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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA RELACIONES EXTERIORES


INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS DIPLOMÁTICOS PEDRO GUAL
MAESTRÍA EN RELACIONES INTERNACIONALES
SEMINARIO I

PROPUESTA DE TRABAJO DE INVESTIGACIÓN

ELABORADO POR: JUAN GÓMEZ MUÑOZ:


C.I. 13.803.989
ÍNDICE GENERAL
CONTEXTO: ------------------------------------------------------------------------------------------------------3

OBJETO DEL ESTUDIO: ----------------------------------------------------------------------------------- 10

OBJETIVOS DEL ESTUDIO ------------------------------------------------------------------------------- 10

GENERAL:------------------------------------------------------------------------------------------------------ 10

ESPECÍFICOS: ------------------------------------------------------------------------------------------------ 10

DELIMITACIÓN------------------------------------------------------------------------------------------------ 11

IMPORTANCIA / JUSTIFICACIÓN: --------------------------------------------------------------------- 11

METODOLOGÍA (RESÚMEN) ---------------------------------------------------------------------------- 11

BIBLIOGRAFÍA: ---------------------------------------------------------------------------------------------- 12

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LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS ENTRE VENEZUELA Y
COREA DEL NORTE: ANÁLISIS Y VALORACIÓN

 CONTEXTO:

Ha sido evidente el giro que ha dado la Política Exterior venezolana a partir del
gobierno del presidente Hugo Chávez Frías (1999), cuya orientación dio prioridad a
ampliar las relaciones con otros países sino fortalecer aquellas que planteaban intereses
comunes, en el marco de los cambios geopolíticos que paralelamente venían gestándose
en el mundo.

A pesar de que algunos sectores manifestaron su sorpresa e incluso llegaron a


promover serias manifestaciones de rechazo y alarma por los cambios que se venían
planteando en la Política Exterior; es necesario considerar que desde el propio gobierno
se habían establecido y anunciado a través de las “Líneas Generales del Plan de
Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007”, las prioridades y objetivos de la
política exterior que se implementaría para ese periodo.

En este sentido, vale la pena destacar sus objetivos fundamentales:

“Fortalecer la soberanía nacional y promover un mundo multipolar”

“Promover la integración latinoamericana y caribeña”

“Consolidar y Diversificar las relaciones internacionales”

“Fortalecer el posicionamiento de Venezuela en la economía internacional”

“Promover un nuevo régimen de seguridad hemisférico” (subrayado nuestro)

Entonces tenemos que dos de los objetivos planteados en este plan de gobierno
están orientados al logro de un nuevo esquema en las relaciones diplomáticas y a la
construcción de nuevas alternativas en el intercambio diplomático y en el ordenamiento
del mundo vigente hasta ese momento.

Para lograrlo, este plan plantea igualmente como estrategias el siguiente principio
que a su vez reviste carácter de formar de acción:

“Pluralización Multipolar:”

“El equilibrio internacional se orientará a estimular la gestación de espacios


multipolares que se contrapongan a la dinámica unipolar y globalizante resultado de
la abrupta terminación de la era bipolar. En efecto, a pesar del poder avasallador de la
globalización, nos encontramos en medio de un orden mundial en gestación, donde
hay posibilidades de orientar el sistema internacional por cauces más democráticos
y de mayor participación para todos los estados en las decisiones globales que nos

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afecten.” (Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación
2001-2007. Negrillas propias)

Como se puede observar, ya para aquel momento, el Gobierno que encabezaba el


presidente Hugo Chávez planteaba abiertamente no solo la necesidad de construir
nuevos “espacios multipolares que se CONTRAPONGAN a la dinámica unipolar”, sino
que reconoce que existe un orden mundial en “gestación”, previendo el auge que
cobrarían países como la República Popular China, o India o la recuperación del peso
geopolítico de la Federación Rusa como heredera natural de la extinta Unión Soviética

Un aspecto que ha sido desestimado es la relación o influencia entre la orientación


que vino tomando la política exterior venezolana y los cambios que venían dándose en el
seno de la comunidad internacional; era impensable para la colectividad, en 1999, en
Venezuela, el auge que iban a tomar países como la Federación Rusa o la República
Popular China en la escena internacional; a pesar incluso del peso que ya esas naciones
tenían en el ámbito económico, político o militar.

En este sentido, el gobierno nacional avanzó en el fortalecimiento de sus relaciones


con la República Popular China y muy especialmente con la República de Cuba, cuyo
intercambio recibió especial atención al inicio y a lo largo de todo el mandato del periodo
presidido por Hugo Chávez Frías (1999-2013).

El fortalecimiento de las relaciones con China y Cuba están estrechamente ligadas


a los objetivos planteados en citado Plan de Desarrollo 2001-2007 y resaltados en
párrafos anteriores, debido a la naturaleza que planteaban dicho intercambio y al abierto
desafío que planteaba tal directriz en materia de política exterior.

Más tarde y una vez consolidada la administración de Hugo Chávez y habiendo


planteado como propuesta de gobierno en las elecciones presidenciales del año 2006, el
“Socialismo del Siglo XXI” como paradigma de conducción política para la República
Bolivariana de Venezuela, se esbozan en las “Líneas Generales del Plan de Desarrollo
Económico y Social de la Nación 2007-2013” una directriz vinculada estrechamente a los
objetivos planteados en el plan precedente y que dan prioridad a la construcción de una
“nueva geopolítica Internacional”.

En este sentido, dicho plan argumenta que “En la actualidad, Venezuela recuperó
su independencia y soberanía en la formulación de su agenda internacional. Las nuevas
circunstancias presentes determinan que Venezuela avance hacia una nueva etapa en la
geopolítica mundial, fundamentada en una relación estratégica de mayor claridad en la
búsqueda de objetivos de mayor liderazgo mundial” (pag 48)

En este plan se anuncian los propósitos superiores de la política exterior centrando


su prioridad en la construcción de un mundo multipolar que “representen el quiebre de la
hegemonía del imperialismo norteamericano, en la búsqueda de la justicia social, la

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solidaridad y las garantías de paz bajo la profundización del diálogo fraterno entre los
pueblos” (pag 48)

En este sentido, el plan establece para la región asiática lo siguiente:


“China, Vietnam, Malasia y zonas circunvecinas. Se propone la consecución de los
siguientes objetivos:
i. Intensificación de la integración económica, social, cultural, científica y
tecnológica.
ii. Construir un nuevo marco de comercio mundial que permita romper
con los núcleos hegemónicos de intercambio comercial.
iii. Profundizar la atracción de inversiones de empresas y capital estadal.
iv. Creación de fondos binacionales de desarrollo para el apalancamiento
de proyectos” (subrayado nuestro, pag 49).

Como estrategias para la materialización de estos objetivos, plantea:


“VII-3.3 Favorecer relaciones solidarias con otros países en desarrollo:
VII-3.3.1 Promover relaciones solidarias entre los pueblos.
VII-3.3.2 Fortalecer relaciones con grupos de países en desarrollo
y el intercambio Sur-Sur”.(pag 50)

Visto esto, resulta un imperativo natural la apertura y fortalecimiento


de relaciones que afiancen la posición de Venezuela en el marco de la nueva geopolítica
internacional que su propia política exterior plantea; por lo tanto, el establecimiento de
lazos diplomáticos (en primera instancia), económicos, culturales y políticos con países
cuyos gobiernos tengan una línea afín a los intereses, objetivos y prioridades de nuestra
política exterior es una estrategia previsible en la práctica.

Ahora bien, este objetivo de nuestra política exterior se ha manifestado con la


profundización de lazos establecidos previamente con países como Cuba, Rusia, Irán o
China, con la apertura de relaciones con Bielorrusia o el afianzamiento de acuerdos con
Vietnam, Argelia, Angola y otras naciones cuya posición política e incluso proyecto
nacional son coincidentes con el de Venezuela.

Un caso sobre el cual hay muy poca información son las recientes relaciones
establecidas entre la República Bolivariana de Venezuela (RBV) y la República Popular
Democrática de Corea (RPDC), popularmente conocida como “Corea del Norte”.

Bien vale acotar la enorme suspicacia que la sola mención del nombre de ese
lejano país asiático produce en buena parte de la opinión pública, especialmente aquella
manipulada por los grandes medios de comunicación internacionales.

No es un secreto el enfrentamiento que desde los años 50´s existe entre la RPDC y
los Estados Unidos de América (EUA), que oficialmente los mantiene en “estado de

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guerra”; si tomamos en consideración que desde el último disparo hecho en 1953, lo único
suscrito entre ambos países para detener el clima de hostilidades en el marco de la
Guerra de Corea (1950-1953) fue a firma de un armisticio en Panmunzon (1953).

Desde entonces, la situación en la península coreana se ha caracterizado por una


tensión permanente; pero en los últimos años, la tirantez que no se veía desde los días de
la guerra, y el pretexto para tal situación han sido las acciones emprendidas por la RPDC
para fortalecer su defensa a través del desarrollo de armas de diversa naturaleza, pero
cuyo potencial ha amenazado el dominio militar que los Estados Unidos han mantenido en
esa región desde las II Guerra Mundial.

La RPDC es oficialmente, una república socialista. Su fundador fue Kim Il-sung, y


actualmente el poder lo detenta su nieto Kim Jong, nombrado como tal en octubre de
2010. La ideología Zuche es la base que define la soberanía y política1 de la República
Popular Democrática de Corea. Es un sistema filosófico el cual surge con el objetivo de
adaptarse a la cultura coreana y las necesidades del propio gobierno, no obstante sigue a
la transición del socialismo científico, planteado por Karl Marx a través de los valores
populares nacionales.

En los últimos años el país ha emprendido una carrera para lograr la autonomía en
la fabricación de armamento, lo cual le ha llevado al desarrollo de dispositivos de
naturaleza nuclear, que ha generado el rechazo de los Estados Unidos y ha provocado
una escalada de tensión muy peligrosa en esa región asiática.

En nuestra América se ha tenido una idea vaga, o generalmente distorsionada


sobre el papel de la RPDC en el escenario internacional, su política e incluso la existencia
propia del país ha intentado ser deslegitimada partiendo de supuestos como el que su
gobierno representa una amenaza para la paz mundial.

Si bien es cierto, que el desarrollo de su potencial nuclear, es uno de los factores


por lo cual ese país ha cobrado auge en los últimos tiempos, no es menos cierto que tal
desarrollo obedece a una simple razón de supervivencia, al poder contar con un factor de
disuasión frente a una nación que en el pasado muy reciente llevó a cabo una sangrienta
guerra y que aún amenaza con iniciar hostilidades en virtud de la política independiente
de las directrices que los Estados Unidos ha establecido para esa región del mundo.

Haciendo un breve recuento, nuestro país reconoció oficialmente a lo que


popularmente se le llama “Corea del Norte” en el año 1974, sin embargo, en los años 90
su representación diplomática en Caracas fue cerrada debido a los graves problemas
económicos que atravesó ese país producto de la desaparición del campo socialista y la
intensificación de las agresiones económicas por parte de los Estados Unidos; y aunque
las relaciones se mantuvieron, las mismas eran dirigidas por el embajador coreano

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designado en La Habana. Fue el comandante Hugo Chávez quien anunció en el hoy
lejano año de 2006, un viaje a la república asiática que al final no se dio, para relanzarlas.

En aquella oportunidad voceros del gobierno norteamericano calificaron la posible


visita del exmandatario venezolano a la península coreana como una “preocupación”
(http://www.cubaenc uentro.com/internacional/noticias/preocupa-a-washington-el-posible-
viaje-de-hugo-chavez-a-corea-del-norte-20931) e incluso el propio comandante Chávez,
en algunas intervenciones llegó a mofarse de las matrices de opinión negativas que
muchos medios pusieron a circular ante aquella posible visita que jamás pudo
materializarse (http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_5112000/511229
0.stm)

Desde el año 2014 nuestro país cuenta con una sede diplomática permanente en
Piongyang, y la República Popular Democrática de Corea (RPDC) tiene en nuestra
capital, un representante diplomático propio, con lo cual una vieja aspiración entre dos
naciones lejanas entre sí geográficamente, pero hermanadas en el carácter
antiimperialista de sus gobiernos, se cristaliza.

Como se señaló anteriormente, la República Popular Democrática de Corea


desde hace un par de años viene ocupando las primeras páginas de los diarios del
mundo, y es el centro del acontecer internacional a través de noticieros televisivos de
varias cadenas audiovisuales y en los últimos meses, -junto a nuestro país- es el centro
de las amenazas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Sin embargo, relaciones diplomáticas entre nuestro país y aquella lejana nación
asiática no han sido consideradas como noticia por parte de los grandes medios
informativos, ni tampoco, como tema central por parte de analistas vinculados al estudio
de las relaciones internacionales o de la geopolítica.

Situación que resulta un poco paradójica, puesto que siendo ambas naciones
objeto de una satanización casi sin precedentes por parte del gobierno de la potencia
militar más poderosa en la historia de la humanidad, por la posición política y en algunos
casos económica que ambas mantienen, es de extrañar que esas relaciones, de reciente
data, no hayan sido igualmente satanizadas; especialmente tomando en cuenta el firme
carácter antagónico que estos países exhiben frente a las pretensiones de los Estados
Unidos.

Por lo tanto, hasta ahora, no es posible asegurar que exista una discusión
internacional en torno a las Relaciones Diplomáticas entre la República Popular
Democrática de Corea y la República Bolivariana de Venezuela, sin embargo, no es
totalmente descartable que por lo menos, a nivel mediático, comience una promoción
negativa e incluso tergiversación sobre los lazos establecidos entre ambas naciones, para
debilitar y deslegitimar los lazos establecidos por los gobiernos de estos estados.

Hay una realidad que va en contra de los propósitos que ambas naciones
persiguen con la ampliación y fortalecimiento de sus relaciones diplomáticas: la distancia
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geográfica entre ellas y el asedio económico, político y hasta militar al que están
sometidas.

Por lo tanto, el enfoque de estas relaciones, a pesar de estar planteado para


complementar áreas en el ámbito, agrícola, educativo, sanitario, tecnológico, militar,
político y comercial, se ve en gran medida limitado por las realidades antes descritas;
especialmente en estos tiempos tan conflictivos y difíciles.

No obstante, hay que reconocer algunos esfuerzos, especialmente el interés que


la parte norcoreana ha manifestado en algunas áreas puntuales y que han sido
expresadas públicamente en algunas actividades en las que su representante diplomático
ha participado.

Como ejemplo de ello podemos tomar la visita realizada por el Embajador Ri Sung
Gil al estado Yaracuy a inicios del año 2017, donde mostró interés en las potencialidades
agrícolas de esa entidad federal en materia agrícola (https://www.aporrea.org/regionales/n
304098.html).

De igual manera, durante el año 2016, el embajador norcoreano realizó una visita
a la Academia Militar del Ejército, en la que disertó sobre el “Socialismo Coreano, su
organización política, su estructura Cívico-Militar, Guerra Popular Prolongada, y cómo han
enfrentado setenta años de ataque mediático del Imperio Norteamericano”
(http://www.umbv.edu.ve/index.php/78-noticias/377-embajador-de-la-republica-popular-
democratica-de-corea). En esta visita abordó temas que son de gran interés para nuestro
aprendizaje en la coyuntura en que se debate Venezuela.

Evidentemente que estos son solo algunos ejemplos del gran abanico de
facultades que ofrece un país que ha sido sometido a un inclemente bloqueo por más de
sesenta años; que además enfrentó al ejercito del imperialismo durante tres (1950-1953),
en una guerra a la que los norteamericanos tuvieron que apelar a la recién creada
Organización de la Naciones unidas (ONU) para que pudieran contener el avance del
Ejército de Kim Il Sung, que llegó a tomar Seúl y estuvo a punto de expulsar a los
invasores en 1950. Esa contención se logró gracias al armisticio de Panmunzón, aún
vigente y que oficialmente mantiene a los EEUU y la RPDC en Estado de Guerra.

Así mismo, sería interesante conocer las experiencias de ese país en materia de
desarrollo agrícola, de industria pesada así como de industria ligera; son bastante
conocidas las versiones que exponen la ocurrencia de una terrible crisis humanitaria en
aquel país en los años 90´s; sin embargo, son pocas las evidencias sobre la publicitada
“gran” magnitud que a esa crisis se le atribuye; por lo que no resulta descabellado
suponer que la RPDC cuenta con fortalezas en esa materia hoy en día y evaluar en base
a nuestras necesidades.

De igual manera, es innegable el desarrollo de la industria de ese país asiático en


materia armamentística, ejemplo de ello es el desarrollo nuclear en este ámbito y aunque
el Gobierno Venezolano ha manifestado y demostrado su vocación pacifista, puede
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aprovechar de la experiencia coreana en este sentido, no tanto para el desarrollo de
armas de esa naturaleza, que sería legalmente imposibilitado por los acuerdos
internacionales que hemos suscrito para la regulación y/o eliminación de dispositivos de
esa índole; sino para la aplicación de técnicas de combate irregular y desarrollo de
dispositivos de defensa que puedan adaptarse a nuestra realidad y que afirmen el
carácter defensivo de nuestra doctrina militar.

Así que el enfoque en el cual pueden resultar provechosas nuestras relaciones es


en el intercambio de experiencias, y en la edificación de bases para el desarrollo de
relaciones comerciales y de cooperación técnica, científica y militar a mediano plazo. No
podemos olvidar que la RPDC es, al igual que Venezuela, un importante socio comercial y
político de la República Popular China, así que tal característica es de utilidad para el
fortalecimiento de nuestra vinculación con la principal potencia económica del momento y
de paso, para la construcción de un nuevo orden mundial.

Por lo tanto, y a pesar de que a simple vista puede resultar decepcionante, las
posibilidades que ofrecen las relaciones diplomáticas entre ambos países, en realidad
ofrecen un abanico de grandes posibilidades sobre las cuales debe irse trabajando; la
coyuntura que limita a ambos países expandir dichas posibilidades no avizora extensión
indefinida en el tiempo; especialmente por la crisis y el grave agotamiento que muestra el
modelo económico norteamericano; por lo que es posible que dicha expansión pueda ser
un hecho tangible al cabo de algunos años.

Por tales razones, bien vale la pena considerar los aspectos en los que estos
recientes lazos de amistad pueden fortalecer las potencialidades de ambos estados,
conjurar las debilidades que tenemos y comenzar a evaluar, diseñar y en la medida de las
posibilidades ejecutar las políticas bilaterales que puedan ejecutarse en conjunto, que
sirvan para proyectar no solo esa relación diplomática, sino las posibilidades que ella
misma ofrece.

Por lo tanto, estamos frente a un tema de estudio cuyas raíces están en la nueva
política exterior desarrollada a partir de la Revolución Bolivariana, en la materialización de
la cooperación sur-sur, bandera de la política exterior norcoreana y en la necesidad de
ambos países de construir no solo un alternativa, sino una barrera de defensa frente a las
pretensiones del enemigo común: el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica.

Es en este marco, en que se buscarán los elementos de análisis para evaluar las
características, naturaleza y posibilidades que ofrecen las relaciones entre nuestros
países; habrán elementos de critica que puedan esgrimirse en torno a la conveniencia o
no de desarrollar nexos con una nación que (fundamentalmente), en lo mediático ha sido
y es salvajemente criminalizada; no obstante, desde hace años Venezuela sufre un
ataque similar, pero hoy -es necesario destacar- en algunos sentidos, es más despiadado.
Sin embargo, son muchísimas más las razones que justifican afianzar nuestros nexos de
amistad y cooperación con la RPDC.

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 OBJETO DEL ESTUDIO:
Analizar y valorar las Relaciones Bilaterales entre la República Bolivariana de
Venezuela y la República Popular Democrática de Corea; entre los años 2013-2017;
entender la dinámica de las relaciones entre ambas naciones para evaluar cuán
beneficiosas son para ambos estados y en cuales ámbitos si realmente lo son. Así mismo,
conocer si la naturaleza de estas relaciones obedece a un instrumento de Política Exterior
o a un principio de Política Exterior, de la Diplomacia Bolivariana y cuáles son sus
implicaciones ante la agenda geoestratégica de dominación impulsada por los Estados
Unidos de América

 OBJETIVOS DEL ESTUDIO:


 GENERAL:
Valorar las Relaciones Diplomáticas entre la República Bolivariana de Venezuela y la
República Popular Democrática de Corea en el período 2013-2014, así como los
aspectos de la Política Exterior de nuestro país, sus implicaciones en el marco de la
Diplomacia Bolivariana y consecuencias para la agenda geoestratégica de dominación
impulsada por los Estados unidos de América.

 ESPECÍFICOS:
• Revisar los antecedentes históricos de las relaciones diplomáticas entre la RPDC y
la RBV en el contexto diplomático inmediatamente anterior a la Revolución
Bolivariana.

• Identificar el marco jurídico, social, y político, en el que se desarrollan las


relaciones diplomáticas entre la RPDC y la RBV en el periodo 2013-2017, e
identificar los convenios de cooperación establecidos por ambas naciones en dicho
periodo, en el marco de las relaciones diplomáticas.

• Distinguir los resultados del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre la


RBV y la RPDC en el marco de la Diplomacia Bolivariana, así como las
consecuencias ante la agenda geoestratégica de dominación de los Estados
unidos de América

 IMPORTANCIA / JUSTIFICACIÓN:
No es un secreto la delicada situación que atraviesa Venezuela, no solo a lo
interno, sino ante el asedio político, económico e incluso militar al que se le pretende
someter, por lo que la apertura de relaciones con un país que a pesar de su lejanía
geográfica, está, al igual que la nación suramericana, bajo un clima de constante agresión
por parte de los Estados Unidos y sus aliados; por lo que la naturaleza, desarrollo y éxito
de las relaciones recientemente establecidas con el país asiático pueden abrir un abanico

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de posibilidades si son aprovechadas atendiendo a criterios de prioridad, oportunidad,
audacia y complementariedad.

Por lo tanto, el desarrollo que tomen estos lazos recientemente establecidos, es


relevante, porque podría alterar la agenda diplomática de dominación aplicada por los
Estados Unidos de América y a la vez satisfaría los intereses y prioridades de ambos
países, no solo para hacer frente a la coyuntura económica, política y militar que
atraviesan actualmente, sino a mediano y largo plazo, de acuerdo a los principios y
objetivos dela Diplomacia Bolivariana.

En este sentido, y atendiendo a la naturaleza del estudio, el cual pretende evaluar


y valorar una de las aristas de la Política Exterior Venezolana, este trabajo se inscribe en
la Línea de Investigación, “Política Exterior de Venezuela”, específicamente en la
“Relaciones internacionales para Asia y Lejano Oriente”, del Instituto de Altos Estudios
Diplomáticos “Pedro Gual”.

 DELIMITACIÓN:
El estudio se circunscribe a cumplir con los objeticos de la investigación dentro del
periodo comprendido entre 2013 a 2017; sin embargo, se hará una revisión de los
antecedentes de estas relaciones diplomáticas durante el mandato del Hugo Chávez Frías
(1999-2013), así como en la primera etapa de apertura de relaciones entre ambos países,
iniciadas en 1974 y que se extendieron hasta 1994, cuando la representación diplomática
del país asiático en Caracas cerró sus puertas debido a la fuerte crisis económica que
padecía en esos años.

 METODOLOGÍA (RESÚMEN)
La propuesta de trabajo contiene la realización de un tipo de investigación de
carácter documental - explicativo, ya que se pretende no solo describir la naturaleza,
características y dinámica de las relaciones entre Venezuela y Corea, sino evaluar y
valorar al nivel en que han llegado actualmente.

Para ello se realizará una recolección de datos, en su totalidad de carácter


documental que permitan describir el objeto de estudio de este trabajo y además evaluar
en su conjunto los lazos diplomáticos establecidos por ambos países, sus causas y
consecuencias.

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 BIBLIOGRAFÍA:
 El comercio exterior de la República Popular Democrática de Corea. Comité para la
Promoción del Comercio Internacional de la República Popular Democrática de
Corea. Pyongyang, 1989
 La República Popular Democrática de Corea. Editorial del Pueblo. Pyongyang.
2009
 Boletín de Corea. Embajada de la República Popular Democrática de Corea. La
Habana. 2012
 Kim Il Sung. Las Tareas de la Política Exterior Coreana. Editorial del Pueblo. 1990
 Proyecto Nacional Simón Bolívar Plan de Desarrollo Económico y Social de la
Nacional 2001-2007. Ediciones Ipasme. Caracas. 2002
 Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2007-2013. Ediciones del
Ministerio del Poder Popular para la Comunicación. Caracas. 2009

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