Los tropiezos de las mujeres para obtener el derecho al voto.

Desde los inicios de la historia el hombre ha sido protagonista en todas las hazañas creadas
por la humanidad. A pesar de muchos “triunfos robados”, por llamarlos de algún modo, las
mujeres han sido protagonistas en las últimas décadas por hechos trascendentales que han
hecho reestructurar la sociedad en gran magnitud, hechos como el voto femenino que
marcaron un antes y un después en la historia. A pesar de habernos civilizado miles de años
atrás, ¿por qué hasta mediados del siglo XX se reconoce el derecho de las mujeres para
decidir?

Según Errázuriz (2005), lo que ocasionó el retraso en el proceso fue la falta de cohesión por
parte de las mujeres para luchar por este derecho pues se consideraba que habían asuntos más
importantes que atender como los derechos civiles para las mismas mujeres. Podríamos decir
que se consideraban otras prioridades que quizás serían más visibles en ese momento porque
el derecho al sufragio al parecer era un derecho un tanto ocasional a diferencia de los derechos
civiles que eran cotidianos.

Asimismo, Cano (2013) nos dice que hubo grupos feministas de nueva ola que le restaron
importancia al voto femenino y la ciudadanía política de la mujer viéndolo como una
amenaza a los ideales del movimiento. De esta manera el derecho al voto femenino quedaría
mal argumentado por el hecho de que incluso había mujeres en contra y más si se trataba de
un movimiento bastante característico y, por decirlo de algún modo, representativo de las
mujeres.

Por otro lado, Bianchi (1986), afirma que la demora se debió a la necesidad de los legisladores
de expresar sus ideas favorables a una ley que significaba el aumento de la masa de votantes,
lo que significaría tener argumentos para sustentar el aumento también en gastos estatales
que se consumen en cada fecha de votaciones que no solo es para elegir a gobernantes.

El derecho a la mujer tuvo su tropiezo antes y después de haberse establecido, esto deja claro
que aunque sea para un beneficio común, siempre hay contrariedades que frenan o hacen
peso para que un cambio no se de o que se vea obligado a ser pausado. Es importante que los
cambios sociales de gran magnitud tengan un proceso a un ritmo adecuado para evitar
desastres sociales incorregibles históricamente.
Referencias
Bianchi, S. (1986). Peronismo y sufragio femenino: la ley electoral de 1947. Anuario IEHS 1, 255-
296.

Cano, G. (2013). Del siglo XX a los umbrales el siglo XXI. Debates En Torno Al Sufragio De Las
Mujeres En México.

Errázuriz Tagle, J. (julio-diciembre de 2005). Discursos en torno al sufragio femenino. Chile:

Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile.