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GAM: Gobierno Autónomo Municipal. PN: Parque Nacional.
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Licenciada en Turismo por la Universidad Mayor de San Andrés – UMSA. Diplomados en: Turismo sostenible y desarrollo
local (OIT); Desarrollo empresarial rural (UPB). Especialidad en Gestión de la producción (CNI). Facilitadora Certificada por
Organización Internacional del Trabajo. Desempeño profesional en torno al desarrollo de la cultura emprendedora, al
fortalecimiento de las capacidades personales y docencia, al desarrollo de empresas en las áreas urbana y rural, y a la
planificación para el buen aprovechamiento de los recursos turísticos.
INTRODUCCIÓN
El presente documento realiza una descripción de los actuales enfoques de desarrollo haciendo énfasis en el
desarrollo humano, desarrollo sustentable y desarrollo local. Por otro lado, se trata el turismo desde una
perspectiva de sistema y su relación con el ambiente.
Con esos elementos claros, se procede a la descripción de Torotoro, primero como territorio autónomo y luego
como Parque Nacional, con la información clara respecto al lugar se identifican los posibles riesgos ambientales
que pueden derivar de un turismo poco o mal planificado.
Por último, se realiza una relación entre el turismo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
METODOLOGÍA
Para la realización del presente trabajo se aplicó el método hermenéutico, consistente en la interpretación y
construcción de textos, desde una perspectiva “etic”. Se realizó la recopilación bibliográfica, entrevistas, el
análisis de la información y la construcción del texto. La técnica aplicada es el estudio de caso.
DESARROLLO
Actuales enfoques del desarrollo
Llegando al final del siglo XX, en vista de que la desigualdad en la distribución de la renta eran permanentes,
incluso crecientes y, que aún con altos niveles de acumulación de capital, industrialización e incremento de
ingresos per cápita, los niveles de pobreza y desigualdad se mantienen, surgieron estos principales enfoques:
o Desarrollo humano: con Amartya Sen y Manfred Max Neef como sus principales representantes. Estos
pensadores reconocieron que la realidad descrita beneficiaba a un pequeño grupo de personas y, en sí
mismo, no aportaba al desarrollo humano. Una de sus premisas es que la idea básica del desarrollo es el
aumento de la riqueza de la vida humana en lugar de la riqueza de la economía en la que los seres
humanos viven, para ello las personas deben desarrollar capacidades que les permita aumentar sus
oportunidades (Sen, 1998).
Max-Neef, M. reflexiona respecto a que ninguna economía es posible al margen de los servicios que
prestan los ecosistemas. La economía es un subsistema de un sistema mayor y finito que es la biosfera y
que ningún proceso o interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por sobre la reverencia
por la vida. Por otro lado, Max-Neef, M. y otros autores proponen una matriz de necesidades entre las
cuales se encuentra el Ocio, elemento que se puede relacionar directamente con el turismo.
o Desarrollo sustentable. Desde la Organización de las Naciones Unidas se ha reconocido que el atender los
problemas ambientales (en especial el entorno físico-natural) es parte de todas las actividades de
desarrollo económico y social; resulta estratégico buscar mejoras de “la calidad de vida sin rebasar la
capacidad de carga de los ecosistemas que la sustentan, entendiendo capacidad de carga de un
ecosistema la capacidad que tiene para sustentar y mantener la productividad, la adaptabilidad y la
renovabilidad de los recursos que lo integran” (Venturini, 2015, 11).
En función a lo indicado se define desarrollo sostenible como un desarrollo que “satisface las necesidades del
presente sin comprometer las capacidades para satisfacer las necesidades de las generaciones futuras”
(Comisión Mundial del medio ambiente y del desarrollo, 1992). De ahí se deriva que una actividad sustentable
es aquella que se puede mantener.
o Desarrollo Local. A partir de la crisis energética del petróleo de la década de los ’70, los gobiernos
centrales enfrentaron “graves problemas estructurales de naturaleza socioeconómica, como consecuencia
de la incapacidad para reaccionar y adaptarse a la nueva situación; por otro lado, algunos territorios
encontraron ante sí, oportunidades de crecimiento extraordinarias que anteriormente les fueron negadas
sistemáticamente” (CINTEFOR OIT, p. 15). “Esta situación provocó la aparición en unos casos, y la
revitalización en otros, del rol de los escenarios y autoridades locales, que frente a la insuficiencia de las
políticas nacionales, sectoriales y de ajuste económico, tuvieron que adoptar un papel más activo en la
vida socioeconómica de su territorio, en el impulso de transformación productiva, en la promoción de
iniciativas locales de generación de empleo y mejores condiciones de vida, en el fomento del cambio
cultural, pasando de la cultura del subsidio a la cultura de la iniciativa. (…) mientras que los gobiernos y
administraciones centrales concentraban sus esfuerzos en desarrollar medidas encaminadas a controlar
los grandes desequilibrios macroeconómicos (inflación, déficit público, déficit en la balanza de pagos, etc.)
las autoridades locales comenzaron a orientar sus estrategias, políticas e intervenciones para estimular el
surgimiento de iniciativas económicas locales, una mejor gestión de sus mercados de trabajo, mejores
condiciones de vida, todo esto acompañado por una mayor participación de la comunidad” (CINTEFOR
OIT, p. 16).
Con estos antecedentes se puede decir que el desarrollo local “es el desarrollo de los recursos sociales,
culturales y ecológicos de la sociedad local con el fin de satisfacer las necesidades humanas básicas y con
ello aumentar o garantizar las posibilidades de la sociedad local para continuar existiendo” (Sanchís,
1999). Si bien éste es un concepto aún en proceso de construcción, se identifica que el desarrollo local no
va ni “hacia afuera”, ni “hacia adentro”, sino “desde dentro”, es endógeno con visión regional y global
(Pizzio, 2010).
Es evidente que en los nuevos enfoques de desarrollo se tiene como factor común la satisfacción de las
necesidades humanas, aspecto al que un turismo correctamente gestionado puede aportar.
Turismo y Ambiente
El turismo es un conjunto complejo de actividades y elementos por lo que se recomienda su análisis desde un
punto de vista sistémico, así se tiene la ventaja de centrarse en relaciones y en procesos, con estructuras,
funciones y formas resultantes, y no sólo en la descripción de características aisladas de cada componente.
Entre los autores que se han dedicado a su estudio se encuentra Neil Leiper, quien ha diseñado un gráfico que
de manera sencilla muestra la interacción de grandes conjuntos de elementos: a) la región de Origen, b) la
región de Destino, c) las rutas de tránsito y d) el medio ambiente diferenciado, pero común a los anteriores
elementos citados.
GRÁFICO 1: EL SISTEMA TURÍSTICO
Al entender el turismo como un sistema dinámico, se reconoce con mayor profundidad la importancia del
medio ambiente en su desarrollo y sus efectos. Esta interrelación ayuda a que potenciales destinos turísticos
oferten sus productos de manera sostenible, mientras que los existentes, a costa de explotar productos
maduros, encuentran límites a su crecimiento (Dionisio, 2001).
Es evidente el crecimiento que ha alcanzado el turismo a nivel mundial: se ha pasado de 25 millones en 1950,
657 millones en 1999 a 1,323 millones de llegadas internacionales en 2017 (UNWTO, 2018). Sin embargo, ese
incremento también implica el cambio de las preferencias de los turistas en el mundo, pues ya no es suficiente
el “sol y playa”, sino se busca un modelo alternativo de turismo que resalte la interacción y contacto directo
con la cultura y la naturaleza en la región de destino, en otras palabras, la tendencia actual de la demanda es
realizar sus actividades ya no desde la óptica tradicional pasiva, sino más bien con un enfoque de interés
especial, de aventura y ecológico, además de demandar un servicio personalizado.
Ese incremento de llegadas de turistas ha generado un movimiento de alrededor US$ 1,340 billones en el
mundo, cifra más que tentadora que lleve a impulsar el turismo en cualquier territorio y considerarlo un
“motor” de desarrollo. Sin embargo, en función a los nuevos enfoques de desarrollo, se recomienda no
considerar el tema económico como un único factor de decisión.
Se puede ver también que el turismo es un sistema complejo, y que como cualquier actividad humana es
potencialmente lesiva con el ambiente. Tomando una actitud propositiva se debe considerar que “los posibles
ingresos futuros por turismo son una poderosa razón para conservar importantes ecosistemas” (Santamarta,
2015). Si bien el turismo genera importantes impactos negativos, en muchos casos éstos son inferiores a los de
otras actividades económicas como la minería, la industria forestal, los monocultivos agrícolas, la ganadería
extensiva y la extracción de petróleo, entre otros. Es también un conjunto de industrias donde coexisten desde
la gran multinacional a miles de pequeñas empresas familiares.
El desarrollo turístico debe ser sustentable a largo plazo, viable económicamente y equitativo, desde una
perspectiva ética y social para las comunidades locales. No se debe perder de vista que “el turismo responde a
necesidades reales y creadas, y que cada vez tendrá más importancia, por el aumento del nivel de renta y de
tiempo libre, y además las poblaciones beneficiadas necesitan fuentes de ingreso y empleo; conviene
encauzarlo y regularlo, con el fin de reducir sus repercusiones globales y locales y asegurar su sustentabilidad,
tareas que recaen directamente en manos de autoridades locales. La búsqueda de rentabilidades inmediatas,
permitiendo la masificación y la destrucción de los recursos que atraen al turista (paisajes, naturaleza,
monumentos o cultura local), deteriora en unos pocos años la fuente de ingresos” (Santamarta, 2015).
En función a lo descrito, en la lógica del desarrollo local sustentable y en busca de cambios estructurales, se
debe hacer “frente a los efectos negativos de las estrategias economicistas y de marketing productivista
imperantes en el mercado turístico, se plantea que los enfoques de sustentabilidad y gestión ambiental
constituyen perspectivas estratégicas capaces de reorientar los procesos de desarrollo turístico” (Santamarta,
2015), los directos llamados asumir este reto son las autoridades locales, municipales en el caso boliviano.
El Caso Torotoro
Se va a analizar Torotoro como unidad autónoma territorial – Gobierno Autónomo Municipal (GAM) y desde su
categoría de Parque Nacional (PN).
RESULTADOS
Municipio de Torotoro (Bolivia)
El municipio de Torotoro, es la segunda sección de la provincia Charcas al Norte del departamento de Potosí,
colindante con el departamento de Cochabamba. Tiene una superficie de 1,019 km2, ocupando el puesto 182
de 339 municipios. La población alcanza un total de 11,155 habitantes (puesto 172 de 339 municipios)
predominantemente de habla quechua.
Respecto a su vocación productiva, se han identificado los siguientes productos principales, por orden de
prioridad:
TABLA N° 1 PRODUCTOS PRINCIPALES DEL MUNICIPIO DE TOROTORO
GRUPOS DE PRODUCTOS N°
Turismo, restaurantes y hoteles 1
Productos de la agricultura tradicional 2
Transporte 3
Ganadería y productos pecuarios 4
Servicios comunales, personales o sociales 5
Fuente: AR-LAT, 2018
Si bien el turismo es una de las actividades priorizadas otros datos muestran lo siguiente:
TABLA N° 2 POBLACIÓN OCUPADA
ACTIVIDAD POBLACIÓN OCUPADA (HAB.) % DE MUJERES OCUPADAS INGRESO/AÑO
Agricultura 3.945 31,5% 3.133
Ganadería y pecuaria 322 91,2% 3.475
Administración pública 253 31,8% 36.596
Construcción 208 2,4% 7.703
Comercio y Transporte 141 56% 3.642
Industria Alimenticia 44 69,2% 3.694
Turismo 42 91,6% 5.286
Otros 178 - -
Total 5133
Fuente: AR-LAT, 2018
En la Tabla N° 2 se puede apreciar que el turismo genera el 0,8% de fuentes de empleo, parece poco; sin
embargo, también es evidente que es la actividad que mayor mano de obra femenina requiere. Es la tercera
actividad que mejor paga en el municipio, aunque el ingreso como tal es muy bajo.
El Valor Bruto de Producción - VBP supera los Bs 40.000/año (AR-LAT, 2018), superando por demás a la
Agricultura (Bs. 20.000/año) y a las demás actividades que están por debajo de ésta. Se ha calculado el
Producto Interno Bruto – PIB de Torotoro en un aproximado de Bs. 85,9 millones, calculando un PIB per cápita
equivalente a Bs 7.700, identificando al turismo como una de las principales fuentes de Ingresos para el
municipio. El movimiento turístico generado está en función de los atractivos turísticos que se posee en el
territorio, principalmente los vinculados al Parque Nacional Torotoro. El Viceministerio de Turismo tiene 27
atractivos turísticos debidamente inventariados en dicha jurisdicción municipal.
En el Municipio de Torotoro se identificaron los siguientes actores vinculados directamente con el turismo:
TABLA N° 3 ACTORES DEL TURISMO EN EL GAM TOROTORO
ACTORES
Gobierno Autónomo Municipal de Torotoro SERNAP – PNTT (Limitado a la jurisdicción del Área
Protegida)
Comité Impulsor de Turismo ONGs
Instituto Charcas Comunidad involucrada
Prestadores de servicios turísticos (locales y Sociedad civil organizada
externos)
Fuente: Elaboración Propia (2019) en base al Plan Estratégico de Turismo Comunitario Torotoro 2014-2024
Considerando que el Parque Nacional Torotoro agrupa al conjunto de atractivos más sobresalientes del
municipio, el SERNAP a través de la Administración del Área Protegida, se convierte en un aliado estratégico
institucional del Gobierno Municipal.
Es el área protegida de interés nacional más pequeña de Bolivia: según Decreto de creación cuenta con 16.570
has.; según archivos digitales de SIG: 21.693,28 has. La totalidad de su territorio está inserto en el municipio de
Torotoro, “la ausencia de tierras fiscales y la presencia de 11 poblados al interior del área y más de 30 en la
zona de influencia, hace de ésta un Área Protegida sui generis en su constitución y gestión social”, facilitando
en gran medida las acciones de coordinación interinstitucional (SERNAP, 2015).
El PNTT fue creado el 26 de julio de 1989, con los siguientes objetivos: a) Conservación de relieves naturales, b)
Conservación de sitios arqueológicos, paleontológicos y espeleológicos, c) Conservación de flora y fauna
silvestre propias de valles interandinos y d) Promover estudios de investigación, recreación y promoción del
turismo. En el área protegida se han identificado los siguientes circuitos: Cementerio de tortugas, Caverna de
Umajalanta, Sitio de Waca senq’a, Ruinas de Llama Chaqui, Siete vueltas y Ciudad de Itas
Respecto al flujo turístico, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas – SERNAP dispone de la siguiente
información:
TABLA 5: INGRESO DE TURISTAS
AP/GESTION TURISTA 2014 2015 2016 2017
Extranjero 3.989 4.679 5.581 7.395
PN
Nacional 7.970 8.510 7.787 10.572
TOROTORO
Estudiante 0 0 6.234 7.027
TOTAL 11959 13.189 19.602 24.994
Fuente: SERNAP (2018)
Es evidente el crecimiento permanente y sostenido del flujo turístico. Estas cifras son alentadoras,
simultáneamente surge la pregunta, todo ese movimiento de turistas ¿qué efectos puede generar?
Desde el Secretariado de la Red de Autoridades Ambientales (España), se han identificado los siguientes
impactos potenciales del turismo en áreas naturales:
TABLA N°6: POR PARTE DE LOS VISITANTES
FACTOR IMPACTO AMBIENTAL
Acumulación de público Estrés en el medio ambiente y los animales
Alimentación de animales Cambios en el comportamiento de la fauna, dependencia
Camping, picnic Erosión del suelo, daños a la vegetación. Ruidos, molestias a la
fauna. Basura. Uso de detergentes.
Conducción fuera de los caminos Destrucción del suelo y la vegetación
Emisión de ruidos Irritación de los animales por sonidos
Caminatas Daños a la vegetación
Recolección de souvenirs Interrupción de procesos naturales
Recolección de madera Deforestación. Destrucción de hábitats
Tirar basura Deterioro del espacio y peligro para la salud animal y humana
Uso descuidado del fuego Riesgo de incendios. Graves daños al ecosistema
Vertido de residuos no tratados al agua Cambios en el pH del agua, más acidez
Fuente: Red de Autoridades Ambientales (2001)