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Traducción
3lik@
Aelinfirebreathing
Dew’
Krispipe
Mais
Mary Rhysand
NaomiiMora
Rimed
Rose_Poison1324
Vale
Yiany
Recopilación y Revisión
Mais
Diseño
Evani
Índice
Sinopsis Capítulo 22
Capítulo 1 Capítulo 23
Capítulo 2 Capítulo 24
Capítulo 3 Capítulo 25
Capítulo 4 Capítulo 26
Capítulo 5 Capítulo 27
Capítulo 6 Capítulo 28
Capítulo 7 Capítulo 29
Capítulo 8 Capítulo 30
Capítulo 9 Capítulo 31
Capítulo 10 Capítulo 32
Capítulo 11 Capítulo 33
Capítulo 12 Capítulo 34
Capítulo 13 Capítulo 35
Capítulo 14 Capítulo 36
Capítulo 15 Capítulo 37
Capítulo 16 Capítulo 38
Capítulo 17 Capítulo 39
Capítulo 18 Capítulo 40
Capítulo 19 Supervivencia
Capítulo 20 Próximamente
Capítulo 21
Sinopsis
Angel es el hijo del diablo, y lleva la sangre de Luciano.
Adalyn está fascinada con los chicos malos, y lleva la sangre de Caruso.
O
h, mierda. Mierda. Mierda.
Otros podrían temer a que se les llame a la oficina del coco por
primera vez, pero no a ella. Solo la atraía. La parte oscura y peligrosa de él
era lo que la atraía más y más cada día.
—Oye, Lucca, querías ver... —Su voz se apagó cuando notó que él
estaba hablando con alguien—. Lo siento, no me di cuenta de que
estabas... —Su voz se apagó una vez más, pero esta vez, fue porque el
hombre desconocido que estaba sentado frente a Lucca, le robó el aliento
cuando volteó hacia ella.
Apretó las manos, cerró los ojos con fuerza y comenzó a rezar. Por
favor, Señor, ayúdame a no caer en la trampa del Diablo.
Giró su cabeza, siguiéndolo con sus ojos cuando él pasó frente a ella
antes de desaparecer.
Lucca alzó la ceja, su misma voz oscura con una sonrisa haciendo
eco una vez más a través de la habitación sombría, preguntando:
—¿Adalyn?
2
Estás en Territorio Enemigo
Traducido por 3lik@
—¿Yo?
—T-tú también.
—Ayy…
—No, le pertenece a un amigo. —Su voz era fría y aguda, era más
que obvio que no le importaba mucho hablar.
—Bien entonces.
—No creo que veas que soy el que tiene la sartén por el mango en
esta situación, dulzura.
—No me vas a lastimar —le dijo con la misma certeza que le había
dicho que no iba a gritar en el momento en que apartó su mano.
Angel retrocedió solo una pulgada, diciéndole que sabía que ella
tenía razón.
Supuso que una parte de ella debería haber sido lastimada por esas
palabras, pero no podía negar el hecho de que debió haber sido estúpida
por no haber gritado cuando él le había quitado la fría mano de su boca.
—¿Está todo bien? —preguntó, justo cuando sus ojos viajaban hacia
el hombre sentado en el asiento del pasajero.
—Sí, todo está bien —Tom calmó sus temores—. Este es Angel. A
partir de ahora, me ayudará a vigilarlas en la escuela.
—¿Eres un Caruso?
—¿Lo es?
Cuando Tom la miró por el espejo, era obvio que no estaba seguro de
cómo responder.
—No exactamente.
—¿Las chicas?
A l salir del automóvil, ella sintió alivio. Decir que fue un extraño viaje
en auto sería quedarse corto. La incomodidad entre Angel y ella era
muy evidente, y solo podía esperar que Tom no lo haya notado. En
realidad, debería ser el Angel ladrón el que debería rezar para que Tom no
lo haya hecho: iba a ser su funeral.
Oh, mierda.
Era obvio para el resto de ellos por qué tenía que irse. Elle había
protegido a su mejor amiga, Chloe, durante toda la escuela secundaria
después de que su amiga había sido secuestrada y marcada por el que
llamaban Lucifer.
Por primera vez, Adalyn vio algo diferente detrás de sus ojos grises.
Qué era exactamente, no lo sabía.
Es el engendro de Satanás.
***
Gracias a Dios, fue todo lo que Adalyn pudo pensar cuando tomaron
sus asientos en la parte posterior de la clase abarrotada mientras que Tom
y Angel esperaban fuera de la puerta. Sus asientos estaban muy juntos
afortunadamente, para que así pudieran susurrarse entre ellas sin
molestar a nadie. Al menos, eso esperaban.
—Em…
—Oh, Dios mío... Sabes que podrías haber ido por tu cuenta,
¿verdad?
—¿Qué tipo de regla es esa? ¡Ni siquiera estás gorda! —La voz de
Lake se había levantado, causando que algunos estudiantes se dieran
vuelta y las miraran.
—¿Hizo qué?
—Bueno, lo hizo.
—Así es como se sentía Elle con Nero, cómo me sentía con Vincent y
cómo se sentía Chloe con Lucca. ¿Ves a dónde me estoy dirigiendo?
—Oh no.
Se había contado una historia para Elle, Lake y Chloe, y ahora era
como si pudiera sentir el libro del resto de su vida abierto, pero no tenía su
nombre en él.
—¿Sí?
—Lento.
Hasta Lucca.
—Lo hice.
—¿Será un problema?
—Me ocuparé de ella —dijo simplemente, sin una pizca de
remordimiento.
—Bien. —Matthias hizo una pausa. Sabiendo que Angel haría lo que
fuera necesario, le dio a su hermano una última advertencia con el tono
oscuro aún presente—: Ten cuidado, Angel. Recuerda, no importa cuánto
tiempo pases con ellos, eres y siempre serás un Luciano, nunca un
Caruso.
—Lo sé, hermano —fue todo lo que dijo antes de colgar y regresar al
lugar de donde había venido.
No, no se engañaba a Angel, que conocía todos los trucos del libro
cuando se trataba de mirar a alguien. Se había convertido en un experto
en eso, y no había sido detectado por el acto que interpretó. No solo eso,
sino que la razón por la que había aprendido a tener un ojo vigilante en
primer lugar era porque había sentido lo que era ser observado desde una
edad muy temprana. Sentir los ojos críticos de los demás era algo que
siempre podría sentir. Nunca dejó de hacer que su piel se erizara...
...—Cada uno puede elegir una cosa —su hermano mayor, Dominic,
les había dicho cuando entraron en la gasolinera.
—Será mejor que pagues por eso, muchacho, y quiero revisar todas
sus mochilas antes de que se vayan. Hoy en día, ustedes son muy astutos
—dijo el cajero de aspecto asqueado a Dominic.
Dando un paso hacia el hombre, Dominic gruñó una vez más, sacando
un billete de veinte dólares que su padre les había tirado antes.
Los ojos que habían mirado a Angel en sospecha ahora tenían miedo.
En ese momento, nunca olvidaría cómo se sentía como si miles de
escarabajos del estiércol cubrieran su cuerpo mientras sus pequeñas
piernas patinaban sobre su piel.
Era todo lo que Angel podía hacer para no huir de los ojos y los
susurros que habían viajado por el aire, pero no lo había hecho. En lugar de
eso, había elegido caminar constantemente junto a su orgulloso hermano
mayor mientras se hacía la silenciosa promesa de que haría lo que fuera
necesario para que los escarabajos no se arrastraran sobre su piel otra
vez...
...Las puertas junto a las que estaba parado se abrieron cuando los
estudiantes comenzaron a salir. Esperó hasta que pareció que ya no
quedaba nadie cuando la puerta se abrió de nuevo, saliendo dos chicas
sonrientes. La morena alta ya pertenecía a un Caruso, pero la más baja
era la que ya se le había metido bajo la piel.
Cuando su pregunta fue respondida con una sola sonrisa, los ojos
de Angel volvieron a la morena baja y problemática.
Adalyn.
No.
—Sí.
—Eso se ve bien, Elle. Creo que voy a conseguir eso. —Lake miró su
plato.
—¿Realmente vas a comer esas cosas asquerosas que parece que les
costó cinco centavos hacer? —Adalyn miró a su mejor amiga, rezando para
que dijera que no.
Hm, no sé si debería...
—Hablas demasiado.
—Y tú robas mucho.
—Mírame.
—No lo hace.
¿Y qué?
—Las que están casadas con hombres de más nivel tienen hijos a los
que cuidar, ese es un trabajo.
—Sí, lo es, pero no todas las madres tienen el lujo de ser madres que
se quedan en casa.
—Lo sé, pero ¿qué quieres que diga? ¿Siento que Lucca y nuestra
familia nos permitan obtener una educación para trabajar en el futuro? No
es que seamos perezosas.
—Desafortunadamente.
—Ladrón.
—Asombrosos.
—¿Qué es un Mari…?
Eso era cierto; solo era su cara. Su hermanastro era un niño bonito,
nacido con una cara hermosa. Sus llamativos ojos azules no ayudaban
tampoco. El coqueteo era fácil para él con las innumerables chicas y
mujeres que se habían arrojado sobre él, y ahora ni siquiera tenía que
tratar de coquetear. Era solo... su rostro. Era como si Jonah Hill te
sonriera; solo sería un buen gesto. Pero si Channing Tatum te sonriera,
entonces... No sé tú, pero me voy a la tumba clamando que Channing
maldito Tatum coqueteó conmigo.
—Lo siento. —Trató de contener la risa—. Debe ser tan difícil ser
hermoso.
—Tal vez.
¿Lucca?
¿Discúlpame?
—Por supuesto.
Dando media vuelta, ahora vio la esperanza en sus ojos de que había
algo que sabía sobre Angel que él no.
—¿Sí?
***
Bella.
8
Querido Padre Celestial, Si quieres
mantenerme virgen…
Traducido por Rimed
Bien…
Tom rio.
***
Al pasar el día de escuela con Angel, no podía evitar concentrarse en
él. Concluyo que no tenía una maldita idea de quién era. Él era como un
enigma. Mientras más intentaba descifrarlo, menos sentido tenía.
Ese era el mayor misterio de todos. Él debería querer ser amable con
ella para que mantuviera su boca cerrada, pero estaba haciendo todo lo
contrario, como si estuviera intentando hacerla enojar.
—Lo siento.
Que demo…
—¿Crees que sabe como andar en ella? —Su voz pudo haber sido
también un poco intensa.
Cuando las dos chicas comenzaron a rezar, rezaron por dos cosas
distintas.
Tocando la puerta, exhaló, sin darse cuenta hasta ahora que había
estado conteniendo el aliento todo el camino.
—Pasa.
—Angel es un imbécil.
—Sip. Y sexista.
—¿Y hay algo más que haya hecho que pueda cambiar mi opinión de
él?
—No.
¿Él lo sabe?
—S-sí.
—Muy bien.
—Habitación 22008.
***
¿En serio Lucca le dijo que esto estaba bien? Sus nudillos
encontraron la puerta por ella.
Caminado dentro, vio que el cuarto era solo una típica habitación de
hotel con una cama grande, un televisor, una mesita y sillas. No era en el
piso del pent-house pero era el piso debajo de la residencia de los Caruso.
Angel fue quien fue rompió el hielo mientras cruzaba sus tatuados
brazos sobre su pecho.
—No sé qué…
—¿Q-qué?
Ella cerró los ojos cuando él movió el gatillo falso de su dedo que
sostenía hacia su cráneo. Fue como el sonido de un arma disparando en
su mente.
—No hubieras empujado a ese chico fuera del camino hoy si fueras
como él. Solo lo hubieras dejado que me golpeara. —Eso en serio lo creía.
Sus ojos viajaron hacia su cuello donde el lobo negro estaba tatuado.
Solo podías mantener enjaulado a un animal por un tiempo antes de que
se rompiera; ya sea rindiéndose o volviéndose loco tratando de liberarse.
—Adiós, Angel.
10
Jaque Mate, Cabrón
Traducido por krispipe
—Apaga esa mierda, Angel —espetó Lucifer sin levantar la vista del
dinero que estaba contando.
CLICK.
Los dos tenían un vínculo, una conexión, así que cuando Angel no
había escuchado un ruido desde el armario en horas, sabía que Matthias se
había roto. Y sabía que si no hacía algo pronto, se habría ido demasiado
lejos.
***
Oh Dios, lo sabe.
Los hizo girar ciento ochenta grados, tirándola hacia atrás contra la
puerta y quitándole el aire. Atrapándola contra la puerta ahora cerrada,
Angel presionó su duro cuerpo contra el de ella.
Ante ella estaba un hombre muy peligroso, alguien que tenía que
recordar estaba atrapado y capaz de romperse en cualquier momento. Pero
todavía es un idiota.
—Por tu culo.
Ahora pasó sus labios sobre los de ella, prometiendo ese beso.
—Oh sí.
***
DING.
Era una pena con respecto a Adalyn, pero el hecho era que ambos ya
estaban tomados. Lo malo de esto era que ambos querían personas que no
los querían. El corazón de Adalyn quería al coco, y él quería una chica que
estaba enamorada de su hermano gemelo. Una chica de la que tenía que
esconder su verdadero yo.
—¿Angel pudo haber hecho esto? —preguntó Dante una vez que Sal
se había retirado, sin querer hablar sobre eso delante de él.
—No lo sé todavía.
—Incluso si no fuera Angel… —Miró el cuerpo que había llevado al
callejón trasero de su hotel casino, un mensaje—, la posibilidad de que
fuera un Luciano es jodidamente alta, especialmente desde que acabamos
de sacar a Lucifer.
—Espero que ella lo valga —le dijo Dante en voz baja, incapaz de
contenerse más.
Los ojos azul verdoso que miraban a Dante eran tan helados y
prometedores como la voz de su hijo. No había una cuestión de que si lo
haría. Sabía de primera mano de lo que Lucca era capaz.
***
¿Que…?
—Tom fue encontrado en el callejón con una bala entre los ojos.
Mierda.
—No, supongo que no. —Lucca sabía que las armas no eran su
estilo—. Pero Dominic podría haberlo hecho, ¿no? Pasó directamente por la
parte posterior de su cabeza y salió por el frente. Fue un endemoniado
disparo con una pistola. —Levantó un dedo para señalar justo entre los
ojos de Angel—. Uno que solamente he visto que un hombre consiguiera
desde un centenar de metros de distancia.
Angel sonrió.
Ese comentario hizo que Sal dejara de mirar la ropa de Angel para
escuchar.
—¿Lo sabe?
—Está mejor sin saber, ¿verdad? —No era una gran pregunta, sino
un hecho entre ellos.
Poniendo el cigarrillo sobre la mesa, Lucca advirtió:
Ni por un segundo.
Bueno, mierda.
13
Asesino Diferente
Traducido por NaomiiMora
Dudaba que nunca más lo dejaran salir del hotel del casino.
Deslizándose dentro del auto, tomó nota del conductor. Lo había visto un
par de veces antes y recordó que su nombre era Joey.
Sin responder, Joey comenzó a conducir con una mirada en su rostro fría
como una piedra.
Joey se estacionó al lado del Escalade que llevaba al resto de las chicas
esperando a que llegaran. Cuando salieron del auto para reunirse con ellas, todas
se callaron cuando vieron a Angel.
Adalyn miró los rostros de los hombres Caruso, sabiendo a qué se refería y
por qué Joey tenía una expresión tan odiosa. Todos piensan que lo hizo.
—Estoy aquí de pie porque no lo hice —le dijo Angel no solo a ella, sino a
Joey, a los otros Caruso, y a una sombría Lake y a Elle.
—Dios te ayude si tuviste algo que ver con eso. Estoy segura de que las
manos de Joey están ansiosas de matar al asesino de su primo.
En los labios de Maria había una sonrisa casi malvada mientras Elle y ella
se marchaban, dirigiéndose a sus clases con sus guardias. Eso dejaba al resto el
caminar hacia su primera clase.
No sabía de lo que quería hablar, solo podía suponer que tenía que ver con
Joey. Sin embargo, una parte de ella tenía que saberlo. ¿Era tonta por estar de
acuerdo? Probablemente. Pero los nuggets estaban involucrados, y eso era todo lo
que necesitaba.
—Oh Dios, no otra vez —gimió Lake, incapaz de guardar más secretos de
Vincent.
—Solo necesito que no quieran ir por nuggets de pollo para poder hablar a
solas con Angel, porque no creo que Joey nos dé muchas oportunidades —habló
rápidamente, como si el favor no fuera gran cosa.
Estaba confundida.
—¿Mi bien?
—Sí, porque te gusta; puedo notarlo. —Su mejor amiga la detuvo antes de
que pudiera objetar—. Y alguien tan caliente como él no debería desperdiciarse.
¿Alguna vez descubriste si puede andar en patineta?
Comenzó a reír, pensando que podría ser más por el bien de Lake que por
el de ella.
—No, pero algo me dice que no debería decirte si descubro que puede.
Realmente no te culparía.
—¿Qué?
—Es bueno comer una ensalada de vez en cuando —le dijo Elle, pero por la
forma en que la estaba mirando, Adalyn no estaba segura de si estaba tratando
de convencerse a sí misma o a ella.
—Sí, una ensalada grande y abundante con pollo, no una simple ensalada
—la corrigió Adalyn.
—Sí, voy a conseguir una hamburguesa con queso. —Lake miró
boquiabierta a un estudiante que acababa de sentarse con una.
Elle miró por encima para ver lo que estaba mirando. Incapaz de resistirse,
dijo:
—Débil.
—¿A dónde crees que vas, Luciano? —La dura voz de Joey fue la que los
detuvo.
—Jodidamente no lo creo.
Todas las chicas se quedaron allí, atónitas ante lo que se desarrollaba ante
ellas. Me gusta este Angel.
Adalyn sabía a qué se refería con eso. Los Caruso tampoco ganaban su
dinero cien por ciento legalmente.
—El dinero sucio es dinero sucio. Y desafortunadamente para ti, eres tan
sucio como yo.
—¿Cómo duermes por la noche cuando oyes que un niño murió por un
arma que tu familia vendió?
—En realidad, no puedes —intervino una voz suave. No fue hasta que
todos volvieron la cabeza hacia Maria que ella continuó—. Debes irte ahora.
Oh, mierda.
—¿Adalyn?
Tragando, miró a la princesa de la mafia, que sin lugar a dudas gobernaba
todo.
—¿Sí?
—Está bien.
14
Reglas por las que Vivir y Morir
Traducido por krispipe
A dalyn y Lake estaban en el baño ese mismo día más tarde, secándose
las manos, cuando alguien que definitivamente no era una mujer
entró por la puerta.
—Sí, él. Creo que está tratando de follar con algún profesor, pero
necesito que esta puerta esté protegida.
—Simplemente no me asustas.
—¿Lo hiciste?
—¿E-eh?
Una leve sonrisa separó sus labios al saber el efecto que tenía sobre
ella.
Su cálida voz fue lo último que oyó antes de que acercara su cálida
boca a la de ella.
Fue un beso simple, casi inocente, pero tenía una aspereza que la
sacudió hasta el fondo. Era como verdadera, absoluta, dulce felicidad; del
tipo que no sabías que existía hasta que estabas muerto de miedo por su
final. Era un sentimiento que no debería tener con un hombre como Angel
y con un beso así, que lo hacía la cosa más íntima y hermosamente
impresionante que jamás hubiera experimentado.
Simplemente perfección.
***
Mierda.
Nunca antes había conocido a alguien como ella. Alguien que quería
esas cualidades en un hombre aún era todo lo contrario a ella misma.
Adalyn era pura y divertida, pero por dentro, tenía un lado desesperado
por salir. Un lado qué él era capaz de sacar. Un lado que nunca había
experimentado antes porque las mujeres con las que había tratado eran
malvadas por fuera o demasiado buenas por dentro.
Podía ser su verdadero yo con ella, pero era una mercancía que solo
vendría con una etiqueta de alto precio.
QUEBRARÍA.
ROMPERÍA…
Tres hombres con máscaras de esquí negras fue todo lo que pudo ver
antes de levantar los brazos para protegerse la cara.
Angel comenzó a reír como loco a través del dolor de sus heridas
mientras miraba al hombre que había sido el más vocal. Recordando esa
voz, sabía exactamente a quién pertenecía.
—¿De verdad crees que te escondes de mí con esa máscara? ¡Por qué
no te la quitas y te enfrentas a mí como un hombre! —escupió en el suelo,
sangre golpeando los zapatos del hombre.
—No vine aquí por Tom —dijo la voz vacía mientras se inclinaba para
tomar el cuello de Angel entre sus manos, su agarre lentamente comenzó a
apretarse más y más—. Esto es por Drago.
***
Era una locura cómo algo que solía ser tan normal ahora podía
sentirse tan mal. Pensó que echaba de menos ser recogida en el Escalade
con las otras chicas, pero resultó que no lo hacía en absoluto. Resultó que
estaba de vuelta a lo que una vez parecía desmoronar su futuro.
16
Te Encontraré
Traducido por Rose_Poison1324
¿ Has oído algo? —Los ojos de Adalyn suplicaron a Lake que supiera
algo, cualquier cosa. Su alma le dijo que él podría estar en problemas,
lo que la asustó, y después de preguntar e irse a su habitación de hotel,
apareció vacía.
Habían pasado tres días desde la última vez que había visto a Angel.
Tres días desde ese beso de su vida. Y a pesar de que probablemente
estaba mejor sin verlo nunca más, no pudo evitar preguntarse qué
exactamente estaba sucediendo entre ellos. Encontrar su ‘pequeño juego’
la atrajo más que antes, no quería que terminara tan pronto.
Adalyn tragó el vómito que estaba subiendo. Cada vez que alguien
desaparece en la mafia, significa solo una cosa.
***
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Sal cuando Adalyn siguió
caminando.
— ¿Qué mierda?
—Tú pequeña p…
—Lo siento, pero ella me dio una patada en las... bolas. —La voz de
Sal era muy aguda.
—¿Quién?
Adalyn estaba sorprendida de que Chloe hubiera aparecido detrás de
él. ¿Se había estado escondiendo detrás de él? ¿Qué estaban haciendo allí?
¡Concéntrate, Adalyn!
—¿Dónde está?
—Sal, levántate.
—Déjala verlo —fue todo lo que dijo antes de que la puerta se cerrara
de golpe en su rostro.
Se dio la vuelta para ver a un Sal muy cabreado, era la primera vez
que lo veía enojado, lo cual fue extraño.
Oops.
Adalyn siguió a Sal, sin saber a dónde la estaba llevando hasta que
bajaron del elevador en el noveno piso, luego fueron a una habitación de
hotel al azar. Vio como Sal sacaba una tarjeta de su bolsillo, luego la
deslizó adentro, desbloqueando la puerta.
Caminando hacia él, las lágrimas comenzando a llenar sus ojos, vio
que estaba todo negro y azul, severamente golpeado. Colocando una mano
en el brazo de Ángel durmiendo, rápidamente la retiró cuando él se
despertó con una fuerza que no se veía que debería haber sido posible en
su condición. Parecía como si hubiera despertado de una pesadilla y
estuviera listo para luchar.
—Sí. Pensé que algo podría haberte sucedido, y parece que tenía
razón. —Cuando dio un paso hacia él, sus ojos se nublaron un poco al
verlo así. Había hematomas cubriendo su rostro y otras partes que ella
podía ver que no estaban cubiertas por su camiseta aunque eran difíciles
de ver con todos sus tatuajes oscuros.
—¿Un poco?
—De acuerdo, tal vez golpearon la mierda fuera de mí, pero para ser
justos, eran tres.
—No imp…
—Sí, lo hace. —Lo miró fijamente, dándose cuenta de que tenían que
ser Caruso—. Joey era uno de ellos, ¿no? ¿Qué pasa si lo vuelve a hacer?
—Lo hice —admitió Adalyn con una sonrisa—. Nadie me decía dónde
estabas o a dónde fuiste, y no pude contactarme contigo. Pensé que
podrías haber muerto.
—Te estoy dando mi número, pero sabes que mi teléfono está siendo
vigilado, así que solo contácteme si me necesitas.
—Está bien. —Se sintió mejor ahora sabiendo que podría encontrarlo
si desaparecía de nuevo.
—Adalyn, hay algo más que necesito de ti. —Su tono se volvió tan
oscuro como sus ojos que ahora la perforaban—. Puse una dirección en tu
teléfono debajo de mi contacto.
Bella.
17
Soy y siempre tendré sangre Luciano
Traducido por Rimed
—No.
—Así que, supongo que aún no me dejarás ir. —Se volvió a hundir
en la cama, derrotado. Había pensado que al menos el que le sacaran la
mierda le daría una tarjeta de salida de prisión.
—¿Qué?
—¿Cuál es?
***
Una semana después…
No fue hasta que el auto se detuvo junto a ella que fue capaz de ver
quien estaba tras el oscuro cristal.
—Aún estás vivo —susurró ella, aún aturdida, sin esperar en lo más
mínimo que volviera tan pronto.
Viéndolo cerrar su puerta antes de volver a subirse, pudo ver por sus
movimientos lentos que aún no volvía a la normalidad, y mirando su perfil
ahora, podía ver el motivo por el que llevaba lentes oscuros, su rostro
seguía con moretones.
Todavía mirando a los moretones, de hecho le dolió por él.
—¿Duele?
Mirando sus manos con tinta mientras giraba el volante, sabía que él
debía ser un fenómeno.
Lo sabía.
—¿Cuántos tienes?
—Casi completamente.
—Dieciséis.
Sonriendo, él rio.
—Con permiso de algún padre, sí. Pero en mi caso, era ilegal. Tengo,
sin embargo, un gran artista de tatuajes, así que salió bien.
—¿Te metiste en problemas?
—No. Los tatuajes no son gran cosa en nuestra familia. Casi todos
tienen.
—Oh. —Los Luciano eran muy diferentes de los Caruso, eso estaba
claro.
Mirando los rostros de las chicas y los Caruso que eran una mezcla
de incredulidad y disgusto lo decía todo.
—Un poc…
—Lo haré.
Adalyn, por otro lado, miró hacia atrás a un Angel contento, cuyos
ojos claramente sonreían detrás de las sombras. Eso es. Lo odio de nuevo.
Y tú... Volvió la cabeza hacia su amiga y abrió la boca para que solo ella lo
escuchara.
—Entonces ya sabes…
—Él no puede.
—Muchas gracias.
—Te estaba dando tiempo a solas con el novio número dos. —Adalyn
no se molestó en bajar la voz.
—Oh Dios, no esta historia otra vez. —Poniendo los ojos en blanco,
no quería escuchar esta bologna ficticia de nuevo. Agarrándola por los
hombros, le dio a Lake un pequeño apretón—. Te lo hemos dicho antes;
chicos súper sexys y calientes en clubes de motociclistas son una mierda
que solo ocurre en novelas románticas, especialmente cuando están
cubiertos de tatuajes y tienen nombres como Razer y Viper.
—Realmente sucede…
—No…
Hmm... Eso podría ser algo que podría tener detrás, teniendo en
cuenta que Angel ya no estaba trabajando para ella. Rápidamente mirando
hacia él, honestamente no podía estar enojada con su amiga. Angel era
como una joya rara en su mundo con sus tatuajes.
—De ninguna manera. Apuesto a que tiene todas las miradas en su
familia. Sería otra novela romántica si alguno se parecía a él.
—Probablemente.
Feliz de que fueran amigas otra vez, Lake se puso seria, queriendo
estar del lado bueno de su amiga.
—Sí.
—Mmm no.
—Bien. —Ella sonrió, ya yendo hacia él—. ¿Te gustaría salir alg…?
—No, gracias —Angel la interrumpió con una voz fría sin siquiera
mirarla.
—Definitivamente.
19
Podría mostrarte en cualquier
momento, dulzura
Traducido por Yiany
—Le dieron una paliza —le dijo Adalyn simplemente, sin estar
segura de si podría dar más información que esa. Todos eran Caruso, y la
princesa de la mafia estaba sentada a la mesa.
—Uh... no estoy…
—No lo sé todavía.
Por el amor de Dios, ¿qué está pasando? ¡Ya tienen hombres sexys y
calientes! ¡Especialmente Elle! ¡Nero es solo el hermano ligeramente menos
ardiente de Lucca! Esa familia tenía algo extraño en su sangre, como si
descendieran de Dios mismo. Miró a Angel ahora. ¡Y él fue creado por
Satanás! De acuerdo... tal vez por un Satanás realmente guapo, ¡pero aun
así! Mierda, está caliente.
—¿Están calientes?
—Nop.
—Te lo dije. —Adalyn sonrió con sinceridad ante una Lake con el
alma destrozada antes de tomar un gran mordisco de su pizza.
Esa mierda es para los cuentos de hadas.
***
Imbécil.
—Ora para que no haya —aconsejó Angel con una promesa letal.
—Qué imbécil.
—¿Qué diablos le pasa? —Lake estuvo de acuerdo.
—No.
—No puedo hacer eso porque no me gusta. —Movió sus labios hacia
la piel sobre su mandíbula—. Tú me gustas.
—Bueno, tú no me gustas.
—¿Estás segura?
—Mmhmm.
—E-espera...
—¿Sí?
—Pero se lo merecía...
—Se merece mucho más que eso —le dijo Angel ferozmente, sin
apartar los ojos de los suyos—. Pero conozco la gente como él, Adalyn. Se
alimentan de tu enojo. Quieren una razón para lastimarte. Pelear con ellos
les da eso. Viste cómo reaccionó cuando dijiste algo. He aprendido que
ignorarlos no les da esa oportunidad.
Recordando cómo había reaccionado Angel, sin decir nada hasta que
ella le había dicho que se fuera a la mierda, se dio cuenta de que podía
estar en lo cierto. Su mente no estaba feliz con eso, pero su cuerpo,
realmente loco, quería ese beso.
—Bien, lo prometo.
Decidió archivar eso para más tarde, subió al auto, algo agradecida
por que realmente no la había besado. Porque Dios sabe si se hubiera
detenido.
Lo vio entrar y encender el auto; fue extraño ver una actitud casi
lúdica venir de él hoy. No pudo dejar de sonreír casi todo el camino hasta
su casa. Tenía que admitir que su ‘pequeño juego’ seguro que era
divertido.
¡VETE, ADALYN!
Sin volverse para ver quién era, habló al aire, casi como si estuviera
hablando con el universo.
A decir verdad, quería saber por qué alguien lo haría, pero en este
momento, se conformaría con uno solo.
—Joey.
—¿Y los otros? ¿Sabes quiénes eran? —Una expresión dura se filtró
en la bonita cara de la rubia.
—Todavía no lo he averiguado.
***
Cinco... Seis... Siete... Ocho... Todo lo que sabía era que tenía hambre,
sed y dolor.
Nueve... Diez... Once... Doce... Y a pesar de que estaba negro como el
carbón allí, se sentía como que el pequeño espacio se había hecho cada vez
más pequeño con cada hora que pasaba.
Trece... Catorce... Quince... Era casi como un juego para ver quién se
quebraría primero. Para ver quién se rompería primero. O su padre lo haría
abriendo la puerta, o la mente de Angel se rompería antes de que su padre
incluso llegara a la puerta.
La mejor parte del juego era que ninguno de ellos sabría quién ganó
hasta que se abriera la puerta. Era un juego enfermo de supervivencia, y los
dos serían condenados si perdían.
Angel solo miró el caramelo con una lágrima corriendo por su rostro.
***
...Un sudoroso Angel se despertó de otra pesadilla. Sabiendo que
había tenido demasiadas seguidas, se obligó a levantarse de la cama y
agarró su almohada.
A
briendo la puerta, Adalyn entró en el hermoso y oscuro
departamento.
—Quiero decir... —Los ojos de Lake fueron y vinieron entre ellos, sin
saber qué decir al principio—, fuimos mejores amigas por años antes de
empezar a salir contigo.
—Bien.
—No que…
—No lo hará.
Está bien…
—No voy a romper con Vincent —le dijo Lake por lo que pareció la
milésima vez.
—¿En serio?
—Buena idea.
—¿Sí?
—No —susurró ella, mirando feo a Maria por decir eso antes.
Ángel abrió la puerta y salió, vestido con una sudadera gris oscura.
—Jumanji.
***
—No me jodas. Podrías haber tenido tus días libre si los hubieras
tomado.
—No puedo manejarlas a todas por mi cuenta, ¡idiota! Especialmente
no con tu hermana loca. Es demasiada mala influencia. Ni siquiera puedo
controlar a Elle con ella.
La risa llegó desde el otro lado de la sala, donde Sal estaba en una
computadora de alta tecnología, rodeado por monitores.
—Oh no, no te preocupes; Lucca les dijo que eso no era suficiente,
así que consiguieron a alguien más.
—Está bien, genial. —Nero se dio la vuelta para irse otra vez.
—¿Quién? —preguntó.
—¿Ángel?
—Estás más loca de lo que pensaba si crees que Dios quiere que
estés con él.
—¿Por qué no? —Claro, él era caliente, malo, y tal vez no la persona
más agradable, pero demonios, eso era exactamente lo que estaba
buscando.
Una tos justo detrás de ellas hizo que se giraran para ver a Nero y
Vincent.
—Nos sentimos muy mal por no poder llevarlas chicas, así que le
pedimos a Sal si podía cubrirnos.
Angel regresó con los boletos y se los pasó a cada chica. No pudieron
evitar darle una gran sonrisa con el más dulce "gracias" que alguna vez
haya escuchado.
—Iré por ellos. —Maria apenas los había puesto en su mano antes de
irse corriendo.
***
—¿Estás bien?
—Kayne Evans.
—Eso es correcto. —Era difícil apartar la mirada de él.
Ambos miraron a los ojos del otro por unos momentos hasta que
finalmente dejó caer sus manos de ella después de darse cuenta de que
aún no la había dejado ir.
—Hola Kendra.
—Cierto. Bueno, fue bueno verte otra vez Maria, y con suerte me
toparé contigo otra vez. —Terminó con otra sonrisa.
***
—Yo también.
—Sip.
—¿Están...?
Algo sobre esto se sintió extraño para ella. No podía recordar haber
visto un Luciano antes mientras estaba fuera. Si lo hubiera hecho, al
menos no habían hecho evidente quiénes eran. Entonces, ¿por qué ahora?
Sobre todo porque era la primera vez que Angel y ella iban a algún lado
además de la escuela.
—Solo los ves porque están revisando si estoy bien y que los Caruso
están sosteniendo su parte del trato.
La expresión dura de Vincent, Nero y Maria les dijo que sabían que
los otros Luciano estaban allí.
S osteniendo las puertas del elevador abiertas una vez que llegaron al
piso del ático, Angel dejó que todos se bajaran primero. Cuando
Adalyn salió por última vez, dijo:
—No, te necesito.
Con la puerta cerrada, y con Angel y ella solos, observó cómo los
números comenzaban a marcar hacia abajo. Había algo diferente entre
ellos ahora. No había sido obligado a salir con ella, y hoy no era solo un
trabajo. Las cosas habían cambiado y casi puso su relación de cabeza,
haciéndole preguntarse si se había ido solo para recuperar el anillo o
porque realmente podría disfrutar de su compañía.
—Gracias por venir con nosotras. La pasé muy bien esta noche.
—Lo hi…
—Todo estará bien, Adalyn. —Le apretó los brazos, tratando de hacer
que se concentrara en él—. Creo que la energía se acaba de ir en el hotel.
Debería de regresar pronto.
Ella tomó un largo y profundo respiro, tratando de calmar sus
nervios. Echando un vistazo alrededor de la caja oscura y apretada en la
que estaban, sin embargo, solo esperaba que él tuviera razón. No es hasta
que estás atrapada en un elevador suspendido que te das cuenta de que
podrías haber tenido miedo de esto desde el principio.
Querido Señor, esto no es lo que pedí cuando quería pasar más tiempo
con Angel. Ningún hombre vale esta mier…
—¿De verdad?
—De alguna manera he estado prisionero, dulzura —le recordó.
—¿Los extrañas?
—Hábito.
Él estrelló sus labios sobre los de ella con fuerza y rapidez, haciendo
que al instante se olvidara de que estaba atascada. Supuso que ese había
sido su objetivo, pero estaba segura de que iba a tomar lo que pudiera
conseguir y exprimirlo para que valga la pena.
Este beso fue exactamente lo que había estado esperando de él. Era
exigente, rudo y desvergonzado, haciéndole abrir la boca para él.
Agradecidamente ella lo hizo, dejando que su lengua entrara para jugar
con la de ella. Su cuerpo frío se calentó al instante de adentro hacia
afuera, haciéndola sentir como si estuviera a punto de quemarse con vida.
—Gané.
Mierda, sí.
Adalyn pensó que estaba viendo estrellas por sentirlo dentro de ella.
Separó las piernas tanto como pudo para tratar de ayudarlo a que se
sintiera mejor, pero era tan apretada.
Esta vez, cuando Angel sacó su dedo, le deslizó uno más, estirando
sus paredes. Casi gritó de dolor esta vez, pero luego colocó su pulgar en su
sensible clítoris, convirtiéndolo en placer.
Él no hizo ningún esfuerzo por esconderse de ella, mostrándole
exactamente quién y qué clase de amante era. No hubo falsedad, ni
dulzura, ni pureza. En cambio, era exigente, rudo y pecaminoso... pero tan
perversamente placentero.
—¿Te quieres venir, dulzura? —le susurró al oído con voz áspera.
Que dem…
¿Él solo...?
—Tú idio…
Oh, mierda.
—Bueno.
—Angel, sígueme.
—¿Dominic?
Lucca Caruso.
Y Dominic Luciano.
Dos reyes en una ciudad. Una ciudad que caería esta vez, mientras
ambos hombres eran reyes y cualquiera de ellos preferiría verla caer que
ver al otro ganar.
***
—No.
—¿Eso es todo?
Algo le dijo a Angel que debería preguntarle a Lucca sobre ella, pero
no lo hizo. En su lugar, cerró la puerta detrás de él, yendo en contra de su
instinto. No había competencia entre él y Adalyn. Tal como le había dicho
en el elevador… Yo ganaré todo el tiempo.
DING.
—¿L-lo hice?
Dominic se sentó junto a él, sus ojos yendo y viniendo entre sus
hermanos gemelos.
—¿Cara o sello?
25
¿Qué Angel es su Angel?
Traducido por Dew’
El calor corrió a sus mejillas, sin saber de dónde había caído este
Ángel, pero santa mierda, si no pensara en algo rápido, le importaría una
mierda que la vieran entrar en su habitación.
—¿Cuál es?
—Claro, dulzura.
—¿Qué te dijo Lucca? —susurró ella—. ¿Crees que sabe lo que pasó
en el elevador?
Era difícil para ella pensar mientras veía al sexy chico malo girar a
su alrededor.
—¿Qué deseas?
Adalyn abrió la boca para gritar, pero una mano tatuada la cubrió
antes de que pudiera escapar un sonido.
Incapaz de dejar de mirar entre los dos seres idénticos frente a ella,
miró sus tatuajes que eran todos iguales pero volteados, en lados
opuestos. Se suponía que debería haber sabido que no era Angel, pero,
una vez más, ¿qué malditos gemelos se hacen tatuajes en todo el cuerpo?
—Tal vez deberías haber continuado dejándola creer que era tú.
—Lárgate de aquí antes de que alguien más nos encuentre a los dos
será mejor que lo que yo haré contigo —amenazándolo, le lanzó una última
mirada de advertencia.
—¿Te gusta más él? —Continuó mirándola, listo para detectar una
mentira.
Su piel se heló.
—¿Qué?
—¿C-cuál?
Santa mierda. Lo que sea que estuviera pasando entre las familias
no era bueno, y definitivamente no era bueno por lo que malditamente
fuera lo que estuviera pasando entre ella y Angel.
Saliendo del auto, los dos se unieron al grupo, solo para ver a
Vincent de pie junto a Lake.
—Buena decisión.
Poniendo los ojos en blanco cuando Vincent entró al salón con Lake,
murmuró bajo su aliento:
—Nop. No lo es.
Tomando asiento junto a Lake, estaba lista para susurrar para que
los chicos no pudieran escuchar, cuando su amiga le dio un golpecito.
Oh.
Dios.
Mío.
Adalyn no pudo evitar reír. Era bueno saber que siempre podría
amenazarlo con Matthias si lo necesitaba.
Sus profundidades grises le dijeron que también había allí para él.
***
—Lo odio.
—¿Por qué?
Estoy segura de que Lucca puso el temor de Dios en cada Caruso aquí
para que no tocaran a Angel de ninguna manera.
Había pasado un tiempo desde que Adalyn lo había visto por última
vez. Cada vez que preguntaba sobre él, todos parecían cambiar de tema.
Era muy extraño considerando que Nero, Vincent y Amo habían sido
inseparables durante toda su vida, pero ahora ella nunca lo veía cerca.
Levantándose del enorme sofá, sin dejar que nadie la hiciera cambiar
de opinión, caminó directamente hacia el gran gigante.
—Hola, Amo.
¿Qué le sucedió?
***
Angel había venido a esta fiesta por una razón y sólo una razón.
Toda la noche había buscado en los ojos de cada Caruso para encontrar al
hombre que estaba buscando, y ahora estaba parado justo en frente de él.
—Sé quién eres —la voz grave de Angel salió como un cruel susurro.
Amo dio el paso más pequeño hacia él, tratando de intimidarlo solo
con su altura.
—Debería.
—¿Qué crees que hizo Lucca con ellos? —Mientras sonreía, una
curva malvada curvo sus labios. Ambos sabían los juegos a los que Lucca
le gustaba jugar—. ¿Cuánto tiempo crees que tienes antes que uno de ellos
se rompa y le diga? ¿Qué crees que te hará a ti el coco entonces?
—Te quería para mí. —Angel lo miró directamente a los ojos, viendo
la delgada hebra de miedo que intentaba esconder—. Pero he cambiado de
opinión. Dejaré que Lucca te tenga.
Amo dio otro paso hacia él, su pecho casi tocando el de Angel ahora
mientras le daba su propia amenaza.
—Te estás volviendo cada vez menos Luciano cada día que estás
aquí, pero te prometo esto… nunca te convertirás en un Caruso. No serás
nada.
Nunca.
Chloe había seguido sus ojos, viendo a Angel por primera vez esta
noche. Piel de gallina se elevó visiblemente en su piel pálida.
—Ven afuera conmigo, cariño —una voz baja apareció con la mano
extendida.
—¿Es malo que quiera ser ella? ¿Que quiera un amor como ese?
—Sí, lo es. —La respuesta fue dura y la tomó por sorpresa—. Su
amor es retorcido, casi enfermo. —Poniendo un dedo sobre el vidrio, señaló
a la pareja—. Quiero que los mires, Adalyn. Míralos de verdad.
Individualmente, están jodidos a su manera y necesitan al otro para
sobrevivir. Están condenados a separarse. Que Dios los ayude si uno fuera
a soportar la vida más tiempo que el otro. Su amor es el más raro de todos.
Uno enfermo que solo se vuelve bello para esas dos almas y esas dos almas
solas.
Su visión se nubló.
—Adiós, Adalyn.
30
Mi más débil creación
Traducido por Yiany
Angel miró a la ciudad que estaba detrás de él, sin hablar durante
varios minutos, dejando que todo lo que había sucedido desde que
llegó se hundiera. Cuando finalmente habló, miró al demonio directamente
a los ojos.
Era una pregunta que se hacía todos los días. Una pregunta a la que
finalmente estaba por obtener respuesta.
—Pensé que eras diferente, más inteligente, más fuerte. Pensé que
traías a la mesa más que el resto de ellos. Sabía que eras el único que
podía manejarlo, y ahora… —Lucca entrecerró aún más sus ojos—, no
estoy tan seguro de si vas a lograrlo.
—Quería al niño que vi ese día en las vías del tren, pero ya no lo veo
cuando te miro. Demuéstrame que estoy equivocado, Angel, o bien podrías
saltar por la ventana de tu habitación.
La luz del tren ahora se podía ver a medida que se acercaba cada vez
más, iluminando el cielo nocturno que los rodeaba.
Angel echó un vistazo para ver a Matthias cerca, sus ojos a la luz.
La luz del tren ahora tocaba sus pieles, cuando la bocina del tren
comenzó a sonar para que se apartaran del camino.
—¡Salgan!
Angel despegó, moviéndose de las vías del tren, solo esperando ser
quien corriera primero, pero cuando miró hacia atrás, Matthias seguía
parado allí con los ojos cerrados mientras el claxon sonaba aún más fuerte
en sus oídos.
Mientras corría directamente hacia él, sus vidas enteras brillaron ante
sus ojos en un solo momento mientras envolvía sus brazos alrededor de su
hermano y saltaba.
Cuando pasó la fuerza del viento impetuoso, casi creyó que Matthias
había obtenido lo que quería, hasta que se dio cuenta de que ningún dolor o
sufrimiento los había saludado. Aun así, se aferró a su hermano con fuerza,
sin dejarlo ir durante varios minutos mientras pasaba el largo tren.
El puño de Lucifer se encontró con su cara con tal fuerza que envió a
Angel volando al suelo. Escupiendo sobre su cuerpo caído, levantó su pie y
lo bajó al cuello para asfixiar a su hijo.
Adiós, Adalyn.
***
—¿Por qué? —Casi gritó la palabra, sabiendo que estaba mal estar
tan enojada, pero era inexplicable.
Esta vez, cuando Lucca habló, había una leve ternura en su voz.
***
***
—¡Adalyn! —se quejó su amiga, sabiendo que era difícil para ella
decir que no cuando sacó esa tarjeta—. No puedo meterme en problemas
con Vincent ahora mismo. Finalmente me ama de nuevo.
— ¿Está funcionando?
—Maldita sea. —Lake cerró su libro con un fuerte golpe seco—. ¿En
cuántos problemas me voy a meter?
Adalyn sonrió, esperando que aún quedara algo de aventura en
Lake.
—Bueno, jódeme.
—Adalyn…
Podía ver por qué Angel había tenido esa mirada en sus ojos cuando
había dicho su nombre. Su nombre si le hacía justicia porque ningún
hombre sería capaz de resistir la exquisita belleza de esta elegante mujer.
Sus sucios rizos rubio naturales caían sobre sus hombros con un brilloso
resplandor que perfectamente complementaba sus cejas oscuras y fuertes.
Era sin duda preciosa, sin necesitar un poco de maquillaje ni ropas
elegantes para demostrarlo.
Adalyn sacó el anillo de su bolsillo, dándole un último apretón antes
de dirigirse hacia la belleza frustrada quien parecía estar al final de su
cuerda.
Eso justo ahí era exactamente por qué Angel trató tan malditamente
fuerte obtenerlo para ella, y ahora finalmente entendía todo.
—McDonalds.
***
—¡Angel!
Con agua reluciendo en sus ojos jóvenes, Bella levantó una mano,
alcanzando al hermano que alcanzaría siempre en los años por venir.
—¿Matthias?...
—Oh…
Solo se hace hermoso para esas dos almas y esas dos almas
solamente… Recordó las palabras que le había dicho a Adalyn la última
vez que la había visto, haciéndolo darse cuenta que estaba justamente
igual de ciego. Angel no había tomado su propio consejo.
Era tiempo de que Angel tomara una decisión, una que podía
cambiar el curso de su vida para siempre. Y una vez hecha esa decisión,
no había vuelta atrás.
—Adiós, Bella.
33
Una eternidad aquí, contigo
Traducido por Dew
—¡Adalyn!
—No pude —le dijo con sinceridad antes de abrir los ojos, dejándola
ver lo que estaba escondiendo, incluso a sí mismo. Susurró las palabras;
Ya no había escondite—: Estoy asustado como la mierda, Adalyn.
***
***
***
Sintió su piel gritar por la suya; las piezas faltantes que se habían
robado el uno al otro con cada encuentro todavía estaban allí. Se sentía
como una correa de la que era imposible alejarse, pero de alguna manera,
lo hizo y se metió en la gran camioneta. Gracias Dios.
34
Un hombre que fuera Hecho
Traducido por Yiany
¡¿Por qué?!
La rubia alta hizo una pausa por un momento antes que finalmente
volviera a entrar, cerrando la puerta detrás de ella. Suspiró cuando el auto
comenzó a alejarse, luego la voz de Maria llenó el espacio confinado.
—Espera.
Que…
Decir que Adalyn estaba aturdida por las palabras que salían de la
boca de la princesa sería un eufemismo. Nunca en un millón de años
habría pensado que Maria podría preocuparse por algo que involucrara a
un Luciano lo suficiente como para entrometerse; sin embargo, podía ver,
mirándola a los ojos, que en el fondo, por alguna razón lo hacía.
—Bueno... —La rubia levantó una ceja—. Está aquí ahora, ¿no?
—Ha estado aquí todos los días durante la última semana, y aunque
sigues rechazándolo, sigue volviendo. Abre los ojos y míralo. Si piensas
que va a rendirse, estás equivocada, Adalyn. Los hombres como Angel
nunca pierden —le prometió, sus ojos se volvieron más cautivadores
cuanto más hablaba—. Si no puedes encontrar dentro de ti confiar en él,
entonces estaba equivocada sobre el tipo de hombre que estabas
buscando, porque pensé que querías un hombre que fuera Hecho.
—De todos los Luciano, Lucca lo eligió. Hay una razón por la que
hizo eso; solo tienes que ser lo suficientemente valiente para descubrir
cuál es esa razón.
Tragándose el nudo que subía por su garganta, Adalyn admitió la
verdadera razón por la que no quería volver con él. Todo hombre hecho
siempre necesitaba una cosa.
***
Angel volvió a su auto después de ser rechazado una vez más. Había
venido todos los días, deseando que le diera una oportunidad más, pero no
lo hizo. Al menos no todavía.
—¿Qué estás...?
Sus ojos azul bebé ardieron ligeramente en ella antes que se sentara,
cediendo.
Lake y Elle aplaudieron y dieron vítores amortiguados desde el
interior del auto cuando Adalyn cerró la puerta detrás de ella. Luego
caminó hacia el auto negro, pero cuando se abrió la puerta del lado del
conductor, revelando a un Angel sonriente, sus pies tomaron velocidad
hasta que estaba corriendo. Entonces dio un salto de fe y saltó a sus
brazos.
Por alguna extraña razón, a pesar de que su sangre fluía por los
Caruso y su Luciano, esto se sentía correcto.
Angel se rio.
Para cuando tocó sus labios con los de ella, su boca ya estaba
abierta para él, pero por mucho que quisiera besarlo, no lo hizo, quería
que él fuera quien la besara para poder ver cuánto realmente la deseaba.
Este beso fue diferente al resto que le había dado. La misma pasión,
el mismo dominio, pero también podría probar algo nuevo.
Necesidad.
—Sube al auto.
—¿Por qué? —preguntó aturdida, sin saber si lo había escuchado
bien.
Adalyn se rio en silencio, feliz de que había sido Angel quien robara
su corazón. Hubiera sido realmente difícil tener una vida amorosa con su
hermano, pero Angel era inteligente, sabía exactamente cómo manejarlo.
Ella estaba más feliz que nunca. Terminó con su primer semestre de
la universidad, rodeado de sus amigos y familiares, y haciendo que sus
sueños de chico malo se hagan realidad.
Habían estado juntos por algún tiempo, tomando un tiempo lento y
asegurándose de que la familia Caruso se ajustara a la posibilidad de que
las dos familias se mezclaran. Había sido una batalla cuesta arriba, pero
estaban seguros de que Lucca había puesto el temor de Dios en todos sus
hombres. También pensó que así era como Vincent se había adaptado
rápidamente a Angel.
—Hola, tortolitos.
Uh-oh…
—¿Qué de...? —La boca de Elle se abrió, y Lake se congeló como una
estatua cuando Matthias rodó sobre ellos en su patineta, para pararse
justo al lado de Angel, su completa imagen invertida.
—Bueno, vine para ver qué tipo de trabajo tenías aquí, y ahora me
gustaría ser voluntario para tomar tu lugar.
—¡Qué diablos!
—¿Es por eso que todos tus tatuajes están al revés, porque eres
opuesto?
—Oh.
—Lucca me dio las llaves anoche y dijo que era mío si lo quería —le
dijo Angel.
—¿No lo quieres?
—Para siempre.
Los golpes en su pecho se hicieron más fuertes.
—Una eternidad conmigo —le dijo las palabras con tal fuerza que
parecieron sacudir la habitación.
—Te quiero.
—Absolutamente.
Sin esperar lo que vendría después, descubrió que sus pies habían
sido arrastrados por el suelo cuando Angel la llevó escaleras arriba hasta
la habitación abuhardillada. Todo sucedió tan rápido, y no fue hasta que
la arrojó sobre un colchón que había sido colocado en el medio del piso
que volvió a la realidad.
—¿Pensé que te dio las llaves anoche? —Los ojos fieros de Angel se
movieron sobre ella con aprobación.
—Lo hizo.
Se quedó sin aliento cuando bajó la cara hacia ella, robando un beso
rápido. Luego otro.
Cada beso que robaba se hacía más largo, más apasionado mientras
le robaba el corazón con ellos.
—Déjame verte.
—¿Angel?
Cuanto más pasaba sentada allí, pasando sus dedos por el cabello
de él, más se daba cuenta que él podría nunca decirle el porqué, y eso
estaba bien para ella. Para que un hombre tan orgulloso como Angel la
dejara ver esto debía significar que realmente confiaba en ella. Sabía que
pocas personas en la tierra, si es que siquiera había alguna, conocían este
secreto, por lo que estaba satisfecha.
Por lo que fuera que Angel había pasado, ahora podía sentir
exactamente cuan sobreviviente era realmente, y se sintió honrada de
estar en su presencia.
É
l pensó que los recuerdos recurrentes se pondrían mejor después de
haber estado con Adalyn, pero no lo habían hecho. Ella había
ayudado a suavizarlos, pero de alguna manera siempre lograban volver,
tomándolo en mitad de la noche.
—¿Quién?
***
No lo dudo.
Bajando la mirada hacia él, Angel notó cada marca que marcaba el
cuerpo desnudo y sucio de su padre. Cada una de estas no había existido
en su pura pálida piel antes de esta situación actual. Si no sabía mejor,
hubiese creído que veinte años habían pasado desde que lo había visto por
última vez. Esa era la cantidad de años que parecía haber envejecido.
Angel tomó otro paso hacia el hombre que había convertido veintitrés
años de su vida en un infierno viviente.
—Hola padre.
Lucifer se recostó cuando vio a Angel moverse más hacia la luz, su
expresión de esperanza se había ido.
—Todos mis hijos trajeron algo a la mesa, excepto tú. —Las cejas de
Lucifer se juntaron, tratando de encontrar la palabra—. Tú eres neutral.
Confundido, preguntó:
—¿Neutral?
Cerrando sus ojos, Angel casi pudo saborear el aroma a cereza del
caramelo que había llegado a amar.
El sonido creció.
—….la oscuridad.
—Bien.
Angel se giró, sus ojos grises mirando fijamente hacia los ojos del
demonio.
—No lo vas a matar… hasta que cada uno de mis hermanos logre
llegar a él.
39
La despedida final
Traducido por Mais
El grito se volvió más fuerte ahora, haciendo que ella golpee sus
stilettos de nuevo.
—Mándalo dentro.
***
Entró y cerró la puerta detrás de él, luego pisó el plástico que estaba
explayado en el suelo debajo de la silla. Miró fijamente al hombre que
estaba atado y amordazado.
—¿Es mío?
Lucca asintió.
—Adiós Joey.
40
Una eternidad como esta
Traducido por Mais
—¿T-te gusta?
—Ven aquí.
***
—¿Tienes hermanas?
—Sí.
—De acuerdo.
Supuso que tenía que ver con Bella. Ella había nublado su visión de
Adalyn. Al segundo en que le había dicho adiós, sin embargo, finalmente
había sido capaz de ver a Adalyn por la hermosa, preocupada y ferozmente
leal mujer que era. Ella le había dicho varias veces ahora que él había
convertido sus sueños en realidad, pero ella había alejado sus pesadillas.
Para siempre.
Sarah Brianne
NO ESTÁS SOLO.
http://www.victimsofcrime.org/help-for-crime-
victims/national-hotlines-and-helpful-links
Próximamente
Se sabe que habrá un siguiente libro, probablemente de
Maria, pero todavía no hay nada anunciado. Lo
estaremos traduciendo en el foro, por supuesto.