están solos y que si le preguntan a Él, siempre sabrán por donde
caminar.»

Reflexión
Más allá de lo que escribiste, la «estrella» que tenes representa tu realidad, con todo lo
que eso implica; todas las cosas que te gustan, esos vínculos que valen la pena, las
personas que te enriquecen, las que te hacen crecer, las que te acompañan, las que te
hacen sentir valioso. Pero también incluye todas esas cosas que capaz no están tan
buenas, esas cosas que te gustaría cambiar, eso que en el fondo te hace ruido y te
molesta. Sea como sea tu estrella, Dios le da brillo, más allá de cuál es tu realidad,
Jesús te va a buscar, se centra en vos, deja a la «muchedumbre» para ir a tu encuentro,
al encuentro de todas las cosas que tenés adentro. Por más de que estés con millones
de cosas, por más de que estés ocupado o no tengas tu atención puesta en Él, Él te va a
mirar igual, te va a seguir buscando. En el fragmento del evangelio que toco hoy Jesus
esta predicando y se le acerca a Pedro, un pescador. El estaba limpiando sus redes y
Jesus le pide que aleje la barca para predicar desde el agua.
Mira lo que le pasó a Pedro, él estaba pescando, estaba en su trabajo, su rutina, su
«estrella», y Jesús se acercó a él y se subió a su barca, a su vida. Jesús se acerca a
Pedro por amor, de la misma forma que se quiere acercar a vos; porque él te quiere
como sos! Pero fíjate, Pedro estaba limpiando sus redes, se estaba preparando. Esto es
lo que hiciste en el desierto y vas a hacer en esta pascua. Te estas preparando para
recibir a Jesús resucitado. Jesús viene a vos y está bueno que conozcamos bien nuestra
vida, nuestra estrella.
Te invito a que puedas responder a esa búsqueda de Jesús como Pedro lo hizo. Como
usó la barca de Pedro para enseñarle a los demás, nos puede usar también a nosotros,
que podamos ser instrumento suyo. Abrile tu corazón para poder descubrir cuanto te
ama, y lo valioso que sos gracias a este amor. Y lo más importante, no tenes que hacer
absolutamente nada para recibir este amor, Dios te ama incondicionalmente, así que
animáte a ser auténtico, ¡se vos mismo!

PASCUA J VEN — 31
desiertos

Jueves a la mañana
¡EMPEZÓ EL PRIMER DESIERTO! ¿¿Primer qué?? ¿Dónde está la arena?
Bueno se le dice «desierto» a un momento de reflexión personal. Le
decimos así porque Jesús antes de empezar su vida pública, de milagros
y parábolas, se alejó 40 días al desierto a pensar y pensar. Ya sé, no te
preocupes, este desierto no dura 40 días, es un ratito nomás. Y esta
bueno hacerlo en serio, así que alejate de tus amigos y andá a un lugar
tranquilo. Que nada te distraiga, es un momento para escucharte a
vos.
Esto es fácil, hay preguntas disparadoras, y renglones para
escribir. Escribí, escribí, escribí, esto es para vos, nadie lo va a leer. No
importan las faltas de ortografía, la semántica y menos que menos el
análisis sintáctico. ¡Escribí lo que sientas!!!
La idea del desierto de hoy es conocerte un poco más. Ver cómo estas, quién sos y otras cosas. Asique:
¿Quién sos?

¡NO, ese es tu nombre! ¡Vos no sos eso! Como ayer con el globo, vos sos lo que hay adentro. Empecemos viendo
como sos con la gente que te rodea.
(IMPORTANTE: ¿TENES UNA ESTRELLA? (SINO LA TENES ANDÁ A BUSCARLA A LA MESA DE MATERIALES). CADA PUNTA
ES UN ASPECTO DE TU RELACIÓN CON LOS DEMÁS: FAMILIA, AMIGOS, DIOS, LA COMUNIDAD Y VOS MISMO. ES UN
RESUMEN DE LO QUE VIENE A CONTINUACIÓN Y LA VAS A NECESITAR ASÍ QUE ¡¡COMPLETALA!!
Para completarla poné palabras claves o cosas que escribís o sentís con las preguntas a continuación. Un ejemplo
para la esquina de familia sería: amor, mala relación con mamá, Tomi es lo más, alegría, falta de comprensión, etc.)
FAMILIA
Completa con el nombre de cada uno. El puntaje es que tan bien me llevo del 1 al 10.

Nombre Puntaje ¿Cómo es mi relación?

32 — PASCUA J VEN
desiertos

¿Cuál es la mejor relación que tenés? ¿Y por qué pensás que es así?
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¿Y la peor cuál es? ¿Y por qué pensás que es así?
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¿Cómo estás vos con esta mala relación? ¿Tratas de cambiarla?
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¿Sentís que tenés un rol, una etiqueta en tu familia? Puede ser buena o mala, el grande que tiene que cuidar a
todos, el más chico malcriado, el que siempre se manda macanas, etc.
¿Cómo es? ¿Qué te hace sentir?
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Completá la esquina que vos elijas como la de familia en tu estrella.

AMIGOS
¿Te pasa de sentirte inseguro en el grupo/s de amigos? ¿Qué tenés que hacerlos reír o hacer algo, para seguir siendo
amigo? ¿Sentís que sos vos mismo?
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¿Estás contento con tu grupo/s? ¿O sentís que se tratan mal entre ustedes? ¿Por qué?
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¿Sentís que estás solo? ¿Por qué?
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¿Cuáles consideras que son tus verdaderos amigos? ¿Y por qué?
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Completá la esquina de amigos en tu estrella.

YO MISMO
¿Estás seguro de tu cuerpo o te genera inseguridades? ¿Qué cosas?
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¿Te sentís seguro de vos mismo? ¿Te valorás? ¿Qué cosas no te gustan de cómo sos?
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Escribí tres virtudes tuyas.
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PASCUA J VEN — 33
desiertos

¿Te comparás mucho con los demás? ¿Sos de tirarte abajo? ¿Sos muy autoexigente?
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¿Sos coherente con lo que decís y hacés?
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Completá la esquina de la estrella de vos mismo.

DIOS
Del 1 al 10 mi relación con Dios es:
¿Cómo es tu relación? ¿Rezás?
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Pensá en alguna vez que hayas sentido a Dios en tu vida.
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¿Es importante Dios en tu vida? ¿O solo le pedís cosas?
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¿Querés mejorar tu relación con Él? ¿Descubrir más de Él?
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¿Tenés muchas dudas de fe? ¿Y qué hacés con esas dudas?
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Completá dos esquina de la estrella.

COMUNIDAD
¿Sentís que hacés algo por los demás? (fuera de tu familia y amigos)
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¿Creés que tenés algo para ofrecer? ¿Que la gente necesita de vos?
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¿Sos atento con la gente que te rodea? (¿maestros, guardias, colectivero, gente en la calle?)
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¿En qué cosas soy egoísta? ¿Me importan las demás personas?
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Completa la estrella.

34 — PASCUA J VEN
desiertos

PASCUA J VEN — 35
anotaciones

36 — PASCUA J VEN
desiertos

Jueves a la tarde
Hola, bienvenido a tu segundo desierto. ¿Otro? ¿En serio, no va a haber arena esta vez? No, bueno, si necesitas
hacerlo podes acercarte al arenero.
Ponete cómodo, y empezamos. En el nombre del padre..

Vamos a ver juntos un capítulo de la vida de Jesús, uno que estamos a punto de revivir esta tarde. Antes de que
lo reflexionemos, este es el relato que hace Juan acerca de esa noche tan intensa que fue la de la última cena.

«Antes de la fiesta de Pascua,


sabiendo Jesús que le había
llegado la hora de salir de este
mundo para ir al Padre, como
había amado a los suyos que
quedaban en el mundo, los
amó hasta el
extremo. Estaban comiendo
la cena y el diablo ya había
depositado en el corazón de
Judas Iscariote, hijo de Simón,
el propósito de
entregarle. Jesús, por su
parte, sabía que el Padre
había puesto todas las cosas
en sus manos y que había
salido de Dios y que a
Dios volvía. Entonces se
levantó de la mesa, se quitó el
manto y se ató una toalla a la
cintura. Echó agua en un
recipiente y se puso a lavar los
pies de los discípulos; y luego
se los secaba con la toalla que se había atado. Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: « ¿Tú, Señor, me vas a lavar
los pies a mí?»
Jesús le contestó: «Tú no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo comprenderás más tarde.»
Pedro replicó: «Jamás me lavarás los pies.»
Jesús le respondió: «Si no te lavo, no podrás tener parte conmigo.»
Entonces Pedro le dijo: «Señor, lávame no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.»
Jesús le dijo: «El que se ha bañado, está completamente limpio y le basta lavarse los pies. Y ustedes están limpios,
aunque no todos.» Jesús sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: «No todos ustedes están limpios.»
Cuando terminó de lavarles los pies, se puso de nuevo el manto, volvió a la mesa y les dijo: « ¿Comprenden lo que he
hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, siendo el Señor y el
Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Yo les he dado ejemplo, y
ustedes deben hacer como he hecho yo. En verdad les digo: El servidor no es más que su patrón y el enviado no es más
que el que lo envía. Pues bien, ustedes ya saben estas cosas: felices si las ponen en práctica.» Jn 13, 1-17

Vamos a vivir la última cena desde el lugar de uno de sus protagonistas: Pedro. Asique acá los dejo con él:

Hola, soy Pedro, quizás ya me conozcas. Sí, soy uno de esos pescadores que Jesús invitó a seguirlo esa mañana a
orillas del lago. Ese día a mi me cambio la vida rotundamente. La verdad, siempre habia pensado en ser pescador

PASCUA J VEN — 37
desiertos
toda la vida, como mi viejo y mi abuelo lo fueron. Bueno, no te quiero aburrir con eso, te quiero invitar a que
recorramos juntos el camino de esta última cena, uno de los momentos más importantes de mi vida y la de todos
los que estábamos ahí reunidos.

Éramos nosotros doce y él, Jesús.

El sabía lo que estaba por pasar, y quizás por eso dijo: »Tu no puedes comprender ahora lo que estoy haciendo. Lo
comprenderás más tarde». La verdad, tardamos todos en entenderlo, pero ahora que ya pasó, no podría haber
sido más claro.

El sabía, que se le iba a complicar y que no tenía mucho tiempo. Los fariseos nos venian persiguiendo desde hace
unos días. Con un solo gesto Él quiso enseñarnos todo lo que no habíamos podido entender hasta ese entonces.
Fueron 10, 20 minutos que valieron más que 20 años en cualquier colegio.

Ese lavado de pies me enseñó muchísimas cosas, y quisiera contártelas para que las revivamos juntos.

En primer lugar, me enseño sobre la simpleza en el servicio. ¿Alguna vez viviste una experiencia de servicio?
¿Cuál? Pensá en quienes estaban, cómo fue que llegaste a esa experiencia, qué fue lo que más te gustó.
….
¿Cómo te sentiste?

¿Qué lugar ocupa en tu vida el servicio?

¿A que te invita Jesus cuando dice «deben lavarse los pies unos a otros»? Pensa en algo concreto

Quiza puedas empezar con una sonrisa dirigida a aquellos a quienes generalmente no miras, una ayuda a quien esta solo,
un abrazo para quien necesita compañia. Muchas son las cosas que Jesús haría hoy por vos y
en las que podes imitarlo.

¿Y alguna experiencia en la que alguien se haya tomado el tiempo para hacerse pequeño con vos
y servirte? Quizás algún amigo en un momento que la estabas pasando mal, tus viejos, algún profesor del colegio…
….
¿Cómo te sentiste?

Yo me sentí como que nada importaba más que yo para Jesús, sentí que Él tenía toda la vida para dedicarle a un
grupo tan torpe de jóvenes pescadores como nosotros. Después de ese gesto aprendí que Él había hecho eso tantas
veces con nosotros sin que nos demos cuenta. Había corrido las piedras de nuestro camino, cargado con nuestros
errores y descuidos, nos escuchaba cuando nuestro corazón se llenaba de dudas o de asombro, y también estaba ahí
para compartir unas carcajadas. Jesús nos había servido, y nos invitaba a hacerlo con todos. Nos dijo muy claro:
«Pues si yo, siendo el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros.
Yo les he dado ejemplo, y ustedes deben hacer como he hecho yo». Jesús convierte el Altísimo en el Bajísimo, el más
grande, en el más pequeño. Me mostró con toda su vida que Dios está allí al lado, queriéndome y ofreciéndome su
mano constantemente. Jesús nos encendió con la llama del servicio porque Él es servicio puro, lo recuerdo
mirándome desde abajo, mientras me lavaba los pies, tanto me conocía que no hacían falta palabras.

¿Alguna vez te sentiste querido, servido por Él? ¿Cómo crees que Jesús se hace presente en tu vida? Quizás con
alguna experiencia en la que te hayas sentido agradecido por la vida y no sepas porqué, o con algún momento de
oración. Puede ser que a través de alguien que forme parte de tu vida, o un completo desconocido.

38— PASCUA J VEN


anotaciones

PASCUA J VEN — 39
desiertos

Viernes a la mañana
Hoy es Viernes. Un hombre lastimado muere
clavado en una cruz a las tres de la tarde. Es el día
más triste del año.
Probablemente acabás de besar esa cruz, o estás
por ir. Ves una fila eteeerna de chicos que van a
hacer lo mismo, ese gesto tan lindo y tan
sincero… Pero… ¿Por qué pensás que hacemos
esto? ¿Por qué crees que besamos los pies, o las
manos de Jesús?
Vos, ¿por qué querés besar la cruz?
Besar es un signo de amor, de expresión de
afecto hacia otra persona. Besar las heridas de
alguien es acariciar su sufrimiento, es decirle
«acá estoy», aunque sea solamente para
abrazarlo, aunque no puedas hacer nada más que
estar. Besar las heridas de otra persona es
acompañarlo en su dolor, comprometerse con la
vida de esa persona en ese momento, empatizar
con su presente.
En este caso, es también una forma de
agradecerle a Jesús… es quizás una caricia para
acompañar su sufrimiento. Besar las heridas de
otro es un gesto de grandeza.

Entonces de vuelta. Vos… ¿por qué querés besar la cruz? Pensalo… Tomate un tiempo para resignificar este gesto…

Cuando besaste las heridas de Jesús (o cuando vayas a hacerlo), pensá también que estás besando no sólo sus
heridas, sino también las tuyas y las de los otros. Las heridas del mundo, que también sufre. De la sociedad, que
también llora. De las personas, las que conocés y las que no, de todas esas caras. De tu familia. De tus amigos. Y al
besarlas, estás anhelando y permitiendo que la misericordia de Dios se derrame en esas heridas, que las empape
y las atraviese.

¿Qué heridas ajenas querés besar en esa cruz? ¿Las heridas de quién? ¿Qué heridas te gustaría acariciar y acompañar?

Y tuyos, ¿qué dolores querés empezar a besar, a abrazar?


Besar tu propio dolor también es un signo de afecto. Hacia vos mismo, hacia tu vida y tu persona. Besar tu dolor es
abrazar las sombras de tu vida, lo que muchas veces quisieras que no esté, y reconciliarte con eso que te incomoda.
Dios te ama en tu dolor, porque es parte de tu vida, te conforma y te hace ser como sos. Te quiere ver pleno,
reconciliado con tus heridas, besándolas… en paz con ellas, aunque pinchen. Y mirá, Jesús desde la cruz pudo
transformar el dolor más grande del mundo en el signo de entrega y de amor más gigante de la historia. Imaginate si
no puede entonces, ayudarte a tomar tu dolor y transformarlo, lentamente… De a poquito….

Ahora te voy a contar una historia cortita.


Hubo una vez un joven que vivía en un pueblo en Italia. Un día, volviendo a su casa se encontró con un leproso.
La lepra es una enfermedad históricamente estigmatizada, mutilante y vergonzosa. Los leprosos eran personas

40— PASCUA J VEN


desiertos

despreciadas por la sociedad, porque no se sabía cómo tratar la enfermedad y era muy contagiosa. Al atacar la piel,
la lepra producía costras que, al no ser tratadas, se infectaban y se pudrían, generando un olor nauseabundo. La
enfermedad avanzaba deformando y mutilando el cuerpo de quienes la padecían. Por estas razones los leprosos
vivían aislados de las ciudades y nadie se les acercaba; cargaban no solo con su enfermedad, sino también con el
peso de un gran estigma social. Únicamente salían para pedir limosna, dado que vivían en condiciones precarias
porque nadie los cuidaba.
El joven, al ver al leproso pidiendo limosna, se le acercó para darle unas monedas. Pero cuando estaba por dejarle
el dinero vio las manos del enfermo, llenas de costras y con varios dedos menos, sintió el olor a putrefacción que
emanaba, vio su rostro y su cuerpo deformados… y se conmovió. Y lo abrazó. Abrazó al leproso, sin ignorar la
evidente posibilidad de contagio. Le besó las manos, siendo plenamente consciente del olor desagradable que
despedía el enfermo. Besó sus heridas, profundas e incurables.
El joven no ignoraba las posibles consecuencias de acercarse a un leproso. Pero no le importaron. Más allá de la
condena, del desprecio y la indiferencia, más allá del evidente deterioro físico del leproso, más allá del olor y del
estigma social, el joven pudo ver a un hermano. Un hermano que sufría y le pedía ayuda desde lo más profundo de
sí mismo.
El joven se dejó encontrar, y ese encuentro fue decisivo para que su vida tomara otra dirección. Ese joven se
llamaba Francisco, y vivía en Asís. Y no mucho tiempo después, lo proclamaron santo.

Así como San Francisco de Asís pudo ver a un hermano que sufría y comprometerse con su dolor besando sus
heridas, Jesús hizo lo mismo por nosotros (y hasta fue más lejos). Y hoy nosotros estamos besando sus heridas en
la cruz. Y ahora nos invita a nosotros a besar los dolores del mundo. A mirar a los ojos a ese hermano detrás de su
injustificada carga de leproso. A mirar a los ojos a ese hermano detrás de todas esas costras que le pusieron sobre
la piel y le deformaron el rostro a los ojos de los hombres.

Pensá en las veces en que hayas necesitado un abrazo, un beso, que alguien se conmueva por vos o simplemente
te pregunte «cómo estás?». Recordá esa situación. Recordá qué sentías. Recordá cuánto necesitabas que otra
persona venga y te acompañe...
Entendiéndonos a nosotros y a nuestras propias heridas, entendemos que los demás también sienten estas cosas.
Sienten dolor, vergüenza, soledad, vacío, desesperación, angustia, igual que vos. Ellos también sienten y necesitan
a alguien, a un San Francisco que se conmueva y les bese las heridas. Lo importante es que a partir de nuestro dolor
y gracias a él, nosotros podemos entender el dolor del otro y entonces ponernos en su lugar y acompañarlo,
podemos amarlo, podemos encontrarnos como hermanos que se abrazan....

También hace un rato nos postramos cuando llegó la cruz. Dijeron «Este es el árbol de la cruz, donde estuvo
suspendida la Salvación del mundo» y respondimos «Vengan y adoremos».
Al morir en la cruz, Jesús nos salva de que nos guardemos la vida para nosotros mismos. Al crucificarse nos está
diciendo «Mirá todo lo que ganan si dan su vida por los otros»… Dar la vida no en el sentido literal, Jesús a vos no
te pide que te mueras crucificado, pero sí te invita a que, de hecho, en tu vida, vivas con otros y por los otros. Te
invita a que no te guardes tu vida para vos y para tus propios éxitos. Que no mires sólo tu dolor, sino que mires más
allá, un poco más allá. Que abras bien tus ojos. Hacia tu derecha, a tu izquierda. Toda esta gente… ¿la ves? …Todos
tan distintos y tan igualmente valiosos. Todos compañeros de vida.
Ojo, esto no quiere decir que te tenés que abandonar a vos, para nada. Cuidate, tomate tus tiempos para estar en
silencio y para estar con vos, para escucharte y acariciar tus heridas. Aprendé a disfrutar esos momentos de vos con
vos, que hacen tan bien, que te nutren y que también te hacen crecer y quererte, que es fundamental… Pero no
esperes a estar listo para salir a los demás. Soledad y comunión (común-unión) son dos aspectos que equilibran la
vida y se necesitan mutuamente. Así como todo lo que crece tiene que alimentarse, estar abierto a recibir del
exterior, y a la vez tiene que tener la capacidad de integrar eso que recibe en su propia realidad. Y si esto es
evidente en lo físico, a través del alimento que recibimos, es igual de verdadero en todos los aspectos. También
nosotros nos nutrimos de los otros para crecer.

PASCUA J VEN — 41
desiertos

Así es como, por todo esto, al morir en la cruz, Jesús nos enseña a amar. Esto es lo fundamental y es todo lo que nos
pide: que amemos. Él no se guardó nada para sí mismo. En la cruz, las manos de Jesús están abiertas, igual que sus
brazos. Así clavado, quedó inmortalizado en un abrazo eterno. Quedó abrazando nuestras heridas para siempre.

Si te sirve para terminar este ratito de desierto, esta es la oración que rezaba San Francisco, el joven que se
animó a vencer los prejuicios e ir al encuentro del hermano.

Oración de San Francisco


Señor haz de mí un instrumento de tu paz,
Donde hay odio, lleve yo el amor,
Donde hay ofensa, lleve yo el perdón
Donde hay discordia, lleve yo la unión
Donde hay duda, lleve yo la fe
Donde hay error, lleve yo verdad
Donde hay desesperación, lleve yo esperanza
Donde hay tristeza, que lleve la alegría
Donde están las tinieblas, lleve yo la luz.
Maestro, haz que no busque tanto
Ser consolado como consolar,
Ser comprendido como comprender,
Ser amado como amar.
Pues es dando que se recibe
Perdonando, que se es perdonado
Muriendo, que se resucita a la Vida Eterna
San Francisco de Asís

42 — PASCUA J VEN
anotaciones

PASCUA J VEN — 43
desiertos

Viernes a la tarde
Hola, cuantas cosas… ¿No? Qué bueno tener este momento para frenar un poco y no dejar que todo lo que estamos
viviendo nos pase simplemente por al lado. Qué bueno tener este tiempo y aprovecharlo para agarrar las riendas
de nuestra propia vida.
Miremos un poco en el día de hoy. A la mañana la celebración de la cruz y ahora esta bajada, bastante rara, y con
tantas cosas para pensar. ¿Qué tiene que ver todo esto? ¿Qué tiene que ver Jesús y su cruz conmigo, mi propia vida,
mis problemas, mis dolores, mis preocupaciones, mis cosas?
Hoy Jesús se entrega, le hace frente a todo y se
da a sí mismo, mira a todos y a cada uno de sus
miedos a la cara y abre sus brazos, a la voluntad
de su padre, de par en par. Tal vez, es ese el
mensaje que podemos tomar, tal vez es ese el
gesto que podemos imitar. En vez de pasar de
largo y seguir corriendo ante esas cosas que hacen
ruido en nuestro interior y exterior, frenar,
reconocerlas y TRANSFORMARLAS.
¿Transformarlas? ¿Transformarlas onda, chau
pasame la varita mágica y plum no están más?
NO. Transformarlas no es irte de acá sin problemas
y con todo resuelto, volver a casa teniendo la
familia perfecta, el cuerpo perfecto, los amigos
perfectos, siendo el mejor en todo… ¡NO!
Transformarlas es HACER algo al respecto de todo
eso que NO TE DEJA SER VOS MISMO. Que te
oprime, que no te permite sentirte y estar bien con vos, con Dios, o con los demás. Y
muchas veces HACER algo no es necesariamente una medida drástica, muchas veces hacer algo tiene más que ver
con un cambio del alma, con PONERLO EN LAS MANOS DE DIOS, rezarlo, ofrecerlo, tener Fe. Por supuesto que esta
Fe tiene que ser una Fe práctica, activa, una Fe que nos mueva, que no nos deje estancados.
Pedro en Lc 5, 7, ante todo lo que Jesús le ofrece, se siente poca cosa, se asusta y le dice:
«Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de
Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador».
Muchas veces, y tantos años después, nos sigue pasando lo mismo. Nos seguimos sintiendo poca cosa. Tal vez no
ante Jesús, pero si ante nuestra vida. Cada uno de nosotros es totalmente único y particular, por lo cual también así
va a ser todo lo que tengamos adentro. Hay muchas cosas hoy en día que nos pueden oprimir, la sociedad, la
estética, lo que es canchero y lo que no, las etiquetas, los miedos, la soledad, el bajo autoestima, lo que los demás
piensen, mi familia, las cosas de mi historia que no puedo sacar adelante, el dolor, la muerte, la sexualidad, los
miedos, los fracasos, lo que los demás esperan de mi, lo que yo mismo espero de mi, el no sentirme querido o
querida, aceptado o aceptada, etc.
Pensando un poco en la dinámica de recién, en esos carteles que leíamos mientras bajábamos, y sobre todo EN TU
PROPIA HISTORIA, ¿Con qué te sentiste identificado?, ¿Qué es eso que te oprime?, ¿Hay algo que no te esté
dejando SER VOS MISMO? Haya estado en uno de los carteles, o -probablemente- no, ¿qué es eso que necesitas
renovar adentro tuyo?

44 — PASCUA J VEN
desiertos

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Cuando decimos «RENOVAR», suena muy lindo, pero ¿cómo?


Renovarnos, es lo que Jesús nos ofrece muriendo en la cruz. ¿Y cómo? RESUCITANDO. Esto significa que Jesús hoy
y ahora se sienta enfrente tuyo, te mira a los ojos y te dice:
Ofreceme toda tu carga, todo tu dolor, todo lo que estuviste pensando, todo lo que te angustia y ni siquiera sabés
bien qué es, pone todo el dolor de tu historia en mis manos, porque esta noche, cuando muera en la cruz, todas esas
cosas van a morir conmigo, y van a volver a nacer, porque yo soy el que hace nuevas todas las cosas
Entonces ahora te pregunto más concreto: ¿A qué le querés dar muerte hoy en la cruz de Jesús?

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Esto, como bien dijimos, no es borrar y solucionar todos mis problemas, sino que es aprender a quererme, a querer
lo que me tocó, lo que me pasó, lo que soy, lo que forma mi vida, aprender a vivirlo de la mano de Jesús y EMPEZAR
A CONSTRUIR MI LIBERTAD, no dejar que esas cosas bloqueen el camino para llegar a aquello que realmente soy,
sino que, por más difícil que resulte, me enriquezcan en este camino.

Acordate: Reconocer tu historia, de la mano de Jesús, te ayuda a transformarla.

PASCUA J VEN — 45
anotaciones

46 — PASCUA J VEN
desiertos

Sábado a la tarde
¡H la!
¡Ya es sábado a la tarde! Este es el último desierto que vas a hacer durante el retiro; aprovechá para terminar
de «decantar» todas esas cosas que quedaron resonando adentro tuyo. Te invito a que te pongas en presencia de
Dios… «En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo. Amén». Empecemos…
Recién te encontraste con distintas historias de vida. Seguramente, en el grupo estuvieron charlando bastante
sobre esto, pero tomate un rato para terminar de «procesarlo». ¿Cómo te sentiste durante esta experiencia?
¿Conocías historias parecidas? ¿Qué sentimientos te surgieron? ¿Aprendiste algo nuevo? ¿Qué te quedo resonando
en el corazón?
Hoy Jesús nos invita a poner el acento en el otro, a salir de nuestro propio «yo» para encontrarnos con nuestro
prójimo. La propuesta de Jesús es que miremos a los demás de una manera distinta, desde SUS ojos. ¿Cómo crees
que es Su mirada? Miremos cómo fue su relación con los demás a lo largo del Evangelio de esta Pascua:
l Jesús va a buscar a los que están apartados, se pone en «movimiento» para llegar a todos por igual. Por
ejemplo, cuando fue a buscar a los pescadores que limpiaban sus redes y no se encontraban junto a la
muchedumbre.
l Está atento a las necesidades más profundas de los otros, apartándose del centro y poniéndolos como prioridad.
Tiene verdaderos encuentros con los demás, los escucha y sabe que es lo que verdaderamente necesitan.
Se da cuenta que los discípulos no habían pescado nada y los ayuda.
l Es misericordioso, está siempre dispuesto a perdonar. La misericordia de Dios se basa en su amor por nosotros;
es como un Padre que perdona a sus hijos cuando éstos se equivocan. Pedro tiene miedo, porque se
reconoce débil, pecador. Pero Jesús lo perdona en vez de condenarlo.
l Confía plenamente en su Padre, sabiendo que él lo acompaña y sostiene en todo momento. Sabía que al ir
mar adentro y echar las redes, Dios iba a obrar.
l Es el primero en confiar en el otro, en cada uno de nosotros y en enviarnos a proclamar su Buena Noticia. Al
final del Evangelio, Jesús le dice a Pedro: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres».
Ahora te invito a que escribas qué otras actitudes de Jesús te llamaron la atención a lo largo de esta Pascua y te
gustaría imitar:
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Acordate de las puntas de la estrella que trabajaste en el desierto del jueves. ¿Cómo reaccionas ante las
situaciones que se presentan en cada uno de estos ámbitos? ¿Cómo lo haría Jesús? ¿Reaccionan de la misma
manera? A partir de estas actitudes que viste, ¿Crees que podrías hacerlas propias y tener una mirada distinta? A
partir de ahora, trata de pensar siempre cómo actuaría Jesús, tanto en las situaciones buenas como en las malas. Él
nos invita a vivir en su amor en todo momento; cuando no sepas cómo obrar, cómo actuar, acordáte del mandamiento
que nos dejó: «Ámense los unos a los otros como yo los he amado».
PASCUA J VEN — 47
desiertos

Jesús nos envía a llevar su mensaje de amor, alegría y esperanza a los demás. Pero no nos deja solos, confía en
nosotros y nos dice «no teman». Cada uno es instrumento de su amor. Quizá parezca poco lo que podemos hacer,
pero si ponemos nuestra confianza en Él y dejamos que obre a través nuestro, puede multiplicar todo y «hacer
nueva todas las cosas».
Él no solo le pide a Pedro, sino a cada uno de nosotros, que seamos «pescadores de hombres». Pero… ¿Qué
significa ser pescador de hombres? El mayor ejemplo de esto fue Jesús: en primer lugar, yendo a buscar a los
discípulos, y también hoy lo sigue haciendo con cada uno de nosotros. Para ser pescadores de hombres tenemos
que imitar al más grande Pescador, intentando vivir cada una de éstas actitudes que nos enseña a través de su
Palabra.
Ahora… pensando más en vos, en tus dones ¿Cuáles crees que Dios te regaló? ¿Cómo podrías ponerlos al
servicio para ser pescador de hombres? No hace falta ser «exitoso» o tener muchas «riquezas» o «poder», solo
basta con que le digas «SI» a este llamado que te está haciendo. Él eligió a hombres de corazón humilde,
trabajadores… Un ejemplo claro, fue María, una joven sencilla, que a los ojos del mundo, no podría haber hecho
grandes cosas, pero a los ojos de Dios, era tan valiosa que la eligió para ser la madre de su hijo. Ella también tuvo
miedo al principio, pero con la confianza puesta en él, Dios hizo en ella grandes cosas.
En unas horas va a ser Pascua, que quiere decir «paso», «transformación». Pedile a Jesús que te de fuerzas para
vivir una Pascua interior, para poder transformar tu mirada en la mirada de Jesús.
Jesús, con su ejemplo, nos propone un camino que nos lleva a la felicidad. Él es el Camino, la Verdad y la Vida
¿Te animas a seguirlo?

Te invitamos a que termines rezando esta oración que resume un poquito lo que estuviste pensando y te
animes a ofrecer todo a María…

ORACIÓN PARA ESTAR AL SERVICIO DE LOS DEMÁS

Nos has mostrado con tu ejemplo, Señor, que es posible vivir para los demás. Tu vida es un espejo fiel
donde mirarnos para descubrir cuánto nos falta cambiar y cuánto todavía podemos dar a los demás. Tú
saliste a recorrer los caminos para ir al encuentro del necesitado y el excluido. Tú acogiste a los
despreciados y a los que todos marginaban y dejaban a un costado. Tú atendiste las necesidades del
pueblo, sanaste sus enfermedades, les enseñaste a compartir el pan, y vivir unidos. Tú ofreciste tu vida
hasta el final, hasta entregarla por amor y pura donación, para que todos vivamos más y mejor, y
podamos alcanzar la vida verdadera. Señor del servicio, muéstranos el camino que lleva a darlo todo por
los demás. Ayúdanos a tener tus mismos sentimientos, preocupaciones y opciones. Haz que atendamos las
necesidades, sufrimientos y esperanzas de nuestro pueblo. Haznos cercanos y hermanos de todos.
Enséñanos a vivir pensando primero en el otro, enséñanos a vivir como verdaderos servidores, dispuestos,
generosos, alegres y fraternos con todos, Señor, con todos.
Amén

«Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron…»

48— PASCUA J VEN


anotaciones

PASCUA J VEN — 49
desiertos

Lunes después de Pascua


Hola ¿Cómo andás? Seguro estás un poco a mil por haber vuelto de golpe a la rutina, pero sentís también esa paz
que a todos nos queda después de 5 días de estar con tantos jóvenes viviendo la fe a flor de piel y sintiéndonos tan
cerca de Jesús ¿No?
Te voy a proponer que te sientes un rato y hagas un último desierto (Si te colgaste y dejaste pasar el lunes no
importa ¡Nunca es mal momento para dedicarle un rato a Dios!). Buscate un lugar en el que estés cómodo y puedas
alejarte un rato de todo lo que te rodea (Antes tenías todo el Marín, ahora tenés EL MUNDO, así que buscá tu lugar
preferido y… ¡Empecemos!).

Podés arrancar haciendo la señal de la cruz para entrar en oración.


Un buen ejercicio para empezar es hacer una lista con aquellas cosas que aprendiste durante la Pascua, pueden ser
cosas sobre vos mismo, sobre los demás, sobre como actuar, lo que vos quieras. Tomate un rato para hacer una lista,
podés anotar al lado situaciones o personas que te hicieron aprender esto o que de alguna manera estén relacionadas
con lo primero que escribiste. Hacela como quieras, en definitiva, la lista es TUYA. Sería bueno que al final puedas
elegir un momento, una persona y una frase que quieras llevarte en especial de estos días que viviste.

¿Listo? Bueno, ahora te voy a pedir que empieces a pensar en qué situaciones, tanto de lo cotidiano como de
situaciones puntuales que se den de vez en cuando, te gustaría aplicar estas cosas que aprendiste. Pensá tranquilo,
nadie te apura. (Una buena idea es quedarte al final con un momento, un nombre, una frase y una actitud, para
tenerlo anotado en algún lugar que tengas a la vista).

De las que anotaste, ¿son todas buenas o agradables?, o ¿en algunas te parece que va a ser más difícil? Es
importante darnos cuenta de que a Jesús lo transmitimos todo el tiempo, ya sea con la palabra o actitudes, cuando
hacemos alguna actividad en la Parroquia o estamos con nuestro amigo que piensa que estamos locos por haber ido
a un Retiro de cinco días en vez de salir todo el fin de semana largo. Sí, aunque parezca una locura, podés llevar a
Jesús a todos lados, al colegio, al trabajo, a jugar al fútbol o las salidas a la noche. Podemos hacer a Jesús presente
cada vez que escuchamos a alguien, cada vez que damos un abrazo, o cada vez que tomamos una decisión. Por ende
con un simple gesto podemos lograr que Jesús entre en el corazón de otra persona. Pero… ¿nos animamos? Pensá,
en que momentos no actuás acorde a esto ¿Serían distintas algunas cosas? ¿A veces siguiendo a Jesús simplemente
somos nosotros mismos, somos más auténticos?

Hablemos ahora un poco de nuestra fe durante el año, es normal que cuando volvemos de vivir algo tan fuerte
estemos con muchas pilas y ganas de aplicar a nuestra vida todo esto que aprendimos o recordamos estando allá,
(si fue tu primera experiencia fuerte de Fe seguro estás más sorprendido todavía, de paso ¡Te felicito por habértela
jugado y haber ido a Pascua!). Pero pasa una semana, un mes y la realixad continúa: esas responsabilidades que son
un faso y nos sacan tiempo y nos cansan, esas peleas que tenemos en casa, ese jefe que es insoportable, esa minita
que no te bancás… miles de cosas que nos tiran un poco abajo todo esto que veníamos viviendo. Nos puede pasar,
en verdad nos pasa a todos, que en algún momento no sentimos la fe como antes, nos sentimos lejos de Jesús, y nos
preguntamos qué nos pasa, si hay algo malo en nosotros, o por qué no estamos tan «encendidos» como el que
tenemos al lado. ¿Te pasó esto o te venía pasando? ¿Cómo lo tomaste? Bueno, si andás con «bajones» de fe, a no
desesperarse y ¡bienvenido al club! Es normal que nos pase esto de habernos sentido muy cerca de Dios, y más
tarde preguntarnos por qué ya no estamos con ese «fuego» que nos queda después de una experiencia fuerte (¡y
eso está buenísimo!). A veces simplemente tenemos que calmarnos un poco y capaz buscar nuevas formas de
cultivar nuestra fe. Podés pensar nuevas actividades para hacer, otras formas de rezar (hacerlo de a varios siempre
ayuda) o capaz nada más ser más conscientes de cómo Dios atraviesa todo lo que hacemos en nuestra vida cotidiana.
No te preocupes, aunque a veces te olvides o te cuesta creer en Dios, Él siempre cree en vos.

Tomate un rato para pensar en cómo estuvo tu fe últimamente y en qué anduviste en esos momentos ¿Vivís más la
fe cuando estas feliz? ¿O capaz te apoyaste más en Dios cuando las cosas no te salían cómo querías?
50 — PASCUA J VEN
desiertos

Es normal a veces sentir que nuestra fe está «apagada», capaz porque necesitamos hacer un poco de silencio y
empezar a ver a Dios en las cosas que pasan a nuestro alrededor. Acordate que una fe tenga altos y bajos significa
que es una fe VIVA.

Para terminar el Desierto, te voy a proponer que además de todos lo que pensaste sobre comprometerte en
acciones concretas y empieces a pensar en grande. Muchas veces nos quedamos a mitad de camino, pensando solo
en situaciones chiquitas de la realidad en las que podemos intervenir. Esto está buenísimo, pero Jesús nos llama a
algo mucho más grande, a que no nos quedemos en lo pequeño. Él vino a cambiar el mundo y para eso necesita de
nuestras acciones. Pensá en María, que en su vida siempre fue simple, sencilla y servicial, pero además de esto,
cuando Dios le encomendó una misión enorme, ella la aceptó y realmente se jugó por los demás (Si querés inspirarte,
podés leer sobre otras personas que hicieron grandes cosas, como Don Bosco, La Madre Teresa o Mahatma Ghandi,
y muchos más!) ¿Alguna vez pensaste en hacer algo muy grande? ¿Qué cosa? ¿Creés que podés? ¿Cómo creés que
podrías en el futuro usar lo que a vos te gusta hacer para beneficio del resto? Date espacio para pensar o imaginar
lo que quieras, a veces esa es la mejor manera de empezar un gran proyecto.

¿Te asustaste? Tranquilo, no hace falta que YA sepas que es lo que tenés/querés hacer por el resto, pero es bueno
que te lo vayas preguntando, y lo vayas rezando para empezar a ver cómo involucrarte en esta realidad en la que
mucha gente sufre a diario, se dan injusticias, se vive sin amor… Está en manos de todos hacer algo para cambiar las
cosas (obviamente no vas a hacer todo solo). Y no te olvides que Jesús necesita de VOS y vos necesitás de ÉL. Te dejo
una oración para que vayas pensando:

Jesús, no tienes manos.


Tienes sólo nuestras manos
para construir un mundo
donde reine la justicia.
Jesús, no tienes pies.
Tienes sólo nuestros pies
para poner en marcha
la libertad y el amor
Jesús, no tienes medios.
Tienes sólo nuestra acción
para lograr que todos
seamos hermanos.
Jesús, nosotros somos
tu Evangelio, el único Evangelio
que la gente puede leer,
si nuestras vidas son
obras y palabras eficaces.

Espero que esta Pascua realmente haya sido un punto de inflexión, y que te haya servido tanto a vos cómo a los que
te rodean, animate a comprometerte, animate a ser más, acordate que, aunque a veces no lo sientas, ÉL siempre
está con vos apoyándote, y nunca te va a dejar solo.

¡GRACIAS POR COMPARTIR ESTA LOCURA, NOS VEMOS EN EL REENCUENTRO!


¡ABRAZO GRANDE EN JESÚS!

PASCUA J VEN — 51
anotaciones

52 — PASCUA J VEN
rosario

¿Cómo rezar el Rosario?


El Rosario es una síntesis maravillosa del Evangelio que nos
permite contemplar los momentos más importantes de la
vida de María y Jesús.
Si queremos seguirlos e imitarlos, es fundamental conocer
cómo vivieron ellos. Y, cuanto más recemos y meditemos
los Misterios del Rosario, más se grabarán en nuestros
corazones sus ejemplos.
Pedile a María la gracia grande de poder contemplar y vivir
los misterios del Rosario desde su Corazón Inmaculado, para
aprender a amar a su Hijo, como Ella lo hace.
Como dijo Juan Pablo II, «El Rosario es mi oración predilecta.
Es una escalera para subir al Cielo».
La oración empieza al hacer la señal de la Cruz para ponernos
en presencia de Dios.

El Rosario tiene 5 partes, que llamamos decenas en las que se reza un Padre
Nuestro, 10 Ave María y un Gloria. Según el día de la semana en que se esté rezando,
corresponde un determinado misterio que guiará la oración. Cada serie de
misterios tiene 5 temas distintos que se meditarán en cada decena,
correspondiente a algún momento de la vida de Jesús o María.
Después de rezar las 5 decenas, quedan 5 últimas cuentas, y las dedicamos a las
intenciones de la Iglesia entera (por el Papa, las almas del purgatorio, las vocaciones
sacerdotales, matrimoniales y religiosas, la santidad de la Iglesia). En la primer
cuenta se reza el Padre Nuestro, en las tres siguientes el Ave María y en la última
un Gloria. Para cerrar la oración se vuelve a hacer la señal de la Cruz.

MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábados) MISTERIOS LUMINOSOS (jueves)


1) La Anunciación (Lc. 1, 26-38) 1) El Bautismo de Jesús en el Jordán (Mc. 1, 9-11)
2) La visita de María a su prima Isabel (Lc. 1, 39-56) 2) Las Bodas de Caná (Jn. 2, 1-12)
3) El Nacimiento (Lc. 2, 1-20/ Mt. 1, 18-25) 3) El anuncio del Reino de Dios invitando a la
4) La Presentación (Lc. 2, 22-40) conversión (Lc. 4, 14-22)
5) Jesús es perdido y hallado en el Templo 4) La Transfiguración (Mt. 4, 12-17)
(Lc. 2, 41-52) 5) La institución de la Eucaristía (Mt. 17, 1-9)

MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes) MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo)


1) La oración en el Huerto de los Olivos (Mt. 26, 36-46) 1) La Resurrección del Señor (Mt. 28, 1-10)
2) La Flagelación del Señor (Mt. 27, 11-26) 2) La Ascensión del Señor (Lc. 24, 44-53 )
3) La Coronación de espinas (Mt. 27, 27-31) 3) La Venida del Esp. Santo (Hc. 2, 1-11)
4) Jesús carga la Cruz a cuestas camino al Calvario 4) La Asunción de María a los Cielos (Apoc. 12, 1-6 y
(Mc. 15, 21-22) 13-18/ Salmo 45 (44) )
5) La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo 5) La Coronación de María como Madre y Reina de
(Mt. 27, 33-54) todo lo creado (Eclesiástico 24, 17-22)

53 — PASCUA J VEN
ubicación

PASCUA J VEN — 54

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