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LA TIERRA: ESTRUCTURA Y COMPOSICIÓN

La Tierra es un planeta rocoso, de 6373 kilómetros de radio medio (se considera el


radio medio, ya que varía de un punto a otro del planeta). En su interior hay una gran actividad
geológica, prueba de ello son los frecuentes terremotos, la gran cantidad de magma que fluye
hasta la superficie formando los volcanes y el agua que surge a gran temperatura en los
géiseres y fuentes termales.

Al conocimiento de la estructura interna de la Tierra (materiales que existen en el


interior terrestre, de la temperatura a la que se encuentran o de las características que poseen)
se puede llegar por varios métodos, diferenciando dos tipos: directos e indirectos.

Métodos directos: son los que estudian los materiales accesibles de la superficie
de la Tierra (o a poca profundidad) mediante toma de muestras (materiales del interior que
aparecen en la superficie porque la erosión a desgastado las capas que los cubrían, o que
llegan a la superficie expulsados por los volcanes).

Tipos:
1. Exploración geológica directa de la superficie de la Tierra. Se recogen muestras de las
rocas que afloran a la superficie y se anota de qué tipo son, cómo se encuentran situadas, cuál
es su estructura etc. Como resultado se confecciona un mapa geológico que constituye una
representación gráfica, a escala reducida, de los accidentes geológicos de una región, en el que
se incluyen las rocas que aparecen, su edad y disposición.

2. Minas y sondeos. Las minas son excavaciones que se realizan para la extracción de
minerales. La más profunda se encuentra en Suráfrica y alcanza 3,8 km. Los sondeos consisten
en perforara el suelo practicando orificios de diámetro relativamente pequeño (600 mm) con el
objetivo de explorar el material existente en el subsuelo para conocer su estructura geológica.
El objetivo es la explotación directa de algunas rocas y minerales fluidos, como el petróleo y
el gas natural. Los sondeos se llevan a cabo con unos aparatos llamados barrenas o sondas. Por
medio de un sistema de percusión o en otras ocasiones se utiliza una sonda rotativa de corona,
capaz de cortar cualquier tipo de roca. El sondeo más profundo se ha realizado el Siberia y
llega hasta los 12 km de profundidad. La información más importante proporcionada por las
minas y los sondeos es que, a medida que se profundiza en el interior terrestre, la temperatura
aumenta. Este incremento de la temperatura con la profundidad se denomina gradiente
geotérmico.

3. Volcanes. Analizar los materiales expulsados por los volcanes. El material expulsado por
los volcanes procede de lugares poco profundos y se ha formado a partir de la fusión parcial
de las rocas originarias. Sin embargo, en ocasiones su origen es más profundo, y el magma, al
ascender, arrastra fragmentos de rocas del interior que quedan como inclusiones en las rocas
volcánicas. Los materiales son sometidos a altas temperaturas pueden sufrir alteraciones.
Métodos indirectos: Basados en la interpretación de datos obtenidos mediante el
estudio de las propiedades físicas de los materiales que componen la Tierra, inaccesibles para
el hombre por su profundidad. El método más utilizado el método sísmico.
EL MÉTODO SÍSMICO-ESTUDIO DE ONDAS
Es el procedimiento que más información ha aportado acerca de la estructura del
interior terrestre. Se basa en el estudio de los terremotos y del modo en que se propagan las
ondas que originan. Los terremotos o sismos son vibraciones del terreno generadas por la
liberación brusca de la energía acumulada en las rocas que se encuentran sometidas a
esfuerzos. Se originan al fracturarse grandes masas de rocas o si, una vez fracturadas, se
produce un nuevo desplazamiento. Los terremotos o sismos son movimientos bruscos debidos
a la rotura y el desplazamiento de rocas de la corteza profunda o del manto superior, como
consecuencia del movimiento de las placas litosféricas. La mayoría se producen a una
profundidad de unos 50 Km, excepcionalmente, puede llegar a producirse hasta los 700 Km;
El lugar en que se origina el terremoto es el foco sísmico o hipocentro. El lugar de la
superficie terrestre más próximo al foco sísmico es el epicentro.

El método consiste en el estudio de la velocidad de propagación de las ondas sísmicas,


producidas por los terremotos naturales o en explosiones provocadas. Las ondas que se
emplean para el estudio del interior de la Tierra son de dos tipos:

Ondas P: También llamadas primarias o longitudinales. Reciben este nombre porque se


desplazan a mayor velocidad y llegan las primeras. En las que las partículas del terreno vibran
en la misma dirección en que se propaga la onda, son las ondas más rápidas . A su paso, las
rocas se comprimen y dilatan alternativamente a modo de acordeón. Se comportan como los
sonidos y su propagación depende de la compresibilidad del medio, por lo que se les llama
ondas de compresión, como cualquier cuerpo se puede comprimir, las ondas P se propagan en
todo tipo de medios (sólidos, gaseosos y líquidos). Su velocidad media es de 5,5 Km/seg y la
velocidad máxima de 13,5 Km/seg, que alcanzan en el manto superior.

Ondas S: También llamadas secundarias o transversales, en las que la dirección de vibración


de las partículas del terreno es perpendicular a la dirección de propagación de las ondas, como
ocurre si el extremo de una cuerda se mantiene fijo y el otro se desplaza verticalmente. Son
más lentas que las P. Su comportamiento va a depender de la elasticidad del medio; de esta
forma, como los sólidos tienen propiedades elásticas y los líquidos y gases no, las ondas S solo
se propagan en medios sólidos y no en líquidos ni en gases. Su velocidad oscila entre 4 y 8
Km/seg. Se encuentra en estado líquido, su rigidez vale 0. Por lo tanto, las ondas P, en los
líquidos o en las rocas viscosas, tendrán una velocidad más lenta, que cuando atraviesen zonas
sólidas.

El método sísmico se basa en que la velocidad y dirección de propagación de las ondas


sísmicas varía según la naturaleza de los materiales (composición o estado físico) que
atraviesen. Así, la velocidad de las ondas en mayor cuanto más rígido sea el medio por el que
se propagan, mientras que esta disminuye con la densidad. Cuando las ondas pasan de un
medio a otro de naturaleza distinta sufren un cambio brusco en la velocidad y en la dirección.
Durante el período de formación, nuestro planeta pasó por una etapa fluida, por acción
de la gravedad, los materiales se repartieron en capas según su densidad. Como consecuencia,
la Tierra está formada por varias capas concéntricas, cuya densidad aumenta desde la
superficie al centro del planeta. La localización de los límites que separan estas capas ha
podido establecerse mediante el método sísmico ya que, como la naturaleza de los materiales
es diferente en cada capa, la velocidad de las ondas varía bruscamente cada vez que pasan de
una capa a otra. Por tanto, cuando se observa un cambio brusco en la velocidad de las ondas
sísmicas se puede deducir que hay un cambio en el tipo de rocas o en el estado físico de las
mismas y, en consecuencia, que en dicho lugar existe un límite de separación entre dos capas.

En las zonas superficiales de la Tierra las ondas sísmicas se propagan a una velocidad
que se mantiene dentro de ciertos límites hasta una determinada profundidad, variable según
se trate de zonas continentales (25 - 60 km)(incluso sobrepasa los 60 km en las llamadas raíces
montañosas, como los Alpes, que se encuentra a 65 km) u oceánicas (5 -10 km); se considera
un valor medio de 30 km. A esta profundidad se produce un aumento brusco en la velocidad
de las ondas, de lo cual se deduce la existencia de una discontinuidad, llamada
Discontinuidad de Mohorovicic (1909) que separa dos capas de diferentes materiales:
- Una capa superior o corteza, de materiales ligeros y muy delgada, pues ocupa
únicamente el 1,6 % del volumen total del planeta.
- Una inferior y más densa, el manto, que es la capa más grande de la Tierra, pues se
extiende hasta los 2.900 km de profundidad, ocupando más del 82 % del volumen total.
En las zonas más próximas a la superficie, las ondas P viajan a velocidades
comprendidas entre 5 y 6,5 km/s, mientras que las ondas S lo hacen entre 2,5 y 3,5 km/s. Al
llegar a la discontinuidad de Mohorovicic suben hasta 8 y 4,5 km/s respectivamente.

Discontinuidad de Gutenberg: Fue descubierta en 1914. Se encuentra a 2900 km de


profundidad. En ella, las ondas P, que se propagan a más de 13 km/s, caen bruscamente hasta
8 km/s y, las ondas S dejan de propagarse. Esta discontinuidad separa el manto del núcleo
terrestre. Dado que las ondas S se propagan por todos los sólidos pero no por los fluidos
(líquidos y gases), habrá que concluir que por debajo de 2900 km de profundidad se encuentra
una capa de material fundido(núcleo externo).

En 1936, la sismóloga danesa Inge Lehman descubrió que no todo el núcleo era fluído.
A través del mismo sólo se propagan las ondas P que, a una profundidad de 5.120 km, sufren
un nuevo aumento brusco de velocidad. Este salto de la velocidad de las ondas P se interpreta
como resultado de un cambio en el estado físico de los materiales del núcleo, que pasan de
líquido a sólido. En honor a su descubridora, se conoce como Discontinuidad de Lehman, y
permite diferenciar el núcleo externo, fundido, del núcleo interno que se considera en estado
sólido.

Entre 100 y 800 km de profundidad los incrementos de la velocidad de las ondas P y S


tienen fluctuaciones, con algunos descensos y rápidos aumentos. El mayor de ellos se produce
a 670 km (Discontinuidad de Repetti) y se utiliza para distinguir el manto superior del manto
inferior.
El perfeccionamiento del método sísmico ha permitido detectar dentro del manto
superior la existencia de una zona de baja velocidad de propagación de las ondas sísmicas
(entre los 150 y 200 km): al llegar a ella, las ondas P y S disminuyen de velocidad y, por
debajo de ella, recuperan la velocidad propia del manto superior. Esta capa de características
tan especiales recibe el nombre de Astenosfera.

Composición de las divisiones de la Tierra

Núcleo Interno: entre 5.150 - 6.370 Km, es sólido (1,7% de la masa del planeta), se encuentra
como "suspendido" en el núcleo externo.

Núcleo Externo: entre 2.890 - 5.150 Km, es líquido y caliente (30,8% de la masa del planeta)
y presenta capas en movimiento conductoras de electricidad que al combinarse con la rotación
del planeta producen el Campo Magnético de la Tierra.

Manto Inferior: Entre 650 y 2.890 Km, posee el 49,2% de la masa del planeta y constituye el
72,9% de la masa del manto y corteza. Probablemente está compuesto de Si, Mg y O
principalmente, además de Fe, Ca, y Al de forma similar a la abundancia cósmica en que se
hallan en el sol y en los meteoritos.

Zona de Transición(Mesosfera): Entre 400 y 650 Km, posee el 7,5% de la masa del planeta y
el 11,1% de la masa del manto y corteza. Compuesto por silicatos y aluminosilicatos de
estructura compleja, es la fuente de los magmas basálticos.

Manto Superior: entre 10 y 400 Km, posee el 15,3% de la masa del sistema manto-corteza.
Parte del manto superior se encuentra parcialmente fundido (Astenósfera). De la observación
directa en cinturones orogénicos erosionados, la parte residual está compuesta principalmente
de Olivino (Mg,Fe)2SiO4 y Piroxeno (Mg,Fe)SiO3.

Corteza Oceánica: Entre 0 y 10 Km, posee el 0,099 de la masa del planeta, cubre el fondo de
todos los océanos y es de composición basáltica.

Corteza Continental: Entre 0 y 50 Km, posee el 0,374% de la masa del planeta, está
constituida por rocas ricas en minerales de baja densidad; Cuarzo y Feldespatos
principalmente.

Referencias

(1)http://www.scribd.com/doc/17843423/Estructura-y-composicion-Tierra
(2)http://gea.ciens.ucv.ve/slomonac/tema3/estructura.htm

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