Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
En fecha 22 de abril de 2008, los abogados Juan Domingo Alfonzo Paradisi y Luis
Mariano Rodríguez Rojas, inscritos en el INPREABOGADO bajo los Nros. 28.681 y
98.925, respectivamente, actuando con el carácter de apoderados judiciales de la sociedad
mercantil INDUSTRIAS QUÍMICAS CARABOBO, C.A., inscrita originalmente ante el
Registro Mercantil Cuarto de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado
Miranda el 23 de junio de 1976, bajo el N° 49, Tomo 73-A; la cual fue fusionada y
absorbida por la empresa CLARIANT VENEZUELA, S.A., sociedad inscrita en el
Registro Mercantil Primero de la Circunscripción Judicial del Distrito Federal y Estado
Miranda el 16 de julio de 1965 bajo el N° 19, Tomo 35-A; interpusieron ante esta Sala
Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia recurso contencioso
administrativo de nulidad conjuntamente con solicitud de suspensión de efectos, contra el
acto administrativo signado con el N° FGIF-AL-0069 de fecha 3 de abril de 2008, dictado
por la VICEMINISTRA DE REGULACIÓN Y
CONTROL del entonces MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LAS
FINANZAS, mediante el cual declaró sin lugar el recurso de reconsideración ejercido
contra la decisión administrativa N° FGIF-AL-0004 del 15 de enero de 2008, dictada por la
Dirección de Inspección y Fiscalización de ese Ministerio, que ordenó a la recurrente
reintegrar al Banco Central de Venezuela la cantidad de dos mil ochenta y dos dólares de
los Estados Unidos de América con sesenta y dos centavos (US$ 2.082,62) o la cantidad
de“cuatro mil ciento veintitrés bolívares fuertes con cincuenta y nueve céntimos (Bs.F
4.123.59)”, en virtud de no haber comprobado el correcto uso de las divisas otorgadas
durante el Régimen de Control Cambiario 1994-1996.
A través de la sentencia N° 957 de fecha 13 de agosto de 2008, esta Sala declaró
improcedente la solicitud de suspensión de efectos formulada por la parte actora.
Realizado el estudio de las actas que conforman el presente expediente, esta Sala
Político-Administrativa pasa a dictar sentencia, conforme a las siguientes consideraciones:
I
ACTO IMPUGNADO
A través del acto administrativo signado con el N° FGIF-AL-0069 de fecha 3 de
abril de 2008, emanado de la Viceministra de Regulación y Control del Ministerio del
Poder Popular para las Finanzas, se declaró sin lugar el recurso de reconsideración ejercido
por la recurrente contra la decisión administrativa N° FGIF-AL-0004 del 15 de enero de
2008, dictada por la Dirección de Inspección y Fiscalización de ese Ministerio, que ordenó
a la recurrente reintegrar al Banco Central de Venezuela la cantidad de dos mil ochenta y
dos dólares de los Estados Unidos de América con sesenta y dos centavos (US$ 2.082,62) o
la cantidad de “cuatro mil ciento veintitrés bolívares fuertes con cincuenta y nueve
céntimos (Bs.F 4.123.59)”, en virtud de no haber comprobado el correcto uso de las divisas
otorgadas durante el Régimen de Control Cambiario 1994-1996, con base en los siguientes
argumentos:
“(…) Debe esta Dirección previamente referirse al alegato de
inconstitucionalidad de la empresa (…) Con relación a dicho
planteamiento, se hace necesario aclarar lo siguiente: En primer
lugar, la citada Sentencia del 21/11/01, dictada por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en aplicación del
control concentrado sobre los actos administrativos dictados por el
Ejecutivo Nacional, sólo establece la nulidad por
inconstitucionalidad de los artículos 2, 6, 26 y 27 de la derogada
Ley Sobre Régimen Cambiario publicada en la Gaceta Oficial de la
República de Venezuela (hoy República Bolivariana de Venezuela),
N° 4.897 Extraordinario, del 17 de Mayo de 1995, referidos estos a
las restricciones cambiarias impuestas por el Ejecutivo Nacional
(artículo 2); al establecimiento de sanciones penales (artículo 3); al
establecimiento de regímenes cambiarios especiales para las zonas
fronterizas (artículo 26); y la no aplicación de sanciones al comercio
con distintas monedas dentro de los acuerdos comerciales para las
zonas fronterizas (artículo 27); quedando intacta la aplicabilidad del
resto de su normativa. (…) En segundo lugar, y mas relevante aún,
es el hecho que la citada Ley Sobre Régimen Cambiario se
relaciona a la aplicabilidad de un Régimen Sancionatorio (normas
penales y administrativas), previsto en sus capítulos II y III,
respectivamente. En lo relativo a las infracciones administrativas se
establecía un procedimiento de multa que solo era procedente en
aquellos casos en que los administrados se excedían en más de 15
días continuos del cumplimiento de la Orden de Venta o Reintegro
formulada por la administración (artículo 21). La Administración
actualmente no aplica este régimen sancionatorio previsto en la
citada Ley Sobre Régimen Cambiario, por cuanto dicha ley, tal como
se mencionó ut supra, fue derogada por la Ley Contra los Ilícitos
Cambiarios publicada en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 38.272 de fecha 14/09/05 (…). De tal
manera, que una vez analizado el planteamiento esgrimido por la
parte recurrente, estima este Viceministerio que la misma
probablemente confundió el procedimiento de multa o sanciones
administrativas previsto en la derogada Ley Sobre Régimen
Cambiario (el cual como ya se refirió, no tiene aplicabilidad legal),
con el relacionado a los procedimientos administrativos que ha
iniciado la Administración para obtener el reintegro o la venta de
divisas, fundamentados en la facultad revisora que le confiere el
vigente Decreto 1292 y en la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, cuyos actos administrativos en manera alguna
pueden ser considerados como actos sancionatorios, ya que estos
pretenden únicamente la restitución de las divisas pertenecientes al
Estado Venezolano cuando se ha comprobado su incorrecto uso. Así
se declara.
(omissis)
La prescripción está consagrada como principio general en el
Código Civil de Venezuela, artículo 1.952 que establece, por una
parte que es un medio de adquirir un derecho o liberarse de una
obligación, por el tiempo y bajo las condiciones determinadas por la
ley. Es decir la prescripción tiene efectos extintivos de obligaciones y
adquisitivos de derechos (…) Del análisis de otros instrumentos
legales especiales, se observa el contenido de la institución de la
prescripción, no obstante en la derogada Ley sobre Régimen
Cambiario (Ley Especial), Gaceta Oficial de la República de
Venezuela (hoy República Bolivariana de Venezuela) N° 4.897,
Extraordinaria del 17/5/1995, así como en la normativa cambiaria
en general aplicable a los casos del régimen de control de cambio
1994-1996, no se contempló en este cuerpo normativo lo relacionado
a dicha figura legal y atendiendo al caso concreto, sobre el cual el
recurrente alega la prescripción, el cual está referido básicamente a
las divisas no vendidas al Banco Central de Venezuela, a efecto de la
operación de exportación efectuada durante el régimen de cambio
1994-1996.
(omissis)
En el caso en estudio, se trata del ejercicio de una acción personal,
también conocida como acción de crédito, y la misma se refiere a la
prescripción por diez años. Dichas obligaciones constituyen
acreencias a favor de la República, por parte de las personas
naturales o jurídicas que deben reintegrar las divisas, cuyo uso, una
vez adquiridas del Estado Venezolano, no haya sido justificado
conforme a las reglas establecidas para dicho Régimen de Control
de Cambio (caso importadores, tarjetahabientes o deuda privada
externa), o con la obligación de venderlas al Banco Central de
Venezuela al obtenerlas como producto de sus operaciones de
exportación (caso exportadores), tal y como ocurre en el presente
caso. (omissis).
En efecto, el Código Civil en su artículo 1977 establece por diez (10)
años la prescripción de los derechos de crédito o acreencias, siendo
procedente el cobro de las acreencias derivadas de las obligaciones
en materia cambiaria, salvaguardándose los intereses del Estado
Venezolano. (…) el artículo 3 del vigente Decreto 1.292 (…) otorga
a la Administración una facultad de revisión de los casos pendientes
de dicho Régimen de Control de Cambio para su definitivo
levantamiento o finiquito, lo cual quiere decir, que la Administración
examina los casos no concluidos durante la vigencia de dicho
régimen cambiario, para determinar si los administrados cumplieron
o no con las normas legales establecidas para el mismo, para de ser
el caso, ordenar el cierre definitivo de todos aquellos que previo un
examen de su documentación o como resultado de una investigación
de su actividad como importador, exportador, tarjeta habiente o
tramitador del registro de deuda privada externa, considera que han
cumplido dichas reglas, y en el caso contrario, para exigir a quienes
no cumplieron con estas acreencias pendientes con la consecución
de dicha obligación.
Dicha exigencia se materializa por medio de un procedimiento
administrativo, cuyo resultado será una orden de venta o de
reintegro según el caso, o de cierre definitivo del expediente
administrativo, en caso, de que el administrado demuestre su
cumplimiento. En virtud de lo anterior, tenemos entonces que la
actividad administrativa, específicamente ejercida por la Dirección
General de Inspección y Fiscalización, se orienta en una primera
fase a verificar en general, el cumplimiento o no de las obligaciones
que se hayan derivado de la materia cambiaria, y una vez que se
determina la obligación específica para hacer efectiva esa acreencia
(acto administrativo de efectos particulares), mediante la emisión de
una orden de venta o reintegro que afecta los intereses legítimos,
particulares y directos del administrado, es que debe tomarse en
consideración el lapso prescriptivo de los cinco (05) años para la
ejecución de dicho acto administrativo, de conformidad con el
artículo 70 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.
Expresamente el artículo 70 nos refiere a una ley especial que
contempla la prescripción por diez (10) años, que en el caso en
estudio aplicaría la Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional en
su artículo 69, que regula la materia especial referida a la Hacienda
Pública Nacional (…) Como es evidente el lapso de prescripción
contemplado en la ley especialísima como es la Ley Orgánica de
Hacienda Pública Nacional, es el aplicable al caso en comento.
Por otra parte, nos referimos a dos lapsos prescriptivos distintos, el
de diez (10) años, para verificar el cumplimiento o no de la
normativa cambiaria y determinar la obligación a ser cobrada o
exigida por el Estado y el de 5 años para que una vez determinada la
obligación, y consecuentemente emitida la orden de venta o
reintegro (acto administrativo de efectos particulares), proceder a la
ejecución del mismo. Es solo el acto de efectos particulares el que
crea obligaciones, y no el decreto 1292, que como ya se mencionó,
sólo le otorga la facultad revisora a la Administración, sin atribuir o
crear, de acuerdo a las condiciones exigidas en el artículo 70 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, obligaciones
especificas a los particulares o administrados, en este caso,
involucrados en la obtención de divisas.
Resulta oportuno referir igualmente, que en el expediente
administrativo distinguido con el N° I-1853, contentivo del caso en
comento, cursan actuaciones administrativas llevadas a cabo en
años anteriores por esta Oficina, destinadas a la determinación de
las acreencias pendientes por la empresa INDUSTRIAS
QUIMICAS CARABOBO, C.A. (hoy fusionada y absorbida por la
sociedad Mercantil CLARIANT VENEZUELA, S.A. (…) así como
acciones para obtener su cobro, por lo que resulta evidente la
interrupción de los lapsos prescriptivos conforme al artículo 1969
del Código Civil. (Omissis)
Con relación al argumento de la caducidad de la obligación de
conservar los libros, comprobantes y demás recaudos fundamentado
en el Artículo 44 del Código de Comercio, aprecia este
Viceministerio, que si bien es cierto que tal norma establece que los
comerciantes deberán conservar los libros y sus comprobantes, así
como la correspondencia recibida y las copias de las cartas
remitidas en razón de sus actividades comerciales por un periodo de
tiempo de diez (10) años, no es menos cierto que cuando se desmonto
el régimen cambiario en referencia, y en consecuencia se restableció
la libre convertibilidad de la moneda nacional a través del Decreto
Presidencial N° 1.292 de fecha 17/04/1996, publicado en la Gaceta
Oficial de la República de Venezuela N° 35.941 de esa misma fecha,
se dictaron una serie de instrumentos normativos mediante los
cuales se fue regulando los mecanismos y las condiciones para
llevar a cabo la verificación del correcto uso de las divisas
otorgadas con ocasión a tal régimen de control cambiario, así como
también se debe sumar las distintas actuaciones realizadas por la
Administración con el objeto de cumplir ese cometido, tal como lo
hizo en su momento la extinta Unidad de Estudios Cambiarios, y
como lo viene haciendo hasta los actuales momentos esta Dirección
General, significando todo ello, que los Administrados que aun
tienen pendiente operaciones cambiarias por verificar con relación a
su correcto uso, deben mantener los documentos relacionados con
tales operaciones, ya que es del conocimiento de todos ellos, que aun
se está llevando a cabo ese proceso de liquidación de los casos
pendientes en materia cambiaria, que incluso se están resolviendo
no solo en sede administrativa sino también en el ámbito judicial.
Específicamente, en el presente caso -como se dijo anteriormente- la
empresa INDUSTRIAS QUIMICAS CARABOBO, C.A. (hoy
fusionada y absorbida por la sociedad mercantil CLARIANT
VENEZUELA, S.A.) debe estar al tanto de que algunas de las
operaciones cambiarias efectuadas por ellos están todavía en ese
proceso de verificación del correcto uso de divisas, por lo tanto en
nada es de extrañar el que se le requiera documento o información
en general relacionados con tales procesos; de allí es que se ha
hecho necesario el que los Administrados mantengan en resguardo y
a disposición de la Administración todos los elementos
indispensables para la resolución o cumplimiento de tal tarea. Así se
decide.
En vista que la representación de las tantas veces mencionada
empresa no demostró el correcto uso de las divisas otorgadas a
través del Reembolso N° 5964461448476 y las Autorizaciones de
Compra de Divisas para Importación
Nos. 8713545210882120, 5845546781405120 y 217517477142312
0, ya que en la primera operación relacionada con el reembolso, la
misma ampara una (1) operación de importación proveniente y
originara de Brasil, tal como se evidencia en el Certificado de
Origen N° 007949, y en la cual se observa que la empresa debitó y
transfirió la cantidad de TRES MIL DOSCIENTOS TREINTA Y
UN DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CON
SESENTA CENTIMOS (US$ 3.231,60) por concepto de Flete, aún
cuando de BILL OF LADING (B/L) N°RDJ/PCB003 de fecha
02/10/1995, se desprende que el monto generado por tal concepto
ascendió a la cantidad de DOS MIL SETECIENTOS
CINCUENTA Y CUATRO DOLARES DE LOS ESTADOS
UNIDOS DE AMERICA (US$ 2.754,00), existiendo en
consecuencia una diferencia de CUATROCIENTOS SETENTA Y
SIETE DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA
CON SESENTA CENTAVOS (US$ 477,60) liquidados sin
justificación, que deberá reintegrar al Banco Central de Venezuela.
Así se decide.
De conformidad con la Autorización de Compra de Divisas para
importación N° 8713545210882120 la empresa INDUSTRIAS
QUIMICAS CARABOBO, C.A (hoy fusionada y absorbida por la
sociedad mercantil CLARIANT VENEZUELA, S.A.), se le otorgo,
debitó y transfirió la cantidad de CINCUENTA Y DOS MIL
OCHOCIENTOS DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMERICA (US$ 52.800,00), de acuerdo con la Factura Comercial
N° JA 0120095 de fecha 20/01/95, cuya condición de entrega estaba
formulada bajo la modalidad de valor FOB, y que coincidía con la
cantidad de CINCUENTA Y DOS MIL OCHOCIENTOS
DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$
52.800,00), pero en la declaración efectuada a través del Manifiesto
de Importación N° 18089399, el valor FOB declarado fue por la
cantidad de CINCUENTA Y DOS MIL DOLARES DE LOS
ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$ 52.000,00), existiendo
una diferencia por justificar de OCHOCIENTOS DOLARES DE
LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (US$ 800,00), en virtud
de existir contravención a lo establecido en el Artículo 21, numeral
3, del Decreto N° 326 de fecha 31/08/1994, publicado en la Gaceta
Oficial N°35.543 del 09/09/1994, el cual prevé: ‘…En la factura
comercial o en sus anexos debe constar explícitamente lo
correspondiente al pago de los fletes, de los seguros y demás
conceptos de la respectiva importación’, razón por la cual deberá
reintegrar al Banco Central de Venezuela la diferencia
de OCHOCIENTOS DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMERICA (US$ 800,00). Así se decide.
En la Autorización de Compra de Divisas para Importación
N° 5845546781405120 se pudo determinar que por concepto de
flete se declaró y transfirió la cantidad deSEISCIENTOS
SESENTA Y CUATRO DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS
DE AMERICA CON OCHENTA Y DOS CENTAVOS (US$
664,82), mientras que según el BILL OF LADING (B/L)
N° 5CHSPBL0055F del 05/06/95 relacionado con esa importación
refleja un monto por flete de CIENTO TRECE DOLARES DE LOS
ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CON SESENTA CENTAVOS
(US$ 113,60), con lo cual se infiere que existe una diferencia
de QUINIENTOS CINCUENTA Y UN DOLARES DE LOS
ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CON VEINTIDOS
CENTAVOS (US$ 551,22), entre el monto declarado por flete y el
reflejado en el BILL OF LADING anteriormente identificado, de
manera que esa diferencia deberá ser reintegrada al Banco Central
de Venezuela. Así se decide.
Con relación a la Autorización de Compra de Divisas para
Importación N° 2175174771423120, se pudo determinar una
diferencia de DOSCIENTOS CINCUENTA Y TRES DOLARES
DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CON OCHENTA
CENTAVOS (US$ 253,80) entre el monto declarado por flete, y el
monto generado por este concepto según el BILL OF LADING (B/L)
N° 5CHSPBL0057F DEL 05/06/96, porque de acuerdo con este
último documento, el flete de la mercancía importada fue por la
cantidad de CIENTO TRECE DOLARES DE LOS ESTADOS
UNIDOS DE AMERICA CON SESENTA CENTAVOS (US$
113,60), y no de TRESCIENTOS SESENTA Y CUATRO
DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CON
CUARENTA CENTAVOS (US$ 364,40), en consecuencia la
empresa INDUSTRIAS QUIMICAS CARABOBO, C.A. (hoy
fusionada y absorbida por la sociedad mercantil CLARIANT
VENEZUELA, S.A.) deberá reintegrar la cantidad
de DOSCIENTOS CINCUENTA Y TRES DOLARES DE LOS
ESTADOS UNIDOS DE AMERICA CON OCHENTA
CENTAVOS (US$ 253, 80). Así se decide.
III
DISPOSITIVA
Con fundamento a las consideraciones precedentemente expuestas,
este Viceministerio de Regulación y Control del Ministerio del Poder
Popular para la Finanzas; actuando por avocación de conformidad
a lo preceptuado en el artículo 41 de la Ley Orgánica de la
Administración Pública y en ejercicio de las atribuciones
establecidas en el Artículo 20, numeral 2 del Decreto Presidencial
N° 373 de fecha 07/10/1999, publicada en Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela N° 36.854, contentivo del
Reglamento Orgánico del Ministerio de Finanzas, reformado
parcialmente por el Decreto Presidencial N° 3.337 de fecha
12/04/04, publicado en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N°38.086 de fecha 14/12/2004, quedando
dicha competencia asentada en su artículo 21, numeral 2°, y en base
al Decreto 1.292 de fecha 17/04/96, publicado en Gaceta Oficial de
la República de Venezuela (hoy República Bolivariana de
Venezuela) N° 35.941 de fecha 22/04/96, decide:
PRIMERO: Declara SIN LUGAR el Recurso de Reconsideración
(…) la empresa en referencia podrá entregar al Banco Central de
Venezuela a través de los operadores cambiarios autorizados, el
contravalor en Bolívares, equivalentes a la cantidad de CUATRO
MIL CIENTO VEINTITRES BOLÍVARES FUERTES CON
CINCUENTA Y NUEVE CENTIMOS (Bs. F. 4.123,59). El cálculo
en moneda nacional se determinó al aplicar al monto de las divisas
que se ordena reintegrar que asciende a DOS MIL OCHENTA Y
DOS DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA
CON SESENTA Y DOS CENTAVOS (US$ 2.082,62), por el
diferencial cambiario de UN MIL NOVECIENTOS OCHENTA
BOLÍVARES POR DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMÉRICA (Bs. 1.980,00 x US$); diferencial cambiario que surge
debido al tipo de cambio oficial de venta de las divisas, vigente para
la fecha en que el Banco Central de Venezuela, entregó las Divisas
el cual era de CIENTO SETENTA BOLÍVARES POR DÓLAR DE
LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (Bs. 170,00 x
US$) conforme a lo establecido en la Cláusula Octava del Convenio
Cambiario N° 1 de fecha 09/07/1994 publicado en la Gaceta Oficial
de la República de Venezuela N° 4.747 Extraordinaria de fecha
09/07/1994 y el tipo de cambio oficial de venta de DOS MIL
CIENTO CINCUENTA BOLÍVARES POR DÓLAR DE LOS
ESTADOS UNIDOS DE AMERICA (Bs. 2.150,00 x US$) vigente
para la fecha de la operación de venta por concepto de reintegro
ante el Banco Central de Venezuela de conformidad con lo
establecido en el artículo 1 del Convenio Cambiario N° 2 de fecha
02/03/2005, publicado en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 38.138 de la misma fecha.
SEGUNDO: Emitir la Planilla de Reintegro de Divisas provenientes
de importaciones efectuadas durante el Régimen Cambiario 1994-
1996 ‘PLANILLA MF-DGIF-IMP-002’, por un monto de DOS
MIL OCHENTA Y DOS DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS
DE AMERICA CON SESENTA Y DOS CENTAVOS (US$
2.082,62), y su equivalente en CUATRO MIL CIENTO
VEINTITRÉS BOLÍVARES FUERTES CON CINCUENTA Y
NUEVE CENTIMOS (Bs. F. 4.123,59), a la empresaINDUSTRIAS
QUIMICAS CARABOBO, C.A. (hoy fusionada y absorbida por la
sociedad mercantil CLARIANT VENEZUELA, S.A.).
(…)”. (Resaltado y subrayado del texto).
II
FUNDAMENTOS DEL RECURSO
Por escrito presentado ante esta Sala en fecha 22 de abril de 2008, los
abogados Juan Domingo Alfonzo Paradisi y Luis Mariano Rodríguez Rojas, actuando con
el carácter de apoderados judiciales de la sociedad mercantil Industrias Químicas Carabobo,
C.A, la cual fue fusionada y absorbida por la empresa Clariant Venezuela, S.A., ejercieron
recurso de nulidad conjuntamente con solicitud cautelar de suspensión de efectos, contra el
acto signado con el N° FGIF-AL 0069 de fecha 3 de abril de 2008, emanado de la Vice-
Ministra de Regulación y Control del Ministerio del Poder Popular para las Finanzas. En
dicho escrito expusieron lo siguiente:
Que el 15 de enero de 2008, dicha Dirección dictó el acto signado con el N° FGIF-
AL-0004, notificado el 22 de febrero de ese mismo año, mediante el cual se le ordenó a su
representada reintegrar al Banco Central de Venezuela, a través de los operadores
cambiarios autorizados, la cantidad de dos mil ochenta y dos dólares de los Estados Unidos
de América con sesenta y dos centavos (US$ 2.082,62) o su contravalor en bolívares, esto
es, la suma de cuatro millones ciento veintitrés mil quinientos ochenta y siete bolívares con
sesenta céntimos (Bs. 4.123.587,60), por no haberse comprobado el correcto uso de las
divisas obtenidas durante el régimen de control cambiario 1994-1996, relacionadas con las
operaciones de importación amparadas por el reembolso y las autorizaciones de compra de
divisas para la importación.
Aducen que contra el referido acto ejercieron recurso de reconsideración, el cual fue
declarado sin lugar por el acto aquí impugnado, al cual le imputan los siguientes vicios:
En este orden de ideas, argumentan que al ser el sustento legal de dicho Decreto el
artículo 2 de la Ley de Régimen Cambiario, el cual fue declarado inconstitucional “todos
los actos administrativos sean generales o particulares, dictados en ejecución del
prenombrado artículo carece[n] de fundamento legal y serían igualmente nulos, tal y como
acontece con el acto impugnado” y así solicitan sea declarado por esta Sala.
Por otra parte, denuncian la incompetencia del funcionario que dictó el acto
administrativo impugnado, por cuanto su decisión correspondía al Director General de la
Dirección de Inspección y Fiscalización del Ministerio del Poder Popular para las Finanzas,
según lo dispuesto en el numeral 2 del artículo 21 del Decreto Presidencial N° 3.337 de
fecha 12 de diciembre de 2004, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana
de Venezuela N° 38.086 del 14 del mismo mes y año, contentivo de la Reforma Parcial del
Decreto N° 373 de fecha 7 octubre de 1999, en el que se dicta el Reglamento Orgánico del
Ministerio de Finanzas.
Enfatizan que transcurrieron más de once (11) años desde que su representada
realizó las importaciones referidas, por lo que no existe ninguna obligación legal de
mantener tales soportes.
Arguyen que en caso de ser desestimados los vicios antes mencionados, debe
declararse la prescripción de la acción para exigir el reintegro de las Divisas otorgadas
durante el Régimen Cambiario del año 1994-1996, por parte de la Dirección de Inspección
y Fiscalización del Ministerio del Poder Popular para las Finanzas, en virtud de haber
transcurrido el lapso de cinco (5) años establecido en el artículo 70 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos -aplicable al no existir una normativa especial en materia
cambiaria según lo ha establecido la jurisprudencia de este Máximo Tribunal-.
III
ALEGATOS DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA
En la oportunidad de presentar informes, la abogada Sulveys Molina Colmenárez,
en su carácter de sustituta de la Procuradora General de la República, expresó:
Que “se está ante el ejercicio de una acción personal contra una persona jurídica
que debe al Estado el reintegro o devolución de las divisas obtenidas durante la vigencia
del régimen cambiario 1994-1996, la cual prescribe por diez años”.
Por las razones expuestas, solicitó se declare sin lugar el recurso de nulidad
interpuesto.
IV
OPINIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO
Que “el recurso de reconsideración (…) no fue decidido por el órgano competente,
cual era la Dirección General de Inspección y Fiscalización, por haber sido esta la que en
fecha 15 de enero de 2008, dictó el acto administrativo de primer grado”.
Que “la Ley de Régimen Cambiario remite al Código Penal y este al Código Civil,
motivo por el cual en criterio fiscal el lapso de prescripción que resulta aplicable en el
presente caso es el de diez (10) años previsto en el Código Civil, para las acciones
personales como la de autos”.
Que “el alegato de prescripción del derecho de solicitud de venta de las divisas (…)
debe declararse con lugar, en virtud de que desde la fecha en que fueron adquiridas las
divisas en cuestión hasta la fecha en que fue solicitado el reintegro, transcurrieron once
(11) años”
V
CONSIDERACIONES PARA DECIDIR
De seguidas pasa esta Sala a pronunciarse sobre cada uno de los argumentos
expuestos en el escrito recursivo por los apoderados judiciales de la recurrente:
Igualmente, estableció los efectos del citado fallo anulatorio ex nunc, esto es, a
partir de la fecha de publicación de la decisión (21 de noviembre de 2001), a fin de evitar
un desequilibrio en la economía venezolana y en aras de la seguridad jurídica.
Ahora bien, advierte esta Sala que corre inserto a los folios 30, 42 y 63 del
expediente administrativo la “Hoja de Reparo con Reintegro” emitida por la Oficina
Técnica de Administración Cambiaria (OTAC), el 28 de febrero, 6 de marzo y 6 de abril de
1996, en la que solicitó a la sociedad mercantil Industrias Químicas Carabobo C.A.,
absorbida por la hoy recurrente, le reintegre al Banco Central de Venezuela las cantidades
allí especificadas.
Dicho acto fue notificado el 22 de febrero de ese mismo año a la parte actora, quien
ejerció el recurso de reconsideración.
De los hechos antes narrados esta Sala advierte que la obligación de la parte actora
de reintegrar al Banco Central de Venezuela las cantidades de dinero especificadas por la
Administración, se originó en el año 1996 cuando se emitieron las “Hojas de Reparo con
Reintegro”, por parte de la Oficina Técnica de Administración Cambiaria (OTAC), y no
con el acto administrativo conclusivo del procedimiento ordinario que se inició con ocasión
a la falta del comprobante de pago de las mismas. Por consiguiente, no puede esta Sala
retrotraer los efectos de la sentencia de la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal,
para la fecha (año 1996) en que le fue exigida a la recurrente la obligación de reintegro de
las divisas; por lo tanto, se desestima el alegato bajo análisis. Así se declara.
Por otra parte, denuncian la incompetencia del funcionario que dictó el acto
administrativo impugnado, por cuanto su emisión correspondía al Director General de
Inspección y Fiscalización del Ministerio del Poder Popular para las Finanzas, según lo
dispuesto en el numeral 2 del artículo 21 del Decreto Presidencial N° 3.337 de fecha 12 de
diciembre de 2004, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela N° 38.086 del 14 del mismo mes y año, contentivo de la Reforma Parcial del
Decreto N° 373 de fecha 7 octubre de 1999, en el que se dictó el Reglamento Orgánico del
Ministerio de Finanzas.
Dichas exigencias están dirigidas a que los interesados identifiquen con antelación
claramente la autoridad que en definitiva atenderá el asunto, y conocer los motivos que
justificaron, para el caso concreto, la sustitución del órgano naturalmente competente,
aspectos éstos relacionados con el principio de la seguridad jurídica, toda vez que con el
ejercicio de esta excepcional facultad de avocamiento se dejan de aplicar las reglas
ordinarias que en materia de competencia establece la Ley respectiva.
Siendo ello así, se observa que el numeral 2 del artículo 20 del Decreto Presidencial
N° 3.337 de fecha 12 de diciembre de 2004, publicado en la Gaceta Oficial de la República
Bolivariana de Venezuela N° 38.086 del 14 del mismo mes y año, contentivo de la Reforma
Parcial del Decreto N° 373 de fecha 7 octubre de 1999, en el que se dicta el Reglamento
Orgánico del Ministerio de Finanzas, dispone:
“Artículo 20: Corresponde a la Dirección General de Inspección y
Fiscalización:
(…)
2) Finiquitar los casos pendientes en materia de régimen cambiario.
(…).”
Igualmente debe señalarse que el artículo 94 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, prevé lo siguiente:
“Artículo 94 El recurso de reconsideración procederá contra todo acto
administrativo de carácter particular y deberá ser interpuesto dentro de
los quince (15) días siguientes a la notificación del acto que se
impugna, por ante el funcionario que lo dictó. Si el acto no pone fin a
la vía administrativa, el órgano ante el cual se interpone este recurso,
decidirá dentro de los quince (15) días siguientes al recibo del mismo.
Contra esta decisión no puede interponerse de nuevo dicho
recurso.” (Resaltado de la Sala).
Conforme a las disposiciones antes transcritas, esta Sala aprecia que el recurso de
reconsideración interpuesto por la sociedad mercantil recurrente debía ser resuelto por el
Director General de Inspección y Fiscalización del Ministerio del Poder Popular para las
Finanzas, al estarle atribuida expresamente la competencia para ello y ser el órgano emisor
del acto originario.
En este orden de ideas debe señalarse que este Órgano Jurisdiccional ha establecido
que cuando el vicio de procedimiento no produce una disminución efectiva, real y
transcendente de las garantías del administrado, sino que representa sólo fallas o
irregularidades parciales, derivadas del incumplimiento de algún trámite del procedimiento,
el vicio es sancionable con anulabilidad, es decir, nulidad relativa, ya que sólo constituyen
vicios que acarrean la nulidad absoluta del acto aquellos que tengan relevancia y provoquen
una lesión grave al derecho de defensa, además de los que representen una
arbitrariedadprocedimental evidente. (Vid. Sentencia de esta Sala N° 1.970 de fecha 17 de
diciembre de 2003).
Dentro de ese contexto, esta Sala advierte que en el caso bajo análisis la recurrente
expuso sus alegatos de defensa en el escrito impugnado en el curso del procedimiento
ordinario y ejerció los correspondientes recursos de impugnación (de reconsideración y
contencioso administrativo de nulidad), establecidos legalmente para la defensa de sus
derechos, sin que exista indicio alguno que permita sostener que la omisión en que incurrió
la Administración se haya traducido en una merma sustancial al núcleo de los derechos de
la parte actora al debido proceso y a la defensa.
Al respecto, cabe destacar que el falso supuesto de derecho, tiene lugar cuando la
Administración se fundamenta en una norma que no es aplicable al caso concreto o cuando
le da un sentido que ésta no tiene. Se trata de un vicio que, por afectar la causa del acto
administrativo, acarrea su nulidad, por lo cual es necesario examinar si el acto
administrativo dictado guarda la debida congruencia con el supuesto previsto en la norma
legal (Vid. Sentencia de esta Sala N° 476 del 21 de marzo de 2007).
Ahora bien, los artículos 44 y 132 del Código de Comercio, establecen lo siguiente:
“Artículo 44. Los libros y sus comprobantes deben ser conservados
durante diez años, a partir del último asiento de cada libro.
La correspondencia recibida y las copias de las cartas remitidas,
serán clasificadas y conservadas durante diez años”.
“Artículo 132. La prescripción ordinaria en materia mercantil se
verifica por el transcurso de diez años, salvo los casos para los
cuales se establece una prescripción más breve por este Código u
otra ley”.
Esta Sala observa, con relación al argumento de la caducidad de la obligación de
conservar los libros o comprobantes, que en el acto administrativo impugnado se estableció
lo siguiente:
“(…) aprecia este Viceministerio, que si bien es cierto que tal norma
establece que los comerciantes deberán conservar los libros y sus
comprobantes, así como la correspondencia recibida y las copias de
las cartas remitidas en razón de sus actividades comerciales por un
periodo de tiempo de diez (10) años, no es menos cierto que cuando
se desmonto el régimen cambiario en referencia, y en consecuencia
se restableció la libre convertibilidad de la moneda nacional a través
del Decreto Presidencial N° 1.292 de fecha 17/04/1996, publicado en
la Gaceta Oficial de la República de Venezuela N° 35.941 de esa
misma fecha, se dictaron una serie de instrumentos normativos
mediante los cuales se fue regulando los mecanismos y las
condiciones para llevar a cabo la verificación del correcto uso de las
divisas otorgadas con ocasión a tal régimen de control cambiario,
así como también se debe sumar las distintas actuaciones realizadas
por la Administración con el objeto de cumplir ese cometido, tal
como lo hizo en su momento la extinta Unidad de Estudios
Cambiarios, y como lo viene haciendo hasta los actuales momentos
esta Dirección General, significando todo ello, que los
Administrados que aun tienen pendiente operaciones cambiarias por
verificar con relación a su correcto uso, deben mantener los
documentos relacionados con tales operaciones, ya que es del
conocimiento de todos ellos, que aun se está llevando a cabo ese
proceso de liquidación de los casos pendientes en materia cambiaria,
que incluso se están resolviendo no solo en sede administrativa sino
también en el ámbito judicial.
Específicamente, en el presente caso -como se dijo anteriormente- la
empresa INDUSTRIAS QUIMICAS CARABOBO, C.A. (hoy
fusionada y absorbida por la sociedad mercantil CLARIANT
VENEZUELA, S.A.) debe estar al tanto de que algunas de las
operaciones cambiarias efectuadas por ellos están todavía en ese
proceso de verificación del correcto uso de divisas, por lo tanto en
nada es de extrañar el que se le requiera documento o información
en general relacionados con tales procesos; de allí es que se ha
hecho necesario el que los Administrados mantengan en resguardo y
a disposición de la Administración todos los elementos
indispensables para la resolución o cumplimiento de tal tarea. Así se
decide.
Tal como se desprende del texto parcialmente transcrito, la Administración
reconoce el lapso de caducidad establecido en los dispositivos legales antes citados, no
obstante ello, advierte que la parte actora tenía conocimiento desde el año 1996 de las Hoja
de Reparo con Reintegro”, emitida por la Oficina Técnica de Administración Cambiaria
(OTAC), en la que solicita a la sociedad mercantil Industrias Químicas Carabobo C.A.,
absorbida por la hoy recurrente, el reintegro al Banco Central de Venezuela las cantidades,
allí especificadas, tal como consta los folios 30, 42 y 63 del expediente administrativo.
Al respecto, esta Sala observa que el artículo 1.952 del Código Civil señala que la
prescripción es un medio de adquirir un derecho o liberarse de una obligación, por el
tiempo y bajo las demás condiciones determinadas en la Ley. Del referido dispositivo se
deriva la tradicional clasificación bipartita de prescripción adquisitiva o usucapión, y
prescripción extintiva o liberatoria, esta última ha sido definida como un mecanismo
mediante el cual una persona se libera del cumplimiento de una obligación por el transcurso
del tiempo y bajo las demás circunstancias señaladas en la Ley, supone la negligencia,
inercia, inacción o abandono del acreedor en hacer efectivo su crédito durante un
determinado tiempo.
En este orden de ideas, cabe destacar que esta Sala ha establecido que el reintegro o
venta al Banco Central de Venezuela de las divisas obtenidas bajo el Régimen Cambiario
del año 1994-1996, responde al ejercicio de una acción personal ejercida contra personas
naturales o jurídicas que le deben al Estado la devolución de las divisas obtenidas durante
ese período, que prescribe a los diez (10) años de conformidad con el artículo
1.977 eiusdem, en los siguientes términos:
“(…) que resultaría errado colocar a la Administración en una
posición de desventaja respecto a los particulares para reclamar el
cumplimiento de una obligación por parte del administrado, más aun
estando involucrada en la materia cambiaria el interés general,
persiguiéndose con su regulación el resguardo del patrimonio
público; por ello, comparte la Sala lo declarado en el acto recurrido
con relación a que la acción ejercida para el cumplimiento de la
obligación de la venta de divisas es de naturaleza personal y, en tal
caso, la prescripción de la acción debe computarse conforme a lo
establecido en el artículo 1.977 del Código Civil de Venezuela, el
cual dispone: “Todas las acciones reales se prescriben por veinte
años y las personales por diez, sin que pueda oponerse a la
prescripción la falta de título ni de buena fe, y salvo disposición
contraria de la Ley”; siendo además, como antes se indicó, que la
Administración no consideró lo ocurrido como una infracción,
motivo por el cual mal podría aplicarse el lapso de prescripción
invocado por la parte recurrente [Artículo 70 de la Ley Orgánica de
Procedimientos Administrativos]”. (En tal sentido, véase sentencias
de esta Sala Nos. 1.062 y 1.384 del 15 de julio y 30 de septiembre de
2009, respectivamente.).
Ahora bien, advierte esta Sala que la parte actora realizó la solicitud de autorización
de compra de divisas para importación (ACDI) Nos. 8713545210882120,
2175174771423120 y 5845546781405120, en fechas 8, 9 y 14 de junio de 1995, tal como
consta en los folios 21, 32. 48, del expediente administrativo.
Igualmente, se observa que corre inserto a los folios 30, 42 y 63 del expediente
administrativo la “Hoja de Reparo con Reintegro”, emitida por la Oficina Técnica de
Administración Cambiaria (OTAC), el 28 de febrero, 6 de marzo y 6 de abril de 1996, en la
que solicita a la sociedad mercantil Industrias Químicas Carabobo C.A., absorbida por la
hoy recurrente, el reintegro al Banco Central de Venezuela las cantidades, allí
especificadas.
Se observa que entre las fechas (el 28 de febrero, 6 de marzo y 6 de abril de 1996)
de emisión de las “Hojas de Reparo con Reintegro”, por la Oficina Técnica de
Administración Cambiaria (OTAC), y la notificación de la identificada misiva (3 de
noviembre de 2005) no había transcurrido en su integridad el lapso de diez (10) años de la
prescripción extintiva.
Siguiendo esta línea argumentativa, aprecia esta Sala que mediante la notificación a
la parte recurrente (el 3 de noviembre de 2005), de la comunicación suscrita por el Director
General de Inspección y Fiscalización del entonces Ministerio de Finanzas, la
Administración manifestó su voluntad de conservar su derecho de crédito, interrumpiendo
así el lapso de diez (10) años de la prescripción extintiva, a que alude el artículo 1.977 del
Código Civil, el cual no había transcurrido íntegramente, por lo tanto se desestima el
presente alegato. Así se declara.
Desestimados como han sido los alegatos expuestos por los apoderados judiciales
de sociedad mercantil Clariant Venezuela, S.A., esta Sala debe declarar sin lugar el recurso
contencioso administrativo de nulidad interpuesto. Así se declara.
VI
DECISIÓN
Por las consideraciones precedentemente expuestas, esta Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la Ley, declara: SIN LUGAR el recurso contencioso
administrativo de nulidad ejercido conjuntamente con solicitud de suspensión de efectos
por la sociedad mercantil INDUSTRIAS QUÍMICAS CARABOBO, C.A., fusionada y
absorbida por la empresa CLARIANT VENEZUELA, S.A., contra el acto administrativo
signado con el N° FGIF-AL-0069 de fecha 3 de abril de 2008, dictado por
laVICEMINISTRA DE REGULACIÓN Y CONTROL DEL MINISTERIO DEL
PODER POPULAR PARA LAS FINANZAS. En consecuencia, queda FIRME el acto
impugnado.