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Comunicación social y cambio tecnológico:
un escenario de múltiples
desordenamientos

Guillermo Oroz co Gónl,ez

Introducción

Por ubicarme como investigador en el lado de la recepción y las audien-


cias televisivas y buscar transformar sus interacciones mediáticas a partir
de la exploraci óny posterior intervención pedag ógica de sus procesos co-
municativos y de las mediaciones y contextos que los circundan, mis in-
cursiones en el amplio campo de la comunicación (y ahora en particular
vinculado con el cambio tecnológico en el contexto de la sociedad del co-
nocimiento) han implicado siempre una fuerte tensión entre dos perspec-
tivas. De una parte la perspectiva que otorga un granpeso específico a la
emisión y por tanto a los referentes mediáticos en los efectos que provo-
cafi¡vt por ende, una perspectiva que otorgaría primacía a la tecnología
como motor principal de las transformaciones que estamos presenciando
y aunde la revolución que (muchos sostienen) estamos experimentando;
una perspectiva tecnocéntrica, dominante hoy en día en el pensamiento
comunicacional. Y de otra parte aquella perspectiva que privilegiaríauna
comprensión de la comunicación y de la misma producción de conoci-

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il
lrlic¡rto.s ?r Prrrtir clc las rcpr<ltlucciones cltrc rc:rliz¿rn l6s act()rcs s.ci:rlcs
dcrnocraci¿r. Un oclcspoclcro quc h,ry qu(: cntcntlcr ctl totlrr str corn¡rlcji-
mistnos sobre los refcrcntcs informativos con los que intcractúan. Itcpro-
dacl para cvitar scr idcalistas con rcspccto a las ¡4rantlcs ¡rrtttttcs:ls áttttttl*
ducciones siempre situadas e interesadas y ..rltrr.rlroente contextualiza-
ciadas por [a tecnología.
das. Pero, sobre todo, reproducciones siempre mediadas desde múltiple.s
Como afirma Martín-Barbero (2000), nos enfrentamos ahora a nue-
fuentes macro y microestructurales (incluiJas po, supuesro
-pero siem- vas condiciones del conocimiento, pero principalmente a nuevas "figuras
pre solo como una fuente más- las de los mismá, ,.f.i.rrt., inio.-ativo.s
de razón', donde algunas fronteras se disuelven a Ia vez que se erigen
y la tecnología). Étt" sería una perspectiva sociocén trica,más culturalis-
otras. Frente al ordenador no estamos sólo ante una máquina más, sino
ta, nutrida también de algunas orras disciplinas humanísticas.
en relación con una <<tecnicidad" distintiva, diferente a todas las anterio-
La tensión' entonces, me lleva a cuestionar supuestos e ideas que son
res, por la cual se hace posible una vinculación directa entre información
habitualmente tomados por incuestionabl., y f.r.ra de toda discusión,
y cerebro, e independientemente de si el lenguaje es sonoro, visual, escri-
por lo que una de las consecuencias es mi permanente deseo de acota-
to o multimedia. Esto -en palabras del mismo Martín-Barbero QAA}:2)-
miento del debate y probl ematización de lai certezas. ..inaugura una nueva aleación de cerebro e información que sustituye ala
Q.t. la contraposición entre ambas perspectivas -tecnocéntrica y so- tradicional relación del cuerpo con la máquina t...]. fAdemás] las redes
ciocéntrica- tienda a ser vista hoy en día por algunos aurores, por ejem-
informáticas, al transformar nuestra relaciln con el espacio y el lugar,
plo Castells (1998), como algo en extinción daJo que en la sociedad del
movilizan figuras de un saber que escap an ala raz6n dualista con la que
conocimiento -según sostiene- se diluirían los ptod,r.tores y los usua-
esramos habiruados a pensar la técnica pues se trata a Ia vez de movi-
rios de lo producido, ya que todos podrían d.r.-p.ñar los ái.-o, 1.o-
mientos que son de integración y de exclusión, de desterritorializaciíny
les indistintamente' es cuando menos una consideración polémica. Si
relocalización, nicho en el que interact(tan y se entremezclan lógicas
bien idealmente se sostiene, en la realidad no se sustenta. No, en la me-
y temporalidades tan diversas como las que entrelazan en el hipertexto
dida en que lo que estamos presenciando en vivo y endirecto en el ám-
las sonoridades del relato oral con las intertexrualidades de la escritura
bito de la comunicación no es tanto la disolución áe lo, roles sociales de
y las intermedialidades del audiovisual".
los usuarios frente ala tecnología de información, que no obstante las
Estos otros procesos conllevan racionalidades o figuras de razón que
posibilidades que ofrece, siguen reflejando inercia, y prrrones tradi-
se diferencian de las anteriores por anclarse en lógicas distintas. En el
cionales, ni la disolución, por lo menos no rodav í^, á, ir, .orrdiciones
campo de la comunicación social ésms se muestran más sensoriales que
frente al conocimiento, que también siguen reflejando autoritarismos e
racionales, incluyendo, sobre todo, la primacía de los sentidos del oído y
imposiciones, sino la disolución de algunos de los criterios ranro de pro-
la vista como reductos de legitimidad de lo que se percibe cada vez más
ducción como de circulación y consumo que enmarcan el conocimiento.
virtual y multisensorialmente. Esto supone una distancia, y mientras
Sobre todo de esos criterios cognoscitivos y de legitimid ad y autoridad
más distancia, más mediaciones.
que se encuentran trastocados.
En este contexto de "desordenamientos>, mi intención aquí es sim-
Por eso, con la exuberancia tecnológica contemp oránea, más que la
plemente reflexionar sobre algunos de los cambios y rupturas, transicio-
amplificación concomiranre del poder de todor pr* producir y poner a
nes y/o recomposiciones que experimentamos en el ámbito de la comu-
circular conocimientos -lo que paraalgunos sería rrrra d.* ocrici^ciber-
nicación social, motivados tanto por lo que considero una mediación
nética y ciertamente para todos podría ser un gran objetivo a lograr-
me tecnológica sin precedentes, como por otras mediaciones que, entreteji-
parece que hoy asistimos con el cambio tecnológico a un creciente ..des-
das con la tecnológica, están contribuyendo de manera contundente a
poder" que se hace geométricamente mayor en sociedades como las lati-
que vivamos, más que en una época de grandes cambios, en un gran cam-
noamericanas' justo através, o por medio de la tecnología de la informa-
bio de época (Martín-Barbero y Rey, 2000).
ción. IJn "despoden particularmente comunicrciorrr] que desafía los
Mi exposición está estructurada en tres partes. En la primera trato de
intentos parafortalecer las ciud adanías yhacerposible .l ierarrollo de la
ubicar el contexto de partida explicitando algunos reconocimientos im-

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Portantes que actualmente pareccn estarse perdiendo dc vista. Ij,n la sc- [-A emergencia cle un complejo ecosistelna colnunicativrt
gunda parte abordo con más detalle algunos de los desordenamienros
desde los actores sociales y sus prácticas comunicativas. En la última [,¡ quc los medios, viejos y nucvos, así cotn<l las
yr-r picnscl es que toclos
Parte trataré de calibrar estos desordenamientos en relación con sus efec- cliversas tecnologías videoelectrónicas y digitales que los hacen posibles,
tos en el campo de la educación dentro del nuevo ecosistema comunica- coexisten, conformando o no convergencias en sentido estricto, pero sí
tivo en el que estamos. constituyendo cada vez más sistemas comunicativos complejos.
Si alguna tesis sostengo en este capítulo es en todo caso que muchos La llegada de un nuevo medio o tecnología no supone necesariamen-
cambios que estamos presenciando en este primer lustro del siglo xxr y te, ni rampoco inmediatamente, la suplantactón del anterior. Y esto Por
que seguiremos presenciando en el futuro inmediato en el ámbito de la varias razones. Primero porque cadamedio o tecnología es mucho más
comunicación social, no se deben rcdavía al potencial tecnológico más que eso. Su transformación, entonces, involucra otros factores más allá
reciente que se desprend ería de las últimas tecnologías o de la racionali- de los estrictamente técnicos o instrumentales.
dad tecnoinformática como tal, sino a la extendida presencia de los me- Segundo, porque cadatecnología demanda un tiempo de aprendizaie
dios y tecnologías menos nuevas nacidas en la modernidad. Cambios y apropiación poi prrt. de los usuarios. En el momento de su introduc-
como el del tránsito de un paradigma dela literalidad a uno de la ima- ción e inicial aceptación por lo general se usa de manera parcial, desper-
gen son los que están prefigurando principalmente las transformaciones diciando su porencial cabal y hasta su principal aportación. El extendido
futuras posibles, por lo que hay que acabar de entenderlos para no caer caso de los ordenadores que se usan simplemente como máquinas de es-
en el terreno de las especulaciones o de los futurismos idealistas u opti- cribir que permiten mayor productividad y eficiencia es un clásico ejem-
mistas. plo de este fenómeno.
Tercero, porque las tecnologías demandan una diversificada atención
para gratificar a sus usuarios. Ni aun en países donde el uso sistemático y
La nueva centralidad de lo mediático áo-Ád.o del ordenador está muy extendido, como es el caso de Estados
en la sociedad del conocimiento Unidos, han bajado significativamente las horas dedicadas a ver televisión
(Orozco Gómez,1996). Sigue habiendo televidentes que ven mucha tele-
En primer lugar me gustaría partir de un reconocimiento (que alude a visión y disfrutan con sus espectáculos, noticiarios y programas de fic-
una mediación geopolítica, por lo que en América ladna nos resulta casi ción, al tiempo que también investigan en las navegaciones cibernéticas.
obvio, pero que en otras regiones se puede prestar a cierta polémica. Cuarro, porqr. cadatecnología cubre mejor la sadsfacción de una o
Creer que los medios y tecnologías de información gestados al amparo más necesidades que las anteriores, pero no de todas. Así, las viejas tec-
de la modernidad e insertos socialmente durante el siglo pasado -como nologías siempre conservan un grado de distintividad irreemplazable,Y
la televisión abierta o la televisión de pago en sus diversas modalidades quinto, porque cadanueva tecnología provoca otros cambios contiguos'
de recepción- han perdido relevancia frente al cambio o conjunto de q,r. t"*bién requieren reajustes y reacomodamientos variados por par-
cambios tecnológicos más recienres (Piscitelli, 1995), -o que hasta han t. d. los usuarios. Y hablando desde sociedades donde los recursos son
muerto como afirmarían algunos (Pérez da Silva, 2000)- parece un espe- muy limitados y las mayorías se han empobrecido de manera creciente y
jismo tecnocrático. Y como tal, insostenible por aquellos que no acepta- alarmante.
mos ese evolucionismo tecnológico reduccionista que automáticamente El sexto morivo que retrasa los cambios es obvio: simplemente no
va haciendo obsoletas las tecnologías anteriores. hay poder adquisitivo para ir ala par del desarrollo tecnológico que se
oferta en el mercado.
Todo lo cual conlleva alavezun conjunto de desordenamientos de las
agendas cotidianas de los actores sociales (qt. se puede prolongar por Pe-

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*

ri<ldos largos) y una creciente accptaciírn dc las últinras tccnologías, todrr rniiloncs clc actorcs st¡cialcs, a la vcz cluc clcfincn crr rnucho cl sen-
cles clc
ello aunado con un fenómeno emergente que bien puede conceptuarsc tido dc los carnbios, tambión clefinen su adaptación a cllos y cor)tcxtuir-
como de "migración digiml" (Vilches,2001). A través de este fenómeno Itzan su vinculación a otros procesos sociales y alaproducción de la cul-
cadavez más sectores de la sociedad van incorporándose a otras tecnolo- tura. Esa cultura del bricolaje, hecha de retazos de elementos propios de
gías y van pasando de un entorno a otro, pero sin acabar de abandonar el diferentes etapas, es quizás una manifestación muy visible de las interac-
de partida. En todo este tránsito, lleno de hibridaciones y morivado por ciones, adaptaciones y fusiones que diversos sectores sociales hacen de
los cambios tecnológicos hay que subrayar que los resulmdos no son in- lo nuevo, lo viejo y lo impredecible.
mediatos; ardan en manifestarse, justamente porque no solo lo instru-
mental esú involucrado en ellos, sino sobre todo lo sociocultural ¡ en el
caso que nos ocup a, también y especialmente lo perceptivo. Las prácticas comunicativas

Es importante enfatizar aquí que si los cambios tecnológicos conlleva-


Multiplicación de los destiempos ran solamente cambios instrumentales en la comunicación, quizá fuera
más fácil y rápida su asimilación y hasa podrían verse con claridad re-
La rapidez del desarrollo tecnológico no va ala par de su asimilación laciones de causa-efecto. Pero además, los cambios tecnológicos en el
culrural, ni perceptiva, como tampoco política, aunque sí mercadotécni- ámbito de la comunicación social suponen transformaciones sustanti-
ca,ya que, como afirmaba Raymond \íilliams, ninguna recnología llega vas en las que se generan prácticas, dentro de las cuales luego tienen lu-
a ser tal hasta que no es rentable en el mercado (1933). gar otros cambios culrurales. Estas prácticas dentro de la comunicación,
Un cambio (socio) cultural supone entonces un cambio de sedimenta- o prácticas comunicativas, conllevan algunos componentes de los cua-
ciones en la producción simbólica (que requiere su riempo). Lo que en es- les hay que destacar dos: la socialidad y la ritualidad (Martín-Barbero,
ta dirección estamos experimentando en el ámbito de la comunicación teeo).
social más bien son una serie de fenómenos que corren atropelladamente Pero habráque entender que en dichas prácticas se enmblan negocia-
a lo largo de la vida cotidiana. Destiempos que suponen reajustes y pro- ciones por parte de los actores sociales con respecto a los referentes y
cesos de apren dizaje sustantivos por parte de los actores sociales, y que los otros actores en el proceso comunicativo y de gestaciínde significa-
casi siempre acaban siendo inconclusos, y por parte de los Estados y las dos. La predominancia de unas comunidades interpretativas frente a las
instituciones requieren una formulación adecuada de políticas públicas otras y las competencias comunicativas de los actores diferencialmente
(que casi siempre no lo es) que permitan atodos ir transitando de un me- desarrolladas, así como las circunstancias o situaciones específicas más
dio a otro, de una tecnología a otra, de una rirualidad a otra. o menos favorables (o desfavorables) a la producción simbólica, se en-
Un ejemplo de destiempo es aquel que se manifiesta entre el ecosiste- tremezclan en circuitos y acciones de resistencia y confrontación, pasi-
ma comunicativo -y particularmente entre los cambios tecnológicos en vidad y aceptación, proposición y debate.
el ámbito de la información- y la escuela, los sistemas educativos y la Esta socialidad se puede ver afectada umbién y de maneras impor-
educación en general que van quedando rezagadas. otro ejemplo de des- tantes por un cambio en la tecnología o en el medio de referencia. De he-
tiempo es el caso de los zapatistas en el sur de México, que a través de In- cho, en un gran cambio de época como el actual, la tendencia vigente es
ternet dieron a conocer al mundo sus demandas ancestrales de servicios que lo tecnológico afecte a casi todas las demás dimensiones de la vida
sanitarios, alimentos y reconocimiento básico de derechos, negados a lo individual y colectiva. Lo que yo prefiero llamar la mediación tecnológi-
largo de quinientos años de soledad. ca impacta, por supuesto, de variadas formas todo lo que toca. No se tra-
La superposición de temporalidades modernas, premodernas y pos- m de negar ni de disminuir o simplemente relativizar ese impacto. De lo
modernas que subsisten y coexisten nutriendo de hecho las cotidianida- que se trata es de verlo como un impacto importante, pero que necesa-

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rialnctrtc cclmpite con otros, cn situacioncs diversas, erl clifercntcs cscc-
La explosión de las mediaciones
narios cuyas consecuencias no solo causa é1.
No obstante, y aun entendido así, me interesa recalcar que la sociali- Originalmente el concepto de mediación en el ámbito de la comunica-
dad es precisamente lo que más se está trastocando en comunic ación a
ción social fue inaugurado como propiedad exclusiva de los medios
partir de las nuevas determinaciones que en ella suponen los cambios (Martín Serrano, 1982). En inglés o francés es más sencillo ver esta
tecnológicos, ya que, como afirma Echeverría (1999), la provisión de los
derivación de media a "mediation>. Posteriormenre, Martín-Barbero
nuevos servicios telemátic os on-line que el cambio tecnológico permite (1,987) usa el concepto con otra intencionalidad y para significar el
suPone nuevas dependencias de los usuarios, quienes para ejercer con li- descentramiento de la comunicación de los medios, lo que él llamó
bertad sus diversas ..interactividades' tienen que conectarse a las gran- el mediacentrismo en este campo de esrudios. La cultura, entonces,
des redes e infraestructuras, las cuales ni gobiernan ni controlan ni tam-
vino a ser asumida como la mediación principal o "mediación con ma-
Poco han creado. Asi la asimetría que ya c^racterizaba las anteriores yúsculas> y posteriormente derivó en diversas mediaciones más espe-
dependencias entre los usuarios de los viejos medios, como los televi- cíficas.
dentes y los dueños de la industria de la televisión, ahora cambia de co- Entender el proceso de comunicación, entonces, supone como punto
lor y de estilo, pero no desaparece. Por el contrario, se amplía disolvién- de partida abanáo narlaidea de que las mediacior., prá".den sólo de los
dose en innumerables actos que aparentemente reflejan total libertad. medios y que éstas, en cierta manera, son su extensión. Las mediaciones
Actos que finalmente se anclan en una capa epidérmica de opciones so- a las que me refiero son procesos estructurantes que provienen de diver-
bre las cuales los decisores parecen tener control. sas fuentes, que inciden en los procesos de comunicación y que confor-
Laparadoiaaquíes que mientras más se amplíaunacapade opciones, man las interacciones comunicativas de los actores sociales.
las otras capas más profundas quedan cadavez más centralizadas. Fenó- Desde esta concepción de las mediaciones, lo que actualmente esra-
meno que se vive ya con relación a los medios viejos, donde se aprecia mos presenciando es un interjuego distinto de sus pesos específicos en la
una creciente tendencia de proliferación homogen eizante y que prefigu- comunicación social. Si antes las mediaciones institucionales propias de
ra su extensión en el futuro, dadas las todavía más centralizadas fuerzas las diversas instituciones sociales a las que las audiencias pertenecían eran
que controlan las nuevas tecnologías (\flolton,2000). muy importantes en la definiciín y orientación de las producciones de
Las prácticas comunicativas generan hábitos y promueven regulari- sentido, como la escuela o el Estado por ejemplo, ahoraesas instituciones
dades que los actores sociales desarroll an, aveces hasta de maner a auto- típicas de la modernidad y del siglo pasado han perdido fuerza. Que ha-
matizada, en la medida en que han interíorizada comporramientos y ya sido la globalizacióno el mercado, o el estadio específico del capitalis-
modelos o patrones de reacción frente a los referentes comunicativos. A mo, no importa tanto en este punto de la discusión ya que aquello que se
veces lo más difícil de modificar son precisamente estas cosrumbres co- desordena es justamente el ordenamiento tradicional de mediaciones. En
lectivas e individuales frente a los referentes informativos, mediáticos y este interjuego, la mediación tecnológica adquiere una importancia quizá
no mediáticos, que son los que sustentan lo que aquí entiendo como la desmedida, al tiempo que otras mediaciones casi desaparecen o se atrin-
ritualidad comunicatíva. Esta ritualidad, generada tanto con relación a cheran en fundamentalismos desde donde buscan tener alguna oportuni-
medios como a géneros programáticos y por supuesto con relación a tec- dad de incidencia en el intercambio socieal en su conjunto.
nologías, es la que en todo caso va reflejando grados de apropiación de Las mediaciones cognoscitivas, como la misma capacidad de per-
esos referentes o de abandono. Procesos que suponen habituación y cepción, se alteran debido a las posibilidades tecnológicas de transmi-
tiempo. sión y consumo de información y principalmente de imágenes. Con lir
tecnología audiovisual y la convergencia tecnológica entre lo digital y
lo televisivo, la percepción adquiere dimensiones insólims que incluso
trastocan el mismo sistema nervioso y las habilidades visomotoras.

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F

Desde el caso de los efectos de epilepsia en niños que en Japón vieron que mejo r caracterizan a las sociedades de hoy es justamente el haber lle-
programas de Pokémon en 1 997,hasta el paroxismo que envuelve la vi- gado a ser audiencias múltiples y simultáneas de diversos medios y lue-
sión en pantallas líquidas o en pantallas de tres dimensiones, la percep- go de diferentes tipos de referentes mediáticos y tecnologías.
ción está en el centro de las transformaciones presentes y futuras en el Por lo menos en América ladna la "audienciación" de las sociedades
ámbito de la comunicación, cada vez más estimulada por la mediación está en su pleno apogeo con la llegada de algunos servicios comunicacio-
tecnológica. nales como la televisión de pago en sus distintas modalidades. Y no obs-
Junto con lo perceptivo, otro de los mayores desordenamientos co- tante las transformaciones mediáticas que teóricamente son posibles o se
municativos vigentes es la autolegitimación de la imagen y en particular pronostic^n a corto plazo, siguen siendo y seguirán siendo las interac-
de la imagen en movimiento, de la imagen que constituye esa visualidad ciones mediáticas con los viejos medios, las interacciones dominantes en
tecnificad e,yeque se está convirtiendo en principio o criterio esencial de amplios sectores de la mayoúade los países, por lo que se hace necesario
autoridad, por medio de la enorme verosimilitud que alcanza con las entenderlas mejor en todo lo que implican.
más recientes tecnologías. Los simulacros de realidad, que a veces resul- Ser audiencia hoy -y empezar aser red o llegar a ser red mañana- sig-
tan hasm más reales que la realidad misma que simulan, no son sino nifica para los actores sociales por lo menos tres cosas. En primer lugar
ejemplos de la explosión de lo que podemos considerar la mediación vi- significa una transformación sustancial de su estructuración. Su cohe-
sual en las creencias de los usuarios y en los criterios de verdad (Levis, sión y divisiones estamentarias tradicionales, antes definidas por crite-
leee). rios como género, edad, clase social y etnia, o por criterios más situacio-
nales como tipo y lugar de trabajo, nivel educativo, orientación política
o religiosa, se definen cada vez más dentro de una espiral de mediaciones
La ,raudienciación', como escenario y estímulo que hacen esmllar sus límites privilegiando el criterio transversal de seg-
a la emergente formación de redes mentación mediática y luego el de segmentación tecnológica, que a la
vez que inauguran y diferencian segmentos a partir de interacciones me-
Primero fue el pueblo, luego la masa y después de la modernidad son diáticas e informacionales específicas, enfatizan eljuego de subjetivida-
quizá las redes las estructuras através de las cuales las sociedades con- des y de modos de percepción y reconocimiento, ubicados en el ámbito
temporáneas se organizan e interactúan. Por lo menos esto es lo que pro- de lo simbólico (siempre tecnificado).
feúzaríanvarios autores. Pero a mí me parece que, en el ámbito específi- En segundo lugar, ser audiencia también modifica el vínculo funda-
co de la comunicación, de la masa se está pasando a las redes por medio mental entre los actores sociales con su entorno y con los acontecimien-
del que quizásea el fenómeno o tendencia contemporánea más generali- tos y fuentes tradicionales de información: barrio, amigos, familia, com-
zada, aun en las sociedades del Primer Mundo: el fenómeno de la pañeros de wabajo o de juego, por una parte. Por otra, con las fuentes
..audienciación". Asi ésta es en sí una estancia y no sólo el paso hacia un institucionalizadas como el gobierno o la iniciativa privada. Las venranas
estatus diferente, lo que a su vez confiere estatus concretos a los sujetos de las casas van siendo suplanmdas por las pantallas de los televisores y
que las configuran. Entender esta característica me parece fundamenml los ordenadores, y las plazas públicas y calles, otrora lugares colectivos
p^ra poder entender posteriores cambios socioculturales estimulados de los encuentros, para un número creciente de las poblaciones van sien-
por la mediación tecnológica. do cambiadas por los ..chats, y las incursiones en los sitios en la red
En la medida en que se ha realizado una mediatízaciín-que algunos (Maldonado, 199S). Los encuentros personales se reducen y aumentan
llaman <<massmediación"* sin precedentes del intercambio societal en su los contactos virtuales y las experiencias vicarias (a través de las pantallas
conjunto, un proceso que caracterizólasegunda mitad del siglo xx y aún y la tecnología). Pero sobre todo, la participación posible de los sujeto.s
continúa en este siglo, se ha ido gestando paralelamente una "audiencia- se traduce y reduce a meras exclamaciones o reclamos al viento o cn
ción" masiva de las socieclacles. E.sto significa que uno de los atributos compulsivos zappings bajo techo.
Como contrapartida, la representación rnecliática y la virtualiclacl cuarto clonclc sc usll cl ot'dcrt:rtltlr'. l)cspttós clt: totlt,, ¿;l (l()rttlt', r',rtlro,
continúan su crecimiento vertiginoso y se consolidan doblemente como cuándo dirigir sus clcrnanclas y pr()tcst¿rs frcntc rt lo t¡r.r('v('n y rtos lt's
productos y procesos, a lavez que como mediaciones privilegiadas para gusta, frcntc a lo quc cxpcrimcntan y lcs c¿usa nr;rlcst:rr, c,uruttlr¡ sus irt
conocer, sentir y gustar. conformidades son más producto de sus emociotrcs y dc sus cxpcricn-
La mediación videotecnológica sedimentada en las ..virtudes" implí- cias virtuales que de su racionalidad?
citas que como medio posee la televisión -instantaneidad, verosimilitud
y altafidelidad- confiere ala evidencia visual veracidad, al tiempo que la
pone ..frente a los propios ojos del televidente". Esta mediación ancla su Participación deslocalizada
naruralización y legitimidad en la ancestral (y bíblica) confianza de los
sujetos (televidentes) en aquello que ven. Por su parte, la mediación in- En un tiempo intersectado por una exuberante mediarización y una
formacional (digital), sedimenmda en la interactividad que parece diluir "audienciación" galopante de los sujetos sociales, por una tendenci a cÍe-
las fronteras entre productores y consumidores de conocimiento, natu- ciente de migración digital, los referentes tecnificados de ia comunica-
ra\íza su influencia al ofrecer a las audiencias y usuarios la sensación de ción se multiplican a la par que las apropiaciones medtattzadas de lo
ser no sólo receptores, sino también emisores del conocimiento cons- temporal-histórico y de lo espacial-situacional, inhibiendo otras rnane-
truido. ras de participación e inserción ciudadana de los actores socialet. Éttot,
Y aquí realmente yo tengo una gran duda. ¿Será que la nueva tecno- en tanto audiencias, comienzan a experimentar de manera insólita el fe-
logía nos permitirá de verdad modificar sustancialmente las condiciones nómeno tecnológico que hasta los hace estallar en fragmentos todavía
de producción de conocimiento que queremos o sólo nos permitiría más entrecruzados dentro de sus nuevas y ya de por sí entrecruzadas
ciertos rangos de liberady creatividad mayores, p€ro siempre enmarca- segmentaciones. Fragmentos de audiencia donde es posible encontrar a
dos en condiciones que no fueron ni de nuestra producción ni de nues- los ricos que también lloran y ven telenovelas, a los niños que disfrutan
tra elección? Estas mediaciones (visuales y digitales) invaden y erosio- y preguntan sobre 1o que ..televen" en la programación catalogada para
nan los modos ilustrados, orales y escritos de percepción, apropiación, adultos, a las madres que reprimen su llanto frente a ciertas noticias pa-
producci6ny circulación de saberes, conocimientos, juicios, opiniones y ra ..llorar a gusto> con el siguiente capítulo de la telenovela, a los piado-
nociones, incidiendo también en una transformación desbocada de algu- sos que, ya sin sentimientos de culpa y sin salir de casa, reverberan los
nos usos sociales de lo percibido, apropiado y (re)producido por los ac- oficios religiosos en pantalla, o a los "ciudadanos>> que sacian sus ansias
tores sociales. de novedady sensacionalismo siguiendo al ..Gran Flermano', o sienten
En tercer lugar, el estar-siendo audiencia trastoca también los límites satisfechas sus responsabilidades cívicas con el <<estar al tanto y al día" de
espacio-temporales del intercambio socie tal y deslocali za a sv v ez la par - lo que acontece en su entorno después de ver y escuchar el coddiano
ticipación real de los actores. Sin un claro sentido del lugar (Meyrowitz, programa de noticias.
19S5) las audiencias no solo se encuentran a la deriva, sino que sus ancla- Los muchas veces implosivos conatos de participación de las audien-
jes en lo real se vuelven difusos, movedizos, bastante impredecibles, lo cias, sus posicionamientos efímeros frente a lo que consumen de los
que provoca un proceso inflacionario de dispersión-reencuentros con medios, sus búsquedas insatisfechas de placer, emborrachadas con las
ataduras momentáneas a <<no lugares, que deslocalizany "adestiempan>> grari{icaciones volátiles que obtienen de las pantallas, sus permanencias
su reinserción en el devenir cotidiano. Las diásporas y los nomadismos pasajeras pero repetitivas en enclaves perceptivos y emocionales varian-
de las audiencias encuentran sosiegos precarios en las gratificaciones me- tes, aunados a sus críticas, a veces devastadoras pero improductivas e in-
diáticas y tecnológicas, que no obstante su precariedad, pueden resultar movilizadoras, que no obstante permiten advertir sus malestares mediá-
reconfortantes y conciliatorias con sus ímpetus legítimos por manifes- ticos y tecnológicos, parecerían disparar al infinito sus interacciones y
tarse como ciudadanos más allá del cuarto donde se ve la televisión o del reclasificaciones segmentativas, que sin embargo se manifiestan siemprc

110 111
ts

y con :rltas dosis de rcacción frcntc a csos rcfcrcntes telcvisivos


irc()t¿drrs l)cpcrrrlc¡ciir r¡trc sin c'nrb:u'go cst:í siclttltl cx¡rltlt;rtlir y clllll;ll'('.1(l:l ll() l)()l'
quc nunca clecidicron (Orozco Gómez,2QQl). rAz()ltcs clc clcsar¡ollo hurnano, sin<l cscnciallnclltc l)()t' t'i17,()llcs lllcl'e ¡lll
tilistas. Los valores de eficiencia y conlpctitiviclad rncrcantil sustclrtrrll tr
dan direccionalidad a muchos de los clesarrollos tecnoló¡;icos cotrtcrllpo-
Transformaciones identitarias ráneos.

La erosión de las identidades radicionales es una consecuencia del jue-


go de mediaciones entre las que destacan la mediáticay la tecnológica. Si Desordenamientos educativos
en la premodernidad las identidades se definían más por aspectos físicos
y materiales, más bien naturales, I posteriormente en la modernidad por Si desde el ámbito de la comunic actón social la visión actual sobre la in-
la añadidura de ciertos atributos menos tangibles o naturales adquiridos corporación de lo audiovisual-info rmático a la educación conlleva una
en el tránsito a ese ..Tercer Entorno" que nos narra Echeverría (1999),las alta dosis de mio pía y perversidad, desde las interacciones de los usua-
identidades de hoy son menos esencialishs y más amalgamadoras (Mar- rios con |a tecnolá gía deinformación, la educación posible y deseable de
tín-Barbero, 2000). Éstas se van constituyendo de mestizajes e hibrida- los sujetos-audiencia conlleva un alto grado de incertidumbre.
ciones sedimentadas en manifestaciones y representaciones, sobre todo IJna fuente de incertidumbre se encuentra en los destiemPos que sal-
visuales. Y si bien es cierto que permanecen remanentes propias de otras pican e influencian el devenir cotidiano de los sujetos-audiencia. Un pri-
etapas y modelos identitarios, tanto los placeres y sensaciones que pro- L., d.rtiempo reside en que la televisión (y quizá más el ordenador en
porcionan como las gratificaciones mediáticas y tecnológicas obtenidas la medida en que se generalice su uso) convierte el acontecer en presente
por los actores van encuadrando y prefigurando sus identidades emer- efímero, hoy sobre todo a través de la programación de noticias. La ins-
gentes. tantaneidad de las emisiones televisivas, al tiempo que convierte la infor-
Quizás uno de los fenómenos sustantivos más característicos de este mación en noved ad, Ia vacía de historicidad. El resultado es un flujo
cambio de época con relactón a las identidades no sea ni su fragmenta- constante, sin principio ni fin, intermitente, que transmite un presente
ción ni su volatilidad, sino jusmmente su centralidad en él y consecuen- continuo como oferta y que es continuado por las reiteradas visiones de
temente su cada vez mayor dependencia de é1. Reconocimiento que solo las audiencias. Lo que pasó ayer, sin adquirir historia, puede volver a ser
es posible gracias a la tecnología mediática que permite tener visibilidad visto hoy o mañana, sin que vuelva apasar, pero siempre en presente' no
en pantallas y que cada vez se hace más se hace sinónimo de ella. .n p"rráo, hasta que vuelva a encontrar un nuevo presente mediático
Los movimientos sociales, reivindicativos, de distinta índole y calado (virtual) no real.
pugnan actualmente por ser reconocidos en su distintividad, manifiesta y En su voraz persecución de ratings, la dinámica mediática..ades-
amplificada audiovisualmente. En esa dimensión de visibilidades tecnifi- tiempar, la historia, proyectando en las pantallas imágenes en movi-
cadas también la política y los políticos luchan por la popularidad, medi- *ien1o cuya secuencia no corresponde necesariamenrc aLa secuencia
da cadavez más como objeto de rating y no necesariamente de liderazgo real de los acontecimientos. La desubicación temPoral de las audiencias
real. Acceder al micrófono y a la videocámara, al tiempo que se convier- provoca que el tiempo nuevo introducido mediáticamente no se corres-
ten en objetivos sustanciales para los movimientos y las organizaciones potrd" con sus tiempos reales, 1o cual contribuye ala oferm programá'
sociales, premoniza el acceso a Internet, el reconocimiento en los sitios li.".o*o ficción. Una ficción que conlleva referentes reales, y que Pue-
web y la aceptación en los chats como estrategias imprescindibles para el de parecer incluso más real que la misma realidad, pero sin anclajes en
reconocimiento de los sujetos sociales en su tránsito a ser sujetos-red. el tiempo, solo en la fantasía.
El resultado que tenemos enfrente es una creciente dependencia de la Lr,ririótt de un <<tiempo adestiempado" posibilitado por la tecnolo-
tecnología y en particular de la mediátic a y digital en la vida coti diana. gía sumetge alas audiencias en un mar de sensaciones sin proyección

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Fr

tcl'ttporal, clorrdc pareccría dar lo rnismo olrservar la realiclad transmitida se¿rrr vicariirs y virtu¿rlcs y dcvcngrn cn rtrúltilrles..leccittltt's. l)¡lt':l l.t
que ver una telenovela, una película o un ..documentalr' (de ficción, por vicl:r. Lo quc sc:rprencle ahí rcsultir rtruch¿rs vcces nrris rclcvrttlt('quc lt,
supuesto) sobre la vida de los dinosaurios ¡en el Discovery Channel! Pe* quc se a¡rrendc en instituciones eclucativas formalcs. [,¿1 rltcril cxposi-
dagógicamente esta situación tiene repercusiones no sólo para aprehen* ción de las audicncias a la imagen en las diferentes pantallas posilrlcs
der la historia, el futuro y la propia ubicación en el mundo de los suje- supera cuantitativamente su exposición alas pizarras y a las figuras de
tos-audiencia, sino sobre todo entre los niños, cuya comprensión de los magisterio en las aulas. El mero contacto con el saber y los saberes, con
tiempos conlleva un esfuerzo específico, nada sencillo, pero que ellos los conocimientos legitimados, se reduc e cada vez más en las institu-
parecen superar frente a la televisión en tanto que se muestran seguros ciones educativas, bombardeadas por las ausencias de figuras de magis-
de que los que mueren en pantalla siempre pueden resucitar o tener evo- rerio, los días festivos, los requerimientos sindicales de los docentes,
luciones ..a lo Pokémon" después, y les cuesta mucho entender la situa- las políticas de los ministros de Educación de turno, etcétera, y aumen-
ción de la vida y la muerte reales. ta geométricamente ante la proliferación de ofertas mediáticas y ciber-
En las pantallas puede pasar prácticamente todo, en el momenro que néticas.
se quiera; y 10 que ha pasado antes o mucho antes, como los dinosaurios, Otra faceta de esta deslocali zaciín se manifiesta con respecto a las
recobra vida en una simulación escénica dotada de una enorme verosi- fuentes legitimadoras de los aprendizajes. Antes, el libro tenía con res-
militud. Y con el ordenador, además, se incluye la participación de los pecro al maestro la "última palabra". Ahora,Iaúltima imagen está en la
propios usuarios a través de procesos más interactivos. pantalla y la últimapalabrala tienen los sujetos-audiencia, fundamental*
Pero los destiempos educativos de los actores, sujetos-audiencia, tam- mente sus ojos: "Si lo veo en pantalla, lo creo, es verídico; si no lo veo,
bién se manifiestan en la comparación con la vida escolar. La escuela y la puedo dudar y desconfiarrr. La vista se reconvierte entonces en una legi-
universidad tienen horarios fijos, turnos determinados, localtzaci.ones dmadora de 1o que pasa por ella, sin importar si ello es verídico, valioso,
precisas. En cierta medida se mantienen como reductos de la instrucci 6ny entendible, estructurado o simplemente banal, falso, manipulador o ses-
de la preservación de la culrura y las tradiciones autócronas. Volcada alpa- gado en tanto producto necesario de representaciones. Desde las interac-
sado y resistente a mirar al presente global, la escuela (pública) actual ve ciones mediáticas, los sujetos educandos cuestionan al maestro, cuestio-
amenazado su futuro y
"estalla> ante el siempre presente mediático-infor-
nan sus saberes enciclopédicos vaciados de significado frente a la
mático, innovador y sin horarios, hecho posible por las más recienres tec- proliferante significación representacional y policro mática de sus ecosis-
nologías de la información A ese referente se puede acceder en cualquier temas comunicativos.
momento y casi desde cualquier lugar: no hay que hacer traslados físicos. Las salas para ver la televisión y navegar instituidas en ..escuelas sin
licenciar'; los medios convertidos en protagonistas y no solo en media-
dores o reproductores del acontecer social; ..las, razones y no ..latt ra-
Desplazamientos educativos z\n,reconvertidas en las últimas legitimadoras de lo verosímil, son ape*
nas algunas de las facetas que permiten apreciar las dimensiones variadas
Otra fuente de incertidumbre se encuentra en los despl azamtentos edu- pero profundas, del deslocalizamiento de la autoridad en las sociedades-
cativos, que no encuentran sosiego, provocados por los medios y las más audiencia contemporáneas.
nuevas tecnologías. Entre las deslocalizaciones que introducen en la
educación, la de la autoridad es quizála más importante. Esta deslocali-
zacíón conlleva diversas facetas. Una es el mismo desplazamiento del Hacia un cambio de paradigma
aprendizaje de la escuela y aun de la vida, por el de las pantallas.
El cuarto donde se usa el ordena dor y/o se ve la televisión se recon- El proceso de aprendizaje propio del paradigma que posibilita la tecno-
vierte en escenario de múltiples vivencias y experiencias, aunque éstas logía informacional es por descubrimiento (exploración), no por imita-

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rE

ciirrr (rcproclucción), corno ha sido c[ caso preclclrninantc hasta ahclra en Bibliog rafía
muchas culturas y en la misma educación escolar.
Este paradigma del descubrimiento, entonces, no es nuevo como tal. Castclls, Manucl (1998), I.a era de la infltrmacirírt,3 vols., Ali:rrrzl l'lditorirrl,
Su novedad estriba en que ahora será el predominante, por una parte y Madrid.
por otra, en que los descubrimientos que se posibilitan con la tecnología Echeverría,Javier (1,9gg), Los señores del aire:'hlépolis y el Tbrcer llntrtrno,
de la información -y por tanto el conocimiento que se construye- una Destino, Barcelona'
Fuentes, Raúl (200 t), Educación y telemática. Enciclopedia Latinoamericana e
vezlogrados, sirven de base para nuevos descubrimientos, por lo que se
Sociocwhwra y Comanicación, Norma, Buenos Aires'
esmblece no una cadena, ni una serie, sino más bien un árbol alavezim-
Levis, Diego, lteee¡, La pantalla ubicwa, comwnicación en Ia sociedad digital,
predecible en su crecimiento subsiguiente y vinculado con ..nodos" (co-
Tucumán, Ciccus, Buenos Aires.
mo Castells [1998] enfaríza en el modelo de estructuración de las redes).
Maldonado, Tomás (1998), Crítica a la razón informá,tica,Paidós, Barcelona.
Independientemente de las ventajas que un proceso cognoscitivo de Martín-Barbero, Jesús (2000), Ejes estratégicas de investigación en el campo de
esta naturaleza traiga, ahora y en el futuror por el momento planteauna los estwd¡os sociocwhurales (manuscrito interno del departamento de
Estu-
amenaza múltiple, y abre una seria confrontación que a su vez provoca dios Socioculturales), Iteso.
reacciones desajustadas. Sobre todo a los educadores, aunque no sola- (1990), ..De los medios alas prácticasrr, en La comunicación desde las prácti'
mente a ellos.
- cas sociale.s, Cuadernos del Proiicom, oo 1, Universidad lberoamericana,
Las ya de por sí erosionadas -por la visualidad tecnificada de los me- México, D.F.
dios* figuras de raz6n y autoridad tradicionales, desde el establecido y (1987), De medios a las mediaciones, Gustavo Gili, Barcelona.
los
- y Rey, Germán (eds.) (2000), ..Fin de Siglo',, en Reaista de Estwdios Sociales'
celosamente custodiado en bibliotecas e instituciones hasta el del profe- -
sor que se preciaba de sus dotes enciclopédicas, y por supuesto el libro, n" de enero, Fundación Social, Bogotá.
medio por excelencia que ha sostenido el paradigma hegemónico hasta
Martín Serrano, Manuel (1932), ..La comunicación socialrr, cuadernos del
Coneicc, Iteso, Guadalaiar a.
ahora de la repetició ny la reproducción de conocimientos, así como tan- of Electronic Media
Meyrowytz,
'on Joshua (1985), No Sense of Place, the Impact
tas otras instituciones que durante siglos han contribuido a legitimar
social Behavior, oxford university Press, Nueva York.
ciertos conocimientos y metodologías, hoy se ven sacudidas, confronta- Orozco Gómez, Guillermo (2001), Televisión, audiencias, educación, Norma,
das, y están en el momento de mayor reacción. Buenos Aires.
Los docentes manifiestan un temor profundo a ser reemplazados por (1,996),Teleaisión y awdiencia.s, Ediciones de la Torre/Universidad lberoame-
las nuevas tecnologías de información puestas al servicio de objetivos de - ricana, Madrid.
aprendizaje. Y las instituciones educativas no acaban de comprender la Pérezda Silva, Javier (2000), La telertisión ha tnu'erto, Gedisa, Barcelona'
magnitud del cambio, e insisten tercamente en continuar con una visión Piscitelli, Alejandro (2000), ..La post-televisión, liberando a la información de la
reduccionista que solo reparaen el aspecto instrumental tanto de medios tiraníadel textor,, en Plenarias del v congreso ALAIC 2000 (abril), univer-
como de tecnologías. La dotación de máquinas en las escuelas no es la sidad Diego Portales.
(1995), ..Paleo-, Neo- y Post-Televisión', en La metamorfosis de la TV, Cua-
única alternativaparaatajar el desafío, como se han empeñado en asegu* - dernos del Proiicom, no 8, I-Jniversidad Iberoamericana, México, D' F'
rar muchos ministerios latinoamericanos de Educación. Debatir y re-
Vilches, Lorenzo (2001), La migración digital, Gedisa, Barcelona.
pensar los para qué de la educación y la comunicación en un gran cam- 2000, Pantheon Books, Nueva York.
\üilliams, Raymond (1983), Tbe Year
bio de época como el actual, es lo que necesitamos seguir haciendo. '$üolton,
Dominique (2000), Internet ¿y despwési, Gedisa, Barcelona.

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