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D. 218. XXXIII.

Defensor del Pueblo de la Nación c/


Estado Nacional -Poder Ejecutivo Na-
cional- s/ amparo ley 16.986.

Buenos Aires, 7 de mayo de 1998.


Vistos los autos: "Defensor del Pueblo de la Nación c/
Estado Nacional -Poder Ejecutivo Nacional- s/ amparo ley
16.986".
Considerando:
1°) Que la Sala III de la Cámara Nacional de Ape-
laciones en lo Contencioso Administrativo Federal, al
confirmar la sentencia de primera instancia, hizo lugar a
la medida cautelar solicitada por el Defensor del Pueblo de
la Nación y dispuso la suspensión de los efectos del art.2°
del decreto 92/97 del Poder Ejecutivo Nacional, por el cual
se aprobaron las modificaciones a la Estructura General de
Tarifas del Servicio Básico Telefónico, hasta tanto se
dicte sentencia definitiva en la causa. Contra dicha
decisión dedujeron recurso extraordinario el Estado
Nacional (Poder Ejecutivo Nacional - Secretaría de
Comunicaciones de la Presidencia de la Nación), Telefónica
de Argentina S.A. y Telecom Argentina Stet-France Telecom
S.A., los que fueron concedidos en fs.613.
2°) Que es doctrina reiterada de este Tribunal
que las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que las
ordenen, modifiquen o levanten, no revisten en principio
carácter de sentencias definitivas en los términos que
exige el art.14 de la ley 48 para la procedencia del
recurso extraordinario. Sin embargo, tal doctrina cede en
los supuestos en que aquéllas causen un agravio que, por su
magnitud y circunstancias de hecho, pueda ser de tardía,
insuficiente o imposible reparación ulterior, tal como
sucede en el sub lite, en que la resolución impugnada puede
llegar a frustrar
-
//-
-//- la aplicación de disposiciones de carácter general, dic-
tadas en ejercicio de facultades privativas de uno de los po-
deres del Estado y, de resultar rechazada la acción de amparo
en que se sustenta la cautela, la magnitud de los daños que
habría ocasionado aquélla, revestiría las características de
excepción antes señalada, todo lo cual determina la necesidad
de habilitar esta instancia (Fallos 315:96 y sus citas).
3°) Que el Defensor del Pueblo de la Nación dedujo ac-
ción de amparo con el objeto de que se declare la inconstitu-
cionalidad del art.2° del decreto n°92/97 del Poder Ejecutivo
Nacional, acción dentro de cuyo marco se dispuso la sus-
pensión cautelar de los efectos de la citada norma, que apro-
bó las modificaciones a la Estructura General de Tarifas del
Servicio Básico Telefónico.
En sustento de su pretensión, el demandante invocó la
irrazonabilidad de las nuevas tarifas que, en su opinión, se
traducen en importantes aumentos que sólo benefician a las
empresas prestatarias del servicio y perjudican a los consu-
midores, en violación a lo dispuesto en el art.42 de la Cons-
titución Nacional. Alegó también la ilegitimidad de las nor-
mas de referencia, a las que -en cuanto importan un aumento
tarifario- atribuyó transgresión del art.12.4.1 del Pliego de
Bases y Condiciones aprobado por el decreto 2585/91 y del
citado art.42 de la Constitución Nacional. Afirmó que se en-
cuentra legitimado para accionar en protección de los dere-
chos de incidencia colectiva en general y en particular los
de los usuarios del servicio público telefónico, en virtud de
lo dispuesto en los arts.42, 43 y 86 de la Constitución
-//-
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Defensor del Pueblo de la Nación c/
Estado Nacional -Poder Ejecutivo Na-
cional- s/ amparo ley 16.986.

-//- Nacional.
4°) Que la decisión recurrida -confirmatoria de la de
primera instancia- ordenó la medida cautelar peticionada
por el amparista, con sustento en el presunto
incumplimiento de lo resuelto en otras causas judiciales,
en las que se había dispuesto que debía darse a conocer en
audiencia pública la propuesta de reestructuración
tarifaria, de conformidad con lo establecido en la
Resolución Ministerial 381/95, luego derogada y sustituida
por un régimen administrativo diferente. Afirmó el tribunal
que la Resolución 57/96 -que modificó dicho procedimiento
administrativo- no podía aplicarse con efecto retroactivo y
calificó al dictado de las nuevas normas como una "singular
forma de inejecución de decisiones judiciales ... palmaria
y manifiestamente ilegítima". Juzgó asimismo que no había
mediado por parte del amparista consentimiento del nuevo
procedimiento que concluyó en el dictado del decreto 92/97
y afirmó que mantener las decisiones judiciales antes
dictadas no implicaba poner en tela de juicio la
competencia de la Administración para fijar tarifas ni
invadir su zona de reserva, pero expresó que de ello no
podía inferirse la existencia de un ámbito global de
inmunidad a toda fiscalización judicial.
5°) Que desde antiguo se ha sostenido que la misión
más delicada que compete al Poder Judicial es la de saber
mantenerse dentro de la órbita de su jurisdicción, sin
menoscabar las funciones que incumben a los otros poderes o
jurisdicciones, toda vez que es el judicial el llamado por
la ley para sostener la observancia de la Constitución
Nacional, y de
-
//-
-//- ahí que un avance de este poder en desmedro de las fa-
cultades de los demás revestiría la mayor gravedad para la
armonía constitucional y el orden público (Fallos 155:248;
311:2580). Por tal motivo, en las causas en que se impugnan
actos cumplidos por otros poderes, en el ámbito de las fa-
cultades que les son privativas, la función jurisdiccional no
alcanza al modo del ejercicio de tales atribuciones, en
cuanto de otra manera se haría manifiesta la invasión del
ámbito de las facultades propias de las otras autoridades de
la Nación (Fallos 254:45).
6°) Que, en tal orden de ideas, para determinar si exis-
te una "causa judicial" que habilite la jurisdicción de los
tribunales, deben examinarse las cuestiones propuestas y de-
cidir si ellas se ubican dentro de las facultades otorgadas
con exclusividad a alguno de los poderes públicos y si han
sido ejercitadas dentro de los límites que la Constitución
les impone. Al respecto se ha dicho que decidir "...si un
asunto ha sido, en alguna medida, conferido a otro poder del
Estado, o si la acción de ese poder excede las facultades que
le han sido otorgadas, es en sí mismo un delicado ejercicio
de interpretación constitucional y una responsabilidad de
esta Corte como último intérprete de la Constitución" ("Baker
vs. Carr", 369 US 186, 82 S.Ct. 691, 7 L.Ed. 2d. 663, 1962).
Así, esclarecer si un poder del Estado tiene determina-
das atribuciones exige interpretar la Constitución, lo que
permite definir en qué medida -si es que existe alguna- el
ejercicio de ese poder puede ser sometido a revisión judicial
("Powell vs. Mc Cormack", 395 U.S., 486, 1969), facul
-//-
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Defensor del Pueblo de la Nación c/
Estado Nacional -Poder Ejecutivo Na-
cional- s/ amparo ley 16.986.

-//-tad esta última que sólo puede ser ejercida cuando haya
mediado alguna violación normativa que ubique los actos de
los otros poderes fuera de las atribuciones que la
Constitución les confiere o del modo en que ésta autoriza a
ponerlas en práctica.
7°) Que tal examen no puede ser obviado en el sub
lite, pues siendo la medida cautelar un recurso para
asegurar el cumplimiento de una eventual sentencia
favorable a la pretensión principal deducida, la
inexistencia de "causa judicial" que habilite el ejercicio
de la jurisdicción, habría de tornar abstracto el análisis
de la procedencia de una cautela que perseguiría -en esa
hipótesis- un objetivo de imposible cumplimiento.
8°) Que este Tribunal, en la causa P.475.XXXIII.
"PRODELCO c/ P.E.N. s/ amparo", sentencia de la fecha, se
expidió acerca de la regularidad de la decisión adoptada en
el art. 2° del decreto 92/97 del Poder Ejecutivo Nacional,
en tanto aparece inscripta en el ejercicio privativo de las
funciones propias de uno de los poderes del Estado, sin
exceder el marco en que constitucional y legalmente éstas
se insertan, de modo que no resulta judicialmente revisable
el modo en que ese poder ha sido ejercido. En mérito a tal
conclusión, los hechos invocados por el accionante y a las
razones expresadas en dicha sentencia, a las que cabe
remitirse brevitatis causae, se impone la desestimación
liminar de la presente demanda, por lo que resulta
inoficioso pronunciarse acerca de las restantes cuestiones
propuestas en la causa.
-
//-
-//- Por ello, oído el señor Procurador General, se declaran
procedentes los recursos extraordinarios deducidos, se deja
sin efecto el fallo apelado y se desestima liminarmente la
demanda intentada. Costas por su orden. Notifíquese y remíta-
se. JULIO S. NAZARENO - EDUARDO MOLINE O'CONNOR - AUGUSTO
CESAR BELLUSCIO (en disidencia) - ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI
(en disidencia) - ANTONIO BOGGIANO (por su voto)- GUILLERMO
A. F. LOPEZ - GUSTAVO A. BOSSERT (en disidencia) - ADOLFO
ROBERTO VAZQUEZ.
ES COPIA

VO-//-
D. 218. XXXIII.
4 Defensor del Pueblo de la Nación c/
Estado Nacional - Poder Ejecutivo
Nacional s/ amparo ley 16.986.

-//-TO DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR DON ANTONIO BOGGIANO


Considerando:
1°) Que la Sala III de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal
confirmó la decisión de primera instancia en cuanto dispuso
que, como medida cautelar, se suspendieran los efectos del
art. 2° del decreto 92/97. Contra esa decisión, la
demandada, Estado Nacional-Secretaría de Comunicaciones de
la Presidencia de la Nación, Telecom Argentina Stet France-
Telecom S.A. y Telefónica de Argentina S.A. interpusieron
recursos extraordinarios, que fueron concedidos.
2°) Que el Defensor del Pueblo inició acción de
amparo contra el Estado Nacional, solicitando la
declaración de inconstitucionalidad del art. 2° del decreto
92/97, mediante el que se aprueban modificaciones a la
Estructura General de Tarifas del Servicio Básico
Telefónico (S.B.T., Anexo I del decreto citado) e impugnó
"toda y cualquier otra norma que disponga la modificación
de la estructura tarifaria vigente a la entrada en vigor de
las normas que aquí se cuestionan". Solicitó que, como
medida cautelar, se dispusiera no innovar en materia de
tarifas telefónicas y no se aplicara el régimen tarifario
previsto para el S.B.T. hasta tanto se dictara sentencia
definitiva en el proceso.
3°) Que, para fundar su decisión, la cámara
sostuvo que medió incumplimiento de su sentencia en la
causa "Adelco Liga Acción del Consumidor c/Ministerio de
Economía, Obras y Servicios Públicos", dictada con
posterioridad a la derogación de la Resolución M. E. y O y
S. P. 381/95 -efec-
-//-
-//-tuada mediante la Resolución de la Secretaría de Comuni-
caciones 57/96-, cuyas normas el tribunal había ordenado
acatar hasta la conclusión del procedimiento de reestructura-
ción de las tarifas.
Afirmó también que no medió consentimiento del am-
parista respecto de la Resolución S.C. 57/96 -que sólo debía
regir situaciones futuras-, por tratarse de un acto de alcan-
ce particular, y que lo decidido judicialmente no implicaba
poner en tela de juicio la competencia de la Administración
para fijar tarifas ni invadía la zona de reserva de aquélla.
En este orden de ideas, agregó que la fijación o
aprobación de tarifas por el órgano competente no están exen-
tas del control judicial. Concluyó en que la verosimilitud
del derecho debía tenerse por suficientemente acreditada, ya
que la configuración del perjuicio surgía por la sola omisión
del procedimiento establecido en la Resolución M.E. y O. y S.
P. 381/95 y por la clara intención de soslayarlo,
instrumentada por medio de un acto administrativo (la Res.
S.C. 57/96).
4°) Que las apelantes sostienen -en lo sustancial-
que el a quo desconoce que es facultad privativa del Poder
Ejecutivo Nacional aprobar las tarifas telefónicas, previa
propuesta de las licenciatarias del referido servicio (conf.
arts. 4° de la ley 19.798, 16.4 de los contratos de transfe-
rencia de acciones, aprobados por el decreto 2332/90 y 8° del
anexo del decreto 2585/91). Asimismo, aducen que la
afirmación de que la Resolución S.C. 57/96 sólo resulta apli-
cable a situaciones futuras y ajenas a cuestiones tarifarias
carece de sustento jurídico, ya que la audiencia pública,
-//-
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Estado Nacional - Poder Ejecutivo
Nacional s/ amparo ley 16.986.

-//- que precedió al dictado del decreto 92/97, fue


celebrada con posterioridad al dictado de aquella norma,
acto de alcance general que surtió efectos a partir de su
vigencia.
También imputan arbitrariedad a la resolución
apelada, por haber omitido la consideración de los términos
del decreto 92/97, las constancias de los expedientes admi-
nistrativos agregados a la causa, y por haber atendido a
reclamos de un sector parcial de la sociedad, reducido al
ámbito de la Capital Federal y el conurbano bonaerense, que
disiente con el rebalanceo efectuado.
Asimismo sostienen la improcedencia de la
remisión a lo decidido en la causa "Adelco", ya que en ella
se omitió considerar que la Resolución M.E. y O. y S.P.
381/95 había sido derogada por la 57/96, emanada de la
Secretaría de Comunicaciones, y que, por otra parte, la
cámara no consideró lo resuelto en juicios de amparo que se
remitieron ad effectum videndi, en los que se reconoció la
legalidad y eficacia
del procedimiento seguido por el Poder Ejecutivo Nacional
para establecer la estructura general de tarifas aprobada
por el art. 2° del decreto 92/97, régimen normativo al que
el Defensor del Pueblo se sometió, mediante su inscripción
como expositor en la audiencia pública y su posterior
discurso en ella.
Por último, invocan gravedad institucional por
entender que se produce una afectación a los derechos de
los usuarios del servicio telefónico beneficiados por las
rebajas establecidas en el decreto 92/97, y debido a la -
//-
-//- existencia de sentencias contradictorias sobre el mismo
tema, dictadas por varios tribunales del país.
5°) Que si bien las resoluciones adoptadas en mate-
ria de medidas cautelares no son susceptibles de revisión por
la vía del recurso extraordinario, por no tratarse de
sentencias definitivas, corresponde hacer excepción a tal
principio cuando, como en el caso, lo decidido reviste gra-
vedad institucional, ya que el asunto debatido afecta a vas-
tos sectores de la sociedad -los beneficiados por la reduc-
ción de tarifas resultante de la aplicación del rebalanceo
aprobado por el art. 2° del decreto 92/97-, sumado ello a la
existencia de numerosas sentencias contradictorias dictadas
por diversos tribunales del país, que generan incertidumbre
sobre la validez de una norma de alcance nacional.
6°) Que, en atención a los términos en que se ha
expedido la cámara, esta Corte se ve obligada a pronunciarse
con la amplitud que exige la naturaleza de la cuestión deba
tida.
7°) Que la viabilidad de las medidas precautorias
se halla supeditada a que se demuestre la verosimilitud del
derecho invocado y el peligro en la demora (causas B.682.XXIV
"Bulacio Malmierca, Juan Carlos y otros c/Banco de la Nación
Argentina"; E.6.XXVIII., "Eco Service S.A. c/Buenos Aires,
Provincia de s/inconstitucionalidad"; P.489.XXV., "Pérez
Cuesta S.A.C.I. c/Estado Nacional s/acción declarativa de
inconstitucionalidad-prohibición de innovar", sentencias del
24 de agosto de 1993, 22 de septiembre de 1994 y 25 de junio
de 1996, respectivamente, entre muchas otras), recaudos que
es necesario ponderar con especial prudencia en atención a
-//-
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Estado Nacional - Poder Ejecutivo
Nacional s/ amparo ley 16.986.

-//- la presunción de legitimidad de que gozan los actos de


los poderes públicos (causa F.324.XXXI., "Frigorífico Lito-
ral Argentino S.A. c/ D.G.I. s/ declaración de certeza",
sentencia del 16 de julio de 1996, entre otras), la que
sólo se vería desvirtuada, en el estado liminar de la causa
en el que se dicta una medida cautelar, cuando la invalidez
del acto es manifiesta, es decir, cuando ella aparece
patente en aquél sin que sea necesario investigar vicio
oculto alguno.
8°) Que, en atención a lo expuesto, cabe evaluar
el examen de los citados requisitos efectuado por la
cámara. El tribunal sustentó la verosimilitud del derecho
para el otorgamiento de la medida cautelar en la existencia
de un vicio manifiesto en el decreto 92/97, por no haberse
cumplido, en forma previa a su dictado, con los recaudos
establecidos en la Resolución M.E. y O. y S. P. N° 381/95,
que el tribunal había ordenado observar mediante el dictado
de la sentencia en la causa "Adelco", que se encontraba
firme.
Mediante ella se dispuso que, después de realiza-
das las consultas y observaciones al informe sobre la rees-
tructuración tarifaria encomendado en 1995 por el
Ministerio y que elaboró la consultora internacional
National Economics Research Associates -NERA- y recibida la
propuesta de rebalanceo tarifario elaborada por la
Secretaría de Energía y Comunicaciones, el ministerio
convocaría a una audiencia pública.
9°) Que, en consecuencia, deben considerarse los
argumentos de la causa "Adelco", referentes, en lo sustan-
cial, al cumplimiento del procedimiento establecido en la
-//-
-//- Resolución M. E. y O. y S. P. 381/95 como requisito para
proceder a la reestructuración tarifaria y que, básicamente,
establecía dos condiciones: la propuesta de la Secretaría
ministerial y la celebración de una audiencia pública para su
consideración.
Este argumento pierde, actualmente, entidad, frente
a lo dispuesto en la Resolución 57/96 -dictada por la
Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia de la Nación
en ejercicio de su competencia (decretos 245/96, 660/96,
952/96 y 1260/96)-, en la que se estableció el "Reglamento
General de Audiencias Públicas y Documentos de Consulta" y se
derogó la Resolución M. E. y O. S. P. N° 381/95 (conf. art.
8°).
10) Que, sin perjuicio de lo expuesto, en razón de
lo decidido por esta Corte en la causa P.475.XXXIII "Prodelco
c/ Poder Ejecutivo Nacional s/ amparo", resuelto en el día de
la fecha, cabe concluir que resulta abstracto declarar la
falta del requisito de verosimilitud del derecho, puesto que
lo así resuelto impone la desestimación de la presente
demanda.
11) Que, por otra parte, corresponde resolver acer-
ca de las presentaciones de Telefónica de Argentina S.A. (fs.
639/641 y 643/649) y la Provincia de Misiones (fs. 732/736).
La empresa solicitó la acumulación de estos autos con los
procesos por acciones declarativas iniciados por diversas
Provincias ante la instancia originaria de esta Corte, en los
que se solicita la declaración de legitimidad del decreto
92/97, y con una serie de causas que tramitan en diversos
tribunales federales del país, en los que el Estado Nacio-
-//-
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7 Defensor del Pueblo de la Nación c/
Estado Nacional - Poder Ejecutivo
Nacional s/ amparo ley 16.986.

-//-nal, Telefónica o Telecom y diversos particulares,


Cámaras de comercio o asociaciones de consumidores o
usuarios son parte.
12) Que, a su vez, se presenta el Fiscal de
Estado de la Provincia de Misiones, solicitando que se
admita su intervención en los términos de los artículos 90
y 91 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y
que, de ser aquélla admitida, la causa se radique en
competencia originaria de la Corte y se haga saber a los
tribunales inferiores de todo el país que se abstengan de
seguir interviniendo en cuestiones relativas a las tarifas
telefónicas, a fin de evitar el dictado de sentencias
contradictorias.
13) Que el pedido de intervención como tercero de
la Provincia de Misiones carece de virtualidad en orden a
lo decidido, toda vez que la resolución dictada en este
proceso no podrá en modo alguno, menoscabar o vulnerar su
derecho ni repercutir dañosamente en su situación jurídica,
ya que sólo podrá producir efectos de cosa juzgada respecto
de las partes en el juicio.
14) Que, respecto de la acumulación solicitada,
esta Corte ha sostenido que la competencia originaria del
Tribunal proviene de la Constitución Nacional, y no es sus-
ceptible de ampliarse, restringirse ni modificarse mediante
normas legales, lo que ocurriría si se la admitiera con
sustento en lo dispuesto por el art. 188 del Código
Procesal (Fallos: 313:936), a lo que se agrega que el
instituto de la acumulación de procesos sólo procede en los
supuestos en que los jueces intervinientes sean de la misma
competencia -//-
-//- territorial.
15) Que, en el caso, no se ha demostrado que las
causas que tramitan en todo el país encuadren en ninguna de
las hipótesis del art. 117 de la Constitución Nacional, ni
que sea preciso que quienes sean parte en ellas intervengan
en las causas que tramitan en competencia originaria, ya que
no se configura en la especie una hipótesis de litisconsorcio
necesario, en el que las sentencias a dictarse no puedan
pronunciarse útilmente más que con relación a varias partes.
16) Que, por otra parte, el hecho de que en los
pleitos se halle en discusión la legitimidad de una norma de
alcance nacional -el decreto 92/97-, no es suficiente para
que proceda la competencia originaria de la Corte. Si se
accediera a los pedidos de acumulación, se generaría el ries-
go de que en todas las causas en las que la decisión a adop-
tarse pudiere tener un mínimo punto de conexión con diversos
intereses, sus titulares pretendieran intervenir en ellas sin
que la Corte se encuentre habilitada para aceptar esa
intervención sin violar las normas que rigen su jurisdicción
y competencia.
Sin perjuicio de lo expuesto, lo resuelto en la
presente priva de virtualidad a la pretensión examinada, lo
que torna inoficioso emitir un pronunciamiento a su respecto.
Por ello, se deja sin efecto el fallo apelado y se de-
sestima liminarmente la demanda. Costas por su orden, en
atención a las particularidades del caso. Asimismo, se recha-
zan las solicitudes de acumulación y de intervención de ter-
ceros formuladas a fs. 639/641, 643/649 y 732/736. Notifíque-
se y remítase. ANTONIO BOGGIANO.
ES COPIA

DISI-//-
D. 218. XXXIII.
8 Defensor del Pueblo de la Nación c/ Es-
tado Nacional -Poder Ejecutivo Nacional-
s/ amparo ley 16.986.

-//-DENCIA DE LOS SEÑORES MINISTROS DOCTORES DON AUGUSTO


CESAR BELLUSCIO Y DON GUSTAVO A. BOSSERT
Considerando:
1°) Que es criterio del Tribunal que las
resoluciones adoptadas en materia de medidas cautelares no
son, como regla, susceptibles de revisión por la vía del
recurso extraordinario (Fallos: 307:1296; 316:2153, entre
otros).
2°) Que los recurrentes alegaron que se presenta
en el caso una excepción a dicha regla toda vez que se
produciría un agravio de imposible reparación ulterior,
recaudo que, sin embargo, no ha sido acreditado en la causa
y que impide admitir la pretensión formulada en tal
sentido.
3°) Que no obsta a lo expresado la invocación de
los apelantes acerca de la gravedad institucional de la
cuestión debatida en la causa, pues -a pesar de que lo
resuelto pueda llegar a exceder el interés individual de
las partes (Fallos: 312:1010)- lo cierto es que la medida
cautelar recurrida ha importado, por su mismo carácter,
sólo la suspensión, hasta el dictado de la sentencia en el
amparo, del régimen tarifario impugnado por el actor,
cuestión que de por sí no genera un gravamen que repercuta
con tal entidad que haga necesaria la intervención de la
Corte en un tema ajeno al marco del recurso extraordinario
en los términos del art. 14 de la ley 48.
Por lo demás, debe repararse que la cautela dis-
puesta en autos -medida de no innovar- constituye un arbi-
trio tendiente a preservar la razón de ser de la función
jurisdiccional, cuyo objeto es la conservación, durante el
-
//-
-//-juicio del statu quo erat ante (Fallos: 247:63; 250: 154;
265:236, entre otros).
Por ello, se rechazan los recursos extraordinarios in-
terpuestos. Notifíquese y devuélvase. AUGUSTO CESAR BELLUSCIO
- GUSTAVO A. BOSSERT.
ES COPIA

DISI-//-
D. 218. XXXIII.
9 Defensor del Pueblo de la Nación c/ Es-
tado Nacional - Poder Ejecutivo Nacio-
nal s/ amparo ley 16.986.

-//-DENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR DON ENRIQUE SANTIAGO


PETRACCHI
Considerando:
1°) Que reducido a sus términos más simples, el
problema en este litigio consiste en saber si es
equiparable a sentencia definitiva, a los fines del recurso
extraordinario federal, el auto que ha confirmado una
medida cautelar que suspende los efectos de una norma -que
aprueba ciertos cambios en las tarifas del servicio básico
telefónico- hasta que se dicte sentencia sobre el fondo del
asunto.
2°) Que este pleito se originó a raíz de la
acción de amparo articulada por el Defensor del Pueblo de
la Nación contra el Estado Nacional. En ese marco
básicamente solicitó que se declarara que el art. 2° del
decreto 92/97 emitido por el Poder Ejecutivo Nacional (en
adelante, "la norma del poder ejecutivo", "la cláusula
impugnada" o "la norma en examen") viola la Constitución
Nacional.
También solicitó -y esto es lo relevante en el
caso- que se dictara una medida de no innovar que
prohibiera la aplicación de dicho artículo, hasta que se
resolviese la pretensión de fondo expuesta en el párrafo
anterior.
3°) Que el actor fundó su solicitud en varios
argumentos. Entre ellos, el relativo a que la norma del
Poder Ejecutivo conculca lo ordenado en una sentencia que
se encuentra firme y que fue dictada in re "Defensor del
Pueblo c/ Poder Ejecutivo Nacional" (en adelante, "Defensor
I"). En dicha sentencia se dispuso, al hacerse lugar a una
acción de amparo, lo siguiente :
-
//-
-//- "[...] que [el Estado Nacional] se abstenga de
efectuar cualquier tipo de modificación a la estructura
tarifaria del servicio telefónico básico hasta tanto no se
realice la propuesta de rebalanceo tarifario por parte de la
Secretaría de Energía y Comunicaciones, conforme lo dispone
el artículo 3 de la Resolución 381/95 del Ministerio de
Economía y no se realice la Audiencia Pública prevista en la
norma citada [...]" (fs. 13).
4°) Que la juez de primera instancia hizo lugar a
la medida cautelar solicitada en estos autos (en adelante,
"Defensor II"); porque a su juicio es verosímil el derecho
invocado por el actor, a raíz de que la norma en examen prima
facie viola lo ordenado en el caso "Defensor I", ya esbozado,
y en el caso "Adelco".
Declaró que en ambos precedentes se había estable-
cido que, por imperio del art. 3° de la resolución 381/95 del
Ministerio de Economía (de la Nación), debía seguirse
determinado procedimiento para efectuar cambios en las
tarifas del servicio telefónico básico; y que en principio
dicho procedimiento no había sido cumplido por el Poder Eje-
cutivo Nacional.
5°) Que la Sala III de la Cámara Nacional en lo
Contencioso Administrativo Federal confirmó la aludida medida
cautelar (conf. fs. 629/637). Basó su pronunciamiento en los
siguientes motivos:
a) consideró que el caso "Defensor I" es imperti-
nente en autos; porque había sido dictado antes de que entra-
ra en vigencia el (nuevo) procedimiento tendiente a modificar
las tarifas del servicio básico telefónico -que se en
-//-
D. 218. XXXIII.
10 Defensor del Pueblo de la Nación c/ Es-
tado Nacional - Poder Ejecutivo Nacio-
nal s/ amparo ley 16.986.

-//-cuentra previsto en la resolución 57/96 de la


Secretaría de Comunicaciones de la Nación (en adelante, "la
nueva resolución")-.
Después afirmó que sí es aplicable a este pleito
la sentencia emitida in re "Adelco"; pues había sido dic-
tada con posterioridad a la entrada en vigencia de la nueva
resolución; y, además, porque había pasado en autoridad de
cosa juzgada;
b) por imperio del citado precedente "Adelco", el
procedimiento de rebalanceo previsto en la resolución
381/95 del Ministerio de Economía de la Nación (en
adelante, "la antigua resolución"), debe acatarse hasta que
(dicho procedimiento) finalice.
En otras palabras, el sistema previsto en la
nueva resolución no puede aplicarse hasta tanto se cumpla
la antigua resolución (conf. último párrafo de fs. 632).
El a quo aseveró que si se admitiera una tesis
diferente de la expuesta, se estaría aceptando "[...] la
extraña intención [del Poder Ejecutivo Nacional] de dejar
sin efecto una sentencia judicial firme [es decir, la dictada
in re "Adelco"], por medio de un acto administrativo"; lo
que a su criterio resultaría inválido (conf. fs. 633);
c) adujo, finalmente, que su tesis no importa
desconocer la competencia del Poder Ejecutivo Nacional para
fijar las tarifas telefónicas; sino la de "[...] mantener
la inalterabilidad de las decisiones judiciales firmes
[...] dictadas sobre una materia sujeta al control
judicial" (fs. 634).
-
//-
-//- 6°) Que la Secretaría de Comunicaciones de la Na-
ción, Telefónica de Argentina S.A. y Telecom Argentina Stet-
France Telecom S.A. interpusieron sendos recursos extraordi-
narios contra la sentencia resumida en el considerando
anterior (conf. fs. 505/557, 476/504, 438/469, respectivamen-
te). Los agravios allí expuestos son, en sustancia, los
siguientes:
a) el auto atacado es equiparable a sentencia de-
finitiva a los efectos del recurso extraordinario. Ello es
así, porque se configura un supuesto de gravamen irreparable
a raíz de varios motivos, a saber:
a.1) la "[...] magnitud del perjuicio económico
causado [...]" por dicho auto (conf. cuarto párrafo de fs.
452; segundo párrafo de fs. 487 vta.);
a.2) la sentencia atacada desconoce "[...] la com-
petencia del Poder Ejecutivo Nacional para fijar las tarifas
del servicio básico telefónico [...]", lo que viola varias
normas federales (conf. fs. 452 vta., 459/460; segundo pá-
rrafo de fs. 488; tercer párrafo de fs. 530; último párrafo
de fs. 538; fs. 539);
a.3) dicha sentencia concluye "[...] irrefutable-
mente en declarar la ilegitimidad del decreto 92/97 [...]"
(conf. fs.453, 458 vta.); y ello la convierte en una "[...]
sentencia anticipada de amparo [...]" que no puede válidamen-
te realizarse al examinar un pedido de dictado de medida cau-
telar (conf. segundo párrafo de fs. 481 vta.; tercer párrafo
de fs. 487 vta., segundo párrafo de fs. 494 vta.; tercer pá-
rrafo de fs. 530).
En subsidio del argumento expuesto en este conside
-//-
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tado Nacional - Poder Ejecutivo Nacio-
nal s/ amparo ley 16.986.

-//-rando, se afirma que en autos se advierte gravedad ins-


titucional; y que este hecho produce la equiparación a sen-
tencia definitiva del pronunciamiento impugnado en el sub
lite. Cita en sustento de esta posición a los precedentes
del Tribunal en los casos "Jorge Antonio" (Fallos:
248:189), "Video Cable Comunicación" (Fallos: 317:766) y
"FRECA S.A." (Fallos: 317:655) (conf. fs. 453 vta./454, 488
vta./489 vta.; fs. 531/532);
b) en razón de que el actor participó sin reserva
alguna en las audiencias previstas en la nueva resolución,
se sometió voluntariamente al régimen jurídico allí
establecido. Por este motivo, y por imperio de la teoría de
los propios actos, (el actor) no puede válidamente atacar
dicha nueva resolución (conf. fs. 441 vta. y 445; 465;
segundo párrafo de fs. 470 vta., tercer párrafo de fs. 482
vta.; cuarto párrafo de fs. 513; último párrafo de fs. 545
y fs. 546; sexto párrafo de fs. 547 y fs. 548);
c) el a quo ha realizado una errónea lectura de
la nueva resolución al entender -contra la letra y el
espíritu de esa norma- que sólo puede aplicarse "[...] para
situaciones futuras [...]" (fs. 460 vta.);
d) la antigua resolución sólo es una "[...] mera
propuesta o papel de trabajo [...] que no expande sus efec-
tos respecto de los terceros administrados [...]"; y ello
impide que se generen derechos adquiridos, en cabeza de di-
chos terceros, a que las modificaciones tarifarias sólo se
produzcan según el procedimiento reglado en la antigua re-
solución (conf. fs. 461 vta.; primer párrafo de fs. 542).
-
//-
-//- Esta proposición se ve confirmada por la jurisprudencia
de la Corte que asevera que "[...] nadie tiene un derecho
adquirido al mantenimiento de un régimen general [...]" (fs.
462);
e) la sentencia firme emitida en el caso "Adelco" -
que ordenaba aplicar el procedimiento reglado en la antigua
resolución-, sólo era válida en la medida en que dicha
resolución estuviera vigente (conf. fs. 462 vta.; segundo
párrafo de fs. 464 vta., segundo párrafo de fs. 491 vta.;
segundo párrafo de fs. 518);
f) los apelantes sostienen, por último, que el a
quo ha incurrido en arbitrariedad; pues "[...] ha obviado
considerar [al dictar sentencia in re "Adelco" y en "Defensor
II"] que la antigua resolución ha sido derogada [por la nueva
resolución]; y que, como tal, [dichas sentencias] carecen de
aptitud para generar efectos jurídicos [...]" (conf. tercer
párrafo de fs. 463 vta.).
7°) Que, ahora bien, una larga línea de precedentes
de esta Corte ha acuñado la siguiente regla: las decisiones
que decretan medidas cautelares en el marco de procesos de
amparo -regulados por la ley nacional 16.986- no son, en
principio, susceptibles de ser impugnadas mediante recurso
extraordinario federal; pues dichas decisiones no pueden ser
consideradas "definitivas", en los términos del art. 14 de la
ley nacional 48, ni en los del art. 6° de la ley nacional
4055 (doctrina de los casos "Carera", Fallos:: 249:683 -año
1961-; "Páez", Fallos: 250:473 -año 1961-; "Viale", Fallos:
256:150 -año 1963-, entre muchos otros).
También es oportuno recordar que la invocación de
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tado Nacional - Poder Ejecutivo Nacio-
nal s/ amparo ley 16.986.

-//- la doctrina de la arbitrariedad -al atacar la aludida


clase de decisiones- no suple la falta del mencionado
requisito de sentencia definitiva (caso "Martín", Fallos:
305: 1929 -año 1983-; doctrina del consid. 5° in fine del
caso "Lombardo", Fallos: 306:224 -año 1984-; consid. 6° del
caso "Video Cable Comunicación" (Fallos: 316:766), más allá
del acierto o error atribuibles a los fundamentos de su
adopción.
Varios son las razones de la regla esbozada en el
primer párrafo de este considerando. Así, por ejemplo, la
que sostiene que las providencias sobre medidas cautelares
dictadas en el ámbito de acciones de la índole de la
presente, no causan por lo común agravios irreparables;
pues la vigencia en el tiempo de dichas providencias suele
ser tan fugaz, como el proceso en el que se dictan (conf.
doctrina del caso "Bertoluzzi", Fallos: 237:863 -año 1957-;
consid. 2° del caso "Paez", Fallos: 250:473 -año 1961-).
8°) Que, por cierto, existen excepciones a dicha
regla cuando media un gravamen irreparable (en adelante,
"G.I."; conf. caso "Lanzone", Fallos: 236:156 -año 1956-;
caso "Reil", Fallos: 251:162 -año 1961-; caso "Tagle", Fa-
llos: 257:301 -año 1963-, entre muchos otros). Y esta
hipótesis puede configurarse bajo la forma de gravedad
institucional.
9°) Que los apelantes afirman que se advierte en
autos G.I. "[...] por la magnitud del perjuicio económico
[...]" causado por el pronunciamiento judicial (ver supra
apartado "a.1" del consid. 6°; pero omiten señalar por qué
motivo los alegados perjuicios no podrían ser subsanados
-
//-
-//- cuando se resuelva el fondo del asunto. Dicha omisión
viola la extensa línea de precedentes que asevera que el G.
I. debe ser acreditado en la causa. Es decir, no es suficien-
te la mera cita de dicho gravamen para que se produzca la a-
ludida equiparación a sentencia definitiva del auto impugnado
(caso "Ingenio Río Grande", Fallos: 276:366 -año 1970-;
"Banco Regional del Norte", Fallos: 304:694 -año 1982-; "Le-
vene", 307:630 -año 1985-; doctrina del caso "Bevacqua", Fa-
llos: 308:115 -año 1986-; caso "Rivas", Fallos: 310:681 -año
1987-.
Los recurrentes también aseveran que se configura
en autos dicho G. I.; porque la sentencia atacada desconoce
"[...] la competencia del Poder Ejecutivo para fijar las ta-
rifas del servicio básico telefónico [...]"; y ello viola -a
su juicio- varias normas federales (conf. supra apartado a.2
del considerando 6°).
Este argumento tiene una consistencia sólo aparente
pues, contrariamente a lo que se sostiene, el a quo afirmó de
modo expreso, en varios pasajes de su pronunciamiento, que el
Poder Ejecutivo Nacional es la autoridad competente para
determinar la tarifa del servicio telefónico bási
co.
-----------------------
Así, la Cámara afirmó: "Mantener la inalterabilidad de las de-
cisiones judiciales firmes, en los términos en que lo hace la señora
juez, no implica poner en tela de juicio la competencia de la
Administración para fijar tarifas, ni invade la zona de reserva de la
Administración, ni supone entrometerse en cuestiones ajenas a su
jurisdicción " (conf. primer párrafo de fs. 634).
Más adelante agregó: "La fijación o aprobación de tarifas por
el órgano administrativo competente, comporta un principio general que
no está en entredicho, pero de ese principio general de indiscutida
vigencia, no se puede inferir que por imbricar en el marco de competen-
cias propias de la Administración esta circunstancia por sí sola, confi-
gure un ámbito global de inmunidad a toda fiscalización judicial" (ter-
cer párrafo de fs. 634).
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-//- Por lo demás y aunque se mantuviera por vía de


hipótesis que la Cámara de hecho violó dicha competencia
del Poder Ejecutivo -lo cual originaría una cuestión
federal-, la tesis de los recurrentes tampoco sería
convincente; pues la sola existencia de dicha cuestión no
determina que el auto atacado se equipare a sentencia
definitiva.
En efecto, según lo ha afirmado reiteradamente
esta Corte, tales conceptos (cuestión federal y sentencia
definitiva) son independientes entre sí. Es decir, puede
haber cuestión federal en un caso dado, sin que haya
sentencia definitiva -y viceversa- (conf. doctrina del
consid. 3° del caso "Stancato", Fallos: 310:1835 -año 1987-
; consid. 3° del caso "López", Fallos: 312:772 -año 1989-).
10) Que, asimismo, los apelantes afirman que la
sentencia les produce un agravio irreparable pues concluye
"[...] irrefutablemente en declarar la ilegitimidad del de-
creto n° 92/97 [...]" del Poder Ejecutivo. Ello la
convierte -a su criterio- en una "[...] sentencia
anticipada de amparo [...]".
La cámara declaró en el fallo en examen que sus
afirmaciones sobre la validez del citado decreto son
provisionales. Así sostuvo, por ejemplo, "[...] dentro del
reducido marco de cognición en el que se valoran las
pretensiones cautelares, la verosimilitud del derecho debe
darse por suficientemente acreditada [...]" (conf. cuarto
párrafo de fs. 639).
No resulta persuasivo sostener, entonces, que del
pronunciamiento apelado pueda inferirse que el a quo tiene
-
//-
-//- una opinión definitiva sobre la validez del mencionado
decreto.
11) Que, por último, los recurrentes reclaman la
aplicación al sub lite de la doctrina sobre gravedad ins-
titucional, con fundamento en tres precedentes de esta Corte.
Esto es: "Jorge Antonio" (Fallos: 248:189 -año 1960-), "Video
Cable Comunicación" (Fallos: 316:766) y "F.R.E.C.A." (Fallos:
317:655).
Los hechos que dieron origen al caso "Jorge Anto-
nio" fueron los siguientes. Cierto ente del Gobierno Federal
-llamado "Comisión Liquidadora Decreto ley 8124"-, tenía el
rol de efectuar actos de administración sobre bienes que,
prima facie, habían sido mal habidos por determinados habi-
tantes. Si este hecho era probado, se originaba el deber de
que fueran devueltos al patrimonio nacional.
En el precedente en examen, la cámara había ordena-
do la entrega anticipada de dichos bienes al actor, a pesar
de que no se habían cumplido ciertos requisitos legalmente
establecidos. Y ello originó que dicho ente solicitara par-
ticipar en este pleito; sin embargo esta petición fue recha-
zada por el a quo, en razón de que le desconoció -de modo
definitivo- personería para actuar en el pleito. La Comisión
Liquidadora articuló, entonces, recurso extraordinario fede-
ral; y éste fue considerado formalmente admisible por la Cor-
te; pues la decisión atacada había negado, de modo definiti-
vo, la personería invocada (por dicho ente); y porque existía
gravedad institucional a raíz, inter alia, del "[...] orden
de valor ético a que responde [la normativa pertinente] y la
naturaleza de los bienes a que se aplican [...]
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-//- (conf. consid. 4° del precedente citado en último


término).
Los hechos del caso "Jorge Antonio" son
claramente diferentes del pleito en examen, pues, entre
otros motivos, las normas aplicables en autos no persiguen
fines análogos a los que estaban en cuestión en ese
precedente; ni se ha negado personería a ninguna de las
partes que ha interpuesto recurso extraordinario. Ello
demuestra que el holding emiti
do en "Jorge Antonio" no puede ser extendido al sub lite.
A igual conclusión se arriba después de estudiar
los restantes precedentes citados. En efecto, in re "Video
Cable Comunicación" (en adelante, "Video"), la Corte apuntó
un defecto en la argumentación del apelante -que también se
advierte en autos-: no se había demostrado, de manera
eficaz e indudable, que existía gravedad institucional,
como medio para equiparar a sentencia definitiva al auto
allí atacado [esto es, una medida cautelar que prohibía a
cierto organismo estatal cobrar un gravamen creado mediante
un decreto del Poder Ejecutivo Nacional (conf. consid. 4°
del caso "Video")]. Y por esta razón rechazó el recurso
extraordinario articulado.
Por fin, en el precedente "F.R.E.C.A." la Corte
afirmó que existía gravedad institucional en ese pleito,
pues la decisión impugnada mediante recurso extraordinario
"[...] comprometía la recaudación de la renta pública
[...]" (conf. consid. 3° del caso F.R.E.C.A., cit.). Este
argumento no puede aplicarse en el sub examine, porque no
se advier
te de qué modo la decisión atacada en autos pueda comprome
-
//-
-//-ter la obtención de dicha renta pública.
12) Que, por las razones expuestas, no es posible
equiparar a sentencia definitiva, a los efectos del recurso
extraordinario federal, el pronunciamiento cuestionado en
este caso. Ello hace innecesario abordar -en esta etapa del
proceso- el resto de los planteos resumidos en el consideran-
do 6° de este voto.
13) Que, por último, corresponde resolver una serie
de peticiones realizadas en autos después de que el a quo
concedió los recursos extraordinarios examinados.
14) Que Telefónica de Argentina solicitó que este
pleito y otros 64 (pleitos) que se ventilan en diferentes
tribunales del país se acumulen "[...] con los procesos por
acciones de competencia originaria ante la CSJN (art. 117,
CN) iniciadas [...] por las provincias de La Rioja y Tierra
del Fuego [...]" (fs. 639/641 vta. y 643/649).
Esta Corte ha sostenido que "[...] no es dado a
persona o poder alguno, ampliar o extender los casos en que
la Corte Suprema ejerce jurisdicción exclusiva y originaria
por mandato imperativo de la Constitución Nacional [...]"
(conf. caso "Sojo", Fallos 32:120 -año 1887-; consid. 2° y 3°
del caso "Brunet", Fallos 313:936 -año 1990-, entre muchos
otros).
La citada empresa no ha invocado que los pleitos
cuya acumulación peticiona cumplan los requisitos previstos
en el art. 117 de la Constitución Nacional -que establece el
alcance de la jurisdicción originaria de este Tribunal-. Tam-
poco ha expresado por qué razón debería abandonarse la larga
línea de precedentes señalada en el considerando anterior.
-//-
D. 218. XXXIII.
15 Defensor del Pueblo de la Nación c/ Es-
tado Nacional - Poder Ejecutivo Nacio-
nal s/ amparo ley 16.986.

-//- Estas omisiones de la apelante justifican que su


solicitud sea desestimada.
15) Que la Provincia de Misiones peticionó ser
admitida en el sub lite en calidad de "[...] terceros
litisconsorciales del Estado Nacional o, en subsidio, como
tercero coadyuvante [...]". Fundó su pedido en los arts. 90
y 91 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
(fs. 732). Mediante la "vía de inhibitoria", prevista en el
art. 9° del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación,
dicha provincia también planteó la incompetencia de la juez
que entiende en el caso de autos (fs. 735/735 vta.).
Los reclamos resumidos en el párrafo anterior no
se encuentran dentro de la jurisdicción originaria y
tampoco de la apelada de esta Corte. Ello es así por las
razones desarrolladas en el capítulo IV del dictamen del
Procurador General de la Nación, al que se remite para
evitar repeticiones innecesarias. En consecuencia dichos
reclamos deben ser desestimados.
16) Que la Secretaría de Comunicaciones de la Na-
ción presentó a esta Corte un escrito titulado "Denuncia
hechos nuevos" (fs. 651/660). En él aseveró que el a quo
había sostenido que la concesión de los recursos
extraordinarios no suspende la ejecución de la medida
cautelar atacada en el sub examine (fs. 618 y vta.). Dicha
secretaría solicitó -y esto es lo relevante- que esta Corte
determine cuáles son los efectos de la concesión del
remedio federal.
El aludido escrito no constituye ninguno de los
supuestos previstos en el art. 14 de la ley 48 ni en el
art. 6° de la ley 4055; pues, entre otras razones, no
cumple los
-
//-
-//- requisitos establecidos en esa normativa. Tampoco es un
recurso per saltum porque, entre otros motivos, ni siquie
ra el apelante lo considera tal. En consecuencia debe ser de-
sestimado.
17) Que dicha secretaría realizó una nueva presen-
tación ante esta Corte titulada "recurso de queja" (D.223.
XXXIII, fs. 118/126). En ésta reiteró el contenido del escri-
to resumido en el considerando 16 de este voto.
El recurso de queja ante este Tribunal sólo es vá-
lido si previamente ha mediado la denegación del recurso ex-
traordinario. A raíz de que este recaudo no fue cumplido en
autos -dado que el a quo concedió el remedio federal articu-
lado por la Secretaría de Comunicaciones de la Nación (fs.
613/613 vta.)- también corresponde desestimar la presentación
en examen.
Por ello, y de conformidad con lo dictaminado por el
señor Procurador General, se declaran inadmisibles los re-
cursos extraordinarios interpuestos por la Secretaría de
Comunicaciones de la Nación, Telefónica de Argentina S.A. y
Telecom Argentina Stet-France Telecom S.A. (fs. 505/557,
476/504 y 438/469, respectivamente). Con costas (art. 68 del
Código Procesal Civil y Comercial de la Nación). Se rechazan
las solicitudes de acumulación y de intervención de terceros
formuladas a fs. 639/641 vta., 643/649 y 732/736; y los es-
critos dirigidos contra el auto de fs. 618 que aluden a los
efectos de la concesión del remedio federal. Notifíquese y
remítase. ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI.
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