GUÍA PARA

Parejas
Tú y tu pareja son una unidad más
grande que la suma de las partes.

Cuando una pareja se casa se convierte en algo más que en la

complementación de dos seres. Se crea una unión que va más allá
de la suma de ambos, se trata de una tercera entidad, una nueva
unidad. ¿Eso quiere decir que, al casarse, la individualidad de uno
desaparece y para llevarse bien, ambos deben pensar igual y
sentir igual? Ciertamente ¡NO! Por el contrario, la pareja crea un
espacio donde ambos pueden crecer, madurar y desarrollarse.

La pareja es el medio ideal por excelencia. De hecho el aporte

individual de cada uno con sus virtudes y sus defectos, ayudará al
crecimiento del otro, incluso cuando hay fuertes conflictos.

Esta unidad determina que cuando se toma una decisión, no solo

se debe pensar si es buena para uno de ellos. La pregunta
correcta sería: ¿es bueno para nosotros?  Y todo lo que hago, si mi
esposo/a lo sabe o no, afectará al matrimonio. Por ello cuando
uno  guarda secretos (ya sea que se tenga un problema con el
dinero, bebidas, adicciones, o simplemente mentir para poder ver
un partido de fútbol) y piensa que no afectará a su cónyuge, no
podría estar más equivocado. La sana energía que debe fluir, se
torna pesada y el matrimonio se ve afectado de todas maneras, ya
que forman un solo sistema.

Si hay gente que cree que la posición de los astros y las

condiciones de la  marea pueden afectarnos a los seres humanos
en lo físico y en lo anímico, entonces con mucha más razón tiene
sentido que nos afecte cualquier cosa que haga nuestra pareja. Si
realmente podemos entender esto, nos daremos cuenta de que
no hay lugar para muchas de las interacciones destructivas que
las parejas experimentan, pues se pueden evitar.
Cada vez que criticamos, cada vez que humillamos, gritamos,
nos alejamos o le mentimos a nuestra pareja, nos estamos
haciendo daño a nosotros mismos. Se trata de un dolor
autoinfligido. Cada vez que nos quejamos de nuestra pareja y
pensamos solo en nuestras necesidades y en lo que queremos
de esta relación, sin tener en cuenta los requerimientos y
necesidades del otro, estamos creando un vacío que nos
quebranta. Es como alimentar solo la mitad de nuestro cuerpo y
permitir que la otra mitad perezca de hambre.

Cuando resolvemos nuestros conflictos mediante la separación,

el distanciamiento o con el divorcio, es como si nos
estuviéramos amputando una parte de nuestro ser. Es así de
doloroso. Piensen en esto:  Cuando a uno le duele una mano, lo
que uno hace es atenderla, cuidarla con mucha paciencia,
cuidado y cariño hasta que se recupere. ¿Quien alguna vez ha
escuchado que alguien vaya al médico y diga: “doctor, me duele
la pierna; me la puede cortar?”

Esa pierna, ese brazo, ese ojo, es nuestra pareja. A veces

lamentablemente es necesario amputar. Pero en la mayoría de
los casos no es necesario. Una pareja es un solo sistema. Es por
eso, por ejemplo, que el dolor de mi esposo/a es mi dolor y,
cuando algo bueno le sucede no me alegro solo por él/ella, sino
que me siento alegre por nosotros, genuinamente feliz, porque
la pareja está conectada. Mi felicidad es su felicidad y viceversa.
¿Cómo puedo saber si mi
matrimonio va a durar?
Si bien es difícil predecir la duración o prolongación de una
pareja en el tiempo, lo que sabemos es que las probabilidades
de que una relación persista son mayores a que desista. Si
uno permanente y consistentemente invierte y trabaja en su
relación y si utiliza tanto los momentos buenos y los
momentos difíciles como oportunidades para crecer, estarán
a la mano todas las posibilidades de que perdure.

Piensen en sus propios matrimonios, piensen en los

matrimonios que conocen. ¿Cuáles son algunas de las
cualidades que contribuyen a hacer que el matrimonio
permanezca y cuáles son algunas de las cosas que
contribuyen a hacer que no duren?

Muchas de las quejas que la gente menciona, tiene que ver

con síntomas y acciones que provienen de la falta de una
base sólida en el matrimonio, y como la palabra síntomas se
refiere solo a elementos superficiales y no son la raíz u origen
de la situación, habría que ver cuáles son las verdaderas
causas de este mal.

En esta guía nos dedicaremos sucintamente a explorar unas

ideas fundamentales que pueden ayudar a construir una
estructura fuerte y duradera para el matrimonio.
 ¿Qué ayuda y que
destruye a un matrimonio?
A lo largo de la trayectoria de una pareja, no es extraño que
surjan dificultades o conflictos, como en otros tipos de
relaciones humanas. Sin embargo, si se reconocen de
antemano cuáles podrían ser esos problemas de relación,
habrá más posibilidades de superarlos y especialmente estar
alerta para prevenirlos, y así se protege y mejora la calidad de
la relación.

Un investigador, Ted Huston, en sus estudios de seguimiento

a parejas recién casadas, encuentra que aquellas que se
divorcian no se diferencian en casi ninguna categoría de las
que permanecen casadas. De hecho Las parejas que se
divorcian tienen la misma cantidad de dificultades y la misma
clase de conflictos que las que permanecen juntas.

La probabilidad de separación no se relaciona ni con la

cantidad de desacuerdos ni con el tipo de conflictos. Lo que
distingue a las relaciones sólidas de las frágiles es la manera
cómo se manejan los conflictos y la capacidad de aceptación
de aquello que no se puede modificar.

Esto es crucial porque casi el 70% de los problemas de pareja

no tienen solución en el sentido de que las parejas discuten
por los mismos temas a través de los años. Así que si uno
está cansado de estos problemas y decide divorciarse y
casarse nuevamente, enfrentará el 68% de los nuevos
problemas que tampoco tendrán solución. Lo que estamos
haciendo es cambiar un paquete de problemas por otro.
Lo bueno y más básico es saber que la felicidad de la pareja
no depende de la eliminación del conflicto sino de cómo se
maneja. Las parejas consideradas exitosas son las que han
aprendido cómo manejar los problemas y mantener su vida
amorosa a lo largo de las distintas etapas de la relación.

Cuando intentan resolver conflictos es normal que las parejas

repitan los modelos aprendidos en sus hogares.  También
recurren al método de prueba y error para suprimir el dolor y
la frustración diaria. Lamentablemente, la repetición de
estos modelos muchas veces contribuye con ello y puede
hasta ser la causa de los problemas.

Hay parejas que tratan de informarse, leer, observar otros

matrimonios e incluso acuden a consejería o terapia, lo cual
puede ser sumamente beneficioso. Entre los método más
efectivos se encuentran los talleres o seminarios para
parejas.  Con estos talleres la pareja logra un gran
crecimiento, transformación e inspiración. El grupo funciona
como un gran aliado para favorecer el cambio. Es aquí donde
se obtiene otra perspectiva distinta de los problemas y sus
soluciones, se reconstruye un vínculo que ayuda a que la
pareja permanezca unida con el paso del tiempo, sin volver
más a viejos esquemas que amenazan a la relación y que a
veces conducen a la separación.

Se requiere de un cierto grado de valentía para buscar ayuda

externa. Sin embargo, esta ayuda o guía es extremadamente
útil y aconsejable para forjar y mantener un vínculo
inquebrantable y duradero.
Todas las relaciones, especialmente las románticas,
requieren un trabajo continuo. Es muy fácil quedar atrapado
en la rutina y en las necesidades diarias. Esto a veces puede
resultar en la pérdida de una perspectiva sana de uno mismo,
del cónyuge y de las necesidades de la pareja.

Según otro investigador, John Gottman, el problema es que

las parejas que acaban separándose, primero caen en una
espiral autodestructiva y emplean mecanismos
comunicacionales que son altamente dañinos. Estos
mecanismos comunicacionales son predictores del divorcio. 
Cuando estos están presentes se puede pronosticar el
divorcio con un 85% o más de seguridad
Los retiros o talleres le brindan herramientas que actúan
como un catalizador para reconstruir parte de la conexión y la
confianza que se ha perdido. Es necesaria la intervención de
técnicas desde otras perspectivas impartidas por
profesionales especializados en el área.

Estos talleres de matrimonios o parejas, ayudan a los

cónyuges a interactuar y a enfocarse de una manera distinta
y creativa en los puntos donde hay conflicto y en los desafíos
que deben enfrentar juntos.  Se trabaja sobre el presente,
desde la interacción que la pareja despliega en el aquí y el
ahora. Las técnicas utilizadas resultan en un despertar y en
una nueva óptica que se traduce en la solución de problemas
a corto y largo plazo.  Fundamentalmente llevan a la
reconexión como pareja, y al inicio de nuevas etapas de
felicidad y goce.

               Uno de los temas importantes que se trabaja en los

talleres es cómo volver a recuperar y realzar, por un lado el
romanticismo y el fuego de la pasión, y por el otro el respeto y
la aceptación del otro.
Respeto, manipulación
y distorsión
Lamentablemente todos tendemos a pensar que sabemos ser
respetuosos cuando en realidad no lo somos.

Sin respeto, el amor se erosiona. En la mayoría de los

matrimonios y las relaciones a largo plazo, el respeto es tan
crucial como el amor. Cuando en una pareja se pierde el respeto
por el otro, la relación se desmorona.
Respeto significa que reconoces que tu pareja es una persona
íntegra y no la forma u objeto de obtener algo que deseas.
Significa que sabes que tu pareja ha tenido diferentes
experiencias y tiene opiniones distintas a las tuyas y que eres
capaz de aceptarlo sin sentir que debes imponerte y cambiar su
forma de pensar.

En una relación, el respeto mutuo implica hablar de manera

respetuosa y considerada, tener en cuenta a la pareja cuando
se toman decisiones y prestar atención a sus necesidades y
deseos. Esto requiere una conversación sin críticas, sin
reproches y sin intentar convencer a mi pareja de mi punto de
vista. Se trata más bien de demostrar interés y curiosidad por
entender cómo mi pareja piensa y siente. 

Eso no significa que uno deba sacrificarse para hacer feliz al

otro. De hecho, es importante también que mi pareja
comprenda cuáles son mis necesidades, pero significa
comunicarse con respeto y amor, incluso cuando es una
conversación difícil.

El respeto también implica comportarse de forma responsable

y darse cuenta de que lo que hacemos afecta al otro.
 Ejercicio para abordar
con respeto la diferencia
de opiniones

Primer paso:
Piense en un tema donde
hay desacuerdo y que
quisiera abordar con su
pareja. Haga una cita con
su pareja sin interrupciones
de ningún tipo, esto incluye
teléfonos, computadoras,
otros miembros de la
familia o amigos.
Preferiblemente reúnanse
cuando no se sientan
tan cansados.
Para evitar ofuscaciones
u otro tipo de reacciones,
haga la cita en un lugar
público. La presencia de
otra gente les ayudará a
mantener más control de
vuestras reacciones.
 Segundo paso:
Establezca reglas como: no
interrumpir hasta que su
pareja termine de hablar,
hable desde el “yo” y evite
señalar o culpar a su cónyuge. 
Elimine frases como: "Tú me
haces…” o “Por culpa tuya.”
También evite hablar
con generalizaciones
absolutas como: “Siempre
tu..." o "Nunca ...". Si siente
que está por perder el control,
simplemente pida unos
minutos de pausa para Tercer paso:
continuar luego. Así como si fuera un
periodista, hágale preguntas a
su pareja para tratar de
clarificar y entender qué es lo
que piensa y siente. Repita lo
que entendió para asegurarse
que esto es lo que su pareja le
quiso transmitir. Demuestre
empatía y comprensión.
Exprese luego su opinión pero
hablando solo desde su
posición: “yo siento”, “yo
interpreto…”, “yo pienso…”.
 Cuarto paso:
Demuestre congruencia: Su
actitud general y el lenguaje
corporal debe coincidir o
acompañar a sus palabras.
Demuestre que está
escuchando y prestando la
misma atención que le
gustaría recibir.
Mire a los ojos de su cónyuge,
no mire a su reloj ni a su
teléfono y evite adoptar una
postura física en la que
muestre que no es receptivo.
Frecuentemente asienta con
la cabeza para que la otra
persona sepa que está
recibiendo el mensaje y si no
lo entiende, amablemente
pida que lo repita.
Quinto paso
Intente llegar a un acuerdo
en el que se satisfagan las
necesidades de ambos o
donde, si uno cede, que sea
voluntariamente y sin
resentimiento.
Todas las parejas e incluso
las que tienen pocos o
mínimos conflictos o las que
sienten un profundo amor por
el otro, pueden tener
desajustes en cualquier área.
Un tema que a veces las
parejas tienen miedo de
abordar y sin embargo es
crucial para el éxito de la
relación es el sexo.
En lo relativo al área sexual, el
taller ayuda a desarrollar y
favorecer la química sexual
de una pareja saludable.
 En todo taller para parejas siempre se abordan temas
acerca del sexo y del dinero o finanzas principalmente.
Esto forma parte de las estrategias de resolución y
prevención de problemas. Durante estos seminarios se
aprende a abandonar los aspectos negativos que
deterioran la relación y cada vez se toman e implementan
los aspectos positivos.

Dejar lo negativo Implementar

Controlar
lo positivo
Culpar Acompañar
Engañar Alentar
Forzar Ayudar
Ignorar Claridad
Invadir Congruencia
Manipular Cuidar
Negar Escuchar
Ocultar Honestidad
Olvidar Organizar
Postergar Cambiar
Reprochar Respetar
Consejos para una buena
relación de pareja
Si la etapa que se presenta es la de recuperar la relación y más
específicamente lo relacionado con el amor, sugerimos un
cambio de comportamiento sustancial.
Aquí debemos ser más certeros, más capaces de demostrar
que se ha aprendido cómo la otra persona desea ser tratada,
considerada y amada.

Debemos cambiar pequeños detalles, actitudes o

comportamientos que nos hacían mantenernos distanciados
de la otra persona, así el proceso de recuperar la relación
estará más encaminado. Aconsejamos revisar los proyectos
que ambos tenían y que los mantenía unidos además de la
atracción física y los hijos.

Piensen en aquello que dejaron de hacer y en lo que hizo que

cayesen en la rutina y en cuáles fueron las conductas que los
llevó a distanciarse. Pregúntese también acerca de la
inseguridad, la falta de confianza, los celos, los miedos o la
falta de autoestima.

Dense tiempo y espacio suficiente para no reaccionar como lo

hacían antes, y respeten las decisiones que la otra parte tome.
Presten atención a las palabras y piensen antes de hablar.
Busquen la manera más respetuosa y considerada de decir lo
que necesitan. Recuperen el diálogo. Hagan espacios para
conversar, esto debe ser una prioridad. Permítanse ser
sensibles y hablen con honestidad. Sean más creativos e
innovadores. Recuerden que  el pasado influye pero no
determina. El presente lo construye ahora para un futuro
mejor.
El mejor método es ayudar y apoyar al otro, dar siempre aunque
no le pidan y serán gratificados con una reacción positiva. 

Sorpréndanse mutuamente. Es tiempo de redescubrirse… Es

tiempo de “Revivir en Pareja”
 ¿Por qué nuestro taller se
llama “Revivir en Pareja”?
Porque se trata de un workshop para revivir, reinventarse y
recuperar la unión, el romanticismo y la intimidad de la
relación que resulta en un viaje inolvidable.  Es un workshop
para parejas, en español, eficaz, entretenido y práctico.
Tiene lugar en los más idílicos y destacados destinos para
que puedan disfrutar de unas vacaciones inolvidables. Está
profesionalmente diseñado para guiar y fortalecer juntos su
relación de pareja, encontrar nuevos significados y aprender
a planificar y alcanzar nuevas metas, para aumentar y
reforzar su comunicación.

No queda más que invitarlos a regalarse esta experiencia

inolvidable. Una aventura para revivir juntos.
 "Nunca por encima de ti,
nunca por debajo de ti,
siempre a tu lado"
Walter Winchell

Creación de contenido por: 

MICHAEL MEIR, MD, PHD, LMHC / ILIANA BEREZOVSKY, LMFT