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Kenneth Cloke.
Introducción.
¿Será así de seguro el ambiente que provee la mediación?, ¿ocurrirá que algunas
personas deseen totalmente lo opuesto? Es decir, algunos que aceptan el proceso de
mediación por una razón diferente: no buscan una forma rápida de solución o una forma de
resolver un conflicto mediante el acuerdo proveniente del consentimiento libre e informado
de ambas partes; lo que desean: utilizar a la mediación para ganar tiempo, para legitimar el
abuso de poder que resulta de sus habilidades, capacidades y energías superiores en
relación a la otra parte. En pocas palabras: existen personas que desean obtener un lucro
excesivo, que legal o moralmente no les corresponde, aprovechándose del ambiente de
1
CLOKE, Kenneth. Mediating Dangerously: The Frontiers of Conflict Resolution. New York, NY, USA, John Wiley &
Sons, 2001, p 20.
2
VINYAMATA CAMP, Eduard, Aprender Mediación, Paidós, Barcelona, 2003, p. 17.
3
WEIGAND, Edda (Editor). Negotiation and Power in Dialogic Interaction. Philadelphia, PA, USA: John Benjamins
Publishing Company, 2001. p 23.
neutralidad e imparcialidad que brinda la mediación utilizan el engaño y la manipulación
para obtenerlo.
En pocas palabras: puede ser que el proceso de mediación no sea tan seguro
como se quisiera. Lo que nos lleva a planearnos preguntas más difíciles de contestar:
¿será fácil descubrir tales escenarios?, ¿cómo descubrir el peligro e intenciones de los que
pretenden abusar de su poder, si las conductas engañosas que proyectan generalmente
son sutiles?, ¿qué debe hacer el mediador para corregirlas? Y finalmente: ¿qué
consecuencia puede tener el ignorarlas?
Si bien es cierto que existen gran número de acepciones de la palabra poder, para
efectos del presente trabajo y en relación con el proceso de mediación significará8:
PODER: la habilidad relativa de las partes para ejercer energía e influir en el proceso
de la mediación para satisfacer sus intereses propios9. Es decir, la capacidad de una
parte para intentar producir efectos o influencia en la otra10.
Existen muchas fuentes generadoras de “poder”. Algunas se dan por la edad, los
estudios, la posición institucional o jerárquica, las capacidades de comunicación o
negociación, la capacidad para ocultar las verdaderas intenciones y sentimientos: actuar,
etc.11
Ahora bien, es claro que este “poder” difiere de persona a persona. La diferencia
entre las habilidades y capacidades de los seres humanos, tanto en la mediación como en
la vida, es algo natural. Es muy difícil que en la mediación exista un equilibrio entre las
partes, difícilmente será como en el box: los boxeadores de un mismo peso pelean
Organización de Estados Americanos, 2002, pp. 57 a 80.
7
Diccionario de la Lengua Española, Vigésimo segunda edición. www.rae.es
8
Parecida a la definición de poder en sentido etológico, que puede definirse apelando a la idea de causalidad, como la
capacidad que un sujeto o un grupo de sujetos tienen para influir (desviando, impulsando, frenando) en la conducta de
otros sujetos de su misma especie o de otra especie distinta. Vinyamata Camp, Eduard. Conflictología, España: Editorial
Ariel, 2004, p 119
9
Así lo definen los textos del Proyecto para la mediación en México. Se recomienda acudir a la página de dicho proyecto:
http://www.mediacionenmexico.org/ryhmediador/desbalance.pdf
10
FRASER, Bruce. Negotiation and Power in Dialogic Interaction. Philadelphia, PA, USA, John Benjamins Publishing
Company, 2001. p 25.
11
Idem. Para el autor Bruce Fraser de la Universidad de Boston existen tres fuentes de poder a las que acuden las
partes:
A. Poder Personal: poder conferido por la edad (sobre todo en países asiáticos); poder conferido por un estatus social
más elevado, experiencia en áreas importantes del conocimiento y recursos financieros. Poder adicional viene de las
habilidades cruciales para la negociación, presentes en aspectos del lenguaje: habilidades para escuchar, ser articulado,
pericia en el análisis lógico, control de las emociones, creatividad para resolver problemas, valores, hábitos.
B. Poder por Posición. La segunda fuente de poder deriva de la autoridad institucional que tiene una de las partes pero
no la otra; o el poder que se tiene por que la ley, la práctica, la tradición o el ritual están de su lado. Otros aspectos del
poder por puesto o posición incluye la responsabilidad de obtener algunos resultados y la indeferencia en el resultado de
la negociación que tiene una parte, es decir, el poder que surge cuando a una de las partes no le importa el resultado de la
negociación y por lo tanto no esta sujeta a la presión del resultado.
C. Poder por de una parte de infringir daño en la otra parte. Esta fuente de poder se presenta, por ejemplo: cuando una
parte tiene en su poder información no publica pero vergonzante acerca de la otra; cuando una de las partes tiene
conexiones importantes fuera del ámbito de la mediación a las que pueden recurrir para ser apoyada.
únicamente con sus iguales, nunca se enfrenta un peso pesado y un peso ligero, inclusive,
las oportunidades de enfrentamientos se dan entre personas con un número de peleas
similar o jerarquía boxística.
El Doctor en psicología social y abogado Joseph Redorta, en su libro “El poder y sus
conflictos o ¿Quién puede más?”, recomendable para quien quiere conocer sobre los temas
de la estructura del poder y el conflicto, comenta al respecto:
“Entendemos por relaciones desequilibradas aquellas en las que se atribuye más poder a
una parte en detrimento de otra. Así la relación profesor/alumno es desequilibrada, lo es la
relación médico/enfermo, lo es la relación entre un padre y su hijo (cuando éste aún no es
adulto), entre un banco y un pequeño impositor, etc. Las relaciones equilibradas se refieren
a situaciones donde la igualdad está mucho más presente…”13
El mismo Joseph Redorta realiza una atinada clasificación sobre las distintas
fuentes que originan el desequilibrio de poder. Dos de las fuentes analizadas por el
autor, que a los os ojos de las personas presentan distintas características, tienen que ver
con el propósito el presente trabajo:
1. La fuerza bruta. El ejercicio de poder amenazador tiene que ver con la capacidad de
producir daño físico. La historia de la evolución del armamento y la historia de las
guerras no son sino la historia de la evolución de cómo la tecnología aumenta la
fuerza bruta.
Ahora bien, estas conductas generalmente se dan a través de medios externos, como
los gritos, amenazas; lo que conlleva que el mediador las pueda descubrir mas fácil y poder
prevenirlas. Las que nos interesan y abordaremos en el presente trabajo, son las sutiles y
encubiertas
“Mentir es una característica tan central de la vida humana que una mejor comprensión de
ella resulta pertinente para casi todos los asuntos humanos…la fuerza y el fraude son dos
procesos vitales básicos que configuran los procesos de competición y, por tanto,
relacionados con el poder. Si observamos las mil trampas que nos ofrecen los animales
para atrapar mediante el engaño a sus presas, nos daremos cuenta de lo potente que
resulta la capacidad de ejercer fuerza, unida a la de generar engaño. Desde la araña que
12
De la traducción a la frase en idioma ingles: “power imbalance”.
13
REDORTA, Joseph, El poder y sus conflictos o ¿Quién puede más?, Paidos, Barcelona, 2005, p. 72.
espera paciente entre hilos invisibles hasta el calamar que huye entre su tinta o el gato que
espera silenciosos ocultando su presencia, parece claro que se pretende engañar a la
presa. En la naturaleza la capacidad de engañar puede ser crítica para sobrevivir y adopta
mil formas, desde cambios de color de la piel para camuflaje hasta enterrar nidos o usar
venenos…En los humanos, la palabra mentira tiene una fuerte connotación negativa. El
hecho de engañar a alguien tiene una fuerte reprobación moral…Mentir significa, en
general, dar una información falsa o falseada con intención de obtener un comportamiento
del otro acorde a nuestros intereses...Lo significativo aquí, y a nuestros efectos, es que la
persona que engaña tiene las opciones de decir o no la verdad y, por tanto, está en una
situación de dominio. Podemos pensar, por ejemplo, que alguien tiene más información
que otro y le oculta la información relevante. Lo importante es que lo que se pretende es un
comportamiento concreto del engañado (que siga haciendo lo mismo al no saber la verdad,
etc.)…la manipulación es siempre tergiversación de la realidad orientada a conseguir
objetivos que pueden ser más o menos legítimos. “14
B. Establecer la compleja obligación del mediador (sobre todo para el mediador que
desempeña su labor los centros de mediación del Estado), consistente en cuidar que el
convenio o acuerdo otorgado entre las partes provenga de la voluntad libre e
informada de los mismos, no esté viciado en el consentimiento, y que en
consecuencia no sea contrario a derecho y a la moral.
14
Ibidem, pp. 73-75.
Si bien es cierto no hay un consenso universal sobre los principios de la mediación y
las obligaciones del mediador, se puede coincidir que la mediación se sustenta en los
principios de neutralidad e imparcialidad15.
El denominado “Proyecto de Mediación en México” 16 de la American Bar
Asocciation, Freeedom House y la USAID, señala y define como dos de los principales
principios que rigen a la mediación:
El autor Eduard Vinyamata Camp sugiere unas de las actitudes y conocimientos que
debe poseer el mediador: “…imparcialidad…, sensibilidad para no dejarse influir por las
expresiones del conflictos y los intentos de las partes de que se ponga de su lado en contra
de la otra…”.17
Por otra parte, el Reglamento del Centro de Mediación y Conciliación del Poder
Judicial del Estado de México será citado a lo largo del presente trabajo como ejemplo de
las legislaciones que regulan la mediación ofrecida por los órganos del Estado, define a
dichos principios:
“Principio de neutralidad.
Artículo 1.12. Los mediadores-conciliadores no deben hacer alianza con ninguno
de los participantes en conflicto.
Principio de imparcialidad.
Artículo 1.14. El mediador-conciliador asignado a un determinado asunto, no
debe actuar a favor o en contra de alguno de los participantes en conflicto.”18
15
Principios que rescatan leyes y reglamentos en el mundo. Por ejemplo: la Ley de Mediación de Cataluña España, en su
artículo 12 habla sobre el principio de imparcialidad; la Ley de Mediación de Córdoba Argentina en su artículo 4º habla
sobre el principio de neutralidad; La Ley No. 5 de Panamá, en su artículo 53 se refiere también al principio de neutralidad.
16
“Mediación en México” de la American Bar Asocciation, Freeedom House, la USAID, y participantes mexicanos. En
septiembre del 2001, el LALIC-Consejo para las Iniciativas Jurídicas de Latinoamérica de la American Bar Association
(ABA), la Sección de Resolución de Controversias de la propia ABA y Freedom House iniciaron un proyecto para
incrementar el uso de la mediación en México. Este proyecto es financiado por USAID/México y funciona como
catalizador -impulsando el uso de la mediación en México, en la forma que México estime conveniente- creando
oportunidades para el diálogo, el aprendizaje y el desarrollo.
http://www.mediacionenmexico.org/mediacionenmexico.asp
17
VINYAMATA CAMP, Eduard, Aprender…, p. 26.
18
Reglamento del Centro de Mediación y Conciliación del Poder Judicial del Estado de México.
En general se ha dicho: “…El mediador es un extraño o tercero imparcial que asiste a
las personas en conflicto para que mutuamente lo resuelvan…”19 ¿Significa que si el
mediador interviene para equilibrar la sustancial asimetría de poder estará atentando
contra la principios de imparcialidad y neutralidad? ¿Si se percata del engaño y la
manipulación de una de las partes dejará de actuar para no convertirse en defensor de la
parte más débil?
El Director del Centro deberá de asegurarse que los convenios no adolezcan de vicios
del consentimiento por lo que no podrán autorizarse convenios que no fuesen resultado de
las sesiones de mediación o conciliación desarrolladas en el centro.
En otras palabras: los acuerdos o convenios otorgados por las partes deben ser:
razonables, efectivos, aceptables22, ya que provienen de la voluntad informada y libre de
19
WEINSTEIN, Rebecca Jane. Mediation in the Workplace : A Guide for Training, Practice & Administration. Westport, CT,
USA: Greenwood Publishing Group, Incorporated, 2000, p 55.
20
Lo anterior, como ya se ha establecido, se da sobre todo en los centros de mediación a cargo de los órganos del
Estado, que cuentan con reglas específicas de conducta, donde el Estado vela por la satisfacción de las personas que
acuden a recibir sus servicios.
21
Decimos difícil, ya que el mediador deberá ser de tal manera sutil al reequilibrar el poder, que la parte que lo ejercía
sobre la más débil no sienta que el mediador se convierte en abogado de la débil, e injusto con ella por tener más
habilidades e influencia. .
vicios, con plena certeza que dichos convenios no atentan contra la moral o leyes de orden
público: límites de la propia voluntad23.
I. CAPACIDAD;
II. AUSENCIA DE VICIOS EN EL CONSENTIMIENTO;
III. QUE EL OBJETO, MOTIVO O FIN SEA LICITO;
IV. FORMALIDADES, SALVO LAS EXCEPCIONES ESTABLECIDAS POR LA LEY.
Por lo tanto, es congruente que el reglamento de mediación antes estudiado exija que
el convenio y proceso de mediación estén libres de vicios del consentimiento, su objeto sea
lícito y no atente a la moral. Por otro lado, recordemos que los vicios del consentimiento de
acuerdo al mismo ordenamiento, son:
22
FERNANDEZ RIOS, Manuel. Formación de Mediadores. Revista de Psicología del trabajo y de las organizaciones. 1996
Vol. 12 (2-3) 14 páginas, España: Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, 2003, p 7.
23
Recordemos que la voluntad tiene límites, los actos jurídicos también. El Código Civil para el Estado de
México y los demás Códigos Civiles de la República Mexicana (así también de gran parte del Mundo
Occidental), contienen disposiciones en éste sentido: Artículo 1.3.- La voluntad de los particulares no puede
eximir de la observancia de la ley, ni alterarla o modificarla. Sólo pueden renunciarse los derechos privados
que no afecten directamente al interés público o cuando no perjudiquen derechos de terceros.
ARTÍCULO 7.52. EL CONSENTIMIENTO NO ES VÁLIDO SI SE SUFRE LESIÓN, SI SE DA POR ERROR,
ARRANCADO POR VIOLENCIA O SORPRENDIDO POR DOLO O MALA FE.
Antes de lidiar con desequilibrio sustancial de poder y con los posibles vicios de
consentimiento que puedan surgir, el mediador debe reconocer los indicios que los
preceden.
Tarea fácil en ciertas circunstancias: cuando una parte insulta, grita y amenaza a
su contraria, donde es fácil de reconocer y prevenir tales conductas24, en donde la fuerza
física o moral es observable a simple vista. Sin embargo, el uso del poder es más sutil:
cuando no hay gritos, aspavientos, miradas o amenazas claras; situaciones de poder
jerárquico o familiar. Lo difícil es cuando el engaño o la manipulación aparecen, ya que
generalmente no son tan aparentes.
24
Situaciones en donde es suficiente que el mediador les recuerde a las partes sobre el respeto que deben
guardar durante el proceso de mediación, le pida al más poderoso que permita hablar a la otra, etc.
25
De acuerdo a la vigésimo segunda edición del Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia
Española: 1. f. Arte de bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar, persuadir o
conmover. Página web: www.rae.es
(Lupus et Agnus). A continuación se transcribe el sabio ejemplo que nos descubre
algunos argumentos26 empleados por el que desea engañar y mentir:
La fábula anterior nos provee de ciertos indicios para descubrir la conducta del que
quiere abusar de su poder. Quien lo hace: busca ante todo legitimarse; si la legitimación o
argumento son rebatidos, intenta hacerlo de nuevo, aún sin razón; intentará sostener lo
insostenible. Estudiémosla más a fondo.
El lobo intenta justificarse ante los argumentos válidos del cordero; ahí es cuando se
vuelven más claras sus intenciones: no escucha los argumentos de la otra parte, bien
sabe que el cordero lleva razón, aun así, intentará justificar su abuso.
Hay que ser muy cuidadosos: la conducta del lobo no es una simple necedad o el
deseo legítimo de influir en la otra parte. El mediador sabe que en muchas ocasiones,
aunque equivocada, es sincera la postura inamovible de las partes. Generalmente
están acostumbradas a ganar o perder, el todo o nada27; a simple vista parecen personas
necias28, simplemente. La conducta del lobo es diferente:
A. EL RELATO.
2. La arrendadora le permitió pagar las rentas después de vencida la fecha de pago, sin
cobrarle pena convencional o interés por mora. Llego el momento en que el arrendatario
le adeudaba 8 rentas, también debía una importante cantidad por adeudos de agua
equivalente al importe dos rentas.
La renta era justa, similar a los precios ofrecidos para espacios grandes, pero en
términos prácticos el local resultaba demasiado grande para las necesidades del
arrendatario. Por ello, la arrendadora le propuso desocupar el local y cambiarse a uno
más pequeño a tres metros de distancia del inmueble en cuestión. Para tal efecto le
concedería las siguientes ventajas: el plazo de 3 meses para encontrar un local más
30
WEIGAND, Edda (Editor), op. cit., p. 22
económico (existían locales disponibles, baratos y decorosos en el edificio de junto); quita
equivalente al 50% del pago de rentas y del adeudo de agua; conservar el numero
telefónico conocido por sus clientes, y colgar publicidad que pudiera indicar su nueva
ubicación.
Pedir no empobrece, reza el dicho popular. Hasta aquí, el lector tal vez no
perciba nada raro. Puede verse como uno de esos casos en lo que una de las partes
solicita mayores ventajas (en comparación a lo que legalmente le corresponden).
Sin embargo, no es así: recordemos que no sólo esta negociando ventajas para si,
como cualquiera lo haría, sostiene sus argumentos en la injusticia contra él
cometida, tiene un casus belli para no negociar. ¿En que momento se complicó el
asunto?
B. LA REFLEXIÓN.
Con renovado sentido nos resulta la necesidad de aclarar a las partes que el
mediador y el proceso de mediación son distintos a la actividad y labor del juez; que el
mediador no decide por las partes, que son las partes las que negocian su propio
acuerdo, él les facilita el proceso, las ayuda, etc. Recordar a las partes que si bien es un
proceso de comunicación, se sigue negociando, que deben participar (con respecto y
lealtad) activamente para influir en el resultado del mismo.
Hay que aclarar que, a simple vista, la arrendadora parecía ser hábil para
comunicarse: era articulada, no era una persona de escasa preparación. Su problema
consistía en su incapacidad para enfrentar, confrontar y discutir de frente al arrendatario.
Lo anterior no es poco común: ¿a quién no le resulta casi imposible solicitar indicaciones
sobre alguna dirección; le resulta difícil quejarse frente a un prestador de servicios que no
ha realizado correctamente su trabajo; le da pena confrontarse directamente con otra
persona en una discusión, aún en el caso de una situación controlada? Tal vez, a los que
somos abogados nos resulta fácil, pero no todo mundo cuenta con esta capacidad.
El mediador no contó con los elementos para captar tal desventaja. Por otro lado, sí
tuvo elementos para sentirse satisfecho del convenio: a) La rapidez con que la
arrendadora accedió a firmarlo, lo interpretó como signo del pleno convencimiento. b) Al
renunciar a casi $70,000.00 adeudados por el arrendatario, se confirmaba, para él, que la
arrendadora era una persona sumamente caritativa o adinerada.
3. El factor del engaño y la manipulación. No olvidemos que el arrendatario preparó
par si un casus belli: la arrendadora cometía una injusticia directa contra su persona al no
dispensarle el pago total de los adeudos generados; mintió sobre su situación económica
(no era al grado precaria como decía), tenía capacidad de pagar sus adeudos. Deseaba
ganar tiempo, desesperar a la arrendadora y pagar lo menos posible.
a) Por una parte: un arrendatario que exige el cumplimiento del convenio “libremente”
suscrito por las partes. Convenio otorgado en un proceso abierto y transparente como es
la mediación. Convenio que inclusive contiene las frases: “…las partes se manifiestan
sabedoras de los términos del presente convenio. Que han sido informadas de todas y
cada una de las implicaciones del mismo, por lo tanto manifiestan que no existe dolo,
mala fe, o cualquier otro vicio del consentimiento que pudiera invalidar el mismo…”
b) Por otro lado; una arrendadora que pide al juez la nulidad del mismo, toda vez que
firmó el convenio sin saber realmente lo que firmaba, que confió en el mediador y por tal
motivo lo firmó; que no sabía realmente la situación económica del arrendatario, que fue
engañada y manipulada por el arrendatario.
Por lo anterior, es que nos atrevimos a sugerir al inicio del presente trabajo: la
mediación se puede convertir en un instrumento para legitimar ciertas conductas
abusivas.
He aquí una alerta para el mediador: la rapidez del acuerdo entre las partes no
significa que ambas están suficientemente convencidas del mismo. ¿Cómo sucedió lo
anterior?
31
Código Civil del Estado de México, artículos: 7.10 en adelante.
El proceso de negociación previo a la mediación había durado varios meses, al
menos cinco. Fue agotador para la arrendadora, el arrendatario solamente ganaba
tiempo. La arrendadora sintió alivio en el proceso de mediación, se dejó guiar y firmó el
convenio. Si no valoramos cuanto tiempo ha durado el conflicto o el proceso de
negociación previo a la mediación, dos partes que se arreglan en la segunda sesión
parecerán las más satisfechas
C. RECOMENDACIONES.
Una vez planteados algunos de los muchos los elementos que hicieron compleja la
labor del mediador, intentamos sugerir algunas acciones a seguir en casos similares.
Aclaramos que nada nuevo proponemos al respecto, toda vez que nos serviremos
de las técnicas que de siempre se han sugerido implementar en la mediación. Repasemos
tan solo algunas de estas.
En nuestro caso, eran bastante similares los conocimientos teóricos de las partes:
escolaridad preparatoria, ambos comerciantes desde hacía 15 años, con negocio propio.
Ciertamente era imposible que el mediador se percatara a primera instancia del
desequilibrio de poder presentado por las partes. Por lo que hay que recordar que el
proceso de mediación sigue siendo un proceso de comunicación entre las partes; si una
de ellas carece de habilidades para expresar y confrontar sus sentimientos, ideas y
derechos, estará en desventaja respecto de la otra.
Razón por la cual se sugiere hacer una evaluación previa y general de las
habilidades de comunicación de las partes, del conocimiento personal y legal del tema de
conflicto, del tipo de relación que se tiene con la otra parte, etc.
I. Conocer la duración del conflicto. Quedó establecido que un acuerdo bien puede
otorgarse por desgaste de alguna de las partes, sobre todo cuando el plan de la otra es
ganar tiempo y desesperar a la otra durante la negociación previa a la mediación.
Razón por la cual se ha sugiere indagar sobre los datos de modo, tiempo y lugar en
que se ha desarrollado el conflicto, la intensidad del mismo, y la actitud de las partes a lo
largo del mismo. Datos que el mediador tendrá que analizar para determinar si las partes
acuden a la mediación con un deseo legítimo de resolver el conflicto, o de alargarlo o
sacar ventaja del mismo.
III. Destapar y descubrir todos los elementos del conflicto. Que nada
quede oculto.
Tal vez es el elemento más importante. Un intento fallido para resolver conflictos es
callarlos; se piensa que entre menos se escarbe en el conflicto, menos problemas saldrán
a la luz. Nada más contrario a lo que se debe proponer en la mediación. Si dichos
sentimientos, motivos, pensamientos, datos, no se destapan durante el proceso de la
mediación, sobre todo aquellos que intencionalmente se ocultaron, surgirán tarde o
temprano.
Lo que parece fácil de hacer cuando las personas son abiertas y sinceras. No
cuando se trata de alguien habilidoso para ocultar sus verdaderos objetivos; que ha
preparado para sí un casus belli como el de nuestro arrendatario, que pretende engañar y
ocultar información, así como las verdaderas intenciones de sus actos. Tampoco fácil
cuando se trata de personas sinceras y honestas, que no expresan fácilmente sus
sentimientos, que no pueden confrontar sus ideas.
32
CLOKE, Kenneth. Op, cit., p 42.
33
De los documentos del “Proyecto mediación en México:http://www.mediacionenmexico.org/ryhmediador/tecnbasmed.pdf
Por lo tanto, para conocer los argumentos e intenciones de las partes, por muy ocultas
que sean, es necesario escuchar y realizar las preguntas apropiadas.
Una pregunta pudo hacer brotar la falta de argumentos válidos del arrendatario, por
ejemplo: pedir que se clarifiquen ciertos términos con la intención de que todos los
presentes tengan un entendimiento nítido de lo que se dice: “…señor arrendatario, ¿cuándo
habla usted de injusticia se refiere a la situación económica por la que ésta pasando en su
negocio…por favor podría comentar más al respecto…”
La conclusión del arrendatario (casus belli) era que a arrendadora cometía una
injusticia en su contra. Para que sea sostenible la afirmación del arrendatario, tendríamos
que indagar las premisas, argumentos o ideas en las que sostiene tal conclusión. Si
alguna de estas es falsa, lo será por tanto también la conclusión. Si el arrendatario
concluye que es justo que no pague nada por haber arrendado el local por más de ocho
años, bastaría preguntarle en que se basa para sostener tal conclusión: ¿en la ley?, ¿en
la religión?, ¿en la moral?
34
Señal o indicio por donde se infiere algo o se viene en conocimiento de ello. Cada una de las dos primeras
proposiciones del silogismo, de donde se infiere y saca la conclusión. Vigésimo segunda edición del Diccionario de la
Lengua Española de la Real Academia Española, versión electrónica: www.rae.es.
35
Para conocer de otras formas de persuadir a través de las palabras, descifrar los engaños y estratagemas de los que
engañan, se recomienda al mediador: SCHOPENHAUER, Arthur, El arte de tener razón expuesto en 38 estratagemas,
(traducción y estudio de Dionisio Garzón) Biblioteca Edaf, 10ª edición, España, 2005.
36
URY, William, Supere el no, cómo negociar con personas que adoptan posiciones obstinadas, Editorial Norma,
Colombia, 1993, p. 19. Libro que se recomienda para conocer de otras estrategias que toman las personas obstinadas.
El propósito es explorar si las partes pueden satisfacer mejor sus intereses por medio de un acuerdo o un proceso como el
de la mediación, o tienen una MEJOR ALTERNATIVA A UN ACUERDO NEGOCIADO (MAPAN).
De hacerse ésta dinámica, un argumento de injusticia no será sostenible delante de
la otra parte o del mediador. Si decide continuar la mediación, tendrá que ceder en sus
pretensiones; si insiste en su casus belli, a pesar de que su falta de argumento está
totalmente expuesta, tendrá que suceder lo que sugerimos en el siguiente punto.
Nuevamente, hay que destapar todo lo que subyace en el conflicto, no dejar nada
oculto, nada que posteriormente pueda surgir y afectar el consentimiento de las partes.
Desde nuestro particular punto de vista, la mediación debe ser un proceso que
orille a las partes a hacerse responsables de sus actos y sus consecuencias. En el caso
planteado, de haberse terminado dicho proceso por causas imputables al arrendatario, lo
más probable es que la arrendadora lo hubiera demandado. El arrendatario hubiera tenido
que responsabilizarse de sus deudas, máxime si tenía la capacidad económica para
hacerlo, responsabilizarse de no haber aceptado las ventajas en un principio ofrecidas por
la arrendadora. No todos los conflictos deben resolverse a través de la mediación. El caso
planteado es uno de ellos, debió darse por terminado. En cambio resulto en un convenio
viciado de dolo y mala fe, inclusive lesión.
37
Cloke, Kenneth. Op. cit., p 89.
BIBLIOGRAFÍA.
1. CLOKE, Kenneth. Mediating Dangerously: The Frontiers of Conflict Resolution. New York,
NY, USA, John Wiley & Sons, 2001.
4. FRASER, Bruce. Negotiation and Power in Dialogic Interaction. Philadelphia, PA, USA, John
Benjamins Publishing Company, 2001. p
7. REDORTA, Joseph, El poder y sus conflictos o ¿Quién puede más?, Paidos, Barcelona,
2005.
9. URY, William, Supere el no, cómo negociar con personas que adoptan posiciones
obstinadas, Editorial Norma, Colombia, 1993.
12. WEIGAND, Edda (Editor). Negotiation and Power in Dialogic Interaction. Philadelphia, PA,
USA: John Benjamins Publishing Company, 2001.
13. WEINSTEIN, Rebecca Jane. Mediation in the Workplace : A Guide for Training, Practice &
Administration. Westport, CT, USA: Greenwood Publishing Group, Incorporated, 2000.
LEYES.
Código Civil del Estado de México
Reglamento del Centro de Mediación y Conciliación del Poder Judicial del Estado de México.
PÁGINAS WEB.
www.mediacionenmexico.org
www.mediate.com
www.rae.es