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Introducción

La hoja 4169-III Ingeniero Jacobacci está situada en la región suroccidental de la


provincia de Río Negro. Limitada por los paralelos de 41° y 42° de latitud sur y los
meridianos de 69° y 70° 30´de longitud oeste, tiene una superficie de unos 13.840
kilómetros cuadrados.
El paisaje es variado, y está integrado por serranías que se extienden con dirección
noroeste-sureste, y en las que se encuentra el punto más elevado de la hoja, el cerro Anecón
Grande, con 1.976 m; las características mesetas basálticas patagónicas, como las de Cari
Laufquen y Coli Toro y la sierra de Atraico y áreas deprimidas que pueden alcanzar grandes
dimensiones, como el bajo de Cari Laufquen.
El estudio geológico se vio facilitado por la existencia de trabajos regionales
previos, por lo que, en el trabajo de campo, se puso énfasis en aquellas áreas que carecían
de esa información, como la región de Comallo, que abarca el ángulo noroccidental de la
hoja y la zona situada a todo lo largo del borde oriental. De la primera, se levantó
primeramente un mapa geológico a escala 1:200.000, utilizando una base topográfica del
IGRM, que luego fue volcado a la base definitiva. Los anteriores mapeos publicados a
aquella escala, realizados en la década del ´70, fueron revisados y adecuados, cuando
correspondía, a la nueva información disponible o bien modificados de acuerdo con nuevos
esquemas estratigráficos, como resultado de los avances logrados en la dilucidación de la
geología de la región en estos últimos 20 años.
La información previa es relativamente numerosa. La más importante para este
trabajo fue la aportada por el levantamiento geológico de las antiguas hojas 1:200.000 de
las regiones de Río Chico (Ravazzoli y Sesana, 1977), Lipetrén (Nullo, 1978) e Ingeniero
Jacobacci (Coira, 1979). En ese sentido, también resultaron significativos los trabajos de
Volkheimer (1973), Rabassa (1974, 1979) y González (1998). De la comarca, habían
establecido los primeros relevamientos Wichmann (1934) y Groeber (1942). Resultó de
utilidad el análisis de trabajos efectuados en regiones aledañas, como los de Feruglio
(1941), González Bonorino (1944) y Volkheimer (1964, 1965). Aspectos particulares de la
geología del área fueron considerados por Casamiquela (1969), en tanto que se consultaron
también los trabajos de síntesis sobre tópicos geológicos específicos, como los de Coira et
al. (1975, 1985), Dalla Salda et al. (1990), Manassero y Maggi (1995) y Varela et al. (1991,
1995).
ESTRATIGRAFIA

Proterozoico superior- Paleozoico inferior

FORMACION CUSHAMEN (Volkheimer, 1964)

Esquistos cuarzo-muscovíticos, esquistos biotíticos, gneises bandeados y foliados,


esquistos cuarcíticos y cuarcitas

Antecedentes

El nombre de esta unidad se utiliza en la Hoja en el sentido original que fuera


empleado por Volkheimer (1964). Este autor definió a las rocas de esta formación, cuya
localidad tipo se encuentra sobre la margen derecha del arroyo Cushamen (provincia del
Chubut), como metamorfitas de grado bajo a medio (ectinitas) que están desprovistas de
inyecciones migmáticas y sólo reconoció rocas de mezcla en la zona de contacto con los
plutones que intruyen a estas rocas.
Wichmann (1934), Feruglio (1941) y Cabeza Quiroga (1943) fueron los primeros en
estudiar los “esquistos cristalinos” de los alrededores de Comallo. Estas metamorfitas, que
originalmente fueron ubicadas por estos autores dentro de un “Basamento Cristalino”,
posteriormente fueron definidas por Diez (1974), Rabassa (1974, 1978) y Echevarría (1979)
como un complejo litológico-estructural al que correlacionaron con la Formación Cushamen.
En esta misma zona, González (1997, 1998) estudió las relaciones de campo entre esta unidad
y los granitoides del Paleozoico inferior.
Las características regionales y las relaciones de campo de la unidad en la zona de Río
Chico fueron estudiadas por Ravazzoli y Sesana (1977), mientras que los principales
caracteres petrológicos para este sector fueron estudiados por Sesana (1964, 1968), Dalla
Salda et al. (1994), López de Luchi (1994), Cerredo y López de Luchi (1995) y López de
Luchi y Cerredo (1996).
Otras importantes contribuciones como las de Dalla Salda (1987, 1989), Dalla Salda et
al. (1990, 1994) y Varela et al. (1991) se refieren a las características petrológicas,
estructurales y geocronológicas de estas metamorfitas y su correlación regional con rocas
similares de otras localidades del norte patagónico.

Distribución areal

Las exposiciones de la unidad se encuentran distribuídas sólo en dos sectores de la


Hoja. Los afloramientos más extensos están al sur de la localidad de Comallo y al norte y
noroeste de la estación Neneo Ruca de la Línea Sur del Ferrocarril Roca.
El segundo grupo de afloramientos, que son pequeños y se encuentran ubicados al
oeste de Río Chico, está representado por una faja de metamorfitas que alcanza su máximo
desarrollo fuera del ámbito de la Hoja, en el cañadón de la Angostura, dentro de la Hoja
Bariloche (Giacosa y Heredia, 1999). Otros afloramientos que están por fuera del ámbito de la
Hoja, pero inmediatamente al norte de ésta, son los del cañadón de Quili-Malal, en la Hoja
Piedra del Aguila (Cucchi, 1998).

Litología

La litología de la Formación Cushamen ha generado una gran confusión en la literatura


geológica debido a que, además de metamorfitas de bajo a mediano grado, se le han asignado
rocas de grados más elevados y aún, hasta migmatitas y granitoides anatécticos.
En el ámbito de la Hoja, la unidad está constituída por esquistos cuarzo-muscovíticos,
esquistos biotíticos, gneises bandeados y foliados, esquistos cuarcíticos y cuarcitas. No se han
observado migmatitas ni anfibolitas u otro tipo de metabasitas.
Sobre la margen este del tramo medio del arroyo Comallo afloran esquistos biotíticos
que tienen textura porfiroblástica (porfiroblastos de granate de color rojo ladrillo, subhedrales
y de hasta 1cm) con mátrix lepidoblástica, que aproximadamente a 1800 m al sur de este sitio
se intercalan con fajas de gneises foliados.
Sobre un corte expuesto en la ruta nacional 23 está expuesta una alternancia de
esquistos biotíticos cuarzosos y esquistos cuarzo-muscovíticos. Los primeros son de color gris
oscuro y presentan abundante biotita y pequeñas bandas continuas de cuarzo y feldespato de
0.8 a 0.9 cm de ancho y que se encuentran intensamente replegadas. Este material también
aparece formando lentes estiradas de bordes ahusados, que en ocasiones están levemente
rotadas. La textura de los esquistos es porfiroblástica con mátrix lepidoblástica. Los
porfiroblastos son de granate euhedral de hasta 1 cm.
Los esquistos cuarzo muscovíticos son de color blanco y su esquistosidad está definida
por la orientación de escamas de muscovita y el estiramiento de granos de cuarzo. La roca, que
tiene abundante cuarzo, es similar en algunos sectores a una cuarcita esquistosa. La textura es
similar a la de los esquistos biotíticos y únicamente se diferencian de aquellos porque en estos
los porfiroblastos de granate son subhedrales y de hasta 0.1 cm. Estos esquistos en general
están intruídos por pegmatitas tabulares, cuyos contactos son rectos, netos y concordantes con
la esquistosidad de la caja. Presentan numerosos enclaves de los esquistos y en general tienen
entre 40 y 50 cm de potencia. Su composición es de cuarzo y feldespato alcalino que están
fuertemente estirados en forma de cintas y bandas continuas. También tiene libros de
muscovita que, además, están doblados o kinkados.
En la margen occidental del arroyo Comallo, sobre el corte de las vías del ferrocarril
que se dirije desde Comallo a Neneo Ruca, están expuestos esquistos biotíticos cuarzosos y
gneises bandeados y foliados. Los esquistos tienen características similares a los anteriormente
descriptos, mientras que en los gneises, las bandas melanocráticas son de forma tabular e
internamente esquistosas con abundante biotita y porfiroblastos de granate. Las folias
leucocráticas son también tabulares y continuas y tienen un espesor de 10-15 cm o están
estiradas formando estructuras aboudinadas y de “pinch and swell”. Su textura es
granoblástica a interesquistosa y su composición es de cuarzo y feldespatos con muy escasa
biotita.
Al sudoeste de la intersección de los cañadones de La Viuda y Trailacahue afloran
esquistos y gneises de color gris a gris verdoso y fuerte bandeamiento. Los leucosomas, que
son continuos a lensoidales de hasta 3 cm de ancho máximo, están formados por cuarzo y
feldespatos, mientras que el melanosoma, que es más abundante que las bandas claras, tiene
abundante biotita, hornblenda y epidoto y es fuertemente esquistoso.
En la zona de la junta entre el cañadón de la Angostura y el río Chico, afloran delgadas
fajas de alrededor de 1.5 m de ancho de esquistos y esquistos cuarcíticos grises y cuarcitas
grises a blancas. Estas rocas alojan concordantemente con su esquistosidad a cuerpos
pegmatoides granatíferos de hasta 50 cm de ancho. Los esquistos, que tienen abundante
biotita, cuarzo y porfiroblastos de granate, tienen un pasaje gradual en transición hacia las
cuarcitas, observándose, además, una gran variedad de rocas intermedias. Rocas de similares
características (esquistos cuarzo-muscovíticos y cuarcitas esquistosas de grano fino) afloran en
el cañadón de Chacay Huarruca. Estas exposiciones, que están dentro de la Hoja Bariloche
(Giacosa y Heredia, 1999) se hallan muy cerca del límite occidental de la Hoja, al oeste de la
localidad de Río Chico.

Estructura interna de las metamorfitas

La estructura interna de las metamorfitas es muy compleja y además es difícil su


correlación entre los distintos grupos de afloramientos, como por ejemplo entre los de
Comallo y Río Chico, por tratarse de fajas de rocas que no están en contacto. En la zona al sur
de Comallo las metamorfitas tienen una pervasiva foliación de rumbo general N 310°-320° e
inclinaciones variables de 60° a 70° al SO (González, 1997, 1998). En la zona de Comallo
Arriba, esta foliación cambia de actitud y se ubica con un rumbo N 5°-20° y una inclinación
variable entre 42° y 48° al O. Este cambio en la actitud de la foliación es coincidente con el
rumbo NNE-SSO a NE-SO del lineamiento observado en este tramo del arroyo Comallo. Este
hecho, además de la moderada milonitización que se observa en las rocas, sugiere que esta
estructura es una falla cuyo movimiento habría rotado la foliación NO-SE hasta una posición
coincidente con la misma. El plano de falla es subvertical y el movimiento relativo de los
bloques sugiere que descendió el bloque de basamento que está ubicado al naciente de esta
superficie. La sucesión de metamorfitas está plegada a escala centimétrica a decamétrica con
un estilo muy apretado con tendencia a isoclinal. Las charnelas y gran parte de los flancos de
estos pliegues se encuentran parcial a totalmente abudinados y desmembrados.
Los esquistos y gneises que se encuentran sobre la margen occidental del arroyo
Comallo en el corte de las vías del ferrocarril, presentan pliegues de tipo isoclinal. La
vergencia del plegamiento es hacia el NE, con superficies axiales y flancos que tienen rumbos
variables entre N 135°-142° e inclinación de 60° a 75° al SO. Los ejes de los pliegues tienen
buzamientos variables hacia el noroeste.
La evolución térmica y tectónica de estas metamorfitas es muy compleja y se habría
producido en varias fases de deformación y metamorfismo con su magmatismo asociado
(Cerredo, 1997). Estos episodios orogénicos, que aún son desconocidos en el área de Comallo,
han sido estudiados en detalle para el área de Río Chico por Dalla Salda (1994), López de
Luchi (1994), Cerredo y López de Luchi (1995), López de Luchi y Cerredo (1996) y Cerredo
(1997). En esta zona, la reconstrucción de la evolución termotectónica sugiere que las rocas
habrían sido afectadas por al menos cuatro episodios de deformación (Cerredo y López de
Luchi, 1995; López de Luchi y Cerredo, 1996) cuyas características son similares a la síntesis
presentada por Giacosa y Heredia (1999) para la vecina Hoja Bariloche.
Cerredo y López de Luchi (1995), López de Luchi y Cerredo (1996) y Cerredo (1997)
mencionaron que la foliación más penetrativa de las metamorfitas (S2=NNO-SSE), que afectó
a una foliación relíctica anterior (S1=E-O), se habría producido durante la fase de deformación
D2 cuyo pico de metamorfismo regional fue de presión media. En este sentido la foliación de
rumbo NO-SE e inclinación al SO que González (1997, 1998) identificó en la zona de
Comallo podría ser equivalente a la foliación S2 identificada en esta zona.
La fábrica desarrollada en la zona de Río Chico durante la fase de deformación D 2
habría sido retrogradada parcialmente por el movimiento de zonas de cizalla dúctil
compresivas (D3) que causaron la formación de cinturones de milonitas de metamorfismo de
alto grado. Finalmente toda la secuencia metamórfica habría sido afectada por un plegamiento
tardío (D4) de rumbo general NE-SO (Cerredo y López de Luchi, 1995).

Relaciones estratigráficas

Las metamorfitas de la Formación Cushamen son las rocas de caja de los granitoides
de probable edad paleozoica inferior a media y también forman el zócalo sobre el cual se
apoyan en discordancia angular las unidades sedimentarias, volcánicas y piroclásticas más
modernas (González, 1998).
En el tramo medio del arroyo Comallo están intruídas por un plutón de granito
muscovítico-biotítico que fue asignado a la Formación Mamil Choique. El cuerpo, que tiene
numerosos enclaves de esta roca de caja, presenta un contacto neto y discordante que corta a la
estructura interna de las metamorfitas.
Sobre el corte de las vías del ferrocarril que desde Comallo se dirije a Neneo Ruca, las
metamorfitas están cubiertas en discordancia angular por las tobas y tufitas de la Formación
Collón Curá y por los depósitos rojos continentales de la Formación Angostura Colorada.
A aproximadamente 10 km al sudeste de Comallo Arriba las metamorfitas están
cubiertas por los remanentes de las efusiones de basaltos de la Formación Trailacahue,
mientras que hacia el este de la Estación Neneo Ruca, la Formación Angostura Colorada
descansa en discordancia angular sobre estas rocas.
En la zona de Río Chico los afloramientos están parcialemnte cubiertos por varias
unidades modernas representadas por depósitos de niveles de agradación y aluviales.

Edad y correlaciones

La edad de la Formación Cushamen es aún muy controvertida. Los antecedentes


fundados en criterios estratigráficos (Rabassa, 1974, 1978; Echevarría, 1979) indican una edad
proterozoica a paleozoica inferior. Los trabajos geocronológicos (métodos Rb-Sr o K-Ar sobre
minerales o roca total) sugieren un rango muy extendido de edades desde el Proterozoico
medio hasta el Carbonífero (Halpern et al., 1970; Halpern, 1972; Ravazzoli y Sesana, 1977;
Stipanicic y Methol, 1980; Linares et al., 1985; Linares et al, 1988; Linares y González, 1990;
Dalla Salda et al., 1990; Linares et al., 1997).
Es difícil la correlación de los afloramientos de las metamorfitas que están expuestas
en el ámbito de la Hoja, con aquellos que aparecen en otras regiones, ya que se trata de fajas
de rocas que no están en contacto. Además, también es difícil correlacionar su estructura
interna, ya que en otros sectores de la Patagonia aún se desconocen las fases de metamorfismo
y deformación que afectaron a la unidad.
Según las propias observaciones de campo, las metamorfitas están intruídas por
cuerpos de granitoides que son equiparables con los de la Formación Mamil Choique, cuya
edad en las áreas vecinas corresponde al Ordovícico (Dalla Salda et al., 1994). En forma
preliminar y hasta no contar con datos geocronológicos más precisos, se asigna tentativamente
a la Formación Cushamen al Proterozoico superior-Paleozoico inferior pre-Ordovícico.
Paleozoico

Ordovícico

FORMACIÓN MAMIL CHOIQUE (Ravazzoli y Sesana, 1977)

Granodioritas con biotita y granitos con biotita, muscovita y granate

Antecedentes

Esta unidad también ha sido motivo de numerosas controversias respecto a su litología


y a su edad. A pesar de las numerosas contribuciones que tratan sus aspectos regionales,
además de sus características petrológicas, geoquímicas y geocronológicas (Ravazzoli y
Sesana, 1977; Linares et al., 1985; Linares et al., 1988; Dalla Salda et al., 1990; Varela et al.,
1991; Dalla Salda et al., 1994; López de Luchi, 1994; López de Luchi y Cerredo, 1995; Varela
et al., 1995; Linares et al., 1997; González, 1997; 1998), aún se desconoce la cantidad de
plutones que conforman la unidad y los límites de dichos cuerpos. En este sentido se ha
mencionado que la relación de estos granitoides con la roca de caja es mediante contactos
netos e intrusivos (González, 1998) o graduales y transicionales (González y Cucchi, 1994).

Distribución areal

Los principales afloramientos se encuentran en la mitad occidental de la Hoja, aunque


como aún se desconocen los plutones de la unidad, no se descarta que alguno de estos
afloramientos puedan pertenecer a unidades de granitoides de otra edad. Además en algunas
localidades se desconoce la relación de estos granitoides con la roca de caja, hecho que
dificulta aún más su correlación regional y su cronología relativa.
En el límite norte de la Hoja, la Formación Mamil Choique tiene continuidad con las
exposiciones más australes de la Hoja Piedra del Aguila (Nullo, 1978; Cucchi, 1998), mientras
que en el extremo sur tienen continuidad con los afloramientos de la Hoja Gastre (Proserpio,
1978). Dentro de esta gran faja, las exposiciones más importantes se encuentran distribuídas
en Comallo, Ingeniero Zimmermann Resta, al sudoeste del cerro Anecón Grande y en la sierra
de Mamil Choique. Afloramientos de menor importancia se encuentran en la sierra de
Lipetrén, formando grandes bloques tipo pendants dentro de los granitoides de la Formación
Lipetrén.

Litología

Las rocas son granodioritas con biotita y granitos con biotita, muscovita y granate que
tienen abundantes diferenciados internos de tipo aplopegmatíticos. Son rocas de color gris,
rosa o gris rosado, que en general tienen un tamaño de grano medio y están deformadas. En la
zona de Comallo tienen una pervasiva foliación milonítica de actitud N310°-320°/21°-
90°SO (González, 1998), mientras que en la sierra de Mamil Choique presentan un
marcado bandeamiento de actitud E-O a NE-SO (López de Luchi, 1994).
Su textura granosa original presenta fuertes efectos miloníticos con formación de
porfiroclastos de feldespato alcalino-plagioclasa y de bandas y cintas de cuarzo, además del
estiramiento o kinkado de las micas. Las plagioclasas tienen sus maclas curvadas que
terminan en forma ahusada contra uno de sus bordes. El cuarzo presenta extinción
ondulante y está recristalizado a un mosaico de granos menores con bordes rectos de
uniones triples.
La foliación milonítica de las rocas está definida por los trenes de mica orientados
que se deflectan en el contacto con los porfiroclastos y por el estiramiento de las bandas y
cintas de cuarzo.

Relaciones estratigráficas

Esta unidad también constituye el sustrato sobre el cual descansan un gran número de
unidades más jóvenes. En la zona de Comallo los granitoides están cubiertos en discordancia
por las sedimentitas fluviales de la Formación Paso Flores, las volcanitas andesíticas y
riolíticas de la Formación Sañicó y por el Basalto Trailacahue. Hacia el este, estos
afloramientos desaparecen por debajo de los basaltos de la Meseta de Cari-Laufquen.
Un pequeño cuerpo de esta unidad corta a las metamorfitas de la Formación Cushamen
en una localidad que está aproximadamente a 4 km al NNE de Neneo Ruca sobre la margen
este del arroyo Comallo. Se trata de un cuerpo intrusivo que tiene un contacto neto y
discordante con la estructura interna de las metamorfitas. Además tiene numerosos septos y
tabiques de la roca de caja que aún conservan formas angulosas.
En la zona de Ingeniero Zimmermann Resta los granitoides, que se encuentran
fuertemente milonitizados, están cubiertos en discordancia angular por las volcanitas riolíticas
de la Formación Sañicó que no se encuentran deformadas. A aproximadamente 8 km al sur de
esta localidad, están cubiertas por las facies andesíticas de esta misma unidad y por las riolitas
e ignimbritas riolíticas de la Formación Garamilla.
Hacia el sudoeste del cerro Anecón Grande está cubierta en discordancia por las
volcanitas mesosilícicas de la Formación Huitrera y por los basaltos de la Formación Campana
que pertenecen a la extensa meseta de Chenqueniyeu.
Las relaciones de estos granitoides con unidades intrusivas más jóvenes aparecen
expuestas en las sierras de Mamil Choique y de Lipetrén. En el primer cordón mencionado, en
la zona de Aguada Troncoso, la Formación Mamil Choique está intruída por el Granito Viuda
Gallo y al sudoeste de la localidad de Mamuel Choique está cortada por los granitos y pórfidos
graníticos de la Formación Lipetrén. En la zona del cañadón de la Ardilla en la sierra de
Lipetrén, se encuentran intruídas por la unidad homónima y se han preservado a manera de
grandes colgajos o pendants dentro de los pórfidos graníticos.

Edad y correlaciones

La edad es controvertida de igual manera que la de la Formación Cushamen. Las


edades radimétricas ubican a la unidad en un amplio rango de edades (Tabla 1) entre el
Ordovícico y el Carbonífero (Linares et al., 1985; 1988; Rapela et al, 1991; Varela et al., 1991;
Dalla Salda et al., 1994; Linares et al., 1997).

REFERENCIA LOCALIDAD METODO EDAD (Ma) PERIODO


Linares et al., Comallo- Rb-Sr 460±20 Ordovícico inferior
1985 Sañicó-
C.Curá
Linares et al., Ea. Corral de K-Ar 436±15/433±15 Ordovícico superior-
1985 Piedra Silúrico inferior
Linares et al., Comallo- Rb-Sr 380±15 Devónico medio
1985 Co.Yunkón
Linares et al., Comallo K-Ar 250±10 Pérmico-Triásico
1988
Linares et al., Collón Curá- Rb-Sr 370±6 Devónico superior
1988 Comallo
Rapela et al., Sierra del Rb-Sr 269±27 Pérmico
1991 Medio
Rapela et al., Laguna del Rb-Sr 345±5 Carbonífero inferior
1991 Totro
Varela et al., Paso Flores- Rb-Sr 412±14 Silúrico superior
1991 Comallo
Dalla Salda et Sierra de Rb-Sr 439±10 Ordovícico superior
al., 1994 Mamil
Choique
Linares et al., Rio Chico- Rb-Sr 313±24 Carbonífero superior
1997 Mamil
Choique
Linares et al., Rio Chico- K-Ar 320-280 Carbonífero superior-
1997 Mamil (290±15) Pérmico inferior
Choique

Tabla 1: Síntesis de las edades radimétricas de la Formación Mamil Choique.

El amplio rango de edades radimétricas que posee la unidad no permite caracterizar


correctamente su edad. Las fajas de afloramientos de la Formación Mamil Choique en
general están aislados y no tienen contactos visibles con las rocas de caja, hechos que
dificultan su correlación regional y además no permite conocer correctamente su extensión
areal.
El análisis de las dataciones radimétricas sugiere que las edades pueden agruparse
en dos grandes conjuntos, uno en el Paleozoico inferior (con un clímax en el Ordovícico) y
otro en el Paleozoico superior. Las dataciones carboníferas a pérmicas, podrían
corresponder a las edades de otras unidades ígneas expuestas en la Hoja, como por ejemplo
la Granodiorita Comallo o la Formación Lipetrén. Este hecho sugiere que estas dataciones
no representarían las edades de cristalización de la Formación Mamil Choique, sino que
podrían corresponder al recalentamiento de la unidad durante la intrusión de los granitoides
del Paleozoico superior. En este sentido se considera que la edad de cristalización de la
Formación Mamil Choique podría ubicarse en el Ordovícico, hecho que ya fuera sugerido
por Dalla Salda et al. (1994).

Devónico
FORMACIÓN NENEO RUCA (González, 1997)

Leucogranitos, aplitas y pegmatitas con muscovita y granate

Antecedentes

González (1997, 1998) propuso la denominación de Formación Neneo Ruca para un


conjunto de diques y filones de leucogranitos, aplitas y pegmatitas que afloran entre la
localidad de Comallo y el cerro Negro.

Distribución areal

Estos cuerpos intrusivos afloran únicamente en el extremo noroeste de la Hoja, en


las sueves lomadas que se ubican al este de la estación Neneo Ruca del Ferrocarril Roca.

Litología

La Formación Neneo Ruca está formada por leucogranitos, aplitas y pegmatitas con
muscovita y granate. Son diques y filones con bordes enfriados de texturas finas y centros
más gruesos que desarrollan pequeñas bolsadas pegmatíticas. Los diques, que también
están levemente milonitizados, tienen un rumbo regional dominante en la dirección NO-SE.

Relaciones estratigráficas

Este conjunto de diques y filones son intrusivos en las formaciones Cushamen y


Mamil Choique y están cubiertos por los remanentes del Basalto Trailacahue al oeste de la
localidad de Ingeniero Zimmermann Resta.

Edad y correlaciones

González (1997, 1998) ubicó a esta unidad en el Devónico debido a que sus rocas
cortan a los granitoides de probable edad ordovícica de la Formación Mamil Choique y,
además, sus características petrográficas son similares a los granitos devónicos
identificados al oeste de Mamuel Choique por Dalla Salda et al. (1994).

GRANITO VIUDA GALLO (Dalla Salda et al., 1994)

Granitos con biotita y muscovita

Antecedentes

La unidad fue definida por Dalla Salda et al. (1994) en la zona del puesto
homónimo que está ubicado al oeste de Mamuel Choique, cerca de la localidad de Aguada
Troncoso. Posteriormente López de Luchi (1994) amplió el conocimiento de la misma al
estudiar la petrografía de sus rocas.
Distribución areal

Sus únicos afloramientos se encuentran ubicados a aproximadamente 10 km al oeste


y noroeste de la localidad de Mamuel Choique.

Litología

Son monzogranitos de dos micas de color rosado y grano medio. Las texturas son
granosas y granofíricas, aunque en ocasiones se han desarrollado texturas inequigranulares
porfíricas y seriadas. Además de biotita y muscovita tienen microclino, plagioclasa, cuarzo
y epidoto y como alteración calcita y clorita (Dalla Salda, 1994). Los afloramientos más
importantes se encuentran muy cubiertos por unidades modernas, hecho que dificulta la
interpretación de sus características de yacencia. No obstante Dalla Salda et al. (1994) han
establecido que estas rocas formarían parte de los remanentes del borde de un stock en el
cual se habrían desarrollado texturas de enfriamiento. Además de estos afloramientos
aparecen cuerpos de pequeñas dimensiones y diques dentro de la Formación Mamil
Choique.

Relaciones estratigráficas

Los afloramientos más extensos están rodeados de depósitos modernos de distinto


origen por lo cual no aparecen en contacto con su roca de caja, pero los diques y cuerpos
menores cortan a la Formación Mamil Choique. Al norte de Aguada Troncoso los granitos
están cubiertos por las volcanitas mesosilícicas de la Formación Huitrera y por los basaltos
de la Formación Campana de la meseta de Chenqueniyeu.

Edad y correlaciones

La edad Rb-Sr (roca total) de la unidad fue establecida por Dalla Salda et al. (1994)
mediante una isocrona de 387±17 Ma (Devónico).

Carbonífero

GRANODIORITA COMALLO (Varela et al., 1995)

Granodioritas con biotita

Antecedentes

La única cita de la unidad corresponde a Varela et al. (1995) quienes definieron su


localidad tipo en la localidad de Comallo.

Distribución areal

Es un pequeño afloramiento que se encuentra ubicado sobre el pueblo de Comallo.


Si bien se desconoce la extensión del mismo, no se descarta que las exposiciones que tienen
continuidad hacia el NE y NO de Comallo, y que aquí fueran asignadas a la Formación
Mamil Choique, puedan pertenecer también a la unidad.

Litología

Las rocas son grises o gris rosadas y de grano medio. Están constituídas por
plagioclasa, feldespato alcalino, cuarzo y biotita cloritizada. La textura granosa original fue
parcialmente obliterada por una incipiente foliación milonítica de actitud NO-SE e
inclinación variable hacia el SO. La foliación está definida por el estiramiento de pequeñas
bandas y lentes de cuarzo y por la orientación de trenes de biotita.

Relaciones estratigráficas

La relación con la roca de caja es aún desconocida. Está cubierta en discordancia


por las tobas de la Formación Collón Cura, por las volcanitas andesíticas de la Formación
Sañicó y por el Basalto Trailacahue.

Edad y correlaciones

Una edad carbonífera de 320 Ma (método U-Pb sobre circones) fue dada a conocer
por Varela et al. (1995).

Paleozoico- Mesozoico

FORMACION LIPETREN (Nullo, 1978)

Granitos y pórfidos graníticos

Antecedentes

Nullo (1978) estableció la localidad tipo de la Formación Lipetrén en el área de la


sierra homónima y la definió para un grupo de rocas a las que anteriormente Volkheimer
(1963) había incluído dentro del “Granito Aplítico Rosado”. Los posteriores trabajos sobre
la unidad amplían su conocimiento regional (Proserpio, 1978; Cucchi, 1993), el de su
petrografía (López de Lucchi, 1994) y su petrología y geocronología (Rapela y Alonso,
1991; Rapela et al, 1991; Rapela et al., 1992; Dalla Salda et al, 1994; Linares et al., 1997)

Distribución areal

Los afloramientos de la unidad se encuentran en el extremo sur de la Hoja. Se


disponen en una faja de rumbo NO-SE que comienza en la mitad oriental de la sierra de
Mamil Choique, sigue por las sierras de Lipetrén y del Moligüe y continúa, fuera del
ámbito de la Hoja, en la zona de Gastre.

Litología
Son granitos y pórfidos graníticos rosados, gris rosados o grises y de grano fino a
mediano. Los granitos tienen texturas granosas, micrográficas y mirmequíticas, mientras
que los pórfidos tienen textura porfírica y, además, las pastas presentan variedades
texturales granofíricas y seriadas. Los fenocristales son de cuarzo, feldespato alcalino y
plagioclasa y tiene un tamaño que no supera los 2mm. Otras rocas porfíricas presentan
pastas felsíticas o esferulíticas fuertemente recristalizadas.
Las rocas granosas en general presentan cavidades miarolíticas rellenas con cuarzo
y feldespato alcalino en pequeños cristales euhedrales de hasta 2mm. La presencia de estas
cavidades y de las pastas afaníticas felsíticas o vítreas recristalizadas, sugieren que las rocas
cristalizaron en cuerpos emplazados en niveles corticales someros.
La mineralogía de la rocas es simple, ya que están constituídas por cuarzo,
feldespato alcalino pertítico y plagioclasa intermedia a ácida y, además, aparece escasa
apatita y biotita que está reemplazada por clorita y minerales opacos. La sericita se
encuentra como un reemplazo parcial de los feldespatos.
En otras localidades ubicadas fuera del ámbito de la Hoja, pero cuyos afloramientos
tienen continuidad con los de la sierra de Lipetrén, Rapela et al. (1991, 1992) citaron la
presencia de pórfidos monzodioríticos y granitos con hornblenda y biotita. En la sierra de
Mamil Choique, Dalla Salda et al. (1994) reconocieron variedades de leucomonzogranitos
y monzogranitos con granate y lepidolita y López de Luchi (1994), además de estas rocas,
también reconoció granodioritas y tonalitas biotítico-anfibólicas y diferenciados
aplopegmatíticos.

Relaciones estratigráficas

Los grandes bloques y septos de la Formación Mamil Choique encontrados dentro


de la Formación Lipetrén en el cañadón de la Ardilla (sierra de Lipetrén) sugieren que estas
rocas son la caja de la unidad. En esta misma zona, los diques y cuerpos menores de
pórfidos riolíticos de la unidad cortan a los tabiques de la Formación Mamil Choique. No se
han encontrado enclaves de unidades más antiguas dentro de la Formación Lipetrén.
En el extremo norte de la sierra de Lipetrén los granitos y pórfidos graníticos están
cubiertos en discordancia por las volcanitas ácidas y vitrófiros de la Formación Garamilla y
por las andesitas y aglomerados andesíticos de la Formación Taquetrén. En este mismo
sector también están cubiertas en discordancia por las sedimentitas calcáreas y calcáreo-
arenosas de la Formación Coyueque. En la sierra del Moligüe están cubiertas por
aglomerados, brechas e ignimbritas andesíticas de la Formación Taquetrén.

Edad y correlaciones

Las rocas de esta unidad han sido denominadas con diferentes nombres
formacionales, aunque todos ellos corresponden a los mismos grupos de afloramientos. Las
rocas que originalmente fueron denominadas como Formación Lipetrén por Nullo (1978),
luego han sido reunidas en un conjunto mayor con el nombre de Superunidad Lipetrén
(Rapela y Alonso, 1991; Rapela et al., 1991; 1992). Las rocas que tienen similares
características petrográficas que las de la sierra de Lipetrén pero que afloran en la zona de
Mamuel Choique fueron denominadas como Granito La Pintada (Dalla Salda et al., 1994) o
como las superunidades Río Chico y Rojas (López de Luchi, 1994).
Nullo (1978) asignó a la Formación Lipetrén al Pérmico sobre la base de que estos
granitos están cubiertos en discordancia por volcanitas ácidas de edad triásica (Formación
Garamilla). Los posteriores estudios geocronológicos no sólo confirmaron esta edad, sino
que permitieron extender este magmatismo hasta el Triásico medio (Tabla 2). En este
sentido, la Formación Garamilla podría representar el equivalente efusivo de las rocas de la
Formación Lipetrén, aunque este hecho aún debe ser estudiado en detalle.

REFERENCIA LOCALIDAD METOD EDAD (Ma) PERIODO


O
Stipanicic et al., 1968 Gastre K-Ar 203 Jurásico inferior
Rapela y Alonso 1991 Lipetrén Rb-Sr 189±19 Jurásico inferior
Rapela et al., 1991 Gastre (Pcia. del Rb-Sr 207±1 Triásico superior
Chubut)
Rapela et al., 1992 Gastre (Pcia. del Rb-Sr 269±27, Pérmico medio-
Chubut) 220±3; Triásico superior
208±1; 206±2
Dalla Salda et al., Mamuel Rb-Sr 260±5 Pérmico superior
1994 Choique
Linares et al., 1997 Mamuel Rb-Sr 260±3; 263±2; Pérmico superior
Choique
Linares et al., 1997 Mamuel K-Ar 280-240 Pérmico inferior-
Choique (270±10) Triásico medio

Tabla 2: síntesis de las edades radimétricas de la Formación Lipetrén.

El amplio intervalo de edades encontradas por Rapela et al. (1991, 1992) en la zona
de Gastre y las edades jurásicas obtenidas en la localidad tipo de la unidad, sugieren que
podría extenderse la actividad de este magmatismo subvolcánico hasta el Jurásico medio.
Sobre la base de las edades radimétricas mesozoicas, Rapela et al. (1991, 1992) separaron a
estas rocas en dos grandes suites a las que denominaron Gastre (220±3 Ma) y Lipetrén
(208±1-172±15 Ma).
La sierra de Lipetrén y de Mamil Choique están atravesadas transversalmente en
dirección NO-SE por la prolongación norte de los grandes lineamientos de Gastre que
fueron interpretados como zonas de megacizalla de movimiento inverso oblicuo dextral
(Rapela et al., 1991) y sinestral (Franzese y Martino, 1998). El movimiento de estas zonas
de cizalla, cuya edad aún se desconoce, habría colocado en contacto a rocas de edades
diferentes, hecho que ya fuera sugerido por Franzese y Martino (1998) y, además, también
habría controlado la evolución de una parte del magmatismo mesozoico (Rapela et al.,
1991; Franzese y Martino, 1998). El futuro mapeo detallado de las unidades ígneas de las
sierras de Lipetrén-Gastre, permitirá identificar y separar los plutones paleozoicos de
aquellos que corresponden al Triásico-Jurásico.
La Formación Lipetrén en su localidad tipo está cubierta por volcanitas riolíticas de
la Formación Garamilla cuya edad fue establecida por Nullo (1978) dentro del intervalo
226-215 Ma (parte basal del Triásico superior). Tomando como base estas edades y las
dataciones radimétricas de los granitos dadas a conocer por Dalla Salda et al. (1994) y
Linares et al. (1997) se asigna a la Formación Lipetrén al intervalo Pérmico inferior-
Triásico medio. No obstante si consideramos a la Formación Garamilla como el equivalente
efusivo de la Formación Lipetrén y observamos que la Formación Coyueque del Jurásico
medio-superior está por arriba de ambas unidades (Nullo, 1978), no deberíamos descartar
por completo la extensión al Triásico superior-Jurásico medio de la edad de la Formación
Lipetrén o de alguna de sus facies equivalentes.

Mesozoico

Triásico

Formación Garamilla

Antecedentes

Nullo (1978) creó este nombre formacional para un conjunto de rocas volcánicas
ácidas donde predominan ignimbritas riolíticas, ignimbritas riodacíticas, riolitas, riodacitas
y en menor grado tobas riolíticas.
Anteriormente Volkheimer (1965) denominó a esta asociación volcánica como
“Complejo Porfiríco”.

Distribución areal

Los afloramientos de esta unidad en el área de estudio son, en general, pequeños


asomos cubiertos esencialmente por brechas andesíticas y andesitas pertenecientes a la
Formación Taquetrén. Gran parte de los mismos se encuentran tectonizados. Estas
vulcanitas afloran principalmente en la región centro-sur y noroeste de la hoja.

Litología

Nullo (1978) levantó un perfil muy detallado de esta formación, en la localidad


tipo ubicada 500 m al oeste del puesto Garamilla, en la quebrada que desemboca en el
puesto Catrín. Allí observó una sección bastante completa, con un espesor aproximado de
140 metros. Sobre la base oculta afloran 50 m de riodacitas y dacitas, luego siguen 70 m de
ignimbritas riolíticas con fluidalidad poco marcada y, por último, 50 m de ignimbritas con
marcada fluidalidad y microflexuras.
En Angostura Colorada, en los alrededores del cerro León, el mismo autor
determinó riodacitas y brechas riodacíticas de color morado a rojo fuerte con un bandeado
originado posiblemente por tectonismo.
Otro de los afloramientos descriptos por Nullo (1978) es el ubicado al norte de la
estancia Nasif. Son ignimbritas rosadas a amarillentas de composición riolítica. Al
microscopio se observa que predomina una pasta constituida esencialmente por vidrio en
proceso de desvitrificación con pseudofluidalidad. Posee escasos fenocristales de sanidina y
cuarzo, además de algunos fragmentos líticos muy pequeños.
Al oeste del escorial de Lipetrén, el autor antes mencionado ubica una faja norte-
sur que se extiende desde poco al norte de la laguna de Lipetrén hasta el sur del puesto
Lauquen y por el oeste, desde el cerro La Buitrera hacia el este, hasta la mina de diatomita
Santa Clara. Estos afloramientos están conformados por rocas volcánicas ácidas,
principalmente ignimbritas riolíticas, muy alteradas.
Rocas de similar composición a las descriptas anteriormente fueron encontradas
por el mismo investigador tanto al este como al oeste del cerro Buitrera.
Coira (1979) mapeó pequeños asomos de estas vulcanitas en el área de las lagunas
Cari Laufquen Grande y Chica. Se trata de ignimbritas riolíticas rosadas a grisáceas,
bandeadas, con texturas de desvitrificación producto de la desnaturalización del material
vítreo presente en las mismas.
Por último, otro sitio donde se expone esta unidad es en las cercanías del puesto
Tres Ojos de Agua. Sobre el camino que se dirige hacia Anecón Grande se hallan
ignimbritas riolíticas con aspecto lajoso, fuertemente desvitrificadas. Las mismas muestran
fiammes de color más oscuro que el resto de la roca. Más al sudoeste se advierte la zona de
contacto tectónico entre la unidad analizada y las andesitas de la Formación Taquetrén. Este
sector está caracterizado por la presencia de un intenso brechamiento, tanto de las andesitas
como de las ignimbritas riolíticas.

Relaciones estratigráficas

En el sector noroeste estas vulcanitas se apoyan discordantemente sobre los


granitos ordovícicos de la Formación Mamil Choique. En los asomos localizados al sur de
la hoja, las mismas aparecen cubriendo a los pórfidos ácidos de la Formación Lipetrén
(Nullo, 1978). En general, el límite superior lo constituyen las andesitas de la Formación
Taquetrén, aunque en algunos casos son cubiertas por las vulcanitas de la Formación
Huitrera.

Edad y correlaciones

Según Nullo (1978), la Formación Garamilla es equivalente a la Formación Los


Menucos, que es portadora de abundante flora de Dicroidium de edad neotriásica. Este
investigador realizó una datación radimétrica de rocas pertenecientes a esta unidad
obteniendo valores entre 226 y 215 Ma, es decir Triásico superior. Las determinaciones de
la edad de la facies volcánica del Complejo plutónico- volcánico Los Menucos
(designación establecida por Cucchi et al., 1999 para la antigua Formación Los Menucos)
la refieren al Triásico en sentido amplio. Como la Formación Garamilla se correlaciona con
esta unidad y formaría parte del mismo evento efusivo, es asignada también al Triásico.
Triásico superior

Formación Paso Flores

Antecedentes

Fossa Mancini (1937) agrupó a un conjunto de sedimentitas constituidas por


conglomerados, conglomerados arenosos y areniscas bajo la denominación de Formación
Continental de Paso Flores. Anteriormente, Groeber (1929) y Wichmann (1934)
correlacionaron a este conjunto con sedimentitas terciarias. Los elementos paleontológicos
coleccionados por Fossa Mancini (1937), fueron estudiados posteriormente por Frenguelli
(1937) quién determinó que pertenecían al Liásico; más tarde, en 1948, los ubicó
definitivamente en el Rético.

Distribución areal

En el área de la hoja se localizan dos pequeños afloramientos de esta formación.


Uno está ubicado al este de Comallo, entre los cerros Quilla Mahuida y Puntudo y el otro
conforma una faja muy angosta, menos de un kilómetro de ancho, situada entre los
granitoides más antiguos y las volcanitas de la Formación Sañicó.

Litología

En el último afloramiento descripto se observó un perfil cuya base está constituida


por los granitoides de la Formación Mamil Choique. Está formado por intercalaciones de
bancos de areniscas tobáceas y areniscas medianas a gruesas. Las primeras son de color
gris blanquecino algo amarillentas, compactas y con laminación. Poseen fisilidad, que les
concede un aspecto lajoso. Las areniscas medianas a gruesas poseen delgadas
intercalaciones (10-15 cm) de areniscas finas a muy finas. Algunos bancos muestran
estratificación entrecruzada de bajo ángulo, con láminas de 20 a 30 cm de espesor, también
estratificación horizontal y entrecruzada planar de bajo ángulo. En muchos casos las
mismas se encuentran obliteradas por la bioturbación. Cabe destacar la presencia de trazas
fósiles localizadas paralelamente a los planos de estratificación.
El techo de la secuencia lo conforman las volcanitas de la Formación Sañicó.
En la localidad tipo ubicada en las márgenes del río Limay, al norte del área en
cuestión, Nullo (1979), describió un perfil de unos 80 metros de espesor integrado por
conglomerados arenosos, que pasan a areniscas de grano mediano a fino en la parte media
rematando en el techo con conglomerados. Estos sedimentos son de color pardo morado a
pardo claro con intercalaciones de niveles de color blanco en fractura fresca, teñidos por
una pátina de óxido de hierro.

Relaciones estratigráficas

En los afloramientos descriptos se observa que esta unidad se apoya en


discordancia sobre los granitoides ordovícicos de la Formación Mamil Choique o sobre la
Granodiorita Comallo, del Carbonífero.
A su vez son cubiertas por las vulcanitas e ignimbritas del Triásico superior de la
Formación Sañicó.

Edad y correlaciones

Stipanicic (1957) ubicó a esta unidad como depósitos Keuperianos; más tarde
Stipanicic y otros (1968) la reubicaron en el Triásico superior y la correlacionaron con la
Formación El Tranquilo. Galli (1969) le adjudicó una edad triásica superior. Stipanicic y
Methol (1972) reafirmaron la edad keuperiana de esta unidad. Di Gregorio (1972) le asignó
la misma edad y la correlacionó con las Formaciones Chasicó y Remoredo. Por último
Nullo (1979) sobre la base de su contenido paleontológico (Flora de Dicroidium), confirmó
una edad Triásica superior para estas sedimentitas. Estudios posteriores llevados a cabo por
Arrondo et al. (1984) y Zavattieri et al. (1993) determinaron que la edad sería del Triásico
superior bajo.

Formación Sañicó

Antecedentes

Galli (1953) agrupó con el nombre de “Sañicolitense” a un conjunto de tobas,


volcanitas y pórfidos que afloran en las cercanías de la localidad de Piedra del Aguila, al
norte de la hoja en cuestión. Más tarde, Stipanicic et al. (1968) formalizaron la
denominación de Formación Sañicó para los pórfidos cuarcíferos y tobas riolíticas que
dominan en el ámbito del río Limay, entre Piedra del Aguila y Piedra Pintada. Los
afloramientos situados al oeste de Comallo fueron denominados por Rabassa (1974) como
“Estratos de Comallo”. Estos asomos fueron estudiados nuevamente por González (1998),
quien los ubicó en su contexto regional y en su descripción utilizó la denominación
propuesta por Stipanicic et al. (1968). Este mismo criterio se sigue en este trabajo.

Distribución areal

Estas vulcanitas se localizan en el extremo noroccidental de la hoja, en las


márgenes del cañadón Trailacahue, al sur de la localidad de Comallo. El afloramiento más
occidental de estas rocas está situado en la margen izquierda del arroyo Comallo.

Litología

Esta unidad está integrada por vulcanitas, tobas y rocas epiclásticas que han sido
subdivididas en dos subgrupos de acuerdo a su composición: andesitas, aglomerados y
brechas volcánicas andesíticas por un lado y riolitas, tobas e ignimbritas riolíticas por otro.

a- Andesitas, aglomerados y brechas volcánicas andesíticas: estas rocas fueron


observadas a pocos kilómetros al sudoeste de la localidad de Comallo, pasando el arroyo
homónimo. Se trata de una secuencia conformada por aglomerados y lavas andesíticas.
El aglomerado volcánico posee textura matriz-soportado y es de color verde a
verde castaño. Está constituido por clastos de rocas graníticas, volcánicas y metamórficas
en una matriz de material desvitrificado en la que se pueden diferenciar litoclastos y
cristaloclastos con muy mala selección. Los clastos de rocas plutónicas son redondeados
con diámetros de hasta 7 centímetros y pertenecen a los granítos biotíticos del basamento, a
su vez, los de volcanitas son angulosos, de hasta 10 centímetros de diámetro y pertenecen a
volcanitas ácidas. Por último, y en menor cantidad, se observan clastos de 5 a 6 cm de largo
por 1 cm de ancho de filitas y esquistos correspondientes al basamento metamórfico.
Sobre este aglomerado volcánico se disponen lavas andesíticas del mismo color
que el miembro anterior, también muy alteradas. Las mismas son porfíricas y están
conformadas por fenocristales menores a 1 mm de plagioclasa subhedrales muy alterados.
La zona de contacto entre ambos miembros posee una intensa fracturación y se observa una
melange de bloques angulosos provenientes de ambas litologías.
Unos kilómetros más al oeste se advierte una colada andesítica perteneciente a esta
formación que se apoya sobre las sedimentitas de la Formación Paso Flores. Se trata de una
roca porfírica de color violeta constituida por grandes fenocristales de plagioclasa inmersos
en una pasta afanítica. Estas vulcanitas contienen numerosas amígdalas rellenas por un
material secundario no reconocido.
Otro afloramiento instructivo de esta formación fue encontrado al norte del
cañadón de la Viuda. Allí se observan las volcanitas en cuestión en contacto tectónico con
tobas ignimbríticas de la Formación Garamilla. Se trata de andesitas de color castaño
grisáceas algo friables debido a la intensa alteración que presentan en algunos sectores. Son
coladas con textura porfírica, a veces seriada, conformadas por un elevado porcentaje de
fenocristales de plagioclasa euhedrales (2-3 mm) y hornblenda (1-5mm) principalmente.
Poseen además abundantes xenolitos con contornos redondeados de color castaño oscuro a
negro de hasta 5 cm de diámetro. Los mismos son de rocas volcánicas porfíricas en las que
se observan fenocristales de plagioclasa en una pasta afanitica. Estas rocas presentan
abundante saussuritización (formación secundaria de carbonatos, clorita y epidoto).
En las cercanías de este afloramiento se observaron ignimbritas líticas de
composición andesítica.
Al sudeste de Comallo, en la margen oriental del cañadón Trailacahue se observó
un perfil compuesto por aglomerados volcánicos de color morado en la base que pasan
hacia arriba a una sucesión alternante de mantos y coladas lávicas andesíticas. Los mantos
son de lapilitas con matriz andesítica y aglomerados finos. Esta secuencia está cubierta por
depósitos de la Formación Collón Curá y por basaltos modernos.

b- Riolitas, tobas e ignimbritas riolíticas: en las cercanías de la localidad de


Comallo se observa una secuencia conformada por ignimbritas riolíticas y riolítas que
cubren a los granitoides ordovícicos. Estas riolítas poseen textura porfírica constituida por
fenocristales de feldespato potásico y cuarzo inmersos en una pasta felsítica. La roca tiene
una textura pseudofluidal bandeada concedida por la depositacón de óxidos en los planos
de flujo.

Relaciones estratigráficas

Estas volcanitas se apoyan en discordancia angular sobre las sedimentitas de la


Formación Paso Flores; en otros lugares, en cambio, cubren discordantemente a los
granitoides de la Formación Mamil Choique. El contacto con las volcanitas triásicas de la
Formación Garamilla es, generalmente, tectónico.
A su vez están cubiertas por las tobas y sedimentitas epi y piroclásticas de la
Formación Collón Curá o por el Basalto Trailacahue.

Edad y correlaciones

Stipanicic et al. (1968) le asignan una edad triásica superior–jurásica inferior


correlacionándola con la “Serie Porfirítica Supratriásica”. Siguiendo a estos autores,
González (1998) le asigna una edad triásica superior alta e infiere una posible correlación
con la Formación Garamilla.

Jurásico

Plutonitas Pilcaniyeu

Antecedentes

Con el nombre Superunidad Pilcaniyeu, Rapela y Alonso (1991) agruparon un


conjunto de rocas graníticas aflorantes en los alrededores de esa localidad. El cambio de
rango formal se debe a Giacosa y Heredia (1999). Los estudios originales en esta unidad
fueron realizados por Rabassa (1975), quien los denominó informalmente “Basamento
Cristalino- Granitos”, les atribuyó edad pérmica y los clasificó como granitos cataclásticos.
Los primeros datos acerca de la geoquímica y geocronología de estas rocas fueron
aportados por Alonso (1987).

Distribución areal

Esta unidad se halla en el sector noroccidental de la hoja, conformada por exiguos


asomos que constituyen el borde oriental aflorante del cuerpo plutónico principal, situado,
fuera de la hoja, al sur y sureste de la localidad de Pilcaniyeu.

Litología

De las tres facies reconocidas por Giacosa y Heredia (1999) – granodioritas y


tonalitas con honblenda y biotita, granitos con biotita y diques andesíticos y graníticos y
aplitas graníticas - los asomos de la hoja están integrados por las dos primeras. Las
granodioritas y tonalitas son rocas de textura granosa y grano mediano a grueso, con zonas
transformadas en milonitas de 10 a 20 m de espesor, por acción de esfuerzos de cizalla
dúctil. Los granitos constituyen pequeños stocks que rodean a las rocas de la facies anterior,
son de color rosado y grano grueso y están afectados por cataclasis. Serían posteriores a las
granodioritas, ya que estas están intruidas por diques graníticos provenientes de los stocks
(Giacosa y Heredia, 1999).
Desde el punto de vista geoquímico, fueron clasificadas como rocas peraluminosas.
Las de la facies granítica son rocas con alto contenido en sílice (75 a 77%), de filiación
peraluminosa calcoalcalina y emplazados en niveles altos de la corteza (Alonso, 1987).
Corresponderían a granitoides de arco magmático, sobre la base de la relación Rb/Y+Nb
(Rapela y Alonso, 1991).
Relaciones estratigráficas

La unidad está cubierta por las rocas de las formaciones Huitrera y Collón Curá, en
discordancia erosiva. En otros sectores del plutón, fuera de la hoja, igual relación mantiene
con las formaciones Ventana y Ñirihuau (Giacosa y Heredia, 1999).

Edad y correlaciones

La edad está definida por los análisis radimétricos. Alonso (1987) estableció una
errorcrona de 194,5 ± 4,6 Ma, y posteriormente nuevas determinaciones llevaron la edad al
valor de 186,4 ± 3,5 Ma (Alonso, 1990; en Rapela y Alonso, 1991).
Unidades correlacionables por su edad con las Plutonitas Pilcaniyeu en el sector
occidental del Macizo Nordpatagónico son los granitoides subcordilleranos del alto río
Chubut (edad Rb/Sr promedio 195,3 ± 12 Ma); el Granito La Angostura (182,5 ± 13 Ma;
Gordon y Ort, 1993); las plutonitas de Pilahue (K/Ar, 170 Ma; Cucchi, 1991) y, con un
valor similar al último, la tonalita de la escuela Merino (Varela et al., 1991).

Formación Taquetrén

Antecedentes

El nombre formacional fue propuesto por Nullo y Proserpio (1975), para un


conjunto de rocas volcánicas de composición mesosilícica a básica y piroclastitas de similar
composición. En el área cubierta por la hoja esta unidad fue descripta por Nullo (1978),
Coira (1979) y González (1998).

Distribución areal

Estas rocas se encuentran ampliamente difundidas en el extremo sudeste de la


hoja, aunque también se ubicaron otros asomos en las cercanías del puesto Mamil Choique
y en el sector localizado al sur de la localidad de Clemente Onelli.

Litología

Nullo y Proserpio (1975) realizaron una división de esta unidad en distintas facies:
brechosa, sedimentaria, lávica e hipabisal. En la presente contribución se reordenó esa
división, reemplazando el primer término por el de aglomerados y brechas volcánicas
andesíticas, el segundo por tobas, lapillitas y cineritas, el tercero por andesitas e ignimbritas
andesíticas y el último por diques andesíticos.

a- Andesitas e ignimbritas andesíticas. Se trata de basandesitas y andesitas de


color morado, con textura porfírica conformadas por fenocristales de plagioclasa,
hornblenda clinopiroxeno y en menor cantidad feldespato alcalino.
En los afloramientos ubicados en las proximidades de Anecón Grande se observan
vulcanitas andesíticas muy alteradas en contacto tectónico con la Formación Garamilla.
Estas andesitas poseen amígdalas rellenas por carbonatos. En las cercanías de Clemente
Onelli se encuentran litologías similares intercaladas con aglomerados de similar
composición.
Estas andesitas también fueron descriptas por Nullo (1978) al norte del cerro León
junto con basandesitas y basaltos. El espesor de los mantos es de aproximadamente 1 metro
y estas rocas poseen oquedades ovoides rellenas por celadonita. Al microscopio presentan
textura intersertal, formada por un fieltro de tablitas de plagioclasa y zeolitas intersticiales.
Sobre esta andesita se apoyan concordantemente tobas de igual composición y tufitas
pertenecientes a la facies piroclástica.

b- Aglomerados y brechas volcánicas andesíticas. Según Nullo (1978), al norte de


la sierra de Lipetrén hay afloramientos continuos de rocas volcánicas de composición
andesítica. Los afloramientos australes están constituidos por brechas volcánicas y mantos
de composición andesítica, de color morado a grisáceo. Hacia el oeste continúan las
brechas y mantos de color morado oscuro, en parte vesiculares, con escaso desarrollo de
fenocristales de gran tamaño. Los litoclastos de las brechas tienen hasta 20 cm de diámetro
y, en general, predominan las andesitas vesiculadas con amígdalas compuestas por material
zeolítico (Nullo, 1978).
Unos metros al norte del puesto Vicente Coyueque se observa una sucesión
constituida por mantos de 1-2 metros de espesor de color morado, conformados por brechas
de clastos angulosos (2 cm) de andesitas inmersos en una matriz de la misma composición
con muy mala selección.
A pocos metros de la estancia Moligüe se localiza un asomo constituido por un
aglomerado volcánico conformado por rodados de diversa granulometría. Los mismos están
compuestos por andesitas porfíricas, con fenocristales de plagioclasa en una pasta afanítica.
También se advierten clastos de ignimbritas andesíticas con fluidalidad y textura
eutaxítica. El depósito tiene textura matriz soportada, muy mala selección y estratificación
planar grosera apenas esbozada.

c- Al sur del cerro León se observa el contacto entre las facies lávica y
sedimentaria de Nullo (1978). En realidad, estas últimas son rocas que conforman un
conjunto de depósitos piroclásticos muy bien estratificados. En la base se advierte mayor
granulometría y una alternacia de bancos de 40 a 50 cm de espesor constituidos por lapilitas
con clastos de pómez y fragmentos líticos dispersos en una matriz tobácea y tobas de color
castaño claro a blanco, bien estratificadas.

d- Diques andesíticos. Cuerpos filonianos se observan a lo largo del camino que


se dirige a Mina Angela, luego de su intersección con la ruta provincial 76, como también
al sur de este empalme, al norte de El Moligüe. Afloran en esos sitios numerosos diques de
composición andesítica que cortan las rocas volcánicas y volcaniclásticas recién descriptas.
Se trata de rocas de color gris claro a oscuro, porfíricas, caracterizadas por la presencia de
fenocristales euhedrales de gran tamaño (1 cm), que conforman glomérulos de hasta 5 cm.
La pasta es afanítica, de color gris claro. No se observa la formación de bordes de
enfriamiento con diferencias granulométricas. Estos diques son subverticales y están algo
diaclasados.
En la cañada La Gotera se localizó otro dique de color castaño claro,
composicional y texturalmente similar a los anteriores, que posee entre 15 y 20 metros de
espesor.
Relaciones estratigráficas

La relación con las sedimentitas de la Formación Coyueque es discutida. Si bien


Nullo (1978) manifiesta que las vulcanitas cubren a las rocas sedimentarias, nuevas
observaciones de campo apoyarían una relación de interdigitación entre ambas unidades. La
cubren sedimentitas de la Formación Angostura Colorada. En varios sectores se observó a
la Formación Garamilla en contacto tectónico con la que se describe.

Edad y correlaciones

Nullo (1978) correlaciona esta unidad con las sedimentitas encontradas en la sierra
de Taquetrén por él y Proserpio (1975). De acuerdo con lo expuesto por Lizuain y Silva
Nieto (1996), esta formación sería equivalente con las volcanitas de la Formación Lonco
Trapial, que afloran en la mencionada sierra de Taquetrén.
Por otra parte, Nullo (1978) realizó una datación de los aglomerados antes
descriptos, obteniendo una edad radimétrica (K/Ar) de 1366 Ma (Jurásico superior alto).
Sin embargo, sobre la base de sus relaciones estratigráficas con las formaciones supra e
infrayacentes y de la correlaciónrealizada por Lizuain y Silva Nieto (1996), se le otorga una
edad jurásica superior.

Formación Coyueque

Antecedentes

Nullo (1978) introdujo este nombre formacional para un conjunto de areniscas y


calizas silicificadas no documentadas hasta esa fecha en la comarca.

Distribución areal

Estas sedimentitas se localizan en el sector austral de la hoja. Se trata de pequeños


asomos aflorantes entre el borde norte de la sierra de Lipetrén y el cañadón Cansuco.

Litología

La Formación Coyueque está compuesta por areniscas pardas amarillentas de grano


mediano y calizas silicificadas de color negro a pardo oscuro (Nullo, 1978).
En las cercanías del Puesto Quiñinuao se observó una secuencia cuya base no está
expuesta y el techo corresponde a la Formación Taquetrén.
Posee aproximadamente 30 metros de espesor y está conformada por una sección
basal de conglomerados matriz-soportados constituido por clastos redondeados de
granitoides, vulcanitas riolíticas y andesíticas y fragmentos monominerales de cuarzo, los
niveles más arenosos muestran una estratificación entrecruzada muy poco esbozada.
Hacia arriba se pasa a un nivel de calizas castañas, micríticas con sectores masivos y
otros laminados. Luego se observa una alternacia de wakes morados con estratificación
paralela, micritas color castaño oscuro finamente laminadas, limolitas con trazas fósiles y
sabulitas arcósicas las cuales se hacen preponderantes hacia el techo de la secuencia.
El perfil descripto se encuentra intruído por un dique afanítico de color rojo morado
perteneciente, probablemente, a la Formación Taquetrén.
Nullo describió otros afloramientos en los alrededores de los puestos Coyueque, los
que están representados por areniscas de grano mediano amarillentas con niveles
conglomerádicos en la base. Así también observó que los afloramientos ubicados al noreste
de la sierra de Lipetrén están en contacto tectónico con los pórfidos graníticos de la
formación homónima y que a su vez todo el conjunto está atravesado por pórfidos
andesíticos pertenecientes a la Formación Taquetrén.

Relaciones estratigráficas

Según Nullo (1978), esta unidad se dispone sobre la Formación Garamilla, sin que se
observe si existe discordancia entre ambas, aunque probablemente haya un hiatus entre la
culminación de la depositación de la Formación Garamilla y el comienzo de la depositación
de la Formación Coyueque.
A su vez, si bien Nullo (1978) manifiesta que son cubiertas e intruidas por las
ignimbritas y volcanitas de la Formación Taquetrén, nuevas observaciones de campo
permitirían determinar que entre ambas unidades hay una relación de engranaje.

Edad y correlaciones

A partir de sus semejanzas litológicas y su posición estratigráfica, el autor antes


mencionado correlaciona a estas sedimentitas con las de la Formación Cañadón Asfalto,
ampliamente aflorantes en la provincia de Chubut, al sur de la zona estudiada.
En estas rocas no se han encontrado elementos paleontológicos que las permitan
ubicar en el tiempo. Por otro lado, sobre la base de las relaciones con las unidades supra e
infrayacentes, se les asigna edad del Jurásico superior.
Nullo (1978), al correlacionarla con la Formación Cañadón Asfalto, le asignó una
edad caloviana-oxfordiana.

Cretácico

Formación Angostura Colorada

Antecedentes

Volkheimer (1973) acuñó la denominación Formación Angostura Colorada para el


conjunto de rocas sedimentarias continentales aflorantes en la localidad tipo, situada al
noreste del paraje Lipetrén. Con posterioridad, tanto Nullo (1978) como Coira (1979)
adoptaron este término y ampliaron considerablemente sus afloramientos, ya que
advirtieron que esa asociación rocosa se extendía preponderantemente al norte del área tipo,
hasta el norte de las lagunas de Cari Laufquen, región de estancia Huanuluán y alrededores
del cañadón Huahuel Niyeu. Paralelamente, en la región de Comallo, Rabassa (1974, 1979)
designó con el nombre Estratos de Neneo Rucá a depósitos que el mismo correlaciona con
Angostura Colorada. La asignación de estos a la formación Angostura Colorada fue
realizada por Manassero y Maggi (1995), en su estudio sedimentológico de esta unidad.
Distribución areal

La formación aflora en dos áreas principales: la de Ingeniero Jacobacci- Lipetrén y


la de Comallo. A grandes rasgos constituyen una faja de rumbo noroeste- sudeste extendida
al naciente de un posible alto conformado por unidades de basamento y vulcanitas
mesozoicas desarrollado desde El Moligüe- sierra de Lipetrén hasta Anecón Grande.

Litología. Ambiente de depositación

La formación está integrada por una sucesión de facies de areniscas, pelitas y


conglomerados, comunes en todas las localidades, pero cuya proporción varía según el
sector analizado.
En la localidad tipo, las descripciones de Volkheimer (1973) y Nullo (1978)
concuerdan en dividir a la unidad en tres secciones: una inferior, de 37 m aflorantes,
compuesta por areniscas gruesas y medianas grises y moradas, con tufitas y tobas blancas
intercaladas; la intermedia, de unos 15 m, constituida por areniscas moradas medianas con
intercalaciones de conglomerados y areniscas micáceas, limolitas moradas y areniscas finas
pardas y, por último, la sección superior, formada por 20 m de areniscas micáceas finas a
medianas grises, con intercalaciones de niveles lacustres con restos de bivalvos. A esta
última sección Nullo (1978) la adjudica a la Formación Coli Toro, por su litología,
contenido fosilífero y posición estratigráfica. Para Manassero y Maggi (1995), en cambio,
la formación allí solo tiene 32 m de espesor y está integrada por cuerpos lenticulares de
areniscas con laminación entrecruzada planar y sabulitas rojizas, con delgadas
intercalaciones de pelitas. En la parte superior, por una disminución de la energía del
medio, se hallan estratos de areniscas finas con ondulitas simétricas o de oscilación, de
color blanquecino- rojizo.
En la región de Ingeniero Jacobacci, la formación fue descripta por Volkheimer
(1973) y Coira (1979). Está caracterizada por una alternancia de facies psamíticas y
pelíticas de colores blanquecinos y rojizos, que indicarían condiciones del ambiente
fluctuantes entre fluviales y lacustres. Los espesores medidos no superan los 30 m.
Manassero y Maggi (1995) reconocieron características similares en el sector de
afloramientos cercanos a la laguna Cari Laufquen. Observaciones propias efectuadas en
varias localidades en las que aflora la parte superior de esta unidad, en contacto con la
Formación Coli Toro, revelan un significativo predominio de la fracción pelítica. Son
arcilitas y limolitas rojas, desde muy claro a rojo vivo, laminadas, por lo común muy
cubiertas por su propio regolito, con delgadas intercalaciones de areniscas finas a sabulitas,
generalmente blanquecinas. La proporción de espesores es de 10 –12 a 1. Los
afloramientos, tomados en conjunto, guardan una estrecha afinidad visual y en su
constitución con los de la parte superior de la Formación Anacleto, integrante cuspidal del
Grupo Neuquén.
Al nordeste de Ingeniero Jacobacci, en asomos aflorantes en los faldeos occidentales
de la meseta de Coli Toro, Náñez (1983) describió una sección parcial de la parte superior
de la unidad, formada por una sucesión de 13 m de areniscas muy finas a finas, friables, de
colores rojizos y anaranjados, cubiertas por rocas de la Formación Coli Toro. En un banco
fueron recuperados restos de palinomorfos (Pothe de Baldis, 1983; en Náñez, 1983).
Como se había adelantado, en los alrededores de Comallo se hallan importantes
asomos de esta formación. Fueron estudiados por Rabassa (1974, 1979) y por Manassero y
Maggi (1995). El primero describió alrededor de 300 m de psamitas finas a gruesas, pelitas
y psefitas, con algunas intercalaciones de tobas, en un perfil situado sobre el arroyo
Comallo, 15 km al sur del pueblo citado. A grandes rasgos, la secuencia está formada por
20 m de conglomerados basales, seguidos por intercalaciones de areniscas, pelitas y tobas
rojizas y grisáceas. En la parte superior se destacan dos potentes bancos de conglomerados.
Manassero y Maggi (1995), en el perfil de la estancia Neneo Rucá, describen 130 m de
conglomerados grano y matriz sostén, con clastos de hasta 15 cm de diámetro y basae
erosivas interpretados como depósitos de canal de alta energía e intercalaciones de lentes
arenosas y pelitas , que son abundantes hacia el techo de la secuencia junto con bancos de
tobas que testimonian mayor aporte piroclástico.
La interpretación ambiental de Manassero y Maggi (1995) reconoce dos
asociaciones de facies, las de planicies entrelazadas arenosas y las lacustres y lagunares. En
una primera etapa, un sistema fluvial de cursos entrelazados provenientes del norte
determinó una petrofacies arenosa caracterizada por el dominio de rocas de basamento, que
evolucionó a un medio de menor energía pero que recibía aportes de conglomerados
aluviales canalizados y esporádicos aportes piroclásticos con proveniencia del norte y oeste
de rocas de arco volcánico.
La posición estructural de las capas de la formación varía de perfil a perfil. Si bien,
por lo común, es horizontal, en los asomos del arroyo Comallo están inclinadas 10° a 15° al
sur (Rabassa, 1974) y otro tanto, hacia el suroeste, en la zona de Quetrequile.

Relaciones estratigráficas

La formación cubre en discordancia erosiva y/o angular a las unidades previas,


particularmente a rocas del basamento y a las vulcanitas de la Formación Taquetrén. La
relación con la Formación Coli Toro es concordante y, en algunas localidades, transicional.

Edad y correlaciones

En general, los diferentes autores que estudiaron estos depósitos concuerdan en


asignarlos al Cretácico superior, sobre la base de sus relaciones estratigráficas y su relación,
concordante y transicional, con sedimentitas de probada edad maastrichtiana (Volkheimer,
1963; Coira, 1979; Manassero y Maggi, 1995). Restos de palinomorfos (acritarcas, algas y
esporas triletes) fueron determinados en afloramientos del oeste de la meseta de Coli Toro.
Son indicativos de edad cretácica hasta campaniana (Pothe de Baldis, 1983; en Náñez,
1983).
Estos depósitos se correlacionan por sus características litológicas, ambientales y
por su edad y posición estratigráfica, con los de los grupos Chubut y Neuquén, que
constituyen extensos afloramientos al sur y norte de esta región, respectivamente. En ese
sentido, se podría especular con que los de la formación Angostura Colorada serían los
representantes sedimentarios desarrollados dentro del macizo Norpatagónico, de los que
colmataron las cuencas del Golfo y Neuquina.

Mesozoico- Cenozoico

Cretácico- Paleogeno
Formación Coli Toro
Antecedentes

Bertels (1969) denominó Formación Coli Toro a un conjunto de arcilitas y areniscas


micáceas de grano fino, friables, grises, subyacentes a las sedimentitas de la Formación
Roca, que se hallan en la región homónima, situada a 50 km al noreste de Ingeniero
Jacobacci. Posteriormente, el uso de este término se generalizó entre los estudiosos de la
geología de este sector del Macizo Norpatagónico, y es así como fue adoptado por
Volkheimer (1973), Coira (1979), Náñez (1983), Lapido et al. (1984) y Spalletti (1988). En
el área de la hoja, Casamiquela (1964, 1969 a, 1969 b) y Pascual y Bondesio (1976)
estudiaron aspectos paleontológicos de esta unidad.

Distribución areal

Los afloramientos de la Formación Coli Toro en esta hoja coinciden con los de la
Formación Angostura Colorada, con excepción de los del área tipo de esta última, por lo
que cabría especular con un posible acuñamiento hacia el sur de los depósitos de la
Formación Coli Toro, en dirección al alto estructural de las sierras de Lipetrén, Añueque y
otras. Con amplitud más regional, este criterio fue sustentado por Spalletti (1988).

Litología

La Formación Coli Toro está constituida por areniscas y pelitas dominantes, y


esporádicos niveles de conglomerados. La naturaleza friable de las rocas motiva que solo se
preserven en perfiles y cuando están cubiertas por una capa resistente, que en esta región
puede corresponder a la Formación Roca, a tobas y basaltos cenozoicos o a niveles
conglomerádicos cuaternarios. En conjunto, los afloramientos tienen siempre colores
claros, desde verdosos a amarillentos y blanquecinos, por lo que es fácil diferenciarla de la
Formación Angostura Colorada.
En la sección tipo, Bertels (1969) señaló la presencia de 20 m de arcilitas y
areniscas micáceas de grano fino, grises, friables. Próximo a ella, Náñez (1983) describió
asomos parciales de esta unidad de casi 30 m de potencia, compuestos por limoarcilitas y
areniscas finas, grises, verdosas y castañas, compactas y estratificadas en bancos potentes,
de entre 1 y 5 m de espesor, caracterizados por la abundancia de yeso y muscovita. Las
localidades estudiadas tienen importancia estratigráfica y cronológica, ya que en ellos
fueron hallados restos de palinomorfos continentales y marinos asignados al Maastrichtiano
– Daniano Pothe de Baldis (1983, en Náñez, 1983; 1984).
De los perfiles estudiados por Coira (1979) en la región de Ingeniero Jacobacci, se
desprende que la litología dominante es de areniscas de grano fino a mediano, estratificadas
en bancos de 5 a 30 cm, micáceas, friables y limolitas y arcilitas laminadas. En algunas
secciones, como en los de la región de La Angostura, hay estratos de areniscas gruesas
hasta sabulíticas.
Sobre la base de un estudio sedimentológico regional, Spalletti (1988) reconoció
varias facies sedimentarias en esta unidad. La más característica es la de areniscas y pelitas
intercaladas en ritmos delgados, pero que pueden llegar a espesores de hasta 12 m. La
facies de pelitas la integran arcilitas hasta limolitas verdosas, con frecuentes venas y
cristales de yeso, en estratos de 40 cm a 2 m de espesor. Por último, la facies de areniscas
está integrada por rocas de colores claros, de grano mediano a grueso, con ocasionales
niveles de sabulitas y aún de conglomerados finos, dispuestas en estratos tabulares o
lentiformes continuos, macizos por efectos de bioturbación, algunos con estratificación
planar y entrecruzada.
Han existido criterios contrapuestos en relación al ambiente en que se originaron
estos depósitos. Coira (1979) señaló que los desarrollados en los alrededores de Ingeniero
Jacobacci correspondían a ambientes terrestres con cuerpos de agua dulce frecuentes,
teniendo en cuenta los restos fósiles. Para la sección tipo, Bertels (1969) determinó un
medio netamente marino. Volkheimer (1973), por su parte, citó hallazgos de fósiles
continentales y marinos, al igual que los restos de microflora determinados por Pothe de
Baldis (1984). Esta dualidad también fue destacada por Casamiquela (1964, 1969 a, 1969
b) y Pascual y Bondesio, 1976), sobre la base del contenido faunístico. Los estudios
realizados por Spalletti (1988) han aclarado este panorama, ya que interpretó que esta
unidad se originó en un ambiente costanero parcialmente restringido, dominado por acción
de mareas, explicándose así la mencionada mezcla de faunas. Dentro de este
macroambiente infirió la existencia de depósitos originados en planicies de inundación
fluviales y pantanos, canales fluviales, planicies de marea superior (inter a supramareal) e
inferior (inter a submareal), con canales de marea activos e inactivos. En relación con las
características ambientales, se debe señalar que Spalletti (1988) sostiene la existencia de un
evento sedimentario único y continuo maastrichtiano- daniano, relacionado con un
acontecimiento transgresivo, cuyo pico está dado por los depósitos de la Formación Roca y
donde el desarrollo inicial de regiones costaneras bajas corresponde a los depósitos de la
Formación Coli Toro. Sin embargo, Spalletti et al. (1993) modificaron, en parte, ese
análisis, ya que reconocen la existencia de una brusca caída del nivel del mar que estaría
cerca del límite Cretácico- Terciario, por lo que se habrían desarrollado dos pulsos o
subciclos de inundación, el primero originó los depósitos maastrichtianos y el segundo los
danianos, aquí representados por las formaciones Coli Toro y Roca, respectivamente.

Paleontología

El contenido fosilífero de la formación es abundante y relativamente bien


documentado, por los aportes de Casamiquela (1964, 1969 a, 1969 b) quien determinó
dientes y vértebras de Ceratodus, restos de peces, cocodrilos y tortugas, de pequeños
vertebrados y de moluscos; de Volkheimer (1973) quien halló, además de nuevos restos de
peces, tortugas y moluscos, estructuras algales. Estas últimas también fueron halladas en
otras localidades por Coira (1979), quien señaló la presencia de ejemplares de Melania,
Vivíparus y diferentes especies de Diplodon. El significado ambiental del hallazgo de peces
pulmonados fue puesto de relieve por Pascual y Bondesio (1976). Se debe agregar a todo
esto el importante hallazgo de microfloras correspondientes a angiospermas,algas,esporas
triletes y acritarcas en estratos del sector nororiental de la hoja (Pothe de Baldis, 1983, en
Náñez, 1983; 1984).

Relaciones estratigráficas
El contacto con la subyacente Formación Angostura Colorada es concordante y
transicional, como ha sido destacado por la mayoría de los autores citados (Volkheimer,
1973; Coira, 1979; Náñez, 1983; Spalletti, 1988). Con respecto al límite superior, se
coincide con el criterio de Spalletti (1988) de señalar el comienzo de los depósitos de la
Formación Roca con los primeros estratos carbonáticos biogénicos.

Edad y correlaciones
En la localidad tipo, Bertels (1969) asignó estas capas al Maastrichtiano inferior a
medio, sobre la base del contenido microfaunístico, edad a la que adhirió Volkheimer
(1973), en tanto que Casamiquela (1964, 1969 a, 1969 b) y Coira (1979) le adjudicaron un
lapso más amplio dentro del Senoniano. El estudio de microfloras en dos localidades
permitió a Pothe de Baldis (1983, en Náñez, 1983; 1984) fijar el rango temporal entre el
Campaniano- Maastrichtiano y el Paleoceno.
En el ámbito del Macizo Norpatagónico y regiones vecinas, Bertels (1969)
correlacionó esta unidad con la Formación Jagüel y probablemente con la Formación
Aguada Cecilio. Esta última, actualmente, se reconoce como Miembro Aguada Cecilio de
la Formación Arroyo Barbudo (Lizuain y Sepúlveda, 1978; Martínez et al., 1994). Es
correlacionable también con la Formación La Colonia (en el sentido de Ardolino y Delpino,
1987) de la región de Telsen y Bajada del Diablo en el norte de Chubut, con la Formación
Los Alamitos (Bonaparte et al., 1984) del sureste de Río Negro, con las formaciones Paso
del Sapo y Lefipán aflorantes en la cuenca del río Chubut medio y con la Formación Allen
de la cuenca Neuquina.

Mesozoico

Triásico

Formación Garamilla

Antecedentes

Nullo (1978) creó este nombre formacional para un conjunto de rocas volcánicas
ácidas donde predominan ignimbritas riolíticas, ignimbritas riodacíticas, riolitas, riodacitas
y en menor grado tobas riolíticas.
Anteriormente Volkheimer (1965) denominó a esta asociación volcánica como
“Complejo Porfiríco”.

Distribución areal

Los afloramientos de esta unidad en el área de estudio son, en general, pequeños


asomos cubiertos esencialmente por brechas andesíticas y andesitas pertenecientes a la
Formación Taquetrén. Gran parte de los mismos se encuentran tectonizados. Estas
vulcanitas afloran principalmente en la región centro-sur y noroeste de la hoja.

Litología
Nullo (1978) levantó un perfil muy detallado de esta formación, en la localidad
tipo ubicada 500 m al oeste del puesto Garamilla, en la quebrada que desemboca en el
puesto Catrín. Allí observó una sección bastante completa, con un espesor aproximado de
140 metros. Sobre la base oculta afloran 50 m de riodacitas y dacitas, luego siguen 70 m de
ignimbritas riolíticas con fluidalidad poco marcada y, por último, 50 m de ignimbritas con
marcada fluidalidad y microflexuras.
En Angostura Colorada, en los alrededores del cerro León, el mismo autor
determinó riodacitas y brechas riodacíticas de color morado a rojo fuerte con un bandeado
originado posiblemente por tectonismo.
Otro de los afloramientos descriptos por Nullo (1978) es el ubicado al norte de la
estancia Nasif. Son ignimbritas rosadas a amarillentas de composición riolítica. Al
microscopio se observa que predomina una pasta constituida esencialmente por vidrio en
proceso de desvitrificación con pseudofluidalidad. Posee escasos fenocristales de sanidina y
cuarzo, además de algunos fragmentos líticos muy pequeños.
Al oeste del escorial de Lipetrén, el autor antes mencionado ubica una faja norte-
sur que se extiende desde poco al norte de la laguna de Lipetrén hasta el sur del puesto
Lauquen y por el oeste, desde el cerro La Buitrera hacia el este, hasta la mina de diatomita
Santa Clara. Estos afloramientos están conformados por rocas volcánicas ácidas,
principalmente ignimbritas riolíticas, muy alteradas.
Rocas de similar composición a las descriptas anteriormente fueron encontradas
por el mismo investigador tanto al este como al oeste del cerro Buitrera.
Coira (1979) mapeó pequeños asomos de estas vulcanitas en el área de las lagunas
Cari Laufquen Grande y Chica. Se trata de ignimbritas riolíticas rosadas a grisáceas,
bandeadas, con texturas de desvitrificación producto de la desnaturalización del material
vítreo presente en las mismas.
Por último, otro sitio donde se expone esta unidad es en las cercanías del puesto
Tres Ojos de Agua. Sobre el camino que se dirige hacia Anecón Grande se hallan
ignimbritas riolíticas con aspecto lajoso, fuertemente desvitrificadas. Las mismas muestran
fiammes de color más oscuro que el resto de la roca. Más al sudoeste se advierte la zona de
contacto tectónico entre la unidad analizada y las andesitas de la Formación Taquetrén. Este
sector está caracterizado por la presencia de un intenso brechamiento, tanto de las andesitas
como de las ignimbritas riolíticas.

Relaciones estratigráficas

En el sector noroeste estas vulcanitas se apoyan discordantemente sobre los


granitos ordovícicos de la Formación Mamil Choique. En los asomos localizados al sur de
la hoja, las mismas aparecen cubriendo a los pórfidos ácidos de la Formación Lipetrén
(Nullo, 1978). En general, el límite superior lo constituyen las andesitas de la Formación
Taquetrén, aunque en algunos casos son cubiertas por las vulcanitas de la Formación
Huitrera.

Edad y correlaciones

Según Nullo (1978), la Formación Garamilla es equivalente a la Formación Los


Menucos, que es portadora de abundante flora de Dicroidium de edad neotriásica. Este
investigador realizó una datación radimétrica de rocas pertenecientes a esta unidad
obteniendo valores entre 226 y 215 Ma, es decir Triásico superior. Las determinaciones de
la edad de la facies volcánica del Complejo plutónico- volcánico Los Menucos
(designación establecida por Cucchi et al., 1999 para la antigua Formación Los Menucos)
la refieren al Triásico en sentido amplio. Como la Formación Garamilla se correlaciona con
esta unidad y formaría parte del mismo evento efusivo, es asignada también al Triásico.

Triásico superior

Formación Paso Flores

Antecedentes

Fossa Mancini (1937) agrupó a un conjunto de sedimentitas constituidas por


conglomerados, conglomerados arenosos y areniscas bajo la denominación de Formación
Continental de Paso Flores. Anteriormente, Groeber (1929) y Wichmann (1934)
correlacionaron a este conjunto con sedimentitas terciarias. Los elementos paleontológicos
coleccionados por Fossa Mancini (1937), fueron estudiados posteriormente por Frenguelli
(1937) quién determinó que pertenecían al Liásico; más tarde, en 1948, los ubicó
definitivamente en el Rético.

Distribución areal

En el área de la hoja se localizan dos pequeños afloramientos de esta formación.


Uno está ubicado al este de Comallo, entre los cerros Quilla Mahuida y Puntudo y el otro
conforma una faja muy angosta, menos de un kilómetro de ancho, situada entre los
granitoides más antiguos y las volcanitas de la Formación Sañicó.

Litología

En el último afloramiento descripto se observó un perfil cuya base está constituida


por los granitoides de la Formación Mamil Choique. Está formado por intercalaciones de
bancos de areniscas tobáceas y areniscas medianas a gruesas. Las primeras son de color
gris blanquecino algo amarillentas, compactas y con laminación. Poseen fisilidad, que les
concede un aspecto lajoso. Las areniscas medianas a gruesas poseen delgadas
intercalaciones (10-15 cm) de areniscas finas a muy finas. Algunos bancos muestran
estratificación entrecruzada de bajo ángulo, con láminas de 20 a 30 cm de espesor, también
estratificación horizontal y entrecruzada planar de bajo ángulo. En muchos casos las
mismas se encuentran obliteradas por la bioturbación. Cabe destacar la presencia de trazas
fósiles localizadas paralelamente a los planos de estratificación.
El techo de la secuencia lo conforman las volcanitas de la Formación Sañicó.
En la localidad tipo ubicada en las márgenes del río Limay, al norte del área en
cuestión, Nullo (1979), describió un perfil de unos 80 metros de espesor integrado por
conglomerados arenosos, que pasan a areniscas de grano mediano a fino en la parte media
rematando en el techo con conglomerados. Estos sedimentos son de color pardo morado a
pardo claro con intercalaciones de niveles de color blanco en fractura fresca, teñidos por
una pátina de óxido de hierro.
Relaciones estratigráficas

En los afloramientos descriptos se observa que esta unidad se apoya en


discordancia sobre los granitoides ordovícicos de la Formación Mamil Choique o sobre la
Granodiorita Comallo, del Carbonífero.
A su vez son cubiertas por las vulcanitas e ignimbritas del Triásico superior de la
Formación Sañicó.

Edad y correlaciones

Stipanicic (1957) ubicó a esta unidad como depósitos Keuperianos; más tarde
Stipanicic y otros (1968) la reubicaron en el Triásico superior y la correlacionaron con la
Formación El Tranquilo. Galli (1969) le adjudicó una edad triásica superior. Stipanicic y
Methol (1972) reafirmaron la edad keuperiana de esta unidad. Di Gregorio (1972) le asignó
la misma edad y la correlacionó con las Formaciones Chasicó y Remoredo. Por último
Nullo (1979) sobre la base de su contenido paleontológico (Flora de Dicroidium), confirmó
una edad Triásica superior para estas sedimentitas. Estudios posteriores llevados a cabo por
Arrondo et al. (1984) y Zavattieri et al. (1993) determinaron que la edad sería del Triásico
superior bajo.

Formación Sañicó

Antecedentes

Galli (1953) agrupó con el nombre de “Sañicolitense” a un conjunto de tobas,


volcanitas y pórfidos que afloran en las cercanías de la localidad de Piedra del Aguila, al
norte de la hoja en cuestión. Más tarde, Stipanicic et al. (1968) formalizaron la
denominación de Formación Sañicó para los pórfidos cuarcíferos y tobas riolíticas que
dominan en el ámbito del río Limay, entre Piedra del Aguila y Piedra Pintada. Los
afloramientos situados al oeste de Comallo fueron denominados por Rabassa (1974) como
“Estratos de Comallo”. Estos asomos fueron estudiados nuevamente por González (1998),
quien los ubicó en su contexto regional y en su descripción utilizó la denominación
propuesta por Stipanicic et al. (1968). Este mismo criterio se sigue en este trabajo.

Distribución areal

Estas vulcanitas se localizan en el extremo noroccidental de la hoja, en las


márgenes del cañadón Trailacahue, al sur de la localidad de Comallo. El afloramiento más
occidental de estas rocas está situado en la margen izquierda del arroyo Comallo.

Litología

Esta unidad está integrada por vulcanitas, tobas y rocas epiclásticas que han sido
subdivididas en dos subgrupos de acuerdo a su composición: andesitas, aglomerados y
brechas volcánicas andesíticas por un lado y riolitas, tobas e ignimbritas riolíticas por otro.
a- Andesitas, aglomerados y brechas volcánicas andesíticas: estas rocas fueron
observadas a pocos kilómetros al sudoeste de la localidad de Comallo, pasando el arroyo
homónimo. Se trata de una secuencia conformada por aglomerados y lavas andesíticas.
El aglomerado volcánico posee textura matriz-soportado y es de color verde a
verde castaño. Está constituido por clastos de rocas graníticas, volcánicas y metamórficas
en una matriz de material desvitrificado en la que se pueden diferenciar litoclastos y
cristaloclastos con muy mala selección. Los clastos de rocas plutónicas son redondeados
con diámetros de hasta 7 centímetros y pertenecen a los granítos biotíticos del basamento, a
su vez, los de volcanitas son angulosos, de hasta 10 centímetros de diámetro y pertenecen a
volcanitas ácidas. Por último, y en menor cantidad, se observan clastos de 5 a 6 cm de largo
por 1 cm de ancho de filitas y esquistos correspondientes al basamento metamórfico.
Sobre este aglomerado volcánico se disponen lavas andesíticas del mismo color
que el miembro anterior, también muy alteradas. Las mismas son porfíricas y están
conformadas por fenocristales menores a 1 mm de plagioclasa subhedrales muy alterados.
La zona de contacto entre ambos miembros posee una intensa fracturación y se observa una
melange de bloques angulosos provenientes de ambas litologías.
Unos kilómetros más al oeste se advierte una colada andesítica perteneciente a esta
formación que se apoya sobre las sedimentitas de la Formación Paso Flores. Se trata de una
roca porfírica de color violeta constituida por grandes fenocristales de plagioclasa inmersos
en una pasta afanítica. Estas vulcanitas contienen numerosas amígdalas rellenas por un
material secundario no reconocido.
Otro afloramiento instructivo de esta formación fue encontrado al norte del
cañadón de la Viuda. Allí se observan las volcanitas en cuestión en contacto tectónico con
tobas ignimbríticas de la Formación Garamilla. Se trata de andesitas de color castaño
grisáceas algo friables debido a la intensa alteración que presentan en algunos sectores. Son
coladas con textura porfírica, a veces seriada, conformadas por un elevado porcentaje de
fenocristales de plagioclasa euhedrales (2-3 mm) y hornblenda (1-5mm) principalmente.
Poseen además abundantes xenolitos con contornos redondeados de color castaño oscuro a
negro de hasta 5 cm de diámetro. Los mismos son de rocas volcánicas porfíricas en las que
se observan fenocristales de plagioclasa en una pasta afanitica. Estas rocas presentan
abundante saussuritización (formación secundaria de carbonatos, clorita y epidoto).
En las cercanías de este afloramiento se observaron ignimbritas líticas de
composición andesítica.
Al sudeste de Comallo, en la margen oriental del cañadón Trailacahue se observó
un perfil compuesto por aglomerados volcánicos de color morado en la base que pasan
hacia arriba a una sucesión alternante de mantos y coladas lávicas andesíticas. Los mantos
son de lapilitas con matriz andesítica y aglomerados finos. Esta secuencia está cubierta por
depósitos de la Formación Collón Curá y por basaltos modernos.

b- Riolitas, tobas e ignimbritas riolíticas: en las cercanías de la localidad de


Comallo se observa una secuencia conformada por ignimbritas riolíticas y riolítas que
cubren a los granitoides ordovícicos. Estas riolítas poseen textura porfírica constituida por
fenocristales de feldespato potásico y cuarzo inmersos en una pasta felsítica. La roca tiene
una textura pseudofluidal bandeada concedida por la depositacón de óxidos en los planos
de flujo.

Relaciones estratigráficas
Estas volcanitas se apoyan en discordancia angular sobre las sedimentitas de la
Formación Paso Flores; en otros lugares, en cambio, cubren discordantemente a los
granitoides de la Formación Mamil Choique. El contacto con las volcanitas triásicas de la
Formación Garamilla es, generalmente, tectónico.
A su vez están cubiertas por las tobas y sedimentitas epi y piroclásticas de la
Formación Collón Curá o por el Basalto Trailacahue.

Edad y correlaciones

Stipanicic et al. (1968) le asignan una edad triásica superior–jurásica inferior


correlacionándola con la “Serie Porfirítica Supratriásica”. Siguiendo a estos autores,
González (1998) le asigna una edad triásica superior alta e infiere una posible correlación
con la Formación Garamilla.

Jurásico

Plutonitas Pilcaniyeu

Antecedentes

Con el nombre Superunidad Pilcaniyeu, Rapela y Alonso (1991) agruparon un


conjunto de rocas graníticas aflorantes en los alrededores de esa localidad. El cambio de
rango formal se debe a Giacosa y Heredia (1999). Los estudios originales en esta unidad
fueron realizados por Rabassa (1975), quien los denominó informalmente “Basamento
Cristalino- Granitos”, les atribuyó edad pérmica y los clasificó como granitos cataclásticos.
Los primeros datos acerca de la geoquímica y geocronología de estas rocas fueron
aportados por Alonso (1987).

Distribución areal

Esta unidad se halla en el sector noroccidental de la hoja, conformada por exiguos


asomos que constituyen el borde oriental aflorante del cuerpo plutónico principal, situado,
fuera de la hoja, al sur y sureste de la localidad de Pilcaniyeu.

Litología

De las tres facies reconocidas por Giacosa y Heredia (1999) – granodioritas y


tonalitas con honblenda y biotita, granitos con biotita y diques andesíticos y graníticos y
aplitas graníticas - los asomos de la hoja están integrados por las dos primeras. Las
granodioritas y tonalitas son rocas de textura granosa y grano mediano a grueso, con zonas
transformadas en milonitas de 10 a 20 m de espesor, por acción de esfuerzos de cizalla
dúctil. Los granitos constituyen pequeños stocks que rodean a las rocas de la facies anterior,
son de color rosado y grano grueso y están afectados por cataclasis. Serían posteriores a las
granodioritas, ya que estas están intruidas por diques graníticos provenientes de los stocks
(Giacosa y Heredia, 1999).
Desde el punto de vista geoquímico, fueron clasificadas como rocas peraluminosas.
Las de la facies granítica son rocas con alto contenido en sílice (75 a 77%), de filiación
peraluminosa calcoalcalina y emplazados en niveles altos de la corteza (Alonso, 1987).
Corresponderían a granitoides de arco magmático, sobre la base de la relación Rb/Y+Nb
(Rapela y Alonso, 1991).

Relaciones estratigráficas

La unidad está cubierta por las rocas de las formaciones Huitrera y Collón Curá, en
discordancia erosiva. En otros sectores del plutón, fuera de la hoja, igual relación mantiene
con las formaciones Ventana y Ñirihuau (Giacosa y Heredia, 1999).

Edad y correlaciones

La edad está definida por los análisis radimétricos. Alonso (1987) estableció una
errorcrona de 194,5 ± 4,6 Ma, y posteriormente nuevas determinaciones llevaron la edad al
valor de 186,4 ± 3,5 Ma (Alonso, 1990; en Rapela y Alonso, 1991).
Unidades correlacionables por su edad con las Plutonitas Pilcaniyeu en el sector
occidental del Macizo Nordpatagónico son los granitoides subcordilleranos del alto río
Chubut (edad Rb/Sr promedio 195,3 ± 12 Ma); el Granito La Angostura (182,5 ± 13 Ma;
Gordon y Ort, 1993); las plutonitas de Pilahue (K/Ar, 170 Ma; Cucchi, 1991) y, con un
valor similar al último, la tonalita de la escuela Merino (Varela et al., 1991).

Formación Taquetrén

Antecedentes

El nombre formacional fue propuesto por Nullo y Proserpio (1975), para un


conjunto de rocas volcánicas de composición mesosilícica a básica y piroclastitas de similar
composición. En el área cubierta por la hoja esta unidad fue descripta por Nullo (1978),
Coira (1979) y González (1998).

Distribución areal

Estas rocas se encuentran ampliamente difundidas en el extremo sudeste de la


hoja, aunque también se ubicaron otros asomos en las cercanías del puesto Mamil Choique
y en el sector localizado al sur de la localidad de Clemente Onelli.

Litología

Nullo y Proserpio (1975) realizaron una división de esta unidad en distintas facies:
brechosa, sedimentaria, lávica e hipabisal. En la presente contribución se reordenó esa
división, reemplazando el primer término por el de aglomerados y brechas volcánicas
andesíticas, el segundo por tobas, lapillitas y cineritas, el tercero por andesitas e ignimbritas
andesíticas y el último por diques andesíticos.
a- Andesitas e ignimbritas andesíticas. Se trata de basandesitas y andesitas de
color morado, con textura porfírica conformadas por fenocristales de plagioclasa,
hornblenda clinopiroxeno y en menor cantidad feldespato alcalino.
En los afloramientos ubicados en las proximidades de Anecón Grande se observan
vulcanitas andesíticas muy alteradas en contacto tectónico con la Formación Garamilla.
Estas andesitas poseen amígdalas rellenas por carbonatos. En las cercanías de Clemente
Onelli se encuentran litologías similares intercaladas con aglomerados de similar
composición.
Estas andesitas también fueron descriptas por Nullo (1978) al norte del cerro León
junto con basandesitas y basaltos. El espesor de los mantos es de aproximadamente 1 metro
y estas rocas poseen oquedades ovoides rellenas por celadonita. Al microscopio presentan
textura intersertal, formada por un fieltro de tablitas de plagioclasa y zeolitas intersticiales.
Sobre esta andesita se apoyan concordantemente tobas de igual composición y tufitas
pertenecientes a la facies piroclástica.

b- Aglomerados y brechas volcánicas andesíticas. Según Nullo (1978), al norte de


la sierra de Lipetrén hay afloramientos continuos de rocas volcánicas de composición
andesítica. Los afloramientos australes están constituidos por brechas volcánicas y mantos
de composición andesítica, de color morado a grisáceo. Hacia el oeste continúan las
brechas y mantos de color morado oscuro, en parte vesiculares, con escaso desarrollo de
fenocristales de gran tamaño. Los litoclastos de las brechas tienen hasta 20 cm de diámetro
y, en general, predominan las andesitas vesiculadas con amígdalas compuestas por material
zeolítico (Nullo, 1978).
Unos metros al norte del puesto Vicente Coyueque se observa una sucesión
constituida por mantos de 1-2 metros de espesor de color morado, conformados por brechas
de clastos angulosos (2 cm) de andesitas inmersos en una matriz de la misma composición
con muy mala selección.
A pocos metros de la estancia Moligüe se localiza un asomo constituido por un
aglomerado volcánico conformado por rodados de diversa granulometría. Los mismos están
compuestos por andesitas porfíricas, con fenocristales de plagioclasa en una pasta afanítica.
También se advierten clastos de ignimbritas andesíticas con fluidalidad y textura
eutaxítica. El depósito tiene textura matriz soportada, muy mala selección y estratificación
planar grosera apenas esbozada.

c- Al sur del cerro León se observa el contacto entre las facies lávica y
sedimentaria de Nullo (1978). En realidad, estas últimas son rocas que conforman un
conjunto de depósitos piroclásticos muy bien estratificados. En la base se advierte mayor
granulometría y una alternacia de bancos de 40 a 50 cm de espesor constituidos por lapilitas
con clastos de pómez y fragmentos líticos dispersos en una matriz tobácea y tobas de color
castaño claro a blanco, bien estratificadas.

d- Diques andesíticos. Cuerpos filonianos se observan a lo largo del camino que


se dirige a Mina Angela, luego de su intersección con la ruta provincial 76, como también
al sur de este empalme, al norte de El Moligüe. Afloran en esos sitios numerosos diques de
composición andesítica que cortan las rocas volcánicas y volcaniclásticas recién descriptas.
Se trata de rocas de color gris claro a oscuro, porfíricas, caracterizadas por la presencia de
fenocristales euhedrales de gran tamaño (1 cm), que conforman glomérulos de hasta 5 cm.
La pasta es afanítica, de color gris claro. No se observa la formación de bordes de
enfriamiento con diferencias granulométricas. Estos diques son subverticales y están algo
diaclasados.
En la cañada La Gotera se localizó otro dique de color castaño claro,
composicional y texturalmente similar a los anteriores, que posee entre 15 y 20 metros de
espesor.

Relaciones estratigráficas

La relación con las sedimentitas de la Formación Coyueque es discutida. Si bien


Nullo (1978) manifiesta que las vulcanitas cubren a las rocas sedimentarias, nuevas
observaciones de campo apoyarían una relación de interdigitación entre ambas unidades. La
cubren sedimentitas de la Formación Angostura Colorada. En varios sectores se observó a
la Formación Garamilla en contacto tectónico con la que se describe.

Edad y correlaciones

Nullo (1978) correlaciona esta unidad con las sedimentitas encontradas en la sierra
de Taquetrén por él y Proserpio (1975). De acuerdo con lo expuesto por Lizuain y Silva
Nieto (1996), esta formación sería equivalente con las volcanitas de la Formación Lonco
Trapial, que afloran en la mencionada sierra de Taquetrén.
Por otra parte, Nullo (1978) realizó una datación de los aglomerados antes
descriptos, obteniendo una edad radimétrica (K/Ar) de 1366 Ma (Jurásico superior alto).
Sin embargo, sobre la base de sus relaciones estratigráficas con las formaciones supra e
infrayacentes y de la correlaciónrealizada por Lizuain y Silva Nieto (1996), se le otorga una
edad jurásica superior.

Formación Coyueque

Antecedentes

Nullo (1978) introdujo este nombre formacional para un conjunto de areniscas y


calizas silicificadas no documentadas hasta esa fecha en la comarca.

Distribución areal

Estas sedimentitas se localizan en el sector austral de la hoja. Se trata de pequeños


asomos aflorantes entre el borde norte de la sierra de Lipetrén y el cañadón Cansuco.

Litología

La Formación Coyueque está compuesta por areniscas pardas amarillentas de grano


mediano y calizas silicificadas de color negro a pardo oscuro (Nullo, 1978).
En las cercanías del Puesto Quiñinuao se observó una secuencia cuya base no está
expuesta y el techo corresponde a la Formación Taquetrén.
Posee aproximadamente 30 metros de espesor y está conformada por una sección
basal de conglomerados matriz-soportados constituido por clastos redondeados de
granitoides, vulcanitas riolíticas y andesíticas y fragmentos monominerales de cuarzo, los
niveles más arenosos muestran una estratificación entrecruzada muy poco esbozada.
Hacia arriba se pasa a un nivel de calizas castañas, micríticas con sectores masivos y
otros laminados. Luego se observa una alternacia de wakes morados con estratificación
paralela, micritas color castaño oscuro finamente laminadas, limolitas con trazas fósiles y
sabulitas arcósicas las cuales se hacen preponderantes hacia el techo de la secuencia.
El perfil descripto se encuentra intruído por un dique afanítico de color rojo morado
perteneciente, probablemente, a la Formación Taquetrén.
Nullo describió otros afloramientos en los alrededores de los puestos Coyueque, los
que están representados por areniscas de grano mediano amarillentas con niveles
conglomerádicos en la base. Así también observó que los afloramientos ubicados al noreste
de la sierra de Lipetrén están en contacto tectónico con los pórfidos graníticos de la
formación homónima y que a su vez todo el conjunto está atravesado por pórfidos
andesíticos pertenecientes a la Formación Taquetrén.

Relaciones estratigráficas

Según Nullo (1978), esta unidad se dispone sobre la Formación Garamilla, sin que se
observe si existe discordancia entre ambas, aunque probablemente haya un hiatus entre la
culminación de la depositación de la Formación Garamilla y el comienzo de la depositación
de la Formación Coyueque.
A su vez, si bien Nullo (1978) manifiesta que son cubiertas e intruidas por las
ignimbritas y volcanitas de la Formación Taquetrén, nuevas observaciones de campo
permitirían determinar que entre ambas unidades hay una relación de engranaje.

Edad y correlaciones

A partir de sus semejanzas litológicas y su posición estratigráfica, el autor antes


mencionado correlaciona a estas sedimentitas con las de la Formación Cañadón Asfalto,
ampliamente aflorantes en la provincia de Chubut, al sur de la zona estudiada.
En estas rocas no se han encontrado elementos paleontológicos que las permitan
ubicar en el tiempo. Por otro lado, sobre la base de las relaciones con las unidades supra e
infrayacentes, se les asigna edad del Jurásico superior.
Nullo (1978), al correlacionarla con la Formación Cañadón Asfalto, le asignó una
edad caloviana-oxfordiana.

Cretácico

Formación Angostura Colorada

Antecedentes

Volkheimer (1973) acuñó la denominación Formación Angostura Colorada para el


conjunto de rocas sedimentarias continentales aflorantes en la localidad tipo, situada al
noreste del paraje Lipetrén. Con posterioridad, tanto Nullo (1978) como Coira (1979)
adoptaron este término y ampliaron considerablemente sus afloramientos, ya que
advirtieron que esa asociación rocosa se extendía preponderantemente al norte del área tipo,
hasta el norte de las lagunas de Cari Laufquen, región de estancia Huanuluán y alrededores
del cañadón Huahuel Niyeu. Paralelamente, en la región de Comallo, Rabassa (1974, 1979)
designó con el nombre Estratos de Neneo Rucá a depósitos que el mismo correlaciona con
Angostura Colorada. La asignación de estos a la formación Angostura Colorada fue
realizada por Manassero y Maggi (1995), en su estudio sedimentológico de esta unidad.

Distribución areal

La formación aflora en dos áreas principales: la de Ingeniero Jacobacci- Lipetrén y


la de Comallo. A grandes rasgos constituyen una faja de rumbo noroeste- sudeste extendida
al naciente de un posible alto conformado por unidades de basamento y vulcanitas
mesozoicas desarrollado desde El Moligüe- sierra de Lipetrén hasta Anecón Grande.

Litología. Ambiente de depositación

La formación está integrada por una sucesión de facies de areniscas, pelitas y


conglomerados, comunes en todas las localidades, pero cuya proporción varía según el
sector analizado.
En la localidad tipo, las descripciones de Volkheimer (1973) y Nullo (1978)
concuerdan en dividir a la unidad en tres secciones: una inferior, de 37 m aflorantes,
compuesta por areniscas gruesas y medianas grises y moradas, con tufitas y tobas blancas
intercaladas; la intermedia, de unos 15 m, constituida por areniscas moradas medianas con
intercalaciones de conglomerados y areniscas micáceas, limolitas moradas y areniscas finas
pardas y, por último, la sección superior, formada por 20 m de areniscas micáceas finas a
medianas grises, con intercalaciones de niveles lacustres con restos de bivalvos. A esta
última sección Nullo (1978) la adjudica a la Formación Coli Toro, por su litología,
contenido fosilífero y posición estratigráfica. Para Manassero y Maggi (1995), en cambio,
la formación allí solo tiene 32 m de espesor y está integrada por cuerpos lenticulares de
areniscas con laminación entrecruzada planar y sabulitas rojizas, con delgadas
intercalaciones de pelitas. En la parte superior, por una disminución de la energía del
medio, se hallan estratos de areniscas finas con ondulitas simétricas o de oscilación, de
color blanquecino- rojizo.
En la región de Ingeniero Jacobacci, la formación fue descripta por Volkheimer
(1973) y Coira (1979). Está caracterizada por una alternancia de facies psamíticas y
pelíticas de colores blanquecinos y rojizos, que indicarían condiciones del ambiente
fluctuantes entre fluviales y lacustres. Los espesores medidos no superan los 30 m.
Manassero y Maggi (1995) reconocieron características similares en el sector de
afloramientos cercanos a la laguna Cari Laufquen. Observaciones propias efectuadas en
varias localidades en las que aflora la parte superior de esta unidad, en contacto con la
Formación Coli Toro, revelan un significativo predominio de la fracción pelítica. Son
arcilitas y limolitas rojas, desde muy claro a rojo vivo, laminadas, por lo común muy
cubiertas por su propio regolito, con delgadas intercalaciones de areniscas finas a sabulitas,
generalmente blanquecinas. La proporción de espesores es de 10 –12 a 1. Los
afloramientos, tomados en conjunto, guardan una estrecha afinidad visual y en su
constitución con los de la parte superior de la Formación Anacleto, integrante cuspidal del
Grupo Neuquén.
Al nordeste de Ingeniero Jacobacci, en asomos aflorantes en los faldeos occidentales
de la meseta de Coli Toro, Náñez (1983) describió una sección parcial de la parte superior
de la unidad, formada por una sucesión de 13 m de areniscas muy finas a finas, friables, de
colores rojizos y anaranjados, cubiertas por rocas de la Formación Coli Toro. En un banco
fueron recuperados restos de palinomorfos (Pothe de Baldis, 1983; en Náñez, 1983).
Como se había adelantado, en los alrededores de Comallo se hallan importantes
asomos de esta formación. Fueron estudiados por Rabassa (1974, 1979) y por Manassero y
Maggi (1995). El primero describió alrededor de 300 m de psamitas finas a gruesas, pelitas
y psefitas, con algunas intercalaciones de tobas, en un perfil situado sobre el arroyo
Comallo, 15 km al sur del pueblo citado. A grandes rasgos, la secuencia está formada por
20 m de conglomerados basales, seguidos por intercalaciones de areniscas, pelitas y tobas
rojizas y grisáceas. En la parte superior se destacan dos potentes bancos de conglomerados.
Manassero y Maggi (1995), en el perfil de la estancia Neneo Rucá, describen 130 m de
conglomerados grano y matriz sostén, con clastos de hasta 15 cm de diámetro y basae
erosivas interpretados como depósitos de canal de alta energía e intercalaciones de lentes
arenosas y pelitas , que son abundantes hacia el techo de la secuencia junto con bancos de
tobas que testimonian mayor aporte piroclástico.
La interpretación ambiental de Manassero y Maggi (1995) reconoce dos
asociaciones de facies, las de planicies entrelazadas arenosas y las lacustres y lagunares. En
una primera etapa, un sistema fluvial de cursos entrelazados provenientes del norte
determinó una petrofacies arenosa caracterizada por el dominio de rocas de basamento, que
evolucionó a un medio de menor energía pero que recibía aportes de conglomerados
aluviales canalizados y esporádicos aportes piroclásticos con proveniencia del norte y oeste
de rocas de arco volcánico.
La posición estructural de las capas de la formación varía de perfil a perfil. Si bien,
por lo común, es horizontal, en los asomos del arroyo Comallo están inclinadas 10° a 15° al
sur (Rabassa, 1974) y otro tanto, hacia el suroeste, en la zona de Quetrequile.

Relaciones estratigráficas

La formación cubre en discordancia erosiva y/o angular a las unidades previas,


particularmente a rocas del basamento y a las vulcanitas de la Formación Taquetrén. La
relación con la Formación Coli Toro es concordante y, en algunas localidades, transicional.

Edad y correlaciones

En general, los diferentes autores que estudiaron estos depósitos concuerdan en


asignarlos al Cretácico superior, sobre la base de sus relaciones estratigráficas y su relación,
concordante y transicional, con sedimentitas de probada edad maastrichtiana (Volkheimer,
1963; Coira, 1979; Manassero y Maggi, 1995). Restos de palinomorfos (acritarcas, algas y
esporas triletes) fueron determinados en afloramientos del oeste de la meseta de Coli Toro.
Son indicativos de edad cretácica hasta campaniana (Pothe de Baldis, 1983; en Náñez,
1983).
Estos depósitos se correlacionan por sus características litológicas, ambientales y
por su edad y posición estratigráfica, con los de los grupos Chubut y Neuquén, que
constituyen extensos afloramientos al sur y norte de esta región, respectivamente. En ese
sentido, se podría especular con que los de la formación Angostura Colorada serían los
representantes sedimentarios desarrollados dentro del macizo Norpatagónico, de los que
colmataron las cuencas del Golfo y Neuquina.

Mesozoico- Cenozoico

Cretácico- Paleogeno

Formación Coli Toro

Antecedentes

Bertels (1969) denominó Formación Coli Toro a un conjunto de arcilitas y areniscas


micáceas de grano fino, friables, grises, subyacentes a las sedimentitas de la Formación
Roca, que se hallan en la región homónima, situada a 50 km al noreste de Ingeniero
Jacobacci. Posteriormente, el uso de este término se generalizó entre los estudiosos de la
geología de este sector del Macizo Norpatagónico, y es así como fue adoptado por
Volkheimer (1973), Coira (1979), Náñez (1983), Lapido et al. (1984) y Spalletti (1988). En
el área de la hoja, Casamiquela (1964, 1969 a, 1969 b) y Pascual y Bondesio (1976)
estudiaron aspectos paleontológicos de esta unidad.

Distribución areal

Los afloramientos de la Formación Coli Toro en esta hoja coinciden con los de la
Formación Angostura Colorada, con excepción de los del área tipo de esta última, por lo
que cabría especular con un posible acuñamiento hacia el sur de los depósitos de la
Formación Coli Toro, en dirección al alto estructural de las sierras de Lipetrén, Añueque y
otras. Con amplitud más regional, este criterio fue sustentado por Spalletti (1988).

Litología

La Formación Coli Toro está constituida por areniscas y pelitas dominantes, y


esporádicos niveles de conglomerados. La naturaleza friable de las rocas motiva que solo se
preserven en perfiles y cuando están cubiertas por una capa resistente, que en esta región
puede corresponder a la Formación Roca, a tobas y basaltos cenozoicos o a niveles
conglomerádicos cuaternarios. En conjunto, los afloramientos tienen siempre colores
claros, desde verdosos a amarillentos y blanquecinos, por lo que es fácil diferenciarla de la
Formación Angostura Colorada.
En la sección tipo, Bertels (1969) señaló la presencia de 20 m de arcilitas y
areniscas micáceas de grano fino, grises, friables. Próximo a ella, Náñez (1983) describió
asomos parciales de esta unidad de casi 30 m de potencia, compuestos por limoarcilitas y
areniscas finas, grises, verdosas y castañas, compactas y estratificadas en bancos potentes,
de entre 1 y 5 m de espesor, caracterizados por la abundancia de yeso y muscovita. Las
localidades estudiadas tienen importancia estratigráfica y cronológica, ya que en ellos
fueron hallados restos de palinomorfos continentales y marinos asignados al Maastrichtiano
– Daniano Pothe de Baldis (1983, en Náñez, 1983; 1984).
De los perfiles estudiados por Coira (1979) en la región de Ingeniero Jacobacci, se
desprende que la litología dominante es de areniscas de grano fino a mediano, estratificadas
en bancos de 5 a 30 cm, micáceas, friables y limolitas y arcilitas laminadas. En algunas
secciones, como en los de la región de La Angostura, hay estratos de areniscas gruesas
hasta sabulíticas.
Sobre la base de un estudio sedimentológico regional, Spalletti (1988) reconoció
varias facies sedimentarias en esta unidad. La más característica es la de areniscas y pelitas
intercaladas en ritmos delgados, pero que pueden llegar a espesores de hasta 12 m. La
facies de pelitas la integran arcilitas hasta limolitas verdosas, con frecuentes venas y
cristales de yeso, en estratos de 40 cm a 2 m de espesor. Por último, la facies de areniscas
está integrada por rocas de colores claros, de grano mediano a grueso, con ocasionales
niveles de sabulitas y aún de conglomerados finos, dispuestas en estratos tabulares o
lentiformes continuos, macizos por efectos de bioturbación, algunos con estratificación
planar y entrecruzada.
Han existido criterios contrapuestos en relación al ambiente en que se originaron
estos depósitos. Coira (1979) señaló que los desarrollados en los alrededores de Ingeniero
Jacobacci correspondían a ambientes terrestres con cuerpos de agua dulce frecuentes,
teniendo en cuenta los restos fósiles. Para la sección tipo, Bertels (1969) determinó un
medio netamente marino. Volkheimer (1973), por su parte, citó hallazgos de fósiles
continentales y marinos, al igual que los restos de microflora determinados por Pothe de
Baldis (1984). Esta dualidad también fue destacada por Casamiquela (1964, 1969 a, 1969
b) y Pascual y Bondesio, 1976), sobre la base del contenido faunístico. Los estudios
realizados por Spalletti (1988) han aclarado este panorama, ya que interpretó que esta
unidad se originó en un ambiente costanero parcialmente restringido, dominado por acción
de mareas, explicándose así la mencionada mezcla de faunas. Dentro de este
macroambiente infirió la existencia de depósitos originados en planicies de inundación
fluviales y pantanos, canales fluviales, planicies de marea superior (inter a supramareal) e
inferior (inter a submareal), con canales de marea activos e inactivos. En relación con las
características ambientales, se debe señalar que Spalletti (1988) sostiene la existencia de un
evento sedimentario único y continuo maastrichtiano- daniano, relacionado con un
acontecimiento transgresivo, cuyo pico está dado por los depósitos de la Formación Roca y
donde el desarrollo inicial de regiones costaneras bajas corresponde a los depósitos de la
Formación Coli Toro. Sin embargo, Spalletti et al. (1993) modificaron, en parte, ese
análisis, ya que reconocen la existencia de una brusca caída del nivel del mar que estaría
cerca del límite Cretácico- Terciario, por lo que se habrían desarrollado dos pulsos o
subciclos de inundación, el primero originó los depósitos maastrichtianos y el segundo los
danianos, aquí representados por las formaciones Coli Toro y Roca, respectivamente.

Paleontología

El contenido fosilífero de la formación es abundante y relativamente bien


documentado, por los aportes de Casamiquela (1964, 1969 a, 1969 b) quien determinó
dientes y vértebras de Ceratodus, restos de peces, cocodrilos y tortugas, de pequeños
vertebrados y de moluscos; de Volkheimer (1973) quien halló, además de nuevos restos de
peces, tortugas y moluscos, estructuras algales. Estas últimas también fueron halladas en
otras localidades por Coira (1979), quien señaló la presencia de ejemplares de Melania,
Vivíparus y diferentes especies de Diplodon. El significado ambiental del hallazgo de peces
pulmonados fue puesto de relieve por Pascual y Bondesio (1976). Se debe agregar a todo
esto el importante hallazgo de microfloras correspondientes a angiospermas,algas,esporas
triletes y acritarcas en estratos del sector nororiental de la hoja (Pothe de Baldis, 1983, en
Náñez, 1983; 1984).

Relaciones estratigráficas

El contacto con la subyacente Formación Angostura Colorada es concordante y


transicional, como ha sido destacado por la mayoría de los autores citados (Volkheimer,
1973; Coira, 1979; Náñez, 1983; Spalletti, 1988). Con respecto al límite superior, se
coincide con el criterio de Spalletti (1988) de señalar el comienzo de los depósitos de la
Formación Roca con los primeros estratos carbonáticos biogénicos.

Edad y correlaciones
En la localidad tipo, Bertels (1969) asignó estas capas al Maastrichtiano inferior a
medio, sobre la base del contenido microfaunístico, edad a la que adhirió Volkheimer
(1973), en tanto que Casamiquela (1964, 1969 a, 1969 b) y Coira (1979) le adjudicaron un
lapso más amplio dentro del Senoniano. El estudio de microfloras en dos localidades
permitió a Pothe de Baldis (1983, en Náñez, 1983; 1984) fijar el rango temporal entre el
Campaniano- Maastrichtiano y el Paleoceno.
En el ámbito del Macizo Norpatagónico y regiones vecinas, Bertels (1969)
correlacionó esta unidad con la Formación Jagüel y probablemente con la Formación
Aguada Cecilio. Esta última, actualmente, se reconoce como Miembro Aguada Cecilio de
la Formación Arroyo Barbudo (Lizuain y Sepúlveda, 1978; Martínez et al., 1994). Es
correlacionable también con la Formación La Colonia (en el sentido de Ardolino y Delpino,
1987) de la región de Telsen y Bajada del Diablo en el norte de Chubut, con la Formación
Los Alamitos (Bonaparte et al., 1984) del sureste de Río Negro, con las formaciones Paso
del Sapo y Lefipán aflorantes en la cuenca del río Chubut medio y con la Formación Allen
de la cuenca Neuquina.

Cenozoico

Paleogeno

Paleoceno

Formación Roca

Antecedentes

Los depósitos marinos que contienen abundante macrofauna aflorantes al norte de


general Roca fueron denominados por Ihering (1903) “Etage Rocaneen”. Estos eran
conocidos desde las postrimerías del siglo anterior, cuando se descubrieron fósiles marinos
en la localidad de Fresno Menoco en 1879, durante la Expedición al desierto. La
denominación formal se debe a Weaver (1927). El clásico trabajo de Bertels (1969) referido
al límite entre el Cretácico y el Terciario en el norte de la Patagonia a servido para dilucidar
la edad de esta unidad, hasta ese momento muy debatida. Camacho (1992) realizó un
completo análisis de los antecedentes de la formación y el desarrollo de las distintas
concepciones sobre su posición estratigráfica, edad y correlaciones a través del tiempo.
En el área de la hoja, los antecedentes se reducen a las observaciones de Coira
(1979), Náñez (1983) y Spalletti (1988).

Distribución areal

Son escasos los sitios donde aflora la formación en esta hoja. Lo hace en los
alrededores del cerro Mulliar y en las cercanías del puesto sur de la estancia Atraico (Coira,
1979). También estaría presente, aunque cubierta, en otros sectores del oriente de la hoja,
ya que se han hallado bloques de areniscas fosilíferas muy poco rodados en los depósitos de
remoción en masa situados en los alrededores del cerro Menanqué. En el ángulo noreste,
asomos puntuales se hallan en las laderas de la meseta de Coli Toro (Náñez, 1983). Por
último, Spalletti (1988) mencionó la presencia de esta unidad en las vecindades de La
Angostura, alrededores del cerro Negro y al oeste de Ingeniero Jacobacci.

Litología

De las descripciones de Coira (1979), se desprende que los asomos son de muy
reducido espesor, apenas 6 metros, y están compuestos por areniscas líticas
blanquecinas y pardas, dispuestas en bancos de 1 a 2,50 metros de potencia. La
granulometría varía entre rocas de grano fino hasta otras sabulíticas y suelen tener
restos de macrofauna de invertebrados marinos. Intercalados en las psamitas hay
estratos de lumachelas de no más de 1 metro de espesor.
Como ocurre con la mayoría de los afloramientos de la Formación Roca, estos
también son muy fosilíferos. Las determinaciones de Rossi, Levy y Blasco (en Coira, 1979)
revelaron la presencia de megafauna compuesta por restos de Ostrea neuquena capa,
Cubitostrea ameghinoi y Gryphaea rothi, entre otros ejemplares.
En la meseta de Coli Toro la unidad tiene mayor espesor, pues llega a unos 27
metros. La base está cubierta y siguen luego 7 metros de areniscas calcáreas de grano fino,
blanquecinas a amarillentas, con variable grado de cementación según los estratos, con
escasos macrofósiles. Hacia arriba continúan 5 metros de intercalaciones de limolitas y
arcilitas calcáreas de color amarillo, generalmente friables, aunque hay banquitos de 20
centímetros bien cementados. En esta sección no se observaron fósiles. La sección superior
del perfil está compuesta por alrededor de 12 metros de areniscas calcáreas blanquecinas y
amarillentas, fosilíferas, organizadas en estratos de 10 a 50 centímetros. Generalmente
alternan areniscas con buena cementación con otras friables, son de tamaño de grano
mediano a grueso, con laminación diagonal en algunos estratos. En todo el perfil hay
intercalaciones de bancos calcáreos de no más de 30 cm de espesor. La participación
calcárea en la formación suele ser importante, como queda atestiguado en los perfiles
estudiados por Náñez (1983) en esta misma área, compuestos por calizas arenosas, a veces
coquinoideas, calizas, areniscas limoarcillosas y calcáreas y arcilitas calcáreas.
Spalletti (1988) participa de esta opinión, ya que reconoce como típica de la formación la
facies de carbonatos clásticos, formados generalmente por coquinas impuras con material
siliciclástico, tabulares macizas a lenticulares con estructura hummocky. Suelen estar
intercaladas con areniscas con variable participación bioclástica y buen desarrollo de
estructuras internas entrecruzada planar, entrecruzada de bajo ángulo y plana (Spalletti,
1988).

Paleontología

En general, el contenido fosilífero de la Formación Roca es abundante,


tanto la megafauna de invertebrados marinos, que en muchas ocasiones revela la
presencia de la unidad, como la microfauna, principalmente de foraminíferos. En
Coira (1979) y Náñez (1983) figura el listado de los fósiles determinados. Para las
determinaciones rápidas en el campo, son característicos de la formación los
megafósiles Ostrea neuquena capa, Cubitostrea ameghinoi, Odontogryphaea rothi y
Gryphaea miradorensis.

Ambiente

Spalletti et al.(1993), de acuerdo con las características litofaciales de la formación,


relacionan los depósitos rocanenses del Macizo Nordpatagónico con un ambiente de playa
near shore, de mar somero; que atribuyen a un episodio transgresivo acaecido en el
Daniano. La litología y contenido faunístico de los escasos asomos de la unidad en la hoja
corroboran esa conclusión. Sobre la base del contenido paleontológico, principalmente de
los foraminíferos, y en menor medida de características litológicas, Náñez (1983) concluyó
que los depósitos del sector noroccidental de la meseta de Coli Toro son de ambiente de
plataforma interna, marginal, y con algunos niveles originados en sectores con circulación
restringida y parcialmente conectados con el mar abierto, como lagunas costeras
hiposalinas, que se podría interpretar como un ambiente relíctico de los imperantes en el
Cretácico terminal, en tiempos de la Formación Coli Toro. Spalletti (1988) también
adjudicó estas rocas a plataforma interior somera, precisando que la depositación se
produjo bajo dominio de olas normales y de tormenta.

Relaciones estratigráficas

La Formación Roca se apoya sobre la Formación Coli Toro en discordancia de


erosión en algunas localidades (Coira, 1979), mientras que en otras, como en perfiles del
borde de la meseta de Coli Toro, la relación es de concordancia, según un pasaje contínuo y
transicional (Náñez, 1983). Está cubierta por la Formación La Pava en el cerro Mulliar y
por la Formación Bajada de los Ingleses en la meseta de Coli Toro, en discordancia erosiva.

Edad y correlaciones

La Formación Roca tiene una amplia distribución tanto en la cuenca Neuquina


como en el Macizo Nordpatagónico. Los afloramientos del cerro Mulliar parecen
corresponder a un borde de la cuenca, ya que no se han hallado exposiciones de esta unidad
hacia el oeste. Se correlaciona con la Formación El Fuerte (Busteros et al., 1998) expuesta
en la costa atlántica y en el sector oriental del Macizo Nordpatagónico (Caminos, 1998).
Esta unidad, a partir de los trabajos de Bertels (1969), ha sido asignada con certeza
al Daniano, sobre la base del análisis de la abundante y diversa fauna de invertebrados
hallada en ella. Contribuye a esta determinación su posición en la columna estratigráfica.
Formación Huanuluán

Antecedentes

Con esta denominación Coira (1979) agrupó una secuencia sedimentario-piroclástica


caracterizada en sus secciones basales por sedimentitas epiclásticas y en los niveles
superiores por una sucesión de rocas piroclásticas. Dicha autora adoptó esta denominación
de la zona donde la formación adquiere mayor difusión, en los alrededores de la estancia
Huanuluán.

Distribución areal

Estas rocas se encuentran difundidas en el área central de la hoja, unos kilómetros al


oeste de Ingeniero Jacobacci. El afloramiento más representativo está ubicado en las
cercanías de la estancia homónima.
Hacia el sur se localizan unos pequeños afloramientos en el cerro Estancia y en las
márgenes del arroyo Huahuel Niyeo.

Litología

Sobre la base de las características petrográficas, Coira (1979) diferenció dos tipo
litológicos. El primero está conformado por rocas epiclásticas y el segundo por
piroclásticas.
Las primeras son psamitas y psefitas con un alto contenido de matriz (30-
5%). Pueden ser clasificadas como wackes arcósicos y frecuentemente observan un pasaje
gradual a limolitas. En cuanto a los conglomerados, poseen clastos redondeados de la
Formación Garamilla, con menor participación de andesitas y rocas graníticas en una
matriz arenosa fina (Coira, 1979).
Dentro de este grupo, la autora antes mencionada incluyó a un conjunto de tobas
retrabajadas en las que la mayoría del material detrítico es de naturaleza piroclástica.
Por otro lado, el segundo grupo de rocas piroclásticas está constituido por tobas
vítreas de composición andesítica y textura vitroclástica, lapillitas formadas por fragmentos
vítreos angulosos en una mesostasis vitroclástica y por último brechas de clastos angulosos
de tobas vítreas medianas en una matriz también tobacea (Coira, 1979).
Dicha autora describió dos perfiles representativos de esta unidad, localizados uno en
el faldeo occidental de la meseta del cerro Buitrera septentrional y el otro al este del cerro
Negro, entre la ruta nacional Nº 23 y el corte del ferrocarril. En esas localidades, el espesor
de la unidad es de 51,5 y 22,3 metros, respectivamente.
La base de ambos perfiles la constituye la Formación Angostura Colorada de edad
cretácica, mientras que el techo lo conforman, cuando están presentes, los basaltos
asignados al Oligoceno. En general, la secuencia presenta una alternancia de bancos de 0,5
a 13 metros de espesor de tobas vítreas y retrabajadas (preponderantes) con lapillitas,
areniscas sabulíticas y conglomerados polimícticos. Estas facies clásticas se encuentran
siempre en los terminos basales de los perfiles.

Relaciones estratigráficas
Como se mencionó en párrafos anteriores, esta unidad se encuentra limitada en su
base por la Formación Angostura Colorada y en su techo por los basaltos oligocenos. En las
cercanías del puesto Tres Ojos de Agua dichas tobas y areniscas suprayacen a las vulcanitas
triásicas de la Formación Garamilla. En la ladera oriental del cerro Buitrera lo hacen sobre
la Formación Taquetrén y son cubiertas por sedimentitas de la Formación La Pava.

Edad y correlaciones

La Formación Huanuluán fue asignada antiguamente al Plioceno (Coira, 1979). Por


otra parte, fue correlacionada por Volkheimer (1973) con la Formación Río Negro y
fechada como Plioceno superior.
Rabassa (1975) la consideró, sobre la base de sus características litológicas,
aparentemente semejantes al miembro Conglomerádico de la Formación Collón Curá.
Actualmente se cuenta con una datación realizada por Coira et al. (1985) en las
piroclastitas aflorantes en las cercanías de la estancia Huanuluán, que arrojó una edad de
59± 5 Ma, la que permite atribuirla al Paleoceno. Según González (1998), estas rocas
estarían representando las facies distales de la actividad volcánica de arco magmático que
para ese período se desarrollaba hacia el oeste, en el ambiente de la Cordillera Patagónica
Septentrional.

Paleoceno- Eoceno

Formación Huitrera

Antecedentes

Entre los distintos autores que estudiaron estas rocas no hay concordancia en la
identificación del autor del nombre formacional de la unidad. Así, se ha mencionado a
Ravazzoli y Sesana (1968), Ravazzoli (1968) y Sesana (1968) como responsables de tal
cometido. De estos trabajos, el único publicado es el último, por lo que le correspondería,
de acuerdo al Código de Nomenclatura Estratigráfica, ser el autor formal de la
denominación. De cualquier forma, queda claro que designa a rocas volcánicas de
composición andesítica hasta riolítica y rocas hipabisales asociadas que tiene su área tipo
en el cerro Huitrera, situado a unos 10 km al este de la localidad de Río Chico. Este nombre
tuvo arraigo en la comunidad geológica, y así fue utilizado por Volkheimer (1973), Nullo
(1978) y Coira (1979) para las asociaciones volcánicas semejantes desarrolladas al este y
noreste del área tipo, dentro del marco de la hoja. En realidad, estas rocas se conocían como
representantes de la Serie Andesítica Extrandina, arco volcánico desarrollado en territorio
argentino desde el lago Lolog hasta el río Chubut medio.
En la región de Comallo, Rabassa (1974, 1979) las incluyó en la Formación Ventana,
denominación empleada por algunos autores para las que afloran al norte y este del lago
Nahuel Huapí, este del río Limay y región de Pilcaniyeu. Otro nombre acuñado es el que
dio González (1998), Complejo Volcánico Anecón Grande, a las rocas aflorantes en los
alrededores de ese cerro, situado 40 km al sur de Comallo.

Distribución areal
La Formación aflora desde el sur de Comallo hasta la región del paraje Cansucó, al
sur del cañadón Fita Ruin, constituyendo una faja de rumbo noroeste- sureste, de acuerdo
con los trabajos de Rabassa (1974, 1979), Nullo (1978), Coira (1979) y González (1998).
Los asomos de la zona de Tres Picos, incluidos en esta unidad por Volkheimer (1973) y
Nullo (1978), en este trabajo se han interpretado como correspondientes a un vulcanismo
posterior, del Oligoceno- Mioceno.

Litología

Se han reconocido diversos componentes de origen volcánico en esta unidad, desde


mantos lávicos de andesitas, lacitas, riolitas, traquitas, traquibasaltos y traquiandesitas; a
ignimbritas riolíticas, dacíticas y andesíticas; aglomerados, tobas y brechas volcánicas;
tufitas y cuerpos subvolcánicos andesíticos, lacíticos, dacíticos y traquíticos. De acuerdo al
emplazamiento magmático y la composición, se han identificado tres asociaciones, y una
cuarta constituida por rocas volcánicas indiferenciadas. Una de las asociaciones está
formada por coladas de andesitas y lacitas y flujos de ignimbritas, aglomerados, tobas y
brechas volcánicas, otra está constituida por traquibasaltos, traquiandesitas, traquitas y
andesitas y la tercera unidad la conforman los cuerpos subvolcánicos andesíticos a
traquíticos.
El área tipo de la formación se ha interpretado como una posible caldera. En la base
se observan andesitas de color morado, textura porfírica, con fenocristales de plagioclasa y
biotita en una base afanítica, que están cubiertas por otra emisión de andesitas de color gris
rosado a gris violáceo. El centro emisor se observa perfectamente, es bulboso en el punto
de salida y luego la colada se derrama como un manto sobre la ladera formada por la
andesita de la base. A su vez, por el cañadón del puesto Bobadilla se emplazó una falla de
salida de lavas de rumbo meridiano a nornoreste- sursuroeste y labio bajo al poniente,
perpendicular al lineamiento Río Chico. La falla continua hacia el norte hasta constituir la
posible pared oriental de la caldera. La roca afectada por la falla es un aglomerado blanco
grisáceo a gris claro, macizo, formado por bloques matriz soportados angulosos de
vulcanitas con textura ignimbrítica y de clastos poligénicos de aglomerados o brechas
volcánicas de un ciclo anterior. La matriz está silicificada y es muy dura. Por la falla
ascendieron andesitas que muestran bandeamiento por flujo de gran escala contra las
paredes de la caja. Situado al norte del cerro Buitrera (o Huitrera), el cerro Mesa está
integrado por una ignimbrita andesítica.
En la región del cerro Blanco y rodeando al cerro Anecón Grande se puede observar
la facies constituida por la asociación de traquibasaltos, traquiandesitas, andesitas y
traquitas. Los traquibasaltos tienen bandeamiento por flujo, replegado en las bocas de
salida, que son subhorizontales. El cuerpo comienza como un filón capa hasta la boca,
derramándose luego como colada. La roca es porfírica, con fenocristales de plagioclasa y
de feldespasto alcalino. Estas coladas son a su vez, cortadas por una boca de emisión de
traquitas de pastas grises y fenocristales de plagioclasas y feldespato alcalino.
Los cuerpos subvolcánicos podrían constituir la fase póstuma. En la región del
arroyo Anecón Grande, afloran varios de ellos, que constituyen diques, diques anulares y
otras formas. Uno fue clasificado como un lacolito o bismalito andesítico, que intruye a
tobas y tufitas posiblemente correspondientes a la Formación Huanuluán y lavas andesíticas
propias de Huitrera.
Desde el punto de vista geotectónico, este vulcanismo es producto del
emplazamiento de un arco volcánico ensiálico (Rapela et al., 1984, 1988), que originó un
vulcanismo bimodal calcoalcalino, donde se hallan desde basaltos hasta riolitas (Rapela et
al., 1982). Las características geoquímicas de las rocas son intermedias entre las de arco
moderno y las de basaltos de intraplaca y afinidades con las de manto oceánico (Mahlburg
Kay y Rapela, 1987).

Relaciones estratigráficas

Las vulcanitas cubren a las unidades previas, desde las unidades del basamento
hasta los depósitos sedimentarios de la Formación Angostura Colorada. Están cubiertas por
los depósitos piroclásticos y epiclásticos miocenos de las formaciones La Pava y Collón
Curá y por los basaltos neogenos. Diques de la Formación Cerro Cortado las atraviesan en
la región de Lipetrén.

Edad y correlaciones

La edad del vulcanismo está determinada por importante cantidad de dataciones


radimétricas. En el sector de Río Negro y Chubut los valores hallados son de 57,8 a 39,2
Ma (Turner, 1980, 1982; Cazau et al, 1989; Mazzoni et al., 1991). De acuerdo al análisis de
Rapela et al. (1988), la mayoría de los valores están comprendidos entre 60±5 y 42±5 Ma.
Se correlaciona esta formación con el complejo volcánico del río Chubut medio,
constituido por la Ignimbrita Barda Colorada y la Formación Laguna del Hunco (Petersen,
1946; Proserpio, 1978; Aragón y Romero, 1984; Mazzoni et al., 1987, 1989). Para algunos
autores, la parte norte de la faja se reconoce como Formación Ventana (Rabassa, 1974;
Nullo, 1979).

Eoceno

Formación Cerro Cortado

Antecedentes

La Formación Cerro Cortado fue definida por Coira (1977; en Nullo, 1978) para
reunir a una serie de cuerpos subvolcánicos y diques de composición básica alcalina. Los
afloramientos de la localidad tipo, en el cerro homónimo, al sudeste de Ingeniero Jacobacci,
fueron estudiados por Coira (1979). Algunos de los afloramientos de esta unidad situados
en el rincón nordeste de la hoja fueron estudiados por Náñez (1983), quien los trató bajo
este nombre.
Con anterioridad a estos autores, estas rocas habían sido incluidas dentro de los
Basaltos del Terciario superior- Pleistoceno inferior (Volkheimer, 1973).

Distribución areal

A los asomos clásicos del cerro Cortado y otras regiones vecinas de Lipetrén,
definidos y estudiados por Nullo (1978) y Coira (1979), se deben adicionar los de nuevas
localidades con importantes manifestaciones de esta unidad. Una de ellas es la situada en el
ángulo nordeste de la hoja, en los contrafuertes occidentales de la meseta de Coli Toro,
revelada y estudiada parcialmente por Náñez (1983). La otra, de la que se carecían de
noticias hasta el presente, está ubicada en el paraje El Chaiful, en el sector centro oriental
de la hoja, al norte y noreste de la estancia Fita Miche.

Litología

Los afloramientos de la Formación Cerro Cortado se caracterizan por su fuerte


relieve positivo. Son cuerpos dómicos que sobresalen claramente del paisaje circundante,
constituyendo cerros de planta semicircular a elíptica de 0,5 a 5 km de diámetro, de paredes
muy empinadas a subverticales, rodeados de depósitos de remoción en masa formados por
estas mismas rocas y, generalmente, arcilitas y otras sedimentitas de grano fino de las
formaciones Angostura Colorada y/o Coli Toro. La generación de estos depósitos se debería
a la emisión de apófisis del cuerpo principal que intruirían a las rocas sedimentarias bajo la
forma de filones capa, los que se comportarían como “coladas” a los efectos de los
fenómenos erosivos y gravitatorios. También forman diques de 5 a 40 m de ancho por 50 a
200 m de largo (Coira, 1979).
Las rocas son de color negro a gris oscuro, compactas, granosas finas a gruesas.
Generalmente, hay una relación directa entre el tamaño de los cuerpos y el de los cristales
que lo componen, aunque esta característica no se puede tomar como regla. Una de las
características más notorias de los cuerpos es el notable diaclasamiento, generalmente
subvertical, que favorece la partición de la roca en lajas. De las descripciones
microscópicas realizadas por Nullo (1978), Coira (1979) y Náñez (1983) podemos
establecer que son rocas porfíricas a escasamente porfíricas, con fenocristales de
plagioclasa de tipo labradorita, olivina y clinopiroxenos (augita diopsídica y/o titanoaugita).
Las pastas son del tipo intergranular a intersertal, gruesas a finas, y están formadas por
plagioclasas, analcima, chabazita, natrolita, olivina, augita y opacos. Las variedades
granosas tienen texturas ofíticas a subofíticas. Fueron clasificadas como teschenitas por
Coira (1979), mientras que para Nullo (1978) están dentro de los límites entre crinanitas y
teschenitas, en tanto que Náñez (1983) los ubica dentro de los gabros alcalinos.
Los cuerpos se habrían emplazado en niveles muy altos de la corteza, vinculados a
procesos extensionales, de acuerdo a su correlación con los de la Formación El Buitre
(Ardolino et al., 1995).

Relaciones estratigráficas

Según las observaciones de campo, intruye a las formaciones Angostura Colorada,


Coli Toro y Huitrera (Nullo, 1978; Coira, 1979; Náñez, 1983). En ningún caso se pudo
observar relación con unidades posteriores.

Edad y correlaciones

Una datación radimétrica K/Ar efectuada sobre muestras de la localidad tipo en el


cerro Cortado, de 45±5 Ma, permite fechar esta unidad en el Eoceno medio.
Se correlaciona con rocas semejantes en edad y composición aflorantes en el sector
norte de Chubut, reunidas en la Formación El Buitre (Ardolino y Franchi, 1993; Ardolino et
al., 1995).
Vulcanitas Las Chacras
Antecedentes

Con este nombre informal se reúnen una serie de coladas de basaltos e


intercalaciones de depósitos de flujos piroclásticos, tufitas y rocas epiclásticas con
participación piroclástica que afloran al sur de Ingeniero Jacobacci. En el trabajo de Coira
(1979) estas rocas fueron incluidas en distintas unidades (miembros Las Chacras y Marileo
de la Formación Collón Curá, y miembros Loma Alta, Ojos de Agua y Atraico del Basalto
La Cabaña). Tal determinación se debió a considerar las rocas antedichas como una
comunidad genética relacionada con el vulcanismo de arco del Paleogeno, representado en
esta región por la Formación Huitrera.

Distribución areal

Las Vulcanitas Las Chacras constituyen las altas mesetas situadas al sur de
Ingeniero Jacobacci y la ruta provincial n° 6, y que se extienden hasta la latitud de pampa
Alegre y la sierra de Atraico.

Litología

Se reconocieron tres episodios diferentes de basaltos, correspondientes a los


miembros Las Chacras, Loma Alta y Atraico de Coira (1979). Las lavas básicas inferiores
coinciden con las mapeadas por Coira (1979) para el Miembro Las Chacras, con excepción
de los afloramientos del norte de la mina de diatomita María Isabel y los del cerro Mulliar.
Una de las mejores localidades donde asoman estas rocas es en el puesto Marileo, donde
tienen 4 m de espesor, y están constituidos por lavas de aspecto fresco, de color gris oscuro,
con buen desarrollo de estructuras de disyunción columnar. Son basaltos olivínicos
porfíricos, formados por fenocristales de plagioclasas de tipo labradorita y de olivinas, con
una pasta de cristalitos de labradorita, clinopiroxeno, magnetita y feldespato alcalino,
ceolitas y olivinas en algunas ocasiones.
A los basaltos suceden depósitos de flujos piroclásticos correspondientes al
Miembro Marileo y parcialmente al Miembro Ojos de Agua en el esquema de Coira (1979).
De acuerdo con las observaciones de campo, esta unidad sería correlacionable con las
secciones del Miembro Ojos de Agua de la localidad tipo y de sectores aledaños al este y
noreste. Perfiles ilustrativos de esta unidad fueron dados a conocer por Coira (1979) y son
los de la localidad tipo en el puesto Marileo, en la cantera de diatomita Tres Hermanas y en
el faldeo occidental del Lomón Alto. A estos se debe adicionar el perfil del puesto Nasif.
Con el fin de tener una perspectiva original de estas rocas, unos mil metros al este de la
estancia de Beto Chucair, a unos 4 km al sudeste de la cantera de diatomita Lif Mahuida, se
levantó un perfil de esta unidad. Consta de una sección inferior, de 15 m aflorantes,
compuesta por tobas y tufitas macizas, de grano fino, con desarrollo de escasos niveles de
paleosuelos. Intercalado en la parte superior hay un estrato de 1 m de potencia de
conglomerados clasto soportados de color castaño grisáceo, con clastos muy bien
redondeados de 2- 3 cm de diámetro y matriz arenosa fina a mediana. En el estrato hay
niveles solamente arenosos, con estratificación entrecruzada. Sigue hacia arriba una sección
intermedia, con una potencia de 6 a 8 m, integrada por un flujo piroclástico de color
blanquecino grisáceo, la mitad inferior maciza, pero la superior con características
estructuras de flujo, como estratificación entrecruzada, selección granulométrica de las
pómez, y otras características indicativas de depósito altamente enérgico, como troncos
silicificados. El tamaño de los pómez es de 1 cm como término medio, pero pueden llegar a
los 10 cm de diámetro. La sección superior, por último, tiene 10 m de espesor y está
formada por tobas retrabajadas y tufitas macizas, niveles de paleosuelos distintivos por sus
estructuras y por el color pardo claro de la roca y delgados niveles de flujos piroclásticos
primarios, con trozos de pómez.
Sobre las rocas piroclásticas del perfil anterior fluyeron varias coladas de basaltos
que totalizan entre 15 y 20 m de espesor, y constituyen la segunda unidad lávica de las
Vulcanitas Las Chacras. Coira (1979) las incluyó en el Miembro Loma Alta, del que sólo
participan en dichas Vulcanitas los afloramientos situados al sur de Ingeniero Jacobacci.
Son basaltos olivínicos que, en el perfil de la quebrada de Las Chacras, están integrados por
rocas escasamente porfíricas de pastas gruesas, con fenocristales de olivina, labradorita y
piroxenos, en una pasta constituida por tablillas de plagioclasa de tipo labradorita, olivina,
vidrio y feldespato alcalino (Coira, 1979).
Los basaltos están cubiertos por depósitos tobáceos y tufíticos delgados, que
alcanzan solo 6 a 7 m de espesor, aflorantes al sur de Ingeniero Jacobacci, al este y oeste de
la quebrada de Las Chacras. Es ilustrativo de esta sección el perfil del puesto Aguilera
levantado por Coira (1979), donde se hallan tobas vitrocristalinas de color pardo, con
fragmentos pumíceos, con una intercalación delgada de una lapillita blanquecina con
fragmentos de traquitas. Esta sección se acuña hacia el sur, desapareciendo en la latitud de
la estancia Atraico. En esa localidad Coira (1979) halló pequeños asomos de lavas
traquíticas con cuarzo de no más de 10 m de espesor, entre los basaltos intermedio y
superior.
Las lavas básicas que rematan la sucesión de las Vulcanitas Las Chacras son
basaltos olivínicos porfíricos, con fenocristales de olivina y plagioclasas y afíricos, de color
gris oscuro a gris pardusco. Coira (1979) advirtió la posibilidad que el centro de emisión
estuviera situado al sur del paralelo de 41° 30´, de acuerdo con el manifiesto aumento de
los espesores hacia el sur, hasta llegar a 150 m al sur del cerro El Molle.

Paleontología

Restos de fauna de mamíferos fueron colectados por Casamiquela (1969) y


Ganduglia (1977) en la zona del puesto Marileo, los que corresponderían a las edades
mamífero casamayorense y mustersense (ver también Pascual et al., 1984 para un análisis
global de las faunas de la región).

Relaciones estratigráficas

Las Vulcanitas las Chacras yacen sobre un relieve elaborado sobre las unidades
previas, particularmente sobre la Formación Huitrera y, en el área del valle de Huahuel
Niyeu, sobre las formaciones Angostura Colorada y Coli Toro. La depositación de la
Formación La Pava ocurrió sobre un nuevo paleorelieve, en valles y sectores deprimidos en
los que las vulcanitas tenían un fuerte relieve positivo.
Edad y correlaciones

Si bien, en trabajos previos, las unidades que integran esta agrupación fueron
adjudicadas al Neogeno (Nullo, 1978; Coira, 1979), varias dataciones radimétricas por el
método K/Ar, realizadas sobre estas rocas, atestiguan su edad paleogena (Coira et al.,
1985). Así, los basaltos aflorantes en el puesto Marileo tienen edades de 442 y 422 Ma,
en tanto que otro basalto del camino entre Las Chacras e Ingeniero Jacobacci sería aún más
antiguo, ya que dio un valor de 565 Ma. Los depósitos de flujos piroclásticos primarios y
otros de segundo ciclo que los cubren, corresponderían a los portadores de fauna referida a
las edades mamífero casamayorense y mustersense (Casamiquela 1969; Ganduglia, 1977;
Pascual et al., 1984), que actualmente estaría representando al Eoceno tardío, de acuerdo
con los nuevos datos referidos a la edad del Casamayorense aportados por Heizler et al.
(1998). En conjunto, las Vulcanitas Las Chacras estarían representando la existencia de
efusiones básicas y de depósitos piroclásticos primarios derivados de erupciones
mesosilícicas explosivas, en el marco del desarrollo, hacia el oeste, del vulcanismo de arco
eoceno de la Formación Huitrera.

Eoceno superior- Oligoceno inferior

Formación Bajada de los Ingleses

Antecedentes

Con el nombre de Formación Bajada de Los Ingleses, Cucchi (1998) designó un


conjunto de sedimentitas con participación piroclástica aflorantes en el paraje homónimo,
situado a unos 17 km del límite norte de la hoja, en las adyacencias de la ruta provincial n°
6 que comunica Ingeniero Jacobacci con General Roca y Neuquén. Esta denominación se
emplea para designar a depósitos similares aflorantes en el ángulo nororiental de la hoja, en
uno de los bordes de la meseta de Coli Toro, en la localidad Rocas Bayas. Estos habían sido
descubiertos y estudiados inicialmente por Náñez (1983) quien, informalmente, las describe
bajo el nombre de Sedimentitas del “Deseadense”. A este hallazgo, ubicándolo en el
contexto regional, se refirieron Franchi et al. (1984). El contenido faunístico de los
depósitos fue tratado brevemente por Pascual et al. (1984). Posteriormente, Bond et al.
(1997) realizaron un estudio paleontológico detallado de los restos de mamíferos hallados
en la sección inferior de la secuencia anteriormente citada. En regiones aledañas, Farinatti
(1987) mencionó una secuencia de rocas epi y piroclásticas que podrían asignarse a esta
unidad, en tanto que Cucchi et al. (1999) registraron diversos afloramientos en el sector
nororiental de la meseta de Coli Toro.

Distribución areal

Los afloramientos de la Formación Bajada de los Ingleses se hallan en el sector


nororiental de la Hoja, al norte de la estancia María Luisa, en el borde occidental de la
meseta de Coli Toro.
Litología

En el perfil denominado Rocas Bayas, Náñez (1983) reconoció dos secciones en


esta unidad. En la inferior, de unos 10 m de espesor, predominan areniscas de grano fino,
limo arcillosas, castañas, friables. La superior, en cambio, está integrada por 18 m de
arcilitas de color castaño rojizo a rosadas, con estratificación no bien definida, en general
friables.
Al sur de ese perfil, en los alrededores del puesto Parra, sobre depósitos de la
Formación Coli Toro, se hallan 4 m de intercalaciones de arcilitas tobáceas, niveles
delgados de conglomerados con clastos de tamaño grava gruesa de rocas volcánicas ácidas
y bancos de areniscas bien cementadas, cubiertos por 4 m de tobas blanquecinas a rojizas
en la parte superior, cubiertas, a su vez, por tobas arenosas de 40 cm de potencia, que pasan
insensiblemente a areniscas tobáceas de 50 cm de espesor, con clastos de basaltos
dispersos, macizas, muy duras. Continúan las primeras manifestaciones del vulcanismo del
Basalto Meseta Coli Toro, con brechas volcánicas basálticas y 2 a 5 m de basaltos. Hacia
arriba siguen unos 15 m de limolitas arenosas castañas muy deleznables, 2 m de arcilitas
verdes, cubiertas por 1 m de areniscas arcillosas rojizas, estrato con el que remata la
sucesión sedimentaria, ya que hacia arriba se derramaron potentes espesores de lavas
básicas del Basalto Meseta Coli Toro.
Esporádicamente, en otros perfiles expuestos en el borde occidental de la meseta de
Coli Toro, afloran bancos de diatomitas intercalados con los basaltos. Son estratos
delgados, que no exceden el metro de espesor, y que se adjudican a esta unidad.

Paleontología
Los ejemplares de mamíferos fósiles hallados en el perfil Rocas Bayas, estudiados
últimamente por Bond et al. (1997), corresponden a marsupiales, edentados, astrapotherios
y notoungulados, entre los que se destacan por su valor determinativo Otronia sp. y
Archaeohyrax sp.

Ambiente

Estas sedimentitas se depositaron en un ambiente continental fluvial de baja energía,


que hacia arriba pasaría a un medio lagunar, ejemplificado por los estratos de arcillas y
diatomitas.

Relaciones estratigráficas

Se apoyan en discordancia erosiva sobre la Formación Roca. La relación con los


Basaltos Meseta Coli Toro podría ser, parcialmente, de interdigitación, ya que depósitos de
sedimentitas semejantes al resto de la unidad se intercalan en los tramos inferiores de esas
lavas.
Edad y correlaciones

Originalmente, estos depósitos fueron atribuídos al Deseadense (Náñez, 1983;


Franchi et al., 1984; Pascual et al., 1984). Nuevos estudios de los restos de vertebrados
hallados en ellos llevaron a Bond et al. (1997) a asignarlos al lapso post- Mustersense pre-
Deseadense. Dada la nueva edad del Casamayorense (38.1 ±3- 36.0 a 32.7 Ma), según el
estudio geocronológico realizado por Heizler et al. (1998), ese lapso quedaría comprendido
entre el Eoceno tardío y el Oligoceno temprano.

Oligoceno

Basalto Meseta de Coli Toro

Antecedentes

Bajo esta denominación se reúnen los basaltos olivínicos aflorantes en la meseta de


Coli Toro, siguiendo a Cucchi et al. (1999).
Labudía y Bjerg (1995) adjudicaron estas rocas a la Formación La Cabaña (Nullo,
1978), mientras que Getino (1995) las denominó Basalto Mesaniyeu.
Las dos denominaciones anteriores fueron desechadas por Cucchi et al. (1999) ya que
en el primer caso los basaltos de la Formación La Cabaña corresponden a un centro
eruptivo desconectado del que originó las rocas en cuestión y en cuanto al segundo caso,
Getino (1995) propuso este nombre localmente, para las rocas aflorantes en el sector
suroccidental de la meseta de Coli Toro.

Distribución areal

Afloran en el ángulo nororiental de la hoja, específicamente en la meseta homónima,


prolongándose hacia el norte y este, fuera del ámbito de la misma.

Litología

Según Cucchi et al. (1999), esta unidad está integrada por coladas de basalto de color
negro-azulado, compacto, macizo, por lo común con pocos fenocristales de plagioclasa u
olivina. Dichos autores describen que en general son coladas finas, no mayores a los 2 m de
potencia, muy fluidas; comúnmente con base y techos escoriáceos bien desarrollados,
pudiendo formar apilamientos múltiples entre los que suelen intercalarse niveles de escoria
y lapillis procedentes de centros de erupción subaéreos (Bellido, 1998).
En la descripción microscópica que realizaran Cucchi et al. (1999), mencionan la
presencia de textura intergranular a pilotáxica, donde los fenocristales son de labradorita
(An 55-60 %) y de olivina, cuyos bordes están alterados a iddingsita. También observa
fenocristales de piroxeno de tipo augítico, en prismas cortos, subhedrales, asociados a
olivina, siendo frecuentes los minerales opacos como accesorios.
Entre las coladas de basaltos que forman la meseta pueden distinguirse pitones
relícticos, diques y filones capa de basaltos olivínicos alcalinos, en algunos casos
portadores de nefelina. Se los puede encontrar asociados a conos piroclásticos, muchos de
ellos en mal estado de preservación, con sus aglomerados de escoria y coladas
clastogénicas de color rojizo (Cucchi et al., 1999).

Relaciones estratigráficas

En la región estudiada, las coladas basales de esta formación están interdigitadas con
la sección superior de las sedimentitas de la Formación Bajada de los Ingleses, del Eoceno
superior- Oligoceno inferior, que hacia arriba están cubiertas definitivamente por el resto de
las lavas básicas. Cuando esa unidad no está presente, los basaltos cubren en discordancia
erosiva a los depósitos de las formaciones Coli Toro y Roca.

Edad y correlaciones

Labudía y Bjerg (1995), al agrupar estos basaltos dentro de los Basaltos La Cabaña,
los correlacionan con otras unidades aflorantes en la Comarca Nordpatagónica (Nullo 1978,
Coira 1979) aceptando una edad pliocena. Cucchi et al. (1999) le adjudican una edad
Oligoceno superior-Mioceno inferior.
Sobre la base de su relación estratigráfica con la Formación Bajada de los Ingleses,
se le asigna una edad Oligoceno.
En el ámbito del Macizo Nordpatagónico, esta unidad se puede correlacionar con
otras vulcanitas básicas de edad similar, como la Formación Somún Curá, evidenciando
ambas la existencia de una importante fase volcánica de intraplaca hacia el fin del
Paleogeno en esta región.

Paleogeno- Neogeno

Oligoceno superior - Mioceno inferior

Basalto Cari Laufquen

En esta unidad informal se incluyen los basaltos que forman la parte superior de la
meseta homónima y las tobas y tufitas sobre las que se apoyan.
Basaltos olivínicos

Antecedentes

Bajo esta denominación González (1998) reunió a los derrames basálticos de la


meseta de Cari Laufquen, anteriormente incluidos por Coira (1979) en el Miembro Loma
Alta perteneciente al Basalto La Cabaña. Aquí se prefiere no usar el nombre propuesto por
dicha autora ya que las vulcanitas básicas en cuestión no estarían vinculadas a las rocas
originalmente reunidas por Nullo (1978) como Basalto La Cabaña.
Cucchi (1998) denominó Basalto Mesaniyeu aquellos que afloran en la sierra de
Mesaniyeu y que se prolongan hacia el sur en la meseta de Cari Laufquen.

Distribución areal
Como se mencionó anteriormente, estos basaltos afloran en la meseta de Cari
Laufquen ubicada al norte de Ingeniero Jacobacci.

Litología

Según Coira (1979), los mantos lávicos poseen rasgos superficiales de lavas tipo
pahoe-hoe, con superficies suaves y onduladas. En sus frentes de avances suelen mostrar
extremos lobulados, caracterizándose en sección por grupos de lenguas superpuestas de
estructuras concéntricas. Tienen distribución más restringida los mantos de superficies
ásperas, escoriáceas de tipo aa, observándose gradaciones entre éstas y las de tipo pahoe-
hoe. A los rasgos superficiales le agrega el posible desarrollo de tumulus o domos de
presión.
Dicha autora caracterizó estos mantos lávicos como rocas vesiculares, de color
negro, negro parduzco, pardo grisáceo, gris y pardo-rojizo, las que presentan vesiculación
creciente hacia los niveles superiores, donde las vesículas configuran el 30 ó 35% del total,
y en casos menos frecuentes hacia la base. Las secciones medias son escasamente
vesiculadas (2-5%) o decididamente no porosas. En algunas oportunidades están ausentes
las facies vesiculares y toda la unidad es compacta. Las vesículas son esféricas a
esferoidales, de tamaño que oscilan entre un milímetro y dos centímetros y se presentan
vacías o parcialmente rellenadas por carbonatos, material arcilloso y arcilloso-clorítico.
Ocasionalmente se encuentran distorsionadas llegando a ser netamente irregulares en
aquellas coladas escoriáceas.
En cuanto a la petrografía, Coira (1979) mencionó que generalmente son rocas
porfíricas, constituidas por fenocristales (5-20%) y afíricas, menos frecuentes. Como
fenocristales observó: olivina subhedral, muy alterada a iddingsita, con desarrollo de uno a
cuatro milímetros y cristales blanquecinos tabulares de plagioclasa de dos a cinco
milímetros de diámetro, no siempre dispuestos con una orientación preferencial clara dentro
de una pasta afanítica, homogénea y con menor frecuencia con desarrollo de áreas de
distinta coloración.
A través del perfil que realizó la autora mencionada en la quebrada que conduce a la
estancia de Abi-Saad observó que las características se mantienen constantes , con solo
algunas variaciones texturales. En general las rocas son afíricas o pobremente porfíricas (2
a 5% de fenocristales) con textura intersertal o hialofítica y en menor proporción
hialopilítica y subofítica.

Relaciones estratigráficas

Se observó claramente que los basaltos olivínicos se apoyan sobre las tobas y tufitas
incluidas dentro de esta unidad. En otros sectores se pudo ver que dichos basaltos yacen
sobre las formaciones Coli Toro y Angostura Colorada o directamente lo hacen sobre las
vulcanitas triásicas de la Formación Garamilla.

Edad y correlaciones

Las dataciones K/Ar realizadas por Coira et al (1985), que arrojaron una edad de 24
± 5 Ma y otra de 20 ± 1 Ma, dan sustento a la ubicación de estas rocas en el Oligoceno
superior- Mioceno inferior.
Anteriormente, Coira (1979) les había asignado una edad pliocena inferior a medio.

Tobas y Tufitas

Antecedentes

Se reunió bajo esta denominación a un conjunto de tobas y tufitas aflorantes en la


meseta de Cari Laufquen, por debajo de los basaltos descriptos anteriormente.
Las mismas fueron asignadas al Miembro La Pava por Coira (1979). A su vez, dicho
miembro fue incorporado dentro de la Formación Collón Curá.
Esta asignación sería incorrecta ya que los basaltos suprayacentes tienen edades
anteriores a las rocas de la Formación Collón Curá, datada por su contenido fosilífero.

Distribución areal

Se trata de afloramientos algo aislados ubicados en la margen oriental y austral de


la meseta de Cari Laufquen. Un afloramiento pequeño pero ilustrativo se localiza al pie de
esta meseta, en el cerro Ambrosio, a pocos metros al norte de la laguna Cari Laufquen
Chica.

Litología

La unidad está constituida principalmente por tufitas arenosas pardo claras,


anaranjadas a blanquecinas, con algunos niveles edafizados y gran cantidad de raíces y
nidos de insectos. Las mismas poseen concreciones irregulares de pocos centímetros
compuestas por material arcilloso-ferruginoso y numerosos clastos de pumicitas de hasta 6
centímetros de diámetro.
También se observan niveles de tobas vítreas de color amarillento.
En la margen noroccidental de la laguna Cari-Laufquen Chica, frente al cerro
Ambrosio, se describió el siguiente perfil:

 3 m. de basaltos olivínicos con estructura de disyunción columnar, corresponde a la


colada superior que conforma el techo de la secuencia.
 10 m. de basaltos porfíricos con fenocristales de olivina de color castaño claro,
probablemente alterada. Consta de tres secciones: la superior son lavas muy
vesiculados, la sección media posee disyunción en entabladura y la inferior presenta
disyunción columnar con secciones poligonales de 60 cm. de diámetro
aproximadamente.
 12 m. de niveles de paleosuelos muy cubiertos por numerosos bloques del basalto
aflorante más arriba.
 0,3 m. de paleosuelo de color pardo amarillento con clastos de basaltos muy alterados a
oxidos de hierro.
 5 m. de intercalaciones de areniscas medianas tobaceas y conglomerados constituidos
por clastos de fragmentos líticos y pumicitas en una matriz tobacea.
 8 m. de intercalaciones de areniscas medianas tobáceas y conglomerados constituidos
por clastos de fragmentos líticos y pumicitas en una matriz tobácea.
 0,5 de paleosuelos.
 3m. de areniscas tobáceas macizas
 0,5 m. de paleosuelos.
 1 m. de areniscas, medianas, muy cementadas, con estratificación horizontal
conformada por láminas de 5 cm. aproximadamente.
 3 m. de tufitas arenosas macizas con clastos de pumicitas.
 0,5 m de paleosuelos
 1 m. de tobas blanquecinas.
 4 m. de tufitas castaño claro, muy friables con intercalaciones de areniscas finas.
 4 m. de tufitas castaño claro, muy friables, masivas con intercalaciones de areniscas
tobáceas.
 2 m. de tufitas macizas con intercalaciones de arcilitas verde claro.
 2 m. de tobas arenosas macizas.
 8 m. de areniscas conglomerádicas, con clastos de pómez, poseen estratificación
entrecruzada, estructuras de corte y relleno y ondulitas.
 3 m. de diatomitas , con intercalaciones de arcilitas verdosas.
 1 m. de areniscas tobáceas macizas con clastos de pocos centímetros de pómez.
 2 m de areniscas tobáceas blanquecinas
Base: arcillas verdes de la Formación Coli Toro

Otra localidad donde se observó esta unidad es frente al puesto de la estancia de


Abi-Saad . Aflora allí un perfil de 20-30 m aproximadamente compuesto por una
alternancia de tufitas pardo anaranjadas, blanquecinas y amarillentas con clastos de pómez,
algunas con laminación marcada por diferencia granulométrica; intercaladas con niveles
tobáceos edafizados portadores de nidos de véspidos y raíces. También se observaron
niveles de paleosuelos. Este perfil fue descripto con mayor detalle por Coira (1979).

Relaciones estratigráficas

Como se describió en el perfil de la laguna Cari Laufquen Chica, estos depósitos


tobáceos suprayacen a las sedimentitas de la Formación Coli Toro. A su vez están cubiertas
por los basaltos descriptos más arriba, que poseen edades de 20-24 Ma (Coira et al., 1985).

Edad y correlaciones

A partir de sus características composicionales y texturales, se podrían correlacionar


con las tobas que componenparte de las Vulcanitas Las Chacras, sin poder confirmarlo
debido a la falta de vinculación entre los afloramientos de ambas unidades. Se les adjudicó
una edad Oligocena media, de acuerdo con las relaciones ya mencionadas.

Complejo volcánico Agua de la Piedra

Antecedentes

Las rocas de esta unidad fueron diferenciadas y descriptas por primera vez en
ocasión del levantamiento de la hoja 4169- IV Maquinchao por Remesal et al. (1999). En el
mapa geológico de la provincia de Río Negro (Nullo y Franchi coordinadores, 1995) este
centro ya había sido individualizado, merced al análisis de imágenes satelitales y a la
correlación con otros centros volcánicos semejantes previamente reconocidos en la comarca
norpatagónica.

Distribución areal

El centro volcánico está ubicado en la zona limítrofe entre las hojas Ingeniero
Jacobacci y Maquinchao. De sus constituyentes, en la primera de las hojas hay escasos
afloramientos de traquitas al sureste de El Chaiful, para destacarse, en cambio, las extensas
coladas basálticas que desde ese paraje llegan hasta el valle del arroyo Maquinchao.

Litología

Siguiendo a quienes definieron la unidad, se distingue una facies traquítica alcalina


y una posterior, basáltica (Remesal et al., 1999).
Las rocas traquíticas constituyen coladas espesas y de escaso recorrido. En el área
de la hoja son porfíricas, con fenocristales de feldespato alcalino y biotita alterada, en una
pasta fina constituida por tablillas de feldespatos.
Los basaltos tienen en esta hoja gran desarrollo areal, extendiéndose desde la latitud
de la estancia Fita Miche hasta el valle del arroyo Maquinchao, ya que las coladas
cubrieron una superficie con pendiente hacia el norte, lo que ha favorecido una fuerte
incisión por cursos consecuentes que labraron profundos cañadones. En la parte sur están
afectados por fenómenos de remoción en masa. Se han determinado por lo menos 4 a 5
coladas importantes, espesas, con potencias del orden de los 5 m, formadas por basaltos con
frecuente disyunción columnar, masivos, con techos porosos y con evidencias de oxidación.
Son porfíricos, con fenocristales de olivina, plagioclasa y piroxeno, en una base de textura
subofítica de cristalitos de plagioclasa, augita y olivina.

Relaciones estratigráficas

En el área tipo de Agua de la Piedra y regiones adyacentes se observa como cubren


a las sedimentitas de las formaciones Angostura Colorada, Coli Toro y Roca. Se puede
inferir que son posteriores a los cuerpos subvolcánicos de la Formación Cerro Cortado.

Edad y correlaciones

Este centro volcánico se correlaciona con los otros ya conocidos situados al este, a
lo largo de la traza del paralelo 42° (Telsen, Apas, Chacays, Talagapa, Barril Niyeu), con
los que comparte similares relaciones estratigráficas, litología y evolución. Es por esto que
se le adjudica, provisoriamente, la edad de aquellos, hasta tanto dataciones radimétricas
actualmente en proceso brinden datos más concretos.

Basalto Rincón de las Bayas

Antecedentes
Con esta denominación se reúnen las lavas básicas aflorantes en el valle del río
Chico y que habían sido incluidas dentro de la Formación Campana por Ravazzoli y Sesana
(1977). Volkheimer y Lage (1981) adhirieron a esa propuesta, al proyectar la continuidad
geográfica de las mismas en el valle mencionado, al sur del paralelo 4200`.
González Díaz (1990), en su trabajo sobre las relaciones entre las formaciones
Campana y Collón Curá, advirtió que los basaltos aflorantes en las márgenes del río Chico,
en el paraje Rincón de las Bayas, subyacen a los depósitos atribuidos a la Formación Collón
Curá. Esta conclusión determinó que se invirtieran las relaciones estratigráficas
previamente establecidas para este sector de la Formación Campana, llevando así a que
sean escindidas de esa unidad.

Distribución areal

Estas rocas afloran en el sector sudoeste de la hoja, en ambas márgenes del valle del
río Chico. Las coladas tienen poca extensión areal y se han reconocido principalmente en el
paraje Rincón de las Bayas, extendiéndose por el valle hacia el sur del paralelo de 42.

Litología

Volkheimer y Lage (1981) caracterizan a estos basaltos por su estructura vesicular y


escoriácea y una composición eminentemente olivínica. Son densos, de color oscuro casi
negro, aunque superficialmente varían de gris a gris rojizo o pardo oscuro, dependiendo del
grado de alteración que hayan sufrido los minerales fémicos.

Relaciones estratigráficas

González Díaz (1990) estudió las relaciones existentes entre estos basaltos
(atribuidos antiguamente a la Formación Campana) y la Formación Collón Curá. El
mencionado autor determinó que esta última formación suprayace en discordancia erosiva a
las vulcanitas mencionadas.

Edad y correlaciones

Ravazzoli y Sesana (1977) incluyeron a estas vulcanitas dentro de la Formación


Campana, a la que consideraron, por sus semejanzas litológicas y estratigráficas,
equivalente al Coyocholitense y de edad Plioceno.
Más tarde, con los cambios introducidos por González Díaz (1990), los basaltos pasaron a
tener una edad pre-Collón Curá, quizás Oligoceno superior-Mioceno basal aunque el autor
no excluye la alternativa de su relación con las rocas básicas que integran la llamada “facies
andina” de la Formación Huitrera (Volkheimer, 1981), que afloran al oeste del río Chico y
que también guardan una posición pre-"Colloncurense".

Neogeno

Mioceno
Formación La Pava
Antecedentes

La individualización de los depósitos de la Formación La Pava como unidad


independiente, separándola de la Formación Collón Curá, se debe a Nullo (1974; en Nullo,
1978). En parte del área cubierta por la hoja, Coira (1979) incluyó a estos depósitos en la
base de la Formación Collón Curá, como Miembro La Pava. Para mayores consideraciones
sobre las diferencias entre las formaciones Collón Curá y la Pava, véase también Nullo
(1979).
En este trabajo, se incluyen en esta denominación los depósitos producidos por el
retrabajo de unidades piroclásticas de generación primaria, con variable aporte epiclástico,
y en los que se intercalan muy frecuentes niveles de paleosuelos y, en menor medida, de
bancos de diatomitas.

Distribución areal

La unidad aflora en las áreas deprimidas de la mitad oriental de la hoja, al sur de la


meseta de Cari Laufquen, fundamentalmente en los valles de los arroyos Huahuel Niyeu y
Quetrequile y regiones vecinas.

Litología

La formación está integrada por areniscas tobáceas y tufitas arenosas y


limoarcillosas, tobas y niveles de diatomitas, muchos de estos explotados comercialmente.
En el área tipo del puesto La Pava, la unidad tiene 13 m aflorantes y está compuesta
por tufitas arenosas medianas, generalmente macizas, de color castaño claro a blanquecino,
que forman estratos gruesos de 1 a 4 m de espesor, con intercalaciones de tufitas
limoarcillosas blancas, laminadas de 0, 30 m y un banco de más de 5 m en la base
constituido por tufitas arenosas de grano fino, laminadas. En la mayoría de los estratos hay
clastos aislados o bien formando delgadas lentes, de pumicitas blancas de hasta 10 mm de
diámetro (Coira, 1979). Otro perfil de la formación, en la cantera Lif Mahuida, también
levantado por Coira (1979), ejemplifica la presencia de los estratos de diatomitas. Aquí la
formación tiene casi 19 m de espesor aflorante. Los bancos de diatomitas se hallan en los 5
m basales, son de color blanco absoluto, macizos, y tienen una o dos intercalaciones de
tufitas arenosas finas. Hacia arriba continuan estratos de tufitas arenosas finas hasta
gruesas, similares a los anteriores. En la cantera María Isabel, al suroeste de la anterior, se
observan muy buenas exposiciones de lo bancos de diatomitas, con intercalaciones de
flujos de turbidez constituidos por areniscas tobáceas grises con estructuras de escapaes de
agua y, en la parte superior del flujo, clastos de diatomitas matriz soportados de hasta 20 cm
de largo.
Una característica de esta formación es la adaptación de los estratos al relieve
previo. Si bien en la parte central de los valles la posición es horizontal, se han medido
inclinaciones de estratos de hasta 25° en los afloramientos situados sobre la ruta 23, al este
de la estancia Huanuluan. En este caso la unidad aparece adosada al lateral norte del valle,
cubriendo a los basaltos de la meseta de Cari Laufquen y a las sedimentitas de la Formación
Angostura Colorada infrayacente. Está compuesta por niveles edafizados de areniscas
tobáceas. Hay allí 4 m de paleosuelos de color castaño anaranjado claro, con clastos
dispersos de basaltos de 1 cm de diámetro, cubiertos por 3, 50 m de paleosuelos de color
algo más claro que el anterior, con tintes rojizos, organizados en estratos macizos de 0, 50
m, a los que sucede un banco blanquecino semejante al anterior, aunque con mayor
participación piroclástica y más deleznable, con clastitos de basaltos de escasos mm matriz
soportados, siguen hacia arriba 10 m de paleosuelos castaño anaranjados, macizos, muy
homogéneos, con abundante bioturbación y concreciones en la parte superior, en general
los bancos son menos resistentes que los de la base, pero algunos forman cornisas; por
último, la parte superior del perfil, de 8 a 10 m de espesor, está muy cubierta por detritos de
faldeo.
A la reconstrucción establecida por Coira (1979) de las condiciones ambientales en
las que se originó esta unidad, con la que en general se concuerda, se podría agregar que el
relieve previo a su depositación era muy similar al actual. Los niveles de diatomitas
coinciden con la parte central de las áreas deprimidas actuales y las paredes de los valles
del Mioceno son también, en buena medida, los que se observan en la actualidad. De
acuerdo a lo observado los procesos de edafización fueron mucho más importantes y
extendidos en esta unidad que los desarrollados en los depósitos de la Formación Collón
Curá.

Relaciones estratigráficas

Los depósitos que integran esta unidad cubren a las unidades previas en
discordancia erosiva. Están cubiertos, a su vez, por basaltos pliocenos y más modernos y
depósitos de acarreo plio- cuaternarios.

Edad y correlaciones

Nullo (1978, 1979) asignó esta formación al Mioceno inferior a medio, sobre la base
de sus relaciones estratigráficas, ya que, según este autor, cubre a la Formación Cerro
Petiso y es cubierta por la Formación Collón Curá. Los restos fósiles de vertebrados
colectados en distintas localidades de la región de Ingeniero Jacobacci, indicarían una edad
mamífero friasense, correspondiente al Mioceno medio (Pascual et al., 1984), coincidente
con la de la Formación Collón Curá, por lo que, sin perjuicio de las observaciones de Nullo
(1978, 1979), podría existir un engranaje entre ambas.

Formación Collón Curá

Antecedentes

Los depósitos terciarios aflorantes en las márgenes del río Collón Curá, en el sur del
Neuquén, y que posteriormente serían reconocidos con ese nombre, fueron descriptos
originalmente por Roth (1899), quien halló una importante fauna de mamíferos fósiles, los
que fueron reestudiados y analizados cronoestratigráficamente por Kraglievich (1930). El
término Colloncurense para estas capas fue acuñado por Groeber (1929) y la primera
designación formal con el rango de formación corresponde a Yrigoyen (1969). En esta
región y comarcas vecinas, la individualización de esta unidad se debe, entre los más
importantes, a Wichmann (1934), Feruglio (1941), González Bonorino (1944) y Volkheimer
(1964, 1965)y, ya en el ámbito de la hoja, a los trabajos de Rabassa (1975, 1979) y
Ravazzoli y Sesana (1977). Los depósitos de la región de Ingeniero Jacobacci referidos a
esta formación por Volkheimer (1973) y Coira (1979), son incluidos en este trabajo en
diferentes unidades (Vulcanitas Las Chacras, Formación La Pava, tobas del Basalto Cari
Laufquen).

Distribución areal

Los depósitos de la Formación Collón Curá afloran en el sector occidental de la


hoja, fundamentalmente en los valles del río Chico y del arroyo Comallo y sus tributarios
principales.

Litología

En el área cubierta por la hoja, la formación está integrada por tobas de composición
dacítica, tufitas, cineritas, areniscas tobáceas, algunas con participación de términos
conglomerádicos y conglomerados tobáceos. Como se puede apreciar, el carácter distintivo
de esta unidad es la participación piroclástica en sus distintas litologías y en todos sus
niveles y afloramientos. Los depósitos del Miembro Ignimbrítico Pilcaniyeu (Rabassa,
1974) característica facies de la formación en el área tipo y en la región de Pilcaniyeu,
según el autor citado y observaciones propias, no aflorarían en las zonas de Comallo y Río
Chico.
Para la descripción de la unidad en el sector de Comallo, es ilustrativo un perfil
levantado en las cercanías de la antigua estación de trenes de Neneo Ruca. En general, son
rocas de color blanco, blanco grisáceo y gris. Granulométricamente son areniscas finas a
medianas, limolitas, banquitos de arcilitas y pequeñas lentes muy delgadas de sabulitas y
conglomerados muy finos, provenientes del retrabajo de depósitos piroclásticos primarios
y de caída de cenizas en cuerpos de agua, como ríos y lagunas. En el perfil se diferencian
dos secciones: una inferior, caracterizada por el predominio de las facies de grano fino, y
otra superior donde dominan las facies arenosas. La mayoría de los bancos son discontinuos
lateralmente por acuñamiento. La sección inferior está compuesta por estratos tabulares
delgados de limolitas, fangolitas y arcilitas- todas con participación piroclástica- de color
blanco, finamente laminados, con grietas de desecación en el techo de los banquitos. La
sección superior tiene color de conjunto gris. Está integrada por estratos de areniscas
tobáceas, con intercalaciones muy delgadas de pelitas y lentes de conglomerados de no más
de 10 cm de espesor, compuestos por clastos redondeados de vulcanitas de 1 cm de
diámetro. En el techo de los bancos arenosos hay frecuentes ondulitas simétricas. En ellos
se observó también estratificación entrecruzada y de relleno de canales. En los bancos
arenosos inferiores de esta sección hay laminación convoluta y escapes de agua, además de
clastos pequeños de las pelitas inferiores, características que indicarían aporte rápido de
arenas en un cuerpo de agua.
En el valle superior del arroyo Comallo, Rabassa (1974) mencionó espesores de
hasta 150 m de estos depósitos. Al norte de Neneo Ruca, las tobas basales de la unidad, con
espesor de 30 m, se apoyan sobre la Formación Cushamen, adaptándose al relieve y
formando pseudopliegues, con inclinaciones de hasta 30 S. Sobre ellas siguen 10 m de
tobas castañas, estratificadas, que inclinan 15 S. Los paquetes de tobas grises superiores
llegan a 100 m de espesor y están subhorizontales (Rabassa, 1974).
Los afloramientos de la región del río Chico están apoyados en fuerte discordancia
erosiva sobre las metamorfitas de la Formación Cushamen o bien, en el sector sur de la
hoja, sobre el Basalto Rincón de las Bayas. En la margen derecha del valle del río se
observan buenas exposiciones de esta unidad. Están integradas por 30 m de tufitas macizas,
color pardo muy claro, con niveles de paleosuelos, nidos de insectos e improntas de raíces.
En la parte inferior hay intercalaciones lenticulares de areniscas de grano mediano a grueso
con estratificación entrecruzada, color amarillento a gris claro, con espesores de no más de
1 m, y de conglomerados clasto soportados, tamaño grava gruesa, de hasta 3 m de potencia
en el centro del paleocanal. Hasta 4 intercalaciones de estratos de tobas se diferenciaron en
esta sección, constituidos por piroclastitas muy finas de color blanco, que forman estratos
lenticulares de 50 a 200 m de largo y no más de 0, 40 m de espesor. En el tercio superior de
la unidad hay abundantes concreciones arenosas grises, semiesféricas e informes. En este
último tercio hay estratos de 2 a 5 m de espesor de conglomerados clasto y/o matriz
soportados, algunos con bloques de hasta 2 m cúbicos. La presencia de estos niveles
psefíticos podría indicar el inicio del pasaje al miembro conglomerádico de Rabassa (1974)
o miembro clástico de Giacosa y Heredia (1999). Estos depósitos son conspicuos en la
región de Chenqueniyeu y Las Bayas, al sur de los 41 20´ S, originados por el ascenso del
frente tectónico andino, principalmente de la falla Pantanoso (Giacosa y Heredia, 1999).

Paleontología

La Formación Collón Curá es particularmente rica en restos fósiles. Dominan


ampliamente los restos de mamíferos, aunque también se hallaron improntas de vegetales y
troncos silicificados. Los vertebredos hallados son indicativos de la edad mamífero
Friasense, aunque también podría estar representada la parte superior de la Santacrucense
(Rabassa, 1974; Bondesio et al., 1980; Pascual et al., 1984).

Relaciones estratigráficas

Los depósitos tobáceos de la unidad cubren a las formaciones previas mediante una
fuerte discordancia de erosión, como se observa en el valle del río Chico con la Formación
Cushamen y el Basalto Rincón de las Bayas y en la zona del arroyo Comallo, donde yacen
sobre las rocas metamórficas de las formaciones Cushamen y Mamil Choique, sobre las
sedimentitas de la Formación Angostura Colorada y sobre las vulcanitas de la formación
Huitrera. Están cubiertos por los basaltos de la Formación Campana y los conglomerados
de la Formación Martín en el río Chico y por basaltos pliocenos y depósitos de abanicos
aluviales pleistoceno- holocenos en el arroyo Comallo.

Edad y correlaciones

Sobre la base del análisis de las comunidades de mamíferos fósiles hallados, la


formación se refiere a la edad mamífero Friasense, correspondiente al Mioceno medio
(Pascual et al., 1984). Numerosas dataciones radimétricas confirman en parte esta
asignación, ya que se tienen valores entre 15, 4 y 10, 7 Ma Rabassa, 1974; Marshall et al.,
1977; González Díaz y Valvano, 1979; Cazau et al., 1989). Siguiendo a Giacosa y Heredia
(1999), la formación se habría desarrollado entre la base del Mioceno medio y la base del
Mioceno tardío.
Fuera de la hoja, la Formación Collón Curá aflora extensamente al oeste y noroeste,
hasta engranar con los depósitos del área tipo en el sur del Neuquén. Esta singular
dispersión geográfica puede inducir a error, ya que también se incluyeron en esta unidad
asomos de tobas cubiertos por basaltos en sectores más orientales del Macizo
Nordpatagónico, que en realidad correspondían a eventos anteriores, oligocenos y aún
eocenos.

Mioceno superior – Plioceno inferior

Basalto Mulliar

Antecedentes

Los basaltos aflorantes en el cerro Mulliar fueron estudiados por Coira (1979),
quién mapeó tres coladas basálticas pertenecientes a diferentes miembros. La colada que
aflora al norte del cerro la incluye dentro del Miembro Las Chacras perteneciente a la
Formación Collón Curá. En cuanto a los basaltos que forman el volcán los ubica en parte
como Miembro Loma Alta y mayormente como Miembro Atraico, ambos pertenecientes al
Basalto La Cabaña. Una revisión de esa localidad llevó a los autores a reconsiderar esas
adjudicaciones ya que todas las lavas fueron extruidas del cerro Mulliar, proponiendo el
nombre de Basalto Mulliar para estas rocas.

Distribución areal

Estas vulcanitas afloran en el borde oriental de la Hoja a unos 24 kilómetros


aproximadamente de Ingeniero Jacobacci. Se localizan exclusivamente en el cerro Mulliar
y sus alrededores.

Litología

Se trata de coladas basálticas amigdaloides con textura porfírica conformada por


fenocristales (1-3mm) de olivina alterada a iddingsita en una pasta afanítica. Son de color
negro, a veces castaño oscuro.
Poseen textura fluidal bandeada producida por la orientación de las vesículas, que se
encuentran elongadas en la misma dirección.
Las amígdalas no están rellenas sino que se hallan tapizadas por un mineral de color
amarillo verdoso, posiblemente clorita.
La superficie de las coladas es escoriácea, moderada a altamente alterada, sobre la
que se observan tefras y escorias básicas muy vesiculadas.

Relaciones estratigráficas
Las coladas que bajan del cuerpo central del cerro se apoyan en discordancia erosiva
sobre las tobas de la Formación La Pava. Más al norte estas vulcanitas suprayacen a las
areniscas de la Formación Roca.

Edad y correlaciones

Estos basaltos, como se mencionó anteriormente, fueron divididos en varios


miembros y por lo tanto fueron asignados a distintas edades que iban desde el Mioceno
medio para el Miembro Las Chacras hasta el Plioceno superior para el Miembro Atraico.
En este trabajo se los sitúa en el Mioceno superior, sobre la base de su litología, en las
características morfológicas del cerro y en las relaciones estratigráficas con la Formación
La Pava, del Mioceno inferior.

Plioceno superior

Formación Campana

Antecedentes

Bajo esta denominación Ravazzoli y Sesana (1977) reunieron a un conjunto de


coladas basálticas que afloran en ambas márgenes del cañadón Mamuel Choique y se
prolongan hacia el oeste constituyendo el escorial de Chenqueniyeu.
Anteriormente González Bonorino (1944) hizo observaciones sobre estas rocas
ubicadas en las márgenes del río Chico como una prolongación del manto de basalto de
Chenqueniyeu. Rabassa (1974) denominó a los basaltos del escorial de Chenqueniyeu
como Basalto Chenqueniyeu.

Distribución areal

Afloran principalmente en el sector sudoeste de la hoja y constituyen los escoriales


ubicados en la margen nororiental del río Chico, en los cerro Guacho, Campana y Bandera
y en las márgenes del cañadón Fita Ruín Chico. Más al este se localizan en el cerro Mojón
y en las márgenes de los cañadones Mamuel Choique Grande y Mamuel Choique Chico.
Otro pequeño afloramiento lo constituye la colada del cerro Blanco que se derrama en el
cañadón del Corral, ubicado al noroeste del cerro Anecón Grande.

Litología

Según Ravazzoli y Sesana (1977) se trata de basaltos de color pardo rojizo debido
a la intensa alteración de los minerales fémicos. En general son olivínicos vesiculares y
densos.
Los mantos que provienen del oeste forman coladas planas con ligeras
ondulaciones y sobre su superficie se destacan pequeños conos piroclásticos y mixtos. Al
microscopio presenta escasos fenocristales de olivina y labradorita en una pasta
microcristalina con textura intergranular (Rabassa, 1974).
El basalto del cerro Blanco se derrama a partir de un centro efusivo conformado
por rocas de la Formación Huitrera. Se trata de un vulcanismo fisural constituido por
basaltos grises afanítico o escasamente porfíricos En el conducto de salida se observa un
traquibasalto que no se derrama como colada, el mismo posee fenocristales de plagioclasa y
feldespato alcalino tabular en una pasta afanítica de color gris.
Hacia el oeste, Giacosa y Heredia (1999) describen la parte basal de las coladas en
contacto con la Formación Collón Curá, en dicho sector observa una brecha basáltica.

Relaciones estratigráficas

Varios autores han observado que la Formación Campana suprayace en


discordancia erosiva a la Formación Collón Curá (González Bonorino, 1944; Rabassa,1974;
Ravazzoli y Sesana, 1977 y Giacosa y Heredia, 1999). Según estos últimos, el límite
erosivo que separa ambas formaciones fue labrado en el Mioceno tardío.
En otros sectores estos basaltos se derramaron sobre la Formación Huitrera atribuida
al Eoceno, mientras que en el área de los cerros Mojón y Campana lo hacen sobre los
granitoides de la Formación Mamil Choique.

Edad y correlaciones

Por sus semejanzas litológicas y estratigráficas, Ravazzoli y Sesana (1977) la


correlacionan con el Coyolitense y le adjudican una edad pliocena.
Sobre la base de las relaciones estratigráficas con la Formación Collón Curá, se
infiere que estos basaltos son post-Mioceno superior y se los ubica en el Plioceno.

Basalto Trailacahue

Antecedentes

Bajo esta denominación González (1998) ha reunido a los basaltos aflorantes en el


área de Comallo. Anteriormente Rabassa (1974) los incluyó dentro del Basalto
Chenqueniyeu, basándose en las semejanzas litológicas y estratigráficas con las vulcanitas
de la meseta homónima.
En este trabajo se utiliza el nombre propuesto por González (1998), ya que se
observa que si bien ambas unidades poseen edades similares, corresponden a centros
efusivos que no están ligados genéticamente.
Cucchi (1998) atribuye parte de estos basaltos a la Formación Cráter y parte
al Basalto Chenqueniyeu.

Distribución areal

Como se mencionó anteriormente afloran en los alrededores de Comallo, en el


extremo noroeste de la hoja. La colada que aparentemente nace al norte de la población de
Comallo se extiende hacia el sudeste, aflorando en ambas márgenes del cañadón
Trailacahue.

Litología
Rabassa (1974) describió la colada basáltica ubicada frente a la localidad de Comallo
con un espesor visible de 30 metros, con posición subhorizontal, derramada sobre tobas
grises de la Formación Collón Curá. Esta colada se extiende siguiendo el valle del arroyo
Comallo y a pocos metros al norte de la localidad mencionada se apoya sobre el Basamento
Metamórfico Cristalino.
Las vulcanitas presentan textura microgranular, con fenocristales de olivina y augita
de 1-2 mm de diámetro y otros más pequeños de labradorita, totalmente límpida, sin
alteración, en cristales subhedrales hasta euhedrales. Se observan además individuos de
hornblenda y biotita. La roca tiene una superficie muy vesiculada.

Relaciones estratigráficas

En las márgenes del cañadón Trailacahue las vulcanitas básicas se derramaron sobre
las tobas de la Formación Collón Curá. En el cerro Quila Mahuida lo hacen sobre los
granitoides de la Formación Mamil Choique. Por otro lado, en Trailacahue se observa que
suprayacen a las vulcanitas e ignimbritas de la Formación Sañicó.

Edad y correlaciones

Como se mencionó anteriormente, de acuerdo con sus características litológicas y


estratigráficas, estos basaltos se correlacionan con los de la meseta de Chenqueniyeu
denominados Formación Campana por Ravazzoli y Sesana (1977), aflorante en el sector
sudoeste de la hoja. A partir de lo expresado se las ubicó en el Plioceno medio a superior.

Neogeno- Cuaternario

Plioceno- Pleistoceno

Formación Martín

Antecedentes

Volkheimer (1963) llamó Formación Martín a los depósitos pedemontanos más


antiguos aflorantes en la región nordoccidental de Chubut, provenientes del sector
cordillerano. Posteriormente, fue adoptada por Rabassa (1975) en la región de Comallo-
Pilcaniyeu y luego por Ravazzoli y Sesana (1977) para los depósitos de igual naturaleza de
la región del río Chico, y que son la continuación hacia el norte de los de la denominación
original. En los primeros levantamientos geológicos regionales de la comarca, González
Bonorino (1944) los incluyó en los depósitos del “Primer Nivel de Pie de Monte”.

Distribución areal

En el área de la hoja, la formación está situada en el ángulo suroccidental, al


poniente del río Chico.

Litología
En esta región, los depósitos integran las facies distales de la unidad, y están
formados por gravas de tamaño mediano a grueso, polimícticas, aunque con predominio de
clastos constituidos por vulcanitas mesosilícicas y en menor porporción por granitos,
pegmatitas y esquistos, con diámetros de 2 a 5 cm y máximos de 10 cm, bien redondeados.
Tienen matriz arenosa y, en algunas localidades, cemento calcáreo arcilloso, por lo común
en la parte basal de los depósitos (Ravazzoli y Sesana, 1977). El espesor es de alrededor de
10 metros, aunque se puede acuñar rápidamente hacia los altos topográficos constituidos
por las unidades previas, como ocurre con la Formación Cushamen al oeste del río Chico,
en el camino que conduce a Ñorquincó. En los sectores proximales, el espesor puede llegar
a 60 m (González Bonorino, 1944; Volkheimer y Lage, 1981, Giacosa y Heredia, 1999). De
acuerdo con estos últimos, el origen de los depósitos está relacionado con el levantamiento
de los corrimientos andinos en el oeste. Su dispersión podría tener vinculación con los
primeros acarreos fluvioglaciales, derivados de la glaciación del Drift Pichileufú (Giacosa y
Heredia, 1999).

Relaciones estratigráficas

Los depósitos de la Formación Collón Curá fueron erosionados durante el Plioceno,


elaborándose una superficie de pedimentación, la que fue cubierta por las gravas de la
Formación Martín.

Edad y correlaciones

Los diferentes autores que se refirieron a esta unidad la adjudicaron al Plioceno


tardío – Pleistoceno, sobre la base de su posición estratigráfica y relación con los basaltos
de la Formación Campana y con los depósitos glaciarios más antiguos (González Bonorino,
1944; Volkheimer, 1963, 1964; Rabassa, 1975; Ravazzoli y Sesana, 1977; Volkheimer y
Lage, 1981; Giacosa y Heredia, 1999).
Estos depósitos continúan hacia el oeste y sur, donde fueron reconocidos con el
mismo nombre (Volkheimer y Lage, 1981; Giacosa y Heredia, 1999). Hacia el suroeste, la
continuación austral de esta unidad, al oeste del arroyo Fita Michi, fue diferenciada por
Volkheimer (1963, 1964) y por Volkheimer y Lage (1981) e incluida en las formaciones
Blancura y Fita Michi.

Cuaternario

Pleistoceno inferior

Basalto Rumay

Antecedentes

Estos basaltos fueron estudiados por Volkheimer (1973), quién los denominó
Basalto III y IV. Nullo (1978) les otorgó el nombre de Basalto Rumay para no caer en estas
denominaciones y no correlacionarlo con los afloramientos del área de Mendoza y
Neuquén.
Distribución areal

Cubren una superficie bastante amplia y constituyen el escorial de Lipetrén, ubicado


muy cerca de la sierra homónima en el sector centro-sur de la hoja.

Litología

Según Nullo (1978), son basaltos olivínicos, de color negro a pardo oscuro con
superficie de alteración de igual color. La textura es bastante vesicular y escoriácea, en casi
toda la extensión del afloramiento. Las amígdalas están compuestas principalmente, por
carbonato de calcio.
Al microscopio se observa una textura intersertal, constituida por un fieltro de tablitas
de plagioclasa (andesina-labradorita) con crecimientos de pequeños cristales de piroxeno y
escasa olivina. Los fenocristales más numerosos son los de plagioclasa zonales, alterados a
sericita, de gran tamaño, con los bordes redondeados. Los de olivina son de tamaño
mediano, alterados a opacos, los de clinopiroxeno son escasos y poco alterados. Las
amígdalas presentan un fino tapiz formado por dos capas de crecimiento de pequeños
cristales, la interna de zeolitas y la externa de una asociación de zeolitas y carbonato
(Nullo, 1978).
Dicho autor menciona un espesor de 14 m en la zona distal de la colada que a su vez
está conformada por varias coladas superpuestas de aproximadamente 8 a 10 m de potencia.

Relaciones estratigráficas

En la margen oriental del escorial se puede observar claramente que los basaltos
suprayacen a los depósitos de abanicos aluviales antiguos o Formación Choiquepal,
asignada al Pleistoceno inferior.
Unos kilómetros más al norte, las coladas yacen en discordancia erosiva sobre las
sedimentitas cretácicas de la Formación Angostura Colorada y ya en la margen norte, lo
hacen sobre las vulcanitas de la Formación Garamilla.

Edad y correlaciones

Nullo (1978) le asignó una edad pleistocena con dudas debido a la desconexión con
otros afloramientos que podrían tener fósiles y consideró la posibilidad de que sean aun
algo posteriores.
Aquí se los ubica en el Pleistoceno, teniendo en cuenta su relación estratigráfica con
la Formación Choiquepal.

Pleistoceno- Holoceno

Depósitos de cordones de acreción lagunares

Antecedentes
Con ese nombre se identifican los depósitos relacionados con la evolución de la
cuenca centrípeta de las lagunas Cari Laufquen Grande y Chica. Volkheimer (1973) los
trató informalmente como “Depósitos lacustres del Cuartario superior” y Coira (1979) los
denominó “Depósitos lagunares”. Referencias acerca del origen del bajo, y por extensión,
de otros bajos de Patagonia extrandina, se tienen en Volkheimer (1972). Las ideas de éste
fueron refutadas por González Bonorino y Rabassa (1973), quienes también dieron a
conocer parte de la constitución litológica de la unidad. Galloway et al. (1988) estudiaron la
edad de estos depósitos.

Distribución areal

Se hallan en el sector nororiental de la hoja, al este de las lagunas Cari Laufquen


Grande y Chica.

Litología

Las características litológicas de estos depósitos fueron analizadas por Volkheimer


(1973) y, más detenidamente, por González Bonorino y Rabassa (1973) y Coira (1979). Los
depósitos lacustres que se observan en la actualidad en la cuenca de las lagunas de Cari
Laufquen corresponden, por lo menos, a cuatro diferentes etapas de retracción del espejo de
agua (Coira, 1979; Galloway et al., 1988). Como ha sido claramente expuesto por González
Bonorino y Rabassa (1973), cada uno de ellos está integrado por secuencias de
granulometría, y seguramente estructuras, diferentes con respecto a la posición de la paleo
línea de costa; desde depósitos limo arcillosos en los sectores distales, y más profundos del
lago, que pasan luego a gravas arenosas, gravas con 25 % de arena, gravas con 5 % de
arena (correspondiente al sector del cordón psefítico) y arenas limosas de la parte mas alta
de la playa, posiblemente relacionadas con médanos costeros. El estudio de Coira (1979)
reveló que los clastos de los depósitos de gravas provienen, en orden de abundancia, de la
Formación Garamilla, de basaltos y en menor medida de lavas de la formación Taquetrén,
con diámetros de 0,4 a 6 cm. Las gravas gradan a arenas gruesas a sabulíticas castañas. Los
bancos arenosos de grano mediano a fino están bien estratificados, con espesores de 5 a 20
cm, y se intercalan con limolitas y arcilitas laminadas dispuestas en capitas de no más de 10
cm de potencia. En algunos niveles, tanto de gravas como de arenas, hay cemento
carbonático, que aumenta en las cercanías de estructuras algales. Estas fueron estudiadas
por Volkheimer (1973) quien las caracterizó como originadas en ambiente subácueo de
aguas agitadas y con evidencias de períodos de exposición subaérea, producto de la
desecación parcial o total de la laguna. Según Coira (1979), las estructuras son conspicuas
en el tercer nivel de depósitos lacustres, en cercanías del puesto Namuncurá y al nornoreste
del cerro Ambrosio.
Tomando como base el nivel actual de la laguna Cari Laufquen Grande, Coira
(1979) determinó que el nivel más alto, y por ende, el más antiguo conservado, está a 60 a
68 m de altura, el segundo nivel alcanza una cota de 55 m, el tercero se halla a alturas entre
6 y 25 m y el cuarto nivel y más moderno está a 5 m sobre el espejo de agua actual.
Teniendo en cuenta esos valores, en el momento de máxima expansión las dimensiones de
la laguna habrían sido de unos 25 km en sentido este- oeste por 40 km en dirección norte-
sur. Para poder cuantificar la magnitud de ese paleo lago, basta con comparar esa superficie
de 1.000 km cuadrados con otras grandes cuencas actuales, y advertir, por ejemplo, que es
semejante a los lagos Colhué Huapi y Buenos Aires. Habría indicios que señalan que esta
cuenca fue aún mayor, ya que Galloway et al. (1988) mencionan depósitos psefíticos de una
antigua línea de costa a alrededor de 100 m de altura sobre el nivel actual de la laguna.

Edad

Coira (1979) ubicó estos depósitos en el Pleistoceno superior a Holoceno.


Volkheimer (1973), por su parte, vincula el nivel con estromatolitos algales (nivel 3 de
Coira, 1979) con un Óptimo Calórico Postglacial y los incluye en el Holoceno. La datación
de algunas de las líneas de costa relativamente modernas de la laguna fue realizada por
Galloway et al. (1988). Se obtuvieron edades radiocarbónicas de depósitos situados a 25-
30 m sobre la superficie actual de la laguna Cari Laufquen Grande, que dieron una
antigüedad de 19.120±165 años AP; de otra línea de costa situada a 15- 20 m de altura
sobre el actual pelo de agua, que dio un valor de 15.790±230 años AP y, por último, una
datación de una línea de costa más moderna, a 8 m sobre la laguna, que dio 7.870± 580
años AP. Todos estos valores confirman una edad holocena para los depósitos de líneas de
costa más modernos de la laguna.

Depósitos de abanicos aluviales antiguos

Antecedentes y distribución areal

Bajo esta denominación informal se agrupan los depósitos originados en abanicos


aluviales actualmente no funcionales, que han permanecido a salvo de los agentes erosivos
en las laderas de varias de las elevaciones importantes de la región y/o en áreas deprimidas.
Se incluyen en ella los depósitos de la Formación Choiquepal descriptos por Ravazzoli y
Sesana (1977) en la región de Río Chico, por Nullo (1978) en los alrededores de Lipetrén y
por Coira (1979) al sureste de Ingeniero Jacobacci. Esta unidad fue definida por
Volkheimer (1964) en los alrededore de la laguna homónima situada al noroeste del cerro
Mirador y este del río Chico, en la región de Cushamen en Chubut. Se ha hecho extensiva a
los sedimentos similares que se hallan en ambas márgenes del curso superior del arroyo
Comallo, al sur de la localidad del mismo nombre.

Litología, relaciones estratigráficas y edad

La litología de estos sedimentos depende del área de aporte y de la distancia a la


misma, factor que incide también en la mayor o menor angulosidad de los clastos de
gravas. Tomados en conjunto, corresponden a depósitos de abanicos aluviales convergentes,
actualmente no funcionales y disectados por los cursos actuales. En general están
constituidos por fanglomerados, areniscas y pelitas poco o nada cementados, en los que las
fracciones de mayor granulometría se tienen en los depósitos provenientes de rocas ígneas
fanerozoicas, mientras que los derivados de sedimentitas cretácicas y cenozoicas tienen
mayor participación de las fracciones medianas y finas. El espesor también varía con
relación a la distancia del área fuente, desde 15 a 20 m en los sectores proximales, a 1 a 2 m
en los distales.
Cubren a los depósitos de la Formación Collón Curá en los afloramientos situados al
sur de Comallo y a los de las unidades previas a ésta. También serían posteriores al Basalto
Mulliar. Con el Basalto Rumay podría existir una relación de interdigitación, ya que esas
lavas cubren a depósitos paralelizables a los que estamos tratando y, a su vez, existen otros
que podrían ser posteriores a las vulcanitas.
Si bien la edad de la Formación Choiquepal fue referida al Pleistoceno (Volkheimer,
1964, 1973; Ravazzoli y Sesana, 1977; Nullo, 1978; Coira, 1979), en este trabajo se
extiende la asignación temporal al Holoceno inferior, al haberse incluido otros depósitos,
como los del área de Comallo y los del occidente de la sierra de Lipetrén que podrían ser
más jóvenes, de acuerdo a criterios mayormente morfológicos.

Depósitos de abanicos aluviales pedemontanos

Se incluyen en este apartado los depósitos de abanicos aluviales no funcionales que


constituyen niveles pedemontanos, situados en el sector oriental de la hoja, al este del
arroyo Quetrequile, fuera del área serrana. Se observan claramente en las imágenes
satelitarias, ya que se encuentran disectados por la red de drenaje actual, que labró escarpas
de 1 a 5 m en estos depósitos. Están constituidos por fanglomerados, areniscas y pelitas en
menor proporción, débilmente cementados por carbonatos, provenientes de los sectores
elevados situados al sur del área de depositación, los que coincidirían, en general, con la
cuenca del actual arroyo Quetrequile y cursos menores que drenaban la zona serrana de El
Chaiful. Estos cursos desaguaban en la cuenca de Cari Laufquen, por lo que tanto estos
depósitos, como los de la cuenca citada tienen una historia evolutiva coincidente y de allí su
asignación al Pleistoceno- Holoceno.

Holoceno

Formación Cráter

Antecentes

Ravazzoli y Sesana (1977) definieron la Formación Cráter para un grupo de basaltos


modernos que afloran en el sector sureste de la región del río Chico en el límite Río Negro-
Chubut, extendiéndose al sur del paralelo 42.
Nullo (1978), Coira (1979) y Volkheimer y Lage (1981), entre otros utilizaron este
nombre formacional para agrupar a los basaltos más modernos que afloran en zonas
aledañas.

Distribución areal

En el área de la hoja se han reconocido cuatro afloramientos que ya habían sido


identificados por los autores mencionados anteriormente.
El primero se trata de las efusiones del cerro Volcán, en el área tipo, que formaron un
extenso escorial, el cual se extiende hacia el sur y sureste. Su centro consiste en un cráter de
unos 90 m de diámetro y una profundidad cercana a los 25 metros, en sus bordes se
observan bloques de basalto que llegan a los 2 metros de altura (Ravazzoli y Sesana, 1977).
Otro afloramiento se extiende al este de las cabeceras del arroyo Anecón Grande y al
pie del cerro Bandera y se encauza en las cabeceras del arroyo Huahuel Niyeo.
En el borde norte de la hoja se encuentra un pequeño cono volcánico del cerro
Horqueta de aproximadamente 600 metros de diámetro. A partir del mismo se ha derramado
una colada con rumbo meridional (Coira, 1979).
Por último, Nullo (1978) ubicó los basaltos del cerro Chivo, los que se extienden
desde el cerro Quetrequile hacia el norte, hasta las cercanías del puesto Contín.

Litología

El tipo de roca más común de esta formación son basaltos olivínicos de pasta
afanítica, pobremente porfíricos, de color gris negruzco con tonos azulados, fractura
subconcoidea, con fenocristales de plagioclasa y numerosas vesículas de 3 a 10 mm de
diámetro (Ravazzoli y Sesana, 1977). Las mismas constituyen el 10 o 30% del total de la
roca y se encuentran vacías o parcialmente rellenadas por carbonatos, agregados clorítico-
arcillosos y a veces zeolitas (Coira, 1979).
En general poseen un aspecto escoriáceo, en algunos casos se han observado una
serie de bulbos lávicos y túmulis en la superficie de la colada. La colada que baja del cerro
Horqueta posee un buen desarrollo de diaclasamiento columnar, donde los prismas
resultantes presentan secciones en promedio de 25 cm de diámetro (Coira, 1979).

Relaciones estratigráficas

Ravazzoli y Sesana (1977) mencionaron que los basaltos que se localizan en el área
del cerro Volcán cubren en discordancia erosiva a los sedimentos de conos aluviales de la
Formación Choiquepal asignada al Pleistoceno inferior por dichos autores.
En el caso de los derrames de la zona del arroyo Huahuel Niyeo se apoyan sobre las
sedimentitas de la Formación La Pava mientras que los del cerro Horqueta lo hacen sobre
rocas graníticas de la Formación Mamil Choique.
Las coladas del cerro Chivo suprayacen a las vulcanitas de la Formación Traquetrén.

Edad y correlaciones

Ravazzoli y Sesana (1977) consideraron que la naturaleza del material efusivo y


piroclástico que formó el escorial es fundamento suficiente para correlacionar a esta
formación con el Tromenlitense inferior. A su vez le asignan una edad holocena para estos
derrames lávicos. Coira (1979) le adjudica una edad, similar teniendo en cuenta la
morfología de los escoriales y su ubicación. Nullo (1978) coincide con los demás autores.

Depósitos fluviales y aluviales indiferenciados

En varios sectores de la hoja se mapearon en forma conjunta aquellos depósitos


actuales y subactuales constituidos por sedimentos fluviales y aluviales, cuya
diferenciación excede los alcances de la escala del trabajo. Están compuestos por
sedimentos de tamaños que varían desde gravas a arcillas y que rellenan y/o marginan
valles y depresiones, como en el sector oriental de la localidad de Ingeniero Jacobacci,
alrededor de la cuenca de las lagunas de Cari Laufquen, en la Pampa Alegre y al oeste de la
sierra de Lipetrén, entre los más importantes.
Depósitos de bajos y lagunas

Aunque el drenaje está relativamente bien integrado, numerosos bajos y lagunas de


régimen efímero se hallan en el área cubierta por la hoja. Por sus dimensiones e
importancia sobresalen los de las lagunas de Cari Laufquen Grande y Chica.
Particularmente abundantes son las pequeñas depresiones situadas sobre la meseta de Cari
Laufquen; y algunos bajos de mayores dimensiones se hallan en los alrededores del escorial
de Lipetrén. En todos ellos se han depositado arenas y pelitas, y gravas en menor
proporción, producto del aporte de cursos temporarios (aún el río Maquinchao suele secarse
en épocas de sequías, al menos en su curso inferior).

Depósitos de remoción en masa

Se agrupan en este apartado los depósitos vinculados a deslizamientos rotacionales


situados principalmente en los bordes de varias de las mesetas cubiertas por basaltos. Por su
extensión, sobresalen los del sector oriental de la meseta de Cari Laufquen, oeste de la
meseta de Coli Toro, norte y sur de la sierra de Atraico y sur de El Chaiful. Estos últimos
están relacionados a la presencia de cuerpos subvolcánicos de la formación Cerro Cortado.
En todos los casos, la generación de estos depósitos está directamente vinculada a la
existencia de estratos potentes de rocas sedimentarias pelíticas, como son las formaciones
Angostura Colorada y Coli Toro, en las que se genera la superficie de corte y en las que los
retazos de mesetas basálticas, una vez desprendidos del cuerpo principal, flotan y siguen
pasivamente el movimiento del conjunto. En un perfil transversal a los deslizamientos se
pueden advertir las transformaciones graduales que sufren estos depósitos, desde los
sectores proximales a las bardas, donde se registra una leve inclinación en dirección
contraria a la pendiente del deslizamiento, inclinación que aumenta progresivamente a
medida que el bloque se desliza por esa pendiente, hasta que las coladas alcanzan una
posición vertical. Hay que resaltar que simultáneamente con este movimiento hacia abajo y
hacia atrás, los bloques de basaltos se fracturan según líneas de debilidad originadas
durante el enfriamiento de las lavas, produciéndose una disyunción mecánica que favorece
y acelera los procesos erosivos. Normalmente, desde la posición vertical hacia abajo las
coladas pierden identidad, transformándose en apilamientos alargados de bloques rodeados
por los sedimentos pelíticos ya totalmente disturbados. Por último, en los sectores distales
sólo quedan bloques más o menos dispersos de basaltos, con algún grado de
redondeamiento, en una matriz pelítica. En el caso de los deslizamientos relacionados con
los cuerpos de la Formación Cerro Cortado, estos han emitido filones capa en los
sedimentos pelíticos (preferentemente de la Formación Coli Toro) que se comportan, a los
efectos de este fenómeno, como coladas.

Depósitos fluviales

En los cursos de los principales ríos y arroyos de la región se depositan sedimentos


fluviales compuestos por gravas, arenas y pelitas. Se destacan por su importancia (espesor,
ancho de los cauces, relación con la actividad económica de los pobladores de la región) los
de los ríos Maquinchao y Chico, de los arroyos Quetrequile, Huahuel Niyeu y Comallo y de
los cañadones Mamuel Choique y Fita Ruin.
Estructura

Desde el punto de vista estructural, la región está ubicada en el límite entre la faja
plegada y corrida occidental, afín a la estructuración de la Cordillera Patagónica
septentrional, y el sector occidental del Macizo Nordpatagónico, caracterizado por una
estructura de bloques con fallamiento normal, reactivado y/o invertido durante la tectónica
andina, y transcurrente.
El basamento metamórfico de la región, correspondiente a las rocas de la Formación
Cushamen, ha sufrido diversas fases de deformación y metamorfismo, configurando una
historia geológica muy compleja. Para la región de Río Chico se han identificado cuatro
episodios deformantes: una primera fase S1, con rumbo este- oeste habría sido afectada por
una segunda fase deformante que originó la foliación S2, de rumbo nornoroeste- sursureste,
la más penetrativa en las metamorfitas. Posteriormente, esfuerzos compresivos originaron
zonas de cizalla dúctil con formación de fajas de milonitas de alto grado metamórfico. Por
último, un plegamiento tardío de rumbo noreste- suroeste afectó a la totalidad de la
secuencia metamórfica (Cerredo y López de Luchi, 1995; López de Luchi y Cerredo, 1996;
Cerredo, 1997).
En la región occidental, corrimientos andinos se han identificado en la región de
Comallo y en el río Chico. El frente orogénico andino migró hacia el este durante el
Eoceno, desarrollándose a partir de ese momento una cuenca de antepaís, la cuenca de
Ñirihuau. La continuación de los esfuerzos compresivos ocasionó la migración de los
niveles de despegue hacia el antepaís, a niveles del basamento. El lineamiento Río Chico es
la culminación oriental de uno de estos corrimientos, que generó en nuestra región el
ascenso del bloque basamental de la Formación Cushamen en la margen occidental del río
Chico. El lineamiento Gastre Norte, paralelo al anterior y el corrimiento Comallo, tienen el
mismo origen, representando sucesivas etapas de avance del frente tectónico. En este
último se ponen en contacto las rocas del basamento sobre granitoides del Paleozoico
superior y a estos sobre vulcanitas eomesozoicas.
En el sector centro oriental los esfuerzos compresivos llegaron muy atenuados,
reflejándose como fracturas transcurrentes, tensionales y sistemas conjugados de cizalla
que se comportaron tensionalmente (Coira, 1979). Los lineamientos Mamuel Choique,
Lipetrén y Quetrequile corresponderían a fracturas transversales de tensión, que tienen una
dispersión entre N 60° a 85° E y N 75° a 80° O. Están delimitando bloques ascendidos de
plutonitas y vulcanitas gondwánicas.
Fallas de rumbo de desplazamiento dextrógiro fueron señaladas en el sistema
Comallo de dirección N 15° O y de desplazamiento levógiro para el sistema Gastre, de
dirección N 55° O, que afectaron a los granitoides postorogénicos posiblemente durante el
Triásico (Coira et al., 1975).
Geomorfología

Se han diferenciado en la hoja Ingeniero Jacobacci diferentes áreas con


características gemorfológicas propias, derivadas tanto de procesos endógenos como
exógenos. Para este análisis se siguió el trabajo de González Díaz y Malagnino (1984)
quienes, en su estudio integral de la geomorfología de Río Negro, identificaron las
principales geoformas de la región.
Una de las unidades geomórficas más importantes, principalmente por la extensión
que ocupan en la hoja, está constituida por las planicies estructurales lávicas. Se
diferenciaron cuatro geoformas de este tipo: la meseta de Cari Laufquen, la meseta de Coli
Toro, la situada al sur de Ingeniero Jacobacci, y la de El Chaiful. Las dos primeras tienen
características semejantes. Una región llana a suavemente ondulada, elevada con respecto a
su entorno, con aparatos volcánicos sobrepuestos y bajos endorreicos en su superficie. La
planicie estructural situada al sur de la localidad de Ingeniero Jacobacci está sumamente
recortada por erosión, careciendo del aspecto continuo de las anteriores. Las sucesivas
coladas que la integran están intercaladas con material epi y piroclástico que es fácilmente
erodable, por lo que en algunos sectores tiene una apariencia escalonada. La de El Chaiful,
por su parte, tiene como característica distintiva con respecto a las anteriores pendiente
hacia el norte y, quizás por esto mismo, una profunda disección originada por una red de
drenaje subparalela a dendrítica. El germen de todas estas formas está dado por el derrame,
sobre una superficie más o menos llana, de grandes volúmenes de lavas básicas muy
fluidales, que cubrieron extensas superficies. La distinta competencia de las rocas a los
agentes erosivos determinó que las áreas cubiertas por los basaltos se erosionaran mucho
menos que su entorno de sedimentitas.
Los aparatos volcánicos sobrepuestos a las planicies son en general pequeños y
están desmantelados en su mayoría. A grandes rasgos se reconocen dos tipos principales,
los que emitieron lavas y los compuestos, formados por superposición de emisiones de
lavas y lavas clastogénicas y/o piroclastos. Estos últimos tienen formas menos tendidas.
Los bajos que salpican la superficie de las planicies, en esta hoja, son de pequeñas
dimensiones, no mayores de 2 a 3 kilómetros cuadrados. Suelen estar ocupados por lagunas
efímeras, que cuando se secan dejan al descubierto playas salitrosas o limosas. Algunos se
originaron como ventanas lávicas, al rodear la lava lomadas de rocas sedimentarias que
luego, por erosión diferencial, quedan convertidas en áreas deprimidas. La posterior
ampliación del bajo se realizaría por una sumatoria de distintos fenómenos, como
sublavado, deflación y remosión en masa. Otros bajos podrían deberse a hundimiento,
proceso emergente del sublavado de los sedimentos que se hallan debajo de las coladas.
Vinculado al desarrollo de las planicies estructurales lávicas, en las márgenes de
estas son comunes las formas de remoción en masa que involucran grandes volúmenes de
sedimentitas y lavas básicas. El proceso que las origina es el de deslizamientos rotacionales
por la cara libre en los que las porciones de coladas, al principio horizontales, a medidad
que se deslizan pendiente abajo se inclinan en dirección contraria a esa pendiente hasta
alcanzar la posición semivertical. Al mismo tiempo, el movimiento produce la rotura de la
masa rocosa, a través de los planos de diaclasas. En las posiciones distales, solo se
observan acumulaciones aisladas de bloques de basaltos.
Geoformas directamente derivadas de la acción endógena son las coladas
encauzadas de basaltos muy jóvenes, como los que se hallan en el arroyo Quetrequile, en el
oeste de la estancia Huanuluán y en la región dominada por el cerro Volcán. En todas ellas
afloran las rocas de la Formación Cráter, y donde las coladas presentan túmulis, canales de
lava, y otras estructuras propias de las coladas jóvenes. Las bocas de emisión están bien
conservadas, obsrvándose los conos aportillados y, en planta, su clásica forma de media
luna.
Se han identificado planicies estructurales por arrasamiento en aquellas regiones
donde afloran sedimentitas por lo general de posición horizontal, como es el caso de los
depósitos de la Formación Angostura Colorada del sureste de Neneo Rucá, Angostura
Colorada y sur y este del cerro Negro. Allí la erosión progresa hasta hallar un banco
resistente que actúa como nivel de base local, generándose planicies más o menos
desarrolladas.
En la región situada al sur de Comallo, González Díaz y Malagnino (1984)
reconocieron una porción de la peneplanicie exhumada de Río Negro, geoforma de alcance
regional caracterizada por un relieve de suaves lomadas elaborado en rocas del basamento e
ígneas del Paleozoico y Mesozoico, de litologías y posiciones estructurales diversas, que
fueron sometidas a un intenso proceso erosivo. Cubierta por los depósitos sedimentarios del
Cretácico y por las lavas y sedimentitas cenozoicas, quedó preservada de la erosión. La
removilización de gran parte de esta cubierta expuso nuevamente la superficie a los agentes
externos, como se observa en la actualidad.
La región donde afloran las vulcanitas jurásicas de la Formación Taquetrén tiene
características particulares, definidas por Nullo (1978). Se destacan las crestas y cuestas
homoclinales originadas por la inclinación de los mantos lávicos, de unos 5° de promedio.
La red de drenaje general tiene diseño rectangular, al estar condicionada por la estructura,
en tanto que tomado en detalle el diseño es dendrítico.
Otro relieve generado por acumulaciones volcánicas es el que se desarrolla en los
sectores cubiertos por las vulcanitas de la Formación Huitrera. La marcada complejidad
litológica de esta unidad, donde alternan lavas de básicas a ácidas, flujos piroclásticos con
variable grado de soldamiento, aglomerados y brechas volcánicas, genera un relieve
sumamente complicado, variopinto, con mesillas, como el característico cerro Mesa, donde
afloran ignimbritas, crestas y cuestas homoclinales y resaltos de pendiente debido a la
diferente competencia de los materiales.
En la sierra de Lipetrén y zonas aledañas, donde afloran los granitoides de la
formación homónima, los del basamento y las metamorfitas de este, se desarrolla el paisaje
de peneplanicie, definido por Nullo (1978). Este relieve es producto de la peneplanización
de estas rocas, formándose áreas elevadas redondeadas y concordancia de cumbres,
marginadas por laderas más o menos empinadas y fuertemente disectadas por los procesos
erosivos posteriormente a la exhumación.
En un reducido sector de los alrededores de Comallo, González Díaz y Malagnino
(1984) identificaron un relieve propio al que llamaron de morfoestructuras longitudinales.
Está vinculado con los afloramientos de vulcanitas triásicas donde el drenaje está regido
por la estructura, generándose valles de falla y homoclinales y crestas homoclinales
determinadas por sectores más resistentes.
En el valle del arroyo Comallo y en la margen derecha del río Chico se han
generado niveles de pedimentación, elaborados en las sedimentitas mayormente
piroclásticas de la formación Collón Curá. Se identificaron tres planos principales de
erosión y, en algunos sectores, formas derivadas de la degradación del paisaje, como
mesillas y, en un nivel inferior dentro de los valles, terrazas rocosas que se podrían
interpretar como pedimentos de flanco.
En el sector suroccidental de la hoja y al este de Ingeniero Jacobacci se
desarrollan planicies aluviales pedemontanas. El primero de los mencionados está
vinculado a la sierra de Lipetrén y áreas elevadas adyacentes, a partir de la cual se
generaron planicies agradacionales que descienden al nivel de base local representado por
el río Chico, con inclinaciones que varían entre 15° en la parte apical y 5° en los sectores
distales. La coalescencia de estas ha llegado a formar bajadas, como en el sector occidental
de la sierra de Lipetrén. Al este de Ingeniero Jacobacci se observan este tipo de
acumulaciones, provenientes de la región austral de la hoja a través del arroyo Quetrequile
y sus tributarios y del sector elevado de El Chaiful, por medio de colectores menores. Tanto
uno como los otros desaguan en el arroyo Maquinchao, que también originó este tipo de
depósitos.
A la cuenca de la laguna Cari Laufquen confluye una importante red de drenaje que
desagua prácticamente toda la porción oriental de la hoja y regiones vecinas, a través de los
cursos principales, como son los arroyos Maquinchao, Quetrequile y Huahuel Niyeu. En la
parte oriental de la laguna se observan, excelentemente conservadas, antiguas líneas de
costa representadas mayormente por cordones psefíticos, que atestiguan distintos estadios
alcanzados por el cuerpo de agua en sucesivas etapas de disminución de su tamaño. Se
reconocieron varios pulsos, desde los situados a mayor altura relativa sobre el espejo de
agua actual, que sería de 60 a 68 m de acuerdo con Coira (1979), aunque Galloway et al.
(1988) mencionaron otro más elevado, a unos 100 m. Estas paleo líneas de costa tienen un
marcado paralelismo entre sí y también con respecto a la actual línea de ribera oriental de la
laguna.
Historia Geológica

Las rocas metamórficas de la Formación Cushamen atestiguan el primer evento


geológico reconocido en la comarca. Su edad fue referida al Neoproterozoico- Cámbrico y,
sobre la base de su relación con los granitoides famatinianos de la Formación Mamil
Choique, al momento de la intrusión las metamorfitas ya habían sido ascendidas a niveles
corticales más superficiales, con posterioridad a su deformación y enfriamiento. Durante la
Fase Oclóyica del ciclo Famatiniano se registró un plutonismo sincolisional, responsable de
la intrusión, en la caja metamórfica, de los granitoides ordovícicos de la Formación Mamil
Choique. Otro pulso intrusivo de este ciclo se desarrolló en el Devónico y está constuido
por las rocas filonianas de la Formación Neneo Rucá y las del Granito Viuda Gallo. Estas
rocas, al igual que las de la Formación Mamil Choique, están deformadas con posterioridad
a su intrusión y previo a la irrupción de un nuevo e intenso magmatismo, que tuvo lugar en
la comarca desde el Carbonífero hasta el Triásico. La actividad magmática del Ciclo
Gondwánico comenzó con la intrusión localizada de la Granodiorita Comallo, continuó con
otra más generalizada en el occidente del macizo Nordpatagónico, cual es la de los
granitoides de la Formación Lipetrén, para alcanzar magnitud regional con la masiva
erupción de vulcanitas mesosilícicas a ácidas, representadas en nuestra región por las
formaciones Sañicó y Garamilla, respectivamente. En los momentos de quietud magmática
se depositaron sedimentitas fluviales, representadas por la Formación Paso Flores, del
Triásico. Al igual que en otras regiones del Macizo (La Esperanza, Chasicó- Mencué,
Nahuel Niyeu) hacia el final del ciclo se registraron nuevos episodios plutónicos, agrupados
aquí en las Plutonitas Pilcaniyeu, del Liásico. El vulcanismo andesítico de la Formación
Taquetrén, del Jurásico medio a superior, constituiría la manifestación en esta región, de un
evento magmático durante el ciclo Patagonídico. Existen teorías contrapuestas sobre el
significado tectónico de estas rocas, ya que se lo ha vinculado a magmatismo de arco o bien
a vulcanismo derivado de extensión cortical durante la apertura del Atlántico. Sincrónico
con la fase final del vulcanismo hubo depósitos de rocas epiclásticas y químicas de
ambiente lagunar y fluvial de la formación Coyueque. Hasta el Cretácico superior la región
se vio sometida a una intensa erosión, desarrollándose una peneplanicie de alcance
regional. Sobre esa superficie se depositaron las rocas de origen fluvial de la Formación
Angostura Colorada. A partir del Campaniano- Maastrichtiano se produjo un cambio
significativo en la región, con la primera ingresión marina atlántica, durante la cual se
produjeron los depósitos de ambiente continental costanero y marino marginal
condicionado por mareas de la Formación Coli Toro. Estas condiciones habrían perdurado
hasta el Daniano inferior, época en que comienzan a manifestarse las sedimentitas
carbonáticas impuras y siliciclásticas de la Formación Roca. Con el ciclo Andico, durante el
Paleogeno se producen sucesivas migraciones del arco volcánico, generándose un arco
ensiálico de gran actividad en la región. En el Paleoceno se tienen las primeras
manifestaciones de actividad volcánica, que se hará manifiesta en el Eoceno, con la efusión
de términos ácidos hasta básicos y cuerpos subvolcánicos, concomitantes con una intensa
actividad del vulcanismo fragmentario y el desarrollo de facies de ignimbritas, representado
este amplio espectro por las formaciones Huanuluán y Huitrera y por las vulcanitas Las
Chacras como manifestaciones algo más distales. La intrusión de cuerpos hipabisales
gábricos, reunidos en la Formación Cerro Cortado y de amplia distribución en el norte de
Patagonia, durante esta misma época, no se vincularía con las manifestaciones del arco
magmático, sino que tendría afinidades con los basaltos de intraplaca. Depósitos tobáceos y
tufíticos fluviales y lacustres que generaron paleosuelos y niveles de diatomitas se
produjeron en las postrimerías de esa época. El fin del Paleogeno marcó una etapa de
intensa actividad volcánica básica en la región, derramándose sobre vastas extensiones
típicos basaltos olivínicos alcalinos, los que se diferenciaron de acuerdo a su área de
efusión en los basaltos Meseta de Coli Toro, Cari Laufquen y Rincón de las Bayas. Quizás
sincrónicamente tuvo lugar la implantación de un centro volcánico traquítico y basáltico,
cuyas efusiones, reunidas en el Complejo Agua de la Piedra, se manifestaron en parte del
sector oriental de la región. La actividad volcánica básica tuvo un momento de quietud en
el Mioceno, cuando las regiones deprimidas de gran parte del occidente del Macizo fueron
cubiertas por depósitos piroclásticos primarios y provenientes de su reelaboración, reunidos
en las formaciones La Pava y Collón Curá. A fines del Mioceno, la reactivación del
fallamiento distensivo a través de lineamientos estructurales vinculados con el sistema de
fracturamiento Comallo, originó emisiones basálticas localizadas que se extendieron, con
una nueva reactivación del fallamiento tensional, hasta el Cuaternario (basaltos Mulliar y
Trailacahue, Formación Campana, Basalto Rumay, Basalto Cráter). Simultáneamente con
este vulcanismo de intraplaca se generaron grandes niveles de abanicos aluviales en el oeste
de la región, vinculados con reactivaciones de corrimientos en el área cordillerana, y de
dimensiones más modestas en la zona oriental, en relación con la cuenca lacustre de Cari
Laufquen, cuyo crecimiento y posterior y paulatina merma se evidencia en los extensos
cordones de acreción, al tiempo que en los bordes de las mesetas basálticas se originaban
grandes volúmenes de depósitos de remoción en masa.
Sitios de interés geológico

Cordones de acreción de las lagunas Cari Laufquen Grande y Chica.

Se propone este sitio de interés geológico en función del notable desarrollo de las
antiguas líneas de costa de las lagunas, las que durante gran parte del Cuaternario
conformaban un único espejo de agua de grandes dimensiones, comparables al actual lago
Colhué Huapi, cuya altura habría llegado a 100 m sobre el nivel actual. Los cordones de
acreción del sector oriental de la laguna son los mejor conservados, llamando la atención el
paralelismo entre sí y con la línea de costa actual.

Coladas encauzadas del Basalto Cráter al este del cerro Anecón Grande
Muy buenos ejemplos de vulcanismo basáltico moderno se observan en las coladas
del Basalto Cráter situadas en las cabeceras del arroyo Huahuel Niyeu, al este del cerro
Anecón Grande. Están muy bien preservadas las formas derivadas del flujo de la lava,
como túmulis, canales de lava, túneles con los techos colapsados y otros.

Canteras de diatomita Lif Mahuida y María Isabel

Buenos ejemplos de depósitos de diatomitas y su intercalación con estratos de


piroclastitas reelaboradas se hallan en las canteras Lif Mahuida y María Isabel.
Generalmente hay más de un nivel con características de pureza aptos para su explotación,
con espesores de 0, 30 a casi 2 m. La diatomita es una roca sedimentaria silícea originada
por la acumulación de restos de algas microscópicas, las diatomeas, de color blanco
absoluto, y cuya característica más importante y motivo de su explotación es que es
altamente absorbente, utilizándose como filtro en la elaboración de aceites vegetales,
vaselinas, grasas, etc. Otras aplicaciones son como abrasivo ultrafino y como carga en
pinturas. Ultimamente se ha generado una reactivación en la explotación a raíz de su
utilización sanitaria para animales domésticos.
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