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EL DELITO DE APROPIACIÓN ILÍCITA EN EL CÓDIGO PENAL PERUANO

A propósito de la Casación 301-2011, Lambayeque

Actualmente el delito de apropiación ilícita, también conocido como delito


de apropiación indebida, está tipificado entre los artículos 190 al 193 del
Código Penal.

La apropiación ilícita es el acto cometido por un agente delictivo, en su


provecho o en el de un tercero; haciendo suya en forma indebida un bien
mueble, una suma de dinero o cualquier objeto que se haya entregado para
la guarda o depósito, a título de administración o cualquier otro título no
traslativo de dominio, existiendo la obligación de devolver oportunamente
el bien entregado en custodia.
Sumilla: 1. Introducción; 2. Concepto; 3. Bien jurídico protegido; 4. Figuras
penales en la apropiación ilícita; 5. La apropiación ilícita común; 5.1.
Descripción legal; 5.2. Tipicidad objetiva; 5.2.1. Sujeto activo; 5.2.2. Sujeto
pasivo; 5.2.3. Acción típica; 5.3. Tipicidad subjetiva; 5.4. Consumación; 5.5.
Pena.
1. Introducción
La figura de apropiación ilícita, históricamente, se consideraba dentro de la
noción genérica de hurto. El Código de Manú y el Levítico la mencionan
y solían equipararla al hurto. Fue el derecho penal canónico el primero en
conocer el delito de apropiación indebida como hipótesis distinta al hurto.
En el Código Penal francés se tipificó como delito dependiente bajo el
nombre de “abuso de confianza”, sirviendo así de modelo al Código español
de 1822[1].
En el Perú, estaba regulada en el artículo 346 inciso 6 del Código Penal de
1862. En el Código Penal de 1924, la apropiación ilícita se encontraba
prescrita en los artículos 240 al 242. Actualmente el delito de apropiación
ilícita, también conocida como delito de apropiación indebida, está
tipificado entre los artículos 190 al 193 del Código Penal de 1991.
2. Concepto
La apropiación ilícita es el acto cometido por un agente delictivo, en su
provecho o en el de un tercero; haciendo suya en forma indebida un bien
mueble, una suma de dinero o cualquier objeto que se haya entregado para
la guarda o depósito, a título de administración o cualquier otro título no
traslativo de dominio, existiendo la obligación de devolver oportunamente
el bien entregado en custodia[2].
En la apropiación ilícita, la capacidad de disposición del propietario resulta
afectada por el abuso de confianza, siendo precisamente este hecho el
que justifica la punibilidad del incumplimiento de la obligación de restituir;
de no concurrir tal abuso, no habría apropiación ilícita.
Cabanellas[3] refiriéndose a la apropiación indebida, denominación que se
tiene en Argentina, que en el Perú equivale a la apropiación ilícita,
señala: “incorporación, por acto espontaneo, de una cosa a nuestro
patrimonio, cuando se carece de derecho para ello”.
Existe apropiación ilícita cuando el agente realiza actos de disposición o un
uso determinado sobre un bien mueble, que ha recibido ilícitamente por un
título que no le incorpora un derecho, sumando a su patrimonio, ya sea el
bien del que se ve privado el propietario, ya el valor incorporado a él; esto
es, el valor inherente al bien mismo en virtud de la naturaleza y función del
objeto en cuestión. A lo que se agrega el hecho que el ilícito materia de
imputación es eminentemente doloso –animus doloso–; por lo que el agente
debe conocer y querer la apropiación, requiriéndose, además un elemento
subjetivo del tipo, cual es el ánimo de lucro, que comprende la intención de
apoderarse de un bien y la obtener un beneficio o provecho[4].
Lea también: Análisis histórico y jurídico-penal de los delitos de colusión
agravada, peculado, cohecho y falsedad genérica en una sentencia de
apelación
Debemos señalar que si en el delito de hurto, el agente se apodera de un
bien sin violencia ni amenaza, en el delito de robo, se emplea tanto una
como la otra, en el delito de apropiación ilícita se recibe el bien con
asentimiento, pero existe la negativa en su devolución.
Veamos las diferencias entre el delito de apropiación ilícita y el delito
de estafa:

Apropiación ilícita Estafa

 En este delito el
engaño es esencial.
 Hay engaño
 En este delito no
concomitante con la
existe el engaño.
entrega del bien.
 Hay abuso de
 La constitución de la
confianza.
posesión va
 La posesión de la
precedida desde el
cosa es
primer momento por
originalmente lícita y
una conducta
después surge el
engañosa que
ánimo de
precisamente es el
apropiación ilícita.
origen o la causa de
 Recae sobre bienes
esa constitución, con
muebles
lo que la posesión es
desde ese momento
ilícita.

3. Bien jurídico protegido


El bien jurídico protegido es el patrimonio, específicamente, la propiedad de
un bien mueble. Salinas Siccha[5] refiriéndose al bien jurídico en el delito de
apropiación ilícita, indica, “es lugar común en la doctrina aceptar que el
bien jurídico que se protege es el patrimonio y más precisamente el derecho
de propiedad regulado en el artículo 923 del Código Civil”.
Por su parte Reátegui Sánchez[6] señala que el bien jurídico protegido en el
delito de apropiación ilícita será la propiedad, conforme ha sido entendido
por la doctrina nacional predominante, siendo que existe en este caso, un
derecho subjetivo a la restitución de la cosa, basado en el deber del sujeto
activo, por una parte, de hacerlo; y el derecho del sujeto pasivo de que se
lo haga, y que está obligado a devolverlo, resultando la obligación de
restituir del contenido del título que une a las partes, y, sin duda alguna, de
una relación de confianza que pudo haber determinado a las partes a la
realización del acuerdo.
Hugo Vizcardo[7], citando a Muñoz Conde, indica, “que el bien penalmente
tutelado en este tipo delictivo, es también el derecho que se tiene a entregar
un bien para que sea usado conforme al ámbito de disponibilidad que
permite el título, ámbito de disponibilidad que puede coincidir con una
propiedad con limitaciones. La esencia de lo injusto radica en el ilegítimo y
abusivo incumplimiento, por parte del agente, de disponer del bien
rebasando los límites impuestos en el título”.
El R.N. 2347-2002, Lambayeque[8], respecto al bien jurídico protegido indica:
“Lo que aparece protegido especialmente en el delito de apropiación ilícita
es la propiedad sobre una cosa, y en relación a esta la capacidad de
disposición que tiene el propietario, lo que implica que tenga derecho a su
restitución y como contrapartida obliga al otro a la restitución de la cosa.”
Es importante tener presente que la Casación 301-2011,
Lambayeque; recoge dos criterios doctrinales respecto a la configuración
del delito de apropiación ilícita, desde el bien jurídico.

Bien jurídico: propiedad Bien jurídico patrimonio

El delito de apropiación
indebida no solamente
castiga los actos de expolio o
Lo que se sanciona en el delito de expropiación en estado
de apropiación ilícita en puro, caracterizadas por la
principio, es privación definitiva de la
la transmutación que efectúa propiedad, sino que el bien
el sujeto activo de una jurídico protegido por este
posesión legítima al ejercicio delito también incluye
de facultades inherentes a la determinadas lesiones del
propiedad del bien. patrimonio de modo que no
solamente es la propiedad lo
que se protege sino también
el derecho de los acreedores
a ver satisfecho su crédito de
modo que las deslealtades o
irregularidades más graves
del acreedor, unidos a su
insolvencia, colmarán el plus
de desvalor material que
justifican la tipificación y la
sanción de tales conductas.

4. Figuras penales de la apropiación ilícita


Las figuras penales que presenta el Código Penal Peruano de 1991 son las
siguientes:
a) Apropiación Ilícita (artículo 190).
b) Sustracción de bien propio (artículo 191).
c) Apropiación Irregular (artículo 192).
c.1) Apropiación de bien perdido o apropiación de tesoro ajeno (artículo
192).
c.2) Apropiación de bien ajeno (artículo 192 inciso 2).
d) Apropiación de Prenda (artículo 193).
5. La apropiación ilícita común
5.1. Descripción legal

Artículo 190.- Apropiación ilícita común


El que, en su provecho o de un tercero, se apropia
indebidamente de un bien mueble, una suma de dinero o un
valor que ha recibido en depósito, comisión, administración u
otro título semejante que produzca obligación de entregar,
devolver, o hacer un uso determinado, será reprimido con
pena privativa de libertad no menor de dos ni mayor de cuatro
años.
Si el agente obra en calidad de curador, tutor, albacea,
síndico, depositario judicial o en el ejercicio de una profesión o
industria para la cual tenga título o autorización oficial, la pena
será privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis
años.
Cuando el agente se apropia de bienes destinados al auxilio
de poblaciones que sufren las consecuencias de desastres
naturales u otros similares la pena será privativa de libertad no
menor de cuatro ni mayor de diez años.

Veamos el delito de apropiación ilícita o delito de apropiación indebida en


el derecho comparado.[9]
Lea también: Casación 659-2014, Puno: Desarrollo jurisprudencial sobre la
desvinculación jurídica

Código Código
Código Penal Código Penal de
Penal de Penal de El
de Guatemala Uruguay
Bolivia Salvador

Artículo 345- Artículo Artículo 272.-


Artículo 351.-
Apropiación 217.- Apropiación y
Apropiación
indebida. Apropiación retención
indebida.
El que se o retención indebidas.
El que se apropiare,
apropiare indebidas. Quien en
convirtiéndolo en su
de una cosa El teniendo perjuicio de
provecho o en el de
mueble o un bajo su otro, se
un tercero, dinero u
valor ajeno, poder o apropiare o
otra cosa mueble,
en custodia distrajere
que le hubiera sido
provecho una cosa dinero, efectos
confiado o
de sí o de mueble o cualquier
entregada por
tercero y de ajena por otro bien
cualquier título que
los cuales el título que mueble que
importare obligación
autor produzca hubiere
de restituirla o de
tuviera la obligación recibido en
hacer un uso
posesión o de entregar depósito,
determinado de ella,
tenencia o devolver comisión o
será castigado con
legitima y la cosa o su administración,
tres meses de prisión
que valor, se o por cualquier
implique la apropiare otra causa que a cuatro años de
obligación de ella o no produzca penitenciaría.
de entregar la entregare obligación de
o devolver, o restituyere entregarlos o
será a su debido devolverlos,
sancionado tiempo en será
con perjuicio de sancionado
reclusión de otro, será con prisión de
tres meses a sancionado seis meses a
tres años. con cuatro años y
prisión de multa de cien
dos a a tres mil
cuatro años. quetzales.

5.2. Tipicidad objetiva


5.2.1. Sujeto activo
Puede ser cualquier persona que después de haber recibido el bien mueble,
en virtud de un título no traslativo de propiedad, es decir, que se transmita
solamente la posesión inmediata, tiene la obligación de devolverlo,
entregarlo o darle un uso determinado.
El sujeto activo debe haber entrado en posesión del bien apropiado con la
obligación de su posterior devolución o entrega, por lo que respecto del bien
hay dos momentos: uno lícito, que es la entrega en posesión legitima del bien
y el otro ilícito que es la no devolución, en la que existe el ánimo de
apropiarse indebidamente el bien. [10]
Es importante tener presente, “para que se configure el delito de
apropiación ilícita es necesario que el agente realice actos de disposición
del bien mueble que le ha sido entregado en posesión, tenencia o uso, con
la obligación de devolver, por lo que la falta de estos elementos hacen
atípica la conducta y ante la ausencia de tipicidad no existe antijuridicidad
ni agente culpable”[11].
Queralt,[12] comentando el Código Español señala, “solo lo pueden
cometer los que, sin haber recibido en propiedad una cosa, tengan
obligación de devolverla, quedan incluidos los depositarios, comisionistas,
administradores y todos aquellos que en virtud de un título jurídico deban
devolver lo recibido”.
La Casación 301-2011, Lambayeque[13], la misma que es una doctrina
jurisprudencial, respecto a la conducta del sujeto activo en el delito de
apropiación ilícita, precisa que “la conducta esencial que debe desarrollar
el agente está constituida por la apropiación, es decir, por el apoderamiento
o adjudicación a su favor de un bien mueble que no le pertenece
legalmente. Esto implica que el agente en forma ilegal, ilícita o indebida
coloca dentro de la esfera de su patrimonio –bajo su dominio- un bien
mueble que sabe perfectamente que es ajeno, dado que le pertenece a
otro, en su forma clásica, ese otro, es quien por título lícito, le confió el bien
por un tiempo y con fin determinado”.
5.2.2. Sujeto pasivo
Es el titular de los bienes muebles, objeto del delito, pudiendo ser cualquier
persona física o jurídica.
Roy Freyre[14] señala que es sujeto pasivo en este delito, la persona titular
del derecho real con quien debió cumplirse con la obligación de devolverle
la cosa, o la persona por cuenta de quien se asumió la obligación de
entregar el bien mueble a otro.
Víctima o sujeto del delito de apropiación ilícita será cualquier persona
natural o jurídica con la única condición de ser la propietaria del bien
mueble, dinero o valor entregado por título legítimo al agente, para
después ser devuelto o entregado a una tercera persona o hacer un uso
determinado del bien[15].
Martínez Huamán[16], analizando la Casación 301-2011, Lambayeque,
sostiene que “resulta totalmente acertada la posición establecida en la
Casación, pues muchas veces se entendía que el sujeto pasivo del delito
resulta ser el propietario del bien, cuando dicha situación no es la que el
delito establece de forma excluyente. Es decir, muchas veces sucede que
la persona que cede el bien con un título que obliga a devolver o entregar
el bien, y que enmarca el ámbito de actuación de la persona a la cual se le
entrega el bien, no necesariamente tiene que ser el dueño (o propietario),
pues podría ser una persona distinta a quién legítimamente se le haya
entregado, a su vez, el bien mueble. Es a dicha persona, no propietario, a la
cual el sujeto pasivo afectaría en su posibilidad de disposición. Este último –
afectado con la disposición ilícita que realiza el agente -es el sujeto pasivo
del delito”.
5.2.3. Acción típica
El comportamiento consiste en la apropiación de un bien mueble, dinero o
un valor que se ha recibido en depósito, comisión, administración u otro título
semejante que produzca la obligación de entregar, devolver o hacer un uso
determinado.
En si el delito de apropiación ilícita se concretiza cuando concurren
obligatoriamente los elementos constitutivos que conforman el tipo penal.
Son requisitos sine qua non sin, con los cuales la conducta sería atípica,
teniéndose los siguientes:
a) Apropiarse indebidamente de un bien mueble, de una suma de dinero o
de un valor
El núcleo del tipo está representado por el verbo “apropiar”. Dicho verbo
constituye la esencia del delito de apropiación ilícita.
Quintano Ripollés[17] indica que conviene dejar bien sentado que el nombre
“apropiación” equivale a convertir algo ajeno en propio, debiendo
entendérsele como sinónimo de “adueñamiento”, por lo que están
eliminadas de la apropiación indebida los usos abusivos y aun los
dañosos que no presupongan el hacer suya la cosa.
Es necesario tener presente en el delito de apropiación ilícita, dos momentos:
 Primero: Consistente en la transmisión legitima de la posesión de la
cosa por parte del sujeto pasivo hacia el sujeto activo, con el título
que produzca la OBLIGACIÓN de este ultimo de entregarla o
devolverla.
 Segundo: La apropiación antijurídica por parte del poseedor
legitimo (sujeto activo. Por cuanto no desea entregar ni devolver la
cosa.
En si la apropiación es entendida como la incorporación a la esfera propia
del patrimonio de aquello que fue recibido meramente a título
posesorio[18].
Existe en la conducta ilícita el incumplimiento de una obligación futura
nacida de una relación legal o contractual. Este ilícito requiere
necesariamente la preexistencia del poder de custodia sobre un bien por un
título que produzca la obligación de entregar devolver o hacer un uso
determinado. Lo que fundamenta la mayor gravedad de la apropiación
indebida es la ruptura de una obligación jurídica de devolución o entrega
del objeto. La conducta típica descrita tiene como significado el disponer
de la cosa como si fuera propia de manera que ello implica incumplimiento
definitivo de la obligación de entrega o devolución[19].
Por otro lado solo se producirá la obligación de devolver algo que
previamente lo haya recibido, ya que si no se prueba que el sujeto activo lo
haya recibido en términos no violento, entonces estaremos ante un delito de
robo o hurto[20].
En consecuencia por apropiarse la cosa se considera de ejecución de actos
de disposición tendentes a que los bienes recibidos se integren en el propio
patrimonio del sujeto activo, en perjuicio del sujeto pasivo, haciendo
desaparecer la separación de patrimonios correspondientes al autor y a la
víctima.[21]
Debemos señalar que esta apropiación indebida debe recaer, respecto a
un bien mueble, dinero o un valor.
En cuanto al bien mueble, conforme al Código Civil de 1984, tenemos:

BIENES MUEBLES

Artículo 886.- Son muebles:


1.- Los vehículos terrestres de cualquier clase.
2.- Las fuerzas naturales susceptibles de apropiación.
3.- Las construcciones en terreno ajeno, hechas para un fin
temporal.
4.- Los materiales de construcción o procedentes de una
demolición si no están unidos al suelo.
5.- Los títulos valores de cualquier clase o los instrumentos
donde conste la adquisición de créditos o de derechos
personales.
6.- Los derechos patrimoniales de autor, de inventor, de
patentes, nombres, marcas y otros similares.
7.- Las rentas o pensiones de cualquier clase.
8.- Las acciones o participaciones que cada socio tenga en
sociedades o asociaciones, aunque a éstas pertenezcan
bienes inmuebles.
9.- Los demás bienes que puedan llevarse de un lugar a otro.
10.- Los demás bienes no comprendidos en el artículo 885.

Por otro lado la Ley de Garantía Mobiliaria, Ley 28677, en el artículo 2.4,
refiriéndose a bien mueble, precisa: “Bien mueble: cualquier bien mueble o
conjunto de bienes muebles, de acuerdo a la enumeración que contiene el
Código Civil y la presente Ley. Para efectos de esta Ley, también se
consideran bienes muebles las naves y aeronaves, los pontones, plataformas
y edificios flotantes, las locomotoras, vagones y demás material rodante
afecto al servicio de ferrocarriles”.
La jurisprudencia peruana, respecto al bien mueble ha señalado. “En el
delito contenido en el artículo 190° del Código Penal, se considera como
bien mueble aquel objeto que importa o refleja un valor económico, es decir
cuantificable; pues, al ser éste un delito en que se realiza un apoderamiento
del patrimonio del sujeto pasivo a favor del sujeto activo, implica desmedro
y un beneficio económico respectivamente[22]“.
En cuanto al dinero, comprende a la moneda corriente. La moneda es un
medio de cambio que se acepta generalmente en pago de bienes y
servicios.
Cuando el artículo 190 del Código Penal, se refiere a valor, debemos
entender a los objetos de comercio que contienen en sí mismos la expresión
de su importe y que representan determinadas sumas o intereses, y además,
son materia de contratación en bolsa.
Hugo Vizcardo[23], comentando en cuanto al dinero y el valor, señala
que “en lo que respecta a las referencias específicas que el tipo hace con
respecto al ‘dinero’ y al ‘valor’, nos pronunciamos en el sentido de que ellas
resultan innecesarias puesto que pueden, perfectamente, ser comprendidas
dentro de la noción amplia de ‘bienes muebles’. Tal vez el fundamento de
la referencia específica y aparentemente diferenciada de tales bienes, se
deba más bien a criterios de prevención general, optando el legislador por
señalarlos indicativamente, para lograr un mayor impacto preventivo. Dinero
es el medio de cambio convencional, de curso forzoso, impuesto por el
Estado, que siguiendo una unidad patrón, se emplea para realizar las
transacciones económicas. Por ‘valor’, debemos entender el concepto de
título valor, que es el documento convencional, que representa o contiene
derechos patrimoniales, como por ejemplo, las letras de cambio, cheques,
pagarés, certificados de depósitos, acciones, warrant, etc”.
b) Que el bien hubiese sido dado en depósito, comisión, administración u
otro título semejante que produzca la obligación de entregar, devolver o
hacer un uso determinado
La ley hace mención al depósito, comisión, administración u “otro título
semejante que produzca la obligación de entregar o devolver”, fórmula
analógica que permite abarcar todos los actos que transfieren
materialmente la vigilancia o custodia del bien mueble, como por ejemplo:
el mandato, el comodato, la prenda, la aparcería, arrendamiento,
usufructo, etc.[24]
En cuanto al depósito está regulado en el Código Civil: “Por el depósito
voluntario el depositario se obliga a recibir un bien para custodiarlo y
devolverlo cuando lo solicite el depositante” (art. 1814 del C.C).
El depositario debe poner en la custodia y conservación del bien, bajo
responsabilidad, la diligencia ordinaria exigida por la naturaleza de la
obligación y que corresponda a las circunstancias de las personas, del
tiempo y del lugar (art. 1819 del C.C.).
El depositario no puede usar el bien en provecho propio ni de tercero, salvo
autorización expresa del depositante o del juez. Si infringe esta
prohibición, responde por el deterioro, pérdida o destrucción del bien,
inclusive por caso fortuito o fuerza mayor. Esto lo precisa el artículo 1820 del
C.C.
Por otro lado el Código Civil, señala en el artículo 1824: “El depositario
responderá por el deterioro, pérdida o destrucción del bien cuando se
originen por su culpa, o cuando provengan de la naturaleza o vicio
aparente del mismo, si no hizo lo necesario para evitarlos o remediarlos,
dando además aviso al depositante en cuanto comenzaron a
manifestarse”.
A nivel jurisprudencial, tenemos:
 El ejecutante del depósito tiene responsabilidad solidaria de
naturaleza civil con el sujeto activo, más no penal si no se acredita
su participación dolosa en el delito. ”Si bien el ejecutante es
responsable solidariamente con el depositario por los resultados del
depósito, a tenor de lo señalado por el artículo 445° del Código de
Procedimientos Penales, esa responsabilidad solidaria es sólo de
naturaleza civil y por tanto aquél no responde penalmente en caso
que este último se apropie ilícitamente del bien depositado, salvo
que hubiese tenido una participación dolosa en los hechos”[25].
 Existe apropiación ilícita, cuando existe la negativa del depositario
de entregar el bien. “Al negarse el depositario a poner a disposición
del juzgado los vehículos para la ejecución de la prenda, ha
incurrido en el ilícito penal de apropiación ilícita”[26].
Por otro lado el Código de Comercio, señala en el artículo 237: “Se reputará
la comisión mercantil el mandato, cuando tenga por objeto un acto u
operación de comercio, y sea comerciante o agente mediador del
comercio el comitente o el comisionista”.
El concepto de “administración” debe ser entendido en un sentido amplio
que abarque, así, todo acto que suponga el ejercicio de un mandato.
Tenemos el “mandato” y la gestión de negocio”[27].
El Código Civil regula el mandato, así como la gestión de negocios.
• Mandato. Artículo 1790.- Por el mandato el mandatario se obliga a realizar
uno o más actos jurídicos, por cuenta y en interés del mandante.
• Presunción de onerosidad. Artículo 1791.- El mandato se presume oneroso.
Si el monto de la retribución no ha sido pactado, se fija sobre la base de las
tarifas del oficio o profesión del mandatario; a falta de éstas, por los usos; y,
a falta de unas y otros, por el juez.
• Extensión del mandato. Artículo 1792.- El mandato comprende no sólo los
actos para los cuales ha sido conferido, sino también aquellos que son
necesarios para su cumplimiento.
El mandato general no comprende los actos que excedan de la
administración ordinaria, si no están indicados expresamente.
• Responsabilidad del mandatario. Artículo 1794.- Si el mandatario utiliza en
su beneficio o destina a otro fin el dinero o los bienes que ha de emplear
para el cumplimiento del mandato o que deba entregar al mandante, está
obligado a su restitución y al pago de la indemnización de daños y perjuicios.
• Solidaridad en mandato conjunto. Artículo 1795.- Si son varios los
mandatarios y están obligados a actuar conjuntamente, su responsabilidad
es solidaria.
• Gestión de negocios:

Definición. Artículo 1950.- Quien careciendo de facultades de


representación y sin estar obligado, asume conscientemente la
gestión de los negocios o la administración de los bienes de
otro que lo ignora, debe desempeñarla en provecho de éste.
Solidaridad en pluralidad de gestores. Artículo 1951.- Cuando
los actos a que se refiere el artículo 1950 fueran asumidos
conjuntamente por dos o más personas, la responsabilidad de
éstas es solidaria.
Obligaciones del dueño de los bienes o negocios. Artículo
1952.- Aunque no hubiese ratificación expresa, el dueño de
bienes o negocios que aproveche las ventajas de la gestión,
debe cumplir las obligaciones que el gestor ha asumido por él
en nombre propio y hacerse responsable de ellas; reembolsar
los gastos efectuados por el gestor con los intereses legales
generados a partir del día en que se han realizado; e
indemnizar los daños y perjuicios que haya sufrido el gestor en
el desempeño de la gestión.
La misma obligación le concierne cuando la gestión hubiese
tenido por objeto evitar algún perjuicio inminente, aunque de
ello no resultase provecho alguno.
Responsabilidad del gestor. Artículo 1953.- El juez apreciará las
circunstancias que indujeron al gestor a encargarse de la
gestión para fijar la amplitud de su responsabilidad, establecer
el monto de los gastos que deban reembolsársele y fijar la
indemnización por los daños y perjuicios que hubiere sufrido en
el desempeño de la gestión.

El Código Procesal Civil regula la administración judicial de bienes. A falta de


padres, tutor o curador, y en los casos de ausencia o de copropiedad, se
procede a designar al administrador judicial de bienes conforme al artículo
769 del CPC.
El administrador judicial de bienes tiene las atribuciones que le concede el
Código Civil en cada caso, o las que acuerden los interesados con
capacidad de ejercicio y que el juez apruebe. A falta de acuerdo, tendrá
las que señale el juez (artículo 763 del CPC).
El administrador judicial de bienes está obligado a rendir cuenta e informar
de su gestión en los plazos que acuerden los interesados que tienen
capacidad de ejercicio o, en su defecto, en los establecidos en el Código
Civil y, en todo caso, al cesar en el cargo (artículo 774 del CPC).
Por otro lado tenemos las consideraciones, que la doctrina penal ha
desarrollado, con respecto a lo que se señala como título en el Código
Penal. Así, el maestro sanmarquino Roy Freyre[28], considera que “el vocablo
título significa aquí causa o fundamento de las citadas obligaciones”.
Compartiendo su opinión indica que dichos títulos no pueden ser sino
“aquellos dados por el derecho privado para regular los contratos y regir los
derechos reales, siempre que no tengan por objeto la transferencia de la
propiedad”.
Habrá de ser todo título “jurídico”, que convierte al sujeto activo en
“depositario”, “administrador” u “comisionista”, dando lugar a un deber
jurídico de devolución, esto es, de restituir el bien mueble a su legítimo
propietario[29].
Gonzales Rus[30] citado por Reátegui Sánchez señala que “estamos en
presencia de un delito especial del que solo puede ser autor quien recibió el
objeto material en virtud de alguno de los títulos que se especifican en el
precepto”.
Por otro lado la obligación de entregar debe incumplirse respecto a una
tercera persona, es decir, distinto al sujeto de quien recibió la cosa. En
cambio, la obligación de devolver se supone incumplida respecto a la
misma persona que se dio la cosa al agente[31].
El hecho de no devolver el bien mueble objeto de apropiación, debe
constituir una forma de antijuridicidad de la conducta desarrollada por el
agente o autor, es decir, se presenta cuando aquel sin tener derecho que lo
ampare o justifique se apodera del bien mueble recibido en depósito o
custodia[32].
También se configura el delito de apropiación ilícita, cuando existe retención
de aportaciones de los trabajadores: “desde el momento en que el
encausado paga los sueldos de los trabajadores se produce un
desplazamiento patrimonial de dicho importe, de tal forma que la retención
que realiza de parte de dicho salario por mandato de la ley, queda en su
poder, no como propietario sino en calidad de mero depositario con la
obligación de entregar lo retenido y depositario en la institución de
seguridad social” (En Código Penal en su Jurisprudencia. Gaceta Jurídica.
Dialogo con la Jurisprudencia. Primera Reimpresión. Lima. Octubre 2007. p.
308).
La jurisprudencia nacional, en cuanto a los actos de disposición o de uso
determinado, señala lo siguiente: “[…] son actos de disposición o de uso
determinado sobre un mueble, que ha recibido lícitamente por un título que
no le da derecho a ello, incorporando a su patrimonio, ya sea el bien del
que se ve privado el propietario, ya el valor incorporado a él, esto es, el valor
inherente al bien mismo en virtud de la naturaleza y función del objeto en
cuestión; a lo que se agrega el hecho de que el ilícito materia de
impugnación es eminentemente doloso –animus doloso; por lo que el
agente debe conocer y querer la apropiación, requiriéndose, además, un
elemento subjetivo del tipo, cual es el ánimo de lucro, que comprende la
intención de apoderarse de un bien y la de obtener un beneficio o
provecho” (R. N. N° 573-2004. Diccionario Penal Jurisprudencial. Gaceta
Jurídica. Lima. Noviembre. 2009.p. 62).
c) Que la apropiación se haga en provecho propio o en beneficio de un
tercero
En definitiva, apropiarse significaba incorporar al propio patrimonio la cosa
que se recibió en posesión con la obligación de entregarla o devolverla[34].
La ley no demanda expresamente un perjuicio patrimonial para la víctima,
sencillamente porque supone que no es concebible una apropiación ilícita
exenta de agravio económico. El perjuicio debe ser efectivo (basta con
desconocer el derecho de propiedad, o el derecho del poseedor mediato
a que se re reintegre la posesión inmediata), en cambio es suficiente con
que la ventaja sea potencial[33].
5.2.4. Elementos típicos del delito de apropiación ilícita, conforme a la
doctrina jurisprudencial vinculante de la Casación 301-2011, Lambayeque
La Casación 301-2011, Lambayeque, conforme al punto III de la parte
resolutiva de la misma sentencia, considera doctrina jurisprudencial
vinculante lo señalado en los acápites 8.1 al 8.6 del considerando octavo,
de conformidad con el inciso cuatro del artículo 427 del Código Procesal
Penal.
Previamente veamos el caso:
[…] Se aprecia del requerimiento fiscal obrante en los folios uno a nueve que
se imputa a la encausada doña Jalli Jannan Villareal López, que en su
condición de empleada de la empresa agraviada, Rinti S.A. vendedora de
productos alimentarios para caninos y felinos- se apropió indebidamente del
dinero que cobró a clientes de esta empresa, ascendente a quince mil
setenta y nuevo soles con nueve céntimos (S/.15,071.09). Así, la imputada
entregó a clientes de la empresa comprobantes de pago en señal de acuse
de recibo del dinero por los productos vendidos sujetos a crédito, pero una
vez efectuado el pago de estos a ella, no le entregó las arcas de la referida
empresa.
La decisión cuestionada:
La sentencia de vista del veintitrés de agosto del dos mil once, emitida por
la Primera Sala Penal Superior de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia
de Lambayeque, la misma que revocó la sentencia emitida por el señor Juez
del Sexto Juzgado Penal Unipersonal de Chiclayo, que condenó a doña Jalli
Jannan Villarreal López, como autora del delito de apropiación ilícita, en
agravio de la empresa Rinti Sociedad Anónima y revocándola, la absolvió
de los cargos formulados en su contra.
Extracto de la sentencia impugnada:

“[…] se sobreentiende que si la sentenciada fue una


dependiente de la empresa agraviada, cuando los clientes de
ésta cancelaron sus deudas no lo hicieron con la intención que
aquella entregara el dinero a su principal, porque para ellos la
cancelación se efectuó a la misma empresa, a través de la
sentenciada; en consecuencia respecto a ellos no se produjo
ningún abuso de confianza ni perjuicio patrimonial; siéndoles
ajena la diferencia surgida entre la empresa agraviada y su
dependiente, la sentenciada, por tanto, no reconociéndose en
la actuación de ésta, producto de la entrega del dinero, una
obligación impuesta, por su relación con los clientes de la
empresa agraviada, de entregar a otro, hacer un uso
determinado o devolver dicho dinero; la acción imputada
es atípica del delito de apropiación”.

En la referida Casación, la Corte Suprema de Justicia de la República asume


una postura jurisprudencial, respecto al delito de apropiación ilícita, siendo
la siguiente:
Octavo: Adopción de postura jurisprudencial
8.1. Es claro que cuando una persona entrega a otra un bien mueble como
un encargo especifico, y éste último queda en calidad de depositario, (en
custodia legitima del bien), lo expolia y agrega a su dominio patrimonial, la
víctima o sujeto pasivo resulta siendo quien entrego la cosa.
8.2. Cuando la cosa mueble se entrega en pago al autorizado de facto o
formalmente (con conocimiento del acreedor conforme a las reglas del
Código Civil), el que paga se desliga del bien entregado y éste se incorpora
a la esfera del patrimonio (en propiedad) del antes acreedor, en cuyo
nombre el agente cobrador o recaudador lo recibió.
8.3. Es preciso distinguir entre el cajero que opera en la sede o domicilio del
acreedor, del recaudador que cobra en el domicilio del deudor o recibe en
su propio y particular domicilio el bien en pago total o parcial del crédito.
8.4. En los dos últimos casos, no es factible asumir que el recaudador sustrae
los bienes recibidos para apropiárselos –lo que es característico del hurto–,
sino que, simplemente decide quedárselos para sí, incumpliendo el deber de
entrega al propietario, cuya confianza defrauda.
8.5. A mayor abundamiento, el legislador nacional ha previsto el delito de
apropiación ilícita irregular en el artículo ciento noventa y dos del Código
Penal, que sanciona a quien a quien se apropia de un bien perdido, de un
tesoro, o de un bien ajeno en cuya tenencia entró el agente por error, caso
fortuito u otra causa independiente de su voluntad. Siguiendo la línea de la
regla jurídica interpretativa ‘ad maioris ad minus’, si quien se apropia de un
bien que carece de dueño, merece sanción penal por delito de apropiación
indebida irregular, con mayor motivo, tiene que serlo quien se apropia de
bienes ajenos que pertenecen a dueño cierto.
8.6. No hay por tanto en el asunto ‘sub iúdice’, ni vacío legal ni posibilidad
de aplicación del tipo de hurto, en cuyo caso extraordinario, tampoco
cabría –como lo señala el Ministerio Público en el presente proceso penal-
una absolución; ocurre que el tipo de apropiación indebida o ilícita,
comprende como agraviado, en principio, al dueño de la cosa apropiada,
cuando éste fuera quien entrega, al acreedor insatisfecho, en cuyo nombre
el sujeto activo no recibe el bien, en los casos de recibo de pago total o
parcial, situación que la doctrina jurisprudencial de la Corte Suprema de
Justicia del Perú ha adoptado.
Comentario:
 En el caso materia de casación, se tiene que la sentenciada se
apropia indebidamente del dinero recaudado, es decir, el monto
de S/. 15,071.09, que no le pertenece a la sentenciada, sino a la
empresa agraviada.
 La sentenciada, tenía la obligación de entregar a la empresa
agraviada, el monto recaudado, entonces al quedarse la
sentenciada con el dinero indebidamente, se configura el delito de
apropiación ilícita.
 Si bien los clientes al cancelar la deuda no lo hicieron con la
intención que la sentenciada entregara el dinero a su empleador,
sino que consideraban que estaban cancelando la deuda a la
empresa agraviada, en consecuencia si eso es así; lo lógico es que
el dinero recaudado sea entregado a la empresa, no hay razón
lógica ni jurídica, que el dinero se quede con la sentenciada, por
cuanto ella es solo una intermediaria, entre el acreedor, la empresa
agraviada, y el deudor, el cliente.
 Al no entregar el dinero recaudado la sentenciada a la empresa
agraviada, se lesiona el derecho de propiedad de la empresa
agraviada, como es usar, disfrutar o disponer de dicho dinero.
 Se aprecia que en forma ilegal, ilícita, indebida, el sujeto activo del
delito coloca dentro de la esfera de su patrimonio, el dinero
recaudado que conoce perfectamente que es ajeno.
 Compartimos la postura jurisprudencial asumida por la Corte
Suprema de Justicia de la República.
5.3. Tipicidad subjetiva
Se requiere de dolo, el sujeto activo ha de conocer y querer la apropiación
de un bien mueble ajeno. Además se requiere del elemento subjetivo del
tipo, el ánimo de apropiarse, animus sibi habendi, que comprende la
intención de apoderarse del bien y la de obtener un beneficio o
provecho que puede recaer sobre el sujeto activo o un tercero[35].
Como apropiación son consideradas aquellas acciones a través de las que
el autor de cualquier modo fundamente una relación real sobre la cosa
ajena, siendo reconocida y probada hacia afuera por acciones exteriores
objetivas, la voluntad de apropiación. Son pues, elementos y momentos
característicos de la apropiación: 1. La voluntad de ocupar la posesión de
propietario. 2. La acción reconocible exteriormente, y 3. La incorporación o
disposición patrimonial[36].
5.4. Consumación
El resultado de la apropiación ilícita consiste en la apropiación, que se
manifiesta al realizarse los actos de disposición o al negar haber recibido las
cosas poseídas, y en el consecuente perjuicio que la apropiación produce
en el titular del derecho o exigir la entrega o devolución de las cosas[37].
Roy Freyre[38] considera “que hay consumación en el momento en que el
sujeto se apropia indebidamente de la cosa que poseía ilícitamente y de
manera inmediata”.
El acto voluntario por el cual el agente tomó la determinación de incluir el
bien en su dominación patrimonial necesita exteriorizarse de una manera
indubitada para así determinar la consumación[39]. “El delito de
apropiación ilícita se consuma con el apoderamiento del bien, esto es,
cuando el inculpado, demandado en el proceso civil, se niega a devolver
el bien que le ha sido dado en depósito, pese a haber sido requerido
judicialmente, mediante notificación”[40].
En consecuencia, la consumación de esta figura delictiva, presenta la
conjunción del animus lucrandi, como expresión del aprovechamiento
perseguido; y el animus rem sibi habendi, como representación de utilizar el
bien como suyo (conforme al criterio jurisprudencial, en el delito de
apropiación ilícita no basta con la retención del bien, sobre el que pesa la
obligación de devolver, sino que dicha conducta debe ser completada con
un ánimo subjetivo de querer comportarse como dueño del mismo,
ejecutando actos propios de tal, como son la disposición o el uso para fines
distintos para los que fuera recibido)[41].
5.5. Pena
El artículo 190 del Código Penal, en su primer párrafo, establece la pena
privativa de la libertad es no menor de dos ni mayor de cuatro años.

[1] Paredes Infanzón, Jelio. Delitos contra el Patrimonio. Análisis doctrinario,


legislativo y jurisprudencial. Gaceta Jurídica. Tercera Edición. Lima, abril 2016.
Pg. 251- 252.
[2] Paredes Infanzón, Jelio. Ob. cit. p. 252.
[3] Cabanellas, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual.
Tomo I. Editorial Heliasta. Buenos Aires. 1982. P. 345.
[4] Exp. 3567-97, Lima. En El Código Penal en su Jurisprudencia. Diálogo con
la Jurisprudencia. Gaceta Jurídica. Primera Edición. Lima. Mayo 2007. p. 303.
[5] Salinas Siccha, Ramiro. Derecho Penal. Parte Especial. Delitos contra el
Patrimonio. Volumen II, 4° edición. Editorial Grijley. Lima 2010. p.214-215.
[6] Reátegui Sánchez, James. Manual de Derecho Penal. Parte Especial,
Delitos contra la vida, contra el patrimonio y otros. Instituto Pacifico. Primera
Edición. Lima. Julio 2015.p.391-392.
[7] Hugo Vizcardo, Silfredo Jorge. En Estudio Dogmático jurídico de los delitos
patrimoniales de retención en el Código Penal Peruano. Revista Jurídica
“Docentia et Investigatio” Facultad de Derecho y Ciencia Política.
U.N.M.S.M. Vol. 16. N° 1. revistainvestigación.unmsm.edu.pe/
[8] En El Código Penal en su Jurisprudencia. Dialogo con la Jurisprudencia.
Gaceta Jurídica. Primera Edición. Lima. Mayo 2007. p. 303.
[9] Paredes Infanzón, Jelio. Ob. cit. p.279-284.
[10] Reátegui Sánchez, James. Ob. cit. p. 397.
[11] Ejecutoría Superior. Corte Superior de Justicia de Arequipa. Exp. 2001-
860. Citado por Rojas Vargas, Fidel. Código Penal Parte Especial.
Jurisprudencia. Tomo III. Arts. 185 al 360 Primera Edición. Octubre 2006. RZ
Editores. p.156.
[12] Queralt Jiménez, Juan Joseph, citado por Paredes Infanzón Jelio. Ob. cit.
p. 260.
[13] www.pj.gob.pe.
[14] Roy Freyre, Luis Eduardo. Citado por Paredes Infanzón Jelio. Ob. cit.
p.261.
[15] Casación 301-2011, Lambayeque. Fund. 5.7. En www.pj.gob.pe
[16] Martínez Huamán, Raúl Eduardo. “Comentarios a la Casación 301-2011:
Ámbito y límites de la aplicación del delito de apropiación ilícita.” En Alerta
informativa del Estudio Loza Avalos Abogados. p. 4-5.
[17] Quintano Ripolles, citado por Hugo Vizcardo. Silfredo Jorge. En ob.cit. p.
68.
[18] Casación 301-2011, Lambayeque. Fund.4.1.
[19] Casación 301-2011, Lambayeque. Fund. 5.2-5.3.
[20] Reátegui Sánchez. James. Ob. cit. p. 398.
[21] Queralt Jiménez, Juan Joseph. Citado por Paredes Infanzón. Jelio. Ob.
cit.263.
[22] Rojas Vargas, Fidel. Código Penal. Dos décadas de jurisprudencia. Ara
Editores. Tomo II. Lima. 2012. p. 567-568.
[23] Hugo Vizcardo, Silfredo Jorge. Ob. cit. p.63.
[24] Hugo Vizcardo, Silfredo Jorge. Ob. cit.p.70.
[25] Rojas Vargas, Fidel. Exp. N° 1917-96. En Código Penal. Dos Décadas de
Jurisprudencia. Ara Editores. Tomo II. Lima. 2012. p.573.
[26] Exp. 298-98-Lima. Código Penal en su Jurisprudencia. Gaceta Jurídica.
Dialogo con la Jurisprudencia. Primera Reimpresión. Lima. Octubre 2007,
p.308.
[27] Paredes Infanzón, Jelio. Ob. Cit. p.268.
[28] Roy Freyre, Luis Eduardo. Citado por Paredes Infanzon, Jelio. Ob. cit.
p.270-271.
[29] Reátegui Sánchez, James. Ob.cit. p.402.
[30] Gonzales Rus, Juan José. Citado por Reátegui Sánchez, James. Ob. cit.
400.
[31] Roy Freyre, Luis Eduardo. Citado por Paredes Infanzón. Jelio. Ob.cit. p.
271.
[32] Reátegui Sánchez, James. Ob.cit. p.409.
[33] Paredes Infanzon, Jelio. Ob. cit. p. 271.
[34]Cadena Serrano, Fidel Ángel. Los delitos de administración desleal y de
apropiación indebida tras la Reforma de 2015. www.fiscal.es
[35] Paredes Infanzón, Jelio. Ob. cit. 275.
[36] Sainz-Pardo Casanova, José Antonio. Citado por Reátegui Sánchez,
James. Ob. Cit. p. 414.
[37] Paredes Infanzón, Jelio. Ob. cit. p. 276.
[38] Roy Freyre, Luis Eduardo. Citado por Paredes Infanzón. Jelio. Ob. cit. p.
276.
[39] Bramont-Arias Torres, Luis Alberto. Manual de Derecho Penal. Parte
Especial. 4° Edición. Editorial San Marcos. Lima. 1998. p. 114.
[40] Código Penal en su jurisprudencia. Gaceta Jurídica. Dialogo con la
Jurisprudencia. Primera Reimpresión. Lima. Octubre 2007. p. 311.
[41] Hugo Vizcardo, Silfredo Jorge. Ob. cit. p. 73.

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