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© Editorial Tébar Flores.

Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial ©


Economía circular

Un nuevo modelo de producción


y consumo sostenible

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© Editorial Tébar Flores. Prohibida la reproducción sin la autorización expresa de la editorial ©
Economía circular
Un nuevo modelo de producción
y consumo sostenible

Ignacio Belda Hériz

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Datos de catalogación bibliográfica:

ECONOMÍA CIRCULAR
Un nuevo modelo de producción y consumo sostenible
Ignacio Belda Hériz

EDITORIAL TÉBAR FLORES, S.L., Madrid, año 2018


ISBN digital: 978-84-7360-641-7
Materias: KCN. Economía medioambiental. KCM. Economía del desarrollo y economías emer-
gentes
Formato: 165 × 240 mm
Páginas: 230

www.tebarflores.com
Todos los derechos reservados.
Queda prohibida, salvo excepción prevista en la Ley, cualquier forma de reproducción, dis-
tribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización
expresa de Editorial Tébar Flores. La infracción de estos derechos puede ser constitutiva de
delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y siguientes del Código Penal).

ECONOMÍA CIRCULAR
Un nuevo modelo de producción y consumo sostenible
Ignacio Belda Hériz

© 2018 Editorial Tébar Flores, S.L.


C/ Matilde Hernández, 34
28019 Madrid
Tel.: 91 550 02 60
Fax: 91 550 02 61
ventas@tebarflores.com
www.tebarflores.com

ISBN digital: 978-84-7360-641-7

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Índice

Introducción general ............................................................................ 11


Capítulo 1: La economía circular.......................................................... 17
1.1. Consideraciones previas a la problemática de los recursos....... 17
1.2. De una economía lineal a una economía circular........................ 30
1.3. Las escuelas de pensamiento de la economía circular............... 40
1.3.1. Performance Economy: Economía del rendimiento ........... 41
1.3.2 Regenerative Design: Diseño regenerativo......................... 46
1.3.3. Cradle to Cradle: De la cuna a la cuna .................................. 49
1.3.4. Industrial Ecology: Ecología industrial ................................. 55
1.3.5. Biomimicry: Biomímesis, innovación inspirada
en la naturaleza .................................................................... 57
1.3.6. Blue Economy: Economía azul ............................................. 60
1.3.7. Natural Capitalism: Capitalismo natural .............................. 64
1.4. La Ellen MacArthur Foundation y la Fundación para
la economía circular: Los principios y las características
de la economía circular ................................................................ 67
1.4.1. Ellen MacArthur Foundation ................................................ 67
1.4.2. Proyectos de la Ellen MacArthur Foundation ..................... 72

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1.4.3. Fundación para la economía circular ................................... 76
1.5. Overfished Ocean Strategy: La estrategia del
océano esquilmado ...................................................................... 79
1.6. Las nuevas tecnologías y la economía circular ........................... 86
Capítulo 2: La economía circular y la Unión Europea ........................ 95
2.1. Introducción a la política medioambiental de la
Unión Europea ............................................................................. 95
2.1.1. Principios generales de la política de medio
ambiente de la Unión Europea .................................................... 97
2.1.2. Marco básico de la política medioambiental
de la UE ........................................................................................... 100
2.1.3. Principales ámbitos de la política
medioambiental europea ..................................................... 104
2.2. Antecedentes: El origen de la economía circular
en el seno de la Unión Europea .................................................. 104
2.3. Estrategia Europa 2020. La estrategia europea
para el crecimiento. Actuaciones en los ámbitos
concretos ..................................................................................... 112
2.3.1. Europa 2020 y la innovación ................................................ 115
2.3.2. Una Europa que utilice eficazmente los recursos ............... 120
2.3.3. Una política industrial para la era
de la mundialización ............................................................. 121
2.4. Hacia una economía circular: un programa de cero
residuos para Europa .................................................................. 122
2.4.1. Establecimiento de un marco facilitador de políticas ......... 123
2.4.2. Modernización de la política y de los objetivos
sobre residuos: los residuos como recurso ......................... 125
2.4.3. Establecimiento de un objetivo de eficiencia en
el uso de los recursos ........................................................... 128
2.5. Paquete de la Comisión Europea sobre economía
circular ......................................................................................... 129
2.5.1. Propuestas legislativas revisadas sobre residuos ............... 130
2.5.2. Medidas para “cerrar el círculo” ......................................... 131
2.5.3. Resultados desde la aplicación del plan de
acción .................................................................................... 142

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2.6. Innovación, inversión y financiación. Instrumentos
de apoyo a la economía circular ................................................ 147
2.6.1. Programas de financiación para la innovación
e investigación de la economía circular .............................. 147
2.6.2. Inversiones a través de otros órganos
y organismos de la UE .......................................................... 153
2.7. Implantación y percepción real de la economía
circular en la sociedad europea, española y aragonesa ........... 160
2.7.1. Grado de implantación de la economía
circular en la Unión Europea ............................................... 161
2.7.2. Grado de implantación de la economía
circular en España ................................................................ 166
2.7.3. Grado de implantación de la economía
circular en Aragón ............................................................... 172
Capítulo 3: Algunos casos de éxito .................................................... 181
1. Ecoalf: Proyecto “Upcycling the Oceans”.
La basura marina como materia prima ..................................... 182
2. Parque ecoindustrial de Kalundborg, Dinamarca.
Ejemplo de ecología industrial ................................................. 184
3. Vigga. La reutilización como recurso ........................................ 185
4. El Centro para la Investigación Interactiva sobre
sostenibilidad de la Universidad de Columbia Británica.
Ejemplo del diseño regenerativo .............................................. 186
5. PharmaMar y YONDELIS, soluciones farmacológicas
contra el cáncer de ovario gracias a la biomímesis .................. 188
6. Un ejemplo cercano: el caso de SAICA ..................................... 190
7. Producción y comercialización de
energía 100 % renovable: Som Energia ..................................... 192
8. Mint 57º: Viajar por el mundo minimizando
nuestra huella ecológica ........................................................... 194
Conclusiones ........................................................................................ 197
Anexo: La Red Natura 2000 y la economía circular ........................... 205
Índice de siglas y abreviaturas ............................................................ 221
Bibliografía ........................................................................................... 225

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Introducción
general

Vivimos en un mundo tremendamente cambiante y globalizado,


donde resulta muy difícil delimitar el alcance físico y temporal de los
efectos que se producen como consecuencia de nuestras actividades,
donde los problemas, conflictos y crisis son cada vez menos locales,
menos regionales y menos nacionales, extendiéndose y alcanzando di-
mensiones globales e internacionales.
Dentro de esos problemas globales, algunos de los más destacables
son el cambio climático, la sobreexplotación de los recursos y la destruc-
ción de los ecosistemas; provocados todos ellos, entre otras cosas, por
un sistema de producción y consumo humano que se ha descontrolado,
que no se ha preocupado nunca de las consecuencias que se podrían
originar, con el paso del tiempo, a costa del incremento de la producción
y el consumo, o por culpa de los métodos utilizados para desarrollarlo.
Actualmente, los efectos de ese modelo productivo y de consumo
se han hecho evidentes, demostrándose además que han sido directa-
mente producidos por este mismo modelo y, como efecto la globaliza-
ción (materializada especialmente en el incremento de las relaciones

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comerciales entre los diferentes Estados, que ha supuesto un aumen-


to de la oferta y la demanda mundial de estos recursos y, por ende,
una mayor producción y un mayor consumo de los mismos), son retos
a los que debe enfrentarse toda la Comunidad Internacional. De esta
forma, desde hace un tiempo, en el seno de las Organizaciones Inter-
nacionales se están buscando alternativas para poder hacer frente a
estos retos y, entre todas las exploradas, parece ser que la respuesta
más efectiva radica en el fenómeno que conocemos con el nombre de
“economía circular”.
Decidí trabajar sobre este ámbito, en primer lugar, porque guarda
estrecha relación con tres de los temas que más me han interesado
desde que comencé a formarme en Derecho; estos son, el Medio Am-
biente, las Relaciones Internacionales y el Derecho de la Unión Euro-
pea. Los dos primeros, por lo explicado anteriormente, al ser un instru-
mento con visos a dar una respuesta global a problemas que afectan
fundamentalmente a problemas medioambientales, y, el último, por-
que ha sido la Unión Europea la que, en su posición de interlocutor y
actor de relevancia internacional, ha desarrollado las primeras políticas
tendentes a lograr su implantación, estableciendo las primeras directri-
ces, recomendaciones y normas que han de tenerse en cuenta por los
diferentes Estados miembros y que animan al resto de la Comunidad
Internacional a actuar.
Para esta obra, en primer lugar, recopilé información leyendo varios
de los libros escritos por los primeros ideólogos de este fenómeno, a
los que podríamos considerar como “padres fundadores” de la eco-
nomía circular. Tras esto, continué enlazando dicha información con
otros conceptos que iban apareciendo, y los fui relacionando unos con
otros; y, así, hasta que tuve suficientes datos para comenzar a escribir.
La documentación sobre la materia todavía no es muy profusa y apa-
rece muy dispersa, incluso fenómenos que son, en esencia, propios de
la economía circular, aparecen recopilados en otras figuras que nada
tienen que ver.
Esa dispersión de la materia es tal que, sin lugar a dudas, se puede
afirmar que la economía circular es todavía, pese a los esfuerzos que
se están haciendo, una materia sobre la que es complicado trabajar e,
incluso, legislar, pues cada uno de los elementos o características de

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Introducción general 13

este nuevo paradigma suelen tratarse como fenómenos diferenciados


y no como economía circular en sí misma. Es por esto que el objetivo
fundamental del libro ha sido tratar de compilar y aglutinar toda esta
información y estos fenómenos para intentar explicar y desarrollar una
idea clara sobre la economía circular y concienciar sobre las ventajas
que tiene su aplicación.
Además, tal y como se ha reflejado al principio, al ser un fenóme-
no que pretende consagrarse como la solución a los problemas antes
citados, y al ser estos problemas globales, se necesita una institución
u organización que se encargue de marcar las pautas a seguir, porque
en cada estado, según su tradición jurídica, su idiosincrasia, localiza-
ción geográfica, etc., las medidas que se han querido adoptar han sido
igualmente variadas y difusas. Es por ello que considero que, en este
sentido, la Unión Europea juega un papel imprescindible, al haber sido
esta, principalmente a través de las políticas impulsadas por la Comi-
sión Europea, la que más pasos ha conseguido dar hacia su implanta-
ción y el único actor global de relevancia que ha desarrollado políticas
inclusivas de economía circular, considerándola como un fenómeno
propio.
El libro se encuentra dividido en diferentes capítulos, que confor-
marían, de alguna manera, tres bloques distintos, en función de la te-
mática que en ellos se trata. Así, podríamos decir que el primer capítulo
se compondría de los apartados uno al seis, en los cuales se explica
la razón de ser de la economía circular, desde los motivos de su exis-
tencia hasta sus posibles vías de implantación; en el segundo capítulo,
comprendido entre los apartados siete al trece, se desarrolla la labor
de la Unión Europea con respecto a la economía circular, explicando
cuáles han sido las principales políticas y medidas que se han tomado
para facilitar su implantación, así como el grado de aplicación de dichas
políticas en el territorio de la UE, haciendo especial hincapié en nuestro
país y en la comunidad autónoma de Aragón. Finalmente, en el último
capítulo, se pretende mostrar algunos casos de éxito de empresas que
han aplicado la economía circular, para demostrar, de una manera más
práctica, cuáles son las ventajas que conlleva aplicar este nuevo mode-
lo. Por último, también se incluye un anexo en el que se pretende resal-
tar la importancia de la conservación de la biodiversidad para favorecer

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la economía circular, incidiendo especialmente en otra figura, la Red


Natura 2000.
Es probable que, conforme se avance en la lectura, muchas cues-
tiones que están siendo mencionadas ya sean conocidas por el lector
y esto es, tal y como se explicará en su momento, porque, aunque el
fenómeno de la economía circular es relativamente nuevo, muchos de
sus componentes, principios y teorías tienen décadas de antigüedad
y guardan estrecha relación con otros conceptos, como el desarrollo
sostenible o la economía verde, pero que, tal y como se verá más ade-
lante, son cuestiones diferentes.
Aunque es cierto que he hablado, hasta ahora, de esta materia des-
de un punto de vista medioambiental, tal y como indica su nombre, el
componente económico es el principal y fundamental, y es aquí donde
radica la principal diferencia con respecto a los otros fenómenos que
pudieran citarse en algún punto del libro, siendo esto, en mi opinión,
el factor más interesante de la economía circular. Mientras todas las
soluciones que se han ido presentando durante las últimas décadas
para hacer frente a los meritados problemas, la economía circular, por
vez primera, pretende resolverlas, valga la redundancia, a través de la
economía. Es, a mi parecer, como ya he dicho, el elemento más intere-
sante de la economía circular porque, no solo nos va a demostrar que
la solución a esos problemas es posible gracias a la EC, sino que, ade-
más, nos refleja que esta está llamada a revolucionar toda nuestra for-
ma de vida tal y como la hemos conocido hasta ahora, especialmente
con respecto a nuestros hábitos de consumo y a nuestros procesos de
producción; y, al margen de todo esto, de manera subsidiaria, puede
igualmente ofrecer solución a otros problemas de gran envergadura,
como los sociales, especialmente el paro.
Trayendo el párrafo anterior a colación, al indagar sobre la econo-
mía circular, cualquier persona puede sacar una fácil conclusión: los
otros modelos que se han venido intentando aplicar desde hace déca-
das para solventar la crisis medioambiental han acabado fracasando
y abandonándose porque, mientras que aportaban alternativas y so-
luciones a todos esos problemas de índole medioambiental, frenaban
el crecimiento y el desarrollo humano, al contrario que la economía
circular que, lejos de poner trabas al desarrollo, lo potencia.

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Introducción general 15

Gracias a la economía circular, empresas de todo el mundo, espe-


cialmente en Europa, están consiguiendo incrementar sus beneficios,
reducir sus gastos y, además, contribuyendo a crear un Planeta más
sostenible y más respetuoso con el medio ambiente, de tal manera que
el ser humano, en este nuevo paradigma, no se considera como una
amenaza para él mismo, sino en un sujeto activo imprescindible para
garantizar su conservación. El ser humano siempre ha formado parte
de los ecosistemas naturales, pero hasta ahora era visto como el princi-
pal destructor de los mismos. Con la economía circular, medio ambien-
te y ser humano son dos elementos que, no solo pueden coexistir, sino
que deben hacerlo, se necesitan mutuamente para seguir alcanzando
su desarrollo.
La economía circular es revolucionaria porque ha logrado dar con
la respuesta principal para solucionar el problema: dar un valor real,
monetizado y cuantitativo a aquello que queremos proteger. Al fin y
al cabo, se dice que solo protegemos aquello que conocemos y que
nos beneficia, por lo que, al haber estado durante siglos considerando
nosotros mismos al ser humano y al medio ambiente como realidades
incompatibles, solo hemos estado trabajando para nosotros, o, al me-
nos, primero para nosotros, dejando en un segundo plano la protec-
ción del medio ambiente. Si entendemos al medio ambiente como una
fuente de ingresos y no como un mero instrumento, no solo lo utiliza-
remos, como hasta ahora, sino que lo protegeremos, porque necesita-
mos vivir de él. Puede parecer una visión egoísta, pero, realmente, no
creo que lo sea considerando que la relación que se ha creado ahora,
gracias a la economía circular, es de ganar-ganar, donde no sale ganan-
do una parte (desarrollo humano) en detrimento de la otra (medio am-
biente), sino que ambas se refuerzan, por lo que la máxima “para que
alguien gane, otro tiene que perder”, que ha venido rigiendo nuestros
tradicional sistema económico, dejaría de aplicarse.
Al igual que tenemos un mundo cada vez más globalizado, interco-
nectado e interdependiente, tenemos también la capacidad de utilizar
numerosas herramientas que nunca antes habíamos considerado para
revertir una situación que parecía irreversible y, por ello, a través de
la economía circular, como se entenderá al final del libro, tenemos la
capacidad de crear un mundo más justo, más apto para vivir e, incluso,
más solidario con las generaciones futuras.

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16 Ignacio Belda Hériz

Para averiguar qué herramientas son estas, cómo nos pueden ayu-
dar a conseguir ese planeta que tanto querríamos, y de qué manera se
está llevando a cabo esa transición, las respuestas se pueden encon-
trar en los sucesivos capítulos, donde espero que el lector pueda llegar
a descubrir la economía circular.

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Capítulo 1
La economía circular

1.1. Consideraciones previas a la problemática de los recursos

¿Nos podemos preguntar si es sostenible el actual sistema de con-


sumo y producción humano? En torno a esta (aparentemente) simple
pregunta, numerosos investigadores y estudiosos han iniciado un ex-
tenso debate para poder responderla, llegando prácticamente todos
a la conclusión, de que, de una u otra manera, de continuar por este
camino, en un futuro (difícil de predecir con total exactitud en qué
momento), el ser humano no podrá satisfacer sus necesidades de pro-
ducción y consumo, por lo que se hará necesario buscar otras alter-
nativas para poder aumentar o, al menos, mantener el actual nivel de
vida del que disfrutamos.
Los recursos naturales incluyen, entre otros, las materias primas,
el agua, energía, biodiversidad, la tierra… en definitiva, se puede con-
siderar como recurso natural cualquier elemento presente en la na-
turaleza del cual se sirve el ser humano para producir bienes y, por
tanto, también para prestar servicios. Así, los recursos naturales son

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necesarios para desarrollar cualquier actividad humana; la ropa que


vestimos, los automóviles, los alimentos, los medicamentos, las nue-
vas tecnologías, las infraestructuras… Todo aquello que produce y
consume el ser humano proviene de la directa utilización o transfor-
mación de los recursos naturales, ergo, sin ellos, sería imposible desa-
rrollar nuestra forma de vida.
Reflexionemos, por un momento, sobre las conclusiones a las que
llegó el entonces especialista en estudios sobre Sostenibilidad de la
Universidad de Xalapa (México), Mathis Wackernagel1, durante la ce-
lebración del Foro de Río + 52, en 1997, cuando afirmó lo siguiente: “si
fuera posible extender a todos los seres humanos el nivel de consumo
de los países desarrollados, sería necesario contar con tres planetas para
atender a la demanda global”3. Sin duda, esas declaraciones debieron
haber hecho saltar todas las alarmas en su día, pues lo que quedaba
patente, según el experto, era que la Tierra no tenía (ni tiene) la capaci-
dad suficiente para satisfacer las necesidades de todos sus habitantes.
Sin embargo, esto no es todo pues, conforme a los cálculos realiza-
dos en los años 1992 (año en el que se celebró la Cumbre de Rio) y
1997 (año en el que se celebró el Foro Río +5), y comparando ambos,
obtenemos unos resultados igualmente preocupantes: el consumo de
recursos naturales de la humanidad ya excedía en un 25 % la capacidad
de la Tierra para recuperar los bosques talados y las aguas y áreas con-
taminadas en 1992 y, cinco años más tarde, ese exceso llegaba al 33 %.
Esto provocó que el propio Wackernagel declarase hace ahora 20 años

1 Mathis Wackernagel (Suiza, 1962), famoso por ser uno de los fundadores del concepto “hue-
lla ecológica”, que alerta sobre la sobreexplotación de los recursos naturales, así como por
haber colaborado con gobiernos, corporaciones y organizaciones no gubernamentales de los
cinco continentes. Por su labor ha recibido varios premios de gran prestigio internacional, in-
cluidos el “Zayed Prize for the Environment”, en Dubái (Emiratos Árabes Unidos, EAU), curio-
samente, el país que en la actualidad registra la huella ecológica más alta del mundo, en 2011; o
el más reciente, en 2015, el “IAIA Global Environment Award” (Fuente, consultada en septiem-
bre de 2017: http://www.footprintnetwork.org/).
2 El Foro de Río + 5, o Cumbre Para la Tierra +5, como también se conoce, tuvo lugar en un
período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, celebrada en
1997. Tenía como principal objetivo analizar la ejecución del Programa 21, aprobado en la Cum-
bre de 1992. Dicho Programa 21 es un plan de acción que tiene como finalidad alcanzar deter-
minadas metas ambientales y de desarrollo en el siglo XXI. (Fuente: Centro de Información de
las Naciones Unidas para México, Cuba y República Dominicana).
3 Vilches Peña, A., Gil Pérez, D. and Mayor Zaragoza, F. (2003). Construyamos un futuro sosteni-
ble. Madrid: Cambridge University Press. p. 52.

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Capítulo i: La economía circular 19

que: “hoy (1997) vivimos en un mundo más peligroso que el de 1992, con
más gente, más consumo, más desperdicio y más pobreza, pero también
con menos biodiversidad, menos bosques, menos agua potable, menos
suelo y menos capa de ozono”4.
Si nos detenemos a analizar más en profundidad los problemas de
los que se alertaban en sendas declaraciones, podemos sacar unas
conclusiones bastante claras y alarmantes: los recursos naturales de
los que dispone el ser humano se están agotando y están siendo con-
sumidos a tal velocidad que su proceso de extinción se produce más
rápido de lo que la Tierra es capaz de regenerarlos. Sin duda, estas
conclusiones ya son, por sí solas, inquietantes, pero si tenemos en
cuenta que fueron divulgadas hace más de 20 años (en la Cumbre de
París de 1995), habiendo tenido tiempo suficiente para reaccionar
y tomar medidas, instintivamente nos debemos preguntar sobre la
situación, en este sentido, en la que nos encontramos hoy en día,
para analizar cómo hemos actuado al respecto; y, lamentablemente,
como veremos a continuación y contrariamente a lo que deberíamos
esperar, lejos de haber aplicado políticas para frenar el consumo
descontrolado de recursos, este se ha seguido incrementando de
manera desmesurada, así como tampoco se han buscado demasia-
das alternativas al tradicional sistema de producción y consumo, lo
que nos sitúa en una posición, más que inquietante, extremadamen-
te peligrosa.
Así, a tenor de lo anterior, cabe decir que, por ejemplo, se calcula
que, en el año 2012, se necesitó “la biocapacidad5 de 1,6 planetas para
suministrar los recursos y servicios naturales que los seres humanos con-
sumieron ese año”6. Recordemos que 20 años antes se había advertido,

4 Diario “El País”, en su artículo: El Foro de Río alerta sobre la creciente dilapidación de los
recursos naturales, del 17 de marzo de 1997. [https://elpais.com/diario/1997/03/17/socie-
dad/858553204_850215.html].
5 La biocapacidad se define como la superficie biológicamente productiva (cultivos, pastos,
mar productivo o bosques) disponible. La diferencia entre la huella ecológica (demanda de
recursos) y la biocapacidad (recursos disponibles) se define como déficit ecológico. (Fuente:
www.ecointeligencia.com).
6 WWF (2016). Informe Planeta Vivo 2016. Riesgo y resiliencia en el Antropoceno. [online]
Gland, Switzerland: WWF International, p.36. Disponible en: http://awsassets.wwf.es/down-
loads/informeplanetavivo_2016.pdf?_ga=2.104801088.1308188684.15073863721097275452.15
07386372 [Consultado en 7 Sep. 2017].

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20 Ignacio Belda Hériz

por parte de Wackernagel, de cómo el ser humano necesitaría la bio-


capacidad de tres planetas para satisfacer la demanda de recursos de
los seres humanos si todos los países del mundo consumiesen en las
mismas cantidades que los países desarrollados. Pues bien, con el au-
mento del consumo de muchos países en vías de desarrollo (a los cua-
les tampoco se les puede reprochar que quieran llegar a alcanzar los
niveles de desarrollo de los países ya desarrollados, todo sea dicho),
junto con el de los países desarrollados (que siguen siendo, en general,
los que más consumen), aquello que parecía una simple advertencia, se
ha convertido en una realidad y ya hemos superado, en dos décadas,
más de la mitad de esa biocapacidad.
Sin embargo, esto no acaba aquí, pues si en 1995 –año que esta-
mos tomando como punto de partida– la población mundial total era
de 5 700 millones de personas, y ya se hacía evidente esta carestía de
recursos; actualmente, tras alcanzar los 7 300 millones de habitantes
en 2015, y, teniendo en cuenta que, según las previsiones de la ONU
en su informe Revisión de las Perspectivas de Población Mundial nues-
tro planeta alcanzará los 8 500 millones en 2030 y los 9 700 millones
en 2050, y para el año 2100, la población mundial será de 11 200 mi-
llones de personas7 (aproximadamente, la población mundial crece a
un ritmo de unos 80 millones de personas al año, según UNESCO8), se
hace evidente que dicha carestía será cada vez mayor con semejante
incremento de la población. Este incremento de la población, además,
viene acompañado de un aumento de la clase media y, así, se calcula
que para el año 2030, la clase media aumente unos 3 000 millones de
personas más, lo que afectará indudablemente a una mayor demanda
de recursos (pues el poder adquisitivo de la población, será, en gene-
ral, mayor), tanto es así que se espera que la demanda de energía, por
ejemplo, sea un 36 % más alta para ese año (2030), de lo que lo era en
2011. A todo esto, se suma otro problema, pues, según informes del
Banco Mundial, la población urbana en el mundo se estimó en unos

7 United Nations. Department of Economic and Social Affairs. Population Division (2017). World
Population Prospects. The 2017 Revision. Key Findings and Advance Tables. New York, pp.5-10;
25. Disponible en: https://esa.un.org/unpd/wpp/Publications/Files/WPP2017_KeyFindings.pdf
[Consultado en 14 Jul. 2017].
8 World Water Assessment Programme. 2009. The United Nations World Water Development
Report 3: Water in a changing world. Paris. UNESCO, and London: Earthscan. Map 2.1, page 30.

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Capítulo i: La economía circular 21

3 800 millones en 2013, y se prevé que aumentará a casi 6 300 millones


para 2050. Hay que tener en cuenta que son las ciudades y los grandes
núcleos de urbanización los que más recursos demandan y los que más
residuos generan.
Sin ir más lejos, Abdolreza Abbassian, economista de la FAO, en de-
claraciones que hizo ante el medio The Associated Press, señaló que,
para alimentar a la población mundial en el año 2050, se necesitaría “un
incremento de 70 % de la producción global de alimentos en los próximos
40 años, tarea que se antoja titánica pues mientras la población mundial
crece un 1,55 % anual, los rendimientos del trigo (la mayor fuente de pro-
teína en países pobres), habrían sufrido un descenso del 1 %”.
Con todos estos datos: mayor población, mayor clase media, mayor
grado de urbanización, por un lado, y disminución de los recursos natu-
rales, por el otro, el resultado de la ecuación parece del todo evidente:
la Tierra cada vez será menos capaz de abastecer a la humanidad de los
recursos necesarios para su subsistencia. Así que, llegados a este pun-
to deberíamos pararnos a reflexionar y preguntarnos, ¿hasta cuándo
vamos a seguir por este camino?
El ser humano emplea o extrae, hoy en día, un 50 % más de recursos
que hace 30 años, aproximadamente 60 mil millones de toneladas de
materias primas al año (para que nos hagamos una idea, esto equiva-
le al peso de 41 000 edificios como el Empire State Building de Nueva
York) y, según las tendencias de consumo y las predicciones que se han
explicado en los párrafos anteriores, se calcula que, para el año 2030,
la extracción de recursos podría incrementarse hasta 100 mil millones.
Esto es, que entre 1980 y 2040, de continuar por esta senda, la extrac-
ción de recursos naturales habría aumentado en torno a un 233 %.
La Global Footprint Network9, creó el concepto de “Día de Exceso
de la Tierra” (Earth Overshoot Day), que intenta fijar la fecha en que la
demanda anual de la humanidad sobre la naturaleza excede lo que la
Tierra puede regenerar en este año, o, lo que es lo mismo, el día del año

9 La GFN es una ONG en la que participan, en régimen de partenariado, diversas organiza-


ciones e instituciones de países de los cinco continentes, y de la que Mathis Wackernagel es
cofundador y director y cuya labor es la de asesorar, informar y colaborar con gobiernos e insti-
tuciones de todo el mundo para que se adopten medidas que frenen los efectos devastadores
de la huella ecológica y el cambio climático, así como para promover el desarrollo sostenible.

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22 Ignacio Belda Hériz

en que se agota el consumo de recursos presupuestados para dicho


año, sin que afecten a la regeneración de los recursos, pretendiendo
así alarmar y concienciar sobre la problemática de la sobreexplotación
y de la velocidad a la que se consumen los recursos. Comenzó a medir-
se en el año 1970 y, mientras que, en dicho año, este día ocurrió el 23
de diciembre, en el año 2000 fue el 1 de octubre, y, en el año pasado,
2016, el Día de Exceso de la Tierra fue el 8 de agosto; esto quiere decir,
aparte de que cada año se consumen más rápido, que llevamos más de
cuatro décadas agotando los recursos anuales antes de que acabe el
año para el que están presupuestados y, por tanto, impidiendo su rege-
neración. Para explicar mejor esta sobreexplotación y sobreconsumo
de recursos naturales, podemos remitir a ejemplos concretos, como
los siguientes:
• Sobrepesca: “Desde el inicio de la pesca industrial en los años 50,
las poblaciones de grandes depredadores como atunes, pez es-
pada o bacalao han disminuido en un 90 %”, tal como reconoce
la ONG Greenpeace, afirmando que “tres cuartas partes de los
stocks pesqueros están totalmente explotados, sobreexplotados
o agotados”10. Esto implica que el pescado, así como otros recur-
sos derivados de la industria pesquera (por ejemplo, la harina
de pescado, utilizada entre otras cosas, para la fabricación de
pienso para aves; o el aceite de pescado, del cual se obtiene el
omega 3), están próximos a agotarse, lo que generaría, además
de grandes problemas económicos para todos aquellos que sub-
sisten de esta industria, un problema alimentario y la extinción
de varias especies que cumplen funciones diversas en sus res-
pectivos ecosistemas.
Este problema de la sobrepesca se puede entender si considera-
mos que el consumo mundial de pescado y productos pesque-
ros per cápita, según la Organización de Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés)
ha ido aumentando constantemente en las últimas décadas, pa-
sando de una media de 11,5 kg durante el decenio de 1970, a una

10 Greenpeace España (2010). La pesca en España: una lección no aprendida. Estudio de las
pesquerías y recomendaciones ante la reforma de la Política Pesquera Común. Madrid, p.38.
Disponible en: http://www.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/oceanos/100430.pdf
[Consultado el 7 Oct. 2017].

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Capítulo i: La economía circular 23

media de 12,8 kg en el de 1980, y de 14,8 kg en el de 1990. En el


decenio de 2000, alcanzó una media de 16,4 kg per cápita en
2001-2003. En 2016 la producción global de productos pesque-
ros alcanzó los 175 millones de toneladas, lo que se traduce en
20,6 kg per cápita11.
• Deforestación: De acuerdo con el estudio sobre los bosques
más completo de la FAO hasta la fecha, la evaluación de los re-
cursos forestales mundiales 2015, “desde 1990 se han perdido
unos 129 millones de hectáreas de bosques –lo que equivale casi
a la totalidad de la superficie de Sudáfrica– y así, mientras que en
1990 los bosques cubrían el 31,6 por ciento de las zonas terrestres
del planeta –unos 4 128 millones de hectáreas–, en 2015 se ha pa-
sado al 30,6 por ciento –cerca de 3 999 millones de hectáreas–”12.
Los bosques, además de la importante función que desempe-
ñan como los grandes sumideros naturales de CO2, ayudando
a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la at-
mósfera, son la principal fuente de obtención de los recursos
madereros (utilizados en la fabricación de papel, celulosa, cau-
cho, de mobiliario, de viviendas…), así como de otros productos
farmacológicos, químicos (a partir de la resina, por ejemplo), o
alimentarios.
La destrucción de los bosques no solo se debe al aprovecha-
miento forestal, sino que se ha llevado a cabo, en gran medida,
para la sustitución de la masa forestal por campos de cultivo,
que generan mayores beneficios. En cualquier caso, la desapa-
rición de los bosques, puede provocar la pérdida de numerosos
recursos naturales imprescindibles para nuestro día a día.
• Escasez de agua: Este es, con total seguridad, el mayor de los pro-
blemas en cuanto a la carestía de recursos naturales se refiere,

11 FAO (2016). El estado mundial de la Pesca y la Acuicultura. Contribución a la seguridad ali-


mentaria y a la nutrición para todos. Roma, p.82. Disponible en: http://www.fao.org/3/a-i5555s.
pdf [Consultado el 16 Ag. 2017].
12 FAO (2015). Evaluación de los recursos forestales mundiales 2015. Compendio de datos.
Roma, pp.34-64. Disponible en: http://www.fao.org/3/a-i4808s.pdf [Consultado en 9 Jul. 2017].

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24 Ignacio Belda Hériz

pues no solo es un derecho13 y una necesidad básica para todo ser


humano tener acceso a la misma, sino que es también indispen-
sable para la producción y transformación de los demás recur-
sos naturales (para la agricultura, la ganadería, la producción de
energía, la producción industrial…).
El agua es, sin lugar a dudas, la fuente de la vida, por lo que su es-
casez implica directamente poner en riesgo la vida de millones
de personas e, incluso, de la totalidad de la Humanidad.
Así las cosas, según cálculos de la ONU se estima que, en la actua-
lidad, “cerca de 1 200 millones de personas, casi una quinta parte
de la población mundial, vive en áreas de escasez física de agua,
mientras que 500 millones se aproximan a esta situación. Otros
1 600 millones, alrededor de un cuarto de la población mundial, se
enfrentan a situaciones de escasez económica de agua14, donde los
países carecen de la infraestructura necesaria para transportar el
agua desde ríos y acuíferos”.
Las predicciones para el futuro tampoco son muy alentadoras,
pues se calcula que, “en 2025, 1 800 millones de personas vivirán
en países o regiones con escasez absoluta de agua y dos terceras
partes de la población mundial podrían hacerlo en condiciones de

13 Aunque explícitamente no hay un reconocimiento como tal, en noviembre de 2002, el Co-


mité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales adoptó la Observación General nº 15 sobre
el derecho al agua. El artículo I.1 establece que “El derecho humano al agua es indispensable
para una vida humana digna”. La Observación nº 15 también define el derecho al agua como el
derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible
y asequible para su uso personal y doméstico. Posteriormente, el 28 de julio de 2010, a través
de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente
el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el
saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. La Resolución
exhorta a los Estados y organizaciones internacionales a proporcionar recursos financieros, a
propiciar la capacitación y la transferencia de tecnología para ayudar a los países, en particular
a los países en vías de desarrollo, a proporcionar un suministro de agua potable y saneamiento
saludable, limpio, accesible y asequible para todos. Fuente: El derecho al agua: folleto infor-
mativo nº 35. Naciones Unidas, ACNUDH, ONU-Hábitat, OMS, 2010 http://www.un.org/spanish/
waterforlifedecade/pdf/human_right_to_water_and_sanitation_media_brief_spa.pdf
14 La escasez económica del agua significa que un determinado territorio, a pesar de disponer
de recursos hídricos (en mayor o menor medida), no dispone de los medios e infraestructuras
suficientes para poder aprovecharlos de manera eficiente, por tanto, pese a presentar un acce-
so potencial de agua, este no se puede llegar a materializar.

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Capítulo i: La economía circular 25

estrés hídrico15. En el 2030, casi la mitad de la población mundial


vivirá en áreas de estrés hídrico, incluidos entre 75 y 250 millones
de personas de África. Además, la escasez de agua en áreas áridas
o semiáridas provocará el desplazamiento de entre 24 y 700 millo-
nes de personas”16.
Lo más preocupante es que esta cifra amenaza con crecer drás-
ticamente. La ONU pronostica que la demanda de agua aumen-
tará un 40 % para el 2030, y con un clima cada vez más impredeci-
ble, las reservas de agua cada vez se resienten más. Se prevé que
en 2050 “la demanda mundial de agua haya aumentado un 55 %,
debido principalmente a demandas relacionadas con la creciente
urbanización en los países en desarrollo”17. Las ciudades (recorde-
mos, cada vez más numerosas) tendrán que ir más lejos o perfo-
rar más hondo para encontrar agua, o tendrán que depender de
soluciones innovadoras o de tecnologías avanzadas para satisfa-
cer sus necesidades hídricas, tal como lo explica la UNESCO en
su Informe de las Naciones Unidas sobre los recursos hídricos en
el mundo 2015, el cual alerta también “que la generación de ener-
gía térmica y la energía hidroeléctrica representan el 80 % y el 15 %
respectivamente de la producción mundial de electricidad, y por
lo general requieren grandes cantidades de agua. A nivel mundial,
se prevé que la demanda de energía aumentará un tercio hasta
2035, mientras se espera que la demanda de electricidad aumente
un 70 %. Dado que el 90 % de la energía térmica requiere un gran
consumo de agua, el 70 % del aumento se traduce en un aumento
del 20 % de las extracciones totales de agua dulce”. E, igualmente,

15 Un territorio se encuentra en estrés hídrico cuando los recursos hídricos de los que dispone
son inferiores a 1 700 metros cúbicos por persona. Asimismo, cuando se extrae agua de una
fuente a una velocidad superior a la que esta se recupera se considera que está bajo estrés
hídrico. En resumidas cuentas, el estrés hídrico se produce cuando la demanda de agua supera
a la oferta, por uno u otro motivo.
16 PNUD (2006). Informe sobre Desarrollo Humano 2006. Más allá de la escasez: Poder, pobre-
za y la crisis mundial del agua. New York: Bruce Ross-Larson, Meta de Coquereaumont y Chris-
topher Trott, pp.6-15 ; 30-50. Disponible en: http://hdr.undp.org/sites/default/files/hdr_2006_
es_completo.pdf [Consultado en 7 Oct. 2017].
17 UN WATER (2015). Informe de las Naciones Unidas sobre los recursos hídricos en el mundo
2015. Agua para un mundo sostenible. Datos y Cifras. p.6. Disponible en: http://www.unesco.
org/fileadmin/MULTIMEDIA/HQ/SC/images/WWDR2015Facts_Figures_SPA_web.pdf [Consulta-
do el 18 Sep. 2017].

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26 Ignacio Belda Hériz

algo similar ocurre en otros sectores; la demanda mundial de


agua para la producción industrial, por ejemplo, “se prevé que
aumente un 400 % entre el año 2000 y el 2050, mucho más que en
cualquier otro sector”18.
• El caso de los combustibles fósiles: Este es el ejemplo paradig-
mático de agotamiento de los recursos naturales, debiéndose
fundamentalmente, a diferencia de los casos anteriores, a que
se tratan de recursos no renovables, es decir, cuya existencia
tiene un límite, pues no se regeneran de manera natural y una
vez que se agoten desaparecen por completo.
Dentro de los combustibles fósiles encontramos, por ejemplo,
el carbón, el gas natural y el petróleo, por lo que no estamos
hablando de cualquier tipo de recursos, sino de aquellos de los
que el ser humano ha tenido, a lo largo de la historia reciente,
mayor dependencia. Tal ha sido esta dependencia, que en bue-
na parte de los conflictos internacionales más relevantes de las
últimas décadas (tanto diplomáticos como armados), el acceso,
comercio y control de estos recursos ha jugado un papel funda-
mental, hasta el punto de que varias de esas contiendas se han
generado directamente a consecuencia de ello19.
Según datos del Banco Mundial, en la actualidad (últimos datos
disponibles del 201320), el 81,2 % de la energía que se consume en
el mundo proviene de combustibles fósiles21. En 1960 era un 91 %
y, desde entonces, en general, ha ido descendiendo, aunque

18 Informe de las Naciones Unidas sobre los recursos hídricos en el mundo 2015. Op. Cit. p.8.
19 Dentro de estos conflictos se pueden incluir: la Primera Crisis del Petróleo, en 1973 y la Se-
gunda Crisis del Petróleo, en 1979, que provocaron la primera gran crisis económica de la se-
gunda mitad del siglo XX; la Primera Guerra del Golfo, entre 1990 y 1991; la Segunda Guerra del
Congo (1998-2003), y la actual escalada de violencia en el país, que se originaron por el control
de las minas de coltán (aunque en este caso no es un combustible fósil), mineral utilizado para
la fabricación de aparatos tecnológicos, como teléfonos móviles u ordenadores; o las disputas
del gas entre Ucrania y Rusia, que afectaron también directamente al suministro de gas en la
Unión Europea, y que han venido produciéndose, de manera intermitente, desde 2005.
20 https://datos.bancomundial.org/indicador/EG.USE.COMM.FO.ZS?view=chart
21 Aproximadamente, según los datos arrojados por la International Energy Agency, se repar-
te este porcentaje, de la siguiente manera: Petróleo 33 %, Gas natural 21 % y Carbón 27 %. (IEA.
World Energy Outlook 2010. http://www.worldenergyoutlook.org/media/weo2010.pdf).

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Capítulo i: La economía circular 27

con algún pico de incremento (por ejemplo, en 1996, era de un


79,8 %, menos que hoy en día), pero sigue siendo muy elevado.
Se estima por la International Energy Agency, que la tendencia
global va a continuar siendo similar, calculando que para el año
2035 el consumo de energía proveniente de combustibles fósi-
les sea de un 79 %22, lo cual no es buena señal pues, además de
los conflictos geopolíticos que estas fuentes de energía están
causando en aquellos lugares donde abundan, son muy con-
taminantes y, a la larga, aunque no se sabe cuándo con exac-
titud, acabarán desapareciendo, sin que se hayan buscado o
aplicado las alternativas que las sustituyan para cuando esto
ocurra.
Estos problemas expuestos tienen también un efecto directo en
los precios, y, de este modo, mientras que durante el siglo XX, tal y
como reconocía la consultora McKinsey en su informe “La revolución
de los recursos”, de 2011, “los precios de las materias primas y la ener-
gía se redujeron en términos reales […] el precio real de la mayoría de
las materias primas cayó casi a la mitad. Una caída realmente sorpren-
dente si tenemos en cuenta que en estos cien años la población mundial
se cuadruplicó y el PIB mundial se multiplicó por veinte, con el resulta-
do de un crecimiento de la demanda de materias primas entre el 600 y
el 2000 %, según el caso”23; de unos años a esta parte, la situación ha
cambiado drásticamente. Dicha bajada de precios, lo que nos hacía
pensar, tal y como lo explica Nadya Zhexembayeva24, en su Estretegia
del océano esquilmado, es que podíamos seguir consumiendo a este
ritmo, a costa de los recursos naturales, porque no parecía afectar a
la volatilidad en los precios ni parecía indicar que aquellos recursos
pudiesen llegar a acabarse.

22 IEA (2012). WORLD ENERGY OUTLOOK 2012 RESUMEN EJECUTIVO. París, p.8. Disponible
en: http://www.iea.org/publications/freepublications/publication/Spanish.pdf [Consultado el 7
Oct. 2017].
23 Citado por Zhexembayeva, N. (2014). La estrategia del océano esquilmado: cómo impul-
sar la innovación para adaptarse a la nueva economía circular. 1st ed. Barcelona: Llorenç
Rubió. p.8.
24 Citado por Zhexembayeva, N. (2014). La estrategia del océano esquilmado: cómo impulsar
la innovación para adaptarse a la nueva economía circular. 1st ed. Barcelona: Llorenç Rubió.
p.8.

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28 Ignacio Belda Hériz

No obstante, lejos de la realidad, como se demostró pocos años


después, esto era una falacia y así, concluye la autora, “desde el inicio
del S.XXI, los precios de las materias primas se han incrementado un
147 %, en términos reales”, con lo cual, se calcula que será necesaria
una inversión anual de entorno a un billón de dólares en el sistema de
generación y conservación de los recursos naturales para atender la
demanda futura, estimándose, por ejemplo, “que la demanda de ener-
gía sea un 36 % más alta en el 2030 de lo que lo era en el año 2011”25.
En esta línea, nos queda por tratar el último de los problemas rela-
tivos a la sobreexplotación y consumo de recursos naturales que es,
evidentemente, la cuestión de los residuos.
¿Cuántos residuos puede llegar a generar el aumento de la produc-
ción y el consumo?, ¿dónde se almacenan semejantes cantidades de
residuos?, ¿cuánto cuesta mantener tantos residuos?
Durante el siglo XX la producción de recursos aumentó diez veces.
Hace diez años había dos mil novecientos millones de residentes urba-
nos, que generaban 0,64 kg de residuos sólidos municipales (RSM)26
por persona al día (6 800 000 toneladas al año), tal y como refleja el In-
forme del Banco Mundial What a Waste: A Global Review of Solid Waste
Management, de 2012.
Este mismo informe estima que, para dicha fecha (2012), se había in-
crementado en tres mil millones de residentes urbanos, que generaban
1,2 kg por persona al día (1 300 millones de toneladas al año), lo que ha
supuesto un aumento de más del 91 %. Para 2025, se estima, serán 4 300
millones de residentes urbanos, generando en torno a 1,42 kg de RSM
por persona al día (2 200 toneladas al año, algo más de 6 millones de
toneladas de residuos al día). Esto supone un incremento de un 70 %. Se

25 La estrategia del océano esquilmado: cómo impulsar la innovación para adaptarse a la nue-
va economía circular. Op. Cit. p. 25-26.
26 Los residuos sólidos municipales, más conocidos como residuos sólidos urbanos, son aque-
llos que se generan en los espacios urbanizados, como consecuencia de las actividades de con-
sumo y gestión de actividades domésticas (viviendas), servicios (hostelería, hospitales, ofici-
nas, mercados, etc.) y tráfico viario (papeleras y residuos viarios de pequeño y gran tamaño).
Val, A. and Jiménez, A. (1997). El libro del reciclaje. Barcelona: Integral.

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Capítulo i: La economía circular 29

prevé que el costo anual de la gestión de residuos sólidos aumentará


de los 205 000 millones de dólares actuales a los 375 000 millones27.
Según un artículo publicado en la prestigiosa revista Nature28 en
el año 2013, extendiendo las actuales tendencias socioeconómicas,
para el año 2100 no alcanzaremos el pico máximo de residuos, pero
llegaremos a producir la friolera de 11 millones de toneladas de re-
siduos urbanos al día, lo que, sin duda, sería una carga económica y
medioambiental muy costosa. Para que nos hagamos una idea, solo
en el año 2025, de cumplirse las predicciones, la cantidad de residuos
generados sería suficiente para formar cada día, con camiones de la
basura al límite de su capacidad, una fila de 5 000 km de longitud. O, lo
que es lo mismo, si hiciésemos una línea recta con esos camiones, po-
dríamos conectar el Cabo de Roca, en Portugal (punto más occidental
de Europa Continental) con Bakú (4 998 km en línea recta), en Azer-
baiyán (a orillas del Mar Caspio), lo que nos permitiría cruzar toda la
Península Ibérica, el Mediterráneo, Turquía y el Cáucaso, saltando de
camión en camión (suponiendo que dichos camiones flotasen), todos
los días del año.
Expuestos todos estos problemas, nos queda ahora plantearnos
si es posible hallar alguna solución. Es aquí donde la llamada “econo-
mía circular”, que va a explicarse en los sucesivos capítulos, entra en
juego. A través de la aplicación de un sistema basado en la economía
circular es como muchos de los grandes ecologistas, economistas,
ambientalistas y científicos pretenden poner una solución definitiva al
problema, que cambiaría radicalmente nuestro modelo de producción
y consumo. Ha generado tanta expectación y en ella se han deposita-
do tantas esperanzas que la propia Unión Europea (que ha liderado
las grandes reformas medioambientales a nivel internacional de las úl-
timas décadas), ha decidido empezar a desarrollar medidas para que

27 World Bank (2012). What a Waste. A Global Review of Solid Waste Management. Urban
Development Series. Knownledge Papers. Washington, DC. Disponible en: http://documentos.
bancomundial.org/curated/es/302341468126264791/pdf/68135-REVISED-What-a-Waste-2012-Fi-
nal-updated.pdf [Consultado el 7 Oct. 2017].
28 Hoornweg, D., Bhada-Tata, P. and Kennedy, C. (2013). Environment: Waste production must
peak this century. Nature, 502(7473), pp.615-617. Disponible en: http://www.nature.com/news/
environment-waste-production-must-peak-this-century-1.14032#/ref-link-8 [Consultado el 12
Jul. 2017].

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30 Ignacio Belda Hériz

se apliquen o, al menos, para concienciar sobre los beneficios de su


aplicación.

1.2. De una economía lineal a una economía circular

El modelo de producción y consumo que se ha venido desarrollan-


do tradicionalmente, como se ha podido ver en el apartado anterior,
responde a un sistema lineal en el que los recursos naturales son extraí-
dos, ya sea para ser utilizados directamente o para ser transformados
en bienes, los cuales son vendidos para ser usados durante un periodo
de tiempo determinado y, finalmente, acaban siendo desechados en
un vertedero, generando grandes cantidades de residuos.
Ahora pensemos en el ciclo biológico de cualquier ser vivo, en el de
una planta, por ejemplo. Como bien sabemos, el ciclo de la vida se re-
sume en las siguientes fases: nacer, crecer, reproducirse y morir. Así,
nuestra planta nace a través de una semilla procedente de los frutos
de otra planta madura, va creciendo progresivamente y, si las condi-
ciones son óptimas, alcanzada la madurez, producirá frutos en los que
albergará nuevas semillas, que generarán a su vez nuevas plantas. Pa-
sado un tiempo, nuestra planta perecerá, sirviendo sus restos como
materia orgánica que utilizarán otros seres vivos de diversas maneras,
generando otros recursos naturales y contribuyendo a nuevos ciclos
biológicos. Además de su propio desarrollo, durante el ciclo biológico
de la planta en cuestión, esta está sirviendo constantemente a múlti-
ples fines subsidiarios: sirve para refugio de otros seres vivos, provee
de alimentos a seres humanos y animales, sus hojas, cuando caen en
otoño, se convierten en nutrientes para el suelo, etc. Como vemos,
desde que la planta nace hasta que muere (e incluso después de muer-
ta), se produce un “círculo” biológico en el que todos los procesos
y elementos cumplen una función, que sirven para crear o regenerar
vida.
En este sentido, imaginemos ahora que hablamos de un ordena-
dor portátil, en vez de una planta. Para fabricar un ordenador son
necesarias, aproximadamente, 1,8 toneladas de materiales, incluidos
1 500 litros de agua, 240 kg de combustibles y 22 kg de productos

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Capítulo i: La economía circular 31

químicos29. De este modo, si tenemos en cuenta que un portátil pesa


entre 1 y 2 kg, esto significa que solo entre el 0,1 % y el 0,05 % de los
materiales que son empleados componen finalmente el producto.
En Estados Unidos, por ejemplo, más de 47 millones de ordenadores
fueron desechados en 2012, de los cuales menos de un 25 % fueron
reciclados, lo que significa que, trasladando los datos que se acaban
de exponer a un ordenador portátil en concreto, como el que estoy
usando ahora mismo, el 99,8 % de los materiales empleados en su
fabricación se convirtieron en basura, para no volver a ser utilizados
nunca más.
Mientras que nuestra planta nace de la semilla de otra planta, em-
pleando el 100 % de su materia orgánica, y contribuye constantemente
a la generación de nuevos ciclos, nuestro ordenador “nace” gracias a
la transformación de una mínima parte de otros centenares de produc-
tos, de los cuales casi el 100 % son desechados y no generan más que
basura. Nuestro ordenador representa ese sistema lineal en el que se
extraen recursos, se transforman y se desechan, y donde, generalmen-
te, los materiales empleados solo tienen una utilidad y no contribuyen
a la generación o regeneración de nuevos productos, una vez que se
acaba la vida útil del producto primigenio.
A todo esto hay que añadirle que, mientras algunas especies de
plantas, como los robles, los castaños o los olmos, pueden llegar a
vivir, si las condiciones lo permiten, varios cientos de años (incluso al-
gunos ejemplares de estos árboles datan de hace más de mil años), la
inmensa mayoría de los bienes tecnológicos están “programados para
morir”, dado que prácticamente la totalidad de estos productos están
fabricados con una obsolescencia programada para que, pasados `x´
años resulten inservibles y tengan que ser sustituidos por otros más
nuevos.
Así, mientras que un árbol está generando materia orgánica y vida
constantemente, durante décadas o siglos, empleando el 100 % de la
materia orgánica que necesita, un ordenador portátil o cualquier apara-
to tecnológico, que emplea efectivamente una ínfima parte de las ma-
terias primas requeridas para su elaboración, solo puede ser utilizado

29 Kühr, R. (2004). Computers and the environment. Dordrecht [u.a.]: Kluwer, Acad. Publ. Es-
tudio realizado para la Universidad de Naciones Unidas.

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32 Ignacio Belda Hériz

durante 3, 4 o 5 años, desechando el resto de los materiales, así como


el producto final, una vez concluida su vida útil, a un vertedero donde
lo único que se genera son residuos contaminantes de los que solo un
porcentaje muy pequeño se vuelve a emplear30.
Una vez explicado esto, surgen las siguientes preguntas: ¿qué es la
economía circular? y ¿qué tiene que ver con lo expresado hasta ahora?
La economía circular pretende, precisamente, cambiar el modelo lineal
de usar y tirar por uno que imite o se asemeje, lo más posible, al siste-
ma circular (valga la redundancia), que presenta el ciclo biológico en la
naturaleza, de manera que se optimice la utilización de los recursos y
se disminuyan los residuos. Es decir, la economía circular pretende que
nuestros productos estén siempre en circulación, no solo ampliando su
vida útil sino consiguiendo que, tanto durante esta como una vez que
se acabe, sirvan para generar nuevos productos (de igual manera que
la planta contribuye a crear nuevas plantas y nuevos organismos), para
que así no se haga necesario extraer grandes cantidades de recursos
naturales, sino emplear de nuevo aquellos que ya fueron una vez uti-
lizados o extraídos, evitando así tanta dependencia por unos recursos
que se agotan.
Pero, ¿cómo se consigue esto? Hay muchas teorías al respecto, y
varios teóricos, expertos en diferentes áreas del conocimiento tales
como la economía, biología, ingeniería y otras muchas disciplinas, han
escrito sobre la materia, en relación a su campo concreto, aportando
diferentes puntos de vista y opiniones pero, en el fondo, coincidiendo

30 Uno de los ejemplos de la problemática de generación de recursos tecnológicos, lo en-


contramos en Agbogbloshie, un barrio de Accra, capital de Ghana, que se ha convertido en
el mayor cementerio digital del mundo (recibe más de 600 contenedores al mes repletos de
equipos electrónicos obsoletos, y ocupa una superficie equivalente a once campos de fútbol),
donde América del Norte y Europa envían la mayoría de los residuos tecnológicos generados
en sus países, así como en el lugar más contaminado de África (el nivel de exposición de estos
contaminantes en Agbogbloshie sería 50 veces mayor al máximo que recomienda la OMS, y la
ONU estima la concentración de plomo en el suelo llega a superar mil veces el nivel máximo
de tolerancia, y que la contaminación del agua y la tierra exterminó en menos de una década
toda la biodiversidad de la zona). Se puede ampliar información en los siguientes artículos,
González, J. (2017). Ghana, el vertedero tecnológico del primer mundo. DiarioSur. Disponible
en: http://www.diariosur.es/tecnologia/investigacion/201702/18/ghana-vertedero-tecnologi-
co-primer-20170216090027-rc.html [Consultado el 7 Oct. 2017]. Y, Rodríguez, M. (2017). Ag-
bogbloshie: el círculo vital imperfecto de la tecnología. El Mundo. Disponible en: http://www.
elmundo.es/tecnologia/2015/01/24/54bf62e2e2704e98028b456d.html.

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Capítulo i: La economía circular 33

todos ellos en la necesidad de cambiar el actual modelo lineal por un


modelo circular, puesto que, como se explicó en el capítulo anterior,
todos reconocen que el actual sistema de producción y consumo es, a
más corto o más largo plazo, completamente insostenible.
La economía circular, si bien muchos de sus componentes y su ins-
piración se nutren de conceptos y aspectos ambientales, no deja de
ser, como su propio nombre indica, un modelo económico llamado a
revolucionar, a cambiar radicalmente los estándares tradicionales de
producción y consumo. De esta forma, podríamos decir que la principal
característica de la economía circular es la “intersección de los aspectos
ambientales y económicos”, como define la Fundación para la economía
circular31. Por tanto, se podría afirmar que la economía circular busca
ofrecer respuestas a ciertos problemas ambientales o naturales (esca-
sez de recursos naturales), para así poder seguir contribuyendo al de-
sarrollo económico y social del ser humano. En este proceso, además
y de forma accesoria, es cierto que se presentan interesantes solucio-
nes para mitigar los efectos devastadores de muchos otros problemas
medioambientales, como el cambio climático o la contaminación, pero
la principal motivación y razón de ser de la economía circular radica
en proteger los propios intereses económicos y servir al desarrollo hu-
mano, por ello, se aleja completamente de teorías ecocentristas, que
defienden la necesidad de una ruptura con el sistema económico domi-
nante basado en el crecimiento, anteponiendo los intereses medioam-
bientales a los intereses humanos, y se acercaría más a posturas de la
ecología antropocentrista al considerar que el ser humano no solo for-
ma parte del medio ambiente, sino que este es esencial para su desa-
rrollo y, por eso, es el propio ser humano quien debe proteger el medio
ambiente para proteger sus propios intereses y el de los demás seres

31 La Fundación para la economía circular es una Fundación privada, de ámbito ibérico y pro-
yección supranacional, formada por un patronato compuesto por antiguos altos cargos de ad-
ministraciones autonómicas con un equilibrio territorial y político. Colaboran con la Fundación
personalidades y expertos mundiales, administraciones públicas, entidades privadas y agentes
sociales. La Fundación trabaja en tareas relacionadas con la economía circular, la sostenibilidad,
el uso de los recursos y el medio ambiente. Actualmente es líder indiscutible en conocimiento
acerca de estos sectores de actividad, prolongando su labor de excelencia medioambiental a
España y Portugal, Europa, la cuenca mediterránea, Latinoamérica y a los territorios insulares
del planeta. Más información en: Economiacircular.org. (2017). ¿Quiénes somos? | economiacir-
cular.org. [online] Disponible en: http://economiacircular.org/wp/?page_id=51 [Consultada el
15 Ag. 2017].

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34 Ignacio Belda Hériz

vivos. No debe ser un sujeto pasivo, sino activo. Por consiguiente, la


economía circular compartiría muchos aspectos con otros conceptos
como el desarrollo sostenible32, y respondería a las necesidades con-
templadas en la Declaración de Estocolmo Sobre el Medio Humano33,
de 1972, que en uno de sus apartados (Principio 8), reconoce que “el
desarrollo económico y social es indispensable para asegurar al hombre
un ambiente de vida y de trabajo favorable y para crear en la tierra las
condiciones necesarias de mejora de la calidad de vida”.
Lo que viene a decir el párrafo anterior, en definitiva, es que la eco-
nomía circular no busca, ni mucho menos, poner trabas al desarrollo
económico, industrial, urbano o social, sino, muy al contrario, pretende
ayudar a que este desarrollo siga produciéndose, pero que se lleve a
cabo de una manera más sostenible y, sobre todo, eficiente, lo que,
como ya se puede intuir, también hará posible frenar la volatilidad de
los precios, así como satisfacer la demanda presente y futura de mate-
rias primas e, incluso, evitar que surjan conflictos internacionales por el
control de los recursos.
¿De dónde surge la idea de una economía circular? Fue en los años
70 del siglo XX cuando se empezó a hablar, propiamente, de la eco-
nomía circular, surgiendo en aquella época las grandes escuelas de
pensamiento en relación a esta materia, aunque hasta los años 90 no
empezaron a desarrollarse plenamente, por lo que es un concepto re-
lativamente nuevo. De tal manera, encontramos obras como la econo-
mía de servicios funcional (economía del rendimiento de Walter Sta-

32 Según Naciones Unidas (en su Informe: ONU (1987). Nuestro futuro común. Comisión Mun-
dial sobre Medio Ambiente y Desarrollo.), por desarrollo sostenible se entiende “la satisfacción
de las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generacio-
nes futuras para satisfacer sus propias necesidades”. La economía circular busca, como hemos
dicho, cambiar el modelo económico para poder hacer frente a la problemática de la escasez
de recursos, para poder satisfacer la actual demanda, así como garantizar la demanda futura,
por tanto, aplicando un modelo económico circular, se estaría, directamente, garantizando un
desarrollo sostenible. Por ello, considero que la economía circular sería el instrumento para
conseguir poner en marcha el desarrollo sostenible, que, hasta ahora, solo era un concepto, un
objetivo, pero no contemplaba, en su concepción, los métodos para llegar a alcanzarlo.
33 La Declaración de Estocolmo se adoptó en el seno de la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente Humano, 16 de junio de 1972, a raíz de la cual surgió “el primer cuer-
po de una «legislación blanda» (en el Derecho Anglosajón, la legislación blanda se refiere a las
disposiciones normativas no vinculantes) para cuestiones internacionales relativas al medio
ambiente”.

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Capítulo i: La economía circular 35

hel); la filosofía de diseño “cradle to cradle” de William McDonough


y Michael Braungart; la biomímesis articulada por Janine Benyus; la
ecología industrial de Reid Lifset y Thomas Graedel; el capitalismo na-
tural de Amory y Hunter Lovins y Paul Hawken; y el enfoque de sis-
temas de economía azul descrito por Gunter Pauli, entre otros, que
recogen y definen las primeras nociones y elementos sobre economía
circular.
No obstante, antes de todos estos autores, otros muchos alzaron
su voz durante los siglos XIX y principios del XX en contra del desa-
rrollo económico y social que se estaba produciendo tras las Revolu-
ciones Industriales que habían tenido y estaban teniendo lugar, pues
ya en aquella época, el crecimiento de las ciudades y el desarrollo de
nuevas industrias (imprenta, trenes y barcos de vapor, máquinas de
guerra, automóviles, etc.), a costa de la destrucción del entorno natu-
ral, del empobrecimiento de muchos de los ciudadanos y del aumento
de la población34, vaticinaba para algunos un futuro incierto y oscuro
en cuanto al desarrollo humano, medioambiental, social y económico
se refiere.
Uno de los primeros en atisbar que ese sistema de producción y con-
sumo que empezaba a fraguarse en tiempos de la Revolución Industrial
traería consecuencias devastadoras, fue Thomas Malthus35, quien en
1798 publicó An Essay on the Principle of Population, en el cual dejaba
escrito que “el peso de la población es tan superior a la capacidad de la
Tierra para permitir la subsistencia del hombre, que una u otra forma de
muerte prematura acabará por visitar a la raza humana”. Aunque su vi-
sión es muy pesimista y en muchos aspectos se aleja de las doctrinas
que defienden un desarrollo socioeconómico sostenible, lo que dejaba
claro, ya por aquella época, era que la velocidad a la que el ser humano
crecía, aumentando exponencialmente la demanda de materias primas

34 La ciudad de Londres, por ejemplo, pasó del millón de habitantes en 1800 a los 6,7 millones
un siglo más tarde, lo que supuso un crecimiento no solo en población, sino también en pobre-
za, en enfermedades y destruyendo el entorno natural para albergar las nuevas infraestructu-
ras y viviendas.
35 Malthus fue un clérigo anglicano y erudito británico con gran influencia en los estudios so-
bre la economía política y la demografía. Miembro desde 1819 de la Royal Society. Popularizó
la teoría de la renta económica y es célebre por la publicación en 1798 del libro Ensayo sobre el
principio de la población (An Essay on the Principle of Population). Está considerado como uno
de los primeros demógrafos.

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36 Ignacio Belda Hériz

y recursos, provocaría, en un futuro, graves problemas de abasteci-


miento. Ahora, más de dos siglos después, no podemos sino darle, en
este aspecto, la razón. Pese a que las soluciones que él planteaba en
dicho ensayo (principalmente la reducción de la natalidad), no guardan
ninguna relación con las propuestas por la economía circular (que, en
general, considera que el crecimiento poblacional no es incompatible
con el desarrollo del nuevo modelo económico circular), el problema
que identificó por aquel entonces es el mismo que, tras quedar más
que constatado, pretende ser resuelto ahora por este nuevo modelo
económico.
En el siglo XIX, muchos otros autores ingleses, como William Blake36,
defendían la idea de la naturaleza como una fuente de inspiración de
la imaginación (al igual que el “ciclo biológico” ha inspirado al mode-
lo de economía circular) y, posteriormente, en el siglo XX, surgieron
otras voces, desatacando la de Aldo Leopold37, quien dejó escrito fra-
ses como: “Una cosa está bien mientras tiende a preservar la integridad,
estabilidad y la belleza de la comunidad biótica. Está mal, si tiende a hacer
lo contrario”38, publicada en el ensayo Una ética de la Tierra, parte de su
obra A Sand County Almanac. Leopold era consciente de que toda acti-
vidad humana tenía un impacto en la naturaleza y que, a mayor activi-
dad humana, mayor era el impacto (escribió consignas como: “cuando
envío estas reflexiones a una imprenta, estoy contribuyendo a la tala de
árboles […] cuando me desplazo en mi automóvil […] estoy destruyen-
do los campos petrolíferos, […] cuando tengo más de dos hijos, estoy
contribuyendo a la necesidad insaciable de más imprentas, más vacas,
más crudo…”)39. Por lo tanto, además de un gran defensor del con-
servacionismo, en la línea de sus predecesores, de una u otra manera,
Leopold dejaba claro que era necesario un cambio de rumbo y, a través
de sus propias vivencias, pretendía concienciar sobre las deficiencias y

36 William Blake (Londres, 1757 - 1827): pintor, grabador y poeta británico, una de las figuras
más singulares y dotadas del arte y la literatura inglesa.
37 Aldo Leopold (Iowa, 1887-1948): silvicultor, experto en fauna, cazador, restaurador, conser-
vacionista, escritor y filósofo, considerado como el padre de la gestión cinegética moderna. Su
obra más conocida es A Sand County Almanac (“Un almanaque del condado arenoso”), que
fue publicado póstumamente en 1949.
38 McDonough, W. and Braungart, M. (2005). Cradle to cradle. Madrid: McGraw-Hill, p.43.
39 Oelschlaeger, M. (1993). Idea of Wilderness. Yale U.P., p.205.

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Capítulo i: La economía circular 37

problemáticas de un sistema de consumo lineal (que todavía no estaba


conceptualizado como tal).
Hasta ahora, los autores que hemos visto, aunque trataban, de una
u otra manera la problemática de los recursos, lo hacían únicamente
en base a sus convicciones, a sus propios sentimientos, pero no apor-
taban ninguna base científica que sustentase sus argumentaciones. Así
ocurrió hasta 1962, con la publicación de Silent Spring (Primavera Si-
lenciosa), de Rachel Carson40, quien ya no solo se preocupaba por los
posibles efectos dañinos que pudiera tener la actividad humana sobre
el medio ambiente, sino que demostró científicamente cómo algunos
de los productos industriales que utilizaba el ser humano producían
directamente efectos devastadores sobre la naturaleza, como la des-
trucción de la vida silvestre.
A partir de este momento, los ambientalistas ya no se preocupan
solo por la conservación, sino que la destrucción de los ecosistemas y
la constatación de la escasez de recursos pasaron a ocupar un primer
plano. Y, así, en 1986, se publica The Population Bomb (La Bomba Pobla-
cional), de Paul R. Ehrlich41, obra en la cual el autor, con una visión muy
pesimista, analizaría las consecuencias que un desarrollo humano y ur-
bano desmesurado tendrían sobre la vida en el planeta, tanto para los
propios seres humanos, que carecerían de recursos suficientes para ha-
cer frente a su demanda, como para el medio ambiente. Ehrlich aboga-
ba por “detener el crecimiento de la población humana de la forma más
rápida y humanamente posible” y “convertir el sistema económico de un
modelo de crecimiento a otro de sostenibilidad, reduciendo el consumo
per cápita”42. Veinte años más tarde publicó la obra Beyond the Limits
(Más allá de los límites), donde moderó su discurso instando a “mini-
mizar el uso de los recursos no renovables”, “prevenir la pérdida de los
recursos no renovables” y “utilizar los recursos con la máxima eficiencia”.

40 Rachel Carson, 27 de mayo de 1907, Springdale, Pennsylvania - 14 de abril de 1964. Bióloga


marina estadounidense. Su libro Primavera silenciosa se trata de un auténtico referente en la
investigación de denuncia contra los devastadores efectos de los pesticidas, en especial el DDT
(que se prohibió en EE.UU. gracias a su labor) sobre la vida silvestre.
41 Paul R. Ehrlich, 29 de mayo de 1932, Filadelfia, es un renombrado entomólogo estadouni-
dense, especializado en mariposas. Sus estudios sobre población (que comenzaron cuando el
desarrollo urbano de la ciudad donde residía destruyó una población de mariposas que estaba
estudiando), han sido objeto de debate en todo el mundo.
42 Cradle to cradle. Op. Cit. p. 44.

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38 Ignacio Belda Hériz

En esta misma línea, en 1972, el Club de Roma43 publicó The Limits to


Growth44 (Los límites del crecimiento), cuya autora principal fue la bio-
física norteamericana Donella Meadows45, y en donde se señalaba que
los recursos disminuían debido al crecimiento de la población y al de-
sarrollo de la industria, concluyendo que “si se mantienen las tenden-
cias actuales de crecimiento de la población mundial, industrialización,
contaminación ambiental, producción de alimentos y agotamiento de
los recursos, este planeta alcanzará los límites de su crecimiento en el
curso de los próximos cien años. El resultado más probable sería un
súbito e incontrolable descenso tanto de la población como de la capa-
cidad industrial”46.
Fue a partir de entonces cuando se empezaron a escribir los pri-
meros ensayos y estudios sobre la economía circular, pretendiendo
dar una respuesta a todas estas advertencias que venían repitiéndose
desde hacía tiempo y cuya finalidad era analizar cómo la problemática
de los recursos y el incremento de la población podían afectar al desa-
rrollo humano, a la par que ofrecer como solución la aplicación de un
sistema económico circular, en contraposición al ya citado lineal que,
además, no consideraba (ni considera), en general, el desarrollo urba-
no y poblacional incompatible con un crecimiento sostenible y respe-
tuoso con el medio ambiente.
Se puede concluir, por tanto, que este fenómeno no es nuevo, pues,
de una u otra manera, el debate sobre los temas que se han ido tratan-
do a lo largo de estas páginas se originó prácticamente a la par del
nacimiento de las primeras Revoluciones Industriales, que no es sino la

43 La Organización Internacional “The Club of Rome”, es un “grupo global de expertos y cen-


tro de innovación e iniciativa mundial. Reconcilia a científicos, economistas, hombres de ne-
gocio, funcionarios internacionales y jefes de estado de los cinco continentes quienes están
convencidos que el futuro de género humano está aún por determinar”. Fuente: http://www.
clubderoma.net [Consultado en septiembre de 2017].
44 Meadows, D., Meadows, D. and Randers, J. (1982). The limits to growth. New York: Univer-
se books.
45 Experta Química y Biofísica, Donella Meadows (Illinois, 1941- New Hampshire,2001), desta-
có por su trabajo en Ciencias del Medio Ambiente, siendo la fundadora del INRIC, actualmente
llamado The Balaton Group (http://www.balatongroup.org/), una red de colaboración acadé-
mica a favor del desarrollo sostenible. En su honor se fundó The Donella Meadows Project
(http://donellameadows.org/staff/), una organización que pretende preservar y difundir su le-
gado.
46 Cradle to cradle. Op.cit. p. 45.

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Capítulo i: La economía circular 39

época en la que comenzó a desarrollarse este sistema lineal. Por ello,


se podría decir que el concepto de economía circular se fue fraguan-
do hace ya bastante tiempo, a través de diversas teorías, hasta que
convergieron todas ellas en una y se le confirió una denominación y
características propias. Sin embargo, parece que esta quedó en el olvi-
do durante algunos años y que no se ha tenido en cuenta hasta ahora,
cuando Organizaciones Internacionales y empresas están empezando
a promocionarla.
¿Por qué ahora? Nuestra economía está actualmente encerrada en
un sistema en el que parece que todo, desde la producción económi-
ca y los contratos, hasta la regulación y el comportamiento de los con-
sumidores, favorece al mantenimiento del modelo productivo y con-
sumista lineal. Sin embargo, esta tendencia está cambiando y se está
debilitando gracias a la presión de poderosas tendencias disruptivas.
En primer lugar, como es obvio, porque la escasez de recursos se
ha hecho ya del todo evidente y, como consecuencia de esta y otras
causas, han surgido nuevos estándares medioambientales, mucho más
restrictivos (y cada vez lo serán más), por lo que se ha hecho necesario
buscar alternativas.
En segundo lugar, porque con el desarrollo de nuevas tecnologías,
actualmente se puede realizar un uso más eficiente de los recursos,
pudiendo identificar fácilmente los distintos materiales en cualquier
momento de la cadena de suministro, separarlos y reutilizarlos para
que puedan tener otro uso en posteriores procesos.
Y, por último, porque está surgiendo una nueva generación de con-
sumidores que parece estar, en general, más preocupada por el acceso
que por la propiedad. Es decir, una generación a la que ya no le interesa
tanto poseer un determinado producto, sino poder disponer de él, con
independencia de quién sea su titular, lo que ayuda a reducir, en mu-
chos casos, la producción de ciertos bienes, con el consecuente ahorro
de recursos.
Con respecto a esta última cuestión, aunque luego se verá con ma-
yor detenimiento en otro capítulo, podemos explicarlo, para que se en-
tienda más fácilmente, poniendo de ejemplo el uso del automóvil en
las grandes ciudades. En general, un coche permanece estacionado en
un parking o en la calle, inmovilizado, más del 90 % del tiempo. Muchas

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40 Ignacio Belda Hériz

ciudades (Madrid, Berlín, París, Dallas…), así como muchas empresas


(Ford o BMW) han optado por ofrecer servicios de transporte, ponien-
do a disposición de quien así lo desee, un automóvil, que puede coger y
dejar en cualquier o casi cualquier punto de la ciudad, y que solo utiliza
durante el tiempo que necesita. Aunque todavía se están empezando a
desarrollar estos servicios (un ejemplo es el de Car2go o Emov), lo que
demuestra esto es que, en vez de querer tener en propiedad un auto-
móvil que la mayor parte del tiempo no se utiliza, con todos los gastos
de mantenimiento que ello supone, muchos ciudadanos prefieren sim-
plemente poder disponer de él en el momento que lo necesitan. Lo
importante no es que el coche sea de su propiedad, simplemente que
cumpla con la función de transporte necesaria.
Es ahora, entonces, cuando tenemos que dar el paso y evolucionar
de una economía lineal a una economía circular, antes de que sea de-
masiado tarde y de que nuestros vertederos alcancen el máximo de
su capacidad (como en el caso de Dubái, que se prevé que su principal
vertedero agote su capacidad máxima en 2018)47, generando una grave
crisis de residuos; o de que los recursos naturales y las materias primas
no sean capaces ya de satisfacer la demanda global.

1.3. Las escuelas de pensamiento de la economía circular

Una vez que se ha explicado en qué consiste, en términos genera-


les, la economía circular, y cómo surge la necesidad de llegar hasta ella,
resulta imprescindible detallar cuáles son las principales teorías que
han sentado las bases y han definido los elementos característicos de
la misma. Son varias las teorías que forman las que podríamos denomi-
nar “escuelas de pensamiento de la economía circular”48, por lo que se
intentará hacer de la manera más somera posible.

47 Al Serkal, M. (2014). Dubai’s Al Ghusais garbage dump will reach maximum capacity in 8
years. Gulf News. Disponible en: http://gulfnews.com/news/uae/environment/dubai-s-al-ghu-
sais-garbage-dump-will-reach-maximum-capacity-in-8-years-1.1337009 [Consultado el 7 Oct.
2017].
48 Así las considera la Ellen MacArthur Foundation, principal impulsora de la economía circular.

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Capítulo i: La economía circular 41

Aunque todas ellas defienden y tratan, en el fondo, las mismas


cuestiones, es interesante analizarlas por separado, ya que teniendo
en cuenta que sus autores son expertos en materias muy diversas (ar-
quitectura, biología, ingeniería, economía, ciencias forestales…), cada
uno de ellos aporta una visión basada en su respectiva área de estudio
concreta, por lo que se complementan entre sí y aportan interesantes
y diferentes puntos de vista, que, finalmente, persiguen el mismo fin.
Es decir, a través de este análisis, entenderemos que no solo hay una
sola economía circular o, mejor dicho, una sola forma de llegar a ella,
sino que es, en definitiva, una filosofía económica, una tendencia que
permite ser abordada de muy diversas maneras y desde diversos ám-
bitos. La economía circular es un conjunto de teorías, de sistemas y de
elementos que pretenden cambiar y revolucionar el modelo económi-
co actual.

1.3.1. Performance Economy: Economía del rendimiento

Su origen se lo debemos al arquitecto y economista suizo Walter R.


Stahel (Zúrich, 5 de junio de 1956), quién también acuñó el concepto
“cradle to cradle” en los años 70, que unos años más tarde sería desa-
rrollado por otros autores y que es uno de los pilares fundamentales
de la economía circular. En los 90 fundó el Product Life Institute49 en
Ginebra (Suiza). Es también profesor visitante en la Universidad de
Surrey del Reino Unido y miembro del laboratorio de ideas Club of
Rome.
En el informe de investigación The Potential for Substituting
Manpower for Energy, que escribió para la Comisión Europea, en co-
laboración con Genevieve Reday, describió “una economía en la que
predominaban los procesos en bucle (la que conocemos hoy en día como
economía circular), evaluando su impacto en la creación de empleo, en la

49 “Desde su formación al inicio de 1982, el Instituto Producto-Vida (también llamado Insti-


tut de la Durée, y Institut für Produktdauer-Forschung) ha sido una organización sin ánimo
de lucro, independiente y virtual domiciliada en Ginebra, Suiza. Es la organización consultora
sobre políticas y estrategias sostenibles más antigua en Europa. Su principal objetivo es abrir
nuevas fronteras de desarrollo económico hacia una Economía de Rendimento (o Economía
de Servicios Funcional), que se enfoca a vender resultados (servicios) en vez de bienes en una
economía circular” Fuente: http://www.product-life.org/es/node

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42 Ignacio Belda Hériz

competitividad económica, en el uso ecointeligente de los recursos y en


la prevención de residuos”50.
De dicho texto, se deduce que la economía del rendimiento persigue
tres objetivos fundamentales:
• La extensión de la vida del producto (los bienes de larga dura-
ción).
• Las actividades de reacondicionamiento.
• La prevención de residuos.
Estos objetivos, a su vez, según el propio análisis de Stahel que se
ha descrito más arriba, tendrían un impacto positivo en la creación de
empleo, así como en la eficiencia de la producción (“cuanto menor sea
la cantidad de insumos utilizados en la producción de una unidad de pro-
ducto, tanto mayor será la productividad”). Así, el informe antes citado
fue publicado en 1982 como un libro, titulado Trabajos para mañana, el
potencial de sustituir mano de obra por energía, donde se detallan una
serie de factores que son comúnmente referidos, hoy en día, como los
tres pilares de un desarrollo sostenible: ecológico, económico y social-
mente compatible.
La economía del rendimiento persigue, en suma, una “economía y
sociedad sostenible” que descansa en cincos pilares, integrados en una
visión holística de una sociedad sostenible, y que son recogidos por el
Product Life Institute51:
AA Primer pilar. ‘Conservación de la naturaleza’: “Reconoce la ne-
cesidad de conservar la naturaleza y el medio ambiente como
base de la vida en el planeta”. La vida humana se basa en los
recursos procedentes de los distintos sistemas del planeta (por
ejemplo, biodiversidad, la atmosfera y los océanos), así como
la “capacidad regional portadora de la naturaleza en relación a
las poblaciones y su modo de vida (por ejemplo, el ciclo del agua,

50 Ecointeligencia - cambia a un estilo de vida sostenible! (2017). ¿En qué consiste la economía
del rendimiento? - ecointeligencia - cambia a un estilo de vida sostenible! [online] Disponible
en: https://www.ecointeligencia.com/2017/01/economia-rendimiento/ [Consultado el 19 Sep.
2017].
51 En el Product Life Institute (http://www.product-life.org/) se encuentran contemplados los
sucesivos principios que se van a explicar a continuación.

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Capítulo i: La economía circular 43

mosaicos de uso de la tierra, asimilación de residuos)”. Conservar


la naturaleza, en este sentido, debe entenderse desde una pers-
pectiva amplia, en la cual se protejan y restauren los diferentes
ecosistemas y ciclos naturales tal y como surgieron y han existi-
do siempre.
BB Segundo pilar. ‘Toxicidad limitada’: “Reconoce la necesidad de
conservar la salud y seguridad individual de las personas y anima-
les, que está comprometida por las actividades económicas huma-
nas”. El actual modelo económico ha provocado que, debido a
la actividad humana, numerosos agentes tóxicos (metales pesa-
dos como mercurio, níquel, DDT o talidomida), se acumulen en
la superficie terrestre. Para limitar esta toxicidad se debe medir
la presencia de estos agentes, en cantidades muy pequeñas (na-
nogramos) así como la capacidad de absorción de la naturaleza,
para así intentar lograr que dichos elementos tóxicos alcancen
unos niveles que permitan ser absorbidos en su estado natural
y garantizar un sistema económico que sea respetuoso con la
salud humana y medioambiental.
CC Tercer pilar. ‘Producción de recursos’: “Está basado en la nece-
sidad de los países industrializados de desmaterializar su estilo de
vida, para permitir el desarrollo material de países menos desarro-
llados industrialmente […] adoptando estrategias de negocio que
conduzcan a una productividad mayor de recursos en periodos de
tiempo más extensos”. Son los países industrializados los mejor
posicionados para innovar y cambiar el modelo económico li-
neal por uno circular donde las materias primas y recursos estén
siempre regenerándose, pues los países menos industrializados
aspiran (y con cierta razón) a alcanzar los mismos niveles de de-
sarrollo que los países ya industrializados, por lo que serán aque-
llos países los que más necesidad tengan de consumir recursos.
Dado el avanzado ritmo con el que se consumen los recursos, si
los países desarrollados, que poseen las capacidades suficientes
para cambiar su modelo de producción y consumo, en vez de
optar por esa vía, siguen contribuyendo a la sobreexplotación
de los recursos, es innegable que, llegado un momento, no solo
frenaran el propio crecimiento de los países en vías de desarro-
llo, sino también el suyo propio y, por tanto, las condiciones de

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44 Ignacio Belda Hériz

habitabilidad de nuestro planeta serán muy limitadas. Los países


desarrollados tienen un compromiso mayor, en este sentido,
pues son los que han contribuido en mayor medida a que se pro-
duzca esta situación, y porque son los que más medios tienen
para revertirla.
DD Cuarto pilar. ‘Ecología social’: “Comprende el tejido de estruc-
turas societarias, incluyendo paz y derechos humanos, dignidad y
democracia, empleo e integración social, seguridad y protección,
la integración constructiva de actitudes femeninas y masculinas”.
En este pilar, Stahel aplica las teorías de la Economía del True-
que (sin dinero en efectivo), y del “Dilema de los Prisioneros”52,
que básicamente defienden la idea de desarrollar una ética eco-
nómica en la cual cada uno de los sujetos o ciudadanos debe
pensar, en lugar de en su propio beneficio, en el bien común, en
aquello que, no solo es lo mejor para sí mismo sino también para
el conjunto de la sociedad, puesto que solo así se consigue una
relación de “ganar-ganar” (win-win), en la que todas las partes
obtienen algún beneficio. Estas teorías pretenden ser aplicadas
a nivel empresarial, institucional y gubernamental. Protegiendo
los derechos humanos y la dignidad de las personas y contribu-
yendo a la igualdad, la integración social y la paz se puede con-
seguir una sociedad más justa y, por tanto, una sociedad don-
de sea más fácil desarrollar un modelo económico basado en la
cooperación.
EE Quinto pilar. ‘Ecología cultural’: “Comprende la educación y el
conocimiento, ética y cultura, actitudes hacia la toma de riesgos,

52 El dilema del prisionero es un problema fundamental de la teoría de juegos, el cual demues-


tra que dos personas pueden no cooperar, incluso si en ello va el interés de ambas. Fue desa-
rrollado inicialmente por Merrill M. Flood y Melvin, matemáticos que trabajaban para la RAND,
un laboratorio de ideas que forma a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Albert William
Tucker, otro matemático, fue quien lo desarrolló posteriormente y le dio su nombre actual. A
través de este Dilema se puede explicar el llamado “Equilibrio de Nash”, ideado por el Nobel
de Economía de 1994, John Forbes Nash Jr. y que, en suma, y relacionado con lo que aquí nos
atañe, plantea la necesidad de adoptar las estrategias que se deben llevar a cabo teniendo en
cuenta lo que se piensa que van a hacer los demás (no exclusivamente en uno mismo), para
así conseguir una situación equilibrada en la que todas las partes ganen. (Mundodelaempresa.
blogspot.com.es. (2017). Economía: La Teoría de Juegos, el Dilema del Prisionero y el Equilibrio
de Nash. Disponible en: http://mundodelaempresa.blogspot.com.es/2012/12/economia-la-teo-
ria-de-juegos-el-dilema.html). [Consultado el 25 Jul. 2017].

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Capítulo i: La economía circular 45

valores de `patrimonio nacional´ y otros valores, en un nivel indivi-


dual, corporativo y de Estado”. Este pilar hace referencia, básica-
mente, a la necesidad de formar a las generaciones presentes y
futuras en valores “ecológicos”53, a fin de conseguir una cultura
del respeto al medio ambiente y a la naturaleza, en el conjun-
to de la sociedad. Esto debe hacerse desde la concepción de la
naturaleza como principio y fin del propio desarrollo humano,
puesto que la sociedad, en general, tiende a proteger exclusiva-
mente aquello que tiene un valor palpable para ella misma, si se
observa como algo ajeno, no se le da la misma importancia.
Para la economía del rendimiento, por tanto, “la riqueza de la socie-
dad es medida en existencias –igual calidad y cantidad de existencias– y
la riqueza puede ser aumentada mediante la gestión inteligente/explo-
tación de las existencias”54. Dichas existencias son, tal y como dispo-
ne Stahel, y como se puede deducir de lo descrito anteriormente: el
capital natural y medioambiental (biodiversidad y reservas de peces,
agua limpia, tierra arable), capital cultural (como el Patrimonio de la
Humanidad, sea material o inmaterial, reconocido por la UNESCO), ca-
pital humano laboral (incluyendo sanidad, educación, conocimientos y
habilidades, capacidades, ciencia y tecnología), capital manufacturado
(infraestructuras, edificios y mercancías; materias prima procesadas) y
capital financiero.
En una economía circular todas y cada una de esas existencias tie-
nen valor y son imprescindibles, por lo que es una estrategia que ha
de ser capaz de gestionar de una manera inteligente todas esas exis-
tencias de capital, para así dar respuesta a los principales problemas
socioeconómicos a los que nos enfrentamos (separar el consumo de
recursos de la riqueza, crear más puestos de trabajo para superar el
desempleo, cambiar desechos al final de su vida en nuevos productos,
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar el

53 Con respecto a esta noción de “ecología” más adelante se desarrollará el papel que juega
y en qué sentido, dentro de la economía circular. No debemos caer en el error de utilizar dicho
término como sinónimo de “economía circular” o reducir la totalidad de esta a la noción de
ecología. Son dos conceptos distintos y diferenciados.
54 Product-life.org. (2013). El Instituto Producto-Vida | De principio a principio. [online] Dispo-
nible en: http://www.product-life.org/es [Consultado el 2 Oct. 2017].

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46 Ignacio Belda Hériz

cambio climático, etc.), puesto que todas dependen las unas de las
otras.
Por último, para Stahel, la “estrategia más enriquecedora de la eco-
nomía circular es vender rendimiento, como vender productos como ser-
vicios, en el contexto de una Economía de Rendimiento”55, lo que genera
una gran seguridad y competitividad. Así, el autor reconoce que “las
mercancías de hoy son los recursos del mañana con los precios de los re-
cursos del ayer”56. Vender productos como servicios es una de las estra-
tegias más interesantes y donde un mayor nicho de mercado se puede
generar, por lo que en los sucesivos apartados se incidirá otra vez en
este asunto.

1.3.2. Regenerative Design: Diseño regenerativo

En 1970, un profesor estadounidense llamado John T. Lyle57 retó a


sus estudiantes a que propusieran ideas para conseguir una sociedad
en la que las actividades diarias estuviesen dentro de los límites de
los recursos renovables disponibles sin degradar el medio ambiente.
Unos años más tarde, en 1994, Lyle postuló que “cualquier sistema,
partiendo de la agricultura, se puede organizar de forma regenerativa, emu-
lando el funcionamiento de los ecosistemas, donde los productos se crearon
e interaccionan sin producir residuos”58. Su propuesta radicaba, en suma,
en crear un sistema cíclico que sea capaz de crear sistemas humanos que
no tengan que ser desechados, y que puedan ser, así, reutilizados.
El diseño regenerativo hace énfasis en el desarrollo de proyectos eco-
nómica, medioambiental y socialmente sostenibles que sean capaces de
restaurar, renovar revitalizar o regenerar los distintos sistemas a través

55 Instituto Vida Producto. Op. cit


56 Ibid.
57 John T. Lyle (1934–1998) fue profesor de Arquitectura del Paisaje (paisajismo) en la Cali-
fornia State Polytechnic University, Pomona, así como director del Center for Regenerative
Studies. Es autor de varios libros, entre ellos destacan el Regenerative Design for Sustainable
Development y Design for Human Ecosystems. Lyle fue el principal arquitecto del Lyle Center for
Regenerative Studies y el principal paisajista del Adam Joseph Lewis Center for Environmental
Studies.
58 Lyle, J. (1994). Regenerative design for sustainable development. New York, N.Y.: John Wiley
& Sons, p.199.

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Capítulo i: La economía circular 47

de la integración de procesos naturales, acciones comunes y de la activi-


dad humana. Se considera que el desarrollo de sistemas regenerativos es
el método más prometedor para asegurar un futuro sostenible, no so-
lamente para conservar los críticos recursos naturales, sino incluso para
potenciarlos y alargar su uso a lo largo del tiempo59.
Un bien diseñado para regenerarse es, por tanto, un bien que es ca-
paz de restaurar, renovar o revitalizar sus propias fuentes de energía y
materiales. Mientras que el mayor objetivo del desarrollo sostenible es,
exclusivamente, satisfacer las necesidades humanas fundamentales de
hoy sin comprometer la posibilidad de las generaciones futuras para sa-
tisfacer las suyas, el objetivo final del diseño regenerativo es para recons-
truir los sistemas con una eficacia absoluta, que permite la coevolución
de los recursos humanos, junto con otras especies florecientes60.
Por consiguiente, aunque diseño regenerativo y sostenibilidad son,
en esencia, conceptos similares, se distinguen en tanto que, en un siste-
ma sostenible, los sistemas ecológicos no son devueltos a la existencia,
se pierden o acaban; y, por el contrario, en un sistema regenerativo,
los sistemas perdidos pueden comenzar una “regeneración” de nuevo
en existencia. Dicho de manera más simple, los sistemas regenerativos
no solo son sostenibles, sino que van más allá y tienen como objetivo
generar nuevos sistemas que, a su vez, puedan regenerarse y así su-
cesivamente. No solo es respetuoso con el medio ambiente, sino que
contribuye a su regeneración.
Las ideas de Lyle, teniendo en cuenta cuál era su profesión, iban
encaminadas a la creación de “ecosistemas urbanos”. Como ya se ha
explicado, las ciudades y la urbanización son dos elementos que han
ido y seguirán creciendo a lo largo de los años, con todos aquellos pro-
blemas que plantean (principalmente el abastecimiento, el aumento
de residuos y la contaminación), por ello, Lyle afirmó que “las ciuda-
des son ecosistemas: son sistemas abiertos y dinámicos que consumen,
transforman y liberan materiales y energía; se desarrollan y se adaptan;

59 Env.cpp.edu. (n.d.). About Regeneration | Lyle Center for Regenerative Studies | College of
Environmental Design - Cal Poly Pomona. Disponible en: http://env.cpp.edu/rs/about-regenera-
tion [Consultado en 4 Jun. 2017].
60 Heavengrown.com (n.d.). Diseño Regenerativo – Heavengrown. [online] Disponible en:
http://heavengrown.com/arquitectura-regenerativa/ [Consultado el 30 Sep. 2017].

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48 Ignacio Belda Hériz

están determinados por los seres humanos e interactúan con otros eco-
sistemas. Por todo ello las ciudades deben ser analizadas y gestionadas
como cualquier otro tipo de ecosistema”61. Así, como cualquier ecosis-
tema y, basándonos en las ideas del diseño regenerativo, Lyle preconi-
zaba la creación de ciudades que fuesen capaces de regenerar todos
esos servicios que se han ido perdiendo en el diseño del modelo actual
de nuestras urbes. Servicios tales como62:
• La regulación del aire, las aguas y el suelo, tan impactadas por
las actividades urbanas;
• la capacidad para volver a producir alimentos, energía o equili-
brar el ciclo hidrológico en sus demandas de grandes cantidades
de aguas superficiales y subterráneas;
• las funciones biológicas propias de los ecosistemas que se desa-
rrollan en su interior (zonas verdes, jardines, etc.) como la polini-
zación o el control biológico de plagas y enfermedades;
• las actividades recreativas y de disfrute estético que en la ac-
tualidad generan un flujo de visitantes urbanos a los entornos
naturales y especialmente a los espacios protegidos.
Las ciudades, tal y como defendió Lyle en su obra de 1993, Urban
Ecosystems, “han existido al margen de la naturaleza durante siglos”, y
en estas, él mismo preguntaba: “¿Por qué tenemos que empezar ahora
a pensar en las ciudades en términos normalmente reservados para el
medio natural?”63. Ahora que entendemos que las ciudades no son sino
un ecosistema más, y que, como tal, deben ser capaces de restablecer
sus sistemas propios, podemos contestar a su pregunta: Debemos em-
pezar a considerar a las ciudades como parte de nuestro medio, como
un ecosistema más para poder buscar soluciones tendentes a la rege-
neración de sus sistemas y recursos, de manera que puedan garantizar-
se unos estándares medioambientales y unas mínimas condiciones de

61 EEA (2010). The European Environment State and Outlook 2010. Urban environment. Luxem-
bourg, p.15. Disponible en: http://file:///C:/Users/Ignacio/Downloads/Urban%20environment.
pdf
62 Barrios, J. (2008). Ecosistemas Urbanos. Revista Ambient@. Disponible en: http://www.re-
vistaambienta.es/WebAmbienta/marm/Dinamicas/secciones/articulos/Urbanos.html [Consul-
tado 14 Jul. 2017].
63 Lyle.T. Urban Ecosystems, 1993. p. 12.

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Capítulo i: La economía circular 49

habitabilidad dentro de ellas. Para esto, el diseño regenerativo resulta


totalmente necesario y, así, como se desarrollará más adelante, mu-
chos proyectos tendentes a la creación de “edificios verdes”, de re-
generación de espacios verdes y de medidas de gestión y reutilización
de recursos urbanos, están empezando a ser puestos en marcha en
ciudades de todo el mundo (el caso de Singapur es muy interesante).
El diseño regenerativo, como vemos, no es sino otro instrumento para
implementar un modelo económico circular.

1.3.3. Cradle to Cradle: De la cuna a la cuna

Esta teoría se la debemos al arquitecto estadounidense Bill McDo-


nough64 y al químico alemán Michael Braungart65, quienes a finales de
los años 90 formularon, inspirados en las teorías de Walter Stahel, una
serie de principios que dejaron posteriormente reflejados en su libro
(que fue diseñado conforme a sus propias teorías) Cradle to Cradle: Re-
making the Way We Make Things, publicado en el año 2002.
“Hay que rediseñar las cosas pensando en el uso presente y futuro de
los materiales. Una parte de ellos retornará a la biosfera, otra parte se
quedará necesariamente en la tecnosfera66. Los nutrientes tecnológicos,
como el plástico, el cristal o los metales se tienen que reutilizar. Los nu-
trientes biológicos, como la madera, el algodón o el corcho son compos-
tables y pueden volver a la tierra”67. Así, en palabras de McDonough, la
filosofía cradle to cradle parte de la base de la necesidad de cambiar
nuestro sistema de producción a través del diseño. Es decir, debemos
repensar las estrategias que hemos estado implantando hasta ahora

64 William McDonough (Tokio, 20 de febrero de 1951) es un famoso arquitecto y diseñador


norteamericano cuya obra se basa en el diseño de edificios sostenibles y la transformación del
proceso de manufactura industrial. Es reconocido internacionalmente como una figura líder en
el campo del desarrollo sostenible, por lo que ha recibido innumerables premios a lo largo de
su carrera. La revista Time lo reconoció en 1999 como un “Héroe del planeta”.
65 Michael Braungart (Schwäbisch Gmünd, Alemania, 7 de febrero de 1958), fundador de la
Agencia para el Fomento de la Protección Ambiental (EPEA), galardonado internacionalmente
por sus esfuerzos en el campo del desarrollo sostenible.
66 La tecnosfera es un neologismo aún no incorporado en nuestros diccionarios que podría
traducirse como el ambiente artificial creado mediante las tecnologías por los seres humanos
para el desarrollo de sus actividades y la satisfacción de sus necesidades básicas y deseos.
67 McDonough, B. y Braungart, M. (2010) Cradle to cradle, p 121.

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50 Ignacio Belda Hériz

para volver a reintroducir los productos al mercado una vez concluía


su vida útil pues, mientras que en sistema tradicional solo se buscaban
alternativas cuando llegaba este momento del desechado -lo cual mi-
nimiza las posibilidades-, la filosofía cradle to cradle busca que el pro-
pio producto esté pensado, desde su mismo origen, para que todos
sus componentes puedan volver a ser reutilizados, de manera que, a
la hora de diseñarlo, se conciban todos los materiales de tal forma que
sean útiles y utilizables en procesos posteriores. Para lograr esto, los
autores recogen una serie de consideraciones:
AA Ciclo biológico vs. Ciclo tecnológico. Todos los componentes de
los productos se dividen en dos grupos: nutrientes biológicos y
nutrientes técnicos. Como consecuencia de lo anterior, se pue-
de afirmar que existen, igualmente, dos ciclos para cada uno de
esos componentes: El primero es el metabolismo biológico, la
biosfera, los ciclos de la naturaleza; el segundo es el metabolis-
mo técnico, la tecnosfera, los ciclos de la industria, incluyendo
la cosecha de los materiales técnicos desde sus lugares natura-
les. Mientras que en el metabolismo biológico todos los compo-
nentes son devueltos a la naturaleza, en el metabolismo técni-
co los elementos son acumulados en vertederos. El paradigma
cradle to cradle defiende que, con el diseño apropiado, todos
los productos y materiales manufacturados por la industria (los
del metabolismo técnico) podrían alimentar de forma segura
a ambos metabolismos, aportando nutrientes para generar ci-
clos nuevos. De este modo, se podrán diseñar productos fabri-
cados tanto con materiales biodegradables, que se convertirán
en alimento a lo largo de ciclos biológicos, como con materiales
técnicos, que, aunque no salen de los bucles de los ciclos técni-
cos, circulan a través de estos indefinidamente como nutrientes
singulares para la industria. Lo importante para que ambos ma-
teriales puedan ser reincorporados de nuevo a sus respectivos
ciclos es que no se contaminen entre ellos, de esta manera, es
imprescindible que los productos sean diseñados y fabricados
sin elementos que contengan agentes mutagénicos, canceríge-
nos, tóxicos persistentes, ni otras sustancias similares.
BB Ecoefectividad vs. Ecoeficiencia. A lo largo de los años se han
diseñado productos optimizando los diferentes recursos de tal

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Capítulo i: La economía circular 51

manera que se minimizase el impacto que estos generan sobre


el medio ambiente. Así, por ejemplo, pensemos en una botella
de agua mineral. Las botellas cada vez se fabrican con menor
grosor, para emplear menos plástico, y se les da una forma con-
creta para que puedan albergar más cantidad de agua, pero, por
mucho que parte de sus elementos puedan ser reciclados, al final
acabarán todos ellos en un contenedor. Podemos decir, que la
botella de agua es un producto eficiente desde el punto de vista
ecológico, no obstante, las medidas ecoeficientes lo único que
consiguen es alargar la vida del producto, pero inevitablemente,
la botella, que no se diseñó para ser reciclada indefinidamente,
acaba tarde o temprano en el vertedero, o en una incineradora
emitiendo sustancias tóxicas. Es entonces cuando entra en jue-
go el concepto de ecoefectividad o ecoeficacia, cuyo objetivo
es minimizar los procesos de la cuna a la tumba (cradle to grave)
y generar metabolismos cíclicos de la cuna a la cuna (cradle to
cradle) que permitan que los materiales mantengan su estatus
como recursos en cualquier parte del proceso, ya sea dentro de
la biosfera o de la tecnosfera. Los materiales no son residuos,
sino nuevos recursos. Un producto ecoeficaz, en el ámbito del
diseño cradle to cradle, es aquel diseñado para que en proceso
industrial sus materiales se conviertan en nutrientes de tal for-
ma que se permite su flujo perpetuo dentro de uno de los dos
metabolismos posibles. Un nutriente técnico es aquel material,
normalmente sintético o mineral, que tiene el potencial de per-
manecer seguro en un sistema de ciclo cerrado de manufactura,
recuperación y nuevo uso, manteniendo su valor sin degradarse a
pesar de los ciclos68.
De este modo, en un sistema eco-eficaz, los nutrientes técni-
cos, como durables y no biodegradables, se pueden usar como
productos que dan un servicio a los clientes. El producto que usa
un cliente pertenece al fabricante, no se vendería el producto,
sino que se alquilaría el servicio. Por ejemplo, uno no compra-
ría una lavadora, sino que compraría el derecho a usarla por
un periodo determinado, teniendo la obligación de devolverlo

68 Portal ecointeligencia. Op. Cit.

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52 Ignacio Belda Hériz

al vendedor al final de la vida útil establecida. Así, el vende-


dor recupera la lavadora, para desmontarla y utilizar todos los
componentes en una nueva o en otro producto. Al contrario,
los productos de consumo, los que naturalmente acaban en el
medio ambiente (ciclo biológico) durante o después de su uso,
están hechos de materiales que son seguros para la biosfera,
degradándose sin causar ningún tipo de contaminación ni de-
jando residuo alguno.
CC Upcycling vs. Downcycling. En el reciclaje tradicional, se toman
materiales usados y se descomponen para que componentes
básicos se puedan reprocesar y dar lugar a un nuevo producto
de consumo, pero por lo general el nuevo producto obtenido
es de calidad inferior o menor valor, y solo utiliza un porcenta-
je ínfimo de materiales, por lo que los autores consideran esta
práctica como downcycling o “infraciclaje”. El upcycling o “su-
praciclaje”, por otra parte, consiste en el reúso creativo de pro-
ductos en otros de mayor calidad o de mayor valor ambiental
(por ejemplo, el uso de latas de conserva para hacer robots o
de ropa vieja para hacer cortinas). El primero en usar el concep-
to fue Reiner Pilz en 1994. El supraciclaje consiste, por tanto,
en diseñar y crear algo nuevo usando exclusivamente material
recuperado. Mientras el infraciclaje permite reciclar un deter-
minado producto durante un número limitado de veces, pues
cada vez va perdiendo más calidad y, al final, acaba desechado
e inutilizado, el supraciclaje permite dar múltiples usos distintos
a un mismo material, que se convierte en diferentes productos
totalmente funcionales y la reutilización constante de sus mate-
riales. El infraciclaje, por ende, resulta la opción “menos mala”,
pero no es la mejor.
DD Basura = Alimento. El ser humano es la única especie generado-
ra de residuos. En la naturaleza, todos aquellos desechos (excre-
mentos, hojas secas, cadáveres de animales, etc.) que se produ-
cen sirven como materia orgánica, como alimento, para otras
especies. En la línea de los anteriores puntos, la idea de Waste =
Food (basura = alimento), consiste en eliminar la idea de los resi-
duos y convertir a estos en nuevos recursos, porque, tal y como
escriben los autores, “la naturaleza mantiene directamente la ca-

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Capítulo i: La economía circular 53

lidad de los recursos a través de todos sus ciclos en vez de eliminar


los residuos. Lo que se produce no son residuos, sino nuevos recur-
sos”69. Aunque un determinado material o producto no pueda
ser reciclado, puede servir como materia prima para elaborar
otro producto nuevo. La cantidad de basura y residuos que se
encuentran en nuestros vertederos, son “alimento” potencial
para generar nuevos productos.
EE Diseñar respetando la diversidad. Al igual que cada elemen-
to en la naturaleza cumple con una función determinada, en
cada ecosistema se conservan los diferentes organismos, las
especies animales y vegetales que garantizan la diversidad del
planeta Tierra y contribuyen a mantener un equilibrio natural.
A su vez, estos ecosistemas han contribuido, a lo largo de la
historia, no solo a preservar esta biodiversidad, sino también
a que diferentes y diversas culturas se desarrollasen en torno
a ellos. Nuestro tradicional modelo de producción y desarrollo
industrial ha contribuido a reducir la riqueza medioambiental y
cultural, destruyendo hábitats naturales, extinguiendo especies
animales y vegetales y alterando tradiciones culturales de muy
diversos pueblos. De esta manera, tal y como queda reflejado
por los autores, a la hora de plantear soluciones sostenibles no
se puede obviar esta riqueza, al contrario, hay que luchar para
preservarla y fomentarla, por ello, en lugar de crear soluciones
genéricas como hacía el sistema tradicional, en el seno de nues-
tro paradigma circular hay que apoyar la diversidad de diseños
con un enfoque local, es decir, hay que diseñar de manera tal
que se empleen los diferentes componentes que cumplan me-
jor su función original al tener en cuenta las interacciones con
los sistemas naturales en los que se enmarcan. En consecuen-
cia, nuestros productos han de estar diseñados de forma que se
respete la riqueza medioambiental local de cada ecosistema en
el cual va a introducirse nuestro producto, no se puede diseñar
de manera homogénea ni ofrecer soluciones genéricas, pues es
posible que determinados componentes no puedan integrarse
de manera natural a todos los ecosistemas por igual o, que, de

69 ¿Ecoeficacia o ecoeficiencia? (2008). Ecologistas en Acción, 58. Disponible en: http://www.


ecologistasenaccion.org/article17837.html [Consultada en 15 Ago. 2017].

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54 Ignacio Belda Hériz

integrarse en algunos de ellos, contribuya a su modificación,


pudiendo alterarlos o destruirlos. En especial, este tipo de pro-
yectos, pueden desarrollarse a pequeña escala, municipal, re-
gional o nacional, aprovechando la materia prima propia del
lugar.
Por último, me parece importante resaltar una iniciativa que nació
de la mano de McDonough y Braungart, para fomentar la puesta en
práctica de sus teorías, se trata del The Cradle to Cradle Products In-
novation Institute, una organización sin ánimo de lucro nacida en el
año 2010 que se encarga de administrar el Cradle to Cradle Certified™
Product Standard70, una certificación que provee a los consumidores,
legisladores, empleados e industrias una clara, tangible y visible veri-
ficación del compromiso que un determinado fabricante tiene con la
sostenibilidad de su respectiva comunidad. Este Instituto establece
una serie de criterios de diseño y fabricación, que son los requisitos
para obtener la certificación, la cual además permite mostrar con qué
materiales y de qué manera están fabricados dichos productos, y que
tiene por objeto mejorar constantemente la calidad de los mismos. De
esta forma, con el certificado C2C podemos conocer, a través del nivel
de certificación (bronce, plata, oro o platino), si en la elaboración de un
determinado producto se han garantizado cuestiones como la salud
los materiales empleados (especialmente los niveles de toxicidad), el
número de materiales reutilizados, las energías renovables, la gestión
y administración del agua que ha sido llevada a cabo y el compromiso
con la equidad social (el respeto a los derechos de trabajadores, habi-
tantes, etc.).
La certificación consiste en un proceso largo y un tanto complica-
do, por lo que no existen muchos productos que cuenten con ella y, en
mi opinión, aunque la intención es buena, en la práctica resulta poco
atractiva para las empresas, puesto que, al hecho de ser una certifica-
ción totalmente desconocida, se suma la complejidad del proceso de
certificación, por lo que no les merece la pena perder dinero y tiempo
en conseguirlo.

70 Para más información consultar los siguientes enlaces: http://www.c2ccertified.org/ y


https://mbdc.com/ (consultados en septiembre de 2017).

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Capítulo i: La economía circular 55

1.3.4. Industrial Ecology: Ecología industrial

¿Por qué un sistema industrial no podría funcionar como un ecosis-


tema natural, donde los desechos de una industria sean los recursos de
otra, reduciendo el uso de materias primas, disminuyendo la contamina-
ción y el tratamiento de las emisiones?71 Para responder a esta pregunta,
en 1989, los investigadores Robert A. Frosch72 y Nicholas Gallopoulos73,
establecieron el punto de partida de la conocida como ecología indus-
trial, tras la publicación del artículo Strategies for Manufacturing, en la
prestigiosa revista Scientific American.
La ecología industrial tiene varios elementos comunes con el dise-
ño regenerativo y, así, esta propone, entendiendo a las actividades de
producción y consumo como ecosistemas, reorganizar el sistema de
producción y consumo, para que evolucione hacia un modo compati-
ble con la biosfera.
“El ecosistema industrial funcionará análogamente a los ecosistemas
biológicos (plantas que sintetizan nutrientes que alimentan herbívoros,
que a su vez se convierten en alimento para los carnívoros, cuyos residuos
y cuerpos alimentarán futuras generaciones de plantas). Un ecosistema
industrial ideal puede que nunca llegue a ponerse en práctica, pero am-
bos, fabricantes y consumidores, deben cambiar sus hábitos para aproxi-
marse lo más posible si los países industrializados quieren mantener sus

71 Ecointeligencia - cambia a un estilo de vida sostenible! (2010). La ecología industrial imita


a la Naturaleza - ecointeligencia - cambia a un estilo de vida sostenible! [online] Disponible en:
https://www.ecointeligencia.com/2010/11/la-ecologia-industrial-imita-a-la-naturaleza/ [Consul-
tada en 18 Jul. 2017].
72 El Dr. Robert A. Frosch (22 de mayo de 1928, Nueva York) fue el quinto administrador de
la NASA (oficial de mayor rango de dicha Administración), graduado en física teórica por la
Columbia University. También trabajó como científico investigador y director de programas de
investigación en los Hudson Laboratories of Columbia University, organización de la Oficina de
Investigación Naval de los EE.UU. Desempeñó otros cargos en el gobierno de Estados Unidos,
en el Departamento de Defensa, como director de la Nuclear Test Detection y luego como
director jefe de la Advanced Research Projects Agency. Por último, el Dr. Frosch fue Subse-
cretario General del Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente y vicepresidente
de investigación en los Laboratorios de Investigación de la General Motors. Aún sigue activo
asesorando en la implementación de políticas técnicas y científicas.
73 Gallopoulos fue jefe del Departamento de Investigación del Motor de la General Motors,
jefe del Departamento de Ciencias Ambientales y subdirector del Departamento de Combusti-
bles y Lubricantes. Gallopoulos se graduó como Ingeniero Químico en la Texas A&M Universi-
ty, especializándose posteriormente en la Pennsylvania State University.

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56 Ignacio Belda Hériz

estándares de vida y si los países en vías de desarrollo quieren alcanzar


niveles similares sin afectar gravemente al medioambiente”74.
Del párrafo anterior podemos deducir que los ecosistemas indus-
triales pretenden conseguir un tejido industrial en el que cada proce-
so debe verse como parte dependiente e interrelacionada de un todo
mayor, esto es, un sistema donde se aprovechen todos y cada uno de
los elementos, integrándolos en sucesivos procesos industriales. La
ecología industrial, por tanto, en contraposición a los postulados de
algunas de las principales ONG que se han alzado como defensoras del
ecologismo en todo el mundo, promoviendo estrategias anti-industria-
les y anti-modernistas (al considerarlas incompatibles con el desarrollo
sostenible), pretende demostrar que, muy al contrario, el desarrollo
sostenible puede y debe alcanzarse desde el propio desarrollo indus-
trial y humano puesto que resulta evidente que el ser humano necesita
y anhela seguir prosperando; por lo que no se trata de dejar de crecer y
desarrollarse, sino en encontrar, gracias a ese desarrollo, sistemas que
nos permitan devolver la sostenibilidad y el respeto al entorno natural.
El reto más grande de la ecología industrial consiste en lograr la
eficiencia y el uso eficaz de los recursos para satisfacer las necesidades
humanas en su totalidad, intentando conseguir un equilibrio entre la
naturaleza y la industria.
El estudio de la ecología industrial debe considerar tres aspectos que
se deben tener en cuenta todos a la vez75:
• En primer lugar, se debe analizar la forma en que cada material o
un conjunto de materiales fluyen por el ecosistema.
• En segundo lugar, se debe encontrar la forma de modificar el flujo
de dicho material o materiales por el sistema, de manera que se
optimice la relación ambiente-industria.
• En tercer lugar, se debe coordinar el tipo de industrias que están
presentes en un parque industrial, es decir, que se complementen

74 Frosch, R.A. and Gallopoulos, N. (1989). Strategies for manufacturing. Scientific American.
p. 261.
75 Ramaswamy, R. (2004). Industrial ecology – A new platform for planning sustainable socie-
ties. Virtual Pro.

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Capítulo i: La economía circular 57

de manera que se mejore el aprovechamiento de los recursos en-


tre las empresas.
Para concluir, hay que remarcar cuáles son las principales áreas de
investigación que se están desarrollando en el seno de la ecología in-
dustrial. Estas se basan en las siguientes cuestiones:
• Metabolismo industrial: flujos de energía y de recursos.
• Residuos cero: materiales y gases de efecto invernadero (GEI).
• Cambio tecnológico y el Medio Ambiente.
• Análisis y planificación del ciclo de vida.
• Ecodiseño: diseño para el Medio Ambiente.
• Ecoinnovación.
• Gestión del producto: responsabilidad ampliada del fabricante.
• Simbiosis industrial.
• Política medioambiental orientada al producto.
• Ecoeficiencia.
Para conseguir desarrollar los diferentes proyectos aplicando eco-
logía industrial, se han ido creando desde el origen de esta teoría (que
está en plena expansión), una serie de instituciones y organizaciones
que se dedican a su promoción, investigación e innovación, entre las
cuales se encuentran la Sociedad Internacional de Ecología Industrial,
el Journal of Industrial Ecology, que data de 1997, y el Journal Progress
in Industrial Ecology, en 2004. Todas ellas han conseguido posicionar,
tanto en la comunidad científica como en el ámbito industrial, a la eco-
logía industrial como un pilar fundamental para alcanzar el desarrollo
sostenible.

1.3.5. Biomimicry: Biomímesis, innovación inspirada en la naturaleza

¿Cómo consigue una hoja capturar la luz del sol?, ¿cómo consiguen
las ballenas emitir señales de localización que recorran tantos kilóme-
tros?, ¿cómo puede una araña crear fibras tan resistentes? Estas son
algunas de las preguntas que la bióloga estadounidense Janine M.
Benyus (Nueva Jersey, 1958) se ha ido cuestionando a lo largo de su

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58 Ignacio Belda Hériz

carrera, tras observar como en la naturaleza los distintos seres vivos


están adaptados para buscar soluciones única y exclusivamente apro-
vechando sus propios recursos, que forman a su vez parte de la propia
naturaleza, sin necesidad de alterar o dañar a esta, a diferencia de los
seres humanos que, en busca de soluciones para adaptarse al medio
en el que viven, generan grandes cantidades de problemas medioam-
bientales y residuos que nunca se regeneran.
Entre todas las obras escritas por la bióloga (seis en total), destaca
su libro Biomimicry: Innovation Inspired by Nature (1998)76, en donde
analiza las cuestiones desarrolladas en el párrafo anterior y se cuestio-
na la siguiente pregunta: ¿por qué no puede el ser humano aprender
de la propia naturaleza para desarrollarse e intentar usar sus recursos
de manera similar? Es en ese momento en el que se empieza a gestar la
noción de la biomímesis. Esta idea no es del todo nueva, de hecho, el
propio Leonardo DaVinci, a través de la observación de la anatomía de
los pájaros que describiría en su libro Código del Vuelo de las Aves, cons-
truyó sus famosas máquinas voladoras, y, durante siglos, científicos
y pensadores77 han buscado respuestas en la naturaleza, pero no fue
hasta la publicación del citado libro, cuando se empezaría a desarrollar
y difundir abiertamente entre la comunidad científica.
La biomímesis es un “enfoque a la innovación que busca soluciones
sostenibles a los desafíos humanos emulando modelos y estrategias exis-
tentes en la naturaleza”78. Benyus, a través de la biomímesis, anima a
los investigadores, científicos, emprendedores, etc. a “preguntar a la
naturaleza” cómo podemos diseñar los productos y procesos que ne-
cesitamos para nuestra vida. No consiste, por tanto, en utilizar directa-
mente a los organismos vivos para que realicen una determinada fun-
ción para nosotros, sino estudiar, aprender e imitar sus técnicas para
poder realizar nosotros esa misma función.
Para explicar esto, podríamos poner de ejemplo a los escarabajos
del desierto de Namib, que han desarrollado técnicas para condensar
la humedad del aire y generar pequeñas cantidades de agua que al-

76 Benyus, J. (1998). Biomimicry. Pymble, NSW: HarperCollins.


77 Recordemos, por ejemplo, que William Blake defendía la idea de la naturaleza como una
fuente de inspiración de la imaginación, ya por el siglo XIX.
78 What is Biomimicry? https://biomimicry.org/ (consultado en julio de 2017).

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Capítulo i: La economía circular 59

macenan en su cuerpo, por lo que consiguen acceder a un recurso tan


necesario como el agua, utilizando única y exclusivamente sus propios
recursos. Pues bien, la biomímesis no consistiría en emplear escaraba-
jos del desierto de Namib para recolectar y conseguir agua para noso-
tros (lo cual hasta resulta absurdo pensar), sino, como hizo la empresa
norteamericana NBD Nano79, consiste en estudiar las técnicas que el
propio escarabajo ha desarrollado y aprendido de la naturaleza, para
incorporarlas y aplicarlas en nuestras propias tecnologías y así poder
obtener por nosotros mismos el agua. Así pues, dicha empresa ha dise-
ñado, inspirándose en estos insectos, un sistema que utiliza materiales
hidrofóbicos e hidrofílicos80 que permiten captar la humedad del aire y
condensarlo, al igual que hace el escarabajo, para generar agua. Dicho
sistema se usará en botellas que permitirían su autoabastecimiento sin
necesidad de una fuente de agua, por lo que podría solucionar los pro-
blemas de sequía y déficit hídrico que padecen millones de personas en
el mundo, facilitando la obtención de agua potable apta para el consu-
mo humano y para el cultivo.
Benyus reconoce a la naturaleza como maestra, recordando que
hay organismos que llevan viviendo en el planeta desde mucho antes
de que el ser humano llegara y que, por tanto, llevan siglos de ventaja
desarrollando técnicas que les permitan sobrevivir y adaptarse y, no
solo lo consiguen, sino que además contribuyen con ello a la sosteni-
bilidad ecosistémica y medioambiental, sirviéndose exclusivamente de
la naturaleza. Por eso, anima a que los seres humanos aprendamos de
ellos, imitemos sus técnicas y las empleemos para crecer de manera
sostenible. Tanto es así que la bióloga repite frases en sus ensayos,
conferencias y libros, tales como: “Cuando observamos aquello que es
verdaderamente sostenible, el único modelo real que ha funcionado du-
rante largos períodos de tiempo es el mundo natural”; “¿Qué tal si cada
vez que queramos inventar algo nos preguntemos en primer lugar cómo
resolvería ese problema la naturaleza?”81.

79 Se puede encontrar más información en el siguiente enlace: http://nbdnano.com/


80 Una sustancia hidrofílica es aquella que se puede mezclar con el agua. Por otro lado, una
sustancia hidrofóbica será aquella que será repelida por el agua o que no se podrá mezclar con
ella.
81 Estas palabras las pronuncia Benyus en cada conferencia a la que asiste, para tratar de
explicar sus postulados.

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60 Ignacio Belda Hériz

Benyus ha contribuido a la promoción de la biomímesis, además de


gracias a sus publicaciones, a través de Biomimicry Guild, una compañía
creada por ella que ayuda a sus clientes a utilizar, en sus palabras, “la
genialidad que se puede encontrar en todas las formas de vida para crear
productos y procesos sostenibles”. Es también cofundadora del Biomi-
micry Institute, del portal de Internet AskNature.org y del programa
Innovation for Conservation que se encarga de preservar el hábitat de
los organismos que inspiran las soluciones biomiméticas. En este sen-
tido, Benyus impele a que los emprendedores y empresarios dediquen
fondos para investigar soluciones biomiméticas que puedan aplicarse
a sus propios productos y, así, numerosas empresas de muy diversos
sectores (ingeniería, nuevas tecnologías, arquitectura, sanidad, indus-
tria textil…) alrededor de todo el mundo han utilizado la bomímesis
para innovar y desarrollar proyectos y productos muy interesantes y
de muy buena calidad (de los que más adelante se darán algunos otros
ejemplos).
Reconduciendo el tema a la materia que nos ocupa podemos afir-
mar, sin lugar a dudas que la biomímesis es una fuente inspiradora de
la economía circular, y así, su impulsora, afirma: “El primer nivel es imi-
tar la forma natural. Pero se puede acceder a un segundo nivel, que es
cuando se imita el proceso natural. Y un tercero, copiando el funciona-
miento de los ecosistemas”. Tal y como se concluye en el libro Biomimi-
cry: Innovation Inspired by Nature, una revolución biomimética es posi-
ble, solo es necesario utilizar a la naturaleza en un triple sentido: como
modelo, a la que imitar y en la que hay que inspirarse; como medida del
estándar ecológico para la sostenibilidad de nuestras creaciones, pues
de ella obtenemos todo y en ella están los límites de nuestro desarro-
llo (sin naturaleza no hay desarrollo humano posible); y como mentora
fundamental, a la que hay que observar y de la que hay que aprender,
en lugar de contemplarla como lo que ahora es: una mera proveedora
que es explotada una y otra vez sin control.

1.3.6. Blue Economy: Economía azul

Todos nosotros probablemente hayamos oído hablar más de una


vez de la llamada “economía verde” o “economía ecológica”, que ha
tomado una importancia muy significativa en la actualidad. Sin embar-

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Capítulo i: La economía circular 61

go, a pesar de la repercusión social y su difusión, parece que no termina


de despegar o que, incluso, ya ha tocado fondo, pues, aunque existe
una voluntad por consumir este tipo de productos “verdes” o ecológi-
cos, la cantidad que efectivamente se consume es ínfima. Esto lo de-
muestra, por ejemplo, un artículo publicado por el Journal of Marketing
en el año 2010, en el que se constatan los resultados de un estudio que
plasmó que, mientras el 40 % de los consumidores afirmaba que iban
a comprar productos ecológicos, en realidad solo lo hacía el 4 %. ¿Cuál
es el motivo de que esto suceda? Otro estudio nos puede responder a
esta cuestión, se trata del Informe GFK Roper’s Green Gauge (publica-
do en septiembre de 2010), sobre los hábitos de los consumidores de
EE.UU. en relación a la economía verde, realizado por el portal de Estu-
dios de Mercado GFK. En él se reflejó cómo el 58 % de los consumidores
pensaba que los productos ecológicos eran demasiado caros, mientras
que el 33 % creía que no funcionaban tan bien como los productos “nor-
males” (tradicionales)82.
Es por este motivo por el que, de la mano del economista belga
Gunter Pauli83 (Amberes, marzo 1956), nace la economía azul, que fue
introducida por primera vez en 1994, cuando el autor fue requerido
por las Naciones Unidas para reflexionar sobre los modelos empresa-
riales del futuro, durante la preparación del COP3, en Japón, donde se
decidió el Protocolo de Kyoto. Posteriormente, en el año 2010, publicó

82 GfK (2010). The Environment: Public Attitudes and Individual Behavior – A Twenty-Year
Evolution. pp.6-13. Disponible en: http://www.scjohnson.com/libraries/download_documents/
scj_and_gfk_roper_green_gauge.sflb.ashx [Consultado el 5 Jul. 2017].
83 Gunter Pauli se licenció en Ciencias Económicas en la Loyola´s University (hoy University
de Antwerp), en Bélgica, y obtuvo un máster en Administración de Empresas en el INSEAD de
Fontainebleau, Francia. En 1978 fue elegido como el presidente nacional de la unión de estu-
diantes AIESEC. Fue el fundador y presidente de PPA Holding y de más de otras 10 compañías,
fundador y CEO del European Service Industries Forum (ESIF), Secretario General del Euro-
pean Business Press Federation (UPEFE), fundador y presidente de la Fundación “Mozarteum
Belgicum“, director y presidente de Ecover, y asesor del Rector de la United Nations University
de Tokio. También es Socio del World Academy of Arts and Sciences (San Francisco, EE.UU),
miembro del Club de Budapest y del Club de Roma. Ha publicado 20 libros. También es mode-
rador de la Mesa Redonda de Premios Nobel de Ciencia. Sus actividades empresariales abarcan
las ramas de los negocios, de la cultura, las ciencias, la política y el medio ambiente. Fundó el
“Zero Emissions Research and Initiatives” (ZERI) en la United Nations University de Tokio, y
subsecuentemente constituyó la Global ZERI Network como fundación, que se encarga de
resideñar los modelos de producción y consumo hacia grupos de industrias, inspirados por
sistemas naturales.

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62 Ignacio Belda Hériz

un informe para el Club de Roma: The Blue Economy: 10 years – 100


innovations – 100 million jobs, en el cual analiza los casos de éxito y a
partir de cuya publicación la promoción de sus teorías ha tomado ma-
yor relevancia. El libro fue reeditado y ampliado en el año 2015 como
The Blue Economy, Version 2.0. Por estas acciones, Pauli ha sido nombra-
do por The Huffington Post como “El Steve Jobs de la sostenibilidad”.
La economía azul, por tanto, va más allá de la globalización y de la
economía verde. Hoy en día se estima que todos los nuevos trabajos se
generan solamente en 10 países del mundo, mientras que el 9,6 % de la
población mundial gana menos de 1,9 dólares al día84.
Está claro que la economía verde es ineficaz, puesto que, ni está ge-
nerando nuevos trabajos, ni, debido a sus precios, es asequible para la
mayoría de la población mundial; de hecho, algo se está haciendo mal
cuando los productos más contaminantes y menos saludables son, en
general, los más baratos del mercado, mientras que los más ecológicos
y saludables, son los más caros.
Es imposible aplicar una economía verde cuando exige que el poder
adquisitivo de sus consumidores sea tan elevado. Es por eso que ha lle-
gado el momento de cambiar hacia un modelo de negocio competitivo
que responda a las necesidades básicas de toda la población, con los
recursos disponibles en cada territorio y asequible para el conjunto de
la población (el propio Pauli reconoce que “la economía verde es para
ricos”).
Se trata de un concepto holístico e innovador en el planteamiento
empresarial: solo tenemos que emular los ecosistemas naturales para ser
eficientes en la producción de bienes y servicios que los ciudadanos ne-
cesitan para ser felices, con responsabilidad compartida y respeto para
las generaciones futuras85. Comparte, como vemos, muchísimas simili-
tudes con la biomímesis y las teorías de cradle to cradle.

84 World Bank (2015). Ending Extreme Poverty and Sharing Prosperity: Progress and Policies.
pp.1-5. Disponible en: http://s01.s3c.es/imag/doc/2015-10-05/pobreza-octubre-banco-mundial.
pdf [Consultado el 19 Jul. 2018].
85 Ecointeligencia - cambia a un estilo de vida sostenible. (2012). Bienvenidos a la economía
azul. Disponible en: https://www.ecointeligencia.com/2012/05/economia-azul-gunter-pauli/
[Consultado el 2 Oct. 2017].

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Capítulo i: La economía circular 63

Tal y como se establece en el manifiesto inicial, recogido en el in-


forme que realizó para el Club de Roma, “utilizando los recursos dis-
ponibles en los sistemas en cascada, […] los residuos de un producto se
convierten en la entrada para crear un nuevo flujo de caja”. La econo-
mía azul consiste, en suma, en entender los desechos como recurso,
a nuestros residuos como nuestra materia prima, y buscar soluciones
inspiradas en los principios del diseño de la naturaleza para poder con-
vertirlos en productos sostenibles, asequibles y eficientes.
La economía azul está basada en veintiún principios fundaciona-
les86, entre los que encontramos, por ejemplo, que “la economía azul
responde a las necesidades básicas de todos con aquello de lo que dispo-
nemos, introduciendo innovaciones inspiradas en la naturaleza, generan-
do múltiples beneficios, incluyendo trabajos y capital social, ofreciendo
más con menos”; que “la naturaleza evolucionó de unas pocas especies
a una rica diversidad. Riqueza significa biodiversidad. La estandarización
industrial significa lo contrario”; o que “la gravedad es la principal fuen-
te de energía, la energía solar es el segundo combustible renovable”; y,
por último, que “en la naturaleza el cambio es algo constante, las inno-
vaciones tienen lugar en cada momento”. Estos son, en mi opinión, los
principios más interesantes (sin desmerecer el resto), pues explican,
de manera resumida, en qué consiste la economía azul.
En 1994 Pauli creó la Zero Emissions Research & Initiatives (ZERI),
una red global formada por 38 organizaciones de todo el mundo, dedi-
cada a la investigación, innovación e implantación de proyectos y que,
después de algo más de 20 años ha demostrado que el cambio es po-
sible. Así, desde entonces, gracias a la economía azul, se han creado
numerosos empleos y más de 1 500 empresas, con algunos famosos
proyectos como el del cultivo de hongos comestibles de alta calidad a
través de los desechos de café (presente también en España). En la ver-
sión 2.0 del Informe se refleja cómo, para el año 2015, 200 proyectos,
con una inversión de cuatro mil millones de dólares, habían consegui-
do crear tres millones de empleos, y las previsiones son que, gracias a
la economía azul, la creación de empleo siga aumentando por millones

86 Podemos encontrar todos estos principios en el siguiente enlace, del propio portal creado
para la difusión de la economía azul de Gunter Pauli: http://www.theblueeconomy.org/princi-
ples.html

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64 Ignacio Belda Hériz

en los próximos años. ZERI contribuye a la creación de una conciencia


global arraigada en la búsqueda de soluciones prácticas basadas en el
desarrollo sostenible de los sistemas naturales.

1.3.7. Natural Capitalism: Capitalismo natural

Esta teoría nace en 1999 de la mano de Amory Lovins87 y Paul


Hawken88, tras la publicación de su libro Natural Capitalism: Creating
the Next Industrial Revolution, que fue publicado en más de 50 países
y traducido a unas 28 lenguas, llegando a ser catalogado por el propio
Bill Clinton como “uno de los cinco libros más importantes del mundo
de nuestros días”.
“El capitalismo natural es una propuesta de desarrollo empresarial y
social impulsada por el Rocky Mountain Institute de Estados Unidos. Su
tesis básica es que hay que pasar de la economía del consumo a la de los
servicios y reinvertir los beneficios obtenidos en garantizar la conserva-
ción de los recursos naturales”89.
El capitalismo natural propone cuatro principios para lograr un nue-
vo desarrollo minimizando el daño a los ecosistemas, estos son:
AA Principio 1: Aumentar drásticamente la productividad natural
de los recursos. Reducir los desperdicios y el flujo destructivo
de recursos tanto en la explotación como en la contaminación
representa una gran oportunidad de negocio. A través de cam-
bios fundamentales tanto en el diseño como en la tecnología,
las compañías con visión de futuro están desarrollando formas

87 Amory B. Lovins (Washington D.C., 3 de noviembre de 1947) es un físico y ambientalista,


colaborador de la revista Forbes, co-fundador del Rocky Mountains Institute y uno de los prin-
cipales promotores de la eficiencia energética y el uso de las energías renovables. En 2009, la
revista Time nombró a Lovins una de las 100 personas más influyentes, y ha sido galardonado
con varios premios. A él se le debe el acuñamiento del término “soft energy path” (“Vía de la
energía suave”), una política energética llamada a revolucionar la eficiencia energética y las
energías renovables.
88 Paul Hawken (California, 2 de agosto de 1946) es un ambientalista, empresario, escritor y
activista que ha dedicado toda su vida a la sostenibilidad medioambiental y al cambio de las
relaciones entre las empresas y el medio ambiente. Es una de las voces más importantes en el
sector. Cofundador del Rocky Mountains Institute.
89 Lovins, A., Lovins L y Hawken, P. (1999). Una Ruta hacia el Capitalismo Natural. Harvard Bu-
siness Review, Reprint Number 99309.

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Capítulo i: La economía circular 65

para aprovechar los recursos naturales (energía, minerales,


agua y bosques) 5, 10, y hasta 100 veces más que hoy en día.
Estos grandes ahorros de recursos a menudo proporcionan
mayores ganancias que las conseguidas en negocios despreo-
cupados por el ahorro. Y no solo se amortizan con el tiempo,
sino que en muchos casos reducen las inversiones de capital
inicial necesarias.
BB Principio 2: Cambiar hacia modelos de producción biológica-
mente inspirados. El capitalismo natural busca no solo reducir
los residuos sino también eliminar el mismo concepto de residuo
o desecho. En sistemas de producción de ciclo cerrado, mode-
lados según diseños naturales, cada output es o bien devuelto
al ecosistema como nutriente y sin perjuicio o bien se convierte
en un input para fabricar otro producto. Tales sistemas pueden
a menudo ser diseñados para eliminar el uso de materiales tóxi-
cos, los cuales pueden poner en peligro la capacidad de la natu-
raleza para reprocesar los materiales.
CC Principio 3: Avanzar hacia un modelo de negocio basado en so-
luciones. El modelo de negocio de fabricación tradicional reside
en la venta de bienes. En cambio, el nuevo modelo se susten-
ta en el flujo de servicios. Por ejemplo, trata de proporcionar
iluminación, en vez de vender bombillas. Este modelo conlleva
una nueva percepción del valor de las cosas. Supone pasar de
la adquisición de bienes como medida de la riqueza a conside-
rarlo como la continua satisfacción de las cambiantes expecta-
tivas de calidad, utilidad y funcionalidad. La nueva relación une
los intereses de los proveedores y los clientes de forma que los
premia por aplicar las dos primeras innovaciones del capitalis-
mo natural: el aumento de la productividad de los recursos y la
visión del proceso de fabricación como un círculo cerrado.
DD Principio 4: Reinvertir en capital natural. En última instancia,
el negocio debe reponer, sostener, y expandir los ecosiste-
mas del planeta para que puedan producir sus servicios vita-
les y sus recursos biológicos incluso más abundantemente.
Las presiones para conseguirlo aumentan a medida que las
necesidades humanas crecen, los costos provocados por el

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66 Ignacio Belda Hériz

deterioro de los ecosistemas aumentan y la conciencia am-


biental de los consumidores se expande. Afortunadamente,
todas estas presiones crean oportunidades de negocio. El ca-
pitalismo natural no está inspirado por la escasez de recur-
sos naturales. De hecho, actualmente, muchos recursos bio-
lógicos, como la pesca, ya escasean, y otros como el cobre
o el petróleo lo harán en breve. Sin embargo, la clave de su
explotación está en el modelo adoptado. Los índices de pre-
cios promedio de las mercancías son tan bajos como hace 28
años, gracias en parte a poderosas tecnologías extractivas,
las cuales suelen estar subvencionadas y cuyos daños al capi-
tal natural no se contabilizan. Incluso a pesar de esos precios
artificialmente bajos, la utilización más productiva de los re-
cursos puede ser ahora tan provechosa que compañías pun-
teras, grandes y pequeñas, se han embarcado ya en el viaje
hacia el capitalismo natural.
“Nadie dirigiría una empresa sin contar sus desembolsos de capi-
tal. No obstante, en 1999, cuando se publicó originalmente este
artículo, la mayoría de Ias empresas pasaba por alto un importan-
te componente de capital: los servicios de ecosistema de la Tierra.
Era una omisión asombrosa: los cálculos de aquel entonces eva-
luaron esos servicios (almacenamiento de agua, regulación de la
atmósfera, control del clima y otros) en treinta y tres mil millones
de dólares al año”90.
Si, aparentemente, aplicando los cuatro principios, grandes aho-
rros en recursos son posibles y rentables, ¿por qué no todas las
empresas intentan conseguirlos? La respuesta a esta pregunta
es simple y, aunque la situación ha empezado a cambiar desde
que ambos autores la plantearan, fundamentalmente, se debe
a que fiscalmente, resulta hoy día más eficiente, por ejemplo,
desperdiciar combustible que invertir en mejorar la eficiencia de
consumo. Para cambiar esto, como ya se está empezando a ha-
cer, hay que incentivar y premiar a las empresas para incremen-
tar la productividad de los recursos.

90 Una Ruta hacia el Capitalismo Natural. Op. Cit.p. 52.

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Capítulo i: La economía circular 67

1.4. La Ellen MacArthur Foundation y la Fundación para la


economía circular: Los principios y las características de la
economía circular

Mención aparte merecen dos instituciones que se han convertido


en las grandes defensoras, inspiradoras y difusoras de la economía
circular, ya sea en España y en Europa como en el resto del mundo
(en especial la primera que trataremos). Ambas compilan y aglutinan
diversas teorías y en ellas se inspiran otras tantas y, a través de sus in-
formes, documentos y labores de asesoramiento han sentado las prin-
cipales pautas y estrategias para conseguir que diversas instituciones
públicas, gobiernos y organizaciones internacionales promuevan polí-
ticas tendentes a la consecución de un sistema basado en la economía
circular.
Ambas fundaciones van a ser reseñadas en este primer bloque por-
que, aunque por su actividad podríamos encuadrarlas en el que se de-
sarrollarán proyectos, instituciones e iniciativas adoptadas en el seno
de la economía circular, las dos ofrecen también una visión teórica
sobre la materia, pues compilan una serie de principios características
que nos ayudan a contextualizar, de una manera clara, la economía
circular.

1.4.1. Ellen MacArthur Foundation

Cuando hablamos de economía circular, lo más probable es que,


si pensamos en sus principales defensores y promotores, se nos ven-
gan a la cabeza empresarios, economistas, científicos, biólogos y una
serie de hombres y mujeres profesionales relacionados con el mun-
do de la empresa y/o la ciencia. Sin embargo, a quien le debemos el
honor de considerarse como la madre de la economía circular, es a
una mujer que se ha dedicado profesionalmente casi toda su vida al
deporte.
Patricia Ellen MacArthur nació en Derbyshire (Reino Unido) el 8 de
julio de 1976 y en el año 2001, con solo 24 años, se convirtió en la mujer
que más rápido ha dado la vuelta al mundo en vela en solitario (y la se-
gunda persona entre ambos géneros), así como la más joven en acabar

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68 Ignacio Belda Hériz

la carrera. En 2005, tras realizar la vuelta al mundo (42 000 kms) en 71


días, 14 horas, 18 minutos y 33 segundos batió el récord mundial y entró
en el ‘Libro Guinness de los récords’ al convertirse en la persona más
rápida en navegar en solitario alrededor del mundo, título que mantu-
vo hasta el año 2008. Estas hazañas le valieron varios reconocimientos,
entre los que figuran su nombramiento como Dama del Imperio Britá-
nico, por la Reina Isabel II, en 2005, o el otorgamiento de Legión de
Honor, en 2008, por el entonces presidente de la República francesa
Nicolas Sarkozy.
Quizás muchos se pregunten, llegados a este punto, ¿qué tienen
que ver estos logros con la economía circular? Lo cierto es que, aunque
pudiera parecer extraño, están enormemente relacionados. MacAr-
thur, tal y como ella misma ha reconocido en innumerables entrevistas,
realizó un descubrimiento cuando estaba sola en mitad del océano que
le cambiaría la vida por completo, y que le haría dejar el deporte para
dedicarse a la divulgación económico-científica:
“Sin buscarlo, me encontré con algo muy fundamental. Cuando se na-
vega por el mundo en un barco, uno coge todo lo que necesita. Permane-
ces en el mar durante 3 meses sin pisar tierra firme […] Te das cuenta de
lo que significa ‘limitado’, porque lo que tienes, es todo lo que tienes, lo
demás simplemente no existe. Cuando bajé del barco en la línea de llega-
da de repente me di cuenta de que, de hecho, nuestra economía global
no es muy diferente a eso. Nuestra economía mundial depende totalmen-
te de los recursos que son limitados”91.
MacArthur comprendió, en la soledad del océano, que el ser hu-
mano tiene que sobrevivir con los recursos de los que dispone, al igual
que un regatista en medio del océano, pues solo dispone de recursos
limitados, por lo que decidió comenzar a estudiar y a recopilar informa-
ción sobre la problemática de los recursos y sobre las medidas que se
podían tomar para revertir la situación.
“Mi bisabuelo era minero del carbón, y pasó 50 años de su vida bajo
tierra. Estábamos unidos. Recuerdo sentarme en su regazo y escuchar sus
historias de minero […] Parece que fue ayer. Y en mi trayecto de aprendi-

91 Euronews. (2014). Ellen MacArthur: surcando las olas. [online] Disponible en: http://es.euro-
news.com/2014/07/31/ellen-macarthur-surcando-las-olas [Consultado el 9 Oct. 2017].

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Capítulo i: La economía circular 69

zaje, visité el sitio web de la Asociación Mundial del Carbón, y allá, en me-
dio de la portada, decía: ‘Nos quedan unos 118 años más de carbón.’ Y me
dije, bueno, excede mucho el curso de mi vida […] Pero hice los cálculos
y me di cuenta de que mi bisabuelo había nacido exactamente 118 años
antes de aquel año, y yo me senté en su regazo hasta los 11 años de edad,
y me di cuenta de que eso no es nada en el tiempo, ni en la historia. Esto
me hizo tomar una decisión que nunca pensé que tomaría: abandonar el
deporte de la navegación en solitario y dedicarme al mayor reto que he
encontrado: el futuro de la economía mundial”92.
De este modo, tras darse cuenta de la gravedad del problema y en
virtud de su compromiso con el nuevo reto que se había propuesto, en
el año 2010 decide fundar la Ellen MacArthur Foundation93 cuyo obje-
tivo es “acelerar la transición hacia una economía circular”. Esta Funda-
ción cuenta con varios socios globales, comprometidos con el proyec-
to, que se encargan de investigar y de promover soluciones inspiradas
en la economía circular y que no son sino grandes y prestigiosas em-
presas multinacionales, tales como Google, Philips, H&M, Unilever, Da-
none, Intesa Sanpaolo, NIKE Inc. y Renault.
Ya se ha explicado, a lo largo de los anteriores capítulos y a través de
las diferentes teorías (que ya hemos dicho que inspiran a estas funda-
ciones), en qué consiste la economía circular y cómo se puede cambiar
nuestro actual modelo económico lineal de “tomar, usar y desechar”
(en palabras de MacArthur) a uno circular; por tanto, no es necesario
repetirlo nuevamente, sino que, en este punto, interesa desarrollar los
que, según la Ellen MacArthur Foundation son los principios de la eco-
nomía circular, que abordan varios de los retos en términos de recursos
y del sistema a los que han de hacer frente las economías industriales94:

92 En esta ocasión, pronunció dichas palabras en el seno de las Conferencias TED (Technolo-
gy, Entertainment and Design), un evento anual donde algunos de los pensadores y empren-
dedores más importantes del mundo están invitados a compartir lo que más les apasiona, y
donde también han acudido otras personalidades que ya han sido aquí referidas, como Nadya
Zhexembayeva https://www.ted.com/talks/dame_ellen_macarthur_the_surprising_thing_i_
learned_sailing_solo_around_the_world/transcript?language=es
93 Se puede encontrar más información en el siguiente enlace: https://www.ellenmacarthur-
foundation.org/ (Actualizado en septiembre de 2017).
94 Estos principios son compilados por la Ellen MacArthur Foundation en su web. Ellenmacar-
thurfoundation.org. (n.d.). Economía Circular Principios. [online] Disponible en: https://www.
ellenmacarthurfoundation.org/es/economia-circular/principios [Consultada el 3 Oct. 2017].

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70 Ignacio Belda Hériz

AA Principio 1: Preservar y mejorar el capital natural. Que se con-


sigue “controlando existencias finitas y equilibrando los flujos de
recursos renovables”. Es decir, que cuando se necesiten recur-
sos, el sistema circular que se implante debe ser capaz de selec-
cionarlos sabiamente y elegir las tecnologías y procesos que, o
bien empleen recursos renovables, o bien tengan mejores resul-
tados, siempre que esto sea factible. Además, una economía cir-
cular debe ser capaz de mejorar el capital natural potenciando
el flujo de nutrientes del sistema y creando condiciones que, por
ejemplo, permitan la regeneración del suelo.
BB Principio 2: Optimizar el uso de los recursos. Que se consigue
“rotando productos, componentes y materiales con la máxima
utilidad en todo momento, tanto en los ciclos técnicos como en
los biológicos”. Esto supone que, a la hora de diseñar un pro-
ducto, hay que hacerlo de modo tal que pueda repetirse el
proceso de fabricación, restauración y reciclaje para que los
componentes y materiales recirculen y sigan contribuyendo a
la economía.
CC Principio 3: Fomentar la eficacia del sistema. Que se consigue
“revelando y eliminando externalidades negativas”. Lo anterior
se traduce en la necesidad de reducir los daños al uso humano,
tales como los relacionados con los alimentos, la movilidad, la
vivienda, la educación, la salud y el ocio; y de gestionar externa-
lidades tales como el uso del terreno, la contaminación atmos-
férica, de las aguas y acústica, la emisión de sustancias tóxicas y
el cambio climático.
Tras hablar de los principios, siguiendo las consideraciones de la
Ellen MacArtur Foundation, debemos pasar ahora a desarrollar las que,
según esta, deben ser las principales características de la economía
circular para cualquiera que quiera desarrollar una actividad económi-
ca inspirada en el modelo cíclico:
AA Diseñar sin residuos. En un verdadero modelo económico circu-
lar, los residuos no existen cuando los componentes biológicos y
técnicos (o «materiales») de un producto se diseñan con el fin de
adaptarse dentro de un ciclo de materiales biológicos o técnicos,
y se diseñan para el desmontaje y la readaptación. De este modo,

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Capítulo i: La economía circular 71

los materiales biológicos no son tóxicos y pueden compostarse


fácilmente, mientras que los materiales técnicos –polímeros, alea-
ciones y otros materiales artificiales– están diseñados para volver
a utilizarse con una mínima energía y la máxima retención de la
calidad (mientras que el reciclaje, tal como se entiende habitual-
mente, provoca una reducción de la calidad y vuelve al proceso
como materia prima en bruto).
BB Aumentar la resiliencia por medio de la diversidad. La modu-
laridad, la versatilidad y la adaptabilidad son características muy
apreciadas a las que debe darse prioridad en un mundo incierto y
en rápida evolución. Los sistemas diversos con muchas conexio-
nes y escalas son más resilientes a los impactos externos que los
sistemas construidos simplemente para maximizar la eficiencia y
el rendimiento con resultados de fragilidad extremos. Podríamos
resumir esto en que, cuanta mayor diversidad se crea, mayor
riqueza se obtiene y mayor solidez se consigue.
CC Trabajar hacia un uso de energía de fuentes renovables. Todo
sistema debería tratar de funcionar fundamentalmente a partir
de energía renovable, lo que sería posible por los valores redu-
cidos de energía que precisa una economía circular restaurati-
va. Para desarrollar esta idea, la Fundación pone de ejemplo el
sistema de producción agrícola, el cual funciona a partir de la
actual energía del sol, pero cantidades significativas de combus-
tibles fósiles se utilizan en los fertilizantes, maquinaria agrícola,
procesos y a través de la cadena de suministro. Así pues, explica
que unos sistemas de alimentación y agricultura más integrados
reducirían la necesidad de insumos basados en combustibles fó-
siles y aprovecharían más el valor energético de los subproduc-
tos y estiércoles.
DD Pensar en «sistemas». La capacidad de comprender cómo influ-
yen entre sí las partes dentro de un todo y la relación del todo con
las partes, resulta fundamental. Los elementos se consideran en
relación con sus contextos medioambientales y sociales. El pen-
samiento de sistemas se refiere normalmente a la inmensa ma-
yoría de los sistemas del mundo real: no son lineales, tienen una
gran retroalimentación y son interdependientes. Dicho con otras

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72 Ignacio Belda Hériz

palabras, las personas, empresas, instituciones, plantas, anima-


les… todos los elementos existentes en el planeta forman par-
te de sistemas diferentes, pero están interconectados entre sí y
se alimentan unos de otros, por lo que cualquier actividad que
afecte a unos, afectará también a los otros. Comprender que
todos los sistemas se necesitan entre sí es fundamental para
entender que la economía circular debe respetar a cada uno de
ellos.
EE Pensar en cascadas. Para los materiales biológicos, la esencia
de la creación de valor consiste en la oportunidad de extraer
valor adicional de productos y materiales mediante su paso en
cascada por otras aplicaciones. En la descomposición biológica,
ya sea natural o en procesos de fermentación controlados, el
material se descompone en fases por microorganismos, como
bacterias y hongos, que extraen la energía y los nutrientes de
los hidratos de carbono, grasas y proteínas que se encuentran
en el material. Lo que aquí se quiere decir, fundamentalmen-
te, es que, al igual que en los ciclos biológicos un material
determinado puede servir a diferentes fines desde que nace
hasta que muere, un material industrial debería ser igualmen-
te capaz de crear valor en las diferentes fases de la vida útil,
y así, debería ser también multifuncional y generar nuevas
oportunidades de negocio una y otra vez. Por ejemplo, pasar
del árbol al horno priva del valor que podría obtenerse median-
te una descomposición en fases, mediante usos sucesivos como
madera y productos de madera antes de su deterioro y eventual
incineración.

1.4.2. Proyectos de la Ellen MacArthur Foundation

Para conseguir esta transición hacia una economía circular, y en


aras de promocionar y concienciar sobre los beneficios de su implan-
tación, la Ellen MacArthur Foundation trabaja fundamentalmente en
cuatro campos distintos, en los cuales desarrolla un gran número de
programas, proyectos y actividades alrededor de todo el mundo, estos
son:

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Capítulo i: La economía circular 73

AA Negocios: La Fundación considera que la innovación en los ne-


gocios, o innovación empresarial, es el pilar fundamental para
cualquier transición hacia una economía circular, por ello tra-
baja con sus socios globales (Google, Philips, H&M, Unilever,
Danone, Intesa Sanpaolo, NIKE Inc. y Renault), para desarrollar
iniciativas empresariales circulares y superar los retos de su im-
plantación. En este sentido, destacan dos proyectos llevados a
cabo por la fundación:
–– Con la colaboración de sus socios, en el año 2013 la Funda-
ción creó el primer programa innovador específico sobre
economía circular del mundo, llamado Economy Circular 100
(CE100)95, que incluía a empresas líderes de la industria, inno-
vadoras y emergentes pymes, redes de oficinas, autoridades
estatales, regiones y ciudades. El programa es un foro único
para forjar “capacidades circulares”, superar las barreras ha-
bituales para progresar, comprender la necesidad de hacer
las “condiciones circulares” posibles, así como para dirigir
“prácticas circulares” en un ambiente colaborativo. En de-
finitiva, fue creado para apoyar a estas compañías, gobier-
nos y ciudades en tareas de asesoramiento e implantación,
creando una red global de expertos, empresas y regiones
formados en economía circular, así como una base de datos
que sirva de guía, herramienta y análisis de mejores prácticas
para ayudar a las empresas a acelerar su éxito.
–– El otro proyecto a destacar es el Proyecto Main-Stream96.
Este es una iniciativa global multisectorial encabezada por
CEO (directores ejecutivos de diferentes empresas), para
acelerar la innovación empresarial y ayudar a perfilar la eco-
nomía circular. Se espera que este proyecto pruebe los be-
neficios económicos y medioambientales de la economía cir-
cular a través de diversos programas específicos, de manera
que se alcance un punto de inflexión que sirva para acelerar

95 Se puede investigar más sobre este proyecto en el siguiente enlace: https://www.ellenma-


carthurfoundation.org/ce100
96 Para más información, el siguiente enlace puede ser visitado: https://www.ellenmacarthur-
foundation.org/programmes/business/project-mainstream

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74 Ignacio Belda Hériz

la transición, convirtiendo a la economía circular en el nuevo


modelo. Se calcula que esto podría ayudar a las empresas y
ciudades a ahorrar 500 millones de dólares en materias pri-
mas y evitar 100 millones de toneladas de desechos en todo
el mundo. Algunos de esos programas son el Global Plastic
Packaging Roadmap, para diseñar contenedores de plástico
y sistemas de orientación de residuos urbanos; o el Project
Eco-design, que tiene como objetivo establecer unos están-
dares de ecodiseño, empezando con el papel, de modo que
sean repetidos en otros productos.
BB Gobierno: La Fundación Ellen MacArthur participa en el diálogo
con los organismos públicos, respaldándoles en sus procesos de
transición a una economía circular, creando plataformas para
un intercambio activo de experiencias y conocimientos entre
los profesionales, líderes y expertos, así como ofreciendo co-
nocimientos sobre las ventajas que tiene la economía circular
y estableciendo guías de buenas prácticas. En este sentido, el
Programa CE100 que se ha explicado antes también está abier-
to a ciudades. Actualmente, como veremos más adelante, está
colaborando con la Comisión Europea para conseguir acelerar
la transición hacia una economía circular y por una Europa más
competitiva.
CC Conocimientos: Aquí destaca el Proyecto Circularity Indicators97,
que ha desarrollado indicadores que evalúan los buenos resulta-
dos de un producto o empresa en el contexto de una economía
circular, lo que permite a las empresas calcular en qué punto se
encuentran de su transición a una economía circular desde la
economía lineal. Este proyecto ha sido financiado, entre otros,
por el Poyecto Life, de la Unión Europea.
DD Educación: La educación superior siempre ha sido un objetivo
prioritario de la Fundación Ellen MacArthur y, así, ha creado una
red global de instituciones de educación superior, encargada de
explorar, desarrollar y examinar las ideas claves y prioridades en
la transición a la economía circular. Los programas de educación

97 Más información sobre el proyecto: https://www.ellenmacarthurfoundation.org/program-


mes/insight/circularity-indicators

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Capítulo i: La economía circular 75

superior de la Fundación ofrecen una enseñanza multidiscipli-


nar y alianzas de aprendizaje, de manera que facilita las colabo-
raciones de enseñanza superior en diversos sectores claves. La
educación a distancia es, en este sentido, clave para lograr estos
fines, desarrollándose un gran número de cursos, eventos y otra
serie de posibilidades.
–– Universidades: La fundación trabaja con las universidades
pioneras98 integradas en el CE100, así como con otra red de
universidades asociadas que forman la Schmidt­-MacArthur
Fellowship99, un programa internacional para estudiantes de
posgrado y tutores universitarios que tiene como objetivo
desarrollar las competencias y el pensamiento innovador ne-
cesario para la transición a una economía circular. Para ello
trabaja con dichas universidades promoviendo nuevos pro-
gramas de enseñanza y aprendizaje, así como facilitando co-
laboraciones de investigación mutuamente beneficiosas con
las redes empresariales de la propia Fundación.
Por último, un grupo más amplio de instituciones de educa-
ción superior de todo el mundo que llevan a cabo labores de
enseñanza e investigación relevantes, conforman una Red de
Universidades. Estas universidades realizan proyectos que se
muestran en un mapa de economía circular online, que per-
mite y promueve iniciativas de colaboración y el intercambio
de conocimientos entre los distintos sectores. Cualquier uni-
versidad puede solicitar su incorporación a la Red a través del
sitio web de la Fundación.
–– Escuelas, facultades y otra formación: La Fundación tiene
también como objetivo desarrollar un plan de estudios inno-
vador sobre la economía circular, tanto formando a alumnos
como profesores, en escuelas y facultades de todo el mundo.
Así, trabaja estratégicamente con Bachillerato Internacional

98 Dentro de estas universidades encontramos al Trinty College of London, la Universidad de


São Paulo, o la Arizona State University.
99 https://www.ellenmacarthurfoundation.org/programmes/education/schmidt-macarthr-fe-
llowship

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76 Ignacio Belda Hériz

(IB) y Colegios del Mundo Unido (UWC)100, debido a que su


enfoque educativo interdisciplinar es de alcance mundial.
También ofrece formación a los diferentes socios empresa-
riales y regionales.
–– Disruptive Innovation Festival: Es una oportunidad online
para analizar los cambios en la economía y las mejores for-
mas de responder a estos. Su labor es la de impulsar el em-
prendimiento para una economía circular a través del diseño,
los negocios y la empresa.
–– Re-thinking Progress: Se trata de un evento educativo de
puertas abiertas para intercambiar y seguir durante dos días,
con un programa de libre elección, una serie de seminarios,
talleres y oportunidades de entablar relaciones con otras
partes interesadas.

1.4.3. Fundación para la economía circular

La Fundación para la economía circular (FEC) es una fundación pri-


vada, de ámbito ibérico y proyección supranacional, formada por un
patronato compuesto por antiguos altos cargos de administraciones au-
tonómicas con un equilibrio territorial y político. Colaboran con la Fun-
dación personalidades y expertos mundiales, administraciones públicas,
entidades privadas y agentes sociales. La Fundación trabaja en tareas re-
lacionadas con la economía circular, la sostenibilidad, el uso de los recur-
sos y el medio ambiente101.
La Fundación nace en el año 2002, heredera del Club Español de los
Residuos (CER), una organización fundada en 1993 por un grupo de
expertos multidisciplinares del ámbito medioambiental. La función del

100 United World Colleges es un movimiento por la educación y una fundación que surgió en
1962 cuyo objetivo es promover unos valores educativos y formativos a nivel internacional,
incluyendo el entendimiento intercultural o el respeto por el medio ambiente. Comprende es-
cuelas y universidades de 17 países distintos, así como comités nacionales de selección de con-
tactos en más de 155 (incluyendo a España). Más de 60 000 alumnos están integrados dentro
de esta red alrededor de todo el mundo. Se puede conocer más acerca de este proyecto en su
página web: https://www.uwc.org/education
101 Fundación para la economía circular. (n.d.). Fundación para la economía circular. [online]
Disponible en: http://economiacircular.org/ [Consultado en 3 Sep. 2017].

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Capítulo i: La economía circular 77

CER consistía en “racionalizar las acciones públicas y privadas del trino-


mio Recursos-Productos-Residuos”.
La labor de la Fundación incide particularmente en la mejora de la
calidad de vida de las personas, optimizando el aprovechamiento de los
recursos y potenciando el desarrollo sostenible de la sociedad a partir del
nuevo enfoque representado por la economía circular. Para ello emplea
expertos multidisciplinares del máximo nivel y la tecnología más avanza-
da disponible […] promueve el estudio, la reflexión, la conciliación y la
acción en los medios científicos, empresariales, sociales y políticos para
favorecer la puesta en práctica eficaz de conceptos cardinales como eco-
nomía circular, sostenibilidad, recursos, ciclo de vida, ecodiseño, ecoefi-
ciencia, internalización de costes o participación ciudadana”102.
La Fundación para la economía circular es un referente en España y
Portugal, pero también en Europa, la cuenca mediterránea y Latinoa-
mérica. Ha colaborado con las distintas Instituciones de la Unión Euro-
pea, en especial con la Comisión Europea, en la elaboración de varias
estratégicas y políticas para la implementación y difusión de la econo-
mía circular y, aunque su labor no sea tan internacionalmente conocida
como la de la Ellen MacArthur Foundation, merece ser reseñada por-
que es la principal institución que se encarga de promocionar la econo-
mía circular a nivel nacional.
Los principios que guían el modelo de economía circular, según la
Fundación para la economía circular, aducen a lo que se puede definir
como concepto Multi-R, que implica103:
AA Repensar nuestro actual modelo económico para transformarlo
en un modelo circular.
BB Rediseñar los actuales sistemas de producción en el contexto
de las industrias y de la sociedad.
CC Refabricar de una manera sostenible y tomando como materias
primas elementos reciclados.

102 íbidem.
103 Economía circular: innovación para un modelo de consumo y producción sostenibles. (2017).
Blog Andalucía digital. Disponible en: http://www.blog.andaluciaesdigital.es/claves-de-econo-
mia-circular/.

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78 Ignacio Belda Hériz

DD Reparar los productos y consumibles que hasta ahora finaliza-


ban su vida útil en el contenedor.
EE Redistribuir los materiales para su mejor aprovechamiento.
FF Reducir el consumo y el gasto de materias primas tanto en la
producción como en el consumo.
GG Reutilizar los productos en función de nuevos sistemas y piezas
de fabricación.
HH Reciclar como base fundamental para aumentar el ciclo de vida
de los productos.
II Recuperar energía en función de este ahorro energético y de
reutilización de productos (las energías renovables juegan aquí
un papel fundamental).
La Fundación, de igual manera, recoge otra serie de principios que
podríamos considerar como características que todo modelo circular
debiera respetar, en suma, estas se reducen a tres:
AA En primer lugar, un elemento definitorio de la economía circular
debería ser la eco-concepción. Es decir, deben considerarse los
impactos medioambientales a lo largo del ciclo de vida de un
producto e incorporarse desde su concepción.
BB Una segunda característica hace referencia a la ecología in-
dustrial y territorial, esto es, al establecimiento de un modo de
organización industrial en un mismo territorio caracterizado por
una gestión optimizada de los stocks y de los flujos de materiales,
energía y servicios.
CC Por último, la economía circular es una economía de la “funcio-
nalidad”, puesto que se privilegia el uso frente a la posesión, se
le da prioridad a la venta de un servicio frente a la venta de un
bien. En este aspecto, la llamada economía colaborativa juega
un papel muy relevante.
La FEC, como institución de referencia, forma parte, a niveles direc-
tivos, de diversas organizaciones internacionales, tales como ACR+ (As-
sociation of Cities and Regions for Recycling and Sustainable Resource
Management); ORBIT (Organic Recovery and Biological Treatment);
IWWG (International Waste Working Group) y RRF (Resources and Re-

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Capítulo i: La economía circular 79

covery Forum). Igualmente, la FEC tiene firmados acuerdos de colabo-


ración con diversos institutos especializados, de distintos países de Eu-
ropa y América, entre los que encontramos a IFEU (Alemania), Scuola
Agraria del Parco di Monza (Italia), Department of Technology and Com-
modity Science de Viena (Austria), RESIDUA (Reino Unido), CalRecovery
(EE.UU.) y AICA (Italia), con los que está realizando diversos proyectos.
Tanto la Ellen MacArthur Foundation, como la Fundación para la
economía circular, como pioneras en el sector, han desarrollado, inspi-
rándose en sus principios, una serie de proyectos (algunos ya expues-
tos con anterioridad), a través de los cuales han sentado las bases para
la puesta en práctica de un modelo económico circular. La propia Unión
Europea, como más adelante se desarrollará, se ha servido de algunos
de estos proyectos y ha colaborado con ambas fundaciones para esta-
blecer sus principales políticas y normas sobre economía circular.

1.5. Overfished Ocean Strategy: La estrategia del océano es-


quilmado

En este libro (publicado en 2014), la empresaria y profesora


kazaja Nadya Zhexembayeva pretende concienciar a empresarios y
emprendedores sobre las ventajas de buscar nuevas alternativas de
negocio en el seno de la economía circular. No es una de las escuelas
originales de la economía circular, pues bebe de todas ellas, pero me-
rece reconocimiento porque, sin duda alguna, ha sido esta Estrategia
del océano esquilmado la que ha actualizado y relanzado las teorías
anteriores, dado que, desde los años 90 del siglo pasado, apenas nadie
había vuelto a escribir sobre ellas. Tal es la relevancia que la autora tie-
ne en el mundo de la economía circular que ha sido denominada como
“La gurú de la reinvención” (Ventures Magazine) o como “La reina de
la reinvención” (TEDX Navasink). Ha trabajado como asesora en gran-
des empresas, en los departamentos de innovación, y ha organizado y
participado en conferencias en diversos países de Europa y en Estados
Unidos.

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80 Ignacio Belda Hériz

Esta estrategia va dirigida a todos aquellos empresarios y empren-


dedores que quieren innovar y buscar nuevas alternativas en este ac-
tual y saturado mercado.
La Estrategia del océano esquilmado es, así pues, la forma que tiene
la autora para demostrar cómo la economía circular puede materiali-
zarse y aportar interesantes y efectivas soluciones a la crisis que esta-
mos viviendo en la actualidad. Se centra, casi con exclusividad, en el
ámbito empresarial.
Para ello, parte de la base de las teorías compiladas por W. Chan
Kim y Renée Mauborgne en la Estrategia del océano azul, de 1990, obra
en la cual se defiende la necesidad de introducir nuevos elementos in-
novadores a la hora de abrirse a nuevos mercados, a los que los auto-
res definen como “océano azul”, en alusión a que son mercados vírge-
nes, todavía inexplorados, y así evitar competir en aquellos mercados
tradicionales que están sobreexplotados y donde hay un gran número
de posibles competidores, a los que denominan “océano rojo”, en alu-
sión a la sangre de los competidores/depredadores que batallan en ese
mercado, tiñendo el citado “océano” o mercado de dicho color.
La autora se muestra rotunda al afirmar que no importa el color del
océano, sea rojo o azul, están ambos igual de esquilmados, pues ya
no quedan mercados vírgenes, alertando de que los recursos han sido
y van a seguir siendo sobreexplotados, pues, como ya se explicó con
anterioridad, su demanda va a seguir creciendo y creciendo. De esta
forma, la estrategia del océano esquilmado consistiría en aprovechar
el océano de los recursos (sea rojo o azul), convirtiendo el problema
en una oportunidad de negocio y, así buscar nuevas formas de pro-
ducción para satisfacer la demanda. Una demanda que, en opinión de
Zhexembayeva, cada día exige más productos que sean respetuosos
con el medio ambiente, por lo que, o dichas empresas se adaptan o, en
sus palabras, “serán barridas del mapa”.
Por tanto, de acuerdo con la autora, las empresas no solo han de
buscar nuevas alternativas para hacer frente a la problemática que se
ha venido explicando desde el primer capítulo, sino que tienen que ha-
cerlo si quieren sobrevivir a la propia competencia, puesto que, cada
día más, las empresas están comenzando a virar el rumbo y buscan
comercializar productos más innovadores y sostenibles, en tanto que

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Capítulo i: La economía circular 81

la propia sociedad está tomando mayor conciencia de los problemas


medioambientales y socioeconómicos que el tradicional sistema de
producción y consumo (lineal) está generando. La propia presión y de-
manda social es, en este sentido, un actor indiscutible en este proceso
de transición hacia una economía circular104.
En consecuencia, Zhexembayeva invita a la reflexión y pregunta:
¿dónde están los recursos? Los recursos son las ideas, la búsqueda de
nuevas oportunidades y, para ello, anima a que se adopten medidas
tendentes a la consecución de una economía circular, para lo cual se
hace necesario, según ella, invertir nuestra mentalidad (“no es que ne-
cesitemos nuevas ideas, es que debemos dejar de tener viejas ideas”)105,
buscando en el océano de los residuos, y convirtiendo a este en el nue-
vo océano de los recursos.
“Nos estamos quedando sin materiales que extraer y lugares donde
verter los escombros. ¿Por qué no conectar los dos extremos de la eco-
nomía y cambiarla de lineal a circular? La basura se convierte en un recur-
so valioso que podemos aprovechar y hacerlo circular indefinidamente.

104 En relación a este supuesto, se me viene a la mente un caso que está actualmente muy
en boga, como es el del aceite de palma, un producto utilizado en la industria alimentaria,
entre otras, por grandes empresas multinacionales que, no solo es poco saludable, sino que,
y es aquí donde mayor movilización social se ha producido, genera un daño medioambiental
descomunal e irreversible. Así, según la Cátedra de Cultura Científica de la Universidad del País
Vasco, en su revista científica, “se calcula que en 2022 se habrá destruido el 98 % de sus bos-
ques, principalmente debido a la tala ilegal y los incendios forestales provocados con el fin de
continuar y ampliar las plantaciones de palma. Esta deforestación indiscriminada ha afectado
a la biodiversidad: los orangutanes nativos de esta isla, cuya población se ha reducido en un
91 por cierto desde 1900, desaparecerán en un par de décadas. También afecta a las tribus
indígenas, ya que la calidad del agua que consumen depende de la calidad de sus bosques”.
Varias plataformas han llamado a boicotear todos los productos que contengan este aceite
de palma (https://www.carrodecombate.com/index/palma/,http://www.ecologismoencasa.
com/boicotear-el-aceite-de-palma/), así como se han recogido firmas en muchos portales para
solicitar que se deje de utilizar, consiguiendo que algunas cadenas de distribución retiren los
productos de sus supermercados (como la cadena Alcampo). Esto, en definitiva, explica que la
creciente conciencia social está demandando que se busquen nuevas alternativas tendentes
a proteger la biodiversidad y el medio ambiente, por tanto, a consecuencia de este ejemplo,
podemos probar que la Estrategia del océano esquilmado, no es sino una necesidad para las
empresas, sino quieren ser barridas del mercado.
105 Zhexembayeva cita textualmente estas palabras del fundador de Polaroid, Edwin Land,
animando a cambiar la mentalidad de los productores y empresarios.

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82 Ignacio Belda Hériz

Lo que sigue es la abundancia”106. Así de contundente se muestra la


empresaria a la hora de establecer las nuevas líneas de pensamiento
que han de adaptarse a la actual realidad mercantil y medioambien-
tal.
Principalmente, lo que Zhexembayeva defiende es que, a la hora
de innovar y crear nuevos productos, los empresarios deben pensar
no solo en el producto innovador en sí, sino también en los futuros
bienes y/o servicios que podrán surgir de este una vez que haya con-
cluido con la función para la que fue inicialmente concebido.
Para conseguir esto, las empresas deberían plantearse una serie
de vías, a las que podríamos denominar como “las tres erres”: reutili-
zar, remodelar y reciclar, a la hora de buscar otras alternativas o salidas
para sus productos, que no son sino las principales vías para lograr una
economía circular:
• Antes de lanzarnos a crear nuevos productos, debemos estu-
diar si estos se pueden reutilizar. Esta reutilización se materia-
liza de muy diversas formas; desde la puesta en el mercado de
productos de segunda mano (de aparatos electrónicos, como
vende Cash Converters, de prendas y textil, de automóviles…),
hasta el consumo colaborativo (Uber, Airbnb, Bla Bla Car…),
que permiten que un determinado producto pueda ser reuti-
lizado para prestar un mismo servicio a muchas personas dis-
tintas, sin necesidad de adquirir ese producto en propiedad107.
Pero la reutilización también pasa por buscar otros posibles
usos secundarios a esos mismos productos en otros sectores,
por ejemplo, el algodón de la ropa (que ya había sido vendi-
da de segunda mano), puede ser nuevamente utilizado como
materia prima en la industria del tapizado y después como ais-

106 La estrategia del océano esquilmado: cómo impulsar la innovación para adaptarse a la nueva
economía circular. Op. cit. p. 57.
107 Hilvana esta idea con la teoría de la economía del rendimiento de W. Stahel, antes referida,
en tanto a que este defendía la estrategia de vender productos como servicios.

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Capítulo i: La economía circular 83

lante en la construcción108, antes de ser finalmente desecha-


do de forma biodegradable. Asimismo, la simbiosis industrial,
es otro modelo de reutilización, la cual consiste en convertir
los subproductos de un sector en materias primas de otro, por
ejemplo, utilizando el vapor producido en una fábrica, por otra
fábrica cercana.
• Si el producto no se puede reutilizar, quizás se pueda remode-
lar, que consistiría en reparar (arreglar partes de un producto
dañado) o remanufacturar (convertir un producto en otro con
sus mismas piezas) un determinado producto.
• Si el producto no pudiese ser reutilizado ni remodelado, enton-
ces deberíamos pensar ya en reciclar. El reciclaje es, sin ninguna
duda, la manera más conocida de convertir la basura en dine-
ro. El reciclaje consiste en la transformación de un material de
desecho para que pueda volver a ser utilizado nuevamente. Se
tiende a confundir el reciclaje con la remanufacturación, pero,
mientras en el primero lo que se transforma es un producto
desechado, en el segundo caso, normalmente, son las propias
empresas las que, antes de desechar el producto, utilizan los
materiales de este, para crear otro nuevo producto.
Esto nos permite entender que cada material tiene una funcionalidad
concreta dentro de un determinado producto. Un producto funciona
gracias a que todos sus componentes cumplen una función determinada
que lo hace funcionar, si falta alguno de ellos, ya no sería ese producto.
A la hora de tirar un producto, estamos desperdiciando todos y cada uno
de esos elementos (materiales) que, con total seguridad, son necesarios
y pueden ser empleados para crear otro nuevo, y cuya funcionalidad no
se agota porque deje de funcionar el producto al que pertenecen. Pen-
sar en el producto como el conjunto de todos sus materiales y no solo en

108 El algodón está adquiriendo en los últimos años mayor importancia como aislante térmico
de origen vegetal, sustituyendo a otros aislantes de origen plástico o sintético, que son mucho
más contaminantes y, así, aprovechando la tradición de la industria textil y el medio de fabrica-
ción llamado humedecido y prensado de fibras, hay varias empresas que lo fabrican como aislante
térmico y acústico para ser utilizados en el sector de la construcción (JFS Arquitectos, 2010). El
formato de producción se elabora de diversas formas, con distintas densidades, grosores y ca-
pacidades aislantes, a partir de retales textiles de confección desfibrados. Los mismos se fabrican
con 75 % algodón virgen y con 25 % fibra de algodón de textil reciclado (Ecohabitar, 2011).

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84 Ignacio Belda Hériz

el producto final, de tal manera que demos a cada uno de los materiales
un valor propio, nos permitiría amortizar y alargar la vida útil de cada uno
de ellos durante mucho más tiempo, sin necesidad de desecharlos solo
porque el producto que todos ellos han creado haya perdido su funcio-
nalidad. Separar cada material le da a cada uno una infinidad de usos y
permite crear nuevos productos una y otra vez.
De todo esto podemos deducir y concluir que, si las empresas, a
partir de ahora, en lugar de pensar exclusivamente en crear productos
unifuncionales deciden ampliar horizontes e investigar sobre todas las
posibles futuras utilidades que tiene el producto inicial, así como cada
uno de los elementos que lo conforman, estarían contribuyendo a que
todos los componentes estuviesen siempre en constante movimiento.
Así, podríamos generar un círculo interminable en el que nuevos pro-
ductos, nuevos mercados y nuevas oportunidades de negocio estarían
siempre disponibles. En definitiva, en eso consiste la economía circular.
“Nos han enseñado a buscar lo más cerca posible las fuentes de una
ventaja competitiva sostenible: frente a clientes, proveedores y compe-
tidores. Sin embargo, en un mundo de océanos esquilmados los riesgos
están lejos de nuestro ámbito más cercano: en los proveedores de nues-
tros proveedores o los clientes de nuestros clientes, por ejemplo. Hay que
expandir nuestros horizontes”109.
Trayendo a colación el párrafo anterior (fragmento extraído del li-
bro), se deduce que ese “cambio de mentalidad”, no solo ha de produ-
cirse en relación a nuestros productos, sino también desde una pers-
pectiva netamente empresarial. Se exige modificar esa línea vertical
de pensamiento, en la que la empresa solo tiene en cuenta producir
y vender un determinado bien o servicio, considerando quiénes van a
comprarlo y distribuirlo (o distribuirnos otros productos necesarios),
así como quiénes son los que directamente van a competir en ese mis-
mo sector, para dar paso a una mentalidad horizontal, en la que cual-
quier sujeto puede intervenir y generarnos beneficios o riesgos que
no se habían considerado. Esto ocurre porque, en un mundo con cada
vez menos recursos que a su vez está más interconectado, cualquier
situación ajena o externa es muy probable que tenga una repercusión

109 La estrategia del océano esquilmado: cómo impulsar la innovación para adaptarse a la nueva
economía circular. Op. Cit., pág. 77.

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Capítulo i: La economía circular 85

(positiva o negativa, pero es esta última la que ha de preocuparnos) en


nuestra empresa (el llamado “efecto mariposa”). En un modelo eco-
nómico circular, potenciar nuestro producto en el mercado y seguir su
proceso en cada momento de la cadena de valor (desde el origen de
los diferentes elementos que componen nuestro producto, hasta los
consumidores finales del mismo, pasando por cada uno de los interme-
diarios o distribuidores), permite tener un control sobre el producto de
tal manera que, ante cualquier imprevisto, podamos hacer frente rápi-
damente a los posibles riesgos que se pudieran producir y garantizar
que siempre vaya a estar en circulación, aunque tenga que buscarse
otros mercados110.
La estrategia del océano esquilmado hace hincapié en otras cues-
tiones anteriormente referidas, tales como la diferenciación entre
“economía circular” y “economía verde”, recordándonos esto a la teo-
ría de la “economía azul” de Gunter Pauli, llegando a asegurar la autora
que estamos llegando a la época donde se producirá “la muerte de lo
verde”, a la que además considera cara y estéticamente fea, para dar

110 Voy a traer a colación nuevamente el caso del aceite de palma. Supongamos que nuestra
empresa se dedica a producir crema de chocolate, para lo cual empleamos este tipo de aceite,
que se lo compramos a una cadena de distribución extranjera, fijándonos exclusivamente en
que cumpla con los controles de sanidad requeridos y en que su precio sea asequible. Durante
años hemos podido producir nuestro chocolate, incluso consiguiendo que nuestra marca se
convierta en un referente mundial, con millones de consumidores. Ahora bien, como no nos
hemos preocupado nuca de saber cuál es el origen de uno de los componentes de nuestro
producto, ni en las condiciones en las que se obtiene, resulta que, después de ciertas investi-
gaciones llevadas a cabo por colectivos sociales y medios de comunicación, se descubre que el
aceite de palma está destruyendo los bosques de Indonesia, destruyendo especies vegetales y
animales y a través del empleo de mano de obra barata a la que no se le garantiza ni un sueldo
digno, ni unas mínimas condiciones de salubridad ni seguridad. Así, numerosas plataformas
deciden hacer un llamamiento para que se boicoteen los productos que contengan aceite de
palma, por lo que las grandes cadenas de supermercados deciden dejar de distribuir nuestro
producto, lo que provoca en nuestra empresa, además de la mala imagen, pérdidas millona-
rias. Con una mentalidad horizontal esto se habría evitado, pues de haber conocido el origen
del aceite de palma probablemente nos habríamos imaginado las repercusiones que habría
tenido en un futuro para nosotros, y habríamos buscado otra manera de fabricar nuestro pro-
ducto u otros distribuidores de aceite de palma. Un caso similar es el de la empresa cafetera es-
tadounidense Green Mountain Coffee Roasters, que, ante la crisis de abastecimiento de café,
reinventó su cadena de suministro, asegurándose de que su café proviniese de explotaciones
sostenibles y respetuosas con el comercio justo y los derechos de los trabajadores, de tal ma-
nera que, además de conseguir un café de gran calidad, ha conseguido aumentar las ventas
un 40 % y sus beneficios en un 80 %, pues los consumidores comprometidos con una sociedad
justa y una economía ecológica demandan cada día más sus productos.

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86 Ignacio Belda Hériz

paso a una reinvención del modelo económico eco-sostenible y circu-


lar. También incide en los postulados de la “economía del rendimien-
to” de Walter Stahel, en tanto que describe la tendencia cada vez más
frecuente de “vender servicios por productos”.
La estrategia del océano esquilmado es, por consiguiente, una
guía de aplicación de la economía circular para empresarios y empren-
dedores.

1.6. Las nuevas tecnologías y la economía circular

Al inicio del libro, al analizar desde una perspectiva histórica la evo-


lución de nuestro actual modelo económico, se ha referido a cómo las
diferentes Revoluciones Industriales (primera y segunda) fueron mo-
delando y favoreciendo nuestro desarrollo económico, que, aunque
en aquella época supusieron un avance extraordinario, han provocado
una comprometida situación en la que, de seguir empleando los mis-
mos métodos, estamos destinados, no solo al fracaso, sino a una im-
portante crisis de abastecimiento.
De esta forma, en la actualidad, tras décadas dedicadas a la inves-
tigación y con el desarrollo de un número importante de innovacio-
nes, estamos asistiendo en primera persona a una nueva revolución,
llamada a cambiar radicalmente nuestro modo de vida y que, sin duda
alguna, lo está consiguiendo. En efecto, esta Tercera Revolución Indus-
trial se trata de la Revolución Tecnológica que, incluso, según un gran
número de expertos, ya está en proceso de revolucionarse a sí misma
y de provocar la que se tiende a denominar Revolución 4.0. En este pa-
radigma de constante cambio y revolución tecnológica, es donde ha
nacido la economía circular.
Como consecuencia de lo anterior, y desde una perspectiva doble,
se puede afirmar que la economía circular es, no solo una consecuencia
de estas nuevas tecnologías, sino también un instrumento imprescin-
dible para lograr que estas terminen de implantarse de manera defini-
tiva. Así, las nuevas tecnologías juegan un papel innegable en la conse-
cución del nuevo modelo económico circular y, a su vez, este modelo
económico pretende conseguir que estas se desarrollen plenamente.

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Capítulo i: La economía circular 87

Ambos dependen mutuamente del otro, de manera que, si faltase uno


de ellos, no sería posible desarrollar plenamente ninguno de los dos.
La economía circular y la revolución tecnológica están intrínsecamente
unidas y son fenómenos inseparables.
Parece notable que el entramado empresarial global, que se en-
orgullece de su efectividad y de su eficiencia, ha tenido, como conse-
cuencia de su propio modelo de negocio, la cultura del despilfarro y el
derroche. No se trata solamente del hecho de malgastar o desechar
recursos –o residuos–, sino también de infrautilizar activos y productos
con un corto ciclo de vida. Este despilfarro no solo intensifica el daño
medioambiental y el agotamiento de los recursos naturales, sino que
se calcula que está tirando por la borda el crecimiento potencial de al-
rededor de 4,5 billones de dólares entre hoy y el año 2030. El incremen-
to de los precios de las mercancías y los cambios regulatorios están
empezando a favorecer un cambio de rumbo, en tanto que están cam-
biando las preferencias de los consumidores. Pero la tecnología juega
un papel fundamental, apoyando los nuevos modelos empresariales
sustentados en la emergente economía circular. Rotunda y definitiva-
mente, la economía circular será, en sí misma, una revolución digital o,
de lo contrario, no será totalmente una revolución.
La principal característica de la Industria 4.0, representante de esta
Cuarta Revolución Industrial, es “la interconexión de procesos, productos
y servicios, a través de la utilización masiva e intensiva de internet móvil,
sensores e inteligencia artificial, permitiendo la optimización de la eficien-
cia energética, confiabilidad y disponibilidad de productos y servicios a tra-
vés de distintas industrias […] El desarrollo tecnológico ha democratizado
el acceso a herramientas de diseño y fabricación, a través de la masificación
del internet y la reducción de precios de software de simulación y equipos
de impresión 3D, dando paso incluso a una nueva generación de emprende-
dores, denominados makers, que están revolucionado el actual modelo de
fabricación […] desarrollando nuevos modelos de negocio que permiten
una mayor flexibilidad, menores volúmenes de producción y mayor per-
sonalización de los productos y servicios de acuerdo a las necesidades de
cada usuario o industria. […] La reducción de los costos de producción de
sensores ha permitido la conexión masiva de billones de estos instrumen-
tos a productos utilizados en distintas industrias alrededor del mundo, lo
que ha significado un cambio radical en el modelo de consumo, producción

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88 Ignacio Belda Hériz

y distribución a nivel global, redefiniendo la manera cómo nos relaciona-


mos con los productos y servicios, permitiendo la optimización operacio-
nal a través del monitoreo en línea de los mismos”111.
De todo lo anterior extraemos como conclusión que, gracias al
desarrollo de sendos sistemas tecnológicos que permiten una mayor
optimización y flexibilidad, el nuevo modelo económico que se está
implantando permite, no solo resolver todos aquellos problemas que
ya se expusieron al principio, sino también responder, de manera in-
dividualizada y eficaz a las necesidades de las diferentes industrias y
consumidores, reduciendo los costes de producción y favoreciendo un
intercambio global de información.
De esta forma, la economía circular, gracias al desarrollo de las nue-
vas tecnologías, hace posible una serie de circunstancias:
• Reducción de los procesos de fabricación y, por ende, de los
precios: La penetración de la banda ancha móvil en los 35 paí-
ses de la OCDE (los países más desarrollados del mundo) ha in-
crementado, como media, cerca del 80 % (en el caso de EE.UU.,
más del 100 %). China, por otro lado, contiene, por sí sola, más
de quinientos millones de usuarios de internet. Si combinamos
este nivel de conectividad con la accesibilidad a sistemas de
computación en nube112, muchas de esas barreras físicas empie-
zan a difuminarse. Por ejemplo, una editorial europea que creó
un periódico de 32 páginas con una tirada de 70 000 ejempla-
res diarios, decidió mantener exclusivamente el formato online,
ahorrándose así 134 toneladas de papel, 3,7 millones de litros de
agua, 269 barriles de petróleo, 551 040 horas de kW de electri-
cidad y cerca de 14 000 kg de desechos industriales al año. Del
mismo modo, la música en streaming a través de plataformas
en la nube, puede ahorrar el 80 % del coste de producir y distri-

111 Petar Ostojic. (2016). Industria 4.0, Economía Circular y la Cuarta Revolución Industrial. Dis-
ponible en: http://www.petarostojic.cl/industria-40-economia-circular-cuarta-revolucion-in-
dustrial/ [Consultado 5 Oct. 2017].
112 La computación en la nube es un modelo de acceso a los sistemas informáticos, en el que
los datos y las aplicaciones están hospedados en Internet y en centros de cómputo remotos,
de tal modo que pueden ser utilizados desde cualquier punto que tenga conexión a la red
mundial.

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Capítulo i: La economía circular 89

buir un CD. Estos datos nos los muestra un Informe de 2015 del
World Economic Forum113.
En cuanto a la reducción de los procesos de fabricación se refie-
re, también actúan las nuevas tecnologías como instrumentos
de optimización.
Las nuevas tecnologías se han convertido también en uno de los
pilares fundamentales de la economía colaborativa, al poner al
alcance de miles de usuarios, a través de aplicaciones móviles,
por ejemplo, servicios de transporte, como Bla Bla Car, lo que,
si se desarrollase a gran escala (y cada día cobra una mayor im-
portancia), lograría un gran ahorro de combustible, de dinero y
de automóviles en circulación, lo que se traduciría igualmente
en una reducción de los niveles de contaminación y un ahorro
y mayor optimización de recursos, al tiempo que los usuarios
pueden encontrar un servicio alternativo por un precio muy in-
ferior. La venta de productos como servicios, de cualquier tipo,
plantea este tipo de ventajas y, son las nuevas tecnologías las
que ponen en contacto a consumidores y usuarios con esas em-
presas que se dedican a la venta de esos productos de servicio.
• Estrechamiento de la relación entre el producto/servicio y el
consumidor/usuario, y de los consumidores/usuarios entre sí:
¿Se imagina un frigorífico que le avise de la fecha de caducidad
de los alimentos que contiene?, ¿o quizás un reloj que le mida las
pulsaciones y le alerte cuándo detecte anomalías?, ¿o unas za-
patillas que le indiquen cuántos pasos y kilómetros debe andar
para perder un determinado número de calorías cuándo sale a
andar? Estas y muchas otras cosas pueden ser y son realidad hoy
en día. Este fenómeno en el que los productos integran siste-
mas inteligentes se ha venido a denominar como el “Internet
de las Cosas” (“The Internet of Things”) y es, sin duda alguna,
ejemplo de esta nueva revolución y, así, en palabras de Hans
Vestberg, CEO de Ericsson “si una persona se conecta a la red, le

113 World Economic Forum (2015). Why the circular economy is a digital revolution. Disponi-
ble en: https://www.weforum.org/agenda/2015/08/why-the-circular-economy-is-a-digital-revo-
lution/ [Consultado el 4 Oct. 2017].

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90 Ignacio Belda Hériz

cambia la vida. Pero si todas las cosas y objetos se conectan, es el


mundo el que cambia”.
Según el informe Intelligent Assets de la Ellen MacArthur Foun-
dation, este mundo conectado tiene el potencial de desbloquear
nuevos modelos empresariales basados en la información, su-
ministrada por activos, sobre su condición, localización, uso y
capacidad. Los edificios están conectados, garantizando que el
consumo de energía está monitorizado y que los sistemas están
trabajando con la eficiencia óptima en diferentes ubicaciones
simultáneamente. Así, una solución sistémica, tiene innumera-
bles beneficios.
De hecho, estos avances están provocando también un cambio
de comportamiento entre los consumidores, por ejemplo, Stu-
ffstr, una aplicación para el móvil, faculta a sus usuarios, desde
sus teléfonos, a subir a la nube y después revender, dar, com-
partir o reciclar cualquier cosa de su propiedad. Esta aplicación
ofrece un mercado secundario para un gran número de bienes
gracias a que conecta a negocios con consumidores y a consu-
midores con otros consumidores. Haciendo esto, además de in-
crementar el ciclo de vida del producto, se asegura de que los
componentes mantengan su valor utilitario durante más tiem-
po.
Los consumidores y usuarios no solo están más conectados en-
tre sí y con las empresas, sino que también pueden conocer me-
jor la procedencia y los beneficios de un determinado producto.
De igual manera, al dotar de sistemas inteligentes a los diferen-
tes productos, se consigue una mayor personalización e indivi-
dualización, lo que, no solo ayuda a responder más fácilmente
a las necesidades de cada usuario o consumidor en particular,
sino que, en este proceso, se consigue, como en el caso ante-
rior, optimizar mejor la utilización de los recursos, lo que, como
se ha podido comprobar, conlleva un ahorro en el precio, en los
procesos de producción y en la utilización de recursos.
• Desarrollo de un modelo económico propio de un mundo glo-
balizado: Es incuestionable que vivimos en un mundo cada vez
más globalizado, y que, por mucho que ciertos sectores de la

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Capítulo i: La economía circular 91

sociedad se empeñen en querer frenar este proceso, este va a ir


materializándose más cada día. Incuestionable es también que
este proceso es, entre otras cosas, causa directa del desarrollo
de estas nuevas tecnologías, que permiten conectar cualquier
lugar del mundo, por recóndito y remoto que sea, con otro, en
tiempo real. Este fenómeno se materializa especialmente en el
ámbito de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC),
que han cambiado radicalmente nuestra sociedad, convirtién-
dola en una sociedad de la información, hasta el punto de que
los seres humanos dependemos casi por completo de ellas para
realizar muchas de nuestras actividades cotidianas.
Al margen de lo anterior, pero estrechamente relacionado con
ello, es evidente que todos los problemas a los que la sociedad
del siglo veintiuno debe hacer frente, que tantas veces han sido
ya referidos y que están, directa o indirectamente, ligadas a la
economía circular (cambio climático, sobreexplotación de los
recursos, crisis económicas, etc.), son problemas que, aunque
puede que afecten más a unas determinadas zonas del planeta
que a otras, tienen consecuencias devastadoras a nivel mundial.
Es por ello que, ante desafíos que nos afectan a todo el conjun-
to de la población mundial y, poseyendo mecanismos que nos
permiten conectar cualquier punto del planeta, la respuesta
que se debería dar a esos retos debería ser igualmente global.
Las nuevas tecnologías son, en gran medida, las que favorecen
y seguirán favoreciendo la consolidación de la globalización, por
lo que, parejo a esto, han de adoptarse las medidas que garan-
ticen que los efectos nocivos que este y otros acontecimientos
han provocado y están provocando en nuestro planeta puedan
ser resueltos. Gracias a las TIC podemos recabar información
sobre los efectos devastadores que ciertos conflictos y sucesos
(políticos, económicos, medioambientales, sociales, etc.) están
causando, así que, fácilmente, podemos detectar los problemas
a una velocidad mucho mayor que antes; y, también gracias a las
nuevas tecnologías, podemos identificar las soluciones. De igual
manera, gracias a las TIC se han creado varias redes globales de
economía internacional, en las que se han establecido canales de

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92 Ignacio Belda Hériz

comunicación y de intercambio de información, tendentes a la


aceleración del proceso de implantación de la economía circular.
La innovación, por último, es la esencia de la economía circular,
y para cualquier innovación, la utilización nuevas tecnologías es
fundamental, por lo que necesitamos de estas nuevas tecnolo-
gías para implantar nuevos modelos y sistemas, para investigar
nuevas soluciones y alternativas que nos ayuden a implementar
la economía circular.
• Optimización en los procesos de reciclaje y separación de re-
cursos: Gracias a los nuevos sistemas inteligentes ahora es mu-
cho más fácil identificar cada componente de un determinado
producto en cualquier momento del proceso de fabricación,
lo que ayuda mucho a la hora de separar cada uno de ellos y
potenciar así su uso para integrarlos en sucesivos procesos de
fabricación. Esto, sin duda, supone un beneficio extraordinario
para la economía circular, pues los nuevos sistemas inteligen-
tes nos permiten llevar a cabo dos de sus principios básicos,
como son la optimización de los recursos y la reutilización de
los mismos. Ahora ya no es necesario desechar varios de esos
componentes, ni usar métodos poco sostenibles para lograrlo,
basta con la propia tecnología. Por ejemplo, las nuevas tecno-
logías de separación son el latido de la floreciente industria de
transformación química, “estos nuevos métodos hacen posible
utilizar tecnologías que antes era imposible emplear, haciendo a
su vez que los procesos limpios sean aún más limpios y que los
métodos caros resulten más asequibles”114. Por ejemplo, científi-
cos del Instituto de Tecnología Química, centro mixto del CSIC
y de la Universitat Politècnica de Valencia, han desarrollado una
tecnología de membranas para separar gases que puede tener
numerosas aplicaciones industriales y que ofrece menor impac-
to ambiental si se compara con la separación de gases mediante
otros métodos tradicionales, a través de compuestos derivados
del amoniaco, que suponen un residuo una vez han sido usados.

114 Tecnologías de separación: abriendo caminos. (2007). Interempresas.net. Disponible en:


http://www.interempresas.net/Quimica/Articulos/18761-Tecnologias-de-separacion-abrien-
do-caminos.html [Consultado el 30 Sep. 2017].

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Capítulo i: La economía circular 93

Además, esta nueva tecnología de membranas permite cons-


truir unidades de separación de gases de menor tamaño y un
importante ahorro energético.
Ahora bien, aunque las ventajas que las nuevas tecnologías nos
ofrecen son obvias y numerosas, la paradoja llega cuando, por otra
parte, si observamos la cantidad y el tipo de residuos que producimos
anualmente los seres humanos alrededor del mundo, un grandísimo
número de estos lo conforman los aparatos tecnológicos, que no son
sino los instrumentos a través de los cuales se materializa el uso de las
nuevas tecnologías. Ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, televi-
sores, instrumentos robotizados y un sinfín de aparatos electrónicos
componen los llamados Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos
(RAEE), que llenan nuestros vertederos de basura tecnológica. Así, se-
gún datos de Ecolec, una fundación que trabaja por la recuperación
y reciclaje de los RAEE, solo en España, cada año las familias produ-
cen más de un millón de toneladas de chatarra electrónica (de las que
750 000 podrían ser recicladas). Similares datos nos muestra el Progra-
ma de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que en un
informe del año 2010 mostraba cómo en el mundo se generan cerca de
45 millones de toneladas de e-basura al año, creciendo la chatarra elec-
trónica entre un 16 % y un 28 % cada cinco años (el triple que la basura
tradicional de los hogares), y que, en países emergentes como India o
China se calcula que la basura generada solo por los ordenadores en
desuso aumentará un 500 % en la próxima década115.
Así las cosas, si bien es cierto que la tecnología es un instrumen-
to incuestionable e imprescindible para el desarrollo de la economía
circular, también es, actual y paradójicamente, la mayor causante de
residuos contaminantes y, por ende, una de las mayores amenazas
medioambientales de nuestro tiempo. Resulta necesario, por tanto,
utilizar todos los medios que estén a nuestro alcance para convertir
igualmente a esos productos tecnológicos en sujetos tanto activos
como pasivos de la economía circular, susceptibles tanto de ser utili-
zados como instrumentos para su aplicación, como de ser ellos a los

115 Martín, L. (2015). Ahogados por la basura electrónica. Compromiso Empresarial. Disponible
en: http://www.compromisoempresarial.com/rsc/2015/01/ahogados-por-la-basura-electronica/
[Consultado el 9 Oct. 2017].

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94 Ignacio Belda Hériz

que se les apliquen los mismos principios. Por ejemplo, como hemos
dicho, un teléfono móvil ayuda a ahorrar energía, dinero y recursos, al
ser un portal de acceso a una gran cantidad de productos y servicios,
pero una vez que su (generalmente corta) vida llega a su fin, de ahí po-
demos obtener metales como el cobre, el estaño, el aluminio y algo de
zinc, y otros más valiosos como oro y plata. Estos componentes se tri-
turan y se van haciendo fracciones del resultado, y tras esto se pueden
aplicar a la industria y servir para fabricar nuevos móviles o aparatos. El
cobre y el estaño, por ejemplo, tienen muchas aplicaciones. Incluso se
han encontrado aplicaciones para el plástico.
Por tanto, la tecnología, en todos sus ámbitos, debe representar en
sí misma el ciclo de vida propio de un modelo circular, donde, igual que
todos los componentes biológicos contribuyen a generar vida y a man-
tener el ciclo durante y después de su vida útil, todos los componentes
tecnológicos sirvan, mientras existan y después de haber cumplido su
función primigenia, a crear nuevos productos y a mantener un ciclo de
vida tecnológico constante.

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Capítulo 2
La unión europea y
la economía circular

2.1. Introducción a la política medioambiental de la Unión


Europea

Antes de entrar a valorar cuestiones específicas sobre economía cir-


cular, sería conveniente explicar, grosso modo, en qué consiste la po-
lítica europea de medio ambiente, pues alrededor de esta se van a ar-
ticular todas y cada una de las cuestiones, normas, planes, estrategias
y acciones que la Unión adopte o desempeñe en el ámbito medioam-
biental.
La política de medio ambiente de la Unión Europea se ha converti-
do en una de las más ambiciosas, no solo a nivel interno de la propia
Unión, sino también a nivel internacional y, así, con más de 200 normas
adoptadas desde la década de los 70, se ha convertido en referente
mundial y ha ido adoptando progresivamente, según se producían nue-
vos avances tecnológicos y científicos que han permitido hallar nuevos
descubrimientos, una normativa cada vez más moderna y adaptada, en
todo momento, a la realidad social y medioambiental.

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96 Ignacio Belda Hériz

El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), dota a la


Unión de competencias concretas sobre medio ambiente, establecien-
do el marco jurídico que las regula y reconociendo una serie de prin-
cipios que han de guiar y regir toda la política medioambiental que se
adopte en el seno de la Unión. En concreto, es en los artículos 11 y 191 a
193 del Tratado donde se regulan estas cuestiones. La Unión, en virtud
de estos artículos, es competente para actuar en todos los ámbitos y
sectores de la política de medio ambiente, tales como la contaminación
del aire y el agua, la gestión de residuos, el cambio climático o la pro-
tección de la biodiversidad. Su ámbito de actuación, no obstante, se
ve limitado por dos cuestiones: por el principio de subsidiariedad, que
está recogido en el Artículo 5 del Tratado de la Unión Europea y que
faculta a la Unión para actuar “en los ámbitos que no sean de su com-
petencia exclusiva”, únicamente cuando los objetivos fijados puedan
ser resueltos más efectivamente por la propia Unión que por cualquie-
ra de los Estados miembros (ya sea a nivel central, regional o local); y
por el requisito de unanimidad en el Consejo en los ámbitos de asuntos
fiscales, ordenación territorial, utilización del suelo, gestión cuantitativa
de los recursos hídricos, elección de fuentes de energía y estructura del
abastecimiento energético116.
La política europea en materia de medio ambiente tiene su origen
en el Consejo Europeo celebrado en París en 1972, celebrado tras la pri-
mera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente, en
donde los jefes de Estado y de Gobierno de los entonces Estados miem-
bros, reconocieron la necesidad de establecer una política comunitaria
en materia de medio ambiente que se adaptase al desarrollo económico
de la época. Posteriormente, a través del Acta Única Europea de 1987,
un nuevo título sobre medio ambiente fue incluido, constituyendo el
primer fundamento jurídico para una política medioambiental común,
y cuyo objetivo era “preservar la calidad del medio ambiente, proteger
la salud humana y garantizar un uso racional de los recursos naturales”.
En las sucesivas revisiones de los Tratados, se reforzaron varios as-
pectos relativos a la protección del medio ambiente. Con el Tratado de
Maastricht (1993), por ejemplo, se convirtió en un ámbito político ofi-

116 La política de medio ambiente: principios generales y marco básico. Fichas técnicas de la
Unión Europea. Parlamento Europeo. [Consultado en octubre de 2017].

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 97

cial de la Unión, se introdujo el procedimiento de codecisión y la vota-


ción por mayoría cualificada pasó a ser la norma general en el Consejo.
En el Tratado de Ámsterdam (1999), se produjo un avance muy impor-
tante, al establecerse la obligación de incluir la protección medioam-
biental en todas las políticas sectoriales de la Unión, a fin de promover
el desarrollo sostenible. La “lucha contra el cambio climático”, por su
parte, pasó a ser un objetivo específico con el Tratado de Lisboa (2009)
–que es el que rige actualmente–, así como también se dotó a la Unión
para tratar cuestiones sobre desarrollo sostenible con terceros países,
por lo que ahora tiene personalidad jurídica que le permite celebrar
acuerdos internacionales.

2.1.1. Principios generales de la política de medio ambiente de la


Unión Europea.

La Unión Europea recoge una serie de principios que inspiran y


enmarcan todas las políticas que la Organización realiza en materia
medioambiental. Estos principios, como ya se ha mencionado, apare-
cen recogidos en el TFUE:
AA Principio de cautela (o precaución): “En caso de que una política
o acción pudiera causar daños a las personas o al medio ambiente,
y no existiera consenso científico al respecto, la política o acción
en cuestión debería abandonarse”117. Este principio nace gracias
a una Comunicación de la Comisión, adoptada en febrero de
2000118, donde se definían sus características básicas y se justi-
ficaba su desarrollo. Se menciona en el artículo 191 TFUE. Este
principio, por tanto, va más allá de la prevención de daños a cor-
to o medio plazo, y permite adelantarse a los posibles efectos
perjudiciales que una determinada política puede causar, a largo
plazo, evitando que se apliquen medidas que, pese a no existir
una unanimidad en la comunidad científica sobre sus efectos da-
ñinos, se considere que puedan ser perjudiciales para el medio
ambiente y para la vida de los ciudadanos europeos.

117 Consultado en Eur-Lex. Glosario.


118 Comunicación de la comisión sobre el recurso al principio de precaución. COM (2000) 1 final.
2.2.2000

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98 Ignacio Belda Hériz

Es importante remarcar que este principio “solo estará justifica-


do en caso de riesgo potencial y en ningún caso podrá justificar
una toma de decisión arbitraria”, por lo que debe respetar, a su
vez, tres principios de aplicación:
–– Identificación de los efectos potencialmente negativos;
–– evaluación de los datos científicos disponibles;
–– ampliación de la incertidumbre científica.
Aunque está pensado como un principio tendente a garantizar
unos estándares y una protección medioambiental elevados,
está igualmente presente en otras cuestiones como la protec-
ción de los consumidores, en especial a lo relativo a la salud hu-
mana, animal y vegetal.
BB Principio de prevención: Está estrechamente relacionado con
el principio anterior, no obstante, si en el anterior principio nos
encontrábamos ante supuestos en los que pudiese existir una
duda razonable (pero no científicamente avalada) acerca de los
efectos dañinos de la política en cuestión, en este a sabiendas
de que pueden desprenderse efectos nocivos para el medio
ambiente y, por ende, para la vida de las personas, se reconoce
que, para evitar que esto suceda, es necesario actuar a través
de la planificación y el diseño de la acción. Es decir, el principio
de prevención pretende actuar, a priori, ante la total seguridad
de las consecuencias que se van a desprender de la aplicación
de una determinada política (y esta es la principal diferencia en-
tre ambos), buscando alternativas para lograr los mismos ob-
jetivos, en vez de buscar soluciones a posteriori, para remediar
el daño que se va a producir. Se trata de, valga la redundancia,
aplicar la clásica idea de prevenir antes que curar, de evitar que
algo suceda en lugar de buscar remediarlo después.
CC Principio de corrección de la contaminación en su fuente: Este
principio va a desplegar sus efectos jurídicos por vez primera a
raíz del Asunto C-2/90, del entonces Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas (actualmente TJUE), en relación a la
gestión de residuos de la región de Valonia, en Bélgica. Es, por
orden, el tercer principio de la política ambiental comunitaria,

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 99

que, en su origen, en el antiguo TCE, se definía como el principio


de “corrección de los atentados al medio ambiente preferente-
mente en la fuente misma”. Entra en juego cuando no ha sido
posible evitar la contaminación, cuando ya se ha producido el
daño. En virtud de este principio, se deben articular las acciones
correctivas necesarias, preferentemente en la fuente misma,
para remediar los daños ocasionados por la aplicación de una
determinada política.
Corregir los daños desde la misma fuente evita que se produzcan
los efectos en cascada, que interactúen diferentes elementos
contaminantes, pues, probablemente, la asunción de políticas
y acciones correctivas por parte de la Unión resultasen econó-
mica y ecológicamente ineficientes en tal caso. Este principio
pretende, igualmente, evitar que la contaminación se extienda
a otros territorios de la Unión, distintos a donde fue originada,
por lo que aboga por un tratamiento preventivo, que evite los
daños ambientales transfronterizos.
Este principio dio origen al Principio de proximidad y de auto-
suficiencia, que no es sino la aplicación del mismo en la política
comunitaria en materia de residuos.
DD Principio de “quien contamina, paga”: Es el último peldaño en
la escalera de los principios. Cuando no se ha podido prevenir ni
corregir el daño, se procede a reclamar una determinada canti-
dad de dinero a quien haya sido causante del mismo. En esen-
cia, este principio tiene carácter sancionador y no parece que
cumpla con ninguna función medioambiental, pero, consideran-
do la forma y la cantidad de las multas que se imponen, este
principio opera como un elemento disuasorio y desincentiva las
conductas contaminantes dañinas. A este principio, que funcio-
na como “castigo”, se suman una serie de políticas que funcio-
nan como “premio” e incentivo, para promover conductas no
contaminantes. De esta manera, en la práctica, resulta incluso
más rentable, para cualquier agente, privado o público, evitar
contaminar, pues no solo se podrían enfrentar a una cuantiosa
sanción de no hacerlo, sino que, además, al hacerlo están re-
cibiendo subvenciones y ayudas. Por ello, este principio opera

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100 Ignacio Belda Hériz

más como un elemento de prevención y motivación, que como


elemento de sanción.

2.1.2. Marco básico de la política medioambiental de la UE

Los principios anteriormente expuestos rigen la política medioam-


biental, pero esta se materializa a través de una serie de instrumentos
que se han venido adoptando por la Unión Europea desde sus inicios.
Por ello, es necesario referenciar, sin perjuicio de otros, una serie de
mecanismos que la Unión ha desarrollado para implantar su política
de medio ambiente, con independencia de la forma y la institución u
organismo en que y por los que hayan sido promulgados. Me refiero,
en definitiva, a los instrumentos que concretizan la voluntad y el com-
promiso de la UE en materia medioambiental, y a través de los cuales
se establecen las medidas que deben tomarse en este ámbito.
AA Los programas de acción en materia de medio ambiente: Des-
de el año 1973 la Comisión ha formulado programas de acción
plurianuales en materia de medio ambiente. Estos programas
fijan futuras propuestas legislativas y objetivos para la política
medioambiental de la Unión. Actualmente está en vigor el Sép-
timo Programa119, que, desde el año 2013 y hasta 2020, bajo la
rúbrica “Vivir bien, respetando los límites de nuestro planeta”,
pretende marcar, a través de nueve objetivos prioritarios, una
guía para conseguir mejorar el nivel de vida de los ciudadanos
europeos, al tiempo que garantiza un desarrollo sostenible y
un crecimiento basado en la gestión eficiente de los recursos.
Entre estos objetivos encontramos tales como la protección de
la naturaleza; una mayor resistencia ecológica; el crecimiento sos-
tenible, eficiente en el uso de los recursos e hipocarbónico; y la
lucha contra las amenazas para la salud relacionadas con el medio
ambiente.
BB Estrategias horizontales: A través de estas, se establecen una
serie de recomendaciones y de guías que deben seguirse para

119 Regulado por la Decisión n° 1386/2013/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20
de noviembre de 2013 , relativa al Programa General de Acción de la Unión en materia de
Medio Ambiente hasta 2020 «Vivir bien, respetando los límites de nuestro planeta» (OJ L 354,
28.12.2013, p. 171–200).

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 101

lograr unos objetivos concretos, normalmente en un corto pe-


ríodo de tiempo, de carácter plurianual. Actualmente, y como
heredera de las dos anteriores, la Estrategia Europa 2020 para
el crecimiento es la que se encuentra en vigor, y la cual persi-
gue un “crecimiento inteligente, sostenible e integrador”120. En el
mismo sentido, en 2011, la Unión se comprometió a poner fin a
uno de los problemas medioambientales más acuciantes, como
es la pérdida de biodiversidad y la degradación de los servicios
ecosistémicos, por lo que, a través de la Estrategia de la Unión
sobre la biodiversidad, pretende atajar dicho problema antes de
2020.
CC Evaluación de impacto ambiental y participación pública: Este
mecanismo pretende analizar, de antemano, las consecuencias
y los efectos que una determinada política puede provocar so-
bre el medio ambiente, de manera que, antes de aprobarla, las
consideraciones de este análisis se tengan en cuenta en el pro-
ceso de planificación, y las posibles consecuencias en la aproba-
ción. Esta evaluación opera a la hora de llevar a cabo proyectos
concretos (privados o públicos) que puedan tener, probable-
mente, repercusiones significativas sobre el medio ambiente,
como la construcción de una autopista o un aeropuerto, las vías
del tren de alta velocidad, una depuradora de agua… Estos se
someten a una evaluación de impacto ambiental (EIA) y, del mis-
mo modo, a un proceso similar, complementario, denominado
evaluación estratégica medioambiental (EEA)121, se ha de someter
otra serie de planes y programas públicos (por ejemplo, relati-
vos al uso del suelo, el transporte, la energía, los residuos o la
agricultura).
DD Cooperación internacional en materia de medio ambiente:
La Unión desempeña un papel clave en las negociaciones

120 COM (2010) 2020 final, del 3.3.2010


121 El EIA se regula en la Directiva 2014/52/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16
de abril de 2014 , por la que se modifica la Directiva 2011/92/UE, relativa a la evaluación de las
repercusiones de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente (OJ L
124, 25.4.2014, p. 1–18). El EEA, por su parte, lo hace en la Directiva 2001/42/CE del Parlamento
Europeo y del Consejo, de 27 de junio de 2001, relativa a la evaluación de los efectos de deter-
minados planes y programas en el medio ambiente (OJ L 197, 21.7.2001, p. 30–37).

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102 Ignacio Belda Hériz

internacionales sobre el medio ambiente. Ha firmado y es parte


de la inmensa mayoría de los Tratados y Acuerdos Internaciona-
les celebrados en materia de medio ambiente, siendo una bue-
na parte de ellos impulsados por la propia Unión Europea. Asi-
mismo, la UE mantiene acuerdos de asociación y estrategias de
cooperación con una serie de países y regiones –por ejemplo, en
el marco de la Política Europea de Vecindad (países orientales y
mediterráneos)–, como para abordar cuestiones transfronteri-
zas que tienen repercusiones y consecuencias concretas sobre
una parte de su territorio.
EE Aplicación, cumplimiento y seguimiento: Desde la década de
1970, la Unión ha promulgado un gran número de legislación en
materia de medio ambiente. Por consiguiente, cientos de deci-
siones, directivas y reglamentos están en vigor hoy en día, a fin
de poner en funcionamiento toda una serie de políticas, normas
y objetivos en este ámbito.
No obstante, la eficacia de la política medioambiental de la Unión
depende, en esencia, de su aplicación a escala nacional, regional
y local, por parte de los Estados miembros y según la organi-
zación jurídica, política y territorial de la que se hayan dotado
en sus respectivos ordenamientos. La aplicación y ejecución de
gran parte de la legislación de la UE sigue siendo deficiente, por
lo que el seguimiento es una labor fundamental.
Para contrarrestar la gran divergencia en el nivel de aplicación
entre Estados miembros, el Parlamento Europeo y el Consejo
adoptaron, en 2001, una serie de normas mínimas122 (aunque no
vinculantes) para realizar inspecciones medioambientales. Con
el fin de mejorar el cumplimiento de la legislación medioambien-
tal europea, se impele a los Estados miembros a que prevean
sanciones penales efectivas, proporcionadas y disuasorias para
hacer frente a los delitos medioambientales de mayor gravedad
que se produzcan en su territorio.

122 Se trata de la Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo de 4 de abril de 2001
sobre criterios mínimos de las inspecciones medioambientales en los Estados miembros.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 103

La Red europea para la aplicación y el cumplimiento de la le-


gislación en materia de medio ambiente (IMPEL) fue creada
para impulsar el cumplimiento mediante la provisión de una pla-
taforma de intercambio de ideas y mejores prácticas para res-
ponsables políticos, inspectores medioambientales y agentes en-
cargados de hacer que se cumpla ley123. Es una red internacional
formada por las autoridades medioambientales de los Estados
miembros de la Unión, los países adherentes y candidatos y
Noruega.
En 1990, en aras de una mayor especialización, se creó la Agen-
cia Europea de Medio Ambiente (AEMA)124, con sede en Copen-
hague, a fin de respaldar el desarrollo, la aplicación y la evaluación
de la política medioambiental e informar al respecto al público en
general. Está abierta a terceros países y es responsable de facili-
tar, de manera fiable e independiente, información sobre el es-
tado y las perspectivas del medio ambiente en la UE. A través de
esta agencia se canaliza toda una serie de proyectos concretos
que se encuadran dentro de los distintos ámbitos de la política
medioambiental europea. Por ejemplo, se encarga de la reco-
gida, la gestión y el análisis de datos y de la coordinación de la
Red Europea de Información y de Observación sobre el Medio
Ambiente (Eionet).
Por último, en este sentido, la Comisión puso en marcha, en mayo
de 2016, la revisión de la aplicación de la normativa medioam-
biental. Se trata de un nuevo instrumento pensado para lograr
alcanzar la plena aplicación de la legislación medioambiental de
la Unión, estrechamente relacionado con el Programa de ade-
cuación y eficacia de la reglamentación (REFIT), que pretende
mostrar, de la forma que resulte más sencilla y menos costosa,
las obligaciones de seguimiento y notificación derivadas de la
legislación de la Unión vigente.

123 Parlamento Europeo: La política de medio ambiente: principios generales y marco básico.
124 La AEMA se creó por el Reglamento (ce) no 401/2009 del Parlamento Europeo y del Conse-
jo de 23 de abril de 2009 relativo a la Agencia Europea del Medio Ambiente y a la Red Europea
de Información y de Observación sobre el Medio Ambiente.

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104 Ignacio Belda Hériz

2.1.3. Principales ámbitos de la política medioambiental europea

Para acabar con este apartado, se va a nombrar cuáles son los ámbi-
tos sobre los que, actualmente, la política medioambiental de la Unión
Europea está centrando sus esfuerzos. En general, todos estos ámbi-
tos guardan una estrecha vinculación con la economía circular, pues a
través de esta, como se verá más adelante, se puede dar respuesta a
muchos de los grandes retos y objetivos que la Unión se ha marcado a
corto, medio o largo plazo.
De este modo, fundamentalmente, estos ámbitos se circunscriben
a los siguientes aspectos:
• Uso eficiente de los recursos.
• Protección de la Biodiversidad.
• La limpieza del aire, los océanos y los demás recursos hídricos.
• Conseguir unos niveles aceptables de cambio climático.
• Gestión de residuos.
• Disminuir la contaminación acústica.
• Frenar la deforestación.
• Uso sostenible del suelo.
• Promover el desarrollo sostenible en todo el mundo, en tanto a
su faceta de actor global.
Diversas decisiones, directivas y reglamentos, así como planes de
acción, estrategias horizontales, recomendaciones y otra serie de ins-
trumentos legislativos y normativos se han adoptado en relación con
estos ámbitos, muchos de los cuales serán tratados con posterioridad.

2.2. Antecedentes: El origen de la economía circular en el


seno de la Unión Europea

Si bien la economía circular, como hemos visto, no es un concepto


excesivamente antiguo, lleva ya varias décadas rondando por las es-
feras políticas, económicas y científicas, por lo que, a priori, parecería

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 105

lógico pensar que uno de los mayores actores político-económicos a


nivel mundial, como es la Unión Europea, que, además es también la
principal impulsora de las políticas medioambientales, hubiese mani-
festado su interés por este fenómeno hace ya algún tiempo.
Sin embargo, muy al contrario de lo que se podría pensar, lo cierto
es que hasta hace algo más de un par de años, la Unión Europea no
había realizado ningún pronunciamiento oficial ni explícito sobre esta
cuestión. De este modo, este concepto aparece por primera vez y de
manera explícita en el seno de la Unión Europea, en la Comunicación
de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico
y Social Europeo y al Comité de las Regiones, del 25 de septiembre de
2014 y bajo la rúbrica “Hacia una economía circular: un programa de cero
residuos para Europa”125. En relación a esta comunicación, el 28 de oc-
tubre de 2014, tras la celebración del Consejo de Medioambiente en
Luxemburgo, se publican el escrito con las conclusiones desprendidas
del evento, en las que se destacan la relevancia de dicho enfoque para
el crecimiento de la producción y el empleo en la Unión, estableciendo
que es necesario “tener en cuenta los principios de la economía circular
y el potencial de empleo verde en el Semestre Europeo”.
Antes de ese momento, no es que no se encontrase ninguna refe-
rencia a la economía circular en ningún documento promulgado por
alguna institución u organismo de la Unión Europea –de hecho, en otra
comunicación de la Comisión Europea de septiembre de 2011126, sobre
optimización de recursos, se reconoce que “a medida que nos encami-
nemos hacia una gestión sostenible de los materiales basada verdade-
ramente en el consumo, o hacia una «economía circular» en la que los
residuos se conviertan en recursos, los minerales y metales se utilizarán
con más eficiencia”–, pero esta quedaba relegada a un segundo plano
y solo se mencionaba su existencia, sin ninguna voluntad fehaciente y
clara de adoptar medidas o políticas que pudieran llegar a implemen-
tarla.

125 COM (2014) 398 final. De 2.7.2014


126 Se trata de la Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité
Económico y Social Europeo y al Comité de las Regiones, de 20 de septiembre de 2011, en la que
se establece la Hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos. COM (2011) 571
final. De 20.9.2011

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106 Ignacio Belda Hériz

Así las cosas, a partir del año 2014, la Unión Europea empieza a do-
tar a la economía circular de un marco político y normativo, tendente
a lograr su implementación en un corto período de tiempo. A partir
de entonces, esta deja de ser para la Unión una cuestión anecdótica,
pasando a convertirse en un instrumento de vital importancia que va a
ser considerado como una política independiente, que se va a incluir en
diversas estrategias, planes y proyectos impulsados por las diferentes
instituciones.
Todas estas medidas adoptadas en relación a la economía circular
o, al menos, las más relevantes, las iremos analizando y desarrollando
en los sucesivos apartados, pero, de forma resumida y para introducir-
las, aparte de los ya mencionados, se pueden mencionar como las más
relevantes, las siguientes:
• Plan de Acción de la UE en materia de economía circular.
• Informe de Aplicación de la economía circular.
• Comunicación sobre la transformación de los residuos en energía.
• Directiva sobre restricciones a la utilización de determinadas
sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos
(2002/95/CE), comúnmente conocida como Directiva RUSP.
• Paquete sobre la energía limpia.
• Comunicación relativa a un plan de trabajo sobre diseño eco-
lógico.
• Protocolo sobre los residuos de la construcción y demolición.
• Propuesta de Reglamento relativo a la comercialización de abonos.
• Contratación pública ecológica.
A todas estas deben sumarse un gran número de políticas adopta-
das por otras instituciones u organismos de la Unión Europea (como,
por ejemplo, el papel del Banco Europeo de Inversiones en este senti-
do), que serán igualmente desarrolladas con posterioridad.
En esta aproximación histórica de la economía circular en el seno
de la Unión Europea, se debe mencionar una plataforma que, aunque
desconocida, ha sido una de las vías de canalización y uno de los acto-
res más importantes en este campo. Se trata de la European Resource

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 107

Efficiency Platform (EREP)127, a la que, en junio del año 2012, se le enco-


mendó el mandato, por parte de la Comisión, de “servir como una guía
de alto nivel a la Comisión Europea, a los Estados miembros, autoridades
locales y regionales y actores privados en el proceso de transición hacia
una economía más eficiente con los recursos”128. Si bien no aparece, en
dicho momento, ninguna referencia explícita a la economía circular, en
el documento se procede a la identificación de una serie de problemas
sobre los cuales la plataforma ha de buscar y proponer soluciones que,
en definitiva, son idénticos a todos los que se han venido referencian-
do a lo largo de todo el libro.
De esta manera, el 17 diciembre de 2012, la EREP promulgó el Mani-
fiesto por una Europa Eficiente con los Recursos, en el cual se declaraba
que la EREP “está llamando a las empresas, trabajadores y líderes de la
sociedad civil para apoyar la eficiencia de los recursos y la transformación
a una economía circular […], porque esta ofrece una alternativa, basada
en el crecimiento eficiente y que perdurará en el tiempo, a la actual crisis
de reindustrialización de la economía europea”129.
Si bien ya hemos visto que fue a partir del año 2014 cuando la Unión
Europea, a través de la Comisión, empezó a actuar, es igualmente cierto
que en los años previos se empezaron a proponer medidas tendentes,
como estamos viendo, a lograr una eficiencia en el uso de los recursos,
comenzándose a gestar la idea de la economía circular como solución
a sendos problemas y, así, gracias a plataformas como la EREP, se fue
recopilando información, analizando diferentes propuestas y difun-
diendo comunicaciones internas y recomendaciones para implantar un
modelo económico similar.
En el citado manifiesto, la EREP dispuso una serie de medidas que
consideraba imprescindibles para lograr la transición entre el modelo
económico en crisis y la economía circular, que se sustentan en los si-
guientes puntos:

127 La EREP, en aquel momento, estaba formada por 33 miembros, entre los cuales encontra-
mos al actual presidente del Parlamento Europeo (Antonio Tajiani), al entonces comisario eu-
ropeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rhen, y al economista Gunter Pauli (fundador
de la economía azul).
128 The EREP’s Terms of Reference, 28 June 2012. European Commission. Directorate General
Environment.
129 Prólogo del Manifiesto.

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108 Ignacio Belda Hériz

AA Fomentar la innovación y acelerar la inversión pública y priva-


da en tecnologías eficientes en el uso de los recursos, sistemas
y técnicas -también en las pymes-, a través de un marco político,
económico y regulatorio dinámico y previsible; un sistema finan-
ciero de apoyo y el establecimiento de ciertas prioridades en el
gasto público y aprovisionamiento para mejorar el crecimiento
sostenible y el uso eficiente de recursos.
BB Implementar, usar y adoptar estándares, normas y códigos de
conducta “inteligentes”, que conduzcan a: a) crear unas con-
diciones de igualdad, b) recompensar a quienes lideren la tran-
sición, c) acelerar la transición, y d) tomar en cuenta la implica-
ción social e internacional de nuestras acciones.
CC Abolir subsidios que financien proyectos nocivos para el medio
ambiente y deducciones fiscales que malgastan dinero público
en prácticas obsoletas, teniendo cuidado de garantizar la ase-
quibilidad para aquellos con bajos ingresos. Eliminar la carga tri-
butaria de los trabajos para incentivar la eficiencia en el uso de
los recursos, y utilizar los impuestos y las cargas para estimular
innovación y desarrollo para una economía rica en trabajos, so-
cialmente cohesiva, eficiente con los recursos y ambientalmen-
te resistente.
DD Crear mejores condiciones de mercado para productos y ser-
vicios que tengan impactos inferiores entorno a sus ciclos de
vida y que sean durables, reparables y reciclables, retirando del
mercado, progresivamente, los productos más nocivos; inspirar
ciclos de vida sostenibles a través de la información y el incenti-
vo a los consumidores, considerando las últimas tendencias en
el comportamiento económico y la información tecnológica, e
incentivando las fuentes de obtención de recursos sostenibles,
nuevos modelos empresariales y el uso de los desechos como
materia prima.
EE Integrar la actual y futura carestía de recursos y vulnerabilida-
des más coherentemente en un mayor número de áreas políti-
cas, a nivel nacional, comunitario e internacional, como en los
campos del transporte, alimentación, agua y construcción.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 109

FF Difundir un claro mensaje a todos los actores económicos,


adoptando medidas políticas para conseguir una sociedad y
economía eficiente con los recursos para el año 2020, estable-
ciendo objetivos que marquen una clara dirección e indicadores
que midan el progreso en cuestiones relativas al uso eficiente
de la tierra, el material empleado, agua, emisiones de gas y bio-
diversidad. Dichos indicadores deben ir más allá de las medidas
convencionales de la actividad económica, ayudar a guiar las de-
cisiones de todos los actores y asistir a las autoridades políticas
en su actividad.
Todas estas medidas propuestas sentarían las bases de las políticas
futuras de la Unión Europea en materia de economía circular. No obs-
tante, estas mismas recomendaciones beben de otra serie de políticas
más antiguas que la UE había venido adoptando, fundamentalmente
en materia de gestión de residuos, emisiones de gases contaminantes
y gestión y utilización de recursos (especialmente del agua).
Desde la década de los ochenta, más concretamente, la importan-
cia de la política de la Unión Europea sobre protección del medio am-
biente y los recursos naturales ha ido aumentando sin cesar. Entre las
medidas más importantes adoptadas desde entonces, de manera resu-
mida, encontramos las siguientes:
• Directiva 79/409/CEE del Consejo, de 2 de abril de 1979, relativa
a la conservación de las aves silvestres130 y DIRECTIVA 92/43/CEE
del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación
de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres131, que
darían lugar a la creación de la Red Natura 2000, con voluntad
de ser la mayor red de espacios naturales protegidos del mun-
do y que tiene por objetivo proteger, conservar y restaurar la
biodiversidad de la Unión Europea. A partir de este momento,
no pueden seguir adoptándose decisiones en materias cruciales
como transporte, energía y agricultura sin considerar sus reper-
cusiones en la flora y fauna silvestres y en las áreas rurales en
general.

130 DO L 20 de 26.1.2003, pp. 7–25.


131 DO L 206 de 22.7.1992, p. 7–50.

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110 Ignacio Belda Hériz

• Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de


23 de octubre de 2000, por la que se establece un marco comu-
nitario de actuación en el ámbito de la política de aguas132. Crea-
da con el objetivo de “afrontar el desafío de la escasez de agua
y la sequía en la Unión Europea”. Esta dio lugar al Plan para sal-
vaguardar los recursos hídricos de Europa, en 2012, por el cual
se pretende materializar los compromisos de la Unión en este
sentido.
• Directiva 2008/98/CE DEL Parlamento Europeo y del Consejo de
19 de noviembre de 2008 sobre los residuos y por la que se de-
rogan determinadas Directivas133, que establece un marco jurídi-
co para el tratamiento de los residuos en la UE. Su objetivo es
proteger el medio ambiente y la salud humana enfatizando la
importancia de utilizar unas técnicas adecuadas de gestión, re-
cuperación y reciclado de residuos para reducir la presión sobre
los recursos y mejorar su uso.
Se deriva de la estrategia temática sobre prevención y reciclado
de residuos, y deroga las anteriores directivas relativas a los resi-
duos. Tiene por objeto reformar y simplificar la política de la UE
estableciendo un nuevo marco y nuevos objetivos, centrándose
en la prevención. Establece conceptos básicos y definiciones en
el ámbito de la gestión de residuos, incluida las definiciones de
residuos, reciclaje y recuperación. Con arreglo a esta Directiva,
los Estados miembros debían elaborar programas nacionales de
prevención de residuos para 2013; establece asimismo una jerar-
quía de residuos.
• Directiva 2008/34/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de
11 de marzo de 2008 por la que se modifica la Directiva 2002/96/
CE sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE),
por lo que se refiere a las competencias de ejecución atribuidas
a la Comisión, tenía por objeto proteger el suelo, el agua y el aire
gracias a una mejor y menor eliminación de los residuos de los
aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE). La Directiva 2002/95/
CE sobre restricciones a la utilización de determinadas sustan-

132 DO L 327 de 22.12.2000, p. 1–73.


133 DO L 312 de 22.11.2008, pp. 3–30.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 111

cias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos (Directiva


RoHS), adoptada en paralelo a la Directiva RAEE, tenía por obje-
tivo la protección del medio ambiente y de la salud humana me-
diante la limitación en dichos aparatos del uso de plomo, mercu-
rio, cadmio, cromo y algunos retardadores de llama bromados
(ya no están vigentes).
• Directiva 2005/32/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6
de julio de 2005, por la que se instaura un marco para el estable-
cimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los pro-
ductos que utilizan energía y por la que se modifica la Directiva
92/42/CEE del Consejo y las Directivas 96/57/CE y 2000/55/CE del
Parlamento Europeo y del Consejo134. La Directiva sobre diseño
ecológico garantiza la mejora técnica de los productos. Desde
entonces, la Comisión ha adoptado diferentes medidas de eje-
cución de esta Directiva de 2005 con arreglo al procedimiento
de comitología135. La revisión de 2009 (Directiva 2009/125/CE) de
la Directiva de 2005 amplió su ámbito de aplicación a los produc-
tos relacionados con la energía que no fueran productos que
utilizan energía en términos estrictos; hay productos que no
consumen energía durante su uso, pero que influyen de forma
indirecta en el consumo de energía, como las ventanas, los ma-
teriales aislantes o algunos productos que utilizan el agua. En
2012 la Comisión publicó una evaluación de la Directiva 2009/125/
CE en la que se concluía que no era necesario ni revisar de forma
inmediata la Directiva sobre diseño ecológico ni ampliar su ám-
bito de aplicación a productos no relacionados con la energía.
Estos son solo algunos ejemplos, pero la normativa relacionada con
estos ámbitos es muy amplia y está en constante actualización, como

134 DO L 81 de 20.3.2008, p. 48–50.


135 El término “comitología” se refiere al conjunto de procedimientos mediante los cuales la
Comisión Europea ejerce las competencias de ejecución atribuidas por el legislador de la Unión
Europea (UE) con la asistencia de los comités de representantes de los países de la UE. Dichos
comités de comitología están presididos por un funcionario de la Comisión y ofrecen una opi-
nión sobre los actos de ejecución propuestos por la Comisión. Fuente: Eur-Lex. Se regula en el
Reglamento (UE) no 182/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de febrero de 2011,
por el que se establecen las normas y los principios generales relativos a las modalidades de
control por parte de los Estados miembros del ejercicio de las competencias de ejecución por
la Comisión (OJ L 55, 28.2.2011, p. 13–18).

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112 Ignacio Belda Hériz

muestra de la voluntad de la Unión Europea para incrementar sus es-


tándares de protección medioambiental y lograr un desarrollo soste-
nible. Así las cosas, vemos que, de una u otra manera, el fenómeno de
la economía circular ha estado presente en la Unión Europea desde
hace varias décadas, no como un fenómeno autónomo y holístico, sino
difuminado en las diferentes políticas y normas adoptadas por las dife-
rentes Instituciones y otros organismos.
Sin perjuicio de las directivas antes expuestas y, como motivación
de las mismas, la Unión ha desarrollado diferentes planes de acción, es-
trategias y otras medidas para ponerlas en práctica y, así, por ejemplo,
a finales de 2011 los líderes de los Gobiernos Europeos firmaron la “Hoja
de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos”, en la cual
se reflejaba la necesidad de cambiar la actitud política y económica en
aras de lograr una serie de objetivos que transformasen a Europa en
un continente más sostenible y menos dependiente de la extracción
de los recursos naturales.
Finalmente, a través de todo este periplo normativo, culmina la
labor de la Unión Europea, a día de hoy, en un paquete de medidas,
adoptado en diciembre del año 2015, bajo la rúbrica “Cerrar el círcu-
lo: un plan de acción de la UE para la economía circular”136, a través del
cual plasma una serie de disposiciones por medio de las cuales la Unión
pretende poner en práctica la economía circular y convertir a la Orga-
nización en la líder del proceso de transición, alzándose como ejemplo
para el resto de la Comunidad Internacional y la sociedad civil. Como es
lógico, será detallado este plan de manera exhaustiva más adelante.

2.3. Estrategia Europa 2020. La estrategia europea para el


crecimiento. Actuaciones en los ámbitos concretos

La Estrategia Europa 2020, como ya se ha señalado previamente,


forma parte de los instrumentos que la Unión ha desarrollado para de-
finir las líneas de actuación que han de seguirse para cumplir los obje-
tivos fijados para dicha fecha. Abarca una gran cantidad de materias,

136 COM (2015) 614 final del 2.12.2015

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 113

que van mucho más allá de las estrictamente medioambientales, pero


es necesario referenciarla porque los sucesivos mecanismos que ha
puesto en práctica la UE en materia de economía circular, se inspiran
en esta estrategia y tienen como meta cumplir los objetivos en ella fi-
jados. Así pues, primeramente deberíamos definir cuáles son estos ob-
jetivos.
El progreso económico y social de la Unión Europea estaba experi-
mentando unos niveles de desarrollo y crecimiento nunca antes vistos
en el continente, y, a principios de siglo, las expectativas y previsiones
eran enormes, de tal manera que se esperaba que el continente alcan-
zase unos niveles todavía superiores. Sin embargo, con la llegada de
la crisis económica, que aún sigue haciendo mella en buena parte del
territorio de la Unión, todas esas previsiones y ese progreso se echa-
ron por tierra, dejando en evidencia las carencias y fallas de nuestro
sistema económico, que incluso hizo (y sigue haciendo) temblar los
cimientos de la UE y poner en riesgo su supervivencia. En ese panora-
ma de crisis es en el que nace la Estrategia Europa 2020, pretendiendo
poner en marcha un cambio de rumbo y fomentando la aplicación de
unas medidas para volver a conseguir que los EE. MM. en particular y
la propia Unión en general, pudiesen salir adelante y retomar la senda
del crecimiento.
Las carencias estructurales de la Unión Europea, necesitaban solu-
ciones estructurales y, en ese sentido, la Estrategia 2020 plantea una
serie de cuestiones que pretender reforzar el papel de las políticas de
la Unión, en estrecha colaboración con los Estados miembros. La prin-
cipal meta de esta estrategia, que se materializa a través de otros ob-
jetivos concretos, es la de aumentar la competitividad en Europa, pues
entiende que solo una Europa más competitiva será capaz de mante-
ner su estándar y de enfrentarse a los actuales retos que la amenazan.
La Estrategia Europa 2020 marcaba objetivos decenales y, así, fue
puesta en marcha en el año 2010, por lo que, ahora que nos encontra-
mos en la etapa final, podemos empezar a analizar cómo se ha lleva-
do a cabo y si está consiguiendo cumplir sus objetivos, para mejorar
aquellos aspectos que no han funcionado y reforzar los demás, en aras
de conseguir que, en la próxima estrategia plurianual que promueva

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114 Ignacio Belda Hériz

la Unión Europea, se consigan cumplir mejor y un mayor número de


objetivos.
Los objetivos que persigue la Estrategia Europa 2020 son, en líneas
generales, los cinco siguientes:
• Garantizar el empleo al 75 % de las personas de 20 a 64 años.
• Invertir el 3 % del PIB de la UE en investigación y desarrollo.
• Situar las emisiones de gases de efecto invernadero un 20 % (o
incluso un 30 %) por debajo de los niveles de 1990, generar el
20 % de nuestras necesidades de energía a partir de fuentes re-
novables y aumentar la eficacia energética un 20 %.
• Reducir las tasas de abandono escolar por debajo del 10 % y lo-
grar que al menos un 40 % de las personas de 30 a 34 años hayan
terminado estudios superiores.
• Reducir al menos en 20 millones el número de personas en ries-
go de pobreza o exclusión social.
Son los objetivos segundo y tercero los que, de manera directa, inci-
den en la materia objeto de estudio, sin perjuicio de que, a través de la
economía circular, se puedan lograr otros objetivos secundarios (como
la reducción del desempleo). Por consiguiente, son esos dos objetivos
los que van a ser analizados desde la óptica de la economía circular.
En relación con los cinco objetivos, los líderes europeos han acor-
dado también una serie de actuaciones concretas y han acotado los
principales ámbitos de actuación para cumplir con los objetivos de la
Estrategia 2020. Son siete en total, pero nos interesa resaltar, acorde
al tema que estamos tratando, tres en particular, que se desarrollan
bajo los títulos de “Unión por la innovación”, “Una Europa que utilice
eficazmente los recursos” y “Una política industrial para la era de la mun-
dialización”.
La Estrategia Europa 2020 se propone, por tanto, lograr un creci-
miento inteligente, innovador, sostenible e integrador, que no es sino
el propio modelo de crecimiento que defiende también la economía
circular, por lo que, en esencia, los objetivos que se plantean en la
estrategia (que están interconectados entre sí), son los mismos que

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 115

busca resolver la economía circular y, por tanto, implantando esta se


estará, en suma, implantando la Estrategia 2020.

2.3.1. Europa 2020 y la innovación

Con la iniciativa “Unión por la innovación”137, la Unión Europea pre-


tende “reforzar los vínculos entre la investigación y la innovación, por un
lado, y la creación de empleo, por otro”138. Se recoge en la Comunicación
de la Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico
y Social Europeo y al Comité de las Regiones, del 6 de diciembre de 2010.
La innovación constituye el eje central de la Estrategia 2020, pues-
to que el futuro crecimiento económico, medioambiental y social de
la Unión depende de que seamos capaces de adaptarnos a este mun-
do cambiante y de conseguir hacer frente a los principales retos que
se nos plantean, como el cambio climático, la escasez de recursos, el
envejecimiento, etc. Además, tras la crisis económica, se destruyeron
millones de puestos de trabajo en sectores y ámbitos que, bien han
quedado obsoletos o han sido sustituidos por máquinas autónomas,
por lo que se hace necesario buscar, a través de la innovación, crear
nuevos puestos de trabajo que respondan a la realidad social y econó-
mica del momento y del futuro. La innovación es clave para lograr la
recuperación económica y el crecimiento.
La inversión de la Unión en innovación, pese a situarse en niveles
elevados, es mucho inferior a la de países como Estados Unidos o Ja-
pón, y las potencias emergentes, como China, están a punto de supe-
rarlos. Por ello, aunque las cosas se hayan hecho bien, no podemos
conformarnos y es necesario que las hagamos mejor (especialmente
teniendo en cuenta que es la UE la que concentra a los países de la
OCDE que más han sufrido y siguen sufriendo la crisis económica y con
los índices más elevados de paro y desempleo).
La Unión por la Innovación tiene tres objetivos concretos:
• Convertir a Europa en una potencia científica mundial.

137 COM (2010) 546 final del 6.10.2010


138 Comisión Europea (2017). Europa 2020: la estrategia europea de crecimiento. Comprender
las políticas de la Unión Europea. Luxemburgo, p.11.

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116 Ignacio Belda Hériz

• Eliminar los obstáculos a la innovación, como por ejemplo la


fragmentación del mercado, la falta de financiación, o la infrau-
tilización de la contratación pública para la innovación.
• Cambiar radicalmente el modo en que los sectores público y
privado trabajan juntos, especialmente a través de los Partena-
riados Europeos de Innovación (EIP), en los que participan las
instituciones europeas, las autoridades públicas nacionales y/o
regionales y las empresas.
Según estimaciones, si de aquí a 2020 se alcanzara el objetivo de
gastar en I+D un 3 % del PIB se podrían crear 3,7 millones de puestos de
trabajo y aumentar el PIB anual en cerca de 800 000 millones EUR de
aquí a 2025139.
En el marco de esta actuación resaltan varias iniciativas que, aun-
que algunas de ellas fueron puestas en práctica con anterioridad, con
la “Unión para la innovación”, se refuerzan y se dotan de mecanismos
que puedan hacer realidad las expectativas:
AA Espacio Europeo de Investigación (ERA): Uno de los objetivos
de la iniciativa consiste en “hacer realidad el Espacio Europeo de
Investigación”. El ERA se empezó a desarrollar en el año 2000,
pero nunca se llegó a materializar.
Dada la necesidad de rentabilizar el dinero y de optimizar los
procedimientos de investigación, y para evitar crear duplicida-
des innecesarias en los distintos Estados miembros, a través de
la creación de un Espacio Europeo de Investigación unificado se
pretende crear un área en la que todos los actores, ya sean pú-
blicos o privados, puedan funcionar libremente, forjando alian-
zas y reuniendo masa crítica para competir y cooperar a escala
europea y mundial.
Los objetivos del ERA, son, grosso modo, los siguientes:
–– Crear un área unificada europea en la que los investidores
puedan moverse libremente e interactuar sin dificultades,

139 Zagamé, P. (2012). https://ec.europa.eu/eip/ageing/library/costs-non-innovative-europe-


what-can-we-learn-and-what-can-we-expect-simulation-works_en p.5. [Consultado en: Oct.
2017].

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 117

trabajando con infraestructuras de calidad mundial y con re-


des de trabajo excelentes.
–– Optimizar un espacio europeo abierto en el que tengan cabi-
da los programas nacionales y regionales para lograr la mejor
investigación en toda Europa coordinando dichos programas
para afrontar juntos grandes retos.
–– Desarrollar fuertes lazos con socios alrededor del mundo
para que Europa se beneficie de los progresos del conoci-
miento a escala mundial, contribuya al desarrollo global y
tome un papel líder en las iniciativas internacionales para re-
solver los problemas globales.
BB Partenariados Europeos de Innovación (EIP): Son asociacio-
nes de innovación europea, que estarán orientadas a los retos,
“centrándose en los beneficios para la sociedad y en la rápida mo-
dernización de los sectores y mercados relacionados. En segundo
lugar, actuarán en toda la cadena de investigación e innovación, y
en tercer lugar, racionalizarán, simplificarán y coordinarán mejor
los instrumentos e iniciativas existentes y, cuando sea necesario,
los complementarán con nuevas acciones”140.
CC Instituto Europeo de Innovación y Tecnología (EIT): Contribuye
a la construcción de una economía basada en el conocimiento
mediante la integración del triángulo del conocimiento formado
por la investigación, la innovación y la educación, y así reforzar
la capacidad de innovación de la Unión y abordar los retos socia-
les.
Las Comunidades de Conocimiento e Innovación, CCI (KIC, se-
gún sus siglas en inglés) son parte integral del concepto del EIT
y son la herramienta para conseguir sus objetivos. Se definen
como asociaciones creativas y altamente integradas que abar-
can la educación, tecnología, investigación, negocios y la inicia-
tiva empresarial; están diseñadas para introducir innovaciones
y modelos de innovación, así como para inspirar a otros a emu-
larlas.

140 MINECO. Secretaría de Estado de I+D+i. Ficheros: European Innovation Partnerships. p. 2.

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118 Ignacio Belda Hériz

DD Centro Común de Investigación (JRC): El Centro Común de


Investigación (Joint Research Centre [JRC]) es una Dirección
General de la Comisión Europea. Consta de siete institutos de
investigación situados en cinco Estados miembros de la Unión
Europea: Bélgica (Instituto de Materiales y Medidas de Referen-
cia [IRMM], en Geel), Alemania (Instituto de Elementos Tran-
suránicos [ITU]), en Karlsruhe), Italia (Instituto para el Medio
Ambiente y la Sostenibilidad [IES], Instituto para la Salud y la
Protección del Consumidor [IHCP] e Instituto para la Protec-
ción y la Seguridad de los Ciudadanos [IPSC], todos ellos sitos
en Ispra), Países Bajos (Instituto de la Energía y el Transporte
[IET], en Petten) y España (Instituto de Estudios de Prospectiva
Tecnológica [IPTS], en Sevilla). Con 2 700 empleados, la DG JRC
juega un papel activo ayudando a crear una Europa más segura,
más limpia, más saludable y más competitiva.
Su función consiste en proporcionar apoyo científico y técnico
para la elaboración, desarrollo, aplicación y supervisión de polí-
ticas de la Unión Europea, según la demanda de estas políticas.
Al ser un servicio de la Comisión Europea, el Centro Común de
Investigación funciona como centro de referencia en materia
científica y tecnológica para la Unión, se mantiene próximo al
proceso de formulación de políticas y sirve al interés común de
los Estados miembros.
Las áreas de competencia clave del JRC son: energía, transporte,
medio ambiente y cambio climático, agricultura y seguridad ali-
mentaria, salud y protección de los consumidores, tecnologías
de la información y la comunicación, materiales de referencia y
seguridad (incluida la nuclear en el programa Euratom).
Se encarga de desarrollar actividades directas destinadas a
reforzar el análisis de políticas, evaluación de impacto o inteli-
gencia estratégica sobre las tendencias en ciencia y tecnología
(incluyendo, lógicamente, a la economía circular), entre otros
temas. De este modo, contribuirá a reforzar el Espacio Europeo
de Investigación, del que el JRC forma parte.
EE Cooperación Europea en Ciencia y Tecnología (COST): Se inició
en 1971 y en la actualidad es uno de los más amplios marcos de

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 119

cooperación (cuenta con 300 M € del presupuesto de Horizonte


2020).
COST es un mecanismo único para los investigadores europeos
para desarrollar en conjunto sus propias ideas y nuevas iniciati-
vas en todas las disciplinas científicas a través de una red de tra-
bajo transeuropea141 de actividades de investigación financiadas
a nivel nacional (COST no financia las investigaciones, provee
líneas de apoyo y colaboración a través de las Acciones COST).
Los objetivos principales de COST son:
–– Construir capacidad conectando comunidades científicas de
alta calidad a lo largo de Europa y del mundo.
–– Facilitar oportunidades y redes de trabajo para jóvenes inves-
tigadores.
–– Aumentar el impacto de las investigaciones en los legislado-
res, cuerpos regulatorios y órganos nacionales de toma de
decisiones, así como en el sector privado.
Los objetivos de COST se materializan a través de las Acciones
COST, que son redes de investigación científica y tecnológica
abiertas a investigadores y a otras partes interesadas (universi-
dades, instituciones de investigación públicas o privadas, ONG,
industrias, pymes…), con una duración de cuatro años y una
participación de, al menos, siete Estados miembros de COST. Las
Acciones COST operan a través de una gran variedad de instru-
mentos, tales como encuentros, conferencias, talleres, escue-
las de formación, misiones científicas de corta duración, y otras
actividades de difusión. Para adherirse a las Acciones COST en
cada Estado miembro existe un coordinador que facilita infor-
mación y asesora en el proceso. Siempre hay una convocatoria
abierta para la presentación de nuevas propuestas de acciones,
con dos convocatorias por año.

141 Los miembros del COST son 37 países europeos, incluyendo, por tanto, a Estados no miem-
bros de la UE, y, además, Israel es un Estado asociado. Igualmente, instituciones de cualquier
país no-COST también pueden participar bajo el principio de beneficio mutuo. Además, COST
aplica una política especial de buena vecindad con países mediterráneos y todos aquellos que
tienen una frontera con los países COST.

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120 Ignacio Belda Hériz

La finalidad de COST es, en suma, formar y poner en contacto


a grupos de trabajo compuestos por científicos de diferentes
países para que intercambien información y pongan en común
los avances en sus investigaciones.

2.3.2. Una Europa que utilice eficazmente los recursos

Esta iniciativa pretende crear un marco político destinado a apoyar


el cambio a una economía eficiente en el uso de los recursos y de baja
emisión de carbono, un mayor uso de las fuentes de energía renova-
bles, el desarrollo de tecnologías verdes y la modernización del sector
del transporte.
Está recogida en la Comunicación de la Comisión al Parlamento Euro-
peo, el Consejo, el Comité Económico y Social Europeo y el Comité de las
Regiones del 26 de enero de 2011142.
La Comunicación recoge tres objetivos o propuestas principales,
que considera imprescindibles si se desea conseguir una economía ver-
daderamente eficiente en el uso de los recursos:
• Primero, necesitamos adoptar medidas coordinadas en una am-
plia gama de ámbitos políticos y estas medidas tienen que gozar
de visibilidad y apoyo políticos.
• Segundo, debemos actuar urgentemente, habida cuenta de la
longitud de los plazos para poner en marcha los proyectos de in-
versión. Si bien ciertas medidas tendrán un impacto positivo en el
crecimiento y la creación de empleo a corto plazo, otras implican
una inversión inicial con largos plazos de amortización pero que
generará beneficios económicos reales para la economía de la UE
durante las próximas décadas.
• Tercero, debemos convencer a los consumidores para que consu-
man productos obtenidos mediante una utilización eficiente de
los recursos, impulsen la innovación constante y velen por que no
se pierdan las mejoras de eficacia.

142 COM (2011) 21 final.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 121

Asimismo, y como consecuencia lógica de la posición global que


ostenta la Unión Europea como actor internacional de grandísima rele-
vancia, la propia Comunicación hace también hincapié en la necesidad
de participar activamente en los principales foros de debate interna-
cionales relacionados con esta cuestión, tales como la Conferencia de
Río +20, que estaba aún por celebrarse cuando la Comunicación fue
promulgada.
Dentro de sus objetivos más importantes encontramos uno espe-
cialmente significativo para la materia que es aquí objeto de estudio,
como es el de crear “una estrategia destinada a convertir a la UE en una
«economía circular» basada en una sociedad del reciclado a fin de reducir
la producción de residuos y utilizarlos como recursos” y alrededor del
cual se articula, en definitiva, toda la iniciativa.
En la Comunicación se incluye un anexo en el cual se desarrollan
varios proyectos concretos que, en virtud de la iniciativa, se pretenden
llevar a cabo a lo largo de diferentes periodos de tiempo (normalmen-
te trimestrales), durante los años que esté en vigor la Estrategia 2020.
Entre ellos, a modo de resumen, podemos destacar algunos como el
Plan Europeo de Eficiencia Energética para 2020, o la Estrategia para
una competitividad sostenible del sector de la construcción de la UE.

2.3.3. Una política industrial para la era de la mundialización

Se regula en la Comunicación de la Comisión al Parlamento Euro-


peo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité de
las Regiones, de 28 de octubre de 2010, titulada Una política industrial
integrada para la era de la globalización: poner la competitividad y la sos-
tenibilidad en el punto de mira143.
La existencia de esta iniciativa radica en la necesidad de lograr el
desarrollo acelerado de normas industriales comunes que permitan
reducir los costes y aporten beneficios tanto para las empresas como
para los consumidores, a fin de lograr aumentar la competitividad en
Europa. Con el fin de lograr este objetivo, la Comisión ha propuesto

143 COM (2010) 614 final.

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122 Ignacio Belda Hériz

una serie de medidas legislativas y no legislativas para elaborar más


normas en menos tiempo.
Entre las medidas que se pueden adoptar para lograr esto, la Comu-
nicación propone una serie de puntos que pueden servirnos como guía
de lo que debería hacerse y cómo debería hacerse144:
• Desarrollando las infraestructuras necesarias;
• ofreciendo un marco regulador simplificado para favorecer la
iniciativa empresarial y la innovación;
• mejor integración de los mercados de capitales;
• capacitación técnica;
• energía y materias primas a precios asequibles;
• integración progresiva de empresas, especialmente las pymes,
en cadenas de valor mundiales; y
• más préstamos para proyectos innovadores e industriales.

2.4. Hacia una economía circular: un programa de cero resi-


duos para Europa

Esta es, sin duda, de todas las medidas que han sido promulgadas
por la Comisión Europea, la más importante en materia de economía cir-
cular. Fue promulgada a través de una Comunicación de la Comisión el
dos de julio de 2014, bajo el mismo título que el del presente epígrafe145.
En esta Comunicación, a través de diferentes puntos, se establecen
una serie de pautas con el fin de conseguir que, en el marco de la Es-
trategia Europa 2020, para dicho año, se hayan conseguido implantar
y percibir los primeros beneficios de la economía circular en el seno de
la Unión Europea.
En la Comunicación se contemplan algunas medidas que van a ser
desarrolladas en los apartados siguientes.

144 Íbid. p. 5-17.


145 COM (2014) 398 final. De 2.7.2014

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 123

2.4.1. Establecimiento de un marco facilitador de políticas

Si bien la misma Comunicación reconoce que la propia demanda de


consumidores y usuarios ha disparado, en los últimos años, la oferta y
la prestación de bienes y servicios enmarcados dentro del fenómeno
de la economía circular en el mercado, establece también que la reali-
dad jurídica, en este sentido, es mucho más lenta y no se ha desarro-
llado de manera pareja a como lo ha hecho la demanda de este nuevo
modelo económico, por lo que, aún hoy, son innumerables las barreras
regulatorias que dificultan y, en ocasiones, impiden, una gestión efec-
tiva y eficiente de los recursos.
La Comisión Europea, en este escrito, reconoce que utilizando me-
canismos como “la prevención de residuos, el diseño ecológico, la reuti-
lización y medidas similares podrían suponer para las empresas de la UE
unos ahorros netos de 600 000 millones de euros, el 8 % de su volumen
de negocios anual, además de reducir las emisiones totales anuales de
gases de efecto invernadero en un 2 % a 4 %”, por lo que, sin duda alguna,
parece que interesa a toda la Unión, y más en el actual contexto de la,
todavía, crisis económica que sigue lastrando el crecimiento de algu-
nos Estados miembros y los más recientes acontecimientos en relación
con el cambio climático (abandono del Acuerdo de París por parte de
Estados Unidos), que dejan a la Unión Europea prácticamente sola en
el liderazgo de la lucha contra dicho fenómeno, por lo que, con la eco-
nomía circular, se abrirían numerosas posibilidades de atacar estos dos
frentes.
Para establecer este nuevo marco facilitador, son tres los aspectos
que, tal y como se contempla en la Comunicación, han de ser tenidos
en cuenta, a saber:
• Diseño e innovación para una economía circular: No merece la
pena incidir demasiado en este punto pues se consigue, en resu-
men, aplicando las distintas teorías de la economía circular que
ya se han explicado, y desarrollando los mecanismos que estas
contemplan para cambiar el modelo productivo (como el alar-
gamiento de la vida útil del producto, la creación de mercados
secundarios para las nuevas materias primas, originadas de los
residuos, establecer un diseño ecológico, etcétera).

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124 Ignacio Belda Hériz

• Desbloqueo de las inversiones en soluciones de la economía


circular: “La UE y los Estados miembros deben fomentar las in-
versiones en innovación en pro de la economía circular y abordar
y, sobre el trasfondo de la reforma del sistema financiero, superar
las barreras a la movilización de la financiación privada para favo-
recer el uso eficiente de los recursos”.
En este sentido, ya se han creado diferentes mecanismos para
conseguir captar más inversiones y lograr financiación para po-
ner en marcha distintos proyectos de economía circular, exis-
tiendo, por ejemplo, el Mecanismo de Financiación del Capital
Natural de la Comisión y el Banco Europeo de Inversiones, para
reducir el riesgo de los inversores e incentivar sus operaciones;
o las Cooperaciones Público-Privadas (CPP), como las CPP sobre
«Industria de transformación sostenible a través de la eficiencia
energética y de los recursos» (SPIRE) y la iniciativa tecnológica
conjunta «Industrias de base biológica», que sirven como vehí-
culos de la actuación y la inversión privadas, para contribuir al
desarrollo de los objetivos propuestos.
• Acompañamiento de la actuación de las empresas y de los con-
sumidores y apoyo a las pymes: Si bien son las instituciones y
administraciones públicas, ya sea a nivel nacional o comunitario,
las que han de establecer las normas que dirijan las políticas que
implementen la economía circular, quienes se erigen como prin-
cipales sujetos activos y facilitan la implementación del nuevo
modelo económico, son los consumidores, los usuarios y las em-
presas. Así pues, en el texto que está siendo analizado, se hace
una distinción entre las decisiones que se toman “aguas abajo”
(empresas y consumidores) y “aguas arriba” (administraciones
e instituciones), e insta a que exista una mayor cooperación e
interlocución entre ambas, para poder dar así una respuesta
más efectiva y aplicar la economía circular. Consumidores y em-
presas (especialmente las pymes, pues, no solo son la mayoría
de empresas, sino las que más beneficios pueden obtener de la
economía circular) han de tener una mayor autonomía para ha-
cer elecciones más informadas, y para que puedan aprovechar
mejor las oportunidades de mercado que se abren con la imple-
mentación de la economía circular.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 125

Así, en la fase piloto de la Comunicación de la Comisión Euro-


pea sobre la “creación del mercado único de producto ecológi-
cos”146, preveía reunir a las partes interesadas para la preparación
de un método común y acordado de determinación del impacto
medioambiental de los productos y las organizaciones. Después
de la fase piloto, de seguir adelante, la Comisión evaluaría si ese
método tiene éxito, de forma que pueda aplicarse en los instru-
mentos actuales o futuros de mejora del comportamiento am-
biental de los productos. De esta forma, la Comisión se basará
en esta fase piloto (que se realizó hasta 2016) para analizar y
apoyar la actuación de las pymes y de los consumidores, esta-
bleciendo los mejores sistemas de información para la toma de
decisiones en materia de medioambiente y de sostenibilidad.
Del mismo modo, para apoyar a pymes y consumidores, activará
una amplia cooperación con las partes interesadas mediante actuacio-
nes de coordinación y de apoyo sustentadas en el programa Horizonte
2020 y en sus instrumentos, como el Instituto Europeo de Innovación y
Tecnología, los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos, el Plan de
acción sobre innovación ecológica, el Plan de acción verde para pymes y
la Agenda del Consumidor Europeo.

2.4.2. Modernización de la política y de los objetivos sobre resi-


duos: los residuos como recurso

Sobre este tema ya se ha hablado de manera profusa, para la cues-


tión de la economía circular en general, a lo largo del trabajo y en más
de una ocasión. Prueba de que, la necesidad de incidir tanto en este
asunto, explica por sí sola la importancia de esta cuestión y la conside-
ración de que, en todo momento, ha de tener la misma como un obje-
tivo primordial de las políticas de la Unión que vayan encaminadas a la
implementación de la economía circular.

146 Fue aprobada en el año 2013, pretende poner en práctica uno de los objetivos de la Estra-
tegia 2020 (“los ciudadanos y las autoridades públicas contarán con los incentivos adecuados
para elegir los productos y servicios más eficientes en el uso de los recursos, gracias a unas señales
de los precios adecuadas y a una información medioambiental clara”), a la par que “mejorar la
información sobre el comportamiento ambiental de los productos y las organizaciones”, para lo
cual, resalta esta necesidad de interlocución y cooperación entre los sectores interesados.

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126 Ignacio Belda Hériz

De esta forma, la Unión Europea ha adoptado un compromiso para


reducir la generación de residuos y establecer mecanismos que facili-
ten su reconversión en productos, a través de instrumentos como el
reciclaje, la reutilización y otros similares que ya han sido explicados
previamente.
• Definición de los objetivos de residuos en favor de una sociedad
de reciclado. Aunque se han hecho significativos avances en Eu-
ropa en materia de reciclado, aún queda mucho por hacer y, la
situación es muy dispar en los diferentes Estados miembros. Así,
seis Estados miembros han eliminado ya eficazmente el depósi-
to en vertederos de los residuos municipales, reduciéndolo des-
de el 90 % a menos del 5 % en los últimos 20 años, y alcanzando
tasas de reciclado del 85 % en determinadas regiones. En otros
Estados miembros siguen depositándose en vertederos más del
90 % de los residuos y se recicla menos del 5 %.
Por ello es necesario definir un marco común que fije unos obje-
tivos a cumplir, y, así las cosas, estos aparecen específicamente
recogidos en la Comunicación, respondiendo a los siguientes
puntos:
–– Impulsar para 2030 la reutilización y reciclado de los residuos
municipales de forma que se llegue a una tasa del 70 % de
reciclado;
–– aumentar para 2030 la tasa de reciclado de los residuos de
envases hasta el 80 %, fijándose como objetivos intermedios
el 60 % para 2020 y el 70 % para 2025, adoptándose además
objetivos para materiales específicos;
–– prohibir para 2025 el depósito en vertederos de los plásticos,
metales, papel y cartón reciclables y de los residuos biodegra-
dables; los Estados miembros se esforzarán por eliminar la
práctica totalidad de los depósitos en vertederos para 2030;
–– continuar fomentando el desarrollo de mercados de mate-
rias primas secundarias de alta calidad, incluida la evaluación
del valor añadido de los criterios de final del vertido para de-
terminados materiales;

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 127

–– aclarar el método de cálculo de materiales reciclados para ga-


rantizar un nivel elevado de reciclado de alta calidad.
• Simplificación y mejora de la aplicación de la legislación so-
bre residuos. Dado que se ha explicado ya que la situación en
materia de gestión de residuos es muy dispar en unos y otros
Estados miembros, aunque los objetivos son, en líneas genera-
les, iguales para todos, cada Estado, en función de su situación,
parte de una línea de salida distinta y, por tanto, existe un gran
margen para que cada uno de ellos actúe según cómo considere
que esos objetivos (que en cualquier caso deben ser cumplidos)
pueden ser cumplidos. Es inútil que desde la Unión Europea se
legisle de forma ambigua y con un gran número de normativa,
pues al final se consigue únicamente un enmaraño de normas
difíciles de aplicar; es más eficaz que se simplifique y se concre-
te cuáles han de ser los objetivos primordiales y ayudar a crear
mecanismos que ayuden a conseguirlos mejor, y que, con am-
bas, cada Estado miembro actúe de una u otra manera. Al fin y
al cabo, es cada Estado miembro quien mejor conoce su propia
situación y quien tiene que aplicar y cumplir, en cualquier caso,
la normativa comunitaria, por lo que, dando un mayor margen
de actuación (que no significa ello eximir de cumplimiento), se
otorgan también mayores posibilidades de éxito.
Entre algunas de las medidas que contempla la Comunicación,
se encuentran las de “exigir el desarrollo de sistemas informati-
zados de supervisión de los datos y la verificación de los datos por
terceros en los Estados miembros”, o las de “promover las inver-
siones directas en opciones de gestión de residuos que ocupen la
parte superior de la jerarquía de residuos (prevención, reutiliza-
ción, reciclado)”.
• Consideración de determinados retos específicos en materia de
residuos. En este apartado, la Comunicación tipifica una serie de
conceptos dentro del campo de los “recursos”, recomendando
actuar de una u otra manera de acuerdo con el tipo de residuo
o procedimiento de gestión de residuos que se trate. No mere-
ce la pena reseñar aquí todos y cada uno de los elementos que
desarrolla, pues aparecen específicamente en la Comunicación

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128 Ignacio Belda Hériz

y a ella me remito, no obstante, como ejemplo, para el caso de


los residuos del plástico o los residuos alimentarios, previendo el
incremento de los mismos en un futuro, y las repercusiones que
estos pueden tener sobre el medio ambiente (como el caso de
los residuos plásticos en los océanos), la Comisión quiere poner
en marcha medidas que, sumadas a las que ya se han tomado
(como la de eliminar progresivamente las bolsas de plástico),
ayuden a mitigar sus efectos dañinos.

2.4.3. Establecimiento de un objetivo de eficiencia en el uso de los


recursos

A raíz del Séptimo Programa Marco, la Unión Europea, a convenien-


cia del Parlamento Europeo y de los Estados miembros, se comprome-
tió a “establecer indicadores y fijar objetivos de uso eficiente de los re-
cursos”, así como a evaluar la idoneidad de los mismos en el siguiente
Semestre Europeo. Tras varias consultas e indagaciones, se halló el
método que la Comisión consideró más eficiente y eficaz, esto es,
utilizar el PIB en relación con el consumo de materias primas (CMP)-
147
como objetivo de productividad de los recursos.
“La UE ya prevé aumentar en un 15 % entre 2014 y 2030 la productivi-
dad de sus recursos en el escenario tradicional. Aplicando políticas inteli-
gentes para promover la transición a una economía más circular, tal como
exige la Plataforma Europea sobre la Eficiencia en el Uso de los Recursos,
podría duplicarse esa tasa. Además de contribuir sustancialmente a la di-
mensión de sostenibilidad del crecimiento, aumentar la productividad de
los recursos en un 30 % ejercería también una influencia positiva sobre la
creación de empleo y el crecimiento de PIB […] Los Estados miembros
serán libres de adoptar el conjunto de políticas y acciones más ventajo-
so desde los puntos de vista económico y ambiental, en el contexto de
objetivos políticos más generales. De este modo se beneficiarán de una
serie de buenas prácticas ya aprobadas, aunque no implantadas de forma

147 El CMP es un indicador agregado que mide (en toneladas) todos los recursos materiales
utilizados en la economía, comprendido el uso de recursos incluidos en las importaciones. En la
actualidad está disponible para la UE y para algunos Estados miembros. Los países para los que
no se dispone todavía de CMP pueden utilizar entre tanto el consumo interno de materiales.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 129

generalizada, que podrían adoptar y adaptar a sus propias necesidades y


circunstancias”148.
La última parte del anterior párrafo guarda estrecha relación con
la cuestión de ampliar el margen de maniobra de los EE. MM., del que
se ha hablado con anterioridad. Utilizar el PIB, o, mejor dicho, el im-
pacto que sobre el PIB tiene el CMP, puede ayudarnos a establecer
políticas concretas para hacer frente a objetivos concretos, de manera
que podamos revertir esa afección negativa que tienen sobre nuestra
economía el uso de materias primas (en el sentido de la sobreexplota-
ción y los gastos derivados del mantenimiento y gestión de recursos, o
transformación de los mismos) y convertirlos en un beneficio, al estilo
de la estrategia del océano esquilmado, convirtiendo un problema en
una oportunidad.

2.5. Paquete de la Comisión Europea sobre economía circular

En diciembre del año 2015, la Comisión Europea adoptó un ambi-


cioso paquete en el que se incluían nuevas acciones para impulsar la
transición de la Unión Europea hacia una economía circular, a fin de
fomentar el crecimiento económico sostenible y la creación de nuevos
puestos de trabajo.
Aparece contenido en la «Comunicación de la Comisión al Parlamen-
to Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Europeo y al Comité
de las Regiones – Cerrar el círculo: un plan de acción de la UE para la eco-
nomía circular»149, promulgada el dos de diciembre de 2015, en la cual
se contemplan medidas para lograr la transición definitiva hacia una
economía circular.
Este “paquete sobre la economía circular”, en gran medida, incluye
propuestas legislativas revisadas sobre materia de residuos, así como
medidas para “cerrar el círculo”, en todas las fases del ciclo de vida de
un producto.

148 Hacia una economía circular: un programa de cero residuos para Europa. Op. Cit., pág. 16-17.
149 COM (2015) 614 final. De 2.12.2015

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130 Ignacio Belda Hériz

Así las cosas, la normativa sometida a revisión y actualización, afec-


ta a las siguientes directivas:
• Directiva 2008/98/CE, sobre residuos150.
• Directiva 94/62/CE, relativa a los envases y residuos de enva-
ses151.
• Directiva 1999/31/CE sobre vertido de residuos152.
• Directivas 2000/53/CE sobre vehículos fuera de uso153, 2006/66/
CE sobre pilas y baterías y sus residuos154, y 2012/19/UE sobre re-
siduos de aparatos eléctricos y electrónicos155.

2.5.1. Propuestas legislativas revisadas sobre residuos

Como resultado de la revisión y actualización de las citadas directi-


vas, se incluye en el Paquete una serie de medidas para cumplir los ob-
jetivos marcados en la Estrategia Europa 2020 y otros planes de acción,
que se traducen en:
• Establecer un objetivo común en toda la UE para lograr el reci-
clado del 65 % de los residuos municipales de aquí a 2030.
• Conseguir, a través de un objetivo común de la UE, el reciclado
del 75 % de los residuos de envases de aquí a 2030.
• Definir un objetivo vinculante de reducción de la eliminación
en vertedero a un máximo del 10  % de todos los residuos, de
aquí a 2030. En concreto, el propio documento recoge de ma-
nera explícita que, en el caso de que los residuos no puedan ser
evitados ni reciclados, es preferible que, antes de desecharlos a
un vertedero, se recupere su contenido energético (valoración
energética), lo cual es más beneficioso tanto en términos eco-
nómicos como medioambientales.

150 DO L 312, 22.11.2008, p. 3–30.


151 DO L 365, 31.12.1994, p. 10–23.
152 DO L 182, 16.7.1999, p. 1–19.
153 DO L 269, 21.10.2000, p. 34–43.
154 DO L 266, 26.9.2006, p. 1–14.
155 DO L 197 de 24.7.2012, p. 38–71.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 131

• Prohibición del depósito en vertedero de los residuos recogidos


por separado.
• Promoción de instrumentos económicos para desalentar la eli-
minación en vertedero.
• Simplificación y mejora de las definiciones y una armonización
de los métodos de cálculo de los porcentajes de reciclado en
toda la UE.
• Adopción de medidas concretas para promover la reutilización
y estimular la simbiosis industrial, convirtiendo los subproduc-
tos de una industria en materias primas de otra(s).
• Promover incentivos económicos para que los productores
pongan en el mercado productos más ecológicos y apoyo a los
regímenes de recuperación y reciclado (de envases, baterías,
vehículos, aparatos electrónicos…).

2.5.2. Medidas para “cerrar el círculo”

El plan de acción que desarrolla el paquete de medidas para la eco-


nomía circular, como se ha referenciado al principio, incide en la nece-
sidad de “cerrar el círculo” para lograr una transición efectiva hacia la
economía circular. Esto no significa más que la propuesta de una serie
de medidas que han de adoptarse en las diferentes fases de vida del
producto, para poder crear así esa suerte de “círculo” que pretende
emular al ciclo biológico de la naturaleza, para poder así cambiar el pa-
radigma actual y el modelo de producción y consumo. Las alternativas
propuestas, atendiendo a las diferentes fases de vida del producto, se
van a desarrollar a continuación.
AA En la fase de producción: En función de qué procesos de produc-
ción se desarrollen para fabricar un determinado producto, estos
tendrán un efecto u otro sobre la posterior utilización, obtención
y gestión de materiales o residuos, por ello, promover determi-
nadas medidas en esta fase puede ayudar mejor a aprovechar al
máximo el potencial de los materiales empleados y reducir la ge-
neración de desechos innecesarios. En aras de conseguir lograr

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132 Ignacio Belda Hériz

estos objetivos, las medidas que se contemplan en el paquete


son estas:
–– En cuanto al diseño del producto: “Un mejor diseño puede
hacer que los productos sean más duraderos o más fáciles de
reparar, actualizar o reelaborar. Puede ayudar a los reciclado-
res a desmontar los productos a fin de recuperar componen-
tes y materiales valiosos. En general, puede ayudar a ahorrar
recursos preciosos”. Diseñar un producto de acuerdo a unos
estándares que propicien la creación del “círculo” es una
prioridad para los legisladores comunitarios, por ello, dentro
del paquete, se han fijado determinados objetivos para qué,
en un plazo determinado de tiempo, se instauren unas deter-
minadas propuestas que logren hacer de este mejor diseño,
una realidad. Concretamente, las medidas promovidas son
las que se enumeran a continuación:
• En sus futuros trabajos en el marco de la Directiva so-
bre diseño ecológico, la Comisión promoverá, a partir
de 2016, la reparabilidad, la posibilidad de actualiza-
ción, la durabilidad y la reciclabilidad de los productos
mediante el establecimiento de requisitos aplicables
a los productos que sean pertinentes para la econo-
mía circular, según proceda y teniendo en cuenta las
especificidades de los distintos grupos de productos.
• El plan de trabajo sobre diseño ecológico para 2015-
2017 especificará de qué manera se llevará a cabo. La
Comisión también propondrá en breve requisitos de
diseño ecológico aplicables a los visualizadores elec-
trónicos.
• A partir de 2018, la Comisión estudiará opciones y ac-
ciones para establecer un marco político más cohe-
rente de las distintas líneas de trabajo de su política
relativa a los productos en su contribución a la econo-
mía circular.
• Las propuestas legislativas revisadas sobre residuos
crean incentivos económicos para lograr un mejor di-

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 133

seño de los productos, estableciendo disposiciones


sobre la responsabilidad ampliada del productor.
–– En cuanto a los procesos de producción: “Las materias pri-
mas primarias, incluidos los materiales renovables, seguirán
desempeñando un papel importante en los procesos de pro-
ducción, incluso en una economía circular. En este contexto,
debe prestarse atención a las repercusiones medioambientales
y sociales de su producción, tanto en la UE como en los países
no pertenecientes a la UE. Por consiguiente, la Comisión pro-
mueve la obtención sostenible de materias primas a nivel mun-
dial, por ejemplo, a través de diálogos políticos y asociaciones,
y de su política comercial y de desarrollo. La industria tiene un
papel fundamental que desempeñar si contrae compromisos
específicos respecto de la sostenibilidad de las fuentes y coo-
pera a través de las cadenas de valor”. Un uso ineficiente de
las materias primas en los procesos de producción puede im-
plicar la reducción de las posibilidades futuras de aprovecha-
miento de las mismas para futuros procesos de producción,
reduciendo así, tanto las oportunidades de negocio y optimi-
zación de los recursos, como una mayor generación de recur-
sos. Para evitar que esto suceda, se contemplan una serie de
medidas dentro del Paquete para la economía circular:
• La Comisión incluirá orientaciones sobre las mejores
prácticas en materia de gestión de los residuos y de
eficiencia en el uso de los recursos en sectores indus-
triales en los documentos de referencia sobre las me-
jores técnicas disponibles (BREF)156.
• La Comisión propone (en las propuestas legislativas
revisadas sobre residuos) aclarar las normas sobre
los subproductos al objeto de facilitar la simbiosis in-
dustrial y de contribuir a crear condiciones equitati-
vas al respecto en toda la UE.

156 Ello se llevará a cabo en el contexto de la revisión regular prevista de los BREF.

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134 Ignacio Belda Hériz

• Propuesta de Reglamento de Ejecución, a partir de


principios del año 2016, relativo a televisores y visuali-
zadores.
• Orientación y promoción de las mejores prácticas en
los planes de gestión de residuos mineros.
• Examinar cómo mejorar la eficiencia y la penetración
del sistema de gestión y auditoría medioambientales
(EMAS) y del programa piloto sobre verificación de
tecnología ambiental (ETV), a partir de 2017.
• Establecer, a partir del año 2016, una red abierta y pa-
neuropea de infraestructuras tecnológicas para las
pymes al objeto de integrar las tecnologías avanza-
das de fabricación en sus procesos de fabricación.
• Desarrollar, a partir de 2018, una mejor base de co-
nocimientos y el apoyo a las pymes para sustituir las
sustancias peligrosas extremadamente preocupan-
tes.
BB En la fase de consumo: Que un determinado producto tenga
mayor o menor aceptación en el mercado depende, fundamen-
talmente, de lo dispuestos que estén los consumidores a com-
prarlo, influyendo en su decisión innumerables factores, tales
como el precio, la calidad, los valores de la empresa, la imagen
del producto, la información que poseen sobre el mismo etc.
Estas decisiones tienen una incidencia clara en la economía cir-
cular, pues, atendiendo a la vertiente puramente económica de
este nuevo paradigma, si un producto no consigue su lugar en el
mercado, se tiene que retirar, por lo que, dotar a los consumido-
res de información y mostrarles los beneficios que este nuevo
modelo tiene con respecto al anterior, favorece a que la deman-
da de productos enmarcados en los sistemas de producción de
la economía circular aumente y, por tanto, la oferta de estos
tenga que hacerse necesariamente mayor. Para contribuir, de
esta manera, a una mejor y más rápida transición, se han elabo-
rado las siguientes propuestas:

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 135

–– Mejor cumplimiento de las garantías existentes sobre los


productos tangibles.
–– Futura propuesta de la Comisión sobre las ventas en línea de
bienes y control de la adecuación de legislación sobre consu-
mo, a partir de 2017.
–– Acción sobre las declaraciones ecológicas falsas, incluida la
orientación actualizada relativa a las prácticas comerciales
desleales, a partir de 2016.
–– Análisis de la posibilidad de proponer requisitos horizontales
relativos a la disponibilidad de información en materia de re-
paración en el marco de diseño ecológico.
–– REFIT157 de la etiqueta ecológica, seguido de acciones para
promover su eficacia, a desarrollar a partir del año 2016.
–– Evaluación de la posibilidad de elaborar, en 2018, en el marco
del Programa Horizonte 2020, un programa independiente
de ensayos sobre la obsolescencia programada.
–– Evaluación de los proyectos piloto, actualmente en curso,
para estudiar los posibles usos de la huella ambiental de los
productos para medir y comunicar la información medioam-
biental.
–– Acción sobre la contratación pública ecológica: mejor
integración de los requisitos de la economía circular y
apoyo a una mayor utilización de ese tipo de contratación
pública, a partir de 2016, especialmente mediante planes de
formación, reforzando su uso en los procedimientos de con-
tratación pública de la Comisión y en los fondos de la UE.
CC En la fase de gestión de residuos: “La gestión de residuos des-
empeña un papel crucial en la economía circular, toda vez que de-
termina la manera en que se pone en práctica la jerarquía de los

157 El programa de adecuación y eficacia de la reglamentación de la Comisión (REFIT) garan-


tiza que la legislación de la UE aporte resultados a los ciudadanos y las empresas de manera
efectiva, eficiente y con un coste mínimo. La finalidad de REFIT es simplificar la legislación eu-
ropea, para que sea más fácil de entender, eliminar cargas innecesarias y adaptar la legislación
vigente, sin interferir con los objetivos políticos. Forma parte del programa “Legislar mejor”
de la Comisión.

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136 Ignacio Belda Hériz

residuos de la UE. La jerarquía de los residuos establece un orden


de prioridad desde la prevención, la preparación para la reutiliza-
ción, el reciclado y la recuperación de energía hasta la eliminación,
como es el caso del depósito en vertederos. Este principio tiene
por objeto alentar las soluciones que proporcionan el mejor resul-
tado medioambiental general”. La manera en que se procesa el
reciclado, desde que sale de nuestras propias viviendas hasta
que llega a las plantas de reciclaje, influye enormemente en el
futuro aprovechamiento y optimización que se le pueden dar a
los productos reciclados. Dato alarmante es, por ejemplo, que
solo se recicle en torno al 40 % de los residuos producidos por
los hogares de la UE, aunque con grandes diferencias regionales
que van desde un 80 % en algunas zonas de la Unión, hasta un
5 % en otras. La gestión de los residuos es quizás la piedra angu-
lar de la economía circular, por lo que actuar en este campo es
una de las prioridades y, por ello, se proponen en el paquete las
siguientes medidas:
–– Propuesta legislativa revisada sobre los residuos.
–– Incrementar la cooperación con los Estados miembros para
mejorar la ejecución de la legislación de la UE sobre residuos,
y luchar contra el traslado ilícito de vehículos al final de su
vida útil.
–– Intensificar la aplicación del Reglamento revisado sobre tras-
lado de residuos.
–– Promover, a partir de 2018, la certificación voluntaria, enca-
bezada por el sector de las instalaciones de tratamiento de
flujos clave de residuos/flujos de materiales reciclados.
–– Iniciativa sobre transformación de residuos en energía en el
marco de la Unión de la Energía, a partir de 2016.
–– Identificación y difusión de buenas prácticas en los sistemas
de recogida de residuos.
DD Fase de residuos a recursos: el Paquete de Medidas incide sobre
todo en la necesidad de impulsar el mercado de materias pri-
mas secundarias y la reutilización del agua. “En una economía
circular, los materiales que pueden reciclarse se reinvierten en la

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 137

economía como nuevas materias primas, aumentando así la segu-


ridad del suministro. Es posible comerciar con dichas «materias
primas secundarias» y transportarlas exactamente igual que si se
tratara de materias primas primarias procedentes de recursos ex-
tractivos tradicionales”.
Aunque con excepciones, el uso de las materias primas secun-
darias representa, en general, una pequeña porción de los ma-
teriales utilizados en la UE, puesto que, pese a ser un mercado
al alza y con gran aceptación, a los numerosos obstáculos para
su comercialización, se une la falta de regulación a nivel comuni-
tario, por lo que, en aquellos EE. MM. donde sí se ha dotado de
un marco legal, la regulación es diferente y aparecen decenas
de estándares diferentes, resultando difícil conocer el grado de
pureza o idoneidad de esos materiales, creando incertidumbre
sobre los operadores que comercian con ellos y, por tanto, di-
ficultando su comercialización en el Mercado Común Europeo.
La escasez de agua es un problema que se ha ido acentuando
en algunas partes de la Unión, especialmente en países del sur
de Europa, como el nuestro. El estrés hídrico que sufren algunas
regiones de la UE ha afectado notablemente a la economía y
pone en serio riesgo a buena parte de la población, así como la
afección negativa que tiene sobre el medio ambiente.
De esta forma, para responder a esas cuestiones, la Comisión
propuso una serie de medidas que se recogen en el Paquete de
economía circular:
–– Elaborar una serie de normas de calidad para las materias primas
secundarias (especialmente plástico), a partir de 2016.
–– Propuesta de Reglamento revisado sobre fertilizantes.
–– Proponer una legislación a fin de establecer unos requisitos
mínimos para la reutilización del agua de riego y la recarga de
los acuíferos, prevista para 2017.
–– Fomentar la reutilización del agua y promover unas orienta-
ciones sobre la integración de la reutilización del agua en la
fase de planificación y gestión.

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138 Ignacio Belda Hériz

–– Inclusión de mejores prácticas de los BREF pertinentes y el


apoyo a la innovación y la inversión, a través de la Asociación
Europea para la innovación y en el marco de Horizonte 2020.
–– Proponer medidas para facilitar el traslado de residuos en
toda la Unión Europea, incluyendo el intercambio electróni-
co de datos.
–– Desarrollar mejor el sistema de información sobre materias
primas de la UE.
EE Áreas prioritarias: Hay determinadas materias primas que la Co-
misión Europea considera de especial interés, bien por su peli-
grosidad, su cantidad o por cualquier otro motivo, y que, por
tanto, merecen ser consideradas por separado, estableciendo
políticas concretas sobre esas áreas y dándoles un marco nor-
mativo particular. De esta forma, para las diferentes materias
primas la Comisión Europea propone medidas de diferente ín-
dole, que recoge en los últimos apartados del Paquete para la
economía circular.
–– Plásticos: El uso de plásticos en la UE ha crecido de manera
constante, especialmente en los últimos años, pero solo se
recicla menos del 25 % de los residuos de plásticos recogidos,
de los cuales, aproximadamente el 50 % se deposita en verte-
deros, mientras que otras grandes cantidades acaban en los
océanos. La Comisión propone tomar medidas adoptando
políticas como:
• Entre los objetivos de desarrollo sostenible de 2030
figura el de prevenir y reducir considerablemente la
contaminación marina de cualquier tipo, incluida la
basura marina, que en gran medida se debe al vertido
de plásticos.
• Crear sistemas más inteligentes de recogida separa-
da y de certificación para las empresas de recogida y
clasificación, al objeto de desviar los plásticos recicla-
bles de los vertederos y la incineración hacia el reci-
clado.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 139

• La Comisión preparará una estrategia en la que se


aborden los retos que plantean los plásticos a lo lar-
go de toda la cadena de valor y teniendo en cuenta
la totalidad de su ciclo de vida158, incluyendo cuestio-
nes como la reciclabilidad, la biodegradabilidad, la
presencia de sustancias peligrosas preocupantes en
determinados plásticos…
• La Comisión abordará también la cuestión de la basura
marina procedente de los buques y examinará las po-
sibilidades de incrementar su entrega a las instalacio-
nes receptoras portuarias y de que estas le apliquen el
tratamiento adecuado.
• En la propuesta legislativa revisada sobre residuos, la
Comisión propone un objetivo más ambicioso para el
reciclado de los envases de plástico.
–– Residuos alimentarios: Los residuos alimentarios constitu-
yen una creciente preocupación en Europa. En las fases de
producción, distribución y almacenamiento de alimentos se
utilizan recursos naturales que repercuten en el medio am-
biente. Tirar alimentos que aún son comestibles aumenta
dicha repercusión y provoca pérdidas financieras para los
consumidores y la economía. Además, existe un componente
social muy marcado, porque mientras que las cantidades de
alimento en estado comestible son muy elevadas, también es
muy significativo el número de personas que no puede tener
acceso a ellos y que dejan de consumirlo por falta de medios.
Los alimentos que son desechados pueden, en dichas ocasio-
nes, ayudar a alimentar a parte de la población que tiene difi-
cultades para acceder a estos. Con ciertas medidas se podría
solventar también la desigualdad alimenticia que padecen
ciertos ciudadanos europeos con respecto a otros.
• En septiembre de 2015, en el marco de los objetivos de
desarrollo sostenible de 2030, la Asamblea General de

158 Esta estrategia incluirá un seguimiento del Libro Verde sobre una estrategia europea fren-
te a los residuos de plásticos en el medio ambiente.

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140 Ignacio Belda Hériz

las Naciones Unidas adoptó un objetivo de reducir a la


mitad los residuos de alimentos por habitante a nivel
de los consumidores y de los minoristas, así como de
reducir las pérdidas de alimentos a lo largo de las cade-
nas de producción y de suministro. La UE y sus Estados
miembros se han comprometido a alcanzar dicho obje-
tivo.
• La Comisión elaborará una metodología común de la
UE para medir los residuos alimentarios en estrecha
cooperación con los Estados miembros y con las par-
tes interesadas.
• Son necesarias campañas de sensibilización para
modificar los comportamientos. La Comisión apoya
la sensibilización a escala nacional, regional y local, y
la divulgación de buenas prácticas en materia de pre-
vención de residuos alimentarios159.
• La Comisión adoptará medidas en los ámbitos de do-
nación de alimentos a los bancos de alimentos, y el
uso de los alimentos no vendidos como recurso en la
alimentación animal.
• La Comisión estudiará el modo de promover un me-
jor uso y comprensión, por parte de los distintos ac-
tores de la cadena alimentaria, de la indicación de la
fecha de “consumo preferente”.
–– Materias primas críticas: Las materias primas críticas son de
gran importancia económica para la UE, y al mismo tiempo
son sensibles a la interrupción del suministro; en algunos ca-
sos, su extracción tiene una significativa repercusión en el
medio ambiente. A menudo están presentes en los disposi-
tivos electrónicos. La escasa información sobre el origen y
utilización de estos productos, la difusa legislación y la difi-
cultad de controlar la circulación de estas materias hace muy

159 http://ec.europa.eu/food/safety/food_waste/stop/index_en.htm [Consultado en Oct.


2017].

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 141

compleja la situación y la Comisión Europea comienza a to-


mar medidas.
• La Comisión adoptará una serie de medidas para pro-
mover la recuperación de materias primas críticas, y
preparará un informe que contemplará las mejores
prácticas y las opciones para seguir actuando a este
respecto.
• La Comisión también fomenta la acción de los Estados
miembros sobre este particular en su propuesta revisa-
da relativa a los residuos.
–– Construcción y demolición: En cuanto a volumen, los resi-
duos procedentes de la construcción y la demolición, son
de los más importantes de Europa y, pese a que muchos de
los materiales son susceptibles de reutilización o reciclado,
como en los casos anteriores, el porcentaje final de estos que
es sometido a esos procesos, es ínfimo. “El reciclado de re-
siduos procedentes de la construcción y la demolición se pro-
mueve mediante un objetivo obligatorio en toda la UE”160.
• La Comisión elaborará indicadores para evaluar el
comportamiento medioambiental durante el ciclo de
vida de un edificio161, y promoverá su uso en proyec-
tos de construcción mediante grandes proyectos de
demostración y orientaciones sobre contratación pú-
blica ecológica.
• La Comisión adoptará una serie de medidas para ga-
rantizar la recuperación de recursos valiosos y la ges-
tión adecuada de los residuos en el sector de la cons-
trucción y la demolición, y para facilitar la evaluación
de los resultados medioambientales de los edificios.
–– Biomasa y bioproductos: Los biomateriales, esto es, los ma-
teriales basados en los recursos biológicos (como la made-
ra, los cultivos o las fibras) pueden utilizarse para una amplia

160 http://ec.europa.eu/environment/waste/construction_demolition.htm
161 En aplicación de la Comunicación «Oportunidades para un uso más eficiente de los recursos
en el sector de la construcción».

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142 Ignacio Belda Hériz

gama de productos (construcción, muebles, papel, alimentos,


productos textiles, productos químicos, etc.) y usos energé-
ticos (por ejemplo, los biocarburantes). La bioeconomía, por
lo tanto, brinda alternativas a los productos y la energía deri-
vados de combustibles fósiles, y puede contribuir a la econo-
mía circular. Los biomateriales también ofrecen la ventaja de
que pueden renovarse, son biodegradables y sirven para el
compost. Los materiales basados en recursos biológicos son
cada vez más utilizados y presentan muchas y muy interesan-
tes alternativas y oportunidades de mercado.
• La Comisión examinará la contribución de su estrate-
gia de 2012 sobre bioeconomía162 a la economía circu-
lar y estudiará su actualización en caso necesario.
• El sector de los bioproductos también ha demostrado
su potencial de innovación en lo relativo a los nuevos
materiales, sustancias y productos químicos, y proce-
sos. La UE apoya ese tipo de inversiones y otros pro-
yectos innovadores en el ámbito de la bioeconomía
mediante la financiación de la investigación163.
• La Comisión promoverá una utilización eficiente de
los recursos biológicos a través de una serie de medi-
das, incluidas la orientación y la difusión de las mejo-
res prácticas sobre la utilización en cascada de la bio-
masa y el apoyo a la innovación en la bioeconomía.
• Las propuestas legislativas revisadas relativas a los
residuos incluyen un objetivo de reciclado de enva-
ses de madera y una disposición para garantizar la
recogida por separado de los residuos biológicos.

2.5.3. Resultados desde la aplicación del plan de acción

El 26 de enero de 2017, poco más de un año después de la publica-


ción del paquete de medidas en el que se contenía el plan de acción

162 COM (2012) 60 final. 13.2.2012


163 http://ec.europa.eu/research/bioeconomy/index.cfm [Consultado en septiembre de 2017].

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 143

para “cerrar el círculo”, se publicó, por parte de la Comisión, un do-


cumento en el que se detallaban los avances que se han logrado des-
de que lleva vigente el citado paquete de medidas. En el Informe de la
Comisión al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y So-
cial Europeo y al Comité de las Regiones sobre la aplicación del plan de
acción para la economía circular164 la Comisión da cuenta de las medidas
que ya han sido tomadas al respecto, cumpliéndose, en la mayoría de
los casos, los plazos previstos fijados para cumplir los objetivos a los
que se había comprometido, presentando una serie de iniciativas cla-
ves durante el año 2016:
AA Propuesta legislativa sobre la compraventa en línea de bie-
nes (diciembre de 2015): Fue la primera medida tomada por la
Comisión tras la adopción del plan de acción, afectando a las
garantías jurídicas de los bienes de consumo. El 9 de diciembre
de 2015, la Comisión adoptó una propuesta legislativa sobre la
compraventa en línea de bienes165. La propuesta tiene por obje-
to “reforzar las garantías de los consumidores para protegerles
mejor contra los productos defectuosos y contribuir a la durabili-
dad y reparabilidad de los productos”. De esta manera, se evita
tirar productos contribuyendo así en gran medida a la economía
circular. Con arreglo a la propuesta, “en el caso de compraven-
ta en línea de un producto defectuoso, durante los dos primeros
años tras la entrega del producto, el vendedor deberá demostrar
que no existía defecto en el momento de la entrega”.
BB Propuesta legislativa sobre los fertilizantes (marzo de 2016): El
17 de marzo de 2016, la Comisión propuso un Reglamento que
creará un “auténtico mercado único de fertilizantes elaborados
a partir de materias primas secundarias”. El proyecto de Regla-
mento pretende armonizar las normas sobre los productos de-
rivados y subproductos obtenidos de los fertilizantes, con el

164 COM (2017) 33 final. 26.1.2017


165 https://ec.europa.eu/transparency/regdoc/rep/1/2015/ES/1-2015-635-ES-F1-1.PDF

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144 Ignacio Belda Hériz

marcado CE166 en toda la UE, por lo que puedan circular fácilmen-


te por el Mercado Único. “Las normas propuestas pueden hacer
que el sector de los fertilizantes sea menos dependiente de las
importaciones de materias primas críticas, como el fosfato, que
también pueden recuperarse de los residuos orgánicos domésti-
cos […] cuando los residuos orgánicos cumplen las estrictas nor-
mas de recuperación, pueden convertirse en un componente de
los productos fertilizantes con marcado CE con libre acceso al mer-
cado único. Por lo que respecta a los fertilizantes sin marcado CE,
los Estados miembros de la UE podrán seguir comercializando esos
productos en sus mercados nacionales con arreglo a sus normas
nacionales”.
Se estima que podrían crearse alrededor de 120 000 puestos de
trabajo gracias al reciclaje de los bio-residuos en abonos de ori-
gen orgánico, así como contribuir a la innovación e investiga-
ción.
CC Puesta en marcha de los acuerdos para la innovación (mayo de
2016): La Comisión publicó una convocatoria de manifestacio-
nes de interés para «Acuerdos de innovación para una economía
circular»167, que estuvo abierta entre el 26 de mayo y el 15 de
septiembre de 2016. “La convocatoria constituye un enfoque pi-
loto para ayudar a los innovadores que se enfrentan a obstácu-
los normativos”. El objetivo de estos acuerdos era reunir a los
innovadores, a las autoridades nacionales, regionales y locales,
y a los servicios de la Comisión “para aclarar las barreras norma-
tivas percibidas a la innovación en la normativa de la UE o en las
medidas de ejecución de los Estados miembros”. Si se confirmaba
la existencia de un obstáculo legislativo de la UE, la Comisión
tendría que considerar la posibilidad de poner en marcha otra

166 De acuerdo con los principios de la Decisión 768/2008/CE del Parlamento Europeo y del
Consejo de fecha 9 de julio de 2008, el marcado Marca CE simboliza la conformidad de un
producto con los requisitos esenciales de seguridad y salud que le son aplicables e impuestos
al fabricante. Este marcado fijado sobre el producto es una declaración formal (Declaración de
conformidad CE) hecha por una persona responsable de la empresa fabricante de que el pro-
ducto es conforme con todos los requisitos comunitarios y de que se han llevado a cabo sobre
dicho producto los procedimientos de evaluación de la conformidad que le son de aplicación.
167 https://ec.europa.eu/research/innovation-deals/index.cfm?pg=home

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 145

evaluación y consulta del impacto de este obstáculo. Así, por


ejemplo, se percibieron barreras en lo relativo a la innovación en
sectores como el agua, la energía o los residuos.
DD Diseño ecológico (noviembre de 2016):
–– Adopción, el 30 de noviembre de 2016, por la Comisión del
plan de trabajo sobre diseño ecológico 2016-2019 como par-
te del paquete sobre energía limpia para todos los europeos.
–– La Comisión pondrá también en marcha un estudio específi-
co sobre los productos informáticos y de comunicación, en
particular los teléfonos inteligentes, con vistas a su posible
inclusión en el plan de trabajo sobre diseño ecológico.
–– La Comisión ha elaborado unos requisitos obligatorios de
diseño de productos y de marcado para que sea más fácil y
seguro desmontar, reutilizar y reciclar las pantallas electróni-
cas (por ejemplo, pantallas de ordenador, televisiones y pan-
tallas electrónicas integradas en otros productos).
–– El proyecto de Reglamento168 incluye disposiciones que facili-
tan el reciclado tales como la no soldadura o encolado de de-
terminados componentes (por ejemplo, circuitos impresos,
condensadores, baterías y fuentes de alimentación internas),
el marcado de las piezas de plástico y la advertencia de la pre-
sencia de cadmio y mercurio.
–– Inmediatamente después de la adopción del plan de acción
sobre la economía circular, la Comisión solicitó además a las
organizaciones europeas de normalización que elaborasen
normas genéricas sobre la durabilidad y la posibilidad de re-
utilización y reciclado de determinados productos.
EE Desperdicio de alimentos (a lo largo de 2016):
–– El 1 de agosto de 2016, la Comisión creó la Plataforma de la
UE sobre pérdidas y desperdicio de alimentos. Principal foro
a escala de la UE “para apoyar a todos los actores a la hora de

168 Proyecto de Reglamento de la Comisión por el que se aplica la Directiva 2009/125/CE del
Parlamento Europeo y del Consejo en lo relativo a los requisitos de diseño ecológico para las
pantallas electrónicas.

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146 Ignacio Belda Hériz

identificar y adoptar acciones necesarias para alcanzar el com-


promiso de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de reducir a la
mitad el desperdicio de alimentos por habitante de aquí a 2030”.
Compuesta por 70 miembros que representan a las autorida-
des públicas.
–– En 2016, la Comisión, en estrecha cooperación con los Esta-
dos miembros y las partes interesadas, trabajó en la elabo-
ración de directrices de la UE para facilitar la donación de
alimentos.
–– La Comisión también está elaborando directrices para la uti-
lización de los antiguos alimentos como pienso, con el ob-
jetivo de valorizar los nutrientes de los antiguos alimentos a
través de su uso seguro en la alimentación animal.
FF Transformación de residuos en energía (enero de 2017): la Co-
misión ha adoptado una Comunicación sobre los procesos de
transformación de residuos en energía y su papel en la econo-
mía circular169.
GG Propuesta de modificación de la Directiva sobre restricciones a
la utilización de determinadas sustancias peligrosas en apara-
tos eléctricos y electrónicos (enero de 2017): la Comisión tam-
bién adoptó una propuesta170 para introducir una modificación
específica en la Directiva por la que se restringe la utilización
de sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos
(«Directiva RUSP»). El proyecto de Directiva, al impulsar la susti-
tución de determinadas sustancias peligrosas en aparatos eléc-
tricos y electrónicos, aumenta la posibilidad y la rentabilidad
económica de reciclar los residuos de estos aparatos.
HH Plataforma para apoyar la financiación de la economía circu-
lar (enero de 2017): “Se está poniendo en marcha una Plataforma
que reúne a la Comisión, al Banco Europeo de Inversiones (BEI),
a los participantes en los mercados financieros y a las empresas
para aumentar la sensibilización sobre la lógica empresarial de la

169 COM (2017) 34.


170 COM (2017) 38.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 147

economía circular y reforzar la implicación de los inversores en


proyectos de la economía circular”.

2.6. Innovación, inversión y financiación. Instrumentos de


apoyo a la economía circular

Proponer y desarrollar medidas para implementar nuevas políticas


que faciliten la transición hacia una economía circular es, sin duda, el
primer paso para lograrla, no obstante, como es evidente, todas estas
políticas requieren de financiación e inversión para poder implantarse
y conseguir soluciones cada vez más innovadoras y que respondan me-
jor a los nuevos problemas de nuestra sociedad.
Apoyar la investigación y la innovación es la piedra angular para
alentar la transición y contribuir a la competitividad y a la moderniza-
ción de la industria de la UE. Es por ello que, ya en el propio Plan de
Acción de la Comisión se contemplaban medidas para promover la in-
novación y la investigación.
Como es evidente, este apoyo solo puede venir dado por dos facto-
res: la inversión y la financiación, a las que se sumaría, posteriormente,
la mano de obra cualificada que ha de llevar a cabo los diferentes pro-
yectos, programas o planes que reciban dicha financiación o inversión.
Existen diversos mecanismos para financiar este tipo de alternativas
por parte de la UE, sin perjuicio de que otros actores, fundamental-
mente privados, estén desarrollando paralelamente sus propios pro-
gramas de financiación.

2.6.1. Programas de financiación para la innovación e investiga-


ción de la economía circular

Son muchos los proyectos que, a través de diferentes programas,


han recibido cantidades de dinero nada desdeñables para poder finan-
ciar diferentes planes de innovación e investigación. En general, los
grandes programas que la Comisión ha ido promoviendo a lo largo de
los últimos años incluyen una o varias secciones destinadas en exclusiva

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148 Ignacio Belda Hériz

a financiar este tipo de proyectos. Entre los más destacables, cabe


mencionar los siguientes:
AA Programa Horizonte 2020171: Se trata del VII Programa Marco de
investigación e innovación de la UE, que comprende el período
2014-2020 y mediante el cual, a través de la implantación de tres
pilares, “contribuye a abordar los principales retos sociales, pro-
mover el liderazgo industrial en Europa y reforzar la excelencia de
su base científica”172. El presupuesto total disponible asciende a
76 880 M €.
En el marco del programa de trabajo de Horizonte 2020 para
2016-2017, la Comisión incluye, en su paquete de medidas, una
iniciativa de primer orden: “Industria 2020 en la economía circu-
lar”, que concederá alrededor de 670 millones de euros “para
proyectos innovadores de demostración en apoyo de los objetivos
de la economía circular y de la competitividad industrial en la UE
en una amplia gama de actividades industriales y de servicio, in-
cluidas las industrias de transformación, las manufactureras y los
nuevos modelos de negocio”173.
Algunos de los proyectos más destacables financiados por el
H2020 son:
–– H2020-SC5-2016-2017: “Economía verde” (Greening the eco-
nomy).
–– H2020-IND-CE-2016/17: “Industria 2020 en la economía circu-
lar” (en ecoinnovación).
–– H2020-SCC-2016/17: “Ciudades sostenibles e inteligentes”
(ciudades sostenibles basadas en soluciones a través de la
naturaleza).
–– H2020-BG-2016-2017: “Crecimiento azul, que demuestra un
océano de oportunidades” (en el Ártico).

171 Se regula en el Reglamento (UE) No 1291/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11
de diciembre de 2013 por el que se establece Horizonte 2020, Programa Marco de Investiga-
ción e Innovación (2014-2020 y por el que se deroga la Decisión no 1982/2006/CE.
172 ESHORIZONTE2020. Portal español del Programa de investigación e innovación de la
Unión Europea. ¿Qué es Horizonte 2020?
173 Cerrar el círculo: Un plan de acción de la UE para la economía circular.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 149

–– H2020-SFS-2016-2017 “Seguridad Alimentaria Sostenible, ca-


denas de valor resilientes y eficiente de los recursos” (obser-
vación de la Tierra para África).
–– H2020-LCE-2016-2017: “Energía competitiva baja en carbono”
(en geociencias aplicadas).
–– SMEInst-11-2016-2017: Impulsar el potencial de las pequeñas
empresas en las áreas de acción por el clima, el medio am-
biente, eficiencia de los recursos y materias primas.
BB Inversión a costa de los Fondos de Cohesión: El Fondo de Cohe-
sión está destinado a los Estados miembros cuya RNB (renta na-
cional bruta) per cápita sea inferior al 90 % de la renta media de
la UE. Su objetivo es reducir las disparidades socioeconómicas y
promover el desarrollo sostenible.
Corina Creţu, Comisaria Europea de Política Regional, en decla-
raciones realizadas en mayo de 2015, comentó174: “En el período
2014-2020 se invertirán más de 38 000 millones de euros de fondos
de la Política de Cohesión para cumplir los objetivos de la Estrate-
gia de la Unión de la Energía e impulsar el paso a una economía hi-
pocarbónica en todos los sectores. Esta cantidad supone más del
doble de la financiación del período anterior. La financiación de
la Política de Cohesión ofrece muchas oportunidades, pero tam-
bién plantea a las regiones importantes retos para realizar los pro-
yectos energéticos cofinanciados por la UE […] que ayudará a las
regiones a utilizar eficientemente la financiación disponible para
invertir en soluciones innovadoras”.
La economía circular es, desde entonces, una de las prioridades
señaladas por los Estados miembros y las regiones en sus estra-
tegias de especialización inteligente. Además, la Comisión Euro-
pea les ofrecerá más apoyo a través de su propia Plataforma de
Especialización Inteligente175, cuyo objetivo es la identificación
de áreas estratégicas de intervención, basadas principalmente

174 Comisión Europea - Comunicado de prensa: “Fomentar la energía verde y eficiente


respetuosa con el medio ambiente para las regiones de Europa”. Bruselas, 26 mayo 2015.
(http://ec.europa.eu/regional_policy/es/newsroom/news/2015/05/promoting-green-and-effi-
cient-energy-for-europe-s-regions).
175 http://s3platform.jrc.ec.europa.eu/home

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150 Ignacio Belda Hériz

en “un proceso de descubrimiento emprendedor” (Entrepre-


neurial Discovery Process) definido como “aquel en el que se
identifican las áreas de especialización de una región a través de
una visión dinámica, en base a decisiones ‘abajo‐arriba’ y con la
implicación de todas las partes interesadas”. Se trata, por tanto,
de un proceso que identifica, junto a todos los demás agentes
implicados, en qué podría beneficiarse una determinada región
de la especialización en un campo de la ciencia, la tecnología y
la innovación.
CC Programa LIFE: El Programa LIFE es el único instrumento finan-
ciero que la Unión Europea dedica, de forma exclusiva, al me-
dio ambiente. Funciona desde 1992 y su objetivo general para
el período 2004-2020 es “contribuir al desarrollo sostenible y al
logro de los objetivos y metas de la Estrategia Europa 2020 y de las
estrategias y planes pertinentes de la Unión en materia de medio
ambiente y clima”176.
La Comisión Europea aprobó un conjunto de inversiones por va-
lor de 222,7 millones de euros, que proceden del presupuesto
de la UE, cuya finalidad es la de respaldar la transición de Europa
hacia un futuro más sostenible y con bajas emisiones de carbo-
no. La financiación de la UE impulsará, además, inversiones adi-
cionales no desarrolladas específicamente, con las que se llega-
rá a un total de 398,6 millones de euros, que se invertirán en 144
nuevos proyectos en 23 Estados miembros177.
Según un comunicado de prensa de la Comisión Europea178, los
proyectos LIFE destinados a tal fin se dividen en:
–– 56 proyectos LIFE dedicados al medio ambiente y la eficiencia
de los recursos.

176 http://www.mapama.gob.es/es/ministerio/servicios/ayudas-subvenciones/programa-life/
177 Cabe reseñar que España, con 38 de estos proyectos, es el Estado miembro que más pro-
yectos desarrolla en este sentido, cuya financiación asciende a un total de 69,4 millones de
euros.
178 Comisión Europea - Comunicado de prensa: “La Comisión invierte más de 220 millones de
euros en proyectos ecológicos e hipocarbónicos en los Estados miembros”. Bruselas, 3 de no-
viembre de 2016.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 151

–– 39 proyectos LIFE dedicados a la naturaleza y la biodiversi-


dad.
–– 15 proyectos LIFE sobre gobernanza e información medio­­­
ambientales.
–– 6 proyectos LIFE dedicados a la adaptación al cambio climá-
tico.
–– 12 proyectos LIFE dedicados a la atenuación del cambio cli-
mático.
–– 6 proyectos LIFE sobre gobernanza e información en materia
climática.
DD Programa COSME: Es el programa de la UE para la competitivi-
dad de las empresas y las pymes. Está en funcionamiento para
el período 2014 a 2020, con un presupuesto de 2 300 millones de
euros. COSME presta apoyo a las pymes de diversas maneras,
como facilitando el acceso a la financiación, apoyando la inter-
nacionalización y el acceso a los mercados, creando un entorno
favorable a la competitividad o fomentando una cultura del em-
prendimiento.
Las pymes representan el 99 % del número total de empresas
presentes en la UE, con 23 millones en total; las cuales propor-
cionan el 67 % del empleo y crean el 85 % de los nuevos puestos
de trabajo. Es por esto que resulta imprescindible apoyar a este
tipo de empresas, pues son el pilar fundamental sobre el que se
sustenta la economía de toda la Unión179.
Su marco jurídico se regula en el Reglamento (UE) n° 1287/2013
del Parlamento Europeo y del Consejo, de 11 de diciembre de
2013, por el que se establece un Programa para la Competiti-
vidad de las Empresas y para las Pequeñas y Medianas Empre-
sas (COSME) (2014-2020) y por el que se deroga la Decisión n°
1639/2006/CE.

179 Para ampliar información sobre el posicionamiento de las pymes con respecto a la econo-
mía circular, es muy interesante el artículo “PYME y economía circular: un camino por recorrer”
publicado por la Revista Técnica de Medio Ambiente (RETEMA), que se puede encontrar en el
siguiente enlace: http://www.retema.es/noticia/pyme-y-economia-circular-un-camino-por-re-
correr-YBg35

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152 Ignacio Belda Hériz

Algunos de los proyectos en los que trabaja COSME, de diversas


maneras, son los siguientes:
–– A través del Mecanismo de Garantía de Préstamos se espera
que COSME permita ayudar entre 220 000 y 330 000 pymes a
obtener financiación por un valor total entre 14 000 y 21 000
millones de euros.
–– A través del Mecanismo de Capital para el Crecimiento, se
prevé que ayudará entre 360 y 560 empresas con una inver-
sión de capital cuyo volumen global invertido oscila entre
2 600 y 4 000 millones de euros.
–– Financia la Red Enterprise Europe Network, con más de seis-
cientas oficinas en más de cincuenta países, para ayudar a
las pymes a encontrar socios empresariales y tecnológicos,
a comprender la legislación europea y a acceder a la financia-
ción de la UE.
–– Respalda herramientas web diseñadas específicamente para
el desarrollo de las empresas, como el Portal para empresas
Tu Europa o el Portal para la internacionalización de las py-
mes.
–– Financia ventanillas de ayuda a las pymes en materia de de-
rechos de propiedad intelectual (DPI) en la ASEAN, China y
Mercosur, que prestan asesoramiento y apoyo a las pymes
europeas que se enfrentan a dificultades en cuestiones de
propiedad intelectual, normas o régimen de contratación pú-
blica en sus zonas geográficas.
–– Ofrece ayuda económica al Centro UE-Japón para la Coope-
ración Industrial, que promueve todo tipo de cooperación in-
dustrial, comercial y a la inversión mediante la difusión de in-
formación sobre posibilidades de acceso al mercado japonés.
–– Apoya acciones para mejorar las condiciones marco en las
que operan las empresas, en particular las pymes, mediante
la reducción de cargas administrativas y normativas innece-
sarias.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 153

–– Apoya la aplicación del Plan de Acción sobre Emprendimiento


2020 a través de una amplia gama de actividades. Por ejem-
plo, con el Erasmus para jóvenes emprendedores, un progra-
ma de intercambio transfronterizo cuya finalidad es ayudar a
nuevos y futuros emprendedores a adquirir las capacidades
pertinentes para llevar y hacer crecer una empresa, gracias
al trabajo con un empresario experimentado en otro país du-
rante un período de entre uno y seis meses.
–– Centra especialmente en el emprendimiento digital para ayu-
dar a las empresas europeas a impulsar su transformación
digital.

2.6.2. Inversiones a través de otros órganos y organismos de la UE

Además de los proyectos que la Comisión Europea ha ido promo-


viendo, existen, en la Unión Europea, otros organismos y órganos
autónomos e independientes de las Instituciones Europeas que, para
fomentar y apoyar la transición a una economía circular, han desarro-
llado proyectos propios y programas.
AA Grupo BEI: En realidad, el Grupo BEI no es un organismo per
se, sino que surge como resultado de la fusión de los dos prin-
cipales organismos financieros de la UE, que son el Banco Eu-
ropeo de Inversiones (BEI) y el Fondo Europeo de Inversiones
(FEI), ambos con sede en Luxemburgo, que se produjo en el año
2000. La finalidad del Grupo BEI es la de movilizar financiación
para cumplir los objetivos de la Unión.
–– Banco Europeo de Inversiones: Es el banco de la Unión Eu-
ropea. Su misión radica en conceder préstamos a medio/lar-
go plazo en favor de proyectos, generalmente ubicados en
los Estados miembros, para cumplir con los objetivos fijados
por la UE o bien en el marco de la política europea de coo-
peración y ayuda al desarrollo, para el caso de los proyectos
desarrollados en terceros países. Fue creado en 1958 por el
mismo Tratado de Roma. Los accionistas del BEI son los pro-
pios Estados miembros (normalmente no presta más del 50 %
de los fondos necesarios para la ejecución de cada proyecto).

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154 Ignacio Belda Hériz

Financia, fundamentalmente, programas y proyectos enmar-


cados en una gran serie de ámbitos, estando todos ellos muy
relacionados con la economía circular:
• Pymes: para estimular sus inversiones.
• Cohesión y convergencia: para subsanar desequili-
brios económicos y sociales de las distintas regiones
de la UE.
• Lucha contra el cambio climático.
• Protección medioambiental y las comunidades soste-
nibles.
• Energías sostenibles, competitivas y seguras.
• Economía del conocimiento: para promover una eco-
nomía que estimule el conocimiento y la creatividad
mediante inversiones en tecnologías de la informa-
ción y la comunicación, así como del capital humano
y social.
• Redes transeuropeas: para construir redes transna-
cionales de transporte, energía y comunicaciones.
El BEI es, por tanto, un socio fundamental en cuanto a la finan-
ciación de la economía circular, en el seno de la UE, se refiere.
A través de la cofinanciación, ha aportado 2 400 millones de
euros, en el período 2012-2016, para proyectos relacionados
con la economía circular, y está preparado para seguir coo-
perando con la Unión para promover y facilitar la transición y
calcula que, para el año 2020, se necesitará una inversión de
40 mil millones de euros, de aplicarse toda la normativa de la
UE en la materia, para obtener los beneficios esperados.
Ha colaborado en la financiación de centenares de proyectos
en todo el territorio de la UE, tales como la instauración de
una nueva planta de reciclado de cristal en Milán (Project for
A2A Ambiente), la producción de energía a través del lodo
de las aguas residuales en Viena (Energy Optimisation Sludge
Treatment-EOS- Project), o la implantación de coches eléctri-
cos en París (The Paris Bluecars Project).

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 155

–– Fondo Europeo de Inversiones: El FEI es una de las institu-


ciones financiera de la UE especializada en el fomento de las
pymes. Fue constituido en 1994 y en el año 2000 el BEI adqui-
rió la mayoría de sus acciones (el 62 %) tras la reforma que dio
lugar a la creación del Grupo BEI. El capital autorizado del FEI
asciende a 3 000 millones de euros.
El FEI ofrece a las empresas capital riesgo y garantías:
• Capital de riesgo a pequeñas y medianas empresas
(pymes), en particular a las que empiezan y a las que
están orientadas al sector de la tecnología.
• Garantías a instituciones financieras (bancos) para
cubrir sus préstamos a pymes.
En España, el FEI ha recibido mandatos para gestionar más
de 3 000 millones de euros, a través de diferentes instrumen-
tos financieros.
BB Trabajo conjunto del Grupo BEI: Gracias al trabajo en conjunto
del BEI y del FEI, se han desarrollado diferentes políticas, pro-
yectos y otras medidas para financiar y potenciar acciones con-
cretas sobre economía circular.
–– Instrumentos Especiales de Financiación:
• Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas: El Fon-
do Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE), co-
nocido popularmente como “Plan Juncker”, por ser
la Comisión Juncker la que lo aprobó, “es el elemento
central del Plan de Inversiones para Europa, destinado
a impulsar el crecimiento económico y la competitivi-
dad a largo plazo en la Unión Europea”180.
Esta iniciativa presentada conjuntamente por el Gru-
po BEI, tiene por objeto paliar la actual falta de inver-
siones en la UE, pretendiendo movilizar financiación
privada para obtener inversiones estratégicas.

180 Consejo de la Unión Europea. Plan de Inversiones para Europa http://www.consilium.euro-


pa.eu/es/policies/investment-plan/strategic-investments-fund/

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156 Ignacio Belda Hériz

Especialmente, va dirigido a los proyectos de econo-


mía circular de inversiones estratégicas con perfiles
de riesgo alto o medio. Consiste en una garantía de
16 mil millones de euros a cargo de los presupuestos
de la UE, a los que se suman 5 mil millones a cargo del
propio capital del BEI (21 mil millones de euros en to-
tal). Se espera que, en el plazo de tres años, movilice
un total de 315 mil millones de euros en inversiones
en aquellos ámbitos que están sufriendo déficit de in-
versión, tales como:
· Bioeconomía: Reducción de residuos alimenta-
rios, reciclaje del fósforo.
· Agricultura de precisión: Nuevos modelos de
negocio para la gestión de datos en el campo
de la agricultura.
· Infraestructura hidráulica: Ahorro de agua y
proyectos de eficiencia hídrica.
· Acceso a la financiación: Desarrollo de produc-
tos financieros para explotaciones agrícolas.
• Centro Europeo de Asesoramiento para la Inversión
(EIAH) y Portal Europeo de Proyectos de Inversión
(EIPP): constituyen la segunda parte del Plan de In-
versiones para Europa, que moviliza más de 315 mil
millones de euros de financiación adicional. Fueron
creados para cumplir los objetivos del FEIE.
El EIAH presta asistencia técnica y asesoramiento per-
sonalizado a los promotores de proyectos privados y
público, mientras que el EIPP es una plataforma en
línea que reúne a promotores e inversores en proyec-
tos europeos, tanto de la UE como de otros países.
Tanto el Centro como el Portal suponen una herra-
mienta fundamental para encontrar financiación para
los proyectos en I+i, pues ponen en contacto a pro-
motores con emprendedores de tal forma que sirven
como un escaparate para promover soluciones inspi-

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 157

radas en la economía circular, y encontrar los medios


para financiarlos.
• InnovFinn: Durante el período 2014-2020, el instru-
mento «Financiación de la UE para los innovadores–In-
novFin» pretende ofrecer una gama de productos a
medida, movilizando más de 24 000 millones de eu-
ros para financiar el apoyo a la investigación y la in-
novación (I+i) de las pequeñas, medianas y grandes
empresas, así como los promotores de infraestructu-
ras de investigación. Se espera que con el apoyo de
esta financiación se movilicen hasta 48 000 millones
de euros de inversiones finales en I+i.
Estas son las características principales de los produc-
tos InnovFinn:
· Créditos intermediados para pymes y em-
presas de capitalización pequeñas (hasta 500
empleados): InnovFin SME Venture Capital
(para fase capital semilla y start-ups) e Innov-
Fin SME Guarantee (instrumento de garantía
para la financiación de empresas entre 25 000
y 7 500 000 euros, con vencimiento entre 1 y
10 años, cubre activos tangibles e intangibles,
capital circulante y adquisiciones).
· Créditos intermediados o directos para empre-
sas de capitalización media (hasta 3  000 em-
pleados): InnovFin Midcap Guarantee (garantías
para intermediarios financieros) e InnovFin Mid-
Cap Growth Finance (préstamos directos entre
7,5 y 25 millones directos para financiar inver-
siones).
· Créditos directos para grandes empresas (nor-
malmente con más de 3000 empleados): Son
los InnovFin Large projects (préstamos entre 25
y 300 millones de euros, para financiar hasta el
50 % de las inversiones en I+D e innovación).

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158 Ignacio Belda Hériz

· Financiación temática: proyectos en fase pre-


comercial, con tecnología probada a escala li-
mitada, en las áreas de energía (InnovFin Energy
Demo Projects: energías renovables, hidrógeno,
pilas de combustible) y enfermedades infeccio-
sas (InnovFin Infectious Diseases)
· Asesoramiento: InnovFin Advisory, asesora-
miento sobre financiación de la innovación
y como actividad horizontal, para facilitar el
máximo acceso a la financiación a proyectos in-
novadores.
–– Otros Instrumentos de Financiación: Únicamente se van a
reseñar dos, pero hay una larga lista de instrumentos especí-
ficos de financiación.
• JASPERS: El Joint Assistance in Supporting Projects
in European Regions (Asistencia conjunta en apoyo
de proyectos a regiones europeas), cuenta con una
dotación de 75 000 000 €. Es una asociación de asis-
tencia técnica entre tres socios: la Comisión Europea,
el BEI y el Banco Europeo para la Reconstrucción y
el Desarrollo (BERD). El objetivo fundamental es ace-
lerar la absorción de 350 mil millones de los Fondos
Estructurales y de Inversión Europeos, en proyectos
que estén planeados, preparados y listos para sopor-
tar los estándares técnicos, sociales y medioambien-
tales más elevados posibles. En especial, su labor va
encaminada al asesoramiento de proyectos del Meca-
nismo «Conectar Europa», principalmente en cuanto
a los sectores ferroviario y vial; así como en lo relati-
vo al Centro Europeo de Asesoramiento para la Inver-
sión (CEAI) mediante la revisión y tramitación de las
solicitudes. Proporciona asesoramiento independien-
te a los países beneficiarios para ayudarles a preparar
mejor los grandes proyectos que se cofinancian con
dos Fondos Estructurales y de Inversión Europeos: el

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 159

Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el Fondo de


Cohesión.
JASPERS está organizado en siete secciones:
· Carreteras;
· sector ferroviario, sector aéreo y sector maríti-
mo;
· agua y residuos;
· energía y residuos sólidos;
· desarrollo inteligente;
· red de contactos y centro de competencia; y
· revisión de calidad independiente (RCI).
• ELENA: El instrumento de asistencia local en el sector
de la energía (ELENA, por sus siglas en inglés) ofrece
asistencia técnica y financiera para ayudar a los entes
locales y regionales a atraer financiación para proyec-
tos en materia de energía sostenible.
Fue lanzado en diciembre de 2009 por la Comisión Eu-
ropea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para
apoyar los proyectos en materia de eficiencia energé-
tica y energías renovables de más de 1 000 millones
de euros en 2010. Con este objetivo está facilitando
financiación por valor de 30 millones de euros proce-
dentes del programa Energía Inteligente para Europa
(EIE) para ayudar a ciudades y regiones a poner en
marcha proyectos de inversión viables en los ámbitos
de eficiencia energética, energías renovables y trans-
porte urbano sostenible.
En la actualidad, las zonas urbanas son responsables
de entre un 70 a un 80 % del consumo energético y
de las emisiones de CO2 en Europa. Aunque en nu-
merosas ciudades y regiones de toda Europa, prin-
cipalmente en las localidades pequeñas y medianas,
se han desarrollado ambiciosos planes energéticos

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160 Ignacio Belda Hériz

y medioambientales, estas no cuentan con la capaci-


dad técnica necesaria para diseñar programas de in-
versión a gran escala.
ELENA desempeña, por tanto, una función importan-
te al ofrecer a estos entes públicos apoyo específico
para la puesta en marcha de proyectos de inversión,
como la renovación de edificios públicos y privados,
la construcción sostenible, las redes de refrigeración
y calefacción urbanas de elevada eficiencia energéti-
ca o el transporte respetuoso con el medio ambiente.
Este instrumento tiene especial relevancia en nuestro
país, pues la provincia de Barcelona fue el primer ente en
obtener apoyo de ELENA y, a escala local, esta provincia
es considerada pionera en el ámbito del cambio climáti-
co. A través de su plan energético para el período que
abarca de 2002 a 2012, esta provincia espera reducir su
consumo energético en un 17 % y sus emisiones de gases
de efecto invernadero en un 20 %. La financiación poten-
cialmente creada a través del instrumento ELENA ayu-
dará a Barcelona a ejecutar las 56 actividades indicadas
en el plan energético. Estas medidas medioambientales
cubren las áreas de transporte sostenible, gestión de re-
siduos, construcción sostenible y eficiencia energética.

2.7. Implantación y percepción real de la economía circular


en la sociedad europea, española y aragonesa

Para acabar definitivamente con este capítulo, ahora que ya cono-


cemos en qué consiste la economía circular y qué labor desempeña la
Unión Europea en su proceso de implementación, nos quedaría anali-
zar, para conocer el impacto que esta está teniendo realmente, cuál es
su grado de implantación y cuál el compromiso que, en líneas genera-
les, se puede observar en los diferentes niveles –comunitario, nacional
y regional (tomando a España y a Aragón como ejemplo)– de la so-

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 161

ciedad europea, a la hora de tomar medidas en el seno de este nuevo


paradigma económico.

2.7.1. Grado de implantación de la economía circular en la Unión


Europea.

Aunque con grandes disparidades entre Estados miembros y re-


giones, en general, los datos que muestra el Eurobarómetro, como ór-
gano encargado de medir la opinión pública del conjunto de la Unión
Europea, en cuanto al grado de percepción y, sobre todo, implanta-
ción, de la economía circular, son bastante alentadores. Estos datos
que, grosso modo, nos indica el Eurobarómetro (publicados en junio
de 2016181), van a ser expuestos a continuación.
AA Implicación en actividades que contribuyan a la economía cir-
cular:
–– Alrededor de ¾ partes (73 %) de las empresas de la Unión Eu-
ropea adoptó medidas relacionadas con alguna cuestión vin-
culada a la economía circular.
–– Cuanto mayor sea la empresa, mayor es la disposición para
adoptar al menos una medida relacionada con la economía
circular: el 72 % de las empresas más pequeñas lo ha hecho,
en comparación con el 89 % de aquellas empresas con una
plantilla de entre 50-250 trabajadores.
–– Cuanto mayor sea la facturación de la empresa, mayor es la
adopción de medidas relacionadas con la economía circular:
el 69 % de las empresas con la menor facturación la han adop-
tado, en comparación con el 80 % de aquellas con los volúme-
nes de facturación más elevados.
BB Financiación de actividades relacionadas con la economía cir-
cular:
–– Entre las compañías que han adoptado medidas relacionadas
con la economía circular:

181 http://ec.europa.eu/commfrontoffice/publicopinion/index.cfm/Survey/getSurveyDetail/
search/circular%20economy/surveyKy/2110

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162 Ignacio Belda Hériz

• El 59 % invirtió, al menos algo, en dichas actividades.


• El 13 % afirmó que acceder a financiación externa para
realizar dichas actividades fue fácil, mientras que el
70 % se autofinanciaron.
–– Entre las empresas que no han adoptado ninguna medida re-
lacionada con la economía circular:
• El 36 % afirma que invertirá para realizar actividades
de este tipo en un futuro.
• El 13 % piensa que acceder a esta financiación, cuando
decidan realizar estas actividades, será fácil; mientras
que el 31 % cree que se autofinanciará.
–– Para las empresas que han realizado actividades relacionadas
con la economía circular, los problemas con los que más se
encontraron fueron la complejidad administrativa o los pro-
cedimientos legales (34 %), el coste que conlleva conocer la
regulación o los estándares (32 %), o las dificultades para ac-
ceder a la financiación (27 %). En torno a cuatro de cada diez
empresas, un 38 %, sin embargo, afirma no haberse encontra-
do ninguna dificultad, habiendo una considerable variación
según el Estado miembro en el que desarrollan su actividad
principal.
–– Entre las empresas que no han desarrollado ninguna activi-
dad relacionada con la economía circular, las potenciales di-
ficultades más comentadas, son la falta de ideas claras sobre
los costes y beneficios o los procesos de mejora (27 %), como
también la falta de ideas claras sobre la inversión requerida
(27 %), o la falta de experiencia en actividades de implanta-
ción (26 %).
CC Incentivos de financiación para apoyar actividades que contri-
buyan a la economía circular:
–– Más de un tercio (35 %) de las empresas afirman ser conscien-
tes de los incentivos financieros a través de programas de sus
respectivos gobiernos o de la UE para apoyar actividades de
economía circular, pese a que solo el 3 % ha acudido a ellos.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 163

–– Casi una de cada cinco (19 %), afirma que alguna o suficiente


información está disponible en relación al acceso a la financia-
ción para desarrollar actividades de economía circular, pero
casi la mitad (48 %) nunca ha buscado dicha información.
DD Disponibilidad de fuentes “alternativas” de financiación para
las empresas:
–– Cerca de seis de cada diez empresas (58 %) son conscientes
de que, al menos, una forma de financiación alternativa está
disponible en sus respectivos países, siendo el capital riesgo
y el mercado de capitales las más mencionadas (los dos un
31 %).
–– Casi un tercio (32 %), tiene acceso a, al menos, una de las men-
cionadas fuentes “alternativas” de financiación, siendo el
crowdfunding (29 %), los “green banks”182 (17 %) y el mercado
de capitales (12 %), las más mencionadas.
EE Sectores relacionados con la economía circular en los que más
medidas se han adoptado por parte de las empresas:
–– Un 19 % de las empresas replantean su forma en la que utili-
zan el agua.
–– El 16 % de las empresas usa energías renovables.
–– El 34 % rediseña sus productos y/o servicios para minimizar el
uso de materiales o usa materiales reciclados.
–– El 38 % replantea el uso de energía para minimizar el consu-
mo.

182 Los llamados Bancos de Inversión Verdes, más conocidos por su denominación inglesa
Green Banks, son instituciones específicas de carácter público o público-privado destinadas a
canalizar fondos y proveer asesoramiento profesional, para lograr la asignación de inversiones
a proyectos beneficiosos con la lucha contra el cambio climático. Su misión y objetivos se cen-
tran en estimular y facilitar innovaciones apoyando la inversión en soluciones prometedoras,
pero escasamente implantadas. En países como Australia, Colombia, Japón, Malasia, Suiza o
México su implantación ha tenido mucho éxito, pero en el caso de la UE en general, y en el de
España, en particular, no se encuentran todavía muy desarrollados. Para ampliar información,
el artículo publicado recientemente en el blog de economía de El País, titulado “Los Bancos de
Inversión Verde”, que ha sido utilizado como fuente y que se puede encontrar en el siguien-
te enlace, resulta muy interesante: http://blogs.elpais.com/finanzas-a-las-9/2017/09/los-ban-
cos-de-inversi%C3%B3n-verde.html

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164 Ignacio Belda Hériz

–– Más de la mitad (55 %), minimiza sus residuos reciclando o


reutilizando material desechado, o vendiendo este último a
otra empresa.
FF Disparidad en la adopción de medidas relacionadas con la eco-
nomía circular entre los distintos Estados miembros: Como ya
se ha mostrado, de media, en la UE, el 73 % de las empresas ha
adoptado medidas relacionadas con la economía circular, pero,
lejos de ser un porcentaje repartido equitativamente entre to-
dos los países que forman parte de la, hasta ahora, UE de los
28, lo cierto es que las diferencias entre Estados son notables y,
personalmente, me parece algo asombroso (aunque esto ya es
una apreciación personal, no se refleja en los informes del Euro-
barómetro).
De este modo, mientras el podio, en este caso, lo conforman
Malta (con un 95 % de sus empresas adoptando este tipo de me-
didas), Irlanda (con un 89 %), y España y Luxemburgo (85 % de
las empresas en ambos casos); a la cola se encuentran los paí-
ses Bálticos, estos son, Letonia (54 %), Lituania (47 %) y Estonia
(45 %), junto con Bulgaria (también un 45 %).
Resulta curioso que, dentro de los, hasta ahora, cinco grandes
Estados miembros (los más grandes en tamaño y población),
solo España y Reino Unido (que, aunque ocupe el 4º lugar, junto
con Austria y Bélgica, con un 84 % en los tres casos, tras el Brexit,
no podemos saber cómo evolucionará la situación en un futuro,
sin las respectivas ayudas que otorga la UE) se encuentren con-
siderablemente por encima de la media, los otros tres, o bien se
sitúan rozando la media (Alemania, con un 78 %, y Francia, con
un 74 %), o bien, por debajo de la misma (Italia, con un 67 %).
Igualmente, se puede observar cómo, algunos de aquellos paí-
ses que, generalmente, se consideran socialmente altamente
concienciados con el medio ambiente, no resaltan demasiado
en este caso, como los Países Bajos (73 %) o Suecia (71 %), y Dina-
marca (63 %), que se encuentran por debajo de la media.
GG Conclusiones de los datos publicados por el Eurobarómetro:
A la vista de los datos que nos muestra el Eurobarómetro, po-
demos extraer una serie de conclusiones en relación al grado de

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 165

implantación de la economía circular, y a la percepción que los


empresarios europeos tienen al respecto. Estas conclusiones no
aparecen reflejadas en los documentos elaborados por el orga-
nismo, ni por ningún otro, son simples apreciaciones personales
que, tras observar los datos analizados, he podido extraer, por
tanto, en base a los mismos, cualquier otra persona puede ob-
tener una percepción distinta y disentir con mi opinión o añadir
otras consideraciones.
–– La labor comunicativa de la UE no está dando los frutos que de-
bería, en cuanto a la promoción de la economía circular, pues
pese a que la información es extensa y, en general, las empresas
dicen encontrarla con facilidad, son muchas las que todavía des-
conocen de la existencia de esa información.
–– Es necesario potenciar más las ayudas entre las empresas más
pequeñas (menos de 10 trabajadores), pues suponen una parte
importante del entramado empresarial de la Unión y, debido
a su volumen de negocio y a su facturación, son las que más
dificultades tienen para financiar sus proyectos o medidas rela-
cionados con la economía circular.
–– Las ayudas financieras de la Unión Europea, aunque funcio-
nan, no son tan requeridas como deberían, pues la mayoría de
las empresas optan por autofinanciarse o buscar financiación
alternativa.
–– Es necesario promocionar y potenciar más la economía circu-
lar en un buen número de países, pues en algunos de ellos las
empresas que realizan actividades relacionadas con la econo-
mía circular no llega ni siquiera al 50 %.
–– En sectores como el ahorro de energía, optimización del
agua o reciclado, en general, existe una amplia conciencia y
se toman medidas, no obstante, en cuestiones como el dise-
ño ecológico, el reciclado de materiales tecnológicos u otras
tantas cuestiones rela­cionadas con la economía circular, ape-
nas se han producido avances.
–– Si la sociedad europea tuviese las ideas más claras sobre
los beneficios concretos que tiene la economía circular,

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166 Ignacio Belda Hériz

las empresas tendrían más fácil desarrollar políticas que la


favoreciesen.

2.7.2. Grado de implantación de la economía circular en España

Tal y como hemos podido comprobar con los datos aportados por
el Eurobarómetro, España se lleva la medalla de bronce, junto con
Luxemburgo, en cuanto al grado de implantación de la economía circular
por parte de las empresas, con un 85 % que reconoce haber realiza-
do algún tipo de actividad relacionada con aquella, por lo que, en este
caso, podemos sentirnos bastante satisfechos. Ahora bien, estos da-
tos son un poco tendenciosos y generalistas pues, si bien es cierto que
las empresas españolas parecen ser conscientes de la necesidad de im-
plantar medidas relacionadas con la economía circular, no es menos
cierto que, al igual que ocurre a nivel comunitario, las diferencias en-
tre regiones son muy grandes (de hecho, la Comisión Europea resalta
nuestro complejo sistema de organización territorial y competencial,
como uno de los principales obstáculos) y no en todos los sectores se
han aplicado por igual; además, el hecho de haber aplicado alguna de
estas medidas, tampoco significa que, en muchos casos, se haya hecho
de manera profusa y/o continuada.
Uno de los principales problemas es que en España “todavía no se
cuenta con una metodología específica que esté suficientemente elabo-
rada y consensuada para el seguimiento y evaluación de los procesos de
economía circular”183, ni tampoco una acción política específica, más
allá de la que viene dada por la iniciativa de la Unión Europea, por lo
que las iniciativas, en este campo, son aún incipientes y, principalmen-
te, han ido encaminadas a la gestión de residuos (es decir, en relación
a la fase final del producto, desaprovechando todas las oportunidades
que brinda la aplicación de medidas en las demás fases de vida del pro-
ducto).
El Eurobarómetro, cuando realizó las encuestas de opinión en re-
lación a la implantación de la economía circular por parte de las em-

183 Vilariño, A. (2017). ¿Cómo avanza la economía circular en España y en Europa? Compromiso
Empresarial. [online] Disponible en: http://www.compromisoempresarial.com/rsc/2017/06/co-
mo-avanza-la-economia-circular-en-espana-y-en-europa/ [Consultado el 3 Oct. 2017].

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 167

presas de la Unión Europea en abril de 2016 (aunque los datos fueron


publicados el mes de junio siguiente), analizó las mismas conductas de
cada país por separado, y luego realizó un balance general, por lo que
esto nos permite acceder, a través a su respectiva ficha, a los datos que
se obtuvieron en España.
En general, en comparación con el conjunto de la UE, una buena
parte de las empresas de España habían adoptado medidas relaciona-
das con la economía circular en los tres años anteriores o estaban en
proceso de adoptarlas, pero existiendo una gran divergencia según
de cuál se tratase y, también (aunque en sintonía con el conjunto de
la UE), afirmando muchas de las empresas encuestadas que ni habían
aplicado estas medidas, ni pretendían aplicarlas en un futuro próximo,
lo cual demuestra que el camino que ha de andarse aún es muy largo.
De este modo, mientras que el 70 % de las empresas había adopta-
do o estaba adoptando medidas para minimizar los residuos a través
del reciclaje, la reutilización o la venta de estos a otra empresa, solo
el 13 % usaba energías renovables (algo por debajo del conjunto de la
Unión Europea y teniendo en cuenta el potencial que nuestro país tie-
ne en este ámbito, claramente desaprovechado).
La Fundación Cotec para la Innovación, una organización privada
sin ánimo de lucro encargada de “promover la innovación como motor
de desarrollo económico y social”, en nuestro país ha desarrollado un
detallado informe, publicado este año 2017, sobre la “Situación y evolu-
ción de la economía circular en España”184, en el que analiza el impacto y
el grado de presencia que este fenómeno tiene en nuestro país.
Este informe reconoce que “los sistemas de indicadores aún no es-
tán totalmente desarrollados en España, especialmente los relativos
a la prevención del uso excesivo de materias primas, el ecodiseño y la
ecoinnovación”, por lo que, en estos campos, por ejemplo, las medidas
que se están tomando son bastante escasas, indicando también que la
mayoría de las acciones que se están llevando a cabo “están dirigidas
a la gestión de residuos, dejando bastante olvidadas las fases iniciales de

184 El informe es muy extenso y está muy detallado, por lo que es imposible explicarlo con de-
tenimiento, por ello, para ampliar información, se puede acceder a él pinchando en el siguiente
enlace: http://cotec.es/media/informe-CotecISBN-1.pdf

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168 Ignacio Belda Hériz

producción y consumo”, confirmando los datos que nos mostraba el


Eurobarómetro.
La conciencia ciudadana, en general, parece también más proclive a
favorecer esta nueva corriente, destacando nuevamente lo relaciona-
do con el reciclaje, tal y como revelan los datos de Ecoembes, organi-
zación medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la economía
circular a través del reciclaje, que muestran que, en 2016, se reciclaron
en España 1 351 903 toneladas de envases, lo que supone un incremen-
to del 4 % respecto al año anterior, alcanzando, según el tipo de ma-
terial, unos datos realmente positivos; así, en cuanto a los envases de
metal (latas de refrescos o conservas) se alcanzó en 2016 una tasa de
reciclaje del 84,8 %, los residuos de papel y cartón el 82,3 % y los enva-
ses de plástico recuperados el 66,5 %, situándose todas estas cifras por
encima de los objetivos establecidos dentro del Paquete de economía
circular de la Comisión Europea para 2020.
En este mismo sentido, tomando como fuente Eurostat, en lo re-
lativo a la prevención y la reducción de residuos, los datos nos mues-
tran que la cantidad de residuos generados por hogar, en nuestro país,
descendió un 32,8 %, pasando de los casi 2 000 kg/hogar del año 2000
a los 1 342 kg/hogar del 2011, habiéndose producido este descenso en
la generación de residuos por habitante, a un ritmo superior al experi-
mentado por el conjunto de la Unión Europea.
Ahora bien, aunque es evidente que, en muchos aspectos, España
está haciendo bien los deberes, también lo es que, en muchos otros,
no se ha producido ningún avance o, incluso, se ha empeorado la situa-
ción. En algunos de los principales motores de la economía española,
como el turismo (todavía muy marcado por el modelo convencional
de “sol y playa”, poco sostenible y poco innovador desde el punto de
vista ecológico), la agricultura (el consumo de productos fitosanitarios
ha crecido en los últimos años y, a pesar de que España se sitúa en los
primeros lugares de la UE en número de hectáreas dedicadas a la agri-
cultura ecológica, según datos del MAGRAMA, la superficie dedicada a
esta se ha reducido desde 2011) o la industria (el consumo de energía y
la emisión de CO2 aumentan, empeorando la tendencia hacia la ecoe-
ficiencia), las soluciones inspiradas en la economía circular no llegan, o
lo hacen muy lentamente.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 169

De hecho, una de las consideraciones del Documento de trabajo


de los Servicios de la Comisión, sobre la “Revisión de la aplicación de
la normativa medioambiental de la UE”, en su Informe de España185,
publicado el 3 de febrero de 2017, emplaza a nuestro país a “mejorar
la gestión de los residuos y desarrollar el potencial de la economía cir-
cular”, aunque también reconoce avances, tales como que “la actua-
ción de las pymes españolas está por encima de la media de la UE en di-
versos indicadores relativos a la eficiencia en el uso de los recursos y los
mercados verdes”, que “España ocupa el noveno puesto en el índice de
innovación de 2015” (a pesar de que el rendimiento sigue siendo alto,
posicionándose por encima de la media de la UE España ha descendido
tres puestos y ha perdido cuatro puntos en comparación con el ECO-IS
de 2013). También reconoce, como punto positivo, que España cuenta
con 942 organizaciones registradas en el EMAS186 (Sistema Comunitario
de Ecogestión y Ecoauditoría), siendo el segundo país con más entida-
des registradas, solo por detrás de Alemania, y es el cuarto país de la
UE en número de licencias de etiquetas ecológicas187. En cuanto a los
vertederos ilegales, no obstante, España, tal y como se reconoce en
el documento, tiene un serio problema que la Comisión sigue muy de
cerca, habiendo llevado a España en más de una ocasión ante el Tri-
bunal de Justicia de la Unión Europea, que ha condenado a nuestro
país en numerosas ocasiones188. Por último, se reconoce que “España

185 COM (2017) 63 final. 3.2.2017


186 EMAS es el acrónimo de Eco-Management and Audit Scheme, una herramienta de gestión
para empresas y otras organizaciones, de aplicación voluntaria, que permite evaluar, mejorar
y dar a conocer su comportamiento ambiental.
187 Creada en el año 1992, la Etiqueta Ecológica Europea constituye una parte importante de
la política comunitaria de instrumentos voluntarios de ayuda a las empresas y a los consumido-
res para mejorar su actuación ambiental. La EEE es uno de los instrumentos incluidos en el Plan
de Acción Comunitario de Producción y Consumo Sostenible y Política Industrial Sostenible
de la UE y cuenta con el respaldado de las autoridades ambientales de la UE y de los Estados
miembros. El objetivo es promover productos que pueden reducir los efectos ambientales
adversos, en comparación con otros productos de su misma categoría, contribuyendo así a
un uso eficaz de los recursos y a un elevado nivel de protección del medio ambiente. FUENTE:
Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
188 De hecho, España es el país que más incumple las leyes medioambientales en la Unión
Europea. Es el estado al que más expedientes se le abren y cuyos procedimientos llegan más
lejos: está a la cabeza en el número de casos que la Comisión Europea remite al Tribunal de
Justicia a pesar de las múltiples oportunidades que los reglamentos comunitarios dan a los
países para evitar verse frente a los magistrados. Desde 2012 se sitúa a la cabeza como el país
más incumplidor y el que más denuncias acumula.

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170 Ignacio Belda Hériz

no cuenta con una estrategia global para eliminar las subvenciones noci-
vas para el medio ambiente, aunque su abandono puede ofrecer ventajas
económicas, sociales y medioambientales, permitir una mayor competiti-
vidad y contribuir a la consolidación presupuestaria”.
Algunos de los planes y estrategias que ha adoptado España, para
favorecer esta transición, son los siguientes:
• Consumo Sostenible: Programa Compra Pública Verde AGE.
Plan de acción de ahorro y eficiencia energética.
• Ecodiseño: Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de In-
novación 2013-2020.
• I+D+i: Estrategia Española de Ciencia y Tecnología y de Innova-
ción 2013-2020.
• Residuos: Plan Estatal Marco de Gestión de Residuos (PEMAR)
2016-2022, fue aprobado mediante Acuerdo del Consejo de Mi-
nistros de 6 de noviembre de 2015.
• Estrategia economía circular o referente global para su implan-
tación: Estrategia española de desarrollo sostenible 2007.
• Política sobre biomasa y alimentación: Estrategia española de
Bioeconomía Horizonte 2030.
Una de las conclusiones más destacables que, personalmente, he
podido sacar de los datos y los informes estudiados, pues todos ellos
coinciden, en términos generales, en el mismo punto, se refiere a la
consideración, por irónico que pueda resultar, de la actual situación
económica de nuestro país, atravesando todavía una recesión, como
un escenario propenso y propicio para buscar alternativas en la econo-
mía circular. Realmente, estas ideas conectarían a la perfección con las
que defendía Nadya Zhexembayeva en su Estrategia del océano esquil-
mado, cuando llamaba a revertir la situación problemática y convertirla
en una solución.
Si España potenciase más y mejor las políticas para conseguir una
transición hacia una economía circular, las oportunidades serían in-
mensas, pues nuestro país reúne muchas condiciones que, potencial-
mente, son susceptibles de favorecer este cambio, como lo son:

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 171

• Los recursos naturales para producir energías renovables como


la eólica, la solar, la hidráulica o la mareomotriz, por ejemplo.
• La dimensión de nuestro territorio, el segundo de mayor exten-
sión en la UE.
• La gran cantidad de ecosistemas y climas presentes en nuestro
territorio, de hecho, España está considerado como el país con
la mayor biodiversidad de toda Europa, prueba de ello es que
es el Estado miembro que más espacios naturales protegidos
aporta a la Red Natura 2000, cubriendo casi el 30 % de nuestro
territorio y aportando por sí sola el 19 % del total de la Red, es-
tando presentes más del 80 % de todas las especies vegetales
existentes en la UE y más del 50 % de las especies animales.
• La mano de obra: la elevada cifra de paro nos muestra que hay
muchísimas personas en edad de trabajar desempleadas, que
podrían cubrir buena parte de esos puestos de trabajo que se
necesitan; y, a su vez, ya se ha demostrado que la economía cir-
cular es una gran generadora de empleo.
• Un desarrollo tecnológico nada despreciable, según el informe
State of European Tech, un estudio elaborado en 2016 por Ato-
mico –uno de los fondos de inversión más importantes de Euro-
pa–, España se sitúa entre los cincos países de Europa con ma-
yor desarrollo tecnológico, lo que resulta crucial para acelerar
y favorecer el proceso de transición hacia la economía circular.
• Una conciencia social y empresarial cada vez más preocupada
por buscar alternativas de este tipo.
No obstante, todas esas condiciones potencialmente propicias no
se están explotando y se están desperdiciando numerosas oportuni-
dades, por lo que, en definitiva, podemos concluir que, pese a que el
grado de implantación de la economía circular en España no es, en tér-
minos generales, malo, todavía queda mucho por hacer, y, paradóji-
camente, se hace poco. España es uno (sino el que más) de los países
europeos con mayor potencial para propiciar el cambio hacia un siste-
ma de economía circular y, sin embargo, uno de los que menos esfuer-
zos está haciendo (a nivel gubernamental, tanto del gobierno central
como de alguno de los gobiernos autonómicos, pues, sin embargo, las

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172 Ignacio Belda Hériz

organizaciones privadas que apoyan esta transición medidas son bas-


tante numerosas) para lograrlo. Además, en lo que se refiere a cumpli-
miento de la normativa de la Unión Europea, ya se ha visto que España
no es precisamente un ejemplo y que la imagen que lanza al resto de
los socios europeos es de falta de compromiso y seriedad, por lo que,
quizás, deberíamos empezar por hacer cumplir y respetar todas las Di-
rectivas y Reglamentos de la Unión Europea, especialmente en materia
medioambiental y, así, convertir a España en un motor del cambio.
2.7.3. Grado de implantación de la economía circular en Aragón
Por último, como ejemplo de implantación de la economía circular a
nivel regional, ponemos a Aragón. Para el análisis de la situación se ha
utilizado el Resumen Ejecutivo, sobre el Nivel de implantación de la eco-
nomía circular en Aragón, informe realizado por el Consejo Económico
y Social de Aragón en colaboración con la Universidad de Zaragoza,
publicado en el presente año 2017189.
Al igual que ocurre con el conjunto de España, en términos genera-
les, el potencial existente para favorecer la transición es muy grande,
y, así, a priori, en Aragón, partimos de una situación ventajosa en mu-
chos aspectos, tales como:
• La riqueza medioambiental, con más del 28 % de su territorio
protegido por espacios de la Red Natura 2000.
• La posición geográfica estratégica, según el World Economic
Forum de 2012, Aragón está a nivel de los principales centros
logísticos de todo el mundo y, en esta región se encuentra el
mayor centro logístico de toda Europa y registra, por si sola, el
38 % de la superficie logística de España.
• Su extensión territorial, la cuarta comunidad autónoma por su-
perficie, la mayor parte de ella poco urbanizada y con una densi-
dad de población muy baja.
• Su potencial tecnológico; según el índice de comportamiento in-
novador (2016) del Observatorio de Competitividad Empresarial

189 Consejo Económico y Social de Aragón. (2017). Nivel de implantación de la economía circu-
lar en Aragón. Colección Estudios. Zaragoza. Disponible en: https://www.aragon.es/estaticos/
GobiernoAragon/OrganosConsultivos/ConsejoEconomicoSocialAragon/Areas/Publicaciones/
ESTUDIOS/2017/Economia_circular_Resumen_ejecutivo.pdf [Consultado el 9 Oct. 2017].

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 173

de Cámara de Comercio de España, Aragón es la sexta comuni-


dad autónoma más innovadora de España, y, junto con La Rioja,
son las CC. AA. que disponen del nivel más alto de firmas inno-
vadoras de España, pero también las que más han visto cómo se
reducían con respecto a 2010.
Explicadas estas potenciales ventajas, veamos ahora, remitiendo al
meritado documento, si se están aprovechando o, como en el caso de
España, se están desperdiciando muchas oportunidades. Según el cita-
do informe, el estudio se ha llevado a cabo en tres niveles diferentes:
AA Nivel Macro (Regional/Social): análisis de la adopción de los
principios de EC en Aragón en la actualidad por fases a nivel re-
gional y en la sociedad.
Tal y como puede observarse en los gráficos que aporta el estu-
dio, en términos económicos, la economía circular no se consi-
dera como un factor muy relevante para Aragón en los próximos
años, pues su implantación en estos momentos es muy baja en
la comunidad autónoma.
Así, solo un 20 % de los encuestados manifestó que la relevancia
de la implantación de la economía circular, en términos econó-
micos, era muy importante, frente a un 45 % que la consideraba
medianamente importante y un 35 % que la consideraba poco o
nada relevante.
Se espera, según los expertos, que, previsiblemente, la implan-
tación de la economía circular, “no aumentará significativamen-
te en los próximos 3‐5 años en Aragón, ya que la práctica totali-
dad de los informantes manifiestan la opinión de que la economía
circular es una opción de futuro en un escenario a diez o veinte
años”. No obstante, esto no es resultado de la falta de concien-
cia ciudadana pues “algunos de los entrevistados afirman que
en Aragón existe una buena predisposición en lo que concierne
a la protección medioambiental, pero se requieren acciones diri-
gidas a la consecución de una mayor concienciación ciudadana,
y al aumento de la participación de todas las empresas y de las

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174 Ignacio Belda Hériz

administraciones públicas para lograr la implantación progresiva


de los objetivos de circularidad planteados a nivel europeo”190.
Entre los consumidores aragoneses, la opinión mayoritaria
de los entrevistados, acorde a lo que nos muestra el estudio,
“apunta a que la concienciación social y de los consumidores y
la educación en los centros educativos para los más jóvenes re-
sulta fundamental para la implantación de la economía circular
en el futuro”, por lo que, se puede asumir que, pese a que los
consumidores son conscientes de los posibles beneficios que
tendría aplicar soluciones inspiradas en la economía circular, la
falta de información y la laxitud de las Administraciones, hace
que, prácticamente, sea un fenómeno desconocido191.
De todas las cuestiones relativas a la economía circular, aque-
llas en la que los consumidores aragoneses parecen estar más
concienciados y que ganan cada vez mayor peso en la comuni-
dad autónoma son, por orden de importancia: la separación de
alta calidad de los residuos en los hogares, la economía de los
servicios (alquilar sustituye a comprar) y en el mercado de pro-
ductos de segunda mano o productos fabricados de materias
recicladas.
Pese a que, actualmente, la incidencia que la economía circular
tiene a nivel social es bastante bajo, las previsiones indican que,
en el largo plazo, será un factor muy relevante para la sociedad
aragonesa. La sociedad aragonesa considera que su región tie-
ne mucho potencial para dar el paso hacia la transición, sin em-
bargo, los encuestados afirman que no será hasta dentro de un
muy largo plazo, cuando esta se implante de manera efectiva.
BB Nivel Meso (Territorial/Administración): análisis del nivel de pe-
netración de los principios de EC a nivel territorial y en la admi-
nistración.
Para conocer la opinión pública sobre el compromiso de las
administraciones aragonesas (a nivel local y autonómico) con
respecto a la economía circular, también se les encuestó, pi-

190 Nivel de implantación de la economía circular en Aragón. Op. cit. p. 35.


191 Ibid. p. 38.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 175

diéndoles, además, que señalasen cuáles eran, a su parecer, las


principales barreras a nivel administrativo para no dar el paso y
adoptar medidas más eficaces para implantarla.
Así las cosas, la mayoría de los encuestados, un 57 %, considera
que la predisposición de las Administraciones Públicas hacia la
implantación de la EC en Aragón es poca o nula, en comparación
con un 38 % que la considera media y frente a un 5 % que conside-
ra el compromiso muy elevado.
Las administraciones aragonesas han incorporado los objetivos
medioambientales pero los principios de la economía circular
se encuentran en un estadio muy incipiente de penetración en
Aragón. Algunos de los expertos manifiestan su opinión de que
“la subsidiariedad existente entre la UE, el gobierno central y el
autonómico dificulta sin duda la consecución de algunos de los ob-
jetivos en materia de EC y medio ambiente”192. Así, los principales
problemas identificados son:
–– Los problemas derivados de las competencias autonómicas
en la materia.
–– Los límites a la implantación ligados a la regulación.
Entre las pocas políticas adoptadas en Aragón, en este senti-
do, destaca el Plan de Gestión Integral de Residuos de Aragón
(GIRA, 2014-2019), aprobado en otoño de 2013. Incluye medidas,
además de en materia de residuos193 en sectores como la pro-
ducción sostenible, el ecodiseño, sobre la política del plástico o
sobre bioeconomía.
CC Nivel Micro (Empresas): Análisis del nivel de adopción de los
principios de EC en las empresas de los sectores de mayor inte-
rés en este ámbito a través de distintas actividades para el pro-
gresivo cierre de círculos.

192 Ibid. p. 40.


193 Aragón es, tras Andalucía, la comunidad autónoma con más presencia de vertederos ile-
gales, que han sumado numerosas denuncias y que ha sido directamente señalado por la Co-
misión como una de las regiones más incumplidoras en este sentido.

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176 Ignacio Belda Hériz

En lo que concierne al ámbito empresarial, la primera conclu-


sión que se extrae es que “la idea general manifestada por los
informantes clave es que un porcentaje elevado de empresas no
conocen en detalle las actividades que la EC propugna para la pro-
ducción ni las ventajas que su introducción puede suponer a nivel
empresarial”, también ocurre que, en Aragón, “algunas empre-
sas aplican los principios de la EC, pero no enmarcan las activida-
des que realizan en la EC”. Los datos más alentadores son quizás
que, tal y como muestran las previsiones “las empresas que aún
no apliquen estos principios los irán implantando paulatinamente
a largo plazo, resultando más fácil la implantación de la EC en sec-
tores industriales y en empresas grandes”194.
En la actualidad, el nivel de introducción de los principios de eco-
nomía circular en las empresas de Aragón es bastante bajo, solo
el 14 % ha adoptado estos principios en gran medida, mientras
que el 43 % reconocía haberlo hecho “en cierta medida” y otro
43 % (cifra bastante elevada), afirmaba que no habían aplicado
ninguna medida, o lo habían hecho de manera muy escasa.
Por sectores, el tratamiento, reciclado y la valorización de resi-
duos, además del ecodiseño y la desmaterialización de los pro-
ductos, consideran actividades relevantes para las empresas
de Aragón. Sin embargo, la utilización de materias primas to-
talmente recicladas para la fabricación o las soluciones de sim-
biosis industrial se consideran menos relevantes en Aragón en
estos momentos.
Las principales barreras para la implantación de la economía cir-
cular en las empresas de Aragón, ordenadas por orden de re-
levancia, según las consideraciones de los propios empresarios
son:
–– Dificultad para obtener la financiación.
–– Aumento de costes no valorado por los consumidores.
–– Falta de estándares homogeneizados.
–– Dificultad de abastecimiento de materiales reciclados.

194 Op. Cit., pág. 45.

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 177

–– No hay presión de los stakeholders195.


–– Falta capacitación, en lo que a recursos humanos se refiere.
Los principales incentivos que los empresarios consideran nece-
sario potenciar, por orden de relevancia, son:
–– Las subvenciones.
–– Campañas de concienciación para el empoderamiento del
consumidor.
–– Organizar sistemas de intercambio de materiales reciclados.
–– Compra verde y fomento de materiales reciclados.
–– Reconocimiento de buenas prácticas.
–– Ayudas a la formación especializada196.
DD Conclusiones:
A través del análisis de los principales indicadores selecciona-
dos, los expertos consideran que la relevancia de la economía
circular en la comunidad autónoma es bastante limitada en es-
tos momentos en términos socioeconómicos. Se estima que
aproximadamente el 5,85 % del volumen de negocio de todos
los sectores industriales de Aragón está actualmente vinculado
a algunas de las actividades planteadas hacia la circularidad en
la UE, un 9,5 % de los empleos en Aragón están relacionados con
la economía circular, y el 5,8 % de la compra de materias primas
se realiza para desarrollar este tipo de actividades, lo que hace
presagiar una potencial mejora en este sentido en los próximos
años y, las previsiones indican que cada vez se van a ir adoptan-
do más medidas en este campo.
La conclusión final es, en definitiva, que se necesitan tomar mu-
chas medidas para fomentar la economía circular en Aragón

195 Lo componen los trabajadores, organizaciones sociales, accionistas y proveedores, entre


muchos otros actores clave que se ven afectados por las decisiones de una empresa.
196 En este sentido, destaca la colaboración de algunas instituciones públicas y privadas en
Aragón, donde se imparte una de las pocas formaciones específicas en economía circular en
nuestro país, el Máster en Economía Circular Aplicada, desarrollado por la Cámara de Comercio
e Industria de Zaragoza y la Universidad San Jorge.

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178 Ignacio Belda Hériz

pues, aunque los datos analizados indican que el camino que se


está siguiendo es el correcto, los avances se producen muy des-
pacio y las previsiones de mejora son a muy largo plazo.
Es por eso que, en el resumen ejecutivo sobre la situación de la
economía circular en Aragón, se proponen una serie de medi-
das para que las distintas administraciones aragonesas ayuden
en el proceso de transición, entre las que podemos destacar las
siguientes197:
–– Medidas dirigidas a consumidores: Campañas de conciencia-
ción, especialmente en el ámbito doméstico, protección de
los consumidores, fomentar la compra verde, promover los
servicios de reparación y mantenimiento, puesta en marcha
de sistemas logísticos de recogida de residuos domésticos.
–– Medidas para realizar en el producto:
• Medidas en el diseño del producto: promoción de la
eco-innovación y el eco-diseño; desarrollo de están-
dares voluntarios, fomento de la auto-regulación…
• Medidas en las características del producto: Diseñar
y fabricar productos para alargar su vida útil; aumen-
tar la disponibilidad de información para la repara-
ción de productos, mayor disponibilidad de los re-
cambios…
• Medidas en los procesos productivos: promover la
colaboración público-privada; identificar y promover
las buenas prácticas, identificar estándares mínimos
para la mejora de la eficiencia de los recursos en los
procesos; mejoras tecnológicas…
• Medidas en otros aspectos del producto: valoración
del impacto de los costes de fabricación, facilitar la

197 Las medidas propuestas son muchas, por ello aquí solo se mencionarán algunas, pero,
para completar información, por si pudiera resultar de interés, en el siguiente enlace se puede
acceder a este informe: https://www.aragon.es/estaticos/GobiernoAragon/OrganosConsulti-
vos/ConsejoEconomicoSocialAragon/Areas/Publicaciones/ESTUDIOS/2017/Economia_circular_
Resumen_ejecutivo.pdf

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Capítulo ii: La Unión Europea y la economía circular 179

innovación, valoración del impacto en la cadena de


valor…
–– Incentivos para la promoción de la EC a nivel regional: In-
centivos públicos (garantías o avales), apoyo al desarrollo de
proyectos de economía circular, apoyo a procesos de sim-
biosis, actualización tecnológica de las pymes… Ejemplos de
empresas que han adoptado Ejemplos de empresas que han
adoptado medidas de economía circular y sus resultados.
Ejemplos de empresas que han adoptado medidas de econo-
mía circular y sus resultados.

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Capítulo 3
Algunos casos de éxito
Ejemplos de empresas que han adoptado
medidas de economía circular y sus resultados

Para concluir, una vez que ya conocemos en qué consiste la econo-


mía circular y qué hace la Unión Europea para promocionarla, es decir,
la visión teórica de la economía circular, solo nos resta saber los resul-
tados que se están obteniendo gracias a ella, las nuevas oportunidades
de negocio que está generando y la forma en la que está ayudando a
paliar realmente todos aquellos problemas medioambientales, econó-
micos y sociales de los que se alertaba al principio, desde un punto de
vista práctico, esto es, a través de casos de éxito de empresas que han
optado por desarrollar políticas económicamente sostenibles, creando
productos biológicamente inspirados o adoptando cualquier otra me-
dida relacionada con la economía circular
Antes de comenzar a desarrollar estos casos de éxito, quiero acla-
rar que en ningún caso tengo un interés particular en ninguno de ellos,
simplemente, tras realizar las labores de investigación pertinentes,
he ido descubriendo casos interesantes de miles empresas que han

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182 Ignacio Belda Hériz

optado por este tipo de alternativas de muy diversas maneras (bio-


mímesis, diseño industrial, economía azul, economía colaborativa, re-
utilización y reciclaje, etc.), que resultan de gran ayuda para mostrar
al lector, de una manera distinta, las consecuencias que trae consigo
la aplicación de la economía circular. Entre esos miles de empresas he
seleccionado aquellas que me han resultado más interesantes por di-
ferentes motivos, ya sea por su grado de innovación, su contribución
al medio ambiente, su localización geográfica o su actividad econó-
mica, pero, evidentemente, hay muchísimos otros que, igualmente,
resultan tremendamente interesantes.
1. Ecoalf: Proyecto “Upcycling the Oceans”. La basura marina como
materia prima
Según su fundador, Javier Goyeneche: “Ecoalf surge en 2009 de mi
frustración por el uso excesivo de los recursos naturales del mundo y la
cantidad de residuos producidos por los países industrializados. El obje-
tivo era fabricar la primera generación de productos de moda realizados
con materiales reciclados de la misma calidad, diseño y propiedades téc-
nicas que los mejores productos no reciclados. Demostrando que no es
necesario seguir abusando de los recursos naturales del planeta de una
forma indiscriminada”198.
Ecoalf199, a través de su fundación, colabora en el proyecto “Up-
cycling the Oceans” (creado en 2015), que desarrolla en España (jun-
to con Ecoembes) y en Tailandia (junto con el Ministro de Turismo del
gobierno de Tailandia y el CEO de PTT Global Chemical), que tiene por
objetivo limpiar los océanos de los recursos que han sido desechados
en ellos para su posterior reutilización. Durante el primer año, 2016, se
recuperaron más de 180 toneladas de residuos con la colaboración de
más de 450 barcos pesqueros de arrastre en 32 puertos pesqueros del
mediterráneo (repartidos en 5 zonas de gestión). Tras la recogida de
la basura marina, esta se deposita en plantas de reciclaje, donde, tras
un proceso innovador y sofisticado, conocido como polimeración, se
crea un filamento continuo, respetando las condiciones de pureza re-
queridas por Ecoalf. El hilo obtenido, se utiliza para producir telas con

198 Esta es la propia descripción que aparece en el portal web de la empresa.


199 https://ecoalf.com/es/

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Capítulo iii: Algunos casos de éxito 183

propiedades y diseño de la misma calidad que los materiales no recicla-


dos de primera línea y, con ellos, la empresa fabrica distintos tipos de
productos textiles y de calzado: abrigos, camisetas, bolsos, zapatillas...
siendo esta la actividad principal de la empresa.
Ecoembes, por su parte, participa en esta iniciativa para fomentar
la recuperación de materiales como el film, el acero o el aluminio y
transformarlos en todo tipo de materias primas.
Su proyecto en Tailandia aún está en desarrollo, pero aspiran, de
aquí a 2019, a colaborar con las autoridades y otras instituciones para
coordinar esfuerzos entre ellos, agentes locales, turistas y ciudadanos
a fin de concienciar sobre la problemática de la basura marina y em-
prender acciones similares a las que desarrolla en el Mediterráneo.
Su éxito le ha llevado a colaborar con multinacionales de la talla de
Swatch (para quién diseña sus nuevos uniformes 100 % fabricados con
tejidos reciclados de 40 807 botellas de plástico recuperadas, ahorran-
do 30 millones de litros de agua gracias a la utilización de materiales
regenerados), con Apple (para quien diseña una colección exclusiva de
fundas sostenibles para ordenadores portátiles que estuvo presente
en las 300 tiendas insignia de la marca alrededor de todo el mundo) o
con Barneys NY (para quien desarrolló una edición limitada y exclusiva
de maletines para la temporada primavera/verano 2013, realizada con
nylon 100 % reciclado de redes de pesca abandonadas.). También, con
los posos de café molido que son recogidos diariamente (cuando toda-
vía están húmedos) por S. Café® de diversas cadenas de restaurantes
y tras varios procesos se consigue crear igualmente hilo, con el que
Ecoalf va a empezar a comercializar abrigos y anoraks (calculan que 20
tazas de café corresponden a un metro de tejido).
Sus beneficios le han permitido, abrir, además de su tienda online,
una tienda en Madrid y otra en Berlín, con la consecuente generación
de empleo que conlleva, además, le han valido numerosos reconoci-
mientos, como Premio Europeo de Medio Ambiente en 2014, el Premio
Nacional de la Moda, que entregó la propia reina Letizia, o el Premio
BID14-4ª Bienal Iberoamericana de diseño.
De este modo, a través de las botellas de plástico, el algodón re-
ciclado, neumáticos, redes de pesca o los posos del café, recogidos
del mar o de otro lugar, la empresa consigue crear tejidos sostenibles

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184 Ignacio Belda Hériz

que transforma en una gran variedad de productos, lo que, además


de generar los beneficios propios del negocio y empleo, contribuye al
desarrollo sostenible del planeta y a solucionar uno de los grandes pro-
blemas que amenazan al medio ambiente en la actualidad. Es, sin duda,
un gran ejemplo de economía circular.
2. Parque ecoindustrial de Kalundborg, Dinamarca. Ejemplo de ecolo-
gía industrial
Kalundborg es una ciudad del norte de Dinamarca con unos 20 000
habitantes que desde los años 60 se convirtió en un centro industrial
de gran importancia para el país gracias a la configuración de un par-
que ecoindustrial200 a gran escala en su región; este hecho le ha mere-
cido un reconocimiento como paradigma urbano de productividad. En
el parque de Kalundborg se encuentran muchas de las empresas da-
nesas más importantes, que dan trabajo, en conjunto, a más de 8 000
personas.
El principio de la innovación ecológica en Kalundborg es sencillo:
controla la complejidad de las actividades industriales de la región or-
denando las empresas en una estructura similar a la de una cadena ali-
menticia, de este modo, la ciudad se concibe como una unidad com-
puesta por relaciones orgánicas, las cuales abarcan una gran variedad
de especies que interactúan con los recursos materiales disponibles.
El funcionamiento del complejo como ejemplo de cadena alimenta-
ria, funciona de la siguiente manera:
• En el eslabón de los productores, la planta eléctrica ASNAES
vende vapor a la refinadora STATOIL y a la planta farmacéutica
NOVODISK. El calor obtenido de los generadores de esta última
se usa para la calefacción de edificios en la ciudad, así́ como para
calentar invernaderos y granjas acuícolas. La refinería STATOIL
vende gas combustible y agua de enfriamiento a la planta eléc-
trica ASNAES, y el azufre que produce se envía a la planta de
ácido sulfúrico de KEMIRA.
• En el segundo eslabón, el de consumidores primarios, la indus-
tria de paneles de cartón yeso GYPROC utiliza el sulfato de calcio

200 http://www.symbiosis.dk/en/ y https://www.youtube.com/watch?v=1yCYGOxnpSY

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Capítulo iii: Algunos casos de éxito 185

enviado por la planta eléctrica ASNAES y el gas combustible de


la refinería STATOIL para la fabricación de paneles. Por último, la
planta farmacéutica NOVODISK genera un lodo biológico que es
usado como fertilizante en las granjas, y la mezcla de levadura
en la producción de insulina se utiliza como suplemento para
alimentar cerdos.
De esta manera, como se puede observar, los subproductos de
unas empresas sirven como materia prima de otras o, incluso, de la
propia ciudad (cada output de una se convierte en el input de otra).
En el complejo industrial, las empresas están situadas estratégicamen-
te para que las materias fluyan de unas a otras con mayor facilidad y
rapidez, en perfecta simbiosis, por lo que se optimizan los recursos y
procesos. La reducción de costes ha sido asombrosa y gracias a esta
cooperación las ventajas económicas y los beneficios se han incremen-
tado, inspirándose en el comercio sensato y respetando el medio am-
biente.
3. Vigga. La reutilización como recurso
Se calcula que, de media, todos los meses los padres se gastan más
de 200 € en comprar ropa para sus bebés, pues, al ritmo que crecen es-
tos, la ropa que usan pronto se les queda pequeña y hay que renovarla.
Vigga201 es una empresa danesa de Kastrup, en Copenhague, fundada
por Vigga Svenson quien, consciente de este problema, ha decidido
crear una innovadora e inteligente solución. La firma diseña ropa or-
gánica (con algodón y lana, sin ningún tipo de químicos y fácilmente
reciclable) y reutilizable, la cual comercializa de una manera muy dife-
rente: es necesario suscribirse en su página web y, por 48 € mensuales,
envía a sus clientes una bolsa con entre 15-20 piezas de ropa que, una
vez se le quedan pequeñas al bebé, devuelven a la empresa, la cual
les facilita otra bolsa con ropa de tallas más grandes y, así, sucesiva-
mente. Cuando la ropa vuelve a la empresa realizan una inspección de
calidad (los clientes tienen que comprometerse a devolver las prendas
en buen estado) y después realizan un lavado en una lavandería eco-
lógica, para poder ser enviadas a otra nueva familia, hasta un total de
cinco familias.

201 https://vigga.us/in-english/

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186 Ignacio Belda Hériz

Se necesitan en torno a 3 000 litros de agua para fabricar un pija-


ma de bebé (el equivalente al agua que una persona puede consumir
en un mes), y en su fabricación se emite alrededor de siete kg de CO2
(el equivalente al que emite un coche tras ser conducido durante 55
km), al reutilizar estas prendas por parte de cinco familias distintas, el
consumo de agua y la reducción de CO2 se calculan en un 80 %. Desde
su Fundación, en 2015, hasta mayo de 2017, Vigga ha hecho circular al-
rededor de 100 000 piezas de ropa, logrando un ahorro de 7,5 millones
de litros de agua y reduciendo las emisiones de CO2 en siete toneladas.
La ropa más sostenible es la que ya existe.
Esta empresa surgió debido al compromiso de la empresaria por,
en palabras de esta: “acabar con este sistema insostenible de usar y tirar
y crear una sociedad más justa”. El ahorro económico para las familias
es brutal (y la ropa de bebé no es precisamente barata), así como tam-
bién el ahorro de los recursos que se necesitan para su fabricación.
Además, representa la clara idea de un sistema de economía colabora-
tiva donde, disponer, en este caso, es mejor que poseer, fomentando
la compartición de bienes entre la sociedad. Es un clarísimo ejemplo de
economía circular y, por ello, la empresa ha recibido numerosos pre-
mios, entre los que destacan el Danish Design Awards for Outstanding
Service en 2017, o el Sustainia Award for best fashion solution en 2015,
en la COP21 de París. Está certificada como orgánica y socialmente sos-
tenible tanto por la Global Organic Textile Standard (GOTS) como por
la etiqueta ecológica Nordic Swan.
4. El Centro para la Investigación Interactiva sobre Sostenibilidad de la
Universidad de Columbia Británica. Ejemplo del diseño regenerativo
El Centre for Interactive Research on Sustainability202 de la Universi-
dad de Columbia Británica, en Vancouver, Canadá, es un proyecto de
Perkins + Will inaugurado en noviembre de 2011 que aplica los innova-
dores conceptos del diseño regenerativo y ha hecho de un edificio un
verdadero ecosistema en el que se autoalimentan todos y cada uno de
los materiales entre sí.
El edificio está construido prácticamente sin usar hormigón ni
acero estructural, dos materiales que generan una huella estructural

202 http://cirs.ubc.ca/

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Capítulo iii: Algunos casos de éxito 187

muy elevada. La mayor parte del interior del edificio está construida
con madera de pino desechada. Como la madera es un material alta-
mente inflamable, el propio edifico cuenta, además de con aislado-
res especiales, con un sistema antiincendios, el cual obtiene el agua
de una cisterna subterránea que se alimenta con el agua de lluvia, al
igual que el resto de la estructura (incorpora sistemas de recogida
y tratado del agua de lluvia que cubren al 100 % las necesidades del
edificio).
La instalación, de 5 574 metros cuadrados, está preparada para
maximizar la exposición de las paredes exteriores a la luz solar y al
aire fresco, pues los ventanales están dispuestos de tal manera que
iluminan todo el edificio los días de sol y, en verano, gracias a una gran
cubierta vegetal proporciona también sombra. Esta cubierta vegetal,
denominada “pared viva” sirve, además, para albergar especies de pá-
jaros, insectos y otros animales. El jardín exterior se riega con agua de
tormenta que es medida gracias a un embalse por goteo y que final-
mente va a desembocar a un acuífero subterráneo, donde se almacena
el agua para ser posteriormente utilizada para otros fines.
El jardín interior está formado por tanques con plantas que absor-
ben y procesan naturalmente los desechos generados en los baños del
edificio. El agua procesada sirve para irrigar tanto la pared viva como el
propio jardín interior.
Dispone de paneles fotovoltaicos en las fachadas este y sur que
permiten cubrir parte de la demanda energética del edificio. El resto
es recolectado del exceso energético de un edificio cercano, que es
convertido en energía en una pequeña central geotérmica. El total de
los residuos del edificio son reciclados in situ.
El edifico evita la emisión de 600 toneladas de CO2, que son rete-
nidas por la madera, y ha reducido las emisiones del campus en 150
toneladas anuales; reduce el consumo anual de energía del campus en
275 megavatios por hora; tiene la capacidad diaria para purificar 2 300
litros de agua y se calcula que desde 2013 ha recolectado 100 000 litros
de agua de lluvia.
Es el ejemplo perfecto para demostrar que la economía circular
también se pude aplicar en el mundo de la construcción, la arquitectura
o la ingeniería.

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188 Ignacio Belda Hériz

5. PharmaMar y YONDELIS, soluciones farmacológicas contra el cán-


cer de ovario gracias a la biomímesis
PharmaMar203 es una multinacional española de origen gallego, aun-
que con sede en Madrid, centrada en oncología y comprometida con la
investigación y desarrollo que se inspira en el mar para el descubrimien-
to de moléculas con actividad antitumoral. Es una compañía integrada
que busca productos innovadores para dotar de nuevas herra­mientas
a los profesionales sanitarios para tratar el cáncer.
El mar, además de cubrir el 70 % de la superficie del planeta, alberga
el 80 % de los seres vivos. A lo largo de millones de años, la evolución
ha permitido que los organismos marinos desarrollen una variedad de
sustancias con actividad biológica, que utilizan como mecanismos de
supervivencia, defensa, ataque y comunicación.
Explorar la biodiversidad del mar nos ayuda a entender, por ejem-
plo, cómo determinados organismos pueden resistir a temperaturas y
presiones extremas, o cómo el hecho de crecer sin luz puede ser usado
para desarrollar nuevas enzimas industriales o farmacológicas. Investi-
gar y emular estos organismos y sus procesos, por tanto, ofrece innu-
merables oportunidades para desarrollar fármacos.
A su vez, desarrollar estas investigaciones nos permiten darnos
cuenta del impacto que la actividad humana, incluso en la superficie
terrestre, tiene sobre la superficie marina, por lo que nos hace con-
cienciarnos, no solo de los beneficios que los ecosistemas marinos nos
están brindando, y el gran potencial que todavía está sin explorar, sino
también de cómo, por nuestras malas políticas y actividades, podemos
perjudicar dicho ecosistema que no afecta exclusivamente a los orga-
nismos que allí viven, también puede hacernos perder todas esas posi-
bles soluciones farmacológicas que podrían ser la respuesta a muchas
de las enfermedades que, hoy por hoy, aún no tienen cura.
Así las cosas, Pharmamar consiguió desarrollar el antitumoral YON-
DELOS® (trabectedina), que en origen obtenían de la especie marina de
los Urocordados o tunicinos, así llamados por estar cubiertos por una
túnica de secreción, la cual está formada por una secreción ectodérmi-

203 https://www.pharmamar.com/es/sobre-pharmamar/

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Capítulo iii: Algunos casos de éxito 189

ca gelatinosa de tunicina (una especie de celulosa), el compuesto del


cual se obtiene el medicamento.
Actualmente se ha conseguido sintetizar industrialmente el fárma-
co, emulando los procesos de la especie animal y se ha convertido en el
primer fármaco de origen marino aprobado en Europa para dos indica-
ciones en cáncer: sarcoma de tejidos blandos y cáncer de ovario. Está
disponible en casi 80 países y está presente en los principales merca-
dos oncológicos: Estados Unidos, Europa y Japón.
En PharmaMar se lleva a cabo un programa de investigación, que
conlleva distintas etapas, para el descubrimiento y desarrollo de nue-
vos compuestos antitumorales y conseguir sintetizarlos de manera in-
dustrial, de forma que se puedan producir a gran escala. Además de
Yondelis, tienen muchos otros fármacos de similar origen. Para conse-
guir los medicamenos, PharmaMar desarrolla varias fases:
• En una primera fase se recolectan los organismos marinos, prin-
cipalmente invertebrados, se estudia su taxonomía y se inicia la
evaluación de su actividad biológica en células tumorales, (ac-
tualmente cuentan con la mayor colección de organismos mari-
nos del mundo, con aproximadamente 200 000 muestras entre
macroorganismos y microorganismos).
• En la segunda fase, se aísla y determina la estructura química de
la sustancia responsable de la actividad y diseñan un proceso de
síntesis química para producirla mediante un proceso que pue-
de ser industrializado. A continuación se define la fórmula far-
macéutica del nuevo compuesto, que se administra en modelos
animales, para ver tanto su eficacia en distintos tumores como
sus efectos secundarios. Si los resultados de estos estudios son
positivos, se inicia la investigación en pacientes con cáncer.
La empresa, gracias a su trabajo, ha recibido numerosos premios,
entre los que destacan el Premio Nacional de Innovación y Diseño 2011
a la internacionalización, o el Premio Elsevier Galien a “Mejor medica-
mento del año” para Yondelis®, en 2009.
Los organismos vivos, tras millones de años de evolución, han sa-
bido adaptarse a cambios y desarrollar mecanismos de supervivencia
de los que podemos y debemos aprender. Proteger e investigar estos

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190 Ignacio Belda Hériz

organismos vivos nos ofrece soluciones tan necesarias como los anti-
tumorales contra el cáncer y, además de mejorar nuestra calidad de
vida, amplía nuestros conocimientos.
6. Un ejemplo cercano: el caso de SAICA
En este caso, se va a exponer el caso de una de las empresas ara-
gonesas más conocidas, como es la multinacional zaragozana S.A In-
dustrias Celulosa Aragonesa (SAICA), que lidera el sector en España
y es el tercer actor más destacado de este mercado a nivel europeo,
generando 9 000 empleados, fabricando 2,5 millones de toneladas de
papel anuales y facturando más de 2 500 millones de euros. La com-
pañía tiene como objeto principal desarrollar y producir “soluciones
sostenibles para el embalaje de papel y cartón ondulado y su posterior
recuperación”.
Según Greenpeace, “la industria del papel se ubica al tope del ranking
en materia de uso de recursos naturales y generación de contaminantes,
todo para fabricar un producto que es usualmente descartado inmedia-
tamente. El papel alcanza cerca del 40 % del total de los residuos sólidos
urbanos en algunos países industrializados. A pesar de la modernización
de sus procesos industriales, la demanda de tierras para plantaciones, el
uso intensivo de recursos de agua, los volúmenes de descargas líquidas,
sus emisiones gaseosas y residuos sólidos hacen de esta industria un peli-
gro que se expande en todas las regiones del planeta”204.
De esta manera, para evitar contribuir a ese despilfarro, SAICA, ha
revolucionado la industria del papel y ha conseguido, a través de la in-
novación tecnológica, optimizar los recursos, reducir el uso de agua en
la fabricación de papel y valorizar los recursos. SAICA sigue un proce-
so para desarrollar su actividad por el cual, en primer lugar, recupera,
a través de su sección de medio ambiente, NATUR, papel, plástico y
cartón en los diferentes lugares donde está presente, posteriormente
recicla el material recuperado y, así, finalmente, reduce la cantidad de

204 Greenpeace Argentina (2006). El futuro de la producción de celulosa y las técnicas de


producción más favorables para el medio ambiente. Campaña tóxicos. p.1. Disponible en:
http://www.greenpeace.org/argentina/Global/argentina/report/2006/4/el-futuro-de-la-pro-
ducci-n-de.pdf [Consultado el 5 Oct. 2017].

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Capítulo iii: Algunos casos de éxito 191

materia prima necesitada. Es un proceso circular que está en constante


funcionamiento.
La empresa, en definitiva, gestiona conforme a la legislación vigen-
te la totalidad de los residuos generados en los procesos productivos
de sus clientes. Instala aquellos equipos que faciliten la segregación y
disposición de los mismos, para posteriormente, trasladarlos mediante
su propio servicio de transporte al lugar donde reciben el tratamien-
to más adecuado. De este modo, ha ido evolucionando a lo largo del
tiempo sus sistemas de fabricación, pasando de la celulosa al papel re-
ciclado, incorporando plantas de cogeneración en sus instalaciones, in-
corporando plantas de tratamiento de aguas de proceso en las que se
produce biogás, aprovechando ese biogás para producir electricidad y
vapor y utilizando los residuos de las fábricas para producción eléctrica
en la Planta de Valorización Energética205 (ha conseguido una valoriza-
ción energética del 94 %).
Uno de sus proyectos más destacados es Natur Cycle Plus, pione-
ro a nivel europeo, que cuenta con una financiación de 11 millones de
euros (parte de ellos procedentes del BEI), en relación al reciclaje del
polietileno de baja densidad.
Este proyecto se lleva a cabo en la planta que recientemente se
ha abierto en la localidad zaragozana de El Burgo de Ebro, y consiste
en producir, a través de diferentes procesos de control, una granza
(material plástico obtenido de los materiales reciclados, normalmente,
en forma de gránulos), de altas prestaciones, capaz de sustituir a la
granza virgen (derivada del petróleo) y con un alto grado de procesa-
bilidad. Esta granza se utiliza, posteriormente, para la creación de solu-
ciones de embalaje flexible como los films plásticos para el paletizado
o la agrupación de botellas en packs de varias unidades, entre otros
productos. La fábrica produce anualmente 13 000 toneladas de esta
granza homogénea.
Este proyecto cuenta con la certificación europea EuCertPlast en
reciclaje de rLDPE post-consumo. Lo cual significa que la empresa pue-
de utilizar la ecoetiqueta ‘Blue Angel’, que distingue a los productos

205 La valorización energética es un proceso que minimiza el volumen de los residuos median-
te su combustión y aprovechando la energía que genera este proceso, para producir vapor y
electricidad.

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192 Ignacio Belda Hériz

con baja incidencia medioambiental en su ciclo de vida, y que acredita


que esta planta cumple con un elevado nivel de exigencia y calidad en
transparencia y trazabilidad del residuo postconsumo.
La multinacional aragonesa lleva también, desde el año 2003, cola-
borando en un proyecto de co-innovación con diferentes cadenas de
supermercados, logrando el “vertido cero”. Esto significa que todos
los residuos generados durante este tiempo en algunos hipermerca-
dos de las cadenas con las que colabora, han pasado directamente a
procesos de valorización y tratamiento sin necesidad de recurrir a un
vertedero, reintroduciendo en el círculo productivo numerosos mate-
riales que hasta ahora eran desechados al vertedero. De esta forma, se
consigue que el cartón se convierta de nuevo en papel reciclado con
el que fabricar nuevas cajas; el polietileno de baja densidad, en granza
que puede utilizarse en sus embalajes; los deshechos inertes, en CSR
(Combustible Sólido Recuperado) para su posterior valorización ener-
gética, y la basura orgánica tanto en compost como en energía.
7. Producción y comercialización de energía 100  % renovable: Som
Energia
Som Energia206 es una cooperativa de consumo de energía renova-
ble que nació en Gerona en el año 2010. Su principal función es la de
producir y comercializar energía 100 % renovable, además, también de-
sarrolla y participa en proyectos de generación de energía renovable.
En 2010, cuando empezó sus andadas, eran solo 150 socios y, a día
de hoy, son casi 43 000 que han suscrito más de 66 000 contratos. Para
contratar los servicios es necesario (al ser una cooperativa) hacerse so-
cio de la entidad (pudiendo contratar tantos servicios como deseen),
aportando una única vez 100 € (que le serán devueltos al socio en caso
de abandonar la cooperativa), todas las inversiones de Som Energia se
basan en las aportaciones de aquellos socios que quieran convertirse,
colectivamente, en productores de energía renovable.
El destino de las aportaciones son proyectos renovables, propiedad
de la cooperativa, con el objetivo final de cubrir la totalidad de la de-
manda de energía eléctrica de sus socios y clientes. Así, la cooperativa

206 https://www.somenergia.coop/es/

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Capítulo iii: Algunos casos de éxito 193

tiene en marcha ya ocho proyectos que están totalmente operativos


y produciendo energía, construidos, adquiridos, financiados y/o man-
tenidos por esta (a veces en colaboración con otras entidades), como
por ejemplo, una planta fotovoltaica de 2,16 MW en Alcolea del Río
(Sevilla), con una producción anual estimada de 3 382 296 kWh/año
(equivalente al uso eléctrico de 1 360 familias); una planta de biogás de
500 kW en Torregrossa (Lérida), con una previsión de producción: 2,2
GWh (equivalente al consumo anual de 880 hogares); o, más reciente-
mente, una central hidroeléctrica de 1 MW en Peñafiel (Valladolid), con
una previsión de producción de 1 400 000 kWh/año (equivalente al uso
eléctrico de 560 hogares aproximadamente), para la que consiguieron,
en un tiempo récord de 2 horas, los 800 000 € que necesitaban para
la inversión. También tienen otros cuatro proyectos en marcha, por
diversas partes de España, que se encuentran en diferentes fases de
implantación.
Actualmente, generan 10 GWh/año gracias a sus instalaciones. Esta
producción representa el volumen de electricidad que usan aproxima-
damente 4 000 hogares de sus socios/as y clientes. Su objetivo es lle-
gar a cubrir el 100 % de las necesidades de sus clientes exclusivamente
con sus proyectos propios, para lo que trabajan en la construcción de
nuevos proyectos. Para el resto de clientes a los que no pueden satis-
facer con sus propios proyectos, Som Energia compra la energía que
consumen sus socios en el mercado mayorista eléctrico, asegurándose
de que sus proveedores cuenten con certificados de garantía de origen
que avalen una producción de energía de fuentes 100 % renovables. El
suministro de electricidad se realiza utilizando la red eléctrica existente
(lo que garantiza el suministro). El coste de los peajes de transporte se
ven reflejados en la factura de los socios. Som Energia ha sido etique-
tada como comercializadora verde (100 % renovable) según el procedi-
miento anual de certificación que realiza la CNMC (Comisión Nacional
de los Mercados y la Competencia) de las comercializadoras.
Las ventajas que tiene contratar estos servicios con respecto a las
grandes compañías eléctricas es que las tarifas que ofrecen, en cuya
determinación participan los socios, son fijas, por lo que no se produ-
cen subidas repentinas en el precio de la luz, por ejemplo; además, no
hay ningún ánimo de lucro por lo que los beneficios se revierten en la

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194 Ignacio Belda Hériz

propia compañía, ni tampoco existe ningún tipo de sobrecoste por pa-


gar energía renovable certificada.
Potenciar el desarrollo de las energías renovables es uno de los
objetivos principales de la economía circular, por ello, iniciativas tan
exitosas como la de Som Energía, que no solo permiten suministrar
este tipo de electricidad, sino financiar proyectos para lograr el auto­
abastecimiento y la producción de más energías renovables, a través
de un modelo cooperativo y colaborativo, son un ejemplo perfecto de
cómo, gracias a la EC, es posible cambiar nuestro modelo de produc-
ción y consumo que permita, no solo responder a nuestras necesida-
des, sino también a garantizar la perdurabilidad de nuestros recursos
y ecosistemas.
8. Mint 57º: Viajar por el mundo minimizando nuestra huella ecológica
El avión es el medio de transporte que más gases de efecto inverna-
dero (GEF) emite a la atmósfera, y así, la aviación es responsable, por sí
sola, de la emisión de alrededor del 2,5 % del total de las emisiones de la
UE de GEF (y a nivel mundial el porcentaje es similar)207. Aunque no es
muy significativo, comparado con otros medios de transporte, como
los automóviles que, debido a su gran uso, son responsables de más
del 50 % de las emisiones, cada vez que se realiza un trayecto en avión
se emiten de golpe grandes cantidades de gases contaminantes que
contribuyen al cambio climático y al calentamiento global y, teniendo
en cuenta que se espera un incremento del 64,5  % del tráfico aéreo
comercial de aquí a 2034208, las emisiones de CO2 a costa de la aviación
y del turismo internacional también van a aumentar de manera propor-
cional.
En este panorama es en el que nace Mint 57º209, una agencia de
viajes que nace con una filosofía: “explorar las bellezas naturales y cul-
turales de nuestro planeta mientras realizamos acciones concretas para
minimizar el impacto de nuestra presencia en la naturaleza y devolverle,

207 Ibrahim Perera, A. (2008). Las emisiones de CO2 en la aviación comercial. atc magazine, 58,
pp.19-21.
208 Análisis del Crecimiento Mundial de la Aviación Comercial - One Air. [online] One Air. Disponi-
ble en: https://www.oneair.es/crecimiento/ [Consultado el 18 Ene. 2018].
209 https://mint57.com/

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Capítulo iii: Algunos casos de éxito 195

en la medida de lo posible, lo que ella nos regala”. 57 grados Fahrenheit


(14 ºC), es la temperatura ideal para que se produzca la vida en la Tierra
y, de ahí que esta agencia de viajes haya adoptado su nombre, pero no
solo de manera simbólica, sino que, como compromiso con su filosofía,
se han propuesto un reto: ayudar a reducir los efectos nocivos que,
sobre el medio ambiente, genera cada uno de los viajes que organizan.
De este modo, para paliar los efectos de las emisiones de CO2 que cada
viajero genera al utilizar los diferentes medios de transporte (especial-
mente el avión) durante su viaje, y compensar su huella ecológica, fi-
nancian proyectos de energías renovables, conservación ambiental,
gestión de recursos o de eficiencia energética, destinando una parte
del dinero que ingresan por organizar los viajes para ello. Actualmente
financian un proyecto para instalar placas solares en España, invirtien-
do 10 € por cada viajero (suelen organizar viajes en grupo, con una me-
dia de 8 personas, y nunca superior a 12).
Aunque realizar viajes en avión nunca es 100 % sostenible, lo que
pretende Mint 57º es, en definitiva, compensar, de alguna manera, el
perjuicio ecológico que han generado con su actividad, y evitar que la
temperatura media de la Tierra aumente muy por encima de los 57 ºF.
Esta idea enlaza con la teoría del capitalismo natural, que se explicó
en su momento, que en uno de sus principios (el cuarto), defendía la
idea de “reinvertir en capital natural”, para reponer los ecosistemas del
planeta.
Además de financiar dichos proyectos, Mint 57º también fomenta el
turismo de naturaleza, organizando en ella actividades con un bajo im-
pacto ambiental, y trabaja con empresas, comunidades e instituciones
locales de los lugares donde envían a los turistas, garantizando que los
ingresos generados por los viajeros reviertan exclusivamente en bene-
ficio de las economías locales y no en el de grandes compañías multina-
cionales, facilitando la estancia en pequeños alojamientos de gestión
familiar, campamentos o, a más alto nivel, eco-hoteles o eco-resorts
que realicen actividades de sostenibilidad ambiental. La idea es que los
viajeros se introduzcan en la sociedad, cultura y naturaleza de los lu-
gares que visiten y que contribuyan a su desarrollo económico y a su
conservación ambiental. Esto hilvana con los pilares de “ecología so-
cial” y “ecología cultural” de la economía del rendimiento, al favorecer
un modelo económico basado en la cooperación y en el respeto a los

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196 Ignacio Belda Hériz

derechos humanos, así como también ayuda, en cierto modo, a expor-


tar la economía circular a otros lugares, pues, a medida que crezca la
oferta de estos servicios (que radica, fundamentalmente, en el turismo
de naturaleza y en el deseo de conocer otras culturas, al mismo tiem-
po), también lo hará la demanda.

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Conclusiones

Como conclusión, me gustaría incidir, de manera resumida, en los


principales motivos por los que la economía circular es el nuevo para-
digma económico que está llamado a revolucionar, no solo el modelo
económico, sino todo nuestro desarrollo como sociedad, tal y como lo
venimos contemplando desde hace siglos.
La principal razón de la economía circular, tal y como se ha ido plas-
mando a lo largo de todo el libro, es la transformación de nuestro siste-
ma de producción y consumo a través del establecimiento de diferentes
políticas, en los diferentes estadios de la vida de un producto –desde
la extracción de los materiales que se van a utilizar en su fabricación
hasta el momento en el que el producto en sí es desechado–, que tien-
dan a generar un ciclo constante en el que todos y cada uno de estos
estadios se retroalimenten y complementen, de tal manera que no se
pierda nunca el valor de las distintas materias primas empleadas, con-
siguiendo que estén siempre en constante circulación en el mercado.
Generando este círculo, además, se consigue generar riqueza y se pue-
de hacer frente a algunos de los retos más importantes que amenazan

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198 Ignacio Belda Hériz

a toda la Comunidad Internacional, como son el cambio climático, la


sobreexplotación de los recursos y la destrucción de los ecosistemas.
Además de explicar en qué consiste la economía circular, también
se ha explicado cómo y por qué surge y, tal y como se expuso en su
correspondiente capítulo, podemos concluir que, pese a que es un fe-
nómeno relativamente nuevo y propiciado por la actual crisis global
que estamos atravesando, en el fondo, desde hace varios siglos, han
sido muchos los pensadores, ideólogos e intelectuales que, ya en su
día, alertaban de lo que se nos vendría encima si continuábamos por
la senda del crecimiento desmedido y descontrolado. De esta forma,
la economía circular no es más que un fenómeno que ha surgido como
parte de la propia evolución del ser humano, una evolución que no se
ha producido en el plano biológico, sino en el económico, en el social,
en el comercial, en el tecnológico, en el político… La evolución (o revo-
lución) del ser humano ha ido acompañada de la necesidad de adaptar
su nueva realidad a un nuevo paradigma, para así poder sobrevivir. El
resultado de esa búsqueda de supervivencia y de adaptación a los nue-
vos tiempos no es otro que la economía circular.
Una vez que se explicó de qué situación veníamos y en qué situación
nos encontrábamos, se mostraban los datos que nos indicaban hacia
dónde estamos yendo. Actualmente, en vistas al futuro, y de todo lo
que ha explicado, solo tenemos dos caminos que escoger: el primero
es continuar por la misma senda del despilfarro y terminar en un futuro
incierto donde las previsiones no son nada halagüeñas y podrían poner
en jaque la propia supervivencia del ser humano; el segundo camino
es abrazar la economía circular y conseguir revertir una situación que,
pese a mostrar ya algunos síntomas críticos, es todavía reversible, que
nos garantiza un futuro lleno de crecimiento y que resolvería, en gran
medida, las principales amenazas que ponen en riesgo la supervivencia
del ser humano.
Está claro que, entre los dos caminos, el que parece más sensato y
el que todo el mundo querría escoger, es el segundo, el de la economía
circular. Ahora bien, teniendo en cuenta la situación en la que nos en-
contramos en el presente, todavía no parece muy claro el camino por
el que estamos transitando, es como si nos encontrásemos en un pun-
to intermedio entre ambos, como si no hubiésemos alcanzado todavía

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Conclusiones 199

la bifurcación. Por una parte, parece que los principales órganos de


gobierno, a todos los niveles (local, regional, nacional e internacional),
pero destacando especialmente a la Unión Europea, están tomando
medidas para encaminarnos hacia la economía circular, así como tam-
bién, parece que buena parte de la sociedad quiere, aunque no siempre
consciente de ello, seguir esa vía; sin embargo, por otra parte, parece
también que la falta de coordinación entre los principales órganos de
gobierno, y la falta de información por parte de ciertos agentes socia-
les, que no tienen muy claros los beneficios de optar por el camino de
la economía circular, está ralentizando el proceso de transición.
Así las cosas, es evidente que tenemos las herramientas y la dispo-
sición por parte tanto de la mayoría de la sociedad como de los gobier-
nos, para lograr una transición efectiva, pero también que dichas he-
rramientas y dicha disposición no se han terminado de encontrar. Por
ello, en mi opinión, considero que no debemos ser extremadamente
optimistas ni extremadamente pesimistas a la hora de contemplar el
futuro, sino que debemos hacerlo con prudencia porque, aunque con-
sidero que vamos por el buen camino, todavía queda mucho por hacer.
Se ha demostrado que las empresas que han optado por aplicar
soluciones de economía circular han obtenido innumerables ventajas y
beneficios, desde la reducción de costes, hasta el incremento de ingre-
sos; asimismo, en esas empresas se han podido generar, a consecuen-
cia de ello, numerosos puestos de trabajo y el precio final de los pro-
ductos que paga el consumidor se ha reducido. Por ello, es indiscutible
que la economía circular aporta, además de soluciones a los problemas
explicados, beneficios económicos tanto para empresarios como para
consumidores. No obstante, aunque las empresas, como principales
operadores económicos, deben seguir tomando medidas, estas no son
suficientes, siendo necesario que los gobiernos, a todos los niveles, va-
liéndose de su potestad reguladora y gestora, establezcan y promue-
van políticas que ayuden a una mejor y mayor implantación de la eco-
nomía circular. En este sentido, destaca la labor de la Unión Europea,
debiendo reconocer que, en un corto periodo de tiempo, ha consegui-
do implementar numerosas políticas que han provocado que, en ape-
nas dos años, se hayan financiado innumerables proyectos, logrando
que un alto porcentaje de empresas de la UE hayan aplicado medidas
relacionadas con la economía circular.

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200 Ignacio Belda Hériz

Asimismo, la UE, a través del impulso de la Comisión, ha promovi-


do medidas legislativas para tratar de homogeneizar, en todos los EE.
MM., estándares, medidores y normas comunes, de tal manera que se
ha facilitado el proceso de transición, pues se consigue así impulsar la
transacción de bienes y servicios a través de todo el territorio comuni-
tario y se genera una mayor confianza y seguridad jurídica tanto para
inversores, como para productores/prestatarios y consumidores/usua-
rios, lo que les incentiva a adoptar esta clase de medidas.
La UE, además de la labor que hace a nivel interno, para los distin-
tos EE. MM., se ha convertido también en el primer actor de relevancia
internacional en impulsar y promover la economía circular, por lo que
es muy probable que muchos otros sigan sus pasos y tomen ejemplo
de ella, al situarse como uno de los mercados más grandes e impor-
tantes del mundo, que, gracias a la economía circular, pronto ofrecerá
nuevas oportunidades de mercado del que, a su vez, terceros países
pueden beneficiarse.
Cuestión que me parece muy importante resaltar en las conclusio-
nes, es la relativa a las nuevas tecnologías como motores e impulsoras
de la transición. Las nuevas tecnologías son, en relación a todos esos
procesos de evolución que comentaba antes, el instrumento funda-
mental para lograr cambiar nuestro sistema de producción y consumo.
Gracias a las nuevas tecnologías la reducción de procesos, la identifi-
cación de los diferentes elementos y la optimización del uso de los re-
cursos es mucho más factible, por lo que considero que, en tanto el
desarrollo tecnológico está en constante evolución, esto no va sino a
provocar que la economía circular siga evolucionando y desarrollán-
dose, por lo que, si bien antes me mostraba, en general, prudente, en
este caso soy más optimista y considero que, con el cada día mayor
desarrollo de las nuevas tecnologías, más fácil será implementar defi-
nitivamente la economía circular.
Para desarrollar estas nuevas tecnologías y aprender a aplicarlas
en la economía circular, la investigación para la innovación resulta fun-
damental por lo que, si queremos trabajar en la transición hacia una
economía circular, tanto las medidas que se lleven a cabo por parte de
la UE, como las que tomen los diferentes gobiernos nacionales, deben
ir encaminados al apoyo de la innovación y la investigación, pues son

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Conclusiones 201

los pilares fundamentales de la economía circular y, por ello requieren


financiación y planes de acción si verdaderamente el compromiso de
los gobiernos por fomentar la economía circular es real y, muestra de
ello, son los diferentes instrumentos de financiación que ha promovido
la Comisión Europea para tal fin.
Una cuestión que no ha sido tratada tan explícitamente en el texto,
salvo en el apartado donde se recogían las ideas de la Estrategia del
océano esquilmado, es el emprendimiento, especialmente, el empren-
dimiento joven. Como el mundo está cambiando tan rápidamente, las
diferencias generacionales son muy evidentes y, así, las generaciones
más jóvenes han estado siempre en contacto con las nuevas tecnolo-
gías y, no solo están viviendo de primera mano este proceso de revolu-
ción tecnológica, sino que forman parte de ella, por lo que son los más
preparados para afrontar el proceso de transición hacia la economía
circular. Así, tal y como dejaba reflejada la frase de Edwin Land “no
es que necesitemos nuevas ideas, es que debemos dejar de tener viejas
ideas”210, son los jóvenes los que están más dispuestos a emprender en
el seno de la economía circular, al haber vivido siempre en un mundo
globalizado, cada vez más tecnológico y cambiante, y al ser los que
necesitan adaptarse a estos cambios con mayor rapidez. Y, así, son las
jóvenes empresas dirigidas por jóvenes emprendedores las que más
aplican alternativas relacionadas con la materia.
Es por lo anterior el motivo por el que, además de promover la fi-
nanciación y la innovación, los gobiernos deben comprometerse a fo-
mentar y promover políticas que apoyen el emprendimiento, especial-
mente el emprendimiento joven, destruyendo cuantas más barreras y
trabas mejor.
En general, la principal conclusión que podemos obtener es que
necesitamos seguir por la senda de la economía circular, tanto las ad-
ministraciones, como los gobiernos, los organismos internacionales,
los empresarios o los consumidores. Todos los agentes sociales deben
concienciarse sobre la necesidad de cambiar nuestros hábitos de pro-
ducción y consumo para poder, en un futuro, seguir gozando o aumen-
tando los niveles de vida a los que estamos acostumbrados en la socie-
dad occidental, así como conseguir extenderlos al resto de sociedades

210 La dejo reflejada con anterioridad en la página 81.

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202 Ignacio Belda Hériz

(al resto de países). Igualmente, además de propiciar el desarrollo eco-


nómico y social humano, la economía circular es el instrumento mejor
adaptado para hacer frente a muchos de los grandes retos a los que
se enfrenta nuestro planeta, en especial a aquellos relacionados con
el medio ambiente, como el cambio climático, pero también, como se
comentaba en el primer capítulo, a otros relacionados directamente
con ciertos conflictos internacionales o a las crisis de abastecimiento.
Así las cosas, la economía circular nace como un nuevo modelo eco-
nómico y social, innovador y disruptivo, como una alternativa al actual
capitalismo en el que vivimos que, aunque ha traído progreso econó-
mico, está claro que se encuentra en plena crisis y está siendo cues-
tionado abierta y enormemente por una buena parte de la sociedad y
de la comunidad política, científica e internacional. Esta alternativa al
capitalismo pretende frenar los efectos devastadores que la aplicación
descontrolada de dicho modelo ha traído consigo.
Al iniciar este trabajo, cuando todavía no había realizado una pro-
funda labor de investigación, tenía claro y me resultaba evidente que
el nuevo paradigma de la economía circular tenía como principal mo-
tivación frenar la destrucción medioambiental, el cambio climático y
la pérdida de biodiversidad en nuestro planeta, ofreciendo soluciones
que, si bien parecían factibles y realizables desde un punto de vista
teórico, en la práctica podrían resultar más irrealizables, pues, como
todo proceso revolucionario, eso supondría una confrontación con los
intereses y realidades políticas, sociales y económicas del momento,
que dificultarían enormemente la adopción de políticas tendentes a su
aplicación, al estar la sociedad internacional más preocupada, en gene-
ral, por mantener el desarrollo económico y no tanto, a pesar de que
cada día crezca el interés, en salvaguardar y preservar nuestra medio
ambiente.
Sin embargo, conforme iba avanzando en mis investigaciones, fui
descubriendo cómo la economía circular va mucho más allá de la cues-
tión medioambiental, pues incide en muchas otras materias directa-
mente vinculadas con los derechos sociales y los derechos humanos
(y que considero que no han sido lo suficientemente desarrolladas),
como pueden ser la protección de los derechos de los trabajadores
(que se han visto mermados e incluso arrasados en muchas partes

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Conclusiones 203

del mundo como resultado directo de la sobreexplotación de recur-


sos y superproducción de bienes, y que producen nefastas consecuen-
cias como, por ejemplo la tragedia del “Rana Plaza”211 en Bangladesh
o, incluso, la precarización de los salarios en los países occidentales,
siendo ambos efectos directos de un capitalismo descontrolado); o la
reducción de conflictos armados derivados del control de territorios
donde abundan ciertas materias primas (como las guerras del petróleo
en Oriente Medio, o las guerras por el coltán en el Congo, descritas
anteriormente), por lo que la economía circular pasa a convertirse en
un indispensable instrumento trifuncional, al entender a la economía, a
la ecología y a la sociedad como elementos interrelacionados e inter-
dependientes, como parte de un mismo sistema. Por eso, solo consi-
derando la realidad en la que vivimos en ese triple sentido se pueden
plantear soluciones a los diferentes problemas que social, económi-
ca y ecológicamente se nos planteen, pues todo problema ecológico
produce irremediablemente otros problemas económicos y sociales,
afectando así a la totalidad del sistema. Un sistema económico que
se base en la confrontación entre los intereses económicos, sociales y
ecológicos, no puede prosperar o, si lo hace, lo hará en detrimento de
los otros dos. La economía circular, sin embargo, considera que los in-
tereses económicos, sociales y medioambientales forman parte de un

211 El Rana Plaza era un edificio del Distrito de Sava, en Daca, la capital Bangladesh, que el
24 de abril de 2013 se derrumbó llevándose por delante la vida de 1.127 personas, la mayoría
mujeres y niños. El edificio albergaba numerosas fábricas textiles en las que trabajaban más de
5 000 personas en condiciones de semi-esclavitud (los empleados cobraban 28 euros al mes,
mientras que los ingresos de la industria textil, liderada por las compañías para las que esos
empleados fabricaban ropa, alcanzaron los 15 millones de euros en concepto de exportacio-
nes, en el año 2012), así como una guardería donde las mujeres podían dejar a sus hijos durante
su larguísima jornada laboral. En las fábricas del edificio se hacían prendas para algunas de las
principales compañías textiles multinacionales más conocidas, que jamás se preocuparon de
comprobar si las condiciones del edificio (el edificio se derrumbó tras aparecer unas grietas
sobre las que los trabajadores informaron a las autoridades, quienes no tomaron medidas al
respecto, siendo los empleados forzados a continuar trabajando allí), incluso cuando otras 111
personas murieron en ese mismo país al producirse un incendio en otra fábrica en 2012, y otras
8 por otro incendio en condiciones similares en enero de 2013. Varias Organizaciones de De-
rechos Humanos aseguran que, pese a que el Gobierno de Bangladesh lleva años anunciando
inspecciones y mejoras en los edificios, estas nunca se van a producir pues mejorar los edificios
implicaría desembolsar cuantiosas sumas de dinero que supondrían el encarecimiento de los
costes de producción y, por ende, el abandono de las principales compañías multinacionales
de la industria textil, que buscarían nuevos mercados más baratos. Hoy en día, gran parte de
las prendas que utilizamos siguen con la característica “Made in Bangladesh” en su etiqueta y
las condiciones laborales de los trabajadores de aquel país apenas han mejorado.

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204 Ignacio Belda Hériz

interés global y común y, por ello, su implantación no busca enfrentar


intereses, sino luchar para conseguir ese interés común.
La economía circular, es, por ende, un mecanismo muy útil no solo
para lograr una sociedad más próspera económicamente y un planeta
ecológicamente más sostenible, sino que también, a través de ella, po-
demos lograr una sociedad más justa y más comprometida con un co-
mercio responsable, que no solo nos ayude a preservar la naturaleza,
sino que además sea más respetuoso con los derechos de los trabaja-
dores y de los ciudadanos. Es en estas últimas consideraciones donde,
en mi opinión, reside la fortaleza de la economía circular.

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Anexo
La red natura 2000
y la economía circular
La importancia de la conservación de la
biodiversidad para la economía circular

Al margen de todas las consideraciones expresadas a lo largo de


estas páginas, en este punto merece una consideración especial una
última cuestión, que, aunque se ha mencionado ya en otros apartados,
considero necesario resaltar. Esto es, la necesidad y la importancia de la
conservación de la biodiversidad para poder impulsar el cambio a este
nuevo modelo de producción y consumo. Este anexo trata, en particu-
lar, sobre la relación entre una de las figuras de protección medioam-
biental más ambiciosas y completas de la Unión Europea, la Red Natura
2000, y la economía circular.
Este apartado está incluido como un anexo puesto que, aunque se
va a seguir incidiendo sobre la economía circular y el papel que des-
empeña la UE en su difusión, en esta ocasión, ambas cuestiones van
a vincularse a otra figura regulada a nivel comunitario pero que, en un
principio, nada tenía que ver con la EC cuando comenzó a desarrollarse
y que, por esa razón, sigue siendo tratada de manera independiente y

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206 Ignacio Belda Hériz

ajena a esta, aunque, como se explicará más adelante, considero que


podría ser una de sus principales vías de canalización.
Para hablar sobre esta cuestión es necesario, por tanto, explicar
algunas nociones básicas sobre dicha figura, que no es otra, tal y como
se ha mencionado ya, que la figura de la Red Natura 2000.
La Red Natura 2000 es la Red de Espacios Protegidos de la Unión
Europea, que se ha convertido en la Red de Espacios Protegidos
más grande del mundo, cubriendo el 18  % de la superficie terrestre
de la Unión y el 6 % de su superficie marina. El objetivo principal de
la RN2000 es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies
(tanto de flora, como de fauna) y los hábitats más valiosos y amena-
zados de la Unión, que aparecen listados en la “Directiva de Aves”212 y
en la “Directiva de Hábitats”213, para frenar la pérdida de biodiversidad
en Europa.
En virtud de la Directiva de Aves, los EE. MM. (las CC. AA. en el caso
de España, de conformidad con el régimen constitucional de distribu-
ción competencias), deben crear las Zonas de Especial Protección para
las Aves (ZEPA), que pretenden proteger los espacios donde habitan
las aves silvestres amenazadas contempladas por la propia Directiva, y
que pasarán directamente a formar parte de la RN2000. Por otra par-
te, en virtud de la Directiva de Hábitats, la Comisión Europea elaborará
una lista (a propuesta de los EE. MM. y, a su vez, en España, a propues-
ta de las CC. AA.), estableciendo una serie de Lugares de Importancia
Comunitaria (LIC), que pretenden proteger determinadas áreas para
preservar los hábitats de interés comunitario regulados por la propia
Directiva y que, en principio, en un plazo máximo de 6 años (aunque
generalmente el proceso suele alargarse mucho más) desde su inclu-
sión como LIC, los EE. MM. (las CC. AA. en España) deben aprobar sus
planes de gestión y darles una protección efectiva declarándolos Zo-
nas de Especial Conservación (ZEC), para pasar así a formar parte efec-

212 La primera Directiva de Aves fue la Directiva 79/409/UE del Consejo, de 2 de abril de 1979,
relativa a la conservación de las aves silvestres (DO L 20 de 26.1.2003, pp. 7-25), que fue dero-
gada por la Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre
de 2009, relativa a la conservación de las aves silvestres (DO L 103 de 25.4.1979, pp. 1-18), que
es la que actualmente se encuentra en vigor.
213 Se trata de la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conser-
vación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres (DO L 206 de 22.07.1992 p. 7 - 50).

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Anexo: La Red Natura 2000 y la economía circular 207

tiva de la RN2000. De este modo, la RN 2000 está compuesta por dos


tipos de Espacios Protegidos: las ZEPA y los ZEC, aunque, realmente,
la mera declaración de un determinado espacio como LIC ya obliga a
los EE. MM. a protegerlo y a conservarlo, y de facto, aunque no tenga
aprobados sus planes de gestión, incluso pasados los seis años, están
igual y completamente integrados en la Red y son susceptibles de pro-
tección. En total hay alrededor de 27 000 espacios en la Red Natura
2000.
Esto es, grosso modo, en lo que consiste la RN2000 y, tal y como se
ha explicado antes, a priori, la relación entre esta y la economía circular
no parece que sea muy relevante, ni siquiera para los propios legislado-
res europeos, quienes, a la hora de legislar o de promover políticas vin-
culadas a una u otra figura, en general, han tratado a una con respecto
a la otra de manera independiente. No obstante, tras haber analizado
con detenimiento e investigado ambas figuras, considero (reiterando
que se trata de mi opinión), que analizar a ambas desde una misma
óptica y convirtiendo a los espacios de la Red Natura 2000 en focos del
desarrollo de la economía circular, las ventajas son innumerables.
Para intentar explicar por qué he llegado a este razonamiento, me
gustaría traer a colación nuevamente algunos de los preceptos que se
explicaron durante la exposición de las Teorías de la economía circular,
en el tercer apartado del segundo capítulo. Así, por ejemplo, uno de
los pilares básicos de la Economía del rendimiento (el primero de ellos,
de hecho), era el de la “conservación de la naturaleza”; en el paradigma
del Cradle to Cradle, sus autores reconocían la necesidad de “diseñar
respetando la diversidad”, para así poder contribuir a regenerar nues-
tros ecosistemas; la teoría de la biomímesis se basa en a consideración
de “la naturaleza como maestra”, defiendo su autora (recordemos, la
doctora J. M. Benyus) la idea de que “hay que imitar a los ecosistemas”,
para lo que es necesario observarlos y conservarlos; la economía azul
de Pauli tiene como uno de sus principios que “la riqueza significa bio-
diversidad” y, por último, el cuarto principio del Capitalismo Natural
reconoce la necesidad de “reinvertir en capital natural”, afirmando que
un negocio “debe reponer, sostener, y expandir los ecosistemas del
planeta, para que puedan producir sus servicios vitales y sus recursos
biológicos”.

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208 Ignacio Belda Hériz

Por otra parte, se acaba de explicar que la RN2000 es una red crea-
da para preservar y restaurar los hábitats y las especies faunísticas y
florísticas que están presentes en Europa, así pues, la RN2000 busca,
igualmente, la conservación de la naturaleza que promueve la Econo-
mía del rendimiento o la biomímesis; busca regenerar los ecosistemas,
igual que el paradigma Cradle to Cradle; busca generar mayor biodiver-
sidad y, por tanto, al igual que la economía azul, mayor riqueza; busca
“reponer, sostener y expandir” nuestros ecosistemas, al igual que el Ca-
pitalismo Natural.
Así las cosas, ¿no existe una relación obvia entre la economía circu-
lar y la Red Natura 2000?, ¿no persiguen fines similares? Es cierto que
la economía circular pretende ser un instrumento que revolucione por
completo nuestro sistema de producción y consumo, mientras que la
RN2000 pretende, exclusivamente, dotar de protección a ciertos es-
pacios naturales, persiguiendo su conservación, por lo que, en tanto
que la primera, como su propio nombre indica, tiene como principales
motivaciones las económicas, la segunda se fundamenta en las moti-
vaciones ecológicas y medioambientales, así que, quizás, la pregunta
que debamos hacernos, y que ya ha rondado en mi cabeza a lo largo de
todo el libro, sea ¿hasta qué punto la economía y la ecología pueden
confluir y nutrirse como para que podamos relacionar ambas figuras?
En mis conclusiones ya introduzco la idea de que la economía cir-
cular tiene tres pilares fundamentales: el económico, el ecológico y el
social, que conforman nuestra realidad. Es en esta premisa en la que
me gustaría incidir para intentar exponer mi punto de vista.
Así las cosas, aunque para muchos pueda parecer que la economía
y la ecología sean elementos que deban estar reñidos y que debamos
escoger entre uno y otro para progresar como sociedad, tal y como pa-
rece que se ha venido entendiendo durante siglos, y siendo ese el prin-
cipal motivo de que nuestro actual sistema de producción y consumo
sea tan próspero económicamente como devastador ecológicamen-
te, lo cierto es que, incluso desde su mera interpretación etimológica,
ambos conceptos están relacionados y nacieron para responder a una
misma realidad.
En la Antigua Grecia, a la casa se la identificaba con el término “oi-
kos” (οiκος), que era el conjunto de bienes y personas que constituía

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Anexo: La Red Natura 2000 y la economía circular 209

la unidad básica de la sociedad griega. De ese término deriva el prefi-


jo “eco-”, base etimológica que comparten las palabras “ecología” y
“economía”. Se podría decir, por tanto, que la ecología se encarga del
estudio del hogar, de cada uno de los elementos que lo componen y de
las relaciones que estos establecen entre sí, mientras que, por otra par-
te, la economía podría ser definida como el conjunto de normas que
permiten la correcta administración del hogar, de nuestra casa, esto
es, de la producción distribución y consumo de los bienes y servicios
que satisfacen las necesidades humanas. De esta manera, ambas disci-
plinas giran en torno a una misma idea: el oikos, nuestro hogar, nuestra
casa, el lugar donde desarrollamos nuestra vida en sociedad, nuestro
planeta.
Así, la vida humana siempre ha estado supeditada a las condiciones
y a los recursos que los ecosistemas del planeta nos proporcionan. En
estos ecosistemas encontramos alimentos, agua, resguardo y materias
primas, nos proporcionan los servicios imprescindibles para el desarro-
llo de la vida. La Tierra es, pues, el único lugar que conocemos que es
capaz de proporcionarnos todos los elementos que necesitamos para
desarrollar nuestra vida, la Tierra es nuestra casa, nuestro oikos, que
debemos administrar (económicamente) y cuidar (a través de la con-
servación).
Por consiguiente, la economía, lejos de ser un elemento enfrenta-
do a la ecología, debe convertirse en un instrumento fundamental que
favorezca y permita la prosperidad de todas las especies y ecosistemas
que existen en la Tierra. Si entendemos a la totalidad de nuestro plane-
ta como nuestro hogar, la administración económica que sobre él im-
pongamos debería ser, consecuentemente, un mecanismo útil no solo
para conservarlo, sino para desarrollarnos y crecer. De la conservación
de nuestro planeta depende la perdurabilidad de nuestras sociedades,
sociedades que, para desarrollarse, necesitan seguir consumiendo pro-
ductos y utilizando servicios, en definitiva, necesitan seguir realizando
actividades económicas.
Antes he expresado que la EC tiene como principales motivaciones
las económicas (sin perjuicio e independientemente de que, además,
pretenda poner fin a grandes problemas medioambientales, busca un
nuevo modelo que nos permita seguir creciendo económicamente sin

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210 Ignacio Belda Hériz

comprometer el desarrollo de las generaciones futuras), al contrario


que la RN2000, que se fundamenta en las motivaciones ecológicas.
Ahora, una vez hechas las consideraciones anteriores, podemos enten-
der que, pese a que ambas parten de motivaciones distintas, el resul-
tado último que se obtenga de cada una de ellas debe ir encaminado
a un mismo fin: garantizar nuestro desarrollo. Por ello, mientras que la
economía circular es el mecanismo necesario para lograr una correcta
administración y gestión de los recursos de los que dependen nuestros
bienes y servicios, los Espacios de la RN2000 pueden ser el instrumento
para canalizar esta administración y gestión. Al garantizar la conserva-
ción y preservación de estos espacios naturales estamos creando áreas
donde pequeños empresarios pueden realizar actividades económicas
que, no solo generen un mayor desarrollo y traigan más prosperidad,
sino que, además, ayuden en sí mismas a su propia conservación, gene-
rando así un nuevo círculo donde todos los elementos se retroalimen-
tan entre sí y sirvan para crear nueva vida.
Ahora bien, para poder lograr esto habría que, en primer lugar, rom-
per la tradicional idea de la conservación del medio ambiente como un
instrumento para proteger nuestra biodiversidad de los seres huma-
nos y de nuestras actividades, y transformarla en un instrumento para
proteger nuestra biodiversidad para el desarrollo de los seres huma-
nos y de nuestras actividades, entendiendo que nosotros formamos
parte de esa biodiversidad. La conservación de la naturaleza y el desa-
rrollo humano no pueden ser realidades enfrentadas e incompatibles,
debemos entender que no debemos proteger la naturaleza DE noso-
tros, sino que debemos protegerla PARA nosotros. Al fin y al cabo, solo
protegemos aquello que conocemos y que nos es útil, aquello que po-
demos usar. Si creamos áreas de protección y restringimos las activida-
des económicas en ellas, al considerar que conservación y desarrollo
humano son conceptos incompatibles, estamos forzándonos a elegir
entre una u otra opción, y, por ese motivo, las políticas tendentes a fa-
vorecer el desarrollo económico, aunque sea a costa de la destrucción
de nuestros ecosistemas, siguen y seguirán siendo numerosas porque,
para la mayoría de los gobiernos, prima más el crecimiento económico
que la conservación de la naturaleza.
Es en este punto de confluencia entre conservación y desarrollo
económico es donde también confluyen la EC y la RN2000, pues, para

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Anexo: La Red Natura 2000 y la economía circular 211

la conservación de los espacios integrantes de la Red, la UE considera


que es necesaria la presencia y la actividad humana, puesto que, aun-
que en muchos casos esté detrás de la destrucción del medio ambien-
te, es precisamente la actividad humana la que mantiene, cuida y ges-
tiona esas zonas, por lo que, el problema no es la actividad o presencia
humana en los espacios naturales, sino el uso que los seres humanos
que en ellos habitan hacen del territorio. Así, en los espacios protegi-
dos por la Red, no solo no se ha restringido la actividad humana, sino
que, muy al contrario, las oportunidades de negocio y los beneficios
económicos que en dichos espacios se han generado, en muchos casos
inintencionadamente, han sido muy significativos. Llegados a este pun-
to, por tanto, es conveniente resaltar que, en ningún momento, dotar
de protección a un espacio de la RN2000 significa prohibir la presencia
humana en ese espacio (de hecho, el 80 % de los ciudadanos españoles
vive en un municipio que alberga un espacio de la Red Natura 2000)214.
En este sentido, de acuerdo a un estudio de la Comisión Europea de
2013 sobre los beneficios económicos de la Red Natura 2000215, pode-
mos, por ejemplo, cuantificar los ingresos provenientes de la RN2000,
que se calculan en el orden de 200 a 300 mil millones de euros por año,
lo que equivale, respectivamente, al 1,7 % y al 2,5 % del PIB de la UE.
Igualmente, la creación y conservación de estos espacios ha propicia-
do el desarrollo del turismo rural y de naturaleza, que atrae a visitantes
de todo el mundo motivados, principalmente, por el buen estado de
conservación de los espacios que visitan, calculándose los ingresos por
la actividad turística en la red entre 50 000 y 85 000 millones de eu-
ros al año. Además, este es un sector al alza: se estima un crecimiento
anual entre un 15 % y un 20 % (especialmente en España, donde se cal-
cula que en el periodo 2009-2016 el turismo rural aumentó en un 32 %
el número de viajeros, generando unos ingresos que superan los 2 000

214 SEO/BirdLife (2014). La Red Natura 2000. Una guía para comunicadores. Madrid: SEO/
BirdLife, p.8. Disponible en: http://activarednatura2000.com/wp-content/uploads/2015/10/
La-Red-Natura-2000.-Una-guia-para-comunicadores.pdf [Consultado 18 Ene. 2018].
215 European Commission (2013). The Economic benefits of the Environment Natura 2000 Net­
work. Luxembourg.  Disponible  en: http://ec.europa.eu/environment/nature/natura2000/fi-
nancing/docs/ENV-12-018_LR_Final1.pdf [Consultado el 16 Ene. 2018].

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212 Ignacio Belda Hériz

millones de euros anuales)216. Los beneficios económicos de la red Na-


tura 2000 en España, según datos del MAGRAMA, están cifrados en
algo menos de 10 000 millones de euros al año, o sea, superando por 7
veces el coste del mantenimiento de la red, generando unos ingresos
netos nada desdeñables217.
El turismo es el sector más fácil de cuantificar, pero en la RN2000
se pueden desarrollar otras actividades que generan millones de euros
y crean millones de puestos de trabajo, como, por ejemplo, los 12 de
millones de empleos fijos que, según un informe del Institute for Euro-
pean Environmental Policy se generaron durante el período 2006-2008,
incluyendo 1,5 millones de puestos de trabajo en agricultura, 70 000
empleos en el sector forestal, alrededor de 200 000 empleos relacio-
nados con la pesca, y unos 3 millones en actividades recreativas, entre
otros218. Igualmente, no solo se pueden generar ingresos, sino también
ahorrar costes, y así, se estima que una correcta implementación de las
políticas europeas supondría un ahorro de 50 000 millones de euros en
gastos sanitarios y costes ambientales directos en toda la UE219 (la OMS
estima que 1,4 millones de personas en Europa y 12,6 millones en el
mundo, –o sea, un 23 % del total de las muertes–, mueren cada año por
enfermedades relacionadas con causas el deterioro del medio ambien-
te, habiéndose identificado más de 100 enfermedades de este tipo)220.
Lógicamente, el hecho de que conservación y desarrollo económi-
co no sean incompatibles tampoco quiere decir, como se ha venido

216 S.G. Análisis, Prospectiva y Coordinación, Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación


y Medio Ambiente (2017). El Turismo de Naturaleza en España. Medio Ambiente. Disponible
en: http://www.mapama.gob.es/es/ministerio/servicios/analisis-y-prospectiva/seriemedioam-
bienten9_turismodenaturalezaenespana_tcm7-464178.pdf [Consultado en 16 Ene. 2018].
217 Casado Orozco, R. (2016). El valor de los beneficios de la red Natura 2000 es 7 veces superior
al coste. EFE Verde. Disponible en: http://www.efeverde.com/noticias/valor-los-beneficios-la-
red-natura-2000-7-veces-superior-al-coste/ [Consultado el 18 Ene. 2018].
218 Institute for European Environmental Policy (2011). Estimating the Overall Economic Va-
lue of the Benefits provided by the Natura 2000 Network. p.28. Disponible en: https://ieep.eu/
uploads/articles/attachments/109f24d1-e928-40ce-ae33-ea50a18a3eb8/Economic_Benefits_of_
Natura_2000_Network_Synthesis_report.pdf?v=63664509782 [Consultado el 16 Ene. 2018].
219 The Economic benefits of the Environment Natura 2000 Network Op. cit. p.56.
220 OMS (2006). Ambientes saludables y prevención de enfermedades: Hacia una estimación
de la carga de morbilidad atribuible al medio ambiente. pp.4-8. Disponible en: http://www.
who.int/quantifying_ehimpacts/publications/prevdisexecsumsp.pdf [Consultado 18 Ene.
2018].

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Anexo: La Red Natura 2000 y la economía circular 213

explicando a lo largo de todo el libro, que toda actividad humana e


industrial sea compatible y beneficiosa y, por ello, necesitamos po-
tenciar aquellas actividades que reporten beneficios económicos y
medioambientales e intentar disminuir aquellas otras que, aunque
tradicionalmente han reportado beneficios económicos, generan una
destrucción y unos costes medioambientales incalculables. Estas acti-
vidades compatibles con el desarrollo humano y medioambiental son
las inspiradas en economía circular y es en el seno de la RN2000 donde
se pueden empezar a implantar, al crear pequeñas comunidades loca-
les que dependen única y exclusivamente de su entorno natural, de su
ecosistema para sobrevivir. Son los habitantes de los espacios de la
RN2000 (generalmente en zonas rurales, pero también hay espacios
de la Red en zonas urbanas y periurbanas, aunque son los menos) los
que pueden tomar la iniciativa del cambio, pues, a fin de cuentas, por
mucho que las instituciones y los gobiernos legislen a favor de la im-
plantación de la economía circular, el cambio debe producirse de abajo
a arriba. Cada comunidad local y cada ecosistema es diferente y cono-
ce mejor cuáles son sus necesidades y sus procesos, al fin y al cabo, el
paisaje, el medio en el que vivimos ha determinado siempre la estruc-
tura de nuestras sociedades, desde nuestra economía, hasta nuestra
cultura. La RN2000, al proteger esos espacios naturales, está prote-
giendo a esas pequeñas comunidades, a su medio natural, a su cultura,
a su biodiversidad. “Riqueza significa biodiversidad” es una premisa de
la economía circular, por tanto, la RN2000 puede ser potenciada como
un espacio donde se genera riqueza, donde la economía circular sirva
para gestionar el territorio. La conservación de la biodiversidad no es
un freno para el desarrollo económico, al contrario, es la garantía de
que este se pueda seguir produciendo.
En el año 2008, según la Lista Roja de Especies Amenazadas221 de la
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el
21 % de los mamíferos conocidos, el 30 % de los anfibios conocidos, el
12 % de las aves conocidas, el 28 % de los reptiles, el 37 % de los peces de
agua dulce, el 70 % de las plantas y el 35 % de los invertebrados evaluados

221 La Lista Roja de la UICN se considera “la fuente de información más completa acerca del es-
tado de conservación mundial de las especies vegetales y animales. Se basa en un sistema objetivo
de evaluación del riesgo de extinción de una especie. Las especies en peligro crítico, en peligro o
vulnerables se describen colectivamente como amenazadas” http://www.iucnredlist.org/

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214 Ignacio Belda Hériz

hasta ese momento, estaban en peligro de extinción (de 47 677 espe-


cies estudiadas, 17 291 estaban en peligro)222. En el año 2017 se tenía
constancia de 87 967 especies, de las cuales 25 062 se consideran en
peligro de extinción; es decir, el 28,5 % de las especies del planeta están
en peligro de extinción. Estos datos se traducen, en definitiva, en una
pérdida de biodiversidad, que conlleva una pérdida de recursos y una
alteración de los ecosistemas, pues cada especie de planta, de insec-
to, de mamífero, de ave, etc. cumple una función imprescindible en el
ecosistema que habita y su desaparición trae consigo el deterioro del
suelo, que necesita más fertilizantes (dañinos para la salud en muchos
casos) para obtener buenas cosechas, la pérdida de masa vegetal, pro-
vocando una menor absorción de CO2, o el deterioro de la calidad del
agua, entre otros. Gracias a la RN2000, así como a otros instrumentos
de la UE (como el Programa LIFE), muchas especies han abandonado o
están abandonando la lista roja de especies amenazadas, como el lince
ibérico, que lo hizo en 2015, el oso pardo ibérico o el lobo ibérico (cuyas
poblaciones están aumentando cada año), el bisonte europeo, que ha
pasado de su práctica extinción a una recuperación sin precedentes;
o, incluso, de las abejas, consiguiendo reducir su tasa de mortalidad,
cuando en todo el mundo su desaparición aumenta a pasos agigan-
tados. Restaurando los ecosistemas y las especies que en ellos viven,
como ya se ha visto antes, se ha conseguido potenciar nuevas activi-
dades económicas. De una manera casi inconsciente, la UE ha logrado
que, a través de sus políticas de conservación se hayan fomentado ac-
tividades de economía circular.
El 44 % de los empleos del mundo, según el informe Recursos mun-
diales: La riqueza del pobre223, del Banco Mundial, depende directamen-
te de los recursos que nos proporciona la naturaleza, por ende, el au-
mento de la pérdida de biodiversidad implica, inequívocamente, poner
en riesgo el sustento de millones de personas. A través de las políticas
de conservación que ofrece la RN2000, y en vista de los buenos resul-

222 IUCN (2008). WILDLIFE IN A CHANGING WORLD An analysis of the 2008 IUCN Red List of
Threatened Species™. Red List. Gland, Switzerland: Jean-Christophe Vié, Craig Hilton-Taylor and
Simon N. Stuart. Disponible en: https://portals.iucn.org/library/sites/library/files/documents/
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Anexo: La Red Natura 2000 y la economía circular 215

tados demostrados que surgen al aplicar la economía circular, la lógi-


ca nos podría decir que, RN2000 y EC son un complemento necesario
para garantizar el desarrollo económico sostenible.
Innumerables experiencias en toda la UE demuestran que no solo
es posible desarrollar actividades económicas y productivas en los Es-
pacios Naturales Protegidos, sino que los seres humanos, los habitan-
tes de esos lugares, son los actores fundamentales de su conservación.
El ser humano es otra especie más que moldea, modela y gestiona los
ecosistemas, que modifica el paisaje. La intervención humana es im-
prescindible para la supervivencia del medio natural.
Un ejemplo de la necesaria intervención humana para salvaguardar
y preservar la biodiversidad lo podemos observar en una de las prin-
cipales amenazas medioambientales que asolan España y el resto de
países mediterráneos: los incendios forestales. Aunque parezca men-
tira, la superficie forestal en España ha aumentado a un ritmo de más
de 180 000 ha/año en los últimos 25 años (el mayor ritmo de toda la
UE), alcanzando actualmente las 27 millones de hectáreas (54 % de la
superficie total del territorio), generándose, en el seno de la industria
forestal, 300 000 puestos de trabajo fijos, el 40 % de la energía renova-
ble de España y el 5 % de la energía total que se consume en nuestro
país, según el Informe “Juntos por los Bosques”224. Estos datos son, en
principio, muy alentadores y, a priori, parecen un buen ejemplo de re-
cuperación de la biodiversidad, sin embargo, también arrojan muchas
sombras pues, si bien es cierto que la recuperación de los bosques es
uno de los objetivos medioambientales más importantes (porque, sal-
vo en Europa, en el resto del mundo están desapareciendo), también
es cierto que, según numerosos expertos, el crecimiento descontro-
lado de estos bosques es lo que provoca el surgimiento de los gran-
des incendios forestales (que cada vez arrasan más hectáreas, dando
lugar a los frecuentes llamados “incendios fuera de la capacidad de

224 Juntos por los Bosques es una iniciativa avalada por una treintena de entidades, entre
las que figuran el Colegio de Ingenieros de Montes, el de Ingenieros Técnicos Forestales, la
Sociedad Española de Ciencias Forestales o la Asociación Nacional de Empresas Forestales
(ASEMFO), entre otras. El informe puede encontrarse en el siguiente enlace: http://juntospor-
losbosques.ingenierosdemontes.org/

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216 Ignacio Belda Hériz

extinción”)225, responsables de la pérdida de cientos de miles de hectá-


reas cada año y principales causantes de la desertificación. Este aumen-
to descontrolado de los bosques tiene como causa principal, según el
Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, el abandono rural226.
El abandono de las actividades y los usos tradicionales en los montes
como consecuencia de la pérdida de población en las áreas rurales es,
justamente, lo que está provocando que los incendios forestales sean
cada vez mayores y más devastadores, que cada vez destruyan más
biodiversidad. En este caso, no es la actividad humana la que provoca
un daño al medio ambiente, sino la falta de esta.
De esta forma, por ejemplo, la presencia de zonas destinadas al
cultivo entre las masas forestales, favorecen el control y la gestión
forestal; gracias a la ganadería extensiva, se crean zonas de pastos li-
bres de árboles, que actúan como barrera para la propagación de los
incendios, al no encontrar estos cubierta vegetal que pueda arder; las
industrias resinera, maderera o cinegética ayudan a gestionar mejor
los bosques y a prevenir incendios, en tanto que las personas que de
ellos dependen procuran mantener su fuente de ingresos, su sustento,
a salvo. En España, según el Ministerio de Medio Ambiente, en el año
2012 la superficie forestal aumentó un 14,9 % mientras que disminuyó
en igual proporción la superficie destinada a pastos (eriales, pastizales
y prados naturales)227, y a su vez, mientras que hace dos décadas, los
grandes incendios forestales (más de 500 has.) eran responsables del
27 % de la superficie total afectada, entre 2007 y 2016, ese porcentaje
aumentó hasta el 37 %, y en 2016 el 50 % de la superficie quemada lo

225 Los incendios fuera de la capacidad de extinción son aquellos en los que el fuego única-
mente puede apagarse cuando cambien las condiciones meteorológicas o cuando llegue a una
zona con vegetación menos inflamable, sin posibilidad de que los equipos de extinción puedan
hacer nada, lo que se traduce en decenas de miles de hectáreas arrasadas que, por la magnitud
e intensad del fuego, resulta casi imposible que puedan regenerarse al 100 %, provocando una
gran erosión del terreno, afectando al suelo, que deja de ser fértil y productivo, aumentando
la desertificación y provocando que grandes extensiones de terreno pierdan toda su biodiver-
sidad.
226 Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y
del Medio Natural (2017). Los bosques son vitales para España. Disponible en: http://www.
forestales.net/Canales/Ficha.aspx?IdMenu=9E4E08FD-FCC9-48F9-BB0D-17D6CF0E5FBE&Co-
d=6327AC3E-9131-4259-B450-74CFBF9D0612&Idioma=es-ES [Consultado 17 Ene. 2018].
227 Subdirección General de Análisis, Prospectiva y Coordinación (2014). Diagnóstico del Sector
Forestal Español. p.2.

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Anexo: La Red Natura 2000 y la economía circular 217

hizo en un gran incendio forestal (GIF)228. A un mayor abandono de las


zonas rurales, le corresponde un mayor aumento de los GIF, y, por tan-
to, a un aumento de superficie calcinada y arrasada. Esta es la demos-
tración de que el ser humano no puede ser ajeno al ecosistema, forma
parte del mismo como otra especie que cumple su función en el medio
y que, a través de sus actividades económicas, cuida, gestiona, protege
y genera biodiversidad.
La Red Natura 2000 es una Red de Espacios Naturales donde las ac-
tividades económicas han servido como instrumento de gestión, con-
servación y desarrollo del medio natural, donde la salvaguarda de los
ecosistemas y el desarrollo económico de sus habitantes forman parte
de un misma realidad, donde naturaleza y ser humano se benefician
mutuamente, generando un círculo donde nadie es imprescindible y
donde todos los servicios que prestan unos y otros revierten en bene-
ficio mutuo y ayudan a crear nueva vida.
En los espacios de la RN2000 encontramos a apicultores que nos
proveen de miel, jalea real, polen, propóleos y otros componentes
utilizados en la producción de cosméticos y en diversos preparados
farmacéuticos, y que a su vez se encargan de conservar a las propias
abejas (de cuya polinización depende el 76 % de la producción de ali-
mentos y 84 % de las especies vegetales del mundo)229; encontramos
a ganaderos en régimen de extensivo, gracias a los cuales obtenemos
productos cárnicos, lácteos, lana, cuero, etc., y que con su actividad
contribuyen a una mejor gestión forestal, minimizando los impactos
de los incendios forestales; encontramos a agricultores trabajando en
ecológico (un sector que está al alza, con un crecimiento anual espe-
rado entre el 15 % y el 25 %)230, que nos proveen de frutas, verduras
y hortalizas más saludables y que, a su vez, al no estar tratadas con

228 WWF (2017). Fuego a las puertas. Cómo los incendios afectan cada vez más a la población en
España. p.9. Disponible en: http://awsassets.wwf.es/downloads/Fuego_a_las_puertas_20171.
pdf?&_ga=2.217097622.1865788.1516204652-1232534865.1516204652 [Consultado el 18 Ene.
2018].
229 Según recoge en su Exposición de Motivos la Propuesta de Resolución del Parlamento
Europeo sobre la salud de las abejas melíferas y los retos del sector apícola (2011/2108(INI), de
la Comisión de Agricultura y Desarrollo Rural.
230 Yussefi, M. and Willer, H (2002). Organic Agriculture Worldwide 2002. Statistics and Futu-
re Prospects. Söl. Sonderausgabe 74. Disponible en : http://www.soel.de/inhalte/publikatio-
nen/s_74.pdf

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218 Ignacio Belda Hériz

productos químicos, evitan la degradación del suelo; encontramos a


emprendedores del ecoturismo, que nos permiten realizar actividades
como la fotografía de naturaleza, la ornitología, el senderismo y otros
deportes en la naturaleza, contribuyendo a su vez a la conservación
del medio natural y a la educación ambiental, y siendo su actividad un
revulsivo para otros sectores, como el gastronómico y el hostelero; en
la RN2000 encontramos recursos cinegéticos, micológicos, pesqueros,
recursos derivados de la silvicultura, como el corcho o la madera; en-
contramos plantas aromáticas y medicinales utilizadas en la industria
cosmética y farmacéutica (por ejemplo, el 75 % de los medicamentos
para tratar distintos tipos de cánceres es de origen no sintético; es de-
cir, o bien tiene directamente un origen biológico o natural, o bien mu-
chos de sus componentes derivan de la naturaleza)231…
La permanencia en estos lugares de dichos ganaderos, apicultores,
agricultores, empresarios del sector turístico, etc. está fomentando,
en ciertos casos, la revitalización del medio rural, atrayendo a nuevos
habitantes, que ven en el crecimiento de esas áreas nuevas oportu-
nidades de negocio, pues se necesita dotar de nuevos servicios a los
ciudadanos que allí viven, creando, de este modo, otros tantos puesto
de trabajo indirectamente relacionados con la conservación de la bio-
diversidad. Las oportunidades de negocio que nacen de la RN2000 y de
la EC al operar conjuntamente son innumerables.
De la conservación de esos recursos depende la supervivencia de
todas esas industrias, y a su vez, para que dichos recursos de los que se
nutren esas industrias no desaparezcan, es necesario que estos se ges-
tionen de manera sostenible, permitiendo su regeneración y su optimi-
zación y manteniendo su equilibrio en el ecosistema. La única manera
de gestionar bien esos recursos es a través de la economía circular,
y, gracias a las políticas de conservación, los lugares donde podemos
encontrar mayor abundancia de esos recursos, es en los espacios de
la Red Natura 2000. Por tanto, conservación y actividad económica
deben ir de la mano. Si no se conserva esta biodiversidad, perdemos
nuestros recursos, de los que derivan nuestros alimentos, nuestros

231 Newman, D. and Cragg, G. (2016). Natural Products as Sources of New Drugs from 1981 to
2014. Journal of Natural Products, 79(3), pp.629-661. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.
gov/pubmed/26852623 [Consultado el 10 Ene. 2018].

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Anexo: La Red Natura 2000 y la economía circular 219

medicamentos, nuestros materiales de construcción, nuestra ropa…


La conservación de la biodiversidad se ha de encargar de garantizar el
abastecimiento de los recursos, mientras que la actividad económica
debe ir destinada a la transformación de estos recursos en nuestros
bienes y servicios. De lo primero se encarga, en la UE, la RN2000; de lo
segundo se tendría que encargar la economía circular. Conservación y
actividad económica deben ser los pilares de nuestro modelo de pro-
ducción y consumo.
Por último, me gustaría destacar, en este sentido, el abanico de
oportunidades que se le puede abrir a España pues, no en vano, su
excelente posición geográfica lo convierte en el país con mayor biodi-
versidad de Europa y, así, con sus más de 210 000 km2 (que represen-
tan más del 30 % de la superficie nacional) y sus más de 2 000 espacios
incluidos en la RN2000, es el país de la Unión que más territorio aporta
a la red (algo más del 18 % del total), haciendo que España sea una
potencia en biodiversidad, y, recordemos que, para la economía circu-
lar “riqueza significa biodiversidad”. España tiene un enorme potencial
para convertirse en líder en la implantación de la economía circular gra-
cias a su biodiversidad y al buen estado de conservación de muchos de
sus ecosistemas. Nuestro país tiene más superficie terrestre y marina
incluida en la RN200 que ningún otro Estado miembro; de las 587 espe-
cies de flora, incluidas en la Directiva Hábitats, 176 (un 30 %) están pre-
sentes en España, y de las 324 especies de fauna incluidas, en nuestro
país encontramos 87 (un 26,8 %); asimismo, de los 231 tipos de hábitat
de interés comunitario reconocidos por la Directiva, 118 (un 51 %) están
reconocidos oficialmente como presentes en España232. España tiene
más riqueza ambiental que ningún otro Estado de la Unión Europea.
La Red Natura 2000 debe ser, especialmente en nuestro país, una
de las principales vías para lograr una transición hacia la economía circu-
lar. Sin perjuicio de que, en nuestras ciudades, en nuestros ecosistemas
urbanos (que fueron citados en el apartado correspondiente) se deban
tomar igualmente medidas e implantar políticas para fomentar la EC,
los espacios de la RN2000 pueden servir para catapultar el proceso y,

232 Todos estos datos se pueden encontrar en la página web del Ministerio de Alimenta-
ción, Pesca, Agricultura y Medio Ambiente, en el apartado correspondiente a la Red Natura
2000: http://www.mapama.gob.es/es/biodiversidad/temas/espacios-protegidos/red-natu-
ra-2000/default.aspx

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220 Ignacio Belda Hériz

quizás, su modelo de éxito pueda ser imitado y exportado a otros lu-


gares del mundo. Como he citado antes, el cambio debe producirse de
abajo a arriba, desde lo local a lo internacional, desde lo pequeño, a lo
grande.

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Índice de siglas y abreviaturas

AEMA: Agencia Europea del Medio Ambiente.


AICA: Associazione Italiana Confindustria Alberghi.
ASEAN: Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
BEI: Banco Europeo de Inversiones.
BERD: Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo.
BREF: Best Available Techniques Reference Document.
CC. AA.: Comunidades autónomas.
CCI: Comunidades de Conocimiento e Innovación.
CE100: Plataforma Circular Economy 100.
CEAI: Centro Europeo de Asesoramiento para la Inversión.
CEO: Chief Executive Officer/Director Ejecutivo.
CMP: Consumo de Materias Primas.
CO2: Dióxido de carbono.
COP 21: 21ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Nacio-
nes Unidas sobre Cambio Climático 2015.

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222 Ignacio Belda Hériz

CPP: Cooperaciones Público Privadas.


COST: Cooperación Europea en Ciencia y Tecnología.
CSIC: Centro Superior de Investigaciones Científicas.
CSR: Combustible Sólido Recuperado.
DDT: Diclorodifeniltricloroetano.
DG: Dirección General.
DOUE: Diario Oficial de la Unión Europea.
DPI: Derechos de Propiedad Intelectual.
EC: Economía circular.
EEA: Evaluación Estratégica Ambiental.
EE. MM.: Estados miembros.
EIA: Evaluación de Impacto Ambiental.
EIAH: European Investment Advisory Hub/ Centro Europeo de Asesora-
miento para la Inversión.
EIE: European Institute for entrepreneurship/ Instituto Europeo para el
emprendimiento.
EIONET: Red Europea de Información y Observación Medioambiental.
EIP: Partenariados Europeos de Investigación.
EIPP: Portal Europeo de Proyectos de Inversión.
EIT: Instituto Europeo de Innovación y Tecnología.
ELENA: Proyecto European Local Energy Assistance.
EMAS: Sistema Comunitario de Ecogestión y Ecoauditoría.
ERA: Espacio Europeo de Investigación.
EREP: Plataforma Europea para la Eficiencia de los Recursos.
FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura.
FEC: Fundación para la Economía Circular.
FEI: Fondo Europeo de Inversiones.

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Índice de siglas y abreviaturas 223

FEIE: Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas.


GEI: Gases de Efecto Invernadero.
GFN: Global Footprint Network.
GOTS: Global Organic Textile Standard International.
IFEU: Institute for Energy and Environmental Research.
IMPEL: Red de la Unión Europea para la aplicación y ejecución de la
Legislación comunitaria en materia de Medio Ambiente.
JRC: Joint Research Centre (Centro Común de Investigación).
LIC: Lugares de Importancia Comunitaria.
MAGRAMA: Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
MINECO: Ministerio de Economía y Competitividad.
OCDE: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
OMS: Organización Mundial de la Salud.
ONG: Organización no gubernamental.
ONU: Organización de Naciones Unidas.
PEMAR: Programa de Mejora del Aprendizaje y Rendimiento.
PIB: Producto Interior Bruto.
PNUD: Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
PNUMA: Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente.
PYME: Pequeña y mediana empresa.
RAEE: Residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
RAND: Corporación Research And Development.
RCI: Revisión de calidad independiente.
REFIT: Programa de adecuación y eficacia de la reglamentación de la
Comisión.
RN2000: Red Natura 2000.
RNB: Renta Nacional Bruta.
RSM: Residuos sólidos municipales.

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224 Ignacio Belda Hériz

RUSP: Directiva sobre restricciones a la utilización de determinadas


sustancias peligrosas en aparatos eléctricos y electrónicos.
SME: Small and medium-sized enterprises.
TFUE: Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
TIC: Tecnologías de la Información y la Comunicación.
UE: Unión Europea.
UICN: Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
UNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura.
ZEC: Zonas de Especial Conservación.
ZEPA: Zonas de Especial Protección para las Aves.

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