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Beneficios de los libros gigantes en la escuela primaria

Acercar a los alumnos a una cultura lectora en pleno siglo XIX es un reto que
constantemente se presenta debido al cambio de perspectiva acerca de la lectura, puesto
que no hace mucho tiempo se le refería como el medio a través del cual se adquieren
conocimientos, un niño que lee mucho es un niño que posee gran capacidad de aprender
por sí mismo y por ende es capaz de comprender su entorno dado que posee vocabulario
amplio y le es posible analizar los acontecimientos que le acechan día con día.

Pero el problema que se encuentra actualmente en la niñez es el uso masivo de


dispositivos electrónicos que desde temprana edad los padres de familia han otorgado a
sus hijos sin pensar el daño que les hacen al colocarles una niñera electrónica puesto que
estimulan la capacidad visual pero de manera icónica y a una gran velocidad sin dejar
tiempo para que el alumno procese, analice o interprete la información que se le ha
presentado.

Es ahí donde el niño va perdiendo la capacidad de comprender y relacionar los


conocimientos que se van adquiriendo puesto que no tiene tiempo para asimilar el nuevo
vocabulario y el significado que este le represente, esto hace que los estudiantes carezcan
de capacidad de comprensión en los acontecimientos y cuando se le presente algún
conocimiento nuevo sin tener bases en la memoria a corto plazo pues se dificultara el
crear un significado ante ello.

Cabe mencionar que es en la educación primaria cuando el individuo adquiere el proceso


de lecto-escritura el cual es uno de los medios a través del cual el alumno recaba
conocimientos al retomar datos elementales que va almacenando en su memoria a corto
plazo (saberes previos) y posteriormente los relaciona con situaciones de su entorno para
darles algún significado propiciando de tal manera la comprensión pero, cómo ha de ser
posible que el individuo tome un libro y que al leerlo recabe datos para almacenar en su
memoria a corto plazo si no tiene el hábito de la lectura recreativa en casa y en la escuela
se ha dejado de lado tal proceso o no se cuenta con los materiales ideales para ello.

La premisa anterior se considera a partir de la participación que se tuvo dentro de un aula


de clase de segundo grado de educación primaria en la que se percibió que los materiales
de lectura con los que cuentan las aulas no son del todo adecuados para las capacidades
de los alumnos, es decir que no se tiene cuidado con la gradualidad del contenido de los
libros, la extensión, el tamaño y la forma de letra, puesto que al estar en segundo grado
los alumnos aún tienen un banco de palabras reducido lo que propicia un vocabulario
limitado y una escasa capacidad para comprender.

Por ello, el proceso de lectura en los primeros grados se ve favorecido si se emplean las
condiciones necesarias para propiciar estímulos visuales para los alumnos, debido a que
aún no ha madurado lo suficiente la percepción visual como para ver e identificar
símbolos pequeños, por ende se retoman ideas de Doman (2012) las cuales consisten en
emplear letras grandes y vistosas es decir que tengan alto contraste, la forma de la letra
debe ser lo más parecida al trazo de la letra script y los textos deben ser dosificados de
acuerdo a las capacidades de los estudiantes.

Por ello, se dio a la tarea de crear libros gigantes que contenían cuentos infantiles de
preferencia que no fueran comunes dado que al leerlos adquirirían nuevas palabras y
perspectivas diferentes según lo que se plantee en el texto. El término de libros gigantes
no se refiere a extensión del texto, sino al tamaño de los libros para su facilidad de
percepción de los alumnos empleando tamaño y tipo de letra que facilite la visión a los
estudiantes. Tales materiales despertaron el interés por conocer nuevas historias lo cual
propicio que el proceso de lectura avanzara gradualmente y cuando llegaba el momento
de comentar sobre lo leído algunos lograban recordar los personajes y momentos
importantes del texto, también cuando se plasman las ideas en productos escritos eran
capaces de producir una reseña sobre el mismo.

Con lo descrito previamente se puede detectar que tal actividad tuvo un impacto en la
memoria a corto plazo de los estudiantes debido a que el conocimiento de nuevas palabras
constituyen un banco de palabras las cuales permiten ampliar su vocabulario con lo cual,
el proceso de escritura puede ser más sencillo y en cuanto a la lectura se visualizaron
avances sobre todo en los alumnos que forman parte del grupo pero que poseen
necesidades educativas especiales, principalmente por rezago educativo el abordarse por
medio de los libros con texto grande y claro, debido a que se motivó y apoyo el desarrollo
de la capacidad de percepción de las letras, campos de palabras y su significado con lo
cual se hubo un resultado en el proceso de lecto-escritura.
Es decir que el empleo de los libros gigantes resulto de buena manera como un material
que además de estimular la percepción visual de los alumnos e incrementar la facilidad
del proceso de lectura y por ende, propiciar la comprensión de los textos, se pudo motivar
el aprendizaje de los estudiantes con rezago educativo al promover el proceso de lecto-
escritura lo cual les permite participar en el desarrollo de las actividades que se lleven a
cabo en el aula, siendo estas la producción de textos simples y la lectura de textos sencillos
o amplios pero que deben rescatar las características de la letra: grande, contrastada,
forma adecuada y texto dosificado.

Referencias:

Doman, G. (2012). Cómo enseñar a leer a su bebé. España: EDAF.

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