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MATERIA:
BIENES I
Docente:
JULIAN GARCIA RAMIREZ
UNIVERSIDAD DE MEDELLÍN
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
2020
1. El cuerpo humano
Noción
Cuerpo es la sustancia física del organismo humano, es decir, la estructura material que lo constituye;
la cual debe entenderse como una parte esencial del sujeto de derecho; así, se presenta este, como
excluido del comercio jurídico. Sin embargo, la estructura del cuerpo se compone de diferentes partes
que, pueden ser susceptibles de ciertos actos jurídicos en torno a: la donación, los trasplantes de
órganos, etc. sometidos a limitaciones determinadas por la ley.
El concepto de dignidad humana representa una importancia innegable cuando se trata de entender el
cuerpo humano en términos jurídicos, en la medida en que, lo sitúa como el sustrato material de la
personalidad jurídica, como su base y/o soporte; revistiéndolo así, de la protección del derecho
Doctrina
Cuerpo en sentido jurídico patrimonial:
En primer lugar, debido a ciertos acontecimientos históricos y/o coyunturales, el cuerpo se consideró
en la antigüedad como un objeto susceptible de apropiación económica; en los regímenes esclavistas,
el cuerpo humano representó una significación patrimonial de gran relevancia; Se evidencia también,
en sistemas como el romano, en el que, el cuerpo se consideró como objeto de responsabilidad
personal, el cual, podía ser perseguido como prenda general del acreedor.
Por otro lado e, incluso en la actualidad, se pueden considerar como patrimoniales, las partes del
cuerpo que, como ciertos tejidos, fluidos, semen, etc; pueden desprenderse en su totalidad del cuerpo,
es decir, separarse completamente sin atentar contra la integridad física y material del mismo; esto,
con el fin de concretar su enajenación dentro de los limites establecidos por la ley.
Cuerpo en sentido jurídico no patrimonial:
El cuerpo representa, no ya el soporte sobre el cual se trazan valores pecuniarios, sino la base tangible
sobre la que se establece la personalidad jurídica misma. Del cuerpo, no se predica propiedad, es
decir, no se entiende como propietario a la persona que lo tiene; sin embargo, esta dispone
económicamente del aprovechamiento sobre la imagen corporal que proyecta el cuerpo.
Estado de la jurisprudencia
- El decreto 1546 de 1998. Contempla regulaciones y limitaciones atinentes a los componentes
anatómicos; sobre la donación de órganos y trasplante de componentes anatómicos de las personas:
“Título II. Donación de componentes anatómicos, requisitos y procedimientos. Título III. Trasplantes
de componentes anatómicos de personas vivas o cadáveres”.
- Sentencia C-933 de 2007: Sobre la manifestación voluntaria de la donación de órganos y
presunciones legales en cuanto a la donación y disposición del cuerpo y sus partes
- el Artículo 2488 del Código civil; Derecho de prenda general: establece como prenda general del
acreedor, no ya el cuerpo humano, sino todos los bienes presentes o futuros; el patrimonio de la
persona.
Conclusión
El cuerpo, en esencia, es visto como la base tangible sobre la que se asienta la personalidad jurídica
y, con ella, recae el poder del derecho. Actualmente, debido a ciertos decretos y leyes reglamentarias
sobre el cuerpo humano y sus partes, se determina con claridad la verdadera naturaleza del cuerpo;
atribuyéndole la calidad de bien en sentido jurídico, mas no en sentido jurídico patrimonial, sin
perjuicio de la donación o trasplante de componentes anatómicos o fluidos, entendidos en materia
extracontractual.
2. El cadáver
Noción
Puede entenderse el término cadáver, como el nombre que recibe el cuerpo sin vida de una persona
debido a la muerte cerebral, es decir, el cuerpo remanente tras la ausencia definitiva y permanente de
las funciones vitales.
Garrone en su diccionario jurídico define cadáver como el cuerpo humano muerto. El cadáver es el
cuerpo muerto, es decir que al morir el hombre se convierte en un objeto despojado de los atributos
humanos, quedando sólo una materia rígida, insensible, que se descompone hasta desaparecer. El
destino del cadáver presenta alternativas no sólo de leyes sino también de formas, pues puede ser
enterrado en tierra, depositado en bóveda o cremado según dispongan sus familiares.
Doctrina
A inicios de la década de los treinta se llevaron a cabo los primeros intentos de trasplante de órganos
de cadáveres hacia cuerpos humanos sin mucho éxito. Fue recién en la década de los cincuenta cuando
en Estados Unidos se perfeccionaron las técnicas que harían del cadáver un objeto útil para
salvaguardar la vida de los vivos. Alrededor del mundo, entonces, aumentó la cantidad de
especialistas que aplicaban aquella beneficiosa técnica en miles de cadáveres y que, a su vez,
generaron nuevos intereses, relaciones y también conflictos que requerían de una urgente regulación
normativa. Fue de esta manera que en la doctrina internacional se inició una ardua discusión en torno
al tema del cadáver y su posición frente al ordenamiento, es decir, en torno a su naturaleza o status
jurídico. Durante los años setenta y ochenta se postularon las más discutidas teorías en relación a este
tema, las cuales fueron analizadas y criticadas a lo largo de los años noventa y, con} nuevas
perspectivas, hasta el presente siglo.
Estado de la jurisprudencia
- El decreto 1546 de 1998 en el ordenamiento jurídico colombiano define al cadáver, como “(…)
cuerpo de una persona en el cual se ha producido la muerte encefálica, diagnosticada y al cuerpo de
una persona en el cual se ha producido cese irreversible de las funciones vitales cardiorespiratorias.
- El ordenamiento jurídico colombiano mediante Decreto 1546 de 1998, el Decreto 2493 de 2004 y
la Ley 1805 de 2016, los cuales regulan la muerte cerebral y la donación de órganos biológicos.
- La ley 599 de 2000 Código Penal Colombiano en su artículo 204 desarrolla el irrespeto a los
cadáveres, es decir, que el cadáver puede ostentar una titularidad de protección, que va más allá de la
praxis viviente del derecho entre humanos vivos al ser el cadáver humano tomado desde una visión
comunitaria y no individualista. El Artículo 204 de Ley 599 de 2000 reza así “El que sustraiga el
cadáver de una persona o sus restos o ejecute sobre ellos acto de irrespeto, incurrirá en multa
(…)”46, la integridad puede preverse desde el derecho de la libertad de culto y desde el artículo 151
de la Ley 599, que versa sobre el despojo del campo de batalla, queriendo en el “(…) despoje de sus
efectos a un cadáver o a persona protegida (…)”, es decir, el cadáver por sí es inviolable y debe
permanecer íntegro, salvo se haya aplicado el concepto de donación de órganos producto de la muerte
cerebral.
Conclusión
Como se abordó a lo largo del tema, Cuando el cuerpo es cadáver, la persona que vivió en él ya no es
persona, por lo tanto una vez producida la extinción ya no subsisten ni derechos ni pretensiones, por
ello podría decirse que no es lógico hablar de "derechos o disposiciones sobre el propio cuerpo". Sin
embargo, se permite a la persona que establezca las disposiciones respecto de su propio cuerpo para
luego de acontecida la muerte. El respeto al cuerpo de los muertos es algo que todos tenemos innato
en nuestras costumbres y creencias. El cristianismo fue el encargado de acentuar el carácter religioso
de la sepultura y del contacto con los cadáveres. Este respeto proviene del dogma católico de la
reencarnación de las almas. La sepultura de los cadáveres tiene como objeto la salud pública, mitigar
los sentimientos de angustia y dolor a los seres queridos. En vida, la persona tiene el derecho de
determinar lo que quiere que se haga con su cuerpo una vez producida su muerte una persona puede
disponer de su cuerpo de la siguiente forma:
Noción
El vocablo nombre se define en el actual diccionario de la RAE como “palabra que designa o
identifica seres animados o inanimados”.
Su origen histórico remonta a la época de los romanos, donde se usó un primer nombre (praenomen)
para identificar a las personas, el cual se escogía libremente; y un segundo nombre (nomen), destinado
a calificar a las personas por su filiación, es decir, por la familia de donde descendía. El nombre
equivale al apellido actual, y el praenomen al nombre.
Doctrina
El nombre para la Escuela Clásica era un derecho. Modernamente es un deber. Y si es así necesita
protección y regulación. Todos los seres humanos por ser tales, tienen que tener un nombre.
En la Edad Media se utilizó un sólo nombre agregado de un apodo por ejemplo Juan “Sin Tierra”,
Felipe “El Hermoso”
Los españoles, imitando en parte a los romanos, establecieron apellidos para distinguirse y los
hicieron hereditarios. Su origen fue variado: unos los tomaron del nombre de los lugares o pueblos
que habían ganado a fuerza de armas.
Los Qullas tomaron del nombre del de las oficios o cosas notables de los que eran dueños. Así por
ejemplo, nombres como Chuquimia (Tesorero), Uskamayta (El que hace mucha obra), Lariku
(Indómito) , Mayta (Bondadoso) o Pillqu (Amante de la libertad).
Las legislaciones modernas protegen al nombre como un derecho. El Código Civil Alemán
Lo protege indudablemente como un derecho y regula su adquisición y pérdida (l6l6-l7l9-l758-l706).
Estado de la jurisprudencia
Conclusión
Noción
La palabra imagen proviene del latín imago que deriva a su vez de imitari, lo que es igual en español
a imitar. El Diccionario de la Real Academia Española define imagen como la figura, representación,
semejanza y apariencia de algo.
En este sentido, el Derecho a la Imagen es la facultad de su titular para disponer de ésta. Sin embargo,
su regulación se encuentra dispersa en el ordenamiento jurídico colombiano y por ello su análisis
requiere hacerse desde diferentes perspectivas.
Desde otra perspectiva, puede sostenerse que el derecho a la propia imagen es un derecho esencial
de la persona que se encuentra implícito en nuestro ordenamiento constitucional, teniendo un
carácter autónomo, aunque tiene vinculaciones con la privacidad en un sentido amplio, el cual
debiera tener una regulación específica en nuestro ordenamiento jurídico.
Doctrina
El contexto histórico del derecho a la propia imagen es amplio . Existen distintos periodos históricos
en los que se ha desarrollado el derecho a la propia imagen. En primer lugar, se debe hacer mención
al derecho romano, puesto que de él derivan algunas instituciones pertenecientes al derecho público,
como el ius imaginum, que se refiere al derecho que tenían las familias patricias para que sus
miembros cubrieran sus rostros con retratos o mascaras en cera de sus ancestros fallecidos durante
ceremonias públicas. Luego se extendió a las familias descendientes de un ancestro conocido, que
hubiera alcanzado una magistratura curul, y lo hacían por la dignidad de su familia (Ceballos, J.
2011, pág. 61).
Algunos autores sitúan al ius imaginum como precedente del derecho a la propia imagen, porque
existía un derecho a la imagen en vida de la persona y un derecho a la
imagen post mortem, lo que implicaba que las reproducciones de las imágenes de personas
(que solo se plasmaban a través de la pintura, de la escultura y de la mascarilla funeraria), debían
contar con el asentimiento del representado o de sus causahabientes
Por su parte, en la Edad Media el derecho a la imagen se encontraba protegido indirectamente por
la tutela que confería la honra, siendo esta un derecho de gran importancia (Nogueira, H. 2013,
pág. 261).
Es en el año 1907 que surge en Alemania por primera vez el amparo legal al derecho a la imagen,
situación que se produjo como consecuencia del comportamiento que tuvieron dos fotógrafos
ante la muerte del canciller Bismark, puesto que ellos fotografiaron al difunto en su habitación al
momento de morir sin mediar consentimiento de sus familiares (Atitar, N. 2008, pág. 1). Se
suscitó el llamado a las autoridades correspondientes para la creación de la ley que le diera
reconocimiento al derecho a la propia imagen, en adición a que los juristas de la época estuvieron de
acuerdo en que se tuviera como un derecho absoluto y autónomo, cuestión que se dio en Italia por
medio de una ley especial en el año de 1925 y por el artículo 10 del Código Civil italiano (Pucinelli,
O.
2008, pág. 232).
Estado de la jurisprudencia
El derecho a la propia imagen, a partir de los diversos aspectos desarrollados por la jurisprudencia
constitucional, (i) comprende la necesidad de consentimiento para su utilización, (ii) constituye una
garantía para la propia imagen como expresión directa de la individualidad e identidad de las
personas, (iii) constituye una garantía de protección de raigambre constitucional para que las
características externas que conforman las manifestaciones y expresiones externas de la
individualidad corporal no puedan ser objeto de libre e injustificada disposición y manipulación de
terceros, (iv) es un derecho autónomo que puede ser lesionado junto con los derechos a la intimidad,
a la honra, al buen nombre de su titular, y cuyo ejercicio está estrechamente vinculado a la dignidad
y libertad de la persona, (v) implica la garantía del manejo sobre la propia imagen cuyo ejercicio se
traduce en una manifestación de la autodeterminación de las personas, y (vi) exige que las
autorizaciones otorgadas para el uso de la propia imagen en el marco de la libertad en las relaciones
contractuales no sean entendidas como una renuncia al derecho mismo.
En varias ocasiones la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha abordado diversos aspectos en
torno al derecho a la imagen y ha señalado que este es “el derecho de toda persona al manejo de su
propia imagen” que comprende “la necesidad de consentimiento para su utilización” y que constituye
“una expresión directa de su individualidad e identidad”. la Corte ha indicado que el derecho a la
imagen constituye un derecho autónomo, aun cuando también puede ser lesionado junto con los
derechos a la intimidad, a la honra y al buen nombre de su titular, y que está estrechamente vinculado
a la dignidad y libertad de la persona, amparados por el artículo 14 de la Constitución. La Corporación
también ha sostenido que los aspectos dinámicos del derecho a la imagen, a saber aquellas acciones
de la persona dirigidas a disponer de ese derecho, “constituyen una forma de autodeterminación del
sujeto y, por ende, se enmarcan dentro del ámbito de protección que depara el derecho fundamental
al libre desarrollo de la personalidad (C.P., artículo 16)”. Con relación al consentimiento en particular,
el Tribunal Constitucional ha establecido que el derecho de toda persona al manejo de su propia
imagen implica la necesidad de consentimiento para su utilización, “en especial si se la explota
publicitariamente”. Sobre esta base, la Corte ha sostenido de manera consistente y reiterada que el
uso de la propia imagen sin que medie autorización para ello desconoce el derecho fundamental a la
imagen.
La jurisprudencia de esta Corporación ha sostenido que la falta de autorización para el uso de la
propia imagen implica en principio una vulneración del derecho a la imagen. Sin embargo, de lo
anterior no puede interpretarse que en todos los casos en que haya autorización se excluya la
posibilidad de una vulneración al derecho fundamental a la propia imagen. Por esta razón, los jueces
constitucionales deben estudiar cada caso concreto para determinar si existe una afectación o
vulneración de un derecho fundamental incluso cuando media una autorización para el uso de la
propia imagen. En cuanto a los límites: (i) la autorización para el uso de la propia imagen no puede
implicar la renuncia definitiva del mismo; (ii) la autorización comprende el consentimiento
informado no solo acerca del uso de la propia imagen sino sobre las finalidades de éste; (iii) la
autorización de uso de la propia imagen no puede constituir un límite absoluto al carácter
necesariamente dinámico y cambiante de la autodeterminación de las personas o a su libre desarrollo
de la personalidad; y (iv) la autorización de uso de la propia imagen, como expresión de un acuerdo
de voluntades y de la libertad contractual en general, encuentra un límite constitucional en el respeto
a los derechos fundamentales.
Con relación a la posible afectación a los derechos fundamentales en redes sociales como Facebook,
la Corte señaló en la sentencia T-260 de 2012 que los derechos de los usuarios de esta red social
pueden verse vulnerados “con la publicación de contenidos e información en la plataforma –fotos,
videos, mensajes, estados, comentarios a publicaciones de amigos-”. En este sentido, esta
Corporación hizo mención a las potentes herramientas con que cuentan las redes sociales para el
intercambio, procesamiento y análisis de la información facilitada por los usuarios, quienes en un
primer momento pueden no prever el mayor alcance de estas herramientas. En este contexto, la Corte
consideró que de manera concomitante al aumento de posibilidades para compartir, comunicar y
entretener, las redes sociales generan también riesgos para los derechos fundamentales a la intimidad,
protección de datos, honor, honra, imagen y buen nombre, entre otros. En la misma decisión, la Corte
indicó que el desconocimiento de derechos fundamentales en la red social Facebook puede “generarse
en el momento en el cual el usuario se registra en la red escogida, durante su participación en la
plataforma, e incluso en el momento en que decide dejar de utilizar el servicio”. En este sentido, ésta
Sala estima importante señalar además que la afectación de los derechos fundamentales en redes
sociales como Facebook puede ocurrir no sólo respecto de la información que los usuarios de esta red
social ingresan a la misma o cuyo ingreso permiten a través de su perfil, sino también con relación a
información de personas, usuarias o no, que ha sido publicada y usada por terceros en las redes
sociales.
Mecanismos de protección
-El derecho de petición: El derecho fundamental de petición se encuentra consagrado en el artículo
23 de la Constitución Política y permite a una persona a presentar solicitudes respetuosas para
garantizar la protección de sus derechos fundamentales ante las autoridades públicas u organizaciones
privadas con o sin personería jurídica.
- La Acción de tutela: La jurisprudencia constitucional ha contemplado la posibilidad para la persona
afectada de iniciar una acción de tutela con el fin de solicitar la protección de su derechos a la imagen,
a la personalidad jurídica y al libre desarrollo de personalidad con el fin de descontinuar o suprimir
el uso de las imágenes cuando con tales actuaciones se cause agravio a sus derechos fundamentales.
- Sentencia T-634/13
Conclusión
En primer lugar, el desarrollo del derecho a la propia imagen no ha sido progresivo ni uniforme
en la mayoría de los Estados. De igual forma, se ha evidenciado en la mayoría de los
ordenamientos consultados la deficiencia, o en su defecto, ausencia de un derecho que proteja a
la propia imagen de manera específica, lo cual transfiere la carga a los tribunales constitucionales
quienes se han encargado en su mayoría de reconocer, definir y determinar los alcances de este
derecho. Esta situación se presenta en el ordenamiento colombiano, que ante la precariedad de
legislación en la materia, se ha complementado por los distintos pronunciamientos emitidos por
la Corte Constitucional, la cual ha sido la realmente encargada de determinar y desarrollar el derecho
a la propia imagen en los distintos casos concretos
En segundo lugar, el desarrollo del contenido del derecho a la propia imagen, o la misma actividad
de determinación de su alcance, ha llevado inexorablemente a relacionarlo con una serie de derechos
conexos, que, analizados en conjunto, constituyen una protección integral a la honra, honor y
privacidad de las personas. No obstante, se puede entender al derecho a la propia imagen como un
derecho autónomo, independiente y personalísimo,
Incluso de contenido patrimonial y moral.
En tercer lugar, el desarrollo constitucional que ha tenido Colombia en materia de protección del
derecho a la propia imagen ha sentado referentes importantes en aras de salvaguardar derechos
fundamentales como el honor, lahonra, la intimidad, libertad de prensa entre otros. Sin embargo, se
observa que, al tratarse de muy pocos casos concretos, permanece la duda en los autores de cómo se
solucionarían distintas problemáticas que aún no han sido previstas por los legisladores ni por la
jurisprudencia.
No obstante, es posible afirmar que hay un déficit de protección legal del derecho a la propia
imagen en Colombia, sobre todo en un contexto en el que la tecnología y las redes sociales son
permisivas y facilitan la reproducción masiva de información y de datos personales. Se considera
que tanto España como Estados Unidos son ordenamientos que pueden constituir referentes para
Colombia, al momento de emitir normatividad específica respecto de la materia. Sería ideal un
cuerpo normativo que establezca de manera específica unos límites en materia de consentimiento
y disposición en la imagen que tanto usuarios como redes sociales no puedan transgredir, que
brinde claridad de los límites que
tiene el ejercicio de la imagen en las redes sociales.
5. La energía eléctrica
Noción
Para establecer la noción de servicios públicos domiciliarios es necesario partir del concepto de
servicio público. De acuerdo a la Comisión de Servicios Públicos y Comercio Internacional de
ATTAC-España, “La noción de servicio público no presenta una definición válida de manera
universal. Las diferentes actividades que abarca y el modo de organizarlas difieren de unos países a
otros. Además, la historia de los Servicios Públicos no es un proceso lineal y progresivo; la
redefinición neoliberal de los mismos a la que actualmente asistimos es una prueba de ello.
Se entiende por servicio público toda actividad organizada tendiente a resolver necesidades de
interés general, colectivas o públicas de la población, en forma regular, continua y obligatoria, de
acuerdo con un régimen jurídico especial de derecho público, con la participación activa de la
Administración Pública en la prestación directa, en su regulación y control. Los servicios públicos
son aquellas actividades que satisfacen necesidades colectivas, generalmente esenciales, que deben
ser ofrecidos en forma universal, obligatoria, continua y en condiciones de igualdad y calidad, a
toda la comunidad.
En las sociedades contemporáneas el acceso a la energía eléctrica es una condición para el disfrute
de otros servicios y garantías fundamentales. Varias de las actividades de la vida cotidiana que, hoy
se dan por dadas y parecen naturales sólo pueden llevarse a cabo, por el acceso a las redes de energía
eléctrica. Participar de la riqueza económica, cultural, informática, vivir en un espacio con la
adecuada calefacción, conservar y refrigerar los alimentos es posible, únicamente porque se cuenta
con acceso a electricidad. Uno de los compromisos de la comunidad internacional en la superación
de la miseria, está ligado con la garantía del acceso a la energía eléctrica de manera conexa con el
disfrute de una vivienda adecuada. Superar la indigencia requiere, entonces, dejar atrás la pobreza
energética. La pobreza energética, es un concepto que han desarrollado, entre otras, las Naciones
Unidas y en la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, para ilustrar la situación
de millones de personas en el mundo, consistente en la imposibilidad fáctica de garantizar una
cantidad mínima de electricidad para protegerse de las inclemencias del clima (calefacción), así como
para la refrigeración y cocción de alimentos.
Doctrina
Durante el siglo XX, en el mundo surgieron las principales corrientes políticas, que a la postre, serían
quienes guiarían a la sociedad a un fuerte cambio económico y político que, como es natural, repercute
en el funcionamiento del Estado. Las dos grandes corrientes a que se hace referencia fueron el
liberalismo (derecha) y el comunismo (izquierda), la primera fundada como un estado de derecho,
capitalista e individualista; y la segunda como un estado social, socialista y de propiedad colectiva.3
En el Estado liberal se protegía al individuo, como factor de crecimiento económico, donde el estado
no podía intervenir en el desarrollo económico, so pena de limitar la libertad de sus individuos, y se
daba especial privilegio a la propiedad privada; mientras que, en el Estado socialista se protegía a la
sociedad en su conjunto, el crecimiento económico debía fundarse en la sociedad, la propiedad
privada no tiene cabida, ya que, la propiedad debe tener una función eminentemente social en cabeza
del Estado, el cual debía mantener el control de todos los medios de producción
Estado de la jurisprudencia
Los servicios públicos domiciliarios como un derecho
En la década de 1920, bajo el gobierno de Miguel Abadía Méndez, se abrió la discusión en torno al
papel del estado con respecto a la prestación de los servicios públicos, y fue así, cómo surgió la Ley
113 de 1928, mediante la cual se declaró de utilidad pública las caídas de aguas y definió algunos
aspectos sobre regulación de tarifa.
Durante la década de 1930, bajo el gobierno de Alfonso López Pumarejo, se produjo la reforma
constitucional de 1936 mediante la cual… …“el Congreso perdió la iniciativa en el gasto público, los
institutos descentralizados quedaron bajo un control del ejecutivo, y se extendió el período de los
representantes a cuatro años. López logró crear la figura de la "emergencia económica" y una
declaración de principios en relación con la intervención del Estado, al vincularla a una política de
ingresos y salarios y de pleno empleo, y al determinar que el objetivo principal del desarrollo
económico es la justicia social y el mejoramiento armónico e integrado de la comunidad y "de las
clases proletarias en particular"
Entre 1954 y 1957, durante el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla, funcionó la denominada
Corporación Nacional de Servicios públicos, adscrita a la Presidencia de la República, en la cual
fueron fusionados Inaguas (Instituto Nacional de Aprovechamiento de Aguas y Fomento Eléctrico),
Insfopal (Instituto Nacional de Fomento Municipal) y el ICT (Instituto de Crédito Territorial). De
acuerdo al artículo segundo del Decreto 2956 de 1955, “La Corporación Nacional de Servicios
Públicos”, que se crea por medio del presente Decreto, funcionará como entidad de servicio público,
descentralizada, con domicilio en Bogotá, y tendrá tres Departamentos independientes que se
denominarán “Instituto de Crédito Territorial”, “Instituto de Aguas y Fomento Eléctrico” e “Instituto
de Fomento Municipal”. Cada uno de estos Departamentos tendrá un Gerente y un Asesor Técnico,
de libre nombramiento y remoción del Presidente de la República”
Durante la década de 1970, bajo el gobierno de Julio Cesar Turbay Ayala, el Congreso de la República
expidió la Ley 9 de 1979 la cual estableció una serie de regulaciones tendentes a proteger la calidad
del agua que se suministre paraconsumo humano, así como el manejo adecuado y disposición de
residuos líquidos y sólidos y la disposición de excretas.
En el año 1993, el Congreso de la República expido la Ley 60 de 1993, la cual asigna la competencia
a los municipios de asegurar la prestación de los servicios de agua potable, alcantarillado, soluciones
de tratamiento de aguas y disposición de excretas, aseo urbano y saneamiento básico rural,
El artículo 14.25 de la Ley 142 de 1994 establece que este servicio consiste en el transporte de energía
eléctrica desde las redes regionales de transmisión hasta el domicilio del usuario final, incluida su
conexión y medición. Según este artículo, también se aplica a las actividades complementarias de
generación, comercialización, transformación, interconexión y transmisión de energía eléctrica.2
Conclusión
Para que los servicios públicos esenciales, entre estos, el agua potable, y el saneamiento básico, la
energía eléctrica, y el gas combustible, las telecomunicaciones, la educación y la salud aquí referidos,
sean tratados realmente como derechos fundamentales, deben ser reconocidos, declarados y
garantizados formal y materialmente en lo políticojurídico y en lo económico-social.
El dominio.co
Noción
De manera general, "dominio" en materia de la Internet es un campo de actividad en el ciberespacio,
y la expresión "nombre de dominio" indica que las palabras que lo conforman como tal designan la
dirección de un sitio de ese espacio.
Técnicamente, el nombre de dominio ha sido definido de diferentes maneras : como "una dirección
alfanumérica para acceder a la Internet", como "un nombre alfanumérico único utilizado para
identificar un sitio web en la Internet", y como "una forma fácil de identificar una computadora o
servidor conectado a la Internet.
Podemos concluir que dominio.co es un nombre alfanumérico único utilizado para identificar un sitio
o servicio en Internet.
Doctrina
Según ésta postura, el representa a nuestro país dentro de la variedad y multiplicidad de direcciones
numéricas en el Internet Protocol IP, esto no es cosa distinta que una numeración de terminales de
red, cuya función primordial es identificar a un país diferenciándolo de los otros a los que le fueron
asignados numeraciones diferentes para su respectiva terminal de red.
De lo anterior se puede concluir que el dominio que identifica a Colombia en la Internet corresponde
a una numeración IP. Al ser un Bien del Estado, goza de las cualidades comunes a dichos bienes, esto
es, su inembargabilidad, imprescriptibilidad e inalienabilidad. Dicho bien pertenece al Patrimonio
Cultural de la Nación; por constituirse como expresión de la identidad nacional.
Estado de la jurisprudencia
El artículo 70 de la Constitución Política prescribe: “El Estado tiene el deber de promover y fomentar
el acceso a la cultura de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, por medio de la
educación permanente y la enseñanza científica, técnica, artística y profesional en todas las etapas del
proceso de creación de la identidad nacional.
El artículo 71 de la Constitución Política preceptúa: "La búsqueda del conocimiento y la expresión
artística son libres. Los planes de desarrollo económico y social incluirán el fomento a las ciencias y,
en general, a la cultura. El Estado creará incentivos para personas e instituciones que desarrollen y
fomenten la ciencia y la tecnología y las demás manifestaciones culturales y ofrecerá estímulos
especiales a personas e instituciones que ejerzan estas actividades”. Para desarrollar las dos normas
constitucionales antes citadas, el Congreso expidió la ley 397 de 1997, llamada "ley de la cultura", en
cuyo artículo 1º se define la cultura en los siguientes términos: “Cultura es el conjunto de rasgos
distintivos, espirituales, materiales, intelectuales y emocionales que caracterizan a los grupos
humanos y que comprende, más allá de las artes y las letras, modos de vida, derechos humanos,
sistemas de valores, tradiciones y creencias” (num. 1º). “La cultura, en sus diversas manifestaciones,
es fundamento de la nacionalidad y actividad propia de la sociedad colombiana en su conjunto, como
proceso generado individual y colectivamente por los colombianos. Dichas manifestaciones
constituyen parte integral de la identidad y la cultura colombianas” (num. 2º)
La ley 72 de 1989 sobre la organización de las telecomunicaciones en Colombia, trae la siguiente
definición del término: “Se entiende por telecomunicaciones, toda transmisión, emisión o recepción
de signos, señales, escritos y sonidos, datos o información de cualquier naturaleza, por hilo, radio,
medios visuales u otros sistemas electromagnéticos”.
La ley 72 de 1989 establece, en el artículo 1°, lo siguiente: “El Gobierno nacional, por medio del
Ministerio de Comunicaciones, adoptará la política general del sector de comunicaciones y ejercerá
las funciones de planeación, regulación y control de todos los servicios de dicho sector, que
comprende, entre otros: - Los servicios de telecomunicaciones. - Los servicios informáticos y de
telemática. - Los servicios especializados de telecomunicaciones o servicios de valor agregado. - Los
servicios postales”.
El artículo 2º del decreto ley 1900 de 1990 le adicionó las imágenes como objeto de las transmisiones
y que éstas pudieran hacerse por sistemas ópticos. La definición nacional acoge prácticamente la dada
en el plano mundial por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, de la cual hace parte
Colombia, en el número 1012 del Anexo de Definición de Términos, aprobado conjuntamente con la
constitución, el convenio y otros instrumentos de dicha organización, por la ley 252 de 1995, que
dice: “Telecomunicación: Toda transmisión, emisión o recepción de signos, señales, escritos,
imágenes, sonidos o informaciones de cualquier naturaleza por hilo, radioelectricidad, medios ópticos
u otros sistemas electromagnéticos”.
Conclusión:
Consideramos que el dominio es un bien incorporal de naturaleza privada por cuanto proviene de un
organismo de carácter privado que para efectos de expandir y masificar la utilización de la Internet
como sistema mundial de comunicaciones, creó el dominio como identificador de Colombia en el
ciberespacio atendiendo las denominaciones establecidas por ISO en lo referente a las letras que
identifican a nuestro país. Sin embargo, éste mismo organismo, de carácter privado, bien pudo elegir
un dominio totalmente distinto para Colombia o cualquier otro país. No existe un título a favor de la
Nación, ya que no existe contrato a favor de la misma; como si lo hay entre la IANA y la Universidad
de los Andes, entre los que existió un contrato verbal; los contratos no tiene que ser escritos ni constar
en documentos, (salvo excepciones legales contempladas en los artículos 1494,1495, 1500, 1502 c.c.)
A nuestro parecer, que el dominio sí tiene jurídicamente el carácter de bien. Como ya lo anotamos
anteriormente, para que una cosa se considere jurídicamente como bien, debe cumplir con ciertos
requisitos previstos en nuestro ordenamiento y que el propio Consejo destaca en el concepto: ser una
cosa, útil y susceptible de apropiación. En sentido general, todo lo que existe en la naturaleza es
“cosa”, con excepción del ser humano; en sentido particular “cosa” designa todo aquello susceptible
de apropiación por el hombre; mientras la palabra bien, en el mundo jurídico se refiere a aquellas
cosas que se encuentran inmersas en el patrimonio de un sujeto de derechos, y que además goza de
características económicas o pecuniarias.
El dominio es un tema nuevo en el ámbito del derecho. Existen varios intereses creados en torno a
dicho dominio, por tanto varias posturas referidas a la naturaleza jurídica del mencionado dominio,
desde aquella que lo considera un bien público, un bien privado o de notorio interés público.
El Ministerio a través de la resolución 0600 hace uso de la facultad de intervención; sin embargo, no
será la única ni mas importante resolución en torno al tema. Una regulación mas extensa, con plena
seguridad, se dará en el corto plazo.
La Internet hace ostensible la necesidad de que el Estado adopte decisiones inaplazables encaminadas
a regular todo lo atinente al dominio.co
Bibliografía:
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