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Consideraciones de la FAO
(para discusión)
Por
“…cuando dejamos de usar fertilizantes nos dimos cuenta que algo perjudicial había estado
ocurriendo a nuestros suelos…”
- Varios pequeños agricultores de Malawi durante una encuesta en 1997
Introducción
Muchos de los problemas mas urgentes que enfrentan los agricultores y sus ambientes están
relacionados con el manejo de la tierra y del agua. Esto incluye la malnutrición, la inseguridad
alimenticia, los bajos niveles de vida, la migración en gran escala y, en algunos casos, una
competencia violenta por esos recursos para satisfacer las necesidades básicas. Entre los hechos
que afectan al ambiente se encuentran la degradación de las tierras, la destrucción de los
hábitats y la pérdida de biodiversidad. La población humana, que se ha duplicado en los últimos
cuarenta años, es posible que se duplique nuevamente en el correr de los próximos cincuenta
años. Este incremento ocurrirá en los países mas pobres y de menores recursos y con
condiciones mas inestables para la producción agrícola; por lo tanto, las repercusiones sociales
y políticas serán proporcionalmente mayores.
Los principios básicos dirigidos al cuidado de los suelos del mundo fueron formulados
en el World Soil Charter de la FAO pepe nombre en español de 1982. Desde entonces,
numerosas reuniones internacionales y publicaciones han reconfirmado los compromisos hechos
1
Funcionario Técnico, Dirección de Fomento de Aguas y Tierras, FAO, Roma
2
Ingeniero Agrónomo, División de Sistemas de Apoyo a la Agricultura, FAO, Roma
3
Funcionaria Profesional Asociada, Dirección de Fomento de Aguas y Tierras, FAO, Roma
4
…………
y las etapas propuestas para mantener y mejorar la protección y la productividad de este recurso
básico, aunque sus aplicaciones prácticas a menudo no han dado los resultados duraderos
esperados. Uno de estos compromisos ha sido el nombramiento de la FAO como Líder del
Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas para la ejecución del Capítulo 10 de la Agenda 21 del
UNCED: Enfoque Integrado de la Planificación y Manejo de los Recursos de la Tierra. El
Capítulo 10 pone énfasis en el desarrollo de políticas, mejoramiento del uso y manejo de la
tierra en forma conservacionista efectiva, el fortalecimiento de las instituciones y una
participación activa de los usuarios de la tierra (Sims, 1996).
Recuadro 1: Efectos del buen uso y planificación de la tierra pero de un mal manejo subsiguiente
en Malawi
Durante la década de 1970 el cultivo del tabaco experimentó un rápido crecimiento y numerosas
plantaciones se establecieron entre los bosques no cultivados de Brachystegia, en la zona central de
Malawi. Fue posible aplicar las mejores recomendaciones y técnicas para la evaluación y uso de los
recursos del suelo, para caracterizar las condiciones de la tierra y para planificar y diseñar las nuevas
plantaciones. Los diseños se basaron en la conformación topográfica y las conexiones del sistema vial,
los camellones y los canales de conservación y las áreas para las construcciones, lo que dio lugar a
desarrollar un sistema de rotaciones de tabaco con pasturas y con parcelas destinadas a leña para la
cura del tabaco. Los planes de las fincas indicaron las rotaciones y sistemas de manejo apropiados y
ofrecieron un buen asesoramiento sobre el buen manejo de la tierra de modo de llegar a la sostenibilidad
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a largo plazo.
Lamentablemente, cuando los precios del tabaco fueron altos, se hicieron consideraciones a corto plazo
de grandes ganancias y, por lo tanto, a la siembra indiscriminada de grandes áreas fuera de lo que había
sido planeado, con el consecuente uso y manejo inadecuado de las rotaciones para restaurar la fertilidad,
malas prácticas de labranza y de obras de conservación de los contornos a nivel. Todo ello llevó a varias
formas de compactación, pulverización y colapso de la arquitectura porosa de esos suelos arenosos,
mayor escorrentía y erosión, pérdida de insumos y bajos rendimientos. En esas áreas, subsuelos
relativamente fértiles quedaron expuestos y un exceso de escorrentía empezó a crear zanjas y con los
materiales erosionados se colmataron arroyos y represas. Este es un escenario que se repite, sin
embargo, en muchos lugares del mundo.
Esto ilustra el hecho de que mientras que un buen diseño de la planificación del uso de la tierra puede
proporcionar excelentes esquemas estáticos y recomendaciones optimistas para las mejores prácticas,
el subsecuente mal manejo de la tierra puede resultar en la peligrosa dinámica de la degradación de los
suelos.
Las recientes investigaciones en Malawi muestran que daños similares también pueden ocurrir en las
pequeñas fincas trabajadas solo con azadas de mano. La compactación subsuperficial que estas pueden
causar limita la infiltración del agua de lluvia –dando lugar a una mayor escorrentía y erosión y a un
potencial insuficiente de humedad del suelo- impidiendo la penetración de las raíces en profundidad.
Ambos factores provocan el estrés hídrico de los cultivos, una menor eficiencia en el uso de todos los
insumos y, lógicamente, menores rendimientos. Los pequeños agricultores no aprecian esta situación y
presionan para buscar soluciones prácticas.
El uso de la tierra es una actividad compleja y multifacética que requiere un enfoque global e
integrado en razón de los numerosos objetivos que debe satisfacer. Los problemas relacionados
con la tierra se dirigen a menudo a pensar en la desertificación, en la deforestación, en el
agotamiento de los nutrimentos, en los problemas de género, en la contaminación, en la
biodiversidad o en el cambio climático. Cada uno de estos temas es considerado por grupos
específicos de interés, como se destaca en las distintas convenciones: la Convención para el
Cambio Climático (CCC), la Convención para Combatir la Desertificación (CCD) y la
Convención sobre Biodiversidad (CBD). Cada tema de estas convenciones se identifica con
programas particulares los cuales desarrollan metodologías separadas y compiten por recursos.
Los gobiernos y las instituciones internacionales se dividen en muchos sectores en lo que hace a
los intereses y responsabilidades. Por estas razones, el desarrollo es muchas veces fraccionado,
dividido y subdividido en distintos sujetos. La FAO promueve una efectiva sinergía entre las
tres convenciones –CCC, CCD, CBD- con incremento y beneficios globales para el desarrollo
sostenible, la seguridad alimentaria y la protección del ambiente, a través, por ejemplo, de la
Iniciativa de Fertilidad de Suelos (SFI) y del Programa Especial de Seguridad Alimentaria
(PESA).
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Los componentes del mejoramiento de la tierra en las diferentes
Iniciativas y Convenciones
PESA SFI CCD CCC CBD
Ha sido probado que es difícil llegar al mantenimiento del potencial productivo de los
suelos usando las prácticas físicas comúnmente recomendadas de conservación de suelos
dirigidas a capturar, guiar y prevenir el daño de la escorrentía. Ha sido ampliamente
demostrado en áreas templadas y tropicales que esas técnicas no son apreciadas por los
agricultores en cuyas tierras se han aplicado ni favorecen los suelos que se supone que debían
proteger. Es obvio que un mejor enfoque para el uso integrado y sostenible de los recursos
naturales requiere un nuevo modelo centrado en el papel del usuario y en el significado de la
dinámica de la arquitectura y de la biología del suelo, así como también en una mayor
efectividad y sinergía entre las fuerzas internas locales y las fuerzas externas.
Un creciente número de experiencias sobre los efectos del buen manejo de la tierra en
condiciones de agricultura mecanizada y no mecanizada, en decenas de millones de hectáreas de
pequeños y grandes agricultores, en zonas templadas y tropicales, indican con certeza que es
posible lograr mejoramientos significativos por medio de la agricultura efectivamente
conservacionista y en forma aceptable para los agricultores.
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situación. La experiencia ha demostrado que es preferible cambiar de la posición de detener la
erosión a la de asistir a los agricultores a obtener una producción mayor y mas estable, mas
efectiva desde el punto de vista conservacionista, complementándola si fuera necesario, con
obras físicas. El mejor manejo de los cultivos, de los animales y de la tierra limitan el daño
hecho por lluvias intensas en la dimensión vertical, mientras que las obras físicas causan daños
por la escorrentía consecutiva en la dimensión lateral. El efecto combinado es obtener la
conservación de suelos como parte del proceso de producción en vez de hacer la conservación
de suelos como tal y como una actividad adicional pero no productiva.
Cuidado y manejo de la tierra para sostener y fortalecer el potencial productivo de los sistemas
de producción actuales y futuros.
Recuadro 2: El buen manejo de la tierra y de los animales liberan áreas para la regeneración
natural de los bosques en Costa Rica
Durante muchos años el sistema extensivo de producción de ganado ha sido la causa de que mas y mas
bosques hayan sido talados para favorecer el crecimiento de las pasturas naturales de baja productividad
y provocando la degradación de las tierras de ladera en la región sur de Costa Rica. El cambio en la
producción de ganado de una forma extremadamente extensiva a un sistema de semi-estabulación está
dando a los agricultores y al gobierno, resultados inesperados.
Solo una parte de la finca está dedicada a la producción de pasturas la cual es usada en forma rotativa
durante unas pocas horas por día. Esto libera un área mucho mayor que es destinada al barbecho para
su regeneración natural. Además de un aumento en la densidad de animales de 0.7 a 3.5 animales por
hectárea, debido al uso adicional de alimentos adicionales como la caña de azúcar y las leguminosas –
que también son cultivadas en el área reducida- el tiempo requerido para la venta de los animales ha
sido reducido de 25 a 15 meses.
La regeneración natural no solo tiene un efecto positivo sobre la biodiversidad de la región sino que
permita al gobierno de “comercializar” esa área en los tratados internacionales sobre protección forestal o
secuestro de carbono. En cambio, por la regeneración de las pasturas en las tierras liberadas, el
gobierno paga a los productores, anualmente, un equivalente a $EEUU 45 por hectárea.
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Los conceptos básicos subyacentes en el cambio en énfasis
El mejor manejo de la tierra busca aplicar la similitud entre los ecosistemas manejados
y los naturales usando un vasto rango de cultivos, de nutrimentos y de tecnologías de manejo
del suelo, del agua y de las pestes. La posibilidad de autoregeneración de la tierra y de su
agricultura pueden llevar a una alta producción siempre que los agricultores sean participantes
de primer plano en todas las etapas del desarrollo de la tecnología y de la extensión agrícola.
El éxito resultante del mejor manejo de la tierra en los sistemas agrícolas mas comunes
radica sobre todo en el grado en que los agricultores son capaces de incluir en sus prácticas de
trabajo los cinco siguientes mecanismos que se encuentran normalmente en los ecosistemas de
los bosques de zona húmeda y subhúmeda que no han sido alterados por el hombre (Mollison y
Slay, 1991):
una cobertura continua de plantas vivas la que junto a la arquitectura del suelo facilita la
infiltración del agua de lluvia;
una pequeña capa de hojas o residuos en descomposición para proporcionar una fuente
continua de energía a los macro y microorganismos;
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las raíces de diferentes plantas distribuidas a través del suelo a distintas profundidades, lo
que permite una buena absorción de nutrimentos y una interacción activa con los
microorganismos del suelo como las micorrizas y las bacterias nitrificantes (Rhizobium);
un período de liberación de nutrimentos mas prolongado por parte de los microorganismos,
coincidiendo con el período mas intenso de demanda de nutrimentos por las plantas;
los nutrimentos reciclados a las plantas de raíces profundas y a la micro y macrofauna del
suelo.
Un buen manejo de la tierra considera básicamente que uno de los componentes mas
importantes del suelo es su vida, incluyendo bacterias, hongos, algas, protozoarios, nematodos,
escarabajos, ciempiés, termites y lombrices. La vida del suelo tiene un papel fundamental en
muchos procesos esenciales que determinan la disponibilidad de nutrimentos y agua y su
reciclaje y, por lo tanto, la productividad agrícola. Los agricultores deben crear condiciones
favorables para la vida del suelo y manejar la materia orgánica de modo de crear un suelo fértil
en el cual plantas sanas puedan desarrollarse y crecer. Los suelos pueden ser protegidos por una
cobertura vegetativa para disminuir el calor del sol y el impacto de la lluvia y la erosión hídrica
o eólica. La vida del suelo también necesita ser protegida contra sustancias dañinas hechas por
el hombre tales como los pesticidas y contra operaciones mecánicas como la labranza. La
materia orgánica debe ser proporcionada para alimentar la vida del suelo.
Un mejor manejo de la tierra busca aprender de los procesos naturales de reciclaje para
prevenir el agotamiento de los recursos naturales. Las pérdidas son minimizadas por medio de
cultivos de cobertura, control de la erosión, especies de raíces profundas que reciclan los
nutrimentos lixiviados de la capa superior de suelo y una mejor recolección, almacenamiento y
aplicación de los residuos de los cultivos, de los animales a través de la orina y las deyecciones
y los residuos alimenticios domésticos. Los nutrimentos que son exportados bajo forma de
productos animales y vegetales son reemplazados por medio de la fijación simbiótica de
nitrógeno, la materia orgánica de diversos orígenes y el uso complementario de fertilizantes y
otros suplementos alimenticios. Del mismo modo, los flujos de agua dentro del suelo y en la
superficie son manejados de modo de hacer un uso óptimo de la humedad disponible.
Un mejor manejo del suelo no tiene significado sin la participación directa del agricultor, que es
quien toma la última decisión sobre el uso de la tierra y su manejo. Los agricultores persiguen
múltiples objetivos, pero es necesario hacer análisis multidisciplinarios de los problemas que
enfrentan en situaciones específicas para ofrecer soluciones múltiples. Los agricultores, por lo
general, tienen contactos limitados con otras personas y un menor acceso a la información que
los pueda ayudar a buscar soluciones apropiadas a los problemas que realmente enfrentan -y que
pueden no ser aquellos de interés público en ese momento.
Por lo general, las decisiones de los agricultores respecto a los cambios son fuertemente
influenciadas por su evaluación de los riesgos de fracaso que van asociados a una innovación y
a sus posibles efectos colaterales. Sus actitudes aparentemente reaccionarias o conservadoras
pueden ser en realidad una precaución esencial para sopesar los posibles beneficios y peligros
que pueden resultar de los cambios- en el caso del uso y el manejo de la tierra, por lo general,
hay un conjunto de mejoramientos necesarios ya que no existe ninguna práctica individual que
pueda solucionar los problemas de la degradación de la tierra.
A causa del proceso natural de lixiviación los suelos de la zona de Bukoba en el norte de Tanzania son
pobres en nutrimentos para las plantas dando lugar a pastoreos también pobres. Sin embargo, los
sistemas actuales de producción agrícola son capaces de soportar una densidad humana muy alta que
va de 100 a 500 habitantes por kilómetro cuadrado. El uso intensivo del estiércol a lo largo del tiempo ha
creado islas de suelos relativamente ricos y profundos que producen los alimentos básicos, por
ejemplo, bananas. Un proceso esencial para sostener este sistema de producción es el flujo continuo
de nutrimentos del área pobre de pastoreo a los campos de bananas, donde el ganado es el medio que
recolecta y trasporta los nutrimentos. La situación actual muestra un equilibrio precario entre la
población humana, el número de animales y el área de pastoreo. Cualquier cambio que se introduzca
puede significar una caída en la fertilidad del suelo: un incremento del área cultivada con bananas
significa menor área destinada al pastoreo, lo que reduce el número de cabezas de ganado provocando
una disminución del estiércol disponible para fertilizar los campos de bananas (Defoer et al., 1998).
Las medidas tomadas para la construcción activa de suelos mejorados han transformado
las laderas forestadas de Java en arrozales irrigados, los Cerrados ácidos del Planalto de Brasil
en fincas productivas, los subsuelos rocosos de Ecuador y Guatemala en tierras fértiles, los
matorrales arenosos del este de Anglia, en Inglaterra, en campos de altos rendimientos de
cereales, los terrenos holandeses por debajo del mar en pasturas productivas (Shaxson et al.,
1999).
Cuando la capa superior del suelo se ha erosionado y las capas de suelo de menor
calidad para el crecimiento de las raíces han quedado expuestas será fundamental rehabilitar y
restaurar el suelo para recuperar su capacidad productiva donde deberá crecer el próximo
cultivo. La calidad del suelo que queda después de un cultivo debería ser motivo de mayor
preocupación que la cantidad y calidad del suelo que ha sido perdida. Por lo tanto, los suelos
dañados deberían ser llevados rápidamente a sus niveles anteriores de productividad tan pronto
como sea posible y las prácticas causantes del daño deberán ser modificadas haciéndolas mas
efectivas para el conservacionismo y para tener suelos mas productivos que satisfagan las
necesidades de las plantas y de los agricultores.
Implicaciones del enfoque de mejor manejo de la tierra para la extensión agrícola y para los
servicios de apoyo a la conservación de suelos
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Estimular y facilitar un mejor manejo de la tierra requiere que el personal técnico
participe con los agricultores en la definición, priorización y solución de los problemas (ver
Recuadro 4), que se comprendan las expectativas de los agricultores y que lo que se haga se
base en el conocimiento local y en la experiencia para corregir los problemas de un mal manejo
de la tierra.
La credibilidad de los técnicos que escuchan las opiniones de los agricultores aumenta
el flujo de información e ideas en ambas direcciones y se fortalecen las posibilidades de una
reacción positiva por parte de los agricultores.
La facilitación del proceso por el cual los agricultores llegan al mejoramiento de los
suelos de modo que satisfagan sus necesidades en forma conservacionista y efectiva es sin duda
mas recomendable que la aplicación de recomendaciones estandardizadas de conservación de
suelos. Los enfoques participativos han mostrado los conocimientos tradicionales, las
limitaciones y las nuevas posibilidades de los agricultores; esto puede llevar al diálogo con los
agricultores y a acuerdos entre ellos y el personal técnico sobre como proceder.
El cambio de enfoque estimula las iniciativas locales por medio de grupos de discusión
y reuniones que ayudan a la formación y al fortalecimiento de los grupos de manejo locales. La
posibilidad de que los agricultores resuelvan sus propios problemas se obtiene no solo a través
de la capacitación sino también por medio de la introducción de ideas e información a partir de
las cuales puedan elaborar sus propios juicios y decisiones. El apoyo y la asesoría técnica deben
ser proporcionados a esos grupos para poner sus ideas y planes en acción de manera que puedan
llegar a ser autosostenibles. Se deberá poner énfasis en ayudar a la población rural para
desarrollar y ejecutar sus propias soluciones y planes en vez de imponer programas elaborados
fuera del grupo.
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El éxito del mejoramiento del manejo de la tierra a la escala de cuenca topográfica
depende no solo en las motivaciones, habilidades y conocimientos de los agricultores
individuales sino fundamentalmente en las acciones que puedan tomar los grupos o
comunidades como tales. Esto hace que esta actividad se convierta en un verdadero desafío. La
simple trasmisión del mensaje unido a las demostraciones no serán suficientes para demostrar
que una agricultura orgánicamente rica puede compararse en sus beneficios con una agricultura
químicamente rica y producir beneficios adicionales para la sociedad; será fundamental una
mayor atención a las actividades de la comunidad a través de las instituciones locales y de los
grupos de usuarios.
Por muchas razones, las actuales agencias de extensión encuentran dificultades para
aprender de los agricultores; en realidad, tienden a caracterizarse por una burocracia restrictiva
y una autoridad jerárquica centralizada. Sus profesionales, por lo general especialistas, no están
acostumbrados a un enfoque global sino que se limitan a una visión mas limitada; además, no
existen procesos sistemáticos adecuados para permitir una retroalimentaón dinámica de los
resultados. Es cada vez mas aceptado que los paquetes tecnológicos per se no son efectivos; los
paquetes tecnológicos como el cultivo en fajas, la conservación de suelos y el manejo integrado
de plagas han sido ampliamente recomendados, pero sin embargo, su adopción por parte de los
agricultores ha sido insuficiente.
La palabra tecnología se usa en un sentido amplio para significar las distintas formas en
que es posible hacer las cosas, en este caso, llegar a la sostenibilidad del mejoramiento del
manejo de la tierra. Esto puede comprender un mejoramiento de las técnicas de cultivo, de las
herramientas y del equipo, mezclas de especies a cultivar, regímenes alimenticios para el
ganado, formas de organización social –por ejemplo, acuerdos para el uso de recursos tales
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como el corte de la hierba y las ramas para alimentar el ganado- y muchas otras situaciones
similares. En otras palabras, esto incluye tecnología social y física.
2. Observar los hechos y probar: una evaluación conjunta de las oportunidades para mejorar la
situación actual; esto comprende la búsqueda de nuevas ideas.
3. Experimentar las nuevas ideas: esto se lleva a cabo por los agricultores o por grupos de los
mismos en el área de interés de sus propias fincas o en tierras comunitarias, con el apoyo de
toda la comunidad. Los experimentos son diseñados por los propios usuarios ayudados por
los facilitadores de DTP –por lo general, técnicos de campo de organizaciones
gubernamentales o no gubernamentales y algunas veces los investigadores interesados. Los
propios agricultores decidirán que experimentar y como hacerlo; establecerán sus propios
criterios para juzgar si la nueva idea es realmente útil. La supervisión y la evaluación de los
experimentos es hecha por grupos de agricultores interesados en cada experimento
particular; los agricultores llevan sus propios registros de los resultados en la forma que han
seleccionado. Los facilitadores pueden prestar su ayuda para ciertas medidas, análisis y
tipos de registros.
4. Compartir el aprendizaje: las tecnologías mejoradas que los agricultores consideran útiles se
deben difundir ampliamente sobre todo por la extensión de agricultor a agricultor y por
medio de los agentes de desarrollo. Mas importante aún es que el enfoque de mejorar los
sistemas de manejo de la tierra por medio de la experimentación, supervisión y evaluación
locales sea puesto en conocimiento de los otros agricultores por quienes han participado en
esa actividad. Del mismo modo, los agentes de desarrollo que han apoyado la
experimentación de los agricultores comparten sus experiencias con otros colegas;
5. Fundación de instituciones sociales para sostener el proceso: es un punto vital del DTP que
se debe desarrollar desde el inicio de las actividades y que es fortalecido a medida que los
participantes ganan experiencia y buscan otros caminos para que el proceso sea mas
efectivo. Esto puede involucrar, por ejemplo:
capacitación de los agricultores líderes que mantienen y mejoran las relaciones con fuentes
de ideas y materiales para su posterior investigación;
encontrar formas económicamente rentables de continuar el intercambio entre agricultores y
entre comunidades;
construir redes de agricultores-experimentadores de distintas áreas con condiciones
agroecológicas y nivel de vida similares, etc.
formación de grupos de investigación para el asesoramiento mutuo integrados por
agricultores-experimentadores e investigadores.
comprometer al sector de abastecimientos y manufacturas comerciales de modo de poder
contar con los insumos adecuados a los nuevos conceptos de agricultura.
Fuente: VanVeldhulzen et al, 1997
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El cambio de las prácticas agrícolas corrientes a prácticas mas sostenibles es normalmente un
proceso transitivo y gradual. Un enfoque en varias fases, que comience con los cambios mas
simples ayuda a minimizar los riesgos y a difundir las inversiones. Esto permite que los
agricultores desarrollen gradualmente la capacidad requerida para ganar confianza en si mismos
antes de enfrentar cambios mas complejos. En este proceso de transición se pueden distinguir
las siguientes fases:
Aumento de la eficiencia: las prácticas corrientes son alteradas para reducir el consumo
de los recursos y el impacto ambiental. Las pérdidas reducidas y una mayor efectividad hacen
que sea posible usar menos insumos y obtener el mismo nivel de producción. Las innovaciones
introducidas en esta etapa no reuieren cambios importantes de las prácticas agrícolas;
El cultivo del te fue siempre plantado en surcos rectos, aun a través de las colinas, y estos cultivos
servían como límite a caminos de tierra que se intersectaban formando parcelas cuadradas
regularmente. Los brotes del te eran cortados cada 7 a 10 días y transportados para su elaboración en
las plantas de procesamiento durante el período lluvioso. En esas condiciones, los camiones y los
remolques hacían un considerable daño a esos caminos los cuales en muchos casos empezaron a
desarrollar zanjas y en otros casos resultaron intransitables, con la consecuencia de que el te llegaba a
destino con una cierta pérdida de calidad y con costos importantes para el mantenimiernto de los
caminos.
Los resultados de la investigación formal llevada a cabo en la zona mostraron que había ventajas en la
acumulación de agua de lluvia cuando el cultivo se plantaba siguiendo líneas de contorno y aplicando
una cobertura de pasturas, todo lo que favorecía la máxima retención e infiltración del agua de lluvia
disponible. La experiencia en las fincas de producción de te y tabaco también mostró las ventajas de
delinear los caminos sobre las crestas topográficas o a lo largo de los contornos mas llanos para
controlar la velocidad y la descarga de la inevitable escorrentía, manteniendo así la superficie de los
caminos y de los drenajes naturales en buenas condiciones.
Uniendo la red de caminos con el diseño de los bordes de conservación de gradiente controlado dio lugar
a sistemas integrados de trasporte que han sido sujetos a menores daños durante las lluvias. La
plantación del te en contorno y el mantenimiento de una cubierta de pasto entre los surcos dio lugar a
que hubiera mucha menos escorrentía, lo que benefició tanto a las plantas de te en la estación seca
siguiente y contribuyó a la conservación de los caminos en la época de lluvias.
Después que un número creciente de grandes plantaciones y de pequeñas fincas de te adoptaron los
nuevos diseños, los administradores informaron que aunque los costos anuales de instalación por
hectárea eran ligeramente superiores, los costos sucesivos de mantenimiento fueron repetida y
significativamente menores. Los resultados concretos fueron menores costos y mayores ganancias por
kilo de te producido.
Este ejemplo muestra que la integración de los aspectos físicos y económicos de un mejor manejo de la
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tierra y de un mejor manejo de los cultivos produjeron beneficios substanciales.
las soluciones adaptadas a condiciones específicas para cada lugar –en lugar de
recomendaciones generales- deben ser cuidadosamente preparadas; la investigación formal
y los sistemas de extensión no tienen la capacidad para desarrollar esas adaptaciones
múltiples;
en la transición del manejo convencional a un mejor manejo de la tierra, el uso excesivo de
insumos externos es reemplazado por un papel mucho mas fuerte de los agricultores en el
manejo de los distintos recursos; la estrecha colaboración entre los agentes de desarrollo y
los agricultores puede ayudar a incrementar su discernimiento y su capacidad de manejo;
la agricultura sostenible debe ser mantenida en los ecosistemas vulnerables y bajo
condiciones económicas cambiantes y deben, por lo tanto, ser continuamente supervisadas
por los mismos agricultores.
El mayor desafío se plantea a las organizaciones agrícolas para pasar a ser organizaciones de
enseñanza. Para ello, tienen que promover la experimentación, el enlace y el trabajo de grupo
basado en funciones antes que en disciplinas y desarrollar sistemas de supervisión y evaluación
para mejorar su aprendizaje y sus conocimientos. Algunos de estos mejoramientos en
responsabilidad y orientación de los clientes provendrán de una mayor participación del sector
privado en apoyo de la agricultura sostenible.
También es importante notar que para mantener una capacidad productiva durante un
largo período, las agencias externas deben trabajar en forma participatoria que ayude a construir
la capacidad local para experimentar, innovar y desarrollar tecnologías. La efectividad del
personal técnico de campo en estrecho contacto con los agricultores parece ser mayor donde
actúan como facilitadores, ya sea como directores de algunos servicios, agentes de viajes para
las visitas de los grupos o como fuente de información para otros temas que pueden interesar a
los agricultores en sus discusiones.
Muchos casos donde han ocurrido los cambios hacia una intensificación sostenible, son
aún ejemplos aislados; esto se debe parcialmente a la ausencia de políticas ambientales
adecuadas.
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Lo que ha sido obtenido hasta el momento a nivel de comunidades muestra lo que es
posible hacer a pesar de las limitaciones existentes. Hasta el momento, las líneas de conducta
política no han sido usadas para dirigir las prácticas agrícolas hacia una mayor sostenibilidad.
Sin duda alguna, algunas veces han tenido el efecto contrario. Un aumento de la producción está
por lo general asociado con paquetes de insumos externos e intervenciones técnicas; sin
embargo, se presta muy poca atención a la eficiencia en el uso de esos insumos y de las
intervenciones en relación al ambiente y por lo tanto, de la sostenibilidad del proceso agrícola.
Para que ocurra la transición a una agricultura sostenible los gobiernos deben facilitar el
proceso con un conjunto de instrumentos y medidas políticas. Podrían por ejemplo,
descentralizar la administración para llegar a las bases e interaccionar mejor con los
agricultores; podrían reformar la tenencia de la tierra de modo de dar a los individuos y a las
comunidades una razón para manejar sus recursos; podrían desarrollar políticas económicas que
estimularan un uso mas eficiente de los recursos; podrían favorecer nuevos marcos
institucionales y capacitación que permita a su personal ser mas sensible a las necesidades de la
población. Hasta el momento, el costo real para la sociedad de las prácticas no sostenibles no es
apreciado ni tenido en consideración económica o en decisiones de gestión.
Los gobiernos que deseen apoyar la difusión de la agricultura sostenible podrían ofrecer
incentivos para estimular la conservación de los recursos y/o penalizar a aquellos que
contaminan el ambiente (ver Recuadro 7). Aunque hay un número creciente de componentes
políticos y áreas de acción relacionadas con las políticas agrícolas y el manejo ambiental, es
posible llegar a una agricultura sostenible por una acción conjunta a niveles de finca, comunidad
y nacional. Para que ello ocurra, es necesaria la integración de las políticas de los distintos
elementos.
El sistema tradicional de tumba y quema ha sido usado durante muchas generaciones para preparar la
tierra antes de la siembra en la parte sur de la provincia de Lempira, en Honduras.
Desde que el gobierno inició en el año 1980 un programa para estimular a los agricultores a no quemar y
al castigar económicamente ese hecho, los agricultores fueron forzados a buscar alternativas para adaptar
sus sistemas de producción. Esto llevó al desarrollo del sistema Quesungual: es un sistema agroforestal
indígena que se usa para cultivar los principales granos de la región: el maíz (Zea mays), los frijoles
(Phaseolus vulgaris) y el sorgo (Sorghum bicolor). Los campos ahora no son quemados antes de la
siembra pero desbrozados a mano con un machete. Los árboles y los arbustos son descopados a cerca de
1.5-2 m de altura de manera de eliminar las ramas y permitir que los rebrotes dejen pasar la luz al futuro
cultivo. Los árboles útiles que producen madera o frutas no son podados. El material cortado es
distribuido uniformemente sobre la superficie del suelo donde proporciona una espesa cobertura que
protege el suelo y que sirve como fuente de energía para la macro y microfauna del suelo.
La mayor ventaja mencionada por los agricultores es una mejor conservación del agua, lo cual permite
un buen desarrollo del cultivo aun en períodos secos. A causa del aumento de fertilidad del suelo, el
efecto de los fertilizantes es mayor. La adaptación de sus sistemas de producción ha proporcionado a los
agricultores un mayor rango de productos no solo para satisfacer las necesidades domésticas de fruta,
leña, granos y materiales de construcción, sino que además genera un surplus que vendido en el mercado
da un ingreso adicional. Un análisis económico del sistema muestra que durante el primer año la
producción es igual a cuando se usaba el sistema de tumba y quema y que no es provechoso. Sin
embargo, a partir del segundo año, la venta del surplus cubre los costos de producción y genera ingresos.
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semillas. Por lo general, se usan arados para las primeras operaciones de labranza; su uso
intensivo ha demostrado sin embargo, que en muchas zonas climáticas su uso no es sostenible.
Los métodos corrientes de labranza convencional son la mayor causa de severas pérdidas de
suelos y desertificación en los países en desarrollo y la erosión del suelo, acelerada por el
viento y por el agua, es responsable por el 40 % de la degradación de la tierra a nivel universal.
En los países en desarrollo, la erosión inducida por la labranza puede llegar a superar las 150
toneladas anuales por hectárea.
El uso de arados de rejas y discos en particular, pero también de rastras de discos, deja
la superficie del suelo sin protección contra el viento y la lluvia. Los implementos mecánicos,
especialmente aquellos tirados por tractores destruyen mecánicamente la estructura del suelo al
reducir el tamaño de las partículas, lo cual es deseable para obtener una buena cama de semillas.
El aflojamiento del suelo lleva a una mayor mineralización de la materia orgánica, lo cual
explica los mayores rendimientos obtenidos a corto plazo con una labranza intensiva del suelo;
sin embargo, a largo plazo la estructura biológica es destruida. El suelo se vuelve vulnerable no
solo a la erosión sino también a la compactación, la cual es particularmente seria en los sistemas
de agricultura mecanizada.
Los problemas que surgen con la degradación del suelo han obligado a reconsiderar el
uso del arado. Los sistemas de labranza conservacionista han sido desarrollados para proteger el
suelo y reducir la erosión y las presiones económicas llevaron al desarrollo paralelo de la
labranza mínima o reducida. Una característica común de ambos sistemas es la proscripción del
arado. La labranza del suelo todavía es usada para aflojarlo y mezclar sus componentes, pero sin
embargo, este trabajo se realiza con mejores resultados con los cinceles que dejan muchos de los
residuos de los cultivos sobre o cercanos a la superficie del suelo y no exponen el suelo desnudo
al viento y a la lluvia. Arar la tierra es sin duda alguna, la operación agrícola que consume mas
tiempo y energía de parte del agricultor y en muchos países del mundo constituye además una
seria dificultad para todo el trabajo. Sin embargo, al dejar los residuos en la superficie del suelo
se hacen necesarios nuevos equipos y cambios en las técnicas de siembra. Se han fabricado
sembradoras que pueden trabajar sobre una buena cantidad de residuos, en tal medida que
pueden colocar las semillas correctamente en el suelo aun cuando este no haya sino
absolutamente arado.
En general, los suelos no necesitan ser arados para proporcionar un habitat ideal para el
crecimiento de las plantas: los mejores suelos son usualmente los suelos vírgenes. La forma mas
deseable de labranza es, por lo tanto, no arar –o sea labranza cero- lo cual deja sobre la
superficie una cobertura protectiva de hojas y tallos del cultivo anterior. Durante el proceso de
reducción de las operaciones de labranza por medio de prácticas de labranza conservacionista
podría ser demostrado que con el tiempo, la actividad biológica del suelo ejerce las funciones de
la labranza tradicional, o sea aflojar el suelo y mezclar sus componentes. Pero además del
incremento de la actividad biológica se crea una estructura estable del suelo con acumulación de
materia orgánica.
En las primeras etapas del proceso de adaptación pueden ser necesarios insumos
agroquímicos, por ejemplo fertilizantes minerales o herbicidas, hasta que se llega a altos niveles
de fertilidad de suelos y de actividad biológica y se establece un nuevo equilibrio entre las
plantas y las malezas, las pestes y los organismos del suelo. La experiencia con largos períodos
de labranza conservacionista muestra que en las operaciones agrícolas comerciales la necesidad
de insumos agroquímicos puede disminuir a medida que aumenta la comprensión de los
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sistemas y la capacidad de manejo de los mismos por parte del agricultor (Derpsch, 1997). De
esta manera, el mejor manejo de la tierra creando un sistema agrícola sostenible y altamente
productivo, será puesto en evidencia. La experiencia ha mostrado que los sistemas de labranza
conservacionista llegan a rendimientos tan altos como los sistemas agrícolas convencionales
comparables, pero con menores fluctuaciones y riesgos. Una ventaja adicional para los
agricultores mecanizados es el mejoramiento de la transitabilidad de los campos bajo labranza
cero.
Todos los sistemas de producción basados en la tierra usan uno o mas de los tres tipos
de plantas anuales, perennes no leñosas y perennes leñosas. La labranza que disturba el suelo
puede ser usada con cualquiera de esos tipos de cultivos, aunque se usa especialmente en el caso
de las especies anuales.
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Cuanto mas diverso y complejo es un sistema agrícola de producción, mas estable y
sostenible será frente a las variaciones impredecibles del clima y de los mercados. De esta
manera, todos esos tipos de especies pueden ser combinadas de diversas maneras con la
ganadería y los árboles en lo que ahora se conoce como sistemas agro-silvo-pastoriles.
Es necesario considerar en primer lugar que los agricultores tienen múltiples objetivos
lo cual señala la necesidad de hacer análisis multidisciplinarios de los problemas que afrontan
en situaciones específicas. Por lo tanto, en segundo lugar, será preferible ofrecer sugerencias
múltiples. Y, en tercer lugar, es neceserio considerar que no existe una práctica simple o única
que pueda solucionar los problemas de la degradación de la tierra, sino una combinación de
prácticas de mejoramiento para enfrentar el problema en su conjunto.
La agricultura conservacionista es, por estos medios, capaz de controlar los problemas
de la degradación de la tierra, aun bajo condiciones climáticas críticas. La infiltración del agua
de lluvia aumenta (Roth, 1985) y con ello la erosión del suelo se reduce a un nivel por debajo de
la tasa de regeneración del suelo y los recursos de las aguas subteráneas se mantienen o, mas
aún, se fortalecen (Derpsh, 1997). La lixiviación de los nutrimentos del suelo o de los insumos
agroquímicos hacia los acuíferos es también reducida (Becker, 1997) comparada con la labranza
de la agricultura convencional. Para cumplir sus funciones el sistema depende de los procesos
biológicos, lo cual fortalece la biodiversidad en los sistemas de producción agrícola, a nivel
micro o macro, incluyendo la flora y la fauna. Este incremento de materia orgánica del suelo
transforma los suelos agrícolas en ausencia de la labranza y también sirve como depósito para el
carbono, reduciendo la carga atmosférica de los gases de invernadero, como el CO2
(Schlesinger, 1999).
Kenya ofrece muchos ejemplos de casos de mejor manejo de la tierra. Un ejemplo interesante es el uso
de residuos enterrados profundamente y usados como cama de los cultivos por parte de los agricultores
de escasos recursos en las zonas de potencial alto, medio y bajo del país. Al transformar los residuos
orgánicos no utilizados en composte y al incorporarlo a canteros de aproximadamente 1.5 x 7 m, las
familias de los agricultores que no pudieron acceder a fertilizantes obtuvieron varias ventajas
importantes si bien el área cubierta fue muy limitada. Los beneficios obtenidos incluyen:
mayor autosuficiencia en maíz, de 22 a 48 %, en los agricultores entrevistados;
el hambre se redujo a lo largo del año de 57 a 24 % de los agricultores entrevistados;
la proporción de los que compraban hortalizas se redujo de 85 a 11 % y la de aquellos que venden
hortalizas subió a 77 %;
hubo mejoramientos importantes en la composición de la dieta en razón del mayor número de
especies de hortalizas que fueron cultivadas;
hubo mejor nutrición denotada por una mejor salud, especialmente en los niños;
hubo un mayor ingreso económico lo que permitió la compra de otros alimentos, de otros elementos
esenciales para la casa y, por ejemplo, pagar los derechos escolares.
Estos resultados positivos de un mejor manejo de la tierra, aún en las parcelas de los pequeños
agricultores son actualmente estimuladas por el desarrollo activo de cadenas de comercialización
locales, nacionales e internacionales de productos de calidad certificada bajo el control de la Farmers’
Action Association ????? de los propios productores.
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La acumulación de resultados de las acciones de agricultura conservacionista ahora
ofrece la oportunidad de obtener otros resultados positivos con efecto y alcance globales. Tales
logros derivarán primeramente de la dinámica de las interacciones del suelo y sus
microorganismos; en segundo lugar, del interés, capacidad, deseos y decisiones de los
agricultores y sus familias, y en tercer lugar de una asistencia institucional y política mas
apropiada que surge de unl contexto social mas amplio. Cuando todos elementos concurran en
una combinación equilibrada, es probable que los mejoramientos esenciales se difundan rápida
y ampliamente a través de las conexiones y relaciones de los propios agricultores.
Conclusiones
Reconocer que los agricultores son el centro del mejoramiento del manejo del suelo y que un
mejor manejo de la tierra será mas eficiente y mas aceptable que simplemente aumentar la
medida o el número de obras físicas de conservación para prevenir la degradación, tiene muchas
implicancias para organizar el apoyo a los agricultores.
Las políticas que afectan el uso y el manejo de la tierra deberían ser coordinadas a
través de todas las dependencias gubernamentales para facilitar una apropiada toma de
decisiones por parte de los agricultores en los aspectos que conciernen el mejor manejo de la
tierra. El nivel de capacidad y las retribuciones del sector público deberían ser ajustadas de tal
forma que estimulen a los técnicos del sector público a que ofrezcan asesoramiento sobre una
efectiva labranza conservacionista. Los incentivos agrícolas o los subsidios no deberían poner
en peligro el mejor manejo de la tierra.
La legislación debería ser ajustada para facilitar los requerimientos y las iniciativas de
los grupos locales, dejando de lado instrumentos legales coercitivos o punitivos donde los
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mismos ya existen –p.ej. en muchos departamentos forestales- como un medio de tratar de
estabilizar los recursos de la tierra.
Recuadro ??: Cobertura del suelo en lugar de quema en los sistemas de agricultura migratoria en
el norte de Brasil
La agricultura migratoria es aún el sistema mas usado por los pequeños agricultores en el estado de
Pará, en el nordeste de Brasil. Tradicionalmente, este sistema consiste de un período de cultivo de dos
años seguido por un período de barbecho –Capoeira- de varios años. La preparación de la tierra antes
del cultivo es hecha por medio de la tumba y quema de la vegetación del barbecho. La intensificación
del uso de la tierra manteniendo las prácticas agrícolas tradicionales lleva a una decadencia de la
productividad del sistema.
Los principales factores de esta degradación son la pérdida de nutrimentos debido a la quema de los
residuos. Durante este proceso el carbono y los nutrimentos almacenados sobre la tierra bajo forma de
biomasa son liberados a la atomósfera. También se pierde una considerable cantidad de nutrimentos a
través de las cosechas. Sin embargo, si esta biomasa no hubiera sido quemada podría contribuir en
forma importante al manejo de la materia orgánica del suelo y ayudar a mantener sus propiedades
físicas, químicas y biológicas. Las pérdidas de nutrimentos causadas por la quema y la cosecha llevan a
un balance negativo de nutrimentos –los ingresos de los nutrimentos son menores que sus egresos- del
ciclo de uso de la tierra, aún cuando se haya aplicado fertilizante a los cultivos de maíz (Zea mays) y de
caupí (Vigna unguiculata).
Basados en el balance negativo de los nutrimentos de ese sistema de uso de la tierra, se llevaron a
cabo experimentos sin quema de los rastrojos. La biomasa de la vegetación del barbecho fue cortada y
desparramada sobre el campo. El efecto de la fertilización mineral de las cenizas puede ser sustituido
por fertilizantes NPK, en el sistema de cobertura. De esta forma, se llega a un equilibrio positivo de los
nutrimentos y los rendimientos pueden ser mantenidos también en el segundo año mientras que en las
parcelas quemadas la fertilidad en el segundo año se reduce.
A largo plazo, la preparación de la tierra sin quema debería ser considerada como una opción para el
manejo de la materia orgánica del suelo. La cobertura periódica ayuda a reducir las pérdidas de
nutrimentos pero también contribuye a la conservación de considerables cantidades de materia
orgánica, la cual es aplicada sobre el suelo en vez de ser liberada a la atmósfera; las propiedades
químicas y físicas del suelo, al agregar materia orgánica pueden ser mas importantes para un uso
sostenible de la tierra que la reducción de pérdidas de nutrimentos en las tecnologías de preparación del
suelo sin quema.
Para la adopción de esas tecnologías por parte de los agricultores es de importancia fundamental
encontrar métodos prácticos para la conversión de la vegetación leñosa del barbecho en cobertura y en
esos casos el uso de maquinaria es absolutamente necesario. Los siguientes puntos fueron señalados a
fin de satisfacer las necesidades ecológicas y económicas de los pequeños agricultores del sistema de
cobertura en noreste Pará:
1. cortar la vegetación secundaria del bosque cerca de la tierra para facilitar el control de malezas y no
esconder raigones;
2. no dañar el sistema radical ni con la trituradora ni con el tractor a fin de asegurar un rebrote
vigoroso de la vegetación;
3. triturar el material verde y desparramar los restos en forma homogénea sobre la tierra;
4. hacer un trabajo sencillo y ordenado;
5. trabajar con un tractor convencional
Siguiendo esos criterios se construyó una máquina prototipo; con un tractor convencional de 60 HP el
rendimiento de material fresco cortado por hora fue de 10 toneladas, con una variación entre 8 y 17
toneladas. De esta manera, con una velocidad de operación de 1-3 km/h una hectárea de vegetación
de 3-4 años de edad con una biomasa de cerca de 40 toneladas de material fresco, podía ser cortado
en 4-5 horas. La máquina, que fue modificada a una versión ligeramente mas potente, encontró una
inmediata aceptación y estimuló a los agricultores a adoptar el sistema de cobertura sin quema.
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Referencias
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