Vous êtes sur la page 1sur 17

IDENTIDAD ECLESIAL – LA EKKLESIA (IGLESIA)

¡Lo que la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, fue y debe de ser!

“… y sobre esta roca edificaré mi iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra
ella” (Jesús, Mateo 16:18)

Introducción
Dada la larga y variada historia desde la ascensión de Jesús y el tiempo de Sus apóstoles,
el estudio de la eclesiología se ha tornado en un complicado, desalentador y retador
proyecto. Sin embargo, en buena tradición de la Iglesia de Dios de la Profecía, un
entendimiento apropiado de la Iglesia en el Nuevo Testamento es esencial para el
funcionamiento apropiado de la Iglesia en la actualidad. Desde que comencé este estudio
hace unos años he sido bendecido e intrigado por la dirección en la que me ha llevado y
el nuevo entendimiento que he adquirido. El más grande de estos, gira alrededor de la
función del Espíritu Santo en la Iglesia y la batalla milenaria entre el institucionalismo
organizacional formal y la espontaneidad de la obra del Espíritu entre el pueblo de Dios.
Uno es estático y controlable, el otro audaz, dinámico y de alguna manera incontrolable
aunque no desordenado.

Parece que en el transcurso de la historia, algunos elementos en la iglesia cristiana nunca


han estado satisfechos sin alguna identidad definida, haciendo así un institucionalismo
que es administrable por medios humanos. El propósito de este documento será
demostrar que la verdadera identidad de la Iglesia se encuentra en ser gobernada por el
Espíritu Santo, una relación dinámica que comenzó en el Pentecostés (Hechos 2) y debió
haber continuado ininterrumpidamente por toda la historia. Tristemente, este no ha sido el
caso. Por lo tanto es necesario revisar, evaluar y examinar, cada cierto tiempo, la relación
de la Iglesia con y su responsabilidad hacia el Espíritu. Si no está Él en el lugar debido, la
Iglesia pierde su vitalidad como el cuerpo de Cristo y su visibilidad como una muestra
efectiva del poder redentor de Dios en el mundo.

Más allá de hablar del lugar de la Iglesia con el Espíritu en general, también hablaremos
de los esfuerzos que la Iglesia de Dios ha realizado para alinearse con el Espíritu y para
obedecerlo corporativamente (colectivamente) mientras busca nuevamente su propia
identidad continua y dinámica, o debería decir, identidad fresca. Proseguiremos con un
vistazo a la Ecclesia en el Nuevo Testamento (comenzando con la primera mención de
Jesús de ésta en los Evangelios) por medio de una porción del libro de los Hechos y
ciertos textos de las Epístolas, luego iremos a tiempos más modernos. Esperamos
entender el llamado del Espíritu en la actualidad y ser capaces de expresar mejor Su
presencia entre nosotros. La cosecha de Dios en la tierra está dando frutos antes de la
segunda venida de Jesucristo nuestro Señor y necesitamos buscar obedecer con intención
y fusionarnos con Él —la Cabeza de la Iglesia y Salvador de la misma (Efesios 5:23).

Significado de Ekklēsia (latín, Ecclesia)


Es necesario poner en perspectiva el significado de la palabra “Ekklēsia” y algunos
antecedentes históricos sobre el uso común de la palabra. Mucho se ha escrito sobre la
“Eclesiología” el estudio doctrinal de la Iglesia, pero esta aplicación de la palabra

1
necesita ampliación más allá de su evolución hasta el significado actual. La palabra
apropiada y originalmente pertenece al contexto de la democracia —esa democracia que
la historia nos dice que inició en Atenas, Grecia cerca del Siglo 5 1 Pericles de Atenas en
el año 429 a.C. describió cómo funcionaba la Ecclesia:

…el gobierno no estaba en las manos de pocos sino bajo el control de la


mayoría… tenemos una preocupación equitativa por el hogar y por nuestras
políticas…Somos jueces de nuestras propias acciones y les damos cuidadosa
consideración a nuestros asuntos. Para nosotros el diálogo no es una barrera para
la acción; lo que es dañino es actuar antes de dialogar tocante a alguna política.
Somos inusuales en que nos aventuramos a tomar riesgos aun después de haber
medido las consecuencias, mientras que otros hombres son valientes siempre y
cuando sean ignorantes, pero en cuanto reflexionan, retroceden.2

El consejo administrativo de la democracia ateniense era la Ecclesia —una reunión de


ciudadanos [hombres] con el propósito del debate y la votación pública. De acuerdo a
algunos escritores, la Ecclesia dirigía políticas extranjeras, revisaba las leyes y también
aprobaba o condenaba la conducta de oficiales públicos por medio de un proceso llamado
“ostracismo”. La Ecclesia estaba formada únicamente por hombres, y elegían a sus
líderes por grupos por un período relativamente corto. En la cultura de esos días, los
griegos, romanos y judíos, a las mujeres casadas básicamente se les asignaban dos
funciones oficiales: el manejo de los asuntos del hogar y la crianza de los niños. Los
hombres en las sociedades griegas y romanas básicamente llevaban vidas dobles, una
social y otra doméstica. El hombre típico tenía amigos hombres, socios de negocios y
mujeres públicas. Estas mujeres públicas se dividían en tres categorías: prostitutas,
cortesanas (quienes servían a las clases adineradas y a la nobleza) y lo más alto del
montón, la Hetaira —mujeres activamente envueltas en los círculos de negocios y
organizaban banquetes y reuniones. Sus actividades podían o no incluir el concubinato
con los aristócratas adinerados. Tenemos una breve descripción de cómo se adornaban las
mujeres de la Hetaira: Usualmente sus cabellos estaban teñidos de rubio y usaban ropa
muy fina. Usualmente eran muy cultas. Hans Light dice,

Sus cabellos estaban muy bien rizados, sus uñas pulidas y cortadas y
particularmente portaban vestidos color púrpura.3

Esta mención de las mujeres y su no participación en la Ecclesia será importante para


nuestros argumentos más adelante en este documento.

1
The Struggle for Democracy [La Lucha por la Democracia]: Patrick Watson & Benjamin Barber, W. H.
Allen & Co. London, 1990, 5
2
The Harvest of Hellenism [La Cosecha del Helenismo]: F. E. Peters, Barnes and Noble, 1970 18, como se
citó en What the Church Ought to Be [Lo Que la Iglesia Debe Ser]: Doyle G. Whitaker, Publicaciones
Ekklesia, 2005, 34
3
Sexual Life in Ancient Greece [La Vida Sexual en la Antigua Grecia]: Hans Light, Imprenta Dorset, 1993,
357. Véase también Backgrounds of Early Christianity [Antecedentes del Cristianismo] de Everett
Ferguson, Wm B. Eerdmans Publishing, 1993, 70, 71.

2
Otra fuente que muestra cómo se utilizaba la palabra “Ekklēsia” y cómo su uso fue
asociado con la historia del pueblo judío, es la Septuaginta (LXX), una traducción griega
del Antiguo Testamento supuestamente realizada por setenta eruditos judíos (a esto se
debe su nombre) en Alejandría, Egipto, entre el año 250 y 150 a.C. Fue traducido
principalmente para judíos que vivían en Egipto, pero gradualmente fue aceptado entre
todos los helenistas —judíos greco-parlantes del Diáspora que querían leer el Antiguo
Testamento en el idioma aprendido.4 Los traductores de la Septuaginta constantemente
utilizaron la palabra “Ekklēsia” para traducir la palabra hebrea “qahal”, la cual significa
“reunión de la comunidad” o “reunión pública.”5 También notaremos que otra palabra
hebrea “ēdâ”, “congregación,” en griego, “sunagōgē”, es sinónimo de “qahal” y de
acuerdo a Tomson, fue utilizada con frecuencia para referirse a las congregaciones judías
en el mundo greco-romano.6 La raíz de la palabra inglesa “Church” con la cual se traduce
el término “Eckklēsia” se originó del uso griego-cristiano antiguo de “kuriakē” (holandés,
kerk; escocés, kirk, alemán, kirche) el cual fue inicialmente utilizado para indicar una
hora establecida para la reunión en el Día del Señor, el griego para “Señor” es “kyrios.”7
El propósito de estas reuniones públicas, tanto judías como cristianas, era el de escuchar
la Palabra de Dios (lectura y proclamación pública) y para ofrecer oración, alabanza y
adoración a Dios.

Volviendo a la Ecclesia, la cultura helenista de Alejandro Magno (de Macedonia)


influenció grandemente la composición y práctica de lo que llegó a ser el mundo
neotestamentario cerca del año 334 a.C. Las ciudades de estilo griego con sus Ágoras
(centros de la ciudad) y pórticos o columnatas (lugares públicos de reunión para las
ecclesias, negocios, etc.) dominaron las áreas que estaban bajo su control. Dos buenos
ejemplos vienen a la mente: El Templo en Jerusalén del cual leemos mucho en los
evangelios (Mateo 26:55; Marcos 11:27, 28; Lucas 21:37, 38; Juan 10:23; 18:20) y el
centro de Éfeso al que se refiere Hechos 19:39. En la realidad histórica, la ecclesia
democrática de Éfeso permaneció hasta que los musulmanes tomaron el control de la
ciudad en el año 673 d.C. 8 Esto por sí mismo es un desarrollo admirable.

El principio democrático de la ecclesia, sus prácticas, funciones, estatus legal y


composición general bajo el gobierno romano, es importante para interpretar y aplicar
correctamente ciertos pasajes del Nuevo Testamento. También puede tener una relación
sobre por qué Jesús escogió decir “Edificaré Mi Iglesia (Ecclesia) en lugar de decir
“Edificaré Mi sinagoga (synagogus)” a pesar de que en cierto sentido, las sinagogas
también eran democráticas. La Ecclesia entonces, era un consejo voluntario pero legal de
ciudadanos hombres que operaban como parte de la primera democracia, elegían a sus
propios líderes (magistrados o presidentes) y empleaban los principios y prácticas de
diálogo y persuasión, decisión por mayoría después del diálogo, sumisión, igualdad de

4
Interpreting the Bible [Interpretando la Biblia], A. Berkeley Mickelsen: Wm B. Eerdmans Publishing
Co., Grand Rapids, 1963 (Reimpresión 1991) 125.
5
If This Be From Heaven [Si Esto es del Cielo], Peter J. Tomson: Imprenta Sheffield Academic, Sheffield,
2001, 24.
6
Ibid
7
Ibid 25; véase también Nuevo Diccionario Webster de la Lengua Inglesa, 1985, ingrese la palabra
“Church [Iglesia].”
8
Whitaker, Op Cit, 37

3
participación y apoyo por la decisión que sería implementada sin mayor oposición o
pregunta. Algunas veces elegían a los líderes por medio de votos. Para entender esto,
necesitamos explicar que en Atenas (nuestro ejemplo de ciudades griegas) el senado o
concilio (boulé griego) se formaba de la siguiente manera:

La democracia ateniense pretendía un derecho equitativo de gobernar así como un


derecho equitativo de elegir, por lo tanto existía un uso frecuente de los grupos
[Hechos 1:21-26] al elegir hombres para funciones que no requerían de
habilidades técnicas (aquellos que ejercían tales funciones, como generales, eran
elegidos). Cada una de las diez tribus entre las que los ciudadanos eran divididos
seleccionaban diez candidatos por grupo. Uno de los diez candidatos de cada una
de las nueve tribus era elegido por el grupo y estos nueve servían como arcontes,
los magistrados principales. La décima tribu proporcionaba el clérigo… las
ciudades griegas del este (notablemente Alejandría [Egipto]) a menudo estaban
subdivididas en politeuma… una división auto-gobernada de la ciudad basada en
la nacionalidad…[con] un centro religioso, un concilio y magistrados, divisiones
de ciudadanos en tribus y otras características del polis griego [se añadieron
corchetes].9

Mantendremos estas explicaciones en mente mientras procedemos.

Yo Edificaré Mi Iglesia
Las palabras de Jesús en el título anterior vienen, por supuesto, de Mateo 16:18. El texto
completo dice,

Y yo también te digo, que tú eres Pedro [griego petros –piedra pequeña], y sobre
esta roca [griego petra –piedra grande o gran aglomeración de rocas] edificaré mi
iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella [se añadieron las
definiciones en los corchetes].

Observamos en el contexto completo que Simón Pedro había recibido una revelación
divina (discernimiento) de quién era Jesús, una revelación que vino directamente de Dios
el Padre (v.17). Ésta era la obra de Dios, revelarse Él mismo directamente a los seres
humanos, confirmando ante los mismos ojos de Pedro y en la presencia de otros
discípulos, que el Todopoderoso Eterno, Omnisciente Dios había aparecido. El Dios de
Abraham, Isaac y Jacob, el Dios que creó y sostuvo todas las cosas y quien por última
vez había hablado abiertamente a Israel por medio de Su profeta Malaquías 400 años
antes, literalmente estaba parado frente a esta pequeña compañía hablando cara a cara
como el Hijo de Dios encarnado, interactuando con ellos como el Hijo del Hombre
hablando de Su gran plan de salvación para el mundo. ¡Qué explosión de revelación!

9
Ferguson, Op Cit, 41. Nota: Esta referencia a las divisiones de las ciudades nos puede ayudar a entender
mejor 1 Pedro 5:2-3, “…no como señorío sobre la herencia de Dios.” Esta misma frase es traducida “no
enseñoreándose sobre las porciones del rebaño asignados a ustedes” por el Nuevo Testamento de Kenneth
S. Wuest, una traducción amplificada (Eerdmans) como “tampoco enseñoreándose sobre la carga asignada
a ustedes” en la Versión Estándar Americana.

4
El reconocimiento de Simón Pedro (piedra pequeña) dio a entender que la Ecclesia de
Jesús, sería edificada con este método de revelación divina y directa, interacción,
impartición y expresión —la petra, piedra grande. Dios deseó darse a conocer por medio
de Su pueblo, la Iglesia, Su asamblea (Hechos 15:14-18). La meta es la máxima
redención de toda la historia por medio de la instrumentalidad pionera y el ejemplo
(modelo) de la Iglesia como el nuevo pueblo de Dios en la tierra (1 Pedro 2:9, 10) La
razón: Que el mundo crea en Jesucristo por medio del Evangelio (Juan 17) y esperar en
Su plan para someter todas las cosas a Él (1 Corintios 15:24-28; Efesios 1:9-14; 3:8-11;
Hebreos 2:6-12).

Jesús nos proporciona ciertas pistas de cómo Su iglesia sería gobernada: Primero, por lo
que les enseñó a Sus apóstoles sobre ellos mismos y su relación como un cuerpo en
función apartado del mundo, y segundo por lo que Él enseñó sobre Su Espíritu (Dios el
Espíritu Santo) y Su función como Revelador, Guía y Maestro permanente. Por medio de
la Iglesia Él ampliaría y realizaría la obra redentora de Cristo por todo el mundo (Mateo
20:25-28; Marcos 10:42-45; Lucas 22:24-27; Juan 14:15-18, 25, 26; 15:26, 27; 16:1-14;
17:20-23). La manera en que la Iglesia operaría en el mundo y su atractivo hacia las
personas que buscan a Dios fue primeramente demostrada por el ministerio de Jesús en
los Evangelios y después por Sus seguidores como está registrado en el libro de los
Hechos.

El Monte del Templo y Decápolis


Herodes el Grande quien gobernó como rey de los judíos (47-4 a.C.) reconstruyó el
Templo pero en el proceso rediseñó el Monte del Templo ampliándolo a unos 30 acres
(12.15 hectáreas) de superficie plana con un gran muro de contención, cuyo remanente en
la actualidad es llamado por los judíos, “el muro de los lamentos.”10 Según algunos
reclamos el trabajo de reconstrucción continuó después de 46 años pero fue un lugar de
estructuras magníficas (Mateo 24:1-2; Marcos 13:1, 2; Lucas 21:5, 6; Juan 2:19, 20). En
el mismo templo, diseñadas de acuerdo a las ciudades del mundo greco-romano como
una Ágora, estaban las usuales pórticos, columnatas y porches. Estos eran lugares legales
públicos de reunión en donde las ecclesias podían congregarse y en donde se realizaban
las actividades comerciales y sociales. Jesús, sin duda, enseñó en el pórtico de Salomón y
en alguna otra área del Ágora (Lucas 21:37, 38, Juan 10:23-31; Juan 18:20).

Es obvio que los saduceos y fariseos podían confrontar verbalmente a Jesús en estos
lugares debido a que todos tenían el derecho de hablar públicamente. Pero no podían
desafiarlo legalmente o arrestarlo. Jesús, protegido por la ley romana y el precedente
griego, tenía el derecho de hablar libremente al pueblo y tener Su Ecclesia mientras no
hubieran disturbios públicos debido a Su actividad. He llegado a la conclusión que las
visitas de Jesús a Jerusalén y a las Cortes del Templo no eran solamente para mostrarse
como el esperado Mesías, sino también para demostrarles a Sus discípulos como podían
funcionar legalmente como Su Ecclesia en Su ausencia. La honestidad, libertad e

10
Herodes había comenzado la reconstrucción cerca del año 20/19 a.C. y el principal trabajo fue
completado en el año 4 a.C. cuando murió. Sin embargo, el proyecto todavía estaba en marcha durante la
vida de Jesús como se menciona anteriormente. Por algunos estimados el trabajo final terminó en el año 63
d.C. solamente siete años antes de que el Templo fuera destruido (Ferguson, Op Cit, 389, 527).

5
igualdad de la ecclesia permitiría al público ver a Dios con Su pueblo, viviendo,
trabajando, sirviendo entre ellos y empoderándolos para proclamar y modelar las buenas
nuevas del Evangelio delante del mundo. Las instrucciones que les dio sobre la relación
entre ellos y su deber de amarse unos a otros como Él los amó se ajusta bien al modelo de
honestidad e igualdad de la ecclesia aunque superior a ella debido a las bases de amor
incondicional que Jesús inició (Lucas 22:25-27; Juan 13:14-17; Juan 15:12-17).

Además observamos algo de actividad e interés en Jesús desde el área de Decápolis, diez
ciudades griegas a las que se les había concedido cierta independencia dentro del Imperio
Romano. El número real de ciudades a la que se refiere este nombre creció con el tiempo
después de que el general romano Pompeyo le concediera su auto-gobierno alrededor del
año 63 a.C. Dentro de estas ciudades colonizadas por los greco-parlantes desde el año
200 a.C. la ecclesia había sido una característica prominente de la vida citadina y del
gobierno. Cuando Jesús pasó entre la Decápolis (Marcos 7:31) algunos dicen que Él
estaba evitando la amenaza de arresto de Herodes Antipas del cual algunos fariseos que
simpatizaban con Su causa le habían advertido (Lucas 13:31). Sin embargo, debido a que
el recorrido no estaría en Su ruta regular de Tiro y Sidón de regreso a Galilea, nos
preguntamos si Él estaba exponiendo a Sus discípulos a las funciones de la ecclesia, ya
que Su propósito era edificar Su Ecclesia. Por lo menos un muy esmerado escritor (un
laico) en un trabajo de investigación meticuloso sugiere esto.11 La Biblia también nos
dice que multitudes de la Decápolis estaban entre aquellos que siguieron a Jesús (Mateo
4:25) y que ciertos griegos vinieron a verlo poco antes de Su crucifixión (Juan 12:20).
Pablo escribió que los griegos pensaban que el camino de la cruz era una insensatez (1
Corintios 1:18-24). Sin embargo, estoy seguro que ésta es una generalización muy apta
especialmente en el contexto corintio.

Volviendo brevemente a la enseñanza de Jesús en el Monte del Templo, entendemos


mejor por qué no podía ser arrestado en el área del Templo o durante el día. Su presencia
en el lugar, y Su enseñanza y predicación estaban protegidas por la ley de la ecclesia que
aún operaba en ese tiempo. Es cierto, Sus oponentes le temían a la gente y al hecho que
un disturbio público ocasionaría las sospechas de más o menos 600 guardias romanos que
permanecían en el fuerte Antonia en el mismo Monte del Templo. Para esto, los saduceos
y sacerdotes necesitaban un acusador (Judas Iscariote) y arrestarlo fuera del lugar. Esto se
debe en gran parte a que Su arresto ocurriera en el Jardín del Getsemaní en el Monte de
los Olivos durante la noche. Sea como fuese, nuestro Señor había enseñado y demostrado
a Sus discípulos los principios iniciales de Su Ecclesia: amor incondicional entre ellos,
igualdad; humildad; gobierno de servicio en lugar de una relación de dominio y la
deferencia al Espíritu Santo que había de venir como una expresión fresca y
misericordiosa de Dios entre Su pueblo. Él sería el mejor Director de sus actividades en
el mundo y por todos los tiempos venideros. Este punto merece observación y estudio
profundo y contemplación en la iglesia de la actualidad.

La Ecclesia en los Hechos


La llegada del Espíritu Santo en el Día del Pentecostés como lo registra Hechos 2,
necesita una revisión a la luz de lo que hemos visto anteriormente en esta lección.
11
Whitaker, Op Cit, 56

6
Primero necesitamos mencionar algunos hechos de la mejor manera que podemos destilar
y entender:

1. Jesús dejó en claro la preeminencia (prioridad) absoluta del Espíritu Santo en la


Ecclesia (Juan 14:16,17, 25, 26; 15:26; 16:7-15).
2. Los apóstoles y, por extensión, la Iglesia, serían y continuarían siendo los testigos
y contraparte del Espíritu Santo en la proclamación del Evangelio a lo largo de la
historia (Juan 15:27; Hechos 5:32).
3. Los apóstoles y los hermanos se reunían regularmente en un área del Templo y sin
duda estaban reunidos en un lugar público (stoa) cuando el Espíritu descendió
sobre ellos (Lucas 24:52, 53; Hechos 2:1-12, 46, 47; 3:1; 5:18-27, 41, 42).
4. El liderazgo, la presencia y el poder del Espíritu fue instructivo para la Iglesia y
llamativo para el mundo fuera de la Iglesia (Hechos 4:8, 31; 5:12-14).

Al reunirse públicamente en el área del Templo y privadamente de casa en casa, la Iglesia


gradualmente encontró su identidad como el pueblo de Dios dirigido por el Espíritu,
dirigido por Cristo y gobernado apostólicamente. Ésta es una descripción concisa de lo
que la Iglesia debe ser. Las iglesias en los hogares, las cuales se desarrollaron después, en
donde las mujeres podían profetizar y servir libremente (Hechos 2:17, 18; 21:9; Hechos
18:26, etc.) demuestra que solamente en la Ecclesia pública Pablo reguló la presencia y
participación abierta de las mujeres (1 Corintios 14:34, 35; 1 Timoteo 2:8-12). Esta
instrucción tenía elementos tanto culturales como legales basados en la conducta abierta
del Hetaira (mencionado arriba) y otras mujeres públicas y el estatus legal de la Ecclesia
el cual se hubiera visto en peligro por la participación de las mujeres. En las reuniones de
la Iglesia en los hogares, las mujeres, como cabeza del hogar en algunos casos, fueron
mencionadas como líderes en las Iglesia (Hechos 16:14, 15; Romanos 16:1-5).

La obra y presencia del Espíritu, el poder de Dios prometido por Jesús antes de Su
ascensión, vino como un desarrollo inesperado e inmediato que maravilló al pueblo. La
descripción de Lucas de cómo la Ecclesia funcionaba y se relacionaba es impresionante
(Hechos 2:42-47; 3:32-35). Rápidamente habían sido formados en una comunidad
separada y reconocida, una comunidad de diferente tipo, por consiguiente, en parte, su
atractivo aún para los sacerdotes judíos (Hechos 6:7). Su origen judío trasmitió un fuerte
sentido de identidad corporativa como un cuerpo injertado en la familia de Abraham
(Romanos 4:11, 16; 11:17-21; Gálatas 3:26-29). Como dice Marvin Wilson:

Así, la idea Paulina de la Iglesia como un cuerpo está firmemente enraizado en el


concepto veterotestamentario de personalidad corporativa. Por consiguiente, para
Pablo, como en la antigua comunidad israelí, el individuo se incorpora al grupo e
ilustra en su persona y vida los ideales que el grupo profesa, haciendo de esta
identidad suya. Pero al mismo tiempo, el grupo deriva su vida y su identidad del
individuo.12

12
Marvin R. Wilson, Our Father Abraham–Jewish Roots of the Christian Faith, [Nuestro Padre Abraham–
Raíces Judías de la Fe Cristiana], Grand Rapids, Publicaciones Wm. B. Eerdmans, and, Dayton, Center for
Judaic-Christian Studies [Centro para Estudios Judío-Cristianos], 1989, 189.

7
La Ekklēsia en ese tiempo era una comunidad de fe, aprendiendo, adorando y viviendo
como un pueblo entre las naciones (1 Pedro 2:9-10). Como tal, acciones como aquellas de
Ananías y su esposa Safira (Hechos 5) no eran un asunto privado. Su punto de vista de lo
que es Iglesia (como debería ser el nuestro) era muy alto —un cuerpo fuerte, conformada
por miembros fuertes y comprometidos que reconocen y están dedicados al beneficio y al
crecimiento de tanto la persona como la política de la Iglesia en el pleno conocimiento de
Cristo.

Debido a que la Iglesia se extendió rápidamente como un movimiento (de Jerusalén a


Roma) por medio de los ministerios de los apóstoles y sus ayudantes, especialmente
Pablo y sus asociados, dos modelos de la presencia y funcionamiento de la Ecclesia
emergieron aparentemente. Por un tiempo, la iglesia judía de Jerusalén desarrolló y
mantuvo una presencia en el Templo y en las sinagogas. Hasta pudieron haberse formado
en un grupo con liderazgo propio según el modelo de las sinagogas del judaísmo
(Santiago 2:2). Esto pudiera explicar la casi inesperada aparición de los “Ancianos” en el
relato de Hechos 15 cuando el concilio fue llamado a considerar la pregunta de la
circuncisión y la Ley Mosaica. Se reconoce el liderazgo apostólico de hombres de
renombre como Santiago, Cefas y Juan (Gálatas 2:6-10).

¡Entran Pablo y Bernabé! Fue el éxito de su misión a los gentiles el que creó el concilio
en Jerusalén en primer lugar (Hechos 15:1-6). El tema, como se mencionó anteriormente,
fue la circuncisión y la Ley Mosaica, puesto que fueron presentados como requisito para
la salvación por medio de la fe en Jesucristo. La decisión del concilio fue traducida en
una carta a los hermanos gentiles en Antioquía, Siria y Cilicia., la provincia natal de
Pablo. La manera de dirigirse es digna de atención: “Los apóstoles y los ancianos y los
hermanos, a los hermanos de entre los gentiles” (Hechos 15:23). En este versículo
podemos ver el perfil de la formación de un estilo de liderazgo, pues de acuerdo al
modelo de la sinagoga judía, la presencia de ancianos también significaba un líder
anciano o presidente (Hechos 18:8). Es interesante que en esta carta encontremos la frase
“Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros…” Algo que debe observarse
también, es que ciertos lineamientos de conducta dentro de la Iglesia y para la
preservación de su unidad, fueron formulados y diseminados (Hechos 15:30, 31; 16:4, 5).
No podemos evitar observar que la manera en que se dirige la carta incluye a la Ecclesia
completa, y es un resultado de la decisión en asamblea de toda la Ecclesia luego de
Santiago sugerir el curso de acción después del debate. Después eligieron representantes
“de su propia compañía” con Pablo y Bernabé para expresar efectivamente esta decisión,
el cual “parece bien al Espíritu Santo y a nosotros…” (Hechos 15:22-28).

Observamos en la conversión de Pablo que fue contactado personalmente por Cristo


desde el cielo, y recibe al Espíritu Santo en Damasco a mano de un miembro ordinario
pero devoto de la Ecclesia llamado Ananías. Dios les había alertado a los otros apóstoles
que la puerta de salvación sería abierta a los gentiles sin precondiciones. Él lo hizo a
través de la experiencia de Pedro durante su visita a la casa de Cornelio bajo la dirección
del Espíritu. Pedro subsecuentemente le comunicó su encuentro con el Espíritu al resto de
los hermanos, quienes se incomodaron con él por haber hecho esto (Hechos 10; 11:1-18).
Sin embargo, observamos (y esto es sorprendente) que Pablo no fue salvo, llamado o

8
investido con el Espíritu por medio de aquéllos que eran apóstoles antes que él, un hecho
que él enfatiza fuertemente en defensa de su autoridad apostólica directamente de Cristo
(Gálatas 1:11-24). También observamos su visita de dos semanas (después de tres años)
con Pedro y su próxima visita a Jerusalén catorce años después como resultado de una
revelación de Dios (Gálatas 1:18; 2:1-2).

Por medio del ministerio de Pablo muchas de las iglesias fueron organizadas en gran
parte del mundo gentil, iglesias que al principio no reflejaban el modelo judío-cristiano.
En efecto, fue la intrusión de aquéllos que posteriormente insistieron en el modelo judío
los que causaron tantos problemas a Pablo y sus convertidos. Las epístolas de Pablo
revelan las iglesias en las que el liderazgo del Espíritu es predominante por medio de los
dones (1 Corintios, capítulos 12 a 14; Gálatas 3:1-5). Por lo menos podemos decir que
esto es con lo que Pablo siempre se enfrentó. Aunque como “apóstol de los gentiles”
defendió su autoridad entre ellos, tuvo cuidado de imponer cualquier tipo de propiedad o
control que pudiera interferir con la dirección de Cristo y el gobierno del Espíritu
(Romanos 11:13; 2 Corintios 1:21-24; 11:5-15).

Podemos decir entonces, que con el tiempo, dos corrientes del desarrollo de la Iglesia
–el modelo judío-cristiano de liderazgo y organización y el modelo Paulino del Espíritu y
Sus dones espirituales– con alguna organización, se fusionaron en lo que llegó a ser una
jerarquía de ministerio, un ministerio diferente al que en última instancia llegó a ser
conocido como “el laicado”. Esta fue una separación desafortunada y costosa para la
Iglesia. Fue costosa en muchos aspectos. Especialmente, en cuanto al crecimiento y la
prominencia de un clero oficial que eventualmente ensombreció el lugar e impidió la obra
del Espíritu en y a través de la congregación. Este fue el costo más alto de todos. Muchos
en el liderazgo a lo largo de los siglos no sirvieron en el Espíritu de Cristo en las oficinas
que fueron creadas y trajeron sufrimientos incalculables sobre la Iglesia y las
comunidades en las que sirvieron. Incluida en esta sórdida historia (con las actividades y
atrocidades que tuvieron lugar) la persecución abierta y, en algunos casos, la ejecución de
aquéllos por medio de los cuales el Espíritu intentó restaurar la salud de la Iglesia. Los
primeros y últimos seguidores de Montano (155 d.C.) son uno de los primeros
ejemplos.13 No dudaré en ampliar las palabras de Jesús para Sus discípulos en Juan 16:1-
4 sobre esta situación y otras como éstas en la historia posterior. En esencia Él dijo que
llegaría el tiempo en que aquellos que matarían a Sus verdaderos seguidores pensarían
que estaban haciendo la voluntad de Dios.

Restauración de la Función del Espíritu


En el tiempo en que se escribió Hechos y las Epístolas Pastorales las dos corrientes
anteriormente mencionadas estaban en camino de fusionarse mientras que la época de los
apóstoles originales llegaba a su fin. En los siglos siguientes (cerca del 4) el Canon

13
Justo L. González dice, “[Montanismo]…en efecto fue una protesta en contra de la facilidad con la que el
resto de la Iglesia perdonaba a los pecadores, así como en contra de la adaptación progresiva de los
requerimientos de la Iglesia para la sociedad secular” (A History of Christian Thought [Una Historia de
Pensamiento Cristiano], Volumen 1, Edición Revisada, Abingdon Press, 1987, 142). Esto no quiere decir
que el Montanismo era puro, pero fue un intento de regresar a las cosas del Espíritu en una era de
institucionalismo creciente.

9
sagrado de las Escrituras fue conocido y aceptado, el cual, claramente es la Palabra de
autoridad de Dios. El Nuevo Testamento vino a nosotros bajo el auspicio de los apóstoles
mientras fueron guiados por el Espíritu Santo según la promesa de Jesús (Juan 16:12-15).
La historia también fue testigo de la secularización y politización de la Iglesia, el
surgimiento de Roma, el papismo y Cristianismo. Los esfuerzos de reforma del Siglo 14
de Martín Lutero, Juan Calvino, sus contemporáneos y aquéllos que vinieron antes de
ellos, John Hus, fueron juzgados por nuestros antepasados en el Movimiento de
Santidad/Pentecostal (Iglesia de Dios e Iglesia de Dios de la Profecía) de no haber
llegado a la plena restauración de la Iglesia neotestamentaria debido a la dependencia de
las creencias y al no haber otorgado “la preeminencia de liderazgo al Espíritu Santo y la
conciencia”.14

El derramiento moderno del Espíritu Santo (a finales de 1800 y principios de los 1900)
puede ser visto como otro intento por restaurar al Espíritu Santo a Su lugar correcto en la
Iglesia. El compromiso y entendimiento general era volver a los estándares apostólicos
del Nuevo Testamento y allí colocar la Palabra de Dios escrita (el Libro del Espíritu) en
el lugar más alto de la casa de Dios. Ambrose Jessup Tomlinson (1865-1943) recibió el
bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas en 1908 como
resultado directo del avivamiento de la calle Azusa, 1906-1909. No solamente dirigió al
movimiento de la Iglesia de Dios en la experiencia, sino la volvió a comprometer de
nuevo en 1923 cuando restableció lo que más tarde llegaría a ser la Iglesia de Dios de la
Profecía. Su objetivo en ese tiempo no era el bautismo como tal sino el Espíritu Santo
mismo como Líder, Guía y Director de la Iglesia. La Biblia, la Palabra de Dios, fue
considerada el único “Libro de Ley”. Su eclesiología incluía una restauración del lugar
supremo del Espíritu Santo y la Palabra de Dios en la Iglesia.15 Mientras el
Pentecostalismo se desarrolló y extendió en las iglesias más formales y actualmente en
todo el mundo, su crecimiento fenomenal (algunos 600 millones por cálculos actuales)
predecía ser clasificado como uno de los más decisivos y cruciales momentos en la
historia moderna del cristianismo.16 Como Movimiento, no puede ser ignorado en cuanto
a su tamaño. Sin embargo, más de 100 años después, las verdades y completas lecciones
que la iglesia debería extraer de este fresco fluir, existe todavía una pregunta sin
responder, especialmente, concerniente a sus funciones, que presentaremos más adelante.
Efectivamente existen señales que el Espíritu puede una vez más sufrir con el pueblo de
Dios por nuestra falta de entendimiento y diligencia. También he observado que en los
años de intervalo desde la llegada del siglo XX, han aparecido muchas de las obras del
Espíritu Santo y Sus Dones, (y también en la Iglesia) con la esperanza de traer balance y
solidez al Pentecostalismo y restauración de vida al movimiento evangélico.17 Algunos de

14
Book of Minutes [Libro de Minutas]: Casa de Publicaciones de la Iglesia de Dios, Cleveland, 1922, 7, 8.
15
Historical Annual Addresses [Mensajes Anuales Históricos] Volumen 1: Imprenta Ala Blanca, 1970,
219, 220.
16
Turning Points [Momentos Decisivos], Segunda Edición: Mark A. Noll, Baker Academic, 2000, 302.
17
Entre estos están: Gift and Giver [Don y Dador] de Craig S. Keener, (Baker Academic); Straight Talk on
Spiritual Power [Fuerte Plática sobre el Poder Espiritual] de Bill Hull (Baker Books) y The Anointing [La
Unción] de R. T. Kendall (Thomas Nelson). En la esencia de la Iglesia, Created for Community [Creados
para la Comunidad] de Stanley Grenz (Baker Books), The Essence of the Church [La Esencia de la Iglesia]
de Craig Van Gelder (Baker Books) y Church: Why Bother? [Iglesia: ¿Por Qué Molestarse?] de Philip
Yancey (Zondervan Publishing), son de ayuda.

10
estos han sido escritos por los primeros cesacionistas18 quienes trataron de llenar el vació
entre lo que por un lado vieron como un exceso Pentecostal y por otro la negación
evangélica y la interpretación errónea de la clara Palabra de Dios. Es evidente que Dios
está tratando de captar y mantener la atención de Su pueblo en cuanto a tener una relación
apropiada con el Espíritu Santo. No obstante, la presencia del Espíritu y la expresión de
Sus dones en la Ecclesia fue la gran atracción en el tiempo de la iglesia primitiva. Era una
característica estándar y expectativa de la adoración del Nuevo Testamento pero aún en
ese entonces se advertía contra la tendencia humana de apagar o controlar al Espíritu (2
Tesalonicenses 5:16-22; Efesios 4:1-3; 5:17-32).

Una Pregunta Fundamental


¿Ha sustraido el Pentecostalismo en general (y en particular la Iglesia de Dios de la
Profecía) las lecciones correctas del derramamiento del Espíritu Santo de los últimos 100
años? Dicho más directamente, ¿estamos llegando a las conclusiones correctas sobre la
función del Espíritu en la Ekklēsia de Dios actualmente? ¿Son nuestras perspectivas de Él
y Su obra lo suficiente lejos de nuestro alcance para verdaderamente deferir a Su
liderazgo divino al subordinar las estructuras controladas por humanos de la Iglesia,
formas organizacionales y funciones según Su voluntad? En otras palabras,
¿Reconocemos y admitimos que Él está aquí para guiar y dirigir los asuntos redentores de
Dios en el mundo de acuerdo con Juan 16:7-15?

En lo mínimo, estas preguntas son provocadoras y retadoras. Aquéllos de nosotros que


somos parte de la corriente renovadora Pentecostal/Carismática de la Iglesia hemos sido
atacados vigorosamente por escritores y defensores de la teología cesacionista y lo que
ellos piensan es doctrina cristiana ortodoxa19, pero para mí, realmente ese no es el
inconveniente. Mientras que sinceramente espero que aquéllos que siguen a Cristo y
proclaman Su evangelio salvador fueran más generosos y cuidadosos con sus expresiones
del Espíritu, el verdadero asunto es nuestro entendimiento Pentecostal y prácticas
eclesiásticas a la luz de la presencia manifiesta del Espíritu. No es suficiente decir que
debemos obedecer al Espíritu; debemos deliberada e intencionalmente buscar
comprender Su manera de ser y “cómo” someter nuestras estructuras gubernamentales,
procesos y funciones de nuestra Iglesia a Él. La presencia y el ejercicio de los dones
espirituales por individuos en diferentes lugares y en tiempos variados no está en duda. A
lo que me refiero es un tema mucho más amplio de reconocimiento corporativo y
obediencia colectiva de la Iglesia la cual pienso son esenciales para la visibilidad del

18
Un cesacionista es quien una vez creyó que los Dones del Espíritu cesaron con la muerte de los apóstoles
o poco después.
19
The Seduction of Christianity: Spiritual Discernment in the Last Days [La Seducción del Cristianismo:
Discernimiento Espiritual en los Últimos Días] de Dave Hunt y T. A. McMahon (Eugene, Oregon; Harvest
House 1985) y Charismatic Chaos [Caos Carismático] de John MacArthur Jr. (Publicaciones Grand
Rapids, Michigan, Zondervan, 1992) ambos atacaron y denigraron las prácticas y teología
Pentecostal/Carismática. Véase también la secuela de Hunt, Beyond Seduction [Más Allá de la Seducción]
(Harvest House, 1987). Una respuesta en forma de defensa de la vida dirigida por el Espíritu fue
proporcionada inicialmente por William De Arteaga en su libro Quenching the Spirit: Examining Centuries
of Opposition to the Moving of the Holy Spirit [Sofocando al Espíritu: Examinando Siglos de Oposición al
Mover del Espíritu Santo] (Lake Mary, Florida, Creation House, 1992).

11
testimonio unificado que busca el Espíritu y por el cual nuestro Señor Jesús ora
fervientemente (Juan 17:20-23).

Creo que el Espíritu está gimiendo por esto, aun cuando el antes ardiente fuego
Pentecostal/Carismático parece estar apagándose.20 No debemos confundir este
“enfriamiento” como una señal de madurez Pentecostal/Carismática. Creo que es un
resultado directo del dolor del Espíritu por nuestro error en no darle a Él la preeminencia.
Estoy consciente de la naturaleza tediosa de esto que estoy pidiendo. Reconocer y
obedecer consistentemente al Espíritu en un sentido colectivo no es fácil, pero la Iglesia
debe continuar esforzándose por hacerlo. Sin un esfuerzo continuo, los extremos
usualmente ocurren en una de las dos direcciones, ya sea hacia el formalismo e
inflexibilidad organizacional, o en reacciones humanas erróneas y no bíblicas a la
presencia del Espíritu. Mientras más se acerca la segunda venida del Señor, las varias
corrientes que se han desarrollada dentro de la Ekklēsia de Jesús tendrán que unirse para
ser un solo testigo para el mundo del poder redentor de Dios por medio del evangelio.
Solamente el Espíritu puede realizar esta obra, pero anhela la cooperación del pueblo de
Dios. El completo reconocimiento y deferencia hacia Él en todas las cosas no es
solamente la voluntad de Dios; es crucial para el bienestar y la identidad continua de Su
Iglesia en su plenitud. Creo que la Iglesia de Dios de la Profecía está posicionada para
mostrar el camino (ser modelo o patrón) en esta área del desarrollo y auto-consciencia de
la Iglesia dentro del Reino mayor de Dios. Desde mi punto de vista, el llamado del
Espíritu al arrepentimiento en 1984 producirá este resultado cuando sigamos su
trayectoria, el cual es, cuando sea comprendido completamente y obedecido libremente.

Identidad Eclesial —Una Obra Espontánea


Mientras la Iglesia en general y denominaciones en particular, han trabajado en liturgias
específicas y formas organizacionales, la Ecclesia que Jesús representó en las Escrituras y
en ciertos períodos de la historia es:

Una comunidad abierta y libre de personas salvas, un organismo vivo, animado y


controlado por el Espíritu Santo, comprometido a la Palabra de Dios y dedicado a
la misión redentora de Dios en el mundo con una expectación escatológica
ferviente —la esperanza del pronto regreso de Jesucristo.

Dentro de la Iglesia de Dios de la Profecía, hemos escuchado Su llamado y hemos


comenzado a reenfocar a la Iglesia en su relación vital con el Espíritu Santo. Hemos sido
animados por nuestros ajustes doctrinales, estructurales y organizacionales como parte de
nuestra respuesta al “Llamado al Arrepentimiento” del Espíritu (1984) en reenfocarnos en
la cosecha. Nuestra relación vital con el Espíritu Santo y nuestra compasión por el
perdido fueron empañadas y negadas por nuestro egoismo institucional, lo cual el
Espíritu Santo reprendió. Agradecemos Su intervención. Aunque nuestros esfuerzos por
obedecerle son débiles, valen la pena, porque denotan una disposición colectiva para
verdaderamente reconocer Su lugar, de honrar Su Palabra y de implementar Sus

20
The Charismatic Century: The Enduring Impact of the Azusa Street Revival [El Siglo Carismático: El
Impacto Permanente del Avivamiento de la Calle Azusa] de Jack W. Hayford y S. David Moore (New
York, NY, Warner Faith, 2006) 272-277.

12
mandatos. Se espera dicho modelo de obediencia al Espíritu por un Reino de Dios más
grande. La unidad visible de la Ecclesia depende de ella, asimismo el testimonio de los
últimos tiempos de la Iglesia para el mundo de la vida en el Reino. Esta vida del Reino es
la esperanza de la redención de toda la historia, uno de los objetivos de Dios para la
Iglesia (Juan 17:20-23).

Prometimos, en la Iglesia de Dios de la Profecía, caminar a la luz de la Palabra de Dios a


nuestro mejor conocimiento y habilidad. Para refrescar nuestra memoria, a continuación
algunas áreas en las que se han realizado cambios sustanciales y se continuarán haciendo:

1. Se condujo un estudio bíblico de dos años de la oficina del Supervisor General


(1990-1992) por un comité internacional nombrado por el Supervisor General.
Este comité concluyó que la oficina necesitaba estar más en línea con el principio
neotestamentario de liderazgo plural. Consecuentemente, la Asamblea de 1994
aprobó recomendaciones aclaradoras, las cuales claramente identificaron las
funciones y requisitos de esa oficina, y pluralizaron su estructura y operaciones.
Autorizó la selección de Presbíteros Generales por el Presbiterio Internacional
(Supervisor General, supervisores estatales, nacionales y regionales, los
Directores Internacionales de los ministerios y obispos autorizados en las Oficinas
Internacionales) para “…trabajar con el Supervisor General para proporcionar
responsabilidad de liderazgo compartido para llevar a cabo funciones del
Supervisor General [oficina] al desarrollar visión, procesos y planes para alcanzar
la misión de la iglesia”. Se hizo mención específica en cuanto a “La pluralidad de
liderazgo es permanecer al lado de las necesidades de la iglesia a nivel
internacional para facilitar el mandato de la iglesia de evangelismo mundial”.21
2. Bajo la autorización de la Asamblea General nuestras Oficinas Internacionales
fueron reconfiguradas en ministerios que comenzaron el principio de proporcionar
recursos para nuestras iglesias y líderes en lugar de dirigir o dictar los calendarios
de eventos actividades o programas de las iglesias alrededor del mundo, como
había sido nuestra práctica en un grado u otro. Fuimos animados a buscar
inspiración divina para el liderazgo y planes de alcance para las congregaciones
locales, estados y naciones. Esto resultó en un movimiento hacia la restauración
de la primacía de la iglesia local en la Iglesia de Dios de la Profecía y mejores
relaciones con la comunidad tanto entre los cristianos como secularmente.
3. Como consecuencia de los números uno y dos, el Comité de la Asociación de la
Marca de la Iglesia de Dios de la Profecía (actualmente Ministerio del Patrimonio
Histórico) asumió la responsabilidad de actualizar muchos de nuestros rótulos en
Los Campos del Bosque para reflejar un mejor entendimiento y una aplicación
más apropiada de las Escrituras y a explicar mejor la relación de la iglesia con el
período de la Gran Reforma. Esto refleja una recaracterización de los Campos del
Bosque como un lugar para preservar y celebrar nuestro rico patrimonio en vez de
una fuerza dinámica de la misión de la iglesia.
4. Adoptamos y continuamos adoptando nuevos procedimientos de negocios de la
asamblea y declararon nuevamente su misión, propósitos y relaciones
operacionales, todas con el propósito de hacer de la Asamblea un cuerpo más
21
Minutas de la 88va Asamblea, 1994, páginas 48-53.

13
funcional, ordenado y responsable. Es ahora más consciente que antes, aunque no
puede ni podrá aprobar todos los temas, debe esforzarse por ser una agencia de la
iglesia (iglesias), la cual servirá más efectivamente mientras la iglesia crece. Esto
significa que ajustes futuros serán necesarios para reflejar mejor la
circunscripción de la iglesia y para proporcionar participación real al enviar
delegados en lugar de hacerlo solamente con el liderazgo y voluntarios que
pueden costear el estar presentes u obtienen ayuda para asistir. Tales cambios
ayudarían a recargar nuestra pasión por la iglesia como un instrumento de Dios
para el Evangelio, así como para ejemplificar la unidad bíblica verdadera dentro
del reino de Dios. Reflejar visiblemente el multiculturalismo verdadero y efectivo
en un mundo globalmente consciente demostrará el poder del Evangelio para
contrarrestar las tensiones étnicas crecientes y una desunión cristiana dominante.
También fortalecerá nuestra habilidad de resistir el sincretismo religioso o la falsa
unidad que actualmente está en el horizonte.
5. Corregimos el bien intencionado pero defectuoso lenguaje y enseñanza de la
Asamblea de 1944 con respecto al tema del adorno y lo pusimos más en línea con
una sana interpretación bíblica. Esto colocó a los adornos externos como un
asunto de conciencia cristiana ejercida en nuestra relación amorosa con Dios y
con otros. Esto hizo de los adornos un asunto de belleza interna —un sumiso y
tranquilo espíritu adornado con buenas obras (1 Pedro 3:3-6 y 1 Timoteo 2:9, 10).
Optamos, basados en razones bíbilicas, ser gobernados por la consideración
mutua por cada uno y por nuestro testimonio cristiano en vez de ser gobernados
por permisos o prohibiciones las cuales pueden ser enforzadas sin incluir el
corazón o relaciones de hermanas o hermanos cristianos.
6. Reconfiguramos nuestro sistema financiero (aun imperfecto) para enfocarnos en
el principio de servicio y responsabilidad mutua y para empoderar nuevamente a
la congregación local para el discipulado, evangelismo y relaciones comunitarias
—la primacía de la iglesia local. Esta acción proporcionó una ventana para
iniciativas estatales y nacionales que pudieran financiar la obra más cerca de los
servicios prestados o recibidos. También movilizamos y expandimos el alcance de
Misiones Mundiales al desarrollar y lanzar nuestra iniciativa de Compañeros en la
Cosecha la cual sigue el mismo principio.
7. Las Oficinas Internacionales, dirigidas por nuestro otrora Supervisor General,
Billy Murray, lanzó un importante programa operacional llamado “Tornándonos a
la Cosecha” (1994) la cual caracterizó el nuevo espíritu de aceptación de la iglesia
por los perdidos.22 Es esta genuina aceptación por los perdidos la que nos ha
retado y está retando varias de nuestras prácticas. Le dimos seguimiento a esto
con una inversión de un millón de dólares en la cosecha (más desde entonces) y
continuamos el énfasis en “Tornándonos a la Cosecha” con “Iglesias Locales
Vibrantes Ocupadas en la Cosecha que duplicarán su membresía para el año
2000” (1996). Ciertamente, si no por edicto, nuestra iglesia está también
desarrollando una aceptación más grande hacia, y genuina apreciación de, un
cuerpo de Cristo más grande —verdaderos creyentes que profundamente aman y
sirven fielmente a nuestro Señor Jesucristo. Un número creciente de estos
hermanos y hermanas continúan siendo recibidos por pastores, supervisores y
22
Ibid, páginas 9-12

14
nuestro liderazgo internacional, para compartir aquellas áreas en las cuales Dios
los ha dotado misericordiosamente. Por consiguiente, el liderazgo de nuestra
iglesia está experimentando mejor aceptación y reconocimiento, esto nos capacita
para compartir con ellos las fortalezas importantes que Dios ha desarrollado entre
nosotros. Me regocijo en nuestro compromiso con esta nueva área de cooperación
en el reino. No podemos cosechar solos. La iglesia continúa bajo esta rúbrica de la
cosecha.
8. Desde el punto de vista del ministerio, algunos miembros del Presbiterio
Internacional y varios de nuestros pastores aceptaron los conceptos del liderazgo
servicial y la mejor preparación ministerial, alentando así el seguir el modelo de
servicio de Jesús y enfatizando el auto desarrollo educativo por medio del
aprendizaje durante la vida. La iglesia se está reenfocando en Jesucristo y está
perdiendo aquel egoísmo institucional, lo cual el Espíritu Santo condenó entre
nosotros en 1984.
9. Detuvimos el “espíritu Meca” que había comenzado involuntariamente a
caracterizar nuestra institución al asistir habitualmente a las Asambleas anuales en
Cleveland, Tenesí. Hicimos esto al celebrar las Asambleas cada dos años y en
(hasta ahora) otras dos ciudades de los Estados Unidos. Dije “hasta ahora” porque
inicialmente la visión de la Asamblea era que no solamente los Estados Unidos
fuera cede (Minutas de la 86ta Asamblea, página 85). Espero el día en que la
Asamblea sea tan estructurada que pueda ser movida a Jamaica, Inglaterra,
Canadá, África, América Latina, Asia y adónde sea. Espero que ese día esté cerca.
Interesantemente, al despojarnos de la propiedad del tabernáculo, mostramos
nuestro deseo de estar orientados a las personas utilizando lo recaudado para
garantizar el pequeño envío mensual de por vida de una ofrenda para nuestros
ministros retirados antes de septiembre de 1999.
10. La Asamblea General 1996 corrigió nuestra vieja aplicación de la Escritura sobre
la función de los diáconos, ivolucrándolos más en el trabajo de la iglesia local y
rindiendo cuentas a la iglesia local y a las oficinas estatales y nacionales. Esta
misma Asamblea también eliminó las restricciones bíblicas que se practicaban
con respecto al estatus de las mujeres en sus funciones ministeriales, pastorales y
de negocios. A partir del 2006 hemos reinstalado el oficio de diaconisa.
11. De nuevo, refiriéndonos a nuestra iniciativa “Tornándonos a la Cosecha” nuestro
liderazgo internacional lanzó una campaña de oración continua, la cual, de
acuerdo a la Asamblea 2000, resultó en más de 20,000 compromisos de oración
especial diarios alrededor del mundo. Tan solo esto (y junto con el movimiento
mundial de oración recientemente nacido en el reino de Dios por el Espíritu
Santo) es un claro reconocimiento de la necesidad de la Iglesia por Dios y otro
indicador de nuestra intención de cumplir completamente con el llamado de 1984
de volver a una relación vital con el Espíritu Santo. Actualmente tenemos un
Supervisor General comprometido a la oración como la prioridad más alta.
12. En el año 2000 comenzamos a tratar asuntos de eclesiología y en el 2004
habíamos pasado un criterio nuevo de membresía. Cambiamos las cuatro
condiciones anteriores para la membresía (además de una experiencia genuina de
salvación) al área de discipulado dentro de la casa en lugar de tenerlos en el
umbral de la puerta como prohibiciones.

15
13. También intentamos reconocer la necesidad de una participación mundial de la
Iglesia al pasar un sistema de delegados por medio de representantes para los
ausentes de la Asamblea General Internacional. Todavía necesita trabajo y ajustes
adicionales como el mismo Comité lo sugirió que sería el caso en el documento
de presentación.
14. En el 2006 ajustamos, revisamos y ampliamos nuestra enseñanza contra el
divorcio y el recasamiento a una posición bíblica más sólida en bienestar de la
familia dándole un título más positivo, “Matrimonio, Divorcio y el
Recasamiento”.

Estos desarrollos notables (entre otros) representan los comienzos de nuestra amplia
respuesta al llamado misericordioso de Dios. Hemos sido sacudidos y de alguna manera
nos hemos sentido incómodos por los efectos de estos cambios y, sin duda, el aire de
incertidumbre y la aparente pérdida de identidad son molestas y va en contra del sendero
de la certeza que una vez nos dio seguridad en la iglesia. Mientras tanto, Dios se ha
complacido en hacer grandes cosas entre nosotros y el crecimiento de la Iglesia se ha
acelerado. Permitiendo las usuales altas y bajas estadísticas, nuestra membresía, la cual
ha alcanzado unos 1.3 millones este año, es una demostración admirable por cualquier
estándar histórico que Dios está dispuesto a confiar en nuestro cuidado más y más de sus
hijos necesitados. Debemos continuar obedeciendo Su llamado y renovación, al
avivamiento y reforma. La pregunta es, ¿le hemos dado suficiente importancia a esto y le
hemos dado a Dios la debida adoración y gracias? ¿Hemos llorado tanto por lo que
pensamos que hemos perdido que fallamos en ver lo que Dios, Jesucristo nuestro Señor
por medio del Espíritu Santo ha ganado entre nosotros?

Conclusión
El deseo y la búsqueda de regresar a una identidad fija y manejable para la Iglesia son, al
final, inútiles. Como concluye Von Compenhausen,

…el factor crucial es la firme correlación en la cual desde el principio el Espíritu


defiende el concepto de la Palabra o testimonio, ambos vuelven a la persona del
Jesús mismo. Éstas son las realidades determinantes… En relación a estas
realidades principales de la vida de la Iglesia, el don específico y especial, los
frutos del Espíritu, ambos son categorías subordinadas mediante las cuales la
inicial (vida de la Iglesia) llega a ser concreta y contemporánea para la
congregación en cualquier momento. Su relación es análoga con aquella dentro de
la Iglesia, en donde Cristo, como la Palabra viva, es también confirmada y hecha
efectiva en el presente. Para excluir cualquier realidad, por lo tanto,
inevitablemente lleva a la victoria de la soberanía de Cristo y a una distorsión
autoritaria o entusiasta del concepto de la Iglesia.23

Cristo mismo es la realidad y la meta final de la Iglesia. Después de todo, es Su Ecclesia,


a la cual Él prometió edificar, comprar con Su propia sangre y a la que se presentará Él
Mismo (Mateo 16:18; Hechos 20:28; Efesios 5:25-27). Entonces, nos importa, no

23
Von Campenhausen 1997, Op Cit, 294.

16
solamente reconocer y admitir la obra del Espíritu y el lugar de la Palabra sino preservar
la relación viva entre ellas como un reflejo de la autoridad de Cristo en y sobre Su Iglesia.

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente
de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea
gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los
siglos. Amén. (Efesios 3:20, 21)

Este debe ser el objetivo de nuestros esfuerzos continuos.

ALV 9/09
Cleveland, TN

17

Vous aimerez peut-être aussi