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A LA
IGLESIA
RODRIGO ABARCA
REGRESANDO A LA IGLESIA
Rodrigo Abarca
ISBN 956-291-156-X
Registro de Propiedad Intelectual
Inscripción Nº 122-549
j
2
A Miriam:
sin cuyo apoyo
y aliento constantes
este libro
jamás se habría escrito
j
3
Agradecimientos
4
INDICE
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 07
Un Propósito Eterno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
¿Quién es Suficiente? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
El Significado de la Ekklesia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
5
6
INTRODUCCIÓN
10
Capítulo I:
Un Propósito Eterno
El significado de la imagen
Un accidente innecesario
El misterio de su voluntad
Notas
1. En verdad, como se verá en la última parte de este capítulo, el propó-
sito último de Dios tiene por centro a Jesucristo, para quien fueron crea-
das todas las cosas. En este libro se asume que “el hombre” al que se
refiere el capítulo 1 de Génesis no es en absoluto un individuo particu-
lar, sino un nuevo hombre corporativo, vale decir Cristo y la iglesia. En
la mente de Dios, “hagamos al hombre a nuestra imagen” se refiere al
hecho decisivo de dar a su Hijo una esposa, que sea su perfecta expre-
sión en el orbe visible e invisible, meta suprema de toda la creación
divina.
24
Capítulo II:
Vida Divina Antes del Tiempo
El discípulo amado
El secreto de Cristo
El secreto de su iglesia
36
Capítulo III:
La Obra del Espíritu
El Señor es el Espíritu
Un desarrollo orgánico
Notas
1. “Dios no ha dejado nada a la imaginación o voluntad humana. No es
nuestro lugar, entonces, el de sugerir cómo pensamos que la obra divina
debe ejecutarse, sino preguntar en todo: ¿Cuál es la voluntad del Se-
ñor?”. La Iglesia Normal, Watchman Nee.
51
52
Capítulo IV:
¿Quién es Suficiente?
Estableciendo un modelo
El nacimiento de la iglesia
El fundamento inalterable
70
Capítulo V:
El Fundamento de los Apóstoles
71
El evangelio del reino
93
al que despojó completamente de su significado original como sinóni-
mo de presbítero o anciano. De esta manera, se preparó el camino para
el primado del obispo romano, pues, ¿si puede existir un obispo entre
los ancianos, luego, no puede haber también un papa entre los obispos?
94
Capítulo VI:
El significado de la Ekklesia
Unidad
Mutualidad
Notas
1. Con respecto al lugar de reunión de la iglesia, Watchman Nee ha
señalado con penetrante sabiduría: “Los grandes edificios de hoy con
sus orgullosos capiteles hablan del mundo y de la carne antes que del
Espíritu, y, de mucho modos, ellos no están tan bien adaptados para el
propósito de la asamblea cristiana como los hogares privados de los
hijos de Dios. En primer lugar, la gente se siente más libre de hablar de
cosas espirituales en la atmósfera informal de un hogar que en un espa-
cioso templo donde todo se hace de modo formal; por tanto, no hay la
misma posibilidad allí para el intercambio mutuo. Por alguna razón, tan
pronto como las personas entran en estos edificios especiales,
103
involuntariamente adoptan un estado de pasividad y esperan que se les
predique. El ambiente de una familia debiera penetrar en todas la re-
uniones de Dios, para que los hermanos se sientan libres de hacer pre-
guntas (1Co. 14:35). Todo debería estar bajo el control del Espíritu,
pero también estaría allí la libertad del Espíritu. Además, si las iglesias
están en los hogares de los hermanos, ellos naturalmente sienten que
los intereses de la iglesia son sus intereses... Así el método escritural de
la organización de la iglesia es en extremo sencillo. Tan pronto como
hay unos pocos miembros en un lugar, ellos comienzan a reunirse en
uno de sus hogares. Si los miembros aumentan tanto que se vuelve
impracticable encontrarse en un casa, entonces ellos pueden congregar-
se en varios hogares diferentes, pero la compañía entera de creyentes
puede reunirse de tiempo en tiempo en algún lugar público. Un local
para tales propósitos puede conseguirse prestado, alquilado, o construi-
do, de acuerdo con la posibilidades económicas de la iglesia; pero de-
bemos recordar que el lugar ideal para la reunión de los santos son sus
propios hogares”. (La Iglesia Normal, Watchman Nee).
104
Capítulo VII:
La Comunidad del Reino
Expresando su autoridad
Notas
1. Al respecto, T. Austin Sparks ha dicho sabiamente: “si nosotros so-
mos capaces de aceptarlo o no, el hecho es que si vamos a continuar
con Dios plenamente, todas las energías y habilidades del alma para
conocer, entender, percibir y hacer, llegarán a su fin, y nosotros nos
encontraremos, en este lado, estupefactos, confundidos, entumecidos e
impotentes. Luego, solamente un nuevo y distinto y divino entendimiento,
constreñimiento y energía, nos enviará hacia adelante y nos mantendrá
en marcha. En tales momentos, tendremos que decir a nuestra almas:
“alma mía, en Dios solamente reposa” (Sal. 62:5). Pero, ¡qué gozo y
fuerza hay cuando el alma, habiendo sido constreñida para ceder al
espíritu, percibe una sabiduría más alta y se gloría en su vindicación!...
Así que, para la plenitud de gozo el alma es esencial y debe ser traída a
través de la oscuridad y muerte de su propia habilidad para aprender
las realidades más altas y profundas para las cuales el espíritu es el
primer órgano o facultad” (What is Man?, T. A. Sparks).
118
Capítulo VIII:
Un Capítulo Sobre lo Esencial
124
CONCLUSIÓN
129
130
BIBLIOGRAFÍA
1. Himitián, Jorge
Jesucristo el Señor
Que sean uno
2. Nee, Watchman
La iglesia normal
La iglesia gloriosa
Un mejor pacto
Transformados en su semejanza
¿Qué haré Señor?
3. Apablaza, Eliseo
Consagración y servicio
Los amigos también tienen que morir
Conforme al modelo
4. Viola, Frank
Reconsiderando el odre
5. Edwards, Gene
Revolución: la historia de la iglesia primitiva
El secreto de la vida cristiana
La vida suprema
6. Fromke, DeVern
El propósito supremo
7. Billheimer, Pablo
Destinados para el trono
8. Swindoll, Orville
El hombre y el propósito eterno de Dios
g
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