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Edgard Moncayo *
Abstract
The discriminatory effects of globalization, in regard to countries, subnational regions and social groups, put
new life into the debate over the convergence hypotesis, at the very base of the neoclassical growth theory. This
paper offers an exhaustive revision of the empirical evidence regarding the convergence/divergence in per
capita income level issue, both among countries as well as among subnational regions. It is concluded that after
two a decades of convergence, in the sixties and seventies, from the eighties on there is a dominant trend towards
polarization. This evolution seems to confirm the claims of endogenous growth theory and the New Economic
Geography, in the sense that economic activity tends to agglomerate with a circular cause and effect logic, where
it is already concentrated.
Resumen
La globalización, con sus efectos diferenciadores por países, regiones y grupos sociales, vuelve a animar el
debate sobre la hipótesis de convergencia, a la base de la teoría neoclásica del crecimiento. En este artículo
se lleva a cabo una exhaustiva revisión de la evidencia empírica sobre la cuestión convergencia/divergencia
en los niveles de ingreso per cápita, entre países y entre regiones subnacionales. Se concluye que después
de que en las décadas de los ‘60 y ‘70 se verificara un proceso de convergencia, a partir de los ‘80 la
tendencia dominante es hacia la polarización. Esta evolución parecería estarle dando la razón a las teorías de
crecimiento endógeno y la Nueva Geografía Económica, en el sentido de que la actividad productiva tiende
a aglomerarse con una lógica de causación circular acumulativa, allí donde ya está concentrada.
Revista eure (Vol. XXX, Nº 90), pp. 7-26, Santiago de Chile, septiembre 2004
[7]
Edgard Moncayo
U
no de los rasgos más marcados de la geo-
grafía económica mundial es la profunda A esta lectura optimista del desarrollo se opone
desigualdad en los niveles de actividad la de las teorías del crecimiento endógeno que pos-
productiva, y por tanto de riqueza de los países que tulan una hipótesis de divergencia, en el sentido de
la integran. En efecto, el 50% del PIB global es que la dinámica de las fuerzas del mercado impulsa-
producido por el 15% de la población mundial, rían una acumulación creciente de riqueza e ingreso
que sólo ocupa el 10% de la superficie terráquea, y la en las economías más desarrolladas, aumentando la
brecha de ingreso per cápita entre los países más divergencia entre países y regiones.
ricos y los más pobres es de 19:1, y tiende a aumen- Así planteado, el debate tiene una alta relevan-
tar. Estos mismos países concentran los flujos tecno- cia, en la medida en que sus implicaciones tocan
lógicos y financieros (un 70% de las entradas de algunas de las cuestiones más cruciales de la agenda
IED) y el comercio internacional (un 80% de las del desarrollo contemporáneo. Entre estas están,
exportaciones mundiales). por ejemplo, la de los impactos territoriales de la
Tales disparidades son también manifiestas en el globalización y los procesos de integración econó-
interior de los países, entre las áreas urbanas y las mica (Unión Europea, TLCAN y Alca); las condi-
rurales, entre las regiones prósperas y las rezagadas, ciones de viabilidad del Estado-nación; la pertinen-
y entre las áreas metropolitanas y las ciudades me- cia de las políticas orientadas a lograr una mayor
dianas y pequeñas. El fenómeno es todavía más equidad interterritorial (descentralización fiscal); la
acusado en los países en desarrollo, en donde la influencia de las dinámicas territoriales en las estra-
diferencia en los niveles de ingreso entre las regio- tegias de localización de las empresas; y las relacio-
nes más ricas y las más pobres puede llegar a ser de nes entre los patrones de concentración de la activi-
6:1, como en México y Brasil. En Colombia la bre- dad productiva y los niveles y estabilidad del creci-
cha es de 4:1. miento.
La cuestión de por qué se concentra la actividad El propósito de este trabajo es examinar el esta-
económica en unos determinados emplazamien- do de la discusión teórica de las hipótesis de con-
tos ha sido una de las preguntas clásicas de la eco- vergencia/divergencia, presentar la evidencia empí-
nomía espacial, desde las primeras conceptua- rica que se ha obtenido con los trabajos sobre el
lizaciones formuladas por Von Thünen a principios tema tanto a escala de las economías nacionales
del siglo XIX. A este interrogante se ha venido a como subnacionales y relacionar estos resultados
agregar más recientemente (en la década de los ‘90), con algunos de los temas centrales de la actual agenda
el de si las disparidades en dicho nivel de actividad del desarrollo.
tienden –en el largo plazo- a ampliarse o a disminuir.
2. El debate sobre la hipótesis de
Si las brechas tienden a acortarse, se verificaría la convergencia/divergencia
hipótesis de convergencia postulada por los en-
foques neoclásicos del crecimiento, según los cuales Según Barro y Sala-i-Martin (1995), “probably
en el largo plazo el funcionamiento del mercado because of it’s lack of empirical relevance, growth
pone en marcha engranajes que le permiten a las theory effectively died as active research field by the
early 1970s, on the eye of the rational-expectations
revolution and the oil shock” (12).
*
Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planifica-
ción Económica y Social (ILPES). Email: emoncayo@ixp.net
**
Este trabajo hace parte de una investigación que ade-
1
lanta el autor para el Sistema Universitario de Investigación La hipótesis de convergencia había sido planteada por
SUI de la Universidad Autónoma de Colombia, “Las regio- el historiador económico Gerschenkron (1952) desde los
nes colombianas frente a la globalización”. Recibido el 15 de años cincuenta. Otro historiador económico, Abramovitz
marzo, aprobado el 24 de marzo. (1986), ya en los años ‘80 volvió a insistir en el punto.
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El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica
Centrípetas Centrífugas
Tamaño del mercado encadenamientos Factores fijos
Mercados laborales densos Rentas de la tierra
Economías externas puras Deseconomías externas
Fuente: Krugman (1999).
3
2
Esta noción había sido anticipada por Young en 1928. Siempre que el stock de capital per cápita sea la única
diferencia entre las dos economías. Por eso se habla de con-
vergencia condicional.
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El modelo que elabora Krugman para analizar En cuanto a lo que concierne al debate sobre la
las relaciones de los rendimientos crecientes con la convergencia, de lo dicho anteriormente se despren-
aglomeración espacial, representa la interacción en- de con claridad que para la NGE el libre juego de las
tre las fuerzas centrípetas que promueven la con- fuerzas del mercado conduce inexorablemente a una
centración geográfica de las actividades económicas intensificación de las desigualdades entre las eco-
y las centrífugas en la siguiente tabla: nomías (divergencia), tal como ya lo habían plan-
teado Myrdall (1971), Kaldor (1957) y Hirshman
Las “petas” de la columna izquierda son la trilogía (1958).
clásica de las fuentes de las economías externas se-
gún Marshall. Las “fugas” –que están inspiradas en
el modelo de Von Thünen (1826)- tienen que ver 3. Las implicaciones de la convergencia/
respectivamente con la tierra y los recursos naturales; divergencia
los precios del suelo, que van aumentando con la
concentración; y la congestión, generada por la con- La existencia o no de tendencias hacia la con-
centración. Aunque no obstante Krugman advierte vergencia/divergencia entre distintas economías
que en el mundo real la localización refleja la tiene implicaciones importantes en varios planos.
interacción de todas estas fuerzas, para efectos de
En primer lugar, en el plano internacional se
hacer viable el modelo matemático escoge sólo una
plantean dos interrogantes íntimamente asocia-
de cada lado de la tabla: los encadenamientos hacia
dos: ¿hay una tendencia hacia un crecimiento de
atrás y hacia delante, que son “petas”, y los factores
los países pobres más rápido que el de los ricos, y
fijos, que son “fugas”.
por consiguiente hacia la convergencia entre
Para Krugman (1992), el comercio internacio- estándares de vida entre estos dos grupos de paí-
nal es un caso especial de geografía económica, y por ses? Y, ¿la globalización conduce a hacer el mundo
tanto, en su dinámica también operan los mecanis- un lugar más igualitario, o por el contrario, ella
mos circulares de acumulación; ello explicaría las beneficia a los países ricos y afecta a los más atrasa-
configuraciones centro-periferia que caracterizan los dos?
intercambios comerciales. Al respecto, postula este
De las repuestas a estas preguntas depende,
autor que “las fronteras entre la economía interna-
cional y la economía regional están volviéndose bo- entre otras cosas, la valoración que pueda hacerse
rrosas, en algunos casos importantes. Solamente es de los procesos e instituciones –como la Organi-
preciso mencionar la Europa de 1992: al convertirse zación Mundial de Comercio y las instituciones
en un mercado unificado, con libre movilidad del financieras internacionales- que impulsan la
capital y del trabajo, cada vez tendrá menos sentido globalización, entendida como la intensificación
pensar en las relaciones entre los países que la com- de los flujos comerciales, financieros y tecnológi-
ponen en términos del paradigma tradicional del cos a escala mundial, y la correspondiente adop-
comercio internacional” (77). ción de las políticas y marcos institucionales con-
ducentes a tal fin.
Otra implicación interesante de la NGE es la
relación negativa entre la estructura de concentra- En segundo término, el problema de la con-
ción industrial de un país y el grado de liberalización vergencia/divergencia también se plantea con re-
comercial del mismo. Según algunos autores, mien- lación a los procesos de integración económica.
tras mayor sea la apertura comercial de un determi- En la medida en que estos procesos conducen –
nado país, menor será su concentración productiva con mayor o menor intensidad- a la relocalización
regional, porque en la medida en que la economía se de la actividad económica, las industrias se ex-
vincula más al mercado internacional, el interno pandirán en unos países y lo contrario ocurrirá en
deviene menos importante. Es decir, si los polos de otros, afectando sus respectivos niveles de empleo
aglomeración tradicionales son mediterráneos, por e ingreso. Por lo tanto, puede haber unos países
ejemplo, los nuevos productores tenderían a situarse que resulten ganadores y otros perdedores.
en localizaciones más cercanas al comercio interna-
cional (las costas).
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países avanzados (Dollar, 2001; Lindert & 4.2. La divergencia entre países
Williamson, 1995).
Pritchett (1996), economista del Banco Mun-
c) Los países en desarrollo que han adoptado las dial –y por tanto “libre de toda sospecha”- sostie-
políticas “correctas” (derechos de propiedad ne lo siguiente: “Al lado de la ‘globalización’ y la
intelectual, desregulación y apertura comer- ‘competitividad’, el tema de la ‘convergencia’ ha
cial) han logrado converger hacia los niveles permeado las discusiones públicas sobre políticas y
de ingreso de las economías avanzadas (Sachs perspectivas de países en desarrollo [...] Pues bien,
& Warner, 1995). Estas políticas apropiadas olviden la convergencia: la abrumadora característi-
constituyen para Hall y Jones (1998) la infra- ca de la historia económica moderna es una diver-
estructura social de un país. gencia masiva en ingresos per cápita entre países ri-
cos y pobres; una brecha que sigue creciendo en la
d) Las economías atrasadas que se integran con
actualidad [...] Más aun, a menos que el futuro sea
los más avanzadas aceleran su tasa de creci-
diferente al presente en muchos aspectos impor-
miento, y por tanto su nivel de ingreso con-
tantes, lo que se puede esperar es que esta brecha se
verge hacia el del líder (Dollar, 2001).
amplíe todavía más”.
e) La apertura comercial (Frenkel & Romer, 1999)
En el mismo sentido, Gallup y Sachs (1998),
y la IED (Dollar & Kraary, 2002) en los paí-
que también pueden considerarse neoclásicos or-
ses en desarrollo, están positivamente
todoxos, afirman: “Dos siglos después del creci-
correlacionadas con el crecimiento de largo
miento económico moderno, una vasta propor-
plazo.
ción del mundo permanece sumida en la pobreza.
f) El comercio internacional, especialmente el Aunque algunos beneficios del desarrollo moder-
Norte-Sur –en virtud del teorema Heckscher- no, especialmente esperanza de vida y reducción de
Ohlin- tiende a igualar los precios de los facto- la mortalidad infantil, se han irrigado a casi todo el
res, y por tanto la relación de los salarios en- mundo, inmensas y trágicas disparidades persisten
tre los países pobres y los ricos tiende a subir. en algunas regiones. En términos de bienestar
En consecuencia, el comercio puede ser un material, medido por el PIB per cápita ajustado por
sustituto a la movilidad del trabajo y el capi- la capacidad del poder adquisitivo (PPP), las bre-
tal para efectos de la generación de conver- chas son enormes y muestran pocos signos de
gencia entre salarios o productividad laboral, mejoramiento [...] En África, los niveles de ingreso
y por ende del ingreso (Williamson, 1995). en los ‘90 fueron casi iguales a los de los ’70 [...] y en
América Latina y el Caribe, los niveles de ingreso en
g) La varianza ponderada por la población del 1992 ($4.820) fueron solamente 6,6% más altos
(log) PIB per cápita de 125 países ha dismi- que en 1974 ($4.524)” (127).
nuido en las últimas dos décadas (s-conver-
gencia). Si bien la s-convergencia del (log) del El hecho es que con respecto al ingreso de los
PIB per cápita para la muestra de países ha miembros de la OECD, la única región que acortó
aumentado en los últimos treinta años, cuan- la brecha entre 1950 y 1998 fue Asia (Oriental, Pací-
do se pondera el PIB de cada país por la po- fica y Meridional), con América Latina relativamen-
blación la tendencia se torna declinante. “This te estable, y África y los demás países no desarrolla-
means that the measures of convergente dos divergiendo en forma pronunciada. Según
based on “each country, one data point” can Madisson (2001), en el período 1973-1998 la bre-
show divergence, but when we give “each cha de ingreso per cápita entre la región más rica y la
citizen, one data point” the picture changes más pobre aumentó de 13:1 a 19:1.
radically” (Sala-i-Martin, 2002). Tal resultado
La evidencia econométrica sobre la divergencia
se explica fundamentalmente por el gran vo-
en el nivel de ingreso entre países es aportada, entre
lumen de población y altas tasas de crecimien-
otros, por Bourgignon y Morrison (2002),
to de China.
Milanovic (2001) y Dowrick y De Long (2001).
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El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica
claramente diferenciados en el proceso de conver- nes costeras dinámicas y un hinterland rezagado (Wu,
gencia interregional. En el primero, que va desde 1999)4.
1955 hasta finales del decenio de los ’70, se produjo
una fuerte convergencia entre las regiones españo- Además de Shanghai, Beijing, Tianjin y
las; y en el segundo, que se extiende desde 1980 Liaoning, que han logrado conservar sus posiciones
hasta la segunda mitad de los ‘90, dicho proceso se de preeminencia, las regiones gandoras en los últi-
agota, presentando incluso conatos episódicos de mos dos decenios han sido Zhejiang, Jiangsu,
divergencia. Guangdong, Fujiang y Shandong. Como estas son
regiones costeras en las que se han puesto en prác-
En el período de estancamiento de la conver- tica las reformas desreguladoras, de apertura co-
gencia, las regiones de más alto crecimiento fueron mercial y a la inversión extranjera directa, esto le
las turísticas (las islas Canarias y Baleares) y las re- hace decir a Démurger et al. (2002) que su mayor
giones tradicionalmente prósperas del eje del Ebro crecimiento está asociado con las reformas hacia una
(Rioja, Navarra y Aragón) y del Mediterráneo (Ca- economía de mercado y su buena localización geo-
taluña y Valencia). En contraste, las regiones de gráfica en términos del comercio internacional. El
Asturias, Galicia, Cantabria, el País Vasco en el nor- corolario lógico que de aquí se desprende es que la
te y Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y forma de superar las brechas regionales es extender
Murcia, en el sur, tuvieron un desempeño pobre al hinterland las reformas económicas liberalizadoras.
(Cuadrado-Roura, 1998).
Hu (2002) también incide en el punto sobre la
El patrón de convergencia acelerada entre la localización geográfica y señala, además, que otro
posguerra y el decenio de los ’70, y posterior agota- factor que está induciendo la divergencia son las
miento e incluso ligera reversión del proceso, que limitaciones que todavía existen para la movilidad
se anotó arriba para el caso de España, también se rural-urbana de la fuerza laboral.
verificó en Italia. En consecuencia, la tradicional dis-
tinción entre el Mezzogiorno periférico que com- Como bien lo señalan Sachs et al. (2002), el caso
prende las regiones de Abruzzo, Molise, Basilicata, de India es similar al de China: “We find litle
Apulia, Campania, Calabria, Sicilia y Cerdeña en el evidence of comparable convergence among Indian
sur, y las regiones desarrolladas del centro-norte states, similar to the findings for China” (3).
(Piemonte, Valled’Aosta, Lombardía, Veneto,
Al igual que en China, en India la evidencia
Liguria y Emilia-Romagna), mantiene insidio-
empírica revela que después de una fase de conver-
samente su vigencia (Dunford, 2001).
gencia en los años ‘60, las disparidades regionales
5.3. China, India y Australia aumentaron en los decenios subsiguientes y espe-
cialmente en el de los ‘90, cuando se introducen las
El exitoso desempeño económico de China en reformas hacia la economía de mercado en el país
los últimos dos decenios ha suscitado un gran in- (Das & Barua, 1996; Dasgupta et al., 2000; Kurian,
terés por el estudio de las disparidades regionales y 2000).
su relación con las reformas económicas en este
La falta de convergencia no se debe a que todos
país. En consecuencia, los estudios sobre la mate-
los estados más ricos han crecido más que los atra-
ria, tanto de economistas chinos como extranjeros,
sados, porque –como aclara Ahluwalia (2000)-
han experimentado un verdadero boom.
Punjab y Haryana, que están entre los de mayor
La gran mayoría de tales investigaciones coinci- desarrollo, han crecido por debajo de la media na-
den en señalar que las desigualdades regionales dis- cional, en tanto que dos estados pobres, Rajastan y
minuyeron durante los años ‘70 y primera mitad
de los ’80, y que desde entonces se evidencia un
4
proceso de divergencia, que tiende a consolidar en Este trabajo reporta 29 estudios sobre el tema en
mención, de los cuales 19 encuentran divergencia en los
el país un patrón regional bimodal con unas regio- años ‘90. No obstante, el estudio de Wu pertenece a la
minoría que detecta en este período una ligera σ- convergen-
cia.
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Madhya Pradesh, se han desempeñado bien. No Coulombe (1993), Helliwell (1994), Lefebvre
obstante, Ahluwalia no ofrece explicaciones para es- (1994) y Kaufman et al. (2003) para los períodos
tos comportamientos excepcionales. 1961-1991, 1966-1992, 1961-1989, 1966-1992
y 1981-2000, respectivamente.
En cuanto a Australia, donde el tema regional
también tiene un lugar preponderante en la agenda Estos últimos autores logran establecer que los
pública, un estudio reciente (Lloyd et al., 2001) con- pagos de equalization –diseñados para asegurar que
cluye que: “Not only did the income gaps between las provincias de bajos ingresos tengan acceso a re-
regions increase in the 1990s, income inequality cursos suficientes para proveer niveles razonable-
within regions also increased”. mente comparables de servicios públicos a tasas
comparables de tributación- han tenido efectos
5.4. Estados Unidos y Canadá positivos para la convergencia del PIB provincial,
en tanto que los seguros provinciales de desem-
Al contrario de lo que ocurre en los contextos pleo han tenido efectos contrarios, al desestimular
anteriormente examinados, en Estados Unidos la la migración.
mayoría de los análisis muestran una reducción en
las disparidades estatales.
6. Los análisis de convergencia/
Así, el trabajo pionero de Barro y Sala-i–Martin divergencia en países
(1990) encontró convergencia absoluta en el largo latinoamericanos
período 1880-1988, lo cual fue corroborado por
Kim (1997) para el período 1900-1987, utilizan- El tema de las disparidades territoriales, asocia-
do el modelo Hecksher-Ohlin; por Carlino y Mills do al debate sobre modelos de crecimiento, comen-
(1996) para el período 1929-90; y por Rey y zó a estudiarse en América Latina a principios de
Montouri (1999), que utilizan métodos de los ’90, y ha venido atrayendo en los últimos años
econometría espacial para el lapso 1929-1994. Más una atención creciente. Los primeros trabajos, en
recientemente, Higgins et al. (2003) vuelven a de- los que era visible la influencia de las investigacio-
tectar convergencia absoluta para 3.058 condados nes de Barro y Sala-i-Martin mencionadas supra,
en el período 1970-1990. fueron elaborados en el contexto de las discusio-
nes sobre las reformas descentralizadoras, y los más
Por su parte, el trabajo de Carvalho y Harvey
recientes, en el marco de un programa de investiga-
(2002), al considerar 8 regiones, reconoce conver-
ciones sobre geografía económica impulsado por
gencia en todas excepto en las dos más ricas, New
el Departamento de Investigación del BID, con la
England y Mideast; y el de Lefort (s/f) encuentra
asesoría del profesor de Harvard John Luke Gallup
convergencia absoluta para todos los estados, ex-
(Gallup et al., 2003).
cepto para Puerto Rico.
6.1. Argentina, Brasil y México
No obstante lo anterior, hay también estudios
que cuestionan los hallazgos de convergencia, como Argentina parece ser un caso especial en el con-
los de Durlauf y Quah (1999) y Brown et al. (1990). texto de los países que hemos reseñado hasta aquí,
Adjemian et al. (2000) tratan de reconciliar los en el sentido de que la mayoría de los estudios no
resultados de signo opuesto, estableciendo una vin- encuentran convergencia absoluta en el largo perío-
culación entre convergencia y la tasa de crecimiento: do 1884-1994. En realidad sólo uno de los cuatro
tasas rápidas de crecimiento inducen convergencia y revisados para este trabajo detecta un ligero proce-
tasas bajas divergencia. so de convergencia entre 1984-1994, que la autora
atribuye a las altas tasas de crecimiento en este lapso
En Canadá se constata una situación similar a de provincias atrasadas como San Luis y Tierra del
la de Estados Unidos, en el sentido de que la ma- Fuego, donde se adelantaron programas especiales
yoría de los estudios coinciden en señalar procesos de promoción industrial.
de convergencia: Coulombe y Mills (1993), Lee y
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El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica
En Brasil, un estudio publicado en 1995 para el Aunque no todos los analistas coinciden en cuan-
período 1970-1985 (Borges & Diniz, 1995) con- to a la duración del ciclo de convergencia, la mayoría
cluía que “no obstante esta extrema desigualdad de ellos sí están de acuerdo en que la fase de polariza-
entre estados que aún prevalece en 1985, el grado ción comenzó en los años ‘80. Estos son los casos de
de desigualdad se redujo claramente a lo largo del Juan Ramón y Rivera (1996), Messmacher (2000),
período considerado”. Sin embargo, otro trabajo Arroyo (2001) y Chiquiar et al. (2002).
elaborado en 2000 por Azzoni et al. (2000) rechaza
la hipótesis de convergencia absoluta para el perío- El estudio de Chiquiar et al. (2002) es de los
do 1981-1986. pocos entre los reseñados hasta ahora en este tra-
bajo que indaga por las causas de la ruptura del
Bien puede ocurrir, entonces, que en Brasil la proceso de convergencia, y al respecto señala: “My
trayectoria de las disparidades territoriales haya se- results support the hypothesis that, after 1985, b-
guido el mismo patrón que se identificó supra en convergence across Mexican States’ per capita
los casos de España e Italia, en el sentido de que outputs was lost and that this divergent pattern
una fase de convergencia en los años ‘70 fue segui- was not reversed after Nafta started operating. I
da por una de polarización, que se prolonga duran- also present results that suggest that the winners
te el decenio de los ‘90. from the structural change were those states initially
endowed with, or able to attract, higher levels of
La explicación de tal fenómeno puede consistir human and industrial capital and better
en que después del proceso de desconcentración infrastructure. This was specially true for the
industrial que se registró en Brasil entre 1970 y 1985, northern states of the country, which benefited
a partir de este último año hay una clara tendencia addicionally from their proximity to the United
hacia el reposicionamiento, en primer lugar, del States. In contrast, southern states, whose labor
Estado de Sao Paulo, que por sí solo representa force is more concentrated in agricultural activities
más del 50% del PIB industrial del país, y en se- and that have the greatest lags in human capital
gundo lugar, de Minas Gerais y Curitiba. Estas re- and infraestructure, are the losers from the policy
giones albergan un corredor de áreas metropolita- shift undertaken during the mid-eighties”.
nas –Belo Horizonte, Río de Janeiro, Sao Paulo,
Curitiba y Porto Alegre- que concentra no sólo la Con respecto al impacto del TLCAN (NAF-
mayor parte de la industria brasileña, sino el 70% TA), Messmacher (2000) sostiene que este acuerdo
de las actividades relacionadas con el conocimiento comercial, al haber beneficiado principalmente a
y la investigación. estados del norte que antes de su entrada en vigen-
cia eran atrasados, no ha sido responsable de las
En el otro extremo están la regiones del Norte tendencias hacia la divergencia que actualmente se
y el Nordeste, que contribuyen conjuntamente con advierten. En cualquier caso, sostiene que: “It is
el 20% del PIB (con un 35% de la población) y se clear that Mexico’s liberalization has increased the
mantienen en un secular estado de atraso. ties between northern Mexico and U.S., at the same
time that the ties between northern and southern
Las desigualdades regionales no son menos pro-
Mexico have weakened” (133).
nunciadas en México, país en el cual se presenta de
nuevo el patrón de una fase de convergencia segui- Acerca de estas tendencias, Hanson (1998) hace
da de otra de aumento de las disparidades. con razón la siguiente anotación: “En la medida en
que NAFTA integra progresivamente a México en
Así, un estudio de Esquivel (1999) concluye
la economía estadounidense, parece natural esperar
que “se identificaron dos fases claramente diferen-
que los nexos entre el norte de México y el
ciadas del proceso de convergencia regional: la pri-
suroccidente de Estados Unidos se fortalezcan, y
mera de ellas, de 1940 a 1960, se caracterizó por un
aquellos entre el norte y el sur del primero de estos
proceso relativamente rápido de convergencia re-
países se debiliten. En un mundo así, hace cada vez
gional; durante la segunda fase, de 1960 a 1995,
más sentido tomar las regiones, en vez de los países,
este proceso se detuvo de manera súbita e incluso
como la unidad de análisis del comercio internacio-
mostró cierta tendencia a revertirse”.
nal” (442).
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6.2. Bolivia, Perú, Chile y Colombia período 1987-1994, Morandé, Soto y Pincheira
(1997) encuentran más bien una situación parecida
En cuanto a los países del cono andino, sólo de a la de Perú, en el sentido de que en Chile existirían
Colombia logramos acopiar información suficien- tres “clubes” de convergencia, cada uno convergien-
te para estilizar una visión de largo plazo sobre los do hacia su propio estado estacionario (regiones I,
procesos de convergencia/divergencia, similar a lo II, XII; regiones Metropolitana, III, V y VI; y re-
que hemos ofrecido en los apartes precedentes para giones IV, VII, VIII, IX, y XI).
otros países.
Por otra parte, a la pregunta que formulan
Para Bolivia, Perú y Chile sólo dispusimos de Anríquez y Fuentes (2001), “si se acepta el resulta-
unos pocos trabajos, cuyos resultados, por lo gene- do de convergencia, es relevante preguntarse si el
ral, son poco concluyentes. Así, en el caso de Bolivia, proceso se llevará en forma más rápida o más lenta
mientras Morales et al. (2000) encuentran diver- de lo aquí encontrado” (215).
gencia en el período 1976-1992, Urquiola et al.
(1999), al analizar el mismo período, concluyen cau- Riffo (1999) responde diciendo (después de
tamente que: “To sumarize, the simplest evidence analizar el período 1960-1997) que en el lapso 1995-
on convergence at a departmental level is 1997 ha habido divergencia: “El importante proce-
inconclusive: different welfare indicators suggest so de convergencia ocurrido en los años ‘80, y en
different conclusions”. menor medida en la primera mitad de los años ‘90,
parece haberse detenido, sin ser evidente la tenden-
En Perú, el análisis de Odar (2002) para el pe- cia futura” (145).
ríodo 1961-1996 –cuando utiliza el método
econométrico tradicional- encuentra alguna eviden- Para llegar a esta conclusión, dicho autor ha es-
cia de convergencia absoluta entre los departamen- tablecido previamente que la σ convergencia (indi-
tos, pero de una manera muy débil. En cambio, cador de dispersión) disminuyó entre 1960 y 1997
cuando aplica el método propuesto por Quah de 0,67 a 0,51, distinguiendo tres fases de conver-
(1995), el resultado que obtiene es que debido a gencia (1967-1975, 1983-1988 y 1991-1995) y tres
factores geográficos, los departamentos del Perú de divergencia (1975-1982, 1988-1991 y 1995-1997).
siguen dinámicas distintas entre sí, y que en el país
Sobre esta última, Riffo (1999) señala: “La fase
coexisten al menos dos (pueden ser hasta ocho)
donde se produce el mayor incremento de las
regímenes económicos que convergen a distintos
disparidades regionales coincide con la aplicación
estados estacionarios.
más ortodoxa del modelo neoliberal, caracterizada
Más precisamente, el autor señala que “mien- por la eliminación de barreras al funcionamiento
tras los departamentos de menores ingresos inicia- del mercado como principal mecanismo de asigna-
les convergen entre sí [o lo hacen de manera muy ción de recursos. Este hecho resulta consistente con
lenta], los departamentos de mayores ingresos sí las formulaciones keynesianas y post keynesianas
lo hacen […] Puede concluirse que existe una ‘base referidas al problema de las desigualdades regiona-
de atracción’, la cual lleva a la existencia de conver- les, tales como las de Nicholas Kaldor y Gunnar
gencia entre los departamentos de mayores ingre- Myrdal” (145).
sos” (63).
En Colombia, el primer trabajo sobre conver-
Las evidencias empíricas tampoco son terminan- gencia fue realizado por Cárdenas et al. en 1993,
tes en Chile, donde los estudios presentan conclu- esto es, sólo dos años después de las investigacio-
siones que no son coincidentes. En efecto, mientras nes seminales de Barro y Sala-i-Martin. Este estu-
Aroca y Claps (s/f) constatan convergencia en el pro- dio obtiene unos resultados bastante optimistas,
ducto per cápita para las 13 regiones que integran el según los cuales la β-convergencia en el período
país en el período 1960-1996, y Anríquez y Fuen- 1950-1989 habría sido del 4,22%, tasa que duplica
tes (2001) detectan lo mismo, tanto para el produc- la estimada para Estados Unidos, Europa y Japón
to per cápita como para el ingreso per cápita en el para el mismo lapso. Cárdenas et al. alcanzan a mati-
18 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica
zar un tanto su optimismo cuando advierten que si confirman la hipótesis de desigualdad persistente
se examina el período 1960-1989, excluyendo la por el período 1980-1994; Bonet y Meisel (1999)
información de la década de los ’50, que es muy sólo encuentran convergencia (β y σ) en el
poco confiable, la velocidad de b-convergencia cae a subperíodo 1926-1960, dentro del período 1926-
3,2%. 1995; Galvis y Meisel (2001) confirman divergen-
cia en el período 1973-1998 para una muestra de
En cuanto a la σ-convergencia, los resultados las ciudades más grandes del país (utilizando los de-
distan mucho de ser tan contundentes, toda vez que pósitos bancarios como proxy del PIB); Bonet
muestran una dispersión estable en los años ‘50 y (1999), mediante el método shift-share, concluye
‘60, a la baja entre 1973 y 1983 y creciente a partir que en el lapso 1980-1996 las desigualdades en el
de este último año, en el que se inicia un ciclo que crecimiento departamental se acentuaron; Lotero
revierte por completo los avances de los años ‘70. (2000) detecta divergencia (β y σ) en la productivi-
dad industrial departamental para el subperíodo
Pese a las tempranas críticas que suscitó el trabajo
1985-1997 (dentro del período total 1967-1997);
de los autores en mención, sobre todo en cuanto a la
y Acevedo (2003) y Barón (2003) verifican ausen-
interpretación de σ-convergencia, en un trabajo pos-
cia de convergencia (β y σ) en el decenio completo
terior Cárdenas y Escobar (1995) reafirman sus apre-
de los ‘90.
ciaciones anteriores y concluyen que “Colombia ha
vivido un inequívoco proceso de convergencia eco-
nómica interdepartamental durante los últimos cua- 7. A la búsqueda de explicaciones
renta años […] Es un caso exitoso de convergencia
interdepartamental” (179). De lo expuesto en el apartado anterior se puede
derivar el siguiente hecho estilizado: por lo menos
En el contexto del debate que daba entonces en desde los años ‘50 hasta los ‘70 se produjo, tanto en
Colombia sobre la aplicación de la Constitución el plano internacional como en el interior de los
descentralizadora de 1991, las conclusiones de Cár- países, un ciclo largo de convergencia, que en los
denas fueron duramente cuestionadas por analistas últimos dos decenios muestra no sólo síntomas de
que las interpretaban como un intento de darle res- aletargamiento sino incluso de reversión.
paldo técnico a las posiciones políticas que se opo-
nían a una mayor redistribución de recursos fiscales Las explicaciones que se ofrecen para explicar ese
a favor de las regiones más atrasadas (Mora & fenómeno se pueden agrupar en tres vertientes: las
Salazar, 1994; Bastidas, 1996). asociadas con la crítica a la econometría convencio-
nal; las vinculadas con la Nueva Geografía Econó-
En un intento de superar tal controversia, mica y las que se derivan de los estudios de caso. A
Birchenall y Murcia (1997), basándose en los mo- continuación nos referiremos a cada uno de estos
delos de dinámica distribucional de Quah mencio- conjuntos de explicaciones.
nados supra, construyen un marco teórico alternati-
vo al de Barro y Sala-i-Martin y encuentran que en el 7.1. La crítica de la econometría convencional
período 1960-1990 no hubo convergencia. Sobre
esta base, los autores concluyen que lejos de ser un Para algunos autores, la econometría convencio-
caso exitoso de convergencia, Colombia exhibe “un nal del análisis de convergencia –que como hemos
claro proceso de persistencia que ha mantenido las visto fue desarrollada principalmente por Barro y
distancias entre los ingresos de los departamentos, es Sala-i-Martin- adolece de debilidades e
decir, que ha mantenido una distribución de ingre- inconsistencias.
sos en las mismas posiciones que en 1960” (305).
En tal sentido, los cuestionamientos más elabo-
La noción de divergencia (posterior a 1960) ha rados provienen de Quah (1995), para quien los
sido corroborada desde entonces por varios traba- tests de convergencia están afectados de la Falacia
jos posteriores sobre el tema, algunos de los cuales de Galton de reversión a la media. Esta falacia se
utilizan metodologías estadísticas y econométricas conoce así a raíz de la investigación realizada por
diferentes a la tradicional. Así, Rocha y Vivas (1998) Francis Galton en 1885, titulada “Regression Toward
eure 19
Edgard Moncayo
Mediocrity in Hereditary Stature”, en la que este dad de los factores capital y trabajo entre las distintas
autor notó que los hijos de padres altos “regresaban economías, o, en su defecto, en el de los efectos
hacia la mediocridad”, pues en promedio estas per- igualadores de los precios internacionales de los fac-
sonas resultaban con una estatura menor a la de los tores, y por ende del ingreso, que tiene el comercio
propios padres. internacional (teorema Hecksher-Olhin). En conse-
cuencia, de no verificarse estos supuestos a escala
La “regresión hacia la mediocridad” aplicada a la internacional, no habría razón para esperar conver-
noción de convergencia podría interpretarse como gencia en los niveles de ingreso entre países, tal como
el hecho de que los países de mayores niveles de lo postula la Nueva Geografía Económica.
producto tiendan a presentar menores tasas de cre-
cimiento. Sin embargo, Quah muestra que un co- Al respecto, conviene examinar brevemente cuál
eficiente negativo en una regresión de sección cru- es la situación en cuanto a la movilidad internacio-
zada sobre los niveles iniciales de producto resulta nal de los factores. En primer lugar, el análisis de la
perfectamente consistente con la ausencia de con- distribución geográfica de las corrientes internacio-
vergencia σ, o sea de disminución de la dispersión a nales de financiamiento (inversión extranjera direc-
lo largo del tiempo. ta, IED) muestra que ellas están altamente concen-
tradas en los países desarrollados (un 70% en pro-
Para solucionar ese problema, Quah propone medio durante el período 1995-2001).
una forma alternativa de evaluar la presencia de con-
vergencia, consistente en examinar directamente la Shatz y Venables (2003) lo ponen en estos tér-
evolución en el tiempo de las distribuciones de sec- minos: “Distance and market size are extremely
ción cruzada del producto por trabajador. Al efecto important in determining where firms stablish their
trabajó con 118 países entre 1961 y 1988, y debido foreign affiliates. Adjusting for market size, a large
a que todo el mundo puede estar creciendo, para share of investment stays close to home, and
eliminar posibles co-movimientos calculó el pro- adjusting for distance, a large share of investment
ducto per cápita de cada país en relación al PBI per heads towards the countries with the biggest
cápita mundial, de modo que un número como 2 markets. In fact, the majority of the world’s direct
indique el doble del promedio mundial, y así suce- investment is horizontal, designed to serve
sivamente. De su análisis, dicho autor concluye que customers in a host-country market rather than in
al tiempo que la brecha entre los países pobres y los the worldwide market. As a result, most
ricos se amplió en el período considerado, la “clase investments can be found in the advanced indus-
media” se desvanece. trial countries” (42).
Adicionalmente, Quah considera que es alta- Estos autores advierten que en los años ‘90 la
mente probable que en los ingresos de las econo- participación de los países en desarrollo en el nivel
mías existan tendencias estocásticas que aseguran de los flujos de IED aumentó, pero ello se debe al
que el proceso de estimación del coeficiente de con- incremento de las captaciones de unos pocos paí-
vergencia es uniforme, y por lo tanto no proviene ses como China, India y África del Sur, y, en América
de una verdadera convergencia. Otro punto, aun Latina, México, Brasil y Argentina.
mas general, es que las estimaciones de convergen-
cia no tienen en cuenta aspectos de la dinámica de Íntimamente ligada a los movimientos de ca-
las economías en su transición a los estados de pital está la tecnología, la cual también exhibe una
equilibrio. La ausencia de estos aspectos dinámicos tendencia hacia la concentración, como lo señala
puede llevar a conclusiones erróneas sobre la pre- Feldman (2000): “The consensus is that knowledge
sencia de un fenómeno en el que las economías spillovers are geographycally bounded within a
tienden a un estudio estacionario. limited space over which interaction and
communication is facilitated, search intensity is
7.2. La Nueva Geografía Económica increased, and task coordination is enhanced”.
Como hemos visto supra, la hipótesis neoclásica Los propios Barro y Sala-i-Martin (1995) seña-
de convergencia se basa en el supuesto de la movili- lan: “In the long run, the world’s growth rate is
20 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica
eure 21
Edgard Moncayo
En efecto, por un lado, la reducción efectiva de En cuarto lugar, las razones por las cuales la
la brecha en los niveles de ingreso con relación a los actividad productiva tiende a aglomerarse en unas
países industrializados es un fenómeno circunscri- determinadas localizaciones, dejando las demás re-
to al Asia (Oriental, Pacífica y Meridional), con zagadas, tienen que ver en la disponibilidad en las
América Latina relativamente estable y África y los áreas concentradas de factores avanzados de
demás países no desarrollados alejándose en for- competitividad como tamaño del mercado, enca-
ma acentuada. Estas tendencias parecen ajustarse a denamientos hacia adelante y hacia atrás, derrames
la descripción de Quah (1995), según la cual los tecnológicos, mercados laborales densos, fuerza
países ricos devienen más ricos y los pobres más laboral calificada, alta inversión pública en infraes-
pobres, mientras la clase media se “desvanece”. Por tructura y estructuras productivas avanzadas. Los
el otro, con la notable excepción de Estados Uni- procesos de ampliación de mercados, a través de la
dos y también de Canadá, la convergencia en el in- integración económica, también pueden favorecer
terior de los países es un proceso que si bien se la concentración.
presentó en forma visible en los años ‘60 y ’70, En quinto término, condiciones adversas de la
sufrió posteriormente una pérdida notable de di- geografía física y humana pueden jugar en contra
namismo e incluso en algunos casos cierta involu- del crecimiento de las regiones más rezagadas.
ción.
Una sexta conclusión concierne a que en la falta
Esa es la situación que se observa entre las regio- de convergencia que se observa en la actualidad
nes de la Unión Europea y en el interior de España pueden estar influyendo la caída en las tasas de cre-
e Italia. Por su parte, la misma regularidad se observa cimiento (América Latina), el agotamiento de las
en los países latinoamericanos reseñados (Argentina, migraciones internas y la aplicación de políticas eco-
Brasil, México, Bolivia y Perú), con la singular ex- nómicas diferenciadas por regiones.
cepción de Chile.
Finalmente, está el tema de las implicaciones de
política que tiene el análisis de convergencia: en el
22 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica
modelo neoclásico, el mercado tiende a reducir Azzoni, C. R. (2000). “Geography and income
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intervención pública. En este último enfoque se disparidades económicas regionales en Colom-
basan las políticas regionales de la Unión Europea y bia entre 1980 y el 2000?” Documentos de tra-
de Canadá. bajo sobre Economía Regional 38, Centro de
Estudios Económicos Regionales, Banco de la
Habida cuenta de los escasos resultados de las República, Cartagena.
políticas regionales activas aplicadas en América Barro, R. J. & Sala-i-Martin, X. (1990).
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