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Revista de Ciencias Ambientales (Trop J Environ Sci). (Junio, 2005). EISSN: 2215-3896. Vol 29 (1): 32-43.

DOI: http://dx.doi.org/10.15359/rca.29-1.3
URL: www.revistas.una.ac.cr/ambientales
EMAIL: revista.ambientales@una.ac.cr

Capra, contestación posmoderna y paradigma ecológico

Capra, Postmodern Response and Ecological Paradigm

Gerardo Morales a

a El autor es historiador, es profesor e investigador en la Universidad Nacional, Costa Rica.

Director y Editor:
Dr. Eduardo Mora-Castellanos

Consejo Editorial:
Enrique Lahmann, UICN , Suiza
Enrique Leff, UNAM, México
Marielos Alfaro, Universidad Nacional, Costa Rica
Olman Segura, Universidad Nacional, Costa Rica
Rodrigo Zeledón, Universidad de Costa Rica
Gerardo Budowski, Universidad para la Paz, Costa Rica

Asistente:
Rebeca Bolaños-Cerdas

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autoría de la obra.
CAPRA, CONTESTACIÓN
POSMODERNA Y PARADIGMA
ECOLÓGICO
por GERARDO MORALES

RESUMEN

A
o largo de los siglos las luchas de interpre-
tación han sido, guardando las distancias,
Se resume y explica el “paradigma ecológico” planteado tan definitivas para una sociedad o comuni-
por el físico austriaco Fritjof Capra. Paradigma que inte- dad intelectual, como las guerras mismas. Creo que
rrelaciona desde la perspectiva de los sistemas complejos
ésta es una de las razones por las cuales la figura del
las disciplinas que estudian procesos de la vida con las
intérprete ha sido tan importante en las sociedades y
que estudian la acción social y cultural. Ese enfoque, visto
culturas como la figura del autor y la del legislador.
como una revisión del paradigma mecanicista y de la razón
iluminada, es relacionado con el clima de contestación
En la actualidad, el tema del significado de las
posmoderna que exige una nueva racionalidad instrumen- palabras o su correcta interpretación es extraordi-
tal y sustantiva. Finalmente se documentan algunos tópicos nariamente sensible. Establecer con claridad lo que
del paradigma ecológico. significa una palabra, un concepto o una categoría va
más allá, por supuesto, de un acto académico. Es un
acto político, un acto comprometido con un interés,
con una visión del mundo en particular. Lo vemos,
por ejemplo, en el significado que tienen hoy en día
categorías como sociedad moderna y sociedad capi-
talista. Una y otra movilizan, dentro de los lenguajes
The ‘ecological paradigm’ posed by the Austrian disciplinarios y políticos, una cantidad insospechada
physicist Fritjof Capra is summarized and explained. de supuestos, implícitos y explícitos.
Paradigm which interrelates the perspective of the En el caso de la primera de ellas se trata, según
complex systems of the disciplines that study the algunos intérpretes, de una categoría genérica, des-
life processes with those that study social and criptiva, casi aséptica en cuanto no conlleva, en apa-
cultural action. This perspective, seen as a revision riencia, ningún juicio de valor, ninguna evaluación
of the mechanistic paradigm and of enlightended crítica. Enuncia, tan solo, el carácter de una sociedad,
reason, is related with the postmodern contestation independientemente de otras consideraciones. En
climate which demands a new instrumental and el caso de la segunda sucede lo contrario. Se asume
substantial rationality. Finally, some topics of the
como una categoría derivada de una teoría alternati-
ecological paradigm are documented.
va, que no solo describe un tipo de sociedad sino que
enjuicia y cuestiona su naturaleza. En este sentido
moviliza juicios de valor y un modelo político de
crítica social. Lo mismo podríamos señalar de otras
nociones. Así, pues, la interpretación correcta, legíti-
ma, ocupa un lugar importante en las sociedades y en
particular en la cultura moderna.
Dentro de este planteamiento, el debate actual
Gerardo Morales, historiador, es profesor e investigador en la alrededor de lo que se entiende por sociedad moder-
Universidad Nacional. na, modernismo y modernidad, o sociedad posmoder-
na, posmodernismo y posmodernidad, y lo que Con la misma vehemencia hay quienes opi-
significan descriptores asociados con ellas como nan, contrario a los que defienden la tesis de la
razón, ciencia, racionalidad, progreso, políti- ruptura radical, que aunque estamos en la fase
ca, estado-nación, verdad, democracia, poder, tardía de una formación cultural que tiende, por
modernización, sujeto, desarrollo, urbanización, su propia naturaleza, a radicalizar sus fundamen-
metarrelatos, posracionalismo, posciencia, red, tos, esto no significa o implica, sin embargo, des-
etcétera, tiene sin duda una extraordinaria rele- plazamiento alguno, encontrándonos aún dentro
vancia. ¿Qué significan esas nociones o concep- de los límites, en las fronteras de la formación
tos hoy, qué significaron ayer, a qué remiten? moderna, solo que en un límite radicalizado. Se
En este debate, que no es de carácter lin- podría hasta hablar de ultramodernidad o ultra-
güístico sino político, como ya señalamos, se modernismo, pero no de posmodernidad. Otros,
lucha por definir, redefinir, delimitar, aclarar y a su vez, desplazan la discusión hacia otro campo
desplazar: nociones, conceptos, categorías, visio- o hacia otro tipo de vínculos. Plantean que el
nes del mundo, así como vincular o desvincular debate debe inscribirse en otro mayor que debe
esas nociones con determinado tipo de procesos; tener como horizonte la relación entre moder-
se lucha por establecer nuevas teorías o para- nidad y capitalismo. ¿Expresan ambos términos
digmas de interpretación que expliquen lo que una misma realidad, un mismo proceso? ¿Es la
se asume como nuevo o inédito de los procesos modernidad la expresión cultural del capitalis-
históricos. mo? ¿Es el capitalismo un fenómeno particular,
La reflexión crítica acerca de lo que entende- entre muchos, de la modernidad?
mos por modernidad, sus límites cronológicos, la En fin, cualquiera que sea la opción que se
lógica que subyace a su funcionamiento, la natu- asuma, lo cierto es que la formación denomina-
raleza de sus prácticas, su discurso o discursos así da moderna, caracterizada por la existencia en
como el imperativo por determinar si estamos su seno de cierto tipo de discursos y prácticas,
en la modernidad o si hemos pasado ya a otro que implican categorías, conceptos, nociones,
momento, otra fase, otro modo de producción, supuestos, creencias, modos de ser y hacer, acti-
otra formación cultural y discursiva, denominada tudes y valores, se encuentra en cuestión. Este
posmodernidad, se inscribe, según nuestro punto cuestionamiento, cuyo origen aislado es posible
de vista, en una preocupación sustantiva sobre encontrar desde mediados del siglo XVIII, y
el carácter, posibilidad y límite de las sociedades que se hace sistemático y sostenido desde la
actuales, del presente y del futuro inmediato de segunda mitad del siglo XIX, continúa hasta
las mismas. Es razonable pensar, por consiguien- el día de hoy. El idealismo, el romanticismo, el
te, que de la resolución de este debate dependen marxismo, el existencialismo, entre otros movi-
o están en juego muchas cosas, desde una posi- mientos políticos, estéticos, éticos y filosóficos,
ble tranquilidad de conciencia hasta el futuro han concentrado su atención en el lado oscuro
mismo de las generaciones que nos sucederán de la modernidad, en sus contradicciones, limi-
y de las sociedades posibles. Es decir, detrás del taciones y hasta perversidades. Hasta podríamos
debate, que aparenta ser superfluo, hay cosas pensar, desde otra perspectiva, que se trata de
sustantivas. un movimiento de la propia razón moderna, sea
Para algunos, el desplazamiento de la moder- en forma de “razón crítica” (Paz 1974: 60), o de
nidad hacia la posmodernidad, o de la socie- “razón insatisfecha” (Vilar 1999), dando cuenta
dad moderna a la sociedad posmoderna, podría de la desviación de la modernidad de un cami-
significar que lo feo e indeseado de la primera no, de una senda que prometía la felicidad, pero
desaparezca o se supere en la segunda. Otros, que, como alguna de las cruzadas, terminaron
en cambio, son de la opinión de que el distan- en otra parte. De cualquier manera, es un hecho
ciamiento crítico de la modernidad, el ponerse determinado que la centralidad de la formación
en un “más allá”, ya de por sí es fundamental moderna y dentro de ella la centralidad de la
en tanto la operación permite repensar y rearti- “razón occidental”, que atraviesa prácticas y
cular el discurso y las prácticas del pensamiento disciplinas tan variadas como la ciencia, la eco-
moderno y de la modernidad, que han sido, al nomía, la estética, el discurso social, etcétera, se
parecer, traicionados. encuentra también cuestionada.

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Los estudios de subalternidad, la teoría de la Un trabajo similar a El punto crucial publicó la
dependencia, la teoría poscolonial, el posocci- norteamericana Marilyn Ferguson bajo el enca-
dentalismo, el feminismo, los movimientos eco- bezado La conspiración de acuario: transformacio-
lógicos, de identidad y antiglobalización, expre- nes personales y sociales en este fin de siglo (1980),
san un agudo malestar hacia una formación cuya cuyo impacto fue considerable en la comunidad
lógica de funcionamiento no solo se define como mundial. En ese texto Ferguson señalaba, aten-
centralista y excluyente sino que, se afirma, diendo la noción de paradigma de Kuhn, que
opera ya dentro del marco de la insostenibilidad, “un cambio de paradigma supone un modo
acercándose cada vez más a un límite más allá nítidamente nuevo de enfocar antiguos proble-
del cual solo es posible el caos. No se trata ya mas” (Ferguson 1980:27), como también que
de nihilismo, de escepticismo o hastío. Es algo “estamos aprendiendo a enfocar los problemas
más estructural que apunta hacia la lógica del de otro modo, conscientes de que la mayor parte
sistema como un todo y, dentro de él, a la natu- de las crisis de nuestro mundo han sido fruto del
raleza de los contextos antiguo paradigma, de
de relación. las formas, estructuras y
Pero a la vez que creencias propias de una
hay un malestar por la concepción obsoleta de
modernidad, por sus la realidad” (Ferguson
discursos y paradigmas 1980: 471). Ferguson
dominantes, nos encon- codifica por entonces lo
tramos en un momento que denominaría “para-
de búsqueda de alter- digma de la conspira-
nativas, de constitución ción de acuario”, muy
de nuevos paradigmas semejante al holístico y
mucho más comprehen- ecológico de Capra. En
sivos que los anterio- ambos casos se asume
res intentos de teorías que el “viejo paradigma”
y modelos abarcadores. es el cartesiano meca-
Buena parte del pensa- nicista, que fragmenta
miento o búsqueda pos- tanto la realidad como
moderna, o si se quiere las categorías para su
del pensamiento posra- aprehensión, en vez de
cionalista, tiene como desfragmentar.
propósito, precisamen- Tanto Ferguson como
te, recabar o reconstruir Capra se han dedicado a
caminos alternos, cuan- la importante tarea de
do no, en el caso de Asentamiento rural americano difundir y sintetizar los

algunas corrientes posmo- nuevos enfoques, descu-


dernistas, la clausura sin más de todos los cami- brimientos e innovaciones de las distintas cien-
nos. En este humus de contestación y búsqueda, cias con el propósito de fundamentar una visión
de desplazamiento de lógicas y prácticas domi- cultural que redefina radicalmente los marcos de
nantes, asociadas a la formación moderna y a su comprensión y de acción tradicionales, los cuales
racionalidad, es que tiene sentido y pertinencia se valoran como insostenibles en el mediano y
la obra de síntesis de un físico como Fritjof largo plazos. Pero, más allá, ambos han querido
Capra, doctor en ciencias por la Universidad de ofrecer caminos alternativos para la comprensión
Viena, y cuyos trabajos, polémicos dentro de la de fenómenos complejos. Desde esta perspectiva
comunidad científica, han influido significativa- exploran ámbitos que han sido en muchas oca-
mente en la formulación del nuevo paradigma siones descartados por el protocolo científico
ecológico, sobre todo a partir de su obra El punto tradicional, como son la mística oriental, los
crucial publicada en 1982. estados alterados de conciencia, la conciencia
espiritual y la denominada filosofía perenne.

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Para la breve exploración que aquí nos pro- consigna política, de que los grandes relatos,
ponemos hemos recurrido a las obras de Fritjof cuyo origen se atribuye a la razón moderna e
Capra: El tao de la física (1975), El punto crucial ilustrada, han muerto y que en su lugar, con sus
(1982), Sabiduría insólita: conversaciones con per- propias y particulares lógicas argumentativas, ha
sonajes notables (1988), Pertenecer al universo: emergido un sinnúmero de relatos locales que
encuentros entre ciencia y espiritualidad (1991), disputan su derecho de constituirse en referentes
La trama de la vida: una perspectiva de los sistemas válidos y legítimos. Según Rojas, el “posmoder-
vivos (1996) y Las conexiones ocultas: implicaciones nismo sensu strictu implica las siguientes tesis:
sociales, medioambientales, económicos y biológicas (1) La calificación como metarrelato del pen-
de una nueva visión del mundo (2002). samiento típicamente moderno y especialmente
Aclaramos de una vez que no estamos situan- del pensamiento ilustrado. (2) La afirmación
do a Capra ni a Ferguson dentro del pensamien- del fin de los metarrelatos. (3) La tesis del fin
to posmoderno. Encontramos, sí, que forman de la historia. (4) El carácter lingüístico de la
parte de un movimiento donde se encuentra totalidad del saber humano. (5) El carácter frag-
el posmodernismo, de contestación radical a mentario del lenguaje. (6) El fin de los metarre-
paradigmas científico-modernistas que agotaron, latos traería como consecuencia el ocaso de una
según criterio mayoritario, la fuerza de su prome- política global y revolucionaria. (7) El defender
sa, constituyéndose hoy día en limitaciones para un liberalismo individualista. (8) La idea y prác-
la construcción de nuevos enfoques y formas de tica de una política localista” (Rojas 2001: 2).
sociabilidad y comprensión. Hacia el final de Pero hay, asimismo, otros aspectos que retoma el
este trabajo estableceremos los aspectos críticos posmodernismo y los hace suyos. Así, la crítica
de la obra de Capra o, al menos, su limitación a la razón tecnológica instrumentalizada, el uni-
en relación con un posible paradigma social que versalismo y centralismo occidental, la crítica al
tendría necesariamente que articularse con el logocentrismo, a la par que la reivindicación de
movimiento social. la razón sensible y el conocimiento dionisiaco.
Rojas insiste, sin embargo, que la crítica a la
La contestación posmoderna Ilustración es uno de los hechos distintivos más
Al pensamiento posmoderno, plural él mismo evidentes de la actualidad y en particular del
y contradictorio, se le ha acusado de muchas pensamiento posmoderno. “Lo que realmente se
cosas. De ser una alternativa sin alternativas, cuestiona en el discurso de la Ilustración es el
de fomentar la reacción nihilista e irracional, de racionalismo” (Rojas 2003: 17).
banalizar la búsqueda de la utopía, de reivindicar Este punto nos interesa de manera particular
la superficialidad, etcétera. Poco a poco se ha ido en cuanto la crítica a la razón ilustrada se orienta
reconociendo, sin embargo, que su nacimiento hacia el señalamiento de una sensible pérdida
como perspectiva de problematización de la de la perspectiva de totalidad y un exacerbado
formación moderna y de sus paradigmas domi- reduccionismo instrumental y tecnológico, que
nantes, obedece a algo más que a un asunto de se expresa en la conversión de la investigación
moda intelectual. En palabras de Carlos Rojas en una empresa mercantil y del conocimiento
Osorio “el posmodernismo nace tanto de una y el arte en mercancías. De aquí que algunas
crítica de la modernidad como de un intento de corrientes del pensamiento posmoderno plan-
comprender ciertos hechos nuevos de la socie- teen la necesidad de ir más allá del racionalis-
dad contemporánea” (Rojas 2003). Su aparición mo, hacia un posracionalismo que reincorpore
ha provocado un rico, variado e interesante aspectos y dimensiones otrora importantes en el
debate sobre la naturaleza de la modernidad, no pensamiento occidental.
ya solo de algunos de sus códigos como la cien- Así, pues, uno de los puntos críticos de la
cia, la tecnología, la estética, la ética, la moral, contestación posmoderna es, por un lado, la
la organización económica y la racionalidad, sino evaluación crítica de la supremacía de un tipo
también de sus propios fundamentos. de razón reducida a lo instrumental, y, por otro,
Con diversos tipos de argumentación y énfa- la crítica al universalismo, que se ve más como la
sis, el pensamiento posmoderno parte del prin- imposición autoritaria de una razón, la occiden-
cipio, que es al mismo tiempo una especie de tal, en detrimento de otras no menos importan-

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tes y legítimas. El posmodernismo puede enton- El desencanto moderno o posmoderno se ori-
ces asumirse como una formación o constelación gina quizá en la incapacidad del proyecto moder-
ideológico-cultural que nace en el seno de la no de cumplir con la promesa de un mundo
modernidad recogiendo y sistematizando varias mejor, donde los grandes principios modernistas
tradiciones críticas de Occidente, en un perio- se realizaran plenamente. En vez de ello tene-
do de aceleración de tendencias dentro de una mos hoy un mundo desbocado, como lo llama
sociedad que algunos denominan de capitalismo Giddens: sociedades fragmentadas, poblaciones
tardío. Es una formación que tiende a alejarse desarraigadas, enfermedades globales, una cre-
del racionalismo ilustrado y a ensayar la apertura ciente carrera armamentista, inseguridad plane-
de una perspectiva posracionalista que dé cuen- taria, pobreza extrema, desastres ambientales, la
ta de otro tipo de prácticas y necesidades. Este mercantilización de la vida cotidiana e íntima,
pensamiento ha introducido una buena cantidad un mundo de vida alienado, la predominancia
de nuevos temas que han puesto en tensión las de la superficialidad, etcétera. Este contexto de
reglas convencionales del pensamiento contem- desencanto, de insatisfacción, ha sido propicio
poráneo. Recurriendo a Pierre Bourdieu, quien para la articulación de nuevos puntos de vista,
no se identificó nunca con el posmodernismo, de nuevos paradigmas en los distintos campos
podríamos decir que el pensamiento posmoder- del conocimiento y de la práctica social. Los
no ha puesto en tensión los campos intelectua- aportes de Edgar Morin, de Morris Berman, de
les dominantes de la modernidad, generando y David Bohm, de Briggs y Peat, de Ervin Laszlo,
movilizando nuevos temas-problema así como de Ken Wilber, de Stanislav Grof y de otros, en
enconadas luchas por la legitimidad del discurso el campo de la ciencia, la estética, la psicología,
moderno. el pensamiento social y la filosofía, expresan
Dentro del campo intelectual posmoderno, claramente el complejo y contradictorio proceso
cuya tradición ha intentado reconstruir David de búsqueda de nuevos paradigmas, sistémicos,
Lyon y Esther Díaz (Lyon 1996, Díaz 1999), holísticos o ecológicos que privilegien una visión
encontramos varios importantes aspectos rela- mucho más comprehensiva de la realidad y que
cionados con nuestro tema. En particular, la asuman, desde un más allá de la razón ilustrada
crítica sistemática y puntual a un paradigma o mecanicista, la trama de la vida, entendiendo
que, según los críticos, privilegia la linealidad, por tal no solo a las personas sino también a la
la abstracción, lo intelectual en detrimento de naturaleza y al cosmos. Es una fuerte petición
otras dimensiones del mundo de la vida. La críti- que pasa por la puesta en cuestión de cualquier
ca posmodernista, al señalar las limitaciones del principio reduccionista o fragmentario. Desde
pensamiento racionalista occidental y del reduc- esta perspectiva podríamos aceptar que estamos
cionismo que le es propio, introduce a su vez la en el terreno del posracionalismo posmoderno.
condición de posibilidad de perspectivas alterna- Uno de los pensadores más importantes de
tivas que permitan o hagan posible el encuentro hoy, Michel Maffesoli, se ha sumado con firmeza
con la totalidad de la vida y su complejidad, en a esta tarea de reconstituir o constituir un nuevo
un contexto ciertamente de desencanto. paradigma, en el ámbito de las ciencias socia-
Para Díaz, “[e]l proyecto de la modernidad les, incorporando dimensiones que habían sido
apostaba al progreso. Se creía que la ciencia excluidas del pensamiento sociológico tradicio-
avanzaba hacia la verdad, que el progreso se nal. Y es interesante constatar que coincide con
expandiría como forma de vida total y que la propuesta de Fritjof Capra en muchos aspec-
la ética encontraría la universalidad a partir tos. Maffesoli reclama una “razón sensible”,
de normas fundamentadas racionalmente. No dionisíaca, que atienda la totalidad de la vida,
obstante, las conmociones sociales y culturales capaz de articular lo que ha sido separado como
de los últimos decenios parecen contradecir el cuerpo y la mente, la razón y la intuición, lo
los ideales modernos. La modernidad, preñada concreto y lo abstracto, la emoción y el intelecto,
de utopías, se dirigía hacia un mañana mejor. y que piense los procesos desde la interrelación
Nuestra época –desencantada- se desembara- de lo humano, lo social y lo natural. La crítica de
za de las utopías, reafirma el presente, rescata Maffesoli está orientada hacia lo que él denomi-
fragmentos del pasado y no se hace demasiadas na la “razón abstracta” que deriva, justamente,
ilusiones respecto del futuro” (Díaz 1999: 17). del pensamiento ilustrado. “Hay que entender -
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escribe Maffesoli- que el racionalismo, en su pre- “que se sepa poner en práctica un pensamiento
tensión científica, es particularmente incapaz de holístico, es decir, una postura intelectual que
captar, incluso de aprehender, el aspecto prolijo, saque partido de todas las capacidades del espí-
lleno de imágenes y simbólico de la experiencia ritu humano, y no solamente de una parte de
vivida. La abstracción ya no es oportuna cuando ellas. Si sabemos responder a semejante exigen-
lo que prevalece es el hervidero de un nuevo cia intelectual, podremos desarrollar una teoría
nacimiento” (Maffesoli 1997: 32). Allí donde la erótica que esté en congruencia con la erótica
razón abstracta separa, fragmenta, desarticula el social que se aprecia en las nuevas maneras de
mundo de la vida y de la experiencia, se hace ser, de pensar, de comportarse, que se expresan
necesaria una nueva perspectiva y ésta ha de cada vez con mayor fuerza en todos los fenó-
considerar, obligatoriamente, la dimensión intui- menos sociales que escapan a una explicación
tiva, sensible, emotiva, espiritual, que la razón simplemente causalista, racionalista económica
abstracta excluye. o política del mundo.
Para Maffesoli, “[l]a Así, a un saber apo-
actitud puramente líneo o prometeico le
intelectual se conten- está sucediendo un
ta con discriminar. En saber dionisíaco ena-
su sentido más simple, morado del mundo
separa lo que conside- tal como se hace ver
ra el bien o el mal, lo y tal como se ofrece
verdadero de lo falso, para vivir (Maffesoli
y olvida al mismo 1997:187). Este plan-
tiempo que la existen- teamiento, provenien-
cia es una constante te de las ciencias socia-
participación mística, les, acusa sin lugar a
una correspondencia dudas el acuerdo de
sin fin, en la que lo los saberes contem-
interior y lo exterior, poráneos, del conoci-
lo visible y lo invisible, miento, de buscar un
lo material y lo inma- punto de encuentro
terial entran a formar desde el cual dar res-
parte de una sinfonía” puesta a la tremenda
(Maffesoli 1997: 35- fragmentación que se
36). Ranchos indígenas ha operado tanto en
Como se observa, se trata de la recuperación la vida como en lo que pretende comprender
de perspectivas que fueron esbozadas en distintas esa vida. Es decir, tanto en los procesos de vida
épocas y por movimientos estéticos, filosóficos, como en las teorías que tratan de comprender-
científicos y culturales de variada naturaleza, los; tanto en el territorio como en el mapa.
como el romanticismo, por ejemplo, que recla- De la física contemporánea, cuyos referentes
maron la necesidad de considerar a la vida y la son la teoría de la relatividad, la física cuántica
realidad desde un punto de vista de totalidad, y más recientemente los paradigmas de la com-
de asumir, como elementos mediadores para el plejidad, provienen otros importantes llamados
proceso del conocimiento, no solo la razón y el que nos documentan los problemas que acarrea
intelecto sino la emoción, la intuición y la ima- una visión que confunde la forma fragmentaria
ginación. Es la solicitud, asimismo, de dar paso a de conocer el mundo o la realidad con la reali-
la dialéctica de la sabiduría de la vida, a la vida dad o el mundo mismos y la necesidad de pasar
vivida y no solo a la vida pensada. a otro orden de cosas. Es el caso del eminente
El conocimiento que deriva de este desplaza- físico David Bohm. “La fragmentación -escribe
miento es un conocimiento “incorporado”, sen- Bohm- está muy extendida por todas partes, no
sible. Ello implica, como bien lo señala Maffesoli, solo por toda la sociedad, sino también en cada

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individuo, produciendo una especie de confu- Capra ha revisado las tradiciones místicas orien-
sión mental generalizada que crea una intermi- tales y las ha confrontado con el pensamiento
nable serie de problemas y que interfiere en la científico occidental, estableciendo los puntos
claridad de nuestra percepción tan seriamente de encuentro y las condiciones de diálogo. Su
que nos impide resolver la mayor parte de ellos. conclusión es que cualquier nuevo paradigma
Porque el arte, la ciencia, la tecnología y el traba- que pretenda superar el reduccionismo tiene
jo humano en general, están divididos en espe- necesariamente que incorporar, además de los
cialidades, y cada una de ellas se considera que nuevos descubrimientos de la ciencia, la dimen-
está en esencia separada de las demás” (Bohm sión espiritual. Por tal no entiende una determi-
1980: 19). Según Bohm, pensar el mundo desde nada doctrina religiosa sino la disposición para
la perspectiva de la fragmentación nos condu- desarrollar y experimentar el sentimiento de
ce a ver todo separado, como si se tratara de “pertenencia y de conexión con el cosmos como
objetos cerrados, con autonomía absoluta y sin un todo” (Capra 1998: 29). Revisaremos algunos
relaciones entre sí. Ver el mundo de tal forma aspectos de su planteamiento.
nos “conduce a la ilusión de que el mundo está
realmente constituido de fragmentos separados La crisis de percepción
y, como ya se ha indicado, esto nos hará actuar Capra ha señalado, en distintas oportunida-
de tal manera que, de hecho, produciremos la des, que uno de los mayores obstáculos para com-
verdadera fragmentación presupuesta en nuestra prender las tendencias del mundo contemporá-
actitud” (Bohm 1980: 27). Urge, por tanto, un neo, y por lo tanto la naturaleza de su “crisis”,
nuevo paradigma y una nueva visión cultural. es no percatarse que se vive y actúa dentro de
Esta búsqueda y articulación de un nuevo los límites de una “crisis de percepción”. “Cada
paradigma, dentro de un marco de puesta en vez se hace más evidente -escribe Capra- que los
cuestión de una perspectiva mecanicista newto- mayores problemas de nuestro tiempo no pueden
niana que dejó de ser adecuada para atender las comprenderse aisladamente. La amenaza de gue-
nuevas complejidades de la trama de la vida, es rra nuclear, la devastación progresiva de nuestro
quizá uno de los más importantes tópicos con- entorno natural y la persistencia de la pobreza
temporáneos. Los trabajos de Capra se inscriben, junto al progreso -incluso en los países más ricos-
precisamente, dentro de esta preocupación. Son no son problemas aislados. Son diferentes aspec-
parte de una comunidad cuya búsqueda está tos de una misma crisis, que es esencialmente de
orientada por un nuevo marco de valores, acti- percepción. / La crisis deriva del hecho de que
tudes, prácticas y conceptos. la mayoría de nosotros, y en especial nuestras
instituciones, seguimos los conceptos y valores
El paradigma ecológico de Capra de una visión del mundo ya caduca, una visión
Fritjof Capra se ha dado a la tarea, mediante que es inadecuada para afrontar los problemas
una extraordinaria labor de síntesis, de revisar y de un mundo como el nuestro, superpoblado e
replantear el paradigma científico modernista. interdependiente” (Capra 1994: 29)
Toda su obra, tanto en libros como en artículos, El paradigma desde el cual conocemos, valo-
está orientada a confrontar la perspectiva y los ramos y actuamos, según Capra, es el mecani-
contenidos del paradigma modernista dominan- cista, cuyo origen se remonta a Galileo, Bacon,
te y los elementos constituyentes, presentes en Descartes y Newton. En términos generales, este
distintas culturas y tradiciones científicas, de un paradigma, propio de la modernidad y que hizo
nuevo paradigma que incorpora la tradición sis- avanzar, sin ninguna duda, a la ciencia y a la
témica, la holística y la ecología profunda. Según tecnología, enfatiza en la desagregación de los
Capra, el desplazamiento del paradigma científi- procesos en sus partes constitutivas privilegian-
co modernista, cuyos fundamentos se localizan do el análisis y no tanto la síntesis. En La trama
en Descartes y Newton, es la única alternativa de la vida, Capra explicita aun más su punto
para afrontar los problemas de un mundo cada de vista. “El paradigma ahora en recesión ha
vez más interdependiente y complejo. dominado nuestra cultura a lo largo de varios
Con el propósito de articular el nuevo para- centenares de años, durante los que ha confor-
digma, que, sin lugar a dudas, es posracionalista, mado nuestra sociedad occidental e influenciado

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considerablemente el resto del mundo. Dicho como es el pensamiento sistémico y el holístico.
paradigma consiste en una enquistada serie de Pero también que es necesario ir más allá, que no
ideas y valores, entre los que podemos citar la basta con la enunciación holística. En este sen-
visión del universo como un sistema mecánico tido Capra distingue entre la perspectiva holís-
compuesto de piezas, la del cuerpo humano tica y la ecológica. Según Capra: “Una visión
como una máquina, la de la vida en sociedad holística de, por ejemplo, una bicicleta significa
como una lucha competitiva por la existencia, verla como un todo funcional y entender conse-
la creencia en el progreso material ilimitado a cuentemente la interdependencia de sus partes.
través del crecimiento económico y tecnológico” Una visión ecológica incluiría esto, pero añadiría
(Capra 1998: 27-28) la percepción de cómo la bicicleta se inserta en
Es importante destacar el papel que le atribu- su entorno natural y social: de dónde provienen
ye Capra a la idea de percepción, que podríamos sus materias primas, cómo se construyó, cómo
entender como visión o perspectiva. Se trata su utilización afecta al entorno natural y a la
de una especie de sistema de supuestos que comunidad en que se usa, etcétera”.
nos permite comprender u organizar el mundo, La visión ecológica, por tanto, va más allá de
la realidad y sus procesos. En este sentido la la aprehensión de un sistema o de las relaciones
percepción es activa, interviene en nuestros de las partes dentro de un todo. Considera a
procesos de conocimiento y experiencia. Hay en cada todo como parte de otros todos, de otros
ella creencias, supuestos, teorías, sistematizadas ordenes complejos. Valora los contextos y los
o de sentido común, valores, etcétera, que inter- procesos, pero también los intercambios, el fluir
median en y con el mundo de la vida. De aquí permanente, el movimiento, la continuidad y la
que sea fundamental la apreciación de Capra de discontinuidad, el equilibrio, el orden y el caos,
que vivimos una “crisis de percepción”. Porque, la entropía y la autoorganización, los valores,
ciertamente, la forma en que actuamos en nues- etcétera. No se limita tampoco al ya clásico
tro mundo de vida depende, sin lugar a dudas, antropocentrismo que dio al hombre, y aquí en
de cómo percibimos y construimos ese mundo, su sentido literal, el dominio patriarcal sobre la
es decir, depende del sistema de percepción o de naturaleza y la sociedad, sino que asume como
la visión cultural que tengamos. Si percibimos el centro la vida. Así, el espectro no empieza con el
mundo desde una parte del mundo y asumimos hombre y acaba con él, como en las tradiciones
que esa parte es el todo, o que el mundo es una humanistas occidentales, sino que incorpora la
serie discontinua de fragmentos, lo que hagamos vida como trama en la cual participan todos los
dependerá de esa percepción. seres vivos. Lo cual implica, adelantándonos a su
Según Capra, la realidad es un proceso propuesta, que sí es válido pensar en un cono-
mucho más complejo de intercambios, de inter- cimiento también ecológico, es decir, en una
dependencia, una trama de vida que no puede perspectiva donde, por ejemplo, la biología, la
ser aprehendida como si se tratara de un con- química y la física puedan intercambiar informa-
junto de partes separadas unas de las otras. El ción con la sociología, la economía, la historia y
paradigma científico modernista ha insistido, la estética, configurándose, en la línea de Morin,
sin embargo, en una metodología que tiende un saber posracionalista ecológico. De tal forma
a fragmentar los procesos, a verlos como si se que una perspectiva como la ecológica redefine
tratara de sistemas cerrados, autorreferidos y no de manera precisa nuestro concepto de discipli-
de sistemas abiertos, o no desde la perspectiva na científica, de conocimiento, de ciencia, de
de la interrelación entre sistemas cerrados y sis- ciencia social, de humanismo y humanidades.
temas abiertos. Esto ha hecho que, por ejemplo,
en el ámbito social percibamos los problemas El peligro de la fragmentación
como tributarios de la parte, o locales, cuando lo En varias de sus obras Capra resume la inci-
correcto es asumirlos como problemas sistémicos dencia que ha tenido el paradigma científico
que deben ser resueltos dentro de un contexto modernista, y su visión mecanicista y fragmen-
mayor y con una visión holística o ecológica. taria de la realidad y sus procesos, en los más
Cabe aquí destacar que Capra tiene claro el variados campos del pensamiento y la acción
aporte de distintos enfoques a su propuesta, humanos. El impacto ha sido enorme en las

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ciencias de la vida, en el modelo biomédico, en seres humanos con sus cerebros, sus sistemas
la psicología, en la economía y en las teorías del nerviosos y los instrumentos de observación que
desarrollo. En cada uno de estos ámbitos la pers- han construido y que utilizan en sus laboratorios.
pectiva dominante ha tendido a ver o compren- Así, al acercarnos a la cuestión por caminos
der los procesos como si se tratara de situaciones diferentes, tanto la relatividad como la teoría
o estados últimos, acabados, sin ninguna relación cuántica coinciden en que ambas presuponen
entre sí. Asimismo, se ha expulsado de este tipo la necesidad de mirar el mundo como un todo
de percepción los valores y la dimensión social continuo, en el cual todas las partes del univer-
de los mismos. Esta percepción, dominante en so, incluyendo al observador y sus instrumentos,
los paradigmas productivistas contemporáneos, se mezclan y se unen en una totalidad. En esta
reduce toda relación dinámica a una mera aso- totalidad, la forma atomística de mirarla es
ciación de causalidad o una simplificación y una
asociación mecánica, lo abstracción, solamente
que ha conducido a que válida en algún con-
terminemos creyendo texto limitado” (Bohm
que la realidad y los pro- 1987: 32).
cesos están constituidos Una perspectiva tal
por estados y situacio- requiere, por supuesto,
nes definitivos, cerrados una redefinición radi-
y no por procesos, rela- cal de la forma en que
ciones, tramas y redes observamos o percibi-
significativas. mos. Implica reconocer
En la formulación el mundo de lo discreto,
del nuevo paradigma de la discontinuidad, de
ecológico la influen- las formas particulares,
cia de David Bohm pero, a su vez, inscri-
fue determinante en el bir esta discontinuidad
pensamiento de Capra. en un orden superior en
Bohm, con quien Capra donde podamos resta-
mantuvo una profunda blecer la llamada totali-
relación de amistad, fue dad no dividida y fluyen-
uno de los pensadores te. Como consecuencia
y científicos contempo- de este planteamiento
ráneos que más se pre- Bohm llega a plantear
ocupó por analizar el la necesidad de redefinir
impacto de una visión el lenguaje, de introdu-
Niños ticos rurales
que sobreestimó la frag- cir un nuevo modo en
mentación, en detrimento de la perspectiva de el lenguaje que el denomina “reomodo”. “Ya
totalidad. Para Bohm existe un orden desplegado, tenemos -dice- diferentes modos en el verbo,
que es el mundo que observamos, mundo o rea- como, por ejemplo, el indicativo, el subjuntivo
lidad que aparece como discontinuo y discreto. y el imperativo, y hemos desarrollado habilidad
Pero existe a su vez un orden implicado, que el en el uso del lenguaje para emplear cada uno
denomina “totalidad no dividida en movimiento de estos modos cuando lo necesitamos, sin que
fluyente”, que es continuo y que da cuenta de nos haga falta elegirlos conscientemente. De un
las relaciones significativas del mundo discreto. modo parecido consideraremos ahora un modo
Según Bohm, esta perspectiva se impone a la en el que el movimiento se considera primario
hora de pensar en la teoría de la relatividad o en nuestro pensamiento, y en el que esta noción
en la teoría cuántica. “La teoría de la relatividad se incorpora a la estructura del lenguaje para
-escribe Bohm- requiere esta manera de observar que sea el verbo, antes que el nombre, el que
las partículas atómicas, las cuales constituyen juegue el papel principal” (Bohm 1987:57). Lo
toda la materia, incluyendo desde luego, a los que interesa acá es captar el fluir de los procesos,

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su interconexión, allí donde el lenguaje tradicio- medidora y clasificadora. En la filosofía budista
nal nos obliga a ver el mundo como estructuras se le llama avidya o ignorancia, y es considerada
rígidas y estáticas. Se trata, entonces, de un tipo como un estado mental confuso que se debe
de percepción y de expresión que introduce la superar” (Capra 1983: 32).
noción de fluir, de movimiento, desplazándonos Lo que Capra encuentra en el pensamiento
radicalmente de un paradigma donde los objetos oriental es esa conexión profunda que hace
los percibimos como separados y estáticos hacia posible abordar los procesos de la realidad, sea
otro donde los percibimos en sus intercambios e física, cultural, o social, desde una perspectiva
interrelaciones. mucho más rica que el reduccionismo moder-
La familiaridad de Capra con la teoría de la nista occidental. Capra, sin embargo, no cae en
relatividad y la teoría cuántica, además de su la tentación de mistificar o denigrar una u otra
experiencia personal durante las décadas de los perspectiva. Señala que, como el yin y el yang,
sesenta y setenta, cuando se relacionó con los ambas visiones pueden complementarse en un
movimientos psicodélicos y con el misticismo paradigma como el ecológico. Distingue, cierta-
oriental, lo llevó a establecer puntos de rela- mente, la naturaleza de las experiencias prove-
ción entre la física y el pensamiento oriental. Sin nientes del método científico y del misticismo.
renunciar a una sólida formación experimen- En el caso de la ciencia, ésta opera en contextos
tal y a la rigurosidad de su campo de estudio, muy precisos y con protocolos estrictos. Los
Capra se dio a la tarea de estudiar los posibles conceptos, la abstracción, la experimentación,
vínculos entre la física moderna y el misticismo la inducción están orientados a contrastar y a
oriental, encontrando paralelismos inéditos que validar sistemas de verdad a partir de hipótesis
lo llevaron a modificar su perspectiva, tanto del claramente delimitadas. En el caso de la mística,
paradigma científico modernista como del papel lo que interesa no es tanto el conocimiento con-
de la tradición oriental en un nuevo paradigma ceptual o intelectual, sino la experiencia directa
posracionalista. El tao de la física, primera obra de la totalidad, de la interrelación, y la interde-
importante de Capra, publicada en 1975 en pendencia. “En el misticismo oriental -escribe
inglés y traducida al español en 1977, ya desde su Capra- el conocimiento está firmemente basado
título nos indica con claridad su propósito. Pero en la experiencia” (Capra 1983: 49). Es, sin
más allá de un deseo de trascender los opuestos, embargo, un tipo de experiencia que va más allá
de encontrar la complementariedad entre el yin de la experiencia del conocimiento racional. Las
y el yang, que evoca la palabra tao, lo cierto técnicas de conocimiento propias de la tradición
es que Capra encuentra evidencias de que el mística están orientadas a silenciar la mente
pensamiento o la mística oriental, sea budista o pensante, racional, y a acrecentar la experiencia
taoísta, contiene elementos fundamentales que intuitiva. De aquí la riqueza de la experiencia
la física moderna, por otros medios, también del ver de la mística oriental. Ver es ir más allá
desarrolla. De hecho, según Capra “los dos pila- del concepto, de la definición, de la descripción.
res de la física del siglo XX -la teoría cuántica y Es experimentar la conexión profunda de la
la teoría de la relatividad- nos obligan a ver el naturaleza y el cosmos, donde el experimenta-
mundo del mismo modo que lo ve un hindú, un dor participa directamente de esa conexión. “La
budista o un taoísta” (Capra 1997: 25). experiencia directa de la realidad trasciende los
Hay una similitud, por ejemplo, entre la reinos del pensamiento y del lenguaje y, dado
visión de Bohm del orden implicado y la mística que todo misticismo se basa en dicha experiencia
oriental. “Para el místico oriental -escribe Capra- directa, cualquier cosa que pueda decirse sobre
todas las cosas y los sucesos percibidos por los la misma será solo parcialmente cierta” (Capra
sentidos están conectadas e interrelacionadas, 1983: 59).
y no son sino diferentes aspectos o manifesta- Según Capra, el interés principal de los mís-
ciones de una misma realidad última. Nuestra ticos lo constituye la experiencia de la realidad
tendencia a dividir el mundo que percibimos y no la descripción de esa experiencia. Pero es
en cosas individuales y separadas y a vernos a precisamente esa riqueza de la mística oriental lo
nosotros mismos como egos aislados se considera que la hace interesante. Tanto la teoría cuántica
como una ilusión, creada por nuestra mentalidad como la teoría de la relatividad nos enfrentan a

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una realidad distinta a la cartesiana newtoniana. interdependencia fundamental entre todos los
En este sentido, “la teoría cuántica y la teoría fenómenos y el hecho de que, como individuos
de la relatividad nos obligan a ver el mundo del y como sociedades, estamos todos inmersos en
mismo modo que lo ve un hindú, un budista o (y finalmente dependientes de) los procesos
un taoísta” (Capra 1997: 25). De aquí que sea cíclicos de la naturaleza … La ecología profunda
necesario, si queremos trascender el raciona- no separa a los humanos -ni a ninguna otra cosa-
lismo clásico, instalarnos en un paradigma que del entorno natural. Ve el mundo no como una
vaya más allá del dualismo occidental. colección de objetos aislados sino como una red
de fenómenos fundamentalmente interconecta-
Características del paradigma ecológico dos e interdependientes. La ecología profunda
Desde 1975 hasta sus últimas obras, la bús- reconoce el valor intrínseco de todos los seres
queda de Capra ha estado orientada por la siste- vivos y ve a los humanos como una mera hebra
matización del paradigma ecológico consideran- de la trama de la vida” (Capra 1998: 28-29).
do ámbitos de aplicación, valores, metodologías, En su última obra, Las conexiones ocultas:
enfoques, innovaciones, resultados concretos y implicaciones sociales, medioambientales, econó-
perspectivas. Para la formulación de esta síntesis micas y biológicas de una nueva visión del mundo
ha incursionado en el espectro de las disciplinas, (edición en inglés de 2002, traducción al espa-
desde la física, su campo original, pasando por la ñol de 2003), establece ya un nuevo marco de
química, la biología, la psicología, la economía, reflexión, profundizando lo planteado en La
las ciencias sociales y, últimamente, las teorías trama de la vida, y que culmina lo iniciado en
cognitivas. Su hipótesis es que es posible pensar El tao de la física. En el epílogo de Conexiones
un campo unificado de conocimiento, donde los escribe: “Mi objetivo al escribir este libro ha sido
conceptos de red y vida sean los centrales. Desde desarrollar un marco conceptual que integre las
esta perspectiva, la vida en su totalidad, como dimensiones biológicas, cognitivas y sociales de
atributo del planeta, empieza a ser el centro de la vida, un marco que nos capacite para adoptar
interés y no tanto el hombre, o los objetos iner- un enfoque sistémico frente a algunas de las
tes. Cabe señalar, asimismo, que Capra inaugura cuestiones críticas de nuestros días. El análisis
un nuevo tipo de investigación, que se ajusta de los sistemas vivos en términos de nuestras
precisamente a su visión en red de los procesos. perspectivas interconectadas -forma, materia,
La investigación de Capra no se centra ya proceso y significado- hace posible aplicar una
en el laboratorio o en el texto escrito sino en la comprensión unificada de la vida a fenómenos
conversación. Se investiga también conversando correspondientes tanto al reino de la materia
y sistematizando nuevos puntos de partida en la como al ámbito del significado. Hemos visto,
conversación. Dos de sus libros, Sabiduría insóli- por ejemplo, que las redes metabólicas de los
ta: conversaciones con personajes notables (1988) sistemas biológicos se corresponden con las redes
y Pertenecer al universo: encuentros entre ciencia de comunicación de los sistemas sociales, que
y espiritualidad (1991) son conversaciones. En los procesos químicos productores de estructuras
ellos, mediante un intercambio de pareceres, materiales se corresponden con los procesos del
puntos de vista, informaciones recientes, se ela- pensamiento que producen estructuras semán-
bora un estado de situación que queda abierto ticas, y que los flujos de materia y energía se
para futuros encuentros. Es una manera creativa corresponden con los flujos de ideas e informa-
de cooperar mediante el diálogo y el encuentro. ción. Uno de los conceptos fundamentales de
A lo largo de los años Capra ha ido estable- esta comprensión sistémica y unificada de la vida
ciendo las características del nuevo paradigma consiste en que su patrón básico de organización
ecológico, que sin duda alguna se complementa es la red” (Capra 2003: 329).
con la obra de Ferguson y de otros investigado- En esta obra Capra concluye que el capita-
res contemporáneos. Según Capra el paradigma lismo es un sistema cuyos valores son diame-
o visión ecológica es fundamental en cuanto tralmente opuestos a cualquier perspectiva eco-
incorpora los aportes del pensamiento sistémi- lógica. “El objetivo de la economía globalizada
co y holístico pero va más allá. “[L]a percep- -escribe- consiste en maximizar la riqueza y el
ción desde la ecología profunda reconoce la poder de las élites, mientras que el ecodiseño

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consiste en maximizar la sostenibilidad de la Como se puede observar, y sin que las
trama de la vida” (Capra 2003: 330). De igual características sean exhaustivas, hay aspectos
manera, Capra asume que el patriarcalismo y la y dimensiones que coinciden plenamente con
dominación masculina son valores del paradig- el posracionalismo posmoderno. Sin lugar a
ma científico modernista y que el capitalismo dudas, la relación de este paradigma científico
ha entronizado como supremos. Un nuevo para- modernista con el paradigma social modernista,
digma tiene, necesariamente, que desplazarlos. que privilegia el productivismo, la ganancia y
Algunas de las características del paradigma la competitividad, es directa y determinante,
ecológico son: (a) En el paradigma ecológico y constituye una preocupación permanente de
las propiedades de las partes solo pueden ser Capra. Tanto así que su crítica al modelo de
entendidas a partir de la dinámica del conjunto. consumo y a la globalización lo llevan a la crítica
En definitiva, no hay en modo alguno, partes. Lo de los valores de la sociedad capitalista. La lógica
que llamamos parte es simplemente un modelo del capital sin duda alguna es incompatible con
de una red inseparable de relaciones. La totali- el paradigma ecológico.
dad es lo primario. (b) Desde la perspectiva del
paradigma ecológico no existen estructuras fun- Referencias bibliográficas
damentales. Cada estructura es la manifestación Capra, Fritjof. 1997. El tao de la física: una exploración de los
de un todo subyacente. Toda la red de relaciones paralelismos entre la física moderna y el misticismo oriental.
es intrínsecamente dinámica. Se enfatiza en el Editorial Sirio. Málaga.
Capra, Fritjof. 1998. La trama de la vida: una nueva perspectiva
proceso. (c) Dentro del paradigma ecológico las de los sistemas vivos. Anagrama. Barcelona.
observaciones y descripciones no son indepen- Capra, Fritjof. 2003. Las conexiones profundas: implicaciones
dientes del observador y del proceso de cono- sociales, medioambientales, económicas y biológicas de una
cimiento. Conocer es una función primordial nueva visión del mundo. Anagrama. Barcelona.
Capra, Fritjof. 1992. Sabiduría insólita: conversaciones con
de los sistemas vivos, la mente es intrínseca a la
personajes notables. Troquel/Cairos. Buenos Aires.
vida. La epistemología está dentro de la vida, no Capra, Fritjof, David Steindl-Rast y Thomas Matus. 1994.
fuera. (d) En el paradigma ecológico la metáfora Pertenecer al universo: encuentros entre ciencia y espirituali-
del conocimiento se desplaza de la imagen de dad. Edad. Madrid.
construcción -leyes y principios fundamentales, Davies, Paul. 1989. Proyecto Cósmico: nuevos descubrimientos
acerca del orden del Universo. Pirámide. Madrid.
bloques básicos de construcción, etcétera- hacia Díaz, Esther. 1999. Posmodernidad. Biblos. Buenos Aires.
la imagen de la red. La realidad es una red de Ferguson, Marilyn. 1994. La conspiración de Acuario: trans-
relaciones y nuestras descripciones forman parte formaciones personales y sociales en este fin de siglo. Cairos.
de esa red interconectada. (e) En el paradigma Barcelona.
Laszlo, Ervin. 1997. La gran bifurcación. Crisis y oportunidad:
ecológico se parte del supuesto de que los con-
anticipación del nuevo paradigma que está tomando forma.
ceptos, teorías y descubrimientos son limitados y Gedisa. Barcelona.
aproximados. No hay un conocimiento absoluto, Lyon, David. 1997. Posmodernidad. Alianza. Madrid.
completo y definitivo de la realidad. (f) La visión Maffesoli, Michel. 1993. El conocimiento ordinario: compendio
ecológica global es holística. No solo observa algo de sociología. Fondo de Cultura Económica. México D.F.
Maffesoli, Michel. 1997. Elogio de la razón sensible: una visión
como un conjunto, sino también el modo en que intuitiva del mundo contemporáneo. Paidós. Barcelona.
ese conjunto se halla inserto en otros mayores. Paz, Octavio. 1989. Los hijos del limo. Seix Barral. Barcelona.
(g) El paradigma ecológico y la conciencia eco- Rojas, Carlos. 2003. La filosofía en el debate posmoderno.
lógica se sitúan más allá de los paradigmas pro- Euna. Costa Rica.
Vilar, Gerard. 1999. La razón insatisfecha. Crítica. Barcelona.
ductivistas y racionalistas en tanto, en un nivel
más profundo, se vinculan con la totalidad de la
vida y con la conciencia y experiencia espiritual.
(h) El paradigma ecológico enfatiza los valores y
principios de cooperación, interconexión, soste-
nibilidad, responsabilidad social, espiritualidad y
creatividad, intuición, conservación, síntesis, no
linealidad, asociación, calidad, experiencia de
vida. (i) El paradigma ecológico está orientado
hacia los procesos.

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