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La ley de Coulomb permite calcular la fuerza electrostática que actúa sobre una
partícula cargada debida a la presencia de otras partículas cargadas. Pero, ¿cómo es que
una cosa puede ejercer fuerza sobre otra sin tocarla?, ¿cómo viaja una fuerza en el
espacio? Estas preguntas generaron serias dificultades conceptuales que preocuparon a
los físicos desde la época de Newton.
Con el objeto de aclarar estas ideas, supongamos dos cargas que están inicialmente
separadas por una distancia fija y que de repente una de ellas se mueve acercándose
ligeramente a la otra. De acuerdo con la ley de Coulomb, la fuerza entre las dos cargas
debe aumentar, pero, ¿al cabo de cuánto tiempo se entera una carga del cambio de
posición de la otra? Sin duda que “el aumento de la fuerza” constituye una señal que no
puede viajar instantáneamente, ya que es un principio fundamental de la física basado
en la teoría de la relatividad que ninguna señal puede propagarse a una rapidez mayor
que la de la luz.
Podemos decir que la comunicación entre las cargas ocurre mediante una perturbación
electromagnética que viaja a través del espacio a la velocidad de la luz. Esta
perturbación posee componentes eléctrica y magnética y se denomina campo
electromagnético. En el caso de cargas en reposo, podríamos imaginar que la presencia
de una carga hace que, a su alrededor el espacio esté modificado por un campo
eléctrico. De modo que, cuando colocamos otra carga en la región donde ya existe el
campo, se ejerce sobre ella una fuerza eléctrica.
Las cargas se ejercen fuerzas mutuas por medio del campo que ellas generan en el
espacio que las rodea. El campo eléctrico sirve de mediador de la fuerza de acuerdo al
esquema:
Los campos eléctricos generados por las cargas que interactúan pueden ser diferentes
pero las fuerzas sobre cada carga son de igual magnitud y forman un par de acción y
reacción, de acuerdo con la tercera ley de Newton.
El concepto físico de campo
Las cargas eléctricas no precisan de ningún medio material para ejercer su influencia
sobre otras, de ahí que las fuerzas eléctricas sean consideradas fuerzas de acción a
distancia. Cuando en la naturaleza se da una situación de este estilo, se recurre a la idea
de campo para facilitar la descripción en términos físicos de la influencia que uno o más
cuerpos ejercen sobre el espacio que les rodea.
En general, un campo es una propiedad física que existe en una región del espacio
generada por un atributo de algún objeto. Así también podemos decir que una masa M
genera en cada punto del espacio una propiedad física llamada campo gravitatorio.
Así pues, en cualquier marco de referencia donde una carga eléctrica estacionaria
experimenta una fuerza, existe por definición un campo eléctrico. Este campo
proporciona información sobre la fuerza eléctrica que actuaría si se colocase una carga
en un punto. De manera que podemos investigar el campo eléctrico que rodea a una
carga o a un grupo de cargas, midiendo la fuerza que se ejerce sobre una pequeña carga
testigo, de ensayo o de prueba, de valor conocido qo. En este sentido, la presencia de la
carga de ensayo no debe alterar la distribución original de cargas, por lo que qo debe ser
infinitesimalmente pequeño o no deben existir cuerpos conductores cercanos a ella.
Por tanto, se define el vector campo eléctrico en cualquier punto del espacio como la
fuerza eléctrica F que actúa sobre una carga de prueba colocada en ese punto, dividida
entre el valor de esta carga de prueba qo, es decir:
r
r Fsobreqo
E=
qo
La expresión del campo E puede obtenerse fácilmente para el caso sencillo del campo
eléctrico creado por una carga puntual Q sin más que combinar la ley de Coulomb con
la definición de E. La fuerza que Q ejercería sobre una carga de prueba positiva en un
punto genérico P distante r de la carga central Q viene dada, de acuerdo con la ley de
Coulomb, por:
r qQ
F = k o 2 rˆ
r
Combinando esta expresión con la definición de campo, es posible determinar su valor
en la forma: r
r F qQ
E= = k o 2 rˆ
qo qo r
Expresión que indica que la fuerza F entre Q y q es igual a q veces el valor del campo E
en el punto P.
Esta forma de describir las fuerzas del campo y su variación con la posición hace más
sencillos los cálculos, particularmente cuando se ha de trabajar con campos debidos a
muchas cargas, donde se requiere la aplicación del principio de superposición.
Lectura sobre representación gráfica de campos eléctricos
Para representar entonces los campos eléctricos, a menudo se suele utilizar un recurso
visual inventado por Faraday, que consiste en dibujar las referidas líneas de fuerza (ó
líneas de campo), las cuales permiten visualizar los patrones de campo eléctrico y se
relacionan con el mismo en cualquier región del espacio, atendiendo a los siguientes
criterios:
Una carga puntual positiva dará lugar a un mapa de líneas de fuerza radiales, pues las
fuerzas eléctricas actúan siempre en la dirección de la línea que une a las cargas
interactuantes, y dirigidas hacia fuera porque las cargas móviles positivas se
desplazarían en ese sentido (fuerzas repulsivas). En el caso del campo debido a una
carga puntual negativa el mapa de líneas de fuerza sería análogo, pero dirigidas hacia la
carga central. Como consecuencia de lo anterior, en el caso de los campos debidos a
varias cargas, las líneas de fuerza nacen siempre de las cargas positivas y mueren en las
negativas. Se dice por ello que las primeras son «manantiales» o fuentes y las segundas
«sumideros» de líneas de fuerza. Esto se evidencia en la siguiente figura:
A continuación se muestran varias representaciones de campos eléctricos para distintas
configuraciones de carga.
Dipolo eléctrico
- Solo brindan una descripción cualitativa del campo eléctrico E, luego cuando
dibujamos un número de líneas finito desde cada carga hace que el campo pareciera que
estuviese cuantizado, o que fuese discreto, cuando en realidad es continuo (existe en
todo punto del espacio)
Lectura sobre campos eléctricos estáticos en conductores
Un conductor metálico contiene electrones libres. Esto trae como consecuencia que
cuando el conductor está en equilibrio electrostático, es decir, cuando no hay
movimiento neto de carga en su volumen, presenta ciertas propiedades que tienen
implicaciones prácticas muy interesantes:
Supongamos que se coloca un trozo de metal en estado neutro en una región que estaba
previamente afectada por un campo eléctrico uniforme (Eext). Los electrones libres
dentro del metal experimentan una fuerza en dirección opuesta a la del campo externo,
como se ilustra en la figura 1a:
Figura 1
Figura 3
Figura 4
Como el campo dentro del metal es cero y no hay cargas desbalanceadas dentro del
metal, podríamos hacer una cavidad extrayendo un trozo de este material, sin afectar en
absoluto la configuración del campo (figura 4b). Por consiguiente, dentro de la
superficie de la cavidad del metal, el campo eléctrico será nulo. Esto quiere decir que la
región de la cavidad no será alcanzada por los efectos eléctricos producidos
exteriormente.
Este resultado tiene interesantes implicaciones prácticas. Si queremos proteger un
objeto contra las influencias eléctricas externas, lo encerramos dentro de una cubierta
metálica (blindaje electrostático). El blindaje es efectivo aún en el caso de que la
superficie presente pequeños orificios, como cuando se trata de una malla metálica
formando una especie de jaula (Jaula de Faraday).
La siguiente figura muestra un automóvil que es alcanzado por los rayos de una
tormenta. La persona en el interior del automóvil está a salvo, gracias a que los
electrones se distribuyen sobre la superficie del metal para que las contribuciones al
campo interno se cancelen a cero.
Figura 5
Observe que contra el campo gravitacional no hay forma de protegerse. Esto es debido
a que la gravedad sólo atrae. No existe una parte que repela y contrarreste la parte
atractiva.