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Universidad Central de Venezuela

Facultad de Humanidades y Educación


Escuela de Historia
Historia de Venezuela Colonial
Kreisbel Rodríguez
C.I. 26.709.943

EL DEBATE REPUBLICANO
Introducción

Para 1812 la recién independizada Venezuela padecía una crisis tanto social, tras la última
etapa del modelo colonial, como de origen natural, causado por el fatídico terremoto del 26 de
marzo. Varios autores han calificado este periodo de la historia como ‘‘la independencia del
desastre’’ puesto que el aparato material, intelectual e institucional de la sociedad de aquel
entonces, era muy débil como para aguantar lo que se avecinaba, es decir, el debate acalorado en
los distintos medios y distintos protagonistas entre federación y confederación que posteriormente
enrumbaría la guerra a muerte en 1813.

Es por ello que en el presente ensayo se evaluaran a grandes rasgos cada uno de los
escenarios mencionados ya que estos serían los que cristalizarían el debate entre federalismo y
confederación en la Primera República de Venezuela.

A. En primer lugar nos correspondería tratar el contexto vulnerable de la situación


económica y el proceso –de siglos– que jugo la explotación española, cosa que en los
momentos de la firma del acta de independencia los criollos pretendían acabar. Al mismo
tiempo, disertaremos sobre los efectos del desastre natural que repercutieron en todo el
ámbito nacional.

a. Cabe mencionar –aunque parezca reiterado– que debido a su ubicación geográfica,


Venezuela estuvo bajo cuidadosa vigilancia de la España borbona –y en crisis
política–, puesto que la vida mercantil era netamente agrícola, los efectos a largo y
corto alcance del quiebre de la economía al destruirse los medios de producción, al
reducirse el ganado, la mano de obra para ese ganado, al estancarse del comercio
marítimo y el comercio interior, al disminuir la renta del tabaco y la ruina de la
agricultura en general, fue trascendental –en cualquier contexto– e hizo que se
desestabilizara el frágil orden social de la colonia.

b. Por otra parte, lo que desencadenaría el terremoto del 26 de marzo sería una
avalancha de problemas. Sumado a ello, la Hacienda Pública contaba con pocos
ingresos, para enero de 1813 se encontraba en un déficit total pues La Junta ya venía
realizando gastos para pagar armamentos. Estas condiciones para la economía de
república fue un problema cardinal, pero fueron las tensiones politicas las que
hicieron que se descuidara el atropello que se venía presentando hacia la propiedad
privada, se provocaron saqueos y robos.

El impacto súbito del terremoto no solo causo que la economía fuera golpeada sino
que también transformo las relaciones de producción, las formas de contratar a la
mano de obra e inevitablemente polarizaría los ánimos de la población que antes
reservaba sus expectativas.

B. En este apartado, expondremos las polémicas disputas que se venían contendiendo en la


Gaceta de Caracas desde 1810 entre el federalismo y centralismo como forma de
gobierno durante la Primera República, y expondremos las resoluciones politicas de
Bolívar en el manifiesto de Cartagena (1812) y en cartas a los detractores de su proyecto
político.

a. En la Gaceta de Caracas van a publicarse panfletos antinapolionicos que estaban


profundamente en contra la descristianización, cuestión que los criollos
aprovecharan como sustento ideológico-religioso pero además, curiosamente,
aparecerá también en la Gaceta de Caracas, un texto anónimo nuevamente en contra
el gobierno napoleónico y en favor de la felicidad pública que solo se lograría si se
concebía en favor de la Virtud. Serian esta serie de manifiestos los que encenderían
el debate entre Federalismo y Confederación.
Incluso seria Roscio quien esclarecerá los temores de los grupos religiosos más
conservadores sobre la situación en caso de que faltara el monarca, él teorizara sobre
sobre el gobierno de la ley, es decir, el republicanismo.

b. En la historiografía de la Historia Patria, es poco conocido el proyecto político


centralista de Bolívar y que este se sentía admirado por los poderosos y respetables
gobiernos de Inglaterra y Francia. Esto se debe a que sus convicciones se basaban
fundamentalmente en los conceptos arcaicos o clásicos de Republica y Virtud.

En consecuencia, Bolívar veía como viciosas ideas politicas a cualquier


argumentación que justificara las ideas federalistas carentes de virtud, es por ello que
ratificara sus intenciones en una carta al Gobernador de la Provincia de Barinas,
Manuel Antonio Pulido, expresando en síntesis que: para evitar una guerra civil solo
la concentración del poder infundirá respeto y hará fuerte a la nación. Aun así, en
otra ocasión tendrá oportunidad de responder al Gobernador de Mérida que en las
circunstancias apremiantes de aquel entonces era menester prescindir sobre las
formas de gobierno, si centralismo o federalismo, puesto que en el ahora, el
centralismo era lo que iba a salvarlos.

Más tarde en la carta de Cartagena, Bolívar seguirá en oposición al complicado


gobierno federal, vera como obstáculo que en Venezuela se esté considerando por
una gran mayoría ‘‘un sistema ineficaz, desde entonces, por todo el mundo sensato,
y tenazmente sostenido hasta los últimos periodos, con una ceguedad sin ejemplo’’.
Más adelante, reiterara sobre el mismo tópico pero en diferente tono, el débil y
fracasado proyecto federal que ‘‘condujeron a Venezuela a su destrucción’’, intentara
por ese medio convencer a aquel que esté considerando al gobierno federal como
perfecto, que no lo era para aquel momento ni que lo necesitaban en el que estaban
naciendo los Estados en América.

C. Con respecto a las instituciones, hay que hablar sobre la influencia borbónica dentro del
desarrollo de la Segunda República y en particular del pensamiento de Bolívar, no es un
secreto que el proceso de reorganización de la Segunda República constaría con la
búsqueda de un gobierno altamente centralizado donde él asumirá los máximos poderes
de gobierno, las relaciones exteriores y de defensa, además de la jefatura suprema del
ejército.

a. Para superar el modelo colonial, Bolívar organizara el estado venezolano con la forma
de una dictadura republicana, eso quiere decir que todas las secretarias y funciones se
veían sujetas a la figura de Bolívar. Las instituciones antiguas como el real consulado y
la real intendencia sufrieron modificaciones para ser adaptadas al gobierno central,
manteniendo el ordenamiento jurídico español en tanto fuese compatibles con el nuevo
gobierno centralizado.

Conclusiones

Es evidente que este debate parte de su peculiaridad específica y única en la es historia, sin
embargo, todas estas circunstanciadas fueron una sorpresa para los actores de la época y al final,
como resultado del proceso en el cual se discutía si se prefería una federación o confederación, se
hace notable ‘‘la coyuntura desastrosa’’ puramente de origen antrópico. En conjunto, vimos que
en definitiva la economía fue un problema capital para el ‘‘desastre’’, pero aun así el proyecto
centralista de Bolívar dio sus frutos tras la declaración de la guerra a muerte que duraría hasta
1820. Pese a ello, esta coyuntura está ubicada dentro del discurso historiográfico de la Historia
Patria.
Bibliografía

ALTEZ, Rogelio, ‘‘Documentos para el estudio de un desastre’’, Caracas, Academia


Nacional de la Historia, 2009, Pg. 31.

AVELEDO, Guillermo, ‘‘La crisis del mundo hispánico y sus implicaciones’’, Caracas,
Academia Nacional de la Historia, Pg. 229.

BOLÍVAR, Simón, ‘‘Manifiesto de Cartagena’’, en Biblioteca Virtual Universal. Disponible


en:
https://www.biblioteca.org.ar/libros/1232.pdf

BRITO FIGUEROA, Federico, ‘‘La población y la estructura social de Venezuela en las


primeras décadas del siglo XIX’’, en Persee. Disponible en:
https://www.persee.fr/doc/hispa_0007-4640_1967_num_69_3_3909

FALCÓN, Fernando, ‘‘El cadete de los valles de Aragua’’, Caracas, Facultad de Ciencias
Politicas y Jurídicas, 2006, Pg. 210

FUNDACION EMPRESAS POLAR, ‘‘La primera república’’, en Diccionario de Historia


de Venezuela. Disponible en:
http://bibliofep.fundacionempresaspolar.org/dhv/entradas/p/primera-republica/

LEAL, Carole, ‘‘Diccionario político y social del mundo iberoamericano: la era de las
revoluciones’’, Madrid, Fundacion Carolina, 2009, Pg. 1380.

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