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Calificación
del desempeño
y holguras
PUNTOS CLAVE
• Usar calificaciones para ajustar los tiempos observados a los esperados con un desempeño
estándar.
• En los estudios con elementos largos, calificar cada uno por separado.
• Proporcionar un mínimo de entre 9 y 10% de holgura constante para las necesidades personales
y la fatiga básica.
• Agregar suplementos u holguras al tiempo normal como un porcentaje suyo para obtener el
tiempo estándar.
D
urante un estudio de tiempos, los analistas observan cuidadosamente el desempeño del ope-
rario. El desempeño que ejecuta pocas veces se ajusta a la definición exacta de estándar. Así,
deben hacerse algunos ajustes al tiempo medio observado para obtener el tiempo que requiere
un operario calificado para hacer la tarea cuando trabaja a un ritmo estándar. Para llegar al tiempo que
requiere un trabajador calificado, los analistas del estudio de tiempos deben aumentar el tiempo si han
seleccionado un operario que supera los estándares y disminuirlo en caso contrario. Sólo de esta
manera pueden establecer un estándar real para los operarios calificados.
La calificación del desempeño es probablemente el paso más importante en todo el procedi-
miento de medición del trabajo. También es el paso más sujeto a críticas, ya que está basado por
completo en la experiencia, capacitación y juicio del analista que lo realizará. Sin que importe que el
factor de calificación se base en la velocidad o el ritmo de producción o en el desempeño del operario
comparado con el de un trabajador calificado, la experiencia y el juicio siguen siendo los criterios para
determinar el factor de calificación. Por esta razón, los analistas deben estar suficientemente
capacitados y tener una alta integridad personal.
Después del cálculo del tiempo normal, debe darse un paso adicional para llegar a un estándar
razonable. Este último paso es la adición de un suplemento u holgura para tomar en cuenta las múl-
tiples interrupciones, demoras y retardos causados por la fatiga en todas las asignaciones de trabajo.
Por ejemplo, cuando se planea un viaje en carretera de 1 300 millas, sabemos que el viaje no puede
hacerse en 20 horas si se viaja a una velocidad de 65 mi/h. Debe agregarse una holgura para las pa-
radas periódicas por necesidades personales, la fatiga que provoca manejar, las paradas inevitables
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356 CAPÍTULO 11 Calificación del desempeño y holguras
ocasionadas por las congestiones del tránsito y los semáforos, las posibles desviaciones y el camino
en mal estado, los problemas con el automóvil, etc. Si consideramos todos estos factores podemos
estimar que el viaje durará en realidad 25 horas, pues debemos agregar una holgura de 5 horas por
todas las demoras. De manera similar, los analistas deben proporcionar una holgura para que el es-
tándar resultante sea razonable y fácilmente sostenible por un operario promedio que trabaja a ritmo
estable y normal.
340 340
140 140
Figura 11.1 Distribución
esperada del resultado de 20 20
1 000 personas selecciona- –3 –2 – X + +2 +3
tiempos, es imposible obtener una congruencia perfecta entre las calificaciones. Sin embargo, se con-
sideran apropiados los procedimientos de calificación que se aplican a diferentes operarios mediante
el mismo método y que producen estándares que no se desvían más de 5% de la media.
Los analistas del estudio de tiempos deben ser igualmente exactos. No es difícil corregir los há-
bitos de calificación de un analista que califica siempre alto o siempre bajo. Sin embargo, es muy di-
fícil corregir la capacidad de un analista incoherente, que califica demasiado alto un día y demasiado
bajo al día siguiente, por lo que probablemente no debería seguir realizando estudios de tiempo. La
incoherencia, más que cualquier otro aspecto, destruye la confianza del operario en el procedimiento
de estudio de tiempos.
La calificación del desempeño debe hacerse sólo durante la observación de los tiempos elemen-
tales. A medida que el operario procede de un elemento al siguiente, usando el método prescrito, el
analista debe evaluar con cuidado la velocidad, la destreza, los movimientos falsos, el ritmo, la
coordinación, la eficacia y otros factores que influyen en la producción y juzgar el desempeño del
operario respecto al desempeño estándar. Una vez registrado el desempeño, éste no debe cambiarse.
Sin embargo, no implica esto que el observador elabore y emita siempre un juicio perfecto. Si la ca-
lificación es cuestionada, el trabajo o la operación debe volver a estudiarse para aprobar o desaprobar
la evaluación que se registró.
La frecuencia de las calificaciones depende del tiempo del ciclo. En las operaciones repetiti- vas
de ciclos cortos, se espera poca desviación del desempeño del operario durante el curso de un estudio
de longitud promedio (15 a 30 minutos), y es perfectamente satisfactorio evaluar el desem- peño de
todo el estudio. Además, un observador que se esfuerza para calificar cada elemento en un estudio de
este tipo estará tan ocupado en el registro de valores que no podrá observar, analizar y evaluar
eficazmente el desempeño del operario.
Cuando el estudio es relativamente largo (más de 30 minutos), o está integrado por varios ele-
mentos largos, el desempeño del operario puede variar durante el curso del estudio. En tales estudios,
los analistas deben calificar cada elemento, especialmente si su magnitud supera los 0.10 minutos. Sin
embargo, en general, mientras más frecuentemente se califique un estudio, más exacta será la
evaluación del desempeño del operario. Como ejemplos, en los estudios de tiempos que se muestran
en las figuras 10.4, 10.6 y 10.7 se califica cada elemento, mientras que en el estudio de la figura 10.8
se califica todo el estudio.
0.38 minutos, y 2) repartir un juego de 52 cartas en cuatro montones iguales colocados cerca uno del
otro en medio minuto (observe que el pulgar opuesto alimenta las cartas a la mano que reparte). En la
tabla 11.1 se presenta una guía con puntos ancla específicos de diferentes niveles.
También puede ser útil que el analista novato comience por calificar con decenas, es decir, 80,
90, 100, etc. y con el tiempo hacerlo de 5 en 5, y así sucesivamente. También es muy importante que
registre la calificación en la columna C de la forma de estudio de tiempos antes de iniciar las lecturas
del cronómetro. De otra forma, puede ser acusado de calificar mediante el reloj.
Algunas compañías usan una técnica de calificación de la velocidad normalizada a un estándar
de 60%, que se basa en el enfoque de la hora estándar, es decir, producir 60 minutos de trabajo cada
hora. Con esta base, una calificación de 80 significaría que el operario trabajó a una velocidad de
80/60, o bien 133%, que es 33% arriba de lo normal. Una calificación de 50 indicaría una velocidad
de 50/60, o bien 83.3% de lo normal.
Los analistas del estudio de tiempos usan la calificación de velocidad para obtener una califica-
ción elemental, del ciclo o global. Por ejemplo, todos los estudios de tiempos que se muestran en el
capítulo 10 usaron calificación de velocidad.
EL SISTEMA WESTINGHOUSE
Uno de los sistemas de calificación que se han usado por más tiempo, que en sus inicios fue llamado
de nivelación, fue desarrollado por la Westinghouse Electric Corporation (Lowry, Maynard y Stege-
merten, 1940). Este sistema de calificación Westinghouse considera cuatro factores para evaluar el
desempeño del operario: habilidad, esfuerzo, condiciones y consistencia.
El sistema define la habilidad como “la destreza para seguir un método dado” y después la
relaciona con la experiencia que se demuestra mediante la coordinación adecuada entre la mente y las
manos. La habilidad de un operario es el resultado de la experiencia y las aptitudes inherentes de
coordinación natural y ritmo. Este factor aumenta a medida que transcurre el tiempo, debido a que una
mayor familiaridad con el trabajo proporciona velocidad y suavidad de movimientos, a la vez que
desaparecen los titubeos y movimientos falsos. Una disminución de él suele ser causada por algún
impedimento funcional debido a factores físicos o psicológicos, como fallas en la vista, en los reflejos
y la pérdida de fuerza muscular o coordinación. Por lo tanto, la habilidad de una persona puede variar
de un trabajo a otro e incluso de una operación a otra en un mismo trabajo.
Existen seis grados de habilidad: malo, aceptable, promedio, bueno, excelente y superior. En la
tabla 11.2 se ilustran las características de los distintos grados, con sus valores porcentuales equi-
valentes. Después se traduce la calificación de la habilidad a su valor porcentual equivalente, que va
desde +15% para la habilidad superior a –22% para la mala. Luego, este porcentaje se combina
algebraicamente con las calificaciones de esfuerzo, condiciones y consistencia, para llegar a la califi-
cación final, o factor de calificación del desempeño.
Este método para calificar define el esfuerzo como una “demostración de la voluntad para traba-
jar de manera eficaz”. El esfuerzo es representativo de la velocidad con la que se aplica la habilidad
que, en gran medida, puede ser controlada por el operario. Al evaluar el esfuerzo del operario, el
observador debe calificar sólo el esfuerzo “eficaz”, debido a que ocasionalmente el operario aplica un
esfuerzo rápido mal dirigido para incrementar el tiempo de ciclo del estudio.
Para propósitos de calificación, las seis clases de esfuerzo son malo, aceptable, promedio, bueno,
excelente y excesivo. El esfuerzo excesivo tiene un valor de +13% y el esfuerzo malo –17%. En la
11.3 Métodos de calificación 359
0.15 A1 Superior
0.13 A2 Superior
0.11 B1 Excelente
0.08 B2 Excelente
0.06 C1 Buena
0.03 C2 Buena
0.00 D Promedio
0.05 E1 Aceptable
0.10 E2 Aceptable
0.16 F1 Mala
0.22 F2 Mala
Fuente: Lowry, Maynard y Stegemerten (1940), p. 233.
0.13 A1 Excesivo
0.12 A2 Excesivo
0.10 B1 Excelente
0.08 B2 Excelente
0.05 C1 Bueno
0.02 C2 Bueno
0.00 D Promedio
0.04 E1 Aceptable
0.08 E2 Aceptable
0.12 F1 Malo
0.17 F2 Malo
Fuente: Lowry, Maynard y Stegemerten (1940), p. 233.
tabla 11.3 se proporcionan los valores numéricos de los diferentes grados de esfuerzo y se describen
las características de las diversas categorías.
Las condiciones que se consideran en este procedimiento de calificación del desempeño, que
afectan al operario y no a la operación, incluyen la temperatura, la ventilación, la luz y el ruido. De
esta forma, si la temperatura en una determinada estación de trabajo es de 60°F, pero se acostumbra
mantenerla entre 68 y 74°F, las condiciones se califican por debajo de lo normal. Los factores que
afectan la operación, como herramientas o materiales deficientes, no se consideran al aplicar el factor
de desempeño a las condiciones de trabajo.
Las seis clases generales de condiciones de trabajo con valores que van desde +6% hasta –7%
son ideal, excelente, bueno, promedio, aceptable y malo. En la tabla 11.4 se proporcionan los valores
respectivos de estas condiciones.
0.06 A Ideal
0.04 B Excelente
0.02 C Bueno
0.00 D Promedio
0.03 E Aceptable
0.07 F Malo
Fuente: Lowry, Maynard y Stegemerten (1940), p. 233.
360 CAPÍTULO 11 Calificación del desempeño y holguras
El último de los cuatro factores que influyen en la calificación del desempeño es la consistencia
del operario. A menos que el analista use el método de regresos a cero, o que realice y registre las
restas sucesivas durante el estudio, este factor debe evaluarse mientras está trabajando. Los valores de
tiempos elementales que se repiten en forma constante tendrán una consistencia perfecta. Esta situa-
ción ocurre con muy poca frecuencia, puesto que siempre tiende a haber alguna variabilidad debida a
la dureza del material, el filo de la herramienta de corte, los lubricantes, las lecturas de cronómetro
erróneas y los elementos extraños. Los elementos que operan bajo un control mecánico también ten-
drán una consistencia casi perfecta y se califican con 100.
Las seis clases de consistencia son: perfecta, excelente, buena, promedio, aceptable y mala. La
consistencia perfecta se califica con +4% y la mala con –4%, mientras que las otras clases oscilan
entre estos dos valores. En la tabla 11.5 se resumen estos valores.
Una vez que se han asignado calificaciones a la habilidad, el esfuerzo, las condiciones y la
consistencia de la operación y se han establecido sus valores numéricos equivalentes, los analistas
pueden determinar el factor de desempeño global mediante la combinación algebraica de los cuatro
valores y la adición de una unidad a esa suma. Por ejemplo, si un trabajo dado se califica como C2 en
habilidad, C1 en esfuerzo, D en condiciones y E en consistencia, el factor de desempeño sería el
siguiente:
Habilidad C2 +0.03
Esfuerzo C1 +0.05
Condiciones D +0.00
Consistencia E –0.02
Suma algebraica +0.06
Factor de desempeño 1.06
Muchas compañías han modificado el sistema Westinghouse para incluir sólo los factores de
habilidad y esfuerzo en la calificación global. Estas empresas afirman que la consistencia es un alia-
do muy cercano de la habilidad y que las condiciones se califican como promedio en la mayoría de
los casos. Si las condiciones se desvían sustancialmente de lo normal, el estudio puede posponerse o
debe tomarse en cuenta el efecto de las condiciones inusuales en la aplicación del suplemento u holgura
(vea la sección 11.10).
El sistema de calificación Westinghouse requiere una capacitación considerable para diferenciar
los niveles de cada atributo. Es adecuado tanto para calificar por ciclos como para evaluar un estudio
completo. No resulta apropiado para la calificación elemental porque, a menos que se trate de ele-
mentos muy largos, los analistas no tendrán tiempo de evaluar la destreza, eficacia y aplicación física
de cada elemento. Además, en opinión del autor, un sistema de calificación que sea simple, conciso,
fácilmente explicable y dirigido a puntos de comparación bien establecidos es más exitoso que un
sistema de calificación complejo, como el Westinghouse, que requiere factores de ajuste y técnicas
computacionales que pueden resultar confusos para el empleado de planta promedio.
CALIFICACIÓN SINTÉTICA
En un esfuerzo por desarrollar un método de calificación que no se base en el juicio de un obser-
vador de estudio de tiempos, y que proporcione resultados consistentes, Morrow (1946) elaboró
11.3 Métodos de calificación 361
Después, este factor se aplica al resto de los elementos con control manual que se incluyen en el es-
tudio. De nueva cuenta, los elementos controlados por máquina no se califican. Una ilustración típica
de la calificación sintética aparece en la tabla 11.6.
En el caso del elemento 1,
P = 0 .096>0 .08 =120%
y en el del elemento 4,
P = 0 .278>0 .22 =126%
La media de ellos es de 123%, que es el factor de calificación que se aplica a todos los elementos de
esfuerzo.
Para establecer un factor de calificación sintética debe usarse más de un elemento. Ello se debe a
que la investigación ha demostrado que el desempeño del operario varía de manera considerable de
un elemento a otro, especialmente en trabajos complejos. Desafortunadamente, una objeción impor-
tante al procedimiento de calificación sintética es el tiempo que se necesita para desarrollar el análisis
del sistema de tiempo predeterminado del trabajo dado.
CALIFICACIÓN OBJETIVA
El método de calificación objetiva, desarrollado por Mundel y Danner (1944), elimina la dificultad de
establecer un ritmo normal para todo tipo de trabajo. Este procedimiento establece una sola asig-
nación de trabajo con la que se compara el ritmo de todas las demás tareas. Después del juicio del
ritmo se asigna un factor secundario al trabajo, el cual indica su dificultad relativa. Los factores que
influyen en la dificultad de ajuste son: 1) parte del cuerpo que se usa, 2) pedales, 3) bimanualidad,
4) coordinación ojo-mano, 5) necesidades de manejo o sensoriales y 6) peso manejado o resistencia
que se encontró.