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EXPEDIENTE :

RELATOR :

ESCRITO :

SUMILLA : RECURSO DE
AGRAVIO CONSTITUCIONAL

A LA SALA SUPERIOR CIVIL DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA


DE JUNIN

ANGEL PORRAS RUIZ , con DNI………….., con domicilio real


en…………………………….., y domicilio procesal en el JR. AYACUCHO
697-OFICINA 202-HUANCAYO-HUANCAYO-JUNIN, CON CASILLA
ELECTRONICA 12937, ante Ud. Respetuosamente me presento y digo:

I.- PETITORIO

Acudo a su digno despacho con la finalidad de interponer RECURSO DE


AGRAVIO CONSTITUCIONAL contra LA SENTENCIA DE VISTA NRO. 44-
2019-CI, contenida en la RESOLUCION Nro. 07 de fecha 10 de junio
DEL 2019, con la finalidad de que sea elevado al TRIBUNAL
CONSTITUCIONAL, solicitando que se proceda a REVOCAR la misma y se
declara fundada nuestra demanda, en base a los siguientes fundamentos
que pasamos a exponer:

II.- FUNDAMENTOS DE HECHO

2.1 Como claramente señala la demanda en el presente caso, la pretensión


es que se ordene a la SUNAT, reincorporarlo en una plaza vacante y
presupuestada igual o similar a la que estuvo ocupando, en
cumplimiento de lo dispuesto en el numeral 1, articulo 3 de la Ley
27803.

2.2 En primera instancia nuestra demanda es acogida dado que el juzgado


de primera instancia ha verificado que la demanda ha efectuada
diversas convocatorias para la plaza que demanda el actor mediante el
concurso publico de méritos denominado CAS, y tomando en cuenta
también que el demandante ha sido asignado provisionalmente en un
puesto de trabajo, en merito a la medida cautelar dada en el presente
proceso.

2.3 Presentado el recurso de apelación por la demandada, la SALA CIVIL


DE LA CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE JUNIN, emite la
SENTENCIA DE VISTA NRO. 44-2019-CI, contenida en la RESOLUCION
Nro. 07 de fecha 10 de junio DEL 2019, argumentando que no existe la
plaza presupuestada del demandante en el CUADRO DE ASIGNACION
DE PERSONAL PROVISIONAL y que no ha existido la elección de
beneficio que exige el artículo 14 del D.S 014-200052-TR.

2.4 Sin embargo debemos de mencionar que, NI EL JUZGADO NI LA


SALA, han tomado en cuenta que esta parte ha adjuntado como anexo
de su demanda el CUADRO DE ASIGNACION DE PERSONAL
PROVISIONAL DEL AÑO 2017, aprobado mediante Resolución
Ministerial N.° 266-2017-EF/10, donde si obra la plaza debidamente
asignada y presupuestada del demandante, y que si bien es cierto no
figura en el año 2018, ahora en el año 2019, ha sido consignada
nuevamente como se aprecia de la Resolución Ministerial N° 123-
2019-EF/10 , que aprueba el CAP del año 2019.

2.5 Es de verse también que como anexo de nuestra demanda se ha


adjuntado el cargo DE ELECCION DE BENEFICIO presentado ante el
MINISTERIO DE TRABAJO Y PROMOCION DEL EMPLEO.
III.- FUNDAMENTOS DE DERECHO

3.1 AFECTACION AL DERECHO A LA PRUEBA

3.1.1 El derecho a probar es uno de los componentes elementales del


derecho a la tutela procesal efectiva, pues, como ya lo ha señalado el
Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el Expediente N.°
010-2002-AI, constituye un elemento implícito de tal derecho. Por ello,
es necesario que su protección sea realizada a través de los procesos
constitucionales. La tutela procesal efectiva está consagrada en la
Constitución y en el Código Procesal Constitucional, y su salvaguardia
está relacionada con la necesidad de que, en cualquier proceso que se
lleve a cabo, los actos que lo conforman se realicen dentro de los cauces
de la formalidad y de la consistencia, propias de la administración de
justicia. Es decir, se debe buscar que los justiciables no sean sometidos
a instancias vinculadas con la arbitrariedad o los caprichos de quien
debe resolver el caso. El derecho a la tutela procesal efectiva se
configura, entonces, corno una concretización transversal del resguardo
de todo derecho fundamental sometido a un ámbito litigioso.

3.1.2 Por tales consideraciones una de las garantías que asiste a las
partes del proceso es la de presentar los medios probatorios necesarios
que posibiliten crear la convicción en el juzgador de que sus
argumentos son los correctos.

3.1.3 En tal sentido también ha señalado el TRIBUNAL


CONSTITUCIONAL que: “De esta manera, si no se autoriza la
presentación oportuna de pruebas a los justiciables, ¿se podrá
considerar amparada la tutela procesal efectiva? Todo hace indicar que
ello sería imposible. Solo con los medios probatorios necesarios, el
juzgador podrá sentenciar adecuadamente. Por ello, la ligazón entre
prueba y tutela procesal efectiva es ineluctable. Por tanto, existe un
derecho constitucional a probar, aunque no autónomo, que se
encuentra orientado por los fines propios de la observancia o tutela
del derecho al bido proceso. Constituye un derecho básico de los
justiciables de producir la prueba relacionada con los hechos que
configuran su pretensión o su defensa. Según este derecho, las
partes o un tercero legitimado en un proceso o procedimiento,
tienen el derecho a producir la prueba necesaria con la finalidad de
acreditar los hechos que configuran su pretensión o defensa. Así,
por ejemplo, el articulo 188° del Código Procesal Civil establece
que los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los
hechos expuestos por las partes, producir certeza en el juez
respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus
decisiones. Se trata de un derecho complejo que está compuesto
por el derecho a ofrecer medios probatorios que se consideren
necesarios, a que estos sean admitidos, adecuadamente actuados,
que se asegure la producción o conservación de la prueba a partir
de la actuación anticipada de los medios probatorios y que estos
sean valorados de manera adecuada y con la motivación debida,
con el fin de darle el mérito probatorio que tenga en la sentencia.
La valoración de la prueba debe estar debidamente motivada por
escrito, con la finalidad de que el justiciable pueda comprobar si
dicho mérito ha sido efectiva y adecuadamente realizado (Cfr. STC
N°6712-2005-PHC, fundamento 15).

3.1.4 A mayor abundamiento el TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, ha


señalado (vid. STC 010-2002-AI/TC, FJ 133-135) que el derecho
fundamental a la prueba tiene protección constitucional, en la medida
en que se trata de un derecho comprendido en el contenido esencial del
derecho al debido proceso, reconocido en el artículo 139, inciso 3, de la
Constitución. Una de las garantías que asisten a las partes del proceso
es la de presentar los medios probatorios necesarios que posibiliten la
creación de convicción en el juzgador sobre la veracidad de sus
argumentos. Sin embargo, como todo derecho fundamental, el derecho
a la prueba también está sujeto a restricciones o limitaciones, derivadas
tanto de la necesidad de que sean armonizados con otros derechos o
bienes constitucionales –límites extrínsecos–, como de la propia
naturaleza del derecho en cuestión –límites intrínsecos.

3.1.5 Sin embargo, el reconocimiento del derecho a la prueba en la


normatividad es restringido y se lo relaciona casi exclusivamente con la
presunción de inocencia. Por eso, normalmente aparece bajo la fórmula
siguiente: “la persona se considera inocente mientras no se haya
declarado judicialmente su responsabilidad”. Este es el enunciado
utilizado en el artículo 2, inciso 24, acápite e, de la Constitución, que
reproduce lo estipulado por el artículo XXVI de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y, en cierta forma, lo
prescrito en los artículos 11, inciso 1, de la Declaración Universal de
Derechos Humanos; 14, inciso 2, del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, y 8, inciso 2, de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos. No obstante, es menester considerar también que
el derecho a la prueba lleva aparejada la posibilidad de postular,
dentro de los límites y alcances que la Constitución y las leyes
reconocen, los medios probatorios pertinentes para justificar los
argumentos que el justiciable esgrime a su favor. Por ello, no se puede
negar la existencia del derecho fundamental a la prueba. Constituye un
derecho fundamental de los justiciables producir la prueba relacionada
con los hechos que configuran su pretensión o su defensa. Según esta
dimensión subjetiva del derecho a la prueba, las partes o un tercero
legitimado en un proceso o procedimiento tienen el derecho de producir
la prueba necesaria con la finalidad de acreditar los hechos que
configuran su pretensión o defensa.
3.1.6 Atendiendo al doble carácter de los derechos fundamentales en
general y del derecho a la prueba en particular, éste, en su dimensión
objetiva, comporta también el deber del juez de la causa de solicitar,
actuar y dar el mérito jurídico que corresponda a los medios de prueba
en la sentencia. En la medida en que el objetivo principal del proceso
penal es el acercamiento a la verdad judicial, los jueces deben motivar
razonada y objetivamente el valor jurídico probatorio en la sentencia.
Esto es así por cuanto el proceso penal no sólo constituye un
instrumento que debe garantizar los derechos fundamentales de los
procesados, sino también debe hacer efectiva la responsabilidad
jurídico-penal de las personas que sean halladas culpables dentro de
un proceso penal.

3.1.7 Por ello, la prueba capaz de producir un conocimiento cierto o


probable en la conciencia del juez debe reunir las siguientes
características:
(1) Veracidad objetiva, según la cual la prueba exhibida en el proceso
debe dar un reflejo exacto de lo acontecido en la realidad;
asimismo, prima facie, es requisito que la trayectoria de la prueba sea
susceptible de ser controlada por las partes que intervienen en el
proceso, lo que no supone desconocer que es al juez, finalmente, a
quien le corresponde decidir razonablemente la admisión, exclusión o
limitación de los medios de prueba. De esta manera, se puede adquirir
certeza de la idoneidad del elemento probatorio, pues éste se ajustará a
la verdad de lo ocurrido y no habrá sido susceptible de manipulación;
(2) Constitucionalidad de la actividad probatoria, la cual implica la
proscripción de actos que violen el contenido esencial de los derechos
fundamentales o transgresiones al orden jurídico en la obtención,
recepción y valoración de la prueba;
(3) Utilidad de la prueba, característica que vincula directamente a la
prueba con el hecho presuntamente delictivo que se habría cometido,
pues con esta característica se verificará la utilidad de la prueba
siempre y cuando ésta produzca certeza judicial para la resolución o
aportación a la resolución del caso concreto;

(4) Pertinencia de la prueba, toda vez que la prueba se reputará


pertinente si guarda una relación directa con el objeto del
procedimiento, de tal manera que si no guardase relación directa con el
presunto hecho delictivo no podría ser considerada una prueba
adecuada.

3.1.8 Se trata, pues, de un derecho complejo cuyo contenido, de acuerdo


con lo señalado anteriormente por el Tribunal Constitucional (vid. STC
6712-2005/HC/TC, FJ 15), está determinado:

(...) por el derecho a ofrecer medios probatorios que


se consideren necesarios, a que estos sean
admitidos, adecuadamente actuados, que se asegure
la producción o conservación de la prueba a partir
de la actuación anticipada de los medios probatorios
y que éstos sean valorados de manera adecuada y
con la motivación debida, con el fin de darle el
mérito probatorio que tenga en la sentencia. La
valoración de la prueba debe estar debidamente
motivada por escrito, con la finalidad de que el
justiciable pueda comprobar si dicho mérito ha sido
efectiva y adecuadamente realizado.

3.1.9 Como puede verse, uno de los elementos que forman parte del
contenido del derecho a la prueba está constituido por el hecho de que
las pruebas actuadas dentro del proceso penal sean valoradas de
manera adecuada y con la motivación debida. De lo cual se deriva una
doble exigencia para el Juez: en primer lugar, la exigencia del Juez de
no omitir la valoración de aquellas pruebas que son aportadas por las
partes al proceso dentro del marco del respeto a los derechos
fundamentales y a lo establecido en las leyes pertinentes; en segundo
lugar, la exigencia de que dichas pruebas sean valoradas
motivadamente con criterios objetivos y razonables (vid. STC 4831-
2005-PHC/TC, FJ 8). Por ello, la omisión injustificada de la valoración
de una prueba aportada por las partes, respetando los derechos
fundamentales y las leyes que la regulan, comporta una vulneración del
derecho fundamental a la prueba y, por ende, del debido proceso.

3.1.10 Por ello, en el presente caso se puede verificar que el juez de la


primera instancia y la SALA han violado el derecho a la prueba del
recurrente al no valorar los medios probatorios presentados por esta
parte, tales como el CAP del año 2017 y el cargo de recepción ante el
MINISTERIO DEL TRABAJO Y PROMOCION SOCIAL.

3.2 VIOLACION DE LA DEBIDA MOTIVACION DE LAS RESOLUCUONES


JUDICIALES.

3.2.1 La cuestión constitucional propuesta por esta parte , por otro


lado, también se vincula a la necesidad de que las resoluciones, en
general, y las resoluciones judiciales, en particular, estén debidamente
motivadas, por ser éste un principio básico que informa el ejercicio de
la función jurisdiccional, y, al mismo tiempo, un derecho de los
justiciables de obtener de los órganos judiciales una respuesta
razonada, motivada y congruente con las pretensiones oportunamente
propuestas.
3.2.2 Al respecto, el TRIBUNAL CONSTITUCIONAL en la STC 8125-
2005-PHC/TC, FJ 11, ha señalado que:

“la exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas en


proporción a los términos del inciso 5) del artículo 139º de la Norma
Fundamental, garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instancia
a la que pertenezcan, expresen la argumentación jurídica que los ha
llevado a decidir una controversia, asegurando que el ejercicio de la
potestad de administrar justicia se haga con sujeción a la ley; pero
también con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho
de defensa de los justiciables (...).”

También ha precisado que el contenido del derecho constitucional a la


debida motivación de las resoluciones judiciales, ha establecido que
éste “(…) obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones
de las partes de manera congruente con los términos en que
vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que
supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). (…)El incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el
dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco
del debate judicial generando indefensión, constituye vulneración del
derecho a la tutela judicial y también del derecho a la motivación de la
sentencia (incongruencia omisiva) (STC Nº 04295-2007-PHC/TC,
fundamento 5 e).

3.2.3 En tal sentido el derecho a la debida motivación de las


resoluciones importa pues que los órganos judiciales expresen las
razones o justificaciones objetivas que la llevan a tomar una
determinada decisión. Esas razones, por lo demás, pueden y deben
provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso,
sino de los propios hechos debidamente acreditados en el trámite del
proceso.

3.2.4 Por ello el Tribunal Constitucional, en distintos


pronunciamientos, ha establecido que el derecho a la debida motivación
de las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a la
arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones judiciales no se
encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en
datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se
deriven del caso.

3.2.5 En el expediente Nº 3943-2006-PA/TC el Tribunal Constitucional,


ha sostenido que el contenido constitucionalmente garantizado de este
derecho queda delimitado en los siguientes supuestos:

a) Inexistencia de motivación o motivación aparente.


b) Falta de motivación interna del razonamiento, que se
presenta en una doble dimensión; por un lado, cuando existe
invalidez de una inferencia a partir de las premisas que
establece previamente el Juez en su decisión; y, por otro,
cuando existe incoherencia narrativa, que a la postre se
presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz
de transmitir, de modo coherente, las razones en las que se
apoya la decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el
ámbito constitucional de la debida motivación mediante el
control de los argumentos utilizados en la decisión asumida
por el juez o tribunal, ya sea desde la perspectiva de su
corrección lógica o desde su coherencia narrativa.
c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las
premisas, que se presenta cuando las premisas de las que
parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto
de su validez fáctica o jurídica.
d) La motivación insuficiente, referida básicamente al mínimo
de motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o
de derecho indispensables para asumir que la decisión está
debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este
Tribunal, no se trata de dar respuestas a cada una de las
pretensiones planteadas, la insuficiencia, vista aquí en
términos generales, sólo resultará relevante desde una
perspectiva constitucional si es que la ausencia de
argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta
manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está decidiendo.
e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a
la tutela judicial efectiva y, en concreto, el derecho a la
debida motivación de las sentencias, obliga a los órganos
judiciales a resolver las pretensiones de las partes de manera
congruente con los términos en que vengan planteadas, sin
cometer, por lo tanto, desviaciones que supongan
modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca
tal incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de su
control mediante el proceso de amparo. El incumplimiento
total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas las
pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate
judicial generando indefensión, constituye vulneración del
derecho a la tutela judicial y también del derecho a la
motivación de la sentencia (incongruencia omisiva).

3.2.6 En el presente caso la falta de motivación se verifica dentro


de lo regulado por el numeral C ) antes citado que señala que
existe falta de motivación cuando existen : “ Deficiencias en la
motivación externa; justificación de las premisas, que se
presenta cuando las premisas de las que parte el Juez no han
sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica
o jurídica.” Y afirmamos ello en base a que las premisas de que
parte la sala no han sido verificadas en la realidad, es decir,
carecen de validez fáctica, por cuanto, al no verificar la existencia
del CUADRO DE ASIGNACION DE PERSONAL PROVISIONAL DEL
AÑO 2017, aprobado mediante Resolución Ministerial N.° 266-
2017-EF/10, donde si obra la plaza debidamente asignada y
presupuestada del demandante, y que si bien es cierto no figura en
el año 2018, ahora en el año 2019, ha sido consignada
nuevamente como se aprecia de la Resolución Ministerial N°
123-2019-EF/10 , que aprueba el CAP del año 2019, y cuando
tampoco ha verificado la existencia objetiva y validez del cargo
DE ELECCION DE BENEFICIO presentado ante el MINISTERIO DE
TRABAJO Y PROMOCION DEL EMPLEO, no hay duda alguna de
que ha emitido una resolución con falta de motivación , según lo
señalado por el máximo intérprete de la CONSTITUCION
POLITICA DEL PERU.

3.3 RESPECTO A LA PROCEDENCIA Y FUNDABILIDAD DE LA ACCION


DE CUMPLIMIEMIENTO

3.3.1 A consecuencia del proceso contencioso administrativo iniciado por


el recurrente , contra el MINISTERIO DEL TRABAJO Y PROMOCION DEL
EMPLEO SE EXPEDIO LA RESOLUCION DEL SECRETARIO GENERAL 05-
2016-TR 7SG DE FECHA 07 DE JUNIO DEL 2016, LA CUAL RESOLVIO
INSCRIBIR AL DEMANDANTE EN EL REGISTRO NACIONAL DE
TRABAJADORES CESADOS IRREGULARMENTE EN CUMPLIMIENTO DEL
MANDATO JUDICIAL.
3.3.2 Siendo que el 26 de abril del 2016, se ha emitido el correspondiente
requerimiento de fecha cierta dirigido al INTENDENTE NACIONAL DE
RECURSOS HUMANOS DE LA SUNAT HUANCAYO, a fin de llevar a cabo
su reincorporación.

3.3.3 En el presente caso, el mandato contenido en la resolución


antes citada cuyo cumplimiento se pretende reúne los requisitos mínimos
comunes que se establecen en el fundamento 14 de la STC N.º 00168-
2005-PC/TC, habida cuenta de que: a) no ha sido declarada nula ni
derogada; b) contiene un mandato claro y cierto, consistente en la
inscripción de la demandante en el Registro Nacional de Trabajadores
Cesados Irregularmente y en el acogimiento de uno de los beneficios
regulados en el artículo 3.º de la Ley N.º 27803, que es la reincorporación;
c) reconoce el derecho del demandante de acogerse al beneficio de la
reincorporación; y d) el demandante se encuentra individualizado como
beneficiario en la resolución.

3.3.4 Del mismo modo, debe precisarse que la satisfacción del mandato
condicional no es compleja ni requiere de actuación probatoria, es
decir, puede deducirse de lo actuado que existe una plaza vacante
debidamente presupuestada para la reincorporación del demandante.
En tal sentido, resulta conveniente destacar que el Tribunal
Constitucional en algunos casos similares ha declarado improcedente
la demanda por considerar que la Ley N.º 27803 no contiene un
mandato incondicional, puesto que su Reglamento indica –como
condición– que la reincorporación de los ex trabajadores está sujeta a
la existencia de plazas presupuestadas vacantes.

3.3.5 En el presente caso, sin embargo, y al igual que en las


SSTC N.os 07984-2006-PC/TC, 08253-2006-PC/TC, 01618-2007-PC/TC,
03954-2007-PC/TC, 01858-2008-PC/TC, 02315-2008-PC/TC, 05428-
2008-PC/TC, 07984-2006-PC/TC, 07153-2006-PC/TC, 09048-2006-
PC/TC y 01662-2007-PC/TC, la condición del mandato se encuentra
cumplida, es decir, que se ha comprobado la existencia de plazas
presupuestadas vacantes, conforme se infiere de la información y
documentación adjuntada en calidad de prueba al expediente; así,
mediante la Resolución Ministerial N.° 266-2017-EF/10, donde si obra
la plaza debidamente asignada y presupuestada del demandante, y que si
bien es cierto no figura en el año 2018, ahora en el año 2019, ha sido
consignada nuevamente como se aprecia de la Resolución Ministerial N°
123-2019-EF/10

3.3.6 En consecuencia, este Tribunal considera que la demanda debe


declararse fundada, toda vez que en autos ha quedado debidamente
acreditado que existe en la Sunat una plaza vacante presupuestada en la
que debe ser reincorporado el demandante, en cumplimiento de lo
dispuesto en la Ley N.º 27803 y en la Resolución Suprema N.º 028-2009-
TR.

3.3.7 En la medida que, en este caso, se ha acreditado la renuencia de la


emplazada en ejecutar la referida resolución suprema, corresponde, de
conformidad con el artículo 56.º del Código Procesal Constitucional,
aplicable supletoriamente al proceso de cumplimiento, ordenar que
asuma los costos procesales, los cuales deberán ser liquidados en la
etapa de ejecución de la presente sentencia.

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