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La maximización de los beneficios

El supuesto de la maximización de los beneficios


Se utiliza el objetivo de maximización de beneficios como supuesto acerca del comportamiento de las empresas, a
modo de simplificar el análisis y, además, teniendo en cuenta que las predicciones acerca de los resultados de las
firmas se parecen sobremanera a los resultados observados en la realidad, es decir, sirve para predecir el
comportamiento de las firmas.
La selección de este objetivo no significa que las firmas sigan este principio de manera ineludible ni que sea el único
objetivo que persiguen. En particular, en la actualidad, en la que la empresa suele tener un enorme grado de
delegación de decisiones de los propietarios a los gerentes, es, por ende, más permeable a la persecución de otros
objetivos, los de los propios gerentes. Entre tales objetivos se suelen mencionar la maximización de ingresos por
ventas, el prestigio de la firma o de sus directivos o la optimización de beneficios de corto plazo (vinculada con sus
propias remuneraciones), entre otros.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que, si los gerentes no actúan de acuerdo con los intereses de los
propietarios o accionistas de las empresas, ponen en juego su propia perdurabilidad en el puesto, al tiempo que no
garantizan la sustentabilidad económica a largo plazo de la firma.
Estas razones derivan en la aceptación por parte de la teoría microeconómica tradicional del supuesto de
maximización de los beneficios como comportamiento movilizador de las acciones de las firmas,
independientemente de la estructura de mercado en la que actúen.
Competencia perfecta
Una empresa puede actuar en diferentes estructuras de mercado, es decir, puede ser el único vendedor o bien, en
el otro extremo, puede competir con un gran número de empresas. De este abanico pueden categorizarse las
estructuras económicas en cuatro:
Competencia perfecta: es aquella estructura de mercado en donde existe un gran número de productores y
consumidores de un bien en donde ninguno tiene poder para influir en el precio de mercado.
Monopolio: cuando la empresa es la única proveedora del bien o servicio. Por ejemplo, una empresa que sea la
única proveedora del servicio de energía eléctrica.
Oligopolio: cuando la empresa actúa en un mercado con pocos competidores. Por ejemplo, aerolíneas, servicios
de telefonía, etcétera.
Competencia monopolística: cuando el mercado reúne características competitivas y monopólicas al mismo
tiempo, como cuando hay un gran número de empresas que ofrecen un bien, pero cada una de ellas puede fijar su
propio precio o tiene su poder de mercado. Por ejemplo, negocios de venta de ropa, almacenes, etcétera.

En este módulo se tratará la competencia perfecta. La principal característica de esta estructura de mercado es que
existe un gran número de productores que no tienen por sí mismos el poder de fijación de precios de un bien, y de
ahí que deban aceptar el precio del mercado. Esta característica implica que la empresa competitiva toma como
dado el precio al cual puede vender su producción. En particular, se las conoce como tomadoras de precios o
precio-aceptantes. Analizando sus costos, decide si produce o no; en caso afirmativo, decide cuánto producir.
Las empresas que operan en mercados competitivos producen un bien homogéneo (idéntico al que producen los
demás competidores) y, además, como son pequeñas en relación con la industria, ninguna de ellas tiene poder
para imponer sus condiciones en el mercado.
Otra característica importante es que en los mercados competitivos es no existen barreras de entrada para el
ingreso de nuevas empresas. Esta libre entrada y salida de empresa, como desarrollaremos más adelante, será un
proceso de ajuste automático ya que cuando en el mercado haya resultados buenos (beneficios positivos en las
empresas) atraerá a que ingresen nuevas firmas. Esto ocasionará que aumente la oferta del bien haciendo reducir
el precio por la mayor abundancia que se genera que llevará a que los beneficios positivos iniciales tiendan a
desapecer. Lo contrario ocurritá cuando haya pérdida. Saldrán empresas del mercado, se generará escasez, la
oferta disminuye haciendo subir el precio de mercado y por consiguiente mejorando los resultados de las empresas
que quedan en el mercado.
Un ejemplo de este tipo de empresa puede ser el de un productor agrario que cultiva trigo. Vende un producto
homogéneo, es decir, no realizará ninguna estrategia para diferenciarse de su competidor y, como es uno de
tantos, no podrá fijar el precio de la cosecha de trigo, sino que tendrá que aceptar el precio que fijó el mercado y
vender lo que pueda a ese precio, es decir, acepta el precio de mercado.
Al igual que en cualquier otra estructura, se considerará que la empresa competitiva tendrá como objetivo
maximizar beneficios. Para avanzar en el estudio de la maximización de beneficios, es necesario introducir el
concepto de ingreso marginal y repasar el de costo marginal.
El ingreso marginal, el costo marginal y la maximización de beneficios
El ingreso marginal es el cambio en el ingreso total cuando cambia la producción y resulta del cociente entre en la
variación del ingreso total cuando cambia la producción o bien de la derivada de la función del ingreso total
respecto a la producción.

Cualquier firma maximizadora de beneficios, independientemente del tipo de mercado en el que opere, tomará su
decisión de producción siguiendo la siguiente secuencia. El beneficio que maximiza se calcula como la diferencia
entre los ingresos totales menos los costos totales.

La condición matemática para la existencia de un máximo implica que la derivada primera de la función que
optimizar, con respecto a la variable de interés –
en este caso, la cantidad que producir–, debe ser igual a cero.

El nivel de producción que maximiza el beneficio se consigue con la igualdad del Ingreso margina con el Costo
marginal.

Cuando el Ingreso margina es mayor al Costo marginal significa que el ingreso total crece más que el costo total
cuando aumenta la producción, por lo cual el beneficio está aumentando.

Cuando el Ingreso margina menor al Costo marginal sucede que los costos totales están creciendo más que los
ingresos, por lo cual el beneficio está disminuyendo. Solo en el caso de que sean iguales, el beneficio estará
constante y será máximo.

La elección del nivel de producción de corto


plazo
La empresa competitiva actúa en un contexto de mucha competencia, es decir, como ella, existe una gran cantidad
de competidores y ninguno de ellos tendrá poder por sí mismo para influir y modificar el precio.
El equilibrio de la empresa estará presente cuando maximice beneficio, ya que en ese punto no tendrá incentivos
para desviarse de posición.
Veamos ahora que el ingreso marginal de una firma competitiva también coincidirá con el precio, con el ingreso
medio y, en consecuencia, con la demanda que la firma competitiva enfrenta.

toda empresa maximiza beneficios cuando el ingreso marginal es igual al costo marginal, surge la condición de
óptimo para el caso competitivo: precio igual a costo marginal

La demanda que enfrenta una firma competitiva (Figura 1) se corresponde exactamente con el precio de mercado y
es, por lo tanto, horizontal a ese nivel (elasticidad de la demanda infinita o perfectamente elástica). La Figura 1
ilustra la situación de optimización de una firma. La cantidad de equilibrio (q*) surge de la igualdad o cuando se
cruzan el precio con el costo marginal. Para esa cantidad se obtiene el beneficio, que es el área rayada. El ingreso
total es un rectángulo que tiene un lado dado por el precio y el otro lado es la cantidad. Por lo tanto, el ingreso
total es toda el área que está por debajo de la demanda hasta la cantidad de equilibrio. El costo total, que también
es un rectángulo, está dado, por un lado, por la cantidad, y por otro lado, por el costo total medio.
Para encontrar el costo total medio, se debe buscar el punto del el costo total medio para la la cantidad elegida;
toda el área por debajo de ese valor es el Costo Total. La diferencia entre el área de ingreso total y de costo total es
la de beneficio total.

Si para la cantidad óptima no se cubren los costos medios, entonces la empresa incurre en pérdida en el corto
plazo.

La empresa, además de igualar el precio con el costo marginal, deberá tener en cuenta dos condiciones más: por
un lado, el costo marginal debe estar en su tramo creciente, y por otro, el precio debe ser mayor al punto de cierre
que viene dado por el mínimo del costo variable medio.

El máximo equilibrio será siempre la del tramo creciente del costo marginal y nunca la del tramo descendente. Esto
es así ya que, en el tramo descendente, el costo marginal está bajando mientras el ingreso marginal es constante,
es decir, el beneficio aumenta, pero aún no alcanzó el máximo. Por su parte, en el tramo creciente el costo
marginal crece y el ingreso marginal es constante, por lo que la brecha se irá achicando hasta llegar al máximo.

Sin embargo, aun con pérdidas, la empresa seguirá produciendo en el corto plazo. Esto es así, ya que, si cierra,
perdería todos los costos fijos.

Como la pérdida de producir es menor a la pérdida de cerrar la empresa, sigue produciendo. La empresa cerrará en
el corto plazo, cuando el precio no alcance a cubrir los costos variables medios, gráficamente, es cuando el precio
esté por debajo del costo variable medio, y de ahí que el punto de cierre es el mínimo del costo variable medio.

En el largo plazo, si subsistiera esta situación de pérdida debida a no cubrir los costos medios totales, la empresa
tampoco producirá (es decir, le conviene salir del mercado).

La elección del nivel de producción a largo plazo


La optimización en el largo plazo exige seleccionar un nivel de producción tal que el precio se iguale con el costo
marginal de largo plazo. En el largo plazo, los beneficios económicos serán nulos. Es muy importante considerar
que estamos refiriéndonos a los beneficios económicos, es decir, a aquellos que tienen en cuenta no solo los costos
contables o erogaciones, sino todos los costos de oportunidad. Por ello, tener beneficios económicos nulos implica
que se compensan los usos alternativos de los recursos –en términos de la mejor opción que estaba disponible y se
desechó– para ser empleados en la actividad de la empresa analizada.

En el largo plazo, el precio es igual al mínimo del costo medio, ya que en ese punto habrá beneficios iguales a cero.

El equilibrio del mercado a largo plazo


En el equilibrio competitivo en el largo plazo, todas las empresas maximizan beneficios (seleccionan la cantidad de
producción de largo plazo compatible con esta condición). Dado que las empresas del mercado obtienen beneficios
económicos nulos, no existen incentivos para entrar o salir. Como el mercado está en equilibrio, la cantidad
demandada y la cantidad consumida coinciden al nivel de precio de equilibrio.
Si, por el contrario, existieran beneficios económicos positivos, entonces habría empresas interesadas en ingresar
al mercado. Este ingreso de nuevos competidores (que generan más producción) se vería reflejado en un
desplazamiento de la función de oferta del mercado a la derecha y, en consecuencia, se reduciría el precio de
equilibrio. Este efecto se daría hasta que se eliminaran los beneficios económicos.

Lo contrario ocurre si hay pérdidas, ya que saldrán empresas: se reduce la oferta y aumenta el precio hasta que el
beneficio sea cero.
La curva de oferta a corto plazo de la empresa
competitiva
La empresa competitiva, entonces, ofrecerá a cada precio posible la cantidad indicada por su costo marginal (dado
que debe igualar P = CMg [costo marginal] para maximizar beneficios), pero, a partir del mínimo costo medio
variable. En la Figura 1, se presenta el equilibrio de una firma competitiva y se ilustra (con color más oscuro) cuál es
la curva de oferta de esta empresa. Como puede observarse, la curva de oferta de corto plazo (costo marginal por
encima del CVMe [costo variable medio]) tiene pendiente positiva: mientras mayor es el precio, mayor es la
cantidad que la empresa está dispuesta a ofrecer en el mercado.

La curva de oferta a corto plazo del mercado


La industria definirá su oferta a partir de las decisiones de todas las empresas que la conforman: obtenemos la
oferta de la industria agregando las ofertas individuales de todas las empresas (a través de la suma horizontal de
las respectivas curvas de costo marginal, siempre a partir de su respectivo mínimo costo medio variable.
Como muestra la Figura 2, la curva de oferta del mercado será quebrada e irá incorporando primero a las empresas
más eficientes (menores CVMe) y luego se irán adicionando empresas al mercado, a medida que los precios sean
mayores. Como resultado, va teniendo tramos crecientes y tramos horizontales sucesivamente.

El excedente del productor


El excedente del productor permite medir el bienestar de los oferentes en la evaluación de políticas económicas.
Recordemos la definición que brindan Pindyck y Rubinfeld (2001):
“Excedente del productor: Suma de la diferencia entre el precio de mercado de un bien y el coste marginal de producción
(en todas las unidades de producción)” (p. 276).
El excedente del productor para una empresa individual corresponde al área comprendida entre el precio del
producto (todas las unidades que se vendan en el mercado lo harán a ese mismo precio) y el costo marginal de
producirlas (el importe mínimo que el oferente estaba dispuesto a aceptar por esas cantidades).

La curva de oferta de largo plazo de la industria


La oferta de la industria de largo plazo dependerá de los costos que presenten las empresas que la componen.
Toda función de oferta presenta las cantidades ofrecidas a cada precio, entonces, partiendo de un equilibrio de
largo plazo dado por el punto A de la Figura 5, donde el precio de mercado es P1 y la cantidad de mercado es Q1 y
de la empresa es q1.
Si para esa situación aumenta la demanda de D1 a D2, el nuevo precio que regirá será P2. A ese precio la empresa
competitiva tiene beneficios positivos, dado que el precio es mayor al costo medio, con lo cual otras empresas
ingresarán al mercado atraídas por los beneficios que hay en él. La oferta de mercado se irá ampliando hasta
alcanzar un nuevo equilibrio que vuelve a ser un punto de beneficio cero, ya que en ese momento dejarán de
entrar empresas. Este es el punto C, que nuevamente es de largo plazo. Por lo tanto, uniendo los puntos A y C, que
son las situaciones de beneficios cero, se obtiene la función oferta de largo plazo.
En todo el análisis anterior, se supone que la mayor producción no afecta el mercado de insumos que puedan
aumentar el costo de ellos, es decir, la mayor producción requiere de una mayor demanda de factores de
producción; si los precios de los factores de producción aumentan, los costos también lo hacen. En este caso el
costo medio no se altera, con lo cual la industria es de costos constantes y trae como consecuencia una oferta de
largo plazo plana. Si los costos se incrementan, el punto C se conseguiría arriba del punto A, con lo cual la unión
daría una función con pendiente positiva, que es el caso de la industria de costos crecientes. Podría darse el caso
de que la mayor producción redujera los costos de los factores debido a que las compras en volúmenes pueden
hacer bajar el precio. Sería el caso de la industria de costos decrecientes, donde la oferta de largo plazo terminaría
teniendo pendiente negativa.
Impuestos y subsidios internos. Enfoque de
incidencia
En esta sección juntamos las dos partes de un mercado perfectamente competitivo: la demanda, que surge de las
decisiones individuales de consumo, y la oferta, que surge de las decisiones individuales de las empresas.
Al analizar el funcionamiento de este tipo de mercados, utilizamos los conceptos de excedente del consumidor y
de excedente del productor para analizar quiénes se perjudican, quiénes se benefician y qué ocurre con el
bienestar general cuando interviene el Estado en el funcionamiento de los mercados.
Entre las intervenciones analizadas, se estudian en esta instancia el cobro de impuestos y el otorgamiento de
subsidios para bienes no comercializables internacionalmente (bienes no transables).
Utilización de los excedentes de consumidores y productores para analizar el
efecto de la intervención del Estado
Los excedentes de consumidores y productores, como se mencionó al momento de introducir sus respectivos
conceptos, son medidas del bienestar que cada parte logra por participar del mercado. Estas medidas permiten
realizar comparaciones de estática comparativa, analizando cuánto se reduce o aumenta el bienestar de cada parte
interviniente en un mercado.

Impuestos
El establecimiento de un impuesto recae en parte sobre los productores y en parte sobre los consumidores. La
medida en que recae sobre una u otra parte del mercado depende de la forma (elasticidades) de las respectivas
curvas de oferta y de demanda.

El equilibrio inicial se encuentra para el precio P y la cantidad Q, que surgen de igualar la demanda con la oferta.
Para ese equilibrio el excedente del consumidor (EC) es el área por encima del precio y por debajo de la demanda,

Por otro lado, el excedente del productor es el área que está por debajo del precio de equilibrio y por encima de la
oferta.
Si se introduce un impuesto a la producción, parte de ese bienestar medido por los excedentes se perderá.
Cuando se aplica un impuesto, la oferta se traslada hacia atrás o hacia arriba, la oferta se traslada hacia O´. El
nuevo equilibrio viene dado por el Pc, como denominaremos al precio que paga el consumidor. Sin embargo, el
productor no recibe ese precio, ya que parte de este debe abonar el impuesto, por lo cual, restándole al precio Pc el
monto del impuesto, se obtiene el precio que recibe el productor (Pp). Cabe aclarar que la distancia vertical entre
ambas funciones de oferta es el monto del impuesto.

Con estos nuevos precios, se deben analizar de nuevo los excedentes. El excedente del consumidor debe medirse
desde el precio que paga el consumidor (Pc), es decir, ahora el área por encima del precio y por debajo de la
demanda es solo A. Para el caso del productor, el precio que se debe tener en cuenta es el precio que recibe el
productor (Pp), de modo que queda como excedente del productor el área G (área debajo del precio y por encima
de la oferta). Como resultado, se tiene que tanto el consumidor como el productor han perdido bienestar debido a
la incorporación del impuesto

Sin embargo, para analizar el bienestar de la sociedad, falta analizar el Estado. Este agente económico se beneficia
con el impuesto porque ahora recauda. Dicha recaudación viene dada por la cantidad producida multiplicada por el
monto del impuesto. En términos gráficos, el monto del impuesto viene dado por la diferencia de los precios Pc y
Pp. Multiplicada por la cantidad comercializada.

El bienestar de la sociedad (W), luego del impuesto, vendrá dado por el cambio en el bienestar de los
consumidores más el cambio en el bienestar los productores más el cambio en el bienestar del Estado.
Al área B la pierde el consumidor, pero la recupera el Gobierno, y al área E la pierde el productor, pero la gana el
Gobierno, de modo tal que quedan las áreas C y F como pérdida de bienestar de la sociedad o costo social.

De acuerdo con la elasticidad precio, la incidencia de un impuesto será mayor en el consumidor o en el productor.
Cuando la oferta sea muy inelástica (tiende a ser vertical) o la demanda sea muy elástica (tiende a ser plana), la
incidencia del impuesto recaerá más en los productores. Cuando ocurre lo contrario, es decir, cuando hay una
demanda muy inelástica (tiende a ser vertical) o la oferta es muy elástica (tiende a ser plana), la incidencia del
impuesto recaerá principalmente en el consumidor.
Subsidios
El análisis del otorgamiento de subsidios es análogo al de impuestos (solo que todos los cambios tienen signo
contrario). También en este caso se registra una pérdida de eficiencia neta debido a la existencia del subsidio; en
este caso, con presencia de carga fiscal (ya que el Gobierno es el que desembolsa el dinero para el subsidio).

el subsidio aumenta la oferta a O´ bajando el precio de equilibrio (Pc). El cambio en el excedente del consumidor es
un aumento porque paga un precio más bajo luego del subsidio y el productor recibe un precio más alto que el
equilibrio inicial dado por Pp.
El excedente del consumidor aumenta, ya que el área por debajo de la demanda y por encima del precio P c es
mayor. Además, el excedente del productor es mayor, ya que recibe un precio mayor.

El Gobierno, para generar ese mayor bienestar en los consumidores y productores, debe realizar un gasto en
subsidio que viene dado por el producto de las unidades producidas multiplicadas por el monto del subsidio. Al
igual que en el impuesto, el monto del subsidio viene dado por la diferencia entre las dos funciones ofertas.

Si bien hemos destacado los efectos sobre los participantes de un mercado en la intervención del Estado, es muy
importante tener en cuenta que estas medidas pueden resultar muy convenientes (mejoran el bienestar) en
presencia de algunas de las fallas del mercado:
Monopolios.
Bienes públicos.
Externalidades positivas o negativas.

En tales circunstancias, la intervención del Estado, además de ligarse con otros objetivos de política, mejora el
bienestar de la sociedad en su conjunto.

El Monopolio
En este módulo analizamos el funcionamiento de un mercado monopólico, es decir, un mercado en donde existe
un sólo oferente. Para ello analizamos cómo son el ingreso medio y el ingreso marginal del monopolista y cómo
éste utiliza esta información junto con la información acerca de su costo marginal para tomar su decisión acerca de
cuánto producir y a qué precio ofrecer su producción en el mercado.
Luego analizamos cómo cambia la decisión del monopolista cuando cambia la demanda y cuando el Estado cobra
un impuesto en un mercado monopólico.
Finalmente, analizamos en qué consiste y cómo se mide el poder de monopolio, cuáles son las fuentes de este
poder de monopolio, cuáles son sus costos sociales y qué alternativas de regulación de los monopolios tiene a su
alcance el Estado.
Las lecturas contienen ejercitaciones
adecuadas a los contenidos de cada módulo. Anímate y
¡resuélvelos! Te permitirán profundizar los aspectos teóricos y practicar para las evaluaciones.
Recuerda: los ejercicios son para practicar, no tienes que remitirlos. Si tienes dudas, puedes
consultar al Tutor Virtual.
Ingreso medio y marginal del monopolista
En esta sección presentaremos el caso menos parecido a la competencia: un mercado abastecido por un único
vendedor de un bien o servicio que no tiene sustitutos cercanos, denominado monopolio.
Entre los principales factores que explican la existencia de un monopolio pueden citarse: 3
1. Control de ciertos factores productivos clave: Cuando el monopolista es el único propietario o poseedor de
cierto factor importante para la producción del bien o servicio. Dado que otras empresas no pueden utilizarlo por
estar bajo control del monopolista, esta ventaja le otorga su posición de exclusividad.

2. Economías de escala: Si la curva de costo medio de largo plazo es decreciente, la forma más eficiente de proveer
al mercado es a través de una única empresa. Un mercado con estas características se denomina monopolio
natural. Este fenómeno suele darse cuando se evidencia una importante economía de escala en la producción.

3. Patentes: Con el fin de incentivar la generación de innovaciones y proteger a quienes desarrollan inventos útiles,
la mayoría de las legislaciones en los distintos países han creado leyes de patentes. Estas leyes dan el beneficio, por
cierto número de años, de la protección de la exclusividad de la producción del bien a quien lo desarrolló y registró.
En general, la existencia de patentes deriva en aumentos en los precios de los productos, ya que su producción se
vuelve monopólica durante el período de protección.

4. Concesiones públicas: En ciertos sectores, el propio Estado produce en exclusividad determinados bienes o
servicios, o establece un sistema de concesión a alguna empresa para proveerlo. Este derecho que otorga el Estado
crea un monopolio en ese sector.

Se suele observar que el factor más relevante para mantener un monopolio en el tiempo se asocia con la existencia
de economías de escala.
El rasgo clave que distingue al monopolio es la elasticidad precio de la demanda a la que se enfrenta la empresa. A
diferencia del caso competitivo, donde la elasticidad de la demanda que enfrenta cada competidor es infinita (si
aumenta aunque sea mínimamente el precio, su demanda desaparece), el monopolista tiene algún grado de
control al definir el precio del bien. En definitiva, la diferencia esencial entre estas estructuras de mercado es que la
demanda que enfrenta una empresa competitiva es horizontal, en tanto la que enfrenta el monopolista es la curva
con pendiente negativa correspondiente a la demanda de mercado completa. El monopolista no enfrenta el riesgo
de que, al aumentar el precio del bien, algunos competidores le capten parte de la demanda, ya que es el único
vendedor. Sólo ve como restricción a sus políticas de fijación de precios a la propia demanda que enfrenta, con
pendiente negativa derivada de la Ley de la demanda.

Entonces, teniendo en cuenta que el monopolista enfrenta la demanda de mercado completa, esta curva indicará
cuánto le ingresa al productor en promedio por cada unidad que vende; por lo tanto, representa su Ingreso Medio
(IMe). La Figura 1 ilustra esta situación. Además, el monopolista considerará el ingreso marginal por vender cada
unidad adicional del bien o servicio. Cuando la curva de demanda tiene pendiente negativa, el ingreso medio se
ubica siempre por encima de la curva de ingreso marginal. En particular, la función de ingreso marginal tendrá la
misma ordenada al origen que el ingreso medio y el doble de pendiente.

Nótese que el IMe es igual a la demanda y el IMg es la demanda con el doble de pendiente. Esto es válido siempre
que la demanda esté expresada P = f(Q) si la demanda estuviera Q=f(P) se deberá buscar su inversa.

La decisión de producción del monopolista


Como en el caso de la empresa competitiva, el monopolista persigue el objetivo de maximizar beneficios. Al
intentar maximizar beneficios, el monopolista tendrá en cuenta: la demanda y sus costos de producción.
La decisión clave del monopolista es ¿qué cantidad producir para maximizar beneficios? Nuevamente la
optimización implica que debe guardarse la relación de igualdad entre costo marginal e ingreso marginal.

El beneficio total a maximizar viene dado por: ingreso total menos costo total

Para deducir cuál es la cantidad maximizadora de beneficios, empleamos la condición de primer orden: la derivada
primera de la función a optimizar debe ser igual a cero.
Como puede observarse en la Figura 2, si el monopolista decide vender una cantidad inferior a la óptima (cuando el
ingreso marginal supera al costo marginal), sus beneficios son inferiores así como si vendiera una cantidad superior
(el costo marginal en este caso supera el ingreso marginal), en relación con los beneficios que obtiene si vende la
cantidad Q*.
Una vez que el monopolista ha seleccionado la cantidad óptima de producción de acuerdo con la regla IMg=CMg,
debe decidir cuál es el precio al que le conviene vender esa cantidad en su función demanda. En la Figura 3 se
ilustra cómo el beneficio es máximo si vende esa cantidad al precio máximo que la demanda está dispuesta a pagar
por la cantidad Q*.

también debe observarse cómo se mide el beneficio de la firma considerando la diferencia entre el ingreso total
(ingreso medio dado por la demanda, por la cantidad óptima) menos el costo total (costo medio por la cantidad
óptima)

Efectos de desplazamientos de la demanda


En un mercado monopólico no existe una curva de oferta (no hay una relación establecida entre la cantidad que el
monopolista ofrece en el mercado y el precio del bien o servicio).
Por ello, cuando se desplaza la demanda, pueden ocurrir diferentes resultados:
• Que sólo se modifique el precio.

• Que sólo cambie la cantidad.

• Que se modifiquen tanto precio como cantidad.

La Figura 3 muestra dos situaciones en las cuales se observan cambios sólo en el precio (panel izquierdo) o sólo en
la cantidad. Si bien lo habitual es que cambien ambos, estos ejemplos dan cuenta de situaciones claramente
diferenciadas a las indicadas para el caso competitivo.

El efecto de un impuesto
También el efecto de un impuesto específico sobre un bien o servicio 8 puede ser diferente en el caso del
monopolio. En el caso competitivo, el efecto se reparte entre consumidores y productores, y tiene una cuantía
inferior al impuesto definido.
En el caso monopólico, como muestra la Figura 4, el efecto de un impuesto en el cambio de precio puede ser
superior al valor del impuesto. La curva de CMg relevante para la decisión del monopolista se traslada en la
magnitud t, en tanto el cambio resultante en el precio que fija el monopolista es superior en magnitud a t.

El poder de monopolio
En general, los casos de monopolio puro son raros. La mayoría de las veces pueden observarse situaciones donde el
poder de mercado (capacidad del oferente de establecer un precio por encima del costo marginal) es elevado.
Necesitamos por ello disponer de una medida del poder monopólico o de mercado.
Una medida para esta situación, el Grado de poder monopólico de Lerner, que compara el precio (P) que establece
la firma con respecto a los costos marginales (CMg) de la siguiente manera:

El valor del índice puede asumir valores entre 0 y 1. En el caso competitivo, el indicador resultante vale 0. Mientras
mayor es el valor, más elevado es el poder monopólico.
Este índice puede ser expresado a través de la elasticidad de la demanda de la siguiente manera, en función de la
elasticidad de la demanda respecto del precio del bien que enfrenta la firma analizada en particular:
Las fuentes del poder de monopolio
La razón básica de las diferencias en poder monopólico que tengan las firmas se relaciona con la diferente
elasticidad precio de la demanda que cada una enfrenta.
Los factores que explican estas diferencias son:
1- Elasticidad precio de la demanda del mercado: La elasticidad de la demanda de todo el mercado es el límite
para la elasticidad de la demanda que cada firma enfrenta.

2- Número de empresas: Cuanto mayor sea el número de empresas en el mercado, más dificultoso será para ellas
detentar poder monopólico, ya que es más probable que en tal caso se establezca algún tipo de competencia entre
ellas. Debido a ello es que muchas veces las empresas ya establecidas en un mercado se concentran en crear
barreras o dificultades a la entrada de nuevos competidores. Entre tales barreras se destacan las patentes, las
licencias y concesiones otorgadas por el Estado, y hasta las economías de escala.

3- Relación entre empresas: en la medida en que las empresas realicen acuerdos y no compitan entre sí, mayor es
el poder que tienen para definir en conjunto precios por encima del CMg.

Los costos sociales del poder de


monopolio
Si se compara el resultado competitivo con la solución monopólica, en el primero tenemos que el precio coincide
con el costo marginal. En el caso del monopolio, el precio es superior al costo marginal y la cantidad producida es
inferior a la cantidad competitiva. Estas diferencias determinan que el bienestar desde el punto de vista de la
sociedad será inferior en el caso de un monopolio.
Como se aprecia en la Figura 6, los consumidores reducen su bienestar (medido a través del excedente del
consumidor) en las áreas A + B. La reducción del excedente del consumidor del área A se traslada al productor
monopolista quien se apropia de tal excedente. Hasta acá un tema distributivo, en el cual sólo se puede realizar
aportes desde un punto de vista normativo, ya que están involucrados juicios de valor acerca de a quién deben
otorgarse tales beneficios.
Sin embargo, los costos sociales en este caso se vinculan con la pérdida neta de bienestar que se transforma en un
desperdicio para la sociedad: las áreas B (reducción del excedente del consumidor) y C (reducción del excedente
del productor, por producir una cantidad menor a mayor precio). Las unidades que se producirían en un mercado
competitivo (Qc) son valoradas por encima del costo que tiene para la sociedad su producción. Sin embargo, en
monopolio tales unidades no se producen por no ser rentables para el productor.

La regulación de los monopolios


La política pública intenta, debido a la pérdida de eficiencia neta asociada con la presencia de monopolios, evitar su
aparición o al menos controlar los efectos distorsionadores con los que se asocian. Para ello, se suelen generar
leyes antimonopolio1 y políticas de regulación de precios.

Si la regulación establece un precio a lo sumo igual a P1, la nueva curva de ingreso medio (y marginal) que enfrenta
la firma será horizontal hasta la cantidad Q1, a ese precio. A partir de ese nivel de producción en adelante, la curva
de ingreso medio y la curva de ingreso marginal correspondientes son idénticas a las originales. Por ello, el punto
óptimo para la empresa será igual a Q1, donde se cortan IMg y CMg.
A medida que baja el precio que establece la regulación, hasta el nivel PC, la pérdida de eficiencia se reduce. Más
allá de este precio, la cantidad producida se reduce, generándose una brecha entre la cantidad producida y la
demanda (similar al establecimiento de precios máximos en el caso competitivo).
La Figura 3 muestra la regulación a un monopolio natural. Ya que el costo medio es decreciente en todo el tramo
relevante de costos con respecto a la demanda, la función de costo marginal es inferior al costo medio (recuérdese
la relación entre magnitudes medias y marginales descripta en el Módulo 2).
El monopolista, en ausencia de regulación, establece un precio y cantidad en el nivel PM y QM, correspondientes a
su óptimo al maximizar beneficios.
La regulación aspira a llegar a un punto como PC y QC, propios del caso competitivo (donde el precio se iguala con
el costo marginal). Sin embargo, en esa cantidad, los costos medios no son cubiertos por el precio, y la empresa no
podría sobrevivir. Por ello, la solución de
regulación de este tipo de monopolio trata de fijar un precio lo más cercano a PR, con lo cual se garantice una
producción de QR, más próxima a la cantidad de competencia. Para el regulador no es sencillo conocer las
funciones de costo medio de la empresa monopólica regulada: existen en este esquema incentivos a que la firma
no sea eficiente en la producción, ya que tendrá asegurado el CMe como precio por la regulación. Las dificultades
mencionadas llevan a otros intentos de regulación, que también presentan problemas de implementación. Entre
estas alternativas se destaca la “regulación basada en la tasa de rendimiento”. La oferta de
factores a una empresa
Cuando la empresa es competitiva en el mercado de factores presentará la característica de ser precio-aceptante,
en este caso aceptará el salario de mercado.
La curva de oferta de factor trabajo que enfrenta una firma es perfectamente elástica al precio del trabajo
determinado en el mercado respectivo. La Figura 1 ilustra la oferta de factor que enfrenta la firma, es decir,
ofrecerá un solo salario.

La demanda de un factor
La demanda de un factor cuando sólo es variable uno de los factores
Decimos que las demandas de factores productivos (las cuales también presentan pendiente negativa con respecto
del precio de cada factor respectivamente) son demandas derivadas, ya que dependen de la evolución de la
demanda de los bienes que tales factores van a producir.
La demanda por el factor dependerá si la empresa venda su producto en un mercado competitivo o en un mercado
monopólico.

En un contexto de corto plazo, suponemos que la firma ya decidió cuánto factor capital utiliza en su planta, y varía
la cantidad de factor variable (trabajo) en función de la cantidad que deba producir. Al tomar la decisión de
contratar o no un trabajador más, comparará el costo adicional que representa tal contratación con el ingreso
adicional generado por dicho trabajador adicional. Este ingreso adicional recibe el nombre de Ingreso del producto
marginal del trabajo (IPMgL). La empresa contrata trabajadores adicionales hasta el punto donde se iguale el costo
de contratación con el ingreso adicional generado por el último trabajador contratado.
El IPMgL es igual al producto del IMg por la colocación del bien producido en el mercado, multiplicado por la
productividad física de cada trabajador adicional.

Si el mercado de bienes es competitivo, donde todas las cantidades son vendidas a un mismo precio P (y, por lo
tanto, generan el mismo ingreso marginal para cualquier cantidad vendida).

Este resultado suele denominarse valor del productor marginal (VPMgL = P*PMgL) y es la demanda de factores por
parte de la empresa competitiva en el mercado de factores y de bienes. Como en el monopolio el P es distinto y
mayor que IMg, la demanda de factores de una empresa competitiva en el mercado de factores pero monopólica
en el mercado de bienes se denomina ingreso del producto marginal y es menor al valor del producto marginal.
Esta razón hace que se contrate menos factores en un mercado monopólico que en uno competitivo.
El costo para la empresa de contratar un trabajador más estará dado por el salario que debe pagar por este
incremento en la dotación del personal.

Dado que la empresa es competitiva en el mercado de factores aceptará el salario de mercado. Como el salario
está dado, esta función es constante en el nivel de salario de equilibrio del mercado siendo la oferta de la empresa.
En la Figura 4 se indican los cambios en la cantidad de trabajo demandada si se produce una modificación en el
salario de mercado que enfrenta la
firma. A un salario más alto, la cantidad contratada de factor será más baja.

Para el caso que la empresa sea monopólica en el mercado de bienes pero competitiva en el mercado de factores,
aceptará el salario de mercado pero su demanda será el Ingreso del producto marginal.

La demanda de un factor cuando es variable más de uno de los factores


Al analizar la contratación de más de un factor variable debe considerarse que una variación en el precio de uno de
ellos altera la demanda del otro factor productivo.
Cuando se modifica el precio del trabajo (por ejemplo, si se reduce el salario de w 1 a w2), existen incentivos para
alterar la demanda de trabajo hasta L2, aún si el precio del capital se mantiene sin cambios. Luego, dada la caída en
el costo marginal de producción por la reducción del salario, implica que, con la finalidad de aumentar más aún la
producción, se contrate también más capital. La mayor cantidad de capital empleado deriva en un aumento del
IPMgL ya que crece la PMgL (por lo que la curva respectiva se desplaza a la derecha como en la Figura 5), para el
salario w2 cuando hay dos factores variables no se contrata L2 sino que L3. Por lo tanto, la demanda de trabajo va a
venir dada por la unión de los puntos A y C correspondientes a las diferentes curvas de IPMg, a los distintos
salarios. Esta situación permite concluir que la elasticidad de la demanda de trabajo en el largo plazo es superior a
la correspondiente en el corto plazo.

La curva de demanda del mercado


Para obtener la curva de demanda de trabajo del mercado, debemos considerar, en primer lugar, la agregación de
las demandas de las empresas de una determinada industria. Luego la demanda del mercado para cierto tipo de
trabajo no es más que la suma horizontal de todas las demandas de las industrias que utilizan ese tipo de trabajo
en su producción.
Para calcular la demanda de la industria, debe tenerse en cuenta que, al cambiar el salario, se modifican tanto el
nivel de producción como el precio del producto. Esta situación puede observarse en la Figura 6. La curva de
demanda de la industria tiene en cuenta el cambio (reducción) en el precio del producto que genera el aumento de
producción del bien de toda la industria al caer el salario (es más empinada de lo que sería la suma horizontal de
las demandas si cada empresa de la industria simplemente se mantuviera sobre una misma curva de IPMgL cuando
se reduce el salario).

La oferta de trabajo de un individuo


La curva de oferta de trabajo del mercado tiene pendiente positiva: a mayor salario, más trabajo se ofrece. Sin
embargo, a nivel individuo puede tener pendiente negativa.

Como puede observarse en la Figura 7, a medida que el salario crece, los individuos deciden ofrecer más trabajo
(tramo en que opera el efecto sustitución de horas de trabajo por horas de ocio), pero esto ocurre hasta un punto,
es decir, mientras más alto es el salario más horas destinará a trabajo y menos a ocio. A partir de ese salario, los
sucesivos aumentos determinan que los individuos puedan “comprar” más horas de ocio, es decir, decidan trabajar
menos horas. En este tramo decimos que es más fuerte el efecto ingreso. Por lo tanto, la curva de oferta individual
se transforma y tiene luego pendiente negativa.
Los mercados de factores
productivos
En esta sección estudiamos el funcionamiento de los mercados de factores productivos. A diferencia de los
mercados de bienes finales que analizamos previamente, en los mercados de factores los demandantes no son
consumidores, sino empresas que demandan factores de producción; mientras que los oferentes son o bien
empresas, cuando los factores de producción son bienes de capital o materias primas, o bien trabajadores, cuando
lo ofrecido son servicios laborales.
Analizamos primero cómo toman sus decisiones de demanda de factores productivos tanto las empresas que
venden sus productos en mercados perfectamente competitivos como las empresas monopólicas, y analizamos en
qué difieren estas decisiones. Luego analizamos cómo los trabajadores toman sus decisiones de oferta laboral y,
finalmente, unimos ambas partes del mercado para analizar su funcionamiento.
Equilibrio en un mercado de factores competitivo
El mercado de factores está en equilibrio si se igualan las funciones de oferta y demanda del factor. En ese
equilibrio se determinan, como en cualquier otro mercado, la cantidad de factor de equilibrio y el precio del factor
de equilibrio (remuneración del respectivo factor).
La renta económica en el mercado de factores es la diferencia entre el pago efectuado al factor y la cantidad
mínima que debe poder gastarse para obtenerlo (la cantidad por la cual hubiera sido posible obtenerlo). Sólo existe
renta económica si la oferta de factor es algo inelástica.

El caso extremo corresponde a la oferta de factor perfectamente inelástica (como la tierra, tal como se ilustra en la
Figura 1). Debido a que la cantidad de tierra disponible se hubiera podido conseguir a cualquier precio, la totalidad
del precio, determinada sólo por la demanda, constituye renta para los propietarios de este factor.

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