Algo Maravilloso...
Con el nombre de “las agujes de Cleopatra’ se
conocen dos abeliscos de granite absequiades a
las ciudades de Londres y Nueva York, respectiva-
mente, por los jefes del gobierno egipcio, el siglo
pasado... Cleopatra se llama un astercide des-
cubiertoa finales del siglo XIX, y ademds una divi-
nidad mitalégica. .. Ademds, Santa Cleopatra fue
sa de la Orden de San Basilio, que flo-
recié en el sigla X: pertenece al rito griego, y se le
venera el 20 de octubre... Se suele olvidar que
cuatro reinas del pais del Nilo se llamaron Cleo-
patra, pero la memoria de todas ellas se encuen-
tra enterrada en los mausoleos y en viejos libros
de historia.
Ninguna de las circunstancias anteriores tiene
mayor importancia, pues la Cleopatra inmortal,
fomoso, dnica en el mundo, la Cleopatra por la
que los capitanes romanos olvidaron su deber,
la inmortelizada por las artes, es aquella reina de
Egipte que nacié en el afio 69 antes de Cristo, tan
bella come inteligente, tan coprichosa como apa-
sionada. La misma que navego en una galera do-
rada con las velas de purpura, cubierta de flores,
para impresionar a quienes deseaba someter a su
voluntad, La que, seguin cuenta el historiador Pli-
nio, durante un suntuoso banquete disolvid una
de las perlas que llevabe en sus orejas, valuada en
diez millones de sestercios. No otra sino ella, la
legendaria reina que trastarné al Imperio Roma-
no, al extremo de que desaté guerras y sembré la
discordia entre los generales mds capacitados del
mundo. Marco Antonio, impresionado ante la be-
lleza y la magnificencia de esa mujer tantas veces
eélebre, llegé a quebrantar la ley que prohibia la
celebracién de un triunfo en otro lugar que no
fuera Roma, capital entonces del mundo, yen una
de los deslumbrantes fiestas que tuvieron lugar en
Alejandria, la proclamé “reina de los reyes”.
Dicen las crénicas que les actos que se realiza-
ron con motivo de la coronacién de la reina de
Egipto, fueron de lo mas fastuosos que imaginarse
puedan. Durante la ceremonia, Cleopatra se senté
en un trono de oro y plata, ataviada con una tela
riquisima y jamds vista que antes sélo se habia
empleado para las fiestas dedicadas a la diosa
Isis.
Tan interesante como su vida, fue su muerte.
Ti eee tke a om ta 18 de baile Oe
gCamo desaparecié Cleopatra, a cuya presencia
se inclinaban los ejércitos? ¢Cayé bajo el acero de
un pufal enemigo, sufrié los estragos de una en-
fermedad, o cargada bajo el peso de los aiios?
Preguntas tan interesantes requieren una amplia
respuesta, que conocerd el lector en el préximo
cuaderno. Mientras tanto, aqui se ofrece la prime-
ra parte de su maravillosa vida, tan sugestiva y
llena de intrigas que no.admite demora. Asi pues,
se invita al lector a leer la pioveliig version, con-
venientemente adaptada al género de las narra-
cionas ilustradas.
Lo anterior no quiere decir que ia conducta de
Cleopatra sea recomendable, ni mucho menos que
pueda servir de ejemplo. Lo que se quiere signifi-
cores el hecho de que una mujer, con su sola per=
sonalidad y su talento indiscutible, haya podido
trastornar a la nacién entonces més poderosa de
la tierra, que era la Roma de los Césares, y la cir
cunstancia indudable que hizo de la realidad una
leyenda: lo leyenda que lleva su nombre, la leyen-
da que los siglos recuerdan y que la pintura, la
musica, la escultura y la poesia se han encargado
de idealizar.
Por tales significaciones, su historia no podia
faltar en esta galeria de mujeres célebres.
Adaptacién Literaria: Javier Peialosa
Realizacién Artistica: Delia Larios
Portada: Ruy
EN EL PROXIMO NUMERO:
Uni rotate tan interesante como ol de la reina egipcia
no podia limitarse a un sola cuaderne ilustrada, y asi, el
préximo némaro de esta serie cada vex més leida on los.
pueblos de habla eapafola, llevard al titulo de EL SUENO
DE CLEOPATRA, on donde se contard su final y se reanu-
darén las incidencias de la extraordinaria mujer inmor-
talizada por la historia. No olvide adquirir con tiempo un
ejomplar de EL SUENO DE CLEOPATRA, ol mes entrants.
Se trata dal final da una de las mujeres més extraordi-
arias de todos los tiempos.