Vous êtes sur la page 1sur 20

artículo

Edgard Moncayo *

El debate sobre la convergencia económica


internacional e interregional: enfoques teóricos y
evidencia empírica **

Abstract

The discriminatory effects of globalization, in regard to countries, subnational regions and social groups, put
new life into the debate over the convergence hypotesis, at the very base of the neoclassical growth theory. This
paper offers an exhaustive revision of the empirical evidence regarding the convergence/divergence in per
capita income level issue, both among countries as well as among subnational regions. It is concluded that after
two a decades of convergence, in the sixties and seventies, from the eighties on there is a dominant trend towards
polarization. This evolution seems to confirm the claims of endogenous growth theory and the New Economic
Geography, in the sense that economic activity tends to agglomerate with a circular cause and effect logic, where
it is already concentrated.

Keywords: Convergence, divergence, endogenous growth, regional development.

Resumen

La globalización, con sus efectos diferenciadores por países, regiones y grupos sociales, vuelve a animar el
debate sobre la hipótesis de convergencia, a la base de la teoría neoclásica del crecimiento. En este artículo
se lleva a cabo una exhaustiva revisión de la evidencia empírica sobre la cuestión convergencia/divergencia
en los niveles de ingreso per cápita, entre países y entre regiones subnacionales. Se concluye que después
de que en las décadas de los ‘60 y ‘70 se verificara un proceso de convergencia, a partir de los ‘80 la
tendencia dominante es hacia la polarización. Esta evolución parecería estarle dando la razón a las teorías de
crecimiento endógeno y la Nueva Geografía Económica, en el sentido de que la actividad productiva tiende
a aglomerarse con una lógica de causación circular acumulativa, allí donde ya está concentrada.

Palabras clave: convergencia, divergencia, crecimiento endógeno, desarrollo regional.

Revista eure (Vol. XXX, Nº 90), pp. 7-26, Santiago de Chile, septiembre 2004
[7]
Edgard Moncayo

1. Introducción economías atrasadas crecer más rápidamente que las


avanzadas y hacer de esta manera el catching up1.

U
no de los rasgos más marcados de la geo-
grafía económica mundial es la profunda A esta lectura optimista del desarrollo se opone
desigualdad en los niveles de actividad la de las teorías del crecimiento endógeno que pos-
productiva, y por tanto de riqueza de los países que tulan una hipótesis de divergencia, en el sentido de
la integran. En efecto, el 50% del PIB global es que la dinámica de las fuerzas del mercado impulsa-
producido por el 15% de la población mundial, rían una acumulación creciente de riqueza e ingreso
que sólo ocupa el 10% de la superficie terráquea, y la en las economías más desarrolladas, aumentando la
brecha de ingreso per cápita entre los países más divergencia entre países y regiones.
ricos y los más pobres es de 19:1, y tiende a aumen- Así planteado, el debate tiene una alta relevan-
tar. Estos mismos países concentran los flujos tecno- cia, en la medida en que sus implicaciones tocan
lógicos y financieros (un 70% de las entradas de algunas de las cuestiones más cruciales de la agenda
IED) y el comercio internacional (un 80% de las del desarrollo contemporáneo. Entre estas están,
exportaciones mundiales). por ejemplo, la de los impactos territoriales de la
Tales disparidades son también manifiestas en el globalización y los procesos de integración econó-
interior de los países, entre las áreas urbanas y las mica (Unión Europea, TLCAN y Alca); las condi-
rurales, entre las regiones prósperas y las rezagadas, ciones de viabilidad del Estado-nación; la pertinen-
y entre las áreas metropolitanas y las ciudades me- cia de las políticas orientadas a lograr una mayor
dianas y pequeñas. El fenómeno es todavía más equidad interterritorial (descentralización fiscal); la
acusado en los países en desarrollo, en donde la influencia de las dinámicas territoriales en las estra-
diferencia en los niveles de ingreso entre las regio- tegias de localización de las empresas; y las relacio-
nes más ricas y las más pobres puede llegar a ser de nes entre los patrones de concentración de la activi-
6:1, como en México y Brasil. En Colombia la bre- dad productiva y los niveles y estabilidad del creci-
cha es de 4:1. miento.

La cuestión de por qué se concentra la actividad El propósito de este trabajo es examinar el esta-
económica en unos determinados emplazamien- do de la discusión teórica de las hipótesis de con-
tos ha sido una de las preguntas clásicas de la eco- vergencia/divergencia, presentar la evidencia empí-
nomía espacial, desde las primeras conceptua- rica que se ha obtenido con los trabajos sobre el
lizaciones formuladas por Von Thünen a principios tema tanto a escala de las economías nacionales
del siglo XIX. A este interrogante se ha venido a como subnacionales y relacionar estos resultados
agregar más recientemente (en la década de los ‘90), con algunos de los temas centrales de la actual agenda
el de si las disparidades en dicho nivel de actividad del desarrollo.
tienden –en el largo plazo- a ampliarse o a disminuir.
2. El debate sobre la hipótesis de
Si las brechas tienden a acortarse, se verificaría la convergencia/divergencia
hipótesis de convergencia postulada por los en-
foques neoclásicos del crecimiento, según los cuales Según Barro y Sala-i-Martin (1995), “probably
en el largo plazo el funcionamiento del mercado because of it’s lack of empirical relevance, growth
pone en marcha engranajes que le permiten a las theory effectively died as active research field by the
early 1970s, on the eye of the rational-expectations
revolution and the oil shock” (12).
*
Instituto Latinoamericano y del Caribe de Planifica-
ción Económica y Social (ILPES). Email: emoncayo@ixp.net
**
Este trabajo hace parte de una investigación que ade-
1
lanta el autor para el Sistema Universitario de Investigación La hipótesis de convergencia había sido planteada por
SUI de la Universidad Autónoma de Colombia, “Las regio- el historiador económico Gerschenkron (1952) desde los
nes colombianas frente a la globalización”. Recibido el 15 de años cincuenta. Otro historiador económico, Abramovitz
marzo, aprobado el 24 de marzo. (1986), ya en los años ‘80 volvió a insistir en el punto.

8 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica

En la siguiente década y media la investigación modelos de crecimiento endógeno implican el re-


macroeconómica se concentró en las fluctuaciones chazo de la hipótesis de convergencia.
de corto plazo de la economía, hasta que en la se-
gunda mitad de los ‘80 los trabajos de Romer (1986) En los MCE no existe ninguna “fuerza” que re-
y Lucas (1988) rescataron la importancia de los de- duzca las diferencias en los determinantes de largo
terminantes del crecimiento de largo plazo, mar- plazo del crecimiento; antes bien, las economías tien-
cando el inicio de una nueva etapa de la teoría del den a divergir en el tiempo. De hecho la sola presen-
crecimiento. cia de rendimientos crecientes originada en el cam-
bio tecnológico impide cualquier movimiento hacia
La nota distintiva de los nuevos enfoques era la convergencia.
su rechazo de la explicación del crecimiento basada
en el concepto de progreso tecnológico exógeno, Los desarrollos conceptuales anteriores conduje-
propia del modelo neoclásico, y el correspondiente ron a la formalización de la Nueva Geografía Econó-
empeño por encontrar los determinantes del creci- mica (NGE), que para Krugman (1999) es la cuarta
miento al interior del modelo. De allí su denomi- ola de la revolución que desencadenó la teoría del
nación de modelos de crecimiento endógeno crecimiento endógeno. Las tres primeras habrían sido
(MCE). los nuevos enfoques de la organización industrial
que crearon un conjunto de modelos de competen-
En estos modelos –al contrario de lo que ocu- cia con rendimientos crecientes, la nueva teoría del
rre en los neoclásicos-, el crecimiento puede conti- comercio internacional y las nuevas teorías del papel
nuar indefinidamente porque los rendimientos de del cambio tecnológico en el crecimiento económi-
la inversión en capital (incluido el humano) no ne- co.
cesariamente disminuyen en la medida en que la
economía se desarrolla, debido a la presencia de La construcción teórica de la NGE está basada
externalidades positivas originadas en efectos de en el argumento según el cual, en el comercio y la
difusión del conocimiento tecnológico entre pro- especialización, los rendimientos crecientes, las eco-
ductores y a otras economías de aglomeración2. nomías de escala y la competencia imperfecta son
lejos más importantes que los rendimientos decre-
Ahora bien, como la idea de los rendimientos cientes, la competencia perfecta y la ventaja compa-
decrecientes en la acumulación de capital inherente rativa; y que las economías externas por tamaño del
a los modelos neoclásicos implicaba que países con mercado y por innovación tecnológica que apunta-
escaso capital per cápita crecerían más rápido que aque- lan dichos rendimientos crecientes, no son de al-
llos con abundante dotación per cápita de este recur- cance internacional –ni siquiera nacional-, sino que
so (la hipótesis de convergencia)3, los rendimien- surgen de un proceso de aglomeración de naturale-
tos no decrecientes (constantes o crecientes) de los za regional o local.

Tabla 1. Fuerzas que actúan sobre la concentración geográfica.

Centrípetas Centrífugas
Tamaño del mercado encadenamientos Factores fijos
Mercados laborales densos Rentas de la tierra
Economías externas puras Deseconomías externas
Fuente: Krugman (1999).

3
2
Esta noción había sido anticipada por Young en 1928. Siempre que el stock de capital per cápita sea la única
diferencia entre las dos economías. Por eso se habla de con-
vergencia condicional.

eure 9
Edgard Moncayo

El modelo que elabora Krugman para analizar En cuanto a lo que concierne al debate sobre la
las relaciones de los rendimientos crecientes con la convergencia, de lo dicho anteriormente se despren-
aglomeración espacial, representa la interacción en- de con claridad que para la NGE el libre juego de las
tre las fuerzas centrípetas que promueven la con- fuerzas del mercado conduce inexorablemente a una
centración geográfica de las actividades económicas intensificación de las desigualdades entre las eco-
y las centrífugas en la siguiente tabla: nomías (divergencia), tal como ya lo habían plan-
teado Myrdall (1971), Kaldor (1957) y Hirshman
Las “petas” de la columna izquierda son la trilogía (1958).
clásica de las fuentes de las economías externas se-
gún Marshall. Las “fugas” –que están inspiradas en
el modelo de Von Thünen (1826)- tienen que ver 3. Las implicaciones de la convergencia/
respectivamente con la tierra y los recursos naturales; divergencia
los precios del suelo, que van aumentando con la
concentración; y la congestión, generada por la con- La existencia o no de tendencias hacia la con-
centración. Aunque no obstante Krugman advierte vergencia/divergencia entre distintas economías
que en el mundo real la localización refleja la tiene implicaciones importantes en varios planos.
interacción de todas estas fuerzas, para efectos de
En primer lugar, en el plano internacional se
hacer viable el modelo matemático escoge sólo una
plantean dos interrogantes íntimamente asocia-
de cada lado de la tabla: los encadenamientos hacia
dos: ¿hay una tendencia hacia un crecimiento de
atrás y hacia delante, que son “petas”, y los factores
los países pobres más rápido que el de los ricos, y
fijos, que son “fugas”.
por consiguiente hacia la convergencia entre
Para Krugman (1992), el comercio internacio- estándares de vida entre estos dos grupos de paí-
nal es un caso especial de geografía económica, y por ses? Y, ¿la globalización conduce a hacer el mundo
tanto, en su dinámica también operan los mecanis- un lugar más igualitario, o por el contrario, ella
mos circulares de acumulación; ello explicaría las beneficia a los países ricos y afecta a los más atrasa-
configuraciones centro-periferia que caracterizan los dos?
intercambios comerciales. Al respecto, postula este
De las repuestas a estas preguntas depende,
autor que “las fronteras entre la economía interna-
cional y la economía regional están volviéndose bo- entre otras cosas, la valoración que pueda hacerse
rrosas, en algunos casos importantes. Solamente es de los procesos e instituciones –como la Organi-
preciso mencionar la Europa de 1992: al convertirse zación Mundial de Comercio y las instituciones
en un mercado unificado, con libre movilidad del financieras internacionales- que impulsan la
capital y del trabajo, cada vez tendrá menos sentido globalización, entendida como la intensificación
pensar en las relaciones entre los países que la com- de los flujos comerciales, financieros y tecnológi-
ponen en términos del paradigma tradicional del cos a escala mundial, y la correspondiente adop-
comercio internacional” (77). ción de las políticas y marcos institucionales con-
ducentes a tal fin.
Otra implicación interesante de la NGE es la
relación negativa entre la estructura de concentra- En segundo término, el problema de la con-
ción industrial de un país y el grado de liberalización vergencia/divergencia también se plantea con re-
comercial del mismo. Según algunos autores, mien- lación a los procesos de integración económica.
tras mayor sea la apertura comercial de un determi- En la medida en que estos procesos conducen –
nado país, menor será su concentración productiva con mayor o menor intensidad- a la relocalización
regional, porque en la medida en que la economía se de la actividad económica, las industrias se ex-
vincula más al mercado internacional, el interno pandirán en unos países y lo contrario ocurrirá en
deviene menos importante. Es decir, si los polos de otros, afectando sus respectivos niveles de empleo
aglomeración tradicionales son mediterráneos, por e ingreso. Por lo tanto, puede haber unos países
ejemplo, los nuevos productores tenderían a situarse que resulten ganadores y otros perdedores.
en localizaciones más cercanas al comercio interna-
cional (las costas).

10 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica

De allí que en la Unión Europea (UE) esta 4. La evidencia empírica sobre la


cuestión haya estado vinculada a los principios convergencia/divergencia en el plano
básicos que orientan el proceso de integración, internacional
especialmente desde el Acta Única, los acuerdos
Maastrich y el nuevo tratado de la UE (1992). La contraposición teórica entre los modelos
Específicamente, el proyecto europeo se basa en neoclásicos y los de crecimiento endógeno sobre la
que su desarrollo permita impulsar el crecimiento convergencia/divergencia tiene su lógico correlato
del conjunto de los países miembros, contribu- en el campo de los estudios empíricos. Así, mien-
yendo así al logro de una mayor cohesión econó- tras los trabajos basados en la ortodoxia neoclásica
mica y social. encuentran que la mayor integración global eleva,
por lo general, el ingreso de todas las naciones,
La preocupación por los eventuales efectos di- aquellos que se fundamentan en la heterodoxia del
vergentes de la integración surge con más fuerza crecimiento endógeno concluyen, por el contrario,
en el marco de los acuerdos de integración econó- que la globalización promueve la desigualdad, que
mica entre países de distinto grado de desarrollo, una economía mundial integrada se escinde entre
como el tratado de libre comercio de América del un centro rico y una periferia pobre y que –más
Norte (TLC) entre Canadá, Estados y México, y grave aún- la riqueza del centro se produce a expen-
la posible Asociación de Libre Comercio de las sas de la periferia. Más recientemente ha ganado te-
Américas (ALCA). En este contexto, la liberación rreno en los países desarrollados la idea de que la
del intercambio comercial puede favorecer la con- dialéctica centro-periferia funciona al revés: la peri-
centración de actividades en los países avanzados, feria progresa a costa del centro desarrollado.
obligando a los menos desarrollados a tener las
previsiones pertinentes. Hay también investigaciones que reconocen no
encontrar respaldo empírico sólido para ninguna
Por último, la cuestión convergencia/diver- de las dos posturas, y otras que admiten la posibi-
gencia es relevante al interior de los países indivi- lidad de que las dos sean posibles en diferentes
dualmente considerados, esto es, en el plano de momentos del tiempo.
las regiones subnacionales que los conforman. A
este respecto, por ejemplo, si en un país se observa 4.1. La convergencia entre países
convergencia absoluta acelerada, las políticas pú-
blicas para favorecer el equilibrio interregional El enfoque optimista sobre los efectos de la
devienen prácticamente innecesarias. Estas polí- globalización sobre la convergencia se basa en los
ticas, en cambio, tienen un importante papel en siguientes argumentos:
los casos en los que el crecimiento de las distintas
regiones tienden a divergir. a) La globalización ha acelerado las tasas
globales de crecimiento: de una tasa del 1%
En ciertos contextos, las disparidades acusa- anual a mediados del siglo XIX se ha pasado
das en el desempeño de las regiones puede dar a una de 3,5% anual en promedio, en los
lugar incluso a tendencias no sólo hacia formas cuarenta años finales del siglo XX. Estas al-
extremas de federalismo fiscal, sino a conatos de tas tasas de crecimiento sostenidas durante
secesión política de los territorios ganadores, que décadas han ampliado los mercados para to-
constituyen una amenaza para la integridad de dos los países de la comunidad internacional
los estados nacionales a los cuales pertenecen. (Dollar, 2001).
En las siguientes secciones de este trabajo abor- b) Los países en desarrollo que se han
daremos un análisis más detallado de las globalizado han experimentado una acelera-
implicaciones de la cuestión convergencia/diver- ción de su tasa de crecimiento, pasando de
gencia que se acaban de esbozar. una tasa anual del 1,4% en los años ‘60 a una
del 5% en la década de los ‘90. Por tanto, su
nivel de ingreso ha convergido hacia el de los

eure 11
Edgard Moncayo

países avanzados (Dollar, 2001; Lindert & 4.2. La divergencia entre países
Williamson, 1995).
Pritchett (1996), economista del Banco Mun-
c) Los países en desarrollo que han adoptado las dial –y por tanto “libre de toda sospecha”- sostie-
políticas “correctas” (derechos de propiedad ne lo siguiente: “Al lado de la ‘globalización’ y la
intelectual, desregulación y apertura comer- ‘competitividad’, el tema de la ‘convergencia’ ha
cial) han logrado converger hacia los niveles permeado las discusiones públicas sobre políticas y
de ingreso de las economías avanzadas (Sachs perspectivas de países en desarrollo [...] Pues bien,
& Warner, 1995). Estas políticas apropiadas olviden la convergencia: la abrumadora característi-
constituyen para Hall y Jones (1998) la infra- ca de la historia económica moderna es una diver-
estructura social de un país. gencia masiva en ingresos per cápita entre países ri-
cos y pobres; una brecha que sigue creciendo en la
d) Las economías atrasadas que se integran con
actualidad [...] Más aun, a menos que el futuro sea
los más avanzadas aceleran su tasa de creci-
diferente al presente en muchos aspectos impor-
miento, y por tanto su nivel de ingreso con-
tantes, lo que se puede esperar es que esta brecha se
verge hacia el del líder (Dollar, 2001).
amplíe todavía más”.
e) La apertura comercial (Frenkel & Romer, 1999)
En el mismo sentido, Gallup y Sachs (1998),
y la IED (Dollar & Kraary, 2002) en los paí-
que también pueden considerarse neoclásicos or-
ses en desarrollo, están positivamente
todoxos, afirman: “Dos siglos después del creci-
correlacionadas con el crecimiento de largo
miento económico moderno, una vasta propor-
plazo.
ción del mundo permanece sumida en la pobreza.
f) El comercio internacional, especialmente el Aunque algunos beneficios del desarrollo moder-
Norte-Sur –en virtud del teorema Heckscher- no, especialmente esperanza de vida y reducción de
Ohlin- tiende a igualar los precios de los facto- la mortalidad infantil, se han irrigado a casi todo el
res, y por tanto la relación de los salarios en- mundo, inmensas y trágicas disparidades persisten
tre los países pobres y los ricos tiende a subir. en algunas regiones. En términos de bienestar
En consecuencia, el comercio puede ser un material, medido por el PIB per cápita ajustado por
sustituto a la movilidad del trabajo y el capi- la capacidad del poder adquisitivo (PPP), las bre-
tal para efectos de la generación de conver- chas son enormes y muestran pocos signos de
gencia entre salarios o productividad laboral, mejoramiento [...] En África, los niveles de ingreso
y por ende del ingreso (Williamson, 1995). en los ‘90 fueron casi iguales a los de los ’70 [...] y en
América Latina y el Caribe, los niveles de ingreso en
g) La varianza ponderada por la población del 1992 ($4.820) fueron solamente 6,6% más altos
(log) PIB per cápita de 125 países ha dismi- que en 1974 ($4.524)” (127).
nuido en las últimas dos décadas (s-conver-
gencia). Si bien la s-convergencia del (log) del El hecho es que con respecto al ingreso de los
PIB per cápita para la muestra de países ha miembros de la OECD, la única región que acortó
aumentado en los últimos treinta años, cuan- la brecha entre 1950 y 1998 fue Asia (Oriental, Pací-
do se pondera el PIB de cada país por la po- fica y Meridional), con América Latina relativamen-
blación la tendencia se torna declinante. “This te estable, y África y los demás países no desarrolla-
means that the measures of convergente dos divergiendo en forma pronunciada. Según
based on “each country, one data point” can Madisson (2001), en el período 1973-1998 la bre-
show divergence, but when we give “each cha de ingreso per cápita entre la región más rica y la
citizen, one data point” the picture changes más pobre aumentó de 13:1 a 19:1.
radically” (Sala-i-Martin, 2002). Tal resultado
La evidencia econométrica sobre la divergencia
se explica fundamentalmente por el gran vo-
en el nivel de ingreso entre países es aportada, entre
lumen de población y altas tasas de crecimien-
otros, por Bourgignon y Morrison (2002),
to de China.
Milanovic (2001) y Dowrick y De Long (2001).

12 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica

El estudio de Bourgignon y Morrison (2002), dispersión en el lapso 1950-1990, observaron con-


que cubre el período que va entre 1820 y 1992, con- vergencia sólo hasta 1979.
cluye que las desigualdades del ingreso mundial
explotaron en dicho período: el coeficiente GINI y 4.3. Convergencia/divergencia e integración económica
el índice de Theil se incrementaron en un 30% y
60% respectivamente, debido principalmente al A similitud de lo que ocurre a escala internacio-
aumento de las diferencias entre países. Estos au- nal, en el marco de la integración económica los
tores admiten, sin embargo, que a partir de 1950 las análisis de convergencia/divergencia arrojan resul-
desigualdades no crecen tan rápidamente. tados con diversos matices. Así, en la Unión Euro-
pea Crespo-Cuaresma et al. (2002) encuentran que
Los resultados anteriores confirman los de la participación en el proceso de integración tiene
Milanovic (2001), quien además hace notar el reza- para los países miembros un “bono” de crecimien-
go de la “clase media mundial”, constituida por to que no es simétrico, puesto que beneficia en
América Latina, Europa Oriental y la antigua Unión mayor medida a los países relativamente menos
Soviética entre 1988 y 1993. avanzados. Estos hallazgos –compatibles con la
teoría de los Clubes de Convergencia- podrían ex-
Por su parte, Dowrick y De Long encuentran plicarse según los autores por los efectos de la ayu-
que en el período 1980-1998 los países pobres se da financiera que la UE presta a Grecia, Portugal,
benefician menos de la apertura comercial que los Irlanda y España, la cual representó en 2000 el 3,6%,
ricos. 1,9%, 1,8% y 0,9% del PIB de estos países respec-
tivamente.
Por todo lo anterior, y después de hacer una
prolija revisión de la literatura empírica sobre Según Cuadrado-Roura (1999), la convergencia
globalización y convergencia, Solimano (2001) afir- se habría presentado claramente sólo en el período
ma: “La segunda ola de globalización post 1973 1950-1970, exhibiendo a partir de los años ‘70 una
–de creciente intermediación financiera y políticas tendencia hacia el estancamiento e incluso hacia li-
económicas promercado- ha sido acompañada por geros brotes de divergencia. Estos resultados fue-
complejas disparidades regionales y un aumento ron corroborados por Waltz (1999), quien tampo-
en la desigualdad mundial” (34). co encuentra signos de convergencia en el período
1980-1995.
De acuerdo con los enfoques de la Nueva Geo-
grafía Económica, en la persistencia de tales des- Boldrin y Canova (2000) y Petrakos et al. (2003)
igualdades juegan un papel muy importante varia- obtienen, por su parte, resultados según los cuales,
bles como la distancia a los mercados internaciona- para los últimos dos decenios, no hay evidencia
les y a fuentes de abastecimiento de insumos. Es- fuerte ni de divergencia ni de convergencia entre los
tas distancias no serían superables por las nuevas países de la UE. Los primeros de estos autores
tecnologías de la telecomunicación: “Other activities tampoco encuentran respaldo empírico para la hi-
which are readily transportable and less dependant pótesis de que la política de cohesión de la UE
on face-to-face communications may relocate to tenga efectos de crecimiento en los países que reci-
lower wage countries, and this will be an important ben esta ayuda financiera, y consideran que a este
force for development. However, since these propósito sería más conducente una política de
activities may cluster together, development is likely movilidad laboral en el marco de la integración eu-
to take the form of rapid development by a small ropea.
number of countries (or regions) rather than a more
uniform process of convergence” (Venables, 2001). En cuanto a la convergencia/divergencia en el
contexto de la integración latinoamericana, Cáceres
En el contexto latinoamericano, Elías (2001) y Núñez (1999) detectaron convergencia en la Co-
encuentra convergencia en el subperíodo 1960-1975, munidad Andina y Mercosur, y divergencia en el
pero no después (el período completo analizado Mercado Común Centroamericano.
es 1960-1995), resultado que coincide con el de
Cáceres y Núñez (1999), los cuales, al analizar la

eure 13
Edgard Moncayo

5. La evidencia empírica sobre la Con respecto a la convergencia entre las regiones


convergencia/divergencia en el de la UE vale la pena citar otros tres puntos de vista
nivel interregional (en el interior de relevantes. En primer lugar está el de Magrini (1998),
los países) que obtiene, aplicando la metodología de cadenas
de Markov, resultados que muestran ya no sólo es-
A escala de las regiones internas de los países, tancamiento de la convergencia, sino franca diver-
en la cual la similitud de parámetros tecnológicos e gencia en el período 1974-1990, señalando que las
institucionales –y por tanto de estados estaciona- regiones divergentes hacia arriba en este lapso fue-
rios- debería favorecer la convergencia absoluta, se ron Düsseldorf, Hamburgo, Stuttgart, Munich,
presentan, no obstante, tendencias tan disímiles Frankfurt y París.
como las que se acaban de comentar en el plano
En segundo término, el trabajo de Tondl (1999)
internacional. A continuación examinaremos los
encuentra que las variables más influyentes en el
casos de varios países seleccionados.
catching-up de las regiones atrasadas son la educa-
5.1. Regiones de la Unión Europea ción, la inversión pública y el cambio estructural
(desarrollo de actividades no tradicionales). Por úl-
En el proceso de esclarecer la diferencia entre los timo, las conclusiones de Rodríguez-Pose y
conceptos de b-convergencia absoluta y b-conver- Petrakos (2004) son terminantes: “La integración
gencia condicional, los primeros análisis de conver- económica europea parece estar cada vez más aso-
gencia en el interior de los países europeos fueron ciada a un proceso de divergencia económica entre
elaborados por Barro y Sala-i-Martin (1991). Para regiones. Si bien es cierto que las economías euro-
una muestra de 90 regiones pertenecientes a ocho peas se asemejan cada vez más, y que los mismos
países (Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, factores condicionan su funcionamiento, desde un
Holanda, Bélgica, Dinamarca y España), estos au- punto de vista territorial las disparidades económi-
tores encontraron una convergencia cercana al 2% cas en el interior de cada país están aumentando a
anual en el periodo 1950-1990. Un trabajo de Boltho medida que se queman etapas de la integración.
(1990) constata el carácter convergente de dicho pe- Frente a un proceso de convergencia entre estados,
ríodo. y a unos espacios centrales cada vez más incorpora-
dos a la economía europea y mundial, se alzan
Tales resultados no son congruentes con los muchos espacios periféricos cuya capacidad para
obtenidos por Cuadrado-Roura (2001), para quien competir en una economía más integrada y
un proceso dominante de convergencia sólo se ha- globalizada es escasa”.
bría presentado en el subperíodo que va entre 1960
y mediados de los año ‘70. De entonces para acá, Los resultados anteriormente reseñados tienen
según este autor, la convergencia habría sido nula o diversas implicaciones en cuanto a la política de co-
extraordinariamente lenta en su conjunto, con fa- hesión regional de la UE. Así, mientras Cappelen
ses de divergencia en su interior. La ausencia de et al. (2002) y Tondl (1999) consideran que la asis-
convergencia significativa en este período también tencia financiera de la UE a las regiones atrasadas
se detecta en los trabajos de Fayolle y Lecuyer (2000), contribuyó a atenuar la divergencia interregional en
Boldrin y Canova (2000) y Cappelen et al. (2002). el decenio de los ‘90, Boldrin y Canova (2003), y
Fayolle y Lecuyer (2000) cuestionan, por el contra-
Una observación interesante que hacen Fayolle rio, la eficacia de los fondos estructurales.
y Lecuyer (2000) es que el desempeño de las regio-
nes depende en alto grado del desempeño de los 5.2. España e Italia
países a los que pertenecen, es decir, que la dinámica
regional tiene una fuerte impronta nacional. Esto Entre los analistas del caso español –Mas et al.
implica que los cambios en la convergencia entre (1995), de la Fuente (1996), Cuadrado-Roura (1998)
países de la UE están asociados positivamente con y Garrido Yserte (2002), entre otros- existe un am-
los cambios en la convergencia interregional. plio consenso en cuanto a distinguir dos períodos

14 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica

claramente diferenciados en el proceso de conver- nes costeras dinámicas y un hinterland rezagado (Wu,
gencia interregional. En el primero, que va desde 1999)4.
1955 hasta finales del decenio de los ’70, se produjo
una fuerte convergencia entre las regiones españo- Además de Shanghai, Beijing, Tianjin y
las; y en el segundo, que se extiende desde 1980 Liaoning, que han logrado conservar sus posiciones
hasta la segunda mitad de los ‘90, dicho proceso se de preeminencia, las regiones gandoras en los últi-
agota, presentando incluso conatos episódicos de mos dos decenios han sido Zhejiang, Jiangsu,
divergencia. Guangdong, Fujiang y Shandong. Como estas son
regiones costeras en las que se han puesto en prác-
En el período de estancamiento de la conver- tica las reformas desreguladoras, de apertura co-
gencia, las regiones de más alto crecimiento fueron mercial y a la inversión extranjera directa, esto le
las turísticas (las islas Canarias y Baleares) y las re- hace decir a Démurger et al. (2002) que su mayor
giones tradicionalmente prósperas del eje del Ebro crecimiento está asociado con las reformas hacia una
(Rioja, Navarra y Aragón) y del Mediterráneo (Ca- economía de mercado y su buena localización geo-
taluña y Valencia). En contraste, las regiones de gráfica en términos del comercio internacional. El
Asturias, Galicia, Cantabria, el País Vasco en el nor- corolario lógico que de aquí se desprende es que la
te y Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y forma de superar las brechas regionales es extender
Murcia, en el sur, tuvieron un desempeño pobre al hinterland las reformas económicas liberalizadoras.
(Cuadrado-Roura, 1998).
Hu (2002) también incide en el punto sobre la
El patrón de convergencia acelerada entre la localización geográfica y señala, además, que otro
posguerra y el decenio de los ’70, y posterior agota- factor que está induciendo la divergencia son las
miento e incluso ligera reversión del proceso, que limitaciones que todavía existen para la movilidad
se anotó arriba para el caso de España, también se rural-urbana de la fuerza laboral.
verificó en Italia. En consecuencia, la tradicional dis-
tinción entre el Mezzogiorno periférico que com- Como bien lo señalan Sachs et al. (2002), el caso
prende las regiones de Abruzzo, Molise, Basilicata, de India es similar al de China: “We find litle
Apulia, Campania, Calabria, Sicilia y Cerdeña en el evidence of comparable convergence among Indian
sur, y las regiones desarrolladas del centro-norte states, similar to the findings for China” (3).
(Piemonte, Valled’Aosta, Lombardía, Veneto,
Al igual que en China, en India la evidencia
Liguria y Emilia-Romagna), mantiene insidio-
empírica revela que después de una fase de conver-
samente su vigencia (Dunford, 2001).
gencia en los años ‘60, las disparidades regionales
5.3. China, India y Australia aumentaron en los decenios subsiguientes y espe-
cialmente en el de los ‘90, cuando se introducen las
El exitoso desempeño económico de China en reformas hacia la economía de mercado en el país
los últimos dos decenios ha suscitado un gran in- (Das & Barua, 1996; Dasgupta et al., 2000; Kurian,
terés por el estudio de las disparidades regionales y 2000).
su relación con las reformas económicas en este
La falta de convergencia no se debe a que todos
país. En consecuencia, los estudios sobre la mate-
los estados más ricos han crecido más que los atra-
ria, tanto de economistas chinos como extranjeros,
sados, porque –como aclara Ahluwalia (2000)-
han experimentado un verdadero boom.
Punjab y Haryana, que están entre los de mayor
La gran mayoría de tales investigaciones coinci- desarrollo, han crecido por debajo de la media na-
den en señalar que las desigualdades regionales dis- cional, en tanto que dos estados pobres, Rajastan y
minuyeron durante los años ‘70 y primera mitad
de los ’80, y que desde entonces se evidencia un
4
proceso de divergencia, que tiende a consolidar en Este trabajo reporta 29 estudios sobre el tema en
mención, de los cuales 19 encuentran divergencia en los
el país un patrón regional bimodal con unas regio- años ‘90. No obstante, el estudio de Wu pertenece a la
minoría que detecta en este período una ligera σ- convergen-
cia.

eure 15
Edgard Moncayo

Madhya Pradesh, se han desempeñado bien. No Coulombe (1993), Helliwell (1994), Lefebvre
obstante, Ahluwalia no ofrece explicaciones para es- (1994) y Kaufman et al. (2003) para los períodos
tos comportamientos excepcionales. 1961-1991, 1966-1992, 1961-1989, 1966-1992
y 1981-2000, respectivamente.
En cuanto a Australia, donde el tema regional
también tiene un lugar preponderante en la agenda Estos últimos autores logran establecer que los
pública, un estudio reciente (Lloyd et al., 2001) con- pagos de equalization –diseñados para asegurar que
cluye que: “Not only did the income gaps between las provincias de bajos ingresos tengan acceso a re-
regions increase in the 1990s, income inequality cursos suficientes para proveer niveles razonable-
within regions also increased”. mente comparables de servicios públicos a tasas
comparables de tributación- han tenido efectos
5.4. Estados Unidos y Canadá positivos para la convergencia del PIB provincial,
en tanto que los seguros provinciales de desem-
Al contrario de lo que ocurre en los contextos pleo han tenido efectos contrarios, al desestimular
anteriormente examinados, en Estados Unidos la la migración.
mayoría de los análisis muestran una reducción en
las disparidades estatales.
6. Los análisis de convergencia/
Así, el trabajo pionero de Barro y Sala-i–Martin divergencia en países
(1990) encontró convergencia absoluta en el largo latinoamericanos
período 1880-1988, lo cual fue corroborado por
Kim (1997) para el período 1900-1987, utilizan- El tema de las disparidades territoriales, asocia-
do el modelo Hecksher-Ohlin; por Carlino y Mills do al debate sobre modelos de crecimiento, comen-
(1996) para el período 1929-90; y por Rey y zó a estudiarse en América Latina a principios de
Montouri (1999), que utilizan métodos de los ’90, y ha venido atrayendo en los últimos años
econometría espacial para el lapso 1929-1994. Más una atención creciente. Los primeros trabajos, en
recientemente, Higgins et al. (2003) vuelven a de- los que era visible la influencia de las investigacio-
tectar convergencia absoluta para 3.058 condados nes de Barro y Sala-i-Martin mencionadas supra,
en el período 1970-1990. fueron elaborados en el contexto de las discusio-
nes sobre las reformas descentralizadoras, y los más
Por su parte, el trabajo de Carvalho y Harvey
recientes, en el marco de un programa de investiga-
(2002), al considerar 8 regiones, reconoce conver-
ciones sobre geografía económica impulsado por
gencia en todas excepto en las dos más ricas, New
el Departamento de Investigación del BID, con la
England y Mideast; y el de Lefort (s/f) encuentra
asesoría del profesor de Harvard John Luke Gallup
convergencia absoluta para todos los estados, ex-
(Gallup et al., 2003).
cepto para Puerto Rico.
6.1. Argentina, Brasil y México
No obstante lo anterior, hay también estudios
que cuestionan los hallazgos de convergencia, como Argentina parece ser un caso especial en el con-
los de Durlauf y Quah (1999) y Brown et al. (1990). texto de los países que hemos reseñado hasta aquí,
Adjemian et al. (2000) tratan de reconciliar los en el sentido de que la mayoría de los estudios no
resultados de signo opuesto, estableciendo una vin- encuentran convergencia absoluta en el largo perío-
culación entre convergencia y la tasa de crecimiento: do 1884-1994. En realidad sólo uno de los cuatro
tasas rápidas de crecimiento inducen convergencia y revisados para este trabajo detecta un ligero proce-
tasas bajas divergencia. so de convergencia entre 1984-1994, que la autora
atribuye a las altas tasas de crecimiento en este lapso
En Canadá se constata una situación similar a de provincias atrasadas como San Luis y Tierra del
la de Estados Unidos, en el sentido de que la ma- Fuego, donde se adelantaron programas especiales
yoría de los estudios coinciden en señalar procesos de promoción industrial.
de convergencia: Coulombe y Mills (1993), Lee y

16 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica

En Brasil, un estudio publicado en 1995 para el Aunque no todos los analistas coinciden en cuan-
período 1970-1985 (Borges & Diniz, 1995) con- to a la duración del ciclo de convergencia, la mayoría
cluía que “no obstante esta extrema desigualdad de ellos sí están de acuerdo en que la fase de polariza-
entre estados que aún prevalece en 1985, el grado ción comenzó en los años ‘80. Estos son los casos de
de desigualdad se redujo claramente a lo largo del Juan Ramón y Rivera (1996), Messmacher (2000),
período considerado”. Sin embargo, otro trabajo Arroyo (2001) y Chiquiar et al. (2002).
elaborado en 2000 por Azzoni et al. (2000) rechaza
la hipótesis de convergencia absoluta para el perío- El estudio de Chiquiar et al. (2002) es de los
do 1981-1986. pocos entre los reseñados hasta ahora en este tra-
bajo que indaga por las causas de la ruptura del
Bien puede ocurrir, entonces, que en Brasil la proceso de convergencia, y al respecto señala: “My
trayectoria de las disparidades territoriales haya se- results support the hypothesis that, after 1985, b-
guido el mismo patrón que se identificó supra en convergence across Mexican States’ per capita
los casos de España e Italia, en el sentido de que outputs was lost and that this divergent pattern
una fase de convergencia en los años ‘70 fue segui- was not reversed after Nafta started operating. I
da por una de polarización, que se prolonga duran- also present results that suggest that the winners
te el decenio de los ‘90. from the structural change were those states initially
endowed with, or able to attract, higher levels of
La explicación de tal fenómeno puede consistir human and industrial capital and better
en que después del proceso de desconcentración infrastructure. This was specially true for the
industrial que se registró en Brasil entre 1970 y 1985, northern states of the country, which benefited
a partir de este último año hay una clara tendencia addicionally from their proximity to the United
hacia el reposicionamiento, en primer lugar, del States. In contrast, southern states, whose labor
Estado de Sao Paulo, que por sí solo representa force is more concentrated in agricultural activities
más del 50% del PIB industrial del país, y en se- and that have the greatest lags in human capital
gundo lugar, de Minas Gerais y Curitiba. Estas re- and infraestructure, are the losers from the policy
giones albergan un corredor de áreas metropolita- shift undertaken during the mid-eighties”.
nas –Belo Horizonte, Río de Janeiro, Sao Paulo,
Curitiba y Porto Alegre- que concentra no sólo la Con respecto al impacto del TLCAN (NAF-
mayor parte de la industria brasileña, sino el 70% TA), Messmacher (2000) sostiene que este acuerdo
de las actividades relacionadas con el conocimiento comercial, al haber beneficiado principalmente a
y la investigación. estados del norte que antes de su entrada en vigen-
cia eran atrasados, no ha sido responsable de las
En el otro extremo están la regiones del Norte tendencias hacia la divergencia que actualmente se
y el Nordeste, que contribuyen conjuntamente con advierten. En cualquier caso, sostiene que: “It is
el 20% del PIB (con un 35% de la población) y se clear that Mexico’s liberalization has increased the
mantienen en un secular estado de atraso. ties between northern Mexico and U.S., at the same
time that the ties between northern and southern
Las desigualdades regionales no son menos pro-
Mexico have weakened” (133).
nunciadas en México, país en el cual se presenta de
nuevo el patrón de una fase de convergencia segui- Acerca de estas tendencias, Hanson (1998) hace
da de otra de aumento de las disparidades. con razón la siguiente anotación: “En la medida en
que NAFTA integra progresivamente a México en
Así, un estudio de Esquivel (1999) concluye
la economía estadounidense, parece natural esperar
que “se identificaron dos fases claramente diferen-
que los nexos entre el norte de México y el
ciadas del proceso de convergencia regional: la pri-
suroccidente de Estados Unidos se fortalezcan, y
mera de ellas, de 1940 a 1960, se caracterizó por un
aquellos entre el norte y el sur del primero de estos
proceso relativamente rápido de convergencia re-
países se debiliten. En un mundo así, hace cada vez
gional; durante la segunda fase, de 1960 a 1995,
más sentido tomar las regiones, en vez de los países,
este proceso se detuvo de manera súbita e incluso
como la unidad de análisis del comercio internacio-
mostró cierta tendencia a revertirse”.
nal” (442).

eure 17
Edgard Moncayo

6.2. Bolivia, Perú, Chile y Colombia período 1987-1994, Morandé, Soto y Pincheira
(1997) encuentran más bien una situación parecida
En cuanto a los países del cono andino, sólo de a la de Perú, en el sentido de que en Chile existirían
Colombia logramos acopiar información suficien- tres “clubes” de convergencia, cada uno convergien-
te para estilizar una visión de largo plazo sobre los do hacia su propio estado estacionario (regiones I,
procesos de convergencia/divergencia, similar a lo II, XII; regiones Metropolitana, III, V y VI; y re-
que hemos ofrecido en los apartes precedentes para giones IV, VII, VIII, IX, y XI).
otros países.
Por otra parte, a la pregunta que formulan
Para Bolivia, Perú y Chile sólo dispusimos de Anríquez y Fuentes (2001), “si se acepta el resulta-
unos pocos trabajos, cuyos resultados, por lo gene- do de convergencia, es relevante preguntarse si el
ral, son poco concluyentes. Así, en el caso de Bolivia, proceso se llevará en forma más rápida o más lenta
mientras Morales et al. (2000) encuentran diver- de lo aquí encontrado” (215).
gencia en el período 1976-1992, Urquiola et al.
(1999), al analizar el mismo período, concluyen cau- Riffo (1999) responde diciendo (después de
tamente que: “To sumarize, the simplest evidence analizar el período 1960-1997) que en el lapso 1995-
on convergence at a departmental level is 1997 ha habido divergencia: “El importante proce-
inconclusive: different welfare indicators suggest so de convergencia ocurrido en los años ‘80, y en
different conclusions”. menor medida en la primera mitad de los años ‘90,
parece haberse detenido, sin ser evidente la tenden-
En Perú, el análisis de Odar (2002) para el pe- cia futura” (145).
ríodo 1961-1996 –cuando utiliza el método
econométrico tradicional- encuentra alguna eviden- Para llegar a esta conclusión, dicho autor ha es-
cia de convergencia absoluta entre los departamen- tablecido previamente que la σ convergencia (indi-
tos, pero de una manera muy débil. En cambio, cador de dispersión) disminuyó entre 1960 y 1997
cuando aplica el método propuesto por Quah de 0,67 a 0,51, distinguiendo tres fases de conver-
(1995), el resultado que obtiene es que debido a gencia (1967-1975, 1983-1988 y 1991-1995) y tres
factores geográficos, los departamentos del Perú de divergencia (1975-1982, 1988-1991 y 1995-1997).
siguen dinámicas distintas entre sí, y que en el país
Sobre esta última, Riffo (1999) señala: “La fase
coexisten al menos dos (pueden ser hasta ocho)
donde se produce el mayor incremento de las
regímenes económicos que convergen a distintos
disparidades regionales coincide con la aplicación
estados estacionarios.
más ortodoxa del modelo neoliberal, caracterizada
Más precisamente, el autor señala que “mien- por la eliminación de barreras al funcionamiento
tras los departamentos de menores ingresos inicia- del mercado como principal mecanismo de asigna-
les convergen entre sí [o lo hacen de manera muy ción de recursos. Este hecho resulta consistente con
lenta], los departamentos de mayores ingresos sí las formulaciones keynesianas y post keynesianas
lo hacen […] Puede concluirse que existe una ‘base referidas al problema de las desigualdades regiona-
de atracción’, la cual lleva a la existencia de conver- les, tales como las de Nicholas Kaldor y Gunnar
gencia entre los departamentos de mayores ingre- Myrdal” (145).
sos” (63).
En Colombia, el primer trabajo sobre conver-
Las evidencias empíricas tampoco son terminan- gencia fue realizado por Cárdenas et al. en 1993,
tes en Chile, donde los estudios presentan conclu- esto es, sólo dos años después de las investigacio-
siones que no son coincidentes. En efecto, mientras nes seminales de Barro y Sala-i-Martin. Este estu-
Aroca y Claps (s/f) constatan convergencia en el pro- dio obtiene unos resultados bastante optimistas,
ducto per cápita para las 13 regiones que integran el según los cuales la β-convergencia en el período
país en el período 1960-1996, y Anríquez y Fuen- 1950-1989 habría sido del 4,22%, tasa que duplica
tes (2001) detectan lo mismo, tanto para el produc- la estimada para Estados Unidos, Europa y Japón
to per cápita como para el ingreso per cápita en el para el mismo lapso. Cárdenas et al. alcanzan a mati-

18 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica

zar un tanto su optimismo cuando advierten que si confirman la hipótesis de desigualdad persistente
se examina el período 1960-1989, excluyendo la por el período 1980-1994; Bonet y Meisel (1999)
información de la década de los ’50, que es muy sólo encuentran convergencia (β y σ) en el
poco confiable, la velocidad de b-convergencia cae a subperíodo 1926-1960, dentro del período 1926-
3,2%. 1995; Galvis y Meisel (2001) confirman divergen-
cia en el período 1973-1998 para una muestra de
En cuanto a la σ-convergencia, los resultados las ciudades más grandes del país (utilizando los de-
distan mucho de ser tan contundentes, toda vez que pósitos bancarios como proxy del PIB); Bonet
muestran una dispersión estable en los años ‘50 y (1999), mediante el método shift-share, concluye
‘60, a la baja entre 1973 y 1983 y creciente a partir que en el lapso 1980-1996 las desigualdades en el
de este último año, en el que se inicia un ciclo que crecimiento departamental se acentuaron; Lotero
revierte por completo los avances de los años ‘70. (2000) detecta divergencia (β y σ) en la productivi-
dad industrial departamental para el subperíodo
Pese a las tempranas críticas que suscitó el trabajo
1985-1997 (dentro del período total 1967-1997);
de los autores en mención, sobre todo en cuanto a la
y Acevedo (2003) y Barón (2003) verifican ausen-
interpretación de σ-convergencia, en un trabajo pos-
cia de convergencia (β y σ) en el decenio completo
terior Cárdenas y Escobar (1995) reafirman sus apre-
de los ‘90.
ciaciones anteriores y concluyen que “Colombia ha
vivido un inequívoco proceso de convergencia eco-
nómica interdepartamental durante los últimos cua- 7. A la búsqueda de explicaciones
renta años […] Es un caso exitoso de convergencia
interdepartamental” (179). De lo expuesto en el apartado anterior se puede
derivar el siguiente hecho estilizado: por lo menos
En el contexto del debate que daba entonces en desde los años ‘50 hasta los ‘70 se produjo, tanto en
Colombia sobre la aplicación de la Constitución el plano internacional como en el interior de los
descentralizadora de 1991, las conclusiones de Cár- países, un ciclo largo de convergencia, que en los
denas fueron duramente cuestionadas por analistas últimos dos decenios muestra no sólo síntomas de
que las interpretaban como un intento de darle res- aletargamiento sino incluso de reversión.
paldo técnico a las posiciones políticas que se opo-
nían a una mayor redistribución de recursos fiscales Las explicaciones que se ofrecen para explicar ese
a favor de las regiones más atrasadas (Mora & fenómeno se pueden agrupar en tres vertientes: las
Salazar, 1994; Bastidas, 1996). asociadas con la crítica a la econometría convencio-
nal; las vinculadas con la Nueva Geografía Econó-
En un intento de superar tal controversia, mica y las que se derivan de los estudios de caso. A
Birchenall y Murcia (1997), basándose en los mo- continuación nos referiremos a cada uno de estos
delos de dinámica distribucional de Quah mencio- conjuntos de explicaciones.
nados supra, construyen un marco teórico alternati-
vo al de Barro y Sala-i-Martin y encuentran que en el 7.1. La crítica de la econometría convencional
período 1960-1990 no hubo convergencia. Sobre
esta base, los autores concluyen que lejos de ser un Para algunos autores, la econometría convencio-
caso exitoso de convergencia, Colombia exhibe “un nal del análisis de convergencia –que como hemos
claro proceso de persistencia que ha mantenido las visto fue desarrollada principalmente por Barro y
distancias entre los ingresos de los departamentos, es Sala-i-Martin- adolece de debilidades e
decir, que ha mantenido una distribución de ingre- inconsistencias.
sos en las mismas posiciones que en 1960” (305).
En tal sentido, los cuestionamientos más elabo-
La noción de divergencia (posterior a 1960) ha rados provienen de Quah (1995), para quien los
sido corroborada desde entonces por varios traba- tests de convergencia están afectados de la Falacia
jos posteriores sobre el tema, algunos de los cuales de Galton de reversión a la media. Esta falacia se
utilizan metodologías estadísticas y econométricas conoce así a raíz de la investigación realizada por
diferentes a la tradicional. Así, Rocha y Vivas (1998) Francis Galton en 1885, titulada “Regression Toward

eure 19
Edgard Moncayo

Mediocrity in Hereditary Stature”, en la que este dad de los factores capital y trabajo entre las distintas
autor notó que los hijos de padres altos “regresaban economías, o, en su defecto, en el de los efectos
hacia la mediocridad”, pues en promedio estas per- igualadores de los precios internacionales de los fac-
sonas resultaban con una estatura menor a la de los tores, y por ende del ingreso, que tiene el comercio
propios padres. internacional (teorema Hecksher-Olhin). En conse-
cuencia, de no verificarse estos supuestos a escala
La “regresión hacia la mediocridad” aplicada a la internacional, no habría razón para esperar conver-
noción de convergencia podría interpretarse como gencia en los niveles de ingreso entre países, tal como
el hecho de que los países de mayores niveles de lo postula la Nueva Geografía Económica.
producto tiendan a presentar menores tasas de cre-
cimiento. Sin embargo, Quah muestra que un co- Al respecto, conviene examinar brevemente cuál
eficiente negativo en una regresión de sección cru- es la situación en cuanto a la movilidad internacio-
zada sobre los niveles iniciales de producto resulta nal de los factores. En primer lugar, el análisis de la
perfectamente consistente con la ausencia de con- distribución geográfica de las corrientes internacio-
vergencia σ, o sea de disminución de la dispersión a nales de financiamiento (inversión extranjera direc-
lo largo del tiempo. ta, IED) muestra que ellas están altamente concen-
tradas en los países desarrollados (un 70% en pro-
Para solucionar ese problema, Quah propone medio durante el período 1995-2001).
una forma alternativa de evaluar la presencia de con-
vergencia, consistente en examinar directamente la Shatz y Venables (2003) lo ponen en estos tér-
evolución en el tiempo de las distribuciones de sec- minos: “Distance and market size are extremely
ción cruzada del producto por trabajador. Al efecto important in determining where firms stablish their
trabajó con 118 países entre 1961 y 1988, y debido foreign affiliates. Adjusting for market size, a large
a que todo el mundo puede estar creciendo, para share of investment stays close to home, and
eliminar posibles co-movimientos calculó el pro- adjusting for distance, a large share of investment
ducto per cápita de cada país en relación al PBI per heads towards the countries with the biggest
cápita mundial, de modo que un número como 2 markets. In fact, the majority of the world’s direct
indique el doble del promedio mundial, y así suce- investment is horizontal, designed to serve
sivamente. De su análisis, dicho autor concluye que customers in a host-country market rather than in
al tiempo que la brecha entre los países pobres y los the worldwide market. As a result, most
ricos se amplió en el período considerado, la “clase investments can be found in the advanced indus-
media” se desvanece. trial countries” (42).

Adicionalmente, Quah considera que es alta- Estos autores advierten que en los años ‘90 la
mente probable que en los ingresos de las econo- participación de los países en desarrollo en el nivel
mías existan tendencias estocásticas que aseguran de los flujos de IED aumentó, pero ello se debe al
que el proceso de estimación del coeficiente de con- incremento de las captaciones de unos pocos paí-
vergencia es uniforme, y por lo tanto no proviene ses como China, India y África del Sur, y, en América
de una verdadera convergencia. Otro punto, aun Latina, México, Brasil y Argentina.
mas general, es que las estimaciones de convergen-
cia no tienen en cuenta aspectos de la dinámica de Íntimamente ligada a los movimientos de ca-
las economías en su transición a los estados de pital está la tecnología, la cual también exhibe una
equilibrio. La ausencia de estos aspectos dinámicos tendencia hacia la concentración, como lo señala
puede llevar a conclusiones erróneas sobre la pre- Feldman (2000): “The consensus is that knowledge
sencia de un fenómeno en el que las economías spillovers are geographycally bounded within a
tienden a un estudio estacionario. limited space over which interaction and
communication is facilitated, search intensity is
7.2. La Nueva Geografía Económica increased, and task coordination is enhanced”.

Como hemos visto supra, la hipótesis neoclásica Los propios Barro y Sala-i-Martin (1995) seña-
de convergencia se basa en el supuesto de la movili- lan: “In the long run, the world’s growth rate is

20 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica

driven by discoveries in the technologically leading La ausencia de convergencia en el interior de los


economies. Followers converge at least part way países –sobre todo en los años ‘90- también es un
toward the leaders because copying is cheaper than fenómeno que puede ser explicado a la luz de los
innovation over some range. As the pool of uncopied nuevos enfoques anteriormente mencionados.
ideas diminishes, the cost of imitation tends to
increase, and the followers’ growth rates tend En efecto, dos estudios recientes sobre las ten-
accordingly to decline” (33-34). dencias de la localización de la actividad productiva
en Europa coinciden en señalar la importancia de
En segundo término, el comercio internacional los factores de geografía económica (tamaño del
presenta tres características: (a) está concentrado en mercado, encadenamientos hacia atrás y hacia de-
un 93% en los países industrializados, China y los lante y derrames tecnológicos) en dicha localización
del Sudeste Asiático; (b) se realiza crecientemente (Midelfart-Knarvik et al., 2001; Hudson, 2002).
en el interior de los grandes bloques comerciales Este último concluye que: “The increasingly
como la UE, TLCAN y ASEAN; y (c) obedece cada integrated new Europe will continue to be
vez más no a las ventajas comparativas, sino a las characterised by new forms of combined and
economías de especialización y de escala. Así las uneven development. As such, renewed divergence
cosas, el aprovechamiento de las corrientes dinámi- in the map of regional economic performance and
cas del comercio internacional sólo es accesible a los well being can be expected” (29).
países que están conduciendo su patrón de especia-
lización, y por consiguiente, su oferta exportable 7.3.Explicaciones de los estudios de caso
hacia la industria manufacturera de alta tecnología.
De los estudios de caso sobre países que se rese-
En el mundo en desarrollo sólo los países del Su-
ñaron supra, se puede extraer el siguiente tipo de
deste Asiático, y más recientemente China y Méxi-
explicaciones sobre la no-convergencia:
co, cumplen con tal condición.
• Las regiones divergentes hacia arriba tienen
La concentración de las inversiones, la tecnolo-
mayor dotación de recursos humanos, servi-
gía y el comercio a escala internacional es el reflejo
cios avanzados a la producción, mejores ins-
lógico de la concentración de la producción mun-
tituciones y mayor inversión pública en in-
dial, la cual está localizada en más de un 80% en
fraestructura (Cuadrado-Roura, 2001; Tondl,
Europa Occidental, en lo que Madisson llama las
1999; Esquivel, 1999).
extensiones occidentales de Europa (Estados Uni-
dos, Australia, Nueva Zelanda y Canadá) y en Asia • El mayor crecimiento relativo de algunas re-
(incluyendo Japón). América Latina apenas ganó giones puede ser el resultado de políticas
un punto de participación en la producción mun- como la marketization (China e India), apoyo
dial en la segunda mitad del siglo XX. Esto es así a regiones con potencial turístico (España y
porque uno de los principales determinantes de la Chile) y programas de fomento industrial
localización de la producción es el tamaño del mer- (Argentina) (Démurger et al., 2001; Cuadra-
cado (Davis & Weinstein, 1998). do-Roura, 1998).
Lo dicho anteriormente cae en la órbita de las • El dinamismo relativo de las regiones den-
explicaciones que ofrece la Nueva Geografía Econó- tro de un país depende de su estructura pro-
mica acerca de las tendencias a la concentración (y no ductiva: las industriales tienden a crecer más y
a la difusión) que se observa en los flujos internacio- las agrícolas menos (Tondl, 1999; Garrido
nales de inversión, tecnología y comercio. Reacuérdese Yserte, 2002).
que en esencia, la NGE plantea que el crecimiento de
la economía en una determinada localización obedece • La convergencia es procíclica al crecimiento:
a una lógica de causación circular, en la que los enca- en períodos de expansión aumenta y en los de
denamientos hacia atrás y hacia adelante de las em- recesión disminuye (Adjenian, 2000; Petrakos,
presas conducen a una aglomeración de actividades 2003).
que se autorrefuerzan progresivamente.

eure 21
Edgard Moncayo

• La falta de movilidad interna de la población En segundo término, los análisis empíricos de


(Hu, 2002; Odar, 2002; Azzoni, 2000). convergencia están obscurecidos por los problemas
inherentes a las técnicas econométricas utilizadas.
• Los procesos de integración comercial –como La cobertura temporal de las series estadísticas, la
es el caso de MERCOSUR- pueden inducir la selección y especificación de las variables explicati-
concentración de la actividad productiva en vas, la autocorrelación entre las mismas, la Falacia
algunas regiones, como Sao Paulo en Brasil de Galton y el sentido de las relaciones de causalidad
(Azzoni, 2000). son apenas algunas de las dificultades que ponen
en riesgo la robustez de los resultados obtenidos.
8. Conclusiones
Una tercera conclusión se refiere a que el agota-
El anterior recorrido por la teoría y la literatura miento generalizado de los procesos de conver-
empírica permite extraer varias conclusiones. gencia en los años ‘90 parece estarle dando la razón
a Krugman (1992) cuando afirma que “la econo-
En primer lugar, la convergencia neoclásica mía en la que vivimos está más próxima a la visión
–que es una suerte de lectura “optimista” del funcio- de Kaldor, la de un mundo dinámico guiado por
namiento tanto de la economía mundial como de procesos acumulativos, que la del típico de rendi-
las nacionales-, lejos de presentarse conforme a una mientos constantes a escala” (15).
ley inexorable de disminución de las disparidades
en términos de ingreso al 2% anual, como lo postu- El hecho es que la actividad económica tiende a
laron Barro y Sala-i-Martin, es un proceso sujeto a concentrarse tanto a escala de países como de regio-
múltiples relativizaciones, según los contextos geo- nes, con una lógica de causación circular, allí donde
gráficos y los períodos históricos que se analicen. ya es abundante.

En efecto, por un lado, la reducción efectiva de En cuarto lugar, las razones por las cuales la
la brecha en los niveles de ingreso con relación a los actividad productiva tiende a aglomerarse en unas
países industrializados es un fenómeno circunscri- determinadas localizaciones, dejando las demás re-
to al Asia (Oriental, Pacífica y Meridional), con zagadas, tienen que ver en la disponibilidad en las
América Latina relativamente estable y África y los áreas concentradas de factores avanzados de
demás países no desarrollados alejándose en for- competitividad como tamaño del mercado, enca-
ma acentuada. Estas tendencias parecen ajustarse a denamientos hacia adelante y hacia atrás, derrames
la descripción de Quah (1995), según la cual los tecnológicos, mercados laborales densos, fuerza
países ricos devienen más ricos y los pobres más laboral calificada, alta inversión pública en infraes-
pobres, mientras la clase media se “desvanece”. Por tructura y estructuras productivas avanzadas. Los
el otro, con la notable excepción de Estados Uni- procesos de ampliación de mercados, a través de la
dos y también de Canadá, la convergencia en el in- integración económica, también pueden favorecer
terior de los países es un proceso que si bien se la concentración.
presentó en forma visible en los años ‘60 y ’70, En quinto término, condiciones adversas de la
sufrió posteriormente una pérdida notable de di- geografía física y humana pueden jugar en contra
namismo e incluso en algunos casos cierta involu- del crecimiento de las regiones más rezagadas.
ción.
Una sexta conclusión concierne a que en la falta
Esa es la situación que se observa entre las regio- de convergencia que se observa en la actualidad
nes de la Unión Europea y en el interior de España pueden estar influyendo la caída en las tasas de cre-
e Italia. Por su parte, la misma regularidad se observa cimiento (América Latina), el agotamiento de las
en los países latinoamericanos reseñados (Argentina, migraciones internas y la aplicación de políticas eco-
Brasil, México, Bolivia y Perú), con la singular ex- nómicas diferenciadas por regiones.
cepción de Chile.
Finalmente, está el tema de las implicaciones de
política que tiene el análisis de convergencia: en el

22 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica

modelo neoclásico, el mercado tiende a reducir Azzoni, C. R. (2000). “Geography and income
automáticamente las disparidades; en los modelos convergence among Brazilian states”. Research
de crecimiento endógeno, la existencia de Network Working Paper R-395, BID.
externalidades puede justificar diversas formas de Barón, J. D. (2003). “¿Qué sucedió con las
intervención pública. En este último enfoque se disparidades económicas regionales en Colom-
basan las políticas regionales de la Unión Europea y bia entre 1980 y el 2000?” Documentos de tra-
de Canadá. bajo sobre Economía Regional 38, Centro de
Estudios Económicos Regionales, Banco de la
Habida cuenta de los escasos resultados de las República, Cartagena.
políticas regionales activas aplicadas en América Barro, R. J. & Sala-i-Martin, X. (1990).
Latina durante los años ‘70, habría que considerar “Economic growth and convergence across the
la conveniencia de diseñar una nueva generación de United States”. Working Paper 3419, NBER,
políticas que, acompasadas con la descentralización, Cambridge, Mass.
pongan énfasis en objetivos como la formación de (1991).
capital humano y dotación de infraestructura de “Convergence across states and regions”.
transporte y telecomunicaciones5. Brookings Papers on Economic activity No.1.
(1995).
9. Referencias bibliográficas Economic growth. New York: Mc Graw Hill.
Bastidas, A. (1996). ¿Convergencia económica?
Abramovitz, M. (1986). “Catching up, forging Medellín: Ensayos de Economía Facultad de
ahead and falling behind”. Journal of Ciencias Humanas, Departamento de Econo-
Economic History, 46. mía, Universidad de Colombia.
Acevedo, S. (2003). Convergencia y crecimiento econó- Birchenall, J. & G. Murcia (1997). “Convergencia
mico en Colombia. Medellín: Universidad EAFIT, regional: una revisión del caso colombiano”.
Escuela de Administración, Área de Economía. Desarrollo y Sociedad, 40.
Adjemian, S. et al. (2000). Regional convergence and Boldrin, M. & F. Canova (2000). Inequality and
aggregate growth. París: EPEE, Universitè convergence: reconsidering European regional policies.
d’Eury-VAL-d’Essonne. Londres: CEPR.
Ahluwalia, M. S. (2000). “State level performance Boltho, A. (1990). “European and United States
and economic reforms in India”. Working regional differentials: A note”. Oxford Review of
Paper 96, Center for Research on Economic Economic Policy, 5.
Development and Policy Reform, Stanford Bonet, J. (1999). “El crecimiento regional en Co-
University. lombia, 1980-1996. Una aproximación con el
Anríquez, G. & R. Fuentes (2001). Convergencia de método Shift-share”. Revista del Banco de la Re-
producto e ingreso de las regiones de Chile: una inter- pública, 72.
pretación. Mancha Navarro, T. et al. (dirs. y Bonet, J. & A. Meisel (1999). “La convergencia re-
coords.), Convergencia económica e integración. La gional en Colombia: una visión de largo plazo
experiencia en Europa y América Latina. Madrid: 1926-1995”. Coyuntura Económica, 29, 1.
Ediciones Pirámide. Borges, A. & C. Campolina Diniz (1995). “Con-
Aroca, P. & D. Claps (s/f ). Regional convergence vergencia entre las rentas per cápita estaduales
analysis of Chilean economy between 1960 and en Brasil”. EURE, 21, 62.
1996. Antofagasta: IDEAR, Universidad Cató- Bourgignon, F. & C. Morrison (2002). “The size
lica del Norte. distribution of income among world citizens”.
Arroyo García, F. (2001). Dinámica del PIB de las American Economic Review (forthcoming).
entidades federativas de México, 1980-1999, Brown, S. J. et al. (1990). “Non-cointegration and
México: Comercio Exterior, Banco Nacional de econometric evaluation of models of regional shift
Comercio Exterior, S.N.C. and share”. Working Paper 291, NBER,
Cambridge, Mass.
5
Para una mayor elaboración sobre las implicaciones Cáceres, R. & O. Núñez (1999). “Crecimiento eco-
de política del análisis de convergencia, véase Cuervo (2003). nómico y divergencia en América Latina”. El Tri-

eure 23
Edgard Moncayo

mestre Económico, 66, 4. De la Fuente, A. (1996). “On the sources of


Cappelen, A. et al. (2002) The impact of regional convergence: A close look at the Spanish
support on growth and convergence in the regions”. Discussion Paper 1543, CEPR,
European Union. Eindhoven: Eindhoven Cen- London.
tre for Innovation Studies, Technishe Démurger, S., J. Sachs et al. (2002). “Geography,
Universiteit Eindhoven. economic policy and regional development in
Cárdenas, M. et al. (1993). “Convergencia y mi- China”. Discussion Paper 1950, Harvard
graciones interdepartamentales en Colombia: Institute of Economic Research.
1950-1989”. Coyuntura Económica, 23, 1. Dollar, D. (2001). “Globalization, inequality and
Cárdenas, M. & A. Escobar (1995). “Infraestruc- poverty since 1980”. Development Research
tura y crecimiento departamental 1950-1994”. Group, Banco Mundial.
Planeación y Desarrollo, 26, 4. Dollar, D. & A. Kraay (2002). “Trade, growth and
Carlino, G. A. & L. Mills (1996). “Testing poverty policy”. Research Working Paper 2199,
neoclassical convergence in regional incomes Banco Mundial.
and earnings”. Regional Science and Urban Dowrick, S. & J. Bradford de Long (2001).
Economics, 26, 6. “Globalization and convergence” (mimeo).
Coulombe, S. y &. U. Mills (1993), “Regional Dunford, M. (2001). Italian regional evolutions.
economic disparities in Canada”. Cahiers de Working Paper 33/01, Sussex European
Recherche 9317 E, Département de Sciences Institute, University of Sussex.
Économiques, Université d’Otawa. Durlauf, S. & D. Quah (1999). The new empirics of
Crespo-Cuaresma, J. et al. (2002), “Growth, economic growth. Taylor, J. B. & M. Woodford
convergence and EU membership”. Working (eds.), Handbook of Macroeconomics.
Paper 62, Oesterreichische National Bank, Amsterdam: North-Holland.
Viena. Elías, V. (2001). “Convergencia económica en Amé-
Cuadrado-Roura, J. R. (1998). “Divergencia ver- rica Latina: 1960-1995”. Mancha Navarro, T. et
sus convergencia de las disparidades regiona- al. (dirs. y coords.), Convergencia económica e inte-
les en España”. EURE, 24, 72. gración. La experiencia en Europa y América Lati-
_____________________ (1999). “Convergen- na. Madrid: Ediciones Pirámide.
cia regional en la Unión Europea” (mimeo). Esquivel, G. (1999). “Convergencia regional en
_____________________ (2001). Convergencia México, 1940-1995”. El Trimestre Económico, 66,
regional en la Unión Europea. De las hipótesis técni- 264.
cas a las tendencias reales. Mancha Navarro, T. et Fayolle, J. & A. Lecuyer (2000). Regional growth,
al. (dirs. y coords.), Convergencia económica e inte- national membership and European structural funds:
gración. La experiencia en Europa y América Lati- An empirical appraisal. Paris: OECD Studies
na. Madrid: Ediciones Pirámide. Department.
Cuervo, L. M. (2003). “Evolución reciente de las Feldman, M. P. (2000). “Location and innovation:
disparidades económicas territoriales en Amé- The new economic geography of innovation,
rica Latina”. Serie Gestión Pública 41, ILPES/ spillovers and agglomeration”. Clark, G. L. et
CEPAL, Santiago de Chile. al. (eds.), Oxford handbook of economic geography.
Das, S. K. & A. Barua (1996). “Regional Oxford: Oxford University Press.
inequalities, economic growth and Frenkel, J. A. & D. Romer (1999). “Does trade cau-
liberalisation: a study of the indian economy”. se growth?” The American Economic Review, June.
The Journal of Development Studies, 32, 3. Gallup, J. L., A. Gaviria y E. Lora (2003). América
Dasgupta, D. et al. (2000). “Growth and interstate Latina: ¿condenada por su geografía? Bogotá: BID/
disparities in India”. Economic and Political Alfaomega.
Weekly, 35, 27. Gallup, J. L. & J. D. Sachs (1998). “The economic
Davis, D. R. & D. E. Weinstein (1998). “Market burden of malaria”. Center for International
access, economic geography and comparative Development, Harvard University.
advantage: an empirical assessment”. Working Galvis, L. & A. Meisel (2001). “El crecimiento eco-
Paper 6787, NBER, Cambridge, Mass. nómico de las ciudades colombianas y sus de-

24 eure
El debate sobre la convergencia económica internacional e interregional: enfoques teóricos y evidencia empírica

terminantes, 1973-1998”. Meisel, A. (ed.), Re- Krugman, P. (1992), Geografía y comercio, Barcelo-
giones, ciudades y crecimiento económico en Colom- na: Antoni Bosh editor S.A.
bia. Bogotá: Colección de Economía Regional, __________ (1999). “The role of geography in
Banco de la República. development”. Pleskovic, B. & J. E. Stiglitz
Garrido Yserte, R. (2002). Cambio estructural y desa- (eds)., Annual Bank Conference of Development
rrollo regional en España. Madrid: Pirámide. Economics 1998. World Bank: Washington D.C.
Gerschenkron, A. (1952). “Economic backwardness Lee, F. L. & S. Coulombe (1993). “Regional
in historical perspective”. Hoselitz, B. F. (1952), productivity convergence in Canada”. Cahiers
The progress of underdeveloped areas. Chicago: de Recherche 9318 E, Département des Sciences
Chicago University Press. Economiques, Université d’Otawa.
Hall, R. E. & Ch. I. Jones (1998). “Why do some Lefebvre, M. (1994). “Les provinces canadiennes et
countries produce so much more output per la convergence: une evaluation empirique”.
worker than others?” Working Paper 6564, Document de Travail 94-10, Banque du Canada.
NBER, Cambridge, Mass. Lefort, F. (s/f). “Is Puerto Rico converging to the
Hanson, G. H. (1998). “Regional adjustment to United States?” Documentos de Trabajo, Ban-
trade liberalization”. Regional Science and Urban co Central de Chile (http://www.bcentral.cl/
Economics, 28, 4. estudios/DTBC/doctrab.htm).
Helliwell, J. F. (1994). “Convergence and migration Lloyd, R. et al. (2001). “Regional divide? A study
among provinces”. EAP Policy Study 94-2. of income inequality in Australia”. (http://
Higgins, M. et al. (2003). “Growth and convergence www.ssn.flinders.edu.au/geog/anzrsai/
across the US: evidence from country-level vol1.1/pdf/article2.pdf)
data”. Department of Economics, Emory Lotero, J. (2000). “Modelos de desarrollo y conver-
University (mimeo). gencia interregional de la productividad indus-
Hirshman, A. (1958). The strategy of economic trial”. Lecturas de Economía, 52.
development. New Haven: Yale University Press. Lucas, R. F. (1988). “On the mecanics of economic
Hu, D. (2002). “Trade, rural-urban migration, and development”. Journal of Monetary Economics,
regional income disparity in developing 22.
countries: a spatial general equilibrium model Madisson, A. (2001). The world economy: A millennial
inspired by the case of China”. Regional Science perspective. Paris: Development Centre Studies,
& Urban Economics, 32. OECD.
Hudson, R. (2002). “Changing Industrial Magrini, S. (1998). “The evolution of income
production systems and regional development disparities among the regions of the European
in the new Europe”. Working Paper 45/02, Union”. Regional Science and Urban Economics,
University of Durham. 29.
Lindert, P. H. & J. G. Williamson (2001). “Does Mas, M. et al. (1995). “Growth and convergence in
globalization make the world more unequal?” the Spanish provinces”. Amstrong, H. W. & R.
Working Paper 8228, NBER, Cambridge, Mass. W. Vickerman (eds.), Convergence and divergence
Kaldor, N. (1957). “A model of economic growth”. among European regions. London: Pion.
Economic Journal, 57. Messmacher, M. (2000). “Desigualdad regional en
Kaufman, M. et al. (2003). “Regional convergence México. El efecto del TLCAN y otras reformas
and the role of federal transfers in Canada”. estructurales”. Documento de Investigación
Working Paper Wp/03/97, International 2000-4, División de Investigación Económica,
Monetary Fund, Washington D.C. Banco de México.
Kim, S. (1997). “Economic integration and Midelfart-Knarvik, K. H. et al. (2001). Comparative
convergence: U.S. regions, 1840-1987”. Working advantange and economic geography: estimating the
Paper 6335, NBER, Cambridge, Mass. determinants of industrial location in the EU.
Kurian, N. J. (2000). “Widening regional disparities London: London School of Economics,
in India–states indicators”. Economic and Political CEPR.
Weekly, 35, 7. Milanovic, B. (2001). “World income inequality in
the second half of the twenty century” (mimeo).

eure 25
Edgard Moncayo

Mora, J. J. & B. Salazar (1994). “Fábula y trama en Romer, P. (1986). “Increasing returns and long-run
el relato de la convergencia”. Boletín growth”. Journal of Political Economy, 94.
Socioeconómico, 27. Sachs, J. A. & A. Warner (1995). “Economic
Morales, R. et al. (2000), Bolivia: geografía y desarrollo convergence and economic policies”. Working
económico. Documento de Trabajo 387, Depar- Paper 5039, NBER, Cambridge, Mass.
tamento de Investigación, BID, Washington Sachs, J. D. et al. (2002). “Understanding regional
D. economic growth in India”. Working Paper 88,
Morandé, F., R. Soto y P. Pincheira (1997). “Achilles, Center for International Development, Harvard
the turtoise, and regional growth in Chile”. University.
Morandé, F. & R. Vergara (eds.), Análisis empíri- Sala-i-Martin, X. (2002). “The disturbing ‘rise’ of
co del crecimiento en Chile. Santiago: Centro de global income inequality”. Working Paper 8904,
Estudios Públicos-Programa de Posgrado en NBER, Cambridge, Mass.
Economía, ILADES-Georgetown University. Shatz, H. J. & A. Venables (2003). “The geography
Odar, J. C. (2002). “Convergencia y polarización. of international investment”. Clark, G. L. et al.,
El caso peruano: 1961-1996”. Estudios de Eco- The Oxford handbook of economic geography.
nomía, 29, 1. Oxford: Oxford University Press.
Petrakos, G., A. Rodríguez-Posse y A. Rovolis Solimano, A. (2001). “The evolution of world
(2003). “Growth, integration and regional income inequality: Assessing the impact of
inequality in Europe”. Discussion Paper Series globalization”. Serie Macroeconomía del Desa-
9, 3, Department of Planning and Regional rrollo 11, CEPAL, Santiago de Chile.
Development, School of Engineering, Urquiola, M. et al. (1999). “Geography and
University of Thessaly. development in Bolivia. Migration, urban and
Pritchett, L. (1996). “Forget convergente: divergen- industrial concentration, welfare and
te past, present and future”. Finance and convergence: 1950-1992”. Documento de Tra-
Development, June. bajo No. 385, BID, Departamento de Investi-
Quah, D. T. (1995). “Empiric for economic growth gación, Washington D.C.
and convergence”. Discussion Paper 253, Cen- Venables, A. J. (2001). Geography and internacional
tre for Economic Performance, London School inequalities: The impact of new technologies.
of Economics. London: CEPR, London School of
Rey, S. J. & B. D. Montouri (1999). “US regional Economics.
income convergence: a spatial econometric Williamson, J. G. (1995). “Globalization,
perspective”. Regional Studies, 33, 2. convergence and history”. Working Paper 5259,
Riffo, L. (1999). “Crecimiento y disparidades regio- NBER, Cambridge, Mass.
nales en Chile: una visión de largo plazo”. Esta- Wu, Y. (1999). Income disparity and convergence in
dística y Economía, segundo semestre. China’s regional economies. Nedlands: Deparment
Rocha, R. & A. Vivas (1998). Crecimiento regional en of Economics, University of Wertern Austra-
Colombia: ¿persiste la desigualdad? Revista de Econo- lia.
mía del Rosario, 1, 1. Young, A. (1928). “Increasing returns and economic
Rodríguez-Pose, A. & G. Petrakos (2004). “Inte- progress”. Economic Journal, 38.
gración económica y desequilibrios territoriales
en la Unión Europea”. EURE, 29, 89.

26 eure

Vous aimerez peut-être aussi