Vous êtes sur la page 1sur 73

Leccion 4 - La concepción de Dios en las culturas anteriores a Israel.

Lección 4 del Diplomado de Apologética - Módulo 1

Autor: Anwar Tapias Lakatt | Fuente: Curso de Apologética

A medida que avanza el curso vamos enamorándonos de Dios y su Revelación para la humanidad, pero sabemos que no todos los seres humanos lograron
disfrutar de este conocimiento de Dios que poseemos hoy; ahora vamos a entender cómo concebían las civilizaciones más antiguas a Dios. Es importante para
saber a qué se enfrentó el pueblo escogido por Dios, de qué manera concebían la divinidad, pues es muy importante saber que mientras las culturas antiguas
buscaban saber de Dios, con Israel, es Dios quien se le manifiesta al hombre.

Vamos a desarrollar el tema abarcando los siguientes puntos:

 Mesopotamia
 Religión en Mesopotamia
 Politeísmo
 Monoteísmo

MESOPOTAMIA

Para poder analizar y entender mucho de cómo las culturas antiguas concebían a Dios, debemos primero saber donde habitaron y cómo se desarrollaron.

La historia debemos ubicarla en la región llamada Mesopotamia, que significa, entre dos ríos, y que está ubicada geográficamente entre los ríos Tigres y
Eufrates [1]
En la imagen se aprecian los dos ríos dentro del Fértil Creciente, por la forma que tiene la parte más rica de la región. En el mapa se pueden apreciar lugares
mencionados en la Biblia como Babilonia (Is 39, 1), Asiria (2 Re 23, 29) o Nínive (Jon 1, 2). En esta región empezaron a desarrollarse civilizaciones muy antiguas
como Sumer o Acad.

Sumer

Esta civilización será importante pues fue la primera en trabajar la Escritura, hacia el año 3.000 A.C [2]. Su forma de organización fue el de ciudades-estados,
entre las cuales encontramos Uruk, Lagash, Kish, Uma, Ur, Eridu y Ea. De estas ciudades debemos tener buena referencia a Ur, pues fue de esa ciudad de
donde partió Abram con su familia:

Téraj tomó a su hijo Abram, a su nieto Lot, el hijo de Harán, y a su nuera Saray, la mujer de su hijo Abram, y salieron juntos de Ur de los caldeos, para dirigirse a
Canaán. Llegados a Jarán, se establecieron allí.(Gen 11, 31)a
Estas ciudades contaban con canales por su cercanía a los ríos y eran fortificadas con murallas, seguramente para defenderse unas de otrass. [3]

Algo interesante es ver cómo algunas de estas ciudades como Uruk y luego Acad aparecen en la Escritura como edificadas por Nimrod, personaje polémico y que
ha dado para muchos conjeturas y suposiciones siempre que ha sido usado por historiadores y hasta enemigos de la Iglesia para inventar historias ficticias y
engañosas. En Génesis 10 leemos:

Kus engendró a Nemrod, que fue el primero que se hizo prepotente en la tierra. Fue un bravo cazador delante de el Señor, por lo cual se suele decir: "Bravo
cazador delante de el Señor, como Nemrod."

Los comienzos de su reino fueron Babel, Erek y Acad, ciudades todas ellas en tierra de Senaar. (Gen 10, 8-10)

Donde Erek es una ciudad sumeria, Acad es acádica y Babel la futura Babilonia.

Acad

Tiempo después surgió Acad, pueblo del sur que recogía diferentes tribus como los amorreos, fenicios y arameos. Su líder fue Sargón I, quien derrotó a los
sumerios y los conquistó, fundando la ciudad de Agadé como capital de su imperio. La caída de Ur de los sumerios duró poco y los acadios fueron vencidos
rápidamente

Hacia esta época podemos ubicar el llamado que Dios le hace a Abraham:

Cerca del 2090 a.C., Dios llamó a Abraham para que saliera de esa ciudad, para que se separara de esa influencia diabólica, y para hacer de él una gran
nación [4]
Amorreos

Después de que los sumerios volvieran al poder, los amorreos se levantaron y lograron vencer conquistando Ur, pero duro poco hasta que se levantó Hammurabi.
Estos grupos amorreos son mencionados en la Biblia, es interesante cómo el Génesis coloca la descendencia de Canaán a todos los pueblos que tenía que
vencer Israel y de los que se debía apartar:

Canaán engendró a Sidón, su primogénito, y a Het, al jebuseo, al amorreo, al guirgasita, al jivita, al arqueo, al sineo (Gen 10, 15-17)

En el libro de Jueces leemos:

Por eso los israelitas tuvieron que vivir en medio de los cananeos, los hititas, los amorreos, los perizitas, los jivitas y los jebuseos.(Jue 3, 5)

Babilonia

Después de los amorreos, una ciudad poco conocida se levantó: Babilonia, y con ella un líder llamado Hammurabi, quien reinó entre 1795 y 1750 AC [5]
RELIGION EN MESOPOTAMIA

En Wikipedia:leemos:

La religión era politeísta, en cada ciudad se adoraba a distintos dioses, aunque había algunos comunes. Entre estos podemos ver a: Anu: dios del cielo y padre de
los dioses, Enki: dios de la Tierra, Nannar: dios de la Luna, Utu: dios del Sol (Ninurta hacia el 5.000 a.C.), Inanna: diosa Venus, Ea: creador de los hombres y Enlil
dios del viento.

En el siglo XVII AC., el rey Hammurabi unificó el Estado, hizo de Babilonia la capital del imperio e impuso como Dios principal a Marduk. Este dios encargado de
restablecer el orden celeste, de hacer surgir la tierra del mar y de esculpir el cuerpo del primer hombre antes de repartir los dominios del universo entre los
demás [6]

Es interesante notar como la religión en Mesopotamia vive momentos de politeísmo y momentos de monoteísmo.

Habiendo entendido que primero estuvieron los sumerios y luego los acadios se puede decir que los segundos al conquistar a los primeros usaban las mismas
deidades pero cambiando los nombres [7]

Y sobre todo cuando leamos los relatos del Génesis -de Abraham en adelante-, podamos entender que también se encuentran elementos comunes a esta época
de la historia: Es lógico suponer que la religión de Abraham que huyó de Ur, posiblemente, al final de la III Dinastía (a fines del II milenio a.C.) tal vez por la
invasión amorita, tuviese un fondo común con estas tradiciones mesopotámicas. [8]

De este modo cuando leemos los primeros relatos del Genésis podemos entender bien toda esta primera parte da unos acontecimientos desconectados de toda
precisión temporal o local. Para expresar el misterio de los orígenes, la Biblia se sirve del lenguaje de los mitos de la antigüedad, si bien quitando todo sentido
politeísta y ritual, e impregnado de la fe en el único Dios.[9]

Adicionalmente, en los sumerios ya empezamos a ver el concepto de "tríada”, que es un grupo de tres dioses, algo distinto a la Trinidad, que será abordada en la
próxima lección. La primera "tríada” que se encuentra es la Anu, Enlil y Ea como en la imagen.
Es necesario entonces que abordemos la concepción religiosa que imperó en el mundo antiguo antes de entrar a comprender la figura de Dios. Algunos autores
como Edward Taylor [10] consideran que el desarrollo evolutivo de la concepción religiosa se dio en etapas así: animismo [11], politeísmo y monoteísmo.

Prehistoria religiosa

Antes de que los pueblos antiguos tomarán conciencia de la existencia de un ser superior, algunas culturas prehistóricas comprendían su concepción religiosa
desde diversas figuras que no estaban relacionadas directamente con una divinidad.

Se pueden mencionar tres casos concretos expuestos en la obra Ecos del Desierto, del autor Juan Echanove [12]

Tótem. Los primitivos aborígenes australianos, quienes estuvieron aislados del resto de civilizaciones, no tenían una creencia en un ser superior. Su
reflexión religiosa la planteaban a partir de la figura del tótem. Para ellos esto representaba la creencia de una conexión sobrenatural con el objeto material,
en este caso un animal. Por eso, lo consideraban su "hermano mayor” y lo prohibían matar. Hoy día esta creencia ha pasado a otro tipo de culturas.
Maná. Otra cultura muy antigua, los melanesios [13], también aislada de toda influencia, carecían de la creencia en un dios. Para ellos, su concepción
religiosa estaba enmarcada en el mana. Una fuerza impersonal que fluía de los antepasados y que lograba residir en otros cuerpos y objetos

Chamanismo. Otro elemento antiguo de carácter religioso es el chamanismo, según el cual algunos individuos por medio de técnicas lograban hacer viajes
a otros mundos por medio del éxtasis.

Es complejo analizar si después de este animismo se pasó al politeísmo o al monoteísmo inicialmente. Para efectos de secuencia abordaremos primero el
politeísmo y luego el monoteísmo.

POLITEISMO

El politeísmo es un fenómeno religioso que ha abarcado a las civilizaciones: hindú, japonesa, egipcia, griega, romana y hasta en Suramérica.

Algunos autores colocan el politeísmo antes del polidemonismo (fuerzas personificadas e invocadas) Por ejemplo: el politeísmo «se distingue de la fase anterior
(polidemonismo) por la naturaleza de la adoración y de la posterior (monoteísmo) por el número de los objetos a los que se rinde esa adoración [14].

Otros expresan que el politeísmo es independiente y que debe ser estudiado como tal [15]

Podemos resumir para mayor comprensión las características más representativas y comunes del politeísmo:

 Están ordenados por genealogías o familias, formando panteones jerarquizados. Ejemplo: el panteón griego
 Están especializados en alguna necesidad humana: cultivos, amor, paz, guerra, fertilidad.
 Se establece una clara distinción entre su inmortalidad y la mortalidad de los humanos.
 Ejercen un patronazgo sobre los humanos y un acceso a ellos a través de los sacrificios que se le rinden.
 Cuentan con una estructura mitológica para explicar todo lo que el hombre no conoce de ellos.

Colocando en contexto el tema del politeísmo frente a lo que hemos desarrollado sobre Mesopotamia, podemos resumir
Así, que esto es lo que rodea a Abraham cuando es llamado por
Dios, esto es lo que Dios busca erradicar y mostrarle a Abraham,
cual es el único y verdadero Dios: Yahvé.

También en Egipto, civilización ya existente cuando Dios llama a


Abraham, se da un marcado politeísmo, pues el monoteísmo
egipcio no se da hasta el 1353 A.C.

Sin embargo, es necesario también poder analizar el monoteísmo


anterior al vivido por Israel, pues tampoco podemos afirmar que el
Monoteísmo sea una novedad de los judíos, aun cuando el
Monoteísmo que tenían los judíos tampoco puede igualarse al
vivido por culturas anteriores.

MONOTEISMO

El Monoteísmo lo analizaremos en las culturas anteriores a Israel,


para entender bien cómo se llega a concebir esta percepción. Hay
ciertas ideas primitivas del monoteísmo que es bueno que
podamos conocer para manejar mejor el tema.

Es importante notar que hay un grueso de autores que consideran que el monoteísmo antecedió al politeísmo y toman como base misma las civilizaciones
mesopotámicas.

Un punto importante en este análisis es que se muestra como el tener tantas cualidades la deidad única, se fue poco a poco asumiendo que cada una
representaba a una deidad diferente, así se pasó de atributos a individualidades:
De nuevo, como en Sumer y en Babilonia, así en el curso del tiempo los egipcios multiplicaron y fragmentaron en facciones con lealtades tribales y con unas
preferencias algo provincianas el más puro concepto de un Dios que todos ellos habían compartido al principio y que involucraba un considerable conocimiento de
Sus atributos. Esto llevó a una confusión de los atributos con diferentes individualidades, y los términos descriptivos pasaron a ser nombres de deidades[16].

Dios ocioso

El Monoteísmo cuenta con una teoría que se aplica al llamado "Dios ocioso”, según el cual, sólo hay un Dios creador de todo pero que después de la creación se
alejó y dejó a la humanidad sola y desprovista [17] Este tipo de concepción es muy común en diversas tribus africanas, sin embargo debemos tener claro que
argumentar un monoteísmo con base en esta concepción sienta un precedente volviendo históricas sus mitologías sobre el origen; de todos modos lo
mencionamos por la antigüedad de su concepción y su relación con el tema.

Pero traigo una frase importante para entender un poco cómo esta concepción del dios ocioso da pie al paso a un posterior politeísmo:

La idea del Dios ocioso nos remite a esa trágica idea de que la fe en un único Dios presupone un esfuerzo espiritual de tal índole que al final el drama del hombre
es sentirse alejado de ese de Dios y tener que acudir a los dioses [18]

Diosa madre

La figura femenina como deidad es algo que se puede apreciar en épocas tan antiguas como el paleolítico. En estas figuras se observa a una mujer desnuda
mostrando sus órganos genitales. Si bien para algunos autores estas figuras no son signo de divinidad, para otros sí lo son, lo interesante es que en esta época
prehistórica no se encuentren figuras masculinas.

Estas figuras evocan según la gran mayoría, a la diosa madre del clan. ¿Por qué se tenía a la mujer con esta figura? Pues según autores como Jean Markale,
debido al papel de la mujer en la reproducción y el desconocimiento del papel del hombre, y así mismo este tipo de culto se cayó una vez se dio el paso a la
sedentarización y a la agricultura.

Culto solar

Hay un paso importante del culto a la diosa madre al culto a los astros, sin que esto represente una suplantación sino la coyuntura donde pudieron convivir ambos
cultos, pero uno en decadencia y el otro en auge. Muchas pruebas muestran como la construcción de megalitos debe tener cierta relación con la adoración al sol,
por la forma en que están construidas y a donde apuntan.
Lo importante en este punto del Monoteísmo es mostrar cómo la creencia de un solo Dios es anterior al politeísmo. Flindiers Petri escribe [19]:

Siempre que podemos remontar el politeísmo a sus etapas más tempranas, encontramos que resulta de combinaciones de monoteísmo. En Egipto hasta Osiris,
Isis y Horus, tan familiares como tríada, se encuentran primero como unidades separadas en lugares diferentes: Isis como diosa virgen, y Horus como un Dios
autoexistente.

Cada ciudad parece haber tenido solo un dios perteneciente a la misma, y luego se fueron añadiendo otros con el transcurso del tiempo. De modo parecido, las
ciudades babilonias tenían cada una de ellas su dios supremo, y las combinaciones de los mismos y sus transformaciones para formarlos en grupos cuando sus
centros se unieron políticamente exponen cuán esencialmente eran deidades en solitario al principio.

La forma más explícita de un cierto monoteísmo, anterior a Israel, lo tenemos en Egipto con el dios Atón. En un momento de la historia Egipcia, el emperador
Akenatón eliminó el culto politeísta liderado por el dios Amón, e introdujo el culto al dios Atón:

Pero existió un corto período donde se presentó un Faraón que no creía en la divinidad politeísta. Éste generó un quiebre en la cultura, política, arte y religión de
Egipto, y fue conocido por el nombre de Akhenatón, el faraón que veneró un único dios.
Todo lo anterior, es un abreboca para empezar a entender la novedad que trae nuestro Dios: Yahvé es el único Dios y fuera de él no existe otro Dios:

¡Recuerden esto, y compréndanlo bien; piénsenlo en su corazón, rebeldes! Recuerden lo que sucedió antiguamente; porque yo soy Dios, y no hay otro, soy Dios,
y no hay nadie igual a mí.(Is 46, 8-9)

PREGUNTAS :

LAS RESPUESTAS A ESTAS PREGUNTAS DEBEN PUBLICARLAS EN EL FORO, EN LA SECCIÓN CORRESPONDIENTE A ÉSTA
LECCIÓN.

NOTA: Para publicar sus respuestas los participantes (alumnos) del curso, NO DEBEN ABRIR TEMAS NUEVOS en el foro, tan sólo
publicarlas en los temas (secciones) ya abiertas por el responsable del curso.
Publicar la respuesta haciendo click en el botón RESPONDER, aquel que señala la flecha en la imagen siguiente:

 ¿Qué papel jugó Mesopotamia en la historia de la Humanidad?


 ¿Cuáles fueron las principales civilizaciones mesopotámicas?
 ¿Cómo concebían la religión las culturas prehistóricas?
 ¿Cuáles son los rasgos principales del Politeísmo?
 ¿Cómo se supone que se dio paso al Politeísmo partiendo del Monoteísmo?

_____________________________________________________________

BIBLIOGRAFIA

[1] Según Génesis, estos ríos bordean el Jardín del Edén: El tercer río se llama Tigris: es el que corre al oriente de Asur. Y el cuarto río es el Eufrates.

[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Mesopotamia

[3]http://books.google.com.co/books?id=ovHw8qyuMc0C&printsec=frontcover&dq=mesopotamia&hl=es&ei=27s9Taz3JYO88gaurtn5Cg&sa=X&oi=book_result&ct=boo
k-thumbnail&resnum=2&ved=0CC0Q6wEwAQ#v=onepage&q&f=false

[4] http://www.allabouthistory.org/spanish/antigua-mesopotamia.htm
[5] http://www.allabouthistory.org/spanish/antigua-mesopotamia.htm

[6] http://es.wikipedia.org/wiki/Mesopotamia

[7] http://www.uned.es/geo-1-historia-antigua-universal/religionesantiguas_proximo_oriente1.htm

[8] Ib

[9] http://www.mercaba.org/TEOLOGIA/CURSO/05_el_pentateuco.htm

[10] http://es.wikipedia.org/wiki/Edward_Burnett_Tylor

[11] Se debe diferenciar con el animismo según lo enseña la Iglesia: http://mb-soft.com/believe/tsnm/animism.htm

[12] Echánove, Juan. Ecos del Desierto. Central Books Suplí. Pág 38-41

[13] Jonathan Friedlaender, profesor de antropología en la Universidad Temple (Estados Unidos) afirma que los primeros melanesios llegaron desde el sur del continente
asiático hará alrededor de 40.000 años y desde hace 9.000 empezaron a dedicarse a la agricultura, y luego a la pesca. Tomado de:
http://www.blogcurioso.com/melanesios/

[14] http://www.mercaba.org/DIOS%20CRISTIANO/P/politeismo.htm

[15] Los datos históricos no parecen justificar estas teorías evolutivas en un sentido o en otro y hoy parece imponerse la convicción de que el politeísmo no es un
momento histórico anterior al monoteísmo y sustituido por él, sino una forma religiosa, una manifestación del fenómeno religioso, una estructura religiosa que debe ser
estudiada como tal (G. van der Leew, R. Pettazzoni). http://www.mercaba.org/DIOS%20CRISTIANO/P/politeismo.htm

[16] http://www.sedin.org/doorway/34-monoteismo_primitivo.html

[17] Echánove, Juan. Ecos del Desierto. Central Books Suplí. Pág 50.
[18] Ib. Pg 51

[19] Petrie, Sir Flinders,The Religion of Ancient Egypt, Constable, Londres, 1908, pp. 3, 4.

[4]

Antigua Babilonia - ¿Dónde está?


La Antigua Babilonia estaba situada en Mesopotamia, entre el río Éufrates y el río Tigris. Hoy, los restos de la ciudad se extienden sobre un grupo de montículos situados en el Éufrates, cerca de
97 km al sureste de Bagdad, Irak. El río dividía la ciudad en dos, con la ciudad vieja hacia el este y la ciudad nueva, más pequeña, hacia el oeste. El río luego alimentaba canales principales que
llevaban agua a cada mitad. Durante el reinado de Senaquerib, la ciudad fue destruida por los asirios. Una vez que la ciudad fue reconstruida, el nombre fue cambiado a Babilonia. Más tarde, la
ciudad se convirtió en el lugar de reclusión de los cautivos hebreos que fueron llevados al exilio por el rey Nabucodonosor II, en el siglo VI a.C.
El suelo es muy fértil y produce cebada silvestre, garbanzos, y ajonjolí. Los pantanos producen una raíz comestible que iguala en nutrición a la cebada. La tierra es también rica en dátiles,
manzanas, y otras frutas, así como en peces y aves.

El nombre de Babilonia tiene algo de misterio. Los hebreos de la Biblia remontan su origen a una palabra en su propio idioma que significa "confusión," derivada de "La Torre de Babel," la cual
también estaba situada allí. En la historia bíblica, Dios confundió las lenguas de los edificadores para que no pudieran seguir comunicándose y terminar su trabajo. En el lenguaje semítico, el cual
hablaban los babilonios, el nombre de la ciudad puede haber significado "Puerta de Dios" o "Puerta de los Dioses."

Antigua Babilonia - ¿A quién adoraban ellos?


Existe un número de dioses a quienes los antiguos babilonios adoraban:

 An o Anu - el dios del Cielo


 Enlil - El dios del aire y de las tormentas. Era representado comúnmente en forma humana, pero también se asemeja a una serpiente.
 Enki - El dios del agua y de la tierra fértil
 Ki - La diosa madre que representa la tierra
 Assur - El dios principal de Asiria (dios del cielo)
 Ninlil o Nillina - La diosa del aire (posiblemente el viento del sur) y la esposa de Enlil
 Inanna - La diosa del amor y de la guerra
 Ea - El dios de la sabiduría
 Marduk - Originalmente el hijo de Ea y dios de la luz. Era el dios principal de Babilonia y el que enviaba al rey de Babilonia.
 Nanna - El dios de la luna
 Utu or Shamash - El dios del sol, así como el dios de la justicia
 Ninurta - Una deidad solar

Antigua Babilonia - ¿Cuál fue Su Cultura?


La innovación más famosa de la cultura antigua babilonia fue la astronomía, la cual comenzó como un estudio de la astrología. Ellos crearon catálogos estelares y un calendario casi perfecto, el
cual copiaron más tarde los judíos. Fueron capaces de predecir eclipses, los cuales ellos creían anunciaban tiempos malos y peligrosos. Los eclipses eran predichos a través de dos sistemas
matemáticos que ellos desarrollaron. Estos sistemas fueron la base científica del legado matemático y astronómico de la antigua Babilonia.

La Antigua Babilonia todavía figura en el futuro del mundo. Muchas de las ideas de religión de los babilonios se enseñan todavía en muchas de las religiones de hoy. La astrología era tenida en
alta estima en la sociedad babilónica, de igual manera que lo es hoy. Tal vez, el legado más importante que nos dejaron los babilonios fue su rol en las vidas del pueblo judío. El Señor utilizó
Babilonia como una herramienta para castigar a Su pueblo cuando ellos se apartaron de Él. La Biblia también nos dice que en un futuro, el Señor castigará a Babilonia, así como lo hizo en el
pasado.

[5]

Mesopotamia antigua - Antecedentes


La civilización de la antigua Mesopotamia ha sido habitada desde los albores del hombre. La palabra Mesopotamia proviene de origen griego, es decir, la tierra entre dos ríos - el Tigris y el
Éufrates. Tanto el Tigris y el Éufrates nacen en las regiones montañosas de Turquía y desembocan en el Golfo Pérsico.

En alrededor de 3500 aC, un grupo semítica antigua de las personas, los sumerios llamaron habitado esta tierra. Los sumerios, o semitas, eran descendientes de Sem, hijo de Noé. Después de la
civilización sumeria cayó, fueron seguidos por los asirios, y más tarde por los babilonios.

Hoy en día la mayor parte de esta área está dentro del país de Irak. La parte norte de esta zona es montañosa y tiene mucha madera. La parte sur de esta región es desértico con muy poca lluvia.
Sin embargo, tanto el Tigris y el Eufrates se desbordó regularmente sus bancos, convirtiendo las llanuras de inundación en tierra fértil. Los primeros cultivos de trigo y cebada fueron cultivadas
aquí. El hombre pasó de ser un cazador-recolector para trabajar la tierra, y organizó su sociedad en los distintos puestos de trabajo necesarios para cultivar la tierra. También comenzó la cría de
animales y la gestión de las llanuras de inundación de canales.

Por el año 3000 aC, la primera ciudad-estado, Uruk, fue construido con Gilgamesh como su gobernante. Pronto hubo otras ciudades-estado. Esos fueron Ur, Lagash, Eridu y Cis. Ur era la ciudad
más grande. Cada ciudad-estado fue gobernado por un rey y los reyes eran a menudo en guerra entre sí.

En 2600 aC, el rey Sargón I de Ur construyó el primer zigurat. Zigurats eran altos templos que la gente pudiera estar más cerca de Dios. El término significa Zigurat "plataforma entre el cielo y la
tierra." Cada ciudad-estado tenía su propia deidad y sacerdotes para atender a la misma. La Torre de Babel era un zigurat.

La antigua Mesopotamia - La gente notable de esta época

Ha habido muchas personas notables de la región de la antigua Mesopotamia. Aquí están algunos ejemplos:
El rey Sargón I de Akkad falló a Ur 2334-2279 antes de Cristo. Se le dice que se han encontrado flotando en un río, en una cesta como Moisés era. Era conocido como el primer constructor del
imperio. A través de su destreza militar, combinó los reinos de Sumer con el reino de Acad. Él era un constructor de Ziggurats.

Abraham era un habitante de la ciudad de la ciudad de Ur. Su padre, Taré, era un fabricante de ídolos. Abraham creyó en el Dios único, creador del cielo y de la tierra, no las múltiples deidades
que la gente común de la región creían. En alrededor de 2090 aC, Dios llamó a Abraham a salir de esa ciudad, para separarlo de que la influencia del mal, y para hacer de él una gran nación.
Abraham se convirtió en un vagabundo y un nómada en la tierra de Canaán. Él es el padre de los Judios. Jesús nació de la estirpe de Abraham.

Hay una antigua leyenda entre los Judios que Abraham entró en el taller de su padre, tomó un martillo y rompió todos los ídolos excepto uno. Se puso el martillo en la mano de aquel. Cuando
Taré entró, le pidió a Abraham lo que había sucedido. Abraham respondió: "Los ídolos tuvieron una pelea y sólo éste se deja", a la que respondieron Taré, "No seas tonto, no se pueden mover.
Son objetos de madera y piedra. "Abraham supuestamente replicó:" Entonces, ¿por qué las adoras? "

Rey Hammurabi reinó entre 1795 aC y 1750 aC. Fue el primer rey del imperio babilónico. Su ciudad capital era Babilonia. Él es mejor conocido por el Código de Hammurabi, un conjunto de leyes,
que rige todos los aspectos de la vida civil.

Aportes Mesopotamia- antiguas civilizaciones

Las personas de la antigua Mesopotamia han contribuido mucho a la civilización moderna. Las primeras formas de escritura vinieron de ellas en forma de pictogramas alrededor de 3100 aC. Más
adelante que se transformó en una forma de escritura llamada cuneiforme. También inventaron la rueda, el arado, y el velero. Los antiguos mesopotámicos fueron los primeros en construir y
vivir en ciudades. Ellos desarrollaron el calendario de doce meses y un código de ley, que fue copiado por muchas civilizaciones.

La antigua Mesopotamia tiene una rica historia que continúa tocando nuestras vidas hoy en día. La escritura, el derecho codificado, la agricultura, la construcción de ciudades y riego todos
tienen sus raíces en la zona. Lo mismo ocurre con el cristianismo. Los seguidores de Dios se establecieron en la zona por medio de Noé y el arca. Abraham, un descendiente de Noé, vivían en una
de las grandes ciudades de la época. Abraham fue llamado por Dios para ser el padre de los Judios y era un antepasado de Jesús, el líder de la cristiandad. Y eso puede ser la contribución más
importante de todos.

[6]

Mesopotamia (del griego: Μεσοποταμία, meso-potamía, ‘entre ríos’, árabe ‫ الرافدين‬bilād al-rāfidayn, traducción persa antiguo Miyanrudan, ‘la tierra entre ríos’, o del siríaco ‫ܒܒܒ‬
‫ ܒܒܒܒܒ‬beth nahrin, ‘entre dos ríos’) es el nombre por el cual se conoce a la zona del Oriente Próximoubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, si bien se extiende a las zonas fértiles
contiguas a la franja entre los 2 ríos, y que coincide aproximadamente con las áreas no desérticas del actual Irak y la zona limítrofe del noreste de Siria.

El término alude principalmente a esta zona en la Edad Antigua que se dividía en Asiria, al norte y Babilonia al sur. Babilonia (también conocida como Caldea), a su vez, se dividía
en Acadia (parte alta) y Sumeria (parte baja).1 Sus gobernantes eran llamados patesi.

Los nombres de ciudades como Ur o Nippur, de héroes legendarios como Gilgameš, del Código Hammurabi, de los asombrosos edificios conocidos como Zigurats, provienen de la
Mesopotamia Antigua. Y episodios mencionados en la Biblia o en la Torá, como los del diluvio o la leyenda de la Torre de Babel, ocurrieron en esta zona.

Índice
[ocultar]

 1Historia
o 1.1Sumerios y acadios
 1.1.1Los sumerios
 1.1.1.1El período dinástico arcaico
 1.1.2El Imperio acadio
 1.1.3Renacimiento sumerio
o 1.2Babilonios y asirios
 1.2.1El Imperio paleobabilónico
 1.2.2Asirios
 1.2.3Los neobabilónicos
o 1.3Invasión persa
 2Historia arqueológica
 3Cultura
o 3.1Ciencias
o 3.2Literatura
o 3.3Religión
o 3.4Lenguas
 4Arte
o 4.1Escultura
o 4.2Pintura
o 4.3Arquitectura
 5Tecnología
o 5.1Cerámica
o 5.2Metalurgia
 6Avances tecnológicos
 7Véase también
 8Referencias
 9Enlaces externos

Historia[editar]
Artículos principales: Historia de Mesopotamia y Creciente Fértil.

Localización aproximada de las culturas Hassuna-Samarra y Halafdurante el "período 6".


En el interior de Mesopotamia, la agricultura y la ganadería se impusieron entre el 6000 y el 5000 a. C., suponiendo la entrada de lleno alNeolítico.2 Durante este período, las nuevas
técnicas de producción que se habían desarrollado en el área neolítica inicial se expandieron por las regiones de desarrollo más tardío, entre ellas la Mesopotamia interior.2 Este hecho
conllevó el desarrollo de las ciudades. Algunas de las primeras fueron Buqras, Umm Dabaghiyah y Yarim y, más tardíamente, Tell es-Sawwan y Choga Mami, que formaron la
llamadacultura Umm Dabaghiyah. Posteriormente ésta fue sustituida por las culturas de Hassuna-Samarra, entre el 5600 y el 5000 a. C., y por lacultura Halaf entre el 5600 y
el 4000 a. C. (Halaf tardío).2 3

Aproximadamente en el 3000 a. C., apareció la escritura, en aquella época utilizada solo para llevar las cuentas administrativas de la comunidad. Los primeros escritos que se han
hallado están grabados sobre arcilla (muy frecuente en aquella zona) con unos dibujos formados por líneas (pictogramas).

La civilización urbana siguió avanzando durante el período de El Obeid4 (5000 a. C.–3700 a. C.) con avances en las técnicas cerámicas y de regadío5 y la construcción de los primeros
templos urbanos.6

Tras El Obeid, se sucede el Período de Uruk, en el cual la civilización urbana se asentó definitivamente con enormes avances técnicos como la rueda y el cálculo, realizado mediante
anotaciones en tablillas de barro y que evolucionaría hacia las primeras formas de escritura.6

Sumerios y acadios[editar]
Los sumerios[editar]
Artículo principal: Sumeria

Fue la primera civilización mesopotámica. Después del año 3000 a. C. los sumerios crearon en la baja Mesopotamia un conjunto de ciudades-
Estado: Uruk, Lagaš, Kiš, Uma, Ur,Eridu y Ea cuyo medio económico se basaba en el regadío. En ellas había un rey absoluto, que se hacía llamar «vicario» del dios protector de la
ciudad. Fueron los primeros en escribir (escritura cuneiforme), también construyeron grandes templos.

El período dinástico arcaico[editar]


Artículo principal: Período dinástico arcaico
Situación de las principales ciudades sumerias y alcance de esta cultura durante el período dinástico arcaico.

La difusión de los avances de la cultura de Uruk por el resto de Mesopotamia meridional dio lugar al nacimiento de la cultura sumeria. Estas técnicas permitieron la proliferación de las
ciudades por nuevos territorios y regiones. Estas ciudades pronto se caracterizaron por la aparición de murallas, lo que parece indicar que las guerras entre ellas fueron frecuentes.
También destaca la expansión de la escritura que saltó desde su papel administrativo y técnico hasta las primeras inscripciones dedicatorias en las estatuas consagradas de los
templos.7

Pese a la existencia de las listas reales sumerias la historia de este período es relativamente desconocida, ya que gran parte de los reinados expuestos en ellas tienen fechas
imposibles. En realidad, estas listas se confeccionaron a partir del siglo XVII a. C., y su creación se debió probablemente al deseo de los monarcas de remontar su linaje hasta tiempos
épicos. Algunos de los reyes son probablemente reales pero de muchos otros no hay constancia histórica y otros de los que se sabe su existencia no figuran en ellas.7

El Imperio acadio[editar]
Artículo principal: Imperio acadio
Mapa de la extensión del Imperio acadio con las conquistas de Sargón y las principales revueltas posteriores. Los 150 años de dominio acadio dejarán un profundo recuerdo en la metalidad mesopotámica,
que, en los siglos posteriores, será la cuna de grandes imperios sucesivos, para cuyos monarcas, Sargón y su nieto,Naram-Sim, se convertirán en los modelos arquetípicos de emperador. Sobre el primero
se proyectarán las virtudes a seguir, convirtiéndole en mito; sobre el segundo, el anti-modelo del Imperio agotado en sofocar rebeliones.8

La prosperidad de los sumerios atrajo a diversos pueblos nómadas. Desde la península arábiga, las tribus semitas (árabes, hebreos ysirios) invadieron constantemente la región
mesopotámica a partir del 2.500 a.C., hasta que establecieron su dominio definitivo.9

Hacia 3000 a. C. se extendieron hacia el norte, fundando diferentes grupos como los amorreos, en los que se incluyen fenicios, israelitasy arameos. En Mesopotamia el pueblo semita
que adquirió mayor relevancia fueron los acadios.

Hacia 2350 a. C., Sargón, un usurpador de origen acadio, se hizo con el poder en la ciudad de Kiš. Fundó una nueva capital, Agadé y conquistó el resto de ciudades sumerias,
venciendo al rey de Umma hasta entonces dominante, Lugalzagesi. Este fue el primer gran Imperio de la historia y sería continuado por los sucesores de Sargón, que se tendrían que
enfrentar a constantes revueltas. Entre ellos destacó el nieto del conquistador, Naram-Sin. Esta etapa marcó el inicio de la decadencia de la cultura e idioma sumerios en favor de los
acadios.

El Imperio se deshizo hacia el 2220 a. C., debido a las constantes revueltas y las invasiones de los nómadas gutis y amorreos. Tras su caída, la región entera cayó bajo el dominio de
esta tribu, que se impuso sobre las ciudades-Estado de la región, especialmente en el entorno de la destruida Agadé. Las crónicas sumerias los describen constantemente de forma
negativa, como "horda de bárbaros" o "dragones de montaña", pero es posible que la realidad no fuese tan negativa; en algunos centros se produjo un verdadero florecimiento de las
artes, como la ciudad de Lagaš por ejemplo, especialmente durante el gobierno del patesi Gudea. Además de la calidad artística, en las obras de Lagaš se utilizaron materiales
provenientes de regiones lejanas: madera de cedro del Líbano o diorita, oro y cornalina delvalle del Indo; lo que parece indicar que el comercio no se debió ver especialmente lastrado.
Las ciudades meridionales, más alejadas del centro de poder guti, compraban su libertad a cambio de importantes tributos; Uruk y Ur prosperaron durante sus IV y II dinastías.10 11
Renacimiento sumerio[editar]
Artículo principal: Renacimiento sumerio

Según una tablilla conmemorativa fue Utu-hegal, rey de Uruk, quien en torno a 2100 a. C. derrotó y expulsó a los gobernantes gutis de las tierras sumerias. Su éxito no le sería de mucho
provecho ya que poco después fue vencido por Ur-Nammu, el rey de Ur. Ésta pasó a ser la ciudad hegemónica en toda la región durante el período de la Tercera Dinastía de
Ur (también se suele denominar este período como Renacimiento sumerio). El Imperio surgido a raíz de esta hegemonía sería tan extenso o más que el de Sargón, del que tomaría la
idea de Imperio unificador, influencia que se aprecia incluso en la denominación de los monarcas, que a imitación de los acadios se harán llamar "reyes de Sumeria y Acad".12 A Ur-
Nammu le sucederá su hijo Shulgi, quien combatió contra el reino oriental de Elam y las tribus nómadas de losZagros. A éste le sucedió su hijo Amar-Suen y a éste primero un hermano
suyo, Shu-Sin y después otro Ibbi-Sin. En el reinado de este último los ataques de los amorreos, provenientes de Arabia, se hicieron especialmente fuertes y en el 2003 a. C. cayó el
último Imperio predominantemente sumerio. En adelante será la cultura acadia la que predomine y posteriormente Babilonia heredará el papel de los grandes imperios sumerios.12

Babilonios y asirios[editar]
Véase también: Amorita

Con la caída de la hegemonía de Ur no se repitió un período de oscuridad como el que había acontecido con la del Imperio acadio. Esta etapa estará marcada por el ascenso progresivo
de dinastías amorritas en prácticamente todas las ciudades de la región.

Durante los primeros 50 años parece que fue la ciudad de Isín la que trató sin éxito de imponerse en la región. Posteriormente, hacia 1930 a. C. serán los monarcas de Larsalos que se
lancen a la conquista de las ciudades vecinas, atacando Elam y las ciudades del Diyala y conquistando Ur, pese a lo cual no consiguió un dominio completo en la región; sin embargo,
conservó su hegemonía hasta prácticamente el surgimiento del Imperio paleobabilónico de Hammurabi, salvo un período entre 1860 y 1803 a. C. en el que la vecina Uruk consigue
desafiar su liderazgo.

En Elam la influencia acadia se hizo más fuerte y el reino pasó a inmiscuirse cada vez más en la política mesopotámica. En la Mesopotamia septentrional empezaron a surgir los
primeros estados fuertes, posiblemente reformados por el comercio existente entre las áreas meridionales y Anatolia, destacando principalmente el nuevo reino de Asiria, el cual llegaría
a expandirse hasta el Mediterráneo bajo el reinado de Šamši-Adad I.

El Imperio paleobabilónico[editar]
Artículo principal: Imperio paleobabilónico
Mapa del Imperio paleobabilónico tras las conquistas de Hammurabi, hacia 1750 a. C. Los nómadas casitas, tal vez originarios del sureste de Irán, ya se habían establecido en los montes Zagros, en el
límite oriental del Imperio. No tardarían en avanzar sobre él.

En 1792 a. C. Hammurabi llega al trono de la hasta entonces poco importante ciudad de Babilonia, a partir de la cual comenzará una política de expansión; en primer lugar se liberó de la
tutela de Ur para, en 1786, enfrentarse al vecino rey de Larsa, Rim-Sin I, arrebatándole Isín y Uruk; con la ayuda de Mari, en 1762 venció a una coalición de ciudades de la ribera del
Tigris, para, un año después, conquistar la ciudad de Larsa. Tras esto se autoproclamó como rey de Sumeria y Acad, título que había surgido en tiempos deSargón de Acad, y que se
había venido utilizando por los monarcas que conseguían el dominio de toda la región de Mesopotamia. Tras un nuevo enfrentamiento con una nueva coalición de ciudades conquistó
Mari, tras lo cual, en 1753, completó su expansión con la anexión de Asiria y Ešnunna, al norte de Mesopotamia.

Con el paso de los siglos la imagen del monarca se mitificó, no solo debido a sus conquistas, sino también a su actividad constructora y de mantenimiento de los canales de riego, y a la
elaboración de códigos de leyes, como el conocido código de Hammurabi.

Hammurabi murió en 1750 a. C., siendo sucedido por su hijo Samsu-iluna, quien tuvo que enfrentarse a un ataque de los nómadascasitas. Esta situación se repetiría en 1708 a.C.,
durante el reinado de Abi-Eshuh. En efecto, desde la muerte del conquistador, los problemas con los casitas se habían multiplicado. Esta presión fue constante y en progreso durante
el siglo XVII a. C., lo que fue desgastando al Imperio. Fue un ataque del rey hitita, Mursili I, lo que le dio el golpe de gracia a Babilonia, tras lo cual la región cayó bajo el poder de los
casitas.

Asirios[editar]
Véase también: Asiria
Hacia el 1.250 a.C. se establecieron en el norte de Babilonia los asirios, quienes tomaron el control de todo el país. Sus ciudades más importantes fueron Assur y Nínive, y entre sus
monarcas más ilustres destacaron: Assurnasirpal, Assurbanipal, Salmanasar III, Sargón II y Senaquerib. Babilónicos y medos se aliaron y entraron a Asiria desde la meseta de Irán, y
finalmente, en el año 612 a.C. tomaron e incendiaron Nínive.9

Los neobabilónicos[editar]

Babilonia resurgió con los caldeos, otra tribu semita, cuando fue refundada por su rey Nabopolasar, a fines del siglo VII. Su hijo, Nabucodonosor II "el grande", fue su sucesor y es
considerado uno de los reyes babilónicos más importantes, pues sus dominios llegaron desde Mesopotamia hasta Siria y la costa del Mediterráneo.

Invasión persa[editar]
En el año 539 a.C., el rey persa Ciro, el nuevo rey de Asia, ocupó Babilonia y estableció su poder en toda Mesopotamia.

Historia arqueológica[editar]
Los primeros sondeos en la región se llevaron a cabo en 1786 por el vicario general Joseph de Beauchamps, pero habría que esperar hasta 1842 para la primera excavación
arqueológica real. Fue motivada por el cónsul francés en Mosul, Paul Émile Botta, y se centró en el área de tell Kujunjik, cerca de Nínive. Los resultados no fueron interesantes pero, tras
trasladarse la excavación por consejos de un aldeano, aparecieron unos bajorrelieves asirios, lo que supuso el primer hallazgo histórico de las civilizaciones mesopotámicas, desde las
que, hasta entonces, solo se sabía por las menciones en la Biblia.13

A partir de este momento la investigación estuvo marcada por la rivalidad entre ingleses y franceses. Los primeros hallaron el principio de la biblioteca de Asurbanipal, los segundos, el
palacio de Sargón II en Khorsabad cuyos hallazgos tuvieron un desgraciado fin, al hundirse en el Tigris una embarcación con 235 cajas de material.13

En el área del sur, en la década de 1850, se descubrieron las ciudades de Uruk, Susa, Ur y Larsa, si bien no fue a partir de 1875 cuando se hallaron evidencias de la civilizaciónsumeria.
Hasta los primeros años del siglo XX aparecieron gran cantidad de restos, incluido un gran número de estatuas de Gudea. En esta etapa también comienzan a florecer las excavaciones
de alemanes y estadounidenses.13

Una de las principales características de los yacimientos arqueológicos de la zona es que se han encontrado en gran abundancia textos escritos en cuneiforme, fundamentalmente
sobre tablillas de arcilla cruda, lo que ha permitido conservar algunas de las primeras páginas de la historia de la humanidad.

Cultura[editar]
Las culturas de Mesopotamia fueron pioneras en muchas de las ramas de conocimiento; desarrollaron la escritura que se denominó cuneiforme, en principio pictográfica y más adelante
la fonética; en el campo del derecho, crearon los primeros códigos de leyes; en arquitectura, desarrollaron importantes avances como la bóveda y la cúpula, crearon un calendario de 12
meses y 360 días e inventaron el sistema de numeración sexagesimal.

Sus restos, aunque quizás todavía hay muchos por descubrir, muestran una cultura que ejerció una poderosa influencia en otras civilizaciones del momento y por ende el desarrollo de la
cultura occidental.

Ciencias[editar]
El cálculo floreció en Mesopotamia mediante un sistema de numeración decimal y sistema sexagesimal, cuya primera aplicación fue en el comercio. Además de la suma y resta conocían
la multiplicación y la división. A partir del II milenio a. C. desarrollaron una matemática que permitía resolver ecuaciones hasta de tercer grado. Conocían asimismo un valor aproximado
del número π, de la raíz y la potencia, y eran capaces de calcular volúmenes y superficies de las principales figuras geométricas.14

La astronomía floreció de igual forma. Los sumerios sabían distinguir entre planetas –objetos móviles– y estrellas. Pero fueron los babilonios quienes más desarrollaron este campo,
siendo capaces de prever fenómenos astronómicos con antelación. Este conocimiento de la astronomía les llevó a adoptar un preciso calendario lunar, que incluía un mes suplementario
que lo ajustaba al solar.14

También se han encontrado tratados de medicina y listados sobre geología, en los que se trataba de clasificar los diferentes materiales.14

Literatura[editar]
Antes del desarrollo de la literatura, el lenguaje escrito se usaba para llevar las cuentas administrativas de la comunidad. Con el tiempo, se le empezó a dar otro uso; explicar hechos,
fitas, leyendas, catástrofes.
Himno a Iddin-Dagan, rey de Larsa. Inscripcionescuneiformes en arcilla en sumerio. Hacia1950 a. C.

La literatura sumeria comprende tres grandes temas, mitos, himnos y lamentaciones. Los mitos se componen de breves historias que tratan de perfilar la personalidad de los dioses
mesopotámicos: Enlil, principal dios y progenitor de las divinidades menores; Inanna, diosa del amor y de la guerra o Enki, dios del agua dulce frecuentemente enfrentado a Ninhursag,
diosa de las montañas. Los himnos son textos de alabanza a los dioses, reyes, ciudades o templos. Las lamentaciones relatan temas catastróficos como la destrucción de ciudades o
palacios y el abandono de los dioses resultante.7

Algunas de estas historias es posible que se apoyasen en hechos históricos como guerras, inundaciones o la actividad constructora de un rey importante magnificados y distorsionados
con el tiempo.7

Una creación propia de la literatura sumeria fue un tipo de poemas dialogados basados en la oposición de conceptos contrarios. También los proverbios forman parte importante de los
textos sumerios.7

Religión[editar]
Artículo principal: Mitología mesopotámica

La religión era politeísta, en cada ciudad se adoraba a distintos dioses, aunque había algunos comunes. Entre estos podemos ver a:

 Anu: Dios del cielo y padre de los dioses.


 Enki: dios de la Sabiduría
 Nannar: dios de la Luna
 Utu: dios del Sol (hacia el 5100 a. C. se llamaba Ninurta).
 Inanna: diosa Venus
 Ea: Creador de los hombres
 Enlil: dios de la agricultura.

En el siglo XVII a. C., el rey Hammurabi unificó el Estado, hizo de Babilonia la capital del imperio e impuso como dios principal a Marduk. Este dios encargado de restablecer el orden
celeste, de hacer surgir la tierra del mar y de esculpir el cuerpo del primer hombre antes de repartir los dominios del universo entre los demás

Algo que los caracterizaba era que sus dioses estaban asociados a distintas actividades, es decir que tenían dioses de la ganadería, escritura, confección, etc. Esto hizo que ellos
tuvieran una religión muy amplia.

 Véase: Deidades por atributos.


Lenguas[editar]
El desarrollo temprano de la agricultura en la región pudo haber permitido que numerosos pequeños grupos humanos independientemente se expandieran desde la región haciendo que
la diversidad lingüística de la región inicialmente fuera muy grande. La situación contrasta con la que se presenta cuando grupos humanos agrícolas con una tecnología superior
penetran en un territorio menos densamente poblado por poblaciones seminómadas, lo cual da lugar a una diversidad mucho menor, como lo acontecido en Europa a la entrada de
pueblos indoeuropeos.

En Mesopotamia se reconocen dos grandes familias lingüísticas la indoeuropea (cuya presencia se debe a varias olas, ya existen lenguas de diferentes ramas) y la semítica (de la que
se testimonian dos ramas). Junto con estas existe un número importante de lenguas aisladas (sumerio, elamita) o cuasiaisladas (hurrita-uratiano) junto con un número de lenguas mal
documentadas cuya filiación no puede precisarse adecuadamente (kasita, hatti, kaskas). Muchas de las lenguas aisladas, cuasi-aisladas y no clasificadas parecen tener rasgos
ergativos, lo cual las acerca tipológicamente a algunas lenguas caucásicas aunque eso no es prueba de parentesco, ya que dichos rasgos podrían ser muestra de que en el pasado
había existido un área lingüística de convergencia.

Arte[editar]
Artículo principal: Arte de Mesopotamia

En la fértil de una y otra llanura, abundantemente regada en su parte inferior por los dos ríos que delimitan esta civilización, se produjo muy pronto la sedentarización de los pueblos
nómadas que pasaban por allí convirtiéndose en agricultores y desarrollando una cultura y un arte con una sorprendente variedad de formas y estilos.15

Con todo, el arte en general mantiene bastante unidad en cuanto a su intencionalidad, que da como resultado un arte un poco rígido, geométrico y cerrado, pues, ante todo, tiene una
finalidad práctica y no estética, se desarrolla al servicio de la sociedad.16

Escultura[editar]
Unas veces representa soberanos, otras dioses, otras funcionarios, pero siempre personas individualizadas (a veces con su nombre grabado). Busca sustituir a la persona más que
representarla. Cabeza y rostro desproporcionados respecto al cuerpo; por este motivo, desarrollaron el llamado realismo conceptual: simplificaban y regularizaban las formas naturales
gracias a la ley de la frontalidad (parte derecha e izquierda absolutamente simétricas) y al geometrismo (figura dentro de un esquema geométrico que solía ser el cilindro y el cono). Las
representaciones humanas mostraban una total indiferencia por la realidad. Por otra parte, los animales presentaban un mayor realismo.

Algunos temas recurrentes de la escultura mesopotámica son toros monumentales, muy estilizados y realistas (genios protectores, monstruosos y fantásticos como todo lo sobrenatural
en Mesopotamia). Sus técnicas principales fueron el relieve monumental, la estela, el relieve parietal, el relieve de ladrillos esmaltados y el sello: otras formas de esculpir y desarrollar
auténticos cómics o narraciones en ellos.

Estatuilla de un hombre barbudo, probablemente un rey-sacerdote, en piedra caliza. Período de Uruk, año 3300 a. C., Museo del Louvre

Estela de los buitres. Conmemora la victoria del rey Eannatum de Lagaš sobre Umma durante el período dinástico arcaico, año 2450 a. C., Museo del Louvre

Estatua del superintendente Ebih II(detalle de la cabeza), 52,5 cm de alto, procedente del templo de Ištar en Mari, período acadio, año 2400 a. C., Museo del Louvre

Estatua sedente del príncipe Gudea, escultura en diorita, 46 centímetros de alto, excavado en Telloh (antigua Girsu), Irak,período neo-sumerio, año 2120 a. C., Museo del Louvre

Pintura[editar]
Debido a las características del país, existen muy pocas muestras, sin embargo el arte es muy parecido al arte del período magdaleniense de la prehistoria. La técnica era la misma que
en el relieve parietal, sin perspectiva. Al igual que los mosaicos (más perdurables y característicos) tenía un fin más decorativo que las otras facetas del arte.

En la pintura y grabados, la jerarquía se mostraba de acuerdo al tamaño de las personas representadas en la obra: los de más alto rango se mostraban más grandes a comparación con
el resto.

La pintura fue estrictamente decorativa. Se utilizó para embellecer la arquitectura. Carece de perspectiva, y es cromáticamente pobre: solo prevalecen el blanco, el azul y el rojo. Uso de
la técnica del temple, que se puede apreciar en mosaicos decorativos o azulejos. Los temas eran escenas de guerras y de sacrificios rituales con mucho realismo. Se representan figuras
geométricas, personas, animales y monstruos. Se emplea en la decoración doméstica. No se representaban las sombras.

Arquitectura[editar]
Artículo principal: Arquitectura de Mesopotamia

Los mesopotámicos tenían una arquitectura muy particular debido a los recursos que tenían disponibles. Hicieron uso de los dos sistemas constructivos básicos: el abovedado y el
adintelado.

Construyeron mosaicos pintados en colores vivos, como negros verdes bicolores hechos por ellos mismos que eran muy creativos a manera de murales. No había ventanas y la luz se
obtenía del techo. Se preocupaban de la vida terrenal y no de la de los muertos, por tanto las edificaciones más representativas eran: el templo y el palacio.

El templo era un centro religioso, económico y político. Tenía tierras de cultivo y rebaños, almacenes (donde se guardaban las cosechas) y talleres (donde se hacían utensilios, estatuas
de cobre y de cerámica). Los sacerdotes organizaban el comercio y empleaban a campesinos, pastores y artesanos, quienes recibían como pago parcelas de tierra para cultivo
de cereales, dátiles o lana. Además, los zigurats tenían un amplio patio con habitaciones para alojar a las personas que habitaban en este pueblo.

El urbanismo regulado estuvo presente en algunas ciudades, como la Babilonia de Nabucodonosor III, mayoritariamente en damero. En cuanto a las obras de ingeniería, destaca la
extensísima y antigua red de canales que unían los ríos Tigris, Éufrates y sus afluentes, propiciando la agricultura y la navegación.

Tecnología[editar]
El desarrollo de la tecnología en Mesopotamia estuvo condicionado en muchos aspectos a los avances en el dominio del fuego, conseguidos mediante la mejora de la capacidad térmica
de los hornos, con los cuales es posible conseguir yeso (a partir de los 300 °C), y cal (a partir de los 800 °C). Con estos materiales se podía recubrir recipientes de madera lo que
permitía ponerlos al fuego directo, una técnica predecesora de la cerámica a la que se ha llamado «vajilla blanca».17
Los inicios de esa técnica se han encontrado en Beidha, al sur de Canaán, y datan del IX milenio a. C. aproximadamente, desde los milenios posteriores se extiende hacia el norte y al
resto del Próximo Oriente, cubriéndolo por completo entre 5600 y 3600 a. C.17

Cerámica[editar]
En Mesopotamia la cerámica comienza a desarrollarse ya empezado el Neolítico, por lo que se habla de un Neolítico Precerámico. Tras este, se da un período en el que la cerámica
aparece de forma intermitente en los restos. Esto es debido, más que a una serie de descubrimientos y olvidos, a que la "vajilla blanca" era aún suficiente para la mayor parte de las
aplicaciones. Hacia el IV milenio a. C. la cerámica alcanzó un desarrollo pleno, con hornos donde el fuego y la cámara de cocción estaban bien diferenciados.17

A partir de aquí y con el dominio de temperaturas aún superiores, surgió una nueva técnica: la vitrificación de la pasta. Hacia el III milenio a. C., durante el período Jemdet Nasrse
conseguía fabricar perlas de vidrio y un milenio después ya se dominaba la técnica del vidriado. Finalmente, durante el II milenio a. C., se logró la fabricación de objetos devidrio.17

Metalurgia[editar]

Regiones productoras de metales utilizados en Mesopotamia. Mesopotamia carecía de yacimientos de metales propios, por lo que podía haberse visto en desventaja frente a las vecinas regiones
montañosas; no fue así, ya que en esas zonas el desarrolló político era muy inferior al mesopotámico, y no se creó ningún estado poderoso a expensas de esta riqueza. A la larga, fueron los habitantes de
Mesopotamia los que, mediante el comercio, controlaron este bien.17

La utilización de pequeños objetos metálicos tallados había sido una constante en la región desde el VI milenio a. C., sin embargo no fue hasta el desarrollo de hornos más potentes
cuando se generalizó el uso de estos materiales mediante la aparición de la metalurgia. Este cambio puede situarse a mediados el III milenio a. C.; empieza a encontrarse mayor
cantidad de objetos metálicos; por su composición, se aprecia que estos objetos son obtenidos mediante fundición, no por el tallado de metales en estado natural y se empieza a
experimentar con aleaciones.17

Con el desarrollo de las aleaciones se produjo el nacimiento de la metalurgia del bronce, que se diferenció en dos vertientes según los metales con los que se obtenía la aleación; bien
fuesen cobre y estaño o cobre y arsénico. El bronce arsenioso se desarrolló en las áreas del Cáucaso, este de Anatolia, sur de Mesopotamia y Levante mediterráneo, trazando un eje
norte sur. El bronce de estaño predomina en Irán, Mesopotamia completa, en el norte de Siria y en Cilicia, trazando un eje este-oeste. El punto de cruce de estos dos ejes es el sur de
Mesopotamia, esto es, la cuna de la civilización sumeria. Esta situación se mantiene durante los milenios IV y III a. C., hasta que en el segundo el bronce arsenioso desaparece.17

Entre el 1200 y el 1000 a. C. se produce un nuevo avance: el hierro, que hasta entonces había sido escaso hasta el punto de costar igual que el oro, se populariza debido probablemente
al descubrimiento de nuevas técnicas, conseguidas en el área del norte de Siria o en la tierra de los Hititas.17

Avances tecnológicos[editar]
Algunas de las creaciones que les debemos a las civilizaciones que habitaron Mesopotamia son:

 La escritura (escritura cuneiforme)


 La moneda.
 La rueda.
 Las primeras nociones de astrología y astronomía.
 El desarrollo del sistema sexagesimal y el primer código de leyes, escrito por el rey Hammurabi.
 Idearon el sistema postal o de correo.
 La irrigación artificial.
 El arado.
 El bote y la vela.
 Los arreos para los animales.
 Desarrollaron la metalurgia del cobre y el bronce.
 Un calendario de 12 meses y 360 días.

Véase también[editar]
 Anexo:Cronología de Mesopotamia
 Anexo:Imperios
 Babel
 Creciente fértil

Referencias[editar]
1. Volver arriba↑ Klima, Josef (1983). Sociedad y Cultura en la Antigua Mesopotamia. Madrid: Akal Editor. p. 9. ISBN 84-7339-517-4.
2. ↑ Saltar a:a b c Jean-Claude MARGUERON (2002). «Los inicios del Neolítico en Mesopotamia».Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.
3. Volver arriba↑ Isaac ASIMOV (1986 cacorroz). «Los sumerios - Las grandes invenciones». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-3745-7.
4. Volver arriba↑ Jean-Claude MARGUERON (2002). «La época de El Obeid». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.
5. Volver arriba↑ Jean-Claude MARGUERON (2002). «El dominio del agua». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.
6. ↑ Saltar a:a b Jean-Claude MARGUERON (2002). «¿El templo nació en la época de Obeid?». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.
7. ↑ Saltar a:a b c d e Jean-Claude MARGUERON (2002). «La época del Dinástico Arcaico». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5. Error en la cita: Etiqueta <ref> no
válida; el nombre "marglitsum" está definido varias veces con contenidos diferentes
8. Volver arriba↑ Jean-Claude MARGUERON (2002). «El Imperio de Agadé». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.
9. ↑ Saltar a:a b http://www.icarito.cl/enciclopedia/articulo/segundo-ciclo-basico/historia-geografia-y-ciencias-sociales/origenes-del-hombre/2009/12/89-7027-9-las-culturas-en-mesopotamia.shtml
10. Volver arriba↑ Isaac ASIMOV (1986). «Los acadios - Los nómadas conquistadores». El Cercano Oriente. Madrid: Alianza Editorial. ISBN 978-84-206-3745-7.
11. Volver arriba↑ http://www.historiasimple.com/2009/07/el-imperio-acadio.html
12. ↑ Saltar a:a b Jean-Claude MARGUERON (2002). «El renacimiento sumerio de la III Dinastía de Ur». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.
13. ↑ Saltar a:a b c Jean-Claude MARGUERON (2002). «La evolución de la exploración arqueológica».Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.
14. ↑ Saltar a:a b c Jean-Claude MARGUERON (2002). «Las ciencias exactas». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.
15. Volver arriba↑ http://web.archive.org/web/http://arteenlasculturas.8m.com/mesopt.htm/
16. Volver arriba↑ http://www.arteespana.com/artemesopotamico.htm
17. ↑ Saltar a:a b c d e f g h Jean-Claude MARGUERON (2002). «El impulso del dominio del fuego y sus aplicaciones». Los mesopotámicos. Fuenlabrada: Cátedra. ISBN 84-376-1477-5.

[7]

LA RELIGIÓN SUMERIA
El panorama religioso del Próximo Oriente es muy complicado, dado la gran cantidad de pueblos que conviven en esta amplia zona, pueblos que, además, tienen
tradiciones religiosas muy diferentes.

Comenzaremos por el pueblo sumerio, que vivió en el sur de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates, desde fines del IV milenio a.C.

Algunos DIOSES
 Los sumerios, autóctonos posiblemente, de lengua aglutinante, tenían numerosos dioses a los que invocaban su protección.
 Existía una trinidad de dioses mayores (Enlil, Enki, Ea ).
 También existían dioses y diosas patronos o protectores de una determinada ciudad ( el dios Ningirsu en Lagash, Shara en Umma).
 Algunos reyes también tenían sus dioses protectores, como Ningizzidda y Lama , protectores del rey Gudea de Lagash.
 Los acadios, semitas, que tras la toma del poder por Sargón I de Akad ejercieron la hegemonía en la región mesopotámica a partir del año 2334
a.C., adoptaron estas mismas deidades, cambiando sus nombres.
 Las tradiciones semita, hebrea y posteriores tienen muchos mitemas comunes con la mitología sumeria:

o COSMOGONIA. Nammu creó el cielo y la tierra (que se la dio a Ki y a An), Su hijo Enlil creó la atmósfera, el viento , la tormenta y separó el día de la
noche. Enlil y Ki crearon los animales, y las plantas. Los hombres fueron creados por Enki y Ki para servir los dioses.

o La mujer (Eva). Ki creó con la costilla de Enki una diosa, Nin-ti, que significa mujer de la costilla. Una mala traducción añadió todo lo demás.
o El paraíso. Enki creó un lugar donde el hombre podía vivir sin miedo a los animales (serpientes, hienas, escorpiones o leones) un lugar sin terror, pero Enki
descubrió un comportamiento inadecuado en los humanos y los expulsó.

o Caín y Abel. Dos dioses, Emesh (el verano) y Enten (el invierno), que inicialmente fueron encargados por Enlil , uno de las cosechas y la agricultura y otro
de los animales y el ganado, pero que tuvieron una gran disputa.
Un problema parecido hubo entre Ashnan (diosa del grano) y Lahar (diosa del ganado). Después de una borrachera se pelearon y Enlili y Enki tuvieron que
mediar entre ambos.
o El Diluvio Universal. Durante 7 días y 7 noches llovió sin parar pero Ziusudra, avisado por el dios Utu, creó un barco, donde guardó ejemplares de semillas
y animales. Cuando dejó de llover, y apareció el sol, Ziusudra hizo el sacrificio de una oveja al dios Utu.
 Es lógico suponer que la religión de Abraham que huyó de Ur, posiblemente, al final de la III Dinastía (a fines del II milenio a.C.) tal vez por la
invasión amorita, tuviese un fondo común con estas tradiciones mesopotámicas.

DIOSES PRINCIPALES.

EXISTIA UNA Primera Triada, formada por ANU, ENLIL Y EA

Anu: Era rey de los dioses, cabeza de familia. Dios del paraíso y de la tierra. Dios del firmamento estrellado, el espíritu monarca de la esfera superior. Su símbolo era
una estrella. De acuerdo con la tradición sumeria, vivía en el Paraíso y hacía visitas a la tierra en épocas de crisis o en ceremoniales. Su Templo en Uruk recibía el nombre
de EANNA ("la casa de AN"). De su unión con Nannu tuvo a Enki, y de su unión con Ki tuvo a Enlil. Fue asimilado al dios asirio Assur y al filisteo Dagon. Se representa con
un disco alado, que emerge de un busto humano con una tiara real con dobles cuernos y cola de águila, en el acto de tensar un arco para lanzar una flecha. Sus hijos y
seguidores fueron los Anunnaki o Annuna.

Enlil: Era el dios mas importante del Panteón sumerio. Hijo de An (El paraíso) y de la diosa Ki (la tierra). Señor del "lil", padre de los dioses y de los hombres. Reinaba
sobre la atmósfera, el aire, las tormentas y el viento. Era también el dios de la fuerza y de la violencia. Llegó a la tierra antes de la llegada de los hombres, separó el
paraíso de la tierra. En el Paraiso se sitúa detrás de su padre, y en la tierra cuando se reúnen lo dioses, lo hacen en su templo Ekur en Nippur, la ciudad sagrada, solo
habitada por sacerdotes. De su unión con la diosa Ninlil tuvo a su hija Sin. Fue el padre de Ningirsu.
Enki (Ea en acadio): Era el dios sumerio de las Aguas, la fertilidad y de la sabiduría. Surge del caos húmedo, de las aguas marinas, e impregna a la Tierra y da
vida a los seres que la pueblan. Protector de marinos y navegantes. Llamado Ea por los acadios. El Guardián de las leyes divinas y del ME (el orden sin el caos, el gran
atributo de la civilización y el poder de los dioses). Su ciudad era Eridu. Innana le convenció (¿engaño?) para que le cediera algunas de sus responsabilidades. Se le
representa a menudo como un ser con cuerpo de pez del que surge una cabeza humana y con pies similares a los humanos.

Otros DIOSES

Adab.Dios del trueno y de la tormenta.


Alla.Dios menor. Mensajero de Ningizzidda.
Antu.Madre de Anu.
Anunitu.Dios acadio.
Baba.Diosa protectora de Lagash. Templo en Lagash.
Dagan (Dagon).Dios de Tutul en el Balikh, ciudad conquistada por Sargón I. Este dios fue incorporado al panteón sumeroacadio.
Dumuzi o Dumuzz.Consorte de Inanna, era dios de la vegetación, que moría todos los años en invierno y renacía en primavera.
Ereshkigal.Hermana de Enki e Inanna, era diosa del mundo subterráneo, la oscuridad y la muerte.
Geshtinnana.Dios menor.
Gugalamma.Marido de Ereshkngal.Su nombre significa "Toro del Cielo".
Inanna (Innin, Ishtar en acadio).Era la diosa de la fertilidad, del amor y de la guerra y tenía un templo en Zabalam y era la protectora de Uruk (Erech).
Se la asociaba con la estrella de la mañana (el planeta Venus). Era también la diosa de la naturaleza y de la fecundidad, prolongación de la tradición de "diosas
madres" prehistóricas, fue la protagonista de mitos tan arquetípicos como el del "descenso a los infiernos". Se la identificaba con la diosa griega Afrodita y la Astarté
fenicia. En algunas tradiciones es hija de Anu y Ki (la tierra), y en otras de Sim y Ningal (la luna). Tuvo 7 templos en Sumer, aunque el mayor estaba en Uruk, dedicado
a ella y a Anu. Su consorte fue Dumuzi, dios menor o semidiós y héroe de Uruk.
Ki.Diosa de la tierra, madre de Enlil. A menudo se le confunde con Ninhursag (reina de las montañas), Ninmah (la señora exaltada) o Nintu. Participó con Enlil y con Enki
en la creación del mundo y de los hombres. Algunos la consideran parte de la primera tríada como un dios mayor.
Lama.Diosa personal de Gudea.
Nanna o Nannar o Zuen.Otro nombre de la dios de la luna Sin acadio.
Nannu o Nammu.Diosa inicial del mundo, existía desde el inicio. Diosa de las profundidades marinas. Ella creó el cielo y la tierra. Madre de los dioses, como Enki.
Mujer de An.
Nanshe.Diosa protectora de Lagash.
Nergal o Menslamtaea.Dios de mundo subterráneo. Segundo Hijo de Enlil y Ninlil.
Nidaval o Nisaba o Nasaba.Diosa de la escritura. Diosa de los cereales. Protectora de archivos reales. Diosa protectora de Umma.
Ninazu.Dios hijo de Ninlil y Enlil en el mundo oculto. Permanece allí, pues Ninlil no se pudo traer.
Ningal.Diosa de la luna. (Protectora de Ur).
Ningirsu.Dios sumerio, protector de Lagash (dios de Girsu). Es un dios guerrero y eliminador de demonios. Dios del huracán. Su templo construido por Ur-Nasne, rey
de Lagash, en Tello, fue destruido por Lugalzagesi, rey de Umma, y posteriormente reconstruido por Gudea (época neosumeria). Se le asocia a Ninurta.
Ningizzida.Dios sumerio de la vegetación y el mundo subterráneo, era la divinidad personal del rey Gudea de Lagash. Su emblema era la serpiente.
Ninkasi.Diosa de la bebida. Hija de Ninhursag y Enki. (Uno de sus 8 hijos).
Ninhursag o Ninkhursag.Hija de Anu. A veces se confunde con Ki. Fue amante de Enki, diosa de la medicina y de la naturaleza. Siguiendo los consejos de
Enki creó al hombre. Se le llamaba "Mammu" (madre, mama). Tuvo un hijo con Enlil que se llamo NINURTA (el señor de la fuente). Su principal templo estaba en El
Obeid.
Ninisinna.Diosa protectora de Isin.
Ninki.Diosa esposa de Enki.
Ninlil.Diosa esposa de Enlil. Madre de Sim. Protectora de Tummal, distrito de Nippur.
Ninmakh o Ninmah.La señora de la montaña, de carácter agrícola. Equivale a Ninhursag.
Ninurta.Hijo de Enlil y Ninhursag, titular de la vegetación y de la caza. Señor del arado.
Shara.Diosa sumeria, protectora de Umma.
Sin.Dios sumerio de la luna. Hijo de Enlil y Ninlil, nació en el mundo subterráneo y fue obligado a permanecer durante su infancia en el mundo de la muerte. Deidad
tutelar de Ur. Es el dios de la noche, representado a veces como un toro; rige los movimientos de la noche y del día y las fases de la luna. Otras veces se le representa
como el disco lunar, o con forma de hombre mitrado. Sim se caso con Ningal (diosa de la luna) y tuvieron como hijos a Inanna y Utu (Shamash), el dios del sol.
Utu (Shamash en acadio). Era hijo de Sim y Ningal. Era el dios sumerio del sol y de la justicia y de los oráculos. Llamado Shamash por los acadios. Dios solar
que surge por el Este en su carro de oro y que recorre el firmamento en torno al mundo entero, y que finalmente se va por Occidente y se recoge en su morada Ebabbarra
(en las profundidades) al finalizar cada día. Protegía a todos los seres creados de la oscuridad y de las potencias del mal que acchan en ella. Dios bueno y justo, era
considerado el patrón de la "magia blanca", de las leyes y de la justicia.
Tabla de relación entre los dioses

[19]
EL MONOTEÍSMO PRIMITIVO, Y
EL ORIGEN DEL POLITEÍSMO
Artículo 34 ARTHUR C. CUSTANCE, M.A., Ph.D.

Miembro de la Afiliación Científica Americana

Miembro de la Asociación Americana de Antropología

Miembro del Real Instituto de Antropología

Ottawa, 1968 / Rev. 1977

Traducción del inglés: Santiago Escuain

Página principal
Índice Introducción
Índice general castellano

Introducción
Vuelta al Índice de EL
PÓRTICO
Capítulo 1
Libros recomendados
Del monoteísmo al politeísmo
ACE CIEN AÑOS, cuando Darwin publicó su libro El Origen de las Especies, el clima de opinión ya tendía hacia el punto

H
orígenes
de vista de que todo estaba en estado de mejora, que los humanos estaban mejorando más y más, que sus ideales
eran más y más elevados, y su fe religiosa más y más pura, y su productividad cada vez mayor. El corolario de todo vida cristiana
Capítulo 2 esto, aunque no siempre se sacaron las consecuencias de ello, era que retrocediendo en el tiempo, todo tenía que
bibliografía general
Algunas implicaciones haber sido peor, y tanto más peor según se retrocediese en la historia y en la prehistoria. Incluso los que creían que
ocasionalmente en el pasado y en algunas zonas del mundo también se había dado un proceso de degeneración —en Coordinadora Creacionista
Apéndice
particular donde había hombres primitivos—, seguía habiendo una persuasión emocional de que en general el progreso era
Bibliografía Adicional Museo de Máquinas Molecu
algo automático. La persuasiva filosofía de la evolución parecía tener una calidad contagiosa, y una por una, cada rama de la
investigación histórica sucumbió a la tentación de reconstituir sus datos en escalas ascendentes, comenzando desde lo simple, Temas de actualidad
burdo o ingenuo, y conduciendo hacia lo complejo, refinado o sofisticado en el presente. Se dio por supuesto que todo se
Documentos en PDF
amoldaba a este patrón: la historia del arte, de la tecnología, de la organización social, en realidad de todo —incluyendo las (clasificados por temas)
creencias religiosas. Había un impulso lógico en todo ello. Y de cierto parecía evidente que tenía que ser así.

Hubo varias teorías acerca del origen de la fe religiosa con una interpretación evolutiva que precedieron a la clásica
obra de Darwin. Spencer escribió con cierta extensión acerca de esta cuestión, como otros autores, cada uno de ellos
exponiendo la manera en que suponían que «todo comenzó». Había comenzado con el culto a los muertos, a veces de
Pinche AQUÍ para descargar este artículo los antepasados, pero no siempre, o comenzó con la sensación que se suponía que el hombre primitivo debía abrigar
en formato PDF listo para su impresión de que la Naturaleza estaba animada, que las «cosas» tenían «voluntades» y que era bueno reconciliarse con ellas, o
comenzó simplemente porque nuestros antiguos antepasados vivían unas vidas tan rodeadas de peligros en
circunstancias tan atemorizadoras y por ello tan constantemente asediados de cosas desconocidas, que estaban
amedrentados y temblando y casi paralizados por el temor durante la mayor parte de sus vidas. En estas
Acceso al artículo original circunstancias, lo que se suponía que era una cierta disposición supersticiosa de la naturaleza humana dio origen de
forma «natural» a sentimientos de asombro y temor, que poco a poco evolucionaron y dieron origen a creencias
-Primitive Monotheism: And the Origin of
religiosas estructuradas. Esto parece como una burda exageración de lo que hombres desde luego inteligentes afirman
Polytheism que sucedió, pero no es tal exageración. Por ejemplo, Lewis Browne escribió con toda seriedad:[1]

En el principio fue el temor; y el temor estaba en el corazón del hombre; y el temor controlaba al hombre. En
todo momento lo abrumaba, y no le dejaba un momento de tranquilidad. Con el salvaje aullido del viento caía
sobre él; con el estallido del trueno y el gruñido de las fieras que acechaban. Todos los días del hombre eran
grises por el temor, porque todo su universo parecía cargado de peligros. ... Y él, un pobre y balbuceante medio
simio, cuidando su herida en alguna caverna fría y desapacible, solo podía temblar lleno de temor.

Los escritores cristianos que creían que la Escritura era un verdadero registro de la historia temprana del hombre
consideraron esta tendencia como un verdadero desafío, y con creciente frecuencia comenzaron a aparecer eruditos
artículos y libros académicos, en los que se declaraba que el punto de vista contrario era una interpretación mucho
mejor de la evidencia disponible. Fue una época de gran expansión misionera; y, no debería olvidarse, también de
expansión en estudios realizados por antropólogos sobre pueblos primitivos. Cosa inesperada, los mejores informados
entre dichos antropólogos comenzaron a encontrarse con mayor acuerdo con los primeros, y el resultado fue la
publicación de los escritos de alguien como Andrew Lang. Lang influyó mucho sobre un autor católico romano,
Wilhelm Schidt, que era antropólogo y fundador de una revista justamente célebre, Anthropos. En aquellos primeros
tiempos, la revista The Transactions of the Victoria Institute iba repleta de artículos sobre esta cuestión. Más adelante
en este artículo se da una lista de los mismos. Entre los años 1900 y 1935, toda esta cuestión fue tratada por hombres
convencidos de que las reconstrucciones evolutivas de las creencias religiosas del hombre eran fundamentalmente
erróneas, y produjeron tal impacto que los filósofos evolucionistas prácticamente abandonaron toda esta línea
argumental. A partir de mediados de la década de 1930, esta cuestión ha estado prácticamente muerta, aunque muchos
seminarios teológicos liberales desarrollan sus cursos de historia de la religión como si nunca se hubiera escrito nada
de lo anterior.
Debido a que los evolucionistas han abandonado el tema, ha pasado a ser un tema de relativo poco interés por parte
de muchos lectores cristianos bien informados, y se oye bien poco acerca de esto en la actualidad. Esto podría llevar a
creer que la filosofía evolucionista no ha sido una maldición absoluta, porque allí donde ha sido rigurosamente
seguida y expuesta dogmáticamente, los evangélicos se han visto forzados a reflexionar seriamente y a escribir
seriamente acerca de la cuestión. Los desafíos han sido algo bueno, porque las circunstancias que rodean este campo
particular de estudio demuestran que tan pronto desaparece la amenaza, el cristiano es propenso a adormilarse.
Sin embargo, vale la pena quizá reconsiderar otra vez esta cuestión desde una perspectiva ligeramente diferente.
Así, en el Capítulo 1 de este artículo me propongo exponer, de forma breve, mi parecer de que, remontándonos tan
atrás como podamos estudiando las tradiciones, sean orales o escritas, y analizando las creencias presentes o recientes
de aquellos que siguen viviendo unas vidas relativamente primitivas, parece que una fe monoteísta pura precedió al
sistema de creencias supersticiosas, degradadas, ineficaces e irrazonables que se aceptó posteriormente. Esto es cierto
de la antigüedad clásica, no meramente alrededor del Mediterráneo, sino también en la India y en el Lejano Oriente, e
incluso —si es aplicable el término antigüedad— a las grandes civilizaciones del Nuevo Mundo. Entonces me
propongo, en el segundo capítulo, considerar muy brevemente lo que me parece que son algunas de las implicaciones
de la tendencia humana hacia la degeneración espiritual de la que la historia da un testimonio tan frecuente. Así, el
primer capítulo constituye una especie de bibliografía anotada, un resumen de los datos, un artículo de reseña con la
documentación apropiada. El Capítulo 2 es más filosófico, una exploración de ideas más que de datos, de
implicaciones de los acontecimientos más que de los acontecimientos mismos.

* * * * *

Capítulo 1

Del monoteísmo al politeísmo

En una sociedad sofisticada


ACE ALGUNOS AÑOS el prebendado Rowe observó que es más razonable comenzar con lo que se conoce y razonar a

H partir de esto hacia lo desconocido que comenzar con lo desconocido con la esperanza de poder explicar lo conocido.
Ahora tenemos un cuerpo de datos «conocidos» que es sustancial, y en algunas maneras los datos más seguros se
deben encontrar en la vasta cantidad de literatura que se ha preservado en la Cuna de la Civilización, Mesopotamia.

Cuando la literatura cuneiforme comenzó a desvelar su mensaje, los eruditos en cuneiforme y en


jeroglíficos egipcios pronto descubrieron en dicha literatura una inmensa cantidad de dioses y diosas, y demonios y
otros poderes espirituales de categoría inferior, que parecían estar siempre en guerra entre ellos y muy destructivos
gran parte del tiempo. Pero al irse excavando y extrayendo tabletas más y más antiguas, y al ir aumentando la
capacidad de descifrarlas, la primera imagen de un burdo politeísmo comenzó a ser sustituida por algo que se acercaba
más a una jerarquía de seres espirituales organizados en una especie de corte con un Ser Supremo sobre todos. Uno de
los primeros eruditos expertos en cuneiforme que reconoció la significación de esta tendencia fue Stephen Langdon de
Oxford, y cuando informó de sus conclusiones lo hizo a sabiendas de que sería difícil que le creyesen. Así, escribió en
1931:[2]

Puede que sea difícil hacer creer mi conclusión de que, tanto en la religión sumeria como en la semítica, el
monoteísmo precedió al politeísmo. ... Las pruebas y las razones para esta conclusión, tan contrarias a los
puntos de vista aceptados y corrientes, han quedado expuestas con todo cuidado y a sabiendas de la crítica
contraria. Es, espero yo, la conclusión derivada del conocimiento, y no de una audaz idea preconcebida.

Por cuanto Langdon adoptó la postura de que los sumerios representan la civilización histórica más antigua, añadía:

Es mi parecer que la historia de la más antigua civilización humana constituye un rápido abandono del
monoteísmo hacia un politeísmo extremado y a una extendida creencia en los malos espíritus. Es en un sentido
muy verdadero la historia de la caída del hombre.

Cinco años después, en un artículo que apareció en The Scotsman, escribía:[3]

La historia de la religión sumeria, que fue la influencia cultural más poderosa del mundo antiguo, pudo seguirse
mediante inscripciones pictográficas casi hasta los más antiguos conceptos religiosos humanos. Los datos
señalan inequívocamente a un monoteísmo original, las inscripciones y los restos literarios de los más antiguos
pueblos semitas indican también un monoteísmo primitivo, y ha quedado ahora totalmente desacreditado el
pretendido origen totémico de la religión hebrea y de otras religiones semitas.

Hasta donde yo alcance a saber, solo una persona ha planteado un desafío serio a la conclusión de Langdon desde
entonces. Y esta persona fue uno de mis profesores, T. J. Meek.[4] El argumento que utilizó Langdon se basaba en las
siguientes circunstancias: La religión sumeria en su último desarrollo antes que desapareciera este pueblo como
colectivo, asimilado por los posteriores babilonios, parece haber involucrado a unos 5000 dioses. Las inscripciones de
hacia 3000 a.C. o quizá de un milenio anterior solo muestran 750. Las 300 tabletas, más o menos, conocidas de
Jamdet Nasr en 1928 cuando Langon publicó estos textos contenían solo tres dioses: el dios del cielo Enlil, el dios de
la tierra Enki, y el dios solar Babbar. Las 575 tabletas de Uruk traducidas en 1936, y que Langdon dató como de
alrededor del 4000 a.C., que ahora se cree que proceden más exactamente de 3500 a.C, contienen los nombres de solo
dos deidades: el dios del cielo An y la diosa madre Innina. La crítica que hizo Meek del ensayo de Langon era que la
cantidad de dioses que menciona para las tabletas más antiguas está equivocada. En el texto de Jamdet Nasr puede
haber habido tantos como seis, no tres. Sobre esta base, Meek pensaba que podía acusar a Langdon de una crasa
inexactitud y con ello minar la fuerza de su argumento. Al mismo tiempo admitió que al menos uno de estos seis era
dudoso. Por otra parte, no es siempre posible estar seguro de que un nombre que aparece como alguien a quien se
dirigen oraciones sea necesariamente considerado como una deidad. ¡Las oraciones a los santos son cosa conocida
incluso en la actualidad! En todo caso, cuando la perspectiva directa de la historia nos lleva de dos deidades a una
pequeña cantidad —sean tres o seis, 500 años más tarde, a 750 mil años más tarde, y a 5000 antes que la imagen se
vuelva indistinta—, el argumento en contra de la interpretación que hace Langdon de los datos basado en un error de
cuenta de una magnitud tan pequeña carece desde luego de todo peso. No constituye un verdadero desafío a su
argumento básico.
En todo caso, posteriores excavaciones en Tell Asmar desde el período del tercer milenio a.C. han corroborado
totalmente sus resultados. Así, Henry Frankfort escribió en su informe oficial:[5]

Además de sus resultados más tangibles, nuestras excavaciones han establecido un hecho novedoso, que el
estudioso de las religiones babilónicas tendrá que tener en cuenta desde ahora. Hemos obtenido, hasta nuestro
mejor conocimiento posible por vez primera, un material religioso completo en su contexto social.

Poseemos una masa coherente de pruebas, procedentes en cantidades casi iguales de un templo y de las casas
habitadas por los que adoraban en aquel templo. Así, pudimos sacar conclusiones, que los hallazgos estudiados
por sí mismos no hubieran hecho posible.

Descubrimientos, por ejemplo, de que las representaciones sobre sellos cilíndricos, que están generalmente
relacionadas con diversos dioses, pueden todas ellas ajustarse en una imagen consistente en la que un solo dios
adorado en este templo forma la figura central. Así, parece que en este temprano período sus diversos aspectos
no se consideraban como deidades separadas en el panteón sumerio-acadio.

Esto suscita un punto importante, esto es, la posibilidad de que el politeísmo nunca surgió por evolución desde un
polidemonismo, sino debido a que los atributos de un solo Dios se fueron resaltando de forma diferente por parte de
diferentes personas hasta que esta gente en años posteriores llegó a olvidarse de que estaban hablando de la misma
Persona. Así, los atributos de una sola deidad devinieron una pluralidad de deidades. No se trata solo de que unos
individuos determinados pusieran énfasis en diferentes aspectos de la naturaleza de Dios, sino que familias y tribus
enteras parece que desarrollaron ciertas perspectivas compartidas acerca de lo que era importante en la vida y lo que
no lo era, y por ello, y de modo nada innatural, pasaron a atribuir a su dios aquellas características que les parecían de
la mayor relevancia, y a poner un énfasis especial en ellas. Por ejemplo, un pueblo guerrero no es probable que ponga
énfasis en la bondad de Dios, ni un pueblo legalista en el perdón de Dios. Más bien destacarán Su poder en el primer
caso, y Su justicia en el segundo. En otros tres Artículos del Pórtico[6] hemos explorado la posibilidad de que los
hijos de Noé (Sem, Cam y Jafet) desarrollasen cada uno una actitud ante la vida que los condujese a diferentes énfasis:
Sem sobre la característica espiritual de la vida, Cam acerca de los intereses prácticos de la vida, y Jafet en los
aspectos filosóficos de la vida. Por tanto, no es sorprendente que el Dios de los semitas sea un Dios de espíritu puro.
En cambio, los dioses de los camitas eran dioses de poder. Y los dioses de los jafetitas o indoeuropeos, en cambio,
eran dioses de luz, en el sentido de ser dioses de «entendimiento». Creo que el Evangelio de Mateo fue escrito para los
descendientes de Sem, y está dirigido a su manera de pensar acerca de Dios. El Evangelio de Marcos fue escrito para
los descendientes de Cam y está lleno de acción, de actos, de servicio, de autoridad —donde la frase característica es
«inmediatamente», «acto seguido» y términos parecidos. El Evangelio de Lucas fue indudablemente escrito para los
descendientes de Jafet; y puede ser una mera coincidencia, aunque lo dudo, que el nombre del escritor significa «luz».
Mucho antes que Langdon hubiera hecho sus traducciones, Friedrich Delitzsch había hecho una propuesta bastante
parecida relativa a la tendencia continuada hacia la multiplicación de las deidades.[7] Hace referencia a una
comunicación de T. G. Pinches sobre una tableta que, aunque preservada solo de manera fragmentaria, nos dice que
todas, o al menos las más elevadas de las deidades en el panteón babilónico se las designa como una con y una en el
dios Marduk.
El dios Marduk es presentado con el nombre de «Ninib» como «el Poseedor del Poder»; bajo el nombre de
«Nergal» o «Zamama» como «Señor de la Batalla»; bajo el nombre de «Bel» como el «Poseedor del Señorío»; bajo el
nombre de «Nebo» como «El Señor el Profeta»; bajo el nombre «Sin» como «Iluminador de la Noche»; bajo el
nombre «Shamash» como «Señor de todo lo que es Justo»; bajo el nombre «Addu» como «Dios de la Lluvia». Por
ello, Marduk era Ninib así como Nergal, dios-Luna así como dios-Sol, siendo estos nombres sencillamente diferentes
maneras de describir sus atributos, poderes o actividades.
Este mismo proceso histórico puede seguirse en Egipto. En sus Conferencias Hibbert para 1879, Renouf cita las
palabras de M. de Rouge donde dice que a partir de, o más bien antes del comienzo del período histórico, la religión
monoteísta pura de Egipto pasó a través de la fase del sabeísmo; el sol, en lugar de ser considerado como símbolo de
la vida, pasó a ser considerado como la manifestación del mismo Dios. Rouge observa:[8]

Es incuestionablemente cierto que las partes más sublimes de la religión de Egipto no son el resultado
relativamente tardío de un proceso de desarrollo o eliminación de lo más burdo. Las partes más sublimes son
demostrablemente antiguas; y la última etapa de la religión egipcia, la que conocieron los escritores griegos y
latinos, paganos o cristianos, fue de lejos la más degenerada y corrompida.

Renouf observa:

M. de Rouge está sin duda en lo cierto en su aserto que en los diversos centros locales de culto, una y la misma
deidad reaparece bajo diferentes nombres y símbolos. . . .

Infiere él del curso de la historia que por cuanto el politeísmo estaba constantemente en aumento, las doctrinas
monoteístas tuvieron que precederle.

Un argumento, éste, ciertamente muy sólido.


De nuevo, como en Sumer y en Babilonia, así en el curso del tiempo los egipcios multiplicaron y fragmentaron en
facciones con lealtades tribales y con unas preferencias algo provincianas el más puro concepto de un Dios que todos
ellos habían compartido al principio y que involucraba un considerable conocimiento de Sus atributos. Esto llevó a
una confusión de los atributos con diferentes individualidades, y los términos descriptivos pasaron a ser nombres de
deidades. Rawlinson escribió hace muchos años respecto a esto:[9]
Una vez fragmentada la deidad, no había límite a la cantidad de Sus atributos de diversas clases y de diferentes
grados; y en Egipto todo aquello que participaba de la esencia divina devenía un dios. Se iban añadiendo
emblemas al catálogo; y aunque no se trataba realmente de deidades, evocaban sentimientos de reverencia que
los ignorantes no podían separar de una adoración efectiva.

No era quizá innatural que con el fin de simbolizar los diversos poderes de Dios, se enseñase que Su visión era tan
aguda como la de un halcón, o que fuese tan fuerte como un toro, o que contemplaba sin ser visto, como los cocodrilos
de los que se dejaban ver solo los ojos. A su tiempo, estos símbolos eran confundidos por el común de la gente como
dioses ellos mismos; así se cumplió aquello que Pablo describe en Romanos 1:18-23, que los hombres se apartaron del
culto al mismo Dios para adorar Sus criaturas, y con el tiempo se envanecieron en sus razonamientos, y su
entendimiento quedó entenebrecido. En la segunda parte de este artículo volveremos de nuevo a este asunto, porque es
importante ver por qué estos aspectos más burdos de la creencia religiosa abrumaron de tal manera aquellos aspectos
más elevados que vemos en los antiguos textos egipcios que habían sido extraordinariamente puros.
Se podría pensar que la situación ha cambiado radicalmente desde los tiempos de Renouf y sus Conferencias
Hibbert. Pero no es así. Sir Flinders Petrie, en un excelente libro sobre el tema de la religión egipcia, escribió lo
siguiente:[10]

Hay en las religiones y teologías antiguas unas clases muy diferentes de dioses. Algunas razas, como los
hindúes modernos, se deleitan en una profusión de dioses y diosecillos que están en continuo aumento. Otras ...
no intentan adorar grandes dioses, sino que tratan con una hueste de espíritus animistas, demonios o como sea
que los podamos designar. ... Pero todo nuestro conocimiento de las antiguas posiciones y naturaleza de los
grandes dioses demuestra que se encuentran sobre una base totalmente diferente en contraste a estos diversos
espíritus.

Si el concepto de un dios fuese solo una evolución de esta adoración a los espíritus, encontraríamos la adoración
de muchos dioses precediendo a la adoración de un dios. ... Lo que realmente encontramos es lo contrario: el
monoteísmo es la primera etapa que podemos seguir en teología. ...

Siempre que podemos remontar el politeísmo a sus etapas más tempranas, encontramos que resulta de
combinaciones de monoteísmo. En Egipto hasta Osiris, Isis y Horus, tan familiares como tríada, se encuentran
primero como unidades separadas en lugares diferentes: Isis como diosa virgen, y Horus como un Dios
autoexistente.

Cada ciudad parece haber tenido solo un dios perteneciente a la misma, y luego se fueron añadiendo otros con el
transcurso del tiempo. De modo parecido, las ciudades babilonias tenían cada una de ellas su dios supremo, y
las combinaciones de los mismos y sus transformaciones para formarlos en grupos cuando sus centros se
unieron políticamente exponen cuán esencialmente eran deidades en solitario al principio.

En todas partes la dinámica parece haber sido muy semejante, siempre que tenemos suficientes registros para
establecer la secuencia histórica. No es extraño que una nación conquistadora estableciese su propia deidad a la
cabeza del panteón, pero tampoco es extraño que buscando paz y armonía rindiesen un homenaje externo a las
deidades de los vencidos, aunque asignándoles posiciones inferiores. Esta especie de amplitud de miras la
elogiaríamos actualmente bajo el encabezamiento general de libertad religiosa. Pero el inconveniente de esta amplitud
de miras es que la verdad queda muy rápidamente desdibujada. La solución no es sencilla: los jesuitas, por ejemplo,
han adoptado tradicionalmente la postura de que solo la verdad debería recibir una completa libertad de expresión y
que por ello la tolerancia debe identificarse con falta de convicción. Cualquier persona que esté de acuerdo en que
cada uno puede adorar lo que le parezca mejor está en realidad confesando, dicen ellos, que él mismo no está
absolutamente seguro de que tiene la verdad y que por ello está dispuesto a mantener una mente abierta. Tienen razón
hasta cierto punto. Los monarcas de la antigüedad, como Ciro, por ejemplo, permitían una libertad total a los pueblos
vencidos para edificar sus templos y establecer sus sacerdocios como mejor les pareciese. La consecuencia era que
estos hombres, con su política «ilustrada», contribuyeron a la enorme proliferación de deidades. Como he dicho, el
problema es difícil; pero el ecumenismo puede ser una peor amenaza en la dirección contraria, al insistir en que todos
deben aceptar que se adora al mismo «Dios», cuando es posible que no sea un Dios en absoluto.
Al dejar estas antiguas civilizaciones para dirigirnos más al este, llegamos a la India. Y aunque la literatura de esta
tierra es muy antigua, el seguimiento de la historia del origen de sus creencias religiosas no es cosa tan simple. Sin
embargo, hay una medida de acuerdo en que aquí, también, se ha dado una constante multiplicación de deidades a lo
largo de los siglos, hasta que ahora son como las estrellas del cielo en multitud. Una de las autoridades mejor
conocidas en esta área fue Max Müller, que auque no tenía las convicciones cristianas que sí tenían muchos eruditos
de su tiempo, llegó sin embargo a ciertas conclusiones que deberían citarse. Max Müller nació en Alemania en 1823,
estudió en París y posteriormente enseñó en Londres. Escribió muchos volúmenes, entre los que quizá el mejor
conocido sea Chips from a German Workshop [Virutas de un taller alemán]. También escribió Lectures on the Origin
and Growth of Religion, as Illustrated by the Religions of India [Conferencias sobre el origen y desarrollo de la
religión, ilustrado por las religiones de la India]. Finalmente, redactó el trabajo monumental de su vida, una serie
titulada The Sacred Books of the East [Los Libros Sagrados de Oriente]. Él no creía que la primitiva India tuvo una fe
monoteísta, pero tampoco creía que era politeísta —siendo que el politeísmo fue una etapa posterior que implicó un
proceso de degeneración. En su libro The Science of Language [La ciencia del lenguaje] escribió:[11]

La mitología, que era el azote del mundo antiguo, es de cierto una enfermedad del lenguaje. Un mito significa
una palabra, pero una palabra que, desde su origen como nombre o atributo, se ha dejado que asuma una
existencia más sustancial. La mayoría de los dioses griegos, romanos, indios, y otros dioses paganos no son
nada más que nombres poéticos a los que gradualmente se les dejó asumir una personalidad divina que nunca
había sido contemplada por sus inventores originales. Eos era el nombre del alba antes que llegase a ser diosa, la
esposa de Tithonos, o el día moribundo. Fatum, o el Hado, significaba originalmente aquello que había sido
dicho; y antes que el Hado llegase a ser un poder, incluso más grande que Júpiter, significaba aquello que había
sido pronunciado por Júpiter, y que nunca podría ser cambiado —ni siquiera por el mismo Júpiter. Zeus
significaba originalmente el cielo resplandeciente, en sánscrito Dyaus; y muchas de las historias que se referían
a él como el dios supremo tenían significado sólo como referidas originalmente al cielo resplandeciente, cuyos
rayos, como lluvia dorada, descienden sobre el regazo de la tierra, la antigua Dánae, guardada por su padre en la
oscura prisión del invierno. Nadie duda que Luna era simplemente el nombre del satélite de la tierra; pero
también Lucina, ambos derivados de lucere, brillar. Hécate, también, era un antiguo nombre de la luna, el
femenino de Hecatos y de Hecatebolos, el sol lanzador de dardos; y Pirra, la Eva de los griegos, no era más que
un nombre de la tierra roja, y en particular de Tesalia. Esta enfermedad de la mitología, aunque menos virulenta
en las lenguas modernas, no está extinta en absoluto.

Aquí vemos, una vez más, como el politeísmo se desarrolla con posterioridad. Volviendo de nuevo a la observación
de Rowe de argumentar de lo conocido a lo desconocido, se puede decir con seguridad y sin ninguna clase de
vacilación que el monoteísmo nunca evolucionó del politeísmo en ningún período de la historia primitiva del mundo
para la que tengamos evidencia documentada. Como veremos, esto también es cierto en China.
Muchos de sus coetáneos manifestaron su desacuerdo con la interpretación que Müller hacía de los datos, y uno de
ellos era Andrew Lang. Y desde su tiempo se ha aceptado extensamente la idea de que la historia de las creencias
religiosas de la India se ha caracterizado por la personificación, a menudo de formas físicas burdas y con una creciente
multiplicidad, de unos pocos conceptos de la naturaleza de Dios que al principio lo consideraban como el Invisible, y
que lo hacían tan remoto que llegó a ser considerado como virtualmente impersonal. Estos conceptos tan elevados no
atraen al común de los hombres, y lo que sucedió en el Oriente Medio parece haberse repetido en la India, excepto que
el proceso fue mucho más allá debido a la continuidad cultural que las circunstancias permitieron en aquel país. En el
curso de este proceso, llegaron al punto en que sus dioses se contaban no por miles, como en Sumer, sino por decenas
de millares. No cabe duda de que si Egipto hubiera retenido su cultura original de esta manera, también pudiera haber
acabado adorando a 50.000 deidades donde antes habían adorado quizá solo a una. Edward McCrady, en su obra
acerca de las creencias religiosas de la India, hace la observación de que incluso el Rig Veda (Libro 1, p. l64) nos
demuestra que en los primeros días los dioses eran considerados sencillamente como diversas manifestaciones de un
solo Ser Divino. Cita lo siguiente[12]

Le llaman Indra, Mythra, Varunna, Agni —aquel que es Uno, el Sabio nombre por términos diferentes.

Los eruditos en Occidente se inclinan por la opinión de que los más antiguos humnos en el Rig Veda datan de entre
1500 y 1200 B.C.[13] La tradición en la India, por su parte, les atribuye una antigüedad mucho mayor. Sea cual sea la
fecha, y aunque Müller compartiese en bien poco la perspectiva cristiana de la historia espiritual del hombre, sin
embargo admitió abiertamente:[14]

Hay un monoteísmo que precede al politeísmo de los Vedas; e incluso en la invocación de los innumerables dioses, irrumpe el
recuerdo de un Dios uno e infinito a través de la neblina de la fraseología idolátrica como el cielo azul que está oculto por unas
nubes pasajeras.

Cuando llegamos a China, la situación es todavía más confusa, porque los chinos parecen haber sentido una
aversión peculiar a la adoración de deidades personales. Pero algunos de los autores más antiguos se sentían confiados
en que podían discernir indicios de una fe al principio monoteísta pura, que sin embargo se perdió pronto de vista
debido a la naturaleza extremadamente práctica de la mente china. Una fe tan pura, como ya hemos visto, no es «útil»,
porque uno no puede esperar sobornar, engatusar o en modo alguno persuadir para provecho propio a un Ser Supremo
que es absolutamente puro y que está por encima de todo soborno o engatusamiento. Y por esto mismo, desde un
punto de vista práctico, se pasa a buscar la atención de poderes inferiores y se olvida al Altísimo. Un trabajo notable a
este respecto lo escribió John Ross de la Iglesia Libre Unida de Escocia, titulado The Original Religion of China [La
religión original de China][15] (publicado en Nueva York, sin fecha), en el que el autor examinaba los conceptos
subyacentes de la primitiva religión china según se podían juzgar mediante sus nombres o designaciones para Dios,
con una referencia especial al título yuxtapuesto Shang-Ti. Él interpretó estas dos palabras con el significado de «por
encima» o «superior a» y «gobernante», esto es: «Gobernante Supremo». Dijo que este nombre «estalla
repentinamente ante nosotros sin ninguna advertencia ... con la integridad de una Minerva». Más recientemente se ha
arrojado un intenso haz de luz sobre la fe china primitiva gracias al descubrimiento de los llamados «huesos
oraculares». Los eruditos chinos han dividido su historia antigua en tres períodos: primero, el primitivo-antiguo;
segundo, el medio-antiguo; y tercero, el proximal-antiguo. El primer período se extiende aproximadamente desde el
siglo 21 al 12 a.C. Según Ron Williams, que podía leer chino de corrido, cada uno de estos períodos poseyó sus
propias características religiosas distintivas. El primero fue puramente monoteísta. El segundo fue dualista con una
tendencia al materialismo, pero reteniendo todavía un sabor del antiguo monoteísmo. El tercero fue totalmente
materialista. El Profesor Williams comenta:[16]

Sería quizá deseable en este momento examinar los términos que se usan para Dios. La escritura china, como
los jeroglíficos egipcios o los silabarios cuneiformes de Mesopotamia, fue originalmente pictográfica. Es decir,
cada carácter era una imagen o un diagrama que describía el objeto o idea a comunicar.

Hay dos términos que se encuentran en este período primitivo. Uno es Ti’en, o «cielo», que aparece con
gran frecuencia en los Clásicos. Se compone de dos radicales, jen, «hombre», y shang, «arriba». Es
decir, el signo para cielo, que es ahora una idea abstracta, se originó de dos signos que significan «el hombre
arriba». En tiempos posteriores se designaba al Emperador como el Ti’en Tzu, o «el Hijo del Cielo».
Esto refleja las posturas que generalmente se mantenían en el mundo antiguo relativas al origen divino de los
reyes. El otro nombre, que es el que se utiliza actualmente en China, es (como lo menciona el Dr.
Ross), Shang Ti. En las inscripciones más antiguas que poseemos [esto se escribió en 1938], estos dos
caracteres se combinan en una sola pictografía, que está compuesta de tres elementos. El primero es , que
es la forma original de , mu, que significa «madera» y que es una representación de tres palos o un haz de
leña. El segundo, , es la representación más antigua de , shu, que significa «atar». Por encima de este haz
de leña se sitúa , que es el antiguo , shang, que significa «arriba». El carácter es la forma arcaica
de que significa «quemar un haz de leña». Así, vemos que el signo significa «el haz encendido de una
ofrenda de madera al que está en lo alto», y también «Uno en lo alto al que se ofrece el haz encendido de leña».
Y persiste en China en la actualidad una antigua costumbre de año nuevo de atar primero un manojo de tallos de
sésamo o de ramas de cedro con un cordón rojo y luego ponerlos derechos en el centro del patio abierto para
quemarlos como un acto de adoración. Este era el sacrificio del haz encendido al Dios Arriba, aunque ahora con
frecuencia lo llaman un sacrificio meramente al cielo.

Los términos Ti’en y Shang Ti se podrían comparar respectivamente con las palabras Dios y Jehová en el
Antiguo Testamento. En palabras del Profesor Gile: «Shang Ti sería Dios como andando en el huerto al fresco
del día; el Dios que olió el aroma fragante del sacrificio de Noé, y el Dios que permitió a Moisés ver Su espalda.
Ti’en sería el Dios de dioses de los Salmos, cuya misericordia es para siempre».

Williams observa en su comunicación que el Libro de la Historia afirma, en sus comienzos, que el gobernante
Shun, en su accesión en 2255 a.C., «ofreció el sacrificio usual a Dios». Esta declaración, que aparece sin introducción
ni explicación, implica una serie desconocida de acontecimientos precedentes que se remontan a la más remota
antigüedad. Estaban tan familiarizados con aquella práctica habitual que no necesitaba más detalles de las ceremonias
implicadas. Su autoridad era tan incuestionable que no había razón para ningún prefacio. Williams prosigue:

En este período de la historia china, Dios el Supremo Gobernante era uno e indivisible, incapaz de cambios, sin
igual, rigiendo de forma absoluta y solitaria sobre todos en el cielo arriba y en la tierra abajo. Hacía lo que
quería y ningún poder podía estorbarlo, y Su voluntad era siempre recta. Pero permitía con no poca frecuencia
que los malvados prosperasen, y en las Odas oímos con frecuencia la voz de aquel espíritu quejoso que dio pie
al libro de Job.

Posteriormente, Williams observa que ni en El Libro de la Historia ni en las Odas se puede encontrar ninguna
referencia a los ídolos. Nunca en China se ha hecho ninguna representación de nada en los cielos arriba ni el la tierra
abajo para tipificar a Dios. Y se le puede adorar en todo lugar y en cualquier momento, al estar presente en todas
partes.
Hasta ahora hemos recogido nuestra información solo de las páginas de los Clásicos Chinos. Queda todavía otra
fuente de información ya mencionada, los llamados Huesos Oraculares. Como observa Williams, J. M. Menzies, de la
Universidad de Cheeloon Tsinan, considerado por los sinólogos como la mayor autoridad viviente sobre la escritura
china arcaica, descubrió unos huesos inscritos con antiguos caracteres chinos. Aparecieron alrededor de 20.000
fragmentos de estos huesos cerca de An-yant, en el norte de Honan, el emplazamiento de la antigua capital de la
dinastía Shang. Los huesos están inscritos con preguntas formuladas por el rey a su sacerdote por una parte, y con la
respuesta que el sacerdote recibió mediante adivinación por la otra. Contienen el nombre de Dios, Shang Ti, y a pesar
de su gran cantidad no se hace referencia alguna a ninguna otra deidad en absoluto.
Examinemos algunas de estas inscripciones, los más antiguos escritos chinos que poseemos. Para clarificarlo, el
símbolo de la deidad está encerrado en un cuadrado con línea fina.

1.
«Indaga acerca de Dios ordenando lluvia; no habrá una cosecha abundante.»

2.
«Dios ordena la lluvia: una cosecha abundante.»

3.
«Indaga en esta, la tercera luna, acerca de Dios ordenando mucha lluvia.»

4.
«Indaga acerca de que el rey construya la ciudad; Dios consiente.»

Así, la forma aparece en estos registros de la mayor antigüedad como el único símbolo para Dios, y está
totalmente libre de todo antropomorfismo.
Con el tiempo, esta fe pura comienza a quedar eclipsada al hacerse patente por documentos posteriores de una
naturaleza similar que ahora se estaban presentando oraciones primero por medio de los antepasados a Dios, a quien
no se dirigen directamente, y luego, con el tiempo, a los antepasados mismos. Más adelante, las peticiones a un Dios
personal se sustituyen por peticiones al cielo, y más posteriormente también a la tierra. En el período medio-antiguo,
el gran filósofo Chu, el famoso anotador de los Clásicos, definió el cielo como «la azul bóveda superior», o,
alternativamente por algún proceso de evolución mental, como «la rectitud abstracta».
Recientemente, se publicó un volumen de la serie The Great Ages of Man [Las grandes eras del hombre] que
trataba de la antigua China. El autor era Edward H. Schafer. Y él sigue esta regresión de la siguiente manera:[17]

Una de las más antiguas y desde luego la más grande de las deidades era el Dios Celeste Ti’en. En los tiempos
más antiguos se consideraba a Ti’en como un gran rey en el cielo, más excelso que ningún rey de la tierra, más
brillante y más terrible. Posteriormente, muchos pasaron a considerarlo como una dínamo impersonal, la fuente
de energía que animaba al mundo.

Así, una vez más, donde podemos acudir a registros escritos, tenemos evidencia de la degeneración de la fe
religiosa, no de su evolución ascendente.

Si pasamos del Oriente Medio a Europa, la historia se repite. Así, Axel W. Persson, en su obra The Religious
Beliefs of Prehistoric Greece [Las creencias religiosas de la Grecia prehistórica], observa:[18]

A partir de dos deidades, la gran Diosa y el Niño Dios, se desarrolló luego una mayor cantidad de figuras más o
menos significativas que encontramos en los mitos religiosos de Grecia.

A mi parecer, su diversidad en aumento depende en grado muy considerable de los diferentes nombres de
invocación pertenecientes originalmente a una sola deidad.

Este mismo proceso básico se hace evidente en la antigua Italia. Rosenzweig,[19] escribiendo acerca de las Tablas
Iguvinas, cuya fecha no es segura, pero que probablemente pertenecen al período primitivo de los etruscos, observa
«la curiosa flexibilidad» del panteón que se pone de manifiesto en estas tablas, en las que «las deidades se distinguen
por adjetivos, que a su vez emergen como poderes divinos independientes. ...». El autor considera que ésta es quizá la
característica más notable de estas tablas.
Me parece que por todo lo que ha salido a la luz durante los últimos cien años por el estudio de antiguos
documentos, es decir, de los registros escritos de antiguas civilizaciones, la imagen que surge de la historia espiritual
del hombre, por lo que se refiere a sus creencias formalizadas, nos permite solo concluir que comenzó con una pura fe
en un Dios justo y compasivo, que era omnipresente, omnipotente y omnisciente, que podía ser adorado en espíritu sin
necesidad de imágenes ni de otros apoyos materiales. De hecho, este concepto era demasiado excelso para que pudiera
sobrevivir entre hombres ordinarios cuyo conocimiento no fuese o bien reforzado de manera milagrosa o
continuamente aumentado por revelación. El burdo politeísmo del paganismo en el mundo clásico de Roma y de
Grecia puede ser explicado no como por el esfuerzo humano por purificar su fe, sino por su rápida pérdida de la
verdad que había tenido originalmente. Y el grado en que este mundo clásico estaba en deuda con Oriente Medio por
la degeneración de su fe queda ampliamente ilustrado en el estudio justamente célebre de Hislop,The Two
Babylons [Las dos Babilonias].[20]

En una sociedad no sofisticada

No tenemos registros escritos que cubran las creencias originales de los pueblos primitivos, pero durante los últimos cien años
se ha llevado a cabo y recogido una enorme cantidad de estudios detallados y exhaustivos de sus creencias, de forma
destacada por Wilhelm Schmidt. La prueba mediante inferencia nos permite decir con confianza que el curso de su historia
religiosa fue precisamente el mismo que el de las civilizaciones más avanzadas de la antigüedad, con esta diferencia, que
mientras que en los países civilizados la fe pura se corrompió debido a un razonamiento erróneo debido a la pecaminosidad de
la naturaleza humana, entre los pueblos primitivos se corrompió la fe pura debido a la ignorancia y a la superstición, de nuevo
reforzado ello por la pecaminosidad de la naturaleza humana. Si vamos a seguir el principio enunciado por Lyell de interpretar
el pasado a la luz solo de lo sucedido en tiempos históricos, entonces no tenemos derecho alguno a suponer que el hombre
comenzó a ir a tientas en las tinieblas y que solo ahora ha comenzado a aproximarse a la Luz. Los datos demuestran que
comenzó con la Luz verdadera, y que a partir de entonces su entendimiento se ha ido entenebreciendo progresivamente. La
evidencia de esto entre los pueblos primitivos se encuentra en cada rincón del mundo donde existen ahora estos pueblos, o
donde hayan existido dentro del pasado reciente. Y es paradójico que cuanto más primitivos se muestra, más simple y pura
resulta ser frecuentemente su fe. Consideraremos muy brevemente una serie de datos, que son tan solo unas muestras
representativas de una vasta recopilación de información disponible en la actualidad en obras como las que se enumeran en la
bibliografía de este artículo.

Sin duda de ninguna clase, la obra más informativa acerca del monoteísmo de los pueblos primitivos es la de
Wilhelm Schmidt, que, aunque originalmente se publicó en muchos volúmenes en alemán, se publicó en 1930 en una
traducción inglesa condensada en un solo volumen.[21] Es un excelente trabajo de investigación, redactado con
autoridad y fluidez, sin ninguna rigidez que pudiera esperarse de un autor tan erudito, y sumamente informativo.
Schmidt explora primero la historia del pensamiento acerca del origen de la religión tal como se desarrolló durante
el siglo 19. Observa él que Spencer fue el principal impulsor de la primera interpretación evolutiva de la «religión»,
observando que anticipó a Darwin en siete años, como aparece de su artículo «La hipótesis del desarrollo», que
apareció en The Leader el 20 de marzo de 1853. Vale la pena observar también, de pasada, que Tennyson escribió In
Memoriam, con su errónea descripción de la Naturaleza como «con los colmillos y las garras enrojecidas» diez años
antes que apareciese El Origen de Darwin. Schmidt observa que Spencer no hizo ningún esfuerzo por emplear unos
métodos históricos genuinos para fundamentar su tesis.[22] En base de los datos actuales, queda claro que Spencer
estaba completamente equivocado. Spencer mantenía que los pueblos primitivos comenzaron adorando a los
antepasados, y que al irse desarrollando la civilización, los antepasados fueron constituyéndose «de forma natural» en
jerarquías, y las jerarquías a su vez condujeron a categorías, donde las más elevadas llegaron a ser consideradas
deidades.
Lo que Schmidt pudo demostrar de forma concluyente era que si se agrupan las culturas primitivas en base a su
nivel cultural y luego se sitúan estos grupos en un orden ascendente, se encuentra que los grupos más inferiores tienen
el concepto más puro de Dios y que al ir progresando de meros cazadores a recolectores y almacenadores de alimento,
a cultivadores de alimento como pastores nómadas que mantienen rebaños, a cultivadores de alimentos con un uso
sedentario de la tierra, y se va ascendiendo por la escala a comunidades semiurbanas, se encuentra al principio una
sencilla fe en un Ser Supremo que no tiene ni esposa ni familia. Bajo Él y creados por Él están la pareja primordial de
la que desciende la tribu. Según Schmidt encontramos esta forma de creencia entre los pigmeos de África Central, a
los australianos meridionales, a los habitantes del centro norte de California, a los algonquinos primitivos, y hasta
cierto punto a los Koryaks y a los Ainu.
Tan pronto como llegamos al siguiente orden de las culturas primitivas, para usar las palabras de Schmidt, «las
condiciones cambian completamente». Ya no se trata solo de la pareja primordial o del primer padre que recibe culto,
sino de una cantidad mayor o menor de otros antepasados difuntos. Ascendiendo por la escala de la complejidad
cultural, el culto de los antepasados y de otros difuntos suplanta totalmente al culto al Ser Supremo, y la
antropomorfización de los dioses que resultan de esta ecuación da origen a hacer «imágenes» de varias clases. El
espíritu puro del Ser Supremo queda reducido a una burda caricatura de un hombre muerto. El progreso de la
comprensión espiritual humana fue realmente una regresión, siendo el primer paso, con frecuencia, la transferencia del
culto del Creador del primer hombre al hombre mismo creado al principio como cabeza de la raza humana. Este
progenitor de la raza aparece entonces como un mediador entre Dios y los hombres, pero al ser más fácilmente
captado por la visión mental, pronto desplaza completamente a Dios. Así, citando a Schmidt:[23]

La falsedad de la teoría [evolucionista] de Spencer se demuestra por el simple hecho de que el culto a los
antepasados está muy débilmente presente en las culturas más antiguas, mientras que en las mismas se
encuentra una religión monoteísta de forma clara e inequívoca. ...

Es también contrario a la teoría de Spencer que el desarrollo más elevado del culto a los antepasados no aparece
hasta los tiempos más recientes. ...

Luego Schmidt analizó un segundo punto de vista alternativo acerca del origen de la religión, el concepto animista propuesto
por E. B. Tylor. El punto de vista de Tylor suponía que el hombre primitivo usaba su propia existencia como medida de todas las
demás, y que llegó a creer que todo, animales y plantas al principio, pero al fin que incluso los objetos inanimados, estaban
compuestos de cuerpo y de alma como él mismo. Se suponía que el hombre primitivo discerniría pronto por introspección que
tenía alma, alguna clase de realidad espiritual interior que podía, por ejemplo, viajar en sueños, o en éxtasis o en alucinaciones.
Luego hubiera atribuido a todas las fuerzas de la naturaleza una vida anímica parecida a la suya, que no se podía ver, pero que
se suponía. A partir de este concepto animista hubiera pasado «de forma natural» al punto de vista de que este mundo de los
espíritus era personal. Así hubiera surgido el polidemonismo. Con el tiempo, al estratificarse socialmente la sociedad, habría
sucedido lo mismo con el mundo de los demonios, hasta que llegamos a una etapa de politeísmo en la que muchos de los
demonios habían sido elevados a la categoría de deidades. La etapa final fue el reconocimiento de un ser espiritual que devino
Cabeza, esto es, Dios, y al que todos los otros demonios y deidades inferiores estaban subordinados, al pertenecer a una
categoría inferior. Incluso después que esta racionalización hubiera dado origen a una fe monoteísta, Tylor mantiene que un
Ser así sería demasiado elevado, demasiado exaltado, demasiado remoto, para necesitar la adoración humana, «demasiado
indiferente para ocuparse con la insignificante raza humana».[24] De modo que fue sencillamente ignorado. Así, una fe
monoteísta que resultó de un proceso de racionalización vino a ser, por un posterior proceso de racionalización, una fe tan
apartada de las exigencias de la vida que llegó a ser irrelevante.

La vasta obra de Schmidt resulta en la demostración de que a pesar de la verosimilitud de la reconstrucción de


Tylor, que, de pasada, conquistó el mundo académico de forma tan persuasiva como lo había hecho El Origen de
Darwin, carece totalmente del apoyo de la evidencia, lo que expresa con estas palabras:[25]

La teoría de Tylor, como la de Spencer, se promulgó durante el apogeo del Evolucionismo, y tiene toda la
impronta de su fuente, especialmente en su suposición apriorística de un desarrollo ascendente de la humanidad
siguiendo una línea única, y en la ausencia de prueba alguna de que las etapas unitarias del proceso tengan
ninguna relación histórica entre ellas. Porque desde luego no se encuentra ninguna prueba de ello para ninguna
de las etapas del largo camino evolutivo de Tylor. El orden de las etapas y su relación entre ellas se fundamenta
pura y simplemente en la verosimilitud psicológica de esta vinculación; y la verosimilitud depende del supuesto
de que lo simple precede siempre a lo complejo.

Schmidt analizó otro punto de vista, el de Max Müller, que desarrolló una compleja teoría en la que argumenta que
el intento de racionalizar las fuerzas naturales operando en el mundo, el sol, la luna, la lluvia, el trueno, la tierra, el
firmamento, el fuego, el agua, llevaron a historias que trataban de explicar estas fuerzas, y que tomaron la forma de
mitos de la naturaleza. Los términos que destacaban en estos mitos, la palabra para fuego, por ejemplo, o el
firmamento, llegaron a ser considerados por los menos inteligentes como nombres de deidades, y dieron origen a los
panteones de la antigüedad clásica. Pero como observa Schmidt, Max Müller, a pesar de su fama y de su gran
erudición, vivió lo suficiente para ver como sus ideas iban siendo gradualmente abandonadas, hasta quedar totalmente
descartadas.
En el último capítulo de Schmidt hay varios elocuentes pasajes en los que recapitula lo que se sabe acerca del
origen de la idea del Ser Supremo en las culturas primitivas. Dice él que el hombre tiene necesidades sociales, morales
y emocionales. Las primeras necesidades, las sociales, quedaban satisfechas por su primitiva creencia en un Ser
Supremo que es también el Padre de la humanidad. Las segundas necesidades, las morales, encuentran su respaldo en
la creencia en un Ser Supremo que es Juez de lo bueno y de lo malo y que está Él mismo exento de toda mancha
moral. El tercer grupo de necesidades, las emocionales, quedaron satisfechas por su creencia en un Ser Supremo
benevolente del que solo procede lo bueno. El hombre tiene también otras necesidades. Busca una causa racional y
ésta queda satisfecha por el concepto de un Ser Supremo que creó el mundo y que lo ordena de una forma que tiene
sentido, de una forma que es fiable. El hombre necesita también un protector y lo encuentra en este Ser que es
omnipotente. Y así, en todos estos atributos, esta figura exaltada proporcionaba al hombre primitivo la capacidad y el
poder de vivir y amar, confiar y trabajar, y de sacrificar fines indignos por objetivos más dignos en el más allá.
Schmidt dice: «Así, encontramos, entre toda una serie de razas primitivas, una notable religión, con muchas
ramificaciones y totalmente efectiva».[26]
En las casi 300 páginas de argumentación demuestra que cuanto más primitiva la cultura, tanto más claramente se
manifiestan estos atributos del Ser Supremo, que se daban tan por supuestos que a menudo apenas se expresan,
circunstancia que llevó a muchos investigadores a suponer que ni tan solo existían. Así, para resumir sus conclusiones
de forma muy breve, usamos sus propias palabras:[27]

Volviendo al pueblo más primitivo, los pigmeos africanos o los australianos centrales o los indios de la
California central —todos ellos tienen un supremo Dios celestial a quien presentan ofrendas de su sangre y de
sus primicias de la cacería o de la tierra. Todos estos pueblos tienen también breves oraciones acompañadas
ocasionalmente de ceremonias, que dirigen al supremo Dios Creador antes del cual nada existía.

Muchos escritores sobre este tema también señalan de forma particular a estas tribus primitivas por una buena
razón. Todos ellos son pueblos que han estado en cierto sentido aislados bien debido a su situación insular (como los
andamaneses o los malgaches), a bosques inhóspitos (como los fueguinos de Tierra del Fuego), regiones desérticas
(como los aborígenes australianos o los bosquimanos), climas extremos (como los esquimales u otros pueblos árticos),
o debido a su abierta hostilidad contra los blancos (como el caso de los zulúes en África o el de muchas tribus
amerindias).
Andrew Lang, después de observar que los aborígenes australianos tienen probablemente la cultura más simple de
cualquier pueblo que conozcamos, dice que tienen conceptos religiosos «tan elevados que sería natural explicarlos
como resultado de la influencia europea».[28] Sin embargo, al escribir consideraba que esta explicación no estaba
justificada. Dios es omnisciente, vive en los cielos, es el Hacedor y Señor de todas las cosas, premia la buena conducta
de los hombres y con Sus «lecciones» ablanda el corazón. Esta era la creencia de ellos.
El mismo autor, refiriéndose a los andamaneses, a los que consideraba como viviendo a aproximadamente el
mismo nivel cultural, aunque en circunstancias algo más placenteras, afirma que el Dios de ellos es invisible, inmortal,
el Creador de todas las cosas excepto de los poderes del mal, que conoce los pensamientos del corazón, se encoleriza
ante las falsedades y malas acciones de todas clases, siente compasión por los que están angustiados o afligidos, y a
veces les proporciona alivio de manera personal. Él es el Juez de las almas y en algún tiempo futuro presidirá sobre un
gran juicio. La información que Lang recibió procedía de miembros ancianos de la comunidad que en aquel tiempo no
se habían familiarizado con otras razas. Como dice Lang, la influencia exterior parece haber quedado excluida en
mayor grado que el usual.[29]
Samuel Zwemer se refirió al carácter verdaderamente monolítico del Ser Supremo de los pigmeos de África, de los
fueguinos de Tierra del Fuego, de los indios de Norteamérica, de las tribus de Australia central, y de los primitivos
bosquimanos, así como de muchos pueblos de las culturas árticas, que, mantenía él, queda «claro incluso con un
examen breve».[30] En su artículo no estaba meramente reiterando lo que otros han observado, es decir, que todos
estos pueblos primitivos tienen el conocimiento de una Suprema Deidad, sino más bien que la Deidad Suprema que
reconocen es en todas partes esencialmente la misma figura con los mismos atributos.
El canónigo Titcomb,[31] refiriéndose a los belicosos zulúes que establecieron su reputación guerrera cuando se
enfrentaron con las tropas británicas, citó a un anterior Obispo de Natal que los conoció cuando estaban todavía
culturalmente intactos, que había afirmado que no tenían ídolos (una observación más bien excepcional en África),
sino que reconocían a un Ser Supremo que era conocido bien como el Gran Grande —equivalente a «El Altísimo»—,
o como el Primer Causante —equivalente a «La Primera Esencia». El obispo dijo que en contra de su reputación de
carecer de incluso el concepto de Dios, los zulúes hablaban constantemente de Él, y por sí mismos, como el Hacedor
de todas las cosas y de todos los hombres.
El mismo autor hizo una interesante afirmación acerca de las creencias nativas de los malgaches, que, según decía
él, se encuentran a menudo expresadas en forma proverbial.[32] Tenían dichos como estos: «No consideres el valle
secreto, porque Dios está por encima» —donde se reconoce claramente la verdad de la omnipresencia divina. Otro
era: «La testarudez del hombre puede ser llevada por el Creador, porque solo Dios gobierna» —que claramente
reconoce la omnipotencia de Dios. Un tercer proverbio dice: «Mejor es ser culpable ante los hombres que ante Dios»,
lo que implica claramente la creencia en la santidad y justicia de Dios.
Hablando de los amerindios, Paul Radin escribe:[33]

La mayoría de nosotros nos hemos criado bajo los principios de la etnología ortodoxa, que es principalmente un
intento entusiasta y nada crítico de aplicar la teoría darwinista de la evolución a los datos de la experiencia
social. Muchos etnólogos, sociólogos y psicólogos todavía persisten en esta empresa. Pero no se logrará ningún
progreso hasta que los académicos se sacudan de encima, de una vez y por todas, del curioso concepto de que
todo posee una historia evolutiva

Algunos años después, este mismo autor, refiriéndose a la postura de Lang de que el politeísmo no precedió ni
llevó al monoteísmo, observaba: «su percepción intuitiva ha quedado abundantemente corroborada».[34]
Como conclusión podemos observar que hacia 1950 la revista Journal of the Royal Anthropological Instituteestaba
ya bien dispuesta a publicar una comunicación de E. O. James en la que el autor escribía lo siguiente:[35]

Así, es imposible mantener una evolución unilateral del pensamiento y de la práctica de la religión de la manera
sugerida por la clasificación racionalista de Tylor y Frazer siguiendo la línea de la «Ley de las Tres Etapas»
enunciada por Comte. Sin embargo, ni la especulación Euhemeriana de que la idea de Dios surgió del culto a los
antepasados, reavivada por Herbert Spencer, ni la evolución Frazeriana del monoteísmo a partir del politeísmo y
del animismo como resultado de un proceso de unificación de ideas, pueden conciliarse con la indistinta figura
de un Ser Supremo tribal que ahora se sabe que era un rasgo constante del concepto primordial acerca de la
Deidad.
De las culturas avanzadas y de las atrasadas surge la misma imagen. Es una imagen de un concepto
extraordinariamente puro de la naturaleza de Dios y de Su relación con el hombre que se va corrompiendo
gradualmente, por una parte debido a racionalizaciones que resultaron de la gradual sustitución de la revelación por
los propios pensamientos humanos, y por otra parte debido a una superstición surgida de la ignorancia y del olvido de
la revelación original. Como veremos de forma sucinta en la siguiente sección de este artículo, hay poco que escoger
entre racionalización y superstición. En ambos casos el resultado final es el mismo —el necio corazón del hombre
queda entenebrecido.

* * * * *

Capítulo 2

Algunas Implicaciones

E ESTE breve estudio emergen diversos puntos importantes. Lo que más destaca, naturalmente, es la evidencia de que

D al menos por lo que se refiere a la historia religiosa del hombre, la teoría de la evolución es totalmente contraria a los
hechos. Se sigue dando por supuesto que los pueblos más primitivos son un paradigma del hombre primitivo, porque
los paralelismos entre su arte, sus armas y su nivel cultural general y el arte y las armas del hombre prehistórico se dan
por asumidos. De los esquimales, en particular, se dice que nos dan una buena imagen del hombre del paleolítico. Pero
del hombre del paleolítico se supone que fue casi un simio que apenas balbucía excepto por su posesión de algunas
capacidades de elaboración de herramientas y por una organización social que los simios jamás han conseguido, mientras que
sus modernos representantes en todas las partes del mundo exhiben un sentimiento religioso sumamente desarrollado que
contradice totalmente cualquier teoría de un origen animal.
Es cierto que en la actualidad hallamos a estos pueblos con creencias religiosas casi sumergidos bajo una cubierta
de temores supersticiosos y distorsiones que nos parecen de lo peor. Es fácil sentirnos horrorizados por algunas de sus
prácticas religiosas (como, por ejemplo, el canibalismo ritual). Pero cuando estas prácticas se comparan con el uso
moderno de las armas nucleares, aparecen incluso más humanas cuando se contemplan bajo la luz de su propósito, que
en este caso no es tanto la destrucción de sus enemigos como la adquisición del valor que admiran en ellos y que
quieren capturar para sí mismos. Y, naturalmente, por razones ya indicadas, han tendido a olvidarse del benevolente y
misericordioso Padre celestial cuyo conocimiento parecen haber tenido en el pasado, y de quien piensan que no tienen
nada que temer, y tratan más bien de aplacar a los malévolos espíritus malignos más inmediatamente presentes, al
creer que son éstos a quienes verdaderamente deben temer.
Parece claro ahora que el hombre tuvo que comenzar con un concepto puro de un Ser Supremo, un gran Dios,
Señor de todos, Creador del mundo, misericordioso y justo y observador de todo, omnipresente y omnisciente. Esta
era la fe de los pueblos primitivos que los evolucionistas mismos consideran que son nuestros «antecesores
coetáneos».
¿De dónde vino esta fe pura? Fue revelada desde el mismo principio, y esta revelación demuestra que la mente
humana desde el mismo principio era evidentemente capaz de comprensión espiritual. Adán y Eva no fueron unos
animales excepcionales acabados de escapar de alguna manada de primates, sino criaturas pertenecientes a otro orden
por un acto de creación divina que los había preparado para gozar de una relación singular con Dios y para ser
receptores de una revelación mucho más completa de lo que surge de una lectura somera de Génesis. Se paseaban con
Dios en el Huerto, y conversaban con Él.
Además, por lo que se refiere a los pueblos primitivos mismos, creo que, culturalmente hablando, conocieron
mejores cosas en el pasado.[36] Lo que se desprende de los datos es que los hombres pueden preservar ciertos
recuerdos de la fe original del hombre si no han sido corrompidos por las sofisticaciones de una civilización avanzada.
La civilización tiende más bien a nublar que a clarificar la fe verdadera. Lord John Avebury observó: «El
materialismo es uno de los productos tardíos de la mente humana; el espiritualismo [y con esto no se refería al
espiritismo, sino a las realidades espirituales] es uno de los más primitivos». Los pueblos primitivos están mucho más
dispuestos a atender a las cuestiones espirituales, a aceptar a Dios en Su realidad, que el hombre civilizado. La
civilización roba al hombre de su percepción espiritual, en lugar de potenciarla.
Este es un hecho de la mayor importancia, porque es lo contrario de lo que generalmente suponemos. Por alguna
razón, siempre nos sobresalta descubrir que la persona gentilmente cultivada puede estar en una completa ignorancia
de las cosas de Dios, e incluso ser hostil a la verdad espiritual. Son las personas «refinadas» las que tan generalmente
muestran indiferencia espiritual. Por alguna razón, Dios puede hablar con mayor facilidad y directamente a personas
con menos sofisticación cultural. No muchos nobles son llamados (1 Corintios 1:26).
Por consiguiente, se tiene que hacer frente a la anomalía de que en aquel mismo aspecto de la conducta humana que
más completamente distingue al hombre de los animales, es decir, su sentimiento religioso, el hombre parece haber
tenido su mayor conocimiento cuando se le supone haber recién abandonado su herencia animal. En contraste, tras
haberse esforzado «a la cumbre» después de milenios de civilización, había en realidad perdido su visión inicial y se
había vuelto espiritualmente decadente. A la vez, las mismas personas que proponen este anacronismo también nos
quisieran hacer creer que al ir el hombre evolucionando culturalmente, sus percepciones espirituales se han ido
purificando gradualmente hasta que por fin ha llegado a un elevado concepto monoteísta de la naturaleza de Dios. ¡Y
a la vez se nos asegura que este proceso de «mejora» solo alcanzará su cima cuando el hombre ya no tenga ninguna
creencia religiosa en absoluto! La extensión lógica de una premisa falsa lleva inevitablemente a estas contradicciones.
De nuevo, la historia de la percepción religiosa de la humanidad hace resaltar otro hecho de profunda significación.
Sostener una parte de la verdad, pero no toda ella, puede ser tan peligroso como no sostener ninguna verdad. Se dice
que la herejía es una verdad parcial llevada a su conclusión lógica. La gran herejía «ecuménica» es que Dios es
benevolente. Y es cierto, Dios es en verdad benevolente, aunque una palabra mucho mejor sería misericordioso; pero
Dios es también justo. La persona irreflexiva que sepa solo que Dios es bueno será extraviada a creerse segura con
independencia de sus acciones. Puede con ecuanimidad ignorar a Dios, y no adorarlo ni reconocerlo en absoluto. A
Dios no le importará cómo él se comporte, porque, haga lo que haga, puede asegurarse a sí mismo que no tiene nada
que temer, y que Dios lo comprenderá todo incluso si se olvida totalmente de Él. Sólo tiene que temer lo malo.
El concepto cristiano de Dios como amante y misericordioso ha sido bien acogido por la sociedad porque es una
«doctrina cómoda» en alto grado. Parte de la verdad llevada a su conclusión lógica da una visión totalmente falsa de la
relación del hombre con Dios. Y además hay todas las razones para sospechar que de hecho es un punto de vista
totalmente insatisfactorio. La idea misma de que Dios pueda sentir desagrado por la conducta humana, o que pueda
juzgar sus motivos, o que quiera recompensar su vida de forma apropiada en algún gran Juicio queda
convenientemente eliminada. Al principio, esta liberación del temor de las consecuencias puede suponer un enorme
alivio. Pero así como el hombre en caída libre en el espacio se siente temporalmente liberado de los efectos
conscientes de la gravedad —hasta que impacta sobre el suelo—, así un hombre «liberado» de la carga del pecado no
perdonado sentirá un enorme alivio hasta que, de repente, se destruye la ilusión de «falta de peso». La mayoría de los
hombres sienten este terrible sentimiento de «culpa» en ocasiones —y algunos con una abrumadora sensación de
terror. En realidad, los psiquiatras han ido llegando gradualmente a la conclusión de que el hombre no está sano sin
algún temor por las consecuencias del pecado. Quedar libres de la gravedad incluso en el mundo físico puede resultar
en un inesperado trastorno del bienestar del hombre.[37] No es sano vivir en un mundo ilusorio donde todo se perdona
y olvida como si nada tuviese una significación final ni vaya a ser traído ante algún Tribunal Superior.
Uno de los extraños problemas humanos es la persistente sensación de que de alguna manera uno debiera ser
castigado y no meramente perdonado, pues en tal caso uno no puede perdonarse a sí mismo. Puede ser algo muy
perturbador sentir el impulso de castigarse a uno mismo, de hacer alguna clase de expiación, a la vez que se cree que
en realidad no hay nadie en el cielo ni en la tierra que se cuide acerca de si se realiza tal expiación. Deja al hombre
con una sensación de culpa pero sing sentido de pecado —el dilema moderno. Estamos constituidos de tal manera que
hay un mayor sentido de liberación cayendo ante un Dios justo y rogando misericordia, que tratando de persuadirse a
uno mismo que no se ha incurrido en nada malo porque no hay ninguna fuente última de justicia. La conciencia
cargada persiste como si en una burla, pero persiste con su carga. Y así los pueblos más primitivos, como los más
civilizados, nunca han podido librarse de la sensación de que es necesario ofrecer sacrificios que cuesten algo. Pero
debido a que se piensa en Dios sólo como un ser benevolente y que por ello no demanda sacrificios, estos sacrificios
se hacen a los demonios —porque en caso contrario, ¿a quién se pueden hacer?
Así, originalmente la fe del hombre en la bondad de Dios estaba equilibrada por un conocimiento paralelo de Su
santidad y justicia. Pero uno de los efectos de la civilización fue «minimizar» el aspecto más exigente de la naturaleza
de Dios, hasta que se ha perdido totalmente de vista Su justicia y la conciencia ha llegado a ser el juguete de valores
culturales relativos. Nadie se inquieta hoy en día porque se diga que Dios es amor, pero no se considera a alguien muy
civilizado si dice que Dios es también justo. En resumen, una parte de la verdad constituye algo peligroso, y es
necesario restaurar la verdad igualmente importante de que Dios no es solo benevolente y perdonador, sino justo y
también severo. Sospecho que sucederían cosas extraordinarias para bien si los ministros de Dios volviesen a
proclamar el mensaje de juicio como lo hizo Jonathan Edwards. El temor del Señor es el principio de la sabiduría. ...
Y esto me lleva al punto final. Como hemos visto, hay pleno motivo para creer, a partir del estudio de la «fe» de los
pueblos primitivos, que la humanidad compartió en el pasado una revelación de la naturaleza de Dios y de la relación
del hombre con Él. Pero sabemos que en tiempos de Abraham apenas si quedaba ningún hombre vivo para quien
aquella revelación significase nada vital. ¿Cómo se llegó a esta situación? ¿Acaso la verdad revelada es impotente por
sí misma? La respuesta, me parece, ha de ser Sí, esta verdad es impotente. Es impotente a no ser que sea revelada de
forma renovada en cada generación y a cada persona individualmente. Un conocimiento de la verdad, por preciso y
exacto que sea, si ha sido adquirido meramente por transmisión oral o por reflexión, es impotente para engendrar un
entendimiento espiritual genuino. Las verdades que heredamos no proporcionan una verdadera percepción. De modo
que las mismas verdades pueden sobrevivir durante varias generaciones y ser sin embargo espiritualmente estériles, y
al ser estériles llegan a tener poca relevancia, algo que se preserva por hábito pero sin capacidad para afectar a la
conducta. Uno ve esto en las vidas de los jóvenes que han sido criados en una atmósfera de piedad cristiana, donde se
han familiarizado con la verdad, pero cuya verdadera significación les ha sido totalmente extraña, porque han sido
enseñados solo por el hombre y no por el Espíritu Santo.
Esto es lo que quiero decir por la necesidad de la inspiración. Puede que se nos proclame una verdad salvadora,
quizá en la Escuela Dominical, hasta que la sepamos al dedillo, y sin embargo ser totalmente insensibles a ella, hasta
que un día el Espíritu Santo abre nuestro entendimiento. Está claro que el Espíritu Santo no puede abrir nuestro
entendimiento a verdades que nunca hemos oído, y hasta este punto la memorización de las Escrituras es una especie
de garantía de que al menos el vehículo para la comunicación del conocimiento espiritual estará a disposición del
Espíritu Santo. Pero el peligro es que aquella verdad con la que uno se familiariza de esta manera puede dejar de
comunicar ningún significado, de modo que la mente se endurece contra aquello que debiera iluminarla, pero que no
lo hace. Es aun más lamentable que la Verdad misma adquiera la reputación de carecer de trascendencia debido a su
impotencia. El punto crucial aquí es que la verdad espiritual es impotente e incluso un obstáculo a no ser que y hasta
que el Espíritu Santo haya abierto nuestro entendimiento real a su verdadero significado. Aunque esto parezca bordear
la herejía, me parece que hay más esperanza para los que nunca han oído la verdad del evangelio que para aquellos
que la han estado oyendo todas sus vidas. Quizá, en la sabiduría de Dios, haya más esperanza para la actual
generación de analfabetos bíblicos que para la generación que vivió bajo la luz prestada de los tiempos victorianos.
Así, resumiendo, los datos demuestran de forma inequívoca que el hombre no puede haber alcanzado por evolución
sus percepciones religiosas al modo en que ha evolucionado en sus capacidades técnicas, por ejemplo, porque en tanto
que estas capacidades fueron mejorando constantemente, sus percepciones fueron precisamente en dirección opuesta.
El hombre comenzó evidentemente con una vital fe en Dios y con un concepto de su propia relación con Él que debe
haber sido por revelación, por cuanto nunca ha sido mejorada y ni tan solo mantenida a no ser que fuese
continuamente fortalecida o confirmada por revelación.
El hombre es una criatura singular por lo que hace a la posesión de la capacidad de comprensión espiritual, pero
también es una criatura caída, que necesita constantemente la renovación de su mente, debido a que está
constantemente acosado por los efectos cegadores del pecado. Ni la influencia enriquecedora de la civilización, que le
libera de algunas de las cargas de la vida diaria, ni los efectos ablandadores y represores de la cultura, que imponen
unos ciertos límites a sus propensión al mal, son factores adecuados para disipar su ceguera espiritual ni para liberarle
de la superstición, de los temores y del culto a los ídolos.
La revelación original, de la que tantas naciones y tribus tienen un borroso recuerdo, tiene que ser renovada por el
Espíritu Santo en el corazón de cada individuo para que sea efectiva en la transformación de su vida, para que ilumine
su mente y para que dé paz en su alma. Sin esta inspiración divina, ni el conocimiento tradicional ni la reflexión
personal devolverán al hombre a la comunión con su Creador. El que no nazca de nuevo (Juan 3:3), no puede ver el
reino de Dios, ni entrar en él.

* * * * *

Apéndice:

Bibliografía adicional

Collins, Roy, «Some Characteristics of Primitive Religions», Transactions of the Victoria Institute, vol.19, 1884, p.216-252.

Frankfort, Henry, y Frankfort, H. A., The Intellectual Adventures of Ancient Man, University of Chicago Press, 1946, 401 páginas.

Jevons, F. B., An Introduction to the History of Religion, Methuen, Londres, 1896, 443 páginas.

Keary, Charles F., Outlines of Primitive Belief, Scribner's, Nueva York, 1882, xxii y 534 páginas.

Kellog, S. H., The Genesis and Growth of Religion, Macmillan, Londres, 1892, xiv y 275 páginas.

Koppers, Wilhelm, Primitive Man and His World View, Sheed & Ward, Londres,1892, xiv y 275 páginas.

Lang, Andrew, The Origins of Religion, Watts, Londres, 1908, 128 páginas.
Langdon, Stephen H., «Monotheism as the Predecessor of Polytheism in Sumerian Religion», Evangelical Quarterly,Londres,
April, 1937.

Müller, Max, Origin and Growth of Religion as Illustrated by the Religions of India, Hibbert Lectures, Longmans Green, Londres,
1878.

Rawlinson, George, The Prevalence of Early Monotheistic Beliefs, Present Day Tracts, vol. 2, Religious Tract Society, Londres,
1883, p. 41.

Thomson, J. Radford, The Prevalence of Early Monotheistic Beliefs, Present Day Tracts, vol. 2, Religious Tract Society, Londres,
1883, tratado 11.

Artículos adicionales de la revista Transactions of the Victoria Institute:

Avery, J., «The Religion of the Aboriginal Tribes of India», vol.19, 1885-86, p. 94-121.

Brown, R., «The System of Zoroaster Considered in Connection with Arabic Monotheism», vol.13, 1879-80, artículo no. 51.

Rule, W. H., «Monotheism, a Truth of Revelation and Not a Myth», vol.12, 1878-79, p. 343-369.

Welldon, Rt. Rev. Bishop, «The Development of the Religious Faculty in Man, Apart from Revelation», vol. 39, 1907, p. 7-21.

Whitley, D. G., «Traces of a Religious Belief of Primeval Man», vol.47, 1915, p.125-148.

* * * * *
Samuel Zwemer tiene una excelente bibliografía: ver pp. 241-248 de The Origin of Religion, Cokesbury, Nashville, Tennessee,
1935.
[1] Browne, Lewis, This Believing World: citado por Samuel Zwemer en The Origin of
Religion, Cokesbury,Nashville, Tennessee, 1935, p.53.

[2] Langdon, Stephen H., Semitic Mythology, Mythology of All Races, vol. 5, Archaeological Institute of America,
1931, p. xviii.

[3] Langdon, Stephen H., The Scotsman, 18 de noviembre de 1936.

[4] Meek, T. J., Primitive Monotheism and the Religion of Moses, University of Toronto Quarterly, vol. 8, enero de
1939, p. 189-197.

[5] Frankfort, H., Third Preliminary Report on Excavations at Tell Asmar (Eshnunna): citado por P. J. Wiseman
enNew Discoveries in Babylonia about Genesis, Marshall, Morgan and Scott, Londres, 1936, p. 24.

[6] Véase acerca de esto Arthur Custance, «The Part Played by Shem, Ham, and Japheth in Subsequent World History
[El cometido de Sem, Cam y Jafet en la historia posterior del mundo]», Secc. I; Secc. IV, «The Technology of
Hamitic People [La tecnología del pueblo camita]», Secc. IV; y «A Christian World View: The Framework of History
[Una cosmovisión cristiana: El marco de la historia]», Secc. V; en Noah's Three Sons, vol. 1 en The Doorway Papers
Series, Zondervan Publishing Co.

[7] Delitzsch, Friedrich, Babel and Bible, Williams and Norgate, Londres, 1903, pp. 144s.

[8] Renouf, P. Le Page, Lectures on the Origin and Growth of Religion as Illustrated by the Religion of Ancient
Egypt, Williams and Norgate, Londres, 1897, p. 90.

[9] Rawlinson, George, editor, Herodotus, apéndice al Libro 2, p. 250.


[10] Petrie, Sir Flinders, The Religion of Ancient Egypt, Constable, Londres, 1908, pp. 3, 4.

[11] Müller, Max, Lectures on the Science of Language, 1ª serie, Scribner's, Armstrong, Nueva York, 1875, pp. 21,
22.

[12] McCrady, Edward, «Genesis and Pagan Cosmogonies», Transactions of the Victoria Institute, vol. 72, 1940, p.
55.

[13] MacNicol, Nicol, editor, The Hindu Scriptures, Everyman's Library, Dent, Londres, 1938, p. xiv.

[14] Müller, Max, History of Sanskrit Literature: citado por Samuel Zwemer como en la ref. 1., p. 87.

[15] Ross, John, The Original Religion of China: p. 25: citado por Samuel Zwemer, ref. 1, p. 86.

[16] Williams, R., «Early Chinese Monotheism», comunicación presentada ante el Instituto Kelvin, Toronto, 1938.

[17] Schafer, Edward H., Ancient China, en la serie, The Great Ages of Man, Time-Life Inc., Nueva York, 1967, p.
58.

[18] Persson, Axel, The Religion of Greece in Prehistoric Times, University of California Press, 1942, p. 124.

[19] Reseña bibliográfica, American Journal of Archaeology, vol. 43, 1939, p. 170, 171.

[20] Hislop, A., The Two Babylons, Partridge, Londres, 1903.

[21] Schmidt, Wilhelm, The Origin and Growth of Religion: Facts and Theories,traducido al inglés por H. J.
Rose,Methuen, Londres, 1931, xvi y 302 páginas.

[22] Ibid., p. 63.

[23] Ibid., p. 71.


[24] Ibid., p. 77.

[25] Ibid., p. 81.

[26] Ibid., p. 284.

[27] Ibid., p. 191.

[28] Lang, Andrew, The Making of Religion, Longmans Green, Londres, 1909, pp. 175-182, 196.

[29] Ibid., p. 196.

[30] Zwemer, Samuel, «The Origin of Religion: By Evolution or by Revelation», Transactions of the Victoria
Institute, vol. 67, 1935, p. 189.

[31] Titcomb, J. H., «Prehistoric Monotheism», Transactions of the Victoria Institute, vol. 8, 1873, p. 145.

[32] Ibid., p. 144.

[33] Radin, Paul, Monotheism Among Primitive Peoples, no publisher, Londres, 1924, pp. 65ss.

[34] Radin, Paul, Primitive Men as Philosophers, Dover, Nueva York, revised edition, 1956, p. 346.

[35] James, E. O., «Religion and Reality», Journal of the Royal Archaeological Institute, vol.70, 1950, p. 28.

[36] Custance. Arthur C., «Primitive Cultures: A Second Look at the Problem of Their Historical Origin», Part II
inGenesis and Early Man, vol. 2 en The Doorway Papers Series, Zondervan Publishing Company.

[37] M.D. Canada, vol. 11, 1968, p. 70.


Título: El Monoteísmo Primitivo, y el Origen del Politeísmo
Título original: Primitive Monotheism: and the Origin of Polytheism

Autor: Arthur C. Custance, Ph. D.


Fuente: Evolution or Creation?, vol. 4 of the Doorway Papers, 1977, Sección II. — www.custance.org —
Copyright © 1988 Evelyn White. All rights reserved

Copyright © 2008 Santiago Escuain para la traducción. Se reservan todos los derechos.

Traducción del inglés: Santiago Escuain

© Copyright 2008, SEDIN - todos los derechos reservados.

SEDIN-Servicio Evangélico
Apartat 2002
08200 SABADELL
(Barcelona) ESPAÑA
Se puede reproducir en todo o en parte para usos no comerciales, a condición de que se cite la procedencia reproduciendo
íntegramente lo anterior y esta nota.

||| Índice: ||| Índice de boletines ||| Página principal ||| Índice general castellano |||
||| General English Index ||| Coordinadora Creacionista ||| Museo de Máquinas Moleculares |||
||| Libros recomendados ||| orígenes ||| vida cristiana ||| bibliografía general |||
||| Temas de actualidad ||| Documentos en PDF (clasificados por temas) |||

Vous aimerez peut-être aussi