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AL JUZGADO DE GUARDIA DE MADRID

D. Manuel Sánchez-Puelles y González-Carvajal, Procurador de los Tribunales y del Partido


Popular, asistido del Letrado D. Alberto Durán Ruiz de Huidobro, en representación del
PARTIDO POPULAR, ante el Juzgado de Guardia de Madrid formulo la presente DENUNCIA, que
fundo en los siguientes

HECHOS

Primero.- Que, según recogen los medios de comunicación y reconoce el Gobierno de España
en reiteradas declaraciones públicas de sus miembros, la señora Delcy Eloísa Rodríguez López,
vicepresidenta del gobierno venezolano partió del aeropuerto Simón Bolívar de Caracas en una
aeronave Dassault Falcón 900LX con matrícula TC-AKE a las diez horas y doce minutos hora
local del domingo día 19 de enero de 2020, con destino al aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo
Suárez donde estaba previsto que aterrizara a las 00:12 horas de la madrugada del domingo al
lunes 20 de enero de 2020 y donde finalmente lo hizo con unos minutos de retraso.

Segundo.- Que junto con la vicepresidenta del gobierno venezolano viajaban el Ministro de
Turismo del país, señor Félix Plasencia, y otras seis personas, entre ellas el jefe del gabinete de
la señora Rodríguez.

Tercero.- Que la señora Vicepresidenta de la República Bolivariana de Venezuela, Dña. Delcy


Eloísa Rodríguez López es, desde el 25 de junio de 2018, una de los veinticinco dirigentes de la
dictadura bolivariana de Nicolás Maduro en Venezuela sancionadas por la Unión Europea en
virtud de lo dispuesto en la Decisión del Consejo de la Unión Europea (PESC) 2017/2074
(https://eur-lex.europa.eu/legal-content/es/TXT/?uri=CELEX:32017D2074) y, en consonancia
con la inquietud expresada por la Unión el 26 de julio de 2017 por “las numerosas denuncias
de violación de derechos humanos”; con el “profundo malestar” expresado por la Unión el 26
de julio de 2017 por la decisión de las autoridades de Venezuela de seguir adelante con el
proceso de elección de una Asamblea Constituyente; y con la declaración de 2 de agosto de
2017 de la Unión por la que “deben imponerse medidas restrictivas a determinadas personas
físicas responsables de graves violaciones de los derechos humanos”.
Cuarto.- Que la Decisión del Consejo 2017/2074, antes citada, y de carácter vinculante para
todas las Autoridades de la Unión en virtud del tratado de Funcionamiento de la Unión
Europea (TFUE), incluye en su apartado sexto la prohibición de viajar al territorio de la Unión
Europea incluyendo en tal prohibición también los tránsitos o escalas en cualquier aeropuerto
de la Unión al disponer que los Estados miembros de la Unión “adoptarán las medidas
necesarias para impedir que entren en su territorio o transiten por él” las personas físicas a
quienes resulte de aplicación las disposiciones incluidas en la Decisión y que en el caso de la
señora Delcy Eloísa Rodríguez López le son de aplicación por “menoscabar la democracia y el
Estado de Derecho en Venezuela y en particular por la usurpación de las competencias de la
Asamblea Nacional para atacar a la oposición del país e impedirle su participación en el
proceso político”.

Territorio nacional, a estos efectos, no se identifica con el delimitado por los accesos
documentales aeroportuarios sino que incluye todo el aeropuerto, incluso las áreas de
tránsito, según doctrina del Tribunal Constitucional, no existiendo, por tanto, áreas exentas de
soberanía o ajenas a ella.

Quinto.- Que, según ha reconocido la Ministra de Asuntos Exteriores del Gobierno de España
en declaraciones a los medios de comunicación, fue la embajada de Venezuela en España
quien informó al Ministerio de Asuntos Exteriores que la Vicepresidenta del Gobierno de
Venezuela se encontraba en el citado vuelo y que, por tanto, el Gobierno de España tenía
conocimiento de su presencia en la aeronave y, en consecuencia, del mandato europeo que
impide su visita, escala y/o tránsito en cualquier aeropuerto de la Unión.

En este sentido, el documento denominado Guía práctica para el cuerpo diplomático


acreditado en España publicado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en 2017
(Depósito legal M-28291-2017) expresa:

“Por Nota Verbal Circular 24/7, de 1 de diciembre de 2006, el MAEC informó a las
Misiones diplomáticas acreditadas y Organismos Internacionales con sede u oficina en
España sobre la adopción de una medida que facilita notablemente la entrada en el territorio
nacional, por el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, al personal acreditado que ya
ha sido documentado por este Departamento con tarjeta diplomática o consular.

La medida consiste en permitirles el acceso a la zona de control de pasaportes de dicho


aeropuerto por la vía señalizada y reservada para el ingreso de ciudadanos de países
comunitarios, con carácter general e independientemente de su nacionalidad.
Con esta disposición se han conseguido agilizar notablemente los trámites de ingreso y
proporcionar una mayor comodidad al personal acreditado en sus desplazamientos al
exterior.”

De todo ello se infiere que se omitieron deliberadamente los trámites para ocultar el
incumplimiento de la Decisión UE antes citada.

Sexto.- Que el Gobierno de España en declaraciones de su portavoz y del Ministro de


Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha reconocido, no sólo no haber impedido el que la
aeronave de la Vicepresidenta venezolana utilizara el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo
Suárez para hacer una escala, sino que además reconoce el haber mantenido un “encuentro
informal” con la Vicepresidenta en el interior de la aeronave por espacio de una hora y media
al objeto de disuadir a la Vicepresidenta de su intención de bajar de la misma, circunstancia
que debería haber sido impedida por las autoridades españolas en cumplimiento de lo
dispuesto en la normativa europea.

Séptimo.- Que el gobierno de España según ha reconocido en declaraciones a los medios su


Ministra Portavoz y el Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana permitió a la
vicepresidenta desplazarse a una sala VIP de la terminal de autoridades donde permaneció
hasta que abandonó España en un vuelo comercial con destino a Doha en la mañana del lunes
día 20 de enero.

Octavo.- Que, según han reconocido a los medios de comunicación responsables del Ministerio
del Interior, un comisario de la Policía Nacional comunicó a la Vicepresidenta de Venezuela
que, si bajaba de la aeronave sería detenida para proceder a su deportación y que ésta
información le fue trasladada al Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, D. José
Luis Ábalos, por el Ministro del Interior, señor Grande-Marlaska y por el propio comisario que
acompañó al Ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana mientras éste estuvo en el
recinto aeroportuario, como así lo ha reconocido en sus declaraciones a los medios el Ministro
de Fomento, por tanto, y según manifestaciones del Gobierno, el ministro Ábalos, evitó que la
policía practicará la deportación.

Noveno.- Que no hay constancia de que, a pesar de haber bajado de la aeronave la señora
Vicepresidenta del Gobierno venezolano, haya pasado por ninguno de los controles de
fronteras donde debía haberse sellado su pasaporte y validado sus documentos al objeto de
dejar constancia de su presencia en territorio nacional, cuestión que como hemos transcrito es
el protocolo ordinario establecido por el Ministerio de Asuntos Exteriores cualesquiera que sea
el personal con estatus diplomático afectado. Y ello a pesar de haberse trasladado desde la
pista donde tomó tierra la aeronave a una sala VIP en la que estuvo custodiada por las Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad del Estado, como así ha reconocido el Ministerio del Interior, y de ésta
a la aeronave en la que, en vuelo comercial, abandonó el territorio nacional con destino a
Doha.

Décimo.- Que incluso fuentes policiales, según recogen los medios de comunicación, señalan
que no se les permitió proceder a la detención o expulsión de Dña. Delcy Eloísa Rodríguez
López, conforme vienen obligados en virtud del art. 26 de Ley Orgánica 4/2000, de 11 de
enero, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social.

En consecuencia con todos los hechos anteriormente expuestos, el arriba denunciante, pone
en conocimiento del Ministerio Fiscal los mismos, ya que de acreditarse, pudieran ser
constitutivos de un delito de prevaricación, previsto y penado en el art. 404 del Código Penal,
por parte de las autoridades españolas implicadas, al haberse podido dictar una resolución
arbitraria en asunto administrativo, o subsidiariamente, de un delito de desobediencia,
previsto y penado en el art. 410.1 del Código Penal, en relación al incumplimiento de la
Decisión del Consejo 2017/2074.

Tanto por no haber impedido el tránsito de la aeronave en la que viajaba la vicepresidenta de


Venezuela a pesar de lo dispuesto en la normativa europea y de que las autoridades españolas
estuvieron informadas de tal circunstancia en todo momento como así ha sido reconocido.

Cómo por haber permitido que transitara por el territorio nacional sin adoptar las medidas a
las obligan las disposiciones europeas, cómo también por no haber sido sujeta su presencia al
control de fronteras y documental preceptivo.

La comisión del delito de prevaricación puede haberse producido aún en ausencia del
correspondiente expediente administrativo, toda vez que el art. 36.2 de la Ley 39/15 prevé el
ejercicio de competencias, subsumibles en directrices u órdenes, en forma o mandato verbal.

Igualmente, el delito puede haber resultado cometido en su vertiente de prevaricación por


omisión, figura ampliamente recogida en la Jurisprudencia, y cuyo elemento subjetivo del
injusto señalaba recientemente, entre otras, la Sentencia de la Sala Segunda del Tribunal
Supremo, nº 1593/2019 (recurso nº 1736/2018) de 22 de mayo de 2019:

“En este sentido, expresábamos en la citada sentencia que, cómo delito de infracción de un
deber, éste queda consumado, en la doble modalidad de acción o comisión por omisión,
cuando se ignora o desatiende la aplicación de la legalidad convirtiendo su actuación en
expresión de su libre voluntad, y, por tanto, arbitraria.”

Úndecimo.- Que, pongo en su conocimiento que, el pasado 31 de enero presenté ante la


Fiscalia General del Estado denuncia por estos mismos hechos, sin que hasta la fecha haya
tenido noticia de las actuaciones que haya llevado a cabo esa Fiscalía para su esclarecimiento.

Duodécima.- Que, el pasado 6 de febrero, se ha requerido a AENA, por medio de Burofax:

- Que se abstengan de destruir las imágenes del circuito de videovigilancia del aeropuerto
obtenidas el 20 de enero de 2020,….,

- Que se aperciba al responsable de tratamiento de datos del aeropuerto de las


responsabilidades, incluso penales, en las que puede incurrir en caso de ordenar el borrado de
las mismas a pesar de la existencia de unas denuncias formales ante la Fiscalía por los hechos
que se produjeron en dicho aeropuerto el 20 de enero de 2020.

- Que se pongan las imágenes a disposición de la Fiscalía que ya investiga los hechos
denunciados….

Dicho requerimiento se realiza al objeto de suspender el plazo de cancelación de datos


previsto en un mes desde su captación en virtud del artículo 6 de la Instrucción 1/2006, de 8
de noviembre, dictada por la AEPD, en relación al tratamiento de datos personales con fines de
vigilancia a través de sistemas de cámaras o videocámaras. Sin embargo, este plazo debe
suspenderse en caso de la existencia de una investigación judicial/policial de los hechos
presuntamente delictivos que se hayan podido registrar en las imágenes. Por tanto, se fija en
un mes el periodo de conservación de las imágenes, transcurrido el cual deberán destruirse,
salvo que estén relacionadas con infracciones penales o administrativas en materia de
seguridad pública o con una investigación policial en curso tal y como recoge la “Guía sobre el
uso de videocámaras para seguridad y otras finalidades” elaborada por la AEPD.

Además el RGPD determina en su artículo 2.2.d) su no aplicación al tratamiento de datos


personales por parte de las autoridades competentes con fines de prevención, investigación,
detección o enjuiciamiento de infracciones penales, o de ejecución de sanciones penales,
incluida la protección frente a amenazas a la seguridad pública y su prevención, y que según su
considerando 19, la protección de las personas físicas relativas a este tipo de tratamientos es
objeto de un acto jurídico específico a nivel de la Unión.
Decimotercero.- Que, en consecuencia, y dado que dichas imágenes resultan de una evidente
trascendencia para el esclarecimiento de los hechos denunciados, venimos a solicitar a este
Juzgado o al que estuviere en funciones de Guardia el dia de los hechos, que incoe las
correspondientes diligencias previas y, conforme a los hechos descritos en el presente escrito,
con carácter inmediato, como medida cautelar urgente, al ámparo del art. 13 Lecrim, solicite a
AENA las imágenes obtenidas en el Aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suarez, a través de su
circuito de videovigilancia y, en todo caso, sea requerida formalmente para evitar la
destrucción o supresión de las mismas.

En virtud de lo expuesto,

SÚPLICO AL JUZGADO, Que teniendo por presentada esta denuncia, se sirva admitirla, incoe las
correspondientes diligencias previas y con carácter inmediato, este Juzgado o el que estuviere
en funciones de Guardia el dia de los hechos, como medida cautelar urgente, al ámparo del
art. 13 Lecrim, solicite a AENA las imágenes obtenidas en el Aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo
Suarez, a través de su circuito de videovigilancia y, en todo caso, sea requerida formalmente
para evitar la destrucción o supresión de las mismas.

En Madrid, a 18 de febrero de 2020

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