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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


CONSTRUCCIÓN HISTÓRICA DE MÉXICO EN EL
MUNDO II

EL IMPERIO AMERICANO
ENSAYO: TRANSFORMACIONES MUNDIALES, MEDIOS
DE COMUNICACIÓN EN EL SIGLO XX Y NUEVO ORDEN
MUNDIAL

DAVID ALFONSO MARTÍNEZ MEDRANO


2018
La comunicación es el centro de todas las explicaciones tanto del cambio social como
cognitivo humano.

El estudio de la comunicación se ha desarrollado más que ninguna otra disciplina en


las últimas décadas porque los medios de comunicación de masas y la globalización
de las redes han convertido en una prioridad emergente la necesidad de conocer la
comunicación (Bordería Ortiz, p. 11).

Sin embargo, la mayoría de los estudiosos de la comunicación se han dedicado


únicamente al estudio de sus diferentes géneros o personajes trascendentes en los
medios particulares. Lamentablemente, son pocos los interesados en la relación
histórica entre comunicación y sociedad; es decir, desde el punto de vista de las
ciencias sociales, el cual constituye la visión que compete al presente ensayo: El
estudio y cambio en los medios de comunicación en un periodo específico (mediados
del siglo XX) desde un punto de vista de estudio social, sin especificar en la evolución
técnica de los medios de comunicación. Por lo tanto, se argumentará primero sobre
el papel de la comunicación en el periodo de las Guerras; posteriormente sobre la
imposición americana en el Nuevo Orden Mundial y la reacción de los países no
desarrollados; y se concluirá con un ejemplo mexicano para presentar una propuesta
para llevar a cabo una economía competitiva.

El Siglo XX ha sido uno de los siglos más importantes en la historia de la humanidad;


cambió el rumbo del estudio y del trabajo, así como el nombre de la era moderna a
la era contemporánea, y un siglo lleno de cambios sólo era posible con revoluciones
y guerras importantes alrededor del mundo. Por lo tanto, no se puede hablar de
cualquier tema de estudio histórico relacionado al Siglo XX sin tomar en cuenta sus
más importantes sucesos bélicos, ya que, como decía el gran pensador florentino,
“la razón principal de la pérdida del Estado se halla siempre en el descuido de este
arte [la guerra]” (Maquiavelo, p. 99).

Hoy en día se sabe, gracias a los periodistas verdaderamente comprometidos con la


verdad, que los intereses económicos y el control del mercado mundial fueron las
razones de los principales conflictos bélicos en aquel siglo; contrario a los conflictos
ideológicos que se creían antes en el pensamiento romántico característico de
aquella época. Éste es sólo un ejemplo del poder de la comunicación en el
movimiento de los ejércitos; en ambas guerras mundiales, el poder comunicativo
más importante era el de la prensa y la propaganda, lo que le dio prioridad a la
comunicación como objeto de estudio. “La propaganda se hizo necesaria porque el
soldado y el ciudadano se habían convertido en la misma persona, y la población,
en general, que se creía así misma apacible, pedía a sus dirigentes razones para
convertirse en soldado.” (Aron, 1958).

El poder ejecutivo de los países enfrentados utilizaban la comunicación para


aumentar la moral del pueblo ante la guerra. Según varios historiadores, los Estados
Unidos y Gran Bretaña se consolidaron como los ganadores de aquellos conflictos
porque usaban el factor sentimental, mientras que Alemania y los países socialistas
incitaban al pueblo al razonamiento.1

La guerra, además de los constantes cambios, suscitó a las constantes innovaciones.


En el corto periodo de entre guerras hubo revoluciones y batallas entre los medios
de comunicación que peleaban para su supervivencia: La prensa al radio, la radio al
cine, el cine a la televisión y, hoy en día, la televisión al Internet y los medios
digitales. Esta es la razón por la que el mercado de los medios sigue ofreciendo
nuevas actualizaciones y productos a una velocidad amenazante.2

Así como en la Primera, en la Segunda Guerra Mundial la propaganda fue esencial


para la victoria del capitalismo, ya que para mediados del Siglo XX había diversidad

1 Este método sigue mostrando su eficacia, pues las grandes empresas de productos se basan en vender
sentimientos en lugar de sus productos como tal.
2 Para una mejor visión de las revoluciones en los medios de comunicación, se recomienda ver la línea del
tiempo en la obra de Rueda Laffond, Galán Fajardo y Rubio Moraga (p. 20)
de medios3 que se usaban para que el gobierno controlara al pueblo,4 pero uno de
ellos había destacado por su grandiosidad artística: “El cine había sido declarado
industria esencial de la guerra […] los cines de las grandes ciudades proyectaban
permanentemente películas, día y noche, para hacer olvidar a la población los
sacrificios de la guerra con unas horas de evasión.” (Bordería Ortiz, p. 155)5

Después de la Segunda Guerra, la influencia de la comunicación afectaba tanto a la


política como a la economía; gracias a los medios de comunicación, Estados Unidos
se volvió la potencia más grande del mundo tanto económica como política. El país
norteamericano constituía su hegemonía a través de las empresas trasnacionales
que sacramentaron el American way of life a través del cine y la televisión, pues los
medios audiovisuales, para el periodo posguerra, ya eran mucho más consumidos
que la prensa y el radio. El maestro Bordería Ortiz citaba a esta nueva imposición de
ideología como “un paquete en el que, junto a la democracia, se identificaban el
bienestar y el consumo de masas, la igualdad de oportunidades y la posibilidad de
alcanzar el triunfo económico y social.” (Bordería Ortiz, p. 157).6 Sin embargo, el
sistema económico significaba un nuevo renacimiento:

“El nuevo orden, tanto informativo como económico, parten del principio de libertad que
imponen los Estados Unidos […] que no era más que la reactualización del viejo modelo del
liberalismo del siglo XVII y XVIII. Esa idea de libre información en el mundo había inspirado
la Carta fundacional de las Naciones Unidas y los distintos acuerdos internacionales de la

3 Para una visión más completa acerca de la diversidad de medios de comunicación en las Guerras, véase la
obra de Rueda Laffond, Galán Fajardo y Rubio Moraga (pp. 187-192).
4
A pesar de que el control de “El Cuarto Poder” fue demostrado con el triunfo inglés, se demostró a su vez la
realidad que Nicolás Maquiavelo demostró acerca del ejército fuerte: “[…] la propaganda no pudo hacer nada
ante el comportamiento del ejército alemán, se ganaron la enemistad generalizada en la mayor parte de
países por la brutalidad de su comportamiento real, con ejemplos de extrema crueldad en territorios como
Polonia o la U.R.S.S.” (Bordería, p.155)
5 Para un mejor estudio del Cine en el periodo de la Segunda Guerra Mundial, se recomienda la lectura de
Rueda Laffond, Galán Fajardo y Rubio Moraga (pp. 89-116)
6 Para un estudio más profundo sobre la imposición de ideologías, se recomienda la obra de Chomsky (2004) y
la de Mattelart y Dorfman (1979)
posguerra, y para los norteamericanos representaba un elemento esencial a través del cual
reforzar y extender su hegemonía política y cultural por el planeta.” (Bordería Ortiz, p.158)

Se reinstauró el liberalismo –hoy llamado neoliberalismo- para fomentar el


consumismo. Este movimiento se realizó ya consolidado el triunfo del Primer Mundo
en la guerra y en la política, y representó la instauración de un Nuevo Orden Mundial
Económico el cual dio paso a la creación de la Organización de las Naciones Unidas
y de distintas instituciones que son controladas, hasta el día de hoy, por los Estados
Unidos y sus aliados capitalistas, que garantizan el control económico mundial por
parte de los Estados Unidos. 7

El Nuevo Orden Mundial Económico trajo consigo un Nuevo Orden Mundial


Informativo, en el que Estados Unidos dio todo el control de la información al sector
privado:

“Los medios de comunicación debían guiarse por el principio de libertad de información y


lógica del mercado. Debían ser libres para ejercer su función informativa y al tiempo
convertirse en formas de negocio a través de las cuáles el sistema prosperase. Pero al mismo
tiempo, y en virtud de las experiencias comentadas, se reconocía su carácter estratégico en
la sociedad y su contribución esencial en la estabilidad del orden social. Los medios, dentro
de su libertad, debían cooperar y trabajar en la creación de un consenso social, en el
asentamiento definitivo de la democracia, en definitiva (sic), colaborando en la gran
percepción social de estar viviendo en la mejor sociedad posible, evitando las tendensiones
y radicalismos de las épocas anteriores.” (Bordería Ortiz, p. 159)

Era cuestión de tiempo para que los académicos se dieran cuenta de que el
verdadero interés no sólo de los Estados Unidos, sino de todos los países que habían
entrado en guerra en el Siglo XX, era un control hegemónico de la economía y la
información.8 Académicos como Noam Chomsky (2004) critican fuertemente la

7 Entre las distintas instituciones pertenecientes a la ONU, se encuentra el Fondo Monetario Internacional, el
Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
por mencionar solo a algunos.
8 Sin embargo, hubiera sido diferente si los países Europeos y Asiáticos hubiesen salido triunfantes; mientras
los Estados Unidos hoy en día conserva el control de la economía mundial a través de las empresas privadas,
los países Europeos se encontraban a favor de un control totalmente absoluto por parte del Estado.
supremacía estadounidense, a la cual se le denominó Globalización. Entre sus
críticas, el conflicto más evidente es el moral, pues el hecho de una hegemonía
política, economía e informática por parte del Primer Mundo resulta contradictoria
para una ideología de libre mercado: “En el mundo real, Estados Unidos nunca ha
apoyado los mercados libres, desde su historia más temprana hasta los años de
Reagan,9 en que establecieron nuevos estándares de proteccionismo e intervención
estatal en la economía, contrario a muchas ilusiones.” 10 (Chomsky, p. 26).

Para los países del Tercer Mundo, la globalización de la comunicación creó una
idolatría al modelo económico proteccionista de los Estados Unidos. Sin embargo,
comprobando la lógica de la Teoría Económica, tal modelo no funcionó y llevó a
algunos países a extremo endeudamiento. El más claro ejemplo es Brasil:

“Brasil sufrió un colapso y entonces cambió automáticamente del triunfo de una democracia
de mercado a una ilustración de los fracasos del estadismo, si no marxismo, una transición
que se realiza sin esfuerzos y de manera rutinaria dentro del sistema doctrinal, según las
circunstancias lo requieran.” (Chomsky, pp.19-20).11

9 El Presidente Reagan se encontraba con una visión proteccionista como el actual Presidente Donald Trump;
sin embargo, con el poder económico que tienen actualmente los Estados Unidos, más que perjudicar a su
propio país, lo hace a sus países vecinos México y Canadá.
10 La supremacía de los Estados Unidos se encuentra en peligro pues “El orden mundial, económico, político e
ideológico norteamericano está encontrado hacia el inicio del siglo veintiuno, después de haber rebasado a su
antagónico comunista al final del siglo anterior, un rival que emerge con fuerza, aprovechando las “reglas del
juego” establecidas por el imperio americano, oponente que si bien no domina las relaciones institucionales
internacionales de poder, si comienza a determinar o por menos interferir en las relaciones de mercado
internacionales, y al cual sólo falta avanzar en la conformación de un cuerpo ideológico que lo legitime
internacionalmente para poder acaso en un futuro consolidarse como el nuevo hegemón histórico internacional:
El nuevo imperio Chino mundial.” (Cárdenas Cabello, p. 80)
11 México no se queda atrás. Desde el sexenio de Adolfo López Mateos en los sesenta, se concibió una economía
proteccionista que mantuvieron sus sucesores en el poder. Para el sexenio de Miguel de la Madrid, la deuda
externa era prácticamente impagable, lo que llevó a su sucesor, Carlos Salinas de Gortari, a la privatización de
empresas para poder solventar la deuda. Esto conllevó a la entrada de México en el Acuerdo de Libre Comercio
entre Estados Unidos y Canadá, formando el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Salinas de Gortari,
2017).
Sin embargo, y como respuesta a la unilateralidad de la información, los Países No
Alineados presentaron el Informe McBride, que, entre varias peticiones, se exigía la
creación de un Nuevo Orden Informativo en el que los países del Tercer Mundo
pudiesen brindar información internacional entre los diferentes medios de
comunicación; de igual manera, se solicitaba apoyo económico por parte del Primer
Mundo y la formalización de las profesiones y trabajos relacionados a la
comunicación y el periodismo. Lamentablemente, el informe fue acusado de
totalitario y antidemocrático, por lo que conllevó a su desaparición y a la salida de
los Estados Unidos e Inglaterra de la UNESCO, de parte del presidente Reagan y la
primera ministra Margaret Thatcher.12

Por consiguiente, y como desde 1980 no ha habido una discusión ni tratados


internacionales acerca de las leyes en la comunicación, las empresas informativas
del Primer Mundo prevalecen sobre las del Tercer Mundo; el Estado censura toda la
información; no existe diversidad de contenido; la demanda se ha vuelto exclusiva
para los sectores privados y existe una fuerte dependencia en el campo informativo
que divide a los países desarrollados y subdesarrollados.

Para muestra, el ejemplo mexicano ante la globalización es bastante ilustrativo. Tras


la caída del muro de Berlín, la economía se sectorizó en bloques económicos
posicionados en las grandes potencias mundiales, por lo que para tener una
economía estable había que unirse y crear tratados políticos con tales sectores y
México, forzosamente, tenía que hacerlo con su vecino del norte; tarea para nada
fácil, pues como ya se mencionó, Estados Unidos tenía como interés que las cosas
fuesen a su manera, cuando ellos lo decían y como ellos lo decían (Chomsky,
2004).13 Este periodo de globalización, es narrado por el jefe de Estado mexicano
que consolidó la creación del Tratado de Libre Comercio:

12 Para más información acerca del Informe McBride, se recomienda ver la obra de Bordería Ortiz (pp.181-185)
y la nota de Ortega, Reyes Matta, Casullo y Roncagliolo (Marzo-Abril 1981)
13 Este pensamiento narcisista trajo la guerra con Irak en el mandato del Presidente Bush, así como la actual
guerra con Siria y demás países asiáticos que se niegan a obedecer a los Estados Unidos. En el caso de América
“Mientras que para algunos se abrían regiones, para nosotros amenazaban con cerrarse. […]
debido a la realidad geopolítica y a las nuevas circunstancias históricas, económicas y
culturales, en lugar de anteponer diferencias teníamos que proponer en México un enfoque
constructivo para plantear los complejos asuntos bilaterales. Podría decirse que era una
cuestión de Realpolitik.” (Salinas de Gortari, pp. 97-98).

Con la evolución de las nuevas tecnologías, artes y medios de comunicación la


dependencia de los países en desarrollo es todavía más notoria hacia el Primer
Mundo. Las idealizaciones de los países desarrollados son cada vez más fuertes y la
privatización de empresas y mano de obra a otros países es considerado como un
robo, pues se trata de un intercambio económico constante entre países que llega a
generar desequilibrio en la balanza de pagos. Asimismo, el problema actual más
fuerte de los países no desarrollados es la corrupción junto con los empleos no
formales o ilícitos que no son contabilizados en las cuentas nacionales.

Noam Chomsky (2004) proponía un cambio ideológico, un movimiento social


internacional al estilo del Manifiesto Comunista de Karl Marx, para combatir la cruel
supremacía blanca. En una opinión, se considera mejor seguir el ejemplo de China
y las reglas del neoliberalismo, con apoyo de las Nuevas Tecnologías de la
Información y la Comunicación, para la creación de un contenido variado, original,
de calidad y comprometido con la verdad y con el país que pueda ser comercializado
al extranjero y así tener la ventaja en el darwinismo en el que se ha convertido el
Nuevo Orden Económico e Informativo.14

Asimismo, es necesario establecer nuevos tratados políticos económicos con otros


países, con el resto de América Latina o con otros sectores económicos importantes

Latina, Venezuela es quien se encuentra actualmente ante una grave desobediencia de esta misma índole; en
parte, aunado con la actitud proteccionista de su nada virtuoso jefe de Estado, esa fue la causa de la deplorable
situación económica de tal país.
14 Se recomienda la obra de Rueda Laffond, Galán Fajardo y Rubio Moraga (2014), ya que se encuentran los
medios y recomendaciones necesarias para sacar provecho de todas las nuevas tecnologías disponibles en los
medios de comunicación.
como el mercado asiático, para poder jugar al pseudoliberalismo impuesto por los
norteamericanos y crear una calidad de vida más estable.

Dar un retroceso al capitalismo en pleno Siglo XXI, es una tarea prácticamente


imposible, así como cambiar la “ideología acomodada a las necesidades del privilegio
y poder, que celebra la ganancia privada como el valor humano supremo que niega
los derechos de la gente más allá de lo que ésta puede salvar en el mercado laboral.”
(Chomsky, p.42). Por lo que la única manera de crear una economía, una política,
una comunicación o, en resumen, una organización de Estado competitiva en esta
guerra comercial, es seguir el pensamiento del escritor chino Sun Tzu: si no puedes
contra el enemigo, únetele.

BIBLIOGRAFÍA

ARON, R. (1958). Un siglo de Guerra total. Hispano Europea

BARTROCH (1993). Economics and World History. Chicago.

BORDERÍA ORTIZ, F., MARTÍNEZ GALLEGO, A., y LAGUNA PLATERO, E. (2015).


Historia Social de la Comunicación. Madrid, España: Editorial Síntesis S.A.

CÁRDENAS CABELLO, F. La denuncia del orden mundial. La globalización desde la


perspectiva de Noam Chomsky. En MÁRQUEZ MUÑOZ, F. y DOMÍNGUEZ URIBE, A.
(Coord.) (2016). Grandes pensadores de la Globalización. Tomo I Mann, Chomsky,
Chua, Girard. Grandes autores de la globalización. México: Universidad Nacional
Autónoma de México. pp. 63-82

CHOMSKY, N. Democracia y Mercados en el Nuevo Orden Mundial. En CHOMSKY, N.


y DIETERICH, H. (2004). La Aldea Global. Tafalla, España: Txalaparta. pp. 13-44

MAQUIAVELO, N. (2017). El Príncipe. México: Editores Mexicanos Unidos S.A.

MATTELART, A. y DORFOMAN, A. (1979). Para leer al pato Donald. Comunicación


de masas y colonialismo. México: Siglo veintiuno editores.
ORTEGA, C., REYES MATTA, F., CASULLO, N. & RONCAGLIOLO, R. (Marzo - Abril
1981). Nuevo orden informativo internacional. Nueva Sociedad, 53. (Recuperado de:
http://nuso.org/revista/53/modelos-economicos/) Consultado el 28 de Noviembre
del 2017.

RUEDA LAFFOND, J.C., GALÁN FAJARDO, E. y RUBIO MORAGA, A.L. (2014). Historia
de los medios de comunicación. Madrid, España: Alianza Editorial S.A.

SALINAS DE GORTARI, C. (2017). Aliados y Adversarios. TLCAN 1988-2017. México:


Penguin Random House Grupo Editorial.

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