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FACES

Ecuador
“El Impacto del Crédito en el Empoderamiento de las Mujeres”

La Fundación de Apoyo Comunitario y Social del Ecuador (FACES) es una ONG que trabaja en la
provincia de Loja, sur de Ecuador, desde 1991. FACES promueve el potencial de la comunidad,
coadyuva al fortalecimiento y sostenibilidad de sus capacidades y destrezas competitivas y
pretende generar oportunidades de empleo y mejores ingresos, acceso y control de los recursos,
con equidad de género, para la población de los sectores urbanos, suburbanos o rurales.

Servicios principales
! Servicios financieros: micro-crédito en sectores urbanos y rurales.
! Servicios no financieros: capacitación en gestión empresarial, en crecimiento personal.
! Servicios de salud preventivos (capacitación) y curativos (medicina general, especialidades,
odontología, ultrasonido, laboratorio y farmacia)

La experiencia presentada al concurso corresponde al área de microfinanzas y se desarrolla dentro


de dos diferentes enfoques: uno de ellos proporciona crédito solamente (FAMIEMPRESAS),
mientras que el otro combina crédito con capacitación en género y gestión empresarial (PRO
MUJER).

Características principales de la clientela


Se atiende a mujeres microempresarias de la provincia de Loja. Son mujeres de escasos recursos,
vendedoras en los mercados o que tienen pequeñas tiendas de abarrotes, talleres artesanales y
comercio de ropa. La mayoría de microempresas de mujeres en Loja están dedicadas al
microcomercio, cuya actividad está representada por el 84.26% de las financiadas por
FAMIEMPRESAS y el 88.44% de las financiadas por PRO MUJER. Los ingresos mensuales
oscilan entre US$ 89 a US$ 263.

El 65% de participantes son casadas, aunque es elevado el porcentaje de jefas de hogar. Tienen
en promedio 39 años y 5 hijos. Un importante porcentaje de mujeres microempresarias son
afectadas por la violencia intrafamiliar. Por lo general cuentan con bajos niveles de escolaridad y
de educación.

Diseño de la experiencia

FACES efectuó un Diagnóstico Participativo de Género que abordó: la satisfacción de necesidades


prácticas de mujeres empresarias, los roles dentro de la familia, el poder de decisión de la mujer al
interior de la familia y en el negocio, la participación comunitaria y la relación mujer empresaria y
mujer en su vida cotidiana. Entre los hallazgos destacaron:

− Bajo nivel de autoestima en las mujeres y desvalorización de su identidad como mujer


trabajadora y pilar familiar.
− Falta de conciencia sobre su situación actual y poco interés sobre su posición subordinada
− Bajo nivel de organización social.
− Dificultades y discriminación a la mujer en el acceso a recursos económicos (capital,
financiamiento) y a la información.
− Débil acceso a espacios de poder y decisión, aún dentro de su propia familia
− Bajo nivel de instrucción y de lectura comprensiva.

Estos resultados llevaron a FACES a un proceso de reflexión institucional, donde se hizo evidente
la necesidad de contribuir al empoderamiento de las mujeres, teniendo como objetivo el logro de su
autonomía económica.

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FAMIEMPRESAS: Crédito Minimalista

FAMIEMPRESAS busca propiciar el mejoramiento social y económico de las microempresarias


mediante su acceso al crédito. Si bien no se requería que las solicitantes participaran en cursos de
capacitación como condición para recibir el préstamo, ellas podían optar voluntariamente por
cualquiera de los eventos de capacitación que ofrecía FACES, en temas como Manejo de Cuentas,
Mercadeo y Ventas y Administración de Pequeños Negocios.

FAMIEMPRESAS apostó por conceder crédito a las mujeres pobres con las microempresas más
pequeñas. La estrategia se centró en facilitar los procedimientos involucrados y minimizar los
requisitos. Se pide solamente la garantía solidaria de una compañera microempresaria.

Cuando FAMIEMPRESAS se inició en 1991, el manejo operativo era manual y realmente


rudimentario. A partir del segundo año, FACES instaló un software con un diseño propio, adecuado
a sus necesidades y modalidad del manejo de crédito.

La modalidad de crédito minimalista se mantuvo exclusivamente durante casi cinco años hasta que
a raíz de varias evaluaciones con las clientas, ellas manifestaron la necesidad de superar otros
obstáculos no relacionados con la falta de capital, sino más bien con su condición de mujer. Al
mismo tiempo, FACES detectó el requerimiento de incorporar un componente de capacitación. Se
encontró que el hecho de acceder al crédito y de tener más ingresos era una contribución decisiva
e importante para lograr su autonomía económica, pero, no era suficiente para que las mujeres
mejoraran su posición y lograran mejores relaciones personales y de negocios. Estas
consideraciones dieron luz a la concepción de PRO MUJER.

PRO MUJER: Crédito Plus

PRO MUJER busca combinar el servicio de crédito dirigido a microempresarias de bajos recursos
con capacitación en varias áreas. Además, se pretende apoyar la organización de mujeres y
estimular el ahorro mediante la formación de cajas de ahorro y crédito autogestionadas.

Cabe señalar que la capacitación no es un requisito para obtener el préstamo. Durante los tres
días que demora el trámite de la solicitud de crédito, se hacen dos talleres de capacitación en
Manejo de Crédito y Autoestima. Sin embargo este mecanismo no es coercitivo, no retrasa el
momento de recibir el crédito y tampoco es una carga adicional para las mujeres, porque se acopla
a sus horarios y calendarios de trabajo. Además, se hace una sensibilización, motivación e
invitaciones para que sigan participando en el programa de capacitación.

La capacitación se desarrolla en dos áreas básicas: Gestión Administrativa y Crecimiento Personal.


Dentro del área de Gestión Administrativa se trabajan temas como Manejo de Crédito y
Comercialización. El manejo de cuentas es un tema complicado de manejar porque su aplicación
se basa en la habilidad con las matemáticas, cosa que las mujeres manejan muy bien verbalmente
y de memoria, pero no cuando se trata de escribir y metodizar las cuentas. Durante todos los
talleres de administración y las asesorías de crédito, se insiste en la importancia de llevar cuentas
ordenadamente y se dan pautas sobre cómo hacerlo de acuerdo a las habilidades de cada una.

Eficacia del servicio

Tanto FAMIEMPRESAS como PRO MUJER fueron proyectos pioneros en la provincia de Loja por
la atención específica otorgada a mujeres, considerando la particularidad de sus problemas y
necesidades, y adaptando los servicios financieros y de capacitación a su realidad.
Debido a las largas jornadas diarias de trabajo de las empresarias y al poco tiempo que tienen para
capacitarse, se decidió adecuar los horarios de capacitación de tal forma que ellas pudieran
participar. Así, en respuesta a un diagnóstico realizado por FACES en 1997 con microempresarias,
desde 1998 se desarrolló una metodología de capacitación para el crecimiento personal de las

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mujeres, la misma que buscaba adecuarse a su disponibilidad de tiempo, por lo que se adoptó una
modalidad semipresencial con un acompañamiento estrecho y la asistencia a un taller mensual de
tres horas. Se obtuvo un paquete de capacitación compuesto de nueve cartillas de trabajo con
temas sobre, Equidad de Género, Identidad, Autoestima, Participación y Liderazgo, Manejo de
Conflictos, Fortalecimiento Organizativo, Violencia de Género, Salud Reproductiva y Autonomía,
además de una Guía Metodológica para facilitadoras. Este paquete fue validado durante un año
con la participación de 72 mujeres distribuidas en cuatro grupos.

Al final del año se hizo un encuentro de mujeres microempresarias para analizar con ellas el
resultado del proceso de capacitación y de la propuesta. Con los resultados del análisis se decidió
incorporar tres nuevos temas de trabajo: Salud, que incluye Salud Reproductiva y Primeros
Auxilios, Derechos humanos y de las mujeres, Fortalecimiento Organizativo y Administración de
las Cajas de Ahorro y Crédito.

La metodología de capacitación es participativa, partiendo de las vivencias y saberes de las


participantes. Se propicia la reflexión, la discusión y el análisis de los temas, para ir construyendo
nuevas concepciones que incorporadas a su experiencia, impulsarán los cambios necesarios.
Tanto las cartillas del sistema de capacitación como la experiencia de los programas de crédito han
sido publicados y difundidos desde 1998.

La falta de garantías tradicionales es una de las barreras con las que se enfrenta la mujer
microempresaria para acceder al crédito formal. Con el fin de superar este obstáculo, FACES
solicita como única garantía la firma de otra microempresaria. No se piden garantías reales,
certificados de trabajo formal, ni formación de grupos solidarios. Puede incluso cruzarse la
garantía. Las mujeres no necesitan el aval o firma de sus maridos, como generalmente lo pide el
sistema financiero formal del país.

La secuencia del otorgamiento de crédito que se aplica para los dos proyectos es la siguiente:

!" Mientras participan en el taller de Manejo de Crédito (tres horas) se realiza la Asesoría de
Crédito, que equivale a una solicitud de crédito, donde se recoge información sobre el negocio
y destino del crédito y se hace un análisis de su capacidad empresarial. La información
cuantitativa recogida se cruza con la contenida en el plan de inversión, realizado por las
microempresarias en el taller. Durante la asesoría, el/la asesor/a junto con la microempresaria
analizan su capacidad de pago, el plazo y la forma de hacer los pagos.

!" El/la asesor/a de microempresas presenta la solicitud en el Comité de Crédito donde él/ella
expone sus criterios y se discute la capacidad de pago. Como resultado de esta reunión, se
tienen asesorías aprobadas, rechazadas o se solicitan modificaciones o mayor información.
Las decisiones del Comité de Crédito constan en un acta que luego sirve para el seguimiento
del manejo operativo.

!" Una vez que la solicitud es aprobada, la microempresaria y su garante proceden a firmar el
pagaré, lo cual permite el otorgamiento del crédito.

!" Cada solicitud de crédito se instrumenta en el software para permitir entregar el crédito con un
cheque de un banco local. En el momento de recibir su cheque de crédito, reciben también una
copia del comprobante de egreso donde consta la fecha, el número del cheque, el monto del
crédito, las comisiones y el total líquido, así como las fechas de pago de las cuotas de pago.
Así mismo, por cada pago que hacen se extiende un recibo donde constan en forma
desagregada los rubros concernientes a su cancelación.

!" Las mujeres que se atrasan en los pagos se les cobra interés de mora que es cuatro puntos
superior a la tasa de interés pactado para el período normal. Si el atraso es persistente, los
asesores las visitan para requerir el pago, se aceptan abonos parciales de acuerdo a las

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posibilidades, pero si no existe voluntad de pago por parte de la prestataria, luego de noventa
días de morosidad, se procede al cobro por la vía judicial.

Las cuotas de pago incluyen capital e interés que se calcula sobre saldos deudores y en cuotas
vencidas. Las cuotas de pago pueden ser semanales, quincenales o mensuales. FACES cobra una
comisión del 3% sobre el monto del crédito que se descuenta al inicio (corresponde a 2% como
seguro de garantía y 1% a una tasa para servicios administrativos y de capacitación).

Las tasas de interés se comparan favorablemente con otros intermediarios financieros, a pesar del
hecho de que los costos administrativos son altos debido a la gran cantidad de préstamos
relativamente pequeños. Actualmente la tasa de interés es de 20% anual. La tasa de morosidad se
calcula sobre el capital vencido. Se considera un crédito en mora al día siguiente del vencimiento.
El tiempo que tarda el trámite de una solicitud de crédito, desde el momento en que se realiza la
solicitud hasta que las mujeres reciben el crédito, es generalmente de dos o tres días.

Para motivar la cultura del ahorro como fuente de recursos, FACES promueve la formación de
Cajas de Ahorro y Crédito populares (denominadas CAC o CACMUJER). FACES capacita y da
asistencia técnica para la administración de la CAC. El requisito más importante para acceder al
crédito es que la socia haya ahorrado por lo menos hasta dos semanas antes de la solicitud. El
monto del crédito es hasta tres veces el monto que tienen ahorrado.

Para fomentar que las mujeres inicien actividades más rentables, FACES brinda información sobre
mercados, da acceso a tecnología y capital. Esto se proporciona en los talleres de capacitación y
mediante el acceso a crédito para capital fijo o de trabajo. Se han ofrecido diversos talleres de
capacitación en tecnologías alternativas, principalmente a innovaciones tecnológicas en panadería,
mejoramiento de procesos productivos en artesanías y de preparación de dulces y en
confecciones, para enseñar conocimientos en actividades que no eran tradicionales de las mujeres
como por ejemplo elaborar chaquetas y pantalones de mujer con estilo sastre.

La experiencia de FACES es que el interés generado por las mujeres es alto cuando ellas están
dentro de la rama donde se pretende innovar, pero es bajo cuando se trata de incursionar en una
actividad nueva o distinta, porque parece difícil vencer la costumbre y dejar de lado la experiencia
que ya han ganado.

Actualmente en Ecuador está rigiendo una nueva Ley de Tributación que obliga a tributar incluso a
los negocios más pequeños. Se han diseñado talleres de capacitación para apoyar a las mujeres
en sus conocimientos sobre tributación. Estos talleres tienen un costo por participante de US$ 0.80
y la diferencia es cargada al costo del crédito US$1,2.

Cobertura del servicio

Hasta junio del 2000 se habían otorgado 5.622 créditos en su totalidad. De este total, 124 créditos
han sido entregados a hombres. Cabe destacar que de los créditos otorgados a nombre de
varones es porque hay 11 mujeres que prefieren que el crédito esté a nombre de sus esposos,
cuatro porque no saben firmar y se han acostumbrado a hacerlo así y las otras como una
estrategia personal para asegurar su apoyo a la economía familiar.

Los créditos son mayormente para el sector comercial (80%), 12% en producción y el resto para el
sector de servicios. Es decir, el crédito está dirigido prioritariamente a mujeres.

PRO MUJER está dirigido prioritariamente a mujeres y en los 2 últimos años ha atendido a 700
mujeres con un crédito promedio de $241.34, dando prioridad al sector comercio (80%), luego
producción (10%) y servicios (10%). Se han capacitado alrededor de 700 mujeres que corresponde
al 76 % de mujeres clientes de PRO MUJER. De acuerdo a los sondeos realizados, por lo menos
un 20% del total de capacitadas han incorporado en sus actividades las técnicas impartidas.

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El mayor problema enfrentado por FACES ha sido el tamaño limitado del fondo de crédito en
ambos proyectos, lo que no ha permitido atender la demanda e incrementar la cobertura. Se está
obteniendo préstamos de la banca comercial (a altos costos) y también de entidades financieras de
segundo piso. FACES sigue intentando conseguir más fondos.

Logros de impacto y empoderamiento de la mujer empresaria

FACES efectuó una encuesta en el año 1998 a 210 mujeres (100 de FAMIEMPRESAS y 110 de
PRO MUJER). Se encontró que en FAMIEMPRESAS el 65.5% de mujeres participantes
incrementó el volumen de ventas y el 62.7% incrementó el volumen mensual de ventas; el 72.7%
vende ahora productos de mejor calidad y el 11.8% ha diversificado los productos que comercia.
El porcentaje promedio de incremento en ventas está en 42%. En PRO MUJER, el 68% de mujeres
incrementó el volumen de ventas y el 27% incrementó el volumen mensual de ventas, el 19%
vende ahora productos de mejor calidad y el 34% ha diversificado los productos que comercia.
Para ambos, 28% han realizado inversiones en la casa, 30% han utilizado el crédito para superar
emergencias, el 72 % de mujeres decide como utilizar el crédito, el 82 % toma decisiones en
aspectos domésticos y del negocio.

Se han encontrado pocas diferencias entre las clientes de los dos proyectos, pero una de las más
significativas es que las clientas de PRO MUJER muestran un alto grado de asertividad y de
incremento de su autoestima. A la fecha se mantienen esas diferencias y se han hecho más
notorias las actitudes de mayor seguridad en sí mismas, especialmente de aquellas que ya han
recibido varios créditos.

Además, se ha podido observar que en ocasiones una parte de las utilidades es reinvertida en el
negocio, pero la mayoría de las veces ellas invierten la totalidad de sus utilidades en el bienestar
familiar, contrario a los hombres que se preocupan más del negocio que de la familia. Por esta
razón hablamos de una alta tasa de mujeres que tiene casa propia (alrededor del 51.5%).

En el contexto empresarial, al disponer de mayor capital de trabajo y demandar insumos en


mayores cantidades, las mujeres tienen mayor poder de negociación con mayoristas y
distribuidores. Con la capacitación se ha logrado que mejoren su gestión empresarial. Por ejemplo,
el 44% de las participantes llevan de alguna manera, cuentas de su negocio.

Es importante mencionar que a raíz de un encuentro realizado en marzo del 2000 ellas propusieron
la idea de la formación de una “Red de Mujeres Empresarias” que funcione y que tenga núcleos
cantonales.

La experiencia demuestra que las microempresas de mujeres son orientadas en primer lugar, hacia
la estabilidad y seguridad económica, priorizando la protección del ingreso antes que el
crecimiento. Con los primeros créditos las mujeres pobres estabilizan sus fuentes de subsistencia o
enfrentan las necesidades más urgentes, por ejemplo comprar ropa o útiles escolares para los
niños. En algunos casos, el uso inmediato de los préstamos para consumo (gastos médicos, por
ejemplo) es necesario para aumentos subsiguientes en la producción. Podrían pasar varios
créditos hasta que las familias y mujeres de bajos recursos tengan la seguridad económica que les
permita invertir en actividades que generen mayores ingresos. Pequeños préstamos para el
consumo (explícitos o no) pueden apoyar en la protección del ingreso y el bienestar de las familias.
Por esta razón, se considera que una política que limita el crédito solo a propósitos productivos
podría actuar en contra de las familias y mujeres más pobres.

Una vez logrado un nivel de subsistencia es cuando las microempresarias tienen la estabilidad
para pensar y trabajar por el crecimiento del negocio y a su vez, necesitan capacitarse para
adquirir mayores destrezas, lograr el despegue de su negocio e invertir mayores recursos.

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Las mujeres que manejan microempresas no siempre tienen como principal objetivo la expansión
de su negocio, sino más bien prefieren expandirla hasta los límites de sus capacidades de
administración o trabajo una vez satisfechas sus necesidades básicas. Su capacidad de inversión
en sus negocios es más restringida respecto a la de los hombres debido a sus responsabilidades
reproductivas. En varios casos, las prestatarias de FACES están logrando aumentos en su ingreso
a costa de una sobrecarga de trabajo, ya que tienen que combinar las funciones en sus empresas
con sus responsabilidades domésticas.

Nos parece probable que las mujeres persigan metas empresariales que difieren de las de los
hombres. La mujer siempre da mayor prioridad al bienestar familiar, y luego al crecimiento del
negocio y no se inclina a hacer inversiones con mayor riesgo (y con mayor rentabilidad). Como
consecuencia es probable que las mujeres buscarán mejoras en la productividad y eficiencia, sobre
todo mejoras que relajen las restricciones de tiempo, en vez de crecimiento.

Así las limitaciones de tiempo pueden ser una de las principales razones del por qué muchas
mujeres usan una proporción cada vez mayor de préstamos grandes para fines no relacionados
con sus negocios. Por lo tanto, para alcanzar mayores tasas de crecimiento en los negocios de
mujeres es necesario aliviar sus responsabilidades domésticas. En FACES, se ha encontrado
casos en que las mujeres invierten sus créditos en los negocios de sus maridos, porque ellos sí
disponen del tiempo para trabajar en la inversión.

Perspectiva de sostenibilidad de los servicios

FAMIEMPRESAS empezó con recursos del patrimonio de FACES y PROMUJER se inició con
recursos externos del Programa de Desarrollo Humano Sustentable ejecutado por la Fundación
Esquel-ECUADOR, con recursos de la Embajada Real de los Países Bajos. Actualmente, ambos
proyectos se mantienen por la autogestión y son autosostenibles. Como ya se ha señalado antes,
los fondos disponible en este momento no permiten un crecimiento significativo en las
colocaciones de crédito y por lo tanto, la cobertura no muestra una tasa creciente.

FACES tiene como política mantener tasas de interés de mercado que suelen ser tasas
ligeramente inferiores a las que cobran las instituciones financieras formales. El efectuar un
adecuado análisis de la capacidad de pago de las prestatarias permite altas tasas de reembolso
(en promedio 95.8% anual). En segundo lugar, el número de créditos colocados permite mantener
una alta rotación del fondo que crece a niveles de 2.2 veces en un año. El índice de Ingreso
Total/Gasto Total promedio de ambos proyectos en el año 2000 fue de 1.63. El costo por
capacitación es de US$ 4.5. El costo por crédito colocado y recuperado es de US$ 10.57.

Lecciones aprendidas a partir de la experiencia

!" La experiencia ha demostrado que las mujeres pobres no necesitan donaciones sino
oportunidades y que cuando tienen una oportunidad para acceder al crédito la valoran y
cumplen con el compromiso adquirido.
!" De la comparación de esta experiencia con dos enfoques podemos concluir que para
incrementar el impacto del crédito sobre el empoderamiento de las mujeres, el crédito sí debe
estar acompañado de capacitación, sobre todo en crecimiento personal, a partir del momento
en la espiral empresarial en el que la empresaria ha logrado seguridad económica para cubrir
su subsistencia básica. Creemos entonces que lo ideal es una combinación de los dos
enfoques.

!"Las restricciones de tiempo que afectan a las mujeres debido a sus responsabilidades
paralelas en la microempresa y en el hogar hace necesario reducir los costos de transacción
para ellas, a través de procedimientos como ubicar las oficinas cerca de sus lugares de trabajo,
mantener requerimientos sencillos para realizar las solicitudes de crédito y desembolsos ágiles
y oportunos.

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Recomendaciones

Para otras IPMs

− Que no teman realizar intervenciones de desarrollo que incluyan componentes de crédito,


destinadas a mujeres pobres. Es importante que lo hagan introduciendo herramientas técnicas
de planificación, ejecución, seguimiento y evaluación.

− La capacitación debe ser voluntaria.

− Los programas de capacitación deberían tener dos ejes: la gestión empresarial y el crecimiento
personal. No se puede ser buena empresaria si no se tiene buenos niveles de autoestima y si
no se manejan adecuadamente las relaciones interpersonales y tienen seguridad en sí mismas.
Cuando se superan estas barreras la capacitación en gestión empresarial, surte mayores
efectos.

− Los modelos o cualquier experiencia ajena deben ser adaptados a la realidad local.

Para entidades de financiamiento

− Que apoyen programas de microcrédito dirigido a microempresarias, aún sabiendo que ellas
tienen los negocios más pequeños y muchos en niveles de subsistencia. Nuestra experiencia
confirma que son puntales importantes para lograr el bienestar familiar y la mayoría de veces,
la única fuente de sustento.

− Que procuren que los programas de crédito vayan acompañados de capacitación en gestión
empresarial y en crecimiento personal con una perspectiva de género desde la práctica.

Datos de la institución

Persona de contacto: : Luis Palacios Burneo o Patricia Cisneros Abad


Ciudad y país: Loja – Ecuador
Teléfono (+códg. País-ciudad-# local): (593 7)587724 – 575237 - 575041
Correo electrónico de la institución: faces@lo.pro.ec
Página Web (institucional o de la Experiencia): faces@lo.pro.ec

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