Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
Y no nos vamos a ir por la ruta teológica de qué tipo de seres eran estos gigantes o
Goliat, se ha hablado mucho incluso de si eran seres humanos o extraterrestres… no
es de eso que quiero hablarles el día de hoy.
Hoy quiero hablarles de ese gigante que puede no tener un gran tamaño físico, sin
embargo, sí tienen poder muchas veces sobre nuestras vidas, poder que nosotras
mismas hemos permitido a causa de la ignorancia, a causa del temor, a causa de no
conocer las armas con las que contamos o a causa de no utilizar esas armas. Son
gigantes silenciosos en el exterior, pero que nos atormentan constantemente con
gritos en nuestra mente, nos envenenan, no nos dejan avanzar y pareciera no haber
forma de derribarlos. Pero sí la hay, y hoy vamos a hacerlo en el nombre de Jesús.
Entonces Goliat se detuvo y gritó mofándose de los israelitas: «¿Por qué salen todos
ustedes a pelear? Yo soy el campeón filisteo, pero ustedes no son más que siervos
de Saúl. ¡Elijan a un hombre para que venga aquí a pelear conmigo! Si me mata,
entonces seremos sus esclavos; pero si yo lo mato a él, ¡ustedes serán nuestros
esclavos! ¡Hoy desafío a los ejércitos de Israel! ¡Envíenme a un hombre que me
enfrente!». Cuando Saúl y los israelitas lo escucharon, quedaron aterrados y
profundamente perturbados.
Pasemos al
24 Tan pronto como las tropas israelitas lo vieron, comenzaron a huir espantadas.
25 —¿Ya vieron al gigante? —preguntaban los hombres—. Sale cada día a desafiar
a Israel. El rey ha ofrecido una enorme recompensa a cualquiera que lo mate. ¡A ese
hombre le dará una de sus hijas como esposa y toda su familia quedará exonerada
de pagar impuestos!
26 David les preguntó a los soldados que estaban cerca de él:
—¿Qué recibirá el hombre que mate al filisteo y ponga fin a su desafío contra
Israel? Y a fin de cuentas, ¿quién es este filisteo pagano, al que se le permite
desafiar a los ejércitos del Dios viviente?
27 Estos hombres le dieron a David la misma respuesta. Le dijeron:
—Efectivamente, esa es la recompensa por matarlo.
Pasemos al
44 —¡Ven aquí, y les daré tu carne a las aves y a los animales salvajes! —gritó Goliat.
45 David le respondió al filisteo:
—Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en
nombre del Señor de los Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien
tú has desafiado. 46 Hoy el Señor te conquistará, y yo te mataré y te cortaré la
cabeza. Y luego daré los cadáveres de tus hombres a las aves y a los animales
salvajes, ¡y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel! 47 Todos los que
están aquí reunidos sabrán que el Señor rescata a su pueblo, pero no con espada ni
con lanza. ¡Esta es la batalla del Señor, y los entregará a ustedes en nuestras manos!
Antes de comenzar con las estrategias, quiero contarles un poco de mí, y los gigantes
que yo he enfrentado a lo largo de mi vida. Tengo 43 años, y 6 años de libertad y
de haber derribado un tremendo gigante que me atormentó durante más de 30
años. El gigante del pecado sexual. … Testimonio 15 minutos.
Y así llegué a encontrar los recursos adecuados que me han ayudado a permanecer
libre de la adicción, libre de la tentación y sobre todo me han ayudado a ir sanando
mi corazón de las emociones y relaciones que quedaron dañadas a causa de tanto
año de desorden y oscuridad.
Ahora comencemos con las estrategias de batalla….
En mi caso como ya les dije se trató de leer e investigar acerca de mi gigante, acerca
de mi adicción, acerca de este gigante que venía todos los días a gritarme, “eres una
enana, te voy a devorar, voy a dar tu carne a las bestias, etc.” Así como Goliat lo
hacía con David. Encontrar las estrategias y armas correctas para nuestro gigante.
Cada gigante requerirá de estrategias y armas diferentes. Dios es un Dios creativo,
no siempre actúa igual. Recuerdan las batallas de Israel. A veces les decía que
atacaran de frente, otras, que por la retaguardia, otras que rodearan los
campamentos enemigos, otras como en Jericó que caminarán alrededor de la ciudad
a conquistar. Y así debemos estar atentas a saber a qué y a quién nos enfrentamos.
Los gigantes te gritan en la cara y te quieren hacer “ver” lo grande que son y lo
invencibles que son, ellos quieren hacerte creer que tu realidad de hoy será tu
realidad para toda la vida.
- Nunca saldrás de deudas
- Tu familia siempre te traicionará
- Esta enfermedad te llevará a la tumba
- Nunca podrás tener hijos
- Tus hijos nunca dejarán las adicciones
- No tienes lo necesario
- Nunca encontrarás empleo
- Ya te quedaste solterona
- Si ya tuviste relaciones sexuales, ya no vales nada
- Eres una hipócrita
- Tus padres/tu cónyuge no se interesan por ti
- No tienes amigos o amigas verdaderas
- Eres una tonta
- Etc. Etc. Etc. Etc….
Gigantes disfrazados de “realidad”, gritones, que describen con tanto detalle sus
características, que los puedes sentir, te sacan lágrimas, te producen dolor, te
levantan de la cama a las 4 de la madrugada llena de preocupaciones, te “provocan
a ira con toda la gente a tu alrededor”, ¿a alguien le ha pasado eso, o solo a mí?
Pero David venció a Goliat porque sabía que no peleaba solo, sino que Dios
estaba con él. 1 Samuel 17:34-37
Para todos los demás Goliat era un gigante, pero para David era solo el enemigo del
pueblo de Dios, un filisteo pagano.
“Si miramos a los gigantes con los ojos de Dios, podemos ver que nos son más
grandes que nosotros.”
David confiaba en que el Señor con todo su poder podría librarlo del gigante Goliat
y lo venció con las armas que Dios le había enseñado a usar. –trató con la armadura
de Saul, pero no pudo - no podemos pretender ir por la vida usando las armas de
los demás, Dios nos ha provisto a nosotras de una estrategia individual que debemos
explotar, que debemos perfeccionar. Y solo lo descubriremos en la intimidad de una
relación personal con Dios. No con copiar la relación de alguien más y pretender ser
íntimos amigos de Dios. Ejemplo de amistad.
¿Quiénes quieren vencer a sus gigantes? Este va a ser un mensaje interactivo, porque
hoy Dios quiere que salgas habiendo peleado contra uno de tus gigantes, para que
aprendas a pelear contra ellos y puedas vencerlos.
1a interacción.- Cierre sus ojos un momentito y escoja al gigante contra el que hoy
se va enfrentar, el más grande que haya hoy en su vida, al que anhele vencer más
que a ningún otro, al que le está gritando más fuerte a través de su peor circunstancia
“real” en estos momentos de su vida. ¿Ya lo tiene? En mi caso, hoy en día mi mayor
gigante a vencer es…. El rechazo y el abandono.
Dios no tiene problemas con que le preguntes cuál será tu recompensa por vencer
a ese gigante, porque el anhela decirte la recompensa que tiene para ti, porque Él es
un Padre motivador de sus hijos, de sus siervos, de sus guerreros.
En los temas más importantes para Dios, Él nos dice cual será la recompensa si
hacemos su voluntad; por ejemplo, en la honra a los padres Dios te dice que la
recompensa es que te irá bien aquí en el tierra y serías de larga vida; al entregarle
tus diezmos, Dios te dice que la recompensa sería que Él abrirá las ventanas de los
cielos y derramaré bendiciones sobre ti hasta que sobre abunde y además que Él
mismo reprendería al devorador si se quiere meter contigo.
De igual forma en la guerra contra tus gigantes también te quiere decir cuál es la
recompensa, hay una recompensa a quien venciere dice la palabra de Dios, les daré
autoridad, poder, vida en abundancia. y eso te debe hacer saber que tu victoria es
muy importante para Dios, porque para eso entregó a su Hijo Jesucristo, para que tú
tengas victoria en el cielo y en la tierra. ¿Amén?
2a. Interacción: Cierra tus ojos y has una oración a Dios para que su Santo Espíritu te
muestre como te verás cuando hayas vencido a ese gigante. Pregunta por tu
recompensa. Pregúntale a Dios que hay detrás de ese problema, que hay detrás de
vencer esa circunstancia en tu vida, pregúntale que va a ser de ti cuando venzas a
ese gigante, que tiene para ti cuando ya no tengas esa circunstancia en tu vida,
cuando ya no tengas ese problema. Cierra los ojos y pregúntale, el Espíritu Santo te
dará respuesta, usa la imaginación en tu corazón.
Tu gente cercana y aún tu misma familia puede llegar a detenerte, te dirán que eres
un ambicioso, una loca soñadora, te dirán que eres un egoísta, una mal intencionada,
insensata, etc.
David tuvo que enfrentar varios gigantes antes de llegar a estar frente a Goliat.
- A su padre, que no creyó que él pudiera ser rey y no lo tomó en cuenta en el
cap. 16 cuando Samuel llamó a los hijos para ungir a un nuevo rey para Israel.
- La envidia de sus hermanos a causa de ese ungimiento.
- Las burlas de sus hermanos cuando llegó al campamento y cuando no
creyeron que podía ser un guerrero
- El menosprecio de Saúl al verlo joven y pequeño para enfrentar a Goliat.
- Y ni siquiera Goliat creyó que David sería un buen oponente
Si hay esas voces a tu alrededor, haz lo que hizo David, aparta esas voces de ti. No
hagas caso y sigue adelante.
David no escuchó a quienes tenían miedo y se lo podían contagiar.
No escuchó a sus hermanos sino que siguió adentrándose en el campamento,
sabiendo firmemente que estaban ofendiendo a DIOS y él no lo permitiría. No era
una batalla personal, era una batalla porque habían ofendido al Dios viviente.
Debes responder como David diciéndole a esas voces, cómo Dios ha intervenido en
tu pasado, trae a memoria las veces que has visto pelear a Dios tus batallas, cuando
te libró de esa enfermedad, cuando te envió ese trabajo y te sacó del desempleo,
trae a memoria todas las veces que pensando que te iría muy mal, te libró, las veces
que te salvó la vida en un accidente, las veces que te ha dado victorias.
3a. Interacción: Cierra tus ojos y calla esas voces que te han querido decir que no
puedes, que el problema es demasiado grande y trae esas victorias a tu presente,
trae tu pasado en victoria a tu presente atribulado, reconoce que ha sido Dios el que
te ha librado de esos problemas.
Recuerdo que cuando era niña una persona de mi familia, dijo una maldición acerca
de mí. Por mucho tiempo viví a través de esa maldición. Sin saber que solo era una
enorme mentira del enemigo para alejarme de mi verdadera identidad de Hija de
Dios. Ahora sé que no hay nada que se haya dicho o se vaya a decir de mí que
determine mi futuro más que lo que brota de las palabras de mi Creador, quién sí
sabe todo mi potencial, conoce mi corazón y sabe mis caminos. No soy una dejada,
no soy una abandonada, no soy una adicta, no soy una adúltera ni fornicaria. Soy
una hermosa y amada Hija de Dios.
Algo así le paso a David, mucho antes de vencer a Goliat tuvo que enfrentar lo que
las personas pensaban de él.
(NVI) 1º Samuel 17:45-51 “45 David le contestó: —Tú vienes contra mí con espada,
lanza y jabalina,
Ojo acá, en todo el pasaje, sólo dos veces mencionó David al gigante y sus
características, una vez dijo ¿Quién se cree ese filisteo pagano y otra vez dijo: tú
vienes con espada lanza y jabalina, con esto David estaba reconociendo contra quien
peleaba y algunas de las armas que usaba su gigante, pero mencionó 8 veces a su
Dios, David le contestó:
¿Usted cree que el gigante se quedó callado y dejó de hablarle a David? Yo pienso
que no, yo pienso que siguió hablando contra David, sólo que David no escuchó la
voz del gigante porque estaba escuchando su propia voz, declarando el poder y
grandeza de Dios. Aparte, este David era un valiente, un osado, un atrevido… él no
tenía espada, sin embargo, le dijo a Goliat que ese mismo día él lo mataría, y le
cortaría la cabeza, y que daría los cuerpos del ejército filisteo a las aves del cielo, no
solo el cadáver de Goliat, sino el de todo el ejército filisteo. ¿y qué pasó? ESO FUE
EXACTAMENTE LO QUE SUCEDIÓ ¡!!
6. RECICLANDO EL DOLOR
Recordemos que detrás de nosotros siempre hay otras personas que nos están
mirando y que aprenden de lo que hacemos.
La victoria de David sobre el gigante, abrió los ojos de los soldados israelitas y les
permitió ver que ya no había nada que temer por su gigante había sido aniquilado.
Recordando estrategias:
MINISTRACIÓN
pelea por ti esta batalla, dile como Jesús le dijo a satanás: Escrito está:
Vamos a cantar….
Minisración y al final
Todas juntas el último versículo