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(En vigor para auditorías de estados financieros por los periodos que comiencen en, o después del, 15
de diciembre de 2005. El apéndice contiene modificaciones de adaptación de la norma que entran en
vigor en una fecha futura)
Introducción
El propósito de esta Norma Internacional de Auditoría (NIA) es establecer normas y dar lineamientos
sobre el objetivo y los principios generales que gobiernan una auditoría de estados financieros. También
describe la responsabilidad de la administración por la preparación y presentación de los estados,
financieros y por la identificación del marco de referencia de información financiera que se ha de usar
para preparar los estados financieros, al cual se refiere la NIA como el "marco de referencia de
información financiera aplicable".
El objetivo es facilitar al auditor expresar una opinión sobre si los estados financieros están
preparados, respecto de todo lo importante, de acuerdo con un marco de referencia de información
financiera aplicable.
El auditor debe cumplir con los requisitos Éticos relevantes relativos a los
Trabajos de auditoría.
Según se discute en la NIA 220, Control de calidad para auditorías de información financiera histórica,
los requisitos éticos relativos a auditorías de estados financieros ordinariamente comprenden las partes
A y B del Código de ética para Contadores Profesionales, de la Federación Internacional de Contadores
(el Código de IFAC) junto con los requisitos nacionales que sean más estrictos. La NIA 220 identifica
los principios fundamentales de Ética profesional establecidos por las partes A y B del Código de IFAC y
expone las responsabilidades del socio del trabajo respecto de los requisitos Éticos. La NIA 220
reconoce que el equipo del trabajo tiene derecho a apoyarse en los sistemas de una firma para
cumplir con sus responsabilidades respecto de los procedimientos de control de calidad aplicables al
trabajo particular de auditoría (por ejemplo, en relación con las capacidades y competencia del personal,
a través de su reclutamiento y entrenamiento formal; con la independencia mediante la acumulación y
comunicación de información relevantes sobre la independencia; mantenimiento de las relaciones con el
cliente por medio de la aceptación y sistemas de continuación; y con la adhesión a requisitos
reguladores y legales mediante el proceso de monitoreo), a menos que la información provista por la
firma u otras partes sugiera lo contrario.
El auditor debe conducir una auditoría de acuerdo con las normas inter- nacionales de auditoría.
Las NIA’s contienen principios básicos y procedimientos esenciales junto con lineamientos relacionados
en forma de material explicativo y de otro tipo, incluyendo apéndices. Los principios básicos y
procedimientos esenciales se han de entender y aplicar en el contexto del material explicativo y de otro
tipo que da lineamientos para su aplicación. Se considera el texto de toda una norma para entender y
aplicar los principios básicos y procedimientos esenciales.
El auditor puede también conducir la auditoría de acuerdo tanto con las NIA
Como con normas de auditoría de una jurisdicción o país específico.
El término "alcance de una auditoría" se refiere a los procedimientos de auditoría que. A juicio del auditor
y con base en las NIA, se consideran apropiados en las circunstancias para lograr el objetivo de la
auditoría.
Para determinar los procedimientos de auditoría que ha de desempeñar para conducir una auditoría de
acuerdo con las NIA, el auditor debe cumplir con cada una de las NIA relevantes a la auditoría.
Al desempeñar una auditoría, se debe pedir a los auditores que cumplan con otros requisitos
profesionales, legales o de regulación además de las NIA. Las NIA no dominan sobre las leyes y
regulaciones locales que gobiernan una auditoría de estados financieros.
Cuando el auditor conduce la auditoría de acuerdo con las NIA y con normas de auditoría de una
jurisdicción o país específico, además de cumplir con cada una de las NIA relevantes a la auditoría, el
auditor también desempeña cualesquier procedimientos adicionales necesarios para cumplir con las
normas relevantes de dicha jurisdicción o país.
Escepticismo profesional
El auditor debe planear y desempeñar una auditoría con una actitud de escepticismo profesional
reconociendo que pueden existir circunstancias que hagan que los estados financieros estén
representados erróneamente en una forma de importancia relativa.
Una actitud de escepticismo profesional significa que el auditor hace una evaluación crítica, con una
mentalidad cuestionarte, de la validez de la evidencia de auditoría obtenida y estar alerta a
evidencia de auditoría que contradiga o ponga en duda la confiabilidad de los documentos y
respuestas a averiguaciones y otra información obtenida de la administración y de los encargados del
gobierno corporativo. Razonables sobre las que se base la opinión del auditor.
Seguridad razonable
Un auditor que conduce una auditoría de acuerdo con las NIA obtiene seguridad razonable de que
los estados financieros tomados como un todo están libres de representación errónea de importancia
relativa, ya sea debida a fraude o a error. Seguridad razonable es un concepto relativo a la acumulación
de la evidencia de auditoría necesaria para que el auditor concluya que no hay representaciones
erróneas de importancia relativa en los estados financieros tomados como un todo.
Un auditor no puede obtener seguridad absoluta porque hay limitaciones inherentes en una auditoría que
afectan la capacidad del auditor para detectar representaciones erróneas de importancia relativa.-
Estas limitaciones son resultado de factores como los siguientes:
• El uso de pruebas.
• Las limitaciones inherentes del control interno (por ejemplo, la posibilidad de que la
administración sobrepase el control o de colusión).
• El hecho de que la mayor parte de la evidencia de auditoría es persuasiva más que conclusiva.
También, el trabajo emprendido por el auditor para formar una opinión de Auditoría está impregnado de
juicio, en particular respecto de:
a. La compilación de evidencia de auditoría, por ejemplo, al decidir la Naturaleza,
oportunidad y extensión de los procedimientos de auditoría.
b. La extracción de conclusiones con base en evidencia de auditoría compilada, por ejemplo,
evaluar lo razonable de las estimaciones hechas por la administración para preparar los estados
financieros
En consecuencia, debido a los factores descritos antes, una auditoría no es una garantía de que los
estados financieros estén libres de representación errónea de importancia relativa, porque la seguridad
absoluta no es asequible. Más aún, una opinión de auditoría no asegura la futura viabilidad de la entidad
ni la eficiencia ni efectividad con que la administración haya conducido los asuntos de la entidad.
Las entidades siguen estrategias para lograr sus objetivos y, de acuerdo con la naturaleza de sus
operaciones e industria, el entorno de regulación en que operan, así como su tamaño y complejidad, se
enfrentan a una diversidad de riesgos de negocios. La administración es responsable de identificar estos
riesgos y de responder a ellos. Sin embargo, no todos los riesgos se relacionan con la preparación de los
estados financieros. Finalmente, al auditor le interesan solo los riesgos que puedan afectar a los estados
financieros.
El auditor obtiene y evalúa evidencia de auditoría para obtener seguridad razonable sobre si los estados
financieros dan un punto de vista verdadero y razonable o están presentados razonablemente, respecto
de todo lo importante, de acuerdo con el marco de referencia de información financiera aplicable. El
concepto de seguridad razonable reconoce que hay un riesgo de que la opinión de auditoría sea
inapropiada. El riesgo de que el auditor exprese una opinión de auditoría inapropiada cuando los estados
financieros están representados erróneamente, en una forma de importancia relativa, se conoce como
"riesgo de auditoría."
El auditor debe planear y desempeñar una auditoría para reducir el riesgo a un nivel aceptablemente
bajo, que sea consistente con el objetivo de una auditoría. El auditor reduce el riesgo de auditoría al
diseñar y desempeñar procedimientos para obtener evidencia suficiente apropiada de auditoría para
extraer conclusiones razonables en las que se base una opinión. Se obtiene seguridad razonable cuando
el auditor ha reducido el riesgo de auditoría a un nivel aceptablemente bajo.
El auditor considera el riesgo de representación errónea de importancia relativa a nivel general de estado
financiero, que se refiere a riesgos de representación errónea de importancia relativa que se relacionan
de manera dominante con los estados financieros como un todo y, potencialmente, afectan a muchas
aseveraciones. Los riesgos de esta naturaleza a menudo se relacionan con el entorno de control de
la entidad (aunque estos riesgos pueden también relacionarse con otros factores, como condiciones
económicas a la baja), y no son necesariamente riesgos identificables con aseveraciones específicas a
nivel de clase de transacciones, saldo de cuenta, o revelación.
• El Riesgo de detección: es el riesgo de que el auditor no detecte una representación errónea que
existe en una aseveración que pudiera ser de importancia relativa, ya sea en lo individual o
cuando se acumula con otras representaciones erróneas. El riesgo de detección es una función
de la efectividad de un procedimiento de auditoría y de su aplicación por el auditor.
Si bien el auditor es responsable de formar y expresar una opinión sobre los estados financieros, la
responsabilidad por la preparación y presentación de los mismos, de acuerdo con el marco de referencia
de información financiera aplicable, es de la administración de la entidad, con supervisión de los
encargados del gobierno corporativo. La auditoría de los estados financieros no releva a la
administración ni a los encargados del gobierno corporativo de sus responsabilidades.
Una auditoría realizada de conformidad con las NIA se lleva a cabo partiendo de la premisa de que la
dirección ha reconocido y comprende que tiene las responsabilidades establecidas el concepto de
auditoría independiente requiere que la función del auditor no implique asumir responsabilidades en la
preparación de los estados financieros o en el correspondiente control interno de la entidad la dirección
pueda proporcionarla o conseguirla En consecuencia, la premisa es fundamental para la realización de
una auditoría independiente.
El modo en que las responsabilidades de información financiera se distribuyen entre la dirección y los
responsables del gobierno de la entidad varía en función de los recursos y de la estructura de la entidad
En la mayoría de los casos, la dirección es responsable de la ejecución, mientras que los responsables
del gobierno de la entidad supervisan a la dirección. En algunos casos, los responsables del gobierno de
la entidad tendrán, o asumirán, la responsabilidad de aprobar los estados financieros o de hacer el
seguimiento del control interno de la entidad relacionado con la información financiera. Ejemplo, un
comité de auditoría, puede tener determinadas responsabilidades de supervisión.
La NIA 580 requiere que el auditor solicite a la dirección manifestaciones escritas de que ha cumplido
con determinadas responsabilidades en caso necesario, de manifestaciones escritas que sustenten otra
evidencia de auditoría relevante para los estados financieros o para una o varias afirmaciones
específicas de los estados financieros. Si la dirección rehúsa reconocer sus responsabilidades o
proporcionar las manifestaciones escritas, el auditor no podrá obtener evidencia de auditoría suficiente y
adecuada.
Control interno
La dirección mantiene el control interno que considera necesario para permitir la preparación de estados
financieros libres de incorrección material, debida a fraude o error.
Una auditoría independiente realizada de conformidad con las NIA no exime a la dirección de mantener
el control interno necesario para la preparación de los estados financieros, el auditor debe obtener la
confirmación de la dirección de que ésta reconoce y comprende su responsabilidad en relación con el
control interno. Corresponde a la dirección determinar el control interno que resulta necesario para
permitir la preparación de los estados financieros. El término “control interno” abarca un amplio espectro
de actividades, dentro de los componentes, que pueden describirse como el entorno de control: el
proceso de valoración del riesgo por la entidad; El control interno de una entidad (en concreto, sus libros
y registros contables o sus sistemas de contabilidad) refleja las necesidades de la dirección, la
complejidad del negocio, la naturaleza de los riesgos a los que la entidad está sometida y las
disposiciones legales o reglamentarias aplicables.
Uno de los objetivos del acuerdo sobre los términos del encargo de auditoría es evitar malentendidos
acerca de las responsabilidades respectivas de la dirección y del auditor.
El envío por el auditor de una carta de encargo antes del comienzo de la auditoría resulta conveniente
tanto para los intereses de la entidad como para los del auditor, con el fin de evitar malentendidos con
respecto a la auditoría. Permite al auditor que incluya en la carta de encargo únicamente una referencia
al hecho de que dichas disposiciones son aplicables y que la dirección reconoce y comprende sus
responsabilidades
Pueden variar de una entidad a otra. La información a incluir en la carta de encargo sobre las
responsabilidades del auditor puede basarse en la NIA 200, una carta de encargo puede hacer
referencia, por ejemplo, a:
La definición del alcance de la auditoría, incluida una referencia a las disposiciones legales o
reglamentarias y las NIA aplicables, así como a las normas de ética y otros pronunciamientos de
organizaciones profesionales a los que el auditor se adhiera.
La forma de cualquier otra comunicación de resultados del encargo de auditoría.
El hecho de que, por las limitaciones inherentes a la auditoría y por las limitaciones inherentes al
control interno, haya un riesgo inevitable de que puedan no detectarse algunas incorrecciones
materiales, incluso aunque la auditoría se planifique y se ejecute adecuadamente de
conformidad con las NIA.
Los planes relativos a la planificación y ejecución de la auditoría, incluida la composición del
equipo de auditoría.
La expectativa de que la dirección proporcione manifestaciones.
El acuerdo de la dirección de poner a disposición del auditor un borrador de los estados
financieros y cualquier otra información complementaria con tiempo suficiente para que el
auditor pueda terminar la auditoría según el calendario propuesto.
El acuerdo de la dirección de informar al auditor sobre los hechos que puedan afectar a los
estados financieros y que lleguen a conocimiento de la dirección durante el periodo que media
entre la fecha del informe de auditoría y la fecha de publicación de los estados financieros.
La base sobre la que se calculan los honorarios y cualquier posible acuerdo de facturación.
La solicitud de que la dirección acuse recibo de la carta de encargo y apruebe los términos del
encargo que se recogen en ella.
Cuando proceda, también pueden incluirse las siguientes cuestiones en la carta de encargo:
Acuerdos relativos a la participación de otros auditores y expertos en algunos aspectos de la
auditoría.
Acuerdos referidos a la participación de auditores internos y de otros empleados de la entidad.
Acuerdos que deban alcanzarse con el auditor predecesor, si lo hubiera, en el caso de un
encargo inicial de auditoría.
Cualquier limitación de la responsabilidad del auditor, cuando exista esta posibilidad.
Una referencia a cualquier otro acuerdo entre el auditor y la entidad.
Cualquier obligación de proporcionar papeles de trabajo de auditoría a otras partes.
Auditorías de componentes
Cuando el auditor de una entidad dominante sea también el auditor de un componente, los factores que
pueden influir en la decisión de enviar o no una carta de encargo de auditoría separada al componente
son, entre otros, los siguientes:
a quién compete el nombramiento del auditor del componente;
si va a emitirse un informe de auditoría separado referido al componente;
los requerimientos legales en relación con el nombramiento de auditores;
el porcentaje de propiedad de la dominante; y
el grado de independencia de la dirección del componente con respecto a la dominante.
En las circunstancias descritas en los apartados A22 y A27, el auditor llegue a la conclusión de que no
es necesario recoger determinados términos del encargo de auditoría en la carta de encargo, el apartado
11 requiere que el auditor solicite un acuerdo escrito de la dirección de que ésta reconoce y comprende
que tiene las responsabilidades establecidas en el apartado 6(b). Es posible que las organizaciones de
auditores, el organismo emisor de normas de auditoría o la autoridad reguladora en materia de auditoría
de una jurisdicción hayan proporcionado orientaciones sobre si la descripción de las disposiciones
legales o reglamentarias es equivalente.
Auditorías recurrentes
El auditor puede decidir no remitir una nueva carta de encargo u otro acuerdo escrito para cada ejercicio.
del encargo de auditoría o recordar a la entidad los términos vigentes:
Cualquier indicio de que la entidad interpreta erróneamente el objetivo y el alcance de la
auditoría.
Cualquier término modificado o especial del encargo de auditoría.
Un cambio reciente en la alta dirección.
Un cambio significativo en la propiedad.
Un cambio significativo en la naturaleza o dimensión de la actividad de la entidad.
Un cambio en los requerimientos legales o reglamentarios.
Un cambio en el marco de información financiera adoptado para la preparación de los estados
financieros.
Un cambio en otros requerimientos de información.
Para evitar confundir al lector, el informe sobre el servicio relacionado no debe mencionar lo siguiente:
a. el encargo original de auditoría;
b. cualquier procedimiento que pueda haberse aplicado durante el encargo original de auditoría,
salvo en los casos en que el encargo de auditoría se haya convertido en un encargo para realizar
procedimientos acordados.
Las disposiciones legales o reglamentarias pueden complementar las normas de información financiera
establecidas por un organismo emisor de normas autorizado o reconocido, con requerimientos
adicionales relativos a la preparación de estados financieros.
Marco de información financiera prescrito por las disposiciones legales o reglamentarias - Otras
cuestiones que afectan a la aceptación
Las disposiciones legales o reglamentarias pueden exigir que en la redacción de su opinión el auditor
utilice las frases “expresan la imagen fiel” o “presentan fielmente, en todos los aspectos materiales”, en el
supuesto de que el auditor concluya que, de no haber sido prescrito por dichas disposiciones, el marco
de información financiera aplicable no habría sido aceptable.
Las NIA requieren que el auditor no manifieste haber cumplido las NIA salvo si ha cumplido todas las NIA
aplicables a la auditoría Cuando las disposiciones legales o reglamentarias prescriban una estructura o
una redacción del informe de auditoría en un formato o con unos términos que difieran significativamente
de los requerimientos de las NIA y el auditor concluya que incluir una explicación adicional en el informe
de auditoría no puede mitigar la posibilidad de interpretación errónea.
Apartado suprimido.
Es para una auditoría de estados financieros con fines generales preparados de conformidad con las
Normas Internacionales de Información Financiera. Esta carta no es de uso obligatorio, sino que solo
pretende ser una orientación que pueda utilizarse junto con las consideraciones recogidas en esta NIA.
Será necesario modificarla en función de los requerimientos y de las circunstancias particulares. Está
diseñada con referencia a una auditoría de estados financieros de un único periodo, y sería preciso
adaptarla en caso de pretender o prever aplicarla a auditorías recurrentes (véase el apartado 13 de esta
NIA). Puede resultar adecuado solicitar asesoramiento jurídico sobre la idoneidad de cualquier carta
propuesta.
Han solicitado ustedes que auditemos los estados financieros de la sociedad ABC, que comprenden el
balance de situación a 31 de diciembre de 2014, el estado de resultados, el estado de cambios en el
patrimonio neto y el estado de flujos de efectivo correspondientes al ejercicio terminado en dicha fecha, y
un resumen de las políticas contables significativas y otra información explicativa. Nos complace
confirmarles mediante esta carta que aceptamos el encargo de auditoría y comprendemos su contenido.
Realizaremos nuestra auditoría con el objetivo de expresar una opinión sobre los estados financieros.
Llevaremos a cabo nuestra auditoría de conformidad con las Normas Internacionales de Auditoría (NIA).
Dichas normas exigen que cumplamos los requerimientos de ética así como que planifiquemos y
ejecutemos la auditoría con el fin de obtener una seguridad razonable de que los estados financieros
están libres de incorrección material. Una auditoría conlleva la aplicación de procedimientos para obtener
evidencia de auditoría sobre los importes y la información revelada en los estados financieros. Los
procedimientos seleccionados dependen del juicio del auditor, incluida la valoración de los riesgos de
incorrección material en los estados financieros, debida a fraude o error. Una auditoría también incluye la
evaluación de la adecuación de las políticas contables aplicadas y de la razonabilidad de las
estimaciones contables realizadas por la dirección, así como la evaluación de la presentación global de
los estados financieros.
Debido a las limitaciones inherentes a la auditoría, junto con las limitaciones inherentes al control interno,
existe un riesgo inevitable de que puedan no detectarse algunas incorrecciones materiales, aun cuando
la auditoría se planifique y ejecute adecuadamente de conformidad con las NIA.
Al efectuar nuestras valoraciones del riesgo, tenemos en cuenta el control interno relevante para la
preparación de los estados financieros por parte de la entidad con el fin de diseñar procedimientos de
auditoría que sean adecuados en función de las circunstancias, y no con la finalidad de expresar una
opinión sobre la eficacia del control interno de la entidad. No obstante, les comunicaremos por escrito
cualquier deficiencia significativa en el control interno relevante para la auditoría de los estados
financieros que identifiquemos durante la realización de la auditoría.
Realizaremos la auditoría partiendo de la premisa de que [la dirección y, cuando proceda, los
responsables del gobierno de la entidad, reconocen y comprenden que son responsables de:
a. la preparación y presentación fiel de los estados financieros de conformidad con las Normas
Internacionales de Información Financiera
b. el control interno que [la dirección] considere necesario para permitir la preparación de estados
financieros libres de incorrección material, debida a fraude o error; y
c. proporcionarnos:
i. acceso a toda la información de la que tenga conocimiento [la dirección] y que sea
relevante para la preparación de los estados financieros, tal como registros,
documentación y otro material;
ii. información adicional que podamos solicitar a [la dirección] para los fines de la auditoría;
iii. acceso ilimitado a las personas de la entidad de las cuales consideremos necesario
obtener evidencia de auditoría.
Como parte de nuestro proceso de auditoría, solicitaremos a [la dirección, y, cuando proceda, a los
responsables del gobierno de la entidad] confirmación escrita de las manifestaciones realizadas a
nuestra atención en relación con la auditoría.
Esperamos contar con la plena colaboración de sus empleados durante nuestra auditoría.
Es posible que la estructura y el contenido de nuestro informe tengan que ser modificados en función de
los hallazgos de nuestra auditoría.
Les rogamos que firmen y devuelvan la copia adjunta de esta carta para indicar que conocen y aceptan
los acuerdos relativos a nuestra auditoría de los estados financieros, incluidas nuestras respectivas
responsabilidades.
XYZ y Cía.
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Nombre y cargo
Fecha