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La educación es la base principal para nuestra construcción de vida, se puede impartir

de distintas maneras; puesto que, transmite valores, costumbres, conciencia cultural, moral,
conocimiento y contribuye a un proceso de socialización. Estas características se adquieren
a través de las instituciones educativas con el fin de que exista una sociedad armónica; ya
que cada acción humana repercute directa e indirectamente, en el grupo social donde nos
desenvolvemos, en este caso “la escuela”.

Es así que los maestros somos los responsables de este proceso, estamos en la
obligación de desarrollar un pensamiento crítico, independiente, de realizar un análisis
eficiente en la toma de decisiones, contamos con la cualidad de asumir actitudes y
comportamientos, que conduzcan nuestra vida y la de nuestros dirigidos hacia el bien, este
debe de ser el objetivo de la educación y formación que se verá reflejado en el
comportamiento general de la sociedad, por tanto el maestro debe ser socio-constructivista
es decir un orientador desde la inserción social, para que el estudiante como sujeto tome del
medio social todo aquellos que sus potencialidades le permitan.

Por consiguiente, si el maestro logra transformar los eventos del aula a través de un
autorreflexión de su labor pedagógica, de una reflexión meta cognitiva referente al
conocimiento, a la concientización, al control y naturaleza de los procesos de aprendizaje
desarrollados mediante experiencias adecuadas y significativas, teniendo una idea clara y
concreta de lo que se quiere lograr con el estudiante, saber cómo se va a trabajar y
enseñarle a hacerlo, es promover un aprendizaje constructivista, y para ello se necesita
implementar estrategias de aprendizaje las cuales hacen relación a los procedimientos o
planes orientados a la consecución de metas de aprendizaje o sea la integración de los
nuevo con los conocimientos previos, permitiendo al estudiante medir sus logros,
cuestionándose para terminar lo iniciado; y una reflexión de enseñanza las cuales hacen
referencia a los recursos utilizados por el maestro para promover aprendizajes
significativos, también a partir de la autosugestión, de la autodirección puede hacer que sus
estudiantes sean seres humanos reflexivos y a partir de esa reflexión del sujeto maestro con
los sujetos estudiantes se puedan hacer transformaciones por lo menos en el pensamiento de
las personas para que sean más conscientes de sí mismas.
Conocedores que la formación humana es el objeto de estudio de la pedagogía y la
pedagogía es intencionada, se espera que la educación de los niños y jóvenes funciones
como un proceso de humanización, que no puede ser mirada desde una sola disciplina sino
desde un campo interdisciplinario que tome al ser humano como una totalidad, se presenta
entonces la necesidad de acudir a otras ciencias como la epistemología, psicología,
antropología, a la lingüística es decir a los discursos en el aula, y a la didáctica, de
acuerdo al tipo de hombre que se quiere formar para que asuma su propia racionalidad, para
eso hay unos enfoques tendencias y modelos pedagógicos, currículo, maestros y didácticas
que están enfocadas al trabajo del aula, qué es lo que define final y definitivamente que es
lo que va a aprender ese niño, ese joven que está en nuestras manos educar y formar, razón
por la cual la educación, la formación, pedagogía, currículo y maestro tienen una relación
compleja pero deben ir en la misma línea de pensamiento, partir de una misma idea de
hombre, una misma idea de sociedad y que no se contradigan entre ellos.

El estudiante es un sujeto que está en formación y tiene la palabra, por tanto el maestro
debe tratar de relacionar lo que se está enseñando con la vida de ellos para que
comprendan en profundidad esa vida, no para que la describan como es, sino como la deben
mirar, entretejiendo que relaciones científicas, sociales, culturales, históricas de cada
fenómeno que se le presenta para entender y comprender como se configura, como se dan
las cosas, eso es formar en pensamiento crítico es decir formar en cierto grado de
escepticismo como método de enfrentar la realidad y tratar de develar que hay en el fondo
de las cosas, quien, como, para que, cual es el interés, a quien favorece y aprender a
encontrar lo significativo, y lo importante.

Por otra parte, la educación debe ser una reflexión sobre el ser humano, la sociedad y las
condiciones históricas de la misma de hecho, juega un papel importante no solo en el
desarrollo de habilidades y competencias sino en su formación integral como proceso
continuo y unificado donde lo cognitivo, las normas y los valores se van convertir en pautas
a seguir, para lograr un desarrollo armónico y coherente de todas y cada una de las
dimensiones del ser humano, por consiguiente a los estudiantes los debe de mover la
voluntad de aprender a autoformarse, así pues el maestro debe de adecuar las escuela a las
nuevas sensibilidades de los estudiantes, a los nuevos desarrollo de la tecnología, estas
transformaciones se hacen desde el campo de la didáctica, que es la encargada de centrar el
aprendizaje en el estudiante, para que el maestro se convierta en un dinamizador de la vida
en el aula, además la didáctica forma parte de la pedagogía y considero que es aquella
magia que emana el maestro para transmitir un conocimiento teniendo en cuenta no solo
los aspectos teóricos sino fundamentalmente los prácticos y el entorno en el cual se está
desenvolviendo el estudiante, sino las herramientas pedagógicas que considere pertinentes
para optimizar los procesos de formación y educación de acuerdo con sus inclinaciones, sus
intereses y motivaciones.

Se hace necesario destacar el rol del docente como formador, es decir, como ser consciente
de la unión teórico-práctica que fortalece la capacidad humana del desarrollo racional
propuesta por Mejía. (2019) y que se supone debe ser ejecutada por el docente, como
orientador, guía y acompañante de sus estudiantes a lo largo de su proceso de aprendizaje,
así que el aula de clase se debe de convertir en un espacio eficiente donde las nuevas
metodologías, y la construcción de un currículo que fortalezca el pensamiento crítico, la
autonomía, y la reflexión de los estudiantes desde su contexto acerca de las diferentes
problemáticas que se presentan en la sociedad, al respecto McLaren (2005) expone: “La
vida escolar es entendida no como un sistema de reglas y regulaciones unitario, monolítico
y riguroso, sino como un terreno cultural caracterizado por diferentes y variados grados de
acomodación, impugnación y resistencia.” (p. 290). los maestros tienen la responsabilidad
de educar y formar a las nuevas generaciones dentro del marco de un pensamiento crítico
que les permita ver las diferentes posibilidades de reestructurar esta sociedad a través de sus
capacidades intelectuales, impulsándolos a ser personas que trasciendan en esta sociedad
cambiante, haciendo de ellos jóvenes diferentes, líderes emprendedores que motiven a otros
a hacer el cambio, tomando de la historia y de la sociedad lo que crean necesario para su
formación de acuerdo a sus inclinaciones, intereses y motivaciones

Para finalizar considero imperiosa la necesidad de retomar nuestro papel de formadores lo


que implica llevar a la practica la relación existente entre los términos estudiados y
analizados en el módulo, así que son los maestros los que están llamados a prepararse para
ayudar a construir realidades, lo que requiere de un esfuerzo por una preparación de calidad
que se ajuste a los nuevos desafíos de la sociedad.

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