Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
Decanato de Ciencias Económicas y Empresariales
Departamento de Economía
Lic. En Economía
El petróleo como refugio de la sociedad venezolana
Estudiante:
Maryelis Acevedo V-25.684.982
Profesor:
Miguel Correa
Economía Petrolera – 8vo. Semestre de Economía T-01
Barquisimeto, Noviembre de 2018
La humanidad tiene doble moral: una que predica y no practica, y otra que practica y no predica. Bertrand Russell
El petróleo como refugio de la sociedad venezolana
Venezuela se dedicaba a la producción agraria, exportando los rubros
más requeridos por España y otros países para así obtener sus ingresos. Aunque los rubros exportados se mantenían por breves lapsos, es decir, no eran constantes, con excepción del cuero, cacao, tabaco y café que, sí se posicionaron por un periodo Para platear como la nacionalización del petróleo ha incidido en la sociedad venezolana, se debe recordar que este ha participado en la vida venezolana como un elemento dinámico, determinante y decisivo en la transformación de la política, económica y social del “Estado” venezolano. Haciendo de este un elemento fundamental en la historia venezolana del siglo XX, la incidencia de la explotación petrolera en la formulación de un proyecto nacional moderno apuntalado desde el Estado. Es por esto, que Venezuela se propuso nacionalizar el petróleo, uno de los más grandes recursos naturales que influyó en los diferentes cambios que ha experimentado Venezuela.
Luego de 1976, fecha en que se nacionalizó el petróleo mediante un
Decreto Ley dictado por el presidente de Venezuela para la fecha que era Carlos Andrés Pérez, surgieron una serie de repercusiones que generaron ventajas y desventajas económicas, sociales y políticas tanto en el territorio venezolano como a nivel internacional, pero en este se desarrollaran las consecuencias negativas del rentismo petrolero en Venezuela.
Definiendo, Venezuela es un país que basa su economía en la
producción y exportación de petróleo, es decir, un país que es considerado monoproductor y por ende a su vez monoexportador, en este país el petróleo constituye un factor importante ya que por él se obtiene una cantidad de ingresos suficientemente elevados, los cuales le permiten de una u otra forma la compra de todos aquellos bienes y servicios que el país no produce para satisfacer las necesidades de los venezolanos. En otras palabras, puede definirse la economía venezolana a partir de lo dicho anteriormente como monoproductora, con un elevado nivel de dependencia de la renta petrolera para su mantenimiento y supervivencia
Es entonces por esto que se importan grandes cantidades de productos
que, aunque se tiene la capacidad intelectual y mano de obra para producirlos, no se hace por la simple comodidad de tener ingresos elevados por la venta de barriles de petróleo, en otras palabras, la conformidad de ser un país rentista.
Lo que constituye un aspecto erróneo a la hora de querer hacer surgir la
economía de algún país, en este caso Venezuela, debido a que al producir lo que se necesita para cubrir las necesidades, se estaría ahorrando el egreso que originan las importaciones, además de que se verían en la necesidad de crear diferentes empresas, ya sean fábricas o industrias, para la producción de dichos bienes y servicios, y para esto es de suma importancia la mano de obra, es decir, el personal indicado para la realización de la producción, por tanto no solo se está generando nuevas empresas nacionales sino también uno de los factores más importantes que influyen en el crecimiento económico de un país, el empleo.
Por lo que, el carácter monoproductor y dependiente de la economía del
país (que todavía hoy se mantiene pese a los múltiples pero fallidos esfuerzos realizados para desarrollar otros sectores económicos) coloca a Venezuela en una situación que puede calificarse de ambigua. Por una parte, le garantiza cuantiosos recursos económicos, pues aún, el petróleo sigue siendo un producto indispensable para el mundo moderno. Sin embargo, la otra parte de esa ambigüedad la constituye la marcada dependencia de la economía venezolana del recurso petrolero, ya que cualquier caída brusca de la producción o de los precios, sumerge de inmediato a Venezuela en una profunda crisis económica. Es indudable que el éxito de la economía nacional se encuentra estrechamente vinculado a la posibilidad de diversificar las actividades productivas, sin que ello signifique una renuncia al aprovechamiento de un recurso del cual, Venezuela ha sido y seguirá siendo por mucho tiempo, uno de los más importantes productores en todo el mundo. Se hace necesaria entonces, una verdadera política de Estado que drene los recursos provenientes del petróleo hacia otros sectores menos desarrollados (como, por ejemplo, el Agro) con el fin de lograr consolidar una Venezuela económicamente más fuerte e independiente, lo que se traduciría en un mejor nivel de vida para todos los venezolanos.
Siguiendo este orden de ideas, se presenta la mayor consecuencia y
una de las determinantes del desarrollo es el elemento cultural pues esta conllevo al desarrollo de una mentalidad rentista en donde el trabajo no es considerado la fuente de la riqueza, la productividad y el mérito no se valoran, a diferencia de la viveza y la adulación. Así como también, se convirtió en una sociedad donde se valora el igualitarismo y no la justicia, y no solo eso, sino que se estimula el individualismo; una sociedad donde el poder conduce a la riqueza y no al revés, haciendo evidente la tendencia militarista que ha caracterizado los gobiernos de Venezuela. Y donde gran parte de la sociedad venezolana considera la historia como un progreso lineal y natural, que no es fruto de la eficiencia, el trabajo o la razón.
Por lo que todo redunda en que Venezuela pasó de ser un país de
economía agrícola, rudimentaria y atrasada con escasos ingresos, a otro con mentalidad minera y con una economía dependiente de la explotación del petróleo. De esta manera Venezuela se convirtió en un país monoproductor y monoexportador de petróleo. Es así como se estableció la característica de dependencia de este recurso que tiene la economía venezolana.
El Estado Mágico, denominación tomada de una reflexión de José
Ignacio Cabrujas, donde se refiere a una forma de fetichismo, de estadolatría como diría Dussel, en la cual se piensa ingenuamente que el Estado venezolano producto de la propiedad de los hidrocarburos, cuenta con recursos infinitos con los cuales de forma mágica y mesiánica se puede apalancar el progreso y la prosperidad nacional. Se trata de un fetichismo que reivindica el extractivismo obviando los mecanismos de la dependencia, y niega formas alternativas de desarrollo.